+ All Categories
Home > Documents > Estampes marocaines sur la Guerre d’Afrique et le Protectorat : Les espagnols de Tétouan à...

Estampes marocaines sur la Guerre d’Afrique et le Protectorat : Les espagnols de Tétouan à...

Date post: 30-Nov-2023
Category:
Upload: uiz
View: 0 times
Download: 0 times
Share this document with a friend
12
Estampas marroquíes sobre la Guerra de África y el Protectorado: españoles en Tetuán desde las fuentes históricas locales Youssef Akmir Universidad Ibn Zohr de Agadir El presente trabajo se enmarca dentro de la misma línea de investigación que sostenemos sobre cómo se pro- yectaban España y los españoles en Marruecos entre 1860 y 1923. 1 La misma cuestión la hemos tratado de estudiar en otros trabajos en los que se ha puesto el énfasis en los elementos que componen esta imagen y las razones por las que se enfoca así. La importancia que supone adentrarse en la mentalidad marroquí de la época para sacar a la superficie comentarios efímeros que constatan el carácter variopinto y heterogéneo de la imagen de los españoles fue la razón por la que nos hemos guiado otra vez para desarrollar el presente tra- bajo. De nuevo nos hemos visto ante la necesidad de apreciar detenidamente, cómo se formulaba la concep- ción de un vecino cercano cuyas extrañas conductas y costumbres conseguían asombrar a la población local; un vecino, que unas veces les declara la guerra, invade sus territorios y otras, presume de presentarse como legítimo protector, portador de la estabilidad y la civili- zación. La dualidad que tanto caracteriza la percepción de los españoles desde el punto de vista de los marro- quíes la hemos tratado de plasmar desde reflexiones y testimonios de personas que vivieron en esa época, es decir, actores vivos y activos situados dentro de la escena histórica objeto del presente estudio. Para ello 1 Las fechas indicadas nos parecen de gran importancia historio- gráfica. 1860 es la fecha de la Guerra de África; y 1923 coincide con el pronunciamiento de Miguel Primo de Rivera que respondía, en realidad, al fracaso de la política colonial española en el norte de Marruecos tras el desastre de Annual de 1921. Estampes marocaines sur la Guerre d’Afrique et le Protectorat: les Espagnols de Tétouan à travers les sources locales Youssef Akmir Université Ibn Zohr Le présent travail a été réalisé dans le cadre de la même ligne de recherche que nous soutenons sur l’image de l’Espagne et des Espagnols au Maroc entre 1860 et 1923 1 . Nous avons tenté de traiter la même question dans d’autres travaux dans lesquels on a insisté sur les éléments qui composent cette image et les raisons pour lesquelles elle est abordée de cette façon. L’importance que suppose le fait de pénétrer dans la mentalité ma- rocaine de l’époque pour en extraire des commentaires éphémères qui constatent le caractère varié et hétéro- gène de l’image des Espagnols a été la raison qui nous a resservi de guide pour développer le présent travail. Nous nous sommes retrouvés face au besoin d’appré- cier attentivement la façon de formuler la conception d’un proche voisin dont les comportements et coutumes étranges réussissaient à surprendre la population locale ; un voisin qui, des fois, leur déclare la guerre, envahit leurs territoires et d’autres, se vante de se présenter comme protecteur légitime, porteur de la stabilité et de la civilisa- tion. Nous avons tenté de traiter la dualité qui caractérise si bien la perception des Espagnols du point de vue des Marocains à partir de réflexions et de témoignages de personnes qui ont vécu cette époque, c’est-à-dire des acteurs vivants et actifs situés dans le cadre historique objet de la présente étude. Pour cela nous avons sélec- 1 Les dates indiquées nous semblent d’une grande importance historiographique. 1860 est la date de la Guerre d’Afrique et 1923 correspond au coup d’État de Miguel Primo de Rivera qui répondait, en réalité, à l’échec de la politique coloniale espagnole au nord du Maroc suite au désastre d’Anoual de 1921. Guerrier rifain (vers 1870). Photographie de Wilson & Co. Archives du diocèse de Tanger. Guerrero rifeño (hacia 1870). Fotografía de Wilson & Co. Archivo diocesano de Tánger.
Transcript

37

Estampas marroquíes sobre la Guerra de África y el Protectorado: españoles en Tetuán desde las fuentes históricas locales

Youssef AkmirUniversidad Ibn Zohr de Agadir

El presente trabajo se enmarca dentro de la misma línea

de investigación que sostenemos sobre cómo se pro-

yectaban España y los españoles en Marruecos entre

1860 y 1923.1 La misma cuestión la hemos tratado de

estudiar en otros trabajos en los que se ha puesto el

énfasis en los elementos que componen esta imagen

y las razones por las que se enfoca así. La importancia

que supone adentrarse en la mentalidad marroquí de la

época para sacar a la superficie comentarios efímeros

que constatan el carácter variopinto y heterogéneo de

la imagen de los españoles fue la razón por la que nos

hemos guiado otra vez para desarrollar el presente tra-

bajo. De nuevo nos hemos visto ante la necesidad de

apreciar detenidamente, cómo se formulaba la concep-

ción de un vecino cercano cuyas extrañas conductas y

costumbres conseguían asombrar a la población local;

un vecino, que unas veces les declara la guerra, invade

sus territorios y otras, presume de presentarse como

legítimo protector, portador de la estabilidad y la civili-

zación. La dualidad que tanto caracteriza la percepción

de los españoles desde el punto de vista de los marro-

quíes la hemos tratado de plasmar desde reflexiones

y testimonios de personas que vivieron en esa época,

es decir, actores vivos y activos situados dentro de la

escena histórica objeto del presente estudio. Para ello

1 Las fechas indicadas nos parecen de gran importancia historio-gráfica. 1860 es la fecha de la Guerra de África; y 1923 coincide con el pronunciamiento de Miguel Primo de Rivera que respondía, en realidad, al fracaso de la política colonial española en el norte de Marruecos tras el desastre de Annual de 1921.

Estampes marocaines sur la Guerre d’Afrique et le Protectorat: les Espagnols de Tétouan à travers les sources locales

Youssef AkmirUniversité Ibn Zohr

Le présent travail a été réalisé dans le cadre de la même

ligne de recherche que nous soutenons sur l’image de

l’Espagne et des Espagnols au Maroc entre 1860 et

19231. Nous avons tenté de traiter la même question

dans d’autres travaux dans lesquels on a insisté sur les

éléments qui composent cette image et les raisons pour

lesquelles elle est abordée de cette façon. L’importance

que suppose le fait de pénétrer dans la mentalité ma-

rocaine de l’époque pour en extraire des commentaires

éphémères qui constatent le caractère varié et hétéro-

gène de l’image des Espagnols a été la raison qui nous

a resservi de guide pour développer le présent travail.

Nous nous sommes retrouvés face au besoin d’appré-

cier attentivement la façon de formuler la conception

d’un proche voisin dont les comportements et coutumes

étranges réussissaient à surprendre la population locale ;

un voisin qui, des fois, leur déclare la guerre, envahit leurs

territoires et d’autres, se vante de se présenter comme

protecteur légitime, porteur de la stabilité et de la civilisa-

tion. Nous avons tenté de traiter la dualité qui caractérise

si bien la perception des Espagnols du point de vue des

Marocains à partir de réflexions et de témoignages de

personnes qui ont vécu cette époque, c’est-à-dire des

acteurs vivants et actifs situés dans le cadre historique

objet de la présente étude. Pour cela nous avons sélec-

1 Les dates indiquées nous semblent d’une grande importance historiographique. 1860 est la date de la Guerre d’Afrique et 1923 correspond au coup d’État de Miguel Primo de Rivera qui répondait, en réalité, à l’échec de la politique coloniale espagnole au nord du Maroc suite au désastre d’Anoual de 1921.

Guerrier rifain (vers 1870). Photographie de Wilson & Co. Archives du diocèse

de Tanger.

Guerrero rifeño (hacia 1870). Fotografía de Wilson & Co. Archivo diocesano

de Tánger.

39

hemos seleccionado un conjunto de textos, escritos a

finales del xix y principios del xx. Sus autores eran per-

sonajes de diferente formación intelectual e ideológica

que mantuvieron actitudes diversas frente a los distintos

hechos históricos de la época. Sus opiniones permiten

elaborar una concepción general de lo que era la con-

ciencia colectiva marroquí y de la forma en que dicha

conciencia percibió la presencia imperialista española

durante los siglos xix y xx.

1859-1862: la Guerra de África y la percepción marroquí de la invasión de Tetuán

En este contexto sucede el primer choque hispano-ma-

rroquí de la era contemporánea, la Guerra de África o

Guerra de Tetuán, tal como la denomina la historiografía

marroquí, sobre la que personajes de la época vertieron

diferentes opiniones. De este momento marcado por

las crónicas bélicas y por una invasión que duraría dos

años he tratado de extraer lo que en la ciudad de Te-

tuán se pensaba de España y los españoles, a partir de

dos fuentes marroquíes del momento. Ambas aportan

información de gran interés historiográfico sobre este

acontecimiento bélico. El primer testimonio es el extraí-

do del diario personal Al-Kunnach del erudito y poeta

tetuaní Sidi Mfedal Afailal; el segundo es de un autor

anónimo.2 En las memorias de Afailal encontramos im-

presiones y relatos que nos permiten tener una idea

sobre el impacto que suscitó en Tetuán la declaración

de la guerra y la invasión de la ciudad. Mefedal Afailal3

2 Del Kunnach, debo reconocer que sin la generosidad del señor Thami Afailal y su interés por dar a conocer a nuestros coetáneos los atributos intelectuales de un personaje como Mfedal Afailal, este y otros trabajos nunca hubieran salido a la luz pública. En cuanto al manuscrito, anónimo, es de señalar que el Archivo Mohamed Daoud dispone del texto original del que conseguí extraer parte del texto que he explotado, aunque es de reconocer que Daoud cita parte de dicho manuscrito en el volumen 4 de su magnífica obra Tarij Tetuan. Véase Daoud, M. (2013): Tarij Tetuan (en árabe), Historia de Tetuán, vol. 4., revisión de Hasnna Daoud, Publicaciones Fundación Mohammed Daoud de Historia y Cultura, ed. Edition Beregreg, Rabat.

3 Afailal empieza su manuscrito con un árbol genealógico destacando la estirpe a la que pertenece. En él se establecen vínculos de sangre y parentesco entre la familia Afailal y el profeta Mahoma, por medio de su hija Fatima Zahra; lo que indica que estamos ante una familia de jerifes. El peso sociocultural que han tenido los Afailal en Tetuán había sido estudiado exhaustivamente por

tionné un ensemble de textes, écrits à la fin du XIXe et au

début du XXe siècle. Leurs auteurs étaient des person-

nages de différente formation intellectuelle et idéologique

qui ont maintenu diverses attitudes face aux différents

faits historiques de l’époque. Leurs opinions permettent

d’élaborer une conception générale de ce qu’était la

conscience collective marocaine et du mode dont ladite

conscience a perçu la présence impérialiste espagnole

au cours du XIXe et du XXe siècle.

1859-1862: la Guerre d’Afrique et la perception marocaine de l’invasion de Tétouan

C’est dans ce contexte qu’a lieu le premier choc

hispano-marocain de l’ère contemporaine, la Guerre

d’Afrique ou Guerre de Tétouan, selon la dénomination

de l’historiographie marocaine, sur laquelle les person-

nages de l’époque ont émis des opinions diverses. De

ce moment marqué par les chroniques de guerre et par

une invasion qui durera deux ans, j’ai essayé d’extraire

ce que l’on pensait de l’Espagne et des Espagnols dans

la ville de Tétouan, à partir de deux sources marocaines

de l’époque. Toutes les deux apportent des informations

de grand intérêt historiographique sur ce fait de guerre.

Le premier témoignage est extrait du journal personnel

« Al-Kounnach » de l’érudit et poète tétouanais Sidi Mfe-

dal Afailal ; le deuxième est d’un auteur anonyme2. Dans

les mémoires d’Afailal nous trouvons des impressions et

des récits qui nous permettent de nous faire une idée sur

l’impact suscité à Tétouan par la déclaration de la guerre

et l’invasion de la ville. Mefedal Afailal3 commence par

2 En ce qui concerne le « Kounnach », je dois reconnaître que, sans la générosité de M. Thami Afailal et son intérêt pour faire connaître à nos contemporains les attributs intellectuels d’un personnage comme Mfedal Afailal, ce travail – ainsi que d’autres – n’auraient jamais vu la lumière du jour. Quant au manuscrit, dont l’auteur est anonyme, il y a lieu de remarquer que les archives Mohammed Daoud disposent du texte original dont j’ai pu extraire une partie du texte que j’ai exploité, quoique Daoud cite une partie dudit manuscrit dans le 4e volume de son œuvre magnifique Tarij Tetuan. Cf. M. Daoud, Tarij Tetuan (en arabe), Histoire de Tétouan, vol. 4, révision de Hasnna Daoud, Publi-cations de la Fondation Mohammed Daoud d’Histoire et de Culture, éd. Edition Beregreg, Rabat, 2013.

3 Afailal commence son manuscrit par un arbre généalogique où apparaît le lignage auquel il appartient. Son arbre généalogique établit des liens de sang et de parenté entre la famille Afailal et le profète

comienza a apuntar en sus memorias las pretensiones

de España en torno a Tetuán. Afailal era pariente del

jatib, representante del sultán en Tánger, a quien visi-

taba muy a menudo, y de quien recababa información

acerca de la actitud diplomática de España, así como

de las del soberano marroquí.4 El avance del ejército

español, desde Ceuta hacia las afueras de Tetuán, y la

reacción de la población autóctona están minuciosa-

mente registradas en el diario de Afailal. De la siguiente

manera da cuenta de los primeros rumores sobre una

supuesta invasión militar española de Tetuán:

El domingo 26 de Rabia Primero, se pregonó, en los zo-

cos de Tetuán, con la noticia de la guerra contra los espa-

ñoles, que Alá los destroce. El 29 Rabia Primero del año

1276, Mohammad el-Jateb ha enviado, desde Tánger, un

escrito a los notables tetuaníes informándoles de que los

cristianos se preparaban para invadir Tetuán, dentro de

uno o dos días como máximo y dio órdenes de dotar a

la población con suficientes armas. Pues sus órdenes no

se cumplieron y la mayoría de la gente no encontró con

qué defenderse.5

Afailal dedica buena parte del Kunnach a la descripción

del despliegue militar español, a los enfrentamientos

bélicos, a la debilidad de la Harca marroquí y a sus ca-

rencias infraestructurales, a la despreocupación de los

otro faquí e historiador de la época; Ahmed E-Rrhuni, quien afirma que Mfedal, era, desde su más temprana juventud, muy conocido entre los notables tetuaníes. Fue imán, faquí, sabio y poeta con una impresionante capacidad de compaginar la ciencia y la tradición. Véase E-Rrhuni. A.: Umdat al rawin fi tárij Tittáuen, ob.cit. tom. IV. pp. 209-210. Mohamed Daoud, en el vol. 4 de Tarij Tetuan, hace especial mención a las memorias de Afailal y cita los poemas que este elaboró tras la caída de Tetuán en manos extranjeras. Véase Daoud, M.: Tarij Tetuan, (en árabe), Historia de Tetuán, vol. 4. op.cit. Véase también Akmir, Y. (2011): «Una aproximación historiográfica a la cultura en el Marruecos de finales del siglo xix: los aires de cambio y el caso de Sidi Mfedel Afailal», en Regenerar España y Marruecos, ciencia y educación en las relaciones hispano-marroquíes de finales del siglo XIX. Francisco Javier Martínez Antonio, Irene González González (eds.). Madrid, CSIC-Biblioteca de la Casa Árabe, pp. 277-292.

4 Véase Afailal, M.: Kunnach Sidi Mfedal Afailal, (en árabe). Manuscrito propiedad personal del nieto del autor, el diplomático y poeta, señor Thami Afailal a quien agradezco enormemente su generosidad por ofrecerme una copia de dicho manuscrito.

5 Véase Akmir, Y. (2011): «La historiografía marroquí y su crítica al colonialismo español» en Martín Corrales, E. (ed.); Semana Trágica, entre las barricadas de Barcelona y el barranco del Lobo, Barcelona. Barcelona, Bellaterra, p. 75.

noter dans ses mémoires les prétentions de l’Espagne

vis-à-vis de Tétouan. Afailal, parent du khatib, était le

représentant du sultan à Tanger, qu’il visitait souvent et

dont il obtenait des informations au sujet de l’attitude di-

plomatique de l’Espagne, ainsi que du souverain maro-

cain4.

L’avancée de l’armée espagnole, depuis Ceuta jus-

qu’aux environs de Tétouan, et la réaction de la popu-

lation autochtone sont minutieusement notées dans le

journal d’Afailal. Il raconte les premières rumeurs sur une

supposée invasion militaire espagnole de Tétouan com-

me suit :

« Le dimanche 26 du premier mois de Rabia, la nouvelle

de la guerre contre les Espagnols, qu’Allah les détruise,

a été annoncée dans les souks de Tétouan. Le 29 du

premier Rabia de l’an 1276, Mohammad el-Khateb a

envoyé, depuis Tanger, un écrit aux notables de Tétouan

leur communiquant que les chrétiens s’apprêtaient à

envahir Tétouan, dans un délai maximum d’un jour ou

deux, et a donné des ordres pour fournir des armes

suffisantes à la population. Mais ses ordres n’ont pas été

respectés et la plupart des gens n’ont pas trouvé de quoi

se défendre ».5

Mouhammad, à travers sa fille Fatima Zahra ; ce qui indique que nous nous trouvons face à une famille de chérifs. Le poids socio-culturel exercé par les Afailal à Tétouan a été exhaustivement étudié par un autre faqih et historien de l’époque ; Ahmed E-Rrhuni, qui affirme que, dès sa première jeunesse, Mfedal était très connu parmi les notables tétouanais. Il a été imam, faqih, savant et poète, disposant d’une ca-pacité impressionnante pour concilier la Science et la Tradition. Cf. A.E-Rrhuni, ´Umdat al rawin fi tárij Tittáuen, op.cit. Tome IV. p. 209-210. Mohammed Daoud, dans le 4e volume de “Tarij Tetuan”, fait une mention spéciale des mémoires d’Afailal et cite les poèmes écrits par Afailal après la chute de Tétouan aux mains étrangères. Cf. M. Daoud, Tarij Tetuan (en arabe), Histoire de Tétouan, Vol. 4, op.cit.Voir également Y. Akmir, “Una aproximación historiográfica a la cultura en el Marruecos de finales del siglo XIX: los aires de cambio y el caso de Sidi Mfedel Afailal”, in Regenerar España y Marruecos, ciencia y educación en las relaciones hispano-marroquíes de finales del siglo XIX, Francisco Javier Martínez Antonio, Irene González González (ed.), Madrid, CSIC-Biblioteca de Casa Árabe, 2011, p. 277-292.

4 Cf. M. Afailal, Kunnach Sidi Mfedal Afailal (en arabe). Manuscrit propriété personnelle du petit-fils de l’auteur, le diplomate et poète M. Thami Afailal, lequel je remercie chaleureusement de la générosité dont il a fait preuve en m’offrant une copie dudit manuscrit.

5 Cf. Y. Akmir, “La historiografía marroquí y su crítica al colonialis-mo español”, in Eloy Martín Corrales, (ed.), Semana Trágica, Entre las barricadas de Barcelona y el Barranco del Lobo, Barcelona. Barcelo-na, Bellaterra, 2011, p. 75.

41

Joan Prim, gravure. Institut Municipal de Musées de Reus.

Joan Prim, grabado. Institut Municipal de Museus de Reus.

ciudadanos tetuaníes ante la inminente invasión militar

española, así como a describir el contexto en el que se

elaboró el acuerdo de paz de Wad-Ras.

Ante todo hay que decir que impresiona la meticu-

losidad con la que Afailal describe los hechos obser-

vados. Si a ello se suma la neutralidad que sostiene

a la hora de criticar algunos sucesos relativos a la

reacción marroquí en relación al conflicto, estaríamos

hablando de uno de los artífices de la historiografía

extraoficial marroquí. Así se refiere al despliegue mili-

tar español:

Salieron los cristianos de Ceuta y se instalaron en Dar

Bida, que era una casa muy grande con una mezquita

a su lado. Fue construida por el bajá Ahmed Rifi cuando

quiso dirigir su campaña contra Ceuta. De ello se pregonó

el mismo día en Tetuán […]. Cuando los musulmanes

se fueron a combatirlos, solo se enfrentaron a algunas

unidades de su ejército mientras el resto permanecía en

los lugares ya ocupados. Sus heridos son transportados

en carrozas (el autor se sorprendía), cosa que no sucedía

en las filas de los musulmanes, pues algunos de ellos

tuvieron que transportar a sus familiares heridos en brazos

hasta el lugar de la congregación o abandonarlos en el

área de la batalla. Por la tarde se confirmó la derrota de

los musulmanes que se pusieron a correr escapando del

enemigo sin siquiera recoger a los muertos y los heridos6.

Su descripción de los combates es sumamente

interesante:

El enemigo lanzó sus bombardeos cuatro mil veces y lo-

gró derrumbar la torre de Martil en la que murieron dos

combatientes y seis cayeron heridos. Pues en la ciudad

se temblaba solo del ruido que desde los buques oca-

sionaban tales bombardeos; que Dios nos libre de en-

frentarnos con los que los lanzaban en tierra firme. El 3

de Yumada primera, llegaron al puerto de Tetuán diez

buques que apuntaron los cañones contra la ciudad... El

6 Véase Akmir, Y. (2012): «De la potencia invasora a la potencia protectora: la percepción de España en el norte de Marruecos (1860-1923). En Awraq, Revista de análisis y pensamiento sobre el mundo árabe e islámico contemporáneo, nº 5 y 6. Madrid, Casa Árabe, p160. Véase también Afailal, M., op. cit., pp. 29-30.

Aifal consacre une grande partie du « Kounnach » à la

description du déploiement militaire espagnol, aux affron-

tements armés, à la faiblesse de la harka marocaine et à

ses carences infrastructurelles, à l’insouciance des ha-

bitants de Tétouan face à l’imminente invasion militaire

espagnole, ainsi qu’à décrire le contexte dans lequel a

été élaboré l’accord de paix de Wad-Ras.

Tout d’abord, il y a lieu de dire que la méticulosité avec

laquelle Afailal décrit les faits observés est impression-

nante. Si l’on y ajoute la neutralité dont il fait preuve pour

critiquer certains évènements concernant la réaction

marocaine face au conflit, nous parlerions de l’un des

auteurs de l’historiographie extra-officielle marocaine. Il

se réfère ainsi au déploiement militaire espagnol :

« Les chrétiens sont partis de Ceuta et se sont installés

à Dar Bida, qui était une maison très grande avec une

mosquée à ses côtés. Elle a été construite par le Pacha

Ahmed Rifi lorsqu’il a voulu diriger sa campagne contre

Ceuta. Cela a été annoncé le même jour à Tétouan […].

Lorsque les musulmans sont partis les combattre, ils

n’ont affronté que quelques unités de leur armée tandis

que les autres restaient aux endroits déjà occupés. Leurs

blessés sont transportés dans des carrosses (l’auteur

était surpris). Cela n’était pas le cas dans les rangs

musulmans. Car certains ont dû porter dans leurs bras

les membres de leur famille blessés jusqu’au lieu de la

congrégation ou les abandonner sur le champ de bataille.

Au cours de l’après-midi, la défaite des musulmans a été

confirmée, ils se sont mis à courir fuyant l’ennemi sans

même emporter les morts ou les blessés. » 6

Sa description des combats est extrêmement intéres-

sante :

«L’ennemi a lancé ses bombardements quatre mille fois

et a réussi à démolir la tour d’ivoire où deux combattants

sont morts et six ont été blessés. Alors la ville tremblait

rien que d’entendre le bruit causé depuis les navires par

6 Cf. Y. Akmir, “De la potencia invasora a la potencia protectora: la percepción de España en el norte de Marruecos (1860-1923), in Awraq, Revista de análisis y pensamiento sobre el mundo árabe e islámico contemporáneo, nº 5-6, Madrid, Casa Árabe, 2012, p. 160. Voir aussi M. Afailal, op. cit., p. 29-30.

43

13 de Yumada primera, año 1276, musulmanes y cris-

tianos se enfrentaron en la posición de Dar Bida. Fue

una jornada bélica muy cruenta ya que los musulmanes

resistieron a los ataques [enemigos] desde el amanecer

hasta la puesta del sol sufriendo en sus filas cuarenta

y siete muertos y setenta y dos heridos. Los tiradores

cabileños que participaron en esta batalla se pusieron a

esconderse detrás de las rocas y de los árboles, mien-

tras los cristianos les perseguían en filas como si fueran

estructuras haciendo caer a cualquiera que disparaban.

Ese día no hubo un altercado de [jinetes] porque fue

empleado el armamento pesado. Pero los cañones cris-

tianos solo alcanzaban a los [indefensos y desarmados]

espectadores […]. Pues en el bando de los musulmanes

solo guerreaban los cabileños mientras los demás esta-

ban allí de espectadores.7

No menos interés tiene su descripción de los momen-

tos de angustia que vivió Tetuán, aunque criticó du-

ramente la apatía y el poco ánimo patriótico de sus

habitantes:

La angustia se apoderó de la ciudad, sobre todo des-

pués de que los hombres de [las cabilas cercanas] se

negaron a auxiliar a los tetuaníes, que les impidieron ese

año sacar cereales de la ciudad, pese a que estos te-

nían de despensa varias mazmorras abarrotadas y siete

barcas; pues continuaron absteniéndose hasta que el

sultán les envió un escrito en que les ordenaba prestar

su ayuda a los habitantes de Tetuán... El día 15 de Ra-

bih Segundo, se reunieron los notables y los ulemas de

Tetuán para manifestar su desasosiego con respecto de

los cristianos. [Tras haber conversado sobre la guerra]

se pusieron de acuerdo en que los únicos que comba-

tirían a los cristianos serían los hombres de las cabilas

cercanas. En caso de que estos últimos fuesen venci-

dos, los notables gestionarían la paz con los cristianos y

les dejarían gobernar. Cuando escuché aquello dije, lha

llegado el momento de sacar a mi familia y mis padres

de la ciudad… El jerife Sidi Abdessalam Ben Raisun,

cuando vio que el alboroto se apoderaba de la ciudad

7 Afailal, M., op. cit., pp. 31-35.

de tels bombardements ; que Dieu fasse que l’on n’ait

pas à affronter ceux qui les lançaient sur terre firme. Le

13 du premier Joumada de l’an 1276, des musulmans

et des chrétiens se sont affrontés sur l’emplacement de

Dar Bida. Il s’est agi d’une journée de lutte très acharnée

car les musulmans ont résisté aux attaques [ennemies]

du lever jusqu’au coucher du soleil, perdant dans leurs

rangs quarante-sept morts et soixante-douze blessés.

Les tireurs kabyles qui ont participé à cette bataille se

sont cachés derrière les rochers et les arbres, tandis

que les chrétiens les poursuivaient par rangées comme

s’il s’était agi de structures, faisant tomber tous ceux sur

qui ils tiraient. Ce jour-là il n’y a pas eu de d’altercation

[de cavaliers] car on a employé l’armement lourd. Mais

les canons chrétiens n’atteignaient que les spectateurs

[sans défense et désarmés] (…). Car dans le camp des

musulmans les Kabyles étaient les seuls à guerroyer,

alors que les autres étaient là en tant que spectateurs.» 7

Sa description des moments d’angoisse vécus par Té-

touan n’est pas moins intéressante, bien qu’il ait dure-

ment critiqué l’apathie et le manque d’enthousiasme pa-

triotique de ses habitants :

« L’angoisse s’est emparée de la ville, surtout après que

les hommes [des tribus kabyles voisines] aient refusé de

porter secours aux Tétouanais, qui cette année-là les ont

empêchés de sortir des céréales de la ville, alors qu’ils

en avaient d’entreposées dans plusieurs cachots bondés

et sept barques ; ils ont donc continué de s’abstenir

jusqu’à ce que le sultan leur envoie un écrit dans lequel

il leur ordonnait de prêter leur aide aux habitants de

Tétouan… le 15 du deuxième Rabih, les Notables et les

Ulémas de Tétouan se sont rassemblés pour exprimer

leur inquiétude vis-à-vis des chrétiens. [Après avoir parlé

de la guerre] ils se sont mis d’accord sur ce que les seuls

qui combattraient les chrétiens seraient les hommes des

tribus kabyles voisines. Dans le cas où ceux-ci seraient

vaincus, les Notables négocieraient la paix avec les

chrétiens et les laisseraient gouverner. En entendant cela,

je me suis dit que le moment était venu de faire sortir

7 M. Afailal, op. cit., p. 31-35.

propuso a su población evacuar a los niños y mujeres

y trasladarlos a la cabila de Beni Hozmar. Pero algu-

nos de los que se proponían rendirse a los cristianos le

dijeron que ni nosotros ni nuestras mujeres podemos

rebajarnos y soportar la vida de campesinos. Que per-

manezcan nuestras familias en la ciudad para que los

hombres sepan morir por defenderlos. Algunos zánga-

nos se atrevieron incluso en advertir que quien aban-

donase la ciudad, vería su casa destruida y sus bienes

saqueados. Fue entonces cuando pusieron los guardias

en las puertas de la ciudad y se dirigieron a Tánger para

pedir al jalifa el Abbas, hermano del sultán, que impi-

diera la evacuación de las familias tetuaníes para que

los combatientes supieran defenderlos. Pues pudieron

convencer al jalifa, que ordenó al caíd El Hay impedir la

salida de cualquier familia de la ciudad. 8

La obra de Afailal puede considerarse como mode-

lo particular y exclusivo en la historiografía marroquí.

Se trata del género de memorias o diarios, que ni si-

quiera era conocido en Marruecos y que hoy día se

considera fuente fundamental para realizar unos tra-

bajos de reconstrucción historiográfica interesantes y

necesarios.

Otro motivo que hace que el nombre de Afailal es-

tuviese vinculado a la Guerra de África es el hecho de

haber sido convertido en personaje en la conocidísima

Aita Tettauen, novela ambientada en el Tetuán de 1860.

Del mencionado personaje decía Galdós:

En esto llegaron otros amigos, de los últimos en la fuga,

y con ellos venía Sid Afailal, hijo de un famoso jerife y

más aficionado a la poesía que a la guerra. Venía como

loco, dando gritos y extendiendo los brazos, ya para in-

crepar a los que entregaban al cristiano la bella ciudad,

ya para dirigir a esta, que entre sombras se veía melan-

cólica, dulces requiebros amorosos. Callamos oyéndole,

pues aquel hombre que clamaba con poéticas voces en

medio de los caminos, poseía seductora elocuencia; los

heridos se reanimaban oyéndole y hasta se creería que

los muertos ponían atención al vago discurso difundido

8 Ibídem, pp. 27-29.

ma famille et mes parents de la ville… Lorsqu’il a vu que

l’agitation s’emparait de la ville, le Chérif Sidi Abdessalam

Ben Raisun a proposé à sa population d’évacuer les

enfants et les femmes et de les déplacer au territoire

kabyle de Beni Hozmar. Mais certains qui avaient pour

but de se rendre aux chrétiens lui ont dit que ni nous ni

nos femmes ne pouvons nous rabaisser à supporter la

vie des paysans. Que nos familles restent en ville pour

que les hommes sachent mourir pour les défendre.

Quelques vauriens ont même osé avertir que les maisons

de ceux qui abandonneraient la ville seraient détruites et

leurs biens saccagés. C’est alors que des gardes ont été

postés aux portes de la ville et ils se sont rendus à Tanger

pour demander au chalife el Abbas, frère du sultan,

d’empêcher l’évacuation des familles tétouanaises pour

que les combattants sachent les défendre. Ils ont alors

pu convaincre le khalife qui a ordonné au caïd El Hay

d’empêcher toute famille de quitter la ville. » 8

On peut considérer l’œuvre d’Afailal comme un modèle

particulier et exclusif dans l’historiographie marocaine. Il

s’agit du genre de mémoires ou de journaux, qui n’était

pas connu au Maroc et qui est considéré aujourd’hui

comme une source fondamentale pour réaliser des tra-

vaux intéressants et nécessaires de reconstruction histo-

riographique.

Une autre raison a lié le nom d’Afailal à la Guerre d’Afri-

que, c’est le fait d’avoir été transformé en personnage du

très célèbre Aita Tettauen, roman situé dans le Tétouan

de 1860. Galdós disait dudit personnage :

« A ce moment-là d’autres amis sont arrivés, parmi les

derniers à s’enfuir, et avec eux venait Sid Afailal, fils d’un

célèbre chérif, plus amateur de Poésie que de Guerre. Il

venait comme un fou, criant et ouvrant les bras, soit pour

injurier ceux qui livraient la belle ville au chrétien, soit pour

adresser à celle-ci, qui parmi les ombres semblait mélan-

colique, de doux propos d’amour. Nous nous sommes

tus en l’entendant, car cet homme qui déclamait d’une

voix poétique au milieu des chemins possédait une élo-

quence séduisante ; les blessés se réconfortaient en l’en-

8 Ibidem, p. 27-29.

45

en la noche. Leed aquí, señor, lo que el mágico poe-

ta cantaba con entonación solemne que a todos nos

hizo derramar lágrimas de ternura: «Dime, Alá, ¿por qué

has desbaratado el ejército de la Fe?, ¿por qué lo has

expuesto a tantas calamidades?, ¿por qué has rebaja-

do una tan gran dignidad entregándola a un enemigo

que no vale ni sus desperdicios?». Así declamaba con

mística exaltación, mirando al cielo, elevadas con rigidez

ceremoniosa las palmas de sus manos. Luego se volvía

hacia Ojos de Manantiales, y con plañidera y delgada

voz le decía: «Tú, que has sido siempre pura como pa-

loma blanca o como el turbante del Imán en el Mum-

bar; tú, que eras un jardín espléndido y hermoso, cuyas

flores sonreían de felicidad como un lunar en la mejilla

de una desposada; tú, cuya belleza es superior a la de

Fez, Egipto y Damasco, ¿qué es ahora de ti?». Oyendo

estos bellos cánticos, lagrimones como puños brotaban

de nuestros afligidos ojos y el pecho se nos oprimía.

Volvíase luego el poeta hacia nosotros y nos declaraba

que Tetuán era víctima del mal de ojo y que padecía la

misma suerte que la fabulosa heroína Zarka El Jamama.

Los españoles no eran más que unos infames hechice-

ros que habían echado mal de ojo al Islam... La emoción

no nos permitió añadir comentario alguno a las sublimes

inspiraciones del tierno poeta, que luego se volvió otra

vez hacia la ciudad arrancándose con esto: «¡Oh país de

la felicidad y del placer! Si la estrella de tu buena suerte

se ha eclipsado ante los resplandores de otra estrella

de fatalidad, pronto nacerá una luna que con su esplen-

dor borre las tinieblas presentes». Esto dijo el exaltado

poeta. Le besamos la orla de la chilaba y él siguió, hasta

encontrar más moros fugitivos a quienes obsequiar con

las mismas cantinelas.9

El segundo testimonio pertenece a un autor que quiso

permanecer en el anonimato y que elabora una obra

en la que se relatan los hechos bélicos de 1859-1860

a petición de un «español de origen catalán llamado

Soler».10 Dicho personaje «se encontraba en Tetuán,

9 Pérez Galdós, B. (2001): Aita Tettauen, tercera parte, cap. VII, Madrid, Ediciones, S.M.

10 Anónimo (1860): Manuscrito sobre las crónicas de la guerra de Tetuán, Tetuán, Archivo Mohamed Daoud. Véase también Daoud, M.: Tarij Tetuan (en árabe), Historia de Tetuán, vol. 4, op.cit.

tendant et l’on aurait même cru que les morts prêtaient

attention au vague discours propagé dans la nuit. Lisez

ici, monsieur, ce que le poète magique chantait avec une

intonation solennelle qui nous a tous fait verser des lar-

mes de tendresse : « Dis-moi, Allah, pourquoi as-tu dé-

mantelé l’Armée de la Foi ?, pourquoi l’as-tu exposée à

tant de calamités ? pourquoi as-tu rabaissé une si grande

dignité en la livrant à un ennemi qui ne vaut même pas ses

déchets ? ». Il déclamait ainsi avec une exaltation mysti-

que, en regardant vers le ciel, les paumes de ses mains

levées avec une rigidité cérémonieuse. Il se tournait alors

vers Yeux de Sources et d’une voix plaintive et fine lui

disait : « Toi, qui as toujours été pure comme une blanche

colombe, ou comme le turban de l’Imam au Mumbar, toi,

qui étais un jardin splendide et beau, dont les fleurs sou-

riaient de bonheur comme un grain de beauté sur la joue

d’une jeune mariée ; toi, dont la beauté est supérieure à

celle de Fès, d’Égypte et de Damas, qu’en est-il de toi

à présent ? ». En entendant ces beaux chants, des lar-

mes grosses comme des poings jaillissaient de nos yeux

affligés et la poitrine pressait les seins. Le poète se re-

tournait ensuite vers nous et nous déclarait que Tettauen

était victime du mauvais œil et qu’elle subissait le même

sort que la fabuleuse héroïne Zarka El Jamama. Les Es-

pagnols n’étaient que d’infâmes sorciers qui avaient jeté

le mauvais œil à l’Islam… L’émotion ne nous a pas per-

mis d’ajouter de commentaire aux sublimes inspirations

du tendre poète, qui s’est ensuite tourné vers la ville en

déclamant : « Oh pays du bonheur et du plaisir ! Si l’étoi-

le de ta bonne chance s’est éclipsée face à l’éclat d’un

autre astre de fatalité, une lune naîtra bientôt, qui de sa

splendeur effacera les ténèbres présentes ». Voilà ce que

le poète exalté a dit. Nous avons embrassé la bordure de

sa djellaba et il a continué, jusqu’à ce qu’il trouve d’autres

Maures fugitifs pour leur offrir les mêmes rengaines. » 9

Le deuxième témoignage appartient à un auteur qui a

voulu rester dans l’anonymat et qui raconte dans son

œuvre les faits de guerre de 1859-1860 à la demande

d’« un Espagnol d’origine catalane dénommé Soler »10.

9 Benito Pérez Galdós, Aita Tettauen, troisième partie, chap. VII, Madrid, Ediciones S.M., 2001.

10 Anonyme (1860), Manuscrito sobre las crónicas de la guerra de

Conversations de paix, illustration de La Guerre d'Afrique. Barcelone (1860).

Conversaciones de paz, ilustración de La Guerra de África. Barcelona (1860).

47

trabajando como ayudante del general Turón»,11 lo que

indica que el manuscrito fue realizado a petición del

mencionado general y que su ayudante no era sino un

simple intermediario. Pese a que es una obra por en-

cargo, el mencionado manuscrito contiene información

relevante sobre la inquietud y el pánico que se apode-

raron de la población marroquí tras la invasión española

de Tetuán:

Tras vencer en su primera batalla, España se asegura

de la debilidad de los musulmanes y avanza hacia la

posición de Negro ocupando una nueva posición.

De nuevo se constata la apatía y la desunión de los

musulmanes y España avanza para ocupar la posición

del río Smir.12

El autor del mencionado manuscrito pone de manifiesto

la clara superioridad del ejército español frente al débil

ejército marroquí y achaca la diferencia entre ambos a la

sofisticada logística del primero que se debe, en buena

medida, a su larga experiencia en asuntos bélicos. Pues

es de destacar que:

España cuenta con una experiencia de veinte años

en asuntos de guerra […]; pese a la cobardía de sus

militares, la buena organización les ayudó a fortalecer

sus filas, cosa de la que carecían los musulmanes ya que

adelantaban lo que debían retroceder y retrocedían lo

que debían avanzar.13

El mismo manuscrito expone con claridad una serie de

hechos que constatan el comportamiento xenófobo

con que el ejército español obsequiaba a los tetuaníes;

comportamiento que confirma el hecho de imponer un

«permiso de entrada»14 a la ciudad. Se trata de una au-

torización que cualquier tetuaní debía solicitar a su sa-

11 Es José Antonio Turón i Prat, uno de los generales catalanes que dirigieron al ejército español en la invasión de Tetuán. Posteriormente, en 1873, fue nombrado capitán general de Catalunya. Ibídem.

12 Anónimo (1860): Manuscrito sobre las crónicas de la guerra de Tetuán… Véase también: Akmir, Y.; «De la potencia invasora a la potencia protectora: la percepción de España en el norte de Marruecos» (1860-1923), op.cit., p.160.

13 Ibídem, p.161. 14 Ibídem.

Ledit personnage « se trouvait à Tétouan et travaillait

comme adjudant du Général Turón »11, ce qui indique

que le manuscrit a été écrit à la demande dudit Général

et que son adjudant n’était qu’un simple intermédiaire.

Bien qu’il s’agisse d’une œuvre faite sur commande,

ledit manuscrit contient des informations importantes

sur l’inquiétude et la panique qui se sont emparées de

la population marocaine suite à l’invasion espagnole de

Tétouan :

« Après la victoire lors de sa premières bataille, l’Espagne

s’assure la faiblesse des musulmans et avance vers la

position de Negro, où elle occupe une nouvelle position.

Elle constate à nouveau l’apathie et la désunion des

musulmans et l’Espagne avance pour occuper la position

de l’Oued Smir. » 12

L’auteur dudit manuscrit met en avant la supériorité évi-

dente de l’armée espagnole face à la faiblesse de l’ar-

mée marocaine et attribue la différence entre les deux

à la logistique sophistiquée de la première qui est due,

en grande mesure, à sa vaste expérience en affaires

militaires. Car il y a lieu de remarquer que « l’Espagne

compte sur une expérience de vingt ans en affaires de

guerre […] ; malgré la lâcheté de ses militaires, la bonne

organisation les a aidés à renforcer leurs rangs, ce qui

manquait aux musulmans puisqu’ils avançaient lorsqu’ils

devaient se replier et se repliaient lorsqu’ils devaient

avancer. » 13

Le même manuscrit expose clairement une série de

faits qui constatent le comportement xénophobe dont

faisait preuve l’armée espagnole vis-à-vis des habitants

de Tétouan ; comportement confirmé par le fait d’impo-

ser un « permis d’entrée »14 dans la ville. Il s’agit d’une

Tetuán, Tetuán, Archivo Mohammed Daoud. Cf. également M. Daoud, Tarij Tetuan (en arabe), Histoire de Tétouan, V4, op. cit.

11 Il s’agit de José Antonio Turón y Prat, un des généraux catalans qui ont commandé l’armée espagnole lors de l’invasion de Tétouan. Postérieurement, en 1873, il a été nommé capitaine général de la Catalogne. Ibid.

12 Anonyme (1860), Manuscrito sobre las crónicas de la guerra de Tetuán… Voir aussi Y. Akmir, “De la potencia Invasora a la potencia protectora: la percepción de España en el norte de Marruecos (1860-1923)”, op. cit., p.160.

13 Ibidem, p.161. 14 Idem.

lida de la ciudad para poder regresar a ella. Sobre esta

cuestión decía:

El cristiano responsable de dar el permiso de entrada

encargó a su traductor judío desempeñar tal labor. Este

último sostuvo una actitud arrogante ante cualquiera que

le solicitaba dicho papel, insultando y humillando a los

musulmanes… Y cuando el gobernador español vio

que la demanda sobre el (codiciado) papel aumentaba,

llamó a un musulmán tetuaní para ayudarle. Es al señor

Abghir a quien el gobernador encargó dar el permiso a

quien desee salir y entrar de la ciudad.15

El manuscrito relataba también escenas de la política de

tierra quemada con que el ejército español castigó a las

cabilas colindantes. Decía al respecto:

Que Dios nos proteja de la maldad y las artimañas de los

españoles, que prendieron fuego a varios huertos de [las

regiones] de Touilah, Touabel y Fum Elyesira. Pues así

consiguieron devastar numerosas huertas, acusando de

ello a los beduinos de las cabilas cercanas.16

El autor hacía una interesante reseña del caos que se

apoderó de la ciudad, culpando indirectamente a Es-

paña de haber tolerado que sucediera. Decía que los

judíos aprovecharon el hecho de convertirse en pro-

tegidos del ejército español para dedicarse a robar

los bienes de los musulmanes, forzar puertas de ca-

sas y tiendas para atracar a los adinerados de Tetuán

aprovechando que muchos de ellos estaban fuera de

la ciudad. Al jerife Sidi El Mokhtar Bakali le robaron

veinticinco bolsas de dinero con 700 reales franceses

aproximadamente, mientras que al señor Arbi García le

sustrajeron de casa un botín de dinero y joyas valorado

en 6.000 duros. Esto sin olvidarnos de otros tetuaníes

que perdieron bienes y pertenecías de alto valor y que

no quisieron denunciarlo en público.17

15 Ibídem. 16 Ibídem. 17 Akmir, Y.: «De la potencia invasora a la potencia protectora…»,

op.cit., p.161.

autorisation que tout Tétouanais devait demander en

sortant de la ville pour pouvoir y revenir. Il disait à ce

sujet :

« Le chrétien responsable de donner le permis d’entrée a

chargé son traducteur juif de remplir cette tâche. Celui-ci

a fait preuve d’une attitude arrogante vis-à-vis de tous

ceux qui lui demandaient ce papier, insultant et humiliant

les musulmans… Et lorsque le gouverneur espagnol a vu

que la demande dudit papier (convoité) augmentait, il a

fait appeler un musulman tétouanais pour l’aider. C’est

M. Abghir qui a été chargé par le gouverneur de donner

le permis à ceux qui souhaitent sortir et entrer dans la

ville. » 15

Le manuscrit racontait également des scènes de la poli-

tique de la terre brûlée avec laquelle l’armée espagnole a

puni les tribus kabyles des environs. Il disait à ce sujet :

« Que Dieu nous protège de la méchanceté et des ruses

des Espagnols, qui ont mis le feu à divers potagers [des

régions] de Touilah, Touabel et Fum Elyesira. Ils ont ainsi

réussi à dévaster de nombreuses plaines maraîchères et

accusé les Bédouins les tribus kabyles des environs ».16

L’auteur a écrit un compte-rendu intéressant du chaos

qui s’est emparé de la ville, accusant indirectement l’Es-

pagne de l’avoir toléré. Il disait que les juifs ont tiré parti

du fait d’être devenus les protégés de l’armée espagnole

pour assaillir les biens des musulmans, forcer les portes

des maisons et des magasins pour voler les personnes

fortunées de Tétouan en profitant de ce que nombre

d’entre eux se trouvaient hors de la ville. On a volé 25

sacs d’argent qui contenaient près de 700 sous français

au chérif Sidi El Mokhtar Bakali, alors qu’on a soustrait de

chez M. Arbi García un butin d’argent et de bijoux d’un

total estimé à 30.000 pesetas. Sans oublier d’autres Té-

touanais qui ont perdu des biens d’une valeur élevée et

qui n’ont pas voulu porter plainte publiquement.17

15 Idem. 16 Idem. 17 Y. Akmir, “De la potencia invasora a la potencia protectora…”,

op. cit., p.161.

49

Les incidents de Tanger, Evarist Ventosa : La Guerre d'Afrique (1859).

Los incidentes de Tánger, Evarist Ventosa: La Guerra de África (1859).

El autor comentaba también que buena parte de

la población no admitió ser gobernada por los cris-

tianos. Por eso evacuaron la ciudad y se instalaron

en las regiones cercanas a la espera de que el sul-

tán llegase a un acuerdo con el invasor. Fue entonces

cuando, junto a los judíos, aparecieron otros grupos

que se dedicaron a asaltar casas y tiendas e intimidar

a mujeres y niños tetuaníes.18 Eran, según sus afir-

maciones, personas que pertenecían a la mehalla del

sultán o a las cabilas colindantes y que aprovecharon

la situación para dedicarse al bandolerismo. Actitu-

des similares fueron sostenidas también por el ejérci-

to español quien, según el autor, se llevó de la ciudad

reliquias, cañones, destruyó casas, zocos y convirtió

algunas de las mezquitas en iglesias.19 El autor del

manuscrito afirmaba asimismo que el general Turón

se presentó ante una casa habitada y mandó a sus

guardias que expulsaran a sus dueños y la acondi-

cionaran para convertirla en su residencia personal.

Los guardias se metieron desde la azotea, abrieron

las puertas de la casa y expulsaron a los dueños.20

El autor del manuscrito fue también testigo de «cómo

un portero, de los que ellos llaman guardia civil, pegó

a un hombre tetuaní por haber intentado entrar en la

ciudad sin presentar el papel de acceso».21

En lo que concierne a la relación entre el ejército in-

vasor y los judíos de Tetuán, el manuscrito sostenía que

España trató con mucho interés a la minoría judía, lo

que suscitó el descontento de la población musulma-

na. De hecho, en los pleitos entre demandantes judíos

y musulmanes, España contaba con la traducción de

un intérprete judío. Los servicios del mencionado intér-

prete consiguieron alarmar a la opinión pública de la

ciudad:

Los notables tetuaníes presentaron sus quejas al general

Turón pidiéndole que cambiara dicho intérprete por otro

español. Todo aquello hizo que el gobernador español

manifestase su odio a los musulmanes. Pues el aprecio

18Ibídem, p. 162.19 Ibídem. 20 Ibídem. 21 Ibídem.

L’auteur expliquait également qu’une grande partie de

la population n’a pas admis le fait d’être gouvernée par

les chrétiens. Pour cette raison ils ont évacué la ville et se

sont installés dans les régions voisines en attendant que

le sultan arrive à un accord avec l’envahisseur. C’est alors

que d’autres groupes sont apparus, à côté des juifs, et

ont assailli des maisons et des magasins et ont intimidé

des femmes et des enfants tétouanais18. D’après leurs

affirmations, il s’agissait de personnes qui appartenaient

à la mehalla du sultan ou aux tribus kabyles des environs

et qui profitaient de la situation pour s’adonner au ban-

ditisme. De telles attitudes ont également été adoptées

par l’armée espagnole qui, d’après l’auteur, a emporté

des reliques et des canons de la ville, détruit des mai-

sons et des souks, et transformé certaines mosquées

en églises19. De même, l’auteur du manuscrit affirmait

que le Général Turón s’était rendu devant une maison

habitée et avait ordonné à ses gardes d’en expulser les

propriétaires et de l’aménager pour en faire sa résidence

personnelle. Les gardes y sont entrés à travers la ter-

rasse, ont ouvert les portes de la maison et en ont expul-

sé les propriétaires20. L’auteur du manuscrit a également

été témoin de « la façon dont un portier, de ceux qu’ils

appellent Guardia Civil [gendarme], a frappé un homme

tétouanais qui avait voulu entrer dans la ville sans pré-

senter le papier d’accès ». 21

En ce qui concerne les rapports entre l’armée occu-

pante et les juifs de Tétouan, le manuscrit affirmait que

l’Espagne a traité la minorité juive avec un grand intérêt,

ce qui a suscité le mécontentement de la population mu-

sulmane. De fait, lors des procès entre des demandeurs

juifs et musulmans, l’Espagne comptait sur la traduction

d’un interprète juif. Les services dudit interprète ont réus-

si à affoler l’opinion de la ville :

« Les notables tétouanais se sont plaints auprès du Général

Turón et lui ont demandé qu’il change ledit interprète par

un d’espagnol. Tout cela a fait que le gouverneur espagnol

exprime sa haine envers les musulmans. Car l’estime qu’il

18 Ibidem, p. 162. 19 Idem. 20 Idem. 21 Idem.

51

que él tiene al intérprete judío es infinito, por lo que se

sospecha que fuese su alcahuete.22

El Protectorado español percibido por algunos marroquíes de la época

Para analizar la percepción marroquí del Protectorado

español nos hemos basado en opiniones vertidas por

dos personajes de diferente posición social y formación

cultural. La primera es de un alfaquí y la segunda, de un

notable y ministro del gobierno jalifiano. Ambos vivieron

la época objeto de estudio y describieron, —cada uno

a su manera—, los cambios que entonces ocasionó la

llegada de los españoles a Tetuán. Son, en definitiva,

dos testimonios distintos, pero con contenidos que

nos permiten reconstruir contextos historiográficos y

fenómenos sociales que pertenecen al período objeto

de estudio. Es de señalar a su vez, que la parcialidad

o imparcialidad de un testimonio u otro dependían del

interés o el desinterés que sus autores tuvieran con la

administración del Protectorado. Creemos, por lo tanto,

que un estudio historiográfico de las dos fuentes históri-

cas ayudaría a apreciar con nitidez la belleza de algunas

estampas que ambos personajes hicieron de la era del

Protectorado y de la metamorfosis que iba sufriendo la

sociedad tetuaní, tras la llegada de los españoles.

El Protectorado visto por un alfaquí rural

Sorprende la espontaneidad con que un alfaquí cabileño

describe en su diario los hábitos que fueron introducidos

por los españoles a raíz del establecimiento del Protecto-

rado en el norte de Marruecos. Se trata de una serie de

impresiones de quien «no habiendo salido nunca del me-

dio donde naciera, se vio un buen día sorprendido por un

acontecimiento que llamó poderosamente su atención:

era la llegada de los españoles a Tetuán el 19 de febrero

de 1913».23 Fue entonces cuando decidió apuntar to-

22 Ibídem.23 El diario era propiedad del historiador e hispanista marroquí

Mohammad Ibn Azzuz Hakim, quien se encargó de traducirlo al castellano, prologarlo y sacarlo a la luz pública. Véase Ibn Azzuz Hakim, M. (2002): Diario de un Alfaquí Rural. Tetuán: Imprenta Al kalij Al Arabi, p.9. Véase también Akmir, Y.: «De la potencia invasora a la

porte à l’interprète juif est infinie, c’est pourquoi on le

soupçonne d’être son entremetteur.»22

Le Protectorat espagnol perçu par certains marocains de l’époque

Pour analyser la perception marocaine du Protectorat es-

pagnol, nous nous sommes fondés sur des opinions émi-

ses par deux personnages de rang social et de formation

culturelle différents. La première est celle d’un faqih et la

deuxième celle d’un notable et ministre du gouvernement

du khalife. Ils ont tous les deux vécu l’époque objet de

cette étude et ont décrit – chacun à sa façon – les chan-

gements produits à ce moment-là par l’arrivée des Es-

pagnols à Tétouan. Il s’agit, en définitive, de deux témoig-

nages différents, mais dont les contenus nous permettent

de reconstruire des contextes historiographiques et des

phénomènes sociaux qui appartiennent à la période objet

de l’étude. De même, il y a lieu de remarquer que la partia-

lité ou l’impartialité de ces témoignages dépendaient de

l’intérêt ou du désintérêt des auteurs par rapport à l’ad-

ministration du Protectorat. Nous croyons donc qu’une

étude historiographique de ces deux sources historiques

aiderait à apprécier clairement la beauté de certaines es-

tampes de l’ère du Protectorat et de la métamorphose

subie par la société tétouanaise, après l’arrivée des Es-

pagnols, dépeintes par ces deux personnages.

Le Protectorat vu par un faqih rural

On est surpris par la spontanéité avec laquelle un faqih

kabyle décrit dans son journal les coutumes introduites

par les espagnols suite à l’établissement du Protectorat

au nord du Maroc. Il s’agit d’une série d’impressions

de quelqu’un qui « n’étant jamais sorti de l’entourage

où il est né, a été ébahi un beau jour par l’évènement

suivant : l’arrivée des Espagnols à Tétouan le 19 fé-

vrier 1913 »23. C’est alors qu’il a décidé de noter tous

22 Idem. 23 Le journal appartenait à l’historien et hispaniste marocain Mo-

hammad Ibn Azzuz Hakim, qui s’est chargé de le traduire en espa-gnol, de le préfacer et de le faire connaître publiquement. Cf. Moham-mad Ibn Azzuz Hakim (2002). Diario de un Alfaquí Rural. Tétouan : Imprimerie Al kalij Al Arabi, p.9. Voir aussi Y. Akmir, “De la potencia

dos los comportamientos extraños que la gente contaba

sobre estos «forasteros cristianos» recién llegados a las

tierras del Islam. El atractivo y sustancioso material his-

toriográfico y antropológico ayuda a formular una visión

bastante realista sobre cómo veían los cabileños al es-

pañol, (Nasrani-Aromi). El alfaquí toma nota de todo lo

«extraño» que ha visto o de lo que ha oído hablar y no

duda en manifestar su asombro ante numerosos fenó-

menos sociales y culturales por considerarlos inauditos,

ajenos y novedosos. Comienza su diario informándonos

de un hecho que no mencionan otras fuentes de la histo-

ria del Protectorado. Se trata de la orden de desarmar a

la población tetuaní y controlar la ciudad de Tetuán al día

siguiente de su ocupación pacífica. Sobre esta cuestión

decía:

«Una de las primeras medidas adoptadas por los

soldados (militares) cristianos cuando ocuparon Tetuán

fue mandar al bajá que recogiera todas las armas que

tenían los tetuaníes, dejándolos a todos desarmados

como si fueran gallinas para así estar seguros de que no

les atacaran el día menos pensado. Antes de la llegada de

los musulmanes a Tetuán, la tranquilidad (orden público)

la aseguraban una docena de mejaznía que llevan una

xaxía (bonete) del majzén y una simple fuxta (fusta); pero

desde que han venido los cristianos hay en cada barrio

y en cada una de las puertas de la ciudad dos o cuatro

paisa (soldado) armados de un fusil que van de un lado

para otro vigilando los movimientos de los musulmanes.

Los llaman en su lengua «parejas» y se cambian por la

noche por otros que no duermen.24

No menos asombrado se mostraba el alfaquí ante la lle-

gada a Tetuán de nuevos medios de transporte introdu-

cidos por España. El avión y el automóvil son los objetos

que tanta conmoción suscitaron en el sentir del alfaquí:

Muchos de los que vinieron hace poco de Tetuán afirman

haber visto volar en el aire unos grandes pájaros de

hierro, (aviones), pero que nadie ha podido saber cómo

pueden volar, llevando a gente a bordo. […] el jefe de

potencia protectora…», op. cit., p. 163. 24 Ibn Azzuz Hakim, M.: op. cit., p.19.

les comportements étranges racontés par les gens sur

ces étrangers chrétiens qui venaient d’arriver sur les

terres de l’Islam. Le matériel historiographique et an-

thropologique, attrayant et substantiel, aide à formuler

une vision assez réaliste sur la façon dont les Kabyles

voyaient l’Espagnol, (Nasrani-Aromi). Le faqih prend note

de toutes les choses « étranges » qu’il a vues ou dont il

a entendu parler et n’hésite pas à montrer son étonne-

ment face à de nombreux phénomènes sociaux et cultu-

rels car il les considère inouïs et différents. Il commence

par nous informer dans son journal d’un fait qui n’est pas

cité par d’autres sources de l’histoire du Protectorat. Il

s’agit de l’ordre de désarmer la population tétouanaise

et de contrôler la ville de Tétouan le lendemain de son

occupation pacifique. Il disait à ce sujet :

« l’une des premières mesures adoptées par les soldats

(militaires) chrétiens lorsqu’ils ont occupé Tétouan a

été d’ordonner au Pacha qu’il prenne toutes les armes

des Tétouanais, les laissant tous désarmés comme s’ils

étaient des poules pour être sûrs de cette façon qu’ils ne

les attaqueraient pas au moment où ils s’y attendraient

le moins. Avant l’arrivée des musulmans à Tétouan, la

tranquillité (ordre public) était assurée par une douzaine

de mejaznía qui portent une xaxía (toque) du makhzen

et une simple fuxta (cravache) ; mais depuis l’arrivée des

chrétiens, dans chaque quartier et à chacune des portes

de la ville, il y a deux ou quatre paisa (soldats) armés d’un

fusil qui vont d’un côté et de l’autre pour surveiller les

mouvements des musulmans. Dans leur langue on les

appelle parejas (paires) et la nuit ils sont remplacés par

d’autres qui ne dorment pas ». 24

Le faqih se montrait non moins étonné en voyant arriver

à Tétouan de nouveaux moyens de transport introduits

par l’Espagne. L’avion et l’automobile sont les objets qui

l’ont tellement bouleversé :

« Beaucoup de gens parmi ceux qui sont venus

récemment de Tétouan affirment avoir vu voler dans les

airs de grands oiseaux de fer (avions), mais personne n’a

invasora a la potencia protectora…”, op. cit., p. 163. 24 Mohammad Ibn Azzuz Hakim, op. cit., p.19.

53

los cristianos que han ocupado Tetuán, tiene una especie

de barraka, (barraca) de hierro que se traslada de un

lado para otro con rapidez sobre cuatro discos (ruedas)

parecidos a las muelas del molino. Se llama en su idioma

tonobir (automóvil) y lo hace andar (conduce) un soldado

que llaman chawfe (chófer) mediante un deman (volante)

que da vueltas […] esta barraka anda sola sin que tire de

ella ni la empuje nadie, ya que tiene una makina (máquina)

que anda con agua llamada gasolina (gasolina).25

La conducta liberal que mantiene la mujer española

fue también objeto de tanta extrañeza que suscitó en

el sentir del alfaquí rural, hombre que pertenece a una

sociedad arcaica y patriarcal donde el dominio siem-

pre había correspondido al hombre. Según sus comen-

tarios, la causa por la que los hombres españoles no

reaccionan ante el comportamiento extremadamente

extrovertido de sus mujeres se debe a «la carne de cer-

do; porque mata en el corazón del hombre toda sombra

de celos por su mujer».26 Pues bien, al alfaquí alguien le

ha informado de que los españoles de Tetuán se reúnen

«juntos hombres y mujeres y el varón no siente celo

alguno viendo como su mujer habla con otro varón e

incluso se junta con él cuerpo a cuerpo para bailar. Eso

prueba que la comida de la carne de cerdo ha matado

sus celos».27

El alfaquí describía con extrañeza comportamientos

y actividades lúdicas que los españoles practicaban en

Tetuán. Era el caso de reunirse en el kasino (casino)28 o

pasear por las tardes en las calles de la ciudad, en pareja

o en familia y de ponerse «a dar vueltas y más vueltas

alrededor de la plaza del Feddan de Tetuán hasta muy

entrada la noche».29 Decía al respecto:

Hay en Tetuán, según dicen, dos casas de esta clase:

una donde se reúnen por la tarde y noche los soldados

(militares) y otra donde se reúnen los que no son

soldados (civiles). Allí se dedicaban a beber vino y a

25 Ibídem, pp. 42-43. 26 Ibídem, p.31. 27 Ibídem, pp. 31-32.28 Ibn Azzuz Hakim, M.: op. cit., p. 45.29 Ibídem.

Moulay Abbas, illustration de La Guerre d'Afrique, Barcelone (1860).

Mulai Abbas, ilustración de La Guerra de África, Barcelona (1860).

su comment ils peuvent voler, en portant des personnes

à bord. […] le chef des chrétiens qui ont occupé Tétouan

a une espèce de barraka (baraque) de fer qui se déplace

rapidement d’un endroit à l’autre sur quatre disques

(roues) semblables aux meules du moulin. Dans leur

langue cela s’appelle tonobir (automobile) et un soldat

qu’ils appellent chawfe (chauffeur) le fait avancer (conduit)

avec un deman (volant) qui tourne […] cette barraka

avance toute seule sans que personne ne la tire ou ne la

pousse, car elle a une makina (machine) qui marche avec

de l’eau appelée gasolina (essence) ». 25

De même, le comportement libéral dont fait preuve la

femme espagnole a énormément surpris le faqih rural ;

un faqih qui fait partie d’une société archaïque et patriar-

cale où le pouvoir avait toujours été exercé par l’homme.

D’après ses commentaires, la raison pour laquelle les

hommes espagnols ne réagissent pas face au compor-

tement extrêmement extraverti de leurs femmes est due

à « la viande de porc ; parce qu’elle tue toute ombre de

jalousie dans le cœur de l’homme »26. Eh bien, quelqu’un

a fait savoir au faqih que chez les espagnols de Tétouan

« les hommes et les femmes se réunissent ensemble et

l’homme ne ressent pas de jalousie en voyant sa femme

parler avec un autre homme et même s’approcher de

lui corps à corps pour danser. Cela prouve que le fait de

manger de la viande de porc a tué sa jalousie »27.

Le faqih décrivait avec étonnement des comporte-

ments et des activités ludiques exercés par les espagnols

à Tétouan. C’était le cas de se réunir au kasino (casino)28

ou de se promener l’après-midi dans les rues de la ville, en

couple ou en famille, et de se mettre « à tourner et tourner

encore autour de la place du Feddan de Tétouan jusque

tard dans la nuit » 29. Il disait à ce sujet :

« d’après ce que l’on dit, il y deux maisons de cette sorte à

Tétouan : une où les soldats (militaires) se réunissent

l’après-midi et le soir et une autre où se retrouvent ceux

25 Ibidem, p. 42-43. 26 Ibidem, p.31. 27 Ibid., p. 31-32.28 Mohammad Ibn Azzuz Hakim, op. cit., p. 45.29 Idem.

55

jugar, emborrachándose y robándose unos a otros sus

dineros».30

Otro hecho que hasta entonces era desconocido era el

baño de verano en las playas del río Martín y «tumbarse

al sol desnudos sobre la arena».31

Ahmed Rhouni y sus opiniones sobre el Protectorado de España en Marruecos

La segunda fuente de estudio es Abu El Abbas Ahmed

Rhouni, intelectual, alfaquí e historiador de vocación.32

Los relatos de quien ocupó la cartera de Justicia en

el primer gobierno jalifiano contienen abundante infor-

mación. Su importancia reside en que quien los cuenta

procura convencer al lector de que España es com-

pletamente merecedora del elogio y el aprecio que él

manifiesta hacia ella. Los elogios de Rhouni eran lógi-

cos, pues no podía morder la mano que le daba de

comer. Basta con señalar que, durante su etapa como

ministro, percibía su salario en pesetas de quien cubría

las tres cuartas partes del presupuesto del Protectora-

do: España.33 Rhouni hace una descripción detallada

de varios acontecimientos que marcaron la historia del

Protectorado.

Rhouni dedicaba un interés particular a los diferen-

tes personajes que vinieron a la ciudad para ostentar el

máximo cargo administrativo, el de alto comisario. Su

primera descripción se la dedica al general Felipe Alfau

Mendoza, gobernador militar de Ceuta, a quien Espa-

30 Ibídem. 31 Ibídem, pp. 33-34.32 Magnífico manuscrito que había permanecido inédito hasta su

corrección y edición en ocho tomos por el filólogo e historiador Jahfar Bellhaj Soulami. Véase Rhouni, A. (1998-2014): Umdat al rawuin fi tárij tittauín. Tetuán. Edición de la Asociación Tetauen-Smir.

33 Daoud nos informa de que a partir de 1915 los españoles im-plantarían su moneda, cuyo valor era muchísimo más elevado el de que la marroquí. Fue entonces cuando los funcionarios de la admi-nistración jerifiana empezaron a percibir sus salarios en pesetas es-pañolas. En el mismo sentido, Iben Azuz Hakim comenta que en el Protectorado del norte de Marruecos, por ser una zona pobre en recursos, España cubría el 75% del presupuesto. Véase, Daoud, M. (2009): Tarij Tetuán, Tetuán, Imprenta Al Kalij Al Arabe, vol. 11., p. 287. Véase también Ibn Azuz Hakim, M. (2000): «Una visión realista del Protectorado ejercido por España en Marruecos», Relaciones entre España y Marruecos en el siglo XX. Martínez Carreras, J.U. (coord.) Madrid. AEA., pp. 53-64.

qui ne sont pas des soldats (civils). Là-bas ils passent

leur temps à boire du vin et à jouer, se soûlant et se volant

l’argent les uns aux autres. » 30.

Un autre fait méconnu jusqu’à ce moment-là était le bain

d’été sur les plages de Río Martín (Martil) et de « s’allon-

ger au soleil nus sur le sable »31.

Ahmed Rhouni et ses opinions sur le Protectorat de l’Espagne au Maroc

La deuxième source de l’étude est Abou El Abbas Ah-

med Rhouni, intellectuel, faqih et historien par vocation32.

Les récits de l’ancien titulaire du portefeuille de la Justice

lors du premier gouvernement du khalife contiennent des

informations abondantes. Leur importance vient de ce

que l’auteur tente de convaincre le lecteur que l’Espagne

mérite totalement les éloges et l’estime qu’il lui porte. Les

éloges de Rhouni étaient logiques, puisqu’il ne pouvait

pas mordre la main qui le nourrissait. Il suffit de noter que,

lors de son mandat de ministre, il percevait son salaire en

pesetas de l’Espagne, qui apportait les trois quarts du

budget du Protectorat33. Rhouni décrit divers évènements

qui ont marqué l’histoire du Protectorat de façon détaillée.

Rhouni était particulièrement intéressé par les dif-

férents personnages qui sont venus dans la ville pour

exercer le poste administratif le plus élevé, celui de Haut-

Commissaire. Sa première description est consacrée

au Général Felipe Alfau Mendoza, Gouverneur militaire

de Ceuta, qui a été affecté par l’Espagne au « poste

30 Idem. 31 Ibid., p. 33-34. 32 Un manuscrit magnifique qui était resté inédit jusqu’à sa

correction et édition en huit volumes, par le philologue et historien Jahfar Bellhaj Soulami. Cf. A. Rhouni, Umdat al rawuin fi tárij tittauín, Tétouan, édition de l’Association Tetauen- Smir, 1998-2014.

33 Daoud nous explique qu’à partir de 1915 les Espagnols ont établi leur monnaie dont la valeur était beaucoup plus élevée que celle de la marocaine. C’est alors que les fonctionnaires de l’adminis-tration du khalife ont commencé à percevoir leurs salaires en pesetas espagnoles. Dans le même sens, Iben Azuz Hakim explique que l’Es-pagne assumait soixante-quinze pour cent du budget du Protectorat du nord du Maroc, en raison du manque de ressources de la région. Cf. M. Daoud, Tarij Tetuán, Tétouan, Imprimerie Al Kalij Al Arabe, 2009, Vol. 11, p. 287. Voir aussi M. Ibn Azuz Hakim (2000), “Una visión realista del Protectorado ejercido por España en Marruecos”, Relaciones entre España y Marruecos en el siglo XX, José Urbano Martínez Carreras, coord. Madrid AEA, p. 53-64.

ña destinó el 3 de abril de 1913 para «el cargo de alto

comisario de su zona del Protectorado y jefe del ejér-

cito de ocupación». El miércoles, 1 Rabih al-Awal año

1331, Alfau llegaba a Tetuán acompañado por divisiones

del ejército español procedente de Ceuta. Fue entonces

cuando ocupó pacíficamente Tetuán.34 Rhouni comenta-

ba que el alto comisario fue recibido calurosamente por

los tetuaníes a quienes pronunció su discurso de llega-

da explicándoles que «el propósito de su país es el de

mantener la seguridad, proteger al jalifa y su gobierno,

implantar las bases de la civilización en la zona, tender

la ayuda para mejorar la economía, establecer rutas de

comunicación y desarrollar el comercio».35 El discurso

suscitó alegría entre los presentes, que aclamaron con

euforia el nombre de la nación protectora, reconociendo

así la amabilidad de dicho general que no dudó en instar

a su ejército a mantener ante los tetuaníes una buena

conducta.

La llegada de Alfau a Tetuán y la ocupación de la ciu-

dad no fueron bien recibidas en las regiones colindantes.

Rhouni comenta que la alarma se apoderó de las cabilas

cercanas:

Las tribus rechazaron la colonización y se confederaron

para declararle la guerra a la nación protectora, que en

realidad solo venía a cultivarlos y civilizarlos. […] Los

cabileños formaron varios frentes y acamparon a pocos

kilómetros de Tetuán dedicándose a cortar caminos y a

asaltar caravanas. El general Alfau, al no quedarle otra

opción, se enfrentó con dichas cabilas empleando en ello

nuevas divisiones militares.36

La reacción que tuvo la ocupación de Tetuán en las tri-

bus de los alrededores no agradó mucho a Rhouni pues,

en su opinión, la resistencia cabileña no eran más que

unos zánganos que desestabilizaban la zona y alteraban

la seguridad y el orden que España con la ayuda del jalifa

había conseguido establecer. Eran en definitiva:

34 Rhouni, A.: Umdat al rawuin fi tárij tittauín. op.cit., p. 145. 35 Ibn Azuz Hakim, M. (2000): «Una visión realista del Protectorado

ejercido por España en Marruecos», op.cit., p. 146. 36 Ibídem.

de Haut-Commissaire de sa zone du Protectorat et en

tant que chef de l’armée occupante » le 3 avril 1913.

Le mercredi 1er du mois de Rabih al-Awal de l’an 1331,

Alfau arrivait à Tétouan accompagné par des divisions de

l’armée espagnole provenant de Ceuta. C’est alors qu’il

a occupé Tétouan pacifiquement34. Rhouni commentait

que le Haut-Commissaire avait été reçu chaleureusement

par les tétouanais devant lesquels il avait prononcé son

discours d’arrivée en leur expliquant que « le but de son

pays est de maintenir la sécurité, protéger le khalife et

son gouvernement, implanter les bases de la civilisation

dans la zone, apporter de l’aide pour améliorer l’écono-

mie, établir des routes de communication et développer

le commerce »35. Le discours a suscité la joie parmi les

présents, qui ont acclamé euphoriquement le nom de

la nation protectrice, reconnaissant ainsi l’amabilité dudit

Général, qui n’a pas hésité à exhorter son armée de bien

se tenir auprès des Tétouanais.

L’arrivée d’Alfau à Tétouan et l’occupation de la

ville n’ont pas été bien reçues dans les régions voisi-

nes. Rhouni explique que les tribus kabyles des envi-

rons ont été alarmées :

« Les tribus ont refusé la colonisation et se sont

confédérées pour déclarer la guerre à la Nation protectrice,

qui en réalité ne venait que pour les cultiver et les civiliser.

[…] Les Kabyles ont formé plusieurs fronts et ont campé

à quelques kilomètres de Tétouan, où ils ont coupé des

chemins et assailli des caravanes. N’ayant pas d’autre

option, le Général Alfau a affronté lesdites tribus kabyles,

utilisant pour cela de nouvelles divisions militaires. »36

Rhouni n’a pas beaucoup aimé la réaction des tribus

des environs provoquée par l’occupation de Tétouan,

car, d’après lui, la résistance kabyle n’était formée que

de vauriens qui déstabilisaient la région et altéraient la

sécurité et l’ordre que l’Espagne avait réussi à établir,

avec l’aide du khalife. En définitive, c’était

34 A. Rhouni, Umdat al rawuin fi tárij tittauín, op. cit., p. 145.35 M. Ibn Azuz Hakim (2000), “Una visión realista del Protectorado

ejercido por España en Marruecos”, op. cit., p. 146. 36 Idem.

57

Marià Fortuny : La sieste (1860). Musée National d'Art de Catalogne (MNAC

105285), Barcelone.

Marià Fortuny: La siesta (1860). Museu Nacional d’Art de Catalunya, (MNAC

105285), Barcelona.

Una banda de radicales fanáticos del Islam que incita a

las tribus y anima a su gente a que encienda las llamas

de la insurrección en contra del majzén jalifiano y la

grandiosa Nación Protectora […] justificando sus actos

con la falacia de que los hombres del Estado Protector

hostigan a los musulmanes en sus sentimientos religiosos

y costumbres. Por ello creemos que es nuestro deber

anunciar la verdad en lo que respecta a este tema.

Pues desde que la Nación Protectora estableció el

Protectorado, no hemos visto diferencia ninguna entre los

gobernantes y los gobernados. Tanto sus militares como

sus civiles mostraron gran respeto hacia nuestra religión

islámica; ninguno de ellos se opuso a ella. Las leyes de

Charía siguen funcionando igual que antes. Nuestros

cementerios son respetados y ningún (cristiano) se atreve

a meterse en ellos. Incluso si ven un funeral, paran con

educación y se quitan el sombrero en señal de pésame

y respeto al difunto. Así son; no solo respetan nuestras

costumbres y asuntos religiosos, sino que tienden la

mano de ayuda y colaboración para que nuestros rituales

y creencias se ejerzan en condiciones más adecuadas.37

Rhouni continuaba elogiando con exaltación los logros

de la Nación Protectora y las mejoras que habían experi-

mentado diferentes sectores de la vida social, económica

y cultural marroquí. La construcción de varias escuelas

en ciudades y aldeas constataba, según Rhouni, el es-

fuerzo que España estaba desplegando en materia de

enseñanza e infraestructuras. La creación de asignaturas

especializadas en las disciplinas del Corán y el pensa-

miento religioso y el nombramiento de profesores para

enseñarlas dejaban bien claro que el propósito de las au-

toridades españolas del Protectorado no era sino instruir

a los musulmanes. Rhouni señalaba que el objetivo de

su reflexión era muy claro; se trataba de explicar a la po-

blación del Protectorado que las autoridades españolas

trataban por igual a toda la zona y no distinguían entre

la ciudad y la aldea; que depositaran su confianza en la

37 Curiosamente, la consideración, el elogio y el reconocimiento que Rhouni hace del Estado Protector en la presente nota, no lo difunde en cambio en el manuscrito que él dedica a la época del Protectorado. Mohammad Daoud rescata la nota susodicha y la publica en su libro. Véase Daoud, M.: Tarij Tetuán, (en árabe), op.cit., pp. 230-231.

« une bande de radicaux fanatiques de l’Islam qui exhorte

les tribus et incite leurs gens à allumer les flammes de

l’insurrection contre le makhzen du khalife et la grandiose

Nation protectrice […] justifiant ses actes sous le prétexte

fallacieux que les hommes de l’État protecteur harcèlent

les musulmans en raison de leurs sentiments religieux

et de leurs coutumes. C’est pourquoi nous devons

annoncer la vérité sur ce sujet. Car depuis que la Nation

protectrice a établi le Protectorat, nous n’avons vu

aucune différence entre les gouvernants et les gouvernés.

Aussi bien ses militaires que ses civils ont fait preuve d’un

grand respect envers notre religion islamique ; personne

parmi eux ne s’y est opposé. Les lois de la Charia

continuent de fonctionner comme avant. Nos cimetières

sont respectés et aucun [chrétien] n’ose y entrer. De

même, s’il voient un enterrement, ils s’arrêtent poliment

et ôtent leur chapeau comme preuve de condoléance

et de respect envers le défunt. Ils sont comme cela ;

non seulement ils respectent nos coutumes et affaires

religieuses, mais encore ils tendent la main pour aider et

contribuer à ce que nos rituels et croyances s’exercent

dans les conditions les plus adéquates. » 37

Rhouni continuait de faire l’éloge exalté des réussites de

la Nation protectrice et des améliorations qu’avaient con-

nues divers secteurs de la vie sociale, économique et

culturelle marocaine. La construction de diverses écoles

dans des villes et des villages montrait, d’après Rhouni,

les efforts déployés par l’Espagne en matière d’enseig-

nement et d’infrastructures. La création de matières spé-

cialisées dans les disciplines du Coran et de la pensée

religieuse, ainsi que la nomination de professeurs pour

les enseigner montraient clairement que le but des auto-

rités espagnoles du Protectorat n’était autre que d’ins-

truire les musulmans. Rhouni remarquait que l’objectif de

sa réflexion était très clair ; il s’agissait d’expliquer à la

population du Protectorat que les autorités espagnoles

traitaient tout le monde de la même façon dans la région

et ne faisaient pas de distinctions entre la ville et les villa-

37 Curieusement, la considération, l’éloge et la reconnaissance en-vers l’État protecteur dont fait preuve Rhouni dans la présente note n’apparaît pas dans le manuscrit qu’il consacre à l’époque du Protec-torat. Mohammad Daoud récupère ladite note et la publie dans son livre. Cf. M. Daoud, Tarij Tetuán (en arabe), op. cit., p. 230-231.

59

nación protectora cuyo propósito era cumplir los acuer-

dos internacionales, velar por el bien del Islam y los mu-

sulmanes y prestar ayuda al majzén jalifiano para que la

zona del Protectorado se desarrollara igual que Europa.

Entonces España dejaría que la zona se emancipara tal

como el maestro deja a su alumno cuando este alcanza

la mayoría de edad.

Rhouni demostraba plena conciencia de la dualidad

militarismo-civilismo que tanto había marcado la historia

contemporánea de España. Frente a la nueva y tímida

política civilista que el gobierno español pretendía em-

prender en la zona del Protectorado, las frustraciones

de los militares eran profundas. Frustraciones causadas

por la derrota de Annual y por la que ellos creían injeren-

cia de los civiles en los asuntos del ejército. Rhouni, en

su modo de narrar la historia, expresaba claramente la

simpatía que profesaba por el sector castrense conside-

rándole como el más apropiado para gestionar los asun-

tos del Protectorado. Sobre el golpe de Estado militar de

1923, Rhouni decía que:

El partido militar se levantó exigiendo sus derechos a

los civiles. Fue bajo el mando de su jefe, héroe de estos

tiempos, único en el coraje y la buena gestión, el capitán

general don Miguel Primo de Rivera y Orbaneja, quien

hasta entonces ejercía de capitán general de Barcelona,

cuando presentó a su majestad el rey Alfonso XIII sus

peticiones: este las aprobó de inmediato. El 14 de

septiembre de 1923 las autoridades ordenan a Luis

Silvela dejar la Alta Comisaría para que fuese ocupada el

25 de septiembre de 1923 por el gobernador militar de

Melilla, el teniente general, López de Aizpuru.

Rhouni hacía una elogiosa descripción de la visita de

Primo de Rivera al Protectorado. En ella plasmaba la

afinidad que tanto sentía por el ejército. Decía que el iti-

nerario de la visita empezó en Tetuán, donde Primo de

Rivera entró el día de Arafa38 del año 1342. Fue recibido

38 El nombre es derivado del monte Arafa al que un día antes del Hid Aladha o la fiesta del sacrificio suben todos los peregrinos de la Meca para apedrear al diablo, tal como consta en los pilares de la peregrinación. La mencionada fecha es sagrada y tiene una consideración religiosa en todo el mundo islámico. Véase Rhouni, A.: Umdas al rawuin fi tárij tittauín, op.cit., p.156.

ges ; qu’ils fassent confiance à la Nation protectrice dont

le but était de respecter les accords internationaux, de

veiller sur l’Islam et les musulmans, et de prêter de son

aide au makhzen du chalife pour que la zone du Protec-

torat se développe comme l’Europe. L’Espagne laisserait

alors que la région s’émancipe, de la même façon que le

maître laisse son élève lorsque celui-ci atteint la majorité.

Rhouni prouvait qu’il avait pleinement conscience de

la dualité militarisme–vie civile qui avait tellement marqué

l’histoire de l’Espagne contemporaine. Face à la nouvelle

et timide politique civiliste que le gouvernement espagnol

prétendait entreprendre dans la région du Protectorat,

les frustrations des militaires étaient profondes. Des frus-

trations causées par la défaite d’Anoual et par ce qu’ils

jugeaient être une ingérence des civils dans les affaires

de l’armée. Dans sa façon de raconter l’histoire, Rhouni

exprimait clairement la sympathie qu’il portait au secteur

militaire, considérant qu’il était le plus approprié pour gé-

rer les affaires du Protectorat. Au sujet du coup d’État

militaire de 1923, Rhouni disait que

« Le parti militaire s’est soulevé en exigeant ses droits

aux civils. C’est sous le commandement de son chef,

héros de ces temps-là, d’un courage et d’une bonne

gestion uniques, que le Capitaine général Miguel Primo

de Rivera y Orbaneja, qui jusqu’à ce moment-là exerçait

ses fonctions de Capitaine général de Barcelone, qu’il

a présenté ses demandes à Sa Majesté le roi Alphonse

XIII : celui-ci les a immédiatement approuvées. Le 14

septembre 1923, les autorités ont ordonné à Luis Silvela

de quitter le Haut-Commissariat pour qu’il soit occupé, le

25 septembre 1923, par le Gouverneur militaire de Melilla,

le lieutenant général López de Aizpuru. »

Rhouni décrivait de façon élogieuse la visite de Primo

de Rivera au Protectorat. Il y exprimait l’affinité qu’il res-

sentait pour l’armée. Il disait que l’itinéraire de la visite

commençait par Tétouan, où Primo de Rivera est entré

le jour d’Arafa38 de l’an 1342. Il a été reçu avec tous les

38 Le nom vient du mont Arafa sur lequel, un jour avant le Hid Aladha ou fête du sacrifice, tous les pèlerins de La Mecque montent pour jeter des pierres au diable, selon les piliers du pèlerinage. Ladite date est sacrée et a une considération religieuse dans tout le monde islamique. Cf. A. Rhouni, Umdas al rawuin fi tárij tittauín, op. cit., p.156.

con todos los honores de presidente del Consejo de Mi-

nistros de una «nación grandiosa como lo es la España

protectora. La gente se alegró mucho de haber vuelto a

verle, pues lo conocía desde 1913 cuando ejercía en Te-

tuán de general del tabor de los Cazadores».39 Con esta

visita Primo de Rivera había permitido que se renovaran

los lazos de aprecio y cordialidad entre los tetuaníes y él.

Conclusiones

Las descripciones que hace Afailal de los hechos bélicos

de 1860 convierten su Kunnach en una fuente indispen-

sable para cualquier proyecto de reconstrucción histo-

riográfica. La veracidad y realismo que tanto caracterizan

sus relatos consiguieron fascinar al lector con imágenes

fabulosas de un Tetuán mágico que el mismísimo Afailal

llamaría «Paloma blanca» y compararía en sus poemas

con Damasco y El Cairo. En cuanto a la obra cuyo autor

es anónimo, pese a ser una obra hecha por encargo, la

imparcialidad con que quien la escribe cuenta los he-

chos la convierte en una de las más interesantes fuentes

históricas de la época. Lo mismo se puede decir de las

memorias del alfaquí rural; la naturalidad y la esponta-

neidad que las caracteriza se explican por el modesto

nivel cultural, exclusivamente religioso, del alfaquí y su

posición desinteresada a la hora de formular juicios. Es

lo se echa en falta en las reflexiones, cautelosas y bien

meditadas, de Rhouni donde este dedica palabras de

respeto y admiración a las autoridades españolas del

Protectorado; admiración bien justificada por los intere-

ses que le ligaban a España.

En definitiva, las opiniones que se desprenden de las

diferentes fuentes consultadas permiten elaborar una

versión nueva sobre la historia del Protectorado español,

con sus realidades, instituciones, actores y vivencias;

realidades que, en el presente trabajo, se ha procurado

formular desde ópticas exclusivamente marroquíes, pero

que no son unánimes a la hora de describir o reconstruir

los hechos. Su imparcialidad o parcialidad dependían de

quién relataba los sucesos y de las relaciones que man-

tenía con el Protector.

39 Rhouni, A.: Umdas al rawuin fi tárij tittauín, op.cit., p.156.

honneurs du Président du Conseil des Ministres d’une

« nation grandiose comme l’Espagne protectrice. Les

gens se sont bien réjouis de le revoir, car ils le connais-

saient depuis 1913 lorsqu’il était le général du tabor des

Chasseurs à Tétouan »39. Avec cette visite, Primo de Ri-

vera avait permis de renouveler les liens d’estime et de

cordialité entre lui et les Tétouanais.

Conclusions

Les descriptions des évènements de guerre de 1860

réalisées par Afailal font de son Kounnach une source

indispensable pour tout projet de reconstruction histo-

riographique. La véracité et le réalisme qui caractéri-

sent ses récits ont réussi à fasciner le lecteur avec les

images fabuleuses d’un Tétouan magique auquel Afailal

même donnerait le nom de « Colombe blanche » et le

comparerait dans ses poèmes à Damas et Le Caire.

Quant à l’œuvre de l’auteur anonyme, bien qu’il s’agis-

se d’un travail fait sur commande, l’impartialité avec la-

quelle il raconte les évènements en fait une des sources

historiques les plus intéressantes de l’époque. On peut

en dire de même au sujet des mémoires du faqih rural ;

la naturalité et la spontanéité qui les caractérise s’ex-

pliquent par le niveau culturel modeste, exclusivement

religieux, du faqih, et par son point de vue désintéressé.

C’est ce qui manque dans les réflexions, prudentes et

bien méditées, de Rhouni, lorsqu’il adresse des mots

de respect et d’admiration aux autorités espagnoles du

Protectorat ; admiration justifiée par les intérêts qui le

liaient à l’Espagne.

En conclusion, les opinions qui se dégagent des dif-

férentes sources consultées permettent d’élaborer une

nouvelle version de l’histoire du Protectorat espagnol,

avec ses réalités, institutions, acteurs et expériences vé-

cues ; dans le présent travail on a essayé de formuler

ces réalités à partir de perspectives exclusivement ma-

rocaines, mais qui ne sont pas unanimes au moment de

décrire ou de reconstruire les faits. Leur impartialité ou

partialité dépendaient de l’auteur qui racontait les évène-

ments et des rapports qu’il entretenait avec le Protecteur.

39 A. Rhouni, Umdas al rawuin fi tárij tittauín, op. cit., p.156.


Recommended