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EL REVES DE LA TRAMA

Date post: 09-Dec-2023
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EL REVES DE LA TRAMA Arq. Rolando H. Schere ABSTRACT Buenos Aires Garay funda Buenos Aires en 1583. Su plano es un proyecto de ocupación del territorio. En el conviven un casco urbano amanzanado de acuerdo a las Leyes de Indias y su periferia rural de chacras y estancias. Los ejes de ambas tramas se yuxtaponen y rotan para que sean perpendiculares a la ribera de los ríos. Esta ocupación del territorio recién es puesta en crisis a partir de 1880 cuando, debido a la inmigración europea, se pone en crisis la eficiencia de la manzana, se densifica, se divide al infinito y la ciudad crece sobre sus periferias rurales y los caminos de acceso, amanzanando los espacios residuales. Se aplican algunos modelos europeos, con características propias, derivadas del tipo de población y el carácter periférico de Buenos Aires. Surgen distintos tipos de vivienda colectiva en alquiler en no más de dos plantas: antiguas viviendas se transforman en conventillos y se construyen nuevos ad hoc. Aparecen los “Pasajes” que la parten, la perforan o la atraviesan, e incorporan su interioridad al espacio semipúblico, mediante diversas tipologías: “pasantes”, en “cul de sac”, en “ele”, en “u”. La célula es la casa con patio. Este aprovechamiento de la interioridad manzana, desaparecerá en el siglo XX con la creación del corazón de la manzana, consagrando nuevamente el centro como ámbito de lo privado. Hoy esas propuestas son unánimemente valoradas. La tipología de los “Pasajes Comerciales” con cubiertas de vidrio y acero, la nueva tecnología que aporta la revolución industrial, utilizada en otras capitales y en forma masiva en Paris también aparece en Buenos Aires. En la periferia de ese Buenos Aires, como ampliación de la trama, se crean los “Barrios Obreros” de manzanas angostas y eficientes para densificar con baja altura, ampliando el número de calles para obtener más fachadas con menos terreno: Villa Alvear. Esta estrategia será la utilizada a lo largo de todo el siglo XX para los barrios de viviendas unifamiliares, casi sin generar vacíos comunes. Con la propuesta del ing. James Bevans de 1828, el pueblo nuevo de Adrogué de 1860, La Plata de 1882, Villa Devoto y luego el plan de Bouvard de 1908, se busca complejizar la trama mediante diagonales, pero siempre a partir de la manzana. La Avenida de Mayo incorpora las teorías de Haussmann, el espacio urbano y la perspectiva barroca, sin poner en crisis la manzana. Comparación con otros modelos europeos y americanos: Santiago de Chile: Contemporáneamente a Buenos Aires y por las mismas causas, se crean tipologías “similares” pero no iguales, pero más concentradas territorialmente: las cités y los pasajes. Con anterioridad al proceso de Buenos Aires, otras ciudades europeas y americanas, crean usos intensivos de la manzana, pero con soluciones de mayor altura: Berlin El fenómeno de la concentración urbana, por la inmigración interna que produce la industrialización densifica la manzana, en planta y en altura, con modelos de vivienda colectiva de alquiler, alrededor de pequeños patios interiores: los “Mietkaserne“ o cuarteles de alquiler. Nueva York En 1812 se formula el plan para Manhattan, con la ocupación completa del territorio, de carácter especulativo, mediante una malla de avenidas y calles que conforman manzanas rectangulares de 80m x 271m. En esa trama, sin vacíos urbanos, se crean prototipos de vivienda en lotes angostos y profundos, de varios niveles. Londres: Se desarrollan viviendas en lotes angostos, en varios niveles. Este trabajo ha sido parcialmente publicado en “Habitar Buenos Aires”. Compilador: Arq Juan Manuel Borthagaray. SCA,CPAU, Buenos Aires, 2011- 1
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EL REVES DE LA TRAMA

Arq. Rolando H. Schere

ABSTRACTBuenos AiresGaray funda Buenos Aires en 1583. Su plano es un proyecto de ocupación del territorio. En el conviven un casco urbano amanzanado de acuerdo a las Leyes de Indias y su periferia rural de chacras y estancias. Los ejes de ambas tramas se yuxtaponen y rotan para que sean perpendiculares a la ribera de los ríos.Esta ocupación del territorio recién es puesta en crisis a partir de 1880 cuando, debido a la inmigración europea, se pone en crisis la eficiencia de la manzana, se densifica, se divide al infinito y la ciudad crece sobre sus periferias rurales y los caminos de acceso, amanzanando los espacios residuales.Se aplican algunos modelos europeos, con características propias,derivadas del tipo de población y el carácter periférico de Buenos Aires. Surgen distintos tipos de vivienda colectiva en alquiler en no más de dos plantas: antiguas viviendas se transforman en conventillos y se construyen nuevos ad hoc.Aparecen los “Pasajes” que la parten, la perforan o la atraviesan, e incorporan su interioridad al espacio semipúblico, mediante diversas tipologías: “pasantes”, en “cul de sac”, en “ele”, en “u”. La célula es la casa con patio. Este aprovechamiento de la interioridad manzana, desaparecerá en el siglo XX con la creación del corazón de la manzana, consagrando nuevamente el centro como ámbito de lo privado. Hoy esas propuestas son unánimemente valoradas.La tipología de los “Pasajes Comerciales” con cubiertas de vidrio y acero, la nueva tecnología que aporta la revolución industrial, utilizada en otras capitales y en forma masiva en Paris también aparece en Buenos Aires.En la periferia de ese Buenos Aires, como ampliación de la trama, se crean los “Barrios Obreros” de manzanas angostas y eficientes para densificar con baja altura, ampliando el número de calles para obtener más fachadas con menos terreno: Villa Alvear. Esta estrategia será la utilizada a lo largo de todo el siglo XX para los barrios de viviendas unifamiliares, casi sin generar vacíos comunes.Con la propuesta del ing. James Bevans de 1828, el pueblo nuevo de Adrogué de 1860, La Plata de 1882,Villa Devoto y luego el plan de Bouvard de 1908, se busca complejizar la trama mediante diagonales, pero siempre a partir de la manzana.La Avenida de Mayo incorpora las teorías de Haussmann, el espacio urbano y la perspectiva barroca, sin poner en crisis la manzana.

Comparación con otros modelos europeos y americanos:

Santiago de Chile: Contemporáneamente a Buenos Aires y por las mismas causas, se crean tipologías “similares” pero no iguales, pero más concentradas territorialmente: las cités y los pasajes.Con anterioridad al proceso de Buenos Aires, otras ciudades europeas y americanas, crean usos intensivos de la manzana, pero con soluciones de mayor altura:

BerlinEl fenómeno de la concentración urbana, por la inmigración interna que produce la industrialización densifica la manzana, en planta y en altura, con modelos de vivienda colectiva de alquiler, alrededor de pequeños patios interiores: los “Mietkaserne“ o cuarteles de alquiler.

Nueva York En 1812 se formula el plan para Manhattan, con la ocupación completa del territorio, de carácter especulativo, mediante una malla de avenidas y calles que conforman manzanas rectangulares de 80m x 271m. En esa trama, sin vacíos urbanos, se crean prototipos de vivienda en lotes angostos y profundos, de varios niveles.

Londres:Se desarrollan viviendas en lotes angostos, en varios niveles.

Este trabajo ha sido parcialmente publicado en “Habitar Buenos Aires”. Compilador: Arq Juan ManuelBorthagaray. SCA,CPAU, Buenos Aires, 2011-

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EL REVES DE LA TRAMA Arq. Rolando H. Schere

En la segunda mitad del siglo XX, a consecuencia de la Revolución Industrial, enEuropa se produjo el abandono del campo y la concentración de la población en lasciudades. Asimismo se generaron fuertes corrientes emigratorias, hacia las ciudades deLatinoamérica y los Estados Unidos.Los crecimientos necesarios para albergar a las masas de trabajadores que se asentaron,pusieron en crisis tanto las trazas urbanas, como los tipos de vivienda vigentes.Trataremos de analizar las respuestas dadas por algunas ciudades europeas comoLondres Berlin y las de Buenos Aires, Santiago de Chile y Nueva York, verificandosimilitudes y analogías.

Buenos Aires

Garay fundó Buenos Aires en 1583. Su plano representaba un proyecto de ocupacióndel territorio en el que convivía un casco urbano, con límites muy precisos con superiferia rural. Fue un gesto claro y fuerte en el que aplicó el sistema común para las colonias, lasLeyes de Indias. Tenía un vacío descentrado, ubicado junto al río, era la Plazafundacional, el único espacio público, sede del poder político-militar, el fuerte, y elpoder religioso, la Iglesia. El casco urbano estaba amanzanado y cada manzana dividida en cuatro solares, queadjudicó a los conquistadores y fundadores de mayor rango. A continuación comenzabala periferia rural de quintas, chacras y estancias, que se extendía hasta Lujan. Los ejes de ambas tramas se yuxtaponían y rotaban, para mantener laperpendicularidad con la ribera de los ríos.El origen de esta trama, surgió de la experiencia española en la construcción de castrosdurante la guerra contra los moros, y de la ciudad ideal de forma cuadrada ideada porVitruvio.La ciudad colonial de América latina no había sido concebida como una obra de arte,era un objeto puramente funcional de carácter estratégico, con un trazado utilitario,preparado para organizar la estructura estatal e imponer la dominación del territorio,instalar un centro administrativo, comercial y productivo, nexo entre la ciudad y elmercado monopólico español.El crecimiento de la ciudad se rigió por la aplicación del modelo reticular de las Leyesde Indias. Durante los 300 años de dominación, esta ciudad periférica y pobre creciómuy lentamente, por la falta de interés que tenían los españoles en su carácterproductivo y recién entró en crisis a fines del siglo XIX.Bernardino Rivadavia comoMinistro de Gobierno del Gobernador Martín Rodríguez y como presidente en 1826,buscó romper con la herencia colonial española. Para implementar su proyecto, trajo alpaís a un grupo de arquitectos franceses entre los que se encontraban Próspero Catelin,Pierre Benoit y Charles Henry Pellegrini, junto al ingeniero-arquitecto ingles JamesBevans.

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Rivadavia intentó preparar la ciudad de Buenos Aires, para que se convirtiera en unagran urbe y programó una expansión ordenada del plano fundacional. Una de las tareaspropuestas fue el perfeccionamiento de la trama urbana, con la alineación de calles yveredas. El ingeniero Felipe Berthés confeccionó en el año 1822 un plano para el áreacentral, y en 1824 el ingeniero español José María Ramón hizo lo propio con lossuburbios. Pero las deformaciones de la trama, que se habían producido en la periferia,habían sido de tal magnitud, que el costo de implementarlo hizo abandonar el proyecto.Rivadavia proyectó el ensanche de ciertas calles: Corrientes, Córdoba, Santa Fe,Belgrano e Independencia, que tendrían un ancho de 30 varas y constituiría una mallade avenidas convergiendo hacia el río. También dispuso el ensanche (no ejecutado) delas calles del centro, y reglamentó la forma y medida de las ochavas.

Caído Rosas, en 1853 se creó el Estado de Buenos Ayres. En ese entonces la ciudadabarcaba una superficie suficiente para alojar a la mayor parte de la población, elespacio urbano se extendía hacia el oeste hasta la Plaza Miserere y las actuales callesJujuy y Pueyrredón, hacia el norte hasta la calle Santa Fe, y hacia el sur hasta San Juan.A partir de esa fecha se comenzó a acelerar la tasa de crecimiento. Entre 1850 y 1914 lapoblación de la Argentina creció siete veces y hubo una intensa actividad fundacionalen el interior del país. Buenos Aires se convirtió en el principal mercado sudamericano de transaccionesganaderas, de intercambio de industrias de origen rural, y centro de convergencia de lasredes de ferrocarriles y caminos. El impacto de la inmigración europea y el comienzo de la industrialización, hicieron queel municipio intentara modernizar sus estructuras administrativas, y buscara solucionarsus problemas más urgentes: el adoquinado de calles existentes y el trazado nuevascalles, la apertura de plazas y parques, la construcción de servicios hospitalarios yeducacionales, la vivienda y el puerto.Entre 1870 y 1880 Buenos Aires aceleró su proceso de transformación, con la ejecuciónde importantes intervenciones, que modernizaron el antiguo casco colonial: Estas fueronobras de infraestructura, agua, cloacas y comenzaron a funcionar las primeras líneas detranvías a caballo.Estos crecimientos se reflejaron en la literatura contemporánea: “¡qué quieres que te diga, hombre!150.000 inmigrantes al año significan algo. Prontola cifra ascenderá a 300.000.”“El hecho es que decidió venirse a América de incógnito a probar fortuna, resoluciónque no se avenía mal con su carácter, un tanto emprendedor y aventurero. Había oídohablar de Buenos Aires, de lo fácil que es enriquecerse en esta bendita tierra que susamigas cocottes alababan...” En Buenos Aires está mi salvación. Vámonos a BuenosAires” (“La Bolsa”, Julián Martel, 1892)

En 1880, se concretó la capitalización de Buenos Aires y se creó la Municipalidad deBuenos Aires. La Argentina entró en un período de enorme prosperidad yenriquecimiento, a un ritmo desconocido en otros países, que incentivó la inmigracióneuropea a tal punto, que en 1889 llegaron al puerto de Buenos Aires 300.000inmigrantes, la mitad de su población era extranjera, se inscribieron ciento treinta ycuatro Sociedades Anónimas y operaron enormes sumas en la Bolsa de Comercio.Buena parte de esa prosperidad, estaba basada en operaciones de base espuria, decarácter especulativo, que hizo crisis a principio de 1890.

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El aumento vertiginoso de la población debido a la inmigración europea, puso en crisisel dimensionamiento de la ciudad y la eficiencia de la manzana, para responder a ladensificación en sus formas tradicionales. La transformación fundamental se produjo fuera del área de la ciudad colonial. Laintroducción del tranvía a caballo facilitó el crecimiento de la ciudad sobre susperiferias rurales, sus antiguas quintas y caminos de acceso, y se amanzanaron losespacios residuales, que devinieron en áreas residenciales, mediante dameros quecomenzaron a entrecruzarse en forma desordenada. De ese ordenado desorden surgieron las innumerables atipicidades de la trama, muchasde las cuales constituyen hoy lugares valorados: Calles cortadas, pasajes y callesinclinadas intersectándose con las tramas regulares. La ciudad se fagocitó los pueblos adyacentes: Belgrano, Flores y Barracas, hastaentonces tres villas satélites.La aldea de Parroquias se convirtió en la ciudad de Barrios. Empujada por el proceso de especulación sobre la tierra, las manzanas se subdividieronal infinito, se partieron los lotes, se pusieron en crisis los antiguos tipos de vivienda depatio central, que fueron reemplazados por tipologías más angostas, de estructura linealy patios más pequeños.Una característica fundamental de este proceso de densificación, fue que se resolvió enforma generalizada con soluciones en horizontal, de una, dos y como máximo tresplantas de altura.Los bordes de la manzana se cerraron sobre las líneas municipales sin dejar retiros, confachadas continuas, impenetrables, que marcaban claramente el límite entre el afuera, laciudad, lo público y la interioridad de la manzana, el campo de lo propio, lo privado.Las puertas de acceso y las ventanas a la calle fueron el punto de contacto entre la casay la ciudad.

“El estudio del doctor Glow estaba situado en el segundo piso en uno de esos edificiostan comunes en nuestros barrios centrales, construidos con el único propósito de sacarde la tierra el mayor beneficio posible, sin tener para nada en cuenta el gustoarquitectónico ni los preceptos higiénicos relacionados con la acción del aire y de laluz sobre el organismo humano. Amontonar, en un espacio relativamente reducido, elmayor número de habitaciones que se pueda, es el único objeto que preside a estegénero de construcciones, por otra parte muy útiles, sobre todo si atiende a que ellascontribuyen a concebir, durante las horas del trabajo, esa población activa y movedizapara la cual es la distancia uno de los más enojosos inconvenientes. Componíaseaquella en que el doctor tenía su estudio, de tres pisos idénticos, que daban en su parteinterior, a un extenso patio embaldosado, cubierto por un gran techo de cristalesopacos.Los balconajes corridos, las largas filas de puertas iguales, simétricas, numeradas, latotal ausencia de adornos, la escasa luz, todo daba a aquel patio el triste aspecto de unpabellón penitenciario. (“La Bolsa”, Julián Martel, 1892)

La puesta en crisis de la ciudad colonial, trajo como consecuencia que la clasedominante intentara aplicar, para su desarrollo urbano, sus idealizados modeloseuropeos. Estos tuvieron algunas características propias derivadas del tipo de población,la todavía baja densidad en comparación con los países de origen de dichos modelos, ydel carácter periférico de Buenos Aires.

La vivienda porteña:

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La edificación primitiva fue de adobe y de una sola planta, con fachada cerrada hacia lacalle y abierta hacia patios interiores. Esta noción de interioridad y de impermeabilidadde la manzana marcará la impronta característica de nuestras ciudades.La vivienda colonial, en sus orígenes se rigió por el esquema heredado de España, fue lavivienda pompeyana, romana de origen etrusco, respetada durante la dominación de losárabes, que en ese momento era un modelo exitoso en el sur de España, por lo que setransportó a América.A la casa se accedía por un zaguán que remataba en el eje de un patio. Interiormente seorganizaba alrededor de tres patios, el primero rodeado por las habitaciones para recibiry el dormitorio de los padres, el segundo por los dormitorios de los hijos y el tercero porlas habitaciones de servicio y cocina. En el primer patio crecían las flores, en el segundolos frutales y en el tercero estaba la huerta doméstica.Con el tiempo y las sucesivas transmisiones de dominio, las fracciones de los solares sefueron dividiendo en lotes de dimensiones variables que iban desde las 20 o más varasde frente hasta los más angostos de 10 varas, nuestros “8.66”.Con la llegada de los “constructores” italianos, se comenzó a modificar la fisonomíanetamente española propia de la ciudad colonial, con una arquitectura anónima, dotadade la sabiduría propia de las arquitecturas populares. Nacida del oficio de construir, dela repetición al infinito, con sutiles variaciones manifestadas en pequeños gestos, y eluso de un catálogo virtual existente en la memoria colectiva.En los lotes de 10 varas se edificaron las casas más modestas, de una planta, condormitorios alineados “a la italiana”, alternados con salas de mayor tamaño. En el fondoestaban los locales sanitarios, y un pequeño altillo al que se accedía por una escalera:era la casa criolla, la casa chorizo, era nuestra casa. Esta casa surgió de la partición de la casa pompeyana. Tenía una circulación lateral yen su agrupamiento no se reconstruía la casa pompeyana, ya que no se apareaban lospatios, sino que se orientaban en busca del sol. La casa chorizo fue la solución tipo, con la que se consiguió saturar la manzana, unatipología característica tanto del centro de la ciudad, como de la periferia. Fue el modelode vivienda popular más difundido en el litoral pampeano, y en otros sitios del país ytuvo fuerte incidencia en la formación de nuestras ciudades. Fue una arquitectura quesin estar animada de una intención estética propuso su propia estética y le dio imagen ala ciudad: la ciudad chorizo, la apoteosis de la horizontalidad. Esta solución horizontal se fue acomodando profundamente en la interioridad de lamanzana, y constituyó un sistema que, con variantes, se ajustó a las distintasubicaciones dentro de la manzana que, dividida en cruz por sus diagonales, generabalotes de distinta profundidad, siendo los más cortos los de las esquinas. Para estos casos,se crearon prototipos cortos en forma de ele, organizados alrededor de un solo patio.En los grupos más complejos de más de un nivel, las mismas células se fueronrepitiendo en vertical, superponiendo casas chorizo lineales, u organizadas alrededor deun solo patio. Las fachadas a la calle se conformaban a partir de la agrupación de puertas, de a dos,tres, cuatro, cinco o más, a las que se accedía desde la calle en forma indirecta, ya sea alas plantas bajas mediante zaguanes, como a las de planta alta, por escaleras.El sistema posibilitó que aún hoy, merced a su adaptabilidad, estas viviendas puedanseguir siendo recicladas y reajustadas conservando su calidad de vida.Fue el legado de la arquitectura industrial temprana, basada en el uso de mampostería demuro portante y un sistema mixto de bovedillas de ladrillo y perfiles metálicos pararesolver los entrepisos y cubiertas. Mediante la utilización de columnas metálicas de

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fundición, en reemplazo de los muros portantes, se crearon espacios de mayoresdimensiones, aptos para otros usos, entre ellos los comerciales. Existió un correlato entre los anchos de las calles y las alturas permitidas ya que, para eldimensionamiento de las fachadas, el Reglamento de 1872 fijó una altura máxima de 14varas, o sea 12.12 m sobre las calles angostas, y de 20 varas, o sea 17.32 m para lascalles anchas, lo que equivalía a una planta baja y tres pisos altos.Surgió un prototipo de uso mixto, la casa de renta, con la planta baja destinada a localesde comercio y la planta alta con varios departamentos. Tras la epidemia de fiebre amarilla de 1871, las familias aristocráticas abandonaron elbarrio Sur y se trasladaron definitivamente hacia el Norte. Allí instalaron los modelos deresidencia importados, franceses y alemanes: el palacio y el petit hotel. La avenida Alvear conformó la imagen de la otra ciudad, la ciudad del borde. Con estoquedó establecido el marcado quiebre entre la zona Sur y la Zona Norte.Al comienzo de la década del 80 coexistían en Buenos Aires las casas individuales conlote propio, las mansiones de lujo, los conventillos y las casas de vecindad.

El Conventillo:El Estado tuvo una política de inmigración y una política de educación, para asimilar alos inmigrantes, pero no una política de vivienda para alojarlos, salvo durante su estadíatemporaria en el “Asilo de Inmigrantes”, donde permanecían desde su ingreso hastaencontrar trabajo, y trasladarse a su nuevo lugar de residencia.Las áreas donde residían los sectores populares, tuvieron un crecimiento generalizado,sobre todo en los sitios cercanos a los lugares de trabajo, la industria y el puerto.Surgieron distintos tipos de vivienda colectiva en alquiler, los conventillos einquilinatos, que daban una alta rentabilidad a sus propietarios. El nombre “conventillo”, implicaba un contenido comunitario, de comunidad religiosa,pero también un sentido despectivo de vivienda de segundo orden y, antiguamente sedenominaban así las “casas de mujeres públicas”. Su número fue tan grande, que hacia 1880, una quinta parte de la población, unos55.000 habitantes, estaba alojada en 2.000 edificios. Las antiguas casonas del barrio Sur, construidas para una sola familia y abandonadaspor sus antiguos propietarios, se transformaron en viviendas colectivas habitadas pordiez o más familias, en la mayor promiscuidad, con altos niveles de hacinamiento ycarentes de ventilación. En los terrenos baldíos de los barrios marginales aparecieron casas de alquiler, deconstrucción precaria de madera y chapa.Dada la alta rentabilidad que obtenían sus propietarios, se construyeron nuevosconventillos prototípicos, de una o dos plantas, donde habitaban como mínimo unas 150personas, en habitaciones alineadas alrededor de un patio común, a lo largo de unacirculación central o lateral, con escasos servicios sanitarios, comunes para todos sushabitantes, y foco de infecciones.En cada habitación, de unos 20 metros cuadrados de superficie, vivía una familia conuna numerosa prole, en condiciones de hacinamiento. De esta manera, el patio funcionaba como el lugar de estar común para sus habitantes,especialmente los niños. La calidad constructiva era pésima y fueron ejecutados por albañiles y constructores, enmampostería, aunque muchos de ellos eran de chapas y tablas viejas.Habitar en ellos constituyó un estigma social marcado por sus contemporáneos:

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“El conventillo es la olla podrida de las nacionalidades y las lenguas. Para los que lohabitan parecen dichas aquellas palabras: entran sin conocerse, viven sin amarse ymueren sin llorarse” (Santiago de Estrada. 1889) La estadía en estas viviendas era transitoria, en la medida que las posibilidadeslaborales permitieran a sus habitantes pasar a otras viviendas más dignas, a una casachorizo mínima.También algunos industriales construyeron conventillos en alquiler, destinados a susobreros, ubicados en las cercanías de sus talleres, lo que implicaba mejorar surentabilidad, así como reducir los tiempos de traslado. Sin embargo, las bajas condiciones de habitabilidad de nuestras viviendas, noalcanzaron a superar las enormes aglomeraciones de las ciudades industriales europeasy los Estados Unidos.

Los “Pasajes” residenciales:

Como alternativa al conventillo, surgió una nueva tipología, la agrupación de viviendasdenominada “Casa de vecindad”, con comodidades mínimas. Esta tipología estádefinida en el Diccionario de la Real Academia como “La que contiene muchasviviendas, reducidas, por lo común de acceso a patios y corredores”. Esta tipología no fue muy generalizada, y hacia 1887 no alcanzaba al 1% de losconventillos, pero sirvió como modelo de transición hacia otras formas de habitar.Ejemplo de “Casa de vecindad”, fue un proyecto para ocho unidades de treshabitaciones cada una, agrupadas alrededor de patios y unidas por una circulacióncentral común, ubicadas en la calle Alberti 317, perteneciente al Sr. Julián García, cuyoexpediente fue presentado a la Municipalidad en 1886. Surgió otra tipología de vivienda colectiva de alquiler, denominada genéricamente“Pasaje” (o un afrancesado “Pasage”). Su nombre implica un carácter de “pasopúblico”, y adoptaron formas de penetración en la manzana que era, hasta entonces,compacta.Si bien estaban extendidos territorialmente dentro de la ciudad, podemos afirmar quefueron soluciones excepcionales, que constituían atipicidades que no llegaron aconformar una imagen de la ciudad, sino una alternativa que no negaba, sino que secomplementaba y mimetizaba, con la arquitectura de la “ciudad chorizo.” Fue la escala máxima a la que llegó la ciudad chorizo, la ciudad horizontal.Fue una tipología con calidad urbana, donde claramente estaban definidos los límitesentre cada una de las viviendas. Su distribución geográfica fue extensa: San Telmo,Centro, Constitución, el eje a lo largo de la Avenida Rivadavia, Santa Rita, Colegiales,Belgrano.Sus propietarios fueron inversores particulares, y Compañías de Seguros que losconstruían como parte de sus activos fijos, destinados a renta. Sus autores fueron constructores y, en muchos casos arquitectos, algunos de ellos muyrenombrados. Estas tipologías, que se utilizaron durante más de treinta años, fueron unnexo entre la arquitectura “popular” y la arquitectura “culta”. En los sectores más densos de la ciudad, la tierra ya estaba subdividida, y el perímetrode la manzana ya no era suficiente para contener más viviendas, en un desarrollohorizontal, por lo que fue necesario generar mayores perímetros de fachada.Había ya pocos vacíos urbanos, los conjuntos de cuatro manzanas se habían destinado ahospitales, las manzanas completas eran escasas y en general se destinaron aequipamiento urbano, edificios públicos o escuelas.

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Los mayores terrenos disponibles eran sectores de manzanas: cuartos encorrespondencia con las esquinas, pasantes con salida a dos calles y ubicados en lossectores medios, o lotes anchos y profundos con salida a una sola calle. Los “Pasajes” se asentaron en esos terrenos, partiendo, perforando o atravesando lamanzana, creando fachadas interiores dentro de esta. La continuidad de las fachadasincorporó su interioridad al espacio semipúblico. En general su sistema circulatorio eratotalmente a cielo abierto, con calles peatonales angostas, de unos cinco metros deancho. El acceso era libre, sin ningún sistema de control ni puerta, y la vereda exteriorpenetraba como continuidad del solado urbano. La entrada al “Pasaje” podía generar un corte en la línea de fachada marcado conpequeñas ochavas, o tener pórticos de acceso, o estar cubierta por viviendas a la manerade puentes, que actuaban como zaguanes urbanos.Desde el pasaje se accedía a las viviendas ubicadas en la planta baja, a través de suspatios privados y, en caso que tuvieran más plantas, por medio de escaleras comunescon iluminación cenital vidriada. La célula, era la vivienda individual con patio, siempre de un piso. Su estructuración erala lineal a lo largo de un patio, o rodeándolo. La secuencia de habitaciones culminaba enlos locales sanitarios, con un pequeño altillo, con una escalera interior, aplicando elmodelo de la casa chorizo. Las diversas tipologías surgieron de las dimensiones y ubicaciones de los terrenosdisponibles. Detallaremos los distintos sistemas utilizados, mediante ejemplos que aun subsisten yque pueden ser visitados. Algunos de ellos presentan hoy ciertas modificaciones,fundamentalmente en lo que hace a su accesibilidad, ya que se les ha agregado puertas,debido a las condiciones de seguridad, están pintados en forma despareja perdiendounidad o presentan deformaciones o patologías propias de su antigüedad.En la actualidad los pasajes se han transformado en conjuntos de muchos propietarios,hecho que les otorga una gran inercia ante la posibilidad de venta en bloque, para suposterior demolición.

En “Cul de Sac”:

Fue una solución utilizada para terrenos de alrededor de 25 metros de ancho, con salidaa una sola calle. Constan de una calle central recta, y en su remate interior podía haberuna pequeña portería.Ejemplos de esta tipología son el “Pasaje Verdier” (Déan Funes Nº 573/93), de 1911,el “Pasaje San Carlos” (Quintino Bocayuba Nº 151) ubicado frente a la iglesia delmismo nombre y posee una calle muy profunda, y el “Pasaje Suizo” (Vicente López Nº1661) Pasantes:

Se utilizaron en terrenos ubicados en los sectores centrales de las manzanas, con salida ados calles paralelas. Los lotes, de alrededor de 25 metros de ancho, posibilitaron lacreación de una calle central con viviendas a ambos lados, partiendo en dos la manzana.El “Pasaje Sastre” (19 de Noviembre de 1899 Nº 1171) del año 1890, unió distintastipologías de edificación, formando un conjunto que incluyó dos pequeñas manzanitasresidenciales separadas por calle vehiculares.

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El “Pasaje Victoria” (Alsina Nº 2311/43-H. Irigoyen Nº 2314/44) fue construido por elarquitecto italiano Giuseppe Bernasconi en el año 1890, y tenía una pequeña portería enel centro de la manzana. El “Pasaje General Paz” (Ciudad de la Paz Nº 561-Zapata Nº 552), obra del ingeniero-arquitecto Pedro Vinent, fue construido en el año 1925. Presentaba una sucesión depuentes cruzando el pasaje, y balconeos de terrazas y galerías, que le confirieron unagran espacialidad interior. Se accede por dos pórticos monumentales en forma de arco. En “L”:

Se utilizaron en terrenos de gran tamaño, abarcando generalmente un cuarto demanzana, uno de los solares de Garay. Parte de las viviendas estaban conectadas por un pasaje en forma de ele, con salida ados calles, mientras las ubicadas en el sector de la esquina, tenían acceso desde la vía pública. Este sector se percibía como una pequeña manzana segregada del resto.El corazón del pasaje podía contener una portería como remate de una de las calles, ytener escalones, para salvar desniveles naturales.Pertenecen a esta tipología los pasajes “Rue des Artisans” (Arenales Nº 1239-LibertadNº 1240) del año 1887, obra del arquitecto Giuseppe Bernasconi (Fig. 27 y 28), el“Pasaje Colombo” (Av. Rivadavia Nº 2451-Azcuénaga Nº 34) de 1890 con tres plantasaltas (Fig. 29 y 30), “América-La Estrella” (Av. Caseros Nº 2475-Catamarca Nº2249/77) proyectado por los arquitectos Eduardo María Lanús y Pablo Hary en el año1917, propiedad de las compañías de seguros del mismo nombre. El “Pasaje Santamarina” (México Nº 750-Chacabuco Nº 641), en el barrio de SanTelmo, fue propiedad de Ramón Santamarina. Se construyó en 1915, con proyecto delarquitecto alemán Carlos Nordmann, quien había venido a la Argentina como directorde obra de la sede de la Legislatura de la ciudad de La Plata. La “L” se configuró por laexistencia de dos lotes profundos ubicados en los puntos medios de la cuadra, que secruzaban en el corazón. En este caso tanto los accesos, como determinados puntos delinterior, estaban cruzados por viviendas en puente, produciendo al recorrerlo unaparticular atmósfera de luces y sombras, e interesantes sensaciones espaciales.

En “U”:

El “Pasaje la Piedad” (Bartolomé Mitre Nº 1525/63), fue el único que se tomó esaconfiguración y data entre los años 1888 y 1890.Su forma se debió a la preexistencia de un grupo de viviendas, incrustadas en el corazónde la manzana y, debido a esto, se resolvió con dos tipologías de viviendas totalmentediferenciadas: las del frente, en bloque, y las del fondo con galerías de acceso. La calleen U, con dos salidas a la calle Bartolomé Mitre, fue originalmente fue utilizada comoacceso de carruajes.Esta manera de aprovechar la interioridad manzana de los Pasajes, desapareció en elsiglo XX cuando, debido a la construcción en mayor altura, se reglamentó laconformación de los corazones de manzana como espacios inconstruibles, consagrandonuevamente el centro como ámbito de lo privado.Hoy esas propuestas son unánimemente valoradas por las particulares condiciones devida que representan.

El Pasaje vehicular:

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Hay un caso único en Buenos Aires que se construyó ya muy entrado el siglo XX, en1925, que es el “Pasaje Rivarola” (Bartolomé Mitre al 1300-Pte. Perón al 1300), obrade Petersen Thiele y Cruz, y propiedad de la Compañía de Seguros La Rural: En estecaso, la calle central se concibió como pública y vehicular, partiendo en dos la manzanaoriginal, conservando la unidad y la simetría las fachadas de ambas veredas. Sendospares de cúpulas marcaron los remates de las ochavas de los accesos. Esta igualdad de fachadas a ambos lados de la calle, materializó uno de los ideales deHaussmann planteados en sus teorías para la apertura de calles. La falta de continuidad de la calle con el resto de la trama urbana, la dotaron de uncierto grado de privacidad, aun considerando el carácter público de la calle.

Los Barrios Obreros:

La necesidad de dar respuesta al problema de la vivienda, llevo a intervenciones demayor escala en la ciudad. Estas abarcaron sectores que se incorporaron al ámbitourbano, y tuvieron diverso grado de integración con las tramas linderas, en los que seensayaron nuevas tramas para responder, con mayor eficiencia, a las necesidades dedensificación en horizontal. “Se busca un campo, un campo cualquiera, no muy extenso, pero que esté, eso si,cerca, lo más cerca posible de la capital. Enseguida se manda poblar ese campo,quiero decir, se levanta en él una gran ciudad…Se anuncia por todos los medios depublicidad de que se pueda echar mano, el remate, el gran remate de la importantevilla…¡Equis!Granulillo había formulado, en pocas palabras, todo el secreto, que ya no lo es paranadie, del extraordinario precio que alcanzó la tierra en los famosos tiempos de laespeculación…dieron valor exorbitante a esa misma tierra que después lo perderíahasta el punto en que lo vemos hoy, porque suspendidos bruscamente los créditos delos Bancos, amaneció un día en que faltó el dinero, llegaron los vencimientos, no sepudieron obtener nuevos descuentos, y la bancarrota necesariamente se produjo.” (LaBolsa, Julián Martel, 1892)

Algunos empresarios industriales, intentaron crear barrios obreros con viviendas conlote individual, en las cercanías de sus fábricas. Generalmente estas iniciativasterminaron en el loteo de la tierra, y la construcción de las viviendas por parte de losobreros. Las viviendas que estos ejecutaron respondían a la tipología de la casa chorizo,construidas en una sola etapa o en forma secuencial.La periferia de Buenos Aires, permitió plantear otro tipo de soluciones, alternativas a lamanzana tradicional. Para ampliar la trama urbana en los vacíos a urbanizar, se crearonlos “Barrios Obreros”, de manzanas angostas, eficientes para densificar con baja altura.En estos casos se procedió a crear subproductos de la manzana tradicional, aumentandoel número de calles, para obtener así manzanas más angostas, con terrenos máspequeños.

La “Villa Alvear”:

En 1885 la Empresa Moreno, Mosconi y Cía. adquirió los terrenos ubicados entre lascalles Costa Rica, Thames, Cabrera y Gurruchaga para construir una “Ciudad deObreros”, en tierras periféricas vecinas a la cuenca del arroyo Maldonado. Éste

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constituyó un límite natural de Buenos Aires por mucho tiempo, debido a lastumultuosas inundaciones, que arrasaban con los caseríos asentados en sus orillas y a lospocos puentes que poseía.El barrio llevó el nombre de “Villa Alvear” en honor del primer intendente, “eseinfatigable apóstol de la higiene”.Alvear colocó la piedra fundamental dicho año, y en el discurso inaugural se destacóque el hecho de que “crear una ciudad dentro de la ciudad, era un fenómeno nuevo, unrasgo de audacia en esos tiempos”. El emprendimiento fracasó, y en 1888 los terrenos fueron vendidos al “BancoInmobiliario”, propiedad don Antonio Devoto quien encomendó el proyecto alarquitecto Juan A. Buschiazzo (1858-1918), simultáneamente con la urbanización deVilla Devoto. En estos terrenos, Buschiazzo realizó un trazado continuando la trama de callespreexistentes con su mismo ancho, e incorporó una red intermedia de pasajesvehiculares angostos, de dos o tres metros de ancho, dividendo en dos las manzanas.Buschiazzo entendía que, conjuntamente con la urbanización de la tierra, debía generarespacio público y creó en el corazón del nuevo barrio una pequeña plazoleta.Si bien no se construyeron las viviendas, constituyendo un “negocio de tierras”, lapotencialidad del trazado lo demuestra el actual desarrollo de “Palermo Viejo” que, sinnormativa alguna de preservación, ha generado un evento urbano que trasciende alpequeño gesto que constituye, para derramarse sobre sus “vecinos periféricos”,“Palermo Hollywood”, etc. La estrategia de partir las manzanas sería utilizada a lo largo de todo el siglo XX, en losbarrios de viviendas unifamiliares aunque, en muchos casos, sin generar vacíoscomunes.

“Casas Municipales” Pocas fueron las iniciativas desde el Estado, para resolver el problema de la vivienda delos sectores más necesitados. En 1882 la Municipalidad proyectó un plano modelo, para ejecutar 40 o más casas deinquilinato, pero muy poco fue lo que efectivamente se construyó con esta propuesta.En 1883 Juan A. Buschiazzo, con el cargo de ingeniero municipal, presentó un proyectopara construir un conjunto en la manzana delimitada por Chavango (hoy Las Heras),Larrea, Melo y Centro América (hoy Pueyrredón)Este proyecto estaba conformado por una sola tira de viviendas, que fue reemplazadopor otro con dos cuerpos longitudinales, y una plazoleta entre ambos, sustituido por untercer proyecto, esta vez de tres tiras separadas por pasajes peatonales, con plazoletasexteriores y una plaza a escala urbana. De este proyecto se construyó solo un pequeñosector, demolido hace algunos años, ubicado en la parte posterior de la manzana dondeestá la actual Facultad de Ingeniería.

Los Pasajes en los Concursos:

Los Pasajes aparecieron también, en la resolución de Concursos de Anteproyectos devivienda económica organizados en la época.En 1899 la Compañía de Seguros de Vida “La Positiva”, llamó a un concurso deanteproyectos para un conjunto de viviendas económicas, ubicado en la calle Urquizaentre Hipólito Irigoyen y Alsina, en un terreno de media manzana.De acuerdo a las Bases:

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…”Deberá hacerse el mayor número de propiedades, sin que sufra la higiene, ni hayafalta de aire o de luz, no debiendo constar cada una de ellas más de 26 a 23 metros defondo. La Compañía desea un proyecto de edificación sin el empleo de pasages.”A pesar de esta prohibición, el anteproyecto presentado por Alfredo Massüe, tenía unpasaje.En 1900, la Sociedad “La Paternal” estaba desarrollando el Barrio de Obreros, quellevaría su nombre, loteando tierras que habían pertenecido a los jesuitas antes de suexpulsión. Para ello convocó a un Concurso para el proyecto de viviendas económicas,en una de las manzanas, con frente a la Av. Warnes.Tanto el anteproyecto ganador, del arquitecto Alfredo Olivari, como todos losanteproyectos presentados, estaban resueltos con pasajes.La obra no se construyó, y se resolvió con un loteo tradicional, donde se construyeroncasas chorizo.

El “Pasaje Butteler”

En 1907, la señora Azucena Butteler donó a la Municipalidad de la Ciudad de BuenosAires, la manzana delimitada por la Av. La Plata al 2100, Av. Cobo al 500, Senillosa al2000 y Zelarrayán al 500, para la construcción de un grupo de casas para obreros.Este conjunto presentó una solución atípica e ingeniosa para la manzana, generando unaplaza pública interior, con acceso desde las ochavas por calles públicas diagonales,constituyendo una propuesta de singular potencia y significado. Las viviendas eran pequeños módulos de dos habitaciones y servicios, agrupados enislas de a cuatro, con retiros de frente ajardinados, con fuertes verjas de mampostería,para reconstruir las líneas de fachada.Las esquinas y las calles diagonales tenían prototipos especiales, marcando las ochavasy pegados a la línea municipal.El conjunto, a pesar de las deformaciones producidas con el paso del tiempo, sigue

representando una valiosa solución, de gran vitalidad y su plaza es utilizada comoreferencia, por los vecinos.

La “Colonia Obrera de Nueva Pompeya”

Siguiendo el modelo utilizado por sus pares europeos, las congregaciones religiosascatólicas fueron importantes gestoras de pequeñas urbanizaciones que, si bien nopretendían resolver el problema de la vivienda, actuaron como proyectos demostrativosde los modos de intervenir con escasos recursos, en la construcción de la viviendaobrera.Por otra parte, reemplazaban a los municipios, que carecían de fondos para construirlos.La “Conferencia de la Señoras de San Vicente de Paul”, entre 1912 y 1926 realizó esteconjunto, a partir de la subdivisión de una fracción de tierra de tres hectáreas, en elbarrio de Pompeya (Traful al 3600, Cachi al 500, A. Einstein al 500).En esta fracción se proyectó un conjunto habitacional, un asilo, un consultorio médico ycampo de deportes.Las viviendas se concentraban en una manzana, creando una doble cinta concéntrica deunidades de dos y tres habitaciones, resuelta en dos niveles Amplias veredas arboladas, con solado de vainilla calcárea, conformaban el esquemacirculatorio y una torre-tanque de agua dominaba el centro del conjunto. Los “Barrios de Construcciones Modernas”

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Los “Barrios de Construcciones Modernas”, fueron la operación de mayor envergadura,que se implementó a principios del siglo XX en Buenos Aires. Se creó un gran númerode barrios, que incluían la construcción de las viviendas y por su extensión territorial yla trama urbana propuesta, conformaron piezas urbanas.Aquí se aplicó la solución de multiplicar en número de calles, para crear manzanasangostas: las denominadas “Manzanas tallarín”. El lote se llevó a su mínima expresióny desapareció el modelo de la vivienda chorizo de una planta, que fue reemplazada porla vivienda de dos plantas, con un agrupamiento denso, con apareamiento lateral ydoble crujía, aplicando el modelo de casa “Back to Back” ingles.También se eliminó el concepto de patio, o fondo dentro de la vivienda, de manera quetodos los vacíos se concentraron en la estructura circulatoria, las calles. Estas ideas fueron criticadas por los urbanistas de la primera modernidad de laArgentina, tal es el caso de Fermín Bereterbide, que observó la superexplotación de latierra, y falta de espacios verdes urbanos de estos conjuntos. Su crítica lo llevará a laformulación tanto de conjuntos con espacios vacíos interiores, como la creación denuevas urbanizaciones con plazas públicas. Sin embargo en la actualidad esas viviendas tienen gran aceptación, por la escala de losbarrios, en los que se recupera el uso de la vivienda individual, con alta densidad.

La Ciudad con Diagonales:

La ciudad de Buenos Aires, la ciudad fundacional, tuvo un solo vacío que era su centro:“La Plaza”. En esta pequeña escala de ciudad peatonal, no había una diversificación deroles entre las calles. Fuera del casco fundacional se produjo la rotación de la trama porun criterio de economía, para enfrentar las quintas al río, con terrenos muy profundos yde poco ancho, para economizar los caminos.Los proyectos posteriores con calles diagonales, aparecieron con el objeto de mejorar laconexión de los centros con los bordes. Con ellos surgió la diversificación de las calles,con distintos anchos, boulevares, plazas y áreas verdes, en condiciones de mayorcomplejidad, que incluyeron el concepto de la perspectiva urbana.Estos proyectos, si bien no pusieron en crisis la existencia de la manzana, esta sediversificó en sus formas y, en algunas propuestas, tuvo una variación relativa de susdimensiones.En 1828 el ingeniero-arquitecto James Bevans, presentó el primer proyecto de trazadodiagonal que se tenga registrado en el país. Si bien se ignora el fin de ese proyecto, yaque no se especificó su destino, bien podría ser para una ampliación de Buenos Aires, ola creación de nuevos pueblos.Bevans proyectó un módulo urbano de unos 800 metros de lado que determinaba trestipos de manzanas: las rectangulares de 136 metros por 220 metros, las triangulares de117 por 97 por 148 metros y las trapezoidales de 200 metros de base mayor, 60 metrosde base menor y 205 y 145 metros en cada uno de sus lados. Estudió el parcelamiento de las manzanas y el proyecto de las posibles viviendas, queincluía el de las viviendas en esquina, resueltas en una o dos plantas. Las calles eran anchas, de 15, 40 metros y las veredas de 3.20 metros. Con anterioridad, hubo otro proyecto, el “Plan de la Capital de las Colonias Inglesas enel Río de la Plata”, que fue publicado en Inglaterra. Fue proyectado por ingleses con fecha estimada el año 1806, por lo que se le adjudicóestar emparentado con las invasiones inglesas y ser una propuesta de modificación de laplanta urbana de Buenos Aires.

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Este proyecto presentaba una trama compleja de plazas, plazoletas, calles diagonales,avenidas, calles principales y pasajes. En 1882, los arquitectos Nicolás y José Canale proyectaron y construyeron la nuevaciudad de Adrogué (Partido de Almirante Brown). La planta tenía cuatro callesdiagonales que se cruzaban en el centro, donde ubicaron los edificios públicos, quetambién proyectaron.Este proyecto tuvo similitudes con el de Bevans. A causa de la declaración de Buenos Aires como Capital de la República, en 1882 secreó la nueva Capital para la Provincia de Buenos Aires, la ciudad de La Plata. En éstase ejecutó el primer proyecto de ciudad de gran escala con diagonales, con una red decalificada de avenidas, boulevares y calles secundarias, y un conjunto de áreas verdespúblicas de distintas dimensiones, que abarcó desde la plaza al parque urbano. En elproyecto no se puso en crisis la manzana, por lo contrario, ésta fue su módulo básico.Existió la decisión de utilizar la manzana aún antes de diseñar la trama urbana y es porello que, cuando se convocó al Concurso Internacional para el diseño de sus principalesedificios públicos, simultáneamente se estaba proyectando la trama, pero se definió quecada edificio público ocuparía una manzana, lo que posibilitaría el uso de retiros, a finde generar unidades autónomas, con visión en perspectiva. En 1888, Juan A. Buschiazzo proyectó Villa Devoto, una urbanización de una quintapropiedad de Antonio Devoto, ubicada en el borde del nuevo límite de Buenos Aires,con plazas, calles, diagonales y manzanas.En 1907, el arquitecto francés Joseph Bouvard (1840-1920), arquitecto municipal yDirector de Parques y Paseos de París, fue contratado por el intendente de Buenos AiresCarlos de Alvear, para realizar propuestas sobre la ciudad. Bouvard elaboró un proyectointegral superponiendo una retícula de avenidas diagonales convergentes y concéntricassobre toda la ciudad existente; “para volverla más pintoresca”. Debemos consignar queBouvard incluyó propuestas preexistentes para la construcción de las Diagonales Nortey Sur, convergiendo sobre la Plaza de Mayo. El proyecto generó grandes controversiasentre sus contemporáneos, y solo se aplicó parcialmente en el centro de la ciudad, con lamaterialización de la Diagonal Norte y en mucho menor escala en la Diagonal Sur. La obra que requirió treinta años para ejecutarse y sirvió para remarcar la centralidad dela Plaza de Mayo, teniendo como eje la Avenida de Mayo. Su “fracaso” está marcadopor la anulación del proyecto, y la posterior peatonalización parcial. Dentro de las múltiples encomiendas que tuvo Bouvard en la Argentina, estuvo la de laurbanización de la Quinta Hale, ubicada en el predio comprendido por las actualescalles Av. del Libertador, Agote, las Heras y Agüero. En este sitio, un borde alto de laciudad, Bouvard diseñó una pieza urbana con independencia de la trama, que recuperócomo espacio verde para la ciudad la zona de las barrancas, continuando la Plaza Alveary Plaza Francia. Una avenida central, naciendo en la intersección de Las Heras yPueyrredón, remataba en una terraza mirador sobre el parque. Hoy, algunas de esascalles interiores, terminan en escalinatas peatonales. Finalmente, las diagonales, como subsistema jibarizado del propuesto en La Plata, seutilizaron en los trazados de los pueblos nuevos que se crearon en la provincia deBuenos Aires, como el de General Alvarado, donde se incorporaron boulevares, plazascentrales y periféricas, teniendo como célula madre nuestra manzana.

Las Ideas de Haussmann:

Uno de los modelos europeos adoptados en la transformación de nuestras ciudades, fueel que aplicó Haussmann en la ciudad de París.

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Haussmann realizó en Paris boulevares y calles arboladas, que ayudaban a la creaciónde una arquitectura homogénea a lo largo de dichas avenidas. Por otra parteincorporaron la perspectiva barroca, con el remate visual sobre obras de arquitectura.El intendente Torcuato de Alvear, buscó plasmar en su obra municipal los modeloseuropeos y especialmente el parisino, anhelado por la clase dominante argentina para suciudad capital.Lo más singular fue la creación de la Avenida de Mayo, un boulevard francés, unanoción que no existía en la ciudad colonial, e introdujo la calle como evento dinámico,como sitio de paseo, así como de unión entre dos vacíos: La Plaza de Mayo, la plazafundacional, y la plaza Lorea. Años más tarde el evento se completó con la perspectivabarroca, materializada entre la Casa de Gobierno y el Palacio del Congreso. El proyecto fue realizado en 1885 por el arquitecto Juan A. Buschiazzo. Paraimplementarlo se expropió una franja de treinta metros, en el corazón de las manzanasdelimitadas por las calles Rivadavia y Victoria (Hipólito Irigoyen), en coincidencia conel eje de la Plaza de Mayo. La primera avenida que así se creó en la ciudad de Buenos Aires, tuvo la edificación demayor altura de la ciudad y la más prestigiosa.Hubo, sin embargo, en la materialización de la Avenida de Mayo, diferencias respecto asus modelos parisinos, una noción de diversidad, que le otorgó la construcción “lote porlote”, con las particulares tipologías edilicias que surgieron del loteo original de lamanzana. El corte de los lotes generó algunos edificios poco profundos y con gran desarrollo defachada sobre la Avenida, y otros con frente a dos calles y plantas bajas pasantes, quederivaron en pasajes cubiertos, como fue el caso del “Pasaje Roverano” ( Av. de Mayo560-Hipólito Irigoyen 561) del año 1878, ampliado por el arquitecto Eugenio Gantneren 1912-18, que posee una inédita conexión con el subterráneo, el Pasaje “UrquizaAnchorena”, (Avenida de Mayo 747-Rivadavia 742-50) del ingeniero EstebanSanguinetti, del año 1921 y el “Pasaje Barolo” (Avenida de Mayo 1370-HipólitoIrigoyen 1373) del arquitecto Mario Palanti, de 1921, que fue el primer rascacielosurbano de oficinas de Buenos Aires.

El Pasaje Comercial:

Hubo otra manera de atravesar la manzana, que fue la tipología del “Pasaje Comercial”,que albergó los primeros sueños consumistas del siglo XIX. Su cubierta de vidrio yacero, nacida de los invernaderos, fue el punto de contacto y de conflicto entrearquitectos e ingenieros, con la nueva tecnología que aportó la revolución industrial.Constituyó una temática global, signo de la metrópolis moderna, utilizada en otrascapitales, Moscú, Bruselas, Londres y en forma masiva en Paris donde su repeticiónllevo a conformar un barrio. También se empleó en Buenos Aires, aunque en forma parcialmente frustrada.El inconcluso “Le Bon Marché Argentino” (hoy Galerías Pacífico) del año 1888,ubicado en la manzana delimitada por las calles Florida al 700, Córdoba al 500, SanMartín al 700 y Viamonte al 500, tenía una planta en cruz, a imitación de su similar deParís y por la crisis de 1890 no se llegó a construir su cubierta vidriada. En la década del1940, ya como galería comercial, el Estudio Aslan y Ezcurra le construyó una cubierta amedia altura y una bóveda central con murales. Ya para fines de siglo XIX, recibe sucubierta de cristal, ya como Shopping, lo que nos confirma la persistencia cíclica deestos espacios globales.

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La tipología del Pasaje Comercial se recicló en el basamento de dos obras, como ser laGalería Güemes (Florida 171-San Martín 160), obra del arquitecto Francisco Gianotti del año 1915 y el Pasaje Barolo, (Av. de Mayo 1370-Hipólito Irigoyen 1373) obra delarquitecto Mario Palanti del año 1919 con una nave abovedada. En ambos casos lacubierta vidriada del siglo XIX, se reemplazó por una torre, paradigma global de lametrópoli del siglo XX y fueron ejecutadas en hormigón armado, el material del nuevosiglo, por arquitectos que todavía no sabían cuál podía ser el lenguaje propio de estematerial, aunque sabían que debían enfrentarse a “La Academia”. Cada una de estastorres fue, en su momento, el rascacielos más alto de la ciudad.

Otros modelos europeos y americanos:

Santiago de Chile: Otras ciudades hispanoamericanas tuvieron procesos de densificación similares aBuenos Aires, con características propias, tal es el caso de Santiago de Chile. Santiago de Chile que estuvo menos afectada que Buenos Aires por la inmigracióneuropea, pero tuvieron un impacto importante las migraciones internas provenientes delas áreas rurales y de las provincias mineras, que se concentraron en conventillossimilares a otros latinoamericanos.Contemporáneamente a Buenos Aires, se crearon tipologías “similares” de penetracióndentro de las manzanas, pero no iguales, y su concentración territorial en el centro de laciudad fue mayor. Sus cités y pasajes tuvieron matrices geométricas con mayor libertadque los de Buenos Aires; en algunos casos se incrustaron en forma inclinada respecto alos ejes de las manzanas, o conformaron islas.También se utilizaron tipologías de agrupamientos de puertas, para los programasresidenciales, y “Edificios Patio” organizados alrededor de patios interiores de lamanzana.Las tradiciones residenciales y la concentración urbana en Europa y Estados Unidos,derivaron en soluciones claramente diferentes de las registradas en la Argentina:

Londres:La “Town House”:

La “Town House” (casa urbana) tuvo sus raíces en las viviendas medievales en hilera,eliminando los elementos comerciales que le eran intrínsecos, desarrollando el conceptode vivienda pura. Con el auge de las plazas y Crescents residenciales, la “Town House”evolucionó como un producto de masa, un tipo que en su tiempo no era considerado“verdadera arquitectura”, pero refinado y bien construido. Los prototipos eran compactos, de varios niveles, resueltos en corte, con una claranoción de frente fondo. La fachada de la “Town House” típica de Londres, resuelta en lotes de 6m de ancho,tenía fachada en doble crujía y una puerta de entrada. En la planta de acceso estaba el salón comedor y un jardín al fondo.Había un sótano con las áreas de servicio al que se accedía desde un patio hundidoubicado en el frente del edificio (el patio inglés).Todos los niveles estaban conectados por una escalera ubicada en la parte central, por laque se accedía a un primer piso, donde estaban los salones, y a los dos nivelessuperiores de dormitorios.Este tipo de vivienda, en su origen de uso exclusivo de la aristocracia y burguesíaadinerada, hacia 1830 fue adoptado por los artesanos, pero con dimensiones menores.

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El concepto de “Town House” de la clase media fue utilizado en numerosos paísesoccidentales y en los Estados Unidos.

La Revolución Industrial: Con anterioridad al crecimiento de Buenos Aires, comenzó en Europa el proceso dedensificación de las ciudades, por efecto de la industrialización, que provocó elabandono del campo y el traslado de los obreros a la ciudad, pero las densidades fueronmucho mayores, y las soluciones de vivienda siempre fueron de mayor altura, que las deBuenos Aires, y siguieron la tradición heredada de la “Town House”. Estas migraciones, fueron de tal magnitud, que las ciudades no pudieron controlar deforma eficiente su crecimiento, y la necesidad de viviendas “decentes”. Los barriospobres y densos, se convirtieron en compañeros inseparables de la industrialización yurbanización.La congestión y la falta de higiene de las ciudades, hicieron que estas se convirtieran enexcelente campo para las epidemias. La presión económica en que vivían los obreros que migraron a las ciudadesindustriales, hizo que entre los años 1840 y 1870, algunas sociedades filantrópicas sevolcaran a construir viviendas. Estas acciones tuvieron cierta importancia, y seconcentraron en la construcción de edificios de hasta cinco pisos, con una elevadadensidad, con viviendas desarrolladas en lotes angostos. En 1884 se constituyó en Londres la primera “Colonia” cristiana, habitada portrabajadores, y hombres y mujeres universitarios integrados, buscando la interacción declases sociales.Con posterioridad se abandonó la idea de mejorar las condiciones dentro de lasciudades, adoptando las ideas de Ebenezer Howard, que consideraba mejor construirnuevos asentamientos urbanos, las “Ciudades Jardines”, con viviendas para todo tipo dehabitantes.Las presiones para aumentar la efectividad de la explotación del suelo urbano, llevarona diseñar nuevas tipologías y la creación de las viviendas “Back to Back” (tipologíaaparecida en 1706), formados por viviendas en hilera, en donde cada módulo estabaunido al otro en tres de sus lados, separadas entre sí por estrechos callejones o patios. Enel fondo de los patios había sanitarios comunes. A mediados del siglo XIX aparecieronen Londres las “Casas de Vecindad” para familias de trabajadores. Éstas tuvierondiversas variantes: Una fue la casa alojamiento colectiva, en varios niveles, conservicios y comedores comunes; otra la vivienda colectiva organizada alrededor de unpatio.En la segunda mitad del siglo XIX, debido al continuo retroceso de los estándares deconstrucción, se establecieron modelos reglamentados. Estos, estaban inspirados en la“Town House”, con lotes angostos, que en algún caso llegaron a un módulo de fachadade 3.65 metros de ancho.

Berlín:Para resolver el fenómeno de la concentración urbana, que provocó la inmigracióninterna debida a la industrialización, el Departamento de Policía redactó un reglamentode edificación. Con posterioridad, el ingeniero James Hobrecht (1825-1903), porencargo oficial, preparó el plan para Berlín, publicado en 1862, que tuvo vigencia hasta1919. La consecuencia del plan, se reflejó en la proliferación de conventillos de alta densidady hacinamiento, donde familias enteras se concentraban en una habitación. La ciudad

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tuvo un trazado constituido por una rigurosa malla de manzanas rectangulares, muygrandes, de doscientos a cuatrocientos metros de longitud, y entre ciento cincuenta ydoscientos cincuenta metros de profundidad, delimitados por calles anchas, cruzadas porcallejones y pequeños patios interiores.Esta trama permitió una extensión permanente e indefinida del recinto metropolitano, yconvirtieron a Berlín un gigante en permanente desarrollo.La normativa definió la altura de los edificios en relación con el ancho de las calles,siendo la máxima de 25 metros, y estableció la forma y medida mínima de los patiosinteriores, que eran cuadrados de 5,34 metros de lado. Estas dimensiones no estabandefinidas por las condiciones de habitabilidad, sino por la posibilidad de maniobra delos carros y equipamiento de los bomberos. Estas unidades se denominaron “Mietkaserne”, una palabra compuesta, con alusionesmilitares, derivada de Kasern (cuartel) y Miet (alquiler) Estos “cuarteles de alquiler”tuvieron tal éxito y su proliferación fue tal que, en determinado momento, pasaron a serel signo más llamativo del Berlín del siglo XIX, a la que se denominó “ciudad cuartel”.Las viviendas determinaban una clara estratificación social de sus habitantes, deacuerdo a su ubicación dentro del conjunto: las exteriores, las Vorderhaus (el edificioque daba a la calle) eran algo más espaciosas e iluminadas. El Hinterhof (el patiointerior) era lo más pequeño posible y a él ventilaba la Hinterhaus (casa interior).Sus habitantes muchas veces realquilaban camas, habitaciones o altillos bajo lascubiertas, lo que aumentaba las condiciones de hacinamiento. Debido a su altura, ya quetuvieron cuatro o cinco pisos de alto, se obtuvo una gran densidad de población.Una idea extrema de estas viviendas conjunto, fue el conjunto “Meyers Hof”, dondevivieron 2000 habitantes en 300 habitaciones. El modelo se aplicó en otras ciudades, como Hamburgo o Viena, generalmente concalles uniformes y falta de espacios abiertos.

Nueva York: “Hecha mi salutación, mi vista contempla la masa enorme que está al frente, aquellatierra coronada de torres, aquella región de donde casi sentís que viene un soplosubyugador y terrible: Manhattan, la isla de hierro, Nueva York, la sanguínea, laciclópea, la monstruosa, la tormentosa, la irresistible capital del cheque…Se cree oír lavoz de Nueva York, el eco de un vasto soliloquio de cifras. ¡Cuan distinta de la voz deParís, cuando uno cree escucharla, al acercarse, halagadora como una cuestión deamor, de poesía y de juventud! Sobre el suelo de Manhattan parece que va a versesurgir de pronto un colosal tío Samuel, que llama a los pueblos todos a un inauditoremate, y que el martillo de remate cae sobre las cúpulas y techumbres produciendo unensordecedor trueno metálico… Semejantes a los Fuertes de los días antiguos viven en sus torres de piedra, de hierro yde cristal los hombres de Manhattan. En su fabulosa Babel, gritan, mugen, resuenan,braman, conmueven la Bolsa, la locomotora, la fragua, el banco, la imprenta, el dock yla urna electoral… He allí Broadway. Se experimenta una impresión dolorosa; sentís eldominio del vértigo. Por un gran canal cuyos lados lo forman casas monumentales queostentan sus cien ojos de vidrios y sus tatuajes de rótulos, pasa un río caudaloso,confuso, de comerciantes, corredores, caballos, tranvías, ómnibus, hombressándwiches vestidos de anuncios y mujeres bellísimas”. Rubén Darío. “Los Raros”. Escrito en Buenos Aires. 1893.

El casco de la ciudad tuvo como origen un fuerte rodeado, sin un plan preconcebido, porun trazado desordenado.

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En 1626 la ciudad “compró” a los indios el resto de la isla de Manhattan.En 1811 una Comisión formuló el plano para Manhattan, que implicó la ocupación totalde la isla, de carácter especulativo, que permitía “comprar, vender y mejorar lapropiedad inmobiliaria”. El territorio fue subdividido en su totalidad mediante unamalla de 12 avenidas de treinta metros de ancho, que corrían en dirección norte-sur y155 calles de dieciocho metros de ancho en dirección este-oeste, conformandomanzanas rectangulares o “bloques” de 80m x 271m. Esta trama y su arquitectura,derivaron en el paradigma de la explotación y de la congestión. En 1812 NY tenía 100.000 habitantes y para 1850, debido a la inmigración, pasó a tener500.000. La falta de espacios libres adecuados, hizo que en 1853 la ciudad debiera readquirir losterrenos para crear su gran parque urbano, el Central Park.La invención del ascensor y su uso masivo a partir de 1873, hizo el resto y Nueva Yorkse convirtió en la apoteosis de la verticalidad.

La vivienda:

En el campo de la vivienda individual, el trazado urbano rectangular y las parcelasestrechas y profundas de NY y otras ciudades norteamericanas, se adaptaron al conceptode “Town House” europeo, con la variante de que muchas veces no existieran lashabitaciones del subsuelo: Se resolvieron en terrenos angostos, entre 5 y 8 metros deancho, y que se le agregó un pequeño dormitorio en el área central, con iluminacióncenital. Para responder a la explosión urbana derivada de la inmigración, los primerosprototipos de vivienda colectiva en alquiler que se crearon, fueron los “ApartamentosFerrocarril”, resueltos en parcelas de 7.62 metros de ancho, por 30 metros deprofundidad, con escalera y vestíbulo común. Cada planta tenía 4 departamentos y cadauno de ellos era de tres o cuatro habitaciones, de las cuales solo las de los frentes teníanluz solar y aire fresco. Los niveles de hacinamiento llegaron a un nivel tal que, a veces,cuatro o cinco familias compartían una misma vivienda. Estas casas de renta tenían 4 o5 pisos de altura y un sótano.Hacia 1879 la revista “El Plomero e Ingeniero Sanitario” organizó un Concurso pararealizar propuestas para mejorar el nivel de diseño de las viviendas. El prototipo que seseleccionó tenía en las unidades internas pequeñas chimeneas de ventilación, unasolución de uso generalizado en ese entonces, y apareció una innovación, los patioscentrales, para iluminar y ventilar las escaleras.De este Concurso derivó la tipología “Dumbbell”, en el que se aplicó el uso de estospatios centrales, que se extendieron en largos y angostos patios apendiculares, parailuminar las habitaciones y reemplazar las troneras. Estos conjuntos estaban resueltos enlotes cuadrados, de 30,48 metros de lado, apareando varias tiras angostas. En la última década del Siglo XIX surgió un nuevo concepto, introducido por elarquitecto neoyorkino I. N. Phelps Stokes (1864-1944), uno de los fundadores de la“Asociación Neoyorquina para la Mejora de las Condiciones de los Pobres”. Con estemodelo intentó apartarse de las grandes masas construidas sin vacíos interiores: Esta fuela casa de renta ajardinada, con un patio central, rodeado por departamentos de doshabitaciones, lo que brindó mejores condiciones de habitabilidad a las viviendas de losinmigrantes.

En síntesis:

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Buena parte de los ejemplos de Buenos Aires descriptos en este trabajo fueron productode decisiones de diseño, tomadas en determinado momento histórico y que subsisten enla actualidad junto con un número mucho mayor de otros ejemplos, de condiciones ycalidades similares, que su detección sería motivo de un catálogo.La ciudad, en definitiva, es la suma de las decisiones tomadas en el pasado, suspersistencias, y de las intervenciones actuales.Se trata por lo tanto de plantear dos hipótesis:

La primera es la del manejo que deben tener las persistencias valorables (el patrimonio)La segunda es las enseñanzas que nos dejan estas, para realizar nuevas propuestas.

Habida cuenta que las persistencias se trata de edificios, conjuntos, calles o sectoresurbanos que se valoran como tales por sus particulares calidades, formas de vidapropuestas, escala, valores afectivos y hasta sensaciones inscriptas en la memoriacolectiva y que son difíciles de describir, existe un problema de conservación de losmismos como tales, de evitar su deterioro, de “entenderlos”, permitir intervencionesque los potencien, que los revitalicen, con niveles de intervención variables de acuerdocon cada elemento o sitio de valor patrimonial.No se trata de poner “en formol” el objeto de valor patrimonial, sino en estado derevitalización. Las experiencias de excesivo congelamiento han tenido comoconsecuencia la pérdida de los objetos de valor patrimonial. En el campo de la público, la normativa APH, “Áreas de Protección Histórica” de laciudad de Buenos Aires, de los noventa buscó hacer pasar el eje de la protección del“edificio suelto” al “área”, al sector urbano. Para ello se realiza el relevamiento de unárea y se fijan los niveles de flexibilidad de intervención compatibles con cada edificio.Montada sobre esa normativa se realizó, con éxito, la intervención del PRAM,“Programa de Revitalización de la Avenida de Mayo”, actuando sobre el conjunto de laAvenida. Este modelo tuvo gran aplicación en acciones similares en otros países deLatinoamérica, y en forma masiva en España. En nuestro país el gran enemigo de estas operaciones es y ha sido la discontinuidad dela tarea del Estado que deja truncos los proyectos o instala nuevos proyectos enreemplazo de los anteriores con catastróficos resultados. Ninguna operación sobre elpatrimonio es exitosa si no tiene un seguimiento a largo plazo. En el campo privado, en los últimos años se ha instalado con fuerza en nuestro país lacostumbre de realizar intervenciones respetuosas sobre el patrimonio.También tenemos ejemplos en Buenos Aires de sitios que se han recuperado, ypotenciado, sin necesidad de normativas que los protejan, como es el caso ya señaladode Palermo Viejo y su entorno, donde la conservación de la edificación existente,reciclando los usos, sin expulsión de sus habitantes originales (cosa que no ocurrió en elPelourinho en Salvador de Bahía, Brasil en donde la población original del barriohistórico fue desplazada a otros sitios) y aún las sustituciones de edificación existentepor otra con características que las hacen integrarse con lo existente, han revitalizado elbarrio y su entorno, llevándolo a una ampliación natural. Pero también vemos que hallegado el momento de proteger al barrio ya que el “mercado”, montado sobre los éxitosde este, puede llevar a la instalación de “emprendimientos” de tal escala que puedan,Con su proliferación, destruir los lugares donde se instalan.Indudablemente, admitido el hecho de que el Buenos Aires del Siglo XXI no es elmismo que el del Siglo XIX, subsiste el hecho que la escala de los sitios es un factor

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a respetar, si no queremos que se destruyan. En ese sentido la irrupción indiscriminadade la tipología “torre” en cualquier sitio de la ciudad, puede tener resultadoscatastróficos. Puerto Madero, ha sido una experiencia positiva, a partir de una acción pública, con lainstalación de un Proyecto, producto de un Concurso Público, para la revitalización deun sitio existente degradado, disparando la iniciativa privada y regulándola mediante unproyecto madre y una normativaAllí conviven varias estrategias: El respeto al patrimonio instalado, como es el caso delos Docks y otras construcciones industriales que se conservaron y se reciclaron, loslagos interiores como corazón, y por otro lado la recuperación de la calle, el paseo comoparte importante de la ciudad, y el retomar el concepto de la “manzana”, como célula dela ciudad. Otro tema, no menor, es la inclusión en este proyecto urbano, del área verde, de losvacíos y la existencia de la perspectiva urbana y las vistas largas, inexistentes en laciudad colonial. Este hecho hace que aún las enormes torres nuevas, como elementossegregados de la trama, tengan una perspectiva tal, que puedan convivir en armonía conel resto de esta nueva pieza urbana.Hemos hablado ya de la persistencia de tipos como la casa chorizo y sus derivados, queposibilitan intervenciones, reciclados, aún con fuertes modificaciones, que hacen que sepuedan adaptar a las condiciones de vida actuales, con calidad de vida, transformadosen PH, concepto que se repite en nuevas construcciones bajas, que son herederos de denuestras “casa de vecindad.” Hemos visto en los últimos años intervenciones sobre algunas calles singulares, como esel caso de la ex Rauch, hoy Enrique Santos Discépolo, resto de la traza del ferrocarrilque recorría “La Porteña”, la de la calle Tres Sargentos e incluso sobre la DiagonalNorte, donde la peatonalización total o parcial y un buen trabajo y diseño de los soladoscrea particulares condiciones de calidad que potencia sitios de la ciudad. En estos casos, como en otros, la incorporación de solado común para toda la calle,rompiendo con nuestra fortísima tradición de veredas segmentadas “por lote” creainéditas condiciones de unidad en las calles, beneficiosas para la ciudad.. Vemos también que nuevas actitudes de “diseño” en la convivencia de “arquitectos” y“el mercado” provoquen que la vivienda colectiva en altura se transforme nuevamenteen objeto de diseño que agrega “patrimonio” a la ciudad. Es en los municipios periféricos a la ciudad, y en algunos de sus barrios, donde vemosaparecer nuevas intervenciones, de menor escala, donde se recuperan algunas de lasbondades y calidades de los viejos “pasajes”.Hemos asistido en los últimos años al proceso cíclico de intento de la huida de laciudad, en pos de dudosas mejoras de las calidades de vida, al amparo de la seguridad,que ha hecho proliferar el fenómeno del “barrio cerrado”. Este fenómeno, unido al del“Shopping” , en lo comercial, como hecho comercial, también cerrado, ha sido tema depermanente fricción con la ciudad.Parecería ser que la recuperación económica de los últimos años, ha servido para que la ciudad, revitalizada, pueda luchar con éxito por tratar de mantenerse y de mejorar.

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