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LA TRATA DE BLANCAS EN LA CIUDAD DE CÓRDOBA EN LA DECADA DE 1930

Date post: 15-May-2023
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Universidad Nacional de Córdoba Facultad de Filosofía y Humanidades- Escuela de Historia Metodología de la Investigación Histórica Proyecto de Investigación: LA TRATA DE BLANCAS EN LA CIUDAD DE CÓRDOBA EN LA DECADA DE 1930. Tutora: Moreyra Beatriz. GIULIETTI, Julieta Josefina Año 2011
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Universidad Nacional de Córdoba

Facultad de Filosofía y Humanidades- Escuela de Historia

Metodología de la Investigación Histórica

Proyecto de Investigación:

LA TRATA DE BLANCAS EN LA CIUDAD DE CÓRDOBA

EN LA DECADA DE 1930.

Tutora: Moreyra Beatriz.

GIULIETTI, Julieta Josefina

Año 2011

Introducción

A partir de la segunda mitad del siglo XIX, nuestro país comienza atravesar un proceso

de modernización económica y social, producto de su estructuración a un nuevo modelo

de acumulación basado en una economía agroexportadora, la inmigración masiva y la

urbanización. En este contexto, la cuestión social se verá circunscripta a las

consecuencias sociales que dicho proceso de modernización implicará. Argentina

registró grandes cambios y uno de los picos más fuertes de su crecimiento económico.1

La intensa actividad relacionada con las inversiones en ferrocarriles, frigoríficos,

puertos y otras grandes obras de infraestructura, marcó el desarrollo de la sociedad

argentina. Este proceso se vio impulsado por la entrada de capitales extranjeros, que en

su mayoría estaban destinados a la construcción de la red ferroviaria. Pero todo esto

requería de una mano de obra que el país no disponía.

Es así que en este contexto se comprende la frase de Juan Bautista Alberdi “gobernar es

poblar”, como definición de una de las condiciones para constituir una nación moderna.

Las causas que llevaron a la decisión de fomentar la inmigración por parte de las

autoridades nacionales están relacionadas con la inserción de la Argentina a la nueva

división internacional del trabajo, imperante durante esta etapa, como productora de

bienes primarios: carnes y cereales. Por otra parte, es preciso recordar que en Europa se

estaba produciendo una situación inversa a la de nuestro país: mientras Argentina

necesitaba mano de obra y capitales, como consecuencia directa de la expansión del

sector agropecuario, el viejo continente liberaba mano de obra a raíz de la creciente

tecnificación del agro y, más específicamente, la Segunda Revolución Industrial.

Teniendo en cuenta que para Sarmiento como para Alberdi, dos ideólogos de la

inmigración, “poblar era civilizar”, estos contingentes de inmigrantes eran vistos como

los elementos que erradicarían la “barbarie” de estas tierras, trayendo consigo los

valores del trabajo, el ahorro y el respeto a las instituciones y a las autoridades. Lo que

buscaban los hombres de la “generación del 80´” con el fomento de la llegada de los

extranjeros a estas tierras era, mediante el ejemplo, la formación de un hombre distinto,

capaz de trabajar, de educarse. Con esto, se pretendía transformar el país a la imagen

norteamericana, por la política industrial, y europea, por sus ciudades modernas y bien

estructuradas.

1 Cacopardo M. Cristina; “Extranjeras en la Argentina y argentinas en el extranjero. La visibilidad de las mujeres migrantes.”Editorial Biblos, Colección La Argentina Plural; 2011; Argentina, Buenos Aires; Pp. 59.

2

Pero la gran masa de inmigrantes que llegó al país no venía de los países del norte de

Europa ni tenía un alto nivel educativo como pretendían estos ideólogos. A pesar de

esto, Argentina necesitaba de estos inmigrantes para poblar grandes extensiones de

tierras deshabitadas pero, sobre todo, para modernizarse y “elevar” la cultura nacional,

inculcando los valores del trabajo.2 Sin embargo, entre 1880 y 1930, la Argentina

experimentó un proceso de transformación económica, social, espacial y cultural sin

precedentes: se ocuparon y entraron en producción más de 60 millones de hectáreas3, se

tendieron vías férreas, se construyeron puertos, se comenzó la instalación de las redes

de electricidad, gas y otros servicios. Gracias al aporte de la migración extranjera, la

población creció a un ritmo muy acelerado: mientras que en 1869 no llegaba a los dos

millones de habitantes, en 1914 alcanzaba a casi ocho millones4. Ese crecimiento

demográfico estuvo unido a una impresionante expansión urbana, registrada en las

principales regiones de la Pampa Húmeda. En este periodo, el poblamiento intensivo del

territorio nacional trajo aparejados nuevos problemas: hacinamiento, aumento de la

criminalidad y de la delincuencia, crecimiento de la prostitución, difusión de

enfermedades infectocontagiosas; pero también a nivel político: con la llegada de los

extranjeros, la incipiente industria argentina conoce un período de paulatino

crecimiento, en donde la principal mano de obra la constituirán los recién llegados. De

esta manera, el país ve emerger el germen de lo que posteriormente constituirá la clase

obrera argentina. Estos hombres, posteriormente devenidos en obreros, llegarán con su

fuerza de trabajo pero también con ideologías que contrastaban con el ideal nacional de

respeto a las autoridades: socialismo, anarquismo y comunismo principalmente. Estas

ideologías traídas por los inmigrantes europeos no eran bien vistas por la sociedad

argentina ya que perturbaban el orden que se pretendía instaurar como base para el

desarrollo de la Nación.

Con todo esto, se puede ver que la Argentina contaba con una población altamente

heterogénea, con intereses, culturas e idiomas disímiles. Era necesario lograr unificar

esos intereses para lograr una identidad nacional que superara la heterogeneidad de

origen y que hicieran que el país creciera como una unidad. Para eso era indispensable

2 Halperín Donghi. T: “¿Para que la inmigración? Ideología y política inmigratoria en Argentina (1810-1914), en: El espejo de la historia. Problemas argentinos y perspectivas latinoamericanas; Sudamericana; Bs. As.; 1987.3 Cacopardo M. Cristina; “Extranjeras en la Argentina y argentinas en el extranjero. La visibilidad de las mujeres migrantes.”Editorial Biblos, Colección La Argentina Plural; 2011; Argentina, Buenos Aires; Pp. 28.4 Ibídem.

3

la inclusión de los inmigrantes a las diversas instituciones, la atención de los problemas

laborales y la adhesión de la población en general a una causa nacional. Es por ello que

es posible observar un desplazamiento en la figura del “peligroso” que amenaza a la

sociedad. Antes el detentador de este título era el delincuente, hacia fines del siglo XIX,

pero a principios del XX serán gran parte de los inmigrantes. Los inmigrantes amenazan

el orden social en todos los sentidos: con sus idearios políticos pero también eran los

principales blancos de enfermedades infectocontagiosas y de promover conductas

indecorosas como la prostitución. Cabe recordar que la prostitución como problemática

social, comienza a requerir la atención de las autoridades conjuntamente con cuestiones

más amplias, que comenzaron a detentar un tinte negativo, como fueron la inmigración,

la descontrolada urbanización y la salubridad. En este sentido, el discurso higienista,

será uno de los dispositivos a través del cual, el Estado buscará hacer frente a la

cuestión social planteada por el hacinamiento, la propagación de enfermedades

infectocontagiosas y venéreas, la salubridad, y será, en la mujer, en donde estas políticas

hagan mayor hincapié, en especial la prostituta. De esta manera el Estado, mediante

diferentes legislaciones, y también, mediante un discurso médico higienista buscó,

como sostiene Infield, “la prevención y sanción de las conductas no deseables que

pudieran llevar al desorden social” 5. Se trataba de controlar socialmente a este sector

potencialmente peligroso. El discurso higienista se vio materializado en la legislación y

en las medidas tomadas sobre el ejercicio de la prostitución.6

En este contexto es que debe entenderse el aumento de la prostitución y la aparición de

un comercio ilícito de personas para el ejercicio de la prostitución: trata de blancas. Ésta

actividad, en lo que hace a los casos de las ciudades de Buenos Aires y Rosario, se

encontraba en manos de organizaciones extranjeras que actuaban con la convivencia de

distintos estratos del poder.7 Así, en nuestro país, hasta 1936, cuando se dicte la Ley

Nacional Nº 12331 sobre profilaxis y prostitución, la prostitución fue legal en todo el

territorio. De esta manera, el proxenetismo fue aceptado y legalizado. La “trata de

blancas” comenzó a transformarse en un problema social que incomodaba a las

autoridades y dejaba en una posición desfavorable al país, ya que como sostiene Donna

5 Infield, Ana; “Pobres y prostitutas”. Políticas sociales, control social y ciudadanía en Comodoro Rivadavia (1929-1944); Prohistoria ediciones; Rosario; 2009; Pp. 25.6 Gomez R. Julio; “La prostitución en Argentina (1870-1940)”; Universidad Nacional de Mar del Plata; Buenos Aires; 2010.7Cacopardo M. Cristina; “Extranjeras en la Argentina y argentinas en el extranjero. La visibilidad de las mujeres migrantes.”Editorial Biblos, Colección La Argentina Plural; 2011; Argentina, Buenos Aires; Pp. 55.

4

Guy “Buenos Aires era conocida internacionalmente como un tenebroso puerto de

mujeres desaparecidas y vírgenes europeas secuestradas que se veían obligadas a vender

su cuerpo y a bailar el tango”.8 Como una primera medida para frenar la trata, se pueden

rastrear los antecedentes normativos nacionales sobre prostitución y trata de mujeres

con fines de prostitución que se remontan a 1913, cuando nuestro parlamento sanciona

la primera ley contra la Trata de Blancas, conocida como Ley Palacios (ley Nº 9.143).

En su presentación, Alfredo Palacios sostuvo que estos delitos debían incorporarse en el

Código Penal, denunciando el tráfico que se realizaba con mujeres de aldeas de Rusia,

"jóvenes incautas que luego traían a nuestro país para venderlas o encerrarlas en los

prostíbulos como esclavas"9. Sin embargo, a pesar de esta legislación que ponía trabas a

la comercialización de mujeres con fines prostibularios y que convertía ahora al

proxeneta en un delincuente, organizaciones como la Zwi Migdal o la Melieu, dedicadas

de manera encubierta a estas actividades, reclutaban a jóvenes europeas mediante

intermediarios enviados a Europa por estas redes. Así la “Migdal” llegó a explotar a

30.000 mujeres, en 2.000 prostíbulos en nuestro país.

En lo que concierne a la ciudad de Córdoba, la prostitución es legalizada a partir de

1883, mediante una ordenanza que estipulaba la creación de un barrio de “mala vida”.10

A pesar de que en dicha ciudad el proceso de modernización fue relativamente lento, si

es comparado con Buenos Aires, el mismo provocó transformaciones económicas,

sociales y políticas. En este sentido, con la llegada del capital extranjero destinado al

trazado del ferrocarril y a la instalación de industrias, la trama espacial de la ciudad se

fue transformando. Con la llegada de capitales extranjeros, también hicieron su arribo a

Córdoba inmigrantes de distintas procedencias.11 Esto produjo un aumento demográfico

considerable, como también el aumento de la prostitución. Las autoridades municipales

buscarán remediar los problemas sociales que implicaba el ejercicio de esta actividad

mediante distintos tipos de ordenanzas que iban desde la localización de las “casas de

tolerancias” hasta la matriculación de las prostitutas y el patentado de burdeles en un

registro a cargo de la Asistencia Pública. Como sostiene Gómez, “las casas de tolerancia

8 Guy, Donna; “El sexo peligroso” La prostitución legal en Buenos Aires 1875-1955; Editorial Sudamericana; Buenos Aires; 1994;Pp. 17. 9 Dra. González. B. y Lic. Mancera. E.:“El Fenómeno de la trata de personas en el Panorama histórico y social de la Argentina y la Triple Frontera. Las/os protagonistas y sus voces.”; Febrero de 2010; Ciudad Autónoma de Buenos Aires; Publicado por Parra Erica. P.p. 24 a 27.10 Guy, Donna; “El sexo peligroso” La prostitución legal en Buenos Aires 1875-1955;Editorial Sudamericana; Buenos Aires; 1994;Pp. 95.11 Ansaldi, Waldo: “Una modernización provinciana: Córdoba, 1880-1914 ”; publicación electrónica; http://www.catedras.fsoc.uba.ar/udishal; Pp.1.

5

eran el lugar donde se ubicaban las prostitutas ya que para ser controladas debían

establecer un lugar fijo accesible a las autoridades. El burdel patentado hacia posible los

dispositivos de vigilancia y control, convirtiendo a la prostituta en una mujer pública

sometida a regulaciones de las autoridades administrativas, médicas y policiales”.12 A

principios del siglo XX, “la mayor parte de las prostitutas cordobesas eran `chinas´

(indias, pobres o mestizas) y los rufianes, generalmente, eran sus amantes criollos”.13

Recién para los años 1920-1930, las organizaciones de trata de blancas comenzaron a

ser un problema. Anteriormente sólo hubo casos aislados denunciados por la prensa

local.

Planteamiento del problema, y su delimitación espacio temporal.

La temática de la “trata de blancas” se encuentra inserta dentro de la problemática social

que implicó el flujo migratorio hacia nuestro país a partir de mitad del siglo XIX hasta

las primeras décadas del XX. Dentro de este contexto se pretende investigar la dicha

temática centrándonos en la ciudad de Córdoba en la década de 1930. Este corte

temporal responde, por un lado, a que la trata de mujeres se organiza como empresa y,

por el otro, es durante esta década cuando se logra desarticular una de las más grandes

organizaciones de prostitución ilegal como fue la Zwi Migdal en Buenos Aires.

En lo que atañe a nuestra investigación plantearemos ¿Qué lugar ocupó Córdoba en la

cuestión de la trata de blancas que se desarrolló en Argentina durante la década de

1930? Partiendo de esta problemática planteamos los siguientes interrogantes:

1. La trata de blancas se transforma en una problemática acuciante a nivel mundial

y nacional a partir de 1870. En este sentido, ¿Qué tipos de políticas emergieron

desde el gobierno municipal en torno a dicha problemática? ¿Qué tipo de

legislación específica buscaba resolver la trata de blancas? ¿Era mediante las

políticas sobre inmigración que se buscaba resolverlo o en base a la legislación

sobre la prostitución y las “Casas de Tolerancia”? ¿Fue el discurso higienista

emanado desde el gobierno municipal quien buscó una solución al problema o

sólo logró estigmatizar aún más a las prostitutas inmigrantes?

2. ¿Era la ciudad de Córdoba un enclave geográfico importante para la trata de

blancas como lo fueron las ciudades portuarias de Rosario y Buenos Aires, o

12 Gomez R. Julio; “La prostitución en Argentina (1870-1940)”; Universidad Nacional de Mar del Plata; Buenos Aires; 2010. 13 Coni; citado en Guy Donna; “El sexo peligroso” La prostitución legal en Buenos Aires 1875-1955;Editorial Sudamericana; Buenos Aires; 1994; Pp. 95.

6

sólo fue un punto nodal dentro del territorio argentino desde donde se repartían

estas mujeres a distintos centros urbanos?

3. ¿Hubo en la ciudad de Córdoba asociaciones que regenteaban la prostitución

clandestina de mujeres europeas como la Zwi Migdal, o sólo se trató de

“rufianes” que de manera individual, y en vista de mayores lucros económicos,

traían mujeres extranjeras a trabajar en prostíbulos a la ciudad?

4. Como se sabe, la inmigración a principios del siglo XX comenzó a ser vista

como una amenaza al orden social y político en vista de sus ideas “subversivas”

(comunistas, socialistas, anarquistas, entre otras), pero por otro lado, el

inmigrante comenzó a transformarse en un receptáculo donde depositar todos los

fenómenos sociales negativos: transmisores de enfermedades, subversivos del

orden público, desapasionados por los valores nacionales, entre otros. En este

sentido ¿Qué representaciones sociales se fueron construyendo alrededor de la

mujer inmigrante? ¿Qué trabajos realizaban dentro de la ciudad? ¿Estaba

asociada la figura de dichas mujeres a la prostitución ilegal? En el caso de las

prostitutas extranjeras ¿De dónde provenían, cuáles eran sus países de origen?

¿Eran jovencitas de clase humilde “raptadas” en Europa por comercializadores

de mujeres o, por el contrario, ejercían la prostitución en sus países y llegaban a

estas tierras conociendo la situación en la que se encontraban?

5. ¿Hubo ocultamiento de esta problemática en los diarios cordobeses o, todo lo

contrario, fue denunciado enérgicamente este delito? ¿Cómo se construye la

mujer inmigrante en ellos? ¿Se hicieron diferencias en torno a la prostituta

“nativa” y la prostituta “extranjera”? ¿Cuál era la situación real de estas

mujeres?

Objetivos

Analizar el lugar ocupado por la ciudad de Córdoba dentro de la cuestión de la

trata de blancas en nuestro país durante la década de 1930.

Indagar el tipo de políticas municipales que buscaron resolver esta problemática

social haciendo hincapié en las legislaciones municipales dirigidas a las “casas

de tolerancia” y a la inmigración y el discurso higienista.

Mostrar la posición de enclave de la ciudad de Córdoba dentro de una red más

amplia de comercialización de mujeres extranjeras.

7

Examinar las representaciones de la sociedad sobre el inmigrante como un actor

social “subversivo” y con connotaciones negativas, deteniéndonos

específicamente en la figura de la mujer extranjera y su rol dentro de la sociedad

argentina.

Reconocer la procedencia de las prostitutas inmigrantes a fin de distinguir los

principales puntos de origen de las mismas.

Sondear los diarios cordobeses a fin de reconocer la influencia de la opinión

pública en torno a la trata de blancas.

Marco teórico

A partir de la década de 1970 los modelos de explicación que asistieron al surgimiento

de la historia social sufrieron un cambio en su enfoque como resultado del impacto del

giro cultural en las ciencias sociales y humanas.14 La historia socio – científica comenzó

a mostrar sus deficiencias explicativas. Como sostiene Moreyra, en esta década, “la

desilusión creció con la proporción asimétrica entre los esfuerzos invertidos y los

resultados y los historiadores se plantearon otros tipos de preguntas que no podían ser

respondidas por la cuantificación, los métodos analíticos y el rigor científico”.15 Pero

será a partir de 1980, con el giro cultural, que se producirá un viraje, pues el rígido

estructuralismo cedió el paso a una descomposición del saber y a la pérdida de

confianza en los grandes sistemas de pensamientos. Dicho cambio comenzó con la

introducción de E. P. Thompson y Clifford Geertz y sus nociones de cultura, el primero

en lo que respecta a la historia laboral inglesa, y el segundo una redefinición desde la

antropología – social. Siguiendo nuevamente a Moreyra, “los distintos cambios había

creado una conciencia y una sensibilidad hacia temas vinculados con la agencia, la

subjetividad, la contingencia y la construcción simbólica de la `realidad´ social.”16 El

giro cultural de los años 80´en la historia social se presentó como una aguda crítica a la

naturalización del mundo social materializada en los grandes relatos, las historias socio

– económicas y demográficas. En contraposición a las explicaciones estructuralistas, se

afirma que la vida social es una construcción de los individuos. Se defiende como

argumento capital las necesarias interconexiones entre las expresiones, acciones y

representaciones humanas observadas y las estructuras sociales reales. De tal manera,

14 Moreyra Beatriz; “Los desarrollos de la historia social contemporánea: ¿Hacia un nuevo giro social?”; Pp. 315 Ibídem.16 Ibídem. Pp. 4

8

“los fenómenos no se observan exteriormente como un espectáculo que se desarrolla en

una orientación irreversible y necesaria, sino que se establecen los motivos que orientan

las estrategias individuales o colectivas que, a su vez, determinan la producción de los

fenómenos y procesos históricos”.17 En este sentido, la noción de cultura produce un

viraje de la explicación histórica, ampliando el abanico de temáticas como también

impregnando áreas “previamente consideradas como exclusivo dominio de la

objetividad gobernada por un mecanismo causal impersonal”.18 Este revisionismo hizo

que los historiadores sociales volcaran sus esfuerzos a reconstruir los significados de los

fenómenos pasados. Postulando que las acciones no podían observarse del mismo modo

que los objetos naturales, comienzan a rescatar a los actores sociales de la historia de la

opresión de las estructuras, mostrando que identificando correctamente el accionar de

los sujetos, sus motivos e intenciones se lograba entender el significado subjetivo que

esa misma acción tiene para los sujetos. De esta forma, “los modos culturales y las

formas de expresión están así presentes como un motor histórico, como un elemento

que modela las expectativas, los modos de acción y sus consecuencias en el hecho

histórico y también operaran como factores en la estructuración del mundo social de la

clase, la autoridad, las relaciones económicas y su transformación histórica”.19 Así, la

reformulación de la historia social otorgó los instrumentos necesarios que posibilitaron

la ampliación del campo, llevándolo a terrenos menos explorados hasta ese momento o

generando visiones diferenciales sobre temáticas tradicionales. En efecto, si bien los

estudios históricos sociales pueden tener un origen más o menos reconocible en los

Annales a partir de 1929, fue durante el último cuarto del siglo XX cuando se pudo

observar una renovación de enfoques y una redefinición de sus alcances.20 La historia

social busca rescatar las prácticas y experiencias de los sectores subalternos, así la

historia de la prostitución, de la sexualidad, forma parte de esta ampliación temática de

la historia social posterior al giro cultural, mostrándose como un campo fructífero para

la investigación interdisciplinaria. Este trabajo será abordado desde la perspectiva de la

nueva historia cultural de lo social. A continuación pasaremos a tratar los conceptos que

nos servirán de anclaje para el abordaje de la trata de blancas.

17 Ibídem. 5. 18 Ibídem. 19 Ibídem. 20 Halperín Donghi, Tulio, 1996, “La historia social en la encrucijada”, Ensayos de historiografía, Ediciones el Cielo por Asalto, Buenos Aires. p. 161.

9

La prostitución clandestina en Argentina fue creciendo a la par que aumentaba el flujo

de inmigración europea llegada a estas tierras. Entendemos que la trata de blancas es un

tipo particular de tráfico, en este caso de personas, consistente en atraerlas a los centros

de prostitución para especular con ellas, es un delito que no necesariamente exige el

cruce de fronteras, pero sí se configura como una situación de engaño, fraude, coacción,

amenaza, violencia o abuso con fines de explotación. Así este tipo de tráfico es “la

facilitación de la entrada ilegal de una persona en un Estado parte del cual dicha persona

no sea nacional o residente permanente con el fin de obtener directa o indirectamente un

beneficio financiero u otro beneficio de orden material.”21 Cabe distinguir que, si bien

los conceptos de trata y tráfico están relacionados, refieren a cuestiones diferentes, la

trata hace mención exclusivamente sobre las mujeres extranjeras que son engañadas y

secuestradas, alejadas de su contexto cotidiano, y que es mediante la violencia que se

las mantiene en cautiverio, transformándolas en mercancía, utilizándolas para el

beneficio del proxeneta. En cambio, tráfico puede considerarse como un concepto más

genérico que hace referencia a un tipo especial de negocio, ilegal o clandestino.

Estas mujeres extranjeras llegaban al país con un destino ya estipulado: la prostitución.

El ejercicio de la prostitución era definida hacia 1900 en la ciudad de Córdoba como un

ejercicio innoble y bajo, pero no por ello se dejaba de considerar un trabajo. Así

entendían la prostitución en el Consejo Deliberante: “lo que caracterizaba al ejercicio

de la prostitución era el acto innoble, bajo, interesado, o sea un modus vivendi, un

modus lucratis […] que se considera prostituta a toda mujer que se entrega al acto

venéreo con varios hombres, haciendo de ello su profesión habitual […]22”. En nuestra

ciudad la prostitución fue legalizada en 1883 mediante una ordenanza que regulaba

sobre la ubicación de las “casas de tolerancia” o prostíbulos.

Teniendo en cuenta que Córdoba se abre paso hacia la modernización a partir de 1870,

aunque será un proceso tardío, pero no por ello provocará transformaciones sociales,

económicas, espaciales y culturales. Así, la prostitución accede al ámbito de las

problemáticas sociales junto a otras más amplias como lo serán la inmigración, la

salubridad y la urbanización. La cuestión social emergerá como una materia a resolver

desde el Estado. Entendemos por cuestión social “un fenómeno objetivo, que surge de

21 Dra. González. B. y Lic. Mancera. E.:“El Fenómeno de la trata de personas en el Panorama histórico y social de la Argentina y la Triple Frontera. Las/os protagonistas y sus voces.”; Febrero de 2010; Ciudad Autónoma de Buenos Aires; Publicado por Parra Erica. P.p. 722 Acta de la Sesión del Honorable Consejo Municipal (en adelante HCM), 3 y 5-XII-1900. En Archivo Histórico Municipal (en adelante AHM). T. A-1-27, f. 283-284.

10

manera disruptiva, con una producción simbólica del mismo, en el marco de una

coyuntura histórica específica. En este sentido, la cuestión social se encuentra

doblemente constituida (o forma parte de un doble registro); es un emergente de la

realidad social, que implica una conflictividad en el orden de cosas vigente, pero que

adopta existencia como tal cuando se convierte en una situación social significativa, es

decir, entendida como importante por los actores involucrados, por tanto,

problematizada discursivamente por la misma sociedad en la que emerge.”23 En este

sentido, serán las “consecuencias sociales, laborales e ideológicas de la

industrialización y urbanización nacientes” las que provocarán “la aparición de

problemas cada vez más complejos pertinentes a viviendas obreras, atención médica y

salubridad […]24”. En este sentido, concordamos con Suriano en que si bien esta noción

siempre estuvo asociada a las primeras manifestaciones del movimiento obrero

argentino, también es ampliable a las mujeres: “[…] los problemas suscitados desde

fines del siglo XIX en torno al género y relacionados centralmente al rol de la mujer en

su carácter de trabajadora y/o madre […]25”.

En este contexto, serán las autoridades municipales las encargadas de llevar adelante la

solución de aquellas problemáticas que aquejan y preocupan a la sociedad. Así, será a

través de instituciones como la policía, los médicos higienistas y la Asistencia Pública

que la municipalidad de Córdoba llevará a cabo un proceso de control social, entendido

éste en sentido amplio, es decir, aquel que tiende a ordenar el comportamiento de los

habitantes de una sociedad.26 Dicho control se verá materializado a través de las

diferentes políticas sociales que han de emerger del seno del Estado municipal. Dichas

políticas iban dirigidas, en el caso de las mujeres, a construir una mujer activa en la

construcción del país. Pero este tipo de políticas hay que entenderlas en el contexto de

las sociedades modernas. Pero la disciplina no puede identificarse con una institución ni

con un aparato, precisamente porque es un tipo de poder, una tecnología, que atraviesa

todo tipo de aparatos y de instituciones a fin de unirlos, prolongarlos, hacer que

converjan, hacer que se manifiesten de una nueva manera.”27Es por ello, que la noción

de Anderson de “comunidad imaginada”28 permite entender el rol de ellas en la

23 Forte M. Ángel; “Apuntes sobre la Cuestión Social Argentina”; Pp.3.24 SURIANO; Juan: “La Cuestión Social en Argentina. 1870 – 1943”. Pp. 1-2. 25 Ibídem. Pp. 2. 26 MOREYRA; Manuel: “Antropología del Control Social”. 2001. Pp. 17. 27 Deleuze, G.; Foucault; ed. Paidós; 2| ed.; 1| reimpr.; Bs. As.; 2005; pp. 51-52.28 Anderson Benedict; “Comunidades Imaginadas” Reflexiones sobre el origen y la difusión del nacionalismo; Fondo de Cultura Económica; México; 1983.

11

perpetuación del modelo económico, social y cultural que las autoridades pretendían

sostener. Además, esta conceptualización es de suma importancia a la hora de entender

el viraje de la figura del inmigrante hacia la delincuencia y peligrosidad social,

materializado en la idea de la identidad nacional y ciudadanía Es por ello que la familia

será vista como el pilar fundamental en donde debía asentarse la Nación, quedando

excluidas de dicho modelo las prostitutas. Esto deja entrever que el discurso higienista

estaba dirigido a disciplinar y controlar a estas mujeres. Entendemos por higienismo

aquellas políticas y métodos dirigidas a inculcar mejores prácticas sanitarias entre los

pobres, y en especial entre las prostitutas. 29 “Términos como disciplina y saneamiento

eran la propuesta ante lo que los médicos denominaban una corrupción del cuerpo y del

alma. El higienismo, por tanto, no velaba únicamente por el bienestar individual, sino

por el desarrollo y la estabilidad de la nación entera cuya base se sostenía en el cuerpo y

los hábitos femeninos”.30

De esta manera puede observarse que la ciencia, la ideología y el Estado se asociaron

justificando natural e ideológicamente la “dominación masculina”. Dicho concepto de

Bourdieu es utilizado en el sentido de que “los esquemas de pensamiento de aplicación

universal registran como diferencia de naturaleza, inscriptas en la objetividad, unas

diferencias y unas características distintivas (en materia corporal, por ejemplo) que

contribuyen a hacer existir, al mismo tiempo que las `naturalizan´ inscribiéndolas en un

sistema de diferencias, todas ellas igualmente naturales, por lo menos en apariencia; de

manera, que las previsiones que engendran incesantemente confirmadas por la

evolución del mundo, especialmente por todos los ciclos biológicos y cósmicos.”31Así,

el papel dominante masculino se naturaliza: “la fuerza del orden masculino se descubre

en el hecho de que prescinde de cualquier justificación: la visión androcéntrica se

impone como neutra y no siente la necesidad de enunciarse en unos discursos capaces

de legitimarla32.

Así, el discurso sostenido a nivel estatal, se encargó de la cuestión de la salubridad

enfocándose en la prostituta, como fuente y origen de los males tanto en salud como en

moral. El proxeneta y el cliente, también parte de la ecuación, quedaban libres de toda

acusación, por lo menos hasta la ley Palacios. 29 Guy Donna: “El sexo peligroso” La prostitución legal en Buenos Aires 1875-1955;Editorial Sudamericana; Buenos Aires; 1994;Pp 105.30 Ibídem.31 Bourdieu Pierre; “La dominación masculina”; ed. Anagrama; Barcelona España; Joaquín Jordá (Tr.); Sexta edición; 2010; Pp. 20.32 Ibídem. Pp. 22.

12

Estado de la cuestión. Algunos antecedentes.

La trata de blancas es un tema de notable vigencia en nuestros días tanto a nivel

nacional como internacional.

Un trabajo fundamental sobre la prostitución en nuestro país es el de de Donna Guy, “El

sexo peligroso. La prostitución legal en Buenos Aires. 1875 - 1955”, donde si bien se

trata de la prostitución legal en Buenos Aires, en su primer capítulo aborda el tema de la

trata de blancas en la misma ciudad, basándose no solo en lo que sucedía a nivel

nacional, sino también la perspectiva que a nivel mundial se tenía de la ciudad portuaria

y la problemática. Con esta obra, Guy busca “integrar la noción de género a la historia

política y económica argentina mediante el análisis del papel y la imagen de la

prostitución femenina en los conceptos de trabajo, familia, clase y ciudadanía”.33

Partiendo la importancia del género como constructor de las estructuras sociales,

económicas y nacionales, analiza las políticas de control social dirigidas desde el Estado

tuvieron como epicentro a las mujeres. Este trabajo resulta imprescindible ya que, de

manera integral, analiza la prostitución desde distintas dimensiones como el discurso

higienista y la aplicación de criterios médicos y morales, las implicancias de la

prostitución clandestina en una etapa en que esta era legal, las manifestaciones del poder

y del control estatal, entre otros aspectos.

Con respecto a publicaciones sobre este tema podemos hacer especial mención a la de

Schnabel Raúl, “Historia de la trata de personas en Argentina como persistencia de la

esclavitud”. Centrándose en la homologación de la trata de blancas, primeros, y

posteriormente, la trata de personas, como una forma larvada de esclavitud, dicha

investigación está dirigida a historizar la temática de la trata de personas desde 1880

hasta la actualidad, centrando su interés en las “diversas modalidades en el submundo

de la prostitución, su vinculación con los estamentos del poder, no con afán moralista,

sino con el fin de prevención y resguardo de la salud y libertad de las personas, en

particular de los jóvenes. Nada más provechoso que conocer un mundo de crecientes

riesgos para cuidarnos y colaborar con la protección de nuestra sociedad”.34 Resulta de

gran importancia este trabajo ya que permite observar que la trata de blancas y de

33Guy, Donna: “El sexo peligroso” La prostitución legal en Buenos Aires 1875-1955;Editorial Sudamericana; Buenos Aires; 1994;Pp. 1134 Schnabel Raúl; “Historia de la trata de personas en Argentina como persistencia de la esclavitud”.

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personas es un fenómeno anterior a la construcción de la Nación argentina y persiste a

lo largo del tiempo a través de diferentes mecanismos de poder.

Y el trabajo de Roberto Julio Gómez, aborda la prostitución en Argentina, haciendo

foco en la ciudad de Buenos Aires. Dicho trabajo, “La prostitución en Argentina (1870 a

1940)”, resulta imprescindible ya que reconstruye el funcionamiento de las

organizaciones dedicadas al tráfico sexual de mujeres europeas -la Varsovia y la

Milieu-, los debates internacionales que ocasionó dicha problemática, el origen de las

prostitutas extranjeras como también las legislaciones específicas sobre esta temática. Si

bien dedica un apartado especial para observar la prostitución en las ciudades de

Córdoba y Rosario, el análisis de la prostitución en la primera resulta pobre en

comparación con la reconstrucción que hace de Buenos Aires y Rosario. Por otro lado,

aunque no hace a los fines de esta investigación, nos pareció interesante como el autor

rescata, dentro de la actividad prostibular, no sólo la figura femenina de la prostituta,

sino también la del “travesti”, analizando el famoso caso de “La Bella Otero”, travesti

muy conocido en los prostíbulos porteños.

Otro interesante trabajo es el de González y Mancera, “El fenómeno de la Trata de

Personas en el panorama histórico y social de la Argentina y la Triple Frontera. Las/os

protagonistas y sus voces”35 que si bien su objetivo es informar y destacar la

importancia que tiene la trata de personas en la actualidad, en particular en la zona de la

Triple Frontera, desarrolla la historia de la trata y en especial la Ley Palacios. La

importancia de dicho trabajo radica en el tratamiento exhaustivo que se hace de la ley

mencionada y la manera en que contextualiza a la misma dentro de un contexto más

amplio como fue la prostitución ilegal.

En los que respecta a estudios regionales sobre prostitución, en los últimos años esta

temática ha capturado el interés de varios historiadores y científicos sociales, prueba de

ello es el trabajo “Pobres y prostitutas. Políticas sociales, control social y ciudadanía en

Comodoro Rivadavia (1929 - 1949)” de Ana Infield. Este estudio parte del supuesto de

que la crisis mundial de 1929 no trajo aparejado un aumento de la marginalidad y la

pobreza, por el contrario, ésta estaba en el seno de la misma sociedad desde hacía

tiempo atrás. Así es como analiza la cuestión del surgimiento de políticas de control

social destinadas a los pobres, y dentro de éstos, a las prostitutas. De esta manera, la

35 González. B. y Mancera. E.:“El Fenómeno de la trata de personas en el Panorama histórico y social de la Argentina y la Triple Frontera. Las/os protagonistas y sus voces.”; Ciudad Autónoma de Buenos Aires; Publicado por Parra Erica; Febrero de 2010.

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autora cuestionará el alcance de la ciudadanía, con sus diferencias de género, en la

ciudad de Comodoro Rivadavia. En lo que atañe a la temática de la prostitución, Infield

analiza “el control social municipal sobre las mujeres en general y sobre las prostitutas

en particular en la dimensión material del mundo del trabajo, y en la dimensión

simbólica de algunas representaciones sociales de las mujeres -y en menor medida de

los hombres- en los aspectos de la moral y del comportamiento público/privado

esperado.”36 Dicho trabajo permite analizar, en el caso de las prostitutas extranjeras, las

diferentes políticas de control social emanadas desde el gobierno y discernir entre

aquellas que apuntaban a la ampliación de los derechos como ciudadanas y otras

destinadas al control higiénico, moral y social de las prostitutas.

Para la ciudad de Rosario, ciudad portuaria a la que arribaron gran parte del flujo

migratorio de principios del siglo XX, encontramos el trabajo de María Luisa Múgica,

“La prostitución reglamentada: fundamentos y estrategias políticas municipales de

control. Rosario (Argentina) en la primera década del Siglo XX”.37 Múgica observa que

en la ciudad portuaria la prostitución es reglamentada antes que a nivel nacional aunque

su legalidad también terminará más tempranamente: entre 1874 y 1932. Dicha

reglamentación “combinaba aspectos sanitarios, político-administrativos y policiales

válidos tanto para prostitutas como para casas de tolerancia”.38 En este sentido, aclara

que “fueron precisamente las autoridades municipales las que debatieron intensamente

acerca de qué hacer con las prostitutas y las casas de tolerancia y, fruto de esas

discusiones, surgieron reglamentos y ordenanzas que intentaban encuadrar el ejercicio

señalando el papel activo que el Estado Municipal jugó en relación con esa

problemática”.39 Además, muestra cómo el mismo municipio se fue conformando como

garante del orden y mediante la utilización de un discurso higienista, busca controlar el

ejercicio de la prostitución mediante instituciones específicas como la Asistencia

Pública y el Dispensario de Salubridad. Dicho trabajo resulta de gran importancia ya

que explora el tipo de prostitutas que eran registradas, mostrando que con las prostitutas

inmigrantes se extremaban las medidas, buscando así desentrañar si éstas venían

engañadas por alguna organización delictiva o venían por motus propio.

36 Infield, Ana; “Pobres y prostitutas”. Políticas sociales, control social y ciudadanía en Comodoro Rivadavia (1929-1944); Prohistoria ediciones; Rosario; 2009; Pp. 26.37 Múgica, M. Luisa; “La prostitución reglamentada: fundamentos y estrategias políticas municipales de control. Rosario (Argentina) en la primera década del Siglo XX”. 38 ibídem39 ibídem

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En el caso de Córdoba, no se cuenta con investigaciones realizadas sobre la trata de

blancas, pero si se encuentran trabajos sobre la prostitución. Es interesante mencionar el

de Mariana Dain y Romina Otero “Las metáforas de la tolerancia: construcciones

discursivas acerca de la prostitución. (Córdoba 1883-1910)”, donde el tema de la

prostitución se divide en tres partes: en el discurso de la prensa, en el discurso medico-

higienista y en las legislaciones, buscando reconstruir “a partir de un conjunto

heterogéneo de discursos, las representaciones que, entre fines del siglo XIX y

principios del XX, circularon en Córdoba acerca de la prostitución y de las mujeres que

la ejercían o eran sospechadas de ejercerla”40. Las autoras dejan entrever que dichas

representaciones tienen un carácter histórico y culturalmente determinado, son hijas de

un época. Este reviste de una gran importancia ya que a la hora de reconstruir las

representaciones sociales imperantes, recurren al discurso médico - higienista y la

moralización de la enfermedad, como también a la prensa y a las legislaciones

emanadas desde el Concejo Deliberante de la ciudad. De esta manera, permite ver que

fue el municipio quien, junto a otros actores sociales como la prensa y los vecinos,

fueron moldeando la imagen de la prostituta y la prostitución a los cánones de progreso

y racionalidad imperantes. Por otra parte se puede observar el paulatino crecimiento del

rol del poder político en lo que atañe a control social.

Como se puede observar en las distintas producciones que toman la prostitución como

objeto de estudio, el discurso higienista tuvo una impronta muy importante en lo

relativo a la elaboración de políticas sociales desde el poder político. Dentro de esta

línea, encontramos importantes trabajos como el de Manuel Durán Sandoval

“Medicalización y disciplinamiento. La construcción higienista del espacio femenino,

1850-1920”, que, si bien está centrado en Chile, permite observar que el discurso

médico-higienista estableció un cuerpo normativo en donde, “dado su intelecto débil y

ánimo voluble, la mujer se encuentra expuesta a los desórdenes y la locura, es deber del

Estado, en su calidad patriarcal fiscalizar a todos aquellos sujetos de la feminidad41”.

Así la mujer, en especial la prostituta, era concebida como corrompida y por eso negaba

su instinto maternal, de allí la necesidad de instruirlas para el noble fin de la maternidad

y en la profilaxis de enfermedades venéreas.

40 Dain Mariana y Otero Romina; “Las metáforas de la tolerancia: construcciones discursivas acerca de la prostitución. (Córdoba 1883-1910)”; Editorial de la Municipalidad de Córdoba; Argentina; 2003; Pp. 11 41 Manuel Durán Sandoval “Medicalización y disciplinamiento. La construcción higienista del espacio femenino, 1850-1920”. Pp 127.

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Otro artículo que se relaciona con esta línea de investigación es el de Ricardo Leandri,

“La consolidación de una inteligentzia médico profesional en Argentina: 1880 - 1900”,

en donde si bien se analiza el discurso higienista, se hace más hincapié en la

consolidación de una intelectualidad médica a principios del siglo XX en nuestro país,

mostrando de esta manera que esta élite médica procuró institucionalizar sus prácticas y

saberes para ubicarse en un lugar privilegiado en la formulación de las políticas sociales

del Estado. Esta perspectiva resulta interesante porque permite entender que los médicos

y el Estado trabajaban en conjunto en lo que respecta a la solución de las problemáticas

que aquejaban a la sociedad.

En este sentido es que deben entenderse los discursos higienistas, ya que, conjuntamente

con las diferentes políticas sociales, iban dirigidas mayoritariamente a las mujeres,

especialmente a las prostitutas.

Por último, y con respecto a la inmigración femenina, se destaca el libro de María

Cristina Cacopardo “Extranjeras en la Argentina y argentina en el extranjero. La

visibilidad de las mujeres migrantes”. La autora desarrolla las distintas problemáticas

que afectaron a las inmigrantes europeas en lo relacionado a sus trabajos en el nuevo

continente. De allí que la autora vea en la mujer migrante el receptáculo donde

“confluye la invisibilidad de la mujer como actor histórico en su doble calidad de

persona autónoma en sus acciones y de trabajadora.42”.

Hipótesis.

1. En la ciudad de Córdoba Capital existió la trata de blancas, pero su magnitud

fue de menor escala en comparación con las ciudades portuarias de Rosario y

Buenos Aires. Debido a que Córdoba no fue un punto álgido en la red

internacional de trata de blancas, no existieron organizaciones al estilo de La

Varsovia. Mas bien se trató de proxenetas que no integraban una asociación,

sino que lo hacían de manera individual.

2. Las políticas municipales legislaron de manera indirecta sobre la problemática

del tráfico de mujeres para el ejercicio de la prostitución. Lo hicieron a través de

ordenanzas y normas referidas a la cuestión de la inmigración, la prevención de

42 Cacopardo M. Cristina; “Extranjeras en la Argentina y argentinas en el extranjero. La visibilidad de las mujeres migrantes.”Editorial Biblos, Colección La Argentina Plural; 2011; Argentina, Buenos Aires; Pp. 12.

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enfermedades venéreas e infectocontagiosas y por medio de las ordenanzas que

regulaban las “Casas de Tolerancia” y la prostitución como trabajo. No hubo

políticas específicas tendientes a resolver el problema de la trata de blancas.

3. Las inmigrantes eran quienes realizaban trabajos domésticos, como

planchadoras, tejedoras, etc. Pero no se las tenía en cuenta para trabajos más

calificados, como maestras o en los talleres de oficios urbanos. Por lo que

muchas de ellas veían a la prostitución como una salida rápida y efectiva de la

pobreza en la que estaban sumergidas. Así si bien hubo muchas mujeres que

fueron traídas engañadas a ejercer la prostitución, para la gran mayoría de ellas

era una elección de vida.

Metodología.

La trata de blancas en la ciudad de Córdoba es una temática que no ha sido abordada,

por lo que requiere un exhaustivo trabajo de indagación de los documentos. En este

trabajo se tendrá en cuenta las distintas producciones jurídicas tanto provinciales como

nacionales, sobre la trata de blancas, sus cambios y modificaciones a lo largo de la

década de 1930.

En las Actas de Sesiones del HDC haremos un análisis exhaustivo de estas fuentes

inéditas para indagar sobre las medidas tomadas por parte de las autoridades en lo que

atañe a la cuestión de la trata de blancas, como también poder observar las denuncias

contra este tipo de negocio. Para poder ver cuáles y cómo fueron puestas en práctica las

distintas políticas municipales sobre la problemática del tráfico de mujeres para el

ejercicio de la prostitución, se indagará las ordenanzas y normas municipales. Además

en base a éstas fuentes, se tendrá en cuenta si el gobierno municipal, disponía o no, de

alguna medida tendiente a las mujeres migrantes, y en caso positivo de qué manera se la

integraba a la sociedad.

Será a través de las discusiones que se dan en el seno de las sesiones del Concejo

Deliberante que reconstruiremos el discurso médico -higienista de la época en cuestión.

Abordaremos, además de manera exhaustiva, distintas publicaciones periódicas de la

época: “La Voz del Interior”, “Los Principios” y “El Único”. Esta selección responde a

que buscaremos contraponer la prensa local de manera de integrar las distintas

posiciones de estos diarios, pero a la vez teniendo en cuenta que los periódicos

respondían a posiciones ideológicas diferentes: “Los Principios” era portador de un

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discurso más conservador, y “La Voz del Interior” con un tinte más liberal. Partiendo de

las formaciones discursivas como reflejo de la realidad concreta del momento,

buscamos rescatar a la prensa escrita “como una de las vías directas e informales, y

muchas veces eficaces con que los habitantes podían penetrar en la vía pública”.43En

base a ello haremos un análisis comparativo entre los discursos emanados desde sus

páginas, para poder observar cómo fue tratado el tema de la trata de blancas.

También se tomarán en cuenta las notas policiales emanadas tanto desde los diarios

locales, como las que figuran en los archivos policiales o memorias policiales. Por

último, y complementando entre estos dos tipos de fuentes, tanto las periodísticas como

las jurídicas, se comparará si las producciones jurídicas tenían correlación con los

acontecimientos que estaban sucediendo en la sociedad cordobesa de la década de 1930.

Fuentes y bibliografía:

1) Fuentes inéditas. Repositorio

- Archivo Histórico de la Municipalidad de Córdoba: Sesiones municipales. Serie

Actas y Serie Documentos.

2) Fuentes éditas

-Tesis:

- CERQUATTY, Marysol; La imagen corporal de mujeres en situación de

prostitución; Trabajo Final de Licenciatura; Facultad de Psicología -UNC;

Córdoba; 2009.

- GÓMEZ, Roberto Julio; La prostitución en Argentina (1870-1940); Universidad

Nacional de Mar del Plata, Buenos Aires.

-Publicaciones periodísticas

- La Voz del Interior

- Los Principios

- La Nación

- Revista Todo es Historia43 ALONSO, Paula; “La reciente historia política de la Argentina del ochenta al centenario”; pp. 393 - 418; en Anuario del IEHS, Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires; Nº 13; Tandil; 1998.

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3) Bibliografía

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