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Estudio residentes burnout

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“ESTUDIO DE LOS FACTORES DE RIESGO LABORAL PSICOSOCIAL EN MEDICOS RESIDENTES DE UN HOSPITAL PUBLICO DE LA PROVINCIA DE MENDOZAMARIANO ARIEL FISCHER MENDOZA, julio de 2009
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“ESTUDIO DE LOS FACTORES DE

RIESGO LABORAL PSICOSOCIAL EN

MEDICOS RESIDENTES DE UN

HOSPITAL PUBLICO

DE LA PROVINCIA DE MENDOZA”

MARIANO ARIEL FISCHER

MENDOZA, julio de 2009

2

INTRODUCCION

Las condiciones laborales actuales, propias de las sociedades modernas, en las que son comunes el

uso intensivo de alta tecnología y una despersonalización de las relaciones sociales han permitido

la aparición de nuevas formas de patología laboral, con lo que el deterioro de las condiciones de

vida y de trabajo del personal de de los servicios asistenciales se muestra como uno de los

problemas emergentes de salud laboral en la actualidad.

Desde los últimos años se asiste a la popularización del Síndrome de Burnout, o de Quemarse por

el trabajo, de aplicación a las profesiones más estresantes como la medicina, en los que las

organizaciones exigen un nivel de productividad alto y sin desarrollo y cuidado por los recursos

humanos.

La importancia del estudio de las consecuencias de manifestaciones como las del SQT residen en

que éste puede ser causa no sólo de un deterioro de la calidad de los servicios en cuanto a su

participación sobre el ausentismo, el desinterés, los malos tratos o los ambientes laborales nocivos

a la salud; sino que se traduce en una repercusión en cada uno de los aspectos individuales y

sociales en el que el individuo se ve inmerso, generando que el problema se multiplique, lo mismo

que sus consecuencias. En el caso de los residentes las consecuencias resultarían de mayor

gravedad, dado que las propias expectativas con las que el médico empieza la residencia resultan

frustradas en un entorno de presión asistencial y de sensación de desamparo por parte de la

Administración.

El personal sanitario tiene como objeto de trabajo a los pacientes (o usuarios), y esta particularidad

hace que un error que se cometa pueda generar consecuencias graves tanto para la salud de ellos

como para los médicos, en tanto demandas y complicaciones profesionales, psicológicas, pero

también legales.

De este colectivo laboral, uno de los grupos más vulnerables a los problemas originados por los

factores psicosociales del trabajo es el de los médicos que se encuentran en su periodo de

formación, ya que es en este periodo en el que se producen los procesos claves de adaptación y

ajuste a las nuevas tareas o aparecen los fracasos en el afrontamiento de las funciones básicas de su

rol asistencial. El médico residente debe realizar un proceso en el que la enseñanza teórica recibida

durante su formación previa se convierta en aprendizaje a través de la experiencia clínica.

En su actividad diaria se encuentran expuestos a una alta presión laboral, situaciones de urgencia,

la burocracia mecánica, la falta de incentivos, la inexperiencia y el enfrentamiento a situaciones

desconocidas, los coloca en situaciones de estrés constante y quizás lo de mayor impacto, la

inconsistencia entre las expectativas y la realidad, por lo que están expuestos continuamente a

situaciones de estrés.

3

Existe una amplia literatura científica que considera que los residentes son especialmente

vulnerables a las consecuencias de permanecer en una situación de estrés crónico producto de

situaciones de sobrecarga de trabajo, intensas demandas laborales, el limitado control, la

percepción de falta de apoyo por parte de superiores y los problemas relativos a horarios

prolongados de trabajo y guardias. La prevalencia del Síndrome de Quemarse por el Trabajo sería

una de las explicaciones para la desmotivación que presentan los trabajadores de la salud, la que

resulta uno de los factores que pueden permitir la comprensión de las causas del alto porcentaje de

ausentismo laboral de origen medico existente.

Esta investigación intenta comprender el proceso de trabajo como determinante de la salud de los

trabajadores, buscando las relaciones entre el proceso salud-trabajo que determinan la aparición de

específicos riesgos laborales y patologías.

Se planteó como objetivos la respuesta a necesidad de tener un conocimiento concreto acerca de los

factores de riesgo laboral presentes, que repercuten sobre el estado de salud de los médicos en

formación del Hospital Luis Lagomaggiore, y la descripción de la presencia de las manifestaciones

del Síndrome en estos médicos. Mediante un formulario autoadministrado se recolectó información

de tipo social, demográfico, de la situación de salud, la carga física mental del trabajo y también

un cuestionario con la escala de valoración de Maslach Burnout Inventry (MBI) que consta de 22

preguntas para evaluar la presencia del síndrome de Quemarse por el Trabajo en sus tres

dimensiones: Agotamiento Emocional (AE), Despersonalización (DP) y Realización Personal

(RP). El trabajo de campo se concretó entre los meses de julio de 2008 a enero de 2009, la relación

con los residentes de distintos niveles hizo a través de los servicios del hospital, advirtiendo que los

datos no se usarían de manera personal sino que era de carácter voluntario y anónimo. Este punto

es particularmente complejo de tratar cuando se trata de evaluaciones de esta índole, porque existen

temores (sean fundados o no) acerca del destino de la información y el real anonimato de las

respuestas, en un contexto laboral de gran conflictividad, con paros y huelgas prolongadas, como

es el de los profesionales de la salud de la provincia de Mendoza.

El recorrido de este trabajo tiene una parte de desarrollo teórico y parte de desarrollo empírico. El

marco teórico trata de un recorrido conceptual sobre los temas vinculados con los conceptos que se

tratan a lo largo del trabajo.

Se explicitan los conceptos de Quemarse por el Trabajo, estrés, factores psicosociales, sus causas y

consecuencias para la fisiológicas y psíquicas persona y para las organizaciones. Respecto del

síndrome de quemarse por el trabajo, se trata de lograr una definición apropiada, delimitarlo

conceptualmente, diferenciar lo particular que lo diferencia de otros estados o situaciones de origen

también psicosocial.

El otro punto del desarrollo teórico se refiere a la particularidad del síndrome en los médicos

residentes, como lo ha tratado de la bibliografía, y como actúan todos estos factores sobre los

4

residentes médicos. Lo que se trata des de recopilar los hallazgos mas importantes de las

investigaciones que circulan, que son las particularidades que se ha encontrado y también denotar

las características principales que tiene el síndrome de quemarse por el trabajo en los residentes en

general Este punto se apoya no sólo en los aportes de los antecedentes y del desarrollo teórico,

sino también de los resultados de las entrevistas realizadas a jefes e instructores de residentes que,

como informantes altamente calificados conocen el trasfondo de la residencia en el propio hospital

y pueden brindar una opinión de gran utilidad.

El punto de desarrollo teórico siguiente al SQT es un recorrido por la problemática de la

significación del trabajo, y la manera en que su significado fue cambiando para ser lo que es hoy.

Pasar de un castigo a una actividad existencial que define al individuo, y en este caso la actividad

del medico, trabajar de médico, es su identidad, es ser médico. Actualmente es muy difícil entender

las identidades sin poner en relación al trabajo, no sólo como medio para ganarse la vida sino como

una vía de realización personal.

La popularización de problemática del SQT es de por sí en una moda intelectual, como antes

también lo fue la discusión por la posmodernidad, que manifiesta la preocupación por ciertas

consecuencias individuales del hecho de trabajar, pero que en definitiva no se acerca al verdadero

problema. El intento de este trabajo es ir más allá de la descripción del síndrome y buscar la

relación de sus causas con los condicionamientos de la estructura social.

Luego del desarrollo teórico lo que sigue es el apartado metodológico, esto es el análisis estadístico

descriptivo de los resultados del cuestionario utilizado en los residentes del hospital Lagomaggiore.

En la elaboración de cuestionario se buscó reunir preguntas de tipo demográfico, de consumos

relacionados con la salud, de estilos de vida, de estresores de la carga de trabajo, y por ultimo las

22 preguntas correspondientes al Maslach Burnout Inventry específico para profesiones de la salud,

que han permitido tener un panorama más claro en cuanto a las situaciones que colaboran a

encontrar una presencia alta del síndrome, pero también de los aspectos que están funcionando

como mitigadores del mismo .

5

CAPITULO 1

EL ESTRES

1.1. El estrés en la sociedad contemporánea

Las características del mundo laboral actual (multiempleo, desempleo, contratos de corto plazo,

competencia en vez de colaboración, etc.) se agregan a otros factores (aumento de longevidad no

necesariamente asociado a buena calidad de vida, aumento de la frecuencia y velocidad de los

cambios, inseguridad constante, exceso de información, cambios en la estructura familiar, perdida

de motivaciones, lealtades y valores) para contribuir a convertir al estrés en una de las graves

epidemias del siglo XXI

La organización del trabajo ha hecho que los puestos tengan cada vez mayor uso de tecnología e

instrumentos que constituyen la mano de obra, mayor afluencia y cantidades de información.

Ante esto, el contar cada vez con menos tiempo para desarrollar actividades laborales y no

laborales, y las condiciones fisiológicas del cuerpo humano se revelan como serias limitaciones.

Los avances tecnológicos logrados durante estas últimas décadas han implicado enormes cambios a

todos los niveles de la sociedad, y para poder soportar transformaciones de semejante magnitud,

debe disponerse de una capacidad de adaptación tanto en el plano físico como en el ámbito mental

y social. Sin embargo, el desarrollo de tales capacidades de adaptación no siempre logra el ritmo

vertiginoso e intenso de cambios que debe enfrentar el hombre, lo cual lleva a una situación

conflictiva y de desequilibrio, en la que la actual epidemia de trastornos ligados con el estrés

representa un serio problema para el médico.

Con el termino ―estrés‖ se pueden encontrar una serie de estados, por lo que se presentan grandes

dificultades tanto para definirlo, acotarlo o explicarlo como para encontrar una metodología para

medirlo. El origen de estas dificultades se encuentra en la multiplicidad y variabilidad de las causas

que lo provocan, que están sujetas a la interacción de varios factores que afectan de manera

diferente a cada individuo debido a la diferente disposición individual. Por lo tanto, esto constituye

una dificultad el establecimiento de relaciones causa-efecto directa o el establecimiento de una

secuencia temporal en su desarrollo.

La existencia de gran número de dolencias psicosomáticas causadas por las exigencias de la vida

cotidiana, pero particularmente en cuanto al ámbito laboral, ha facilitado la difusión y la

popularización de este término, en la que ha tenido gran importancia las investigaciones que se

realizan sobre la dinámica interrelacional que se establece en el individuo entre el ámbito físico y

psíquico, de la que tal vez, el estrés, sea su más claro exponente

6

El estrés es causa directa e indirecta en la ocurrencia de accidentes de trabajo y precursor de

enfermedades, así como otros efectos negativos para la salud de los trabajadores, la organización

laboral o en el contexto social y familiar del sujeto sometido a estrés. En este sentido, se encuentran

diferentes efectos: subjetivos donde destaca la ansiedad, agresión, apatía, aburrimiento, depresión,

fatiga, frustración, sentimientos de culpa, irritabilidad, tristeza, baja autoestima, tensión,

nerviosismo y soledad; efectos cognitivos que influyen en la incapacidad de tomar decisiones, de

concentrarse, olvidos, resistencia a la crítica; efectos conductuales, fisiológicos, sobre la salud y en

la organización donde destaca el ausentismo laboral, relaciones laborales pobres, escasa

productividad, altas tasas de accidentes, altas tasas de cambio de trabajo, mal clima en la

organización, antagonismo con el trabajo, insatisfacción con el desempeño de tareas.

El personal asistencial, y en especial los médicos que trabajan en las urgencias, está expuesto a un

alto grado de estrés por la gran responsabilidad del trabajo que desempeña, interrupción frecuente

en la realización de la tarea, recibir de manera constante críticas de otras personas, como médicos,

supervisoras, familiares de los pacientes y el paciente mismo. Se observa además falta de

comunicación con los compañeros del trabajo sobre problemas del servicio y compartir

experiencias y sentimientos positivos o negativos hacia los pacientes; ausencia del personal médico

en situaciones de urgencia como paro cardiorrespiratorio o empeoramiento de la situación clínica

del paciente, que suele manifestarse a través de una respuesta emocional en forma de risa, llanto,

irritabilidad, ansiedad, culpabilidad, depresión, fatiga y agotamiento, que vienen al encuentro de los

referidos por otros estudios (dos tipos de consecuencias de estrés: la directa e indirecta; en la

primera se encuentra ausentismo laboral, tardanzas y retraso en el trabajo, rotación de personal,

poca membrecía y participación; la segunda, se relaciona con la ejecución del trabajo y los aspectos

organizacionales como: cantidad y calidad de la productividad, accidentes, maquinarias averiadas y

demoras en su reparación y sobreutilización de la iniciativa y la creatividad.

El manejo de pacientes críticos en los servicios de emergencia está rodeado permanentemente de

riesgos tanto para el paciente como para el equipo de salud que lo acompaña. Por lo tanto, la

decisión rápida que se tome debe basarse en una evaluación de los beneficios potenciales para el

usuario contra los riesgos posibles.

Por otra parte, el trabajo en un ambiente hospitalario tiene características peculiares que lo vinculan

necesariamente con experiencias laborales estresantes.

La necesidad de atención urgente de la población, planteada como consecuencia de alteraciones

imprevistas graves, ocupa un espacio importante en la ardua labor de toda organización

hospitalaria, donde retrasarse puede significar la pérdida de una vida. Esta situación de ausencia de

control se refiere a la escasa influencia que tiene el trabajador sobre la planificación de su trabajo y

está íntimamente vinculada con la experiencia del estrés1.

1 Mamani Encalada, Antonia et al ―Factores que desencadenan el estrés y sus consecuencias en el desempeño laboral en emergencia‖; pág. 54

7

1.2. Definición de Estrés

El termino estrés forma parte del vocabulario en forma cotidiana con acepciones diversas que, en

términos generales lo describen como el proceso por el cual las condiciones del entono exceden o

sobrepasan la capacidad de adaptación de las personas, ocasionando cambios psicológicos y

biológicos que pueden afectar la salud.

El origen de la palabra inglesa stress proviene del francés antiguo ―destressé2‖ (estar bajo

estrechez), haciendo énfasis en las nociones de tensión o presión, tanto en sentido negativo como

positivo. En el idioma castellano la palabra estrés tiene un significado similar a la idea de

encontrase bajo presión, pero carece del aspecto positivo. El uso moderno de este término proviene

de la física y la arquitectura e implica la fuerza que se aplica a un objeto, que puede deformarlo o

romperlo.

Generalmente el término es mencionado con el objeto de hacer referencia a ciertos acontecimientos

en los cuáles los sujetos se encuentran ante situaciones que les implican un conjunto de reacciones

fisiológicas y psicológicas que pueden agotar sus recursos de afrontamiento, esto es, la capacidad

de poder sobre ponerse al mismo.

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) el estrés es definido como el

―conjunto de reacciones fisiológicas que preparan al organismo para la acción‖3, una respuesta

fisiológica, psicológica y de comportamiento de un sujeto que busca adaptarse y reajustarse a

presiones tanto internas como externas.

Desde una perspectiva médica se puede definir el estrés como ―un proceso en el que las demandas

ambientales comprometen o superan la capacidad adaptativa de un organismo, dando lugar a

cambios biológicos y psicológicos que pueden situar a las personas en riesgo de enfermedad‖4. De

esta manera se lo puede considerar un factor de riesgo de enfermedad psíquica y somática, al ser

un elemento desencadenante de la emergencia de otros factores de riesgo, ya que esta implicado en

el desarrollo de la aterosclerosis, de la hipertensión, en el desarrollo o mantenimiento de conductas

de riesgo de riesgo cardiovascular, etc.

Con el objeto de explicar los cambios fisiológicos originados por el estrés, el endocrinólogo Hans

Selye quien en 1956 define el Síndrome General de adaptación (SGA) como ―respuesta general del

organismo ante cualquier estímulo estresor o situación estresante‖5. Esto es, un proceso

homeostático como resultado del balance entre las demandas de la realidad y la capacidad de

respuesta del individuo, siendo modulado este balance por la percepción que el individuo tiene de

sí mismo y del mundo. Mientras que el estrés consiste en la agregación de los cambios

inespecíficos que se dan en el organismo, el síndrome general de adaptación, como su

2 Martínez Plaza, Cesar A; ―Estrés: aspectos médicos‖; pág. 67. 3 Leka, Stavroula et Al ; ―La organización del trabajo y el estrés ―; Pág. 4. 4 Martínez Plaza, Cesar A; ―Estrés: aspectos médicos‖; pág. 68. 5 Federación de servicios y Administraciones Publicas de España; ―Manual de Estrés Laboral‖; pág. 32.

8

expresión del estrés a través del tiempo, se refiere a todos los cambios inespecíficos que se

desarrollan a través del tiempo durante una exposición continua a un estresor.

Un aspecto particular de la reacción de estrés es que no es indispensable que exista la presencia de

un evento externo (objetivo), sino que la activación de un recuerdo asociado a una determinada

situación de estrés, es suficiente para generar una respuesta similar a la obtenida en presencia del

mismo. Asimismo resulta común que los efectos de una situación estresante vivida repercuten en

un ámbito distinto del origen de aquélla; por lo que ciertas circunstancias extralaborales pueden

repercutir negativamente en el desarrollo de las tareas profesionales, y pero también lo contrario,

que las circunstancias problemáticas en el ámbito laboral esparzan sus efectos en otras esferas de la

vida del individuo. Cuando las situaciones estresantes continúan no resueltas, se queda el

organismo en un estado constante de activación, lo que aumenta la tasa del desgaste a los sistemas

biológicos. En última instancia, el resultado es la fatiga o el daño y la habilidad del cuerpo de

arreglarse, defenderse puede verse comprometida seriamente. Por lo tanto, el estrés en si no es una

enfermedad, pero una exposición prolongada al estrés puede reducir la eficacia del desempeño en

los roles sociales y causar problemas de salud.

1.3. El mecanismo del estrés

Cada vez que un individuo interactúa con otros y con su medio se crea una cantidad de estrés, por

lo que éste fenómeno tiene dimensiones y efectos fisiológicos y psicológicos que aparecen

interrelacionados e interactuantes. No solamente los agentes físicos nocivos que actúan

directamente sobre el organismo son productores de estrés, sino que además, en el caso del ser

humano, las demandas de carácter social y las amenazas del entorno del individuo que requieren de

capacidad de adaptación provocan el trastorno del estrés. De esta manera, el estrés ha involucrado

en su estudio la participación de varias disciplinas médicas, biológicas y psicológicas con la

aplicación de tecnologías diversas y avanzadas.

1.4. El estrés crónico

Se considera como estresores sociales crónicos a l o s p r o b l e mas, amenazas y conflictos que

son relativamente duraderos, pero que la mayor parte de las personas tiene en su vida

cotidiana, relacionándose con los roles sociales laborales y familiares que se asumen, tales

como dificultades en el trabajo, problemas de pareja o complicaciones en las relaciones entre

padres e hijos. El estrés crónico por sobrecarga de roles ocurre cuando las demandas exceden

las capacidades del sujeto, y por lo este se encuentra asociado a los roles profesionales y a

ciertos roles especializados, como por ejemplo, en las personas que cuidan de algún familiar

gravemente impedido. Los conflictos interpersonales son formas de estrés crónico que conlleva

9

problemas y dificultades que se originan entre personas que interactúan entre sí en conjuntos

de roles complementarios, tales como esposo y esposa, padre e hijo, obrero y supervisor,

etc.6 Otros conflictos entre roles precursores de estrés crónico se producen cuando existen

demandas incompatibles entre diversos roles, como por ejemplo entre las demandas laborales

y las familiares, por lo que el individuo puede no lograr satisfacer las demandas y

expectativas de uno de los roles sin descuidar las demandas del otro.

1.5. El mecanismo de la reacción de estrés

En el desarrollo del proceso fisiológico de reacciones, desde que aparece hasta que alcanza su

máxima expresión atraviesa por tres etapas:

1.5.1. La reacción de Alarma:

Se manifiesta el indicio de la presencia de un estresor, así las reacciones fisiológicas se manifiestan

como advertencia debido a que el organismo se altera fisiológicamente y el sujeto toma conciencia

del estrés existente cuando su umbral de estrés es superado y se da cuenta de su agotamiento, por lo

tanto, resulta así una fase de alarma.

1.5.2. Fase de Adaptación y Resistencia:

Cuando el estrés supera la fase anterior, el organismo aunque intenta adaptarse, no tiene tiempo

para recuperarse del estímulo por lo que continúa reaccionando para hacer frente a la situación.

Cuando un individuo es sometido en forma prolongada a la amenaza de agentes lesivos físicos,

químicos, biológicos o sociales el organismo si bien prosigue su adaptación a dichas demandas de

manera progresiva, puede ocurrir que disminuyan sus capacidades de respuesta debido a la fatiga

que se produce en las glándulas del estrés. El organismo se torna crecientemente vulnerable a

problemas de salud.

1.5.3. Fase de Agotamiento:

Esta fase es considerada como la terminal del estrés, dado que la disminución progresiva del

organismo frente a una situación de estrés prolongado conduce un colapso del sistema orgánico que

se estaba enfrentando a los estresores, dando lugar a la aparición de enfermedades psicosomáticas.

Algunos de los síntomas físicos y psicológicos reconocidos son dolores musculares y de cabeza,

agotamiento e irritabilidad, cambios en el sueño, en la alimentación, en la vida sexual y en el estado

de ánimo. Como respuesta defensiva, el cansancio no permite que la vitalidad se restaure con el

sueño nocturno. Como síntoma psicológico, la ansiedad es causada no solamente por la situación

estresante, sino también por experiencias que normalmente antes no la producían, por lo tanto

contribuye a la retroalimentación del agotamiento.

6Sandín, Bonifacio; Opcit, pág. 146

10

Nivel de importancia Manifestaciones

Leve Irritabilidad y ansiedad, insomnio, problemas de concentración

Moderado Aumento del ausentismo laboral, cansancio sin razones aparentes, indiferencia e indecisión, aumento de

consumo de tabaco y alcohol

Severo Depresión, problemas de salud (cardiovasculares, digestivos), aislamiento social y presencia de pensamientos

autodestructivos

Tabla nº 1: niveles y manifestaciones del estrés7

1.6. Las causas del estrés

Además de las alteraciones orgánicas, el estrés también provoca una serie de efectos que tienen que

ver con los procesos mentales y conductuales. Se los conoce también como agentes estresores, en

tanto elementos que pueden transformarse en un factor de desequilibrio en el individuo, siendo

tanto relativos a las características de su trabajo como ciertas características de las personas.

A continuación, se presenta una síntesis de los mismos.8

Ambientales

Contaminación ambiental,

contaminación sonora,

Temperaturas extremas,

Riesgos químicos, Vibraciones.

Problemas ergonómicos del diseño del puesto de trabajo o los instrumentos del mismo.

Laborales

Diseño de las tareas (sobrecarga de trabajo, largas jornadas laborales, cambios de turno, Turnos nocturnos

Trabajos monótonos etc.)

• Estilo de gestión (ausencia comunicación, poca participación en la toma de decisiones, etc.)

• Relaciones interpersonales (falta de apoyo social, problemas en las relaciones sociales, Competencia con los

compañeros Conflictos con los jefes etc.)

• Responsabilidades laborales (excesivas responsabilidades, expectativas laborales conflictivas o imprecisas)

• Preocupación por la carrera (inseguridad laboral, falta de oportunidades para ascender, ascensos excesivos o

insuficientes etc.)

Del entorno familiar y

social

• Conflictos en las relaciones interpersonales, familiares o conyugales

• Enfermedades o fallecimientos dentro del entorno familiar

• Inseguridad

• Dificultades económicas

De salud

Alimentación inadecuada,

Enfermedad aguda y crónica. Dolor

Sedentarismo o inadecuada actividad física.

Posturas inadecuadas

Psicológicos

• Falta de confianza personal.

Baja autoestima

Temor, ansiedad, exceso de preocupaciones

No identificar claramente las prioridades

Incapacidad para afrontar problemas

Dificultad para manejar presiones

Tabla nº2 Principales factores de estrés.

Es común encontrar en la bibliografía sobre la relación entre estrés y salud la búsqueda de una

determinación unicausal o de cuales de los tipos de estresores ejerce como determinante

mayoritario. Sin embargo, esta línea de análisis no es la correcta, dado que como elementos de un

mismo fenómeno multifactorial, los diferentes estresores están estrechamente interrelacionados y

se retroalimentan entre sí, por lo que la particular forma de interrelación de las fuentes de estrés

como contribución conjunta al estado de salud es lo que resulta realmente relevante.

7 Fuente: elaboración propia 8 Fuente: Sandín, Bonifacio; ―El estrés: un análisis basado en el papel de los factores sociales‖; pág. 150.

11

1.7. Mecanismos de adaptación o afrontamiento al estrés

La investigación de los factores precursores indica que los estresores de origen social no tienen la

misma carga, ni afectan por igual a todos los individuos, por lo que un mismo evento puede ser

precursor de niveles elevados de estrés e importantes perturbaciones de la salud en unas personas

pero no en otras. Esto ocurre debido a que ellos no sólo pueden percibir de forma diferente las

amenazas de las situaciones estresantes, sino que también emplean diferentes habilidades,

capacidades y recursos, tanto personales como sociales, para hacer frente a las situaciones que

amenazan con ser estresantes.

De esta manera, los efectos el estrés dependerían de:

- La percepción (o valoración subjetiva) del estresor,

- La capacidad del individuo para ejercer un control de la situación

- La formas en que se internalizan las capacidades para afrontar los problemas

- La influencia de los patrones de conducta socialmente sancionados como normales.

La importancia del concepto de afrontamiento reside en que es a lo recurre el sujeto para poder

hacer frente al estrés, tratando de reducir el nivel de amenaza del mismo o tratando de controlar

sus propias respuestas físicas, psicológicas y sociales. En su proceso estarían involucrados, como

recursos, todos los esfuerzos cognitivos o conductuales que emplea el sujeto para hacer frente

a las demandas estresantes y/o al malestar emocional asociado a la respuesta del estrés9, como

las acciones que lleva a cabo la gente por su propia cuenta para evitar o aminorar el impacto de los

problemas de la vida. Se considera como formas de afrontamiento a acciones concretas para

modificar las condiciones del estresor, tales como tratar de controlar la tensión, ver una película, o

la búsqueda de apoyo social en el contexto laboral, por lo que los estilos de afrontamiento serian

tendencias personales para llevar a cabo unas u otras estrategias de afrontamiento.

Los recursos de afrontamiento serian características personales y sociales que tienen las personas

para hacer frente a situaciones de estrés, como el apoyo social, locus de control, la percepción de

control, la autoeficacia, la autoestima, el sentido del optimismo, entre otros.

1.8. La Sintomatología del estrés

Se conoce que el ritmo de vida de las grandes ciudades dificulta la detección de las variaciones de

las respuestas del organismo, dificultando la identificación de los síntomas que lo causan, dándose

casos en que las respuestas son tan leves que pueden llegar a pasar inadvertidas o confundirse con

síntomas de otros estados, o también ser consideradas como algo natural, y no como respuestas

fisiológicas y emocionales.

9 Sandín, Bonifacio; ―Opcit, pág. 152.

12

1.8.1 Cansancio mental y físico

Sometido a niveles apropiados de estrés -como fuente de motivación- el sujeto puede desarrollar

una actividad productiva y creadora, pero una vez excedido el nivel de rendimiento óptimo, se

entra en la fase negativa del estrés, en la que el cansancio mental ocasiona que se esfuerce al

cuerpo a alcanzar el mismo nivel de rendimiento anterior. Los efectos de potenciación de este

cansancio físico y mental constituyen una fuente suplementaria de estrés, creándose así una

tendencia a provocar un estado caracterizado por un total agotamiento físico y mental.

1.8.2. La ansiedad

Los procesos mentales pueden movilizar con facilidad las funciones físicas, y las personas que

reaccionan por medio de la ansiedad están sujetas a un elevado nivel de estrés, que se instala

mediante un mecanismo de retroalimentación. La ansiedad no sería únicamente un síntoma que

refleja estrés, también es una causa suplementaria de estrés, debido a que el proceso de reacción al

estado ansioso comienza por la percepción de un estímulo (persona, acontecimiento, lugar u objeto)

experimentado como un desafío o una amenaza.

1.8.3. La tensión muscular y dolores crónicos

Una tensión muscular excesiva resulta a la vez una reacción al estrés y una fuente de estrés, porque

bajo los efectos de un estrés prolongado, el sujeto tiende a extenuar sus músculos.

Así, un acontecimiento estresante o el simple hecho de pensar o imaginar algo que desencadena el

estrés, prepara inconscientemente al sujeto para la acción, y la recurrencia de tales pensamientos

produce situaciones permanentes a las que el cuerpo se adapta manteniendo un estado de tensión

crónica.

Una situación estresante, real o imaginaria, provoca no sólo una reacción inmediata al estrés, sino

que deja también un residuo de tensión en el cuerpo. Como el estrés se acumula, esta tensión

aumenta en el curso del día. La incapacidad de disipar la tensión residual, a la que se agregan

agentes estresantes suplementarios, provoca una superactividad del sistema neurovegetativo,

creando un círculo vicioso emoción-acción.

La tensión -física y psíquica- desencadena o contribuye a desencadenar una serie de trastornos que

acarrean dolores de espalda y dolores de cabeza. El componente psicosomático de estos trastornos

se encuentra con frecuencia ligado a un estrés permanente y al sentimiento de impotencia

experimentado por las personas que no saben cómo hacer frente a las situaciones de estrés.

Los agentes estresantes de origen ambiental como la contaminación las condiciones de trabajo

inadecuadas, el ruido, aliados con factores emocionales, provocan dolores de espalda y dolores de

cabeza crónicos que disminuyen el rendimiento laboral y la calidad de vida.

13

1.9. Enfermedades causadas por el estrés

El estrés puede inducir el desencadenamiento y/o exacerbación de numerosas enfermedades que

afectan a todos los órganos y sistemas del organismo. Este término se refiere al conjunto de

estructuras neurológicas y endocrinológicas que básicamente intervienen en el proceso de estrés, 10

que supone un estado de activación que depende de la evaluación que el propio organismo realiza

de su entorno, en que la respuesta al estrés está determinada por el sistema nervioso central y la

coordinación que éste ejerce sobre los tres sistemas que intervienen en el mantenimiento de la

homeostasis: sistema nervioso autónomo, endocrino e inmune

1.9.1. Patologías cardiovasculares

Los estresores nocivos para la salud cardiovascular se encuentran en áreas relativas al mundo del

trabajo y con alta carga psicosocial. Una combinación de alta carga de trabajo y una escasa

autonomía o control sobre el mismo, produce una tensión laboral que se manifiesta a través de

enfermedades cardiovasculares

El estrés se considera un factor más de riesgo en el desarrollo y mantenimiento de la hipertensión

arterial esencial, asociado a factores como la inactividad física, el sobrepeso, o la ingesta excesiva

de sal. Existe un creciente cuerpo de evidencias que relaciona ciertas características del trabajo con

las enfermedades cardiovasculares, como la enfermedad coronaria, la hipertensión, la

arterioesclerosis y la trombosis. 11

1.9.2. Patologías digestivas

En la patología digestiva, cada vez están teniendo más relevancia e importancia los trastornos y las

enfermedades relacionados con la psiquis y el ambiente. Una de las más conocidas es el Síndrome

de Colon Irritable, causado por alteraciones a nivel central o periférico, si bien la influencia de

situaciones de estrés sobre esta patología apoya de forma plausible la influencia de mecanismos

mediados por el sistema nerviosos central.

Su causa exacta es desconocida, suponiendo la implicación de varios factores causantes, que

acarrean alteraciones motoras-perceptivas intestinales, las que ocasionan los síntomas. Se la

considera como una enfermedad muy frecuente, que representa más del 50% de las consultas

gastroenterológicas, afectando con más frecuencia a las mujeres que a los hombres; se inicia hacia

los 30 años, rara vez después de los 50 años. 12 Los síntomas principales de este cuadro clínico son

el dolor abdominal difuso junto con sensación de distensión, intolerancia alimentaria, alteraciones

hormonales, alteraciones psicológicas, alteraciones de la motilidad, alteraciones de la sensibilidad.

10 Martínez Plaza, Cesar A; Opcit; pág. 68 11 Juárez-García, Arturo; ―Factores psicosociales laborales relacionados con la tensión arterial y síntomas cardiovasculares en persona l de enfermería en

México‖ pág. 110 12Martínez Plaza, Cesar A; Opcit; pág 75

14

Estos factores se encuentran interrelacionados, y se supone producen el síndrome de intestino

irritable. Es decir, los factores psicológicos y psicosociales (estrés, alteraciones de la personalidad,

enfermedades psiquiátricas, etc.), junto con posibles alteraciones motoras y sensitivas intestinales,

son los causantes de que se produzcan los síntomas de colon irritable.

Otra patología es la Gastritis, la que supone una inflamación de la capa interna de revestimiento del

estómago llamado mucosa gástrica. Se la considera una patología relativamente frecuente aunque

generalmente suele presentar buen pronóstico. Aunque no se conoce muy bien la causa parece que

se relaciona con un aumento de la acidez gástrica y una disminución del flujo sanguíneo en las

paredes del estomago13

. La sintomatología en general es bastante inespecífica, existiendo síntomas

como pérdida de apetito, tendencia a las digestiones pesadas, náuseas, molestias abdominales con

mayor o menor dolor en la región superior del abdomen que empeora con los alimentos y, en

ocasiones vómitos.

1.9.3. Patologías del sistema inmunológico

Se conoce que las afecciones de origen psicosomático pueden ser causadas por una supresión en

el sistema inmunitario. Las consecuencias de la relación existente entre el estrés y el sistema

inmunológico tienen un vasto alcance, lo que explica el efecto general que el estrés puede ejercer

sobre toda una serie de trastornos que van del vulgar resfrío al cáncer. Puede influir en la

susceptibilidad a enfermedades autoinmunes y aumenta el riesgo de rinitis alérgica, asma bronquial

alérgica, dermatitis atópica, entre otros.14

1.9.4. Patologías respiratorias

El estrés puede influir en el desarrollo y la recaída del asma bronquial .Se conoce su implicación en

la rinitis alérgica, probablemente por un mecanismo de inflamación neurogénica y puede

desencadenar cuadros de rinitis vasomotora, como también influir en el desarrollo y recurrencias de

infecciones recurrentes del tracto respiratorio superior. También está implicado en el síndrome de

hiperventilación y en cuadros de tos repetitiva y puede exacerbar los síntomas de la enfermedad

pulmonar obstructiva crónica.15

1.9.5. Patologías de la piel

La piel es el órgano donde repercuten muy particularmente las situaciones estresantes, por lo que a

causas de los componentes emocionales ligados al estrés psicológico se lo considera como un

factor etiológico importante en el inicio de la psoriasis, la urticaria, el acné y el herpes simple así

13 Ídem, opcit pag 75 14Idem, opcit pág 74 15 Martínez Plaza, Cesar A; Opcit; pág. 73

15

como el eccema . La alteración de la función barrera de la piel puede relacionarse con dos tipos de

efectos fisiopatológicos: un incremento de la producción de queratinocitos, que puede conducir a

una hiperplasia epidérmica y un aumento de producción y secreción de citocinas que puede

conducir a inflamación cutánea.

1.9.6. Cáncer

A pesar de la gran cantidad de investigaciones existentes, estimulados por la posibilidad de

encontrar una asociación entre factores psicosociales y enfermedad tumoral maligna, siguen sin

estar claros estos vínculos, aun cuando desde el punto de vista clínico y biológico existan diversas

pruebas que la apoyan. Se sugiere que el estrés puede ser un factor de riesgo de la tumorogénesis

cuando se circunscribe solo al proceso de progresión del tumor o metástasis.

1.9.7. Disfunciones sexuales

La actividad sexual es perturbada por el estrés, tanto en el hombre como en la mujer, provocando

una serie de disfunciones tales como la impotencia, la eyaculación precoz, la frigidez y la pérdida

de confianza en sí mismo. Se conoce la existencia de una relación directa entre el estrés y la

testosterona, la hormona masculina cuya secreción se debilita naturalmente con la edad. La

producción de esta hormona se reduce notablemente por un estrés prolongado que provoca una

acumulación de azúcar y de colesterol en la sangre.

1.9.8. Aparato osteomuscular

El estrés crónico repercute negativamente en el dolor y puede desencadenar y contribuir al

mantenimiento de síntomas musculoesqueléticos en el cuello, la espalda y la zona de los hombros

(cervicalgia crónica simple, síndrome cervicocefálico, dorsalgia y lumbalgia). También se lo

conoce como factor de agravamiento y exacerbación de los síntomas (inflamación articular, dolor e

incapacidad funcional) de los cuadros de artritis reumatoide juvenil y de la artritis reumatoide.

Asimismo empeora la sintomatología del lupus eritematoso (especialmente en los que

experimentan mayor estrés y en los que padecen una enfermedad más activa y menos controlada).

Puede contribuir a cronificar las molestias en los casos de discopatía lumbar y ciática.

1.9.9. Trastornos neurológicos.

Se conoce que el estrés está involucrado en la cefalea de tensión, siendo también un factor

desencadenante de migrañas y de exacerbación de dolores faciales atípicos.

En relación a la epilepsia, en general se admite que el estrés induce ataques epilépticos y existe

consenso en afirmar que el estrés produce un empeoramiento transitorio de los síntomas de la

16

esclerosis múltiple, por lo que se ha sugerido que los eventos estresantes agudos, pero no las

dificultades crónicas, son factores de predicción de recaídas, y que el número de eventos agudos,

más que la severidad de los mismos, tiene mayor importancia como factor de riesgo de recaída.

La siguiente es una tabla de síntesis de los trastornos físicos derivados del estrés:

Trastornos físicos Sintomatología

Gastrointestinales Ulcera péptica, dispepsia funcional, intestino irritable, colitis ulcerosa, aerofagia.

cardiovasculares Hipertensión, enfermedades coronarias (angina de pecho, infartos) arritmias cardiacas .

Respiratorios Asma bronquial, hiperventilación, disnea, sensación de opresión en la caja torácica.

Endocrinos Hipoglucemia, diabetes, hipertiroidismo.

Sexuales Impotencia, alteraciones de la libido

Dermatológicos Prurito, dermatitis atípica, alopecia, sudoración excesiva.

Musculo-esqueléticos Alteraciones en los reflejos musculares

Otros Cefaleas, alteraciones inmunológicas, artritis reumatoide .

Tabla nº3 Trastornos físicos derivados del estrés16

1.10. Trastornos psíquicos y estrés.

El estrés puede ser causante de enfermedad a través de determinadas conductas de adaptación o

afrontamiento que conllevan riesgo de enfermedad como fumar, ingerir alcohol, conducta

alimentaria inadecuada (aumento del consumo de alimentos, especialmente hidratos de carbono, y

pulsiones alimentarias), consumo de tranquilizantes y consumo de drogas.

Se conoce el papel del estrés en el inicio y mantenimiento del hábito tabáquico y del consumo de

alcohol y drogas. Asimismo, puede ser un elemento determinante de recaídas en el hábito

tabáquico, en el consumo de alcohol o en la administración de drogas.

Además, el estrés puede influir en el desencadenamiento y recaídas de diversas afecciones

psíquicas como depresión, trastorno bipolar, trastorno de ansiedad, esquizofrenia y trastornos por

somatización como el trastorno de conversión, trastorno por dolor e hipocondría).

1.10.1. Estados depresivos

En el campo de la salud mental en el trabajo la depresión representa un tema de enorme

importancia en lo que respecta al impacto en el ambiente laboral, pero también en cuanto a la

responsabilidad del mismo como agente etiológico del trastorno.

En cuanto a su relación con el estrés, el estado de depresión representa uno de los riesgos

terminales del estrés, resultando una consecuencia al mismo que se ha prolongado más allá de su

fase de alarma manteniéndose constante por mucho tiempo en la fase de resistencia, entrando

finalmente en la de agotamiento, caracterizada por una alteración significativa del estado de ánimo,

16 Fuente: Extraído de Daza, Félix; Opcit; pág.4

17

presencia de tristeza y ansiedad, acompañado de sentimientos de desamparo y amor propio

reducido. Entre los síntomas de depresión se incluyen la perdida del interés o de placer en

actividades que antes se disfrutaban, sentimiento de tristeza o irritación sin causa aparente,

alteraciones del sueño tales como dificultad para dormir, dolencias físicas como dolor de cabeza,

de espalda, nauseas, estreñimiento, cambios en el apetito, perdida de capacidad de concentración,

pensamientos de autodestrucción, inactividad y cansancio, entre otros.17

1.10.2. El abuso de alcohol y medicamentos

La incapacidad de enfrentar al estrés inherente a la vida moderna es la razón por la que se recurre al

alcohol para liberarse de la fatiga, de la ansiedad y de la presión que pesa sobre ellas.

El alcoholismo es uno de los trastornos asociados a la Salud Mental de mayor relevancia y en

la triada ecológica que intenta explicar su historia natural se imbrican factores relacionados con

el individuo, el alcohol y el medio en una compleja interacción donde los aspectos de

vulnerabilidad biológica y psicosocial resultan determinantes. Aunque no existen marcadores

biológicos para una explicación satisfactoria del alcoholismo, los patrones caracterológicos

tampoco son específicos en estudios prospectivos18

.

Si bien el alcohol puede producir un efecto de corta duración que parece ayuda a aliviar la tensión,

se convierte con gran facilidad en un problema en si mismo. Su empleo regular impulsa la

tolerancia y a recurrir a dosis crecientes para mantener el mismo efecto. En la relación entre

alcoholismo y estrés se ha señalado que este último juega el papel de causa y de efecto, también,

en un proceso circular: el alcoholismo causa problemas en el individuo y a su vez el modo de

respuesta a los mismos potencia sus efectos negativos y llegando así a la dependencia extrema.

Frente a las afecciones debidas al estrés, un creciente número de personas recurre a un tratamiento

medicamentoso que atenúe sus síntomas. Sin embargo, las causas subyacentes del trastorno suelen

seguir ignorándose. En este caso, los medicamentos tienen un efecto paliativo al aliviar la presión

del sufrimiento, sin llegar a resolver el problema. Los tranquilizantes se prescriben con frecuencia

en caso de estrés, no solamente para la ansiedad, sino también para tratar toda una serie de otros

trastornos que incluyen el insomnio y la depresión.

1.13. Estrés y tabaquismo

Se considera que el tabaquismo es una reacción al estrés perjudicial para la salud que resulta hasta

cierto punto, contradictorio que se recurra al mismo precisamente para liberarse de una tensión, en

la que este acto puede ejercer un efímero efecto tranquilizante dado que los efectos de la nicotina

17 Lasser, Jay y Kahn, Jeffrey P.; ―Depresión‖, pag10 18 Sandoval Ferrer, Juan E et al; ―Algunas variables vinculadas al estrés en sujetos alcohólicos‖; pág. 165

18

imitan la reacción de estrés, una reducción de la temperatura cutánea y un aumento de la actividad

de los neurotransmisores centrales, tales como la serotonina, la noradrenalina y la adrenalina.

Este hábito ejerce una influencia nociva sobre prácticamente todos los órganos, siendo responsable

de muertes por crisis cardíacas, úlceras gástricas y determinadas formas de cáncer.La relación entre

tabaquismo, alcohol y café resulta un ejemplo conductas toxicas por asociación, que impulsa un

aumento de la necesidad de consumo, la que produce y debilitamiento serio de la resistencia del

sujeto al estrés.

19

CAPITULO 2

EL ESTRES LABORAL

Es común dar por sentado que las condiciones estresantes de trabajo sean un mal necesario para

seguir siendo productivo y lucrativo en la economía de hoy, debiendo aumentar la presión a los

trabajadores y prescindir de las preocupaciones de salud.

El enfoque más conocido para el abordaje de las relaciones entre el medio ambiente psicológico

laboral y la salud de los trabajadores ha sido a través del concepto de estrés.

Se lo reconoce como el conjunto de fenómenos que se suceden en el organismo del trabajador con

la participación de los agentes estresantes lesivos derivados directamente del trabajo o que con

motivo de este, pueden afectar la salud del trabajador. 19

En el ámbito laboral, ―el estrés es un desequilibrio sustancial (percibido) entre la demanda y la

capacidad de respuesta (del individuo) bajo condiciones en la que el fracaso ante esta demanda

posee importantes consecuencias (percibidas)"20

.

Si bien las situaciones de estrés se presentan en forma frecuente e intensa en el ambiente del

individuo, estas manifestaciones varían de acuerdo con las características, la susceptibilidad propia

de la persona en la que influyen consecuencias médicas, psicológicas y conductuales.

Se conoce la relación entre el estrés laboral y una variedad de enfermedades, alteraciones del

humor y de sueño, patologías del aparato digestivo, cefaleas, las que son indicadores de situaciones

relacionadas con el estrés que se desarrollan rápidamente, aunque los efectos del estrés laboral en

las enfermedades crónicas son más difíciles de ver porque las enfermedades crónicas necesitan

mucho tiempo para desarrollarse y se pueden influir por muchos factores aparte del estrés.

El estudio del estrés laboral ha puesto de manifiesto que el riesgo laboral para la salud no

proviene exclusivamente de los factores físicos, sino que con frecuencia son los factores

organizacionales y psicosociales los factores de riesgo más relevantes

El enfoque más habitual al tratar la influencia de los factores psicosociales en la seguridad y

salud laboral ha consistido en el estudio del estrés laboral, y su razón se encuentra en que su

modelo causal es de tipo médico, y ya conocido y contrastado en otras áreas de la medicina, que

hace hincapié en la descripción de las respuestas corporales al estrés.

La problemática del estrés en el trabajo ha adquirido una identidad propia, lo que ha puesto de

manifiesto que el estrés resultante constituye el único factor de riesgo laboral que puede afectar a

19 Schaufeli, Wilmar B. y Salanova, María Luisa; ―Cómo evaluar los riesgos psicosociales en el trabajo?‖; pág. 4. 20 Fuente: Daza, Félix; Opcit; pág. 3.

20

todos los trabajadores sin distinción de categoría profesional, y además, puede solaparse con otros

factores de riesgo laboral (químicos, físicos o biológicos).

A diferencia del enfoque clínico del estrés, considerar a los riesgos o factores psicosociales como

factores de seguridad y salud laboral, requiere centrarse en el estudio de los factores de estrés,

de los estresores como elementos de riesgo laboral.

Aunque no aparece reflejado en las estadísticas de las enfermedades laborales -que la legislación

laboral actual argentina no lo contempla como tal-, es considerado como uno de los principales

problemas de salud laboral de mayor frecuencia, después de los trastornos musculoesqueléticos (a

causa de traumatismos, pero también de posiciones forzadas).

2.1. Tipologías de estrés laboral

Desde el punto de vista clínico pueden diferenciase las tipologías de estrés laboral en: estrés, el

síndrome de Burnout (o de quemarse en el trabajo), el mobbing, el acoso laboral de tipo sexual y no

sexual-, el Síndrome agudo de estrés --estrés postraumático. 21

El estrés propiamente dicho es el que puede darse en cualquier actividad laboral, pudiendo ser

beneficioso o negativo y tener un carácter agudo o crónico. Cuando se experimenta situaciones de

estrés existe hiperactividad emocional con predominio del daño fisiológico si bien puede tener

efectos positivos cuando es de carácter moderado. Cuando no resulta de carácter moderado, la

patología resultante, especialmente en la forma crónica, es amplia y variada, afectando a todos los

órganos y sistemas.

El Síndrome de Quemarse por el Trabajo (SQT), más conocido como síndrome de Burnout se

origina predominantemente en profesiones que implican ayuda y/o atención de la salud (médicos,

personal de enfermería, docentes, asistentes sociales, etc.). Mínimamente se puede mencionar que

en este síndrome predomina el daño emocional con efectos únicamente negativos; existe

embotamiento emocional con ausencia de implicación en los problemas. Sus manifestaciones

clínicas incluyen un recorrido desde una alteración del estado de ánimo, síntomas somáticos y

alteraciones biológicas de tipo metabólico e inmunológico.

Aunque la noción de estrés laboral guarde una relación estrecha con el concepto de SQT, no son

idénticos, ya que los estresores relacionados con el SQT se combinan dando origen a las tres

dimensiones del mismo, y especialmente la dimensión de cansancio emocional, la que lo hace

especifico a ciertas profesionales como trabajadores sociales, profesores, personal sanitario,

policías, pero no en todas las profesiones. Por tanto, aunque comparte factores comunes con la

insatisfacción laboral (contenido, organización del trabajo, niveles retributivos y profesionales o las

relaciones interpersonales), la respuesta que provoca en la persona del trabajador es diferente, por

lo tanto debe sepárasela de ella porque la insatisfacción laboral se refiere expresamente al grado de 21 Martínez Plaza, Cesar A; Op.cit pág. 70

21

bienestar que experimenta el trabajador como consecuencia de su trabajo y no a las consecuencias

de su trabajo.

ESTRES SQT

Implicación en los problemas Falta de implicación

Hiperactividad emocional Apagamiento emocional

El daño fisiológico es el sustrato primario El daño emocional es el sustrato primario

Agotamiento, falta de energía Agotamiento afecta a motivación y a energía psíquica

La depresión se entiende como reacción para preservar las energías físicas La depresión es como una pérdida de ideales

Puede tener efectos positivos en exposiciones moderadas Solo tiene efectos negativos

Tabla nº 4: diferencias entre Estrés y Burnout 22

2.2. Diferencias

El Mobbing o acoso psicológico en el trabajo constituye una forma específica y particular de estrés

laboral que tiene connotaciones específicas que derivan del hecho que se basa en una falta de

respeto y de consideración respecto del derecho a la dignidad del trabajador y que no ocurre por

causas directamente relacionadas con el desempeño del trabajo o con su organización sino que

tiene su origen en las relaciones interpersonales que se establecen en cualquier empresa o

institución entre los diferentes individuos. Como cualquier otra situación de estrés puede tener

efectos negativos sobre la salud física y/o psíquica que se traducen en trastornos psicofisiológicos y

psiquiátricos, alteraciones cognitivas, conductas de riesgo y, lo que es más importante a conductas

autolesivas que pueden implicar ruptura familiar y/o suicidio.

Se ha señalado que los sujetos que están en situación de riesgo de padecerlo manifiestan ciertos

rasgos depresivos, con baja autoestima, con tendencia a culparse y están necesitados de afecto y

aprobación constante, por lo que en definitiva darían la impresión de ser inofensivos y de

encontrarse indefensos.23

Entre los trastornos que se pueden encontrar en situaciones de acoso psicológico son hipertensión,

trastornos digestivos, trastornos cardiovasculares y dermatológicos. Entre las alteraciones

cognitivas comprendidas están la pérdida de memoria y alteración de la concentración. Los

trastornos psiquiátricos son ansiedad, depresión, trastornos paranoides.

El Estrés Laboral se distingue del Mobbing porque en este último la víctima no se limita a sufrir

una situación estresante propia de las condiciones de trabajo, sino que la situación excede a la

acción de los estresores comunes, en tanto en cuanto lo que se ve afectada es la dignidad personal y

los sentimientos más profundos de la persona. Se considera que están especialmente expuestos a

esta forma de estrés laboral los trabajadores de las Administraciones Públicas, pero también los del

sector servicios en general.

22 Fuente: Hidalgo Vega, Manuel; ―Síndrome de estar quemado por el trabajo o "burnout" (II): consecuencias, evaluación y prevención‖ pág. 3. 23Mansilla, Fernando; ―El Síndrome de Fatiga Crónica: del modelo de susceptibilidad a la hipótesis de la cadena de estrés en el área laboral‖; pág. 21

22

Al Mobbing se lo está empezando a considerar como una forma específica de estrés laboral, que

presenta la particularidad de que no ocurre exclusivamente causas directamente relacionadas con el

desempeño del trabajo o con su organización, sino que tiene su origen en las relaciones

interpersonales que se establecen en cualquier empresa entre los distintos individuos.

El Acoso Sexual es una conducta de naturaleza sexual que afecta a la dignidad de la persona en el

trabajo, presenta una doble tipología: ambiental, consistente en una variedad de conductas (físicas,

rozamientos, pellizcos, palmaditas, etc, verbales -directas o indirectas-, no verbales: gestos,

ademanes, miradas, etc.) que tienden a considerar al sujeto acosado como mero objeto de deseo o

de menosprecio sexual, creando un entorno laboral hostil, ofensivo e incómodo para quien lo

padece; y de intercambio o chantaje, esto es, la solicitud de favores sexuales a cambio de la

concesión de ventajas o de la elusión de perjuicios en las condiciones de trabajo. Puede generar

situaciones de estrés (a causa de ocultar el acoso padecido, por miedo a represalias), de ansiedad

(sentimiento continuado de amenaza), irritabilidad (impotencia y frustración ante la situación),

disminución de la autoestima y hasta problemas somáticos (disminución o pérdida de apetito,

úlceras, anorexia, cefaleas, depresiones, etc.).

El Acoso Sexual tiene en común con el acoso psicológico la intención de humillar al otro y de

considerarlo un objeto a su disposición, pero se distingue del mobbing porque la finalidad principal

de éste es hacer el vacío al trabajador, es decir, provocar su humillación y posterior abandono de la

organización, mientras que el acoso sexual persigue un fin de naturaleza distinta: la obtención,

contra la voluntad del acosado, de una conducta y un resultado sexual, no deseado por quien lo

padece. Estas conductas se ven favorecidas en organizaciones con falta de interés y apoyo por parte

de los superiores, con la existencia de múltiples jerarquías, con cargas excesivas de trabajo por falta

de personal o por mala distribución, con una deficiente organización diaria del trabajo, etc.

Otro trastorno que se esta haciendo conocido es el Karoshi, surgido en Japón como una forma para

referirse a los fallecimientos o incapacidades laborales de origen cardiovascular (como accidente

cerebrovascular, infarto de miocardio o insuficiencia cardíaca aguda) que pueden producirse

cuando el trabajador con una enfermedad arteriosclerótica hipertensiva se ve sometido a una fuerte

sobrecarga de trabajo‖24

guardando una estrecha relación con la sobrecarga de trabajo y poco

tiempo para el reposo. Entre las razones por las que los trabajadores japoneses trabajan tanto están

la necesidad permanente de mejorar sus ingresos, la estructura centrada en la empresa de

las relaciones laborales, donde los trabajadores desean trabajar para sus empresas, como si

fueran su propia familia y la adicción por el trabajo.

La tipología de estrés laboral también considera al trastorno de Estrés Postraumático (TEP), por lo

que mucha de la investigación existente sobre estrés laboral se refiere a los efectos de la exposición

prolongada a los estresores propios del trabajo, y no a los problemas asociados a acontecimientos

24Takashi Haratani; ―Karoshi: muerte por exceso de trabajo‖; pág. 20

23

específicos, como una lesión traumática o con riesgo para la vida o la observación de un accidente

industrial o un acto de violencia.25

Es un trastorno transitorio que puede durar desde algunas horas

hasta tres días, apareciendo como consecuencia de una experiencia estresante muy traumática que

implica una amenaza seria a la seguridad o integridad física de la propia persona o de otras.

Desde las últimas décadas es reconocido y aplicado con mayor frecuencia en diferentes contextos

de situaciones de violencia, en casos de haber sido victima o testigo de acontecimientos

traumatizantes. Un acontecimiento traumatizante es aquél que es ajeno a la variedad normal de

acontecimientos de la vida cotidiana y que el individuo vive como abrumador, por lo que suele

suponer una amenaza para la vida propia o la de alguien cercano, o la contemplación de una muerte

o lesión grave, sobre todo si se produce de forma repentina o violenta.

Comienza a aparecer como diagnóstico clínico en casos de accidente laboral y como resultado

emocional de la exposición a situaciones traumáticas ocurridas en el lugar de trabajo, siendo un

trastorno de ansiedad que se caracteriza por pesadillas recurrentes sobre el acontecimiento,

retraimiento psicológico y social, esfuerzo por evitar pensar o hablar del suceso o evitar lugares o

actividades que recuerden el suceso y por síntomas de hiperactivación, dificultades para controlar

las emociones y particularmente por el recuerdo vivo e intrusivo de las experiencias de la situación

traumática.Los afectados son fundamentalmente, las personas que trabajan en las fuerzas de

seguridad, bomberos, cajeros de banco, trabajadores sanitarios, pero también empleados de

comercio que están expuestos a situaciones de robo a mano armada.

2.3. Los factores de riesgo de estrés laboral

La identificación de un problema como de índole de estrés laboral implica que los factores de

riesgo o causas que generan el estado de estrés (estresores), van generando en el individuo una

reacción a la exposición a los mismos, dando como consecuencia daños a la salud como dolencias

y enfermedades, fisiológicas o psíquicas. Por estresores se entiende un conjunto de situaciones

físicas o psicosociales de carácter estimular que se dan en el trabajo y que con frecuencia producen

tensión y otros resultados desagradables para la persona.

Si se considera que el estrés es la consecuencia de un desequilibrio entre las demandas del

ambiente (estresores internos o externos) y los recursos disponibles del sujeto, los elementos a

considerar en la interacción potencialmente estresante son: variables situacionales, individuales del

sujeto que se enfrenta a la situación y consecuencias del estrés.

En el caso de las profesiones de la salud, donde el personal presta cuidados a pacientes críticos, se

considera que éste se encuentra sometido a un gran número de estresores en su trabajo por lo que es

especialmente vulnerable a presentar alteraciones del bienestar psicológico. Esto cobra importancia

25 Braverman. Mark; ―Trastorno por estrés postraumático y su relación con la salud laboral y la prevención de lesiones; pag13

24

al tomar en cuenta que estos están expuestos a mayor estrés por la permanente actuación en

situaciones de emergencia, en las que un error podría traducirse en consecuencias graves, tanto para

los pacientes como para los profesionales.

2.3.1. Estresores relativos al ambiente físico

Estos aspectos se identifican con condiciones físicas o materiales de trabajo como el ruido

excesivo o intermitente, las vibraciones, falta de luz o luz muy brillante, alta o baja temperatura, el

espacio físico de trabajo, o ambientes contaminados. Su inadecuación, además de consecuencias

indeseables sobre la salud de los trabajadores, los hace más vulnerables a los estados de estrés.

2.3.1.1. La Luz.

La iluminación inadecuada para la tarea que se ejecutan puede la tarea más difícil, incluso

imposible de terminar y puede dar como resultado fatiga tanto por la irritación de ojos o dolores de

cabeza, pero también puede ser un factor precursor de accidentes de trabajo. La fatiga visual,

seguida de la fatiga mental, provoca en el trabajador desinterés por la actividad, cefaleas, irritación

ocular y otros síntomas que disminuyen la productividad y la calidad del trabajo desempeñado.

2.3.1.2. El Ruido:

La prolongada exposición a estímulos sonoros que sobrepasan los niveles aceptables (80db) puede

generar trastornos de la audición. Como precursor de estrés, el ruido es un estresor, principalmente

cuando distrae, porque el ruido excesivo y/o intermitente interfiere con la concentración y es fuente

de frustración que puede conducir a tensiones y/o frustración.

2.3.1.3. La Temperatura:

Las temperaturas extremas son estresores en potencia, con probabilidades de generar costos

fisiológicos y psicológicos, particularmente para aquellas personas que desarrollan actividades que

requieren de gran esfuerzo físico. En cuanto a sus efectos fisiológicos, el estrés producido por el

calor da como resultado un aumento en el flujo sanguíneo y en el pulso, mayores demandas de

oxigenación y fatiga. Como efectos psicológicos la temperatura puede perturbar el funcionamiento

afectivo normal y aumentar significativamente la irritabilidad. Si la temperatura corporal y la

frecuencia cardíaca se incrementan, acarrean malestares, desinterés por la actividad y

deshidratación, la que afecta la capacidad de trabajo físico pero también produce serias

afectaciones fisiológicas. El frío extremo ejerce una influencia psicológica sobre las personas,

afectando los niveles de energía y posiblemente disminuyendo la motivación, por lo que desde el

punto de vista del desempeño, un frío extremo afecta manos y pies, y origina disminuciones en el

desempeño entre los individuos que ejecutan tareas que requieren del uso de estas extremidades.

25

2.3.1.4. Las Vibraciones:

La vibración es un estresor potencial más grande que el movimiento, porque la cantidad de

vibración que puede experimentar un individuo sin provocar una respuesta al estrés depende de la

intensidad de vibración, de la aceleración, de su amplitud e igualmente de las características

personales del individuo. La mayoría de la consecuencias son de naturaleza física: visión

obnubilada, jaquecas, temblor (particularmente de manos) y tensión muscular (aunque en

frecuencias muy bajas, como las de las unidades de masaje que pueden tener un efecto relajante

sobre los músculos).

2.3.1.5. El aire contaminado

Los contaminantes químicos son sustancias constituidas por materias inertes presentes en el aire, ya

sea mediante un grupo de moléculas aerosoles o nieblas, o en forma de moléculas individuales

gases o vapores, que al introducirse en el cuerpo de las personas provocan la aparición de

enfermedades.

2.4. Los estresores laborales de la organización

Los principales factores generadores de estrés presentes en el medio ambiente de trabajo involucran

aspectos de organización, administración, sistemas de trabajo y la calidad de las relaciones

humanas tales como el trabajo con gran demanda de atención y responsabilidad, la amenaza de

demandas judiciales, liderazgo inadecuado, rotación de turnos, jornada de trabajos excesivos,

actividades físicas corporales excesivas que influyen negativamente en el rendimiento laboral y

bienestar del individuo y que se manifiestan por síntomas físicos, emocionales, cognitivos y del

comportamiento.

Para analizarlo se tienen en cuenta las exigencias de la tarea, el grado de control que el trabajador

puede ejercer sobre su tarea, el esfuerzo que es preciso realizar, y la compensación recibida. Siendo

esta una definición de gran abstracción, resulta de gran dificultad elaborar una lista exhaustiva de

agentes causantes —factores — de riesgo de estrés en el entorno laboral. No obstante, algunas

condiciones de trabajo tienen mayor probabilidad de funcionar como estresores que otras, tal es el

caso de la excesiva presión de tiempos o ritmos de trabajo, la sobrecarga de tareas, las expectativas

que nunca pueden ser realmente cumplidas y la deficiente organización, incluido el estilo de mando

y falta de apoyo social.

2.4.1. El diseño de las tareas:

Una carga de trabajo pesada, poco tiempo para descansar, jornada de trabajo largas y rotación de

turnos; tareas masivas y rutinarias con poco significado inherente, no utilizar las destrezas de los

trabajadores y proporcionar poca sensación de control. Dentro de este grupo se destacan el trabajo

26

monótono -que genera una presión continua- y la excesiva rotación de tareas, el nivel de ajuste —o

desajuste- entre la capacidad de la persona y las tareas del puesto a desempeñar, que genera un

desgaste progresivo-.

2.4.2. El Estilo de dirección:

Se conoce que el estrés laboral es causante de la disminución del rendimiento y la productividad, y

bajo ciertas circunstancias de intensidad, frecuencia y exposición, puede ser precursor de diversas

enfermedades, mayores índices de accidentes laborales, ausentismo, rotación de personal entre

otros.

Entre estos aspectos pueden considerarse los cambios en la organización del trabajo (temporalidad,

precariedad, flexibilidad laboral, descentralización productiva), así también como la cultura de

organización y gestión, ya que existen modelos de gerenciamiento que promueven claramente la

presencia de factores de riesgo, como puede ser tanto la que pasiva como la autoritaria. Asimismo,

el grado de autonomía para decidir como hacer la tarea incide en la situación de la persona el que

se vea constreñido a realizar sus tareas, sin que pueda decidir razonablemente sobre el modo o la

forma de llevarlas a cabo. Al margen del contenido de las tareas, la carga y ritmo de trabajo influye

notablemente la mayor o menor frecuencia y la velocidad que se exija para realizarlas. Respecto del

diseño del rol de cada trabajador en la organización se considera que son factores de riesgo un

inadecuado diseño del mismo, ya que facilita conflictos y ambigüedad, pero también el ejercicio de

responsabilidades de control de las conductas de los trabajadores. En cuanto a las expectativas de

desarrollo profesional, las posibilidades de estabilidad, de promoción influyen de manera

determinante.

2.4.3. Las demandas del trabajo

Hacen referencia a las exigencias y características del trabajo y de su organización que pueden ser

factores desencadenantes del estrés. Sería la naturaleza de estas demandas la que originaría el

estrés, por lo que tendría su origen en el tipo de demandas exteriores que se producen. Sin

embargo, la consideración única de estos aspectos exteriores dejaría sin explicación las diferentes

reacciones individuales de sujetos en una misma situación laboral. La sobrecarga de trabajo en

términos cualitativos y cuantitativos es una seria fuente de estrés. Se entiende por sobrecarga

cuantitativa al exceso de tareas a realizar y la cualitativa serían las demandas excesivas en función

de las capacidades y competencias que tiene la persona.

2.4.4. La carga de trabajo

No sólo la carga física es relevante, sino también la carga mental, esto es, el esfuerzo cognitivo o el

grado de movilización de energía y capacidad mental que la persona necesita, para desempeñar la

27

tarea. Los mecanismos de la carga mental son complejos, ya que hay que considerar tanto los

aspectos cuantitativos de las informaciones a tratar, como los cualitativos; teniendo en cuenta que

estos dos tipos de aspectos se pueden presentar tanto por exceso, dando lugar a sobrecarga, como

por defecto, generando subcarga, que a su vez puede generar situaciones de aburrimiento o tedio.

Las anteriores causas de estrés laboral mencionadas pueden ser sintetizadas en el siguiente cuadro:

Categoría de factores Factores incluidos Estructura y estilo de gestión Tipos de estructura, de estilos de gestión y de comunicación

Gestión de recursos humanos Procedimientos de selección, salarios, formación, procedimientos disciplinarios,

oportunidades de ascensos, relaciones interpersonales

Proceso de trabajo Duración del trabajo, turnos, régimen de trabajo, turnos/descanso, carga laboral,

control de calidad, fijación de objetivos, formación

Características del puesto Variedad de aptitudes, significado de la tarea, autonomía

Concepción del entorno Trabajo en equipo, cambio tecnológico

incidentes Despidos, cambios en la organización

Tabla nº 5: Causas y factores de estrés laboral26

2.5. Las características personales

Los factores individuales son de gran importancia, aunque requieren de un umbral diferente para

casa persona para que hecho de tener unas determinadas características provoquen la situación de

estrés, por lo que no todos los trabajadores resultan directamente afectados por del mismo modo e

intensidad, inclusive bajo condiciones de trabajo similares. Sin embargo, aunque el hecho de tener

una serie de características personales determinadas no desencadenen por sí mismas directamente

el estrés, es claro que sí sea aumenta la vulnerabilidad ante futuras ocasiones.

2.5.1. La personalidad y estilos cognitivos

Existen ciertos aspectos de la personalidad que hacen a las personas más vulnerables al estrés, en

particular los patrones de conducta, formas de comportamiento aprendidas que influyen sobre el

modo en que las personas actúan en las situaciones cotidianas de la vida.

La personalidad tipo A es una tipología de personalidad característica que se manifiesta en ciertos

sujetos como un interés desmesurado por la perfección y por el logro de metas elevadas, una

implicación muy profunda con su profesión (hasta el punto de considerar el trabajo como el centro

de su vida), que lleva al desarrollo de grandes esfuerzos, a una tensión constante, a una incapacidad

de relajarse y a una preocupación constante por el tiempo (nunca encuentran tiempo suficiente para

hacer todo lo que quisieran). Estos sujetos son activos, enérgicos, competitivos, ambiciosos,

agresivos, impacientes y diligentes.

Este tipo de personalidad no es un rasgo estático de personalidad sino un estilo de comportamiento

de respuesta habitual ante las situaciones y circunstancias que les rodean. Actúa como un

26 Fuente: Hidalgo Vega, Manuel; pág. 5.

28

condicionante que hace al sujeto más sensible al estrés.27

Otro factor lo constituyen los estilos cognitivos, que intervienen en los procesos de evaluación, en

la generación de estrategias de afrontamiento y en su puesta en práctica, por lo que son factores

ligados a la historia personal del sujeto (experiencia, formación, sensibilidad, características de

personalidad) que conforman una forma de percibir e interpretar la realidad que arraigan en el

sujeto y a partir de ellos se explica en gran medida las diferencias en la forma de apreciar la

realidad entre sujetos que están en una misma situación.

2.5.2. Estados ansiosos

La ansiedad actúa como síntoma de un estado de estrés, esto es, un efecto psicológico acompaña a

los estados de estrés, pero no constituyen su causa, e incluso desaparecido el factor que

desencadena el estrés es posible que la ansiedad se mantenga como secuela.

Representan un conjunto de síntomas que se manifiestan como alteraciones del ánimo,

hiperactividad automática, trastornos del sueño, tensión motora, agorafobia (temor a los espacios

abiertos), las fobias (temores irracionales), el trastorno obsesivo-compulsivo, las crisis de angustia

y la ansiedad generalizada. Estos factores pueden ser una carga de trabajo abrumadora, el ritmo de

trabajo, los plazos y una falta percibida de control personal. La inestabilidad laboral, los cambios a

nivel de reestructuraciones o achiques de la plantilla en los establecimientos, el enrarecimiento del

clima de trabajo y otras fuentes de confusión organizacional han contribuido a crear una ansiedad

relacionada con el trabajo.

2.5.3. Introversión y rigidez mental

Las personas de carácter introvertido, reaccionan más intensamente ante cualquier problemática

que los extrovertidos, ya que son menos receptivos al apoyo social. Las personas con patrones

comportamiento muy rígidos presentan un mayor nivel de conflicto y de reacciones desadaptadas,

especialmente en situaciones que implican un cambio y que requieren un esfuerzo adaptativo, que

las personas flexibles.

2.5.4. Habilidades, experiencias y capacidades

Son de gran importancia como fuente de estrés, debido a las incompatibilidades que pueden ocurrir

entre la posición ocupada (o el trabajo desempeñado) y la capacidad o capacitación del trabajador,

por lo que la posición ocupada puede requerir de capacidades y conocimientos superiores al nivel

de preparación de la persona, o bien al contrario, la capacidad de la persona puede estar por encima

de lo que requiere el puesto que ocupa y ser esto una fuente de frustración e insatisfacción.

27 Moncada, Salvador. et Al; ―Factores psicosociales: la importancia de la organización del trabajo para la salud de las personas‖ , pág.8

29

2.5.5. Las necesidades, aspiraciones y expectativas

Son los deseos de logro personal, de alcanzar un determinado estatus, de dominar y controlar el

trabajo y expectativas se refieren a las esperanzas que el individuo tiene de obtener de su trabajo

ciertos beneficios personales, sociales, etc. También se consideran la necesidad de contacto social,

de intimidad, de reconocimiento personal, de autorrealización, etc.

2.5.6. Las relaciones interpersonales

En este grupo de factores se mezclan tanto aspectos individuales, ligados a esas pautas de conducta

y características de personalidad, que facilitan o dificultan la relación con el grupo, cuanto

organizativos, como el clima existente y la red de apoyos sociales disponibles en la empresa pero

también en el ámbito extralaboral. Adicionalmente, son factores de riesgo la inadecuada

planificación de las relaciones del trabajador con los compañeros, pero también con los clientes o

usuarios de los servicios que prestan, mediante la previsión de protocolos de actuación, sistemas de

resolución de conflictos y apoyos necesarios para evitar la ―soledad‖ en la gestión de las relaciones.

2.6. Los Factores Psicosociales que intervienen en el Trabajo

La relación entre la organización del trabajo, los factores psicosociales y la salud no pareciera ser

tan evidente (causa-efecto directa) como la que existe entre otros factores de riesgo (contaminantes

biológicos, por ejemplo) y la salud. Esta relación tiene su fundamento en que debido a que las

implicancias de las formas de organización del trabajo no son tan evidentes por si mismas, siendo

inespecíficas, y manifestándose mediante mecanismos emocionales (sentimientos de ansiedad,

depresión, alienación, apatía, etc.), cognitivos (restricción de la percepción, de la habilidad para la

concentración, la creatividad o la toma de decisiones, etc.), conductuales (alcoholismo, tabaquismo,

falta de atención, etc.), y fisiológicos.

Los factores psicosociales en el trabajo se pueden definir como el conjunto de interacciones en el

trabajo, el medio ambiente, la satisfacción en el trabajo, las condiciones de organización y

capacidades del trabajador, rendimiento, necesidades, cultura y consideraciones personales fuera

del trabajo que a través de percepciones y experiencias pueden influir en la salud, el rendimiento y

la seguridad del trabajador.28

Aunque existe una amplia conceptualización sobre los factores de riesgo psicosocial, se los puede

definir como ―aquellas condiciones que se encuentran presentes en una situación laboral y que

están directamente relacionadas con la organización, el contenido del trabajo y la realización de la

tarea, y que se presentan con capacidad para afectar tanto al desarrollo del trabajo como a la salud

(física, psíquica o social) del trabajador‖.29

28 Meléndez López, A. ―Factores de riesgo psicosocial: metodología de evaluación‖, pag 5.

29. Lahera, M. y Góngora, ―Acoso psicológico en el trabajo, mobbing‖, pag.8.

30

El enfoque de los factores psicosociales hace referencia no tanto a las condiciones que

objetivamente se manifiestan en entorno laboral sino a cómo son percibidas y experimentadas por

la persona, dándole importancia a la que un colectivo de trabajadores tiene acerca de ciertas

condiciones psicosociales que se dan en su trabajo como forma adecuada de valoración de las

condiciones y medio de trabajo.30

La paradoja de los factores psicosociales consiste en que están presentes en todos los procesos

que afectan a la seguridad y a la salud en el trabajo, y al mismo tiempo tienen una carga de

imprecisión que dificulta su evaluación y operación31

2.7. Las consecuencias del estrés laboral

La interrelación que se da entre las demandas del trabajo y las características de la persona no es de

carácter automático ni es una comparación de carácter objetivo, sino que está mediatizada por la

particular percepción que el individuo tiene de ella y, por lo tanto, es influenciada por aspectos

subjetivos. Es más, en la generación del estrés la significación e incluso la existencia de una posible

situación de desajuste o desequilibrio proviene de la apreciación que el sujeto haga de esa

situación.

En principio, no existiría una única clasificación de estresores, ni de sus efectos, que no son los

mismos en todos los casos, por lo que las diferencias individuales dificultan más la tarea de

establecer el nexo entre causas y consecuencias, y lo que es mas, el estrés originado fuera del

entorno de trabajo puede entrañar cambios de comportamiento y reducir la eficacia en el trabajo.

No todas las manifestaciones de estrés que ocurren en el trabajo pueden ser consideradas como

estrés ligado al trabajo, ya que puede ser provocado por diferentes factores tales como el contenido

del trabajo, su organización, su entorno, la falta de comunicación, etc.

Los efectos del estrés en la salud del trabajador dependen de diferentes factores o aspectos, como

son:

La percepción que el trabajador tenga del estresor.

La capacidad que tenga la persona para controlar la situación.

La preparación de la persona para poder afrentar los problemas.

La influencia de los patrones de conducta, individuales y sociales.

El tiempo que se tarde en reaccionar, bien porque no se reconozca la sintomatología, tanto por

temor a evidenciarla por razones personales como laborales.

Las consecuencias o efectos del estrés laboral pueden ser de tipo directo o indirecto, y se las puede

clasificar de la siguiente manera:

30Villalobos, G; ―Vigilancia epidemiológica de los factores psicosociales. Aproximación conceptual y valorativa‖ pág. 197. 31Moreno-Jiménez, Bernardo; ―Olvido y recuperación de los factores psicosociales en la salud laboral‖; pág. 9.

31

2.7.1. Efectos subjetivos, cognoscitivos y conductuales:

Se mencionan entre ellos, ansiedad, agresión, apatía, aburrimiento, depresión, fatiga, frustración,

culpabilidad, vergüenza, irritabilidad y mal humor, melancolía, poca estima, amenaza y tensión,

nerviosismo, soledad, propensión a sufrir accidentes, drogadicción, arranques emocionales,

excesiva ingestión de alimentos o pérdida de apetito, consumo excesivo de bebidas o cigarrillos,

excitabilidad, conducta impulsiva, habla afectada, risa nerviosa, inquietud, temblor; incapacidad

para tomar decisiones y concentrarse, olvidos frecuentes, hipersensibilidad a la crítica y bloqueo

mental.

2.7.2. Efectos fisiológicos:

Aumento de las catecolaminas y corticoides en sangre y orina, elevación de los niveles de glucosa

sanguíneos, incrementos del ritmo cardíaco y de la presión sanguínea, sequedad de boca,

exudación, dilatación de las pupilas, dificultad para respirar, escalofríos, nudo de la garganta,

entumecimiento y escozor de las extremidades.

2.7.3. Efectos organizacionales:

Se las conoce como ausentismo, relaciones laborales pobres y baja productividad, alto índice de

accidentes y de rotación del personal, clima organizacional pobre, antagonismo e insatisfacción en

el trabajo.

2.8. Las formas de medición y evaluación

Las técnicas de medición de riesgos psicosociales permiten la caracterización de las condiciones

sociales en las que esta inserto el trabajador, incluyendo las condiciones de empleo, las

características del trabajo (exigencias psicológicas del trabajo, desarrollo de habilidades,

solidaridad en el equipo de trabajo, inestabilidad laboral, estima), como así también las exigencias

de las tareas domesticas y familiares, particularmente en las mujeres, lo que les demanda una doble

carga de actividad (comparada con los varones) porque las exigencias domesticas son simultáneas a

las exigencias laborales. Estas técnicas de medición del estrés incluyen diversas listas de

comprobación, cuestionarios y escalas que hacen posible la cuantificación del estrés y sus efectos

sobre los trabajadores.

2.8.1. Listas de comprobación (o check-list)

Se utilizan cuando se desea realizar una evaluación rápida del ambiente psicosocial del trabajo. Son

listados de preguntas simples que evalúan: el contenido del trabajo, las condiciones de trabajo, las

relaciones laborales y las relaciones sociales en el trabajo. Su modalidad de respuesta es

dicotómica (si/no), por lo que se puede identificar y evaluar la presencia de los estresores, pero al

32

no existir un baremo contra el cual contrastar, no se pueden valorar en relación a una muestra

normativa

2.8.2. Entrevistas con Expertos

Son instrumentos que evalúan los riesgos a nivel del puesto de trabajo, y no a nivel individual, es

decir, es un método de análisis de puestos que está basado en indicadores más independientes y

más o menos objetivos, sin tener en cuenta las valoraciones subjetivas de las personas que ocupan

esos puestos. La metodología plantea la descripción del puesto de trabajo y su evaluación,

segmentando cada una de las tareas involucradas, con una desripcion detallada de aspectos tales

como el ritmo de trabajo, la presión temporal, para luego elaborar un perfil de "bienestar del

puesto" en particular. Los inconvenientes que tiene estos tipos de instrumentos se refieren a que su

aplicación es bastante larga y la fiabilidad entre expertos evaluadores es bastante baja.

2.8.3. Cuestionarios de auto-informe

Los cuestionarios de estrés laboral se usan para obtener información detallada sobre riesgos

psicosociales, y posibles consecuencias para la salud mental y el bienestar de los trabajadores.

Por naturaleza, un cuestionario es subjetivo, por lo que la evaluación y valoración de riesgos está

basada en las experiencias de estrés del sujeto que responde y no en las características del puesto de

trabajo en sí mismo. Este tipo de instrumentos permiten la caracterización de las condiciones

sociales en las que esta inserto el trabajador, incluyendo las condiciones de empleo, las

características del trabajo (exigencias psicológicas del trabajo, desarrollo de habilidades,

solidaridad en el equipo de trabajo, inestabilidad laboral, estima), como así también las exigencias

de las tareas domesticas y familiares, particularmente en las mujeres, lo que les demanda una doble

carga de actividad (comparada con los varones) porque las exigencias domesticas son simultaneas a

las exigencias laborales.

Uno de los instrumentos de mayor amplitud de espectro es el método español Istas21, un

cuestionario diseñado para cualquier tipo de trabajo, que incluye 21 dimensiones psicosociales,

teniendo en cuenta variables socio demográficas y exigencias del ámbito domestico familiar,

condiciones laborales en la organización, daños y efectos sobre el estado de salud individual, las

dimensiones psicosociales implicadas en la situación laboral.

33

CAPITULO 3

SINDROME DE QUEMARSE POR EL TRABAJO EN LOS MEDICOS

A medida que el status social del médico se ha visto modificado por los cambios en la organización

del trabajo, se ha ido generando paulatinamente una mayor susceptibilidad a los efectos de los

factores de riesgo psicosocial por lo que situaciones como el estrés laboral crónico y el síndrome de

quemarse por el trabajo están siendo consideradas como las principales causas del deterioro de las

condiciones de trabajo y el origen de los valores del ausentismo medico por causa psiquiátrica.

La causa de su aparición está dada por desajuste entre las demandas del entorno y los recursos de

las personas para afrontarlas, es decir, por una falta de ajuste entre las habilidades y capacidades

disponibles por las personas, las exigencias y demandas del trabajo a desempeñar, también entre las

necesidades de los individuos y los recursos del ambiente disponible para satisfacerlas

Tiene como finalidad de explicar el proceso de deterioro que sufren quienes trabajan en actividades

de atención a personas, en constante sujeción a una serie de mecanismos estresores, que producen

un estrés laboral crónico, que de no atenderse puede conducir a la persona a manifestar los

síntomas del en mayor o menor medida.

Puede entendérselo como una consecuencia derivada del estrés laboral que se ha hecho crónico,

con actitudes y sentimientos negativos hacia las personas con las que se trabaja, hacia el propio rol

profesional, así como por la sensación de encontrarse emocionalmente agotado, siendo así un

proceso crónico que se va instalando en el individuo hasta provocar los síntomas propios del

síndrome. Para que se detecte su presencia, las relaciones humanas que lo producen deben darse

durante un lapso considerable de tiempo y ser de una intensidad considerable.

Se manifiesta mediante un incremento de estados de ansiedad, depresión, agotamiento, pero por

sobre todo por una notable falta de sensibilidad hacia el paciente, que se traduce en abandono del

compromiso, notorios olvido, disminución de la responsabilidad, de su capacidad intelectual y de

su rendimiento psíquico, que claramente se transforman en situaciones de riesgo laboral de

enfermedad o accidentes.

La carga de trabajo, falta de orientación vocacional y aislamiento social son factores con el tiempo

dan lugar al síndrome de Quemarse por el Trabajo, que representa una estrategia de adaptación o

afrontamiento a particulares fuentes de estrés. 32

Se lo considera típico de las profesiones asistenciales, que conllevan una filosofía humanística del

trabajo o una carga de voluntarismo y compromiso con su rol profesional. Sin embargo, el choque

que experimentan estos profesionales, al encontrar un sistema deshumanizado y despersonalizado

32 Ortega Ruiz, Cristina y López Ríos; F.; ―El burnout o síndrome de estar quemado en los profesionales sanitarios: revisión y perspectivas‖ pág. 138.

34

al cual deben adaptarse –muy diferente de sus expectativas iniciales-, puede estar determinando, en

gran parte su comportamiento. De esta manera la prevalencia de expectativas no realistas acerca de

los servicios humanos profesionales y la diferencia entre expectativas y realidad está contribuyendo

en gran medida al estrés que experimentan estos empleados a las profesiones asistenciales se les

pide que empleen un tiempo considerable en intensa implicación con gente que a menudo se

encuentra en una situación problemática y donde la relación está cargada de sentimientos de

turbación, frustración, temor o desesperación.

3.1. Acerca del origen del término

El término inglés ―Burnout Syndrome” no tiene traducción directa al castellano, ni hay ninguno

que pueda traducirlo de manera completa. La traducción al castellano podría significar ―estar

quemado‖, o gastar totalmente sus energías. En el contexto de la Medicina fue utilizado por

primera vez en 1974 por H. Freundemberg, al notar que sus compañeros de trabajo en una clínica

de tratamiento de adicciones, la mayoría jóvenes idealistas, llegaban ilusionados, con una alta carga

de voluntarismo en su trabajo, pero esas ilusiones se iban perdiendo al contacto con la realidad del

mundo de las adicciones, Aproximadamente al año, un porcentaje importante de ellos mostraban

trastornos emocionales, síntomas de cansancio emocional, conductas poco comprensivas hacia los

pacientes y, en algunos casos, distintos grados de hostilidad hacia ellos, a los que tendían a culpar

de su estado. Eligió el nombre de Burnout —el mismo que utilizaban para referirse a los efectos del

consumo crónico de drogas sobre sus pacientes— para definir un estado de fatiga o de frustración

que se produce por la dedicación a una causa, forma de vida o de relación que no produce el

esperado refuerzo. Define al síndrome de Síndrome de Quemarse por el Trabajo o de quemarse por

el trabajo como ―una sensación de fracaso y una existencia agotada o gastada que resultaba de una

sobrecarga por exigencias de energías, recursos personales o fuerza espiritual del trabajador‖33.

Se empieza a usar entonces el término Síndrome de Bournout o de quemarse en el trabajo para

definir la situación que se producía, cada vez con mayor frecuencia, entre los trabajadores de los

servicios humanos consistente en el hecho de que, después de meses de trabajo y dedicación,

terminaban agotándose emocionalmente.

La conceptualización del síndrome más ampliamente aceptada (y utilizada) 34

es la propuesta por

Maslach y Jackson, que lo consideran como un trastorno adaptativo por desgaste y agotamiento de

los recursos psicológicos para el afrontamiento de las demandas del trabajo con personas,

generándose un fracaso en la búsqueda del sentido existencial personal a través del trabajo y se

produciría un desequilibrio prolongado, habitualmente no reconocido y mal resuelto entre unas

33 Hidalgo, Manuel; ―Síndrome de estar quemado por el trabajo o ―burnout‖: consecuencias, evaluación y prevención‖; pág. 2 34 Aranda Beltrán, Carolina, et Al; ―Síndrome de Burnout en médicos familiares del Inst. Mexicano de Seguro Social‖, pag3.

35

excesivas exigencias laborales (que generan un esfuerzo crónico) y una falta de refuerzos

adecuados.

―Es una respuesta inadecuada a un estrés emocional crónico cuyos rasgos principales son: un

agotamiento físico y psicológico o emocional, una actitud fría y despersonalizada en la relación con

los demás y un sentimiento de inadecuación para las tareas que se han de realizar‖.35

Este planteamiento del fenómeno tiene la particularidad de considerar al síndrome de Quemarse

por el Trabajo como una respuesta ante los estresores, principalmente emocional y sitúa los

factores laborales e institucionales como condicionantes y antecedentes, alejando la

conceptualización de la noción de estrés laboral crónico.

De esta forma, la respuesta emocional pasa a ser considerada no como una variable del Síndrome

de Quemarse por el Trabajo sino como la propia definición del fenómeno, la que lo diferencia de

otros estados.

En la conceptualización de Maslach - la cual es la más usada en investigaciones de campo-, se lo

considera constituido por tres rasgos o dimensiones:

3.2. Dimensiones del síndrome

3.2.1. Agotamiento (o cansancio) emocional (AE)

Sería el rasgo fundamental del síndrome, implicando la presencia de síntomas de pérdida de

energía, agotamiento físico y psíquico y una sensación de estar al límite de su la capacidad desde el

punto de vista profesional, hasta el grado de sentir que ya no puede o no quiere estar más frente a

pacientes.

Presenta como un proceso de desarrollo lento que no siempre no es percibido por el sujeto

afectado, de manera de una sobrecarga que tiende a afectar a las actitudes, al estado de ánimo y a la

conducta general.

Lo acompaña una percepción de abatimiento, irritabilidad y ansiedad, combinando un cansancio

emocional, físico y mental con falta de entusiasmo y sentimientos de impotencia e inutilidad. Puede

incluir síntomas indistinguibles de los depresivos, hasta llegar a sentirse insatisfechos e infelices

con sus logros profesionales y manifiestan una marcada tendencia hacia los sentimientos de

inadecuación, fracaso profesional y pérdida de la autoestima

3.2.2. Despersonalización:

Como mecanismo de protección, es una reacción que se manifiesta con actitudes pesimistas y

sentimientos negativos y actitudes de cinismo hacia las personas con las que se trabaja (pacientes y

colegas). Se aumentan los automatismos relacionales y la puesta de distancia personal. Numerosas

actitudes de aislamiento, de tipo pesimista y negativo que surgen para protegerse del agotamiento

emocional, tales como actitudes de distanciamiento de los compañeros de trabajo y de los 35 Moreno Jiménez, Bernardo, et Al; ―El MBI como escala de estrés en profesiones asistenciales ―; pág. 163.

36

pacientes.El profesional mismo se torna un riesgo en sí mismo –para sí y para los otros-, debido al

déficit gradual de todo sentimiento y emoción por el usuario o por su padecimiento, generándose

así una deshumanización en el trato y en las relaciones, un desprecio cínico del entorno y la

tendencia a hacer responsables al resto de las personas de las propias frustraciones laborales. 36

.

Otras actitudes que la conforman son las reacciones de aislamiento y distanciamiento, mediante la

restricción de la frecuencia en intensidad de las interacciones para poder así de esta manera

ajustarse a la situación de sobrecarga37

.

3.2.3. Falta de realización personal en el trabajo

En el contexto de una relación de ayuda, como en el caso de la relación médico-paciente, el

paciente busca la solución a sus problemas, pero no siempre de la manera mas racional, por lo que

esta relación está mediada por elementos afectivos como la esperanza de conseguir solución a su

problema, sorpresa, dolor, frustración, miedo, desesperación, tristeza por lo que está viviendo.

―Si el que presta la ayuda (profesional de salud) no acierta a dar una respuesta satisfactoria a las

expectativas generadas por el usuario, se genera una situación de frustración tanto para el usuario

como para el profesional de salud; esta última, la mayoría de las veces, no es percibida por el

usuario, pero va acumulando esta frustración y se transforma con el tiempo en una sensación de

pesimismo y escepticismo en el ejercicio de su profesión.‖ 38

Así cuando estas situaciones se hacen constantes, se origina una perdida paulatina de la

motivación, progresando hasta sentimientos de inadecuación y fracaso profesional, implicando

sentimientos de incapacidad, baja autoestima e ideas de fracaso actúa como dimensión

relativamente independiente de las anteriores, esto es que las fases no presentan un desarrollo

secuencial sino que se dan al mismo tiempo.

3.2.4. Secuencia de las fases del síndrome de Quemarse por el Trabajo

Existe un consenso quienes han estudiado el orden en que se desarrollan las distintas fases del

Síndrome de Quemarse por el Trabajo, postulando que la despersonalización ocurre al principio,

de tal forma que se vería a los pacientes como culpables de sus propios problemas. A continuación

aparece un descenso en el sentimiento de realización o competencia personal y profesional;

finalmente esto llevaría a un cansancio o agotamiento emocional, siendo así la dimensión

cansancio emocional la más característica del Síndrome de Quemarse por el Trabajo avanzado.

El Síndrome constituye un problema cada vez mayor (aunque irresuelto), con repercusiones

severas. Su presencia significa una reducción de la capacidad de respuesta del individuo,

definiéndolo como un proceso progresivo de deterioro emocional en 4 fases:

36 Moreno, Oliver el Al, ―El ―Burnout‖, una forma especifica de estrés laboral‖; Pág. 273. 37 López Franco, M, et al ―Síndrome de desgaste profesional en el personal asistencial pediátrico; pág. 250. 38 Hernández-Vargas, Clara et Al; ―El síndrome de desgaste profesional Burnout en médicos mexicanos‖; pág. 12

37

3.2.4.1. Fase de ilusión o entusiasmo

El sujeto se encuentra preparado psicológica y físicamente para triunfar, todos sus pensamientos

están dirigidos a conseguir el gran éxito de su vida. Esta fase podría coincidir con el comienzo del

trabajo y es la de las grandes ilusiones, energías, expectativas y necesidades.

3.2.4.2. Fase de desilusión

Comienza a aparecer insatisfacción por la confrontación de las exageradas expectativas con la

realidad., aunque el sujeto esté desorientado y confuso y al mismo tiempo impaciente por conseguir

el éxito, sigue manteniendo la idea de trabajar duro. Se encontrará irritado, desilusionado, más

inseguro y habiendo perdido algo de su confianza, pero sigue pensando en trabajar. El síndrome se

empieza a manifestar presentando síntomas vagos e inespecíficos, aparece el insomnio, déficit en la

atención y en la concentración y una a la automedicación. El afectado se vuelve poco operativo.

3.2.4.3. Fase de frustración

Se caracteriza por la desesperación, la irritabilidad, la falta de moderación y la frustración.

Comienza a culpar a otros de su falta de éxito y a la vez que pierde el entusiasmo, comienza a ser

más escéptico, duro y cínico, desatendiendo las responsabilidades del trabajo. Gradualmente pierde

confianza en su propia capacidad. A veces trata de superar esta fase trabajando todavía con más

ahínco, lo que hace que sus compañeros no sospechen su problema. Se desarrolla aversión por la

tarea, cinismo hacia la profesión y los pacientes, lo cual lleva a mayor ausentismo laboral y

frecuentemente, al abuso de alcohol y fármacos.

3.2.4.4. Fase de desesperación

En un determinado momento tiene la sensación de que todo está perdido, de que sus expectativas y

sueños nunca se realizarán. Aparece un tremendo sentimiento de fracaso, apatía, sensación de

desgracia, aislamiento y soledad. En este momento puede llegar a tener un cuadro indistinguible de

depresión clínica.

3.3. La frustración profesional

Cuando se lo comenzó a investigar en la décadas de los 70‘s y 80‘s, se lo entendía como un estado,

aunque posteriormente se lo ha empezado a considerar como un proceso, un resultado de la

interacción de diversos factores internos y externos del trabajador. Actualmente se lo entiende

como un resultado, esto es, un tipo particular de mecanismo de afrontamiento y autoprotección

frente al estrés generado por la relación profesional-paciente y por la relación profesional-

organización. Aparece un deterioro cognitivo (frustración y desencanto profesional), afectivo

(desgaste emocional y, en algunos casos, culpa) y actitudinal (cinismo, indolencia e indiferencia

frente a clientes o frente a la organización) en el trabajador.

38

Supone para el trabajador una sensación de fracaso profesional y de fracaso en las relaciones

interpersonales con los usuarios. En esta situación, la respuesta desarrollada está constituida por

sentimientos de baja realización personal en el trabajo y de agotamiento emocional.

Ante esos sentimientos, el individuo genera actitudes y conductas de despersonalización como una

nueva forma de afrontamiento. Así, el SQT es un paso intermedio en la relación estrés-

consecuencias del estrés, de forma que, si perdura en el tiempo, el estrés laboral tendrá

consecuencias nocivas para el individuo en forma de enfermedad o falta de salud, con alteraciones

psicosomáticas, y también para la organización.

En la persona se produce un deterioro cognitivo, que consiste en la aparición de la frustración y el

desencanto profesional, en una crisis de la capacidad percibida por el desempeño de la actividad

profesional y en una crisis existencial. El deterioro afectivo se caracteriza por el desgaste

emocional y en algunos casos se acompaña por sentimientos de culpa. El deterioro actitudinal es

acompañado por actitudes de indiferencia para con los pacientes y la institución.

Así, las principales consecuencias emocionales tienen que ver con la sintomatología ansioso-

depresiva, con una propensión a los sentimientos de culpa y con respuestas hostiles alimentadas por

frecuente irritabilidad y actitudes negativas, lo que es sostenido por una gran variedad de estudios.

Desde el punto de vista clínico, se lo considera como un proceso que se acaba manifestando como

una enfermedad incapacitante para el ejercicio de la actividad laboral cuando se presenta en toda su

magnitud, por lo que no aparece después de uno o dos episodios de sobrecarga o de especial

dificultad, sino que se genera a lo largo de un proceso que puede resultarle desconocido al mismo

sujeto en el que intervienen características personales, condiciones generales del trabajo,

condiciones específicas de la realización de su labor asistencial (tratar con mucha gente,

expectativas de fracaso y exceso de estimulación aversiva, escaso control de la situación,

ambigüedad de rol, contacto continuo con la muerte y sufrimiento, frustración por no curar, alto

grado de implicación, escasa o nula formación de sanitarios en habilidades de comunicación y

control de las propias emociones) y la ausencia de mecanismos psicológicos que contrarresten lo

anterior.

Existe un consenso en considerar que las personas de un nivel educativo mayor manifestarán una

tendencia superior a experimentar el síndrome que las personas de nivel educativo menor. En otras

palabras, las personas que tienen un nivel educativo mayor, como lo es la licenciatura, maestría y/o

doctorado, tendrán una tendencia de manifestar el síndrome de desgaste por el trabajo con más

frecuencia que las personas que sólo tienen la secundaria aprobada.

39

CAPITULO 4

DELIMITACION DEL CONCEPTO DE QUEMARSE POR EL TRABAJO

4.1. Críticas al concepto

Más allá de la gran cantidad de investigaciones y artículos realizados, debe tenerse en cuenta que

algunos de los autores plantean interrogantes acerca de la validez y univocidad del término.

También se lo ha criticado por su similitud con otros tales como estrés, insatisfacción en el trabajo,

ansiedad, presión, fatiga, etc. Se afirma que este síndrome es un fenómeno que ha sido definido en

términos poco concretos, que parece depender de multitud de variables y a cuya sombra se han

propuesto modelos con escaso apoyo empírico.

En la revisión de la literatura se encuentra que muchas de las investigaciones sobre síndrome de

Quemarse por el Trabajo no tienen en cuenta los antecedentes personales y organizacionales de esta

situación (la que no surge de manera espontánea) como base de su desarrollo posterior, por lo que

cabe preguntarse acerca de las razones por las cuales se manifiesta en unas personas y en otras no,

siendo la misma situación laboral estresante para todos.

Entre las diversas críticas que ha suscitado la aparición de este concepto Bernardo Moreno afirma

que ―los métodos de estudio del Síndrome de Burnout han sido en ocasiones disertaciones

descriptivas carentes de verdadero apoyo empírico y precisas conexiones teóricas. El mismo

término burnout ha sido criticado con acritud por la elevada correlación con tedio, estrés,

insatisfacción en el trabajo, aburrimiento, ansiedad, tensión, conflicto, presión, «nervios», fatiga,

etc. ―39

Gil Monte40

lo define como una respuesta al estrés laboral crónico caracterizada por la

tendencia de los profesionales a evaluar negativamente su habilidad para realizar el trabajo y para

relacionarse con las personas a las que atienden, por la sensación de estar agotados a nivel

emocional, por el desarrollo de sentimientos negativos, y de actitudes y conductas de cinismo hacia

las personas destinatarias del trabajo, que son vistas de manera deshumanizada debido al

endurecimiento afectivo del profesional. El síndrome de quemarse por el trabajo no debe

identificarse con estrés psicológico, sino que debe ser entendido como una respuesta a fuentes de

estrés crónico (estresores) que se originan en la relación profesional-cliente, y en la relación

profesional-organización.

Una de las tendencias es entenderlo al síndrome desde una visión psicoindividual,

descomponiéndolo separadamente en tres componentes o dimensiones en lugar de analizarlo como

un todo, dando un excesivo interés en los sentimientos, pensamientos, actitudes, estados afectivos,

por lo que se otorga un gran énfasis a las cogniciones, a lo que pasa en la psiquis del sujeto, y en

39 Moreno Bernardo, et Al; ―El «Burnout», Una Forma Específica De Estrés Laboral‖; Pág. 272. 40 Gil-Monte, Pedro R.; ―Burnout syndrome: ¿síndrome de quemarse por el trabajo, desgaste profesional, estrés laboral o enfermedad de Tomás‖; Pág. 183.

40

lugar de dirigirse a las conductas concretas implicadas en cuanto a su aparición o cese en este tipo

de situación.

Entre las criticas, se considera que las tres dimensiones del síndrome antes mencionadas deben

manifestarse previamente para poder identificar una situación como de síndrome de Quemarse por

el Trabajo, lo que hace que se transformen en nociones autorreferenciales, por lo que si se lo

padece es porque se tiene cansancio emocional, despersonalización y baja realización personal, se

tiene cansancio emocional, despersonalización y baja realización personal porque se sufre el

síndrome.

Se ha hecho muy popular a pesar de que no existe una claridad y delimitación conceptual estrecha

sobre el mismo. Aunque la popularidad del término esté relacionada más con la novedad del

mismo que con la propia validez científica, la preocupación es auténtica ya que cuando se revisan

las consecuencias que tiene para el individuo y la organización se describen una serie de

manifestaciones que no son de origen orgánico-físico sino a causa de las nuevas formas en que

impacta la flexibilidad laboral y las nuevas formas de organización del trabajo de las últimas

décadas. La causa de esta heterogeneidad se deben a que la expresión original inglesa Burnout

Syndrome ha sido traducida de diferentes formas al español, lo que ha provocado la aparición de

diferentes denominaciones para el mismo fenómeno, lo que causa dificultades para comprender que

se entiende por él, y cuales son sus diferencias con patologías afines.

Siguiendo a Pedro Gil Monte41

, se presentan varias denominaciones, las que por su similitud

pueden ser agrupadas en tres tipos:

1) Las denominaciones que toman como referencia para la denominación en castellano al término

original burnout, siendo el caso de síndrome de quemarse por el trabajo, síndrome de estar

quemado en el trabajo, síndrome de estar quemado, estar quemado o quemazón profesional, que

difieren poco entre sí, por lo que se podrían usar de manera indistinta.

2) Las que toman como referencia la interpretación del contenido de la patología, en lugar de una

traducción más o menos literal del término anglosajón, utilizando denominaciones que no lo

caracterizan como síndrome, pero sí como desgaste psicológico por el trabajo, desgaste

ocupacional, desgaste profesional, las que se encuentran principalmente en revistas científicas y en

documentos dirigidos a profesionales de medicina y de enfermería, y no tanto en publicaciones de

psicología.

3) Un tercer grupo considera que el síndrome de quemarse por el trabajo es sinónimo de estrés

laboral, por lo que estas definiciones no serian no aportarían mayor claridad debido a que el

41 Gil-Monte, Pedro R.; Opcit; pag 183.

41

estrés laboral es un proceso de mayor magnitud más amplio que el proceso del síndrome de

quemarse por el trabajo.

Teniendo en cuenta que esta patología es consecuencia del entorno de trabajo y no del trabajador,

seria más adecuado usar ―síndrome de quemarse por el trabajo‖ 42

porque de esta manera se centra

la atención en el proceso de trabajo y no en la persona del trabajador, evitando la estigmatización o

hacer recaer la responsabilidad en la capacidad de adaptación individual, la que es diferente en cada

persona. Este síndrome es uno de los resultados o consecuencias del estrés laboral, esto es una de

las diferentes respuestas que pueden aparecer en situaciones de estrés laboral crónico, y por

tanto una de las posibles formas de desarrollo del proceso de estrés laboral, pero no la única.

4.2. La especificidad del síndrome: lo emocional

Más allá de la clasificación en dimensiones, se lo puede describir como la situación que se origina

cuando una persona, ante condiciones adversas fruto de su trabajo de tipo asistencial que persisten

durante un largo periodo de tiempo, responde de manera esquiva ante los sentimientos,

pensamientos, emociones que le producen malestar y sufrimiento.

En el caso de los profesionales sanitarios ocurre que comienzan a no relacionarse con los pacientes,

pasando menos tiempo en la habitación del enfermo, limitando sus palabras hacia el enfermo y

familiares, quejándose con mayor frecuencia, manteniendo un menor contacto físico con él, no

escuchándolo, tardando en acudir a la llamada del paciente, no mostrando interés por el paciente ni

su enfermedad, etc. y, en casos extremos, en los que la situación ya no es soportable pidiendo la

baja laboral o cambio de servicio hospitalario. Lo que efectivamente se conoce es que el SQT es

producto de repetidas presiones emocionales, mientras que el aburrimiento puede resultar de

cualquier presión o falta de innovación. Cuando el estrés laboral es crónico se desarrolla el

síndrome, como una respuesta al estrés crónico, cuando fallan las estrategias funcionales de

afrontamiento habitualmente usadas por el sujeto. 43

4.3. La diferencia entre Quemarse por el Trabajo y Depresión

Es la que ha desencadenado mayor polémica, por un lado se lo considera como un fenómeno social

frente a la concepción clínica e individualista de la depresión, pero otros consideran la depresión

como un síntoma del burnout, que se puede afirmar que la relación entre estar quemado por el

trabajo y otros términos es tan alta que se puede estar utilizando un nuevo nombre para una vieja

idea. Las diferencias podrían estar no en sentimientos colaterales, sino en los patrones y secuencias

que se siguen durante el desarrollo de ambas, lo que hace probable que depresión y burnout,

42 Gil-Monte, Pedro R.; Opcit; pág. 185 43 Mamani Encalada, Antonia, et al; Opcit; pág. 55

42

aunque se experimenten de modo parecido, tengan distintas etiologías y, por tanto, merezcan

nombres distintos.

4.4. Diferencia Estrés-SQT

Son muchas las conexiones entre un concepto y otro, siendo la única diferencia que el burnout es

un estrés crónico experimentado en el contexto laboral (mientras que el estrés excede al ámbito

laboral). Debe ser entendido como una respuesta a fuentes de estrés crónico, configurando un tipo

particular de mecanismo de autoprotección frente al estrés generado por la relación profesional-

paciente, y por la relación profesional-organización.

Así entendido este punto se torna central para la correcta conceptualización del mismo. De no ser

así se corre el riesgo de que el concepto burnout se extienda como acríticamente, se convierta en

causa de una multitud de demandas laborales.

Burnout Estrés

Falta de implicación en la tarea Sobreimplicación en los problemas

Embotamiento emocional, extrañamiento Hiperactividad emocional

El daño emocional es el la base primaria El daño fisiológico es el sustrato primario

Agotamiento afecta a motivación y a energía psíquica Agotamiento o falta de energía física

La depresión funciona como una pérdida de ideales de

referencia-tristeza

La depresión puede entenderse como reacción a preservar las

energías físicas

El Quemarse por el Trabajo sólo tiene efectos negativos Puede tener efectos positivos como factor de cambio y

adaptación.

Tabla nº7: Particularidades del Burnout y el Estrés 44

4.5. Diferencias entre el Mobbing y el SQT

El SQT, caracterizado como un trastorno adaptativo crónico como resultado de la interacción del

trabajo o situación laboral en las características personales, se distingue del Mobbing porque el

desgaste psicológico del trabajador no se debe a una específica situación de hostigamiento ejercida

sobre el mismo por sus jefes o compañeros, sino al frenético ritmo de trabajo, a la insatisfacción

personal con el trabajo realizado y, en general, a problemas en la relación del empleado con los

clientes o usuarios de la organización en la que trabaja.

Diferencias con la insatisfacción laboral.

La satisfacción de las personas en el trabajo es una de las variables más importantes relacionadas

con el comportamiento organizacional y la calidad de vida. En el caso de la insatisfacción laboral

en médicos residentes se reconoce que los modelos educativos tienen son importantes como causa

de insatisfacción, pero otros factores del trabajo cotidiano como el exceso de actividades

asistenciales y administrativas, las jerarquías por grado y maltratos son también influyentes. En

44 Fuente: Extraído de: Hidalgo Vega, Manuel; ―Síndrome de estar quemado por el trabajo o "burnout" (I): definición y proceso de generación‖, pág. 6

43

investigaciones se ha encontrado que los residentes que presentaban un mayor grado de

insatisfacción eran los de primer y segundo grado, lo que se explicaría con la argumentación de que

son los grados académicos con mayor carga asistencial, en los que hay enfrentamiento con

pacientes con patología poco abordada durante los estudios de pregrado (residentes de primer año)

y con patología muy compleja (residentes de segundo año).45

Tras más de 25 años desde la aparición del término Síndrome de Quemarse por el Trabajo, no hay

una definición unánimemente aceptada. Aunque se presente una heterogeneidad considerable

respecto de las definiciones de SQT, existe consenso en afirmar que se trata de una respuesta al

estrés laboral crónico, y una experiencia subjetiva que engloba sentimientos y actitudes, y que tiene

implicancias perjudiciales tanto para el individuo, como para la organización en la que este trabaja.

Se lo entiende como un síndrome, indicando que se encuentra integrado por un conjunto de

síntomas que pueden ser identificados y evaluados, para así diagnosticar adecuadamente la

patología. Se lo manifiesta como un proceso insidioso con consecuencias importantes debido a que

generalmente se identifica estar quemado con sentirse agobiado, a disgusto, aunque sin abarcar la

real sintomatología del síndrome, por lo que para los trabajadores que así lo manifiestan sería como

el final de un proceso porque entienden que han llegado al estado de estar quemado. Sin embargo,

representa realmente el comienzo del proceso por lo que los niveles de ausentismo laboral resultado

de esa situación estarán más relacionados con los bajos niveles de satisfacción laboral que con la

intensidad del síndrome.46

Para Gil Monte47

, el uso exclusivo de la denominación síndrome de quemarse por el trabajo

contribuye a la comprensión del fenómeno porque:

Al indicar que está integrado por un conjunto de síntomas, informa acerca de la naturaleza del

fenómeno.

Informa sobre la necesidad de identificar y evaluar el conjunto de síntomas para poder realizar

un diagnóstico adecuado de la patología,

Se evita estigmatizar al individuo, desviando el foco de atención hacia el trabajo y no hacia el

trabajador.

Se desvincula la patología laboral de la denominación coloquial de estar quemado.

Permite diferenciar lo de otras situaciones como estrés laboral, el desgaste emocional, fatiga,

ansiedad, etc.

45 Sepúlveda, V. et al, ―Insatisfacción durante la residencia de pediatría. Prevalencia y factores asociados‖; pag.429 46 Gil-Monte, Pedro R.;Opcit;; pag 188 47 Ídem; pág. 185

44

CAPITULO 5

EL SQT EN LA ORGANIZACION HOSPITALARIA

Es conocido que la organización hospitalaria se comporta como un agente desencadenador de

procesos de despersonalización en los pacientes, pero también para el personal, porque la rutina de

trabajo, la burocratización de los procedimientos administrativos, el tener que responder a

diferentes líneas de autoridad, falta de autonomía para el desarrollo profesional y personal, la falta

de planificación del trabajo, entre otras, son los aspectos que conducen hacia situaciones que

provocan conductas tales como inestabilidad emocional, actos de rebeldía contra la organización,

irritabilidad, síntomas que habrán de transformarse de un actuar agresivo o de oposición a un

estado de pasividad que incrementa la ocurrencia de conductas y desarrollo de hábitos que

amenazan la salud y la calidad de vida del individuo, provocando en el profesional sanitario una

creciente carencia de sensibilidad respecto del otro, su paciente. Esto se evidencia en episodios de

abandono del compromiso, olvidos, disminución de la responsabilidad, disminución de la

capacidad intelectual y rendimiento físico (asociado a hábitos y conductas de impacto negativo

sobre salud y calidad de vida) que inclusive lo pueden llevar a ser victima de accidentes laborales.

En los profesionales sanitarios, el síndrome de burnout está relacionado principalmente con la

insatisfacción laboral, la falta de reconocimiento social, un menor control sobre el trabajo, la

conflictividad en las relaciones interpersonales, la autopercepción de baja remuneración y el hecho

de cuidar pacientes con muchas demandas.48

En este colectivo son claramente influyentes el nivel

de necesidad emocional de los pacientes y las características organizacionales del propio

trabajo, por lo que a mayor demanda de los pacientes y menor respaldo de la organización, mayor

es probabilidad de emergencia del síndrome. Por lo tanto, las características personales y

sociales del sector de la salud, y en particular de los médicos, parecen ser condiciones

propicias también para la instauración del proceso.

Un ejemplo del desgaste que se produce en la labor asistencial, dadas sus características

particulares, son las unidades de cuidados paliativos, las que buscan brindar una atención digna y

humana, siendo su objetivo paliar o aliviar los efectos de una enfermedad para proporcionar el

máximo confort posible al paciente con enfermedad terminal. De ella se derivan múltiples y

cambiantes problemas que aparecen durante la fase terminal que ocasionan un intenso sufrimiento

en los pacientes y sus familiares, así como el personal encargado de su cuidado que se enfrenta a

ambos, se exige un trato personal y adecuado a cada paciente por parte de sus cuidadores, que no

pueden cambiar el tiempo que les queda pero si la calidad de éste. La labor asistencial implica

48 Grau, Armand; ―El burnout percibido o sensación de estar quemado en profesionales sanitarios: prevalencia y factores asociados; página 69.

45

situaciones de gran responsabilidad e impacto emocional que al mantenerse en el tiempo sin los

adecuados mecanismos de afrontamiento, puede derivarse en el denominado síndrome de quemarse

por el trabajo, por lo que su aparición implica ya la existencia de una estrategia de afrontamiento y

autoprotección frente al estrés generado por la relación profesional-usuario y por la relación

profesional-organización, por lo que esta situación estresante puede llevar a producir en el personal

sanitario una serie de consecuencias graves en su salud, tanto física como psíquica, como resultado

de un afrontamiento basado en control y evitación de pensamientos y sentimientos negativos, en

lugar de un afrontamiento basado en la aceptación de tales condiciones, dando lugar al denominado

síndrome analizado como un todo.En general, puede establecerse dos ámbitos de repercusiones del

síndrome, uno en la persona, y el otro en la organización. Los ámbitos en los que se enmarcan las

posibles consecuencias sintomatológicas individuales serian psicosomáticas, emocionales,

cognitivas, conductuales y sociales.

5.1. Consecuencias sobre la persona

5.1.1. Consecuencias psicosomáticas:

Cansancio hasta el agotamiento y malestar general (que, a su vez, median en deterioro de la calidad

de vida), fatiga crónica y alteraciones funcionales en casi todos los sistemas del organismo

(cardiorrespiratorio, digestivo, reproductor, nervioso, reproductivo, etc.) con síntomas como

dolores de cabeza, problemas de sueño, úlceras y otros desórdenes gastrointestinales, pérdida de

peso, molestias y dolores musculares, hipertensión, crisis de asma, etc.

5.1.2. Consecuencias conductuales:

Se reconocen manifestaciones de conducta despersonalizada en la relación con el paciente,

ausentismo laboral, presencia de abuso de medicamentos y otras sustancias (café, tabaco, alcohol,

etc.), cambios bruscos de humor, incapacidad para vivir de forma relajada, incapacidad de

concentración, superficialidad en el contacto con los demás, comportamientos de alto riesgo,

aumento de conductas hiperactivas y agresivas.

5.1.3. Consecuencias emocionales:

Predomina el agotamiento emocional, distanciamiento afectivo como forma de autoprotección,

ansiedad, sentimientos de culpabilidad, impaciencia e irritabilidad, baja tolerancia a la frustración,

sentimiento de soledad, sentimiento de alienación, sentimientos de impotencia, desorientación,

aburrimiento, vivencias de baja realización personal, sentimientos depresivos.

5.2. Consecuencias para la institución

Entre estas se cuentan la insatisfacción laboral, propensión al abandono y al ausentismo, el

deterioro de la calidad del servicio o trabajo realizado, pero también se genera cierto grado de

46

hostilidad y resentimiento en el clima laboral. Se manifiesta en un deterioro de la comunicación y

de las relaciones interpersonales, disminuye la capacidad de trabajo, disminuye el compromiso,

bajan el rendimiento y la eficacia, se da un mayor ausentismo y una mayor desmotivación,

aumentan las rotaciones y los abandonos de la organización, resulta muy afecta da la calidad de los

servicios que se presta a los clientes, etc.

Entre los diversos autores que han trabajado la noción de SQT no existe consenso acerca de cuáles

son los factores ni las consecuencias del mismo,49

lo que depende en gran manera si estos ponen el

acento en la importancia del medio laboral (lo que incluye reivindicaciones concretas) o, por el

contrario en los aspectos personales del trabajador, tales como la carga mental de trabajo50

El Síndrome sería el ―resultado de la exposición continua a los estresores existentes en las áreas

laborales, de modo que diversas variables extralaborales y laborales tales como la edad, sexo,

estado civil, nº de hijos, tipo de profesión, puesto laboral, tecnología utilizada, desempeño de roles,

clima laboral, tipo de personalidad y apoyo social, entre otras, se han estudiado en mayor o en

menor grado como antecedentes o facilitadores del síndrome‖ 51

5.3. Antecedentes sobre factores de riesgo psicosocial del trabajo del medico residente

Debido a los cambios en la organización del trabajo vividos a partir de los años 90‘s, existe un

consenso en los estudios psicológicos y sociológicos en remarcar que particularmente la actividad

laboral de los profesionales de la salud es la que produce mayores niveles de estrés. En la medida

en que el status social del profesional de la salud se ha transformado, se han ido generando

paulatinamente condiciones que impactan negativamente sobre el desempeño laboral y la salud

física y mental de los trabajadores del sector. Los factores productores de estas situaciones se

pueden agrupar en factores relacionados con el trabajo, externos o no relacionados con el trabajo y

características o situaciones personales y se manifiestan a través de problemas como ausentismo,

defectos de calidad, estrés, ansiedad, entre otros.

En la medida en que el status social del profesional de la salud se ha transformado, se han ido

generando paulatinamente condiciones que impactan negativamente sobre el desempeño laboral y

la salud física y mental de los trabajadores del sector.

Los factores de riesgo psicosocial a los que debe enfrentarse el personal médico en formación

pueden ser intrínsecos o extrínsecos a su práctica profesional, y la mayoría está relacionada

directamente con la práctica médica.

Entre las características intrínsecas de la profesión se cuentan, entre otras, el hecho de trabajar en

contacto con el sufrimiento y la muerte de los pacientes, la posibilidad de cometer errores de juicio

médico, etc. Entre estas, el principal factor de riesgo psicosocial es la sobrecarga de trabajo, la que

49 Garcés de los Fayos Ruiz, Enrique; ―Tesis sobre el burnout‖ ;pág. 23. 50 Artazcoz, Lucia; ―La salud laboral ante los retos de la nueva economía‖; pág. 60. 51 Aranda Beltrán, Carolina.et Al; Apoyo social y síndrome de quemarse en el trabajo o burnout: una revisión‖; pág. 80.

47

se debería en mayor medida a la gran afluencia de usuarios y a la fuerte presión asistencial

existente para reducir las listas de espera. En este esquema la causa no es simplemente por un

exceso de trabajo, sino que se encuentra en la mala organización de los servicios, que es la

responsable de dicha sobrecarga.

Entre las características extrínsecas a la profesión se destacan la sobrecarga de trabajo y sus

repercusiones en la vida familiar, la escasez de recursos, las responsabilidades de gestión asumidas

y la falta de control sobre el propio trabajo, así como, tener que adaptarse a plazos temporales tanto

de la práctica clínica como de la investigación, las relaciones del equipo de salud, la relación con

los pacientes y tener que enfrentarse al enojo y al estrés de los familiares de los pacientes.

Asimismo se debe hacer referencia a otros estresores, como la posibilidad de sufrir demandas por

mala praxis.

Algunos autores señalan que los médicos residentes tienen alta incidencia de patología relacionada

con el estrés laboral, elevadas tasas de depresión, conductas adictivas, somatizaciones y conflictos

familiares, asociados a excesivas cargas de trabajo, trabajo nocturno, excesiva autoexigencia,

inseguridad laboral futura y a situaciones como la muerte de pacientes y errores en la decisión

clínica, entre otras.

Las investigaciones existentes respecto del SQT de los médicos residentes plantean que entre los

factores que son fuente de estrés se encuentran la indefinición profesional, los períodos de

transición, la excesiva responsabilidad, el aislamiento social, dudas acerca de la especialidad

escogida, apremio económico y la falta de sueño. Por otra parte, el trabajo en un ambiente

hospitalario tiene características peculiares que lo vinculan necesariamente con experiencias

laborales estresantes.52

A partir de la revisión bibliográfica, se puede afirmar que se encuentra que la mayoría de los

jóvenes profesionales al inicio de su carrera tienen altas expectativas de logros tanto personales

como profesionales. Sin embargo, ocurre que en el común de los casos, estas expectativas

iniciales raramente se cumplen, por lo que dan lugar a la generación de sentimientos de fracaso

que son acumulativos y pueden resultar perjudiciales para la eficacia profesional pero también para

la salud del individuo.

Las evaluaciones habituales del desgaste profesional, en las que se ha utilizado preferentemente el

Maslach Burnout Inventry como instrumento de medición mas ampliamente usado, han

proporcionado información descriptiva sobre la asociación entre diversas variables y los niveles del

síndrome. Dada su brevedad, este instrumento no tiene en cuenta otros factores del proceso como

las condiciones psicosociales y organizacionales del trabajo, las causas precursoras, sus

consecuencias y los factores moduladores que operan sobre el síndrome.

52 Blandin, Jaicy; ―Estrés Laboral y Mecanismos de Afrontamiento:‖, pag8.

48

Se puede afirmar que su actividad profesional, al médico en formación pueden ocurrirle53

situaciones de pérdida contacto relacional mediante un trato distante, mal manejo de la información

y falta de respuesta a las emociones del otro (evitación del compromiso emociona); conductas

automáticas y rígidas tales como comunicación unidireccional, exceso de solicitudes de estudios,

uso exclusivo de lenguaje técnico ajeno a los pacientes (disociación instrumental extrema).A las

situaciones anteriores se les asocian otras en que la falta de conciencia del propio estado de

agotamiento e irritación constantes se traduzca en actitudes descalificativas y ausencia de

autocrítica (embotamiento y negación), en las que la persona pasa a la acción a través de reacciones

de enojo, confrontaciones reiteradas con colegas, pacientes y maltrato al personal del equipo

medico (impulsividad).

El síntoma que configura la presencia del síndrome es la pérdida de autorrealización y baja

autoestima, que puede traducirse en la falta de iniciativa y constancia en las tareas de equipo,

ausencias, impuntualidad y poca participación.

Respecto de las causas del síndrome en los residentes, la bibliografía y las investigaciones

existentes las relacionan con las características de las organizaciones más que con la

susceptibilidad individual al estrés laboral crónico en ocupaciones asistenciales.54

Entre estos

factores se enumeran la sobrecarga laboral, el número de horas trabajadas en la jornada, la falta de

claridad en las horas de descanso laboral reales y ambientes de trabajo inadecuados desde lo

arquitectónico.

Especial mención se puede hacer como factor predisponente sobre la falta de control –o autonomía-

la que se manifiesta tanto sobre la propia tarea, como respecto del ambiente físico de trabajo,

contenidos del puesto laboral y se reflejan en una baja participación en la toma de decisiones,

escasa disponibilidad de medios tecnológicos por precariedad o faltantes. Otros factores de causa

organizacional serian la ambigüedad en el desempeño de roles, la percepción de un insuficiente

reconocimiento de la labor realizada, la sensación de injusticia a causa de condiciones económicas

insatisfactorias y falta de perspectivas de crecimiento laboral, la ausencia de instancias para el

tratamiento de las dificultades en las relaciones interpersonales y conflictos de valores entre los

personales y los de la organización.

Los riesgos psicosociales del trabajo médico que pueden influir sobre la aparición del síndrome

parecen incidir en la salud mental de los profesionales desde los primeros contactos de éstos con la

realidad asistencial. Una revisión de la bibliografía sobre médicos residentes señala que la

depresión y el incremento de la irritabilidad son frecuentes en médicos ya desde el periodo de

entrenamiento y aprendizaje.

53 Catiscaris, Cristina, et Al; ―la persona del medico residente y el síndrome de desgaste profesional‖, pag237. 54 Idem, pág. 238.

49

Entre los estresores que son precursores específicos de la profesión y suponen una alta implicación

emocional y los relacionados con la organización del trabajo en profesionales de la salud pueden

mencionarse a diferentes condiciones interactuantes que le dan aparición.

Entre las condiciones personales se destacan las características demográficas, edad, sexo,

antigüedad en el puesto e historia particular previa de afrontamiento de situaciones).

Entre las características generales del trabajo que favorecen este tipo de situación se encuentran el

horario de trabajo irregular debido a la realización de turnos, la falta de cohesión en el equipo

multidisciplinar, los conflicto de rol entre profesionales, un clima organizacional jerarquizado, la

sobrecarga de trabajo – con falta de personal-, muchos pacientes que atender, individualismo y

burocratización en las instituciones sanitarias, condiciones salariales y escasez de formación en

habilidades de control de la situación). También se consignan las características específicas que se

dan en las unidades o servicios de cuidados paliativos por su situación particular, entre ellas;

contacto continuo con el dolor, sufrimiento y muerte, ausencia de tratamiento que permitan la

curación de los enfermos, control de situaciones de pesimismo, comunicación de malas noticias a

los familiares y ausencia de feedback de calidad del trabajo realizado, exceso de estimulación

aversiva.

Puede evidenciarse el efecto de estos factores organizaciones en que el volumen de ausentismo

laboral en el personal medico por causas psicológicas como depresión, por cansancio y

agotamiento, por dolores musculares inespecíficos se encuentra en franco aumento en los últimos

años.

Dado que la legislación actual argentina no considera a las enfermedades de origen psicosocial

como el Mobbing y el SQT como enfermedades laborales, estas aparecen solapadas en los casos de

depresión y patologías similares. ―Todos estos factores están reflejando sentimiento de tener que

enfrentarse diariamente a la enfermedad, al sufrimiento, y a la muerte de algunos pacientes y a las

exigencias cada día mas habituales que se producen en los servicios de urgencias hospitalarios por

parte de algunos usuarios.‖55

Factores relacionados con el trabajo clínico Factores dependientes de las

características individuales

Factores relacionados con el

puesto de trabajo y la

organización

Contacto cotidiano con la enfermedad Personalidad Condiciones del entorno físico

Cambios de las expectativas sociales sobre la salud Antigüedad en el puesto de trabajo, Apoyo Social

Problemas en el manejo del trabajo diario de la

consulta

La edad y el sexo Clima laboral

Manejo de la incertidumbre Dificultades para la formación

continua Percepción de falta de apoyo social Trabajo a turnos

Falta de promoción interna e inseguridad en el

trabajo

Las guardias

Tabla nº 8. Síntesis de Factores de riesgo relacionados con el trabajo del residente56

55 Garnés Ros, Ana Félix.; ―Estudio de las fuentes de estrés laboral en médicos residentes‖, pág. 568. 56 Fuente: Garnés Ros, Ana Félix.;Opcit, pág. 569.

50

Una primera diferenciación se puede hacer sobre características personales y características

organizacionales, y más allá del ―peso especifico‖ individual de cada una de ellas, se considera que

lo definitivo en la aparición del síndrome es el resultado de la particular interacción de las

condiciones específicas del trabajo con las características personales del trabajador.

5.4. Factores dependientes de las características individuales

Las variables de índole personal consideradas comúnmente son el sexo, la edad, el estado civil,

antigüedad en el trabajo, las características de personalidad, las estrategias de afrontamiento y las

psicopatologías que puedan estar presentes en los individuos.

5.4.1. Edad

Con respecto a la edad, se señala que a mayor edad disminuiría la tensión laboral, con lo que el

grado de presencia del síndrome seria menor en ellos. En si misma la edad no es un factor que

genera la aparición del síndrome de desgaste, sino que se refiere a que en los primeros años de

carrera profesional se considera la existencia de un periodo adaptación y de sensibilización por lo

que el profesional en formación seria especialmente vulnerable en la presencia del síndrome.

5.4.2. Antigüedad

En relación con la antigüedad en el trabajo, en general esta variable influye a la hora de estudiar el

grado de exposición al síndrome se lo sitúa entre los 5 y 10 años como el periodo en que este

problema aparece con mayor frecuencia.57

5.4.3. Estado civil

Aunque no existe acuerdo unánime en las investigaciones, se suele asociar más su aparición con las

personas que no tienen pareja estable, debido a que las personas solteras tendrían mayor cansancio

emocional, menor realización personal y mayor despersonalización que aquellas que tienen una

relación estable. Se entiende en este punto que el apoyo social del entorno familiar funciona como

un mecanismo de reducción de la aparición de los componentes del síndrome, particularmente

respecto del cansancio emocional y realización personal.

5.4.4. Hijos

Lo anterior puede aplicarse de igual manera a la existencia de hijos, que hace que estas personas

puedan ser mas resistentes al síndrome, debido a que la implicación con la familia y los hijos hace

que tengan mayor capacidad para afrontar problemas personales y conflictos emocionales; ya ser

mas realistas con la ayuda del apoyo familiar .58

57 Atance, Juan Carlos; ―Aspectos epidemiológicos del síndrome de burnout en personal pág. 300. 58 Ortega Ruiz, Cristina y López Ríos; Francisca ; opcit; pág. 142.

51

5.4.5. Género

Respecto del género, se afirma que la mujer se encuentra en un estado de mayor vulnerabilidad, a

causa de la doble carga de trabajo que conlleva la práctica laboral y las tareas de la casa, pero

también la elección de determinadas especialidades profesionales que prolongarían el rol de mujer.

Sin embargo, otros afirman que la predominancia del síndrome se daría en los hombres solteros.59

5.4.6. La personalidad

Existen varios rasgos de personalidad que se han relacionado con el SQT, y el más frecuentemente

señalado es el patrón de conducta tipo A60

, que se caracteriza, por un afán intenso y constante por

conseguir metas establecidas por el propio individuo, pero usualmente poco definidas; marcada

tendencia a la competitividad; deseo de reconocimiento y de logro; implicación en varias tareas y

trabajos al mismo tiempo; tendencia a la realización apresurada de todo tipo de funciones, tanto

físicas como mentales y estado de alerta permanente. Estas conductas se asocian con mayor

número de horas trabajadas a la semana, responsabilidad en la supervisión de personas, mayores

cargas de trabajo y demandas conflictivas.

Entre los profesionales sanitarios el candidato al ―desencanto‖ suele ser un sujeto con que se siente

decepcionado al comprobar lo rutinario de su trabajo diario, los condicionantes externos de su

eficiencia y la falta de reconocimiento a su esfuerzo.

5.5. Factores relacionados con el puesto de trabajo y la organización

5.5.1. Condiciones del entorno físico

Como se menciono en capítulos anteriores, el ruido, la mala iluminación, los olores desagradables,

la falta de espacio son fuente comprobada de estrés. La calidad del entorno físico en que se trabaja

es de gran importancia para la sensación de bienestar y en la autoestima de los profesionales.

Lamentablemente, muchos centros de salud y hospitales no cumplen unas condiciones mínimas y

presentan espacios deteriorados cuya mejora no es fácil de conseguir por parte de los profesionales

interesados.

5.5.2. Características organizacionales

Existe una gran variedad de aspectos organizativos que afectan a la calidad de los puestos de

trabajo que pueden estar relacionados con el desarrollo del síndrome. Las variables

organizacionales consideradas con mayor frecuencia en la bibliografía son el clima laboral, el

bienestar laboral, el grado de autonomía, la ejecución en el trabajo, el apoyo social, la ambigüedad

de rol y la falta de reciprocidad. Otros aspectos que han sido relacionados con este problema son el

59 Blandin, Jaicy y Martínez Araujo, D. opcit; Pág. 15 60 Moncada, S. et Al; Op cit.pag 7.

52

número de horas de trabajo, tipo de contrato y tipo de servicio, de los cuales se desprende que

sufren un mayor grado de desgaste aquellos profesionales que pasan un mayor número de horas de

trabajo con un contrato eventual o cambiante, en un servicio donde el impacto emocional es alto

como oncología infantil, cuidados paliativos o hematología.61

Un factor externo que puede ser desencadenante de desgaste, es que en las instituciones en que

trabajan no existan los recursos adecuados para desempeñar su trabajo. Además de que existan

demandas legales que afectan considerablemente al médico y también puede ser una causa para que

se presente agotamiento emocional, despersonalización y cinismo. 62

El mismo tipo de relación se produciría en el caso de la falta de reciprocidad de rol, en el sentido de

que el personal sanitario podría percibir que tanto los pacientes como la organización no les

recompensan de manera proporcional a lo que ellos dan.

5.5.3. El cansancio

Las jornadas extenuantes provocan privación de sueño, que deteriora el rendimiento laboral,

provocan trastornos del carácter e incrementan las probabilidades de error. Los problemas

fisiológicos por rotación de turnos o jornadas de trabajo prolongadas son trastornos del sueño,

estrés, ansiedad, depresión y síndrome de desgaste profesional.63

Durante su adiestramiento, los médicos residentes cumplen dos actividades: la formativa y la

asistencial médica o quirúrgica. ―Es un error pensar que el aprendizaje será mejor al trabajar más

allá del límite fisiológico; por tanto, es necesario un equilibrio entre las actividades en el hospital y

el tiempo dedicado al descanso o esparcimiento.‖64

Se han realizado estudios que han encontrado que las jornadas laborales prolongadas se asocian

significativamente con la presencia de síndrome de desgaste profesional, ya que se presentó mayor

frecuencia en los residentes que por semana trabajan más de 80 horas o tienen tres o más guardias,

pero también con las especialidades quirúrgicas. Sin embargo, no sucedió así con el sexo, la edad o

el estado civil.65

5.5.4. Dificultad de la formación continua

Los conocimientos médicos crecen de forma imparable, y es muy difícil mantenerse al día. Aunque

cada vez está más definido el cuerpo de conocimientos de la especialidad, en la práctica es muy

amplio y con facilidad pueden surgir dudas sobre la competencia en un campo en concreto que se

pueden ir ampliando a lo largo del tiempo. Esto crea estrés en algunos momentos, porque, aunque

la derivación al especialista siempre es posible, en la práctica puede ser dificultosa o dudosa. La

61 Sosa Oberlin, Evelyn; ―Frecuencia de los síntomas del burnout en profesionales médicos‖ pág. 18 62 Hernández-Vargas Clara, et Al; ―El síndrome de desgaste profesional Burnout en médicos mexicanos‖; pág. 13 63 López-Morales Arturo, et al; ―Síndrome de burnout en residentes con jornadas laborales prolongadas‖, pág. 234. 64 Ídem, pág. 235 65 Ibídem, pág. 235.

53

falta de tiempo en el horario de trabajo hace que sea difícil encontrar un espacio para «reciclarse»

porque, además, las sesiones clínicas en los centros de salud tienen más dificultades que en el

hospital, por dispersión de los profesionales u otros problemas.

5.5.5. Clima laboral

En el ambiente laboral, las relaciones interpersonales pueden por si mismas llegar a convertirse en

una fuente de estrés, pero cuando existe una buena comunicación interpersonal y se percibe apoyo

social, se amortiguan los efectos negativos del estrés sobre la salud.

5.5.6. Trabajo por turnos

En el trabajo a turnos, especialmente en el de las guardias, se produce un desfase entre la actividad

laboral, en horarios no convencionales, y la actividad fisiológica que es fundamentalmente diurna.

De esta manera, el período de reposo se sitúa durante unas horas en las que domina el ruido, propio

de la actividad laboral diurna de los demás, comprometiendo seriamente la profundidad del sueño y

con ello la posibilidad de lograr un reposo auténticamente reparador, tanto de la fatiga física, como

de la fatiga psíquica.

5.5.7. Las guardias

La imagen social de las guardias y los servicios de urgencias es que son lugares en los que se

resuelven todo tipo de enfermedades, por lo que en el común de la gente existe la idea que es la

forma mas rápida de obtener un diagnostico, por lo que la guardia puede llegar a ser una actividad

laboral particularmente dura y agobiante para los profesionales.

La guardia trae aparejada una privación de sueño que va en detrimento de la calidad de vida del

residente, sobre todo cuando el residente se ve obligado a continuar su interminable jornada laboral

tras 24 horas de asistencia médica continuada.

Se ha encontrado que la privación del sueño en las guardias afecta la coordinación y destreza del

residente, en anestesiología se ha encontrado que los errores en la administración de anestesia

epidural son más frecuentes tras la privación de sueño y los cirujanos que realizan cirugía

laparoscópica tardaron más tiempo en realizar intervenciones quirúrgicas que quienes habían

descansado.66

―Las guardias realizadas en los servicios de urgencias son las que más merman la

calidad de vida de los residentes y la calidad de su labor asistencial, dado que los servicios de

urgencias son lugares generadores de estrés por excelencia, y es precisamente en los servicios de

urgencias donde el residente desarrolla gran parte de su labro asistencial, sobre todo los primeros

años de la formación medica especializada.‖67

66 Ibídem, pág. 237. 67 Fernández Martínez, O, et al; ―Calidad de vida profesional en los médicos residentes‖; pág. 7.

54

5.5.8. Percepción de falta de apoyo social

El apoyo social hace referencia a las transacciones entre las personas que conforman la rede de

apoyo del individuo, las que brindan ayuda entre si y satisfacen sus necesidades básicas. Cuando

los intereses básicos están cubiertos (jornada, estabilidad laboral) cobran mayor importancia las

relaciones que se mantienen con los compañeros, con el superior, el reconociendo de estos y la

posibilidad de crecer personal y profesionalmente. El apoyo social puede reducir las consecuencias

emocionales y de agotamiento de los estresores, teniendo un efecto de amortiguador o mitigador de

los mismos, por lo que su misma ausencia puede ser considerada como un estresor laboral,

teniendo así importantes efectos sobre el síndrome, pero también para otros tipos de estrés laboral.

5.6. Factores relacionados con el trabajo clínico

5.6.1. Contacto cotidiano con la enfermedad, el dolor y la muerte

La vivencia del sufrimiento de los pacientes no es un fenómeno ante el que los médicos respondan

de la misma manera, sin embargo se considera que el trabajar con el sufrimiento físico es un

aspecto inherente a su profesión, aunque no por ello deja de afectarles, y se afirma que el médico se

acostumbra a medida que adquiere mayor edad y experiencia profesional.68

5.6.2. Problemas en el manejo del trabajo cotidiano en la consulta

El espacio de la consulta resulta una oportunidad para que el medico sea objeto de la hostilidad y el

descontento de los pacientes o familiares de estos, ya que resulta ser un blanco fácil al que trasladar

agresiones que resultan más difíciles de ejercer sobre otras figuras de autoridad, particularmente en

situaciones de urgencias.

5.6.3. Relaciones con familiares del paciente.

Los familiares del paciente también suelen ser una importante fuente de estrés laboral, ya que estas

relaciones no son valoradas de una manera tan positiva como en el caso de los pacientes. Ocurren

situaciones en que la insatisfacción de la relación del médico con el familiar proviene de la

incomprensión o no aceptación de la enfermedad y su gravedad.

5.6.4. Manejo de la incertidumbre

La práctica clínica no se basa en certezas y evidencias absolutas, porque incluso los problemas más

comunes tienen una amplia variabilidad, la que impide efectuar predicciones absolutas, por lo que

la formación medica implica aprender a manejarse con la incertidumbre y los límites del

conocimiento médico, y así, en la práctica diaria se toman decisiones importantes con datos

incompletos o imprecisos.

68 Escribà-Agüir Vicenta, et al; ―Exigencias laborales psicológicas percibidas por médicos especialistas hospitalarios‖; pág. 490.

55

5.6.5. Manejo del riesgo emocional

El personal médico debe enfrentarse continuamente a situaciones de fracasos, sufrimiento

continuado en algunos de sus pacientes, fallecimientos, y falta de aceptación y de simpatía por

parte de los pacientes y sus familiares. Aunque la relación que se establece entre médico y paciente

es un aspecto fundamental de la profesión médica constituye, al mismo tiempo, uno de los factores

de riesgo emocional más graves para el profesional, porque los pacientes pueden expresar

emociones de enfado, frustración, evitación y desprecio hacia los médicos, y tales se suman a la

tradicional presión asistencial.

5.6.6. Comunicar malas noticias

Tener que comunicar malas noticias es algo inherente al desempeño de la profesión médica, y sin

embargo, constituye de manera general un factor estresante, debido a la falta de preparación

general para establecer relaciones de comunicación óptimas con sus pacientes a la hora de

transmitir malas noticias, lo que les supone dificultades adicionales en su práctica diaria. De hecho,

sentirse poco preparado en habilidades de comunicación ha sido relacionado con una mayor

prevalencia de Burnout.69

5.6.7. Cambios de las expectativas sociales sobre la salud

A partir de los cambios en la tecnología medica en el silo XX, las ideas sobre salud, enfermedad,

particularmente lo que los pacientes pueden esperar de la Medicina ha cambiado drásticamente. La

salud pública y el derecho a la salud se han consolidado como obligaciones básicas de los estados y

se ha generalizado la imagen de una medicina, que unida al creciente uso de aparatología, tendría

posibilidades infinitas.

En el contexto de la sociedad de consumo, este factor de medicalización conduce a que la

sensibilidad ante la enfermedad y su ámbito se modifiquen, lo que en algunos casos crea ansiedad y

desconfianza en muchas personas y también genera una gran demanda por síntomas menores a los

servicios sanitarios. Sin embargo, el sistema sanitario no puede responder satisfactoriamente a

muchas de estas demandas, por un lado porque, a pesar de los grandes avances, la Medicina sigue

teniendo sus límites, por otro lado porque muchas enfermedades tienen que ver con los estilos de

vida que se llevan.

5.7. Consecuencias sobre la salud individual y de la organización

Una prolongada exposición a los factores antes mencionados ha hace que se potencien sus efectos y

que dicha situación se cronifique. Respecto a la comparación entre diversas especialidades

médicas, se manifiesta una presencia de mayores índices de desgaste profesional entre

profesionales de orientación clínica tales como atención primaria o especialidades de salud mental, 69 Escribà-Agüir V, et al; Opcit.pag 492.

56

sin embargo los resultados varían en función de las variables organizacionales, de la tarea,

individuales o sociolaborales que se incluyan.70

Se sostiene que existe una relación positiva entre altos índices de fatiga con prolongadas jornadas

de trabajo y pocas horas de sueño. Estas dos variables se señalan como precursores del proceso de

estrés laboral, que si se cronifica tiene una alta probabilidad de desembocar en una situación de

síndrome de desgaste profesional. Una situación similar ocurriría en los que trabajan en

emergencias, combinándose horarios de trabajo incompatibles con la vida social, deprivación de

sueño con baja satisfacción laboral y presencia del SQT71

.

También se ha relacionado el periodo de residencia con el desgaste profesional, abuso del alcohol y

depresión y su influencia en el cuidado y actitudes hacia los pacientes.72

Las personas que sienten que sus expectativas laborales originadas en un principio de la vida

laboral no se han realizado, van a presentar una tendencia mayor a manifestar el síndrome de

deterioro profesional que las personas que no sienten haber fracasado en realizar sus expectativas.

De esta manera algunos centran el perfil de riesgo para la ocurrencia del síndrome en las siguientes

características: ―varón, menor de 36 años, civil, soltero, sin hijos, que percibe recibir un salario

escaso, está en el primer año de la especialidad, sobre todo si es quirúrgica, que tiene menos de 4

años de antigüedad profesional, dedica a su tarea directamente en relación con los enfermos el

100% de su jornada laboral, trabajando entre 36-40 horas a la semana en el hospital y más de 4

horas en su domicilio, realizando a veces trabajo correspondiente a otros miembros del servicio,

con una carga académica entre 2 a 3 presentaciones de casos y seminarios, y llevando a cabo entre

5 a 6 guardias al mes.‖73

Garnés Ros (2001)74

, en la investigación realizada sobre residentes encuentra que la puntuación

mas alta de estrés laboral la presentan los médicos mas jóvenes, y que los médicos que tienen

menos experiencia profesional (meses de residencia), quienes presentaban mayor nivel de estrés

laboral, a medica que se acercaban a la finalización de la especialidad, el estrés disminuía.

Asimismo, que el nivel de estrés laboral era mayor entre los residentes de especialidades clínicas

que entre los de especialidades quirúrgicas (de manera similar al estudio conducido anteriormente

en este mismo hospital objeto de estudio)75

.

Otro antecedentes de investigaciones sobre el SQT de los residentes encuentran que tanto en

hombres como mujeres, la relación familiar es afectada por la fatiga laboral. También se afirma que

la mayoría responde que consume asiduamente sustancias nocivas socialmente aceptadas (alcohol,

70 Curti, Adriana. et Al; ―¿Es diferente el estrés laboral entre médicos en formación del área clínica y quirúrgica?‖ pág. 5. 71 Mingote, Adán, Opcit. pág. 14 72 Idem. Pag 15 73 Blandin, Jaicy; Opcit pág. 8. 74 Garnés Ros, Ana.Felix.; Opcit.pag 569. 75 Curti, A. et Al; Opcit. Pag 5

57

tabaco, fármacos), y que presentan trastornos de salud como disfunciones sexuales (hombres),

trastornos del sueño, irritabilidad, de la concentración y memoria, y un desinterés manifiesto.

Estos acontecimientos repercuten en la actividad diaria de los médicos y en su quehacer diario los

predisponen a un malestar laboral e incluso al abandono de la residencia, en búsqueda de otros

destinos laborales que le reporten ingresos similares, pero que no incluyan la constante

preocupación por juicios de mala praxis.

La educación médica por si misma no determina la práctica médica, mas bien los cambios en la

práctica médica determinan los cambios en la educación medica. Durante su estancia en la

institución de salud, para el médico residente en periodo de adiestramiento es de gran importancia

desarrollar pericia o aptitud en los procedimientos técnicos, porque resulta manifiesto que existe

una clara relación entre la presión asistencial y el riesgo de desarrollo de síndrome de Quemarse

por el Trabajo, y si este aspecto no es desarrollado en este periodo de formación, sus efectos se

vana potenciar en el tiempo.

58

CAPITULO 6

LOS CAMBIOS EN TORNO AL TRABAJO Y A LA ORGANIZACION DEL TRABAJO

6.1. El concepto de trabajo y su evolución histórica

El trabajo es una actividad que permite lograr un bienestar, porque con ella se recibe un pago, por

lo que de esta manera trabajo no sería únicamente un fin en si mismo sino un medio para lograr un

fin ultimo, esto es, para comprar los medios que permitan la existencia, pero también para lograr

beneficios inmateriales como desarrollo personal, social y profesional, la independencia o el éxito.

Una primera y simple aproximación es considerarlo como una fuerza manual directa que actúa para

transformar los objetos, en la que el trabajador es un simple factor de producción76

, esto es, la

transformación de un objeto de trabajo como resultado de la actividad humana, que no es aislada,

sino que implica cierta interacción con otros (trabajo en equipo). Es el elemento sobre el cual actúa

el trabajador, para obtener un producto u ofrecer un servicio, que no necesariamente sirve para

satisfacer su necesidad de manera directa, sino a través de la obtención de una paga o salario (valor

de cambio) por el mismo.

Su centralidad es tal que puede afirmarse que en la sociedad actual es el factor que posibilita la

existencia de la sociedad y da su lugar en esa sociedad a las personas, por lo que es una de las

primeras fuentes de identificación y de diferenciación entre las personas. Tanto es así que por los

últimos doscientos años, la cultura occidental ha estado basada en el trabajo y el trabajo a su vez ha

incidido en los modos de vida que han caracterizado el desenvolvimiento de la sociedad hasta el

presente.

La reflexión acerca de los cambios a través de la historia en la concepción del trabajo permite

aproximarse a la comprensión de los procesos de transformación y cambio de las estructuras

económicas y sociales que caracterizan a la sociedad en la actualidad.

La evolución histórica del trabajo y sus significaciones lo muestra desde las sociedades no

estructuradas por la división social del trabajo, hasta en la sociedad industrializada, donde el trabajo

se convierte el un eje nuclear para la estructuración social.

En la mitología occidental, el Génesis indica que el trabajo es el resultado del pecado de Adán y

Eva: el hombre está condenado a trabajar ―con el sudor de su frente‖; por su lado, a la mujer se le

dice ―Parirás a tus hijos con dolor‖ (trabajo-parto). Antiguamente se lo entendía al trabajo como

―estado del que sufre‖, en comparación con la definición moderna de un conjunto de actividades

humanas coordinadas con vistas a producir o contribuir a producir lo que es útil.En su origen, la

76 Korinfeld, S et Al; ―El nuevo paradigma económico-productivo y las condiciones de trabajo‖; pag4.

59

palabra ―trabajo‖ proviene del latín tripalium, con el que referiría comúnmente a un ―trípode‖ que

era utilizado fundamentalmente para herrar los caballos, pero también utilizado después como

instrumento de tortura. ―Así, el ―trabajo‖ designó en primer lugar, en un sentido técnico que se

mantuvo hasta nuestros días, este inocente instrumento del criador y del herrero. Es por medio del

verbo (tripaliere: hacer sufrir en el tripalium) y no por medio del sustantivo que apareció el sentido

moderno de pena―.77

En las sociedades precapitalistas el trabajo era una actividad asociada a la supervivencia, no existía

una distinción como en la sociedad industrial entre el tiempo de trabajo y tiempo libre. Hasta

entrada la Edad Media había un considerable desprecio social respecto del trabajo, que era

adjudicado a las castas inferiores, pero también como castigo y penitencia.

Se conoce que entre los siglos XII al XVI, trabajar se relacionaba con el sufrimiento y tormentos,

en que el ―trabajador‖ era el verdugo. El trabajo conservará Hasta el siglo XVI un valor más bien

negativo, construido a la vez mediante las creencias de las sociedades antiguas, y mediante la

evolución de las instituciones cristianas. 78

A partir de los trabajos de Max Weber en su libro ―La ética protestante y el espíritu del

capitalismo‖, sobre los efectos de la reforma protestante en la acumulación de capital, se conocen

los mecanismos por los cuales se revirtió el valor negativo del trabajo, así como de las

representaciones sociales y las conductas asociadas al mismo. Weber identifica las conexiones

entre las ideas religiosas del protestantismo con el desarrollo de las actividades económicas del

capitalismo y señala que la ética protestante implica una nueva visión de la relación entre lo

espiritual y lo material que supone la superación de las concepciones medievales del cristianismo

con relación al trabajo, donde éste es valorado negativamente, a tal punto que es considerado como

castigo divino. 79

Comienza así en la modernidad a prefigurarse una nueva concepción del trabajo, revalorizándolo

como resultado del desarrollo de una concepción que potencia el esfuerzo productivo y la idea de la

utilidad común, premisas que sustentan la nueva consideración del trabajo.Desde esta perspectiva,

el trabajo tiene un fuerte contenido moral, se lo interpreta como un instrumento eficaz para

combatir el ocio y la tentaciones, no obstante aún tiene un significado de penitencia, se condena

toda actividad que tenga como orientación el lucro y el comercio. 80

Con esta visión moral del trabajo, la religión y el trabajo se estrechan, por lo que si el trabajo se

hace al servicio de D‘s, toda ganancia proporcionada por el trabajo es legítima. Una salvación

mediante el trabajo (tener y dar trabajo), más que por medio de la penitencia y la caridad.

77 Vatin François; ―Trabajo, ciencias y sociedad: un recorrido por la historia de los hechos y el pensamiento‖; pag3 78 Jacob, Annie; ―La noción de trabajo. Relato de una aventura socio-antropo-histórica*; pág. 6. 79 Weber, Max; ―Economía y Sociedad‖; tomo 2 pág. 259 80 Álvarez Lugo, Armando; ―Trabajo y Mundialización, una Mirada Desde la Antropología‖; pág. 112.

60

Durante la Revolución Industrial el trabajo se consolido como el medio dominante de adquisición

de bienes y servicios, en la cual el trabajador, considerado como una máquina, era el principal

motor del modelo económico predominante en dicha época.

Asimismo los fisiócratas, los enciclopedistas y después los economistas conocidos como los de la

Escuela Clásica ponen al trabajo en primer plano en contraposición a la propiedad como fuente de

riqueza, esto es, en oposición a la aristocracia propietaria de la tierra. De esta manera el trabajo

tenía entonces un componente progresista frente al poder de la Iglesia y de los terratenientes,

haciendo recaer sobre el esfuerzo propio, la valorización de las personas y la creación de riqueza.

Con el capitalismo trabajo pasó a ser considerado como la más alta manifestación de la libertad

individual pero también como una mercancía (fuerza de trabajo) que tiene valor de cambio.

Por tanto, se convirtió en el fundamento ético -y no sólo económico- del capitalismo y en la marca

por excelencia de la civilización, en la obligación moral y no únicamente en medio de subsistencia.

La carga de negatividad del trabajo fue disminuyendo progresivamente con el tiempo, del tormento

en el trabajo, a la idea de esfuerzo penoso, de fatiga, para agregarle a fines del siglo XVIII la

noción de resultado útil, y finalmente la idea de de medio para ganarse los ingresos que permitan la

existencia.

Así brevemente comentado, este seria la forma en el que esta actividad se transformó en un tema

central de las sociedades, ―Mientras que trabajar ocupa ahora el centro del campo conceptual en el

que antes sólo ocupaba un lugar periférico -de la misma manera que el trabajo ocupa el lugar

central de nuestra vida social- cuantitativamente y cualitativamente.‖81

6.2. La noción moderna de trabajo

Con la modernidad el trabajo toma un nuevo significado construyéndose desde el siglo XVIII una

realidad social que no tiene equivalente en otras sociedades históricas.

Es de particular importancia el hecho que a partir del s.XIX el trabajo asalariado se convirtió en el

paradigma, el modelo de la actividad creadora, transformándose el significado del mismo en

correspondencia con los cambios que se producen en cuanto a la concepción del mundo y del

conocimiento que modifican las condiciones reales del trabajo. De esta manera, ―Lo que nosotros

llamamos trabajo es una invención de la modernidad. La forma en que lo conocemos, lo

practicamos y lo situamos en el centro de la vida individual y social y fue inventado y luego

generalizado con el industrialismo‖.82

Es un cambio conceptual que tiene implicaciones muy concretas, cotidianas. Se percibe el trabajo

como un medio para alcanzar mayores niveles de bienestar, percepción que se apoya en los avances

técnicos-científicos que se alcanzan en este período y que fortalecen la actividad económica.

81 Jacob, Annie; Opcit; pág. 2 82 Gorz, André, Miseria del presente, riqueza de de lo posible, pág. 25.

61

A diferencia de cómo era entendido en la cultura romana, el ocio se valora negativamente, siendo el

esfuerzo productivo el generador de todos los bienes y las virtudes.

La apología del trabajo es un fenómeno que se presenta a partir del siglo XYIII y se acentúa en el

siglo XIX con el rechazo de las concepciones negativas sobre el trabajo heredadas de las griegos,

romanos y de la Edad Media.

La valoración positiva del trabajo tiene como fundamento que el trabajador debía vender su fuerza

de trabajo en el mercado, esto es, recibir una paga por el esfuerzo físico realizado.

El aporte marxista al concepto de trabajo sostiene que en el modo capitalista de producción el

trabajador no puede desplegar todas sus potencialidades en el grado que sería factible, según el

desarrollo de las fuerzas productivas, y es así que su crecimiento físico y mental es coartado en

relación a las posibilidades.

Marx establece una diferencia entre el verdadero trabajo, como esencia del hombre y el trabajo

real, que no es más que una de sus formas alienadas. Asume que el trabajo está vinculado a la

racionalidad del capital, por ende a la naturaleza del mismo, aseverando que en el capitalismo

industrial tiene una connotación deshumanizante de la condición humana, al ponerse al servicio del

capital, afirmando que en el curso de la historia el hombre es enajenado de su vida productiva y sus

productos. 83

La oposición no se encuentra ya entre ocio y trabajo, como lo era antiguamente sino entre trabajo

libre y el trabajo alienado sino que se introduce la noción de desempleo. El no trabajo supone la no

ejercitación de la fuerza de trabajo, es decir, las potencialidades de la persona que no trabaja no son

incentivadas, animadas, produciéndose un desarrollo mezquino tanto en el orden físico como

mental. Se entiende por entonces que los desocupados enferman más frecuentemente, no sólo por

su bajo nivel de vida, sino también porque la ociosidad forzada, al trastornar el ritmo de sus vidas,

deteriora su equilibrio físico y mental.

6.3. La organización científica del trabajo

A comienzos del siglo XX el problema de la productividad del trabajo y los métodos que

permitirían su incremento se insertaban en contexto histórico caracterizado por el fuerte

crecimiento económico y la expansión de la demanda, sin que paralelamente se produjera un

cambio tecnológico importante que hiciera posible substituir fuerza de trabajo, la cual era

abundante. Este cambio tecnológico se realizó mediante una nueva organización del trabajo, que se

conoce como la Organización Científica del Trabajo (OCT) permitiendo un notable avance en la

reducción de los tiempos, la simplificación de las tareas; la reducción del tiempo requerido para la

formación y la facilidad del aprendizaje.

83 Álvarez Lugo, Armando José; Opcit. Pag 115

62

Un factor decisivo fue la obra de Frederick Taylor, ―The principles of cientific magnament”, en su

primer edición, publicada en 191184

, en la que propone dividir cada proceso de trabajo en

movimientos parciales y organiza las tareas fragmentarias de acuerdo con pautas rigurosas de

tiempo y con el estudio del movimiento. Esa división del trabajo tenia como sustrato el estudio

sistemático de tiempos y movimientos, para en un primer momento identificar, medir y

posteriormente eliminar el tiempo muerto y los movimientos considerados improductivos e inútiles,

estipulando los tiempos obligatorios de reposo, para permitir la recuperación de la fatiga, y de

pausas para hacer el mantenimiento de las maquinarias y equipos. Se trata de una economía de

movimientos y de tiempo de trabajo, reducir los costos unitarios de producción, simplificar el

trabajo e intensificarlo, para incorporar mano de obra poco calificada.

6.4. El proceso de trabajo “fordista”

Los primeros años del siglo XX se caracterizaron por la importancia que adquirieron las industrias

metalmecánicas, especialmente la automotriz. En las grandes empresas con procesos de trabajo en

series, ese proceso de trabajo taylorista se articuló con ciertas innovaciones introducidas en sus

inicios por Henry Ford en su empresa y que luego se difundieron de manera parcial e irregular al

nivel del resto del sector industrial. Por fordismo se entiende a una forma de acumulación basada

en la conexión entre producción y consumo que se caracteriza por organizar el proceso de trabajo a

partir de la fragmentación de tareas en una línea de montaje que permite una producción

estandarizada y en serie del mismo producto, en la que la mayoría de los puestos de trabajo no

requieren importantes calificaciones y están organizados en una jerarquía de autoridad y control,

con clara división social y técnica del trabajo, que para ser controlada requirieron un número

importante de supervisores, capataces y mandos intermedios con una excesiva jerarquización de la

autoridad85

. La separación entre concepción y ejecución es central al proceso de trabajo, y bajo este

principio el operario es un elemento mas de la maquinaria del sistema de producción, porque el

control del ritmo de trabajo no esta en el la persona sino en la maquina.

Las características de esta forma de organización seria las siguientes: 86

Incrementar la producción de series largas de mercancías homogéneas destinadas a un mercado solvente y

en expansión mediante la producción en economías de escala.

Una relación salarial de contratos de trabajo estables, por tiempo indeterminado y de jornada completa,

con un sistema de remuneraciones basado en el rendimiento y el tiempo de trabajo.

el volumen de producción no se programaba en función de la demanda sino siguiendo el calculo de las

ventas anteriores, con el propósito de generar de economías de escala y la reducción de los costos

84 Biografía de Frederick Winslow Taylor; http://www.biografiasyvidas.com/biografia/t/taylor_frederick.htm 85 González, María Candelaria; ―Flexibilización de las relaciones laborales: Una perspectiva teórica postfordista.‖; pág. 39 86 Neffa, Julio C. (1999), "Crisis y emergencia de nuevos modelos productivos", pag17.

63

unitarios de producción con el propósito de maximizar a corto plazo las tasas de ganancia, pero sin tener

en cuenta de manera explícita las posibles variaciones futuras del volumen y la calidad del producto.

Para hacer frente a la incertidumbre del mercado y reducir los costos de transacción la producción dentro

de la misma empresa estaba integrada verticalmente (sin subcontratación a 3eros), pero que deba lugar al

gigantismo e indivisibilidades.

Para asegurar la continuidad de la línea de montaje y disponer de un margen de seguridad ante

imprevistos y reducir los costos de transacción, en las plantas industriales se podía encontrar grandes

stocks de materias primas, insumos y en menor medida de productos terminados. Esto representaba un

elevado costo de capital (inmovilizado) y demanda mucho espacio físico dentro de las plantas.

Esta forma de organización de la producción se convirtió en modelo para otras industrias, y

asociado a políticas Keynesianas, consiguió mantenerse intacto hasta comienzo de los años setenta.

A partir de entonces y como consecuencia de diversos factores el modelo fordista-keynesiano

comenzó a manifestar señales de agotamiento.

6.5. La flexibilidad laboral y su contexto

Desde los años 80‘s, los Estados han apoyado la flexibilización del trabajo promulgando leyes con

menor carga de control publico, debilitando la seguridad social y la influencia política de los

sindicatos. En la Argentina, en particular, se considera que ya existía una considerable

flexibilidad en el mercado laboral inclusive antes de las reformas de los noventa, por lo que en

muchos casos las reformas legislativas iban detrás de las modalidades de flexibilización ya

adoptadas en la práctica por las empresas.87

Esto es, un grado de flexibilidad laboral de hecho

basada en la relativa facilidad para incumplir las normas sin g r a n d e s r i e s g o s a sanciones

severas.88

La década del ‗90 trae un cambio en las condiciones de la competencia, genera nuevas presiones

sobre las formas de contratación y uso de la fuerza de trabajo. Se transforman así las

oportunidades de empleo, las condiciones de contratación, las calificaciones requeridas y el nivel y

la modalidad de los sistemas de remuneraciones.89

El éxito del plan económico hasta 1995 sirvió

para legitimar en la opinión publica el diagnostico oficial que las reformas en materia laboral

debían servir a una mayor flexibilización de las relaciones laborales en función de favorecer el

aumento de la productividad general de la economía y lograr efectos positivos en materia de

empleo en el largo plazo.

Las reformas laborales se llevaron a cabo siguiendo las indicaciones de los organismos

internacionales de crédito que prescribían la necesidad de modificaciones radicales, por lo que en

el campo del derecho individual, se sancionó en el año 1991 la Ley Nacional de Empleo (24.013)

87 Pellegrini José Luis; Relaciones Laborales Transitorias y Flexibilidad de Hecho: Antiguas Hipótesis y Nuevos Datos; pag.10. 88 Pellegrini José Luis; Opcit. Pago 10. 89 Novick, Marta ; ―*Nuevas reglas de juego en la Argentina, competitividad y actores sindicales‖; pág. 11.

64

que incorporó una serie de nuevas formas de contratos a término y con la particularidad de la

eximición total o parcial de contribuciones patronales, lo que provocó una mayor precarización

del empleo. Junto con los regulados por la ley de Contrato de Trabajo, configuran un abanico de

posibilidades de contratación flexible que tuvo como resultado el aumento del trabajo en negro

entre 1991 y el 2002 del 25,9% al 40,6%.90

Otros de los resultados fueron el aumento de la desocupación y la precariedad laboral, que fueron

útiles para disciplinar a la fuerza de trabajo, contribuyendo disminuir las capacidades sindicales

para la negociación colectiva91

.

―La situación del mercado de trabajo de la Argentina en los ‗90 puede sintetizarse señalando que ―...el

empleo asalariado típico de los modelos keynesiano- fordistas se encuentra en retroceso en el mercado

laboral argentino, donde se observa una retracción de estas modalidades como características salientes del

empleo. ―92

Aunque con la introducción de pago en tickets, reducciones salariales y diferimientos de deudas

salariales, en la actualidad el empleo publico en la Argentina es el ultimo que queda de los tipos de

empleo estables, típicos de la sociedad salarial, la del estado de bienestar.

La apertura económica impulso la incorporación de nuevas tecnología, cambios organizacionales y

la modificación del proceso de trabajo, todo lo cual afecto en forma directa las necesidades de

empleo. Este proceso genero una demanda de mano de obra calificada, a la vez que una

destrucción sustantiva de empleos informales y de economías rurales de baja productividad.

La imposibilidad de estos sectores de volver a ocuparse en forma productiva se habría debido tanto

el déficit de calificación como a la persistente rigidez de los salarios a pesar del desempleo.

Ya desde hace 5 siglos, en los comienzos de la revolución industrial la incorporación de

tecnologías supo entenderse como destructora de p u e s t o s d e t r a b a j o , también los bajos

niveles de educación también se reconocen como una de las bar reras para ingresar a la vida

laboral, por lo que quienes poseían habilidades obsoletas para el nuevo modelo,

necesariamente quedarían excluidos de las funciones que anteriormente desempeñaban.

Como así también, quienes no tenían la formación necesaria no podrían acceder a trabajos de

―buena calidad‖.

6.6. Los enfoques sobre flexibilidad laboral

En el contexto actual los trabajos son limitados en tiempo, espacio y calificaciones necesarias.

Aunque no hay univocidad en su significado, el concepto de flexibilidad es la clave para la

comprensión los cambios en el mercado laboral, procesos productivos y regulaciones

laborales. Entre las diferentes acepciones se destaca la que esta centrada en la organización del

90 Lanari, M.E, y Slavin, E; ―Deficit de trabajo decente en Argentina: análisis y prospectiva‖; pag8. 91 Lopez, Andrea y Zeller, Norberto. La Administración Pública Nacional en la Argentina (1983-2001): pág. 140. 92 Novick, Marta ; Opcit.; pag 18

65

trabajo (también conocida como toyotista)93

hacia dentro de la propia empresa, en cuanto al uso

más racional de la fuerza de trabajo dentro del proceso productivo, pero sin relación alguna con

inestabilidad en el empleo. Se centra en una carga de trabajo de mayor intensidad, mayor movilidad

interna dentro de la empresa, polivalencia, mayores calificaciones y una mayor identificación con

la empresa (―ponerse la camiseta‖).

Esta flexibilidad se limita a algunas empresas reestructuradas de tecnología de punta en las que el

núcleo de los procesos de producción no puede funcionar con la máxima flexibilidad,

especialmente con máxima inestabilidad de su mano de obra más calificada.

Otra de las acepciones es la relacionada con la flexibilidad en el mercado de trabajo, que tiene

fundamento en las concepciones de la economía neoclásica de eliminación de regulaciones

estatales como las leyes laborales y de seguridad social, salario mínimo, intervención sindical

en la contratación de personal, indemnizaciones por despido, limitaciones a las jornadas de

trabajo, etc., lo que lleva a una facilidad extrema para la subcontratación y despido de

trabajadores.

Esta es la acepción más conocida y divulgada, que la entiende como la mayor disposición posible

del trabajador, en tiempo, lugar e intensidad del esfuerzo realizado, para realizar una serie de

actividades mediante una forma de contratación por la que se le retribuye el producto del trabajo,

sea este un bien-contrato de obra- o servicio –contrato de servicio-.

Dentro de las modalidades de contratación, la de mayor flexibilidad seria la que se hace mediante

contrato de obra realizada, esto es la contratación por tarea ejecutada.

Esta flexibilización laboral así entendida (la que es externa a la empresa en particular), es una de

las características de un nuevo modelo de orden productivo internacional de bienes y servicios,

afectando profundamente la estabilidad laboral, en la medida que se establecen nuevos mecanismos

de vinculación laboral, que dan pie a la aparición de formas de contratación claramente

determinadas por el tiempo, siendo esta eventual, ocasional o parcial, así como trabajo domiciliario

que implican una ―pérdida‖ de garantías, protección previsional y servicios articulados con el

modelo normativo de trabajo asalariado sancionado por la Ley de Contratos de Trabajo.

Los cambios en el sector productivo están produciendo una mezcla de formas de

organización laboral que conducen a una pérdida mayor del control sobre el proceso laboral por

parte del trabajador, inestabilidad -por las formas de contratación- y aumento de las exigencias

laborales. Por lo tanto se da un proceso de recambio tecnológico con intensificación del trabajo y

despidos o, en otros casos, exclusivamente intensificación del trabajo y despidos94

.

Las empresas buscan mantener solamente como empleados permanentes a los que son

estrictamente necesarios para asegurar una producción mínima, adaptando el volumen total de

93 Fantín, Fernando y Nuñez, Juan Manuel; ―Qué es el toyotismo?‖ http://www.nodo50.org/observatorio/toyotismo.htm 94 Aguiar, Santiago; ―Observaciones sobre las transformaciones del trabajo. Tendencias a la precarización y categorías teóricas‖; pág. 5.

66

empleo a la coyuntura mediante la contratación de personal temporario, la tercerización de los

procesos productivos, etc. Este es caso de las empacadoras de frutas y hortalizas, por ejemplo, que

expanden su planta temporaria durante los meses posteriores a la cosecha.

Se identifica a las ocupaciones irregulares por el hecho de que el empleador no le da al trabajador

un recibo de sueldo en regla, una omisión de los aportes y contribuciones previsionales. Tiene

sentido pensar, entonces que ambas son aspectos de un mismo y único fenómeno: la omisión del

registro de los trabajadores como parte de las prácticas de evasión fiscal y previsional seria una

forma de lograr competitividad a través de la flexibilidad de la fuerza de trabajo.

Así, las dos acepciones de flexibilidad laboral que, en principio se presentan como diferentes una

de la otra, en la realidad de las empresas se integran, en una nueva forma de hacer lo mismo que

antes, pero de manera competitiva.

Los trabajadores del sector servicios tienen salarios más bajos que los salarios industriales de hace

dos o tres décadas, además de que las condiciones de trabajo del sector servicios son flexibles,

precarias y frágiles.

Richard Sennet identifica la nueva flexibilidad laboral como identidades frágiles y superficiales

tanto con el puesto de trabajo como el producto del mismo, fluidez en los cambios de

horarios, salarios y tipo de actividad. Caracteriza flexibilidad laboral como identidades frágiles y

superficiales tanto con el puesto de trabajo como el producto del mismo, fluidez en los

cambios de horarios, salarios y tipo de actividad. Además, bajo compromiso con el trabajo y

escasa comprensión de la organización. 95

6.7. La jornada de trabajo flexible

La legislación laboral y la protección social se fueron construyendo teniendo como

objeto central el empleo asalariado, por lo que en torno a esta modalidad se erigieron los

sistemas de pensiones, seguros de enfermedad, de incapacidad y de vida, se definió la

jornada máxima de trabajo, el salario mínimo, los estatutos para la negociación colectiva y

regímenes especiales para el servicio público.

En la actualidad, las bases de estos sistemas se están colapsando, y un indicador de ello es que

desde los años setenta, el trabajo a tiempo parcial viene creciendo en forma persistente en el

mundo, en particular, en los países desarrollados. En los años noventa se da emergencia del

―management‖, un nuevo paradigma organizativo basado en una combinación de espacios más

amplios de la autonomía en el trabajo, con compromisos económicos implantados en la

organización, por lo que formas del control que se basan en la normalización de la ejecución del

trabajo son reemplazadas por formas que solamente definen los objetivos y dejan a la

discrecionalidad del trabajador la manera de organizar el trabajo en términos de funciones, tiempo

95 Sennett, Richard ―La Corrosión del carácter‖ pág. 46.

67

y espacio.

La gestión de la fuerza de trabajo parte de la premisa que es cada vez más difícil asegurar a los

nuevos trabajadores un empleo estable, a tiempo completo y con contratos de duración

indeterminada. De esta manera, la distribución irregular de las jornadas pierde el carácter de

excepción que la ley le otorgaba en el anterior orden y las prácticas laborales, con otras formas de

control basadas en metas, logros y ganancias comienzan a imponerse cada vez más como

principios normativos del trabajo.

Las nuevas jornadas laborales tienen sistemas de días rotativos de trabajo y descanso, son

interrumpidas por pausas para almuerzo de tres, cuatro y hasta cinco horas, con turnos que rotan en

forma mensual. Pero también aparecen otras modalidades como el empleo remunerado por

comisiones o unidades vendidas, que se traduce en una jornada sin límites, y el trabajo parcial sin

delimitación de horarios ni jornadas. 96

Sennet afirma que ―actualmente las organizaciones flexibles están experimentando una

organización distinta de la jornada labora, el llamado horario flexible. En lugar de turnos que no

varían de un mes a otro, la jornada de trabajo es un mosaico de gente con horarios diferentes y más

personalizados. .. el horario flexible surgió con la nueva entrada de mujeres al mercado de trabajo.

El número de mujeres pobres que trabajan siempre ha sido mayor que el de mujeres de la

burguesía… Hoy un estándar de vida de clase media requiere por lo general dos salarios. La

llegada de mas mujeres de clase media a la fuerza de trabajo contribuyo a una mayor innovación en

el horario flexible, y estos cambios ya han traspasado la barrera de los sexos y los hombres también

tiene horarios más elásticos‖.97

De esta manera, el trabajo en jornada completa flexible se presenta como una modalidad que podría

tener ventajas como posibilidad de conciliar el trabajo doméstico y familiar con el remunerado,

pero bajo este aspecto se encuentra presente también un alto nivel de exigencias de metas, asociado

a bajas remuneraciones fijas, por lo que se induce en realidad a extender la jornada más allá de los

límites que supone la jornada ordinaria.

Esta desestandarización de la jornada laboral típica y la progresiva instalación de múltiples formas

de organización del tiempo de trabajo es uno de los rasgos distintivos del empleo actual, que

perturban cualquier posibilidad de vida familiar compartida con la pareja y los hijos y, en la

práctica, implican la extensión del tiempo destinado al trabajo remunerado, a la vez que impide el

compromiso con cualquier actividad extralaboral. Así, los mecanismos de remuneraciones

variables según productividad se convierten en mecanismos de control indirecto.98

Este nuevo concepto de organización del trabajo que reemplaza formas estandarizadas y rígidas de

control externas por un disciplinamiento, es decir, por formas internalizadas de autocontrol, auto-

96 Díaz, Ximena y Todaro, Rosalba; ― Riesgos e inseguridades de las nuevas formas de uso flexible del tiempo de trabajo‖; pag4. 97 Sennet, Richard, Opcit; pág. 59 98 Diaz, Ximena y Todaro, Rosalba; Opcit pag 6.

68

organización, que colocan al empleado bajo el control del la institución, en donde ―el tiempo de la

flexibilidad es el tiempo de un nuevo poder. La flexibilidad engendra desorden, pero no libera de

las restricciones‖99

6.8. La crisis del modelo de organización de trabajo

La articulación del taylorismo y el fordismo representan una manera de organización del trabajo,

esto es, de organizar las empresas, la producción, la relación salarial y los procesos de trabajo que,

por su característica rigidez y dificultad para una adaptación rápida a los cambios cuantitativos y

cualitativos de la demanda, resultó en su obsolescencia para, al mismo tiempo, incrementar la

productividad, mejorar la calidad y producir con variedad.

Lo que inicialmente se manifiesto como una ventaja, al cabo se trasformó en una gran desventaja,

porque los métodos y técnicas de la organización científica del trabajo hicieron que el trabajo fuera

era simple, pero también repetitivo, poco creativo, con un escaso reconocimiento de la creatividad,

capacidad de autonomía y responsabilidad departe de las personas ocupadas en la producción, lo

que fue traduciéndose en un deterioro de las condiciones y medio ambiente de trabajo.

En esta manera de organizar el trabajo no tenia particular importancia los factores individuales dela

relación persona-trabajo, esto es, el involucramiento, la adhesión de los trabajadores en la marcha

de la empresa, por lo con el tiempo se fueron agotando las potencialidades generadas originalmente

surgiendo disfuncionalidades que la hicieron dejar de ser una garantía para obtener incrementos

sostenidos de productividad, y la reducción de los costos.

Por lo tanto se dificultaba la introducción de las innovaciones (tanto desde arriba como desde

debajo de la pirámide jerárquica), tendía a perjudicar la socialización de las competencias entre los

trabajadores y la cooperación horizontal entre trabajadores, ya que no existía lo que se conoce

ahora como equipo de trabajo.

Como consecuencia de su sometimiento a las elevadas cadencias de la línea de montaje, la

emergencia de nuevos riesgos ocupacionales, y la intensificación de la carga de trabajo psíquica y

mental, se deterioraron las condiciones de trabajo. Estos métodos condujeron a una profunda

división social y técnica del trabajo, que para ser controlada requirió un número importante de

supervisores, capataces y mandos intermedios.

Así, como se menciono en párrafos anteriores, la excesiva jerarquización de la autoridad

empresaria, el escaso reconocimiento de la creatividad, capacidad de autonomía y responsabilidad

por parte de los asalariados ocupados en la producción, y la obligatoria secuencia temporal

establecida entre la concepción, el diseño, la programación, y luego la ejecución de las tareas,

impidieron la rápida adecuación de las empresas a la marcha cambiante del mercado en cuanto al

volumen y su composición.

99 Sennet, Richard; Opcit pag 61.

69

La crisis no es producto de las reivindicaciones salariales u otras de tipo sindicales, sino que serían

las nuevas tecnologías productivas las que lo cuestionan. La rigidez propia del taylorismo y del

fordismo es incompatible con las nuevas modalidades de competencia.

A la luz de estos cambios que se dan a escala global, Neffa100

sostiene que ―La sustitución

progresiva del anterior paradigma de las ventajas comparativas basadas en la dotación y bajos

costos de los recursos naturales y que teóricamente daría como resultado un beneficio por igual a

todos los participantes, por otro paradigma en el cual las ventajas competitivas dinámicas no son

dadas o naturales, sino que han sido construidas gracias a las políticas industriales, que establecen a

nivel mundial fuertes jerarquías y generan dos grupos de países después de la crisis: ganadores y

perdedores.‖

Las transformaciones ocurridas en el mundo del trabajo comenzaron con la finalización de la

segunda guerra mundial por cuanto la década del 50‘ puede ser caracterizada como la del

predominio absoluto de la sociedad industrial con niveles de ocupación del pleno empleo. A partir

de la década de los 60‘s se comenzó a producir un proceso de terciarización de la economía que

comenzó a dar forma a una nueva sociedad de servicios.

En el contexto mundial la década de los 70‘s marca el fin de una época, tanto en los países

centrales como en los periféricos, iniciándose una transformación social profunda cuyo lado mas

palpable esta relacionado con la pérdida de los derechos sociales adquiridos en décadas anteriores.

Los cambios en los mercados de trabajo y en las relaciones laborales se manifiestan a partir de los

años ochenta como consecuencia de profundas transformaciones estructurales de la economía, de

la incorporación de innovaciones tecnológicas y de cambios en la estructura, composición y

niveles educativos de la fuerza de trabajo.

6.9. Las transformaciones del mundo del trabajo

El mundo del trabajo es el ámbito donde se han experimentado los cambios mas profundo en los

últimos 50 años, se ha alterado diametralmente la forma en que se diseñan, producen y

distribuyen los bienes y servicios en el espacio económico mundial y se están borrando las

fronteras nacionales. Un aspecto clave de esta transformación es la irrupción masiva de la mujer en

el mundo –masculino- del trabajo remunerado, ha trastocado de raíz muchos de los parámetros en

que se fundaba el contexto socio-laboral de principios del siglo XX.

La escolarización masiva, que fue la puerta de acceso para acceder al trabajo asalariado, ya

resulta insuficiente y a menudo inadecuada, dentro de un marco de conocimientos rápidamente

cambiantes, que exige una formación y un reciclaje formativo continuos a lo largo de toda la

vida. En este nuevo contexto, la educación formal tradicional ha dejado ser la garantía para

acceder a una formación en conocimientos y habilidades duraderos.

100 Neffa Julio César ; Opcit; pág. 3

70

Los sucesivos y frecuentes cambios tecnológicos conducen a que el conocimiento se torne

rápidamente obsoleto, por lo que el readiestramiento y la recapacitación continuos son una

necesidad vital para mantenerse dentro de los márgenes del mercado laboral. El concepto mismo

de alfabetismo ha perdido la vigencia y el sentido inicialmente otorgado. Además de habilidades

para la lectura, escritura y las operaciones numéricas, hoy se exigen conocimientos, habilidades y

competencias tecnológicas, de manejote software, de idiomas, etc. ―Estos nuevos requisitos han

vuelto obsoletos a trabajadores que ya habían franqueado las anteriores barreras del analfabetismo

y a trabajadores que ya poseían una educación o, incluso, un trabajo estable.‖101

Con el avance sostenido de las nuevas formas de organización del trabajo surgen otras

cuestiones relativas a los fundamentos sobre los cuales se sostiene el actual sistema de

relaciones laborales y la legislación que las regula. La mayoría de las regulaciones vigentes

responden a esquemas desarrollados para un modelo de organización del trabajo que presuponía

un empleo permanente para toda la vida activa del trabajador, con un sistema de seguridad social

que responde a iguales supuestos, con remuneraciones vinculadas al puesto y no a la persona y

con un esquema de negociaciones con los sindicatos que no contempla la situación de aquellos

trabajadores que forman parte de esas nuevas estructuras laborales.

6.10. Las Nuevas formas de organización del trabajo

La transición de las sociedades centradas en una organización productiva eminentemente de bienes

industriales hacia sociedades centradas en la producción de servicios ha modificado las formas de

organización productiva, pero también ha dado nuevos significados a las formas de trabajo y de

empleo. En la búsqueda de la competitividad, los empleadores requieren disponer de una mano de

obra cada vez más flexible, adaptable a los cambios y formada en la polivalencia, que generan a su

vez una dificultad extra para incorporar los conocimientos de la salud y seguridad en el trabajo a la

formación profesional. 102

Las distintas formas de flexibilización de los procesos productivos y de la organización del trabajo

tiene como consecuencias en las relaciones laborales103

, el aumento de la cantidad de trabajadores

que intercalan su inactividad laboral con periodos de empleo temporario, una fuerte rivalidad por

conseguir o mantener los puestos de trabajo, y las jornadas de trabajo experimentan un

alargamiento, a menudo conlleva el uso de la hora destinada al almuerzo para otros fines. Pero

también conlleva otras consecuencias, como la destrucción de la experiencia en oficios no sólo a

causa de la reducción de las plantillas sino también en los puestos de trabajo en los que la

temporalidad es estacional. Además, las exigencias hacen que no haya tiempo suficiente para

101 Samaniego, Norma; ―El mundo del trabajo. Una estructura en terrenos movedizos‖; pag.72. 102 Rodríguez, Carlos Aníbal; ―Salud y seguridad en el trabajo: desafíos de la formación profesional‖; pag 133. 103 Blasco Mayor, Antonio ; ―Las Nuevas Formas de Organización del Trabajo Derivadas de la Descentralización Productiva‖; pag.28

71

capacitar a los trabajadores en el manejo de maquinas y funciones, lo que también conlleve un

potencial aumento en los accidentes de trabajo, a causa de la falta de dominio del puesto de trabajo.

En cualquiera de las formas que asuman las nuevas condiciones se traducen en un incremento de

los ritmos e intensidad de la explotación de la fuerza de trabajo, favorecido por las condiciones de

trabajo y la producción caracterizada por la flexibilidad contractual. Más allá de la aplicación de

nuevos procesos de trabajo, se afirma que ―junto a los casos de modernización tecnológica o de

total reformulación de los sistemas de organización de las empresas, existen procesos de

intensificación de la explotación de la fuerza de trabajo con base en sistemas organizativos y

tecnologías obsoletas.104

‖. Así, se puede encontrar combinaciones de formas de organización del

trabajo de corte taylorista-fordista con formas nuevas de organización del trabajo como el control

de calidad total, el justo a tiempo, los círculos de calidad, el trabajo en equipo, las células de

producción, etc. Ejemplo de esto es el modelo de organización del trabajo en el que se basan las

cadenas de comida rápida, que combinan la organización científica del trabajo para la cocina y las

otras técnicas más modernas para la gestión del personal y la atención de los clientes.

El proceso de reorganización del trabajo y de la producción que se esta atravesando afecta de

manera sustancial a las condiciones de trabajo debido a que se ha trastocado el equilibrio

inestable de la relación de fuerzas de fuerzas entre capital y trabajo que se alcanzó en el

anterior modelo de desarrollo.

MODELO ANTERIOR NUEVO MODELO

Fordismo /taylorismo

Rigidez

Producción en masa. Producción en lotes

Productos normalizados

Just in case / gran almacenaje

Descualificación

Integración vertical

Puestos individualizados

Fábrica total

Especialización flexible / postfordismo

Flexibilidad – capacidad de respuesta

Maquinaría específica. Maquinaria flexible

Productos diferenciados

Just in time / almacenaje mínimo

Cualificación

Descentralización decisiones

Integración tareas / trabajo en equipo

Fábrica difusa

Tabla nº 9 Síntesis de las características de los modelos de organización del trabajo105

6.11. Los cambios en la relación de trabajo

El trabajo asalariado ha sido reconocido como la relación laboral típica del SXX, en la que el

salario era la única (y suficiente) fuente de ingresos y subsistencia, enmarcada por regulaciones

sobre protección social, en las que los convenios colectivos otorgan a la edad y a la antigüedad un

lugar central como criterios de protección social.

104 Sánchez, Ligia y Yanes, Leopoldo; ― opcit; pag.12. 105 Gil, José Ignacio; ―"Reorganización del trabajo y descentralización productiva.¿Flexibilización o degradación de las condiciones de trabajo?‖ pag 5.

72

El modelo de empleo asalariado, basado en las necesidades de un trabajador predominantemente

masculino, jefe de una familia nuclear de un solo perceptor esta prácticamente desaparecido, dando

lugar a la consolidación del trabajo femenino, lo que también impacta en la conformación familiar,

por lo que también esta es parte del pasado.

Se afirma que un proceso de erosión del trabajo asalariado se ha producido debido a la

transformación profunda de las sociedades de temprana industrialización que se han convertido en

sociedades de servicios, en la que los tipos de organización y trabajo son muy variados y distintos

de la racionalidad organizativa industrial propia al paradigma fordista-taylorista. .106

Con los contratos de locación de obras y de servicios se hace borrosa la división entre empleo y

autoempleo. El cuentapropismo y el empleo informal se ganan la mayor proporción de la población

activa.

En este marco, el Estado ha quedado atrás como promotor del empleo, en un contexto en el

que su soberanía se ha reducido y sus objetivos se orientan a la lucha contra la inflación, el

control presupuestal y la competitividad

Para Castells la precarización del trabajo asalariado no implica su desaparición sino que lo que se

produce es una individualización del trabajador en el proceso de trabajo mediante la

descentralización de la gestión, donde se individualiza el trabajo, se personalizan los mercados que

conllevan a una transformación de los contratos de trabajo en la que la individualización no

implicaría la desaparición de la relación de trabajo asalariada sino su casualización.107

6.12. Particularidades del trabajo en servicios

A diferencia de lo que ocurría a comienzos del SXX, en la actualidad la fuerza de trabajo ocupada

ya tiene antes de su ingreso en el mercado de trabajo un mayor nivel de escolaridad formal y de

habilidades que antes (eran aprendidas en el oficio mismo) y los jóvenes son ahora más exigentes

en cuanto a las posibilidades de emplear y valorizar los conocimientos adquiridos en el sistema

escolar, reivindican un mayor grado de autonomía y de responsabilidad para realizar las tareas y

evaluarlas. Esta gran transformación comienza a ser visible hacia mediados de la década de 1970,

cuando las tareas manuales comenzaron a incorporar procedimientos y herramientas informatizadas

que requerían un creciente uso de habilidades intelectuales. Antes de que adquiriera importancia la

producción inmaterial, el objeto de trabajo provenía de la naturaleza de manera inmediata o

mediata como resultado de trabajos anteriores. Sin embargo, Lo distintivo del proceso de trabajo a

partir del siglo XX es la extensión de la producción inmaterial y de la transformación de objetos

simbólicos.

106 Dombois, Rainer; ―La pérdida de la época dorada? La tercerización y el trabajo en las sociedades postindustriales; pag3. 107 Castells, Manuel; ―La Era de la Información: Economía, Sociedad y Cultura.‖ pág. 295

73

Se entiende por producción inmaterial o de bienes simbólicos a la que no se puede concebir

separada de la propia actividad de producir y que de manera ideal comprime las fases económicas

tradicionales de producción, circulación y consumo en un solo acto.108

, donde el proceso completo

implica la participación directa del consumidor en al menos una parte de la producción. Con esto,

se manifiesta que cada vez más objetos no provienen de la naturaleza sino que son productos

puramente simbólicos, inmateriales que, aunque se plasmen en forma material, resulta poco

relevante frente al aspecto simbólico. Este es el caso de la creación de conocimiento como el

software, en el que su valor se encuentra en el campo simbólico, dependiente del soporte material

que sirve para su almacenamiento y/o transmisión.

Puede considerase entonces que se han ido conformando nuevos patrones tecno-productivos en los

que la relación de los individuos con la tarea ya no esta mediada por el contacto físico directo con

el objeto de la tarea, sino que es una relación mediada por maquinas herramientas, en la que la

computadora, o la aplicación de herramientas computarizadas reduce la cantidad de trabajo físico-

manual, privilegiándose así el desarrollo y aplicación de habilidades de carácter más abstracto y

cognitivo.

En la producción de bienes o servicios inmateriales se integran las fases económicas tradicionales

de producción, circulación y consumo en un solo acto. Son los casos de los servicios a personas,

esto es, de salud, los educativos, los de esparcimiento, los viajes, etc. En otras palabras, pone en

relación directa en el acto mismo de la producción, al productor con el consumidor- cliente,

complejizando las relaciones sociales de producción. Es el caso de los servicios de salud, los

educativos, los de esparcimiento, los viajes, en definitiva, lo que se conoce como sector terciario de

la economía, el sector de servicios.

Debido a que la naturaleza de la organización del trabajo en servicios tiene objetivos abstractos,

difícilmente puede hacerse analogía directa con los objetivos de la industrial, en términos de

productividad como el nº de objetos manufacturados, ya que los resultados de este tipo de trabajo,

se basan en nociones de carácter cualitativo, tal es el caso del concepto de calidad de atención, que

es piedra angular del trabajo en servicios, en cuanto la relación entre el trabajador y el usuario y la

calidad de esa relación es esencial para el resultado de ese trabajo.

Lo que resulta particular y específico a este proceso de trabajo es que tanto la materia prima como

el producto del trabajo son a la vez personas, por lo que un error en el proceso de transformación de

la material prima (visto desde el proceso industrial no se la puede desechar para comenzar

devuelta) puede implicar serias decisiones sobre la vida de las personas. Entre las profesiones que

laboran en estas organizaciones se encuentran los trabajadores sociales, maestros, policías,

enfermeras, médicos, psicoterapeutas, psiquiatras, psicólogos, encargados de prisiones, abogados,

108 Enrique de la Garza Toledo Problemas clásicos y actuales de la crisis del trabajo; pág. 13.

74

entre otras. Todas estas profesiones están caracterizadas por las altas exigencias emocionales y sus

consecuencias al desempeño, la salud y la calidad de vida de estos trabajadores. 109

6.13. Los dilemas del trabajo en la sociedad actual

La sociedad salarial, en la que el empleo a tiempo completo y duración indeterminada, con

protecciones legales y buenas remuneraciones, se convirtió en el dispositivo clave de distribución

del ingreso y conformó la base de la dimensión social de la ciudadanía.110

Los cambios en las estructuras económicas mundiales, y particularmente los cambios en la

organización del trabajo, la profundización del uso de maquinas inteligentes en la producción

industrial, provocando la desaparición de un número considerable de puestos de trabajo -que no

van a ser recuperados-, ya que la aplicación de los nuevos tipos de maquinas herramientas reducen

la necesidad de una fuerza de trabajo que realice preponderantemente una carga física, prefiriendo

una fuerza de trabajo que intervenga en procesos en los que haya que razonar, tomar decisiones.

No es la primera vez que ocurre esta situación. En los inicios del la era industrial, cuando el telar

mecánico fue reemplazando a los tejedores generó una ola masiva de despidos, que tuvo su

reacción: los ludditas, que intuyeron su obsolescencia, por lo que buscaron destruir las maquinas

que los reemplazaron.

En torno a la problemática del fin del trabajo giran dos cuestionamientos: por un lado la

problemática conocida como la del fin del trabajo en si, no solo como la declinación de la

importancia del trabajo bien asalariado y bien remunerado y por otro lado la idea del fin del trabajo

asalariado estable y bien remunerado como perspectiva real y alcanzable por una gran parte de la

mano de obra disponible.

La cuestión del reparto del trabajo y las leyes en torno de la reducción del tiempo de trabajo han

constituido uno de los principales referentes del debate teórico actual sobre el fin del trabajo, el fin

del valor del trabajo y la centralidad del trabajo. Estos elementos constituyen son los fundamentos

de la reflexión sobre el trabajo en los inicios del siglo XXI. La sociedad industrial tenía como

paradigma al trabajo, por lo que el imaginario social en torno del trabajo marca la centralidad del

mismo en el conjunto de relaciones sociales de construcción identitaria. Desde este punto, la

reivindicación del rol del trabajo en la sociedad moderna representa mucho más que la

reivindicación de la teoría del valor económico del trabajo.

6.14. El valor del trabajo

El desarrollo material del capitalismo y de las relaciones y capacidades de las fuerzas sociales y

políticas pone cuestionamiento es el valor cultural que la modernidad dio al trabajo, como la

construcción social, paradigmática del trabajo como valor central de la sociedad.

109 Juárez A.; ―Factores Psicosociales Relacionados con la Salud Mental en Profesionales de Servicios Humanos en México‖. Pág. 190. 110 Saavedra, María Guadalupe; ―Problematización de la ética del trabajo y sus representaciones sociales‖; pág. 154.

75

Lo que se pone en cuestionamiento es la dimensión identitaria del trabajo en tanto pertenencia

institucional, no como una acción nueva sobre el trabajo sino como un nuevo tratamiento

de su significado. Mas que el fin del trabajo en sí, lo que se debate es el la caducidad de lo que se

entendía por él, por lo tanto, la cuestión sobre el fin del trabajo se entiende realmente como el fin de

la definición que la economía política instauro respecto del trabajo, esto es, el trabajo como

condición asalariada.

La emergencia de nuevos escenarios simbólicos o la resignificación de elementos ya existentes ha

cambiado no solo la forma de entender (representaciones sociales) sino la conformación de

identidades de los sujetos.Se deconstruye la identidad social del trabajo mediante la

precarización, nuevo mecanismo de dominación fragmentada dirigida al individuo y no al

colectivo, la precarización del trabajo es así un forma privilegiada de fragmentación de los

colectivos, al menos tal como estos se constituyeron en las últimas décadas.

La utopía de la sociedad del no trabajo que se imaginaba en décadas anteriores ha dado paso a una

sociedad con mucho e intenso trabajo –para los que lo tienen-, y de desocupación los otros.

La predicción sobre el aumento del tiempo libre no se cumplió y los que tienen empleo en general

tienen que trabajar más tiempo y más intensamente que antes para subsistir; en segundo lugar, las

investigaciones concretas sobre el tema muestran que el trabajo sí puede ser importante en la

conformación de la cultura.

Autores como E. de la Garza Toledo, lo que afirman es que mas allá de estas transformaciones

respecto de los significados, el trabajo sigue ocupando un segundo lugar entre los aspectos de la

vida más importantes de la gente común después de la familia.111

Por lo tanto, el punto central

radica en que no esta implicada simplemente la desaparición del ingreso que acompaña el trabajo,

ni la estigmatización social que produce su ausencia, sino que es el problema de la identidad

individual que no se puede separar de la identidad social. La precarización de la subjetividad o la

subjetividad precaria ya no representan antagonismos sino pasos sin solución de continuidad.

Siguiendo el problema de al constitución de identidades, Sennett afirma que las condiciones de la

nueva economía se alimentan de una experiencia que va a la deriva en el tiempo, de un lugar a otro,

de un empleo a otro empleo, y concluye afirmando: el capitalismo del corto plazo amenaza con

corroer el carácter de los individuos, en especial aquellos aspectos del carácter que unen a los seres

humanos entre sí y brindan a cada uno de ellos una sensación de un yo sostenible 112

Más que una crisis económica y de sociedad, lo que entra en contradicción es la utopía en de las

sociedades industriales. Se pone en cuestión un modelo de comprender la realidad, de sentir y

actuar respecto del trabajo, como sinónimo de Empleo, porque esta sociedad del trabajo, que había

colocado en el centro neurálgico del sistema social al trabajo, como un modo de vida dedicado a la

111 De la Garza Toledo, Enrique, Opcit; pag 25. 112 Sennet, Richard, Opcit.; pag 58.

76

reproducción de las condiciones materiales se ha desarrollado hasta el punto que ha acabado siendo

inimaginables los otros modos de vida, olvidando el significado de la contemplación y de la acción,

de esas ocupaciones que traen el principio de placer en si mismas.

El trabajo – y el esfuerzo asociado al mismo- ya no goza del reconocimiento social de otrora,

quedando excluido de los valores claves del sistema axiológico.

Citando a A. Jacob, ―Ya no podemos continuar considerando al trabajo, valor central de nuestro

sistema social, como una actividad natural. Quizás habría que juntar los mitos y creencias que

orientan nuestra representación y nuestros comportamientos en el trabajo, y relativizar también su

valor, imaginar su evolución.‖113

Sin embargo el problema radica en que el hombre moderno no conoce otra relación con el mundo

que no sea a través de la producción y el consumo, por lo que esta discusión esta lejos de ser

saldada.

113 Jacob, Annie; Opcit, pág. 14

77

CAPITULO7

EL TRABAJO Y SU RELACION CON LA SALUD

7.1. Salud en el trabajo

El trabajo es un proceso en el que el hombre opera sobre el medioambiente natural creando valores

de uso, se constituye en un estímulo que desarrolla las capacidades físicas y mentales del ser

humano, es decir, en un productor de salud, entendida como el máximo desarrollo de las

potencialidades del hombre de acuerdo al grado de avance logrado por la sociedad en un período

histórico determinado.

Como el trabajo es una actividad que se la realiza de manera cotidiana, sus malas condiciones y los

riesgos para la salud pasan desapercibidos. Parecería que son condiciones normales de la actividad,

sin hacer conciencia que lentamente pueden ir minando la salud de quien trabaja. Lamentablemente

esas malas condiciones cobran relevancia solo cuando han ocasionado lesiones violentas, graves o

la muerte.

Si se intenta abordar los problemas de salud de manera integral, no se puede dejar de considerar la

forma cómo el trabajo influye en la salud. Por lo tanto, el proceso de trabajo es una categoría

explicativa, pero también determinante de la salud de los trabajadores, por lo que los riesgos y

exigencias laborales explican la relación entre el trabajo y los trastornos mentales,

psicosomáticos.114

Para el paradigma biomédico las consecuencias del trabajo sobre la salud como un fenómeno

biológico individual que ocurre en el ámbito del consumo, no tomando en cuenta los efectos del

trabajo mismo sobre la salud y sólo el pago de la fuerza de trabajo, se ocultan las consecuencias

específicas del modo de producción capitalista sobre el proceso salud-enfermedad.

En la medicina ocupacional sucede algo similar ya que se considera la categoría trabajo sólo en

cuanto a las condiciones materiales del trabajo. Estas condiciones, y la concentración de máquinas

peligrosas, sin instalación de medidas de protección, resultan directamente en aumento de la

morbimortalidad en la población obrera.

Actualmente se considera que en los actuales procesos de trabajo deben tenerse en cuenta conjuntos

de riesgos, exigencias y de conjuntos patológicos, dado que la complejidad del proceso de trabajo

ha superado el marco teórico-metodológico de la medicina del trabajo, superando la forma de

abordar de relación directa causa-efecto con la que entiende la realidad de su objeto de estudio.

De la misma manera que con los riesgos y exigencias, los padecimientos en los trabajadores,

muchas veces, están mediados también por manifestaciones psicofísicas, tales como el estrés agudo

114 Noriega, Mariano y Laurell, Cristina; ―Interacción de las exigencias de trabajo en la generación de sufrimiento mental‖; pag 1018.

78

y crónico o la fatiga y se sabe poco sobre los efectos que estos mediadores producen en la salud de

los trabajadores.

A pesar de estos avances, una buena parte de las investigaciones todavía ―reproducen‖ el mismo

paradigma, sólo que con otros elementos. Ahora, en vez de considerar a agentes físicos o químicos

se habla de estresores o, en vez de abordar las enfermedades laborales tradicionales, se habla de

otro tipo de trastornos, como los psicosomáticos.

El nuevo patrón de las enfermedades relacionadas con el trabajo marca una tendencia diferente de

lo conocido en las enfermedades laborales, las que aparecen después de un largo tiempo de

exposición a agentes físicos o químicos presentes en el medioambiente de trabajo. En este nuevo

patrón de enfermedades laborales el tiempo de exposición necesario para la aparición de estos

trastornos es relativamente corto. Tradicionalmente estos elementos determinantes eran vistos

exclusivamente como ambientes donde se desarrolla la interacción entre agentes y enfermedades.

Sólo desde hace pocos años se ha iniciado el estudio y, en cierto sentido, la aceptación de los

efectos que el trabajo y diversas formas de organización laboral tienen en la salud de los

trabajadores. Por lo tanto, se empieza a desplazar la visión unicausal y estrictamente ―orgánica‖ de

la patología laboral (o biomédica), por otra que también considera los efectos de los determinantes

sociales de la salud.

Las presiones para que sean contemplados como efectos nocivos del trabajo cada vez son mayores,

en virtud del incremento evidente de estos padecimientos y de las investigaciones sobre esta

temática. Sin embargo, las legislaciones en materia de salud laboral no los contemplan todavía, tal

vez por su inespecificidad, o porque se intuye la real magnitud de la dimensión del fenómeno.

Así, aunque todavía no encuentren correlato en la legislación laboral, se reconoce la importancia no

sólo de los agentes físicos, químicos, biológicos y mecánicos, sino de los así llamados

psicosociales: cargas, exigencias, requerimientos y estresores que son determinantes en la

producción de múltiples padecimientos asociados al trabajo

7.2. La Relación trabajo y salud en la modernidad

En el discurso médico oficial anterior al siglo XVIII no se establece una relación directa entre salud

y trabajo, por lo que solo en la sociedad industrial la medicina relacionará estos dos conceptos.

Socialmente el trabajo artesanal y el del artista se siguen presentando como paradigmas ideales del

tipo de trabajo que posibilita un desarrollo saludable del hombre, en el que el empleo de las

funciones orgánicas y la creatividad implícitos en estos tipos de trabajo parecieran brindar el

máximo de posibilidades para un desarrollo armónico y completo del ser humano. Sin embargo,

históricamente, el trabajo individual del artesano representó una limitación al desarrollo del hombre

y para que esta etapa pudiera ser superada fue necesaria una ruptura profunda de las condiciones

79

del trabajo, la que es lograda por el trabajo industrial con la socialización del trabajo y con la

elevación de los niveles de productividad.

El pasaje de la manufactura a la escala industrial conlleva un cambio en la tipología de patologías,

y así en un primer momento se desarrolla la máquina-herramienta propiamente dicha, sin modificar

el mecanismo impulsor que es realizado por la fuerza humana, produciendo toda una patología del

esfuerzo muscular. Ya en 1713, Ramazzini había podido diferenciar el carácter el nocivo de las

materias primas que manipulan los trabajadores y a los movimientos bruscos y posturas no

naturales el cuerpo como las causas de las enfermedades profesionales115

Se afirmaba ya entonces que el trabajo excesivo, que no se compensa en debida forma con

descanso y recreo, cansa al organismo y a la mente y abate la resistencia natural del hombre. Por lo

tanto, la repetición uniforme de los movimientos de trabajo, que en los artesanos como el herrero

podían ser alternados con otras actividades, en la manufactura al hacerse exclusivas lleva a la

hipertrofia de determinados grupos musculares, como los del miembro superior que influyendo

sobre los movimientos toráxicos, pueden llegar a producir enfisema. Otros ejemplos de

enfermedades profesionales son las que se producen por la postura, como ocurre, por ejemplo, con

la posición sentada que lleva a la compresión de los vasos y nervios de la pierna; las deformidades

de la columna vertebral, como el tórax en embudo de los zapateros, la cifosis de los sastres y la

escoliosis de los picapedreros.

Con el trabajo industrial desaparecen del cuadro epidemiológico las deformaciones corporales,

características de la especialización manufacturera y aparecen como dominantes los desórdenes

mentales con alteraciones funcionales de difícil definición. El trabajo intercambiable fragmentado y

la monotonía originan una patología generalizada que se manifiesta en una variedad de síntomas

psicosomáticos.Se empieza a considerar como enfermedades profesionales a las que aparecen por

la exposición a sustancias químicas, la intoxicación por el mercurio en los obreros del dorado al

fuego y el saturnismo en los pintores.

La organización del científica del trabajo maximizó las posibilidades de uso de los factores de

producción, de manera que la maquina herramienta era el centro del sistema productivo, por lo que

el obrero representaba un elemento secundario a ésta. Esta organización establece como división

esencial la del obrero principal y unos pocos ayudantes, poniendo fin a la división por oficios de la

época de la manufactura.

La salud y el trabajo son derechos humanos fundamentales, por lo que resulta inaceptable la

pérdida de uno de ellos en ejercicio del otro. El trabajo, en nuestra sociedad actual, adquiere una

categoría con dimensiones nunca vistas en la historia de la humanidad, determina fuertemente la

115 Garcia, Juan Carlos; ―La categoría trabajo en medicina‖, pág. 3.

80

inclusión o exclusión del sistema y se relaciona de una forma directa con la calidad y expectativa

de vida de las personas.

7.3. Impacto en la salud de las nuevas formas de trabajo

En el marco del conjunto de transformaciones ocurridas se plantean nuevas condiciones de trabajo

y por lo tanto, nuevos riesgos para la salud de los trabajadores, lo que ha hecho entrar en crisis a

las nociones tradicionales de trabajo y salud. Ocurre que los cambios importantes e n l a

organización actual del trabajo como la terciariación, el envejecimiento, la subcontratación

creciente, el contrato temporal, el trabajo polivalente o borroso, el crecimiento de la economía

sumergida y otros fenómenos característicos del trabajo actual afectan a las conductas

laborales, crean incertidumbre, generan tensión, provocan agobios, acentúan la competitividad

interna, aumentan el aislamiento e inducen estado de ánimo negativos y de agotamiento

emocional al final de la jornada de trabajo.116

Por lo que, junto a las enfermedades tradicionales del

trabajo, aparecen otras nuevas, porque las nuevas formas de trabajo tienen una potencia

transformadora tanto en las prácticas sociales como en la subjetividad de los

trabajadores, por lo que esta potencia tiene un impacto en la salud.

Así, Moreno-Jiménez afirma que ―El avance en ese sentido empieza a cambiar la visión unicausal y

estrictamente orgánica de la patología laboral, por lo que puede concluirse que la forma de

organización del trabajo conlleva repercusiones directas sobre la salud mental, física y psíquica de

los trabajadores. ―117

Desde la óptica de Condiciones y Medio Ambiente de Trabajo (CyMAT) ya carece de sentido

pensar en el mito del trabajador promedio, reafirmando la heterogeneidad, las diferentes

capacidades y la resistencia a los factores de riesgo según el puesto de trabajo.118

7.4. Consecuencias de las nuevas formas de organización del trabajo

Las nuevas formas de organización del trabajo derivadas de la descentralización productiva, en

tanto implican cambios en la ordenación de las actividades de trabajo, tienen una repercusión

directa en la seguridad y la salud de los trabajadores.

Se conforman nuevos patrones tecno-productivos alrededor de las nuevas tecnologías, en las que se

va sustituyendo la carga física del trabajo por otra mental por el uso de maquinas informatizadas,

privilegiándose el desarrollo de habilidades de carácter más abstracto y cognitivo, pero también con

ello un nuevo patrón de enfermedades laborales, cualitativamente diferente al del modelo anterior

de organización del trabajo. La incorporación de maquinas herramientas informatizadas trajo la

116 Moreno-Jiménez, Bernardo; ―Olvido y recuperación de los factores psicosociales en la salud laboral‖; pag.3. 117 Noriega, Mariano, ―La realidad latinoamericana frente a los paradigmas de investigación en salud laboral; pag 9. 118 Korinfeld, S et Al; ―El nuevo paradigma económico-productivo y las condiciones de trabajo‖; pag2.

81

reducción drástica de actividades, como la reducción de la manipulación de ciertas piezas, la

modificación de la concepción de los talleres, entre otros.

Las manifestaciones más evidentes del deterioro de las condiciones de trabajo serían las

siguientes:119

Se favorece la utilización de máquinas y equipos de trabajo de calidad inferior al estándar y con

reducidos componentes de seguridad.

Se alargan las jornadas de trabajo y se introducen cambios en los sistemas de turnos que alteran el ritmo

circadiano, generando un deterioro de la salud y una mayor probabilidad de ocurrencia de accidentes..

Se introducen sistemas retributivos flexibles, los que funcionan como factores inductores de la fatiga

física y de prácticas de trabajo inseguras.

Aumentan los niveles de carga psíquica con manifestaciones visibles en el incremento de los casos de

patologías psicosociales de origen laboral: estrés laboral agudo y crónico, síndrome Quemarse por el

Trabajo,el acoso moral (mobbing) y otras alteraciones de orden ansioso depresivo.

La información a los trabajadores sobre los factores de riesgo a los que se encuentran expuestos y las

medidas de protección para controlarlos se limitan a simples datos rutinarios.

La capacitación a los trabajadores y la promoción en seguridad laboral es mínima para desarrollar la

ejecución de sus tareas con seguridad.

El proceso de trabajo supone el esfuerzo sistemático de atención y disciplina mental que exige el

control de instrumentos complejos y la toma de decisiones rápidas, durante periodos prolongados,

combinado con bajo esfuerzo físico y monotonía.

La aplicación de las nuevas tecnologías de información agregan a los factores tradicionales de

riesgo otros nuevos que son de carga psíquica, mental y física, dando lugar a la aparición de nuevas

patologías tales como stress y fatiga crónica, mayor carga mental y mayor peso de los factores

psicosociales, resultado de la situación de incertidumbre y precariedad laboral, y las nuevas

exigencias de la organización del trabajo, que buscan intensificar tanto la duración como el ritmo

de trabajo para adaptarlo al automatismo impuesto en el procesamiento de la información

La tendencia hacia la mecanización y la automatización incrementa la demanda psíquica de los

trabajadores, al someterlos a cambios que implican simplificación, monotonía y repetitividad de

la tarea y, sobre todo, a actividades carentes de contenido e interés. Las consecuencias de estos

cambios se manifiestan en trastornos mentales, asociados con el estrés y la fatiga y, con

frecuencia, en la aparición de una gran variedad de enfermedades físicas.120

7.5. Los riesgos laborales

Los riesgos del trabajo son los que se producen por causa o durante la actividad laboral,

clasificándoselos en accidentes y enfermedades profesionales, cuyos efectos pueden generar

119 Blasco Mayor, Antonio; Opcit; pag.33. 120 Pulido, Margarita, y Noriega, Mariano; ―Condiciones objetivas y subjetivas de trabajo y trastornos psicofísicos‖; pag 270.

82

situaciones de invalidez temporaria o permanente, y cuyas consecuencias pueden variar entre la

curación, secuelas o fallecimiento.

Las enfermedades profesionales son las originadas por causa de presencia de un agente hostil

dentro del ambiente laboral que produce una incapacidad para trabajar, y que generalmente tiene

lenta evolución.

Los accidentes in itinere son los que ocurren en el trayecto entre el domicilio del trabajador y el

lugar de trabajo (siempre y cuando el damnificado no interrumpa ni cambie de trayecto por causas

ajenas al trabajo).

Se considera como accidente de trabajo a la lesión corporal inesperada en el trabajo o en el trayecto

entre el domicilio del trabajador y el lugar de trabajo o viceversa (in itinere), 121

, según la definición

de la Ley 2 4 5 5 7 de Riesgos de Trabajo, sancionada en 1995 y recién a partir de ese

momento existen relevamientos estadísticos sistemáticos sobre estos accidentes. Están excluidos de

esta ley los accidentes de trabajo y las enfermedades profesionales causados por dolo del trabajador

o por fuerza mayor extraña al trabajo.

En su Capítulo III -Art 6º esta Ley lo define como ―se llama accidente de trabajo a todo

acontecimiento súbito y violento ocurrido por el hecho u en ocasión del trabajo, o en el trayecto

entre el domicilio del trabajador y el lugar del trabajo, siempre y cuando el damnificado no hubiere

interrumpido o alterado dicho trayecto por causas ajenas al trabajo‖. ... ―El trabajador podrá

declarar por escrito ante el empleador, y éste dentro de las 72 hs ante el asegurador, que el itinere

se modifica por razones de estudio, concurrencia a otro empleo o atención de familiar directo

enfermo y no conviviente, debiendo presentar el pertinente certificado a requerimiento del

empleador dentro de los tres días hábiles de requerido‖... 122

Los tipos de accidentes pueden ser por colisión (con aquellos objetos agudos ó romos que dan por

resultados cortes, desgarros, etc. por golpear con ellos por caídas, al tropezar ó resbalar.),por

contusión (objetos que caen se deslizan ó se mueven),prensado entre uno ó más objetos, caída en

un mismo nivel, caída de un nivel a otro, esfuerzos excesivos, inhalar ingerir ó absorber sustancias

tóxicas, electrocución, etc.

El accidente ha acompañado al trabajo desde siempre, pero su significado ha cambiado desde el

siglo XIX, y lo que en la antigua concepción del accidente, era entendido como un

acontecimiento al azar, (beneficioso o nefasto) que conlleva la idea de un daño a reparar123

,

concebido entonces como un ―problema social‖ porque es un daño sin causa. Sin embargo, desde el

siglo XX el accidente se caracteriza por su regularidad, la que revelaría una destacable constancia de

un año a otro, es esta regularidad la que ha permitido la clasificación de tipos de accidentes y ha

121 http://www.srt.gov.ar/data/definiciones.htm 122 http://www.infoleg.gov.ar/infolegInternet/verNorma.do?id=27971 123 Es el caso de lo que se conoce como la ley del Talión, que lo que buscaba era una reparación monetaria por las capacidades perdidas a causa de la acción

de un tercero.

83

permitido realizar su recolección estadística. Por lo tanto, lo que resulta importante destacar es que

la regularidad del accidente es la que lo convierte en previsible, calculable y, por lo tanto, en

asegurable,

El riesgo de salud es conocido como la probabilidad de ocurrencia de un deterioro del estado de

salud de determinados individuos como consecuencia de la exposición a determinados agentes. A

los riesgos ambientales se los suele llamar contaminantes y según su naturaleza se los puede

clasificar en agentes químicos, físicos y biológicos. Los de seguridad son causados por los aspectos

tecnológicos, edilicios y de seguridad entre os que se incluyen los factores relacionados con las

instalaciones, maquinarias, herramientas, etc., y los riesgos derivados de la carga de trabajo están

determinados por los requisitos psicológicos de la tarea en cuestión, y se clasifican en carga física

estática (posturas forzadas sostenidas en el tiempo), carga física dinámica (levantar pesos) y carga

mental (conjunto de elementos cognitivos, afectivos y de percepción requeridos).

Según como la particular división del trabajo, del encuentro entre el objeto (de trabajo), los medios

y la actividad, es que aparecen procesos que pueden ser perjudiciales para la salud de quienes lo

ejecutan. Estos procesos son conocidos como factores de riesgo, agentes o exigencias del proceso

de trabajo. Estos procesos peligrosos son parte del proceso de trabajo o de las condiciones de

trabajo, pero, en rigor analítico, deben diferenciarse de sus consecuencias, esto es, los efectos sobre

la salud (a causa de la exposición). Que una condición o proceso de trabajo se transforme en factor

de riesgo supone la consideración de varios de los siguientes criterios:

La duración o tiempo de exposición a la condición que se percibe riesgosa;

La intensidad del factor de riesgo; la frecuencia de presentación;

El potencial dañino o grado en que un factor de riesgo es capaz de producir efectos

negativos en la salud y el bienestar.

Tradicionalmente se ha entendido que los riesgos laborales son los daños derivados de trabajo

como las enfermedades, patologías y lesiones ocurridas a causa del trabajo, idea que corresponde

con una noción de salud como la ausencia de enfermedad o de lesiones físicas. Desde una

definición más amplia, la OIT define a la salud laboral como el estado completo de bienestar físico,

psíquico y social, y no solo como ausencia de enfermedad de los trabajadores sino como

consecuencia de la protección frente al riesgo.124

7.6. Los nuevos riesgos del trabajo

En la actual etiología de riesgos ocupacionales se reconoce la importancia o de los agentes físicos,

químicos, biológicos y mecánicos, pero en los últimos años también de los así llamados

psicosociales: cargas, exigencias, requerimientos y estresores que son determinantes en la

producción de múltiples padecimientos asociados al trabajo.

124 Rescalvo Santiago, Fernando y de diego López, Rosa; "Patologías de Origen Laboral‖; Pág. 2

84

Como consecuencias de la intensificación del trabajo se mencionan al dolor de espalda, fatiga,

dolencias musculares y estrés como las más reconocidas por los trabajadores expuestos a jornadas

extenuantes.

Entre los muchos procesos actuales presentes en las organizaciones, una clara tendencia

consiste en la reducción de plantillas, con la consiguiente sobrecarga de trabajo. La Inseguridad

laboral y nuevas formas de contratación como los contratos por tiempo determinado son fuente de

vulnerabilidad. Las exigencias laborales no son los únicos elementos que afectan la salud de los

trabajadores, sino que la presencia o ausencia en el proceso de trabajo de aspectos tales como una

adecuada combinación de carga de trabajo intelectual y manual, el desarrollo de potencialidades

fisiológicas y mentales, la creatividad del trabajo, o el control sobre el mismo.

Comúnmente se considera que la mayoría de las enfermedades relacionadas con el trabajo

aparecen después de un largo tiempo de exposición a agentes físicos o químicos presentes en el

medioambiente laboral. La exposición a dichos agentes y la intensidad de la misma va

acumulándose para producir daños a la salud.

Sin embargo, el análisis del comportamiento de los padecimientos psíquicos y psicosomáticos en

relación con el trabajo muestra que muchos de estos planteamientos no son tales, ya que el tiempo

de exposición necesario para la aparición de estos trastornos es bastante corto, a lo sumo de seis

meses, contrario a lo que ocurre con la gran mayoría de las enfermedades reconocidas como

profesionales.

Se manifiesta una tendencia hacia un inestable equilibrio entre trabajo y vida personal, ya que en

los horarios irregulares, como los de los trabajos por turnos, de fin de semana o nocturnos, resultan

contraproducentes para lograr un equilibrio entre vida laboral y personal, especialmente para los

trabajadores que tienen un empleo precario, esto es, sin las ventajas que otorga el ―trabajo en

blanco‖.

7.7. Hacia un único perfil de riesgos

La generación de un trabajo intensivo implica un mayor desgaste de la capacidad laboral del

trabajador, que tiende a generar un nuevo tipo de fatiga mental y nerviosa, por lo que aparece un

nuevo patrón de enfermedades profesionales, características de la nueva época; la neurosis, el

estrés, y el envejecimiento prematuro.

Los riesgos y las exigencias laborales no son los únicos elementos que afectan la salud de los

trabajadores. También son determinantes aquellos aspectos que están ausentes -o están presentes,

pero de manera muy limitada- en el proceso laboral.

Se ha encontrado que ―existen demandas psicosociales universales que afectan a la salud de los

trabajadores de forma crónica, las que podrían generalizarse a distintas ocupaciones

independientemente de las características específicas de la actividad laboral, y plantea que entre los

85

principales factores que influyen en la salud mental se encuentran: la falta de recompensas, las

falsas expectativas y, principalmente, la carga de trabajo, el grado de control del trabajador, las

relaciones interpersonales y el apoyo social en el trabajo‖.125

Se observa un notable incremento de los accidentes de trabajo y de las enfermedades ocupacionales

relacionadas con la incorporación de nuevas formas de organización del trabajo, sin embargo, la

emergencia de este nuevo patrón de enfermedades profesionales no significa una declinación del

patrón ―tradicional‖, sino más bien la coexistencia de viejos procesos destructivos que han afectado

tradicionalmente la salud de los trabajadores, con nuevos procesos destructivos derivados

básicamente de los cambios introducidos por la reconversión industrial.

El siguiente es un cuadro integrador de las patologías mencionadas en este capítulo:126

Los viejos problemas de salud Los nuevos problemas de salud

Accidentes laborales

Trastornos de la salud mental, asociados con el estrés, la insatisfacción el en trabajo, la perdida de control sobre los procesos y la exposición a sustancias

neurotóxicas.

Sordera industrial y otros trastornos asociados al

ruido.

Trastornos musculo esqueléticos asociados al incremento del los ritmos de

trabajo.

Intoxicaciones Enfermedades cardiovasculares y gastrointestinales derivadas de las

sobrecargas psíquicas y las alteraciones de los ritmos circadianos. Enfermedades ocupacionales del aparato respiratorio.

Trastornos reproductivos y cáncer, relacionados con la utilización de múltiples químicos altamente tóxicos.

Dermatitis ocupacionales

Tabla nº 10. Los nuevos y viejos problemas de la salud en el trabajo

7.8. Cambios en la organización del trabajo del sector salud

En el campo de la salud estas dos últimas décadas fueron el campo de experimentación de una serie

de procesos de reformas orientados a la aplicación de nuevos mecanismos y tecnologías de

gerenciamiento y provisión de servicios a una población cada vez más creciente y con indicadores

de salud cada vez más negativos.

El proceso de reforma del sector salud ocurre en un contexto de transformación en los modelos

económicos, políticos y laborales surgidos de la respuesta a la crisis económica y la hiperinflación

de los años 80 y a la transición hacia economías abiertas con mayor peso del mercado, en el marco

de procesos de democratización. Las transformaciones en los ámbitos laborales, en el

financiamiento y en los procesos de descentralización de la administración, gestión y provisión de

servicios llevaron a estrategias de competitividad heterogéneas, variando la estructura de la

dotación ocupada, las remuneraciones ofrecidas y las condiciones de trabajo y modalidades de

contratación.

A pesar de los varios procesos de reformas hacia la descentralización, el centralismo ha sido y

sigue siendo un fuerte componente de la administración pública en salud en América Latina127

,

125Juárez A; ―Factores Psicosociales Relacionados con la Salud Mental en Profesionales de Servicios Humanos en México‖; pag. 195 126 Fuente: elaboración propia. 127 Brito Quintana, ―Impacto de las reformas del sector de la salud sobre los recursos humanos y la gestión laboral‖, pág. 205

86

El sector salud es un sector de mano de obra intensiva en el que no se ha tenido en cuenta el hecho

que es a través del personal de salud que brinda el servicio que el sistema de salud funciona.

Esto significa que las diversas reformas en mecanismos de gerenciamiento, financiamiento y

provisión de servicios han dejado de lado las implicancias que el proceso de reformas ha tenido

sobre el recurso humano, y el resentimiento en sus condiciones de trabajo ha afectado tanto la

cantidad como la calidad de las prestaciones y por tanto, del servicio mismo

En cuanto al alcance del rol del Estado en el sector, el proceso de reformas ha dejado una severa

limitación de la capacidad de control, regulación y no solo respecto de los recursos humanos sino

en cuanto las habilitaciones de prestadores, tanto de personas como de instituciones publicas y

privadas.

7.9. Las disparidades salariales en el sector público

El Estado sigue siendo una fuente de empleo importante, donde el empleo público presenta una

mayor flexibilidad en las relaciones individuales de trabajo, esto es un aumento de las formas

atípicas (e inestables) de contratación, esto es, contratos de locación de obra que son renovables

cada 3 meses o anuales, sujeto única y exclusivamente a la voluntad política de los funcionarios de

turno, pero no a tipo de evaluación alguna.

Al mismo tiempo que se acrecentaron las formas contractuales por tiempo determinado

disminuyeron los cargos permanentes, lo que tuvo consecuencia directa sobre la estabilidad del

servicio público, generando estructuras paralelas superpuestas e introduce formas de flexibilidad

laboral contractual y de reducción de salarios indirectas.

Como empleador de la fuerza de trabajo sanitaria, el sector público evidencia una amplia brecha

entre los ingresos más bajos y los más elevados al interior de cada organismo y extensa dispersión

de las pirámides salariales entre los diversos regímenes laborales.

En su investigación sobre la sector público en Argentina, Lopez y Zeller afirman que ―las

diferenciaciones en los ingresos que aparecieron en las últimas décadas fueron, entre otras, las de las

remuneraciones entre las autoridades políticas o superiores y las del personal de carrera; las de los nuevos

escalafones y la aplicación diferencial de adicionales entre las distintas jurisdicciones u organismos; las de

las modalidades contractuales por tiempo determinado y los convenios con los organismos multilaterales de

crédito, y las que permanecieron entre los distintos escalafones aún existentes.‖ 128

Se produjeron cambios y reestructuraciones en las relaciones laborales inducidas por la

flexibilización laboral con su correlato salarial y funcional, profundizando la competencia entre

trabajadores, la fragmentación en los espacios de trabajo, la tensión y desconfianza entre los

pares y la intensidad en la carga laboral de algunos, obligando a disputar en espacios

marcados por el clientelismo político y el juego de influencias en la búsqueda de mejorar los

128 Lopez, Andrea y Zeller, Norberto; ―La Administración Pública Nacional en la Argentina (1983-2001): el impacto de las reformas sobre su estructura y el

personal‖; pag 133.

87

magros salarios. El clientelismo político, indispensable para poder mantener la gobernabilidad,

marca la desigualdad en la carga de trabajo, en las condiciones en que éste se desarrolla y en los

ingresos mensuales.129

Se encontró que ―las reformas aumentaban el estrés y la insatisfacción de los trabajadores, su

inseguridad por los contratos flexibles de trabajo, la preocupación por posibles juicios por

negligencia profesional, la migración laboral entre diferentes instituciones y añadían nuevas labores

burocráticas para las cuales el personal de enfermería no estaba entrenado.‖130

.

El siguiente cuadro sintetiza los aspectos centrales de los procesos de reformas y lo que significan

estas para el trabajo del personal del sector salud. 131

Tabla nº11.Aspectos centrales de los procesos de reformas en el sector salud de América Latina.

Por lo tanto, es comprensible entender las razones por las cuales la mayoría de los trabajadores del

sector de la salud no han apoyado el proceso de reforma, ya que dada la realidad política, es

necesario contar con garantías de permanencia laboral para evitar despidos arbitrarios cada vez que

cambia el gobierno. ―Los temores de los sindicatos se han confirmado en años recientes, ya que

disminuyó el número de trabajadores sindicalizados y aumentó notablemente el número de

trabajadores contratados temporalmente sin los beneficios laborales que ofrece la administración

pública.132

129 Machado, Ana Lía, Marta et Al; ―La reforma de la salud y su impacto en los trabajadores del sector: el caso Hospital Nacional de Clínicas de

Córdoba, Argentina‖; pag 17 130 Ugalde Antonio y Homedes Nuria, ―Temas de Las reformas neoliberales del sector de la salud: déficit gerencial y alienación del recurso humano en

América Latina; Pag 205 131 Fuente: Ugalde Antonio y Homedes Nuria, Opcit; Pag 205 132 Ugalde Antonio y Homedes Nuria, Opcit; Pag 205

88

CAPITULO 8

CAMBIOS EN LA PROFESION MEDICA

8.1. Los procesos de cambio

A partir de los cambios que han ocurrido en las últimas décadas, las profesiones se han

especializado cada vez más, en respuesta tanto a la expansión de sus mercados como a los avances

en el conocimiento, por lo que se convierten en espacios complejos que articulan un número

creciente de especializaciones. La profesión médica no es ajena a esto, y se encuentra inserta en un

conjunto de procesos de cambio que implican una serie de profundas modificaciones a la

organización del trabajo en el sector salud. Las causas que los producen están estrechamente

relacionadas a los cambios que se estaban gestando desde la década de los 70‘s en todo el mundo,

aunque hagan eclosión durante las décadas de los 80‘s. y 90‘s.

Este fenómeno es claramente observable en la medicina y tiene como resultado que la mayoría de

los profesionales está especializado, ya que para poder tener un mejor ingreso deben acumular

especialidades.

Como antecedente en este sentido, se mencionan los resultados de una investigación que constó de

dos encuestas en las que se indagaba acerca del cambio de las prerrogativas de la profesión medica

en cuanto a las categorías de poder, prestigio y privilegio en las valoraciones tanto de legos como

de médicos realizada durante los años 1993 y 1996 en la provincia de Mendoza, se consignaba ya

que la mayoría de los cambios profundos en la profesión médica se habían dado durante la década

de 1980, y con un incremento sostenido -aunque menor- a partir de 1990.133

Se puede afirmar que son dos tipos de transformaciones las que han afectado a la profesión médica.

Por un lado los cambios sociales y demográficos hacia el interior de la profesión y los cambios de

la estructura económica, que han trastocado la profesión en cuanto al prestigio, poder y privilegios

a los que estaban acostumbrados los médicos de épocas anteriores134

. La conjunción de ambos

conduce a la reconfiguración tanto de la profesión como e su oferta y demanda de servicios.

En cuanto a los cambios de las últimas décadas hacia el interior de la profesión médica, se

manifiesta la configuración de una profesión estructuralmente nueva, relativamente joven y con un

alto componente femenino, lo que dada la creciente participación de las mujeres en las profesiones

científicas representa un elemento demográfico de gran impacto tanto en la estructura como en la

dinámica profesional. La participación de mujeres ha ido aumentando rápidamente con los años

siendo especialmente destacada en las nuevas cohortes de profesionales, en las que se destacan por

133 Investigación ―Análisis de la transformación del rol del médico tradicional en su poder, prestigio y privilegio en su relación con el deterioro de la calidad

de la atención en el sistema de salud‖. Sociedad Mendocina de Ciencias Políticas. Cátedra de Psicología Médica, Fac. de Ciencias Médicas, U.N.Cuyo.

Financiado por el Consejo de Investigaciones Científicas de Mendoza (CONICMEN) y la Fundación Roemmers. Publicado en los Anales de la Fundación

Alberto J. Roemmers, vol. XI, pag. 183, 1998, Bs. As. 134Fischer, Mariano, ―Las transformaciones en la profesión medica‖, Tesina de grado en Lic. en Sociología. UnCuyo. 1996

89

su mayor especialización en medicina general, que por sus características les permitirían organizar

una vida familiar y una vida laboral –doble presencia- mientras que los varones se concentrarían

más en especialidades quirúrgicas, las que requieren una dedicación temporal prácticamente

exclusiva.

8.2. Las profesiones liberales

Durante la Edad Media con la creación de las primeras universidades surgen las profesiones

liberales, en las que son típicas la medicina y el derecho, profesiones cultas reservadas a las élites,

en contraste con las profesiones artesanales o gremiales, por lo que el conocimiento técnico aparece

ya como el rasgo distintivo de las ocupaciones profesionales en este primer período de profesiones

estamentales.

A instancias de la expansión generada por el capitalismo industrial, durante el siglo XIX y

principios del XX, el aumento del protagonismo de las clases medias fue desplazando al acceso por

nacimiento a las profesiones aprendidas, estableciéndose un sistema por mérito. La aparición de

asociaciones de estos tipos de profesionales ha sido un correlato de esa misma expansión, por lo

que los colegios de abogados, médicos, escribanos y otras profesiones liberales pudieron conseguir

consolidar su poder institucional, aspecto que profesiones posteriores no lo han conseguido.

Valores y metas Manifiestos:

Ocupación técnica a tiempo completo. Ideal de servicio a la sociedad; compromiso vocacional.

Contribución al conocimiento científico.

Generación de entusiasmo por la profesión.

Latentes:

Autoridad sobre las ocupaciones subordinadas.

Protección de la autonomía profesional.

Aumento del poder y la riqueza de la profesión.

Mantenimiento del monopolio de mercado.

Clientela o mercado

Elección de clientes según la estratificación de la sociedad.

Relación fiduciaria con el cliente. Sentido de lo que es bueno para el cliente.

Relación personal con el cliente, a quien se trata «como un todo».

Rentas de monopolio gracias al sistema de licencias.

Educación y formación

Estudios de nivel universitario, de larga duración.

Naturaleza técnica, pero también orientativa y vocacional. Selección meritocrática, que tiende a seguir la estratificación social.

Sistema de educación permanente.

Conocimiento

Organizado alrededor de un corpus teórico abstracto. Naturaleza técnica, con cierto componente experimental.

Grado moderado de especialización.

Instituciones y poder

Asociaciones (colegios) profesionales que regulan la cantidad y

calidad de los miembros de la profesión.

Código formal de ética profesional. Lazos débiles con otras instituciones sociales.

Presión ante las instancias públicas y estatales.

Tabla nº: 12 Paradigmas en los que se basan las profesiones liberales 135

135 Extraído de: Guillen, M; ―Profesionales y burocracia: desprofesionalización, proletarización y poder profesional en las organizaciones complejas‖; pág. 37.

90

Una profesión liberal es una ocupación técnica de tiempo completo, y para toda la vida, más allá

que se deje de ejercer la profesión y se jubile. Implica la existencia de un compromiso y una idea

de vocación de servicio a la sociedad y a los clientes –personas físicas- a los que brinda sus

servicios. El paso por la universidad le ha otorgado un titulo que lo habilita y le otorga la autoridad

para ejercer la profesión y la regulación mediante la matriculación le permite ejercer un poder de

negociación importante como resultado de la organización corporativa de sus intereses en

asociaciones científicas y colegios profesionales, los que regulan tanto la calidad como la cantidad

de los profesionales de su ramo.

8.3. La profesión médica en un escenario cambiante

Históricamente la medicina –de título universitario- tuvo un rol destacado como espacio de

reproducción para los estratos altos de las sociedades y también como vehículo de movilidad social

a partir del siglo XX. Tanto así que la dimensión familiar de la medicina, de padres a hijos como

medico siempre ha jugado un papel crucial en la profesión tanto en su dimensión socializadora

como en la creación de identidad. En la actualidad ese papel ha quedado limitado, consolidándose

como una de las profesiones típicas de la clase media, pero también es corriente que existan

matrimonios entre profesionales.136

En estas nuevas generaciones de médicos predominan las relaciones de parentesco en la misma

generación (esposo/as, hermanos, primos) mientras que en las cohortes anteriores se daban las

relaciones de parentesco con generaciones anteriores (padres, tíos, abuelos, -de los cuales heredan

la clientela, el consultorio o el prestigio).

La salud, como hecho social, hace tiempo que no es un fenómeno únicamente médico sino

multifacético en el que las nuevas concepciones en la educación médica tienden a construir su

discurso ya no desde el paradigma biomédico sino desde uno mas amplio de condicionantes de la

salud.

Aunque ya no se la entienda más como un problema exclusivo de la profesión médica, el sistema

de salud sigue siendo el lugar hacia donde se dirige la exigencia de soluciones, por lo que la

presencia de nuevas conflictividades sociales supone así una demanda cada vez mas compleja que

se traduce en una presiona adicional sobre los trabajadores del sistema de atención sanitario.

Estas nuevas conflictividades en si, no son problemas médicos sino del entorno social que son

trasladados al sistema sanitario para que este lo resuelva, por lo que los nuevos problemas recaen

fundamentalmente en los especialistas, los que al tener una visión compartimentalizada no puede

integrar una respuesta que satisfaga a las necesidades de los pacientes, y menos a las propias, con

136 Rodríguez, J.; ―Redefiniendo la profesión: los médicos de Barcelona en el nuevo milenio‖; pag7.

91

lo que se comienza a transitar por la espiral que conduce a los trastornos de síndrome de Quemarse

por el Trabajo por la imposibilidad de adecuarse a circunstancias a las que no fue entrenado para

hacer frente.

8.4. La medicina como profesión

El médico liberal típico, que en los países de América Latina, surge como figura preeminente en el

escenario social durante las primeras décadas del siglo XX, es un profesional de múltiples

actividades, se ocupa de visitar a sus pacientes en sus domicilios, trabaja en un hospital o efector

público, dicta cátedra en una facultad de medicina. Sin embargo, su actividad principal es la

atención de pacientes en su consultorio, la que es su forma específica de trabajo, y a partir de la

cual elabora su visión del mundo. Esta medicina centrada en el consultorio genera una

despersonalización de la relación mercantil y, simultáneamente personaliza la relación técnica (la

relación médico paciente), en el que cada paciente es un individuo y, como tal, debe ser

diagnosticado y tratado.

El médico liberal de consultorio y el de cabecera establecen esta relación que les asegura renombre

y posición junto a los estratos sociales más elevados, como fuente de su crecimiento económico.

Se lo reconoce por realizar una serie de actividades de valor social, y ―ningún médico liberal de

renombre, en cualquier latitud, jamás dejó de dedicar una parte de su precioso tiempo a atender

indigentes en un hospital de beneficencia, como también a la enseñanza de la medicina dentro de

una Cátedra.‖137

Las actividades cumplidas beneficio económico no revisten, en sí mismas, una función económica

sino una función de generación de prestigio profesional en el ámbito de la sociedad civil, pero

también de captación de clientes138

.

Es una medicina que cultiva el individualismo en la relación médico-paciente, se identifica

claramente con el liberalismo económico desde una interpretación propia de quien administra un

pequeño negocio, porque este tipo de medico cuenta casi exclusivamente con el recurso a su propia

fuerza de trabajo, con un bajo uso de aparatología diagnostica, pero con su calificación mediada

por la legitimidad de un centro universitario que le confiere casi todo lo que requiere para trabajar,

dado el poco uso intensivo de tecnología médica. Los medios de trabajo, incluida la infraestructura

física del consultorio, representan costos reducidos porque en este modelo de medico el uso de

aparatología de diagnóstico no es de uso intensivo.

137 Nogueira, Roberto; ―Características económicas de la medicina liberal―; Pág. 121. 138 Fischer, Mariano, ―Las transformaciones en la profesión medica‖, pag103.

92

Durante las dos décadas pasadas se afirmó un proceso por el cual los profesionales de la salud se

orientaron a ser empleados por organizaciones privadas y publicas de servicios de salud, y no tanto

mantener la práctica hospitalaria en el sector público y consultorio particular –por la tarde-.

Los rasgos anteriormente predominantes de la actividad médica, como la practica general indivi-

dual basada en honorarios por servicio, han sufrido una disminución relativa en su importancia,

mientras otras áreas, como la práctica laboral en organizaciones han alcanzado una nueva

significación, provocando cambios en la forma en que la atención médica es pagada, lo que

influencia el prestigio y la estima de los médicos.

Así se manifiesta como consecuencia una drástica reducción de los márgenes de autonomía de su

profesión, y por ende trasformando la imagen social de su rol hacia formas de menor poder,

prestigio y privilegio en su medio social.

Por otro lado, desde la implementación de los procesos de modernización del estado a partir de los

años 60‘s, se ha dado progresivamente una apertura del ámbito de la planificación y la

administración sanitaria a otros profesionales no médicos, que han hecho del campo de la salud su

objeto de estudio y de trabajo. Este es el caso de los profesionales de la sociología, de la economía,

de la administración, del derecho, de la antropología, del trabajo social, entre otros, que desde sus

disciplinas han expandido el campo de lo que se considera salud y enfermedad, pero también han

provocado que no sea un ámbito exclusivo de médicos y para médicos.

El cambio en el patrón de ocupaciones y profesiones por cuenta propia (como las profesiones

liberales) hacia formas de empleo asalariado incide directamente sobre el profesional, porque el

proceso de asalariamiento es manifiesto en las ocupaciones de la salud, las que cada vez mas están

organizadas en torno a grandes organizaciones, sean publicas o privadas.

La figura del médico con su maletín negro' ha sido reemplazada por un nuevo complejo médico

industrial centrado alrededor de un creciente número de grandes instalaciones burocráticas de base

urbana, tales como centros médicos altamente especializados, clínicas, sanatorios y centros

médicos ambulatorios .

En la medida en que la medicina se ha hecho más técnica y especializada se ha alejado cada vez

mas del ejercicio liberal de la atención médica, y como miembros de un equipo, los profesionales

especializados encuentran su tarea condicionados por la interacción con un creciente numero de

otros trabajadores de la salud. Por lo tanto, tiende a ser un miembro del equipo, sujetándose a reglas

sobre las cuales tiene poco control.

La práctica liberal de la medicina, pero también del resto de las profesiones sanitarias ha ido

desapareciendo en gran parte a causa del aumento de los costos y la plétora medica, lo que los ha

93

obligado a agruparse, pero también a vender su fuerza de trabajo, lo que en definitiva conlleva a

una reducción de sus márgenes de ganancia.

Como ha sido mencionado, esta tendencia no se limita a la atención médica, sino que reproduce

desarrollos ocurridos en otros sectores de la economía, que, sin importar cual sea el sector de la

economía o el tipo de actividad comprometido, socava la actividad competitiva de pequeños

empresarios en beneficio de otros mayores.

En cierta manera no es más que la manifestación empírica en el área de la medicina, de procesos

macroeconómicos que se están produciendo en todas las sociedades y en todas las áreas de la

producción. Sobre este tema son más conocidos los efectos que han tenido los procesos de

desregulación y liberalización de la economía, fortaleciendo a grandes grupos económicos y

empresas trasnacionales, en desmedro de las pequeñas y medianas empresas. Este proceso afecta la

actividad médica desde el momento que el médico se inserta en el mercado de salud y sus

actividades se deben adecuar al marco impuesto por la economía de libre mercado.

Es así que refiriéndose a la posición social del médico, se afirma que se encuentran en un franco

proceso de proletarización139

, esto es un proceso por que una categoría ocupacional es despojada

del control de prerrogativas relacionadas con la ubicación, contenido y esencia de sus actividades

laborales y de este modo subordinada a las exigencias más amplias de la producción bajo el

capitalismo avanzado, lo que implica perdida de control por lo menos sobre los siguientes ítems:

Los criterios de ingreso (por ej. el sistema de acreditación y los requisitos para convertirse

en miembro)

El contenido de entrenamiento (por ej. los contenidos y objetivos del curriculum)

La autonomía en relación a los términos y contenidos del trabajo (por ej. las formas

mediante las cuales se realiza lo que debe hacerse)

Los objetos de trabajo (por ej. los bienes producidos y los pacientes atendidos)

El monto de la remuneración por el trabajo (por ej. niveles de sueldos y salarios,

honorarios).

Resulta de gran complejidad reconocer y distinguir la tendencia a la proletarización entre los

médicos, pero en definitiva su efecto es la reducción de todos los trabajadores de una particular

ocupación a un nivel común en el servicio de los intereses de actores económicos de mayor

capacidad, que pueden costear en uso intensivo de aparatología médica.140

8.5. Factores que inducen el proceso

Debido a su lógica particular, la organización de servicios sanitarios (sea privada o pública)

subordina el acto médico de dos formas diferentes:

139 Fischer, Mariano, ―Las transformaciones en la profesión medica‖, pag105. 140 McKinlay, John B.; Arches, Joan, ―Hacia la proletarización de los médicos‖, Cuadernos Médico Sociales, (35): 35-61, Rosario (Argentina), 1986,.

94

Sujeta el proceso de trabajo a normas externas a la relación médico paciente y hace que

este deje de ser atribución exclusiva del profesional.

Impide que el acceso a los servicios médicos sea una elección de los propios

pacientes/clientes, debido a la segmentación social de los usuarios que están bajo distintos

y diferentes sistemas asistenciales.

Su actividad ya no se realiza como trabajo independiente de la cooperación de otras especialidades

y profesiones, es decir, integra un ―trabajador colectivo‖, porque se encuentra progresivamente

subordinado a instancias de decisión fuera de su ámbito individual o corporativo, ya que, al

integrarse como un trabajador colectivo y en el escenario de servicios institucionalizados, su

autonomía se reduce, produciéndose lo que algunos llaman ―proletarización de la actividad

médica‖.

Por lo tanto, el médico tiene cada vez menos posibilidades diversas de control efectivo sobre el

proceso de trabajo tanto desde el punto de vista de su autonomía en el acto creador que proyecta

una intervención dada sobre el enfermo, cuya mejor estimación es la conformación de su ―decisión

clínica‖, como también desde el punto de vista de la autonomía de ejecución, en la que se altera el

antiguo poder autorregulador del ejercicio con el surgimiento de la dirección institucional que

normatiza y evalúa su trabajo. - médico auditor-

Este es el punto de origen de los trastornos y enfermedades de origen psicosocial en el medico,

pero también en otras profesiones de la salud.

La sobreoferta de médicos debida al amplio número de la matrícula médica y el aumento de los

costos involucrados en la práctica de salud, facilitan este proceso de manera que se presenta una

abundancia de médicos buscando empleos, una disminución del ingreso real y por lo tanto un clima

que pone a los empleadores en situación de aumentar el control sobre el desempeño en el trabajo.

En este particular, la expansión del rol del Estado como prestador de salud, mediante la

profundización de la red de efectores públicos ha sido el factor más importante en la

burocratización de los médicos.

A pesar de los cambios ocurridos en organización del trabajo del medico, el modelo de ejercicio

liberal de la profesión médica continúa siendo la imagen dominante del futuro médico y de sus

docentes. Esto ejerce una influencia sobre los estudiantes de medicina, que siguen aspirando a una

práctica autónoma ya superada que está en contradicción con el modelo que les presentará la

realidad: la medicina tecnológica, institucionalizada y segmentada.

Todos estos procesos favorecen la tendencia a que muchos de los profesionales de la salud,

(especialmente los médicos mas jóvenes) trabajen en organizaciones como asalariados y no en sus

consultorios particulares.

95

8.6. La cuestión acerca de la proletarización

Respecto de esta noción se presentan controversias ya se considera que no seria directamente

aplicable a este cambio en el patrón de ocupaciones, afirmando que mas que atravesar por una

proletarización técnica141

en la que el trabajador pierde el control sobre el proceso y el producto de

su trabajo, estarían bajo un proceso de proletarización ideológica, esto es la expropiación de valores

o de la finalidad del trabajo.

Por lo tanto, algunos autores manifiestan que este tipo de profesionales no pueden ser considerados

como proletarios debido a que tienen altos ingresos y a través de los círculos médicos y las

universidades controlan el crecimiento de la matricula. Friedson142

argumenta en este sentido

afirmando que una profesión adquiere mayor prestigio cuanto mas prolongados sea su periodo de

formación.

Cabe hacer mención en este punto que la realidad de las profesiones al cierre de la 1er década del

s.XXI, en profesiones como la de la medicina en la Argentina, pero también en América Latina, es

bastante diferente de la que fue descrita hace varias décadas en los países centrales.

Un evidente indicador es que la sindicalización de los médicos que trabajan en el sector público de

la atención de la salud ha seguido a la de otros profesionales de la salud, profesión, que en décadas

anteriores no hubiera accedido de buen modo a realizar huelgas de amplia repercusión mediática y

por tiempo indeterminado143

, y se evidencia como un indicador de un deterioro en la capacidad de

autonomía y de imponer las formas en que se hace su propio trabajo, mas allá de que sea

conceptualmente o no una característica del concepto de proletarización.

Siguiendo la línea argumental expresada en capítulos anteriores en la que se afirma que el modelo

de trabajador paradigmático de las sociedades actuales ya no resulta ser el obrero, resulta complejo

relacionarlo de manera directa con el llamado proceso de proletarización, cuando el obrero

proletario del imaginario social es en sí una especie en extinción. Lo que se busca es ilustrar las

maneras en que estos procesos de cambio en la organización del trabajo fueron conformando

nuevos patrones de profesiones, cambiando de manera sensible las prerrogativas de poder y de

prestigio de estos profesionales, los que se encuentran sin un marco de entendimiento adecuado que

les permitan entender lo que ahora son, y lo que ya dejaron de ser.

Aunque se ha manifestado que la situación por la que atraviesan los profesionales de la salud puede

ser considerada dentro de la proletarización ideológica; si se tiene en cuenta que cada vez es mayor

el peso político y la legitimidad de los gremios y federaciones médicas en detrimento de los

colegios y que su autonomía y su remuneración se han visto reducidas, la determinación acerca de

si el proceso de proletarización seria de tipo técnico o ideológico ya no es una cuestión de gran

relevancia.

141 Guillen, Mauro; ―Profesionales y burocracia: desprofesionalización, proletarización y poder profesional en las organizaciones complejas‖; Pág. 43 142 Freidson, Elliot; ―La profesión médica: Un estudio de sociología del conocimiento aplicado‖; pag.78 143 Diario Los Andes; 24/04/2009; ―Huelga de médicos y enfermeros paraliza los hospitales‖; http://www.losandes.com.ar/notas/2009/4/29/politica-421341.asp

96

Lo que se intenta aquí es poner en evidencia la relación que se genera entre estos procesos de

cambio en la organización del trabajo, a la que se caracteriza como proceso de proletarización, para

indicar la perdida de poder, prestigio y privilegio adquiridos, y que tiene entre sus resultados la

puesta en crisis del sistema de valores y de representaciones sociales establecidas, en este particular

por la profesión medica.

Como fenómeno social total, y que involucra al medico, que también es un sujeto viviente, esto es,

un ser humano visto desde sus aspectos fisiológicos y psicológicos, estos procesos generan

consecuencias también sobre los estos profesionales, los que también presentan manifestaciones,

que son conocidas como síntomas tanto físicos como mentales, como esperable reacción ante todos

estos eventos.

Estas manifestaciones se están investigando cada vez mas, buscando establecer la cadena de

causalidad en la determinación de los estresores particulares que dan origen a estas patologías.

Cuando este sujeto se da cuenta que se ha convertido en trabajador de una empresa –muy lejos de

las expectativas de medico liberal con las que fue formado en su paso por la universidad- en la que

descansa sobre la productividad del beneficiario, donde cada vez tiene menos control sobre la

actividad sanitaria que realiza, es cuando empiezan a incidir los factores de estrés negativo,

produciendo desajustes cada vez mas notorios debido a la pérdida de su capacidad de adaptación.

Desde los mismos profesionales médicos se ha intentado la compresión de esta situación en

términos que les son asequibles, esto es, elaborando conceptualizaciones como ―síndromes‖, como

el de Burnout, el de Tomás y otras denominaciones que se pueden encontrar en la literatura médica,

que estructurados desde la forma del conocimiento médico, más que hablar de una situación clínica

o psicofísica, se remiten a los cambios sociales (y sus efectos conductuales) en los que están

insertos.

Estas situaciones son las causantes de que en un grado cada vez mayor de trabajadores del sector

salud se manifiesten profundas frustraciones profesionales y una reciproca insatisfacción de la

relación medico-paciente en la que ―difícilmente pueda el medico cumplir en forma adecuada las

tres premisas y fases fundamentales de las relaciones interpersonales descritas por Pedro Laín

Entralgo relacionadas con la empatía, la compasión y la involucración, aspectos centrales a la

vocación médica.‖144

144González Menéndez, Ricardo; ― La etapa contemporánea de la relación médico paciente‖; pag.20.

97

CAPITULO 9

ANÁLISIS DE LA ENCUESTA A RESIDENTES

9.1. Respecto de la medición del Síndrome de Quemarse por el Trabajo

Los instrumentos más utilizados como estimación de la presencia del síndrome han sido los

cuestionarios, y no tanto otras técnicas como la entrevista estructurada, técnicas proyectivas, la

observación clínica, que son más de corte psicológico clínico. Aunque no es la única, una de las

herramientas más frecuentemente utilizadas para evaluar Quemarse por el Trabajo es el

cuestionario Maslach Burnout Inventory (MBI), 145

que evalúa el grado de afectación en el

individuo de las dimensiones que componen el síndrome, es decir, la existencia sintomatológica

que da lugar a identificar la presencia del mismo. Utiliza un sistema de respuestas en una escala de

7 opciones146

relacionadas con la frecuencia de ocurrencia de la situación indagada.

1. Me siento emocionalmente agotado por mi trabajo.

2. Me siento cansado al final de la jornada de trabajo.

3. Me siento fatigado cuando me levanto de la cama y tengo que ir a trabajar.

4. Comprendo fácilmente cómo se sienten los pacientes.

5. Creo que trato a algunos pacientes como si fueran objetos impersonales.

6. Trabajar todo el día con mucha gente es un esfuerzo.

7. Trato muy eficazmente los problemas de los pacientes.

8. Me siento «quemado» por mi trabajo.

9. Creo que influyo positivamente con mi trabajo en la vida de los pacientes.

10. Me he vuelto más insensible con la gente desde que ejerzo esta profesión.

11. Me preocupa el hecho de que este trabajo me endurezca emocionalmente.

12. Me siento muy activo.

13. Me siento frustrado en mi trabajo.

14. Creo que estoy trabajando demasiado.

15. Realmente no me preocupa lo que les ocurre a mis pacientes.

16. Trabajar directamente con personas me produce estrés.

17. Puedo crear fácilmente una atmósfera relajada con mis pacientes.

18. Me siento estimulado después de trabajar con mis pacientes.

19. He conseguido muchas cosas útiles en mi profesión.

20. Me siento acabado.

21. En mi trabajo trato los problemas emocionales con mucha calma.

22. Siento que los pacientes me culpan por alguno de sus problemas.

Sus 22 preguntas abarcan las 3 dimensiones que lo conforman al síndrome:

Agotamiento Emocional (AE):

Se forma por la combinación de las preguntas 1, 2, 3, 6, 8, 13, 14, 16 y 20.

La puntuación es directamente proporcional a la intensidad del síndrome.

A mayor puntuación mayor es el nivel del síndrome experimentado por el sujeto.

Valora la sensación de estar emocionalmente saturado o exhausto por el propio trabajo.

145Garcés de los Fayos Ruiz, Enrique J.; ―Tesis sobre el burnout‖ ; Op.cit 146 González Correales, R., De la Gándara, M; ―El médico con burnout: Conceptos básicos y habilidades prácticas para el médico de familia‖ pág. 16

98

• Despersonalización (DP):

Se forma por la combinación de las preguntas 5, 10, 11, 15 y 22.

Su puntuación guarda proporción directa con la intensidad del síndrome. Mide el grado en el que la respuesta hacia los pacientes es fría, distante o impersonal.

• Realización Personal (RP):

Se forma por la combinación de las preguntas 4, 7, 9, 12, 17, 18, 19 y 21.

En este caso la puntuación es inversamente proporcional al grado del síndrome; es decir, a menor puntuación de realización o logro personal más afectado está el sujeto. Se

valoran los sentimientos de competencia y eficacia en la realización del trabajo.

Altas puntuaciones en Agotamiento Emocional y Despersonalización y bajas puntuaciones en

Realización Personal son un reflejo de un alto grado de SQT. Un grado medio es reflejo de

puntuaciones medias entre los valores de las 3 dimensiones. La presencia de bajas puntuaciones en

AE y DP, y de altas en RP indican un bajo grado de SQT.

La relación entre puntuación y grado de Síndrome de burnout es dimensional. Es decir, no existe un

punto de corte que indique si existe o no existe tal entidad.

Las puntuaciones de cada dimensión se computan por separado, por lo que no se suman para

obtener un valor total del MBI.147

9.2. Análisis descriptivo

Esta fase del estudio tiene carácter descriptivo, mediante un relevamiento con un formulario

autoadministrado en el que se recolecto información de tipo social, demográficas, hábitos

personales de salud, estado de salud, carga laboral mental y física especificas del trabajo y un

cuestionario con la escala de valoración de MBI para evaluar la presencia del síndrome de

Quemarse por el Trabajo en sus tres dimensiones.

Al ser un cuestionario de respuesta autoadministrado, se llegó a recuperar formularios de encuestas

de 53 residentes, teniendo en cuenta la gran heterogeneidad de horarios de trabajo, licencias,

guardias, pero también y la aceptación de realizar un estudio de carácter voluntario y anónimo.

El trabajo de campo se hizo entre los meses de julio a diciembre de 2007, la relación con los

residentes se hizo a través de los servicios del hospital. Se advirtió que los datos no se usarían de

manera personal sino que su uso sería sólo para fines epidemiológicos y estadísticos.

Cabe aclarar que en algunas especialidades no se pudo conseguir una cantidad representativa de

encuestados como para poder hacer inferencias estadísticas muy particulares, por lo que se

consignan en los cuadros, pero no se analizan, ya que la baja cantidad de casos no se relaciona con

una baja representatividad porcentual sino con la posibilidad de respuesta de parte de los médicos.

147 Ídem, pág. 18.

Rangos de SQT: AE DP RP

bajo < 18 < 5 > 40

medio 19-26 6-9 34-39

alto > 27 >10 < 33

99

9.2.1. Sexo:

sexo Nº %

Hombre 32 60,38%

Mujer 21 39,62%

Total 53 100%

Cerca de los dos tercios de los encuestados son varones, lo que marca claramente la predominancia

de la residencia como ámbito masculino.

9.2.2. Edades

Nº %

23 a 25 15 28,30%

26 a 29 24 45,30%

30 a 33 12 22,60%

34 a + 2 3,80%

Total 53 100%

El promedio de edad es de 27,2 años

Desvio estándar: 3,40

Rango min: 23

Rango max: 42

Modo: 26 (años)

9.2.3. Estado Civil

Nº %

Soltero 42 79,20%

casado 11 20,80%

total 53 100%

Al ser un grupo de edades relativamente homogéneas y jóvenes, es entendible que el 80% sean

solteros, pero esto es consecuencia de las exigencias de la residencia como proyecto profesional,

situación que ocurre también en otras disciplinas.

Estado Civil y sexo

Casi el 80% son solteros, lo que también se puede entender si se lo combina con la edad, ya que es

un grupo manifiestamente joven. Es evidente (que sean solteros) ya que el 73,6% tiene entre 23 y

29 años, y es manifiesta una tendencia social muy marcada el hecho que en general, quienes tiene

un título universitario pospongan el hecho de casarse un lapso mayor que quienes no lo tienen.

casado soltero Total

N º % N º % N º %

Hombre 8 72,73% 24 57,14% 32 60,38%

Mujer 3 27,27% 18 42,86% 21 39,62%

Total 11 100% 42 100% 53 100%

100

Como es de suponer en un grupo de tales edades, el porcentaje de casados es bajo, pero si se tiene

en cuenta las diferencias según sexo, no se distribuye por igual el sexo según el estado civil, ya que

los varones casados representan un porcentaje mucho mayor que los solteros, para cada una de las

dos categorías.

9.2.4. Cantidad de hijos

Nº %

Ningún

hijo

41 77,40%

1 hijo 11 20,80%

2 hijos 1 1,90%

total 53 100%

Los encuestados manifiestan no tener más de dos hijos. El 77,4% no tiene hijos, y este valor

implica que no solo los casados son los que tienen hijos. Se puede argumentar que la causa de esta

baja presencia/proporción de hijos por encuestado esta en relación directa con la edad de los

encuestados, ya que presumiblemente posponiendo la procreación hacia un intervalo futuro.

9.2.5. Año de residencia en que se encuentra

Nº %

1er año 18 34%

2do año 12 22,60%

3er año 14 26,40%

4to año 7 13,20%

5to año 2 3,80%

total 53 100%

El grueso de los residentes (34%) está en el 1er año de la residencia, y en los dos tramos siguientes

suma un restante 49%. Una probable causa de presencia de residentes de años inferiores es que

estos son los que pasan mayor tiempo en el hospital (mayor nº de horas en el hospital, mayor nº de

guardias al mes) por lo que ha sido más fácil dar con ellos que con los años superiores, los que

tienen un régimen horario y funciones diferentes.

9.2.6. Servicio en el que se desempeña:

Nº % Ginecología 16 30,20%

Clínica medica 10 18,90%

Traumatología 10 18,90%

Anestesiología 8 15,10%

Cirugía 6 11,30%

Cardiología 1 1,90%

Dermatología 1 1,90%

Terapia intensiva 1 1,90%

Total 53 100%

101

El servicio con mayor presencia es el de ginecología, y luego le siguen los de clínica médica,

traumatología, y anestesiología. Esta distribución está relacionada con la característica del hospital,

el cual realiza la mayor cantidad de partos de la provincia. Como se menciono anteriormente, la

distribución de los valores encontrados está relacionada con las particularidades de la división del

trabajo en la residencia, donde hay siempre mayor presencia de servicios no quirúrgicos y de

residentes de primeros años.

Cabe hacer mención que en las especialidades en las que se consignan pocos casos, la causa de

esto no se debe sino a que en algunas especialidades ha sido de gran dificultad poder ubicar a

residentes que pudieran disponer de tiempo en medio de la atención a los pacientes, por lo que,

como se expuso en párrafos anteriores, su inclusión en el presente trabajo solo tiene carácter

formal.

9.2.6. Cantidad de horas semanales que trabaja en el hospital:

Nº %

Más de 80

hrs

24 45,30%

Entre 26 y 80

hrs

19 35,80%

Hasta 25 hrs 10 18,90%

Total 53 100%

Los residentes de los años superiores pasan marcadamente menos horas en el hospital que los de

años inferiores, lo que es entendible dado el esquema de formación de las residencias, en donde los

de los años superiores tienen como función la supervisión, las tareas de entrenamiento y

académicas, y los de los primeros años son los que realizan el trabajo administrativo y la atención.

9.2.7. Cantidad de guardias que realiza al mes

Nº %

8

guardi

as/mes

15 28,30%

6

guardi

as/mes

12 22,60%

4

guardi

as/mes

21 39,60%

2

guardi

as/mes

1 1,90%

1

guardi

as/mes

2 3,80%

0

guardi

as/mes

2 3,8%

Total 53 100%

Se presenta una amplia variabilidad en la distribución de los valores. La mayoría manifiesta hacer 4

guardias, pero si se tiene en cuenta los que hacen entre 6 y 8 guardias, el valor de estos suma 51%,

por lo que se puede afirmar que la tendencia de esta población es a hacer más de 4 guardias al mes.

Esto último es un dato de importancia ya que marca que estos sujetos tienen una alta exposición a

los factores personales y organizacionales que generan estrés laboral y síndrome de Quemarse por

el Trabajo.

102

9.2.8. Cantidad de pacientes que atendió en la última semana

Nº %

de 81 a 160 pacientes 15 29,40%

de 21 a 50 pacientes 21 41,20%

hasta 20 pacientes 10 19,60%

de 51 a 80 pacientes 4 7,80%

0 pacientes* 3 2%

Total 51 100%

*pregunta no contestada

Cantidad de pacientes atendidos según servicio

% 2

%

1

1

,

8

%

-

-

- 5

,

9

%

1

9

,

6

%

La categoría modal corresponde a los residentes que atendieron entre 20 y 50 pacientes en la última

semana (41%). No se especifica si fueron pacientes atendidos en internación o en consultorios

externos, ya que no fue planteo de investigación hacer una diferenciación de este tipo.

Es notable que casi un 30% de médicos manifieste que atendió hasta 160 pacientes durante la

última semana, y el servicio com mayor porcentaje es el de ginecología, por lo que puede asumirse

que en este servicio la variable cantidad de pacientes atendidos es positivamente una variable

directamente relacionada con la presencia de factores de estrés ocupacional, y que pueden ser

precursores del síndrome de desgaste laboral.

9.2.9. ¿En el último año ha estado de licencia por enfermedad?

%

Si 8,1%

No 91,9%

total 100%

El 92% manifiesta no haberlo estado, siendo solo 2 los casos efectivos de licencia por enfermedad.

9.2.10. Nº de accidentes laborales ocurridos:

El nº de accidentes laborales manifestados es solamente de 3 casos durante el año en curso, por lo

que es un valor muy bajo. Los tipos de accidentes laborales a los que se hace referencia son

específicos de la actividad profesional del medico y en relación directa con la bioseguridad en el

trabajo, siendo estos herida cortante en pulgar, punción con aguja y salpicadura de sangre de un

paciente en un ojo.

9.2.11. Hábito de fumar

Nº %

no 36 67,92%

si 17 32,08%

Total 53 100%

herida cortante en pulgar 1

punción con aguja 1

salpicadura sangre de un paciente en un ojo

1

103

Sexo y hábito de fumar

Si No Total

Nº % Nº % Nº %

Mujer 6 35,29% 15 41,67% 21 39,62%

Hombre 11 64,71% 21 58,33% 32 60,38%

Total 7 100% 36 100% 53 100%

Cuando se les pregunta si eran fumadores habituales de tabaco, mas de 1/3 el 32% contesto

afirmativamente. Aunque el 60% manifieste no tener este habito, debe recordarse que esta es una

población particular; esto es son médicos. Esta cifra es en sí importante ya que se trata de una

población que tiene un amplio conocimiento de los problemas de salud que conlleva el hábito de

fumar, pero persiste en su actitud.

También debe considerarse que el habito de fumar esta relacionado directamente con las conductas

de afrontamiento de estrés. De esta manera, y en estos individuos, el hábito de fumar se convierte

en un factor de riesgo de morbilidad.

9.2.12. Enfermedades o trastornos que ha padecido en el último año

%

Enf. Ap. Respiratorio 42,86%

Enf. Ap. Osteomusuclar 28,57%

Enf. Ap. Digestivo 9,52%

Enfermedades endocrinas, nutricionales y

metabólicas

9,52%

Enfermedades del aparato genitourinario

4,76%

Trastornos mentales y del comportamiento (insomnio)

9,52%

Se presenta una variedad de afecciones desde las respiratorias estacionales hasta musculo-

esqueléticas. Entre los más representativos se presentan 9 casos de enfermedades del aparato

respiratorio, 6 de lesiones del aparato osteomuscular y 2 casos de insomnio. Las afecciones de

mayor significación están relacionadas con manifestaciones clínicas del estrés laboral.

Los requerimientos para ejecutar la tarea son responsables de activar un proceso de trabajo

continuado de una serie de músculos, como consecuencia de la aplicación repetida de la fuerza

requerida por la tarea, por lo que el requerimiento sostenido va deteriorando la capacidad de

ejecución y generando dolor. De esta manera, ―las lesiones osteomusculares constituyen una vasta

categoría de afecciones, lo que dificulta la correcta apreciación de la dimensión del fenómeno. No

obstante, los datos que se van conociendo revelan una situación que puede llegar a ser insostenible.

Tanto desde lo sanitario como lo financiero‖148

148Pirilla García, Francisco; ―Transformaciones del trabajo y riesgo osteomuscular; pág. 148.

104

9.2.13. Con qué frecuencia durante el último mes Ud. ha consumido estos medicamentos

Siempre Muchas veces Algunas veces Sólo alguna

vez

Nada total

Nº % Nº % Nº % Nº % Nº % Nº %

Analgésicos --- --- 7 13,21% 22 41,51% 17 32% 7 13,21% 53 100%

De prescripción psiq. --- --- - ---- 2 3,77% --- -- 51 96,23% 53 100%

Para enf. crónicas 3 5,66% --- ---- ---- 1 1,89% 49 92,45% 53 100%

Para enf. gastrointestinales 1 1,89% -- -- 6 11,32% 7 13,21 39 73,58% 53 100%

Para inducir el sueño 1 1,89% -- 1 1,89% 4 7,55% 47 88,68% 53 100%

Para hipertensión -- ---- -- --- -- --- 1 1,89 52 98,11% 53 100%

La mayor presencia de consumo de analgésicos, de los cuales 41% corresponde a la categoría

―muchas veces‖ durante el ultimo mes, lo que manifiesta un consumo sostenido pero no a

intervalos no tan regulares. El consumo de analgésicos (en todas sus frecuencias de tipo positivo)

representa el 60% de las respuestas afirmativas combinadas, y se condice con los altos valores

encontrados de dolencias o malestares osteomusculares, en particular los dolores de espalda.

El uso de analgésicos esta en directa relación con las lesiones osteomusculares observadas, ya que

son usados. También se manifiesta la presencia de uso de medicamentos para afecciones

gastrointestinales, aunque en los valores consignados corresponden a frecuencias de consumo de

baja asiduidad.

105

9.2.14. Frecuencia con la que ha consumido alcohol durante el último mes

Alcohol Fin de semana 2/3 veces por semana Nada Total

Nº % Nº % Nº % Nº %

Baja graduación 43 81,13% 2 3,77% 8 15,9% 53 100%

Alta graduación 25 47,17% 2 3,77% 26 49.06% 53 100%

Tabla cruzada: Sexo frecuencia de consumo de alcohol de baja graduación

Fin de semana 2/3 veces por semana Nada Total

Nº % Nº % Nº %

Mujer 15 34,88% 1 50% 5 62,50% 21 39,62%

Hombre 28 65,12% 1 50% 3 37,50% 32 60,38%

Total 43 100%

2 100%

8 100%

53 100%

Las mujeres manifiestan ingerir durante los fines de semana más alcohol de baja graduación que de

alta graduación, lo que se condice con los patrones de uso social del alcohol.

Tabla cruzada: Sexo frecuencia de consumo de alcohol de alta graduación

Alta graduación Fin semana 2/3 veces/semana Nada Total

Nº % Nº % Nº % Nº %

Mujer 3 12% 1 50% 17 65,38% 21 39,62%

Hombre 22 88% 1 50% 9 34,62% 32 60,38%

Total 25 100%

2 100%

26 100%

53 100%

Los valores más altos se deben al consumo de los fines de semana, lo que manifestaría un uso

―recreativo‖ o ―social‖ del alcohol. Respecto del consumo de alcohol de baja graduación, es mucho

mayor- 81%-que el de alta graduación- durante el fin de semana. Durante la semana casi un 4% en

los dos tipos de respuestas consume alcohol. Esta observación, aunque de muy bajo porcentaje, es

preocupante ya que el uso de alcohol de alta graduación durante la semana no se condice con los

patrones de un uso recreativo del alcohol, y puede estar dando indicios de otro tipo de

complicaciones conductuales. Los valores de esta comparación son tales debido a que el porcentaje

de quienes no consumen en absoluto alcohol de alta graduación es de 49% para esa categoría, lo

que da una diferencia de un 33,97% respecto de los que no consumen alcohol de baja graduación.

Por lo tanto, puede afirmarse que el alcohol de baja graduación tiene una mayor y considerable

permeabilidad entre los encuestados.

9.2.15. Síntomas que ha tenido en el último año

Síntomas Nº %

Dolores de espalda repetidos 38 71,70%

Cansancio o dolor muscular sin causa 33 62,26%

Dolores musculares/articulares repetidos 31 58,49%

Cefalea sin causa aparente 24 45,28%

Dificultades de concentración 14 26,42%

Sudoración de manos en diferentes situaciones 12 22,64%

Dificultad para dormirse 10 18,87%

Palpitaciones 9

17,31%

5 Problemas de memoria 9 16,98%

Presencia de manos y pies fríos 7 13,21%

Sensación de frio sin relación con la temperatura

ambiente

6 11,32%

Sensación de nausea o mareo 6 11,32%

Dolores en el pecho 1 1,89%

Dificultad respiratoria 1 1,89%

Hipertensión 1 1,89%

106

Los mayores valores son los relacionados con el cansancio, dolores musculares, de espalda,

articulares. Estas dolencias son las directamente derivadas de la carga física del trabajo y en

cansancio postural de la jornada. Son indicadores de estrés físico, pero no mental, esto es de la

carga mental de trabajo como factor de estrés laboral.

La influencia del trabajo sobre la salud ha en cambiado sus forma e intensidad, modificando el

patrón de riesgos laborales al que están expuestos los trabajadores, por lo que los factores de riesgo

mas directamente relacionados con la aparición de traumatismos osteomusculares son la

permanencia en posturas dolorosas o cansadoras, mantenimiento de una misma postura a lo largo

de la jornada, repetición continuada de movimientos, la ejecución de tareas repetitivas y de corta

duración.149

El establecimiento de ritmos altos de trabajo tiene como consecuencia directa la

reducción de los tiempos de descanso, que son vitales para mitigar el cansancio, y en el caso de la

exposición a movimientos y posturas forzadas, son indispensables para aliviar la tensión de los

músculos que son constantemente solicitados por la ejecución de la tarea.

Por lo tanto, la presencia de un 71% de dolores de espalda se condice con lo anteriormente

expuesto. La presencia de un 45.28% de respuestas afirmativas de presencia de cefalea sin cauda

aparente se relaciona con la carga mental de trabajo, así como un 26.42 % que manifiesta

dificultades de concentración. Las respuestas de sintomatologías de estrés relacionadas con el

aparato cardiovascular son reducidas. Este perfil de lesiones y riesgos laborales no es exclusivo de

los médicos sino que es compartido por todos los trabajadores de servicios, ya que en su trabajo

realizan tareas similares y las condiciones y medio ambiente de trabajo también lo son.

9.2.16. En su actividad laboral diaria, Ud…

Siempre Muchas

veces

Algunas

veces

Sólo alguna

vez

Nunca

Nº % Nº % Nº % Nº % Nº %

¿Tiene tiempo de llevar al día su trabajo? 1 1,89% 19 35,85% 31 58,49% 2 3,77% -- --

¿Le cuesta olvidar los problemas del trabajo? 10 18,87% 9 16,98% 26 49,60% 1 1,89% 7 13,21%

¿Su trabajo requiere que no sea demostrativo

de sus emociones? 11 20,75% 18 33,96% 23 43,40% 1 1,89% -- --

¿Tiene influencia sobre la cantidad de

trabajo que se le asigna? 15 28,30% 10 18,87% 9 16,98% 1 1,89% 18 33,96%

¿Se tiene en cuenta su opinión cuando se le

asignan tareas? 26 49,60% 11 20,75% 9 16,98% 1 1,89% 6 11,32%

¿Tiene influencia sobre las decisiones que

afectan a su trabajo? 18 33,96% 14 26,42% 9 16,98% 4 7,55% 8 15,90%

¿Su trabajo requiere que tenga iniciativa? 1 1,89% 11 20,75% 26 49,60% 15 28,30% -- --

¿Sabe exactamente qué tareas son de su

responsabilidad? 5 9,43% 8 15,9% 15 28,30% 24 45,28% 1 1,89%

En el trabajo, ¿siente que forma parte de un

grupo? 8 15,9% 10 18,87% 22 41,51% 13 24,53% -- --

Le parece adecuado el reconocimiento que

recibe cuando piensa en todo el trabajo y

esfuerzo que realiza?

15 28,30% 19 35,85% 7 13,21% 2 3,77% 10 18,87%

Los datos muestran que:

- La carga emocional que implica el trabajo es importante, porque se presentan valores altos en

las variables relacionadas con la carga mental y psicología que tiene el trabajo en si.

149 Pirilla García, Francisco; ―Transformaciones del trabajo y riesgo osteomuscular‖; pág. 149.

107

- Resulta claro que la carga emocional del trabajo es importante, por lo que les es difícil el hecho

de esconder las propias emociones y de separar la vida fuera del trabajo de la vida dentro del

mismo.

- El margen de autonomía para poner su propia forma de trabajo es muy limitado, por lo que su

influencia es escasa sobre la cantidad y sobre las decisiones sobre la tarea que se le asigna, se

tiene en cuenta poco su opinión.

- Más del 80% considera que la retribución económica por su trabajo es inferior a lo que debería

ser, lo que revela un importante descontento respecto de esta situación.

- El sentimiento de pertenecer a un equipo de trabajo es alto, lo que es un aspecto que refuerza y

mejora la capacidad de trabajo ante los efectos desgastantes de otras situaciones ya analizadas.

- Existe una claridad del rol que deben cumplir y de las tareas que están bajo su responsabilidad.

- Es esperable que ocurran este tipo de respuestas ya que es la manera en que se organiza la

división del trabajo en la residencia, de los años mas experimentados a los menos

experimentados.

9.2.17. Tabla cruzada: Servicio de… y Tiene tiempo de llevar al día su trabajo

Siempre Muchas veces Algunas veces Sólo alguna

vez Total

Nº % Nº % Nº % Nº % Nº %

Anestesiología … .. 3 5,70% 4 7,50% 1 1,90% 8 15,10%

Cardiología 1 1,90% .. .. .. .. .. … 1 1,90%

Cirugía .. .. .. .. 6 11,30% .. .. 6 11,30%

Clínica medica .. .. 6 11,30% 4 7,50% .. .. 10 18,90%

Dermatología .. .. .. .. 1 1,90% .. .. 1 1,90%

Ginecología .. .. 4 7,50% 12 22,60% .. .. 16 30,20%

Terapia intensiva .. .. 1 1,90% .. .. .. .. 1 1,90%

Traumatología .. .. 5 9,40% 4 7,50% 1 1,90% 10 18,90%

Total 1 1,90% 19 35,80% 31 58,50% 2 3,80% 53 100%

Los de Clínica Médica son los que manifiestan tener más tiempo para llevar el trabajo al día.

9.2.18. Tabla cruzada: Servicio de.. y Le cuesta olvidar los problemas del trabajo

Siempre Muchas veces Algunas veces Sólo alguna vez Nunca Total

Nº % Nº % Nº % Nº % Nº % Nº %

anestesiología -- -- 1 1,89% 7 13,21% -- -- -- -- 8 15,90%

cardiología -- -- -- -- 1 1,89% -- -- -- -- 1 1,89%

cirugía -- -- 2 3,77% 4 7,55% -- -- -- -- 6 11,32%

clínica medica 1 1,89% 3 5,66% 4 7,55% -- -- 2 3,77% 10 18,87%

dermatología 1 1,89% -- -- -- -- -- -- -- -- 1 1,89%

ginecología 7 13,21% -- -- 5 9,43% -- -- 4 7,55% 16 30,19%

terapia intensiva -- -- -- -- 1 1,9% -- -- -- -- 1 1,89%

traumatología 1 1,89% 3 5,66% 4 7,55% 1 1,89% 1 1,89% 10 18,87%

Total 10 18,87% 9 16,98% 26 49.60% 1 1,89% 7 13,21% 53 100%

En Ginecología se presentan valores significativamente más altos que en las otras especialidades,

manifestando que les cuesta mucho más separar la vida laboral de la vida personal. (Que a los

residentes de las otras especialidades, que sí podrían manejar mejor esta separación entre los dos

ámbitos).

108

9.2.19. Tabla cruzada: Servicio de… y Su trabajo requiere que no sea demostrativo de sus

emociones?

Siempre Muchas veces Algunas veces Sólo alguna vez Total

Nº % Nº % Nº % Nº % Nº %

Anestesiología -- -- 3 5,66% 5 9,43% -- -- 8 15,90%

Cardiología -- -- 1 1,89% -- -- -- -- 1 1,89%

Cirugía -- -- 6 11,32% -- -- -- -- 6 11,32%

Clínica medica 4 7,55% 1 1,89% 5 9,43% -- -- 10 18,87%

Dermatología -- -- 1 1,89% -- -- -- -- 1 1,89%

Ginecología 4 7,55% 4 7,55% 8 15,90% -- -- 16 30,19%

Terapia intensiva -- -- 1 1,89% -- -- -- -- 1 1,89%

Traumatología 3 5,66% 1 1,89% 5 9,43% 1 1,89% 10 18,87%

Total 11 20,75% 18 33,96% 23 43,40% 1 1,89% 53 100%

Como se puede observar en los datos, hay una fuerte exigencia psicológica emocional involucrada

en la tarea, la que se manifiesta de manera mayor en las especialidades clínicas.

9.2.20. Tabla cruzada: servicio de…..y ¿Tiene influencia sobre la cantidad de trabajo que se

le asigna?

Siempre Muchas veces Algunas veces Sólo alguna vez Nunca Total

Nº % Nº % Nº % Nº % Nº % Nº %

Anestesiología 5,66% 3 5,66% 2 3,77% -- --- -- --- -- ---

Cardiología -- --- -- --- -- --- -- --- 1 1,89% 1 1,89%

Cirugía 1 1,89% 1 1,89% 2 3,77% -- --- 2 3,77% 6 11,32%

Clínica medica 3 5,66% 1 1,89% -- --- 1 1,89% 5 9,43% 10 18,87%

Dermatología -- --- -- --- -- --- -- --- 1 1,89% 1 1,89%

Ginecología 5 9,43% 1 1,89% 3 5,66% -- --- 7 13,21% 16 30,19%

Terapia intensiva -- --- 1 1,89% -- --- -- --- -- --- 1 1,89%

Traumatología 3 5,66% 3 5,66% 2 3,77% -- --- 2 3,77% 10 18,87%

Total 15 28,30% 10 18,87% 9 16,98% 1 1,89% 18 33,96% 53 100%

Existe una alta disparidad en la distribución de las respuestas de ginecología y en clínica medica,

en la que las repuestas tienden a marcar una baja capacidad de influencia en las decisiones,

mientras que en las otras especialidades no existe una tendencia tan marcada al respecto.

9.2.21. Tabla cruzada: Servicio y ¿Su trabajo requiere que tenga iniciativa?

Siempre Muchas veces Algunas veces Sólo alguna vez Total

Nº % Nº % Nº % Nº % Nº %

Anestesiología -- -- -- -- 4 7,55% 4 7,55% 8 15,90%

Cardiología -- -- -- -- -- -- 1 1,89% 1 1,89%

Cirugía -- -- 4 7,55% 2 3,77% -- -- 6 11,32%

Clínica medica -- -- 4 7,55% 5 9,43% -- -- 10 18,87%

Dermatología -- -- -- -- -- -- -- -- 1 1,89%

Ginecología 1 1,89% 3 5,66% 9 16,98% 3 5,66% 16 30,19%

Terapia intensiva -- -- -- -- 1 1,89% -- -- 1 1,89%

Traumatología -- -- -- -- 5 9,43% 5 9,43% 10 18,87%

Total 1 1,89% 11 20,75% 26 49,60% 15 28,30% 53 100%

Exceptuando Clínica Médica y Ginecología, puede observarse la iniciativa propia no es un aspecto

que sea imprescindible en el trabajo.

109

9.2.22. Tabla cruzada: Servicio y¿Se tiene en cuenta su opinión cuando se le asignan tareas?

Siempre Muchas veces Algunas veces Sólo alguna vez Nunca Total

Nº % Nº % Nº % Nº % Nº % Nº %

Anestesiología 3 5,66% 3 5,66% 1 1,89% 1 1,89% -- -- 8 15,9%

Cardiología 1 1,89% 1 1,89% 1 1,89% -- -- -- -- 1 1,89%

Cirugía 3 5,66% 1 1,89% 2 3,77% -- -- -- -- 6 11,32%

Clínica medica 5 9,43% 1 1,89% 1 1,89% -- -- 3 5,66% 10 18,87%

Dermatología -- -- 1 1,89% -- -- -- -- 1 1,89%

Ginecología 11 20,8% -- -- 3 5,7% -- -- 2 3,8% 16 30,2%

Terapia intensiva -- -- 1 1,89% -- -- -- -- -- -- 1 1,89%

Traumatología 3 5,66% 4 7,55% 2 3,77% -- -- 1 1,89% 10 18,87%

Total 26 49,60% 11 20,75% 9 16,98% 1 1,89% 6 11,32% 53 100%

Consideran que su opinión es tenida en cuenta, más allá de las especialidades.

9.2.23. Tabla cruzada: Servicio y ¿Sabe exactamente qué tareas son de su responsabilidad?

Siempre Muchas veces Algunas veces Sólo alguna vez Nunca Total

Nº % Nº % Nº % Nº % Nº % Nº %

Anestesiología -- -- -- -- 3 5,66% 5 9,43% -- -- 8 15,10%

Cardiología -- -- 1 1,89% -- -- -- -- -- -- 1 1,89%

Cirugía -- -- 1 1,89% 4 7,55% 1 1,89% -- -- 6 11,32%

Clínica medica -- -- 1 1,89% 3 5,66% 6 11,32% -- -- 10 18,87%

Dermatología -- -- -- -- 1 1,89% -- -- -- -- 1 1,89%

Ginecología 5 9,43% 2 3,77% 3 5,66% 5 9,43% 1 1,89% 16 30,19%

Terapia intensiva -- -- -- -- -- -- 1 1,89% -- -- 1 1,89%

Traumatología -- -- 3 5,66% 1 1,89% 6 11,32% -- -- 10 18,87%

Total 5 9,43% 8 15,90% 15 28,30% 24 45,28% 1 1,89% 53 100%

Los valores encontrados muestran que no es frecuente que sepan cuales de las actividades son de su

responsabilidad, y esta situación abarca a todas las especialidades, por lo que puede estar en

relación al rol del residente dentro del equipo de salud, pero también y más preocupante un síntoma

de conflicto de roles.

9.2.24. Tabla cruzada: Servicio de… ¿Tiene influencia sobre las decisiones que afectan a su

trabajo?

Siempre Muchas veces Algunas veces Sólo alguna vez Nunca Total

Nº % Nº % Nº % Nº % Nº % Nº %

Anestesiología 3 5,70% 3 5,70% 1 1,89% 1 1,89% -- -- 8 15,10%

Cardiología -- -- 1 1,89% -- -- -- -- -- -- 1 1,89%

Cirugía 2 3,80% 2 3,80% 2 3,80% -- -- -- -- 6 11,30%

Clínica medica 2 3,80% 2 3,80% 2 3,80% -- -- 4 7,50% 10 18,90%

Dermatología -- -- 1 1,89% -- -- -- -- -- -- 1 1,89%

Ginecología 9 17% 1 1,89% 3 5,70% -- -- 3 5,70% 16 30,20%

Terapia intensiva -- -- 1 1,89% -- -- -- -- -- -- 1 1,89%

Traumatología 2 3,8% 3 5,70% 1 1,89% 3 5,70% -- -- 10 18,90%

Total 18 34% 14 26,40% 9 17% 4 7,50% 8 15,10% 53 100%

Los residentes de Anestesiología y Ginecología son los que consideran que sí ejercen influencia

sobre las decisiones que afectan a su propio trabajo, en porcentaje ampliamente superior al resto en

el caso de Ginecología.

110

9.2.25. Tabla cruzada: Servicio y En el trabajo, ¿siente que forma parte de un grupo?

Siempre Muchas veces Algunas veces Sólo alguna vez Total

Nº % Nº % Nº % Nº % Nº %

Anestesiología -- -- -- -- 8 15,10% -- -- 8 15,10%

Cardiología --- -- -- -- -- -- 1 1,89% 1 1,89%

Cirugía -- -- -- -- 4 7,55% 2 3,77% 6 11,32%

Clínica medica 1 1,89% 1 1,89% 4 7,55% 4 7,55% 10 18,87%

Dermatología -- -- -- -- -- -- 1 1,89% 1 1,89%

Ginecología 6 11,32% 5 9,43% 4 7,55% 1 1,89% 16 30,19%

Terapia intensiva -- -- -- -- 1 1,89% -- -- 1 1,89%

Traumatología 1 1,89% 4 7,55% 1 1,89% 4 7,55% 10 18,87%

Total 8 15,10% 10 18,87% 22 41,51% 13 24,53% 53 100%

Exceptuando los valores hallados para ginecología, el resto de los encuestados no manifiesta

sentirse parte de un grupo. Esto se evidencia en que el 66% de las respuestas esta entre los

intervalos ―algunas veces‖ y ―solo alguna vez‖.

9.2.24. Tabla cruzada: servicio de... y Le parece adecuado el reconocimiento que recibe

cuando piensa en todo el trabajo y esfuerzo que realiza…

Siempre Muchas veces Algunas veces Sólo alguna vez Nunca Total

Nº % Nº % Nº % Nº % Nº % Nº %

Anestesiología 2 3,77% 5 9,43% 1 1,89% -- -- -- -- 8 15,9%

Cardiología -- -- -- -- 1 1,89% -- -- -- -- 1 1,89%

Cirugía 2 3,77% 2 3,77% 2 3,77% -- -- -- -- 6 11,32%

Clínica medica 5 9,43% 1 1,89% -- -- 1 1,89% 3 5,66% 10 18,87%

Dermatología -- -- -- -- 1 1,89% -- -- -- -- 1 1,89%

Ginecología 3 5,7% 6 11,3% -- -- -- -- 7 13,2% 16 30,2%

Terapia intensiva -- -- 1 1,89% -- -- -- -- -- -- 1 1,89%

Traumatología 3 5,7% 4 7,5% 2 3,8% 1 1,89% -- -- 10 18,87%

Total 15 28,30% 19 35,85% 7 13,21% 2 3,77% 10 18,87% 53 100%

Esta variable esta relacionada con la realización personal, en cuanto se refiere al reconocimiento,

pero no tanto ingresos. Exceptuando el caso de ginecología, en que los valores encontrados se

encuentran entre los 2 extremos, en el resto de las especialidades se presentan valores más altos en

las categorías de mayor frecuencia. Por lo tanto es en ese servicio en el que los residentes se sienten

menos valorados.

111

9.2.24. Resultados obtenidos en las preguntas que conforman el cuestionario de MBI (en %)

diariamente

varias

veces /

semana

1 vez /

semana

pocas

veces/

mes

1 vez / mes

o menos

Pocas veces /

año o menos Nunca

AGOTAMIENTO EMOCIONAL

1. Me siento emocionalmente agotado por mi trabajo.

9,43% 41,51% 15,10% 11,32% 5,66% 5,66% 11,32%

2. Me siento cansado al final de la jornada

de trabajo. 20,75% 328% 26,42% 3,77% 1,89% 13,21% 1,89%

3. Me siento fatigado cuando me levanto

de la cama y tengo que ir a trabajar 16,98% 24,53% 35,85% 3,77% 5,66% 11,32% 1,89%

6. Trabajar todo el día con mucha gente es un esfuerzo.

11,32% 22,64% 3,77% 22,64% 15,10% 11,32% 13,21%

8. Me siento «quemado» por mi trabajo 13,21% 18,87% 13,21% 7,55% 3,77% 24,53% 18,87%

13. Me siento frustrado en mi trabajo 11,32% 5,66% 9,43% 7,55% 39,62% 26,42%

14.Creo que estoy trabajando demasiado 11,32% 43,40% 11,32% 11,32% 9,43% 13,21%

16.Trabajar directamente con personas me produce estrés

7,55% 5,66% 20,75% 18,87% 13,21% 22,64% 11,32%

20.Me siento acabado 1,89% 5,66% 11,32% 1,89% 24,53% 54,72%

DESPERSONALIZACION

5. Creo que trato a algunos pacientes como

si fueran objetos impersonales. 1,89%

5,66% 13,21% 26,42% 15,10% 11,32% 26,42%

10. Me he vuelto más insensible con la

gente desde que ejerzo esta profesión. 11,32% 20,75% 18,87% 20,75% 7,55% 7,55% 13,21%

11. Me preocupa el hecho de que este trabajo me endurezca emocionalmente

5,66% 35,85% 18,87% 7,55% 3,77% 9,43% 18,87%

15. Me preocupa poco lo que les ocurre a

mis pacientes 1,89% 15,10% 5,66% 15,10% 7,55% 15,10% 39,62%

22.Siento que los pacientes me culpan por

alguno de sus problemas 32,80% 18,87% 9,43%

13,21%

11,32% 15,10%

REALIZACION PERSONAL

4. Comprendo fácilmente cómo se sienten

los pacientes 3,77% 52,83% 26,42% 15,10% 1,89%

7. Trato muy eficazmente los problemas de

los pacientes. 5,66% 54,72% 24,53% 11,32% 1,89% 1,89%

9. Creo que influyo positivamente con mi trabajo en la vida de los pacientes

7,55% 49,60% 26,42% 11,32% 3,77% 1,89%

12. Me siento muy activo 11,32% 45,28% 26,42% 11,32% 1,89% 1,89% 1,89%

17.Puedo crear fácilmente una atmósfera

relajada con mis pacientes 3,77% 37,74% 50,94% 5,66% 1,89%

18.Me siento estimulado después de

trabajar con mis pacientes 3,77% 50,94% 35,85% 7,55% 1,89%

19.He conseguido muchas cosas útiles en mi profesión

7,55% 47,17% 20,75% 9,43% 7,55% 1,89% 5,66%

21.En mi trabajo trato los problemas emocionales con mucha calma

3,77% 28,30% 41,51% 9,43% 15,10% 1,89%

- El 41,50% considera que el trabajo lo agota emocionalmente varias veces a la semana.

- El cansancio diario que genera la jornada de trabajo es de 21% y un 32% varias veces a la

semana, sumando un 53%.

- El 36% afirma levantarse de la cama ya cansado.

- El 4% afirma comprender diariamente de manera fácil como se sienten lso pacientes, y un 53%

lo afirma hacerlo varias veces a la semana.

- En cuanto a tratar a las personas como objetos, el mismo valor se encuentra en dos categorías:

pocas veces a la semana y nunca.

112

- En cuanto a considerar como un esfuerzo trabajar con mucha gente, el 23% lo manifiesta que le

ocurre varias veces a la semana, y la misma cifra pocas veces a la semana.

- El 55% considera que trata los problemas de sus pacientes muy eficazmente.

- En cuanto a sentirse quemado por el trabajo, el 13% lo manifiesta que le ocurre diariamente y

un 24,5% lo manifiesta que le ocurre pocas veces al año.

- El 49% manifiesta sentir varias veces a la semana que su intervención en la vida del paciente es

una influencia positiva, y un 26% lo manifiesta una vez a la semana. Diariamente solo un 7%.

- En cuento a sentirse que se ha vuelto más insensible, el 21% manifiesta sentirlo varias veces a la

semana, y un 19% una vez por semana, lo que revela que es una preocupación para los

encuestados.

- Siguiendo lo que se afirma en el párrafo anterior, en cuanto as la preocupación de un

―endurecimiento emocional‖ a causa del trabajo el 36% afirma sentirlo varias veces a la semana

y un 19% una vez por semana, lo que suma un 55%, que sumado al 6% de la categoría

diariamente representa una cifra bastante importante.

- En cuanto a sentirse activo, el 45% lo manifiesta que es varias veces a la semana.

- En cuento a sentirse frustrado por el trabajo, los valores son prácticamente nulos ya que entre

las categorías ―ocas veces al año‖ (40%) y ―nunca‖ (26,42%) suman un 66%, lo que sigue

reforzando la presencia de altos valores de realización personal.

- En cuanto a sentir que esta trabajando demasiado, el 43% lo manifiesta varias veces por semana

y un 11% diariamente, lo que evidencia una señal de agotamiento.

- Manifiestan que les preocupa lo que les ocurra a sus pacientes ya que casi un 40% afirma que

nunca han sentido que le preocupe poco lo que les ocurra.

- En cuanto a que trabajar directamente con personas les produzca estrés, el 21% lo manifiesta

una vez por semana, pero una cifra similar (22%) lo manifiesta que le ocurre pocas veces al año.

Según la distribución de los valores, el trabajar con personas no es un factor que produzca

sobrecarga de estrés

- Casi el 89% manifiesta que entre varias veces y una vez por semana sienten que pueden generar

un trato relajado con sus pacientes.

- El 47% afirma que ha conseguido muchas cosas útiles en su profesión, por lo que es indicador

que la realización personal es alta.

- En cuanto a los sentimientos de sentirse abatido profesionalmente, el 79% manifiesta que lo

siente pocas veces al año o nunca lo ha sentido.

- Valoran la resolución de los problemas emocionales: el 28% siente que los tratan con mucha

calma varias veces por semana y el 41% 1 vez por semana.

- En cuanto a sentir que los pacientes los culpan por sus problemas, el 32% manifiesta que les

ocurre varias veces por semana y un 19% una vez por semana, lo que indica que el trato con el

paciente es una variable compleja de tratar y que seria una fuente de estrés laboral.

113

9.3. Valores del Síndrome de quemarse por el trabajo encontrados en cuestionario MBI

Dimensión Valor encontrado

Agotamiento Emocional 26,96

Despersonalización 13,60

Realización personal 34,42

9.4. Distribución según porcentajes de las Dimensiones de Burnout en el cuestionario MBI

Agotamiento emocional Despersonalización Realización Personal

Bajo 17% 20,80% 9,40%

Medio 7,50% --- 47,20%

Alto 75,50% 79,20% 43,40%

Total 100 % 100 % 100 %

En la dimensión de Agotamiento Emocional se presenta un valor de 26,96, prácticamente en el

límite de 27, que marca el rango alto de Burnout. En cuanto a la Despersonalización se encuentran

porcentajes significativamente altos. Es esperable que esto sea así, ya que está relacionado con la

alta carga de trabajo y las presiones psicológicas a las que están sometidos como médicos

residentes.

En cuanto a la restante dimensión del síndrome, el valor encontrado para Realización Personal,

aunque cercano al limite de que demarca el Alto Burnout -<33- se ubica en el rango medio -34,42-,

(para ser encuadrado en un Burnout Alto debería ser menor que 33).

El hecho que las dimensiones de AE y DP se presenten con valores marcadamente altos, pero que

RP sea medio puede estar relacionado con las características poblacionales específicas de los

residentes, esto es, jóvenes de edad, solteros, y recién comenzando su práctica profesional, por lo

que tendrían mayores recursos para hacer frente a las consecuencias de las dos primeras

dimensiones.

Que los valores encontrados en Despersonalización sean altos es de gran importancia, debido a que

esta dimensión del síndrome es la que da cuenta de la relación que se establece entre el profesional

y los pacientes (la llamada relación médico-paciente), por lo que los valores encontrados son

indicativos del gran estado de sobrecarga que siente el profesional y de la defensa que instala como

medida protectora, planteando una distancia con el objeto de trabajo (paciente), por lo que esta

situación perturba el vínculo terapéutico médico-paciente y repercute en la calidad de la atención.

En cuanto al Agotamiento Emocional, que es la dimensión que distingue al Burnout de otros

estados, que se presente un valor alto es un dato que aporta preocupación, ya que los residentes son

médicos que están en el comienzo de su carrera profesional, y posiblemente afecte negativamente a

sus expectativas y capacidades profesionales de manera negativa, a mediano y largo plazo.

No solo es un hecho que dificulta las posibilidades de encontrar mecanismos para reducir el estrés

profesional sino reduce sus competencias como médico.

A partir de la información recolectada en las entrevistas en profundidad se puede aportar

información adicional, afirmando que los valores encontrados en Realización Personal (que no

acompañan la tendencia de las otras dos dimensiones) puede estar relacionado con el hecho que los

encuestados interpretan como de gran utilidad profesional y personal al periodo formativo de la

residencia, (afirman que el internado no alcanza en absoluto para prepararlos para trabajar) por lo

que influiría de manera positiva en los valores encontrados, haciendo que los porcentajes no sean

negativos.

De esta manera no se configura una situación de alto Burnout, y se expresa una alternativa para

poder instrumentar una política de recursos humanos que, desde el afianzamiento y expansión de

los logros en cuanto al cumplimiento de expectativas personales y profesionales, se pueda reducir

Rangos en los que se ubica el SQT:

AE DP RP

bajo < 18 < 5 > 40

medio 19-26 6-9 34-39

alto > 27 >10 < 33

114

los factores emocionales y organizacionales que general el alto estrés laboral que se manifiesta en

las especialidades comparadas.

9.5. Distribución del Síndrome de quemarse por el trabajo según la especialidad

9.5.1. Dimensión Agotamiento emocional según especialidad

Agotamiento

Emocional

Anestes. Cardio Cirugía Clínica Derma Gineco T. Intensiva Trauma Total

N % N % N % N % N % N % N % N % N %

Bajo --- --- 1 100% --- --- 7 70% --- --- --- --- --- --- 1 10% 9 17%

Medio --- --- --- --- --- --- 1 10% --- --- --- --- --- --- 3 30% 4 7,5%

Alto 8 100% --- --- 6 100% 2 20% 1 100% 16 100% 1 100% 6 60% 40 75,5%

Total 8 100% 1 100% 6 100% 10 100% 1 100% 16 100% 1 100% 10 100% 53 100%

Los encuestados manifiestan que esta variable presenta valores bajos en clínica medica, pero en el

resto de las especialidades se da practica solo valores altos de agotamiento emocional.

9.5.2. Dimensión Realización personal según especialidad

Agotamiento

Emocional

Anestes. Cardio Cirugía Clínica Derma Gineco T.

Intensiva Trauma Total

N % N % N % N % N % N % N % N % N %

Bajo 1 12,50% -- -- -- -- 2 20% -- -- -- -- -- -- 2 20% 5 9,40%

Medio 5 62,50% 1 100% 3 50% 4 40% 1 100% 6 37,50% 1 100% 4 40% 25 47,20%

Alto 2 25% -- -- 3 50% 4 40% 10 62,50% 4 40% 23 43,40%

Total 8 100% 1 100% 6 100% 10 100% 1 100% 16 100% 1 100% 10 100% 53 100%

Los valores mas altos de realización personal se encuentran en las especialidades de ginecología,

cirugía, clínica y traumatología, en ese orden. El resto de los porcentajes se ubica en la categoría

medio, por lo que la realización personal sigue siendo de valores altos.

9.5.3. Dimensión Despersonalización según especialidad

Agotamiento

Emocional

Anestes. Cardio Cirugía Clínica Derma Gineco T. Intensiva Trauma Total

N % N % N % N % N % N % N % N % N %

Bajo -- -- -- -- -- -- 1 10% 9 56,30% 1 10% 11 20,80%

Medio -- -- -- -- -- --

Alto 8 100% 1 100% 6 100% 9 90% 1 100% 7 43,80% 1 100% 9 90% 42 79,20%

Total 8 100% 1 100% 6 100% 10 100% 1 100% 16 100% 1 100% 10 100% 53 100%

Con la excepción de ginecología cuya diferencia es significativa, el resto de las especialidades

manifiestan un algo porcentaje de la variable.

9.6. Síndrome de quemarse por el trabajo según año de residencia

9.6.1. Dimensión Agotamiento emocional según año de residencia

Agotamiento

Emocional

año residencia

1 2 3 4 5 Total

N % N % N % N % N % N %

Bajo 4 22,22% 1 8,33% 3 21,43% -- -- 1 50% 9 16,98%

Medio 1 5,56% -- -- 1 14,29% -- -- 4 7,55%

Alto 13 72,22% 11 91,67% 9 64,29% 6 85,71% 1 50% 40 75,47%

Total 18 100% 12 100% 14 100% 7 100% 2 100% 53 100%

Los valores altos en AE acompañan en toda la residencia, sin embargo, el contraste mayor entre los

valores bajo/alto se da en el 2do año. Estos valores están en relación con el hecho que son los

residentes de 1ero y los de segundo año los que tienen el contacto directo y cotidiano con el grueso

115

volumen de pacientes tanto en el piso del servicio como en los consultorios como función primaria,

mucho mas que los de los años superiores.

9.6.2. Dimensión Realización personal según año de residencia

Agotamiento

Emocional

año residencia

1 2 3 4 5 Total

N % N % N % N % N % N %

Bajo 2 11,10% 1 8,30% -- -- 1 14,30% 1 50% 5 9,40%

Medio 12 66,70% 5 41,70% 5 35,70% 2 28,60% 1 50% 25 47,20%

Alto 4 22,20% 6 50% 9 64,30% 4 57,10% -- -- 23 43,40%

Total 18 100% 12 100% 14 100% 7 100% 2 100% 53 100%

La realización personal aumenta a medida que se avanza en la residencia.

9.6.3. Dimensión Despersonalización según año de residencia

Agotamiento Emocional

año residencia

1 2 3 4 5 Total

N % N % N % N % N % N %

Bajo 1 5,60% 4 33,30% 4 28,60% 1 14,30% 1 50% 11 20,80%

Medio -- -- -- -- -- -- -- -- -- -- -- --

Alto 17 94,40% 8 66,70% 10 71,40% 6 85,70% 1 50% 42 79,20%

Total 18 100% 12 100% 14 100% 7 100% 2 100% 53 100%

Se muestra que la variable presenta un porcentaje muy alto en el 1er año de la residencia,

reduciéndose a valores relativamente inferiores para el resto de la distribución. Puede afirmarse que

el desajuste inicial en cuanto a la despersonalización evidenciada luego se va estabilizando en el

tiempo con las experiencias y competencias adquiridas, sin dejar de presentar altos valores.

9.7. Síndrome de quemarse por el trabajo según nº de pacientes atendidos

9.7.1. Dimensión Agotamiento emocional según cantidad de pacientes atendidos

Agotamiento

Emocional

nº de pacientes atendidos

0 pacientes hasta 20

pacientes

de 21 a 50

pacientes

de 51 a 80

pacientes de 81 a 160 pacientes Total

N % N % N % N % N % N %

Bajo -- -- 7 70% 2 9,50% -- -- -- -- 9 17,60%

% Medio -- -- 1 10% 2 9,50% 1 25% -- -- 4 7,80%

Alto 1 100% 2 20% 17 81% 3 75% 15 100% 38 74,50%

Total 1 100% 10 100% 21 100% 4 100% 15 100% 51 100%

Teniendo en cuenta que los valores de AE encontrados son altos, de los encuestados, quienes

manifiestan atender a entre 80 y 160 pacientes por semana presentan los valores más altos de

agotamiento emocional.

9.7.2. Dimensión realización personal según cantidad de pacientes atendidos

Agotamiento

Emocional

nº de pacientes atendidos

0 pacientes hasta 20 de 21 a 50 de 51 a 80 pacientes de 81 a 160 Total

N % N % N % N % N % N %

Bajo 1 100% 1 10% 2 9,52% 1 25% -- -- 5 9,80%

Medio -- -- 5 50% 12 57,14% -- -- 6 40% 23 45,10%

Alto -- -- 4 40% 7 33,33% 3 75% 9 60% 23 45,10%

Total 1 100% 10 100% 21 100% 4 100% 15 100% 51 100%

*Se presentaron 2 casos de no respuesta

El aumento en la cantidad de pacientes atendidos no implica un descenso en los valores de

Realización Personal.

116

9.7.3. Dimensión Despersonalización según cantidad de pacientes atendidos

Desperson

alización

nº de pacientes atendidos

0 pacientes hasta 20 de 21 a 50

acientes de 51 a 80 de 81 a 160 Total

N % N % N % N % N % N %

Bajo --- --- 1 10% 1 4,80% 1 25% 8 53,30% 11 21,60%

Medio --- --- -- --- -- --- -- --- -- --- -- ---

Alto 1 100% 9 90% 20 95,02% 3 75% 7 46,70% 40 78,40%

Total 1 100% 10 100% 21 100% 4 100% 15 100% 51* 100%

*Se presentaron 2 casos de no respuesta

Los mayores porcentajes corresponden la una alta despersonalización, la que se manifiesta sin

hacer diferencias según la cantidad de pacientes atendidas, exceptuando el caso de quienes atienden

a mas de 80 pacientes a la semana –ginecología- que presentan valores totalmente distintos,

repartiéndose en mitades similares entre la baja y la alta despersonalización, lo que puede estar en

relación con las características y actitudes (empatía) que debe asumir el residente de este servicio

para establecer una relación medico paciente acorde a lo que requieren los trabajos de parto.

9.8. Distribución de los valores de las dimensiones según sexo

9.8.1. Dimensión Agotamiento Emocional según sexo

Agotamiento Emocional Sexo

Mujer Hombre Total

N % N % N %

Bajo 7 33,30% 2 6,30% 9 17%

Medio 0 % 4 12,50% 4 7,50%

Alto 14 66,70% 26 81,30% 40 75,50%

Total 21 100% 32 100% 53 100%

En las mujeres se observa que el Agotamiento emocional es menos alto que en los hombres, por lo

que se tienen un significativo mayor porcentaje de AE bajo. Las respuestas de los hombres

manifiestan que son más propensos a padecer de esta dimensión del SQT.

9.8.2. Dimensión Realización Personal según sexo

Realización Personal

Sexo

Mujer Hombre Total

N % N % N %

Bajo 1 4,80% 4 12,50% 5 9,40%

Medio 9 42,90% 16 50% 25 47,20%

Alto 11 52,40% 12 37,50% 23 43,40%

Total 21 100% 32 100% 53 100%

Los números muestran que la Realización personal de valor alto se da en un porcentaje

significativamente mayor en las mujeres que los hombres.

9.8.3. Dimensión Despersonalización según sexo

Realización Personal

Sexo

Mujer Hombre Total

N % N % N %

Bajo 4 19% 7 21,90% 11 20,80%

Medio --- -- --- --- -- ---

Alto 17 81% 25 78,10% 42 79,20%

Total 21 100% 32 100% 53 100%

Los valores indican que el género no es una variable que por sí misma influya en la

despersonalización ya que los dos sexos se presentan similares.

117

9.9. Distribución de los valores de las dimensiones según edades

9.9.1. Dimensión Agotamiento Emocional según edades

Agotamiento

Emocional

Edad

23 a 25 26 a 29 años 30 a 33 años 34 y + años Total

N % N % N % N % N %

Bajo 1 6,67% 7 29,17% 1 8,33% -- --- 9 16,98%

Medio 1 6,67% 1 4,17% 1 8,33% 1 50% 4 7,55%

Alto 13 86,67% 16 66,67% 10 83,33% 1 50% 40 75,47%

Total 15 100% 24 100% 12 100% 2 100% 53 100%

Es esperable que el porcentaje sea más alto entre los que recién comienzan la residencia, esto es

que el primer año sea el momento en donde se producen desajustes y reacomodamientos de

actitudes y expectativas. El dato importante que también refleja es que el porcentaje baja en el

intervalo de 26 a 29 años, pero vuelve a subir a casi los valores del primer año, lo que manifiesta

claramente la presencia de fuertes exigencias emocionales en toda la carrera del residente, mas alla

de las edades.

9.9.2. Dimensión Realización Personal según edades

Realización

Personal

Edad

23 a 25 26 a 29 años 30 a 33 años 34 y + años Total

N % N % N % N % N %

Bajo 3 20% -- -- 1 8,33% 1 50% 5 9,43%

Medio 7 46,67% 13 54,17% 4 33,33% 1 50% 25 47,17%

Alto 5 33,33% 11 45,83% 7 58,33% -- --- 23 43,40%

Total 15 100%

24 100%

12 100%

2 100%

53 100%

Que se presenten algunos valores de baja realización personal en el grupo de edad de 23 a 25 puede

relacionarse con algún tipo de crisis de expectativas iniciales que no fueron cumplidas. La RP Alta

y Media ascienden a medida que la edad aumenta, pero en el caso de la RP media solo lo hace en

los primeros 2 grupos de edad, para luego descender. Que la RP ascienda a medida que lo hace la

edad esto significa que el proceso de la residencia les es satisfactorio a estos médicos y que de esta

manera están encontrando en su trabajo diario factores mitigadores del estrés laboral.

9.9.3. Dimensión Despersonalización según edades

Despersonalizacion

Edad

23 a 25 26 a 29 años 30 a 33 años 34 y + años Total

N % N % N % N % N %

Bajo 2 13,33% 4 16,67% 4 33,33% 1 50% 11 20,75%

Medio

Alto 13 86,67% 20 83,33% 8 66,67% 1 50% 42 79,25%

Total 15 100%

24 100%

12 100%

2 100%

53 100%

Siguiendo lo mencionado en el apartado anterior, se observa que a medida que asciende la edad se

van mitigando los desajustes iniciales, por lo que la Despersonalización, aunque se mantiene alta,

va descendiendo a medida que avanza la edad del residente. De esta manera esto es un indicador

del proceso de adaptación que implica la residencia, pero también aporta un aspecto positivo.

Que la Despersonalización se reduzca con la edad significa la posibilidad de entablar una relación

médico-paciente más fructífera para ambos implicados.

118

CONCLUSIONES

Inicialmente, este trabajo tenía como objeto ser simplemente una investigación descriptiva acotada

a una población específica –médicos residentes- y determinar si se presentaban ciertos factores y su

grado de prevalencia. La elección de los médicos que estaban atravesando su periodo de formación,

como un grupo ―testigo‖, partiendo desde una hipótesis guía de investigación, que si estos médicos

de corto tiempo de inserción en el sistema sanitario ya presentaban patrones de SQT, esto

redundaba en una gran desventaja para el sistema de atención de la salud. El hecho que en estos

médicos el burnout se desarrollaba rápido esto significaría una señal de alerta en cuanto a las

necesidades de formación de profesiones en las universidades y el desarrollo de la política de

recursos humanos en los hospitales.

Sin embargo, se fue generando un acercamiento a planteos de explicaciones más sistemáticas y

causales respecto del síndrome de quemarse por el trabajo.

En el ámbito local, resulta de importancia profundizar la investigación en la sociología del trabajo

médico, por lo que se empezó a generar una conexión entre el presente trabajo de investigación con

anteriores como la investigación sobre el Rol del Médico que se realizó entre 1993 y 1996 con el

aporte de la Fundación Roemmers y que luego fue desarrollada con mayor detenimiento a través de

la tesina de grado de licenciatura en sociología en 1996, en la que describían los cambios por lo que

estaba atravesando la profesión médica en ese momento, en particular las causas de la disminución

de autonomía de decisión, prerrogativas de poder, prestigio y privilegio.

Para realizar el presente trabajo de tesis, se analizó una considerable cantidad de material

bibliográfico, encontrando que gran cantidad (sino la mayoría) de los estudios disponibles son de

carácter meramente descriptivo, respecto de un grupo determinado de un centro asistencial, al que

se le aplica un cuestionario -que en 99% de los casos el MBI- y se llega a un resultado de

coeficientes y porcentajes de presencia o no presencia, que en algunos casos se acompañan de

algunas propuestas médicas o psicológicas para controlar el estrés laboral, pero a nivel individual.

Además, en su gran mayoría no se evidencia una intención de generar una relación de causalidad

con la problemática de salud del contexto en que se encuentran.

Se ha hecho cada vez más evidente que el eje de la morbilidad laboral ha cambiado, por lo que las

actuales tendencias para la promoción de la salud en el trabajo ya no sólo deben tener en cuenta a

los tradicionales riesgos físicos, químicos y biológicos, sino también a los diversos factores

psicosociales de la organización del trabajo que, al entrar en interacción con el trabajador pueden

generar una serie de patologías que debieran prevenirse, para preservar la capacidad laboral y la

salud del recurso humano.

119

Dado que las estructuras sociales y la organización del trabajo ha cambiado, también se manifiesta

un proceso de resignificación del trabajo, haciendo que muchas de las profesiones del sector de

servicios realicen el mismo tipo de tareas, en medioambientes similares, de manera similar, con

muy poco despliegue físico pero con elevada exigencia de trabajo mental dado que se tiene que

tomar decisiones constantemente.

En todas las profesiones se está haciendo un trabajo intelectualmente más intensivo, por lo que la

carga mental del trabajo tiene más preponderancia que la carga física. No es que esta ultima

desaparezca sino que los principales desafíos del trabajo implican carga mental, que en las

profesiones que ponen en relación al trabajo con la atención a otras personas, como las de la

educación, de la salud, hace que esto sea también una caja de resonancia de otros elementos que se

manifiestan en la sociedad y se hacen presentes en la situación de trabajo, esto es la violencia, el

maltrato, que encuentran lugar donde desahogarse ahí, porque la estructura social no tiene prevista

una vía de expresión de esas situaciones.

Por lo tanto, el perfil de riesgo laboral, esto es, de accidentes y de enfermedades laborales también

se modifica, aunque no implica directamente la desaparición del perfil de riesgo del trabajo de

producción industrial o agrícola, sino que se va modificando hacia un perfil más homogéneo de

empleos que desarrollan actividades similares, marcándose una impronta psicosocial en los riesgos

del trabajo.

Es así que resulta importante iluminar la relación entre estos trastornos psicosociales y la

organización del trabajo, dado que la mayor parte de las publicaciones a las que se tiene acceso se

limitan a mencionar que el hecho de trabajar ya hace enfermar, naturalizando la relación trabajo-

estrés, en base a la existencia de un umbral de tolerancia diferente para cada individuo.

Por lo tanto no es que el hecho de trabajar enferme, sino la forma en que se está trabajando ahora

son las que hacen enfermar, y esa es la diferencia con el abordaje de la medicina ocupacional

tradicional.

Por esto, si las formas actuales de trabajo hacen enfermar, serán cada vez más recurrentes estas

nuevas patologías laborales, dado que las maneras en que se dispone del recurso humano están muy

ligadas con prácticas de violencia institucional u otro tipo de violencias o acosos, los que hasta

cierto punto son funcionales a las organizaciones. Sin la dosis necesaria y suficiente de violencia

institucional –como política implícita de recursos humanos- muchas organizaciones no

funcionarían, y aunque parezca una paradoja, por lo menos en empleo público el uso de esta

violencia es funcional (Scialpi, Diana –Violencias En La Administración Pública), por lo que la

aparición de estos trastornos es su directa consecuencia. Son correlato, de la flexibilización laboral,

de contratos de trabajo sin las garantías previsionales ni sociales correspondientes, cediendo terreno

para que generen situaciones de violencia que, si no son fomentadas, son toleradas por las

organizaciones en cuanto hace un uso recurrente de las mismas.

120

Por acción o por inacción, la política de recursos humanos de la administración sanitaria tolerara la

proliferación del estrés laboral y del burnout.

En cuanto a los resultados de la encuesta se puede afirmar que la residencia en el Hospital es un

ámbito predominantemente masculino, y que siguiendo a los hallazgos de otros estudios, la clínica

y especialidades no quirúrgicas son las elegidas por las mujeres, lo que puede estar relacionado con

el hecho de que para ellas la profesión se complementa con su vida extralaboral y proyectos de vida

personales mas allá de la carrera profesional, a diferencia del casos de los varones.

Las enfermedades mencionadas son las de tipo estacional y las producidas por el desgaste de la

jornada de al contrabajo (aparato osteomuscular). En cuanto al consumo de medicamentos, el

consumo de analgésicos es compatible con la presencia de patologías de origen osteomuscular.

Los datos encontrados muestran que claramente se puede observar que el cuestionario MBI revela

la presencia de un valor alto del Síndrome al menos en 2 dimensiones, las de Agotamiento

Emocional y Despersonalización, pero la tercer dimensión, la de Realización Profesional presenta

valores medios, por lo que no se configura simplemente lo encontrado en una situación de alto

burnout, sino que existen ciertos factores atenuantes que muestran que una estrategia que brinde

solución a este problema es posible. Que la Realización Profesional no sea bajao puede estar

relacionado con el hecho que éstos son médicos que están completando su formación, por lo que se

encuentran en un momento en que tienen una alta valoración de su profesión y al no haber

trascurrido un lapso en un gran lapso entre el egreso y la entrada a la vida laboral.

De esta manera se indica que aunque se encuentren –los encuestados- bajo las presiones resultantes

de la exposición a factores generadores de estrés laboral crónico dada la particularidad de su

practica de aprendizaje y trabajo a la vez, existen indicios que manifiestan que es posible proyectar

una mejora de la situación de los médicos en formación, si se elabora una política de recursos

humanos que tenga como objeto la reducción de la prevalencia e incidencia de los efectos de los

estresores presentes y que fomente la consecución de logros personales y profesionales.

Se concluye que los valores encontrados indican la posibilidad de poder reconstruir y proyectar el

control y la reducción de los factores que generan burnout en los profesionales de los hospitales

públicos si existe la voluntad política de implementar una política de recursos humanos que así lo

entienda.

Desde la profesión médica el problema se plantea, de cómo plantear el tratamiento del burnout, se

lo plantean a nivel individual, de cómo recuperar la capacidad del individuo para insertarse en el

mismo lugar de trabajo, porque el problema no está en el engranaje (el trabajador) sino en la

organización, ya eso es lo que debe dar cuenta este tipo de trabajo

Debe seguirse recalcando que la dimensión principal resulta ser el agotamiento emocional, que

repercute en la labor diaria objetivando cada vez más al paciente (despersonalización) y

retroalimentándose negativamente con mala realización profesional.

121

Llegar a ser médico especialista es un proceso complejo en el que existe una constante renovación

para mejorar las condiciones de médicos residentes, pacientes y los propios sistemas de salud.

Para encontrar las soluciones a los problemas generados en el marco del ejercicio médico,

necesariamente debe buscarse desde el comienzo de la formación médica, esto es, desde el período

formativo de la residencia.

Durante el periodo de residencia se asumen nuevas y grandes responsabilidades, tanto en el ámbito

profesional como en el personal, las cuales constituyen un factor de riesgo para el desarrollo del

SQT. La residencia no puede enseñarlo todo, aunque debe darles a los residentes las herramientas

que les permitan hacer mas eficiente el proceso de aprendizaje y por sobe todo, una actitud positiva

ante el desafío profesional permanente que implica la educación continua. Por lo tanto, el abordaje

de la problemática del SQT debe hacerse desde el nivel institucional (de los organismos formadores

y utilizadores del recurso humano). No es a nivel de la terapia individual o grupal, sino del cambio

en el rumbo de las políticas de recursos humanos y esto implica una fuerte apuesta en torno del

fortalecimiento de las redes sociales en la organización laboral y en la vida extralaboral.

Las organizaciones representativas de los médicos deberían asumir una importante responsabilidad

en la prevención del desgaste profesional, que no se produce de un día para el otro.

Puede afirmarse que los profesionales de la salud no saben cuidar de su salud, pero tampoco tienen

una preparación previa para poder afrontar las consecuencias de lo que conlleva, en este caso, la

residencia como periodo de adaptación a una nueva forma de vida laboral; y esto es en definitiva

lo que viene a demostrar la notoriedad del síndrome de Quemarse por el Trabajo.

En general, se percibe al síndrome como un problema médico, dado sus consecuencias psicofísicas,

pero no se lo percibe como un problema de la gestión de los recursos humanos en salud.

Los trabajadores presentan un patrón de morbilidad similar a lo largo de las profesiones, y cada uno

de estos grupos está tratando de nominalizar a estas formas de enfermar, con las herramientas

conceptuales que les son propias. Así los médicos encuentran que entre ellos se están presentando

el síndrome de burnout (o SQT), y otros trastornos a causa del estrés laboral crónico. Otras

profesiones le llamaran estrés, o estrés laboral o deterioro laboral, o violencia laboral, pero en

definitiva son consecuencias de las formas en que se trabaja y en el caso de los médicos, la pérdida

de las prerrogativas del médico liberal con las que fueron formados. Ocurre que el médico está

formado para tratar los problemas de una persona en particular -y no a colectivos sociales-, que se

objetivan mediante los síntomas que son visibles en el cuerpo o mediante la anámnesis. Estudian

los síntomas visibles y no visibles de una persona, y su objeto de conocimiento no es un colectivo

intangible sino una entidad biopsicosocial a la que deben diagnosticar y curar. Este mecanismo

tiene su razón de ser en la formación que reciben en el ciclo de grado universitario, con una

formación basada en el caso, esto es, en el caso clínico, diferencia esencial con la formación de

122

otros profesionales, como los de las ciencias sociales, que identifican a la sociedad formada por la

agregación de individuos sino por entidades de mayor agregación.

Como la formación clínica está basada en la capacidad de diagnosticar, ellos han diagnosticado

elementos que se dan y los configuran en las estructuras que les son conocidas, a través de la

conformación de entidades nosológicas como síndromes, como conjunto organizado de síntomas.

Así se generan puntos de vista sobre la misma realidad que son distintos y capacidades distintas,

porque estos síndromes de los que denotan los médicos, son las maneras que tienen ellos de

nominalizar (o diagnosticar) situaciones, causas, y consecuencias que van mas allá de los síntomas

estrictamente visibles que acusan.

Por lo tanto, es posible y se vislumbra necesario establecer una relación entre estos síndromes o

situaciones emergentes y tratar de encadenarlos causalmente, proponiendo un abordaje teórico con

cierto grado de sistematicidad que dé cuenta de las causas y las consecuencias de estos fenómenos,

no solamente a nivel micro sociológico, sino macro sociológico. Lograr una explicación

sistemática, ya que el interrogante no se termina en la discusión acerca de la gravedad de la

presencia del síndrome medida en grados y la terapéutica a realizar, la que resulta una discusión

estéril.

A medida que se fue estudiando el marco conceptual y revisando estudios sobre grupos

profesionales similares, se encontraron estas discrepancias, heterogeneidades conceptuales muy

marcadas, pero también una conexión que no ha sido muy explorada, muy marcada con la

investigación social.

A su vez los trabajos de sociología de la salud, o -de ciencias sociales y salud- no relacionan salud,

burnout y sociología del trabajo La sociología del trabajo tampoco se adentra en el trabajo medico

desde la óptica de las nuevas formas de organización del trabajo.

Así, lo que inicialmente se refería un estudio que fue planteado de manera descriptiva, de poca

carga teórica, se fue adentrando en el cuestionamiento sobre aspectos de la sociología del trabajo,

representaciones sociales, flexibilidad, los cambios en las significaciones del trabajo, la

problemática del fin del trabajo.

Este recorrido teórico ha permitido tener una mayor claridad conceptual acerca del la cadena de

causalidad de estos síndromes, para evitar la mirada enfocada de manera microsociológica sobre el

burnout, y poder repensar explicaciones causales generalistas, más sistemática de la situación, más

allá de la simple descripción de una población particular, que, tal vez por las particularidades

metodológicas, o por el constructo conceptual mismo del síndrome de quemarse por el trabajo, es

probable los resultados de su replicación en otros grupos arroje valores ciertamente diferentes.

Lo que debe lograr visibilidad es que los cambios en las formas de trabajar están haciendo que las

personas ya no tanto se accidenten, pero si se enfermen y de maneras similares más allá de las

profesiones u ocupaciones.

123

A través de lo expuesto puede afirmarse que la existencia de enfermedades derivadas de la mala

organización del trabajo cada vez es más reconocida, pero en un modo todavía insuficiente. Un

cambio en la legislación del sector, para incluirlas al listado de enfermedades profesionales

implicará disponer de elementos científicos que respalden tal decisión y de un protocolo que

facilite este proceso (los que no están presentes en el momento actual). Así dejarán de aparecer

enmascaradas como diagnósticos y síntomas relacionados con trastornos como la depresión

reactiva, endógena y altos índices de ausentismo laboral por causa psiquiátrica.

En cuanto a los cambios en la profesión médica, hace algo más de una década era inimaginable

pensar que los médicos iban a sostener huelgas por tiempo indeterminado. En nuestro país se ha

visto que en los últimos años los diferentes gremios que nuclean a los profesionales de la salud se

han hecho más fuertes, pero también más combativos porque individualmente los médicos fueron

perdiendo prerrogativas.

Que el Síndrome de Quemarse por el Trabajo sea configurado como un problema médico,

representa un indicador de la medicalización de la sociedad actual, identificando como patologías

lo que se conoce como hechos sociales.

Más que un evento médico, el burnout hace referencia al resultado de fenómenos sociales, a una

problemática de la gestión de los recursos humanos en salud en organizaciones cada vez más

burocratizadas. Tal es así que se desconoce la existencia del síndrome u otros trastornos similares

en la práctica liberal de la medicina, en la que aunque no se puede negar que sea una actividad

estresante, no se presenta bibliografía que lo sustente en este ámbito.

Como reflexión final, lo que se intenta evidenciar es que en torno a esta temática de los riesgos

psicosociales y del SQT, en realidad se estaría tratando de las repercusiones o manifestaciones

física y conductuales de una grave inadecuación de la gestión de los recursos humanos en la

atención sanitaria, pero más aún de un desajuste entre las expectativas con las que fue formado, y la

realidad posible de una profesión que se mira pero ya reconoce su imagen en el espejo.

124

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128

11. Anexo: Encuesta

129

130

Anexo 11: Listado de preguntas para entrevista en profundidad a jefes e instructores

de residentes.

- ¿Cómo es la carga de trabajo del residente en su servicio?

- ¿Cuáles son las diferencias de las tareas según el año de la residencia?

- ¿El horario de trabajo... como es? (Cantidad de horas de trabajo que realmente cumplen.

- ¿Cómo afecta a la tarea del residente la falta de personal?

- ¿Cual es el porcentaje de la jornada laboral que tienen para dedicar a lo que no es

exclusivamente asistencial? ¿Que tareas son?

- ¿Cómo manejan ellos sus tiempos, entre las tareas que tiene que hacer?

- ¿Cómo es la dinámica con el equipo de trabajo?

- Como es la relación con los demás Residentes?

- Cómo es el ámbito de trabajo? Como es la relación entre los residentes, como se compatibiliza

la cooperación y la competencia entre ellos?

- Como es la relación con el personal de enfermería?

- ¿Se generan conflictos interpersonales entre los integrantes del equipo medico? ¿Cómo se

abordan?

- ¿Cómo ve que es la relación de los familiares de los pacientes con los residentes? Los tratan

diferente que a los otros médicos? ¿cómo es el trato? Siempre ha sido de la misma manera?

- ¿Cómo es la preocupación por las demandas de mala praxis?

- ¿Cómo es la relación (de los residentes) con la experiencia de la vivencia del sufrimiento físico

de los pacientes? ¿Cómo se enseña eso, como se trasmite? ¿se acostumbran?

- ¿Cómo ven/como aprenden ellos el hecho de trasmitir malas noticias? ¿Se acostumbran?

- ¿Cómo se trasmiten, se enseñan esas habilidades?

- ¿En que cosas no prepara la residencia al medico?

- ¿En que aspectos el internado no los prepara a los residentes?

- ¿respecto de esta frase…‖Ejercer la medicina en el hospital publico es una profesión de alto

riesgo‖.. cual es su opinión?

131

INDICE ANALITICO

Carátula 1

Introducción 2

1. El estrés 5

1.1. El estrés en la sociedad contemporánea 5

1.2. Definición de Estrés 7

1.3. El mecanismo del estrés 8

1.4. El estrés crónico

8

1.5. La fisiología del estrés 9

1.6. El mecanismo de la reacción de estrés

10

1.7. Las causas del estrés

11

1.8. Mecanismos de adaptación o afrontamiento al estrés

12

1.9. La Sintomatología del estrés

13

1.10. Patologías relacionadas al estrés 14

1.11. Trastornos psíquicos y estrés.

16

2. El Estrés laboral 19

2.1. Tipologías de estrés laboral

20

2.2. Diferencias 21

2.3. Los factores de riesgo de estrés laboral

23

2.4. Los estresores laborales de la organización

25

2.5. Las características personales

27

2.6. Los Factores Psicosociales que intervienen en el Trabajo

29

2.7. Las consecuencias del estrés laboral

31

2.8. Las formas de medición y evaluación

31

3. Síndrome de quemarse por el trabajo en los médicos

33

3.1. Acerca del origen del término

34

3.2. Dimensiones del síndrome 35

3.3. La frustración profesional

37

4. Delimitación del concepto de quemarse por el trabajo 39

4.1. Críticas al concepto 39

4.2. La especificidad del síndrome: lo emocional 41

4.3. La diferencia entre SQT y depresión

41

4.4. Diferencia estrés- Quemarse por el Trabajo 42

4.5.Diferencias entre el mobbing y el Síndrome de Quemarse por el Trabajo 42

5. El burnout en la organización hospitalaria

44

5.1. Consecuencias sobre la persona

45

5.2. Consecuencias para la institución

45

132

5.3. Antecedentes sobre factores de riesgo psicosocial en médicos residentes

46

5.4. Factores dependientes de las características individuales 50

5.5. Factores relacionados con el puesto de trabajo y la organización 51

5.6. Factores relacionados con el trabajo clínico 54

5.7. Consecuencias sobre la salud individual y de la organización

55

6. Los cambios en torno a la organización del trabajo

58

6.1. El concepto de trabajo y su evolución histórica 58

6.2. La noción moderna de trabajo

60

6.3. La organización científica del trabajo

61

6.4. El proceso de trabajo ―fordista‖

62

6.5. La flexibilidad laboral y su contexto 63

6.6. Los enfoques sobre flexibilidad laboral

64

6.7. La jornada de trabajo flexible

66

6.8. La crisis del modelo de organización de trabajo

68

6.9. Las transformaciones del mundo del trabajo

69

6.10. Las Nuevas formas de organización del trabajo

70

6.11. Los cambios en la relación de trabajo

71

6.12. Particularidades del trabajo en servicios

72

6.13. Los dilemas del trabajo en la sociedad actual 74

6.14. El valor del trabajo

74

7. El trabajo y su relación con la salud

77

7.1. Salud en el trabajo

77

7.2. La Relación trabajo y salud en la modernidad

78

7.3. Impacto en la salud de las nuevas formas de trabajo

80

7.4. Consecuencias de las nuevas formas de organización del trabajo

80

7.5. Los riesgos laborales

81

7.6. Los nuevos riesgos del trabajo

83

7.7. Hacia un único perfil de riesgos

84

7.8. Cambios en la organización del trabajo del sector salud

85

7.9. Las disparidades salariales en el sector público

86

8. Cambios en la profesión medica 88

8.1. Los procesos de cambio

88

8.2. Las profesiones

89

8.3. La profesión médica en un escenario cambiante

90

8.4. La medicina como profesión

91

8.5. Factores que inducen el proceso

93

8.6. La cuestión acerca de la proletarización

95

9. Análisis de la encuesta a residentes

97

9.1. Respecto de la determinación del Síndrome de Quemarse por el Trabajo 97

9.2. Análisis descriptivo

98

133

9.3. Valores del Síndrome de quemarse por el trabajo encontrados en cuestionario MBI 113

9.4. Distribución según porcentajes de las dimensiones

113

9.5. Distribución del Síndrome de quemarse por el trabajo según la especialidad

114

9.6. Síndrome de quemarse por el trabajo según año de residencia

115

9.7. Síndrome de quemarse por el trabajo según nº de pacientes atendidos

116

9.8. Distribución de los valores de las dimensiones según sexo

116

9.9. Distribución de los valores de las dimensiones según edades

117

10. Conclusiones 118

11. Bibliografía consultada 124

12. Anexo 1: cuestionario 128

13 Anexo 2: checklist entrevistas en profundidad 130

14. Índice temático 131

Índice de Tablas

Tabla nº 1: Niveles y manifestaciones del estrés Pág. 10

Tabla nº2 Principales factores de estrés Pág. 10

Tabla nº 3: Trastornos físicos derivados del estrés Pág. 16

Tabla nº 5:Diferencias entre estrés y burnout Pág. 21

Tabla nº 6: Causas y factores de estrés laboral Pág. 27

Tabla nº7: Particularidades de Quemarse por el Trabajo y estrés Pág. 42

Tabla nº 8: Síntesis de Factores de riesgo relacionados con el Burnout del residente Pág. 49

Tabla nº 9: Síntesis de las características de los modelos de organización del trabajo Pág. 71

Tabla nº10: Los nuevos y los viejos problemas de la salud en el trabajo Pág. 85

Tabla nº11: Aspectos centrales de los procesos de reformas del Sistema de Salud en América Latina Pág. 87

Tabla nº12: Paradigmas en los que se basan las profesiones liberales Pág. 89


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