+ All Categories
Home > Documents > La ambivalente relación entre futurismo y fascismo

La ambivalente relación entre futurismo y fascismo

Date post: 05-Dec-2023
Category:
Upload: salvador
View: 0 times
Download: 0 times
Share this document with a friend
15
Aldana Perazzo La ambivalente relación entre la ideología futurista y el fascismo italiano Introducción Que la política se inmiscuye en el arte no es ninguna novedad. Que las vanguardias artísticas del siglo XX se vieron involucradas en esta, tampoco. Surrealistas comunistas, futuristas fascistas, el arte y la política a veces comparten puntos en común que permiten crear sociedades capaces de revolucionar la historia. Tal es el caso del futurismo, corriente vanguardista surgida en Italia en 1909, que comenzó siendo un mero movimiento artístico para convertirse en toda una ideología dispuesta a golpear lo social, político y económico de todo un continente. En “El nacimiento de la ideología fascista”, Zeev Sternhell explica la importancia que tuvo esta vanguardia en el desarrollo del fascismo: “A esta combinación de nacionalismo integral y revisionismo revolucionario se agrega, hacia 1910, un tercer elemento: el futurismo. Esta síntesis total impregnó al fascismo otorgándole su carácter de movimiento de rebelión y revuelta: de revuelta cultural, y más adelante de revuelta política”. Y si bien existen características que permiten asociarlos, es preciso destacar que se trató de una relación de conveniencia que tuvo sus idas y venidas, sus puntos y contrapuntos, siendo las diferencias las que permitieron darle a cada uno su propia identidad. Y el presente trabajo se propone eso: desnudar dentro de los límites de la monografía lo más que se pueda tanto el alma futurista como el de su máximo representante para poder entender un poco más la relación que Sternhell y tantos otros teóricos a lo largo de la historia lograron hacer. 1
Transcript

Aldana Perazzo

La ambivalente relación entre la ideología futurista y

el fascismo italiano

Introducción

Que la política se inmiscuye en el arte no es ninguna novedad. Que las vanguardias artísticas del

siglo XX se vieron involucradas en esta, tampoco. Surrealistas comunistas, futuristas fascistas, el

arte y la política a veces comparten puntos en común que permiten crear sociedades capaces de

revolucionar la historia. Tal es el caso del futurismo, corriente vanguardista surgida en Italia en

1909, que comenzó siendo un mero movimiento artístico para convertirse en toda una ideología

dispuesta a golpear lo social, político y económico de todo un continente.

En “El nacimiento de la ideología fascista”, Zeev Sternhell explica la importancia que tuvo esta

vanguardia en el desarrollo del fascismo: “A esta combinación de nacionalismo integral y

revisionismo revolucionario se agrega, hacia 1910, un tercer elemento: el futurismo. Esta

síntesis total impregnó al fascismo otorgándole su carácter de movimiento de rebelión y

revuelta: de revuelta cultural, y más adelante de revuelta política”.

Y si bien existen características que permiten asociarlos, es preciso destacar que se trató de una

relación de conveniencia que tuvo sus idas y venidas, sus puntos y contrapuntos, siendo las

diferencias las que permitieron darle a cada uno su propia identidad. Y el presente trabajo se

propone eso: desnudar­ dentro de los límites de la monografía­ lo más que se pueda tanto el alma

futurista como el de su máximo representante para poder entender un poco más la relación que

Sternhell y tantos otros teóricos a lo largo de la historia lograron hacer.

1

No se busca hacer un análisis psicológico de la obra artística de esta vanguardia­plagada de

velocidad, tecnología, desarrollo y dinamismo­ sino demostrar la relación directa y evidente que

tiene con el fascismo la ideología que la trascendió.

Para eso se mostrarán fragmentos de los distintos manifiestos futuristas, que revelan la forma de

pensar de los artistas, y a partir de ellos se buscará analizar y comparar tanto las similitudes

como las diferencias que los atañen.

MANIFIESTO FUTURISTA

El 20 de febrero de 1909 el popular diario “Le Figaro” publicaba el Manifiesto Futurista, una

serie de reglas impuestas por un grupo de jóvenes vanguardistas liderados por el italiano Filippo

Tommaso Marinetti. Un movimiento italiano en tierras francesas. Será porque París era en aquel

entonces “meca de las artes y de las letras, centro cultural sin par” y porque ahí vivía el escritor

Gabriel D’ Annunzio, “héroe nacional de la inmediata posguerra” 1

“Nosotros queremos glorificar la guerra­única higiene del mundo­, el militarismo, el

patriotismo, el gesto destructor de los libertarios, las hermosas ideas por las que se muere y el

desprecio a la mujer” , dice uno de sus puntos más políticos. 2

Se trata de once postulados que parecieran hacer una declaración de guerra. Una guerra hacia

el arte como era concebido hasta ese momento. Hacia una forma de pensar la sociedad. De

vivirla. Hacia un pasado que no deja modernizar el futuro.

Las estatuas de próceres como símbolo de estancamiento; los museos como cementerios; el

movimiento del tranvía y los automóviles como símbolo de desarrollo, son temas frecuentes en

1 Sternhell, Zeev, Mario Sznajder y Maia Asheri: El nacimiento de la ideología fascista. pg 39

2 Le futurisme.Le Figaro, 1909

2

las obras de sus representantes, quienes buscaron trasladar la revolución artística a distintos

planos, como el de la cocina inclusive.

A este primer manifiesto publicado en 1909, le siguieron el “Manifiesto de los pintores

futuristas” (1910), “La pintura futurista. Manifiesto técnico” (1910), “La música futurista.

Manifiesto técnico” (1911), “Manifiesto de la mujer futurista” (1912), “Manifiesto técnico de la

literatura futurista” (1912), “La arquitectura futurista. Manifiesto” (1914), “Manifiesto del teatro

futurista” (1918). 3

Y si bien esta vanguardia ha marcado historia con su arte –difundiéndose hasta Rusia, donde el

poeta Vladimir Maiaovsky se convirtió en su principal exponente­ son las ideas, la fuerza y la

convicción con la que estos jóvenes revolucionarios encararon un cambio, lo que realmente

caracteriza a este grupo vanguardista.

MOVIMIENTO POLÍTICO FUTURISTA (1915)

“Nosotros, los futuristas, invocamos a todos los jóvenes ingeniosos de

Italia a una lucha a ultranza contra los candidatos que pactan con los viejos y con

los curas” (Marinetti, 1909)

Tenían escrito las bases para hacer que la pintura fuese futurista; tenían establecidas las reglas

para hacer literatura. Pasó el tiempo y las ambiciones se acrecentaron. Es que las vanguardias

3http://webdelprofesor.ula.ve/humanidades/belfordm/materias/corrientes_y_movimientos_literarios

_contemporaneos/textos_de%20_lectura/Marinetti%20Filippo%20­%20El%20Futurismo.pdf

3

–del francés avant­garde, término militar­ se caracterizaron desde un principio por ser

movilizadoras de lo social, por dar nuevas visiones del mundo. Por cambiar el mundo.

Y qué mejor forma de intentar cambiarlo que la intervención política. Cercanas las elecciones,

en octubre de 1913 este grupo de jóvenes difundieron el “Programa Político Futurista”, que

proponía a sus ciudadanos gozar de todas las libertades menos aquellas que implicaran ser

pacíficas o anti­italianas. Querían una flota y un ejército más grande, un pueblo orgulloso de ser

italiano y una visión de la guerra como única higiene del mundo.

“¡Desprecia por tanto las teorías pacifistas e internacionalistas! El patriotismo y el amor a la

guerra no se compadecen con la ideología. Son principios de higiene sin los cuales todo es

decadencia, caducidad y muerte” (Marinetti, 1910)

Buscaban el expansionismo colonial, pero con una política exterior cínica, astuta y agresiva;

hacían un llamado a suprimir las academias­de la cuales el mismo Marinetti pasaría a formar

parte al poco tiempo­ y difundir el deporte y la fuerza física en la educación pública.

En 1915 Marinetti publicó el “Movimiento Político Futurista” donde explica que desde su primer

manifiesto estos vanguardistas se han proclamado “Nacionalistas Futuristas”, aun tiempo antes

de que se fundara la Asociación Nacionalista Italiana.

“Alimentemos en nuestra sangre preferentemente un odio de italianos de este siglo: el odio a

Austria” (Marinetti, 1910). Nueve años después era él quien convocaba las primeras

manifestaciones contra Austria.

“He ofrecido a los hombres políticos la única solución del problema financiero: vender gradual

y prudentemente nuestro patrimonio artístico para centuplicar la potencia militar, industrial,

comercial y agrícola de Italia y aplastar definitivamente a Austria, nuestro odiado enemigo

externo. Ayer, Settimelli, Bruno Corra, Remo Chiti, Francesco Cangiullo, Boccioni y yo

incitamos al público florentino a la guerra mediante nuestro teatro sintético violentamente

4

patriótico, antineutral y antigermánico”,se puede leer en La Declamación dinámica y Sinóptica,

firmada en 1914.

El movimiento aclaraba tener como único programa político. el orgullo, la energía y la expansión

nacional. Antitradicionalistas, anticlericales y antisocialistas, buscaban a través de este

patriotismo, el ejército y la guerra, proveerle a Italia un futuro glorioso.

“Que se proclame que la palabra Italia deba dominar sobre la palabra libertad”, escribía

Marinetti en dicho manifiesto. Tanto el efervescente nacionalismo como el culto a la guerra

serían tomados por Mussolini en el momento de desarrollar la ideología fascista. Y es por eso

que este los elegiría para formar parte de su gobierno; no por sus obras repletas de automóviles y

el culto a la máquina y la velocidad, sino por su intervención política, la juventud y los

seguidores que acarreaban. Son estas ideas compartidas las que permitirían fusionar por un

tiempo el futurismo con el fascismo.

RELACIÓN POLÍTICA CON EL FASCISMO

“Afortunadamente entre los jóvenes, lo que el cerebro no había

comprendido, la sangre lo había adivinado” (Marinetti, 1010)

La relación que tuvo el fascismo con el futurismo fue de una ambivalente conveniencia. En 1914

Mussolini no sólo le había expresado a Boccioni su gusto por este movimiento vanguardista, sino

que intentó integrar a sus figuras al Partido Fascista, donde Marinetti formó parte de su comité

Central. “Es el futurismo el que entra en la Academia y no la Academia la que entra en el

5

futurismo” , se excusaba, ahora que pasaba a formar parte de eso que tanto tiempo criticó. A 4

Mussolini le convenía tener a estos entusiastas de su lado, propulsores de la guerra y el

fundamentalismo patriotero.

Y así Marinetti hizo público su apoyo a Francia, al lado de Benito Mussolini. En julio del mismo

año, al estallar la guerra, tanto él como otros futuristas­Russolo, Boccioni­ se unió al Batallón

Ciclista Lombardo y combatió en la Lucha del Trentino.

Boccioni, uno de los seguidores más leales de Marinetti, murió en agosto de 1916 al caerse de su

caballo, no sin antes escribir en su diario “Zui, zui, tan tan, balas por todos lados”, frase

estilísticamente futurista al plasmar los sonidos de las armas y de la tecnología naciente. (libro de

arte)

En 1918 Marinetti pasó a dirigir el Periódico del Partido Futurista en donde se discutía la

posibilidad de que los futuristas pasasen a engrosar las filas fascistas, cosa que muchos hicieron.

“La política exterior que preconizaban los futuristas debería ser cínica, astuta, agresiva, es

decir, la misma que pusieron en práctica los fascistas” ( Álvarez­Uría, 2004)

El trato entre estos dos ­ismos fue tan explícito que en 1924 el poeta devenido en activista

político publicó “Futurismo e Fascismo”, libro en el que expresaba que el fascismo era la

extensión natural de esta corriente vanguardista. Es que el autor veía en la encarnación fascista

del nacionalismo y la violencia como valor, un discípulo poderoso promotor de sus ideales.

Aunque esto fuese momentáneo.

Porque al poco tiempo la revolución anti­papal de los futuristas obligó a Mussolini a alejarse de

estos. No era conveniente para el régimen tener desde un principio a la iglesia como enemiga.

Además de que el profundo rechazo hacia el pasado era una cualidad que el fascismo, desde la

naturaleza de su ideología, no podía compartir. El futurismo, por lo tanto, ya no le era más útil.

4 http://www.nosotros­art.com/opinion/primer­manifiesto­futurista

6

El 29 de mayo de 1920, durante el Tercer Congreso Fascista, Marinetti y otros futuristas

renunciaron al partido justamente porque estaban en contra del programa de restauración

impuesta por Mussolini, monárquico, clerical.

Después de la Marcha sobre Roma Marinetti se vuelve a unir al fascismo. No sería ni la primera

ni la última vez que se alejara y volviera a acercar a Mussolini.

La relación entre estos dos líderes para ese entonces ya era tensa. El poeta­también abogado­

describía al dictador como un “megalómano, que, poco a poco, se convertiría en un

reaccionario” (Humphreys, 1999).

En 1933 el discurso futurista de nuevo se acercaba cada vez más a aquel promulgado por el

fascista Mussolini, independientemente de los roces que estos estaban teniendo. Hacía un

llamado a “superar el patriotismo más ferviente transformado así en auténtica religión de la

Patria advirtiendo a los semitas que se identifiquen con sus distintas patrias si no quieren

desaparecer” (La radia futurista, 1933)

Para finales de la década del 30 Marinetti y sus seguidores debieron luchar contra el fascismo y

su Ministerio de la Cultura Popular, quienes habían tomado las medidas nazistas de atentar

contra “el arte degenerado”, pese a ser él un fascista declarado, un idealista que veía al fascismo

como una filosofía de vida que iba más allá de la autoridad del momento, pero necesaria para

llevar a Italia a la verdadera gloria. Y entonces el futurismo comenzó a mutar, al mismo tiempo

que surgían nuevas vanguardias como el dadaísmo y el surrealismo.

Sin embargo, fue el surgimiento del Novecento Italiano lo que puso temporalmente en jaque al

futurismo. En 1926 esta corriente artística se vuelve el movimiento oficial del régimen fascista.

Popular, y sobre todo tradicionalista, se oponía a las vanguardias que rechazaban el clasicismo y

el Renacentismo que ellos buscan reanudar. Para fortuna de Marinetti y sus seguidores, este

movimiento tuvo su fin en 1933.

En 1936 el poeta, con sus 60 años encima, se alistó como voluntario en la invasión de Mussolini

a Etiopía. Eran tiempos en el que futurismo estaba perdiendo valor artístico frente a las nuevas

7

vanguardias por lo que necesitaba reivindicarse aliándose al poder. Para 1940 su figura se redujo

a la de un descarado apologista y su movimiento a una propaganda con tintes antisemitas, él que

durante tanto tiempo había luchado contra el antisemitismo. Ejemplo de esto es la pintura “El

Gran Timonel” de Ernesto Thayaht (1939) en donde se muestra un Mussolini robotizado

dirigiendo un barco.

Y entonces el futurismo comenzó a caer.

Recién cuando Mussolini fundó la República de Saló, Marinetti volvió a simpatizar con él.

Entonces escribía: “El Duce radiante fuera de su cuerpo sólido elástico (…) preparado para

golpear (…) continuamente (…) acelerando hacia la luz (…) orgullosa cósmica divinidad de

heroísmo y de invisibles volcanes pero más que presente aplaudido por sus parientes masculinos

con nuestros corazones palpitantes (…) estupenda elección de de prototipos revolucionarios”

(libro de arte). Su discurso hacia este había cambiado.

Apoyó el fascismo hasta el día de su muerte. Falleció el 2 de diciembre de 1944, cuatro meses

antes de la ejecución de Mussolini.

“Marinetti creyó , frente a la abrumadora evidencia que mostraba lo contrario, que un régimen

autoritario ofrecía la mejor oportunidad para hacer realidad su estética radical y su visión

ética”, explica Richard Humphreys en su libro “Futurismo” (Humphreys, 1999).

FUTURISMO Y FASCISMO EN ARGENTINA

En 1913 Rómulo Romero publicaba el Futurismo Literario en Buenos Aires. Sin embargo la

difusión de este fue muy escasa.

Marinetti realizó dos viajes a Argentina, uno en 1926 y el otro diez años después. En la primera

visita la prensa se preguntaba cuáles eran las intenciones del poeta al venir al país: ¿quería

propagar el futurismo o hacerle propaganda al fascismo? Durante el principio del siglo Argentina

8

había recibido una ola de inmigrantes italianos, y entonces se dudaba de los intereses que podría

llegar a tener.

En su libro “La esquiva huella del futurismo en el Río de la Plata”, May Lorenzo Alcalá

investiga la relación entre el futurismo y las vanguardias europeas en Buenos Aires, y llega a la

conclusión de que pese a no haber sido suficientemente difundido el futurismo, hubo escritores

argentinos que se unieron a la estética futurista, mas no a su ideología. Pone de ejemplo a los

“Veinte poemas para ser leídos en el tranvía” de Oliverio Girondo. 5

Cecilia Rabossi, licenciada en artes e investigadora de la UBA, reconstruye las crónicas de sus

viajes y explica que Marinetti en más de una ocasión aclaró que su única razón por encontrarse

en Sudamérica era la de difundir su vanguardia, así como también conocer aquellas que se

estaban desarrollando en esta parte del mundo.

“Estoy encantado de haber venido a la América del Sur. Y he venido a este Continente —toda fuerza y espontaneidad—, con un fin exclusivamente futurista” decía en Uruguay el 6 de junio de 1926. Un día después aclararía: “Soy amigo personal de Mussolini, pero no traigo misión alguna de su gobierno” Una vez en Argentina, ofreció una conferencia en el Teatro Argentino de La Plata: “Soy fascista sin carnet, orgulloso de haber colaborado en la grandeza de la Italia de hoy” , declaración que 6

coincidía con la mejor etapa de esta alianza fascis­futurista.

“No tengo ningún inconveniente en acceder a este pedido, rehusándome absolutamente a todo lo

que signifique un acto de acusación o un tribunal contra el fascismo, contra Italia o contra

Marinetti (…) no tengo ningún inconveniente, repito, en declarar que todo lo que yo he escrito lo

mantengo para mi país, mientras el país que yo represento, Italia, no se encuentre en peligro (...)

Yo también hago un llamado a la paz; creo en la posibilidad de la paz a condición de que cesen

las acusaciones contra mi país. En consecuencia, yo soy absolutamente sincero en este

5 MAY LORENZO ALCALÁ. La esquiva huella del futurismo en el Río de la Plata. Patricia Rizzo Editora. Buenos Aires. 2009

6 PROA: Fragmentos del texto curatorial incluido en el catálogo El Universo Futurista: 1909 – 1936

9

momento, como lo he sido esta mañana, y aspiro a la paz tanto como ustedes. Dios quiera que la

paz sea duradera y que no se nos amenace más con vejar, acusar, sitiar o invadir a Italia.”,diría

diez años después.

CONCLUSIONES

La relación que tuvieron las vanguardias artísticas del siglo XX con movimientos políticos es

inminente. Y Marinetti no fue el único líder que adhirió al fascismo italiano: también lo hizo en

Inglaterra Ezra Pound, representante del “Vorticismo” esa vanguardia que fusionaba el futurismo

con el cubismo. Después de haber desarrollado la ideología futurista, se puede concluir que

existen similitudes grandes con el fascismo al mismo tiempo que diferencias sustanciales, que

permiten marcar cierta independencia en cada uno.

Los dos apelan al predominio del impulso frente al de la razón; al ferviente nacionalismo y el

culto a la guerra, valores impulsados primeramente por el futurismo y que llevaron a que ambos

se enlazaran: los futuristas veían en el fascismo la forma de gobierno ideal para llevar a cabo sus

ideales, y los fascistas veían en los futuristas el movimiento propagandístico capaz de movilizar

a los más jóvenes, cuya fuerza física y belicosidad servían para encontrar ese predominio italiano

sobre el resto de las naciones.

En el “Movimiento Político Futurista” (1915) escribía Marinetti:“Nosotros impondremos en todo el mundo, el predominio del genio creador sobre los genios creadores de otras razas.” Y exactamente eso buscó el fascismo con su suerte de darwinismo social.

Sin embargo, mientras el futurismo rechaza rotundamente el pasado y todos los héroes

enterrados en él, el fascismo busca reivindicarlo.

Ejemplo de esta exaltación del pasado por parte del fascismo y el rechazo del mismo por el

futurismo, es la idea del Superhombre de Nietzsche, que ambos habían adoptado a sus

ideologías.

10

“No teneís, en efecto más que examinar la parte fundamental de la obra del gran filósofo

alemán para convencernos de que su superhombre, nacido en el culto filosófico de la tragedia

griega, supone en quien lo engendró un retorno apasionado hacia el paganismo y la mitología”.

(Marinetti 1910)

Es que Marinetti se quejaba de que los periódicos ingleses consideraban a los futuristas

nietzscheanos, porque su idea del superhombre distaba a aquella que tenía el filósofo alemán.

Decía que este quedaría en la historia como uno de los más encarnizadores defensores de la

grandeza y la belleza antigua, siendo estos “pies trabados por embarazosos textos griegos y un

superhéroe construido con los grandes cadáveres podridos de Apolo, Marte y Baco”(Marinetti,

1910). Aborrecido por la ideología futurista y alabado por la fascista.

Por su parte, los futuristas proponían un superhombre “multiplicado por sí mismo, enemigo del

libro, amigo de la experiencia personal, discípulo de la máquina dotado de olfato felino, de

luminosos proyectos, de instinto salvake, de intuición de astucia, de temeridad”

Por lo tanto, existe una relación política entre estos pero la obra futurista en sí está lejos de

pregonar la ideología fascista, siendo el rechazo del pasado y la relación eclesiástica donde se da

la principal ruptura entre ambos.

“Ya es un dato cierto que, no obstante la personal amistad de Marinetti con Mussolini, nacida

en los tiempos de la militancia socialista del Duce y salpicada en el transcurso de los años con

muchas tensiones e incomprensiones, causadas en particular por la renuncia de Mussolini a los

principios anticlericales y antimonárquicos que había compartido con Marinetti en la segunda

mitad de la década de 1910, el futurismo artístico tuvo una vida muy autónoma respecto de las

instancias más abiertamente tradicionales y conservadoras del fascismo ” explica Gabriela 7

Belli, la curadora de arte que el año pasado presentó en PROA la exhibición del futurismo.

7 PROA: Fragmentos del texto curatorial incluido en el catálogo El Universo Futurista: 1909 – 1936

11

Finalmente, después de la lectura realizada y tras haber hecho una ardua interpretación, se puede

decir que el fascismo adoptó temporalmente el futurismo por una cuestión de conveniencia

momentánea­movimiento artístico revolucionario que compartía solo el nacionalismo y la

belicosidad­, y que cuando este se opuso a su programa restaurador se apoyó en otro movimiento

artístico, mientras que el futurismo se unió al fascismo por una creencia de que este era un fiel

sucesor de su ideología, y por ende la mejor forma de gobierno para glorificar a Italia.

Idealista por naturaleza, Marinetti murió convencido de que el fascismo llevaría a Italia a

predominar sobre el resto de las razas. La historia terminó demostrando que se había equivocado.

BIBLIOGRAFÍA

12

Álvarez­Uría, Fernando y Varela, Julia (2004). Sociología, capitalismo y democracia. Madrid: Morata, 391 pp PAGINA 353

Humphreys, Richard. (2000). Futurismo. Londres. Madrid: Ediciones Encuentro.

Marinetti, Filippo Tommaso. “El Manifiesto Futurista” http://webdelprofesor.ula.ve/humanidades/belfordm/materias/corrientes_y_movimientos_literarios

_contemporaneos/textos_de%20_lectura/Marinetti%20Filippo%20­%20El%20Futurismo.pdf

Milá, Ernest. "Futurismo Y Fascismo." INFOKRISIS. Ernest Milá, 12 Dec. 2010. Web. 27 June 2012. <http://infokrisis.blogia.com/2010/ 121201­futurismo­y­fascismo.php>.

Sandar Rivas, José Ramón. "Primer Manifiesto Futurista." Nosotros: Revista De Arte Contemportáneo. Nosotros, 3 June 2011. Web. 27 June 2012. <http://www.nosotros­art.com/opinion/primer­manifiesto­futurista>.

Sternhell, Zeev, Mario Sznajder y Maia Asheri: El nacimiento de la ideología fascista.

“El Universo Futurista." Fundación PROA. PROA, n.d. Web. <http://proa.org/esp/ exhibition­el­universo­futurista­artistas­filippo­tommaso­marinetti.php?keepThis= true&TB_iframe=true&height=550&width=900>.

MAY LORENZO ALCALÁ. La esquiva huella del futurismo en el Río de la Plata. Patricia Rizzo Editora. Buenos Aires. 2009

13

Otras webs consultadas:

Las vanguardias literarias http://curro2m.awardspace.com/Selectividad/vanguardias.pdf

http://www.buscabiografias.com/bios/biografia/verDetalle/5356/Filippo%20Marinetti/

http://blogdelaclasedehistoria.blogspot.com.ar/2010/03/futurismo­y­fascismo.html

http://radiaciontransparente.blogspot.com.ar/2011/07/manifiesto­tecnico­de­la­literatura.html

http://www.causanacional.net/index.php?itemid=370

http://carocostas.wordpress.com/2008/06/17/filippo­marinetti/

http://curro2m.awardspace.com/Selectividad/vanguardias.pdf

http://www.mchampetier.com/arte­movimiento­NOVECENTO_ITALIANO.html

Información complementaria

Manifiesto Futurista (1909)

“1. Nosotros queremos cantar el amor al peligro, el hábito de la energía y la temeridad

2. El valor, la audacia, la rebelión, serán elementos esenciales de nuestra poesía

3. Hasta hoy, la literatura exaltó la inmovilidad pensativa, el éxtasis y el sueño. Nosotros

queremos exaltar el movimiento agresivo, el insomnio febril, el paso ligero, el salto mortal, la

bofetada y el puñetazo

4. Nosotros afirmamos que la magnificencia del mundo se ha enriquecido con una belleza

nueva: la belleza de la velocidad. Un automóvil de carreras con su capó adornado de gruesos

tubos semejantes a serpientes de aliento explosivo…un automóvil rugiente que parece correr

sobre metralla, es más bello que la Victoria de Samotracia

5. Nosotros queremos cantar al hombre que sujeta el volante, cuya asta ideal atraviesa la tierra,

ella también lanzada a la carrera, en el circuito de su órbita

14

6. Es necesario que el poeta se prodigue con ardor, con lujo y con magnificencia para aumentar

el entusiasta fervor de los elementos primordiales.

7. Ya no hay belleza si no es en la lucha. Ninguna obra que no tenga un carácter agresivo puede

ser una obra de arte. La poesía debe concebirse como un violento asalto contra las fuerzas

desconocidas, para obligarlas a arrodillarse ante el hombre

8. ¡Nos hallamos sobre el último promontorio de los siglos! ¿Por qué deberíamos mirar a

nuestras espaldas, si queremos echar abajo las misteriosas puertas de lo imposible? El tiempo y

el espacio murieron ayer. Nosotros ya vivimos en lo absoluto, pues hemos creado ya la eterna

velocidad omnipresente

9. Nosotros queremos glorificar la guerra­única higiene del mundo­, el militarismo, el

patriotismo, el gesto destructor de los libertarios, las hermosas ideas por las que se muere y el

desprecio a la mujer

10. Nosotros queremos destruir los museos, las bibliotecas, las academias de todo tipo y

combatir contra el moralismo, el feminismo, y toda cobardía oportunista y utilitaria

11. Nosotros cantaremos a las grandes muchedumbres agitadas por el trabajo por el placer o la

revuelta; cantaremos a las marchas multicolores y polifónicas de las revoluciones en las

capitales modernas; cantaremos el vibrante fervor nocturno de los arsenales y de los astilleros

incendiados por violentas lunas eléctricas, las estaciones glotonas, devoradoras de serpientes

humeantes; las fábricas colgadas de las nubes por los retorcidos hilos de sus humos; los puentes

semejantes a gimnastas gigantes que saltan los ríos, relampagueantes de sol con un brillo de

cuchillos; los vapores aventureros que olfatean el horizonte, las locomotoras de ancho pecho

que piafan en los raíles como enormes caballos de acero embridados con tubo, y el vuelo

deslizante de los aeroplanos, cuya hélice ondea al viento como una bandera y parece aplaudir

como una muchedumbre entusiasta”

15


Recommended