LA EMERGENCIA INVERNAL: FURIA DE LA NATURALEZA?(Ensayo)

YEIRA GÓMEZ ROCA

DOCENTEMARIANA GÓMEZ

UNIVERSIDAD DEL ATLANTICO(UA)

FACULTAD DE LAS CIENCIAS ECONOMICASPROGRAMA DE ECONOMIA

BARRANQUILLA – ATLANTICO

MAYO- 2011LA EMERGENCIA INVERNAL: FURIA DE LA NATURALEZA?

Conflicto armado, economía, farándula y demás temas que

rodean nuestra nación han sido dejados a un lado, para

vivir una realidad “natural”, pues así creemos, que es

natural que la naturaleza quiera arrebatar con todo lo

que hay a su paso, pero al parecer las fuertes lluvias

que azotan en estos tiempos al país, deja al descubierto

grandes daños en la calidad de vida de la población

colombiana, ya que existe un gran número de damnificados,

muertos, heridos, desaparecidos y viviendas destruidas.

Pero no solamente deja al descubierto estos grandes

daños, también se ha confirmado la ineficiencia de los

entes de control y la falta de sentido de pertenencia por

parte de la población.

Es cierto que nadie puede evitar los aguaceros, pero lo

que si deberían impedir las autoridades es las funestas

consecuencias de los mismos, y los pobladores no deberían

maltratar al medio ambiente, ya que como dice en su

artículo, ¿Un país de desastres?, el crítico Alfonso

Gómez1: “el deterioro del medio ambiente es producto de

las equivocadas políticas durante muchos años”.

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(1) GÓMEZ MENDEZ, ALFONSO. ¿Un país de desastre? El pilón, Valledupar 2011

Es por esto que ahora podemos darnos cuenta del manejo

politiquero de las Corporaciones Autónomas Regionales,

que en lugar de cumplir con su función que se basa en

impulsar las obras en los ríos y quebradas, observamos

como innumerables familias, hoy son víctimas de la furia

de la naturaleza ofendida.

Al parecer a los gobernantes de turno se les está

olvidando sus funciones o por lo menos con lo que

respecta a la calidad de vida de los ciudadanos en

especial a las clases bajas, puesto que a ciencia y

paciencia de las autoridades se construyen, viviendas en

laderas y lugares de alto riesgo.

Todo lo anterior, mientras destruye la vida de los

ciudadanos y los sumerge en la pobreza absoluta, también

genera expectativas y beneficia en gran manera aquellos

que buscan un espacio en las filas de los cargos

públicos.

En este afán por obtener un cargo apreciamos como algunos

candidatos y sus asesores, saben aprovechar estos

desastres naturales para beneficio de sus campañas.

Como lo menciona la Directora de la Misión de Observación

Electoral2, en una entrevista realizada por César

Paredes: “Hay que estar atentos a la trashumancia, al

intento de utilizar los subsidios como bandera de campaña

y a las cuentas de la financiación de campañas”.

Esto representa un gran reto para la MOE, ya que

centrándonos en toda la trayectoria de la política en

Colombia, observamos como utilizan cada situación para

disfrazarla al acomodo de los candidatos. Por lo tanto no

es de extrañar que tomen los subsidios de los

damnificados del invierno para hacer política.

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(2)PAREDES, CÉSAR. Elecciones locales: retos y riesgos por emergencia invernal. Revista Semana, 2011 p78

Esto es preocupante, debido a que Colombia “no cuenta con

un ente central de inteligencia para el manejo de riesgos

sistémicos”3, lo cual es competencia del gobierno, este

no invierte en las necesidades y espera a que pasen los

desastres para actuar, al contar con una central de

inteligencia se construirían escenarios que prevean todas

las posibilidades, “si algo malo ocurre, esta vez por lo

menos podríamos decir que no nos tomó por sorpresa”4.

Lo anterior puede considerarse como un proyecto que

reduce el ineficaz sentido de la crisis invernal.

Con todo lo planteado anteriormente, no se está dando por

sentado de que el Estado sea el motor y único forjador de

la emergencia invernal, claro que no, esta se debe en

cierta medida a múltiples factores, sin embargo, se

resalta el campo de la política, debido a su fuerza en

estos momentos de crisis. Con esta reflexión solo

pretendo crear conciencia en que debe primar siempre el

buen juicio y el uso de la inteligencia a la hora de

elegir a nuestros gobernantes y estos, a su vez, hacer

política como debe ser, sin aprovecharse de la ola

invernal, para la realización de sus deberes como

candidatos.

Pues al parecer, aquí son más graves los desastres

políticos que los naturales.

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(3) CARDENAS, MAURICIO. De emergencia en emergencia. Periódico El Tiempo, 2011.

(4) Ibíd.