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HERRAMIENTAS ECONÓMICAS PARA LA CONSERVACIÓN DEL BOSQUE AMAZÓNICO: Avances y Limitaciones INFORME...

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PONTIFICIA UNIVERSIDAD CATÓLICA DEL PERÚ FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES HERRAMIENTAS ECONÓMICAS PARA LA CONSERVACIÓN DEL BOSQUE AMAZÓNICO: Avances y Limitaciones INFORME PROFESIONAL PARA OPTAR AL TÍTULO DE LICENCIADO EN ECONOMÍA JORGE ANTONIO TORRES PADILLA Asesora: PhD Roxana Barrantes Julio, 2010
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PONTIFICIA UNIVERSIDAD CATÓLICA DEL PERÚ

FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES

HERRAMIENTAS ECONÓMICAS PARA LA CONSERVACIÓN DEL BOSQUE

AMAZÓNICO:

Avances y Limitaciones

INFORME PROFESIONAL PARA OPTAR AL TÍTULO DE LICENCIADO EN

ECONOMÍA

JORGE ANTONIO TORRES PADILLA

Asesora: PhD Roxana Barrantes

Julio, 2010

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Quiero agradecer de manera especial a Rocío, por todo su amor y compañía que me impulsa cada día a siempre

superarme; a mis padres, por el amor y la formación recibida; y a AIDER y Bosques Amazónicos, por todo lo que aprendí y aprendo cada día y por la oportunidad que me dan de aportar

mi grano de arena por la conservación de la Amazonía

3

ÍNDICE

LISTA DE ACRÓNIMOS 04 LISTADO DE CUADROS 07 LISTADO DE GRÁFICOS 07 INTRODUCCIÓN 09 CAPÍTULO 1: PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA 11

1.1 Origen, evidencia científica y consecuencias del cambio climático 11 1.2 Principales actividades causantes de la emisión de GEI a la atmósfera 13 1.3 Causas de la deforestación 14 1.4 Factores y barreras que inciden en la expansión de la agricultura

migratoria

18 CAPÍTULO 2: JUSTIFICACIÓN DE LA RELEVANCIA DEL PROBLEMA 21

2.1 Impactos económicos de la deforestación 21 2.2 Impactos sociales de la deforestación 22 2.3 Impactos ambientales de la deforestación 22

CAPÍTULO 3: ANÁLISIS TEÓRICO DEL PROBLEMA 25 3.1 La naturaleza de la naturaleza 25 3.2 El rol de la sociedad 27 3.3 Herramientas 28 3.4 Balance sobre barreras y limitaciones 43

CAPÍTULO 4: EXPERIENCIAS NACIONALES E INTERNACIONALES SIMILARES 44 a. Lomerío (Bolivia) 44 b. Proyecto de Acción Climática Noel Kempf Mercado (Bolivia) 48 c. Albergue Posada Amazonas (Perú) 52 d. The Body Shop y la etnia Kayapo (Brasil) 58

CAPÍTULO 5: PRESENTACIÓN ANALÍTICA DE LA EXPERIENCIA 61 a. Manejo de bosques comunales certificados por comunidades indígenas

amazónicas

61 b. Venta de servicios ambientales a través de un proyecto de deforestación

evitada en áreas naturales protegidas

69 BALANCE Y CONCLUSIONES 80 RECOMENDACIONES 82 BIBLIOGRAFÍA 83 PÁGINAS WEB 88

4

LISTA DE ACRÓNIMOS AIDER Asociación para la Investigación y el Desarrollo Integral ANP Área Natural Protegida APA Albergue Posada Amazonas APCOB Apoyo para el Campesino Indígena del Oriente Boliviano APODESA Proyecto "Apoyo al desarrollo mediante sistemas automatizados" – INADE BOLFOR Bolivia Sustainable Forest Management Project BPP Bosque de Producción Permanente CA Contrato de Administración CCBA Climate, Community and Biodiversity Alliance CCNN Comunidades Nativas CCX Chicago Climate Exchange CDC UNALM Centro de Datos para la Conservación Universidad Nacional Agraria de La Molina CDM Clean Development Mechanism (Mecanismo de Desarrollo Limpio, MDL) CFV Certificación Forestal Voluntaria CH4 Metano CICOL Central Indígena de las Comunidades Originarias de Lomerío CNI Comunidad Nativa Infierno CO2 Dióxido de Carbono COP Conference of Parts (Conferencia de las Partes) CSA-UPCH Centro para la Sostenibilidad Ambiental Universidad Privada Cayetano Heredia DESCO Centro de Estudios y Promoción del Desarrollo EIA Estudio de Impacto Ambiental ET Emissions Trading FAN Fundación Amigos de la Naturaleza FAO Food & Agriculture Organization FLO Fairtrade Labeling Organization FOB Free on Board FONTAGRO Fondo Regional de Tecnología Agropecuaria FSC Forest Stewardship Council FUNDEAGRO Fundación para el Desarrollo del Agro GEI Gases Efecto Invernadero (Greenhouse Gases, GHG) GRADE Grupo de Análisis para el Desarrollo HIVOS Instituto Humanista de Cooperación para el Desarrollo (Holanda)

5

IANP Intendencia de Áreas Naturales Protegidas IFAT International Federation of Alternative Trade IFOAM International Federation of Organic Agriculture Movement IIRSA Iniciativa para la Integración de la Infraestructura Regional Suramericana INBIO Instituto Nacional de Biodiversidad INEI Instituto Nacional de Estadística e Informática INRENA Instituto Nacional de Recursos Naturales IOS Interoceánica Sur IPCC SAR Intergovernmental Panel on Climatic Change - Second Assessment Report ISO International Organization for Standardization JI Joint Implementation LEI Lembaga Ekolabel Indonesia LMP Límites Máximos Permisibles m3 metros cúbicos MDL Mecanismo de Desarrollo Limpio (Clean Development Mechanism, CDM) MEDA Mennonite Economic Development Associates MINAG Ministerio de Agricultura MINCETUR Ministerio de Comercio Exterior y Turismo MTCC Malaysian Timber Certification Council N2O Oxido Nitroso OEP Organización Económica Productiva OGM Organismo Genéticamente Modificado OMC Organización Mundial del Comercio ONG Organización No Gubernamental ORAU Organización Regional AIDESEP Ucayali OXFAM Comité de Oxford de Ayuda contra el Hambre PAC NKM Proyecto de Acción Climática Noel Kempf Mercado PAMA Programa de Adecuación y Manejo Ambiental PDA Programa de Desarrollo Alternativo PDC Plan de Desarrollo Comunal PDD Project Design Document PEFC Programme for the Endorsement of Forest Certification PFNM Productos Forestales No Maderables PK Protocolo de Kyoto PNBS Parque Nacional Bahuaja Sonene

6

PNNKM Parque Nacional Noel Kempf Mercado ppm Partes por millón PROCLIM Programa de Fortalecimiento de Capacidades Nacionales para manejar el Impacto

del Cambio Climático y la Contaminación del Aire PROMPEX Agencia Peruana de Promoción de las Exportaciones REDD Reduced Emissions by Deforestation and Degradation (Reducción de Emisiones por

Deforestación y Degradación) RFE Rainforest Expeditions RIMISP Centro Latinoamericano para el Desarrollo Rural RNT Reserva Nacional Tambopata RRNN Recursos Naturales SERNANP Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas SFI Sustainable Forestry Initiative SFM BAM Sustainable Forestry Management - Bosques Amazónicos SNV Servicio Nacional de Cooperación Holandés SOx Óxidos de Azufre SUNAT Superintendencia Nacional de Administración Tributaria TBS The Body Shop TNC The Nature Conservancy TRC Tambopata Research Center UNALM Universidad Nacional Agraria de La Molina UNFCCC United Nations Framework Convention for Climate Change (Convención Marco de

las Naciones Unidas sobre Cambio Climático, CMNUCC) USAID United States Aid for International Development VCS Voluntary Carbon Standard WFTO World Fair Trade Organization WI Winrock International WRI World Resources Institute WWF World Wildlife Fund ZA Zona de Amortiguamiento

7

LISTADO DE CUADROS

# TÍTULO DEL CUADRO PÁG.

1 CAUSAS DE LA DEFORESTACIÓN 15

2 TASA ANUAL DE DEFORESTACIÓN EN CARRETERAS AGUAYTÍA Y TOCACHE 17

3 EXPORTACIONES DE PRODUCTOS MADERABLES EN VOLUMEN Y VALOR – PERÚ 2006

19

4 VALOR ESTIMADO DE PRINCIPALES PRODUCTORES FORESTALES EN EL PERÚ

21

5 SISTEMA DE CONCESIONES FORESTALES EN EL PERÚ 32

6 TAMAÑO DEL MERCADO DE CARBONO A NIVEL MUNDIAL 40

7 PARTICIPACIÓN EN EL MERCADO DE TURISMO DE LA REGIÓN Y DE APA 53

8 INGRESOS NETOS DE LA CN INFIERNO DE APA 1998-2002 54

9 ANÁLISIS ECONÓMICO DEL MANEJO FORESTAL COMUNITARIO 65

10 CORRELACIÓN ENTRE COSTO MEDIO Y TASA DE DEFORESTACIÓN 75

11 PROYECCIÓN DE DEFORESTACIÓN EN EL ÁREA DEL PROYECTO 76

12 ESTIMACIÓN DE CARBONO EXISTENTE EN EL ÁREA DEL PROYECTO 76

13 CERTIFICADOS MÁXIMOS TRANSABLES DEL PROYECTO 77

LISTADO DE GRÁFICOS

# TÍTULO DEL GRÁFICO PÁG.

1 EVOLUCIÓN DEL NIVEL DE EMISIONES DE GEI 12

2 TIPOS DE GEI Y ACTIVIDADES QUE LOS PRODUCEN 13

3 CAUSAS DE LA DEFORESTACIÓN EN EL TRÓPICO 2000-2005 15

4 RELACIÓN ENTRE DENSIDAD POBLACIONAL Y ÁREA DEFORESTADA 16

8

5 EVOLUCIÓN DE LA DEFORESTACIÓN EN EJE CARRETERO PUCALLPA-LIMA 17

6 ANÁLISIS INTER-GENERACIONAL DE UTILIDADES Y SU RELACIÓN CON EL DESARROLLO SOSTENIBLE

27

7 IMPACTO DE UNA MEDIDAS DE REGULACIÓN DIRECTA SOBRE EL EQUILIBRIO DE MERCADO

29

8 EQUILIBRIO DE MERCADO BAJO MONOPOLIO Y COMPETENCIA PERFECTA, CON Y SIN EXTERNALIDADES

31

9 FUGAS POR EFECTO DE UN PROYECTO DE ‘PROTECCIÓN’ DE UN ÁREA 42

10 CADENA PRODUCTIVA DE LA MADERA DE LOMERÍO 46

11 DESTINO DE LOS GASTOS EFECTUADOS EN EL PAC-NKM (1997-2006) 50

12 FUENTES DE FINANCIAMIENTO DEL PAC-NKM 51

13 DISTRIBUCIÓN DE LOS CERTIFICADOS DE CARBONO GENERADOS 51

14 DESTINO DE LOS INGRESOS RECIBIDOS POR LAS FAMILIAS DE INFIERNO 55 15 NIVEL DE SATISFACCIÓN DE LOS TURISTAS DE APA (1999-2003) 56 16 DISTRIBUCIÓN DE DEMANDA DE TURISMO POR REGIONES 56 17 ESTRATEGIA Y OBJETIVOS DE LA INTERVENCIÓN 61 18 SECUENCIA DE INTERVENCIÓN DEL PROYECTO 62 19 MARCO CONCEPTUAL DE LA DEFORESTACIÓN EN MADRE DE DIOS 73 20 MAPA DE ISOCOSTOS DE MADRE DE DIOS 74 21 CORRELACIÓN ENTRE COSTOS DE ACCESO Y TASA DE DEFORESTACIÓN 74

9

INTRODUCCIÓN La preocupación de la sociedad y los gobiernos por la conservación del Bosque Amazónico se ha mostrado, en muchos casos, ineficaz a pesar de la gran cantidad recursos destinados, principalmente debido a que se ha fallado en identificar las causas económicas subyacentes que están a la base de su deforestación. La creciente conciencia global sobre los enormes e irreversibles impactos económicos y ambientales que el cambio climático está generando ha llevado a prestar atención a las causas que lo originan, siendo la deforestación y la degradación de los bosques naturales, una de las más importantes. En nuestro país, la expansión de la frontera agrícola, principalmente por pequeños minifundistas, explica más del 80% del problema de la deforestación. Principalmente procedentes de las zonas andinas, los migrantes llegan a la Amazonía, con su bagaje cultural productivo, en búsqueda de tierras para vivir. Este fenómeno, sumado a la existencia de programas y leyes que inducen al uso agropecuario de los suelos amazónicos y al mayor nivel de inversión inicial requerido para el manejo sostenible de los recursos naturales, ha configurado un escenario en el que es más rentable, a nivel de la unidad productiva familiar, vivir sin el bosque que vivir del bosque. Esta situación es posible por la ausencia de mecanismos para interiorizar (en la escala familiar que es donde se toman las decisiones sobre uso del suelo) las externalidades positivas que genera la conservación del bosque a nivel global, las cuales han comenzado a ser aplicadas para contribuir a cambiar el patrón de desarrollo productivo en las regiones amazónicas. El presente trabajo es un recuento de algunas experiencias emblemáticas, tanto nacionales como internacionales, de estrategias de mitigación de la deforestación, así como un análisis de los factores que pueden haber influido en los diferentes resultados de cada una de ellas. Profesionalmente, he estado involucrado en dos de las experiencias presentadas. En el primer caso, a través de la incubación de los emprendimientos productivos comunitarios (organización y capacitación empresarial, apoyo con los planes de negocios, articulación a mercados y diseño de sistema financiero apropiado a la realidad indígena). En el segundo caso, en el diseño de un sistema de incentivo que permita generar los incentivos económicos adecuados para frenar la deforestación así como en la modelación a partir de un análisis causal del grado de amenaza sobre los bosques de Madre de Dios. En ambos casos, las herramientas económicas aprendidas han servido para entender la racionalidad económica de la deforestación así como para un diseño acorde a ese diagnóstico.

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En el primer capítulo, se hace una presentación del problema del cambio climático, desde el punto de vista científico, así como un análisis de sus causas directas y subyacentes, enfocándose en el análisis de los factores que estarían a la base de la dinámica de la deforestación en nuestro país. En el segundo capítulo, haremos una justificación de la relevancia del problema analizado, a partir de una revisión de los impactos económicos, sociales y ambientales asociados al avance de la deforestación para, en el tercer capítulo, realizar un análisis, desde la teoría económica, del problema. Básicamente se revisa la lógica por la cual, en el caso de bienes públicos (el bosque amazónico), el equilibrio económico privado no sólo no coincide con el equilibrio ambiental sino tampoco con un equilibrio económico social, que resultaría de la inclusión, en dicho análisis, de todos los costos y beneficios asociados a determinado nivel de uso de dichos bienes. También se realiza una revisión de las principales herramientas desarrolladas por la teoría económica en su intento por interiorizar de la manera más costo-eficiente esta distorsión asociada al carácter público del bosque amazónico. En el capítulo 4 se realiza un balance crítico, con el apoyo de estas herramientas teóricas, de cuatro experiencias históricas paradigmáticas de conservación de bosques mediante la utilización de aplicaciones de estas herramientas teóricas. Así, presentaremos los casos de una comunidad indígena boliviana en la línea de madera certificada, de un área natural protegida con un proyecto de captura de carbono, de una comunidad indígena brasileña y su alianza con una empresa británica para la comercialización de un no maderable; y, finalmente, el caso de un albergue de ecoturismo desarrollado en un joint venture entre una comunidad indígena y una empresa privada en el Perú. En la misma línea, el capítulo 5 presenta, desde una lectura analítica, dos casos más orientados al mismo fin de incorporar mecanismos que permitan generar incentivos económicos a la población local derivados de la conservación del bosque. En concordancia con las características de un informe profesional, los casos presentados son casos en los que he formado parte del equipo de trabajo que participó activamente en su diseño e implementación. Finalmente, a la luz de estos análisis, presentamos algunas conclusiones y recomendaciones. El anhelo del presente trabajo es que pueda ser útil para dar luces acerca de cómo incrementar la eficacia de la intervención, pública y privada, y de los recursos destinados para la conservación de los bosques amazónicos.

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CAPÍTULO 1: PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA

En el presente capítulo, presentaremos el problema del cambio climático, sus causas, tanto directas como subyacentes, y sus consecuencias, concentrándonos en el análisis del fenómeno de la deforestación.

Como está demostrado, el cambio climático es resultado del incremento exponencial de los niveles de concentración de Gases de Efecto Invernadero en la atmósfera, siendo 3 los principales factores que están originando este incremento en los niveles de GEI:

- el consumo de combustibles fósiles, tanto por la industria como por el consumo doméstico;

- la agricultura, en especial el uso de fertilizantes y las emisiones de metano de la ganadería, y;

- la deforestación

De estos tres factores, nuestro trabajo se concentrará en analizar la deforestación y en tratar de explicar la relación directa entre ésta y la carencia de incentivos económicos suficientes que induzcan un uso sostenible de los bosques.

1.1 Origen, evidencia científica y consecuencias del Cambio Climático

La creciente preocupación mundial por el cambio climático ha llevado a centrar la atención sobre las causas que lo originan. En términos sencillos, el cambio climático o calentamiento global es el incremento sostenido de la temperatura media del planeta, como consecuencia del incremento de los niveles de presencia en la atmósfera de determinados gases denominados Gases de Efecto Invernadero (GEI):

- Dióxido de Carbono (CO2) - Óxido Nitroso (N2O) - Metano (CH4)

Esto ocurre porque una mayor presencia de estos GEI en la atmósfera impide la salida de los rayos solares al espacio exterior, después de rebotar sobre la superficie de la Tierra, convirtiendo precisamente a la Tierra en una especie de invernadero.

Los gráficos siguientes muestran la evolución histórica del nivel de presencia de estos GEI en el tiempo:

12

GRÁFICO 1: EVOLUCIÓN DEL NIVEL DE EMISIONES DE GEI

Fuente y elaboración: PEDRONI (2006)

Los 3 gráficos muestran el crecimiento exponencial de la presencia de estos 3 GEI a partir de inicios del Siglo XIX, coincidiendo con el inicio de la Revolución Industrial, lo que ha llevado a la comunidad científica a sostener el origen antropógenico de este fenómeno.

Este fenómeno pone en riesgo la existencia de muchos ecosistemas y especies, debido al ritmo acelerado al cual se viene produciendo que no permite la adaptación de los ecosistemas y las especies a estos cambios.

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La desaparición de ecosistemas y especies es relevante, no sólo desde un punto de vista ecológico, sino también económico. La creciente escasez de agua, el incremento del nivel del mar, el deshielo de los glaciares, la mayor frecuencia de los desastres naturales y la mayor variabilidad climática tienen efectos directos sobre la producción rural pero también sobre la vida en las ciudades. El Perú es el segundo país más vulnerable del mundo al cambio climático, de acuerdo a UNFCCC (Convención Marco de Naciones Unidas para el Cambio Climático). Se estima que hacia el 2050, el cambio climático podría tener un impacto económico negativo equivalente al 30% del PBI mundial si no se tomarán medidas conducentes a hacerle frente.

1.2 Principales actividades causantes de la emisión de GEI a la atmósfera

De acuerdo al Segundo Reporte de Verificación del Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC-SAR) de la UNFCCC, publicado en 1996, son 3 las fuentes principales de emisión de estos GEI:

GRÁFICO 2: TIPOS DE GEI Y ACTIVIDADES QUE LOS PRODUCEN

Fuente y elaboración: PEDRONI (2006)

El gráfico muestra que el consumo de combustibles fósiles (gasolina, petróleo), tanto del sector industrial como del sector doméstico (principalmente en las economías desarrolladas) explican las 2/3 partes del problema1. De ahí, que la búsqueda de fuentes de energía más limpias así 1 Es interesante notar que el mismo gráfico para el caso de Perú arroja que el 47% de la emisión de GEI se explica por

cambio de uso de suelo (deforestación), el 21% por energía, el 19% por agricultura, el 7% por procesos industriales y el

6% por desechos.

14

como sistemas de transporte más eficientes sean preocupaciones centrales de los gobiernos. Estrategias orientadas a inducir el uso de medios de transporte masivos o vehículos híbridos o la misma promoción de los biocombustibles2 no son más que reflejos de esta preocupación.

En el caso de la agricultura, las emisiones principalmente están asociadas al nivel de utilización de fertilizantes con alto contenido de nitrógeno. De la misma manera, la ganadería emite metano a la atmósfera a través de la descomposición del abono. La agricultura orgánica, aunque promovida como un medio de mejorar la salud humana y minimizar el impacto sobre el medio ambiente, tiene todavía niveles de productividad muy inferiores a los de la agricultura convencional y más aún a los desarrollados por la biotecnología, por lo que no está en capacidad de ser una solución masiva que satisfaga la demanda mundial de alimentos sin implicar un incremento mayor de la superficie agrícola.

1.3 Causas de la Deforestación

La deforestación es un fenómeno que está concentrado principalmente en los países en vías de desarrollo: América Latina, Asia y África.

‚Excluyendo a Groenlandia y la Antártida, cerca del 25% de la superficie terrestre está cubierta de bosques. Desde los inicios de la agricultura, la cubierta forestal se ha reducido en un 20% como mínimo y quizás hasta en un 50%‛3

Según datos de la FAO, citados por el mismo estudio anterior, los bosques tropicales están desapareciendo a una tasa anual de 0.9%, lo que equivale a entre 13 a 16 millones de hectáreas por año.

Las causas de la deforestación no son muy diferentes a lo largo de los diferentes países no desarrollados, aunque varían los pesos de cada fuente. De acuerdo a un estudio de Otárola4, la deforestación en los bosques tropicales está asociada principalmente a la actividad agrícola de diferente escala y a la ganadería, y, en menor medida, a la tala de madera y a otros factores (tales como desarrollo de infraestructura, incendios forestales, proyectos hidroeléctricos, colecta de leña, etc.):

2 Aunque en el caso de los biocombustibles, dicho impulso se ha frenado por el temor que la gran rentabilidad de los

biocombustibles esté llevando a la deforestación de áreas boscosas y a la sustitución de cultivos alimenticios para la

instalación de plantaciones con fines de producción de biocombustibles.

3 Gómez Arias, Javier y Ernesto Duque Gómez. Ecosellos: Aplicación al Marketing Green y los Negocios

Internacionales. Bogotá, 2004. Ecoe ediciones. 4 Otárola, Erasmo. WWF. Analizando las causas subyacentes de la deforestación y sus posibles implicancias para

REDD. Lima, 2008.

15

GRÁFICO 3: CAUSAS DE LA DEFORESTACIÓN EN EL TRÓPICO 2000-2005

Fuente y Elaboración: OTÁROLA (2008)

En el Perú, se sostiene5 el 87% de la deforestación es causada por la agricultura migratoria de pequeña escala y sus prácticas de rozo y quema y la ganadería extensiva, mientras que el 8% por generación de energía (consumo de leña de los hogares rurales) y el 5% por extracción forestal. Cifras parecidas presentan Galarza y La Serna6, explicando la mayor parte de la deforestación por la quema de bosques para agricultura.

CUADRO 1: CAUSAS DE LA DEFORESTACIÓN

Fuentes m3 %

Volumen de madera con fines comerciales e industriales 1’088,262 2.5%

Consumo de madera de las poblaciones rurales para producción de leña y carbón

7’299,447 16.5%

Volumen de madera que los agricultores queman para convertir bosques en áreas descubiertas para producción agropecuaria

35’923,437 81.1%

Fuente: INRENA (2001) Elaboración: GALARZA y LA SERNA (2005)

5 www.bozovich.com 6 Galarza, Elsa y Karlos La Serna (2005). “Las concesiones forestales en el Perú: ¿cómo hacerlas sostenibles?”, en

Barrantes, Roxana (editora). La política forestal en la Amazonía andina. Estudio de casos: Bolivia, Ecuador y Perú.

Serie Diagnóstico y Propuesta, Nº 16. Lima: Consorcio de Investigación Económica y Social (CIES), pp. 445-600

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La práctica de rozo y quema es una práctica agrícola tradicional andina que, trasladada por los migrantes a la Amazonía, cuyos suelos son más pobres y no aptos para cultivos permanentes, da lugar al fenómeno de la agricultura migratoria, que es el abandono de un área agrícola por la pérdida de fertilidad de su suelo y la apertura de una nueva área de bosque para la instalación de los cultivos.

La expansión de la frontera agropecuaria estaría relacionada con el crecimiento demográfico, tanto por causas naturales como por migración interna, la cual, a su vez, estaría atraída por la expansión de la infraestructura vial, que facilita la accesibilidad a nuevas áreas de bosques.

GRÁFICO 4: RELACIÓN ENTRE DENSIDAD POBLACIONAL Y ÁREA DEFORESTADA

Fuente y Elaboración: APODESA-FUNDEAGRO (1991)

A su vez, la densidad demográfica está fuertemente correlacionada con el desarrollo de la infraestructura vial, como se ha verificado en innumerables experiencias en el Perú y otras regiones del mundo. La relación causal es que las carreteras disminuyen los costos de transporte facilitando el acceso a los mercados de los bienes producidos, lo que incrementa la rentabilidad de las actividades productivas, permitiendo que áreas de bosques en las que no se desarrollaba ninguna actividad por no ser viable económicamente crucen el umbral mínimo.

A continuación, se presentan algunos ejemplos que sustentan esta relación. El gráfico 5 muestra el crecimiento exponencial de la deforestación como consecuencia de la construcción de la Carretera Federico Basadre que une Pucallpa con Lima.

17

GRÁFICO 5: EVOLUCIÓN DE LA DEFORESTACIÓN EN EJE CARRETERO PUCALLPA-LIMA

Fuente y Elaboración: APODESA-FUNDEAGRO (1992)

Similares resultados podemos encontrar en otras carreteras de la Amazonía. El Centro de Datos para la Conservación de la UNALM ha desarrollado un trabajo para estimar las tasas de deforestación para un tramo de la carretera Federico Basadre (de San Alejandro a Aguaytía) y para la carretera marginal que nace de la ciudad de Tocache, encontrando que la tasa de deforestación en estos sectores es bastante superior al promedio nacional (0.5%).

CUADRO 2: TASA ANUAL DE DEFORESTACIÓN EN CARRETERAS AGUAYTÍA Y TOCACHE

Periodo 1998-2000 2000-2001 2001-2006 Sector Aguaytía 3.7% 9.5% 3.4% Periodo 1991-1997 1997-2001 2001-2006 Sector Tocache -1.3% 2.2% 3.7% Fuente: USAID/WWF-Perú/CDC-UNALM. Manejo Ambiental y Uso Sostenible de Bosques y Recursos Naturales en las Áreas de Intervención del Programa de Desarrollo Alternativo (PDA). Proyecto: Análisis y modelación espacio-temporal del paisaje en las áreas de intervención del PDA. Parte III: Análisis multi-temporal en los cambios de uso del suelo en dos sub-cuencas seleccionadas: Tocache y Aguaytía. Lima, 2007. Elaboración propia

18

De la misma manera, la oficina Perú de WWF encuentra que el patrón de deforestación en el eje carretero Campo Verde-Tornavista, posterior a la apertura de dicho eje alcanza un promedio de 1% anual7.

En conclusión, la deforestación parece estar fuertemente asociada al crecimiento demográfico, el cual, a su vez, sigue la ruta de la red vial.

1.4 Factores y barreras que inciden en la expansión de la agricultura migratoria

A pesar que muchos estudios8 han mostrado, incluso para Perú, que actividades productivas ligadas con el manejo sostenible de los bosques (aprovechamiento de madera, ecoturismo, no maderables, etc.) pueden ser económicamente más rentables que la agricultura de subsistencia, existen una serie de barreras que limitan la adopción de estas actividades por parte de los principales agentes de deforestación que son las familias rurales, en su mayoría migrantes, de escasos recursos.

En primer lugar, tenemos barreras de tipo financiero. La mayoría de estas actividades requieren una inversión inicial muy superior a la requerida para la instalación de cultivos de pan llevar, lo que las hace inaccesible para las familias rurales que carecen del capital necesario para realizar esta inversión. Nuestro país no cuenta tampoco con un mercado financiero rural suficientemente desarrollado que pueda suplir esta carencia. De la mano con este factor, tenemos el poco conocimiento de las técnicas y mercados para estos negocios ambientalmente amigables.

En segundo lugar, tenemos barreras de tipo legal. La Constitución Peruana establece que los bosques son propiedad de la Nación y por tanto, no pueden ser otorgados en propiedad a particulares mientras que las áreas con aptitud agrícola sí son susceptibles de titulación. Esta realidad se ha convertido en un incentivo perverso para la deforestación puesto que las familias se sienten más seguras teniendo un título de propiedad sobre un área que una simple concesión que puede revertir en cualquier momento, quemando áreas boscosas aunque todavía no vayan a instalar cultivos, sólo para poder contar con un título sobre ellas para el futuro.

7 WWF Oficina de Programa Perú. Análisis de Cambio de Paisaje: Tournavista-Campo Verde y su área de influencia.

Pérdida y fragmentación de bosques (1963-2000). Lima, Perú. Junio 2003. 8 SERNANP. Pagos por Servicios Ambientales para la Conservación de Bosques en la Amazonía Peruana: un análisis

de viabilidad. Lima, Perú. 2009

19

Estudios realizados para el Perú encuentra no sólo una correlación entre deterioro ambiental y deficiente asignación de derechos de propiedad9, sino también que el nivel de inversión que realiza el concesionario está afectado por la incertidumbre del tiempo de vigencia de su contrato de concesión.

En tercer lugar encontramos algunas políticas públicas directamente promotoras de las actividades agropecuarias a través de subsidios a algunos cultivos y préstamos para la instalación de ganado en la Amazonía, a lo largo de la historia reciente del Perú.

Un cuarto factor es el bajo valor agregado que se le da a los productos forestales. Veamos el caso de la madera, a manera de ejemplo. Como se ve en el cuadro 3, la mayor parte de las exportaciones son de productos con muy bajo nivel de transformación y, por tanto, de valor unitario de venta.

CUADRO 3: EXPORTACIONES DE PRODUCTOS MADERABLES EN VOLUMEN Y VALOR – PERÚ 2006

Valor FOB US$ En % Peso Neto Kg En % Valor Unitario

(US$/Kg) Madera aserrada 115,322,053.27 45.5% 119,909,250.98 46.1% 0.96 Madera para parquet, molduras, perfiladas 52,661,167.13 20.8% 79,400,121.47 30.6% 0.66 Papel y cartón 40,156,203.56 15.9% 22,355,639.50 8.6% 1.80 Triplay 20,201,658.21 8.0% 21,594,622.06 8.3% 0.94 Desperdicios y desechos de papel o cartón 807,857.52 0.3% 6,515,849.00 2.5% 0.12 Chapas o láminas 3,179,221.94 1.3% 4,623,109.32 1.8% 0.69 Madera manufacturada 6,901,915.19 2.7% 2,830,973.04 1.1% 2.44 Muebles de madera 13,611,766.58 5.4% 2,189,709.32 0.8% 6.22 Tableros 292,401.43 0.1% 394,730.26 0.2% 0.74 Madera densificada 12,352.08 0.0% 66,559.25 0.0% 0.19 Pipas y cazoletas 27,479.74 0.0% 4,940.16 0.0% 5.56 Aserrín, flejes, rodrigones, estacas 5,075.64 0.0% 3,450.16 0.0% 1.47 Durmientes 305.00 0.0% 213.00 0.0% 1.43 Carbón vegetal 141.34 0.0% 107.97 0.0% 1.31 TOTAL 253,179,598.63 100.0% 259,889,275.49 100.0% 0.97

Fuente: SUNAT Elaboración: Perú Forestal en Números 2006. INRENA-IFFS Esto se explica en parte por la percepción del negocio forestal como de alto riesgo por parte del sector financiero convencional, en parte, por barreras de tipo legal por parte de la entidad competente y, en parte, por la competencia desleal de la tala ilegal que afecta la rentabilidad de la actividad forestal legal.

9 Escobal, Javier, Víctor Ágreda y Úrsula Aldana. Derechos de Propiedad, Regulación de Concesiones y uso óptimo de

los recursos naturales: Criterios para regular a los extractores de castaña en la provincia de Tambopata en la selva del

Perú. FONTAGRO-RIMISP. Lima, 2001.

20

Finalmente, debemos señalar que muchos de estos negocios requieren una superficie mínima relativamente grande en comparación con el tamaño promedio de los predios en el Perú, donde la propiedad está bastante atomizada.

Todos estos factores han llevado a que en el Perú, al 2005, según fuentes oficiales, existan 7.4 millones de hectáreas deforestadas, las cuales están creciendo a una tasa de 150 mil hectáreas anuales aproximadamente10. Según The World Resources Institute11, la deforestación en el Perú fue de 286,600 hectáreas para la década anterior, a una tasa anual nacional de 0.4%. Es posible que se esté produciendo una reducción de la tasa de deforestación, aunque resulta difícil de asegurar por la diversidad de fuentes existentes. Cabe señalar que en esta cifra ya se ha descontado el bosque en recuperación de manera natural, conocido como bosque secundario o purma.

En conclusión, la deforestación en el Perú es resultado de una combinación de barreras que dificultan la adopción de actividades relacionadas con el uso sostenible de los RRNN, algunas de ellas incluso impulsadas por políticas públicas que no comprenden los beneficios colaterales que el uso sostenible del bosque genera al planeta en su conjunto y la existencia de mecanismos que podrían traducir estos beneficios en incentivos económicos reales que modifiquen las decisiones de las familias rurales hacia un nivel de bienestar social mayor. En el capítulo 3, analizaremos el marco teórico que explica esta situación.

10 INRENA-MINAG. Plan Nacional de Reforestación. INRENA. Lima, 2005 y Elgegren, Jorge. La Deforestación en el

Perú, citando estadísticas de INRENA y PROCLIM.

11 World Resources Institute. World Resources 1990-91: Special focus on climate change, Latin America, plus essential

data on 146 countries. A guide to the global environment. 1990. New York, Oxford Univ. Press.

21

CAPÍTULO 2: JUSTIFICACIÓN DE LA RELEVANCIA DEL PROBLEMA

En el capítulo anterior, hemos realizado una caracterización del problema, comenzando por una perspectiva global hasta arribar a la situación nacional y regional. En este capítulo, presentaremos las razones que justifican estudiar este problema así como buscarle soluciones. Principalmente, nos enfocaremos en los impactos económicos, ambientales y sociales que son ocasionados por la deforestación en nuestro país.

2.1 Impactos Económicos de la Deforestación

Resulta difícil valorizar todos los impactos económicos que genera la deforestación para nuestro país, debido principalmente a que muchos de los recursos existentes en los bosques naturales no están todavía puestos en valor, bien sea por inexistencia de un mercado, bien sea por tratarse de recursos cuyo importancia todavía no es del todo conocida.

Los impactos económicos podemos asociarlos básicamente en dos:

- Pérdida de bienes y servicios que se transan en los mercados ya existentes: madera, no maderables, turismo, bonos de carbono, etc.

- Pérdida de bienes y servicios que son usados por las comunidades locales para autoconsumo: leña, carbón, carne de monte, plantas medicinales, materiales para vivienda, etc.

En el cuadro 4, mostramos la importancia económica registrada y estimada de los principales productos forestales aprovechados en el Perú.

CUADRO 4: VALOR ESTIMADO DE PRINCIPALES PRODUCTOS FORESTALES EN EL PERÚ

Valor anual estimado (en millones de US$) Mercado Madera (sólo exportaciones) – 2007 68.39 Turismo (sólo turistas extranjeros) – 2009 140.50 Castaña (exportaciones + mercado local) – 2009 10.66 Plantas Medicinales (sólo exportaciones) - 2002 10.40 Carbono (estimaciones) – 2009 500.00 TOTAL 729.95 Fuentes: Perú Forestal en Números 2006. IPCC 2000. Página Web INRENA, Página Web SUNAT. Página Web MINCETUR Elaboración propia No es objetivo del presente trabajo realizar una valorización exhaustiva de los recursos existentes en el bosque húmedo tropical, únicamente mostrar el beneficio económico que el bosque amazónico genera para el país, de una u otra forma.

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2.2 Impactos Sociales de la Deforestación

Entre los principales impactos sociales identificados tenemos:

Crecimiento de actividades ilegales. La deforestación no sólo es causada, de manera indirecta, por la tala ilegal selectiva (que, al extraer intensivamente la madera de mayor valor, empobrece el bosque haciéndolo menos rentable para el negocio de la madera y propiciando su destrucción), sino también da lugar a la instalación de cultivos ilícitos como la coca que, en suelos empobrecidos, es prácticamente el único cultivo rentable.

Migración. Si bien es cierto existe un flujo importante de migración interna de las provincias andinas hacia la Amazonía, la deforestación, al destruir los recursos naturales que son la fuente principal de abastecimiento de los medios básicos de vida de la población rural, impulsa a la migración, temporal o permanente, de esta población hacia los centros urbanos, con los consiguientes efectos sobre la desestructuración familiar o pérdida de identidad cultural (en el caso de las comunidades nativas).

Agudización de la pobreza, la vulnerabilidad y la inseguridad alimentaria. La deforestación incrementa la vulnerabilidad de la población rural respecto a los shocks de mercado, al disminuir las existencias de recursos naturales que son autoconsumidos por ésta, incrementando su dependencia de los productos adquiridos en el mercado, lo que aumenta la necesidad de recursos monetarios, a la vez que disminuye los recursos que tradicionalmente transaba en el mercado. Una disminución de la capacidad adquisitiva de las familias agudiza la incidencia negativa en la seguridad alimentaria.

2.3 Impactos Ambientales de la Deforestación

Los impactos ambientales de la deforestación están asociados con varios factores entre los que podemos destacar:

Diversidad biológica y cultural. La cuenca amazónica es el bosque natural de mayor extensión del planeta así como también el más diverso, no sólo desde el punto de vista ecológico, sino también cultural. En la Amazonía Peruana, coexisten 42 diferentes grupos étnicos, lo que convierte al Perú en el país de América con el mayor número de etnias y grupos lingüísticos, sin contar que otros 11 grupos étnicos ya se han

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extinguido y 18 se encuentran en peligro de desaparecer, incluyendo algunos pueblos en aislamiento voluntario o en situación de contacto inicial.

Provisión de recurso hídrico. El abastecimiento del agua, tanto de manera directa por parte de las familias rurales y urbanas, como de manera indirecta, en la producción hidroeléctrica, se ve afectado por la deforestación de las cabeceras de cuenca pero también por la actividad minera que contamina los ríos y afecta su cauce, generando inundaciones, afectando la ictiofauna y volviendo sus aguas, en algunos casos, no aptas para consumo humano. Casi 3.7 millones de personas viven en la Selva, de acuerdo al último Censo 2007.

Bio-prospección. Definida como ‚la búsqueda sistemática de compuestos químicos, biomoléculas, microorganismos, genes, etcétera, con potencial para ser utilizados en la generación de productos de interés para el hombre‛12, el potencial que la Amazonía tiene en esta línea es inconmensurable. Productos como la uña de gato o el camu camu son sólo muestras de la riqueza y el potencial que tiene para la industria farmacéutica y nutricional, la foresta amazónica. Costa Rica y Brasil han firmado acuerdos millonarios con empresas farmacéuticas transnacionales para el envío de muestras botánicas para investigación. Quizás el caso más famoso es el del acuerdo firmado en 1991 entre InBio (el Instituto Nacional de Biodiversidad de Costa Rica) y la famosa compañía farmacéutica Laboratorios Merck, mediante el cual esta última destinó 1 millón de dólares a InBio para investigación de propiedades medicinales de plantas nativas, las cuales serían analizadas por los Laboratorios para determinar sus potenciales efectos benéficos para la salud humana.

Control de la Erosión. La desprotección de los bosques ubicados en las orillas de los ríos y las cabeceras de cuenca es la principal causa que explica los desbordes e inundaciones que ocurren aguas abajo, los cuales causan importantes pérdidas económicas al afectar viviendas y cultivos en las zonas aledañas a los ríos. El incremento en su ocurrencia se explica por la disminución de los bosques denominados de protección.

Balance climático. La foresta amazónica cumple un rol clave en el balance climático planetario. Su disminución altera el ciclo hidrológico y con ello eleva la temperatura media de la tierra y el mar. El incremento de la temperatura promedio global tendría efectos sobre el desplazamiento de ecosistemas, con el consiguiente riesgo de

12

Guevara, Ana Lorena. “Los aportes de la bio-prospección realizada por el INBIO” en

http://www.una.ac.cr/ambi/Ambien-Tico/100/guevara.htm (19 de Julio 2009)

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extinción de especies que no están en capacidad de adaptarse a este ritmo de cambios. Similarmente sucede con los cultivos agrícolas que dependen casi completamente del clima y el nivel de precipitación. Alteraciones en ellos tendrán impactos sobre los rendimientos y viabilidad de los cultivos, afectando a la población que depende de ellos para su subsistencia que dispone de pocas herramientas para comprender el fenómeno y desarrollar mecanismos de adaptación. Se estima que el nivel del mar subiría entre 1 y 3.5 metros en los próximos 40 años.

25

CAPÍTULO 3: ANÁLISIS TEÓRICO DEL PROBLEMA

En el presente capítulo, revisaremos el marco teórico que explica por qué, en primer lugar, el nivel de consumo que se alcanza de manera espontánea (óptimo privado) no es ni el nivel de consumo que sería deseable para la sociedad en su conjunto (óptimo social) ni el nivel que garantiza la sostenibilidad, en el sentido definido por la Comisión Bruntland (óptimo ecológico), de lo que se desprende, como veremos, la necesidad de una intervención del Estado para solucionar esta falla del mercado, para lo cual la teoría económica ha desarrollado una serie de herramientas, que revisaremos y que tienen por objeto garantizar que esta intervención lleve a esta situación de eficiencia.

3.1 La naturaleza de la naturaleza

Son dos los conceptos básicos para entender por qué el mercado no lleva a un equilibrio económico óptimo, desde el punto de vista de la sociedad en su conjunto: el concepto de externalidad y el concepto de bien público.

La externalidad es el efecto, positivo o negativo, que una determinada acción económica (la producción o consumo de un determinado bien o servicio) genera sobre un tercero que no está directamente involucrado en la transacción. Específicamente, en el caso de la Amazonía, la deforestación genera un beneficio directo para las familias rurales ya que les permite disponer de áreas para uso agropecuario y productos, maderables y no maderables, que pueden ser comercializados en el mercado o autoconsumidos, pero a la vez genera un daño económico al país y al resto del planeta, mediante la emisión de CO2 y la pérdida de recursos maderables, no maderables y de fauna. Esta externalidad no es incorporada en la decisión de la superficie deforestada. El área deforestada es resultado de un análisis costo-beneficio privado del agente que deforesta (costo de quemar, área en capacidad de trabajar, accesibilidad, tamaño de la familia, etc.), en el cual no se incluyen los perjuicios económicos a terceros que esta actividad genera.

El concepto de bienes públicos ayuda a complementar la explicación de cómo este fenómeno puede darse. Un bien público tiene la característica de no exclusividad (no es posible excluir a nadie de su uso) y no rivalidad (el aprovechamiento por parte de un usuario no restringe ni agota el aprovechamiento para el resto). En el caso del bosque amazónico, puede ser considerado parcialmente un bien público, pues si bien resulta técnicamente muy difícil (por su extensión e inaccesibilidad) limitar el acceso a sus recursos, en el extremo (su destrucción total) hace imposible su aprovechamiento por un tercero (característica de no rivalidad). De cualquier forma, estos dos conceptos permiten entender la sobreexplotación de los recursos del bosque y finalmente, su cambio de uso para actividades agropecuarias: el nivel de consumo

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de los recursos naturales y la tasa de deforestación en equilibrio privado son más altos que el nivel de consumo y la tasa en equilibrio social.

Para muchos autores, sin embargo, la internalización de las externalidades no resulta suficiente para garantizar un uso sostenible de los RRNN. Como sostiene Pearce:

‚La teoría económica moderna carece de lo que podríamos llamar un teorema de existencia: una garantía que cualquier óptimo económico está asociado con un equilibrio ecológico estable‛.13

Efectivamente, si el nivel de consumo de un bien está determinado por los costos y beneficios de todos los seres humanos, es decir, finalmente, por las preferencias, nada garantiza que la humanidad en su conjunto opte por un nivel de consumo de estos recursos que garantice el primer principio operativo de la sostenibilidad fuerte de Daly que implica que para Recursos Naturales Renovables, el nivel de extracción del recurso sea menor a la tasa natural de reposición del mismo.

En realidad, podría discutirse ampliamente este tema y resulta prácticamente imposible plantear estimaciones creíbles acerca del valor que se le puede dar a una determinada especie o ecosistema que, en algunos casos, están en peligro de extinción, cuando entran en juego aspectos tales como:

Irreversibilidad Incertidumbre Singularidad

El limitado nivel de conocimiento científico respecto al funcionamiento de los ecosistemas impide estimar con realismo los impactos económicos de estas pérdidas. Costanza, citado por Loyola y García, intenta una aproximación más global de los impactos económicos del medio ambiente, sosteniendo que ‚… los servicios que produce la biósfera… representan aproximadamente el doble de lo que el hombre produce‛14.

Howard y Norgaard, citados por Handley15, muestran gráficamente que la internalización de las externalidades ambientales no es suficiente para garantizar que el nivel de consumo esté sobre el eje de sostenibilidad (en la acepción de Daly). Sólo asegura pasar de un punto al interior de la frontera de posibilidades a un punto sobre la frontera, pero no asegura que el nivel de equilibrio esté en el tramo B’-eje X de la frontera que indicaría que el nivel de utilidad de la

13 Pearce, David y Kerry Turner. Ibid.

14 Costanza et al. The Value of the World’s ecosystem services and natural capital. Ecological Economics. 1998. Vol.

25. 15

Handley, Nick. Environmental Economics. 2007

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generación 1 es tal que no impide que la generación 2 pueda tener al menos el mismo nivel de utilidad.

GRÁFICO 6: ANÁLISIS INTERGENERACIONAL DE UTILIDADES Y SU RELACIÓN CON EL DESARROLLO SOSTENIBLE

Fuente y elaboración: Handley (2007)

Más allá de esta discusión, el hecho incuestionable es que las decisiones de los agentes privados (familias rurales, extractores madereros) se basan en un análisis costo-beneficio privado de su unidad de producción o consumo, por lo que la eficacia de cualquier medida orientada a modificar su comportamiento debe dirigirse a incidir en alguna de estas dos variables, para lo cual se han desarrollado algunas herramientas que veremos a continuación.

3.2 El rol de la sociedad

Tradicionalmente, se ha considerado que, en caso de fallas de mercado, el Estado debe intervenir, mediante mecanismos de regulación directa, no flexibles. Aquí incluimos medidas tales como Límites Máximos y/o Mínimos; Criterios para aprovechamiento de recursos; áreas de exclusión para determinados usos, y otras medidas con enfoque estrictamente legal. La experiencia histórica ha mostrado que la eficacia de una norma está asociada a la capacidad del Estado para hacer cumplir dichas normas, lo que, en nuestro país es bastante bajo, debido, entre otras razones, a los incentivos económicos para su no cumplimiento.

Adicionalmente, la teoría económica ha mostrado la ineficiencia de esta modalidad de intervención. Consideran, por una parte, que toda intervención acarrea ciertos costos (al menos, los costos de monitorear el cumplimiento de las medidas) sin que ello garantice que la solución sea socialmente superior a la que el mercado originalmente alcanzó. Como altenativa, proponen desarrollar herramientas basadas en el mercado.

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La primera acción del Estado pasa por definir los derechos de propiedad, en la terminología de Coase. La tesis de Coase16 que los privados pueden llegar a arreglos que sean económicamente más eficientes que los que pueden ser forzados por el Estado requiere previamente que los derechos estén claramente asignados como paso previo a la negociación entre las partes.

Diseñar mecanismos de mercado (esquemas de certificación, certificados de carbono) también implica ciertos costos, aunque éstos sean privados, y su nivel de impacto depende del nivel de conocimiento y apropiación de la iniciativa por parte de los actores económicos. En algunos casos, el Estado puede inducir su adopción, por ejemplo, a través de normas o de compras públicas. Es interesante, sin embargo, analizar por qué algunas de estas iniciativas resultan más efectivas que otras.

3.3 Herramientas

Desde el impuesto pigouviano, se ha avanzado enormemente en el diseño de herramientas orientadas a internalizar las externalidades ambientales, algunas más exitosas que otras. En esta parte, presentaremos las principales herramientas desarrolladas en el mundo y sus aplicaciones en nuestro país. Para ello, las hemos agrupado en 4 categorías:

Medidas de Regulación Directa: Tales como Límites Máximos Permisibles, Cuotas, Planes de Manejo de los Recursos Naturales, Estándares Ambientales, Áreas Naturales Protegidas, etc.

Concesiones: Maderables, No maderables, de Ecoturismo, de Conservación, de Reforestación, de Servicios Ambientales, etc.

Esquemas de certificación: ISO, Comercio Justo, Certificación Forestal Voluntaria, Certificación Orgánica.

Bonos o certificados transables en el mercado: CO2e, SOx, humedales, biodiversidad.

A continuación, haremos una breve descripción de cada una de éstas:

Medidas de Regulación Directa: Son las herramientas más tradicionales y utilizadas por el Estado para regular el nivel de contaminación y el acceso a los recursos naturales que son, constitucionalmente, propiedad de la Nación, administrados por el Estado.

El principio es establecer límites y regulaciones fijas, no sujetos a negociación, determinados en base a estudios técnicos, quedando bajo responsabilidad del Estado su cumplimiento. En 16

Coase, Ronald. The Problem of Social Cost. Journal of Law and Economics (October 1960).

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términos económicos, el establecimiento de este límite puede generar, o bien, una cantidad máxima ofertada o un incremento en el costo de producción. En ambos casos, el impacto sobre el equilibrio final sería una disminución de la cantidad y un incremento en el precio de equilibrio, como se puede observar en las siguientes gráficas:

GRÁFICO 7: IMPACTO DE MEDIDAS DE REGULACIÓN DIRECTA SOBRE EL EQUILIBRIO DE MERCADO

Cuota / Tope

Impuesto

Fuente y elaboración propias

Quizás la diferencia más relevante entre ambos esquemas es que el primero abre la posibilidad de la creación de un mercado negro, al generar una demanda insatisfecha. La tala ilegal sería un ejemplo de esto. De entre los muchos efectos perniciosos de la tala ilegal, resalta el hecho que la madera producida ilegalmente tiene costos de producción inferiores a los de la producción legal, lo que genera una tendencia a la baja del precio en el mercado afectando la rentabilidad de la producción legal, lo cual, reduce la oferta disponible de madera legal, a la vez que incentiva una mayor informalidad en el sector.

S S

P2

P1 P1

D D

Q1 Q1LMP

Q2

S'

S S

P2

P1 P1

D D

Q1 Q1Q2

30

En nuestro país, la mayoría de actividades cuyo ejercicio tiene impactos sobre el medio ambiente tales como minería, hidrocarburos, transporte, etc., está sujeta al cumplimiento de ciertos estándares ambientales que incluyen la fijación de ciertos límites autorizados así como la realización de estudios de impacto ambiental o la elaboración de planes de aprovechamiento de los recursos naturales de acuerdo a términos de referencia diseñados por la autoridad competente. Estos documentos deben constituirse en requisitos a la vez que herramientas que garanticen que la actividad se viene ejecutando con técnicas y a una intensidad que generen un impacto sobre el entorno que esté dentro de los límites permitidos, los cuales están asociados con la sostenibilidad del recurso (nivel de extracción del recurso forestal o el recurso pesca), por un lado, así como también con la no generación de daños a terceros (nivel de contaminación de los ríos y suelos colindantes).

En la práctica, sin embargo, son muchos los cuestionamientos que se hacen a este tipo de medidas, básicamente asociados con la capacidad del Estado de hacer cumplir estos estándares, la cual, históricamente, ha sido limitada, por diversos factores que no corresponde ahora analizar.

Las Áreas Naturales Protegidas, como figura legal creada para proteger la biodiversidad existente en determinada área, también podrían considerarse como una herramienta de regulación directa al establecer prohibiciones explícitas a determinados usos y actividades dentro del área17.

En el Perú, existen 62 ANPs ocupando una superficie total de más de 19 millones de hectáreas (14.8% del territorio nacional), manejando en conjunto un presupuesto por recursos ordinarios de 1 millón de dólares, lo que, en la mayoría de casos, resulta insuficiente para ejercer esta función de protección del área de manera efectiva.

Algunas pocas de ellas (Parque Nacional Huascarán, Santuario Histórico de Machu Picchu, Reserva Nacional de Paracas, etc.) han logrado aprovechar los atractivos turísticos existentes en ellas, lo que les ha permitido ser financieramente sostenibles y, a la vez, generar empleo e ingresos a las familias asentadas en las zonas aledañas, a través de la venta de bienes y servicios a los turistas. Cabe indicar, sin embargo, que no siempre el desarrollo de la actividad turística en las ANP’s se ha dado de manera planificada, por lo que existe también cierta controversia respecto a la promoción del turismo en ANPs y la presión que esta actividad estaría teniendo sobre los hábitat naturales.

17

Trasladando a nivel local la vieja dicotomía entre conservación y desarrollo.

31

Como otra forma de generar recursos adicionales para las ANPs, desde el año 2006, el SERNANP ha comenzado a dar en administración a organizaciones privadas sin fines de lucro, algunas de estas áreas mediante concursos públicos. Hasta el 2009, se habían otorgado 4 contratos de administración y, aunque su administración por parte de un privado no garantiza necesariamente un cambio, llama la atención que las instituciones seleccionadas hayan sido organizaciones con experiencia en ejecución de proyectos de desarrollo local productivo.

Concesiones. Las concesiones de aprovechamiento de recursos naturales han sido otro mecanismo legal para permitir la participación de la inversión privada en el sector forestal y garantizar al mismo tiempo la no sobreexplotación de los recursos.

El sistema de concesiones es una forma de otorgamiento de derechos de propiedad sobre bienes cuyas características de bien público incrementan el riesgo de su sobreexplotación.

Coloma18, citando a Buchanan y Yoon19, muestra que, en ausencia de derechos de propiedad claros, el costo marginal privado es menor que el costo marginal social, llevando a una situación de equilibrio, en el que el nivel de producción es superior al nivel de producción que optimizaría el bienestar social, tal como se muestra en el gráfico 8:

GRÁFICO 8: EQUILIBRIO DE MERCADO BAJO MONOPOLIO Y COMPETENCIA PERFECTA, CON Y SIN EXTERNALIDADES

Fuente y elaboración: COLOMA (2003) Anales de la Academia Nacional de Ciencias Económicas, vol. 48

18

Coloma, Germán (2003). La tragedia de los comunes y la tragedia de los anti-comunes: una reinterpretación. Universidad del CEMA. Córdoba, Argentina. 19 Buchanan, James y Yoon, Yong (2000). “Symmetric Tragedies: Commons and Anticommons”; Journal

of Law and Economics, vol 43, pp 1-15.

32

Esto mismo fue explicado por Hardin en ‚La Tragedia de los (bienes) comunes‛20, publicado en 1968 y cuya aplicación más conocida es la de los recursos marinos. Sin embargo, es perfectamente aplicable al caso del bosque amazónico.

Una forma de hacer frente a este hecho es el otorgamiento de áreas a particulares bajo concesión directa por un periodo de tiempo que le permita tener la exclusividad del recurso natural existente en dicha área.

En el Perú, existen muchos tipos de concesiones, tales como:

- Concesiones Forestales Maderables - Concesiones Forestales No Maderables (castaña, principalmente) - Concesiones de Ecoturismo - Concesiones de Conservación - Concesiones de Reforestación - Concesiones de Servicios Ambientales

De acuerdo al INRENA21, casi 9 millones de hectáreas (de los 70 millones de ha de bosque que hay en Perú) están concesionadas, como vemos en el cuadro 5.

CUADRO 5: SISTEMA DE CONCESIONES FORESTALES EN EL PERÚ

Tipo de Concesión Cantidad de Concesiones

Superficie concesionada Tamaño promedio

concesión Maderables 584 7.3 millones de ha 12,500 ha No Maderables 812 700 mil ha 862 ha Ecoturismo 25 55 mil ha 2,200 ha Conservación 16 423 mil ha 26,500 ha Reforestación 293 178 mil ha 609 ha TOTAL 1,730 8.66 millones de ha 5,000 ha Fuente: Páginas Web del INRENA y MINAM (2009), De los Ríos (2007) y Ortiz (2007). Elaboración propia Hasta el año 2000, el marco legal establecía 2 características para el sistema de concesiones que, de acuerdo a muchos estudios, resultaban nocivas para el buen manejo del bosque:

Sus cortos periodos de renovación (2 a 5 años) y Los tamaños reducidos de concesión (1.000 hectáreas en promedio para el caso de la

madera). 20

HARDIN, Garret. The Tragedy of Commons. En: Science 13 December 1968: Vol. 162. no. 3859, pp. 1243 - 1248 21

www.minag.gob.pe y www.sernanp.gob.pe

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Esto llevó a una sobreexplotación del recurso maderable (en especial, las especies más valiosas como caoba o cedro), debido a que el área resultaba muy pequeña en escala para hacer una operación económicamente viable, pero también a un nivel de inversión inferior al que se habría dado en caso los contratos hubiesen sido de mayor duración, por la mayor seguridad jurídica que esto habría implicado. Estudios específicos para el caso de la castaña han demostrado este comportamiento.

Con base a esta información, la nueva ley forestal dispuso modificaciones y convocó, en el caso de la madera, a concursos para otorgamiento de concesiones de mayor tamaño (12,500 ha en promedio) y por periodos de mayor duración (40 años).

El proceso de otorgamiento de concesiones no ha estado libre de controversias, desde quienes sostienen que ha desplazado de la actividad forestal a los pequeños extractores forestales (que, por la envergadura de su inversión, sostienen, tenían un menor impacto sobre el bosque, lo cual es, sin duda, objetable) hasta quienes sostienen, desde una posición contraria, que el proceso no fue lo suficientemente estricto al no verificar el respaldo financiero presentado a los postores, que asegurara un manejo racional del bosque, con tecnologías de punta, que, sin duda, requieren una alta capacidad de inversión. El tamaño promedio de las concesiones, a pesar de haberse incrementado, sigue siendo, de acuerdo a algunos especialistas, insuficiente para garantizar la no sobreexplotación del bosque.

A la fecha, de las 7.3 millones de hectáreas concesionadas, casi 1 millón han revertido al Estado por incumplimiento de diversas cláusulas del contrato (no pago al Estado o extracción de madera de áreas no autorizadas o en volúmenes superiores a los permitidos). Persiste la práctica de ‚comercio de permisos‛, esto es, concesiones vigentes que no realizan ninguna actividad en su bosque y ‚venden‛ los volúmenes autorizados a extraer a otros madereros que extraen madera de áreas no autorizadas. Igualmente, la extracción de madera de una especie no autorizada con permisos para otras especies. Simultáneamente, encontramos también empresas que han logrado certificaciones internacionales, premio al buen manejo del bosque, lo cual no había ocurrido con el anterior marco legal. No hay estudios similares sobre el impacto del nuevo marco legal sobre el nivel de inversión en las concesiones de castaña.

El tercer grupo de concesiones en importancia por número de contratos de concesión son las concesiones de reforestación. Al igual que en el caso de la castaña, la mayoría de estas concesiones se concentra en la Región de Madre de Dios. La historia de estas concesiones, contrariamente a lo que su nombre sugiere, no nace con la idea de reforestar áreas deforestadas, sino más bien como una estrategia para que muchos extractores forestales pequeños que no pudieron acceder a una concesión forestal maderable pudieran continuar

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trabajando una determinada área de bosque (es decir, lograron excluir estas áreas del concurso de concesiones forestales, con el argumento de la antigüedad y la residencia permanente en la zona de los madereros). A pesar de los cuestionamientos a su existencia, es innegable que, hoy en día, están constituyéndose en la más importante barrera a la minería ilegal aurífera en la zona.

En cuarto lugar, tenemos a las concesiones de conservación, principalmente asociadas a centros de investigación (universidades, ONGs), de creación relativamente creciente. Todas, con una excepción, datan de no antes del 2005. La mayoría hace trabajo de investigación científica biológica especializada, por lo que el grado de encadenamiento con el entorno social es bastante bajo. Similar situación sucede con las concesiones de ecoturismo que, salvo honrosas excepciones, no se articulan mucho con su alrededor, contribuyendo apenas a generar dinámicas locales que las conviertan en polos de desarrollo. Finalmente, tenemos las concesiones de servicios ambientales que, por el momento, sólo están contempladas en la ley pues no existe ninguna otorgada.

Esquemas de Certificación. A nivel mundial, se han creado muchos sistemas de certificación como forma de garantizar, mediante evaluaciones independientes y estandarizadas, que determinados procesos, productos y empresas cumplen ciertos objetivos, preferidos por ciertos segmentos de la población.

La racionalidad económica de crear un sistema de sellos es transmitir al mercado una señal clara que el producto cuenta con ciertos atributos que son relevantes para el sistema de preferencias de determinado nicho de mercado y que no son visibles naturalmente. La madera certificada, por ejemplo, es exactamente igual en términos de propiedades y usos a la madera obtenida por tala ilegal. Su particularidad de provenir de un bosque manejado no es evidente a simple vista por lo que se hace necesario un sello, otorgado por una entidad auditora independiente, que lo certifique, y así pueda acceder a ciertos segmentos de consumidores preocupados porque su demanda no ponga en riesgo el bosque del cual esa madera procede (es decir, en términos económicos, que la conservación del bosque les genera una utilidad positiva que se traduce en sus criterios de decisión de compra).

Dentro de los estándares o ‘sellos’ más conocidos tenemos a los siguientes:

- Certificación Orgánica o Ecológica - Sistema ISO - Certificación Forestal Voluntaria (CFV) - Certificación de Comercio Justo - Estándares para certificados de carbono

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La certificación orgánica o ecológica está asociada mayormente con la producción agropecuaria y garantiza que el bien ha sido producido con métodos e insumos naturales, sin presencia de agroquímicos, pesticidas y OGM, potencialmente dañinos para la salud humana. Los beneficios para el productor son el recibir un plus sobre el precio del producto convencional y el poder contar con precios de refugio, esto es, precios mínimos por debajo de los cuales el precio no puede caer, independientemente de cuánto baje el precio internacional del commodity convencional. De acuerdo a información de IFOAM, la red mundial de movimientos orgánicos, en el 2007 se contaban ya 32.2 millones de hectáreas en todo el mundo produciendo bajo certificación orgánica22. Ciertamente comparada con las cifras sobre superficie total destinada a fines alimentarios (136 millones de hectáreas con cultivos permanentes y 3,442 millones de pastos, en el año 2000, según FAO), la participación de la producción orgánica todavía es marginal aunque creciente, según sostienen algunas publicaciones que mencionan que la demanda mundial por productos orgánicos crece a un ritmo de 20% anual, muy superior al crecimiento de la demanda por alimentos no orgánicos.

El sistema ISO23 nace en 1947, con el objetivo de promover la uniformización/estandarización de normas sobre temas tan diversos como unidades de medida, sistemas de gestión de calidad, inocuidad de alimentos, etc. El ISO 14000 se refiere a los estándares de gestión medioambiental en los procesos de producción de las empresas en particular. No se plantea metas ambientales a nivel global. No es un esquema tan relevante para los fines del presente informe.

La CFV24, que incluye varios sistemas independientes (FSC, PEFC, SFI, CSA, LEI, MTCC), busca garantizar a los consumidores preocupados por la desaparición de los bosques, que la madera o los productos elaborados a base de madera (papel, muebles, etc.) que adquieren provienen de bosques bien manejados. Es llamativo que haya sido necesario crear un estándar orientado a garantizar esto, considerando que todos los países tienen regulaciones nacionales que, en teoría, obligan al manejo sostenible de los bosques. A la fecha, hay 236 millones de hectáreas certificadas en todo el mundo. A diferencia de la certificación orgánica, la certificación forestal no garantiza un plus sobre un producto equivalente no certificado. La Unión Europea viene intentando poner en práctica una norma que impide el ingreso de importaciones a su país de madera no certificada, aunque las dificultades para conseguir proveedores de madera certificada en los mismos volúmenes y a precios razonables ha sido el principal impedimento para impulsar su plena entrada en vigencia. Algunos gobiernos

22

IFOAM. The World of Organic Agriculture: Statistics and Emerging Trends 2009. 23

www.iso.org 24

www.fsc.org, www.pefc.org, www.sfiprogram.org, www.csasfmforests.ca, www.lei.or.id, www.mtcc.com.my

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europeos, ante esta situación, han optado por establecer que todas sus compras públicas de madera y productos de madera tengan algún tipo de certificación forestal.

El movimiento de comercio justo25 es otra de las corrientes que, en un inicio, generó una enorme expectativa como mecanismo de mercado que contribuiría con la superación de la pobreza en los países pobres. Básicamente, consiste en pagar un plus o dar preferencia de compra a aquellas empresas (de preferencia, de propiedad de los mismos productores) que demostraran que sus relaciones con sus trabajadores y con sus proveedores se basaban en condiciones equitativas de distribución de los beneficios y de compromiso con el mejoramiento de la calidad de vida de sus familias. El sistema más difundido de comercio justo es el sello FLO, cuya principal ventaja ha sido establecer un estándar con reglas claras y con un sello claramente identificable. No es posible ingresar a este sistema si no se cuenta con órdenes de compra o, al menos, un interés en firme de alguna empresa que forme parte del sistema. El otro gran movimiento es IFAT (hoy WFTO), una red de organizaciones del Sur y del Norte que se basa principalmente en la confianza (no cuenta con un sello), debido a que para ingresar a esta red se necesita la recomendación de instituciones ya socias y la no oposición de ningún otro miembro, en especial, las organizaciones ya socias del mismo país, y en compromisos no vinculantes (las organizaciones del Norte que forman parte de esta red no están obligadas a comprarle a las organizaciones del Sur, aunque es recomendable).

Ambos sistemas muestran de manera bastante clara, las dos formas de abordar el reto de convertir al mercado en un mecanismo para mejorar las condiciones de vida de los productores rurales. La primera, mucho más pragmática y realista, no brinda ningún tipo de apoyo adicional más que el otorgamiento de un sello que da una señal al público consumidor, trata de asemejarse lo más posible a las certificaciones convencionales (sello, evaluación independiente, estándares claros). La segunda intenta tener una aproximación mucho más integral que la simple compra de productos. En ambos casos, sin embargo, sus esfuerzos son limitados. Lo que comenzó con gran expectativa chocó rápidamente con la realidad. Los estudios de mercado que mostraban una ‚predisposición‛ del mercado a pagar un margen significativo por productos que tuvieran un sello que reflejara que su compra no venía de una transnacional que explotaba a los pequeños productores sino de canales mucho más equitativos, no se vio reflejado en la realidad y más bien, ha estado mayormente circunscrito al segmento de artesanías y a algunos productos forestales no maderables y sobre todo a organizaciones vinculadas con iglesias de diversas confesiones. La ayuda ofrecida de Norte a Sur no se pudo concretar, sino sólo de manera limitada, por las restricciones presupuestales propias de su participación marginal en el mercado. En términos de valor, el mercado de

25

www.wfto.com, www.fairtrade.net,

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comercio justo apenas representa 0.03% del tamaño total del comercio mundial (3.2 billones de euros en 2007 del valor total del comercio justo, según FLO26 frente a 12,574 billones de dólares en el 2005 del valor total del comercio mundial, según la OMC27.

Finalmente, analizaremos los estándares asociados a los bonos de carbono. Más adelante, analizaremos el mercado de carbono en sí. El estándar más conocido es el CCBA28 (Alianza por el Clima, Comunidad y Biodiversidad), básicamente creado por la preocupación que el mercado de carbono esté beneficiando a grandes empresas, en lugar de contribuir al desarrollo equitativo de los países del Tercer Mundo. El estándar no es una herramienta para medir cuántas unidades de CO2 son transables, únicamente indica si determinado proyecto tiene además de los beneficios al clima, impactos positivos sobre la biodiversidad y la comunidad. Algunas fuentes cooperantes promueven su utilización y se esfuerzan para que los compradores lo demanden, aunque son todavía pocos los compradores que exigen contar con este certificado para la venta de los certificados de carbono.

Dado el carácter incipiente de los proyectos forestales de carbono (dentro del también joven mercado de carbono), apenas unos pocos proyectos han aplicado a este estándar. Quienes promueven su uso sostienen, no sin razón, que concentrarse únicamente en la cantidad neta de toneladas de CO2 capturadas por un proyecto forestal puede estar dejando de lado los potenciales efectos colaterales negativos de éste tales como menor disponibilidad del recurso hídrico para las poblaciones aledañas; pérdida de biodiversidad por plantaciones de monocultivos comerciales e introducción de especies exóticas, entre otras. Por ello, este tipo e estándares busca asegurar que el mercado no se convierta en una herramienta perversa para inducir determinados cultivos de manera masiva (para aprovechar economías de escala, por ejemplo), en lugar de respetar la biodiversidad natural original.

Bonos o certificados transables en el mercado: Finalmente, presentaremos el cuarto grupo de herramientas orientadas a reducir la tasa de uso destructivo de los recursos y ecosistemas naturales. Son los bonos o certificados.

Aunque los más conocidos son los certificados de carbono, existen 2 mercados que existieron desde antes que éstos: el mercado de SOx para combatir el problema de la lluvia ácida y los bancos de humedales en Estados Unidos.

En los tres casos, la autoridad pública establece topes, globales e individuales (a las empresas) a los niveles de emisión de determinados sub-productos a la vez que permite la

26

Fairtrade Labelling Organization International. Annual Report 2007: An inspiration for change. 27

WTO. World Trade Developments in 2005. 28

www.climate-standards.org

38

transacción entre países y/o empresas con lo que, indirectamente, da lugar a la creación de mercados en los cuales se realizan estas transacciones. De esta forma, se consigue alcanzar la meta global (de emisiones) al costo más eficiente posible.

Los bancos de humedales en EEUU29 nacieron en 1983 con el objetivo de ser un espacio para la transacción de certificados como medida de compensación orientada a restaurar o proteger humedales que han sido afectados por diversas actividades de interés público (como vías de comunicación, por ejemplo), frente a la ineficacia de las acciones estatales destinadas a mitigar sus efectos. Los resultados son bastante halagadores ya que, entre 1992 y 2001, el número de bancos autorizados a realizar estas transacciones creció de 46 a 219 y el número de hectáreas protegidas alcanzó las 56,253 para ese mismo año.

En el caso del mercado de SOx30, éste funciona como una especie de bolsa en donde se

transan unidades de SOx, en el marco de un programa nacional del gobierno estadounidense orientado a reducir los niveles de emisión de estos gases causantes de la ‘lluvia ácida’ en 10 millones de toneladas entre 1980 y 1990, en 9 millones para la década siguiente (1990-2000) y en 4.3 millones adicionales para la década en curso. Como cualquier bolsa pueden transarse en los mercados spot, forward u options.

En tercer lugar, tenemos los mercados de carbono31 o más estrictamente de CO2e que aglutina a todos aquellos GEI que permanecen en la atmósfera produciendo el calentamiento del planeta. Existen básicamente 2 tipos de mercado: el mercado regulado y los mercados voluntarios. El mercado regulado se refiere al que surge a partir de la entrada en vigencia del Protocolo de Kioto, que establece metas de reducción del nivel de emisiones de CO2e a la atmósfera en 5.2% para el año 2012, en comparación al nivel emitido en el año 1990.

Esta historia nos remite a 1992, cuando se establece la Convención Marco sobre Cambio Climático de Naciones Unidas, con el objetivo de enfrentar la problemática del calentamiento global del planeta generada por la tasa de emisiones de gases efecto invernadero de origen antropogénico. Cinco años después, en 1997, en la 7ª COP, llevada a cabo en la ciudad de Kioto, se elabora un Protocolo el cual establecía límites al nivel de emisiones de cada país.

Se estableció también que, para que el Protocolo entre en vigencia, era necesaria la ratificación por parte de los congresos de, al menos, 55 países que, en conjunto, representen como mínimo el 65% del total de emisiones mundiales. Así, aunque la inmensa mayoría de países lo ratificaron con bastante rapidez, el Protocolo no pudo entrar en vigencia sino hasta

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http://www.epa.gov/wetlandsmitigation/ 30

http://www.epa.gov/airmarkets/progsregs/arp/index.html 31

www.unfccc.int, www.v-c-s.org, www.chicagoclimatex.com

39

Mayo del 2005 debido a que no había sido ratificado ni por EEUU ni por Rusia, los cuales, en conjunto, generaban más del 35% de las emisiones de CO2 globales. En Mayo del 2005, sin embargo, es ratificado por Rusia, con lo cual entró en vigencia legalmente. El primer periodo de compromiso fijado para que los países cumplan estos compromisos es el quinquenio 2008-2012.

El Protocolo también establece los mecanismos y tipos de proyectos que pueden usar los países para alcanzar sus metas establecidas.

Existen 3 mecanismos permitidos:

Implementación conjunta (inversión en proyectos elegibles en cooperación con otros países desarrollados)

Comercio de Emisiones (compra de certificados a países desarrollados que ya hubieran alcanzado sus metas)

Mecanismos de Desarrollo Limpio (inversiones en proyectos elegibles en países no desarrollados)

Entre los tipos de proyecto permitidos tenemos:

Eficiencia Energética Sustitución de Energía Manejo de Residuos Forestación y Reforestación Captura de gases fugitivos

Finalmente, para que un proyecto pueda transar certificados de carbono en el mercado regulado debe pasar por una serie de evaluaciones externas:

Validación (a cargo de un auditor externo acreditado por UNFCCC) Registro (a cargo de UNFCCC) Certificación (a cargo de un auditor externo acreditado por UNFCCC, diferente al

validador)

Como ya señalamos anteriormente, para el primer periodo de compromisos, proyectos de deforestación evitada (REDD) no están permitidos como proyectos MDL, existiendo un gran debate acerca de si deben permitirse para el siguiente periodo de compromisos (2012-2017).

Los mercados voluntarios funcionan de manera bastante similar con la diferencia que los compradores no están obligados a reducir sus niveles de contaminación y lo hacen únicamente de manera voluntaria (por marketing o porque creen que en un futuro va a ser obligatorio y

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quieren anticiparse a una subida en los precios). El mercado más conocido es el Voluntary Carbon Standard (VCS) pero existen incluso Bolsas, similares a las bolsas de valores (la más conocida es la Bolsa del Clima de Chicago ó CCX), en la que se transan estos certificados voluntarios.

El carácter tan restrictivo del mercado regulado (sólo permitir proyectos de reforestación) ha llevado a los mercados voluntarios a permitir la participación de otros tipos de proyectos para evitar la deforestación que han venido a denominarse bajo el término genérico de proyectos REDD (reducción de emisiones por deforestación o degradación). Los proyectos REDD nacen ante la constatación que las iniciativas de reforestación estaban muy lejos de compensar el avance de la deforestación y que debían generarse incentivos económicos directos que se sumarán a los esfuerzos para detener la deforestación. No obstante esto, en la práctica el camino para poder concretar una transacción tanto un proyecto de reforestación como un proyecto REDD es bastante arduo, aunque no hay duda que los mercados de carbono son mercados emergentes y que pocos dudan que van a seguir creciendo. Efectivamente, el tema del cambio climático ya se ha asentado en la opinión pública así como en la agenda política de los principales líderes del mundo. El siguiente cuadro muestra el volumen y valor de las transacciones realizadas en los últimos 2 años de certificados de carbono, tanto en los mercados voluntario como regulados.

CUADRO 6: TAMAÑO DEL MERCADO DE CARBONO A NIVEL MUNDIAL

Volumen (millones de tCO2e) Valor (millones de US$)

Mercados 2006 2007 2008 2009 2006 2007 2008 2009

Voluntarios OTC 14 42 57 51 59 258 420 326

CCX 10 23 69 41 38 72 307 50 Otros intercambios s. i. s. i. 0.2 2 s. i. s. i. 2 12

Total Mercados Voluntarios 25 65 127 94 97 331 728 387

ETS UE 1,104 2,061 3,093 6,326 24,436 50,097 100,526 118,474

MDL Primario 537 551 404 211 6,887 6,887 6,511 2,678

MDL Secundario 25 240 1,072 1,055 8,384 8,384 26,277 17,543 Implementación conjunta (JI) 16 41 25 26 141 495 367 354

AAU Kyoto s. i. s. i. 23 155 s. i. s. i. 276 2,003 Nuevo Gales del Sur 20 25 31 34 225 224 183 117

RGGI s. i. s. i. 62 813 s. i. s. i. 241 2,667 SGER Alberta s. i. s. i. 3 5 s. i. s. i. 34 61

Total Mercados Regulados 1,702 2,918 4,713 8,625 40,073 66,087 134,415 143,897

Total Mercados de Carbono 1,726 2,983 4,840 8,719 40,170 66,418 135,143 144,284 Fuente y elaboración: Ecosystem Marketplace "Building bridges. State of Voluntary Carbon Markets 2010" y "State of Voluntary Carbon Markets 2008"

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Todos los proyectos de carbono tienen una estructura argumentativa común que responde a la preocupación de quienes respaldan estos compromisos ambientales para que los fondos que se destinen a esto sean adecuadamente aprovechados.

Básicamente, un proyecto debe cumplir con los siguientes requisitos para poder acceder a vender los certificados que genere en los mercados existentes:

Adicionalidad Elegibilidad Metodología validada para estimación neta de remociones Sistema de monitoreo Cuantificación y descuento de fugas

Por adicionalidad, entendemos que el proyecto (la reforestación o la conservación del bosque, por ejemplo) no sería posible sin los ingresos provenientes de la venta del carbono. Es decir, que no son parte de algún programa público o que no supere el umbral financiero mínimo exigido por un inversionista privado.

Por elegibilidad, se entiende que la situación inicial cumple con los requisitos del mercado. Por ejemplo, en el caso de la reforestación, el área en la que ésta se dé debe caer bajo la definición nacional de ‚no-bosque‛ o, en el caso de un proyecto REDD, bajo la definición nacional de ‚bosque‛.

En tercer lugar, el proyecto debe utilizar un paquete de ecuaciones para el cálculo de sus remociones, emisiones y fugas que esté aprobado por el estándar al cual aplica.

De esto se deriva, el cuarto requisito que es implementar un plan de monitoreo que permita medir las variables requeridas para poder hacer uso del sistema de ecuaciones indicado en el punto anterior. Ambos componentes constituyen la metodología del proyecto.

Finalmente, un elemento clave, y específico para el caso de proyectos forestales, es el tema de las fugas, en el cual nos explayaremos brevemente, por lo controversial que resulta, lo que lo ha llevado a convertirse en la principal barrera para la expansión de los proyectos forestales de carbono.

Una fuga ocurre cuando las actividades que se vienen realizando en una determinada área y que generan emisiones no desaparecen con la presencia del proyecto, simplemente se desplazan a un lugar que está fuera del área en la que se ejecuta el proyecto. Por ejemplo, si en un área que originalmente se dedicaba a ganadería, se decide realizar un proyecto de

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reforestación, el ganado debe moverse, existiendo el riesgo (si no hubiera donde ponerlo) que se desbosque un bosque cercano para trasladar ahí al ganado, en cuyo caso, como resulta evidente, el proyecto de reforestación no sólo no estaría generando un impacto positivo al balance climático, sino al contrario, estaría perjudicándolo. Para proyectos REDD, las fugas se deberían por desplazamiento de las actividades causantes de deforestación: agricultura, ganadería, minería, tala ilegal, lo que resulta difícil de estimar y que ha dado lugar a mucho debate entre quienes sostienen que es imposible determinar estas fugas al nivel de proyecto por lo que la escala adecuada para que REDD entre a los mecanismos de financiamiento es únicamente la escala nacional (es decir, que el gobierno sea el único autorizado a vender certificados de carbono por REDD si logra acreditar que ha disminuido la tasa de deforestación con relación al nivel previsto en ausencia de REDD). Este enfoque tiene detractores, entre ellos el Perú, que sostienen que el nivel sub-nacional (proyectos) es una escala más apropiada para desarrollar estrategias eficaces contra la deforestación.

Analicemos entonces el concepto de ‚fuga‛, con la ayuda del siguiente gráfico:

GRÁFICO 9: FUGAS POR EFECTO DE UN PROYECTO DE ‚PROTECCIÓN‛ DE UN ÁREA

Elaboración propia

En la gráfica 9, se muestra un área (verde) que, antes del inicio del proyecto (momento 1), está siendo objeto de deforestación y degradación por tala y quema del bosque. Un proyecto REDD orientado únicamente a vigilar el área con el fin de proteger que no se siga talando y quemando podría simplemente haber generado un desplazamiento de dichas actividades a otra área (amarilla) que originalmente no estaba siendo afectada pero que ahora (por la protección del proyecto en el área verde) ha atraído el interés de los agentes causantes de estas actividades, a partir del inicio del proyecto (momento 2). En el balance, no se habría logrado reducir las emisiones por deforestación, sólo se habrían desplazado.

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Finalmente, con una participación bastante marginal y casi circunscrita a transacciones directas y no reguladas por ningún mercado, tenemos los ‘bonos de biodiversidad’, asociados principalmente a hábitats, ecosistemas o especies amenazadas. Por lo mismo que más ambicioso, es un mercado aún muy poco desarrollado.

3.4 Balance sobre barreras y limitaciones

En resumen, existe una diversidad de herramientas desarrolladas para enfrentar, con diferentes enfoques y resultados, la problemática del uso no sostenible de los recursos naturales y la destrucción de los ecosistemas forestales en el mundo, a pesar de enfrentar dificultades para su implementación de manera masiva, entre las que destacan:

Altos costos de transacción: tal es el caso de los costos de certificación así como del proceso para registrar y vender bonos de carbono

Limitado monitoreo en el cumplimiento de los estándares: por ejemplo, en el caso del monitoreo de los cumplimientos de los lineamientos establecidos en los planes de manejo y en los estudios de impacto ambiental

Mercados de incipiente desarrollo o muy marginales: como ya vimos en el caso de los mercados de carbono y de biodiversidad y en el caso de la certificación de comercio justo

Mercados negros: como en el caso de la madera, en la que se estima que en el Perú más del 80% provenía de tala ilegal

Criterios no técnicos establecidos en el diseño de las herramientas: como vimos al analizar el proceso de adjudicación de las concesiones maderables

En los siguientes capítulos veremos casos prácticos, en el mundo y en nuestro país de esfuerzos por reducir la deforestación y promover el manejo sostenible del bosque amazónico, mediante la introducción de este tipo de herramientas.

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CAPÍTULO 4: EXPERIENCIAS NACIONALES E INTERNACIONALES SIMILARES

En este capítulo, presentaremos 4 experiencias internacionales que han usado algunas de las herramientas presentadas para promover la conservación del bosque amazónico. En todos los casos, son experiencias pioneras, cada una en su ámbito, y paradigmáticas que, en su época, revolucionaron el mundo de la conservación y abrieron trocha para otras iniciativas en otras partes del mundo.

Esta selección no pretende ser exhaustiva. Únicamente, busca exponer, circunscribiéndome a Latinoamérica, casos ampliamente conocidos, desde una lectura analítica, a fin de realizar un balance de los aportes, límites y dificultades que su implementación implicó así como los retos que su balance plantea para futuras acciones que se quieran desarrollar.

En primer lugar, presentaremos el caso de Lomerío, la primera comunidad indígena en Bolivia (y en América Latina) en obtener, en 1996, la Certificación Forestal Voluntaria FSC para la madera extraída de sus bosques.

Seguidamente, presentaremos la experiencia del Proyecto de Acción Climática Noel Kempff Mercado, el primer proyecto de deforestación evitada con fines de venta de bonos de carbono en el mundo. Este proyecto inicia operaciones en 1997, cuando ni siquiera había ocurrido la COP7 de Kioto y ya en su primera evaluación (en el 2005) había logrado acreditar casi 1 millón de toneladas de CO2 dejadas de emitir, gracias al proyecto.

En tercer lugar, presentaremos una iniciativa de ecoturismo desarrollada en el Perú, el albergue Posada Amazonas en Madre de Dios, co-propiedad de una empresa privada (Rainforest Expeditions) y una comunidad indígena amazónica (CN Infierno), en un joint venture de 20 años, cumplido el cual será transferido íntegramente de la comunidad.

Finalmente, presentaremos el caso de una etnia indígena amazónica brasileña y su experiencia en la comercialización de un producto forestal no maderable del bosque amazónico con valor agregado (aceite de castaña) a una transnacional británica de comercio justo que lo usa como insumo para la fabricación de productos para la higiene personal (shampoo y reacondicionador).

a. Lomerío (Bolivia)

Lomerío es una comunidad indígena boliviana que a mediados de la década pasada saltó a la palestra internacional por ser la primera iniciativa de manejo forestal comunitario en obtener una certificación FSC para sus bosques comunales, con apoyo de la cooperación internacional.

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Por tal motivo, hemos considerado relevante incluir el análisis de su caso para extraer lecciones y experiencias acerca de cómo, mediante un esquema de certificación, es posible desarrollar la diferenciación de un producto (en este caso, la madera proveniente de los bosques comunales) en el mercado. Y cómo esta estrategia de diferenciación contribuye a mejorar los ingresos de las familias locales y a conservar el bosque amazónico.

Lo primero que llama la atención de la experiencia de la Comunidad Originaria de Lomerío en Chiquitania, Santa Cruz – Bolivia, es la escasa información disponible actual sobre esta experiencia que, en su momento, fue considerada, la primera iniciativa exitosa de manejo forestal autogestionario de una comunidad indígena autóctona en Latinoamérica y que poco después no logró mantener el sello FSC por razones que aquí trataremos de elucidar, con la limitada información a la que tuvimos acceso.

El cantón de Lomerío está integrado por 25 comunidades con una población total de 5,500 habitantes. En 1982, se crea la Central Indígena de las Comunidades Originarias de Lomerío (CICOL) quien expulsa de sus territorios comunales a los madereros que extraían la madera de manera ilegal o mediante engaños a la comunidad. Cuatro años más tarde, con el apoyo de la ONG APCOB (Apoyo para el Campesino Indígena del Oriente Boliviano) se elabora un proyecto de manejo forestal comunitario, el cual recibe financiamiento de la cooperación internacional (HIVOS, OXFAM y SNV). En 1994, BOLFOR (Bolivia Sustainable Forest Management Project) suma su apoyo al programa de manejo forestal comunitario, siendo su énfasis la articulación de los productos maderables al mercado. En 1996, se convierten en el primer bosque en alcanzar la certificación forestal voluntaria FSC en Bolivia, lo que genera un impacto positivo significativo tanto en la auto-percepción de las propias comunidades como en las oportunidades de apoyo externo.

En el año 2000, el programa ya trabajaba con 15 comunidades para un área bajo manejo de 60,700 hectáreas y tenía proyectado expandirse a 7 comunidades más y un área adicional de 42,577 hectáreas, con lo cual todo el territorio de Lomerío estaría bajo manejo.

Sin embargo, en el 2002, año en que la certificación debía ser renovada, esto no ocurrió y hoy por hoy, la experiencia prácticamente no está funcionando.

El gráfico 10 ilustra el esquema del negocio forestal: la madera extraída en trozas de los bosques comunales era entregada al aserradero que es propiedad compartida de las 25 comunidades, representadas por su organización CICOL. Este aserradero transforma la madera y la vende en los mercados, originalmente, locales, y, posteriormente internacionales, con la obtención de la certificación forestal FSC. Cabe señalar que con la certificación, la demanda de madera por parte de los mercados internacionales se expandió enormemente (más rápido

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que la capacidad comunal de abastecerlo), incluyendo la demanda por especies poco o nada comerciales, pero abundantes en los bosques de Lomerío.

GRÁFICO 10: CADENA PRODUCTIVA DE LA MADERA DE LOMERÍO

Elaboración propia basada en Birk, Gudrun. ‚Dueños del bosque: Manejo de los recursos naturales por indígenas chiquitanos de Bolivia‛. APCOB-CICOL. Marzo, 2000

Otro de los impactos positivos de la certificación tiene que ver con el interés que generó en la cooperación internacional el logro de Lomerío, así como también el impacto anímico en la población local. Se habla de un sentimiento de ‚superioridad moral‛ entre los comuneros por el hecho de haber sido los primeros en haber obtenido la certificación FSC, antes incluso que los grandes empresarios. Esto llevó también a una actitud más favorable hacia la conservación por parte de los comuneros que, por primera vez, veían cómo el uso sostenible de un recurso les generaba beneficios concretos. Comparados con los ingresos que recibían tradicionalmente por la venta de árboles en pie a madereros, el manejo autogestionario de su bosque incrementó sustancialmente los ingresos al vender la madera en trozas.

Adicionalmente, se llegó al acuerdo entre todas las comunidades para que cada año se extraería la madera de cinco comunidades, con lo cual, en cinco años se estaría extrayendo la madera de todas las comunidades y al año 6 se estaría volviendo a trabajar el bosque de las cinco primeras comunidades, con lo cual cada comunidad tendría ingresos por venta de madera en trozas una vez cada cinco años. Para paliar la caída en los ingresos en los 4 años intermedios, el proyecto contempló apoyar otras actividades productivas complementarias,

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entre las cuales destaca el fomento de la actividad agropecuaria, principal fuente de sustento de las familias locales para su auto-subsistencia.

¿Qué sucedió entonces para que una experiencia tan exitosa y promisoria se derrumbara tan rápidamente?

Aun antes de la pérdida de la certificación, análisis internos citados por Birk (2000) y por Markopolous (1998) documentaban algunos puntos críticos encontrados.

Confusión respecto a la propiedad del aserradero. La figura de la propiedad intercomunal no existe en la tradición chiquitana por lo que el aserradero se convirtió en una fuente de continuos conflictos.

Poca cultura empresarial en la cosmovisión chiquitana. Los comuneros creían que el aserradero (que además en un inicio estuvo dirigido por un comunero) estaba obligado a brindarles apoyo (préstamos, transporte, etc.), como es tradicional en la cultura chiquitana, basada en la solidaridad, lo cual generaba pérdidas al aserradero que debía ser subsidiado por la cooperación internacional. Cuando los precios se incrementan como consecuencia de la inserción en los mercados internacionales, esto permite al aserradero no trabajar a pérdida pero no repercute en mayores ingresos para las comunidades por la venta de madera en troza, lo que también dio origen a nuevos conflictos. ‚La certificación ha promovido la redefinición del rol de una comunidad, las responsabilidades en el manejo de bosque y la administración de la empresa, dándole mayor énfasis a la participación activa de la comunidad en lo que respecta a la toma de decisiones. Sin la certificación, los conflictos generados en una empresa de desarrollo no hubieran sido notados.‛32. Sin embargo, el mismo autor menciona que la certificación ha prolongado la dependencia de la asistencia externa de la comunidad, tanto económica como técnica.

Asimismo, la mayor demanda proveniente del mercado internacional, asociada a una mayor exigencia de calidad y cantidad, no pudo ser atendida por la capacidad del aserradero, lo que afectó la credibilidad ante los clientes. El tiempo promedio de atraso en la entrega de los pedidos era de 5 a 6 meses, con picos que podían alcanzar hasta 18 meses.

La persistencia de los hábitos culturales tradicionales entre los chiquitanos (que priorizan sus festividades tradicionales frente a un horario de trabajo regular y continuo) ha impedido al proyecto contar con una oferta estable y garantizada.

El retiro del apoyo de BOLFOR a partir de 1999 era ya un indicador de que el aserradero no estaba listo para continuar operando sin la asistencia técnica externa.

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Markopolous, Matthew. Los impactos de la certificación en empresas forestales comunales: un caso de estudio en la comunidad de Lomerío, Proyecto de Manejo Forestal, Bolivia. En: Forestería y Uso de Suelo Serie Nº 13. Abril 1998.

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La necesidad del aserradero de ser autosostenible entraba en conflicto directo con los beneficios sociales tan valorados por los comuneros. Debemos recordar que el origen del proyecto no fue la maximización de las ganancias sino la defensa del territorio. Se preveía que esto podría llevar a un aislamiento de la empresa con relación a las comunidades.

En resumen, la certificación ha puesto a Lomerío en el centro de atención lo que ha revelado sus debilidades internas y agudizado los conflictos, en parte por el enfoque de promoción de esquemas asociativos inter-comunales.

Para el mismo autor (Markopolous), sin la certificación, la experiencia de Lomerío ya en 1998, estaría moribunda o extremadamente débil. La certificación atrajo recursos de la cooperación internacional y nacional para consolidar la iniciativa y superar las ineficiencias y debilidades, lo que no implica que éstas no hayan existido desde un inicio.

El aserradero y las comunidades comenzaron a divergir en varios aspectos esenciales a su naturaleza. Por un lado, el aserradero debía funcionar con la lógica de una empresa, es decir, buscando permanentemente la maximización de sus ganancias y la eficiencia productiva, lo que entró en colisión con la lógica de la cultura indígena, en la cual la solidaridad y un uso del tiempo en diversas actividades y no sólo en una sola son elementos esenciales que no fueron enfrentados de manera directa para la búsqueda de un punto de encuentro.

El balance es que, si bien la estrategia de diferenciación del producto y la generación de valor agregado funcionaron bien en un primer momento, desde un punto de vista económico, la iniciativa no tomó en cuenta los aspectos culturales y organizacionales que, en los nuevos enfoques sobre emprendimientos a pequeña escala, tienen una relevancia mayúscula. En tal sentido, al parecer se quiso avanzar en este proceso de integración vertical a un ritmo acelerado (hasta llegar a la exportación) en lugar de consolidar las etapas previas y solucionar los conflictos latentes. Al perder la certificación, el apoyo de la cooperación internacional se reduce drásticamente, llevando al declive de esta experiencia pionera de manejo forestal comunitario.

b. Proyecto de Acción Climática Noel Kempff Mercado (Bolivia) (PAC-NKM)

El PAC-NKM fue la primera iniciativa en el mundo (y por muchos años, la única) de valorización y monetización del servicio ambiental de captura de carbono. Aunque el proyecto hasta la fecha no ha vendido los certificados de carbono generados, esto no se ha debido a la ausencia de mercados sino principalmente a decisiones internas de los accionistas y a la inexistencia de un marco legal suficientemente claro sobre el tema.

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Estando los mercados de carbono hoy en pleno apogeo, resulta interesante analizar esta experiencia pionera y su eficacia para reducir la deforestación en la Amazonía Boliviana. En el capítulo siguiente, analizaremos una experiencia nacional similar.

El Parque Nacional Noel Kempff Mercado es un área natural protegida ubicada en los departamentos de Santa Cruz de la Sierra y Beni en Bolivia, ocupando un área total de 1’582,322 hectáreas, de las cuales 642,458 hectáreas fueron destinadas al proyecto. En el año 1996, se idea y formula el PAC-NKM con participación de las ONGs The Nature Conservancy, Fundación Amigos de la Naturaleza y Winrock International y el Gobierno de Bolivia.

El PAC-NKM es el primer y más paradigmático proyecto de deforestación evitada con fines de venta de certificados de carbono, en el mundo. Se formula en un momento en el cual el Protocolo de Kioto no sólo no estaba ratificado sino que ni siquiera había sido elaborado. Sin mencionar, que en dicho Protocolo, los proyectos REDD no fueron permitidos, como ya apuntamos en el capítulo anterior.

De acuerdo a las proyecciones originales, el PAC-NKM debía contribuir a reducir las emisiones de CO2 del área del proyecto en 1’034,107 toneladas hasta el año 2005 y 5’837,341 toneladas hasta el año 2026 (año de término del proyecto), desde su inicio en 1997. En el año 2006, se realiza la primera auditoría al proyecto a cargo de la certificadora SGS quien determinó que, para el periodo 1997-2005, el proyecto había evitado que se generaran emisiones de CO2 por un total de 989,622 toneladas, equivalente al 95.7% de lo previsto.

La estrategia utilizada para lograr esta reducción se ha basado en dos componentes:

Cese de la tala ilegal. Para ello, tuvo que indemnizar a cuatro concesionarios forestales que tenían derechos de extracción de madera en un área de 701,600 hectáreas, las mismas que fueron incorporadas al área del Parque. Aproximadamente, se destinaron US$1.7 millones para este fin, habiéndose realizado una valorización del volumen maderable existente en el área y autorizado a ser extraído, de acuerdo a un modelo dinámico de programación no lineal que asume que, en el mercado forestal internacional, Bolivia es un país precio-aceptante.

Reducción de la deforestación. La segunda fuente de emisiones identificada es la deforestación causada por actividades agropecuarias de las poblaciones vecinas. Para medirlas, el proyecto, basándose en imágenes satelitales de la zona tomadas en 3 años diferentes (1986, 1992 y 1996), calculó la tasa anual de deforestación, y, con ayuda del software GEOMOD, identificó las variables que influyeron en la localización de esta deforestación. Identificándolas, y con ayuda del mismo software, proyectó

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dónde y a qué tasa ocurriría la deforestación en el futuro, en ausencia del proyecto. Para hacer frente a esta amenaza, destina 1.8 millones de US$ para actividades de protección del área (patrullaje, etc.) y US$ 1.6 millones para un programa de desarrollo comunitario, basado en el fomento de actividades productivas para la subsistencia de la población local. Este componente resulta clave porque, de sólo tomar en cuenta la protección del área, existiría el riesgo plausible que la deforestación se desplazaría hacia otras zonas debido a que las necesidades de subsistencia de la población local se mantendrían.

En resumen, para el periodo 1997-2006, se gastaron aproximadamente US$ 11.55 millones para la implementación del proyecto, distribuidos como se detalla en el gráfico 11:

GRÁFICO 11: DESTINO DE LOS GASTOS EFECTUADOS EN EL PAC-NKM (1997-2006)

Fuente y elaboración: S. Panfil (2008). The Noel Kempff Mercado Climate Action Project

Como todavía no se han vendido los certificados de carbono, no es posible analizar la rentabilidad financiera del proyecto. Sin embargo, independientemente de eso, el proyecto ha resultado eficaz en su objetivo de conservar el área y a un costo menor para el Estado al haber internalizado, a través de los fondos de la cooperación y de empresas privadas, los beneficios ambientales que la conservación del área generaba.

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El gráfico 12 muestra que los US$ 11.55 millones gastados en el periodo de 9 años fueron financiados íntegramente por empresas privadas y organizaciones conservacionistas.

GRÁFICO 12: FUENTES DE FINANCIAMIENTO DEL PAC-NKM

Fuente y elaboración: S. Panfil (2008). The Noel Kempff Mercado Climate Action Project

Finalmente, el gráfico 13 nos muestra la distribución de los certificados de carbono generados, con un 51% de propiedad de inversionistas privados y un 49& de propiedad del gobierno boliviano (incluyendo el Gobierno Central, el Parque Nacional NKM y el Sistema Nacional de Áreas Protegidas). Creemos, sin embargo, que este negocio fue posible por su carácter pionero, que atrajo importantes fondos privados. Sin embargo, desde un punto de vista estrictamente económico, se necesitaría un precio muy superior al precio actual de mercado y/o una tasa de descuento muy baja para que los costos del proyecto puedan ser recuperados con la venta de los certificados generados.

GRÁFICO 13: DISTRIBUCIÓN DE LOS CERTIFICADOS DE CARBONO GENERADOS

Fuente y elaboración: S. Panfil (2008). The Noel Kempff Mercado Climate Action Project

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En el balance, podemos decir que aunque el PAC-PNNKM no ha logrado demostrar ser un modelo financieramente viable (y, en ese sentido, resulta poco replicable), lo cierto es que abrió el camino para el desarrollo de nuevos proyectos de deforestación evitada, con herramientas y enfoques mucho más finos, que recogen esta experiencia pionera.

Con relación al tema de fugas, es interesante notar que la simple expulsión de los concesionarios de madera del área del PNNKM no garantiza que estos concesionarios no se hayan ido a otras áreas de bosque para seguir extrayendo madera (bien sea formalmente, de manera ilegal o a través de otras empresas), más aún si han sido objeto de una indemnización. Quizás éste es un punto débil que hoy, con el avance de las discusiones, no resultaría aceptable como estrategia REDD. Diferente es el caso del componente de desarrollo comunitario, el cual, al contemplar la promoción de actividades productivas ambientalmente amigables en sustitución de actividades económicas tradicionales más deforestadoras resulta mucho más sólido como argumento contra el riesgo de fugas.

En el balance, el PAC-NKM puede sostener que efectivamente logró reducir la deforestación y en el área del proyecto, de manera efectiva, aunque quedan dudas sobre su impacto neto sobre la degradación (tala de madera). Sin embargo, al no haber completado el ciclo económico hasta la venta de los bonos de carbono, no es posible determinar la sostenibilidad financiera de la iniciativa, la cual, a la fecha, sólo ha podido mantenerse de manera subsidiada gracias a los recursos destinados para su operatividad.

c. Albergue Posada Amazonas (Perú)

El presente caso ha sido seleccionado como un ejemplo de generación de eco-negocio, a partir de la transformación de un servicio ambiental (en este caso, la belleza paisajística) en un bien no público, transable en el mercado (una oferta turística). La particularidad de esta iniciativa y la razón de su inclusión en el presente informe es que la iniciativa es quizás el más conocido y exitoso esfuerzo por combinar la conservación de la biodiversidad con el desarrollo económico local. Albergue Posada Amazonas (APA) es propiedad de una comunidad nativa amazónica (CN Infierno - CNI) en el marco de un joint venture con una empresa privada (Rainforest Expeditions - RFE), por el cual las utilidades se reparten 40% para RFE y 60% para la CNI, acuerdo establecido por 20 años. Analizaremos en particular, cómo el esquema ha servido para internalizar los beneficios de un bien público como la belleza paisajística contribuyendo a disminuir la presión sobre el bosque de las familias locales. El albergue está localizado en territorio de la comunidad nativa lo que, a efectos del análisis, resulta más fuerte, en términos de seguridad jurídica, que el esquema de concesión.

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La CNI ocupa una superficie de 9,558 hectáreas, albergando 650 personas aproximadamente (alrededor de 150 familias), entre mestizos e indígenas de la etnia Eseja.

En mayo de 1996, RFE y la CNI firmaron un contrato por 20 años, mediante el cual el albergue RFE invierte en la construcción de un albergue de propiedad de la CNI, distribuyéndose las utilidades generadas en ese periodo en 60% para la CNI y 40% para RFE, al cabo del cual, las utilidades pasarían a ser íntegramente de la CNI.

El contrato estipula una gran variedad de obligaciones tanto para la comunidad como para la empresa tales como la prohibición de la caza y la tala de madera por parte de la comunidad y la gestión del albergue por parte de la empresa.

La construcción del albergue fue posible con recursos de la cooperación internacional (el Fondo Contravalor Perú-Canadá aportó 310 mil dólares), una línea de crédito de 90 mil dólares y recursos propios de la empresa. Finalmente, en 1998 el albergue fue inaugurado. Desde su inauguración, Posada Amazonas ha mostrado un proceso de crecimiento sostenido en su participación en el mercado de ecoturismo en la región Madre de Dios, la cual, a su vez ha tenido también un incremento continuado en el flujo de turistas.

CUADRO 7: PARTICIPACIÓN DEL MERCADO DE TURISMO DE LA REGIÓN Y DE APA

Año Flujo de Turistas % Mercado

Madre de Dios Perú APA APA/MDD MDD/Perú 1992 2,913 216,534 - 1.3% 1993 2,959 271,901 - 1.1% 1994 6,305 386,120 - 1.6% 1995 7,542 479,231 - 1.6% 1996 11,236 662,736 - 1.7% 1997 10,732 746,599 - 1.4% 1998 13,923 819,530 1,386 10.0% 1.7% 1999 25,097 944,000 3,386 13.5% 2.7% 2000 29,195 793,183 4,198 14.4% 3.7% 2001 33,997 792,466 4,591 13.5% 4.3% 2002 36,948 859,379 5,231 14.2% 4.3% 2003 38,302 881,010 5,779 15.1% 4.3% 2004 41,946 1,244,608 6,155 14.7% 3.4% 2005 45,589 1,296,010 7,000 15.4% 3.5% 2006 49,233 1,347,850

3.7% 2007 52,876 1,540,107

3.4% Fuentes: Observatorio Turístico del Perú (2009), Página Web MINCETUR, Pilco (2006) y Pérez y Revilla (2003) Elaboración propia

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El cuadro 7 confirma esta evolución. Por una parte, Madre de Dios ha incrementado su participación en el mercado total de turistas del Perú de 1 a 4%, mientras que, similarmente, APA aumentó su participación de 10 a 15% con relación al total de turistas que llegan a Madre de Dios, estimándose actualmente dicho porcentaje en 20%.

Como se observa en el cuadro 8, en cinco años, la comunidad recibió más de un millón de dólares. Esto nos da un promedio de $1,442 anuales por familia. La principal fuente de ingresos proviene de la utilidad propia del albergue, que representa el 33% del total de estos ingresos (del cual 24% se reinvierte y 9% se entrega a la comunidad), seguido de los sueldos a staff y guías, con el 22%.

CUADRO 8: INGRESOS NETOS CN INFIERNO DE APA 1998-2002

Fuente de Ingresos US $ En % Utilidad reinvertida en el albergue 260,852 24.1% Utilidad entregada a la comunidad 91,225 8.4% Utilidades del Bar 41,987 3.9% Visitas al Centro Ñape 12,100 1.1% Sueldos del staff y guías 233,830 21.6% Venta de artesanías 29,228 2.7% Compra de alimentos 13,743 1.3% Construcción de APA 215,000 19.9% Personal extra (volantes y jornaleros) 47,083 4.4% Donaciones y Premios 80,000 7.4% Capacitación 45,000 4.2% Infraestructura (Puerto Mirador y Carretera) 11,582 1.1% TOTAL 1,081,630 Fuente y elaboración: Chávez, Jorge (2004b). Ecoturismo: La experiencia de Posada Amazonas. UNALM, Lima – Perú.

Uno de los aspectos que generó controversia en ciertos momentos por parte de analistas externos es el impacto que este flujo cuantioso de ingresos podía causar en la forma de vida tradicional de la comunidad así como el destino de los ingresos. Chávez (2004a, 2004b) da cuenta de algunas dificultades encontradas en el proceso, tales como la agudización de conflictos entre nativos y ribereños, la disminución del apoyo por parte de las instituciones públicas con el argumento que la comunidad ya no era pobre y los conflictos causados por los diferentes ritmos de toma de decisiones (la empresa debe tomar decisiones mucho más rápidas que lo que la comunidad podía organizarse para evaluarlas), entre otros, así como algunos riesgos, tales como la excesiva dependencia de una sola fuente de ingresos y la limitación en el acceso a ciertos recursos (incluyendo la limitación de hacer chacra).

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Sin embargo, en términos de destino de los ingresos recibidos por la familia, la situación parecería no llevar a preocupación. Aproximadamente un 18% de sus ingresos se han destinado a mejorar la vivienda y un 13% a implementarla adecuadamente. Un 26% se ha usado en gastos corrientes (comida y ropa) y un 9% ha optado por ahorrar el dinero en el banco. Finalmente, un 12% se ha destinado a la compra de activos productivos entre los que destacan motosierras, motocicletas y motores peke peke (para botes). Quizás únicamente, la compra de motosierras merecería un mayor análisis, lo que no es parte del presente trabajo.

GRÁFICO 14: DESTINO DE LOS INGRESOS RECIBIDOS POR LAS FAMILIAS DE INFIERNO

Fuente y elaboración: Chávez, Jorge (2004a). Estudio de Caso: Posada Amazonas, vínculo empresa – comunidad. UNALM, Lima – Perú.

Lo destacable de la experiencia es que la participación activa de la comunidad en la gestión del albergue no ha implicado un desmedro en la calidad del servicio, como se puede observar a continuación. En el gráfico 15, se muestra que el nivel de satisfacción del cliente, en ningún año del periodo de análisis, ha caído debajo del 90%, lo que indicaría que el éxito de la iniciativa no está basado únicamente en la novedad como turismo ético o comunitario sino también en la calidad del producto recibido, lo que no implica que esté exento de quejas por parte de sus usuarios.

Según la misma fuente, en el 2002, al menos uno de cada tres turistas tuvo al menos una queja sobre algún aspecto relacionado con el servicio del albergue, porcentaje que disminuyó a la mitad (16%) al año siguiente. Los aspectos más mencionados fueron: iluminación (20%), información equivocada (13%), información referida a la partida (11%), entre otros, aspectos de menor gravedad.

18% 17%

13% 12%9% 9%

22%

0%

5%

10%

15%

20%

25%

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GRÁFICO 15: NIVEL DE SATISFACCIÓN DE LOS TURISTAS DE APA (1999-2003)

Fuente y elaboración: HEHER, Susan. Rainforest Expeditions: Where to next? School of Hotel Administration and Johnson Graduate School of Management, Cornell University, 2004.

En el balance, podemos decir que la iniciativa de joint venture entre RFE y la CNI para crear una propuesta que combina el turismo de naturaleza con el turismo comunitario o ético ha funcionado relativamente bien, con un incremento de más de 500% en 7 años, lo cual sólo en parte se debe al boom del turismo en Madre de Dios.

GRÁFICO 16: DISTRIBUCIÓN DE LA DEMANDA DE TURISMO POR REGIONES

Fuente y elaboración: PÉREZ Y REVILLA (2003)

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No obstante esto, su posibilidad de réplica en otras comunidades amazónicas es incierta, considerando el tamaño de este nicho de mercado, así como la ubicación de la iniciativa en el circuito turístico del interior del país más importante (por su cercanía a Cuzco). Como vemos en el gráfico 16, las otras dos zonas de la Amazonía (Zona Oeste y Zona Selva) tienen una participación mucho menor en el flujo turístico internacional.

Otro elemento a tomar en cuenta es la sostenibilidad de la experiencia una vez que la administración del albergue sea transferida a la comunidad, que podría no estar preparada para asumirla en toda su magnitud, por lo que se haría necesario mantener algún tipo de vínculo con RFE bajo algún esquema de subcontratación que le permita seguir aprovechando el expertise de su staff en la gestión de un albergue de estas características (incluyendo sus oficinas de promoción comercial en el extranjero), alternativa que ya se viene discutiendo internamente en la comunidad, lo que es otra señal clara de las capacidades empresariales desarrolladas entre los comuneros.

En el balance, entonces, podemos decir que, a diferencia del caso de Lomerío, en donde se pretendió dar todo el control empresarial a la comunidad nativa desde un inicio, en este caso, el modelo partió de reconocer las limitadas capacidades y nivel de conocimiento sobre el negocio turístico de la comunidad local. Esta constatación es, a nuestro juicio, la que ha permitido a la empresa ofrecer un servicio de calidad y garantizar un manejo empresarial sostenible que le ha permitido posicionarse internacionalmente bastante bien y alcanzar una solidez financiera que le dará un colchón suficiente al momento de la transferencia a la comunidad. Pero incluso en ese momento, quizás sería recomendable que la CNI subcontrate los servicios de RFE u otro operador turístico para las áreas administrativas y de promoción comercial del albergue. Finalmente, debe señalarse que, tan destacable como el logro financiero ha sido la habilidad de la empresa privada por involucrar a la comunidad desde un inicio, de manera progresiva, con el objetivo de ganarse su confianza. Al mismo tiempo, la comunidad ha ido comprendiendo la conveniencia de un proyecto de largo plazo a la búsqueda de beneficios inmediatos, factores todos que han llevado a hacer de APA una realidad que tiene mucho que enseñar tanto al Estado como al sector privado empresarial y la cooperación para el desarrollo.

Queda por determinar el nivel de replicabilidad de la iniciativa, lo cual requiere determinar el tamaño del nicho de mercado para un ecoturismo socialmente responsable, lo cual no es parte del presente trabajo. Sin embargo, hay espacio para el optimismo si nos guiamos de la afirmación de Eduardo Nycander, fundador de RFE, quien sostiene que ‚podría crear un Infierno al año‛ (entrevista personal).

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d. The Body Shop y la etnia Kayapo (Brasil)

La última experiencia que presentaremos se refiere a una empresa de comercio justo quien comercializa productos cosméticos a base de un recurso natural renovable extraído y procesado por una comunidad indígena de la Amazonía brasileña. En este esquema, un elemento de certificación (en este caso, el de comercio justo) se convierte en un mecanismo de mercado para aprovechar un nicho de mercado dispuesto a pagar un adicional por estos atributos, el cual al ser transferido parcialmente a la comunidad promovería el uso sostenible del recurso natural y la conservación del bosque amazónico.

The Body Shop International es una tienda minorista de venta de productos para el cuidado del cuerpo y productos de belleza, fundada en 1976 en Inglaterra y que, más de 30 años después, se ha expandido a 7 países a través de una red de 2,265 tiendas, con unas ventas totales de 703 millones de euros en el segundo semestre del 2006, según el reporte anual oficial del año 200733. TBS pertenece a IFAT, organización de comercio justo mencionada en el capítulo anterior.

Desde sus orígenes, la empresa ha desplegado una estrategia de marketing para resaltar su compromiso con las comunidades más pobres y con el respeto al medio ambiente, entre otras causas que le ha valido ser considerado como la segunda empresa a nivel mundial con mayor preocupación ambiental34. No obstante esto, no está ausente de detractores acérrimos, como veremos más adelante.

En el año 1991, TBS comenzó a comprar aceite de castaña elaborada por comunidades indígenas de la etnia Mebengokre (Kayapo)35 ubicada en la Amazonia brasileña. El aceite era usado como ingrediente para la fabricación de acondicionadores para el cabello. La nuez de Brasil o castaña es el fruto de un árbol que crece de forma silvestre en la Amazonía de Brasil, Bolivia y Perú, por lo que su aprovechamiento requiere la conservación del ecosistema en el que crece dicho árbol, lo que lo ha llevado a ser considerado como un modelo de negocio sostenible. Si a ello, le sumamos el hecho que se le añadía valor agregado y era producido por indígenas amazónicos, no resultará difícil comprender por qué se convirtió en un boom de ventas en la década pasada en Inglaterra.

33

The Body Shop International plc. “The Body Shop Values Report 2007” 34

Financial Times. “Company Rankings 2001: Media/NGOs – companies that best manage and effect environmental resources” in Financial Times 35

Etnia integrada por 4500 personas, organizados en 20 comunidades nativas, ocupando un territorio total de 120 mil kilómetros cuadrados.

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Sin embargo, en Diciembre de 1996, Petean36 (para la época, ex–empleado de TBS) remeció el tema al sostener que el acondicionador de aceite de castaña representaba sólo 1.5% del total de las ventas de TBS, lo que equivalía a 28 millones en 5 años (1991-1996) mientras que, en ese mismo periodo, las comunidades Kayapo sólo recibieron 686 mil dólares en el mismo periodo (2.45% del valor de venta del producto final). De esta manera, Petean intentaba poner en tela de juicio la esencia misma del negocio de TBS y la validez de su marketing como una empresa de comercio justo con los indios Kayapo.

En respuesta a dicho artículo, TBS37 sostiene que el precio pagado por litro de aceite de castaña ($35) es el triple del valor de un producto similar en el mercado internacional y que este precio permite no sólo un ingreso digno para los comuneros que participan del proyecto si no la posibilidad de inversión en beneficio de las mismas comunidades y, aunque presenta cifras globales sobre su programa de comercio comunitario (3.3 millones de dólares por año pagados a sus 25 proveedores ubicados en Asia, América y África38), no menciona datos específicos sobre cuántos ingresos recibieron los indios Kayapo por la venta de aceite de castaña (o al menos, qué volumen compró, a fin de poder estimar el ingreso recibido por las comunidades).

Aunque ésta es la crítica principal, existen otros argumentos sostenidos por sus críticos, entre los que destaca el efecto de división que ha producido TBS al interior de las comunidades como consecuencia de la generación de ingresos desproporcionados para unas cuantas familias locales, así como por el hecho de no trabajar con todas las comunidades Kayapo sino sólo con algunas. Asimismo, se sostiene que la publicidad de TBS al generar una demanda (en teoría inexistente) por productos elaborados a base de materias primas del bosque está generando, indirectamente, una presión sobre el bosque. Finalmente, se sostiene que el uso de la imagen del pueblo Kayapo en las herramientas publicitarias no es aceptable y la etnia debería ser compensada con parte de los beneficios adicionales que la empresa ha recibido gracias a esta publicidad. Por su parte, TBS sostiene que sin estos ingresos, el bosque de las comunidades Kayapo estaba en riesgo de perderse por presión de madereros y mineros.

Sin la información suficiente, no es posible concluir de manera inequívoca acerca de qué tan ética es la relación entre TBS y los indios Kayapo, en el sentido de qué tan equitativa es la distribución de los beneficios netos generados por la venta de los productos elaborados a base de aceite de castaña, ni tampoco acerca de los otros impactos negativos mencionados

36

Petean, Saulo. “Broken Promises” in Brazzil Monthly Magazine. December 1996 issue 37

Palese, Blair. “Kayapo: The Body Shop states its case” in Brazzil Monthly Magazine. June 1997 issue 38

Lo que equivale al 1% del valor total de las ventas de la empresa, principal argumento utilizado por sus detractores para cuestionar el carácter ético de su comercio.

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(agudización de las divisiones entre las familias Kayapo) ni el grado de amenaza real que se cernía sobre el bosque de los Kayapo.

Un análisis de la expansión de la infraestructura vial y la deforestación adyacente se necesitaría para confirmar esta última hipótesis. Sin embargo, y como ya hemos visto en el marco teórico, la decisión de deforestar o no depende del análisis de rentabilidad comparativo del mejor uso de la tierra en cada negocio, por lo que el argumento de Petean acerca que el marketing de TBS había creado una demanda artificial que llevaría a una sobreexplotación del recurso castaña no es válido. Al contrario, cuanto menor valor económico real obtengan las familias Kayapo de los diferentes recursos del bosque más probabilidad habrá que opten por su cambio de uso hacia actividades agropecuarias o permitan el ingreso de mineros o madereros. En ese sentido, a mayor precio obtenido por las comunidades por la venta del aceite de castaña, mayor inclinación de las comunidades por proteger su bosque comunal. Más aún, en el caso específico de la castaña no es posible una sobreexplotación del recurso puesto que el nivel de extracción depende únicamente de la oferta natural silvestre del fruto recogido del suelo.

Por último, no debemos olvidar lo marginales que aún son los mercados para productos no maderables y de comercio justo. En teoría, sin embargo, la tendencia mundial hacia el consumo de productos naturales sería un buen indicador de lo promisorio de un esquema de esta naturaleza como estrategia para mejorar las condiciones de vida de la población local y disminuir la presión por el cambio de uso de tierra de los bosques amazónicos. Esta mayor demanda por productos forestales no maderables debe ir de la mano con estudios que permitan determinar la capacidad de extracción de cada recurso a fin de no exceder su capacidad de regeneración natural.

La mejor prueba de esto es que TBS continúa operando, ahora como parte de la corporación L’Oreal (quien compró la compañía en 2006 por 652 millones de libras esterlinas) y comercializando productos a base de aceite de castaña, de acuerdo a su página Web, provenientes de tribus indígenas brasileñas (no menciona explícitamente a la etnia Kayapo), a través de una organización denominada The Amazon Rainforest Foundation, la cual tampoco está exenta de enemigos.

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CAPÍTULO 5: PRESENTACIÓN ANALÍTICA DE LA EXPERIENCIA

En el presente capítulo final, presentaremos dos casos más en los cuales he participado de manera directa, a través de la ONG AIDER, en donde he laborado de Agosto del 2002 a Septiembre del 2009:

a. Manejo de bosques comunales certificados por comunidades indígenas amazónicas b. Venta de servicios ambientales a través de un proyecto de deforestación evitada

en áreas naturales protegidas

Al final de cada caso, haré una breve referencia de mi función cumplida en cada experiencia:

a. Manejo de Bosques Comunales Certificados por Comunidades Indígenas Amazónicas

La primera experiencia data de 1999, cuando AIDER, en consorcio con la cooperación holandesa SNV y la organización regional indígena ORAU, inicia un proyecto financiado por el Gobierno de los Países Bajos para la promoción del manejo de bosques comunales en 22 comunidades nativas en la Región Ucayali.

El objetivo del proyecto era contribuir al desarrollo sostenible de las comunidades, entendiendo sostenible en sus 3 dimensiones (social, económica y ambiental), lo que implicaba que este desarrollo debía garantizar la preservación de los bosques comunales. Para ello, se trazó como estrategia el aprovechamiento de los recursos naturales existentes en el bosque. El siguiente gráfico explica adecuadamente cómo se había diseñado la consecución de los objetivos:

GRÁFICO 17: ESTRATEGIA Y OBJETIVOS DE LA INTERVENCIÓN

Fuente y elaboración propias

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Para implementar esta estrategia, se planteó una secuencia que priorizara los aspectos de organización social y estudios técnicos, así como la inducción entre los comuneros de una visión empresarial de este aprovechamiento. El gráfico 18 ilustra esta secuencia:

GRÁFICO 18: SECUENCIA DE INTERVENCIÓN DEL PROYECTO

Fuente y elaboración propias

En primer lugar, se trabajó con toda la comunidad en la formulación de su Plan de Desarrollo Comunal (PDC), con participación de todos los grupos existentes al interior de la comunidad, con el fin de recoger todos los intereses y plasmar una visión de conjunto.

El PDC debía incluir las expectativas de la comunidad en los diversos ámbitos del desarrollo como salud, educación, territorio, organización comunal así como actividades productivas y el uso de sus recursos naturales.

La planificación incluyó el estudio del bosque comunal y del nivel de existencias de los recursos naturales existentes en él, con el fin de poder analizar la factibilidad de la promoción de las diferentes opciones económicas productivas.

Así, en base a estos estudios, en cada comunidad se priorizó al menos una de las siguientes actividades productivas:

Aprovechamiento maderable

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Aprovechamiento de no Maderables (aguaje, hojas de bijao y artesanías, incluyendo cerámicas y telas pintadas)

Pesca Agroforestería

Sobre la base de estas actividades, se impulsó en cada comunidad la formación de organizaciones de carácter microempresarial (denominadas organizaciones económicas productivas u OEPs), integradas por comuneros que tenían interés, experiencia y/o habilidad y que fueron capacitados y equipados con la tecnología necesaria para el aprovechamiento del recurso seleccionado.

Como parte de la capacitación, se elaboraron de manera participativa planes de manejo y planes de negocios. Con el primero, se establecían las pautas técnicas a seguir para garantizar un nivel de extracción que no pusiera en peligro su existencia, mientras que, con el segundo, se buscaba que las OEPs comprendieran el funcionamiento de una organización empresarial en la perspectiva de alcanzar el autosostenimiento de estos negocios comunitarios.

En su historia, estas comunidades nunca habían enfrentado la experiencia de conducir por ellos mismos negocios productivos multifamiliares. Cuando habían trabajado para terceros, siempre la relación había sido con patrones, siendo ellos jornaleros, obreros o peones, nunca ejerciendo cargos de mando, mientras que, al interior de la comunidad, los trabajos productivos son básicamente familiares. Las obras comunales, en la que sí participan todas las familias, no están relacionadas a aspectos de producción, si no a infraestructura de tipo social (locales comunales, escuelas, caminos, etc.). Este esquema, novedoso, implicaba desafíos en términos de organización así como en términos de distribución de beneficios.

Los planes de negocios serían evaluados por un AIDER y ORAU, en base a criterios técnicos, económicos y de antecedentes de los integrantes de la OEP. En el marco de este proyecto, AIDER consideró un fondo de crédito para financiar estas iniciativas de negocios, al tiempo de promover una cultura crediticia entre las comunidades indígenas.

Como se observa en la gráfica, con el financiamiento proveniente de este fondo, las OEPs se implementarían con lo necesario para comenzar a operar sus unidades productivas, habiéndose establecido, en su plan de negocios, un cronograma de devolución del crédito recibido en función a los ingresos por ventas esperados.

El modelo incluía dos elementos más de vital importancia. En primer lugar, dado que el recurso natural que sería aprovechado por la OEP era de propiedad comunal, entonces debía

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establecerse un acuerdo entre la comunidad y la OEP en la cual ésta compense a la comunidad por el derecho a beneficiarse de este recurso comunal.

En segundo lugar, se conformó un Equipo de Monitoreo Comunal, para evaluar el cumplimiento de la OEP de los estándares establecidos para el aprovechamiento del recurso en el plan de manejo.

Otro componente clave fue la búsqueda de mercado para los productos de las comunidades, función que asumió AIDER así como la capacitación en aspectos técnicos, organizacionales y empresariales a los integrantes de las OEPs.

La asistencia técnica bajo un enfoque interdisciplinario (equipos integrados por un ingeniero forestal, un extensionista social y un técnico indígena) y permanente (los profesionales radicaban en las comunidades) es otro elemento esencial de la propuesta.

Los resultados, en términos cuantitativos, son los siguientes:

22 OEPs conformadas en 16 comunidades nativas (9 en la línea de madera; 7 en agroforestería; 4 en pesca; y 2 en artesanía)

220 mil dólares otorgados a estas OEPs (81% para las OEPs de madera; 9% para las de agroforestería; 9% para las de pesca y 1% para las de artesanía)

Al término del proyecto (Septiembre 2005) sólo se había recuperado el 5% del crédito (aunque debe señalarse que los planes de negocios no contemplaban el total de la recuperación para esa fecha).

En total, 309 personas se beneficiaron directamente al ser miembros de alguna de las OEPs de las cuales, el 74% fueron varones y el 26%, mujeres.

Los niveles de ventas y ganancias son muy variables de acuerdo a cada actividad económica así como también al nivel de consolidación de cada OEP y al volumen de pedidos. En el caso de la actividad maderera, se estimó una rentabilidad de corto plazo (es decir, sin incluir los costos de depreciación de los equipos) de 10%, lo que representa, en términos de valor, menos de 800 soles mensuales, como se ve en el siguiente cuadro39.

Con una inversión inicial requerida ascendente a 70 mil soles, se necesitarían más de 7 años trabajando a tiempo completo para que las OEPs puedan ahorrar lo necesario para reponer los equipos, lapso superior a la vida útil estimada para la mayoría de los equipos del paquete tecnológico adoptado.

39

BUENO, PIBER y SOLOGUREN (2006)

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CUADRO 9: ANÁLISIS ECONÓMICO DEL MANEJO FORESTAL COMUNITARIO

Fuente: BUENO, PIBER y SOLOGUREN (2006)

En Mayo del 2005, pocos meses antes de la conclusión del financiamiento de la Embajada de Holanda, 5 comunidades que trabajaban en la línea de madera optan por aplicar a la Certificación Forestal Voluntaria FSC, la cual finalmente obtienen en Noviembre de ese mismo año, con AIDER como regente forestal, convirtiéndose así en el primer bosque en el Perú en obtener esta certificación con fines maderables, con 35 mil hectáreas aproximadamente. Al igual que en el caso de Lomerío, este reconocimiento atrajo importante atención externa así como mejoró de manera importante la autoestima de las comunidades indígenas.

Un año después, otras 7 comunidades son integradas al grupo regentado por AIDER, a solicitud de otras ONGs que las venían apoyando, sumando alrededor de 131 mil hectáreas y abarcando las regiones de Ucayali, Huánuco y Pasco.

Gracias a la certificación, AIDER pudo recibir apoyo financiero adicional de las agencias de cooperación, que le permitieron continuar con el apoyo a las comunidades por un año adicional. A partir del 2007, sin embargo, la asistencia técnica ha sido muy limitada y además circunscrita únicamente a las comunidades que entraron al proceso de certificación (y, en particular, a las OEPs de madera). A pesar de todo, hasta hoy las comunidades mantienen la certificación, aunque en condiciones precarias. Hacia fines del 2007, AIDER recibe fondos para diseñar un proyecto REDD en estas comunidades, habiéndose contactado ya un potencial cliente interesado en comprar los certificados de carbono que se pudieran generar.

La expectativa es que, con los ingresos que este proyecto genere, las comunidades puedan consolidar la certificación, garantizando la asistencia técnica permanente por parte de AIDER,

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así como la auditoría anual y la inversión en equipos para un mayor nivel de transformación que mejoren la rentabilidad de las operaciones forestales de las comunidades, incrementando así los incentivos para el manejo forestal sostenible del bosque comunal.

Haciendo un balance crítico de la experiencia, podemos afirmar que la experiencia se planteó logros muy ambiciosos de alcanzar. Sin embargo, los avances han sido notables, a juzgar por los resultados de las evaluaciones externas40. Los elementos más destacables han sido:

El enfoque interdisciplinario El acompañamiento permanente en campo El uso de herramientas de planificación La incorporación del componente productivo

Entre los principales logros que se han generado en las comunidades, resaltan los siguientes:

Desarrollo de capacidades técnicas. En especial, en el manejo de equipos de producción (corte, aserrío, producción de alevinos, uso de hornos, etc.) lo que incluso generó una situación no prevista por el proyecto como fue la migración de algunos de los comuneros capacitados hacia empresas madereras de la región, lo que obligó a capacitar a nuevos comuneros.

Desarrollo de capacidades empresariales. En particular, la comprensión que los ingresos están directamente relacionados con la productividad que pueda lograr la OEP. La administración directa de ingresos y la generación de autoempleo es otro elemento a resaltar. Asimismo, el entendimiento de la importancia de la calidad y el cumplimiento de los plazos, el cual fue un proceso progresivo a partir de los primeros pedidos. Los primeros pedidos tuvieron periodos de retraso significativos, lo que fue corrigiéndose progresivamente en las siguientes órdenes. La comprensión de las empresas compradoras contribuyó a este proceso de aprendizaje.

Desarrollo de capacidades organizacionales. La estructura tradicional de organización en las comunidades indígenas se orienta más a una de tipo gremial y no tanto a una de tipo empresarial, en donde las funciones son de carácter productivo y/o administrativo. Fue necesario desarrollar roles de liderazgo entre los mismos comuneros así como aceptación de liderazgos alternativos al de las autoridades convencionales.

Mejora de la autoestima personal y la identidad cultural. Como resultado de la obtención de la CFV FSC y la serie de premios y reconocimientos que le siguieron, en las comunidades se desarrolló un sentimiento de orgullo, similar al observado en la experiencia de Lomerío, y se comenzaron a recuperar ciertos elementos de su cultura

40

Hoenderdos, Roeder y Schzwartz (2005)

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tradicional, que estaban en desuso. La mejora en las condiciones de vivienda y nutrición son otros logros visibles, no monetarios, del proyecto, que perduran aún más que los ingresos recibidos por los comuneros de las OEPs41.

Dentro de las debilidades, sin embargo, debemos mencionar que no se desarrollaron suficientes capacidades en aspectos comerciales. Por razones logísticas, la mayoría de contactos fueron llevados a cabo por AIDER. Si bien se promovió, en la medida de lo posible, la articulación entre compradores y OEPs a través de visitas recíprocas, la comunicación cotidiana sobre los pedidos fue realizada por AIDER, lo que no permitió generar un suficiente nivel de confianza y capacidades que hubiesen facilitado la continuidad de las relaciones comerciales una vez terminado el proyecto.

Otro punto débil es que los equipos de campo interdisciplinarios que trabajaban en las comunidades no incluyeron un profesional responsable de la asistencia técnica en los aspectos empresariales.

La comisión de evaluación externa confirmó estos hallazgos al destacar los aspectos técnicos y organizacionales como los más consolidados, y la precariedad económica de las OEPs como el aspecto más débil identificado, destacando, sin embargo, el alto nivel de autoempleo generado y el cambio de mentalidad de los comuneros tanto sobre sus posibilidades de desarrollo con identidad como sobre la valoración del medio ambiente.

Otro elemento interesante es que los comuneros consideraran no encontrarse suficientemente preparados para realizar el manejo forestal de manera autónoma42. La percepción de los comuneros es que necesitarían continuar con la asistencia técnica de AIDER al menos por un periodo más. Similar conclusión se desprende del informe de auditoría externa que afirma que ‚hace falta la consolidación de las OEPs, tanto en términos técnico-productivos como en aspectos administrativo-financieros y de comercialización‛. De hecho, la idea original era que el proyecto tuviera una duración de 10 años, aunque por razones internas del gobierno holandés esto se truncó.

A la fecha, más de 3 años después del cierre del proyecto con la Embajada de Holanda, las OEPs de madera se mantienen operando con cierta regularidad. AIDER ha continuado recibiendo y trasladando a las comunidades los pedidos que recibe por madera certificada y haciendo las veces de enlace para ambas partes: garantizando al comprador que las comunidades cumplirán con la entrega en los plazos acordados y garantizando a la comunidad que el comprador pagará el precio pactado. Adicionalmente a ello, la OEP realiza sus propios 41

Ibíd. 42

BUENO, PIBER y SOLOGUREN (2006)

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contactos comerciales, principalmente en Pucallpa. Ello ha permitido la supervivencia de las OEPs. Sin embargo, es necesario reiterar que los ingresos que éstas generan no alcanzarían a cubrir los costos de la auditoría del FSC, la cual sigue estando subsidiada por AIDER con apoyo de la cooperación internacional.

En resumen, la experiencia del proyecto, a diferencia de la experiencia de Lomerío en Bolivia, no optó por el camino de la exportación directamente sino que siguió un proceso progresivo de menos a más. De la venta en los mercados locales y regionales, pasó al mercado de Lima, primero mediante entregas en centros de acopio en Pucallpa y luego encargándose de organizar el despacho de camiones inclusive.

Otra diferencia importante es que no intentó unir a todas las comunidades en un esquema de comercialización conjunta. Cada OEP se hizo responsable de la producción así como la receptora de los beneficios de la venta de su producción. De esta manera, se generó un estímulo directo para los integrantes de la OEP y la distribución de los beneficios no generó un conflicto creciente como en el caso de Lomerío. En todo caso, si algunos conflictos se produjeron, éstos estuvieron relacionados con el interés de otros miembros de la comunidad en ser parte de la OEP al ver que ésta comenzó a recibir ingresos.

A pesar de lo expuesto, la iniciativa está lejos de convertirse en un modelo consolidado y completamente validado.

Aunque en términos comparativos, el paquete tecnológico propuesto es bastante menos costoso que el requerido bajo un esquema de aprovechamiento mecanizado, de todos modos, está por encima del alcance de las posibilidades económicas de las OEPs, como ya vimos. Es probable que, sin una mejora sustancial de la productividad de las OEPs, éstas no estén en capacidad de reponer por sí solas estos equipos cuando se cumpla su vida útil.

Además de la problemática financiera, la gestión empresarial aún adolece de debilidades, como bien apuntaron las evaluaciones antes mencionadas, a pesar del reconocimiento que merece el avance de las comunidades en este aspecto, lo que se explica por la nula experiencia previa en emprendimientos de este tipo. En particular es débil su capacidad de búsqueda y articulación a mercados más atractivos así como el manejo administrativo de la OEP.

En el balance, sin embargo, no podemos dejar de estar de acuerdo con Steve Gratzinger (coordinador de la red global de comercio forestal de WWF), quien sostiene:

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‚These kinds of projects are complex but what’s the alternative? Poverty and illegal logging are even more costly‛43

Basta comparar la situación de los bosques y de las comunidades cercanas que no fueron beneficiarias del proyecto de AIDER para tener una idea clara del impacto del proyecto.

La realidad actual es que el manejo forestal y la certificación aún no son suficientes para el nivel de productividad de las comunidades. La esperanza es que la incorporación del componente adicional de servicios ambientales pueda permitir alcanzar el umbral de sostenibilidad financiera de las operaciones forestales comunitarias así como cubrir los costos de asistencia técnica requeridos para terminar de desarrollar las capacidades necesarias para una gestión forestal comunitaria autónoma.

b. Venta de servicios ambientales a través de un proyecto de deforestación evitada en áreas naturales protegidas

La Región Madre de Dios presenta características particulares que la hacen como una de las 2 regiones con más potencial para proyectos REDD en el Perú, como son:

Es la región más despoblada del país con una densidad demográfica de 1.21 habitantes por kilómetro cuadrado.

Esto le ha permitido contar con los bosques más conservados de nuestro país. Se estima que sólo el 3.5% de su territorio está deforestado y hasta el 2005 la tasa anual de deforestación era de 0.15% (para el periodo 90-2000) y de 0.20% (para el periodo 2000-2005).

A su vez, es la región con la tasa de crecimiento poblacional más alta, efecto de la migración de las zonas andinas. Entre 1993 y 2007, creció 3.21% anual frente a un crecimiento de 1.59% para todo el Perú.

Adicionalmente, la irrupción de la Carretera Interoceánica Sur, próxima a concluirse ha impulsado un flujo migratorio más acelerado aún, como se puede inferir del incremento en el número de viajes de las empresas de transporte público.

El incremento del precio del oro como consecuencia de la crisis económica global ha sido otro factor que ha atraído migración hacia las zonas de extracción minera ilegal.

En Noviembre del 2008, luego de un largo proceso de selección, INRENA entrega a AIDER el Contrato de Administración Parcial de la Reserva Nacional Tambopata y el Parque Nacional

43 CAAS, Julia (2006).

70

Bahuaja Sonene (ámbito de Madre de Dios) por 7 años para el manejo de los componentes de investigación y monitoreo biológico.

El proceso para la obtención del CA fue bastante largo y tuvo dos etapas: una primera etapa de pre-selección de expresiones de interés que delimita a 4 consorcios el pase a la segunda etapa de formulación de propuestas técnico-económicas, las cuales serían sometidas a evaluación por parte de una comisión, quien otorgaría puntajes a cada una de las propuestas procediendo luego a la negociación con el consorcio que había obtenido el puntaje más alto, en este caso, AIDER. Este proceso de negociación fue mucho más largo aún que el proceso de calificación, pues se tuvieron que precisar muchas de las propuestas e incluso realizar reajustes económicos.

En resumen, la propuesta de AIDER consistía en darle sostenibilidad financiera a las áreas mediante el aprovechamiento del servicio ambiental de almacenamiento de carbono a través de un proyecto REDD, el cual debía generar los ingresos que permitan financiar las actividades de investigación y monitoreo biológico así como las actividades propias del proyecto REDD. Este componente innovador (que no era parte de las bases) fue, a juicio de la comisión evaluadora, el elemento diferencial de la propuesta de AIDER que incidió significativamente en la adjudicación del contrato a esta institución.

Debe señalarse adicionalmente que la solidez de la propuesta estaba asociada al hecho que AIDER ya tenía identificado un socio financiero con compromiso de inversión por un monto que equivalía a 5 veces el monto solicitado al Estado, en este caso la empresa peruano-británica SFMBAM, de gran experiencia en el mercado de los servicios ambientales. Este monto ascendía a más de 5 millones de dólares en un lapso de 7 años, lo que representaba casi el 85% del compromiso total de inversión en el área.

Sobre la base del diagnóstico de las causas de la deforestación, la propuesta de AIDER estuvo centrada en focalizar los recursos financieros apalancados para dos ejes fundamentales:

Equipamiento y Operatividad para la Vigilancia de los límites del área (puestos de control, vehículos fluviales y terrestres, más guardaparques, etc.)

Financiamiento de iniciativas productivas sostenibles para la población local asentada en la zona de amortiguamiento

Como hemos visto, un elemento esencial para evaluar el potencial de REDD es establecer la línea base, es decir, la cantidad de stocks de CO2 bajo amenaza de deforestación en ausencia de los incentivos de REDD.

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Para tal fin, es posible usar diferentes métodos. El primer método es proyectar las tasas históricas de deforestación, aunque hay objeciones a este método. Para algunos, la tasa de deforestación futura no va a darse al mismo ritmo de la deforestación pasada, por la mayor presión internacional que existe por la protección de los bosques mientras que otros, por el contrario, sostienen que la deforestación en el futuro podría ser incluso mayor por el crecimiento demográfico y el desarrollo de vías de comunicación. La principal ventaja de este método es principalmente su sencillez.

El segundo método es realizar una modelación específica de la deforestación, a partir del análisis de la evolución futura de los factores que influyen en la deforestación. Dentro de éstos tenemos:

Distancia a carreteras (diferenciando entre vía principal y vías secundarias o vías asfaltadas y vías afirmadas)

Distancia a ríos navegables Distancia a centros poblados Distancia a Mercados Distancia a áreas ya deforestadas Altitud y Pendiente del terreno Tipo de tenencia de la tierra Capacidad de Uso Mayor de la Tierra Geología del Terreno Costos de Transporte por Tipo de Terreno

Para esta modelación, se han desarrollado una serie de software para predecir tanto la tasa de deforestación como su distribución espacial. Las más conocidas y utilizadas son DINÁMICA EGO44, GEOMOD IDRISI ANDES45, LAND CHANGE MODELER46 y CLUE47, entre los más utilizados.

44

Software creado por el Centro de Sensoramiento Remoto de la Universidad Federal de Minas Gerais (Brasil), de acceso gratuito pero sólo para fines no comerciales (investigación, educación, políticas públicas, etc.). Puede ser descargado en la siguiente página web: http://www.csr.ufmg.br/dinamica/. 45

Software creado por el Laboratorio de la Universidad de Clark (Massachusetts, USA). No es de uso gratuito pero no tiene restricciones para su uso. 46

Software creado por el Laboratorio de Clark. http://www.clarklabs.org/products/Land-Change-Modeler-Overview.cfm. 47

Software creado por el Departamento de Ciencias Ambientales de la Universidad de Wageningen (Holanda). Un demo puede ser descargado de la página web http://www.cluemodel.nl/. Sin embargo, la versión completa sólo puede obtenerse mediante acuerdos cooperativos para el desarrollo de proyectos conjuntos con la universidad, previo entrenamiento en el uso del software.

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En cualquier caso, es necesario contar con al menos 3 mapas históricos de deforestación separados con un promedio de 5 años entre sí, para lo cual la disponibilidad de imágenes satelitales resulta un punto crítico. Los dos primeros mapas se utilizarán para calibrar el modelo (es decir, para encontrar el patrón de deforestación, las variables que influyen y el peso de cada variable) mientras que el tercer mapa servirá para validar esta calibración (es decir, para verificar que este patrón se ha mantenido en el tiempo). Con esta información, es posible proyectar los resultados a futuro. En el caso del proyecto, se están procesando mapas para los años 1999, 2004 y 2008, con ayuda del programa CLASlite.

La principal limitación de este método es que asume que la deforestación en el futuro seguirá el mismo patrón de expansión que en el pasado, lo cual podría no ser cierto.

Otro elemento a tomar en cuenta es la heterogeneidad de la deforestación, incluso al interior de una misma región. En el caso de Madre de Dios, podemos identificar hasta 4 zonas con diferentes dinámicas de deforestación:

La zona oriental de Madre de Dios, a lo largo del eje interoceánico, tramo Puerto Maldonado a Iñapari, en donde el mayor impulso proviene de la expansión agropecuaria

La zona sur, a lo largo del tramo Mazuko a Puerto Maldonado, en donde la minería aurífera ilegal se viene expandiendo con rapidez

La zona alrededor de la capital, Puerto Maldonado, donde la deforestación es motivada para la creación de nuevos asentamientos urbanos

La zona del Manu, en la esfera de influencia de la carretera Pilcopata, entre el Parque Nacional Manu y la Reserva Comunal Amarakaeri.

Los programas existentes ya incluyen algoritmos para el cálculo automático de los pesos de cada variable, diferenciados espacialmente. Asimismo, los programas cuentan con procesos de análisis de significancia estadística para cada variable, así como también para eliminar variables que presentan problemas de autocorrelación.

Asimismo, el modelo se deberá contar con una serie de datos de mínimo 30 puntos a fin que sea estadísticamente significativa y válida.

Finalmente, el modelo deberá determinar dos elementos: la tasa de deforestación y la ubicación. Como vemos en el gráfico 19, la tasa depende del costo medio de transporte o acceso, el cual, a su vez, está relacionado inversamente con el grado de expansión y/o mejoramiento de la red vial. Esto tiene sentido y además ha sido verificado empíricamente, como mostraremos más adelante: como vimos en el capítulo 3, la decisión de deforestar

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depende directamente de la rentabilidad relativa de cada uso productivo de la tierra. Así, un mejoramiento de la red vial lleva a una disminución de los costos de transporte, componente central de los costos de producción. Ceteris paribus todo lo demás (precios, productividad, etc.), la mejora de la red vial mejora la rentabilidad acelerando la deforestación de los bosques, anteriormente sin uso por su lejanía a los principales mercados.

En cuanto a la determinación de la distribución espacial de la deforestación, ésta depende, para el caso específico de Madre de Dios, del conjunto de factores que se muestran en el gráfico 19:

GRÁFICO 19: MARCO CONCEPTUAL DE LA DEFORESTACIÓN EN MADRE DE DIOS

Fuente y elaboración: Propia con asesoría de Carbon Decisions International

Dada la limitada información inter-temporal existente (5 censos de población en los últimos 40 años y 2 mapas oficiales de deforestación en los últimos 20 años, sin contar los 3 que están siendo preparados para el presente trabajo), se optó por estratificar la región en isocuantas de costos, a fin de superar la limitación estadística de la insuficiente información disponible. Así, se dividió la región por rangos de costos en 30 sub-zonas de igual superficie, estimándose la tasa de deforestación para cada una de ellos. Los resultados encontrados fueron satisfactorios, como vemos en los gráficos 20 y 21 y en los cuadros 10 y 11.

Los resultados muestran una correlación estadísticamente significativa entre ambas variables con un R2 ajustado mayor a 0.93, lo que permite validar no sólo la hipótesis planteada por el modelo que la tasa depende del costo medio, sino fundamentalmente la hipótesis general que la deforestación está asociada a causas económicas principalmente.

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GRÁFICA 20: MAPA DE ISOCOSTOS DE MADRE DE DIOS

Fuente y elaboración: Carbon Decisions International

GRÁFICO 21: CORRELACIÓN ENTRE COSTO DE ACCESO Y TASA DE DEFORESTACIÓN

Fuente y elaboración: Carbon Decisions International

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CUADRO 10: CORRELACIÓN ENTRE COSTO MEDIO Y TASA DE DEFORESTACIÓN

Estrato de Isocosto Costo Medio (US$/TM/Km) Tasa Deforestación (%) 1 3.25 5.2381% 2 8.68 1.2793% 3 14.36 0.4388% 4 20.21 0.3130% 5 26.00 0.3228% 6 32.15 0.0539% 7 38.31 0.0137% 8 44.44 0.0090% 9 50.59 0.0083% 10 56.76 0.0067% 11 62.93 0.0070% 12 69.05 0.0056% 13 75.22 0.0013% 14 81.32 0.0021% 15 87.46 0.0015% 16 93.21 0.0008% 17 99.00 0.0005% 18 104.95 0.0000% 19 111.69 0.0000% 20 118.22 0.0000% 21 124.76 0.0000% 22 130.88 0.0000% 23 137.06 0.0000% 24 143.23 0.0000% 25 149.36 0.0000% 26 155.50 0.0000% 27 161.30 0.0000% 28 167.01 0.0000% 29 172.81 0.0000% 30 178.66 0.0000%

Fuente y elaboración: Carbon Decisions International Obteniéndose los siguientes resultados estadísticos:

R: 0.9660 R2: 0.9346 R2 ajustado: 0.9346 Desviación estándar: 0.0070

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A partir de la validación de estos resultados, que aún está en proceso, proyectaremos esta línea base hasta el 2040, a fin de determinar cuántas hectáreas del área del proyecto se encuentran amenazadas. Preliminarmente, se arribaron a los siguientes resultados:

CUADRO 11: PROYECCIÓN DE DEFORESTACIÓN EN EL ÁREA DEL PROYECTO

RNT-PNBS 2005 2010 2015 2020 2025 2030 2035 Hectáreas amenazadas acumuladas 1,392 2,826 8,204 16,986 27,528 49,349 72,039

Fuente y elaboración propias

El segundo paso para estimar la cantidad de certificados transables es la estimación de stocks de CO2 en el área del proyecto mediante inventarios forestales de árboles a partir de 10 cm de diámetro. Los resultados para el área se presentan en el cuadro 12:

CUADRO 12: ESTIMACIÓN DE CARBONO EXISTENTE EN EL ÁREA DEL PROYECTO

RESERVA NACIONAL TAMBOPATA Ha t C/ha Total CO2 Áreas deforestadas 4,765.86

-

Bosque húmedo de colinas altas 7,061.44 129.50 3,353,035.20 Bosque húmedo de colinas bajas

129.50 -

Bosque húmedo de llanura meándrica 59,860.10 131.60 28,884,756.66 Bosque húmedo de terrazas bajas 15,897.03 145.73 8,494,315.53 Bosque húmedo de terrazas medias 187,679.15 114.10 78,519,415.45 Pacales

86.10 -

Pajonal 2,004.80

- Subtotal RNT 277,268.38 430.09 119,251,522.84 PARQUE NACIONAL BAHUAJA SONENE Ha t C/ha Total CO2

Áreas deforestadas 10,437.60

- Bosque húmedo de colinas altas 32,907.09 129.50 15,625,399.34 Bosque húmedo de colinas bajas 3,366.36 129.50 1,598,459.02 Bosque húmedo de llanura meándrica 6,271.79 131.60 3,026,350.97 Bosque húmedo de terrazas bajas 14,530.38 145.73 7,764,007.77 Bosque húmedo de terrazas medias 200,256.95 114.10 83,780,907.56 Pacales 4,944.74 86.10 1,561,056.15 Pajonal 698.60

-

Subtotal PNBS 273,413.51 414.60 113,356,180.80 TOTAL BAJO C.A 550,681.89 422.40 232,607,703.64

Fuente y elaboración propias

Con ambos resultados, podemos determinar la cantidad de certificados máximos transables por periodo, información que se presenta a continuación:

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CUADRO 13: CERTIFICADOS MÁXIMOS TRANSABLES DEL PROYECTO

RNT-PNBS 2005 2010 2015 2020 2025 2030 2035 Hectáreas amenazadas 1,392 1,434 5,378 8,782 10,542 21,821 22,690

Certificados 587,916 605,851 2,271,725 3,709,318 4,453,017 9,217,038 9,584,341 Fuente y elaboración propias

No debe perderse de vista que esto es el volumen máximo transable. Lo que realmente se pueda vender dependerá de la efectividad de las acciones que se realicen en campo orientadas a reducir la deforestación, a través de los componentes de fomento de iniciativas productivas sostenibles y control y vigilancia y, como plantea la hipótesis general del presente estudio, en la capacidad del proyecto de poder cambiar patrones de desarrollo productivo, es decir, generar alternativas productivas frente a la tala ilegal, la agricultura migratoria y la minería aurífera que son las actividades que más causan deforestación en la región.

Dado que el proyecto recién está en se segundo año de implementación, resulta prematuro evaluar la eficacia de la propuesta en este aspecto.

En el aspecto financiero, el proyecto ha sido exitoso en atraer recursos financieros del sector privado, merced a un acuerdo con la empresa peruano-británica SFMBAM SAC, la cual viene financiando las diferentes actividades contempladas en la propuesta técnica.

Quizás la principal diferencia de la presente propuesta en comparación con el caso de Noel Kempf es que SFMBAM SAC no está invirtiendo como parte de su programa de responsabilidad social o con fines de marketing sino que la venta de certificados de carbono de proyectos forestal es su negocio principal, es decir, debe generar ingresos reales por este proyecto de una magnitud y en un periodo tal que hagan rentable financieramente la operación. Para ello, enfrenta una serie de retos que hacen de esta inversión como atractiva pero de alto riesgo por las razones que a continuación se exponen:

No hay un marco legal nacional para la transferencia de derechos sobre el carbono por parte del Estado a terceros. Se ha firmado un contrato en el INRENA y SFMBAM SAC en el que se estipula que este marco legal se desarrollará en un plazo de 1 año como máximo (lo cual no ha ocurrido aunque hay avances muy importantes pues ya se cuenta con una propuesta de ley en el congreso a la espera de la discusión en el pleno)

No hay un marco internacional vinculante. La COP de Copenhague no llegó a un acuerdo jurídicamente vinculante, que incluya REDD dentro de sus actividades elegibles, para el siguiente periodo de compromisos (2012-2017). Otros mercados se vienen

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explorando como los mercados voluntarios y el posible mercado americano que se podría crear de aprobarse en el Senado americano el Climate Bill.

En la misma Convención, UNFCCC, no se ha llegado a un acuerdo que las parámetros para REDD harán viable la inversión privada, esto es, bajo un enfoque sub-nacional y con posibilidad de acceso directo a mercados. Afortunadamente, la posición oficial del Gobierno Peruano está alineada con estos 2 elementos esenciales para la inversión privada, aunque en las negociaciones, existe fuerte oposición de algunos países a permitir estas opciones.

No hay metodologías para la cuantificación de los certificados de REDD aprobadas bajo ningún estándar importante. Hay 3 metodologías en revisión por el principal estándar voluntario, VCS.

De lo expuesto, podemos concluir que la implementación de un proyecto REDD en áreas protegidas está en camino a hacerse realidad, aunque el camino por recorrer no está exento de riesgos, como ya se expuso anteriormente. Más aún, no debe perderse de vista que, si bien el acuerdo comercial ya ha permitido generar ingresos para el área, todavía no se ha generado el verdadero valor que refrende estos fondos recibidos. El verdadero valor que permitirá darle sostenibilidad al área dependerá de la eficacia de las iniciativas productivas que se apoyen en alcanzar el objetivo de reducir la deforestación que amenaza estas importantes reservas de la biodiversidad.

Funciones cumplidas en los casos estudiados

En lo personal, mi participación en el primer caso se inicia en el 2002 cuando el proyecto sufre una reestructuración a partir de una auditoría externa que considera necesario darle un perfil más empresarial a la intervención, entrando a formar parte del equipo técnico central que, con sede en Pucallpa, debía diseñar las acciones referidas a:

Organización e implementación del sistema de crédito para las OEP Asesoría y capacitación para la formación y consolidación de las OEPs Asesoría y capacitación en la formulación de planes de negocios Búsqueda de mercado para los productos de las OEPs

Posteriormente, en el proceso de certificación forestal, participé como responsable administrativo de la regencia y finalmente, participé en el diseño del proyecto REDD así como en la articulación con potenciales inversionistas.

En el segundo caso, participé directamente en el diseño de la propuesta técnica y financiera que resultó ganadora del contrato de administración, y en la dirección de la primera fase de

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implementación del proyecto, en particular en la elaboración del proyecto REDD incluyendo el proceso de modelación, así como sus primeras intervenciones en campo. A mi salida de AIDER, paso a trabajar en la empresa SFMBAM, financista del proyecto participando activamente en el proceso de modelación pero también en la discusión de los otros componentes vinculados con REDD tales como: aspectos legales, técnicos e institucionales así como en los procesos de negociación internacional apoyando a la delegación peruana encargada del tema REDD en la Conferencia de Copenhague.

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BALANCE Y CONCLUSIONES

El cambio climático así como su aceleración por factores provocados por el hombre es un fenómeno innegable hoy en día, siendo la deforestación de los bosques tropicales la tercera causa, con una ‘contribución’ de entre 18-25% de las emisiones mundiales de GEI. En los países tropicales, esta contribución es mucho más alta (En Perú es 47%).

Según FAO, anualmente se deforestan entre 13 a 16 millones de hectáreas. En el Perú, las cifras oscilan entre 150 y 250 mil hectáreas cada año, siendo la causa del 50% de las emisiones de GEI en nuestro país.

La agricultura migratoria de subsistencia, principalmente asociada a familias rurales pobres, explica más del 80% de la deforestación en nuestro país. En tal sentido, una estrategia eficaz para mitigar la deforestación pasa por generar actividades productivas alternativas para estas familias, basadas en el uso sostenible de los recursos naturales.

Desde el punto de vista de esta familia, unidad de análisis en tanto espacio en el que se toma la decisión (deforestar o no deforestar), esta decisión se determina a partir de un análisis comparativo costo-beneficio de los diferentes usos alternativos factibles del bosque.

En este análisis comparativo, sin embargo, influyen factores tales como políticas públicas, bagaje cultural productivo de las familias rurales, marco legal, disponibilidad y/o acceso a capital financiero, etc., que se convierten en barreras para la adopción de algunas actividades ligadas al manejo forestal sostenible, teóricamente más rentables que la agricultura de subsistencia, pero inaccesibles para el campesino migrante típico, inclinando, lamentablemente, la balanza hacia actividades que implican un cambio de uso de la tierra.

Adicionalmente, los bosques generan externalidades positivas relacionadas con una diversidad de servicios ambientales, para los cuales los mecanismos para su internalización en la decisión de la unidad familiar aún se encuentran en incipiente desarrollo, a pesar que la teoría económica, ya ha desarrollado algunas herramientas aplicadas bastante innovadoras y que se han implementado con relativo éxito en otras latitudes pero sólo de manera muy puntual en América Latina.

El análisis de los casos presentados encuentra un elemento común a todos ellos y es el origen exógeno del financiamiento inicial de las iniciativas presentadas, bien sea por parte de la cooperación internacional, el Estado o empresas privadas. Parecería difícil que, por las barreras antes expuestas, las comunidades o familias locales puedan romper por sí solas el círculo vicioso de deforestación y subsistencia.

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No obstante esto, no todos los casos han llegado a buen término. Su sostenibilidad en el tiempo depende de muchos factores. Parecería encontrarse un patrón en que las iniciativas más exitosas han sido aquellas que se han gestionado con una visión empresarial. En ese sentido, las empresas parecen haber mostrado una mejor performance que las ONGs.

Otro elemento que también juega un rol positivo es su implementación progresiva y con un enfoque permanente de desarrollo de capacidades locales. Iniciativas con objetivos muy ambiciosos desde un inicio difícilmente logran ser adoptadas por las familias rurales de manera sólida. El acompañamiento permanente es un elemento esencial en el éxito de la propuesta.

En tercer lugar, es necesario no descuidar los aspectos no económicos. Factores culturales y organizativos pueden afectar significativamente la viabilidad de las iniciativas.

En cuarto lugar, debemos mencionar que una serie de barreras tanto en la fase de arranque como en la fase de continuidad juegan en contra del éxito de estas iniciativas y aquí el Estado puede jugar un rol clave en proporcionar el marco legal e institucional adecuado así como garantizar el cumplimiento fiel de este marco para crear las condiciones que favorezcan la consolidación de estas iniciativas. El combate a la tala ilegal, la no dación de normas y/o políticas que promuevan, directa o indirectamente, la deforestación son algunas de las medidas en las que el Estado puede marcar una diferencia importante en cuanto a su contribución a la disminución de la deforestación.

Del mismo modo, las ONGs cumplen un rol fundamental en desarrollar las capacidades humanas así como las herramientas técnicas necesarias que puedan facilitar el acceso de las poblaciones de menores recursos a estas oportunidades disponibles pero prohibitivas por sus altos costos de transacción.

Y finalmente, el sector privado que, por sus características, es el llamado a darle sostenibilidad en el tiempo a estas oportunidades a través del emprendimiento de negocios en asociaciones equitativas con las familias rurales organizadas.

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RECOMENDACIONES

La conservación del bosque amazónico es un ámbito en el cual la economía tiene un campo muy amplio y muy poco abordado metódicamente para desplegar sus herramientas y método de análisis. Algunos temas en los cuales podría aportar son:

Modelo causal de interrelaciones entre macroeconomía y deforestación Matriz de sanciones y premios que promuevan la cooperación (dilema del prisionero),

por ejemplo, para disminuir la tala ilegal o las prácticas de rozo y quema Estudios socioeconómicos del nivel de ingresos de las familias rurales de la Amazonía

por fuente de actividad productiva y determinación del nivel de inversión requerido para modificar el patrón de desarrollo productivo hegemónico basado en agricultura migratoria

Modelo para determinación del tamaño óptimo de concesión por tipo de recurso aprovechado (considerando variables como distancia a mercados, densidad y valor de las especies existentes, ciclo de corta, etc.)

Diseño de esquemas metodológicos para reducir el riesgo de azar moral de las iniciativas REDD en las zonas de fugas

Impacto de la inclusión de REDD sobre el precio del carbono y, por ende, en el nivel de inversión en tecnologías limpias en el sector energético y balance neto final sobre las emisiones globales de carbono

Análisis económico de las estrategias del Programa Nacional de Conservación de Bosques del Ministerio del Ambiente y su eficacia en detener la deforestación

La participación de la población local en el diseño de las estrategias es esencial, sin que esto signifique dejar de considerar los conocimientos técnicos especializados. Una amalgama de ambos elementos es fundamental para el éxito en la adopción de la propuesta por parte de la población. Diseños mucho más sofisticados pero elaborados en gabinete pueden resultar poco comprensibles y generar desconfianza, resultando en un bajo nivel de involucramiento de las familias que no la sienten como ‚suya‛ la iniciativa.

Por último, y no por ello, menos importante, el registro sistemático de la información obtenida en campo de los impactos reales de cada implementación resulta fundamental para introducir los correctivos necesarios así como para poder realizar un diagnóstico certero y realista del éxito de la iniciativa promovida. Maquillar esta realidad o no recogerla apropiadamente nos llevará a desconocer las verdaderas causas de nuestros fracasos y por tanto a no mejorar el diseño de nuestras futuras intervenciones.

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