__Tarea no. 2Diana Mariel Sierra Sada
A0118498626 de Enero del 2016
“Los 6 Límites de la Arquitectura”Análisis Crítico de la Arquitectura y su Contexto
Eska Elena Solano Meneses
Los 6 Límites de la Arquitectura
Dicen que dar el primer paso siempre es difícil. Comenzar un nuevo reto en un campo o
área del que se tenga poco o nulo conocimiento puede ser, para el novato, aterrador. Es
por eso que el primer paso a lograr un objetivo es adquirir conocimiento sobre ello, lo
teórico. Más adelante vendrá la parte divertida: la practica. Así es en todas las carreras y
arquitectura no es la excepción. Primero hay que conocer los conceptos para llevarlos a
la práctica. El concepto de arquitectura ha cambiado a lo largo de las eras en las que el
ser humano a vivido, al igual que han aparecido diferentes materiales y, por ende,
diferentes técnicas que han reflejado la cultura y las necesidades de las diferentes
sociedades que han habitado la Tierra. Las sociedades evolucionan, las necesidades
cambian, la tecnología no deja de avanzar, pero ¿y la arquitectura? ¿Realmente ha
avanzado con nosotros como creemos? A continuación se exponen algunas ideas que
demuestran que la arquitectura, a nivel elemental, siempre a tenido limitantes.
En el libro “Introducción a la arquitectura. Conceptos fundamentales” está presentado
como primer capítulo la definición de “arquitectura”, escrita por Ignasi de Solá-
Morales. En éste nos presenta tanto el origen etimológico de la palabra como las
diferentes definiciones de la misma propuestas por Vitruvio, Morris y Loos; éstas
definiciones también son explicada desde el punto de vista de cada autor. También
habla un poco acerca del punto de vista de Le Corbusier. Por otro lado, el segundo
capítulo, escrito por Marta Llorente, nos presenta algunas de las diferentes técnicas de la
arquitectura con las que el ser humano ha experimentado. Comienza por definir qué es
la “técnica”, seguido por algunos mitos sobre su origen y los diferentes contextos
históricos detrás de cada, demostrando su a veces lenta pero segura evolución. Algunos
de las técnicas analizadas son la artesanal, la griega, la romana, la medieval, la gótica,
entre otros.
Vitruvio, Morris y Loos han sido grandes influyentes en la arquitectura y cada uno a
propuesto su propia definición para ella según el momento espacial en el que vivieron.
Cada quien puede analizarlas y estar de acuerdo con cualquiera de los tres. Puedo
imaginar a la arquitectura como un objeto abstracto del que uno tiene diferentes ángulos
para juzgarlo, he visto sus tres puntos de vista y concuerdo con ellos: estoy de acuerdo
con Vitruvio en que la arquitectura nace de la necesidad de cobijo del ser humano y es
necesario que éste tenga conocimiento de más disciplinas para llevarla acabo;
concuerdo con Morris en que conjunto de modificaciones y alteraciones producidas en
la superficie de la tierra para satisfacer cualquier necesidad humanas, al igual que puede
abarcar aspectos fuera de su estructura (diseño de paisajes e interiores); y también
apoyo a Loos en que, desgraciadamente, existe arquitectura que mancha un paisaje o
desentona con su contexto o cultura y que, al ser la arquitectura un arte, ésta debería ser
capaz de evocar en nosotros sentimientos y estados anímicos (de Solà-Morales, 2000).
Estoy de acuerdo porque todos estos conceptos los estoy viviendo ahora, en mi tiempo.
Es más, me atrevo a afirmar que estos conceptos no tiene por qué ser diferentes,
deberían considerarse como que una completa a la anterior. Mientras seguimos
experimentando en diferentes tiempos, vamos enriqueciendo la definición de
arquitectura.
Al igual que los conceptos, las técnicas para hacer arquitectura se han enriquecido y han
evolucionado, como menciona Marta Llorante en el capítulo de la Técnica: es una
programación metódica de la construcción, es en esencia una forma de obrar y al mismo
tiempo recoge el sentido de la historia (Llorente, 2000). Mucho se puede decir de las
diferentes técnicas que la humanidad ha usado a lo largo del tiempo, pero Llorante
menciona algo muy importante: el problema de la técnica es su límite (Llorente, 2000).
Los arquitectos pueden pensar en ideas, conceptos, y formas innovadoras en las que una
edificación puede ser traída del sueño a la realidad. La tecnología ha sido, sin lugar a
duda, más que una herramienta, un fiel aliado que nos promete seguir avanzando,
cumpliendo los caprichos de nuestra imaginación. De ahí que podamos diferenciar
técnicas como el gótico, la industrial, las vanguardias, entre otras. Pero ¿en realidad la
arquitectura ha propuesto algo nuevo? Y no me refiero a lo más superficial y obvio,
donde la respuestas podrían ser la domótica o incluso la tecnología verde. Me refiero en
el más estricto sentido de la palabra “elemental”. ¿Ha habido realmente algún cambio en
los fundamentos que conforman la arquitectura?
Hagamos un juego: encuentra las diferencias.
¿Verdad que son demasiadas? Desde los materiales, las cualidades, la calidad y la
técnica. Me atrevería a decir que la diferencia más grande es la temporal:
aproximadamente unos 10,000 años de diferencia.
Ahora encuentra las similitudes.
Probablemente pensaste en que las dos cumplen la misma función: dar cobijo y
protección. Sin embargo, piensa en los elementos esenciales que conforman a ambos.
¿Qué hace que puedan cumplir con su función? Una pista: son 4 elementos.
Lo que más tienen en común es que ambos están conformados por los mismos 4
elementos base: piso, techo, muro y vano.
El primer espacio arquitectónico no fue una choza construida de maleza, sino una
cueva. Fue en este lugar donde los humanos conocimos por primera vez los elementos
del resguardo: piso, techo, muro y vano. Si nos ponemos a pensar, desde incluso antes
de Vitruvio, hasta nuestro días, los elementos de construcción siguen siendo los mismo,
sin importar que estos sean de piedra o de cristal. Estos elementos han jugado siempre el
mismo papel: desde el reguardo de Vitruvio; pasando por las alteraciones producidas en
la superficie de la tierra para satisfacer cualquier necesidad humanas, dicho por Morris;
e incluso el retroceso cultural que reclama Loos y los sentimientos mismos que el
conjunto de ellos evoca en la personas.
Estos 4 elementos son el límite de las técnicas. Con el correr de las eras, las técnicas que
han surgido, gracias al cambio de mentalidad o la tecnología, simplemente se han
Ilustración 1 Cueva prehispánica Ilustración 2 Casa Farnsworth
dedicado a jugar con estos elementos básicos. Han presentado techos semiesféricos de
roca, de cristal y policarbonato. Se han hecho vanos de todas las formas y tamaños. Se
han multiplicado los pisos, no sólo hacía el cielo sino también hacia el interior de la
tierra. Finalmente, se han hecho muros de muchos grosores, medidas y material. Una
columna puede ser considerada un pequeño fragmento de un muro, ya que comparten la
función estructural de sostener un techo; la ventaja es que permiten mayor entrada de
luz al interior del recinto.
Existen otros dos elementos que surgen a partir de la
configuración de los últimos 4: la luz y la penumbra. Los arquitectos de todas las
épocas han predispuesto los elementos básicos para que la luz, junto con la penumbra,
como diría Loos, puedan crear diversas sensaciones, sentimientos o estados anímicos.
En la época del Románico, al no haber desarrollado todavía una forma efectiva de
soportar el peso de las bóvedas de las catedrales, los muros de éstas eran demasiado
gruesas y los vanos de las ventanas eran reducidos. Lo anterior provocaba que se
generara un haz de luz a un punto en específico, lo que se adaptaba de manera perfecta
al ideal místico y oculto de la religión cristiana. Por
otra parte, en las catedrales góticas, la luz se filtra a través de los
vitrales, y llega como una luz sobrenatural, que en aquella época
asociaban con la luz de Dios, lo que generaba en las personas una
sensación de respeto y temor hacía él. Las ventanas por sí mismas
eran una forma de adoctrinamiento. Cumplían la función de enseñar,
a través de la imagen iluminada, los pasajes de la Biblia.
En otras palabras, podemos concluir que la arquitectura sí que ha
cambiado, no sólo en definición, sino también desde una perspectiva
Ilustración 3 Columnas Ilustración 4 Muro
Ilustración 5 Catedral Románica
Ilustración 6 Catedral Gótica
superficial. Las diferentes técnicas presentes en la historia de la humanidad lo han
demostrado: desde las cuevas prehistóricas hasta la actualidad, todas las construcciones
se han concretado desde el punto de vista de cada cultura y época, cumpliendo con la
necesidad humana del resguardo y cobijo. Sin embargo, existen estos 4 elementos
básicos que siempre han estado presentes desde el principio de la arquitectura: piso,
techo, muro y vano. Lo que las distintas técnicas se han dedicado a hacer es configurar
su posición, su dimensión, sus material e incluso sus formas, para cubrir necesidades
cada vez más específicas; ya sea de cobijo (Vitrivio), de espacios (Morris) o de
sensaciones (Loos). La disposición de estos elementos sólo ayuda al surgimiento de la
luz y la penumbra en el interior del recinto, elementos que deben tratarse con el mismo
cuidado que los demás.
“Como si fuesen incapaces de hacer mella en las espesas tinieblas del toko no ma, los
reflejos blanquecinos del papel rebotan en cierta manera sobre esas tinieblas,
desvelando un universo ambiguo donde sombra y luz se confunden.” (Junichiro, 2013)
Estos son, en total, los 6 elementos que “limitan” las técnicas de la arquitectura desde el
nivel más básico. La tecnología, la cultura y el tiempo podrán seguir avanzando, pero
mientras necesitemos protección contra la intemperie, recorreremos siempre a un piso,
después a un techo, unos muros para soportarlo, y unos vanos que nos permitan la
entrada de luz y regulen la penumbra; no importa qué técnica se utilice.
BibliografíaLlorente, M. (2000). Técnicas. En I. de Solà-Morales, M. Llorente, J. Montaner, A. Ramon, J. Oliveras, & C. Rodriguez (Ed.), Introducción a la Arquitectua. Conceptos Fundamentales (págs. 29-57). Barcelona, España: Edicions UPC.de Solà-Morales, I. (2000). Arquitectura. En I. de Solà-Morales, M. Llorente, J. Montaner, A. Ramon, J. Oliveras, & C. Rodriguez (Ed.), Introducción a la Arquitectura. Conceptos Fundamentales (págs. 15-28). Barcelona, España: Edicions UPC.Junichiro, T. (2013). El Elogio de la Sombra. Editorial Siruela.
Apéndice
En el siglo I a.C., durante el impero de Agustino, un arquitecto romano llamado Marco
Polibio Vitruvio, escribió el primer tratado de arquitectura que ha
llegado hasta nosotros: “Los diez libros de la arquitectura” (de
Solà-Morales, 2000). Para este maestro, la arquitectura se
entiende desde su origen: la cabaña primitiva es la referencia
original, a causa de la necesidad de cobijo surgen técnicas e ideas
enlazadas con la forma de vivir. Por lo tanto, el arquitecto es un técnico de la
edificación y un artista capaz de entender el significado de aquello que se construye y
debe conocer otras disciplinas que enseñan el significado de la vida humana, es teoría y
práctica (de Solà-Morales, 2000). Por lo que podemos concluir que para Vitrubio, la
arquitectura nace de las necesidades más básicas de los humanos, y difiere según su
cultura.
Durante el siglo XIX, en Londres, vivió el polifacético artista, pensador
y político William Morris. Es considerado como uno de los pioneros de
lo que acostumbramos llamar la Arquitectura Moderna (de Solà-
Morales, 2000). Él describe que la arquitectura abarca toda
consideración del espacio físico que rodea a la vida humana, es el
conjunto de modificaciones y alteraciones producidas en la superficie de
la tierra para satisfacer cualquier necesidad humana. Morris piensa fuera
de la caja y entiende la arquitectura de una manera más amplia: no sólo
se queda con el paisaje o las ciudades, sino también todo lo que las
conforman (mobiliarios, maquinaria, etc.)
Al termino del s.XIX e inicios del s.XX, vivió el arquitecto vienés Adolf
Loos. Su definición de “arquitectura” es casi opuesta los dos expositores
anteriores. Sus obras significan una respuesta o reacción ante lo que él
llama un “desbarajuste decorativo”. Defiende que la arquitectura quebranta
la paz, la calma, la belleza del paisaje y que el arquitecto es un individuo
peligroso, pues su obra resulta extraña, agresiva, gratuita, fea (de Solà-
Morales, 2000). Morris asegura que la arquitectura es un peligro para la civilización,
que es un retroceso cultural. Para Loos, la arquitectura sólo se produce cuando es capaz
de despertar estados anímicos, experiencias precisas del espíritu con los valores que
soporta nuestra conducta (de Solà-Morales, 2000).
Ilustración 1 Marco Vitruvio
Ilustración 2 William Morris
Ilustración 3 Adolf Loos