+ All Categories
Home > Documents > Oraciones causales / Causal clauses

Oraciones causales / Causal clauses

Date post: 16-Mar-2023
Category:
Upload: uv
View: 0 times
Download: 0 times
Share this document with a friend
169
SINTAXIS HISTÓRICA DE LA LENGUA ESPAÑOLA Tercera parte: Adverbios, preposiciones y conjunciones. Relaciones interoracionales VOLUMEN 1 Directora CONCEPCIÓN COMPANY COMPANY UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO FONDO DE CULTURA ECONÓMICA
Transcript

SINTAXIS HISTÓRICADE LA LENGUA ESPAÑOLA

Tercera parte: Adverbios, preposiciones y conjunciones.Relaciones interoracionales

volumen 1

DirectoraConCepCión Company Company

universidad naCional autónoma de méxiCofondo de Cultura eConómiCa

Primera edición, 2014

Company Company, ConcepciónSintaxis histórica de la lengua española. Tercera parte:Adverbios, prepisiciones y conjunciones. Relaciones in-teroracionales. Volumen 1 / dirección de Concepción Company Company.— México: FCE, UNAM, 2014.XXXII, 23 x 17 cm — (Colec. Lengua y Estudios Liter-arios)

1. Español — Historia 2. Lingüística histórica I. Ser. III t.

LC PC4746 Dewey 465 C238s

Distribución mundial

La publicación de esta obra ha sido posible gracias al financiamiento otorgado por la Dirección General de Asuntos del Personal Académico de la unam, a través del proyecto IN-400612 “Medievalia: Sintaxis histórica de la lengua española”, y corresponde al número 40 de Publi-caciones de Medievalia.

D. R. © 2014, universidad naCional autónoma de méxiCoInstituto de Investigaciones FilológicasCircuito Mario de la Cueva s.n., Ciudad Universitaria, 04510, México, D. [email protected]

D. R. © 2014, fondo de Cultura eConómiCaCarretera Picacho-Ajusco 227; 14738 México, D. F.Empresa certificada ISO 9001: 2000

Comentarios: [email protected]. (55) 5227-4672 Fax (55) 5227-4694

Se prohíbe la reproducción total o parcial de esta obra, sea cual fuere el medio, sin la aunencia por escrito del titular de los derechos

Impreso en México • Printed in Mexico

Índice general

volumen 1

Advertencia editorial IXIntroducción, por Concepción Company Company XI

Parte I. Planteamiento teóricoCapítulo 1. Adverbios, preposiciones y conjunciones. Caracterización,

relaciones y problemas de delimitación categorial, por Rosa María Espinosa Elorza 3

Parte II. AdverbiosCapítulo 2. Adverbios demostrativos de lugar, por Concepción Com-

pany Company y Rosa María Espinosa Elorza 127Capítulo 3. Adverbios de lugar. La construcción sustantivo + adverbio

locativo, por Alejandro Velázquez Elizalde 245Capítulo 4. Adverbios de tiempo. Demostrativos, comparativos y modo-

temporales, por Elena Azofra Sierra 313Capítulo 5. Adverbios tempoaspecutales: aún, luego, todavía y ya, por

Elsie Magaña Juárez 411Capítulo 6. Adverbios en -mente, por Concepción Company Company 457Capítulo 7. Adjetivos adverbiales, por Martin Hummel 613Capítulo 8. Adverbios y locuciones adverbiales de manera, por Javier

Rodríguez Molina 733Capítulo 9. Adverbios de cantidad, foco, polaridad y modalidad, por

Rosa María Espinosa Elorza 939Capítulo 10. Locuciones adverbiales con a y base léxica en -as, por Rosa

María Ortiz Ciscomani 1117

Índice de contenidos volumen 1

volumen 2

Parte III. PreposicionesCapítulo 11. La preposición a, por Concepción Company Company y

Rodrigo Flores Dávila 1195Capítulo 12. Las preposiciones de, des y desde, por Concepción Company

Company y Zazil Sobrevilla Moreno 1341Capítulo 13. Las preposiciones por, pora y para, por Rena Torres Ca-

coullos Joseph Bauman 1479Capítulo 14. Las preposiciones con y sin, por Angelita Martínez 1565Capítulo 15. Las preposiciones en y entre, por Axel Hernández Díaz 1629

Capítulo 16. Las preposiciones contra, hacia y hasta, por Marcial Morera Pérez

Capítulo 17. Otras preposiciones locativas y construcciones afines, por Álvaro S. Octavio de Toledo y Huerta 1837

Capítulo 18. Preposiciones, conjunciones y adverbios derivados de par-ticipios, por Cristina Sánchez López 2055

Parte IV. Relaciones interoracionales: yuxtaposición, coordinación y subordinaciónCapítulo 19. Oraciones yuxtapuestas, por Dorien NieuwenhuijsenCapítulo 20. Coordinación y subordinación. Panorama general, rela-

ciones diacrónicas básicas y nexos, por Rosa María Espinosa Elorza 2229Capítulo 21. Coordinación copulativa e(t) / y y disyuntiva o, por Mar

Garachana Camarero 2335Capítulo 22. Oraciones adversativas, por Silvia Iglesias Recuero 2519Capítulo 23. Reestructuración general del sistema de subordinación

latino. Las completivas de objeto directo, por Laura Espi-noza Gutiérrez 2671

Capítulo 24. La conjunción que. La complejización del sistema de subor-dinación, por Francisco Javier Herrero Ruiz de Loizaga 2789

Índice de contenidos volumen 2

volumen 3

Capítulo 25. Oraciones subordinadas sustantivas de objeto directo, por Georgina Barraza Carbajal 2971

Capítulo 26. Oraciones subordinadas sustantivas enunciativas. Sujeto, predicado nominal y régimen prepositivo, por Sergio Bogard 3107

Capítulo 27. Oraciones subordinadas sustantivas interrogativas, por José Luis Girón Alconchel 3251

Capítulo 28. Oraciones causales, por Manuel Pérez-Saldanya 3449Capítulo 29. Oraciones finales, por Rosaura Silva Ceceña 3613Capítulo 30. Oraciones concesivas, por Manuel Pérez-Saldanya y Vicent

Salvador 3699Capítulo 31. Oraciones comparativas, por Antonio Freire Llamas 3843Capítulo 32. Oraciones condicionales, por Rafael Cano Aguilar 3907Capítulo 33. Oraciones consecutivas, por Claudia Parodi Lewin 4095Capítulo 34. Oraciones temporales, por Rolf Eberenz 4171

ÍndicesCorpus base en orden cronológico LXIIICorpus base en orden alfabético LXXXVIIÍndice de autores y obras citados CXIÍndice de conceptos, materias y términos CLXXIÍndice de contenidos de los tres volúmenes CCIX

SINTAXIS HISTÓRICADE LA LENGUA ESPAÑOLA

Tercera parte: Adverbios, preposiciones y conjunciones.Relaciones interoracionales

volumen 3

DirectoraConCepCión Company Company

universidad naCional autónoma de méxiCofondo de Cultura eConómiCa

Primera edición, 2014

Company Company, ConcepciónSintaxis histórica de la lengua española. Tercera parte:Adverbios, prepisiciones y conjunciones. Relaciones interora-cionales. Volumen 3 / dirección de Concepción Company Com-pany.— México: FCE, UNAM, 2014.XXXII, 23 x 17 cm — (Colec. Lengua y Estudios Literarios)

1. Español — Historia 2. Lingüística histórica I. Ser. III t.

LC PC4746 Dewey 465 C238s

Distribución mundial

La publicación de esta obra ha sido posible gracias al financia-miento otorgado por la Dirección General de Asuntos del Per-sonal Académico de la unam, a través del proyecto IN-400612 “Medievalia: Sintaxis histórica de la lengua española”, y corres-ponde al número 42 de Publicaciones de Medievalia.

D. R. © 2014, universidad naCional autónoma de méxiCoInstituto de Investigaciones FilológicasCircuito Mario de la Cueva s.n., Ciudad Universitaria, 04510, México, D. [email protected]

D. R. © 2014, fondo de Cultura eConómiCaCarretera Picacho-Ajusco 227; 14738 México, D. F.Empresa certificada ISO 9001: 2000

Comentarios: [email protected]. (55) 5227-4672 Fax (55) 5227-4694

Se prohíbe la reproducción total o parcial de esta obra, sea cual fuere el medio, sin la aunencia por escrito del titular de los de-rechos

Impreso en México • Printed in Mexico

[3447]

Capítulo 28

ORACIONES CAUSALES

Índice

28.1. introducción 344928.2. el corpus 345428.3. Breve estado de la cuestión 345528.4. las clases de suBordinadas causales 3459 28.4.1. Caracterización sintáctica 3460 28.4.1.1. Causales internas 3460 28.4.1.2. Causales externas pospuestas 3463 28.4.1.3. Causales externas antepuestas 3465 28.4.2. Caracterización semántica, pragmática e informativa 3468 28.4.2.1. Causales internas 3468 28.4.2.2. Causales externas pospuestas 3470 28.4.2.3. Causales externas antepuestas 347628.5. del sistema de conjunciones latino al romance 347928.6. la conjunción ca 3483 28.6.1. El origen de la conjunción 3485 28.6.2. De las causales internas a las externas 3486 28.6.3. Causales externas orientadas al contenido proposicional o próximas 3489 28.6.4. Causales externas orientadas a la fuerza ilocutiva 3494 28.6.4.1. Contextos de uso 3494 28.6.4.2. La oposición entre ca y que 3498 28.6.5. Etapas evolutivas 350128.7. la conjunción que 3503 28.7.1. Causales en correlación 3506 28.7.2. Causales externas orientadas al contenido proposicional o próximas 3508 28.7.3. Causales orientadas a la fuerza ilocutiva 3510 28.7.4. Etapas evolutivas 351328.8. la conjunción porque y otras locuciones con por 3514 28.8.1. El origen de la conjunción porque 3515 28.8.2. Clases de causales introducidas por porque 3517 28.8.2.1. Causales externas antepuestas 3519 28.8.2.2. Causales internas pospuestas 3524 28.8.2.3. Causales externas pospuestas 3525 28.8.3. Construcciones especiales con porque 3528 28.8.3.1. La locución porque sí 3528 28.8.3.2. Construcciones con elisión del predicado verbal 3530 28.8.4. Locuciones conjuntivas con por 3531

[3448]

28.8.4.1. La locución por cuanto 3531 28.8.4.2. Las locuciones con sustantivos que indican causa o razón 3534 28.8.5. Etapas evolutivas 353628.9. las conjunciones de origen temporal 3536 28.9.1. La conjunción pues (que) 3540 28.9.1.1. El origen de la conjunción 3540 28.9.1.2. La alternancia entre pues y pues que 3542 28.9.1.3. Causales presupuestas orientadas a la fuerza ilocutiva 3542 28.9.1.4. De las causales externas antepuestas a las pospuestas 3551 28.9.1.5. Etapas evolutivas 3556 28.9.2. La conjunción ya que 3557 28.9.2.1. El origen de la conjunción 3559 28.9.2.2. Causales presupuestas orientadas a la fuerza ilocutiva 3563 28.9.2.3. Causales pospuestas orientadas al contenido proposicional o próximas 3569 28.9.2.4. Etapas evolutivas 3570 28.9.3. Puesto que y otras locuciones con participio 357128.10. la conjunción como 3576 28.10.1. El origen de la conjunción 3576 28.10.2. Características generales 3579 28.10.2.1. Clase de causales introducidas por como 3580 28.10.2.2. El valor informativo de la subordinada 3581 28.10.2.3. La posición de la subordinada 3583 28.10.3. El uso de tiempos y modos verbales en las causales con como 3586 28.10.4. Locuciones causales con como 3592 28.10.5. Etapas evolutivas 359428.11. diacronÍa general 359828.12. conclusiones 359828.13. corpus BiBliográfico 3599 28.13.1. Corpus base 3599 28.13.2. Corpus adicional 360228.14. referencias BiBliográficas 3603

[3449]

Capítulo 28

oraciones causales

Manuel Pérez SaldanyaUniversitat de València

28.1. introducción

Las llamadas oraciones subordinadas causales expresan diferentes matices rela-cionados con la noción de causa. Pueden indicar la razón o el motivo de lo expresado por el predicado verbal de la oración principal, pero también pueden explicar o justificar el contenido de la oración principal o el acto de habla que se realiza con ella. Así, en se fue a casa porque le dolía mucho la cabeza, la subordinada causal, porque le dolía mucho la cabeza, indica el motivo de irse a casa. En cambio, en estaba contento de que hubiera tanta gente en la fiesta, porque no se lo esperaba, la subordinada causal, porque no se lo esperaba, no indica el motivo de estar contento, que fue el hecho de que hubiera tanta gente en la fiesta, sino que explica el contenido de toda la oración a la que se adjunta (estaba contento de que hubiera tanta gente en la fiesta), y en ayúdale, porque de lo contrario no acabará nunca, la subordinada causal, porque de lo contrario no acabará nunca, justifica la orden que el emisor expresa en la principal (ayúdale).

Son diversas las conjunciones o locuciones conjuntivas que pueden intro-ducir una subordinada causal, aunque no todas pueden usarse en los mismos contextos ni presentan la misma frecuencia de uso. La conjunción porque (1a) ocupa un lugar destacado dentro de las conjunciones causales tanto por su alta frecuencia de uso como por su estabilidad a lo largo de la historia del español. Junto a porque también pueden introducir una subordinada causal pues y pues que (1b), que (1c), como (1d), por cuanto (1e), ya que (1f), puesto que (1g), o la antigua ca (1h), por citar las más importantes.

(1) a. Por que seme entro en mi tierra derecho me aura adar [Cid, 642] E llámanle paraíso Moisén e los otros sabios, e paraíso quiere dezir

tanto como logar decerca la gloria, porque tan vicioso es aquel logar que el su vicio tan grande es que acerca llega d’él la gloria del paraíso [gei, 1.8]

28.1 oraciones causales

3450

b. Mas pues lo conseia el que mas vale que nos, / Flablemos en ello, en la poridad seamos nos [Cid, 1940]

E pues que las maldades de los omnes non minguavan en la tierra por castigos nin por espantos mandó Dios a Noé que entrasse en el arca [gei, 1.54]

c. Alegre era el Çid & todas sus compañas, / Que Dios le aiudara & fiziera esta arrancada [Cid, 1158]

Avenos mercet de nos e asseguranos, que de tierra de luen venimos [Fazienda, 100]

d. E Calmana, su hermana, como naciera d’un parto con Caím queriél bien [gei, 1.18]

e. Mucho uos lo gradesco commo a Rey & a señor, / Por quanto esta cort fiziestes por mi amor [Cid, 3147]

f. Pero ya que assí lo queréis, será bien que todos tres os concertéis en el orden que queréis llevar en vuestras preguntas, porque no os confundáis en ellas [Diálogo, 128]

g. Puesto que ya estoy curado, / detenernos será error [Alcalde, 170] h. El Dios de mio padre Abraam e de Ysaac, el Sennor que dixo ‘tornat

a tu tierra o nacist’ me aya merced, ca con myo blago solo pasé el flum Jordan e agora so con dos almofallas; aquel Sennor me ampara de Esau mio ermano ca yo muchol temo [Fazienda, 50]

Además de las subordinadas causales introducidas por una conjunción existen otras clases de construcciones causales, entre las que se pueden destacar las frases preposicionales (fp) formadas por una preposición causal que tiene como término, o complemento de la preposición, una frase nominal (fn) o una oración de infinitivo (2a) y los conectores discursivos caracterizados tradicionalmente como ilativos o consecutivos, que retoman anafóricamente un contenido previo para reintroducirlo con un valor causal. Entre estos últimos, se pueden destacar el adverbio pues (2b) y una serie de fp más o menos lexicalizadas como por eso, por ende o por tanto (2c).

(2) a. El rey non apriva a los omnes por la privança de sus padres, nin los despreçia por non conosçer a sus padres, mas cata qué saben et en qué los ha menester [Calila, 133]

b. —En verdat, non ay en mi casa cosa que este ladrón tome nin pueda levar; pues, ¡trabájese quanto podiere! [Calila, 97]

c. maguer que los somos de los montes eran descubiertos e... todo estava aun lodoso, e por esso non osó posar, e tornós all arca... [gei, 1.58]

introducción 28.1

3451

Mas esto dezimos nós que non es estoria sin non esponimientos que fazen ý los santos. E por ende dixiemos que segund la estoria que era este casamiento sin pecado [gei, 1.28]

...siempre lo he oído poner en las nuves, y por tanto querría me mos-trássedes en él algunos vocablos de los que no os satisfazen [Diálogo, 249]

En este capítulo nos centraremos en las subordinadas con el verbo en tiempo finito y en las conjunciones que las introducen, pero también haremos referencia a las otras construcciones cuando sea conveniente para la argumentación. Las subordinadas causales de infinitivo y otras construcciones causales introducidas por la preposición por se analizan en el capítulo 13 de esta obra.1

Las construcciones causales presentan una clara vinculación con otras cons-trucciones que también expresan valores relacionados con la noción de causali-dad. Esta vinculación es especialmente estrecha en el caso de las ilativas y las finales, y más débil en el de las condicionales, las concesivas y las adversativas. Si en los casos más prototípicos las causales expresan la causa que desencade-na un determinado estado de cosas —el efecto—, las consecutivas establecen la relación contraria y hacen referencia al efecto que se deriva de un estado de cosas —la causa— (→ Capítulo 32). Por eso, causales y consecutivas pueden tener un carácter reversible y el mismo contenido se puede expresar mediante una oración compuesta con una subordinada causal, como en se fue a casa porque le dolía mucho la cabeza, o con una ilativa como en le dolía mucho la cabeza, así que se fue a casa. La proximidad también es clara entre causales y finales, ya que en los casos más prototípicos estas últimas expresan una causa final: una causa a la que se añade la idea de propósito o finalidad, como en se fue a casa para que lo dejaran en paz, donde la subordinada, para que lo dejaran en paz, indica el motivo y al mismo tiempo el propósito de irse a casa. La proximidad existente entre las causales y las finales explica que ambas puedan aparecer coordinadas: se fue a casa porque lo molestaban y para que lo dejaran en paz, y que ambas puedan construirse en algunos casos con los mismos nexos. Esto es lo que ocurre, por ejemplo, con la conjunción porque, que históricamente se ha

1 Stassen (1985) y a partir de él Cristofaro (2011) distinguen entre causales equilibradas y degradadas: las primeras pueden aparecer en una oración declarativa simple pero no las segundas. En muchas lenguas la distinción se establece entre las causales con el verbo finito y las causales con el verbo no finito, pero al segundo grupo puede pertenecer también otro tipo de subordinadas que presenten alguna característica que les impida aparecer en una oración simple declarativa, como las causales en subjuntivo con como: “como fuese ya muy tarde, decidieron posponer la reunión”. Desde un punto de vista tipológico, se puede establecer una jerarquía según la cual si una lengua posee causales degradadas también presentará subordinadas degradadas en la mayoría de las adverbiales (Cristofaro 2003:168-194, 2011).

28.1 oraciones causales

3452

empleado como causal y final, aunque este último significado sea residual en español contemporáneo: se fue a casa porque lo dejaran en paz (→ Capítulo 29).

La vinculación de las causales con las condicionales, las concesivas y las adversativas es menos estrecha, pero también estas últimas expresan nociones relacionadas con la causalidad. Las condicionales hacen referencia a una causa posible o descartada; esto es, a una situación que en caso de realizarse desenca-dena el efecto designado en la principal, como en si lo molestan, se irá. De nuevo, esta proximidad explica que históricamente algunas locuciones conjuntivas como ya que o dado que hayan podido usarse, según el contexto, como causales y condicionales, además de como concesivas (→ Capítulo 32).

Las concesivas, por otra parte, hacen referencia a una causa no efectiva, a una causa que no provoca el efecto esperado, como en aunque lo molestaron, no protes-tó. Las concesivas, en este sentido, tienen un significado próximo al de una causal negada y por eso algunas construcciones concesivas, como por mucho / más que, proceden de construcciones causales usadas inicialmente en contextos negativos: por mucho que dure la presentación no nos iremos. También en algún caso una locución concesiva ha acabado reinterpretándose como causal, como ocurrió con comoquiera que o puesto que (→ Capítulo 30).

Al igual que las concesivas, las adversativas establecen un contraste entre las dos oraciones, pero focalizando ahora el efecto no esperado, como en lo molesta-ron pero no protestó, y por este motivo también hay conjunciones adversativas que proceden de construcciones causales usadas en contextos negativos, como pero —de per hoc ‘por eso’— (→ Capítulo 22).

Las causales no son las únicas subordinadas que pueden presentar un signi-ficado causal. Algunos complementos de régimen tienen un significado causal: se alegró de que fuéramos a verla, y en contextos adecuados pueden asumir también un significado causal otro tipo de subordinadas, como las relativas explicativas: nos ayudó su padre, que era un experto en la materia, las subor-dinadas temporales que hacen referencia a una situación anterior o simultánea respecto a la principal: después de lo que le dijiste, ya no quiso ayudarnos; cuando él pidió ayuda, todos acudieron a socorrerlo (→ Capítulo 34), y las cláusulas absolutas de participio: dada la gravedad del tema, decidimos pe-dir ayuda, o de gerundio: pidiéndolo él, no tuvimos ningún problema. Teniendo en cuenta esta relación, se entiende que algunas conjunciones causales puedan haberse originado a partir de relativos, como la conjunción latina quod, a partir de adverbios y locuciones temporales, como las latinas quoniam y quando o las españolas pues (que) o ya que, y a partir de cláusulas absolutas, como puesto que, dado que o visto que. El significado causal también puede emerger a partir de adjuntos instrumentales: con su ayuda, pudimos conseguirlo, y de construccio-nes que expresan manera o comparación: de la misma manera que él lo hace

introducción 28.1

3453

tú también puedes hacerlo, y por eso la preposición con puede usarse con un significado causal y la partícula como puede funcionar como conjunción causal.

Señalemos, para acabar, que las conjunciones causales también se pueden formar a partir de elementos que tienen un significado causal pero que no fun-cionan inicialmente como conjunciones; por ejemplo, a partir de interrogativos adverbiales, como en el caso de las conjunciones latinas quia, quare y cur ‘¿por qué?’, o de secuencias formadas por una preposición causal que toma como tér-mino una subordinada sustantiva con que, como la conjunción porque.

En la mayoría de los casos, la formación de nuevas conjunciones se asocia a procesos de gramaticalización, esto es, a procesos en los que un determinado lexema o construcción asume un valor gramatical, o más gramatical del que poseía inicialmente, mediante un cambio metonímico y, concretamente, a partir de la convencionalización de inferencias discursivas que emergen en contextos concretos.2 Es lo que ocurre, por ejemplo, con la formación de conjunciones causales a partir de subordinantes o construcciones que indican anterioridad, simultaneidad, manera o comparación.3 En otros casos, en cambio, se trata sobre todo de procesos de lexicalización, como ocurre con la conjunción porque.

Además de la presente introducción este capítulo está organizado en 12 apartados generales. En §28.2 delimitamos el corpus y los criterios que hemos seguido para establecerlo, y en §28.3 analizamos los principales problemas que ha planteado el estudio de las oraciones causales y de las conjunciones utiliza-das en estas oraciones tanto desde una perspectiva sincrónica como diacrónica. Antes de abordar diacrónicamente el estudio de cada conjunción causal, en §28.4 hacemos una propuesta de clasificación sintáctica y semántico-pragmática de las oraciones causales, necesaria para explicar en qué tipo de causales aparece cada conjunción y qué cambios se han producido a lo largo de la historia del español, y en §28.5 analizamos los antecedentes latinos y los esquemas más habituales de formación de conjunciones causales en las lenguas románicas. Los §§28.6-28.10 están dedicados a las principales conjunciones causales del español y al tipo de causales que introducen. En primer lugar abordamos el estudio de las tres conjunciones medievales básicas, ca, que y porque, y de la evolución posterior de dos de ellas, que y porque. El §28.6 se dedica a la conjunción ca, el §28.7 a que y el §28.8 a porque y a otras locuciones con por (por cuanto, por razón / causa que).

2 La gramaticalización se traduce en un cambio semántico, ya que el elemento o construcción que se gramaticaliza asume un significado más abstracto y subjetivo, pero también en un cambio sintáctico, por ejemplo de adverbio o locución adverbial a conjunción, y en algunos casos en una erosión fónica (Company 2003; Hopper y Traugott 1993/2003:cap. 1; Traugott 1995, 2003).

3 Estas fuentes léxicas presentan un alto grado de coincidencia interlingüística (Kortmann 1997:137-211), que permite establecer un itinerario de gramaticalización que va de las nociones mencionadas (‘anterioridad’, ‘simultaneidad’, ‘manera’ o ‘comparación’) a la noción más abstracta de ‘causa’, y de la noción de ‘causa’ a las más abstractas aún de ‘concesión’ y ‘adversatividad’.

28.2 oraciones causales

3454

En el §28.9 analizamos las conjunciones de origen temporal, pues (que), ya que, y, por su proximidad con estas, incluimos también las formadas a partir de cláusulas absolutas de participio, puesto que, dado que, visto que. Y en §28.10 analizamos la conjunción como y otras locuciones que contienen esta partícula, comoquiera que, como que. Finalmente se establecen una diacronía general en §28.11 y unas conclusiones en §28.12.

28.2. el corpus

En este capítulo hemos empleado dos corpus: el primero ha sido utilizado como corpus base para el estudio cuantitativo y cualitativo, y tiene en cuenta criterios diacrónicos, diatópicos y textuales. Respecto al primer criterio hemos incluido obras de todos los siglos, desde el xii, con el Cantar de mio Cid, hasta el xxi, con una edición del diario El País. Excepto en el siglo xii, para el resto hemos tenido en cuenta un mínimo de cuatro obras por siglo, representativas de diver-sos géneros textuales, y a partir del siglo xvi se han incluido obras del español peninsular y del americano, generalmente mexicanas.

El parámetro textual resulta especialmente significativo en un estudio sobre las causales, dado que hay tipos de causales y conjunciones que se vinculan de manera especial a un determinado tipo de texto y de registro. Con el fin de asegurar una cierta variedad textual hemos tenido en cuenta obras historiográ-ficas, crónicas, obras narrativas, teatrales, sapienciales, epistolarios, documentos jurídicos, gramáticas, periódicos, etc. La mayoría de los textos son en prosa, pero también hemos incluido algunos en verso para las etapas más antiguas (Cantar de mio Cid, La vida de santo Domingo) y para el barroco (El alcalde de Zalamea).

En las obras medievales, el análisis cuantitativo ha sido realizado a partir de una muestra de 50 000 palabras si la obra presentaba una mayor extensión, aunque se ha tenido en cuenta el conjunto de la obra para la ejemplificación.4 En el resto de épocas hemos analizado el total de la obra, excepto en tres casos: dlne, donde se han tenido en cuenta los documentos correspondientes a la segunda mitad de cada siglo y a las primeras décadas del siglo xix, últimos incluidos en esta obra; Tradiciones, donde hemos analizado las tres primeras series (pp. 85-348), y el Manual de la Nueva gramática de la lengua española, donde hemos analizado los 10 últimos capítulos (pp. 740-943).

Además del corpus base, fueron tenidas en cuenta otras obras adicionales, así como los corpus informatizados de la Real Academia Española, el Corpus

4 Del Calila han sido analizadas las páginas 89-211; de la gei, las páginas 5-78 y 518-557; de Lucanor, las páginas 45-196; de Tamorlán, las páginas 78-217; de Pedro I, las páginas 1-226, y de Enrique IV, las páginas 7-96.

Breve estado de la cuestión 28.3

3455

Diacrónico del Español (corde) y el Corpus de Referencia del Español Actual (crea), que nos han permitido ejemplificar determinados fenómenos poco fre-cuentes o completar el análisis cuantitativo de ciertas conjunciones poco usuales.5 También hemos consultado el corpus Biblia Medieval, que permite contrastar las traducciones medievales de la Biblia con la Vulgata, y diferentes corpus de lenguas románicas. Todas estas obras y corpus constituyen un corpus adicional. Para las obras del corpus base y adicional, así como las ediciones críticas utili-zadas y las abreviaturas, véase el corpus bibliográfico final en §28.13.

28.3. Breve estado de la cuestión

Uno de los temas más controvertidos y que más problemas plantea a la hora de abordar el estudio diacrónico de las causales tiene que ver con las clases de oraciones causales y con la función sintáctica que realizan. Siguiendo las distin-ciones establecidas en las gramáticas latinas, tradicionalmente se diferencian dos tipos de causales (Bello 1847/1988:§991; Menéndez Pidal 1944-1945:I.§§195, 196; rae 1931:§397): las subordinadas, que en palabras de Bello expresan “la causa real o efectiva” de lo indicado en la principal, y las coordinadas, que “ligan proposiciones independientes” y la segunda de ellas “significa la causa lógica, el fundamento que hemos tenido para enunciar la primera”.6 Volviendo a los ejem-plos utilizados al principio de este capítulo, sería subordinada la construcción introducida con porque de la oración compuesta se fue a casa porque le dolía mucho la cabeza. En cambio, serían coordinadas la de estaba contento de que hubiera tanta gente en la fiesta, porque no se lo esperaba y la de ayúdale, porque de lo contrario no acabará nunca.

Contra esta distinción entre causales coordinadas y subordinadas, se mani-festó Gili Gaya (1943/1961:§224), para quien todas las causales funcionan como subordinadas, ya que una conjunción como porque puede utilizarse con los dos valores y, a diferencia de las verdaderas conjunciones coordinadas, las causales no pueden enlazar constituyentes análogos de una oración simple. La conside-ración de que todas las causales son subordinadas no resuelve, sin embargo, el hecho de que no todas se pueden caracterizar como circunstanciales, como defendía Gili Gaya (1943/1961:§224) o la rae (1973:§§3.21b, 3.22.2), ni todas ocupan la misma posición dentro de la oración compuesta. Sí que funcionan como

5 De las obras del corpus adicional hemos tenido en cuenta la primera parte del Quijote y los 100 primeros capítulos de la Historia de Bernal Díaz del Castillo (pp. 5-269).

6 Con algunos matices, también aceptan la distinción Briz (2011) y Santos (1982:256-269). Briz, sin embargo, considera que las coordinadas tradicionales pueden ser coordinadas o yuxta-puestas y presentan un nexo (porque o algún otro) que no funciona como conjunción sintáctica sino como marcador discursivo o conector pragmático.

28.3 oraciones causales

3456

circunstanciales las subordinadas de la propuesta más tradicional, ya que en este caso ocupan una posición interna al predicado de la oración principal, pero no las coordinadas de la propuesta tradicional, que son externas a la predicación de la oración principal.

Como intento de superar la distinción tradicional, otros autores han defendido que las causales no son ni subordinadas ni coordinadas, sino interordinadas, pues la oración compuesta causal contiene dos cláusulas que se exigen mutua-mente. Este punto de vista fue adoptado inicialmente por Rojo (1978:98-108) y seguido, entre otros, por Blesa (1984), Cuenca (1991:137 ss.) y Narbona (1990). Las oraciones compuestas causales, desde esta perspectiva, se agrupan junto a las otras oraciones que, como se ha indicado más arriba, expresan relaciones de causa a efecto y comparten la propiedad de ser oraciones bipolares; concre-tamente las condicionales, las finales, las consecutivas y las adversativas (véase supra §28.1). La idea de que las causales son oraciones interordinadas resulta interesante en la medida que reconoce su carácter necesariamente bipolar y las agrupa junto a otros tipos de oraciones compuestas que establecen distinciones relacionadas con la noción de causalidad. No obstante, no da cuenta de los di-ferentes tipos de causales.

Teniendo en cuenta estas diferencias, en la actualidad se suele aceptar que todas las causales son subordinadas pero que no todas presentan las mismas propiedades sintácticas ni ocupan la misma posición dentro de la oración com-puesta. Desde esta perspectiva, se distinguen, por una parte, las causales internas o integradas en el predicado verbal, que funcionan, según las diferentes termi-nologías, como complemento circunstancial, adjunto de predicado o aditamento, y por otra, las causales externas al predicado, extrapredicativas o periféricas, que modifican el conjunto de la oración principal como un todo y, según las diferen-tes terminologías, tienen una función incidental o se comportan como adjuntos oracionales o disjuntos.7 Dentro de estas últimas, además, se diferencian las antepuestas, que ocupan una posición de tópico o tema, y las pospuestas, que ocupan una posición de rema o comentario. En §28.5.1 analizaremos con más detalle esta clasificación que servirá de base para nuestro estudio diacrónico.

Si no hay unanimidad en el tratamiento sintáctico de las causales, tampoco la hay en el semántico. La mayoría de los autores propone una clasificación binaria y considera que la mayor o menor integración sintáctica se traduce en una mayor o menor vinculación semántica. Existe un consenso bastante generalizado en

7 Entre otros, la distinción entre causales internas y externas es adoptada por rae-asale (2009:§46.3) y Santos (1982:273); entre integradas e incidentales o extrapredicativas por Fernán-dez (1993:255 ss.) y García (1996:13-16); entre integradas y periféricas por Galán (1999:§56.3), y entre adjuntos y disjuntos por Baños (2011:199-200). En este capítulo distinguiremos entre adjuntos de predicado o circunstanciales y adjuntos oracionales. Del mismo parecer es Gutiérrez Ordóñez (2000), quien establece un mayor número de distinciones.

Breve estado de la cuestión 28.3

3457

el hecho de que las causales más integradas expresan una causa real o efectiva (Bello 1847/1988:§991), real u objetiva (García 1996:14), pura (Galán 1999:§56.2) o fuerte (Fernández Meneses 2010:46-54), y que se trata de causales de la acción enunciada (Lapesa 1978/2000) o del enunciado (Marcos 1979). Pertenece a este grupo la causal del ejemplo ya comentado se fue a casa porque le dolía mucho la cabeza. En el caso de las menos integradas, por otra parte, se suele considerar que la causal expresa una causa lógica, en el sentido de Bello (1847/1988:§991), o que se trata de causales explicativas (García 1996:16-17; Galán 1999:§56.2; Goethals 2002:21-37, 2010; rae-asale 2009:§46.6; Santos 1982). Se incluyen en este grupo de causales más externas, las causales que modifican la modalidad oracional (Kovacci 1972) o causales del acto enunciativo (Lapesa 1978/2000) o de la enunciación (Marcos 1979); esto es, las causales que fundamentan, explican o justifican un acto de habla, como la orden de ayúdale, porque de lo contrario no acabará nunca. También se suelen incluir en este grupo otras que pertene-cen al plano del enunciado y explican el contenido de la oración principal, como estaba contento de que hubiera tanta gente en la fiesta, porque no se lo esperaba.

Las clasificaciones binarias no son, sin embargo, las únicas que se han pro-puesto. García Santos (1989:123-127, 1992:317-321), por ejemplo, diferencia las causas efectivas de las causas concomitantes o explicativas, y dentro de cada tipo distingue las que pertenecen al plano del enunciado y al plano de la enunciación. Establece, así, cuatro tipos diferentes de causales.

Siguiendo el criterio mayoritario, en §28.4.2 distinguiremos dos grandes clases de causales: las internas, que expresan una causa real y efectiva, de las externas, que tienen en general un carácter explicativo. Dentro de estas últimas, además estableceremos diferentes subclases atendiendo a criterios semánticos, pragmáticos e informativos.

Si hemos analizado con cierto detalle las propuestas de clasificación sintác-tica y semántica de las oraciones causales, es porque estas clasificaciones son la base para caracterizar diacrónicamente las conjunciones causales y para explicar los cambios que han experimentado algunas de ellas. De hecho, uno de los problemas más evidentes de los estudios diacrónicos sobre las oraciones causales se debe a que no se parte de clasificaciones homogéneas y, por eso, no siempre es posible extrapolar los datos o valorar adecuadamente las frecuencias contenidos en estos estudios.

Disponemos de un número cualitativa y cuantitativamente importante de estudios diacrónicos sobre las conjunciones causales y sobre el tipo de oracio-nes que introducen. Dentro de su libro sobre la sintaxis histórica de la oración compuesta, Herrero (2005:306-366) presenta una buena visión de conjunto de la formación y evolución de las conjunciones causales a lo largo de toda la historia del español, basándose sobre todo en la distinción entre causales del enunciado

28.3 oraciones causales

3458

y de la enunciación y, en algún caso, entre causales efectivas y concomitantes del hecho y del enunciado. El resto de estudios tiene un alcance más limitado y se circunscribe a un periodo concreto o a una obra o conjunción determinada. Respecto a los primeros, destacan por su profundidad y grado de detalle, los trabajos de Bartol (1988) y Mosteiro (1999), dedicados a la época medieval: el primero parte de la distinción entre causales explicativas y no explicativas a partir de la propuesta de Santos (1982) y el segundo de una clasificación más tradicional basada en la distinción entre causales lógicas, en el sentido que expresan una causa real u objetiva, y no lógicas. Por su carácter fundacional en el estudio de las causales es igualmente importante el estudio de Kretschmann (1936), centrado en los textos más antiguos, que ha servido de base para los estudios posteriores. Igualmente interesantes para el periodo o la obra que analizan son los trabajos de García Santos (1992) sobre la Fazienda, de Galán (1998) sobre el Libro de buen amor, de Bogard (1994) sobre el Poema de mio Cid y La Celestina, de Herrero (1998) sobre el siglo xv, de Fernández Meneses (2006) sobre el español medieval y de Mendoza (1986) sobre documentación jurídica de los siglos xiii-xv y de la misma autora sobre el español clásico (Mendoza 2001).

No son demasiadas las conjunciones que cuentan con estudios específicos. Por su aparente anomalía dentro del sistema modal del castellano, ha despertado un cierto interés el uso del subjuntivo en las causales factuales introducidas por como. Este tema se aborda en Ridruejo (1981), en Cano (1992) y, dentro de un estudio global de esta partícula, en Cano (1995). Al uso medieval de ca y que en las causales que justifican actos de habla, se dedica el trabajo de Iglesias (2000a), a la conjunción ya que el de Herrero (2006), a porque el de Fernández Meneses (2010) y a la formación de porque y otros nexos complejos los de Elvira (2002) y Batllori y Suñer (2009).

Para el estudio diacrónico de las causales es especialmente relevante tener en cuenta el tipo de textos que se analizan, así como el registro que presentan y la tradición discursiva en la que se sitúan. Con más o menos énfasis, estas variables se han tenido en cuenta en la mayoría de los estudios sobre las con-junciones causales y especialmente en los más recientes. Estos aspectos, por ejemplo, están muy presentes en el uso del subjuntivo con la conjunción como (Cano 1992; Ridruejo 1981), en la alternancia de que y ca en las causales que justifican actos de habla (Galán 1998; Iglesias 2000a), en la alta frecuencia de por cuanto en ciertas obras historiográficas del siglo xiv o principios del xv (Herrero 1998; Muñío 1998:639) o de ya que en textos de carácter formal y razonador (Herrero 2006:839).

Igual de relevante resulta la clase concreta de causales en que aparecen las conjunciones y las propiedades que presentan. Sobre este tema, generalmente se parte de una distinción dicotómica entre causales que expresan una causa

clases de suBordinadas causales 28.4

3459

real o una causa de otro tipo, y en algún caso entre causales que se vinculan al plano del enunciado o de la enunciación. Sólo en algunos casos se establecen distinciones más pormenorizadas que resultan útiles para explicar aparentes anomalías en la frecuencia de uso de algunas conjunciones o en los cambios diacrónicos que se producen en el uso de determinadas conjunciones.8

28.4. las clases de suBordinadas causales

Dada la relevancia de la clasificación de las causales para su estudio diacrónico, analizaremos en este apartado las diferentes clases de causales y delimitaremos sus propiedades formales y funcionales a partir de los datos que hemos obte-nido en el corpus. Teniendo en cuenta lo señalado en §28.3, distinguiremos las causales internas al predicado de las externas, y dentro de estas, las que tienen un carácter remático y aparecen pospuestas a la oración principal, de las que tienen un carácter remático y aparecen generalmente antepuestas. Aunque asu-mimos que todas las causales son subordinadas, la clasificación propuesta nos permite recoger en parte la distinción tradicional entre causales subordinadas y coordinadas, ya que las causales internas presentan una subordinación más fuerte —pues son adjuntos circunstanciales o del predicado—, mientras que las externas pospuestas presentan una subordinación más débil, más próxima a la coordinación —pues son adjuntos del conjunto de la oración—. Entre unas y otras, por otra parte, se encuentran las externas antepuestas, como muestra el esquema 1 abajo.

Esquema 1Clases de subordinadas causales

Subordinación fuertecausal interna (y pospuesta) → Subordinación causal externa antepuesta → Subordinación débil (próxima a la coordinación) causal externa pospuesta

Asimismo, trataremos de mostrar que estas diferencias sintácticas se traducen también en diferencias de carácter semántico y pragmático. En primer lugar,

8 En este sentido, destacan los trabajos de Galán (1998) e Iglesias (2000a).

28.4 oraciones causales

3460

nos centraremos en las propiedades sintácticas y, en general, formales de los tres tipos de causales, y después en las propiedades semánticas y pragmáticas.

28.4.1. Caracterización sintáctica

Como ocurre en otras lenguas, el español dispone de una conjunción causal básica, que puede aparecer en los tres tipos de causales, y de un conjunto de conjunciones que tienden a vincularse a un tipo concreto de causales o a los dos tipos de causales externas (Goethals 2010:2205). Centrándonos sólo en las conjunciones más habituales, porque tiene un carácter multifuncional, frente al resto, que presenta más restricciones.9 Así, debido a que o gracias a que sólo aparecen en las internas; como, en las externas antepuestas; que y la antigua ca, en las externas pospuestas; y ya que y puesto que, en los dos tipos de externas. A estas últimas hay que añadir en la lengua antigua pues (que), que en español actual se ha fijado, sin el que, en las causales pospuestas.

A continuación, ejemplificaremos las propiedades de las causales internas a partir de la conjunción porque, de las externas pospuestas a partir de ca, y de las antepuestas a partir de como y de otras conjunciones que pueden introducir estas causales.

28.4.1.1. Causales internas

Como hemos indicado, las causales internas forman parte de la predicación principal y se comportan como circunstanciales o adjuntos del predicado con significado causal.

a) Por el hecho de formar parte de la predicación principal, estas causales aparecen generalmente después del predicado de la principal y forman parte del mismo grupo prosódico que la oración principal (3). Por eso, no pueden tener una modalidad diferente de la de su oración principal y si la principal es declarativa, interrogativa o exclamativa, la causal queda integrada dentro de la declaración (3a), la interrogación (3b) o la exclamación (3c).

(3) a. fueron en un castillo que ha nombre Inio, e tomaron allí puerto por-que avía el viento contrario [Tamorlán, 4.161]

b. ¿Defendió a Serrano porque está de acuerdo con lo que él dijo o porque él estaba borracho cuando lo dijo? [Pasos de López, 29]

9 A la conjunción multifuncional porque del español corresponde la inglesa because, la francesa parce que, la italiana perche o la catalana perquè.

causales internas 28.4.1.1

3461

c. ¡A!, ¡cómmo gradesco a Dios porque fiziestes lo que vos mandé, ca de otra guisa, por el pesar que estos locos me fizieron, esso oviera fecho a vós que a ellos! [Lucanor, 200]

b) Pueden verse afectadas por la negación (4), tanto por la negación oracional (4a-c) como por la de constituyente (4d). Cuando se encuentran dentro del alcance de la negación, hacen referencia a una causa no efectiva y por eso en muchos casos su significado es equiparable al de una concesiva (→ Capítulo 30). Si la causa designa una situación que se toma como verdadera, pueden construirse en indicativo (4a) o en subjuntivo (4b) y (4d). Con el subjuntivo queda más ex-plícito el valor de causa no efectiva y el hecho de que la causal no aporta una información relevante informativamente. El subjuntivo, además también puede aparecer cuando se designa una situación posible o falsa (4c).10

(4) a. E non lo fazién los ebreos de dolerse ende e tenerse por quebrantados ya de tod en todo tanto porque ellos non avrién fijos nin porque los non fazién, nin aun porque los veyén assí morir, mas porque se desfarié el su linaje... [gei, 1.17]

Te lo juro, créeme; te lo juro por la salvación de mi alma: no le rechacé porque tú entraste, y más duramente le hubiera rechazado yo si tú no entras [Juanita, 228]

b. onde ha menester que uses de tu entendimiento et de tu saber, et non ayas pesar porque ayas poco aver [Calila, 218]

c. Mugier, sed en este palaçio, & si quisieres en el alcaçar: / Non ayades pavor por que me veades lidiar [Cid, 1653]

Soy contento, pero tampoco vos no os atuféis porque hombre os diga lo que le haze dubdar, pues al fin se conforma con lo que vos dezís [Diálogo, 160]

d. E pesava esto a su padre, non porque él non toviesse por verdat e por bien lo que Abraham fazié e dizié, mas por la yente que se levantarié contra él [gei, 1.164]

c) Como cualquier otro adjunto circunstancial, pueden aparecer focalizadas e incluso anteponerse al verbo ocupando la posición asociada al foco contrastivo (5).

(5) Lo que les fiziemos les ha retraydo; esto lidiare atod el mas ardido: / Que porque las dexamos ondrados somos nos [Cid, 3360]

10 Sobre el uso del indicativo y el subjuntivo en estas causales negadas, véase Mosteiro (2001:109-120), Pérez Saldanya (1999:§§50.2.2.1, 50.2.2.2) o Ridruejo (2002:765-769).

28.4 oraciones causales

3462

La muchacha... se quedó llorando su humillación: “Porque una es pobre abusan, porque una es pobre y no se puede defender... cobardes” [Ciro Alegría, El mundo es ancho, 1941, Perú, corde]

d) No presentan restricciones respecto a la coordinación y, por lo tanto, pueden aparecer coordinadas diferentes subordinadas causales (6a) o subordinadas junto a fp, tanto si el término de la preposición es una oración en infinitivo (6b) como una fn (6c). Es igualmente posible la coordinación de una causal y una final (6d).

(6) a. No os quiero dezir más porque sé que entendéis poco de la lengua latina y porque me parece bastan estos vocablos... [Diálogo, 125]

alégrase de verle, ya porque es de su gusto, ya porque le mira como a instrumento con que toma las venganzas de los disgustos caseros [Fiesta, 132]

b. E eñadió e cumplió en ellas las cosas que los otros sabios non pusieran ý o por non las saber o porque dubdaron en ellas de guisa que se non trovieron ponerlas en escrito [gei, 1.384]

...les oía decirse unos a otros que aquellos son los días de representar con mucho cuidado, por no dar lugar a que la tristeza de la soledad les enflaquezca el aliento, y porque los que están allí no tienen la culpa... [Fiesta, 313]

c. Et todo este bien acaesçió por la vondat daquella buena dueña, et porque ella guisó que fuesse sabido que la vergüença es la meior cosa que omne puede aver en sí [Lucanor, 266]

E él respondió que no avía preso a su hermano, salvo porque era loco e atrevido e por las razones que dezía, ca él no quería salvo que su padre fuese Señor [Tamorlán, 340]

d. ...commo el paxarero que echa los granos a las aves non por les fazer ayuda sinon porque quiere ganar [Calila, 208]

de caña, cañaveral, por cañal, o por que los antiguos llaman cañavera ala que agora caña o por que no concurriesse cañal conel cañal de pescar [Nebrija, 64-65]

e) Por el hecho de admitir la focalización, pueden ser modificadas por un adverbio focal:

(7) Esaú acogiólos bien e plogol mucho con la venida de su hermano... cuando lo oyó, e mayormientre porque venié metérsele en mano e en poder con cuanto avié [gei, 1.359]

causales externas pospuestas 28.4.1.2

3463

Quedaos a Dios, que voyme sólo porque me hazes dentera con vuestro besar y retoçar [Celestina, 8.208]

Por donde entendimos que avía por allí algún pueblo grande, y tam-bién porque..., avíamos visto echadas nasas en con que pescaban la mar [Bernal, 32]

f) Asimismo pueden aparecer focalizadas en construcciones ecuacionales, o ecuativas, y en general en construcciones en las que aparecen como atributo del verbo ser (8a), y pueden funcionar como respuesta a una pregunta con por qué (8b) y a veces con cómo, si se trata de una interrogativa modal que expresa sorpresa o incredulidad ante un hecho inesperado (8c).

(8) a. la una razón es porque fue él de mejor estudio e engeño...; ell otra razón fue porque Alexandre el Magno ovo grand cobdicia de saber... [gei, 2.549]

Mira, madrecita —le dijo la india—, si encuentro al niño el día 12, es porque la Virgen lo permite [Bandidos, 1.57]

b. —Bien me plaze esso; pero ¿por qué scrivís truxo, escriviendo otros traxo? —Porque es a mi ver más suave la pronunciación, y porque assí lo pronuncio desde que nací [Diálogo, 158]

c. —Ríome, que no pensaba que havía peor invención de peccado que en Sodoma. —¿Cómo? —Porque aquéllos procuraron abbominable uso con los ángeles no conocidos, y tú con el que confiessas ser Dios [Celestina, 1.95]

¿pues cómo abrasaste a la hermana y no abrasaste a la desposada?. Y él respondió: porque la despossada se llama Gertrudiz y yo no llego a las que tienen este nombre [dlne, 1686, 139.368]

28.4.1.2. Causales externas pospuestas

Dentro de las causales externas, las pospuestas presentan una serie de propie-dades que se ejemplifican a continuación a partir de la conjunción ca, la más habitual en los textos más antiguos.

a) Las causales externas forman un grupo prosódico diferente del de la oración principal y aparecen separadas de esta mediante una inflexión descendente, que se suele marcar en la escritura mediante una coma o un signo de puntuación mayor (9).

28.4 oraciones causales

3464

(9) Essi fueres vençidos, no rebtedes a nos, / Ca todos lo saben que lo buscastes vos [Cid, 3567]

Pues el que este libro leyere sepa la manera en que fue conpuesto...; ca aquel que esto non sopiere non sabrá qué será su fin en este libro [Calila, 91]

...Eufemiano e Aglis su buena muger que non eran deseguales en fazer buena obra. Ca si el huno fazía bien el otro se travajava de lo fazer mejor e más conplidamente [Alejo, 68.25]

b) En una misma oración pueden aparecer una causal interna y una externa y, en este caso, la externa ha de ocupar una posición más periférica y no es posible invertir el orden (10a). También es posible la aparición de dos causales externas pospuestas, si la segunda es una explicación de la primera (10b).

(10) a. —Este mur non podría saltar do saltava sinon porque yazían aquí estos maravedís, ca el aver es criado para acresçer en la fuerça et en el seso [Calila, 213]

¡cómmo gradesco a Dios porque fiziestes lo que vos mandé, ca de otra guisa, por el pesar que estos locos me fizieron, esso oviera fecho a vós que a ellos! [Lucanor, 200]

b. —Piensa bien en esto que dizes, ca a peligro estamos en este lugar, ca si se la mar tendiere en este lugar, levarnos ha nuestros pollos [Calila, 164]

...e esto cuido que lo fazía por los mirar mejor, que no veía, ca tan viejo era que los párpados de los ojos tenía caídos [Tamorlán, 259]

c) Pueden tener una modalidad diferente de la modalidad de la oración prin-cipal, como puede observarse en los ejemplos de (11), en los que la causal es declarativa mientras que la principal es interrogativa (11a), exclamativa (11b) o imperativa (11c).

(11) a. Que avedes vos, conde, por Retraer la mi barba? / Ca de quando nasco adeliçio fue criada [Cid, 3285]

E ¿cómo me niegas tú agora la verdat?, ca túl mateste, e queréllalo e testígualo la su sangre que tú esparzist sobre la tierra [gei, 1.16]

b. —¡O, quánto me a manzillado Sençeba en sí mismo!, ca era de buen consejo et agudo, et non sé por ventura si fue acusado a tuerto [Calila, 177]

¡vendito seas tú que me dexaste veer este día, ca tú sabes que... esta es la primera carne que yo comí...! [Lucanor, 232]

causales externas antepuestas 28.4.1.3

3465

c. Demos le buen don, ca el nos lo ha buscado [Cid, 192] E esforçad, ca después de la mi muerte vos visitará Dios [gei, 1.518]

Las causales externas, de hecho, son declarativas, o bien introducen una pregunta retórica (Goethals 2010:2210), que no deja de ser una declaración indirecta (12a). Incluso si quedan incluidas en la entonación interrogativa, la interrogación recae sobre la predicación principal y no sobre la causal, que continúa siendo declarativa (12b).

(12) a. ...que las virtudes ansý andan en rueda como los viçios, ca ¿dónde verés soberuia syn enbidia, nin enbidia syn avariçia? [Teresa de Cartagena, Arboleda, 1455-1460, corde]

Buena cosa es a mí llegarme Dios; ca ¿quién es el que sufre que podrá firmemente estar sin el Señor? [Benedicto XIII, Libro de las Consolaciones, ca. 1417, corde]

b. Et dixo él: —¿Cómo herré, ca yo he decorado lo que era en una carta? [Calila, 93]

Et dixo la muger: —¿Cómmo puede eso ser, ca las gentes te tenían por omne bueno? [Calila, 110]

d) No pueden quedar dentro del alcance de la negación y, por lo tanto, no se ven afectadas por la negación de la oración principal, como puede comprobarse en (13), en que la causal hace referencia en todos los casos a una causa efectiva. Como no admiten la focalización, tampoco pueden aparecer en construcciones ecuacionales ni usarse como respuesta a una pregunta con por qué.

(13) non lo conpra, ca él se lo avie consigo [Cid, 67] calló et non osó dezir nada, ca tovo que en saberlo su conpañero que

era mayor pérdida que el sísamo [Calila, 96] Et quando los fueron buscar, non los fallaron, ca se fueran con lo que

avían levado del rey por el engaño que avedes oýdo [Lucanor, 190]

28.4.1.3. Causales externas antepuestas

Las causales externas antepuestas y las pospuestas comparten bastantes propiedades, ya que en los dos casos quedan fuera de la predicación principal, pero también presentan algunas diferencias asociadas a su distinta función informativa, y por eso una misma oración puede contener una causal externa antepuesta y otra pospuesta:

28.4 oraciones causales

3466

(14) —Pues que assí es, callad, que yo fablaré en esto e meter me é a ello por vos fazer plazer [gei, 2.261]

Et pues que yo vine pedirte tuyo amor et graçia, non me deves enviar vago; ca me ha parescido de ti grant bondat et buenas costunbres [Calila, 206]

Se indican a continuación las principales propiedades formales de las cau-sales antepuestas:

a) Ocupan la posición asociada al tópico o tema oracional, según la terminolo-gía que se utilice (véase infra §28.4.2.3). Por ello, aparecen claramente separadas del resto de la oración mediante una inflexión tonal, que en la escritura se suele marcar con una coma (15a). Como ocurre con otros constituyentes temáticos, estas causales pueden ir precedidas de un vocativo (15b), del sujeto de la oración principal (15c) o de cualquier otro constituyente tematizado (15d).

(15) a —Pues que así es, mayor derecho as tú en lo aver que yo [Calila, 342]

Et porque non toman plazer en ello, non lo pueden aprender nin saber así commo a ellos cunplía [Lucanor, 49]

Pero ya que assí lo queréis, será bien que todos tres os concertéis en el orden que queréis llevar en vuestras preguntas, porque no os confundáis en ellas [Diálogo, 128]

b. —Patronio, porque yo sé que la muerte non se puede escusar, querría fazer en guisa que depués de mi muerte, que dexasse alguna cosa señalada que fincasse por mi alma [Lucanor, 210]

—Señor, porque perderse el otro día el neblí fue causa de tu entrada en la huerta de Melibea a le buscar... [Celestina, 2.134]

c. —Non tengo por bien que razones con él, ca éste, porque es de muy grand acuerdo, se fizo atormentar así [Calila, 238]

El Bien, commo es bueno et mesurado, non quiso escoger, et el Bien dixo al Mal que escogiesse él. Et el Mal, porque es malo et derran-chado, plógol ende et dixo que... [Lucanor, 224]

d. Mas del tiempo passado porque saben los comienços e los aca-bamientos de los fechos que ý se fizieron dezimos que alcançan los omnes... [gei, 1.5]

et un día, porque todos non podían posar con él, fue posar a casa de un cavallero [Lucanor, 259]

b) Aunque no se trate de una característica frecuente, admiten la coordinación, de manera semejante a las internas y a diferencia de las externas pospuestas (16).

causales externas antepuestas 28.4.1.3

3467

(16) E porque en estos días no pudieron saber nuebas de las galeas, e por cuanto se les perdían los cavallos que en ellos traían por mengua de agua, otrosí porque avían poca vitalla, volvieron a Rodas [Tamorlán, 98]

E así, por esto como porque se deve creer que Dios, quiriendo punir en esta vida alguna desobediencia que este rey mostró al rey, su padre, dio logar que fuesse desobedecido de los suyos [Varones, 85]

El rey Luys de Françia como fuese anbiçioso e promovedor de guerras sienpre procurava novedades, e como ya oviese puesto discordia entre los grandes de Ynglaterra... començo de fazer alianças... [Enrique IV, 289]

Como al verbo se refieren todas las otras palabras del atributo, y al sustantivo todas las otras del sujeto, y como el verbo mismo se refiere a un sustantivo, ya se echa de ver que el sustantivo sujeto es en la proposición la palabra primaria y dominante [Bello 1847/1988:178]

c) Por su carácter temático, no pueden utilizarse como respuesta a la interro-gación parcial con por qué11 y no pueden aparecer en construcciones ecuacionales con el verbo ser. Tampoco admiten generalmente un adverbio focal, hay algunas excepciones. En contextos de coordinación, por ejemplo, las causales que no apa-recen en primer lugar puede ser modificadas por un adverbio o locución focal, en el caso de conjunciones diferentes de como (17).

(17) E porque en estos días no pudieron saver nuebas de las galeas, e por cuanto se les perdían los cavallos que en ellas traían por mengua de agua, otrosí porque avían poca vitualla, volvieron a Rodas [Ta-morlán, 98]

Como llovía recio y el triste se mojaba, y con la priesa que llevába-mos de salir del agua, que encima de nós caía, y, lo más principal, porque Dios le cegó aquella hora el entendimiento..., creyóse de mí [lt, 45]

d) Como ocurre con las causales externas pospuestas, las antepuestas pueden tener una modalidad distinta de la de la oración principal. En los ejemplos si-

11 Son aparentes contraejemplos casos como los siguientes en los que, a diferencia de lo que ocurre en las respuestas, la oración principal aparece explícita: “—Oye, ¿a ti también te trata la doctora León? —me preguntó de repente. —A mí no. ¿Por qué? —Como el otro día hablabas tanto con ella” (Gaite, Nubosidad variable, 1992, España, crea). O en que la causal queda suspendida: “Ante todo, supongo que habrás rezado tus oraciones como todas las mañanas... —No, abuelita, no lo he hecho, la verdad le digo a usted. —¿Por qué no? —Como papá me ha encargado que no me moviese de la cama ni me destapase, no me he atrevido a ponerme de rodillas” (Pilar Pascual, Flora, 1888-1923, España, corde). Véase infra §28.10.2.3.

28.4 oraciones causales

3468

guientes, la causal es declarativa mientras que la principal es imperativa (18a) o interrogativa (18b).

(18) a. Mas pues lo conseia el que mas vale que nos, / Flablemos en ello, en la poridad seamos nos [Cid, 1940]

Et porque don Johán tovo que este exienplo que era muy bueno, mandólo escribir en este libro [Lucanor, 115]

—Ya que así lo ha querido mi suerte —dijo el bachiller—, suplico a vuestra merced, señor caballero andante que tan mala andanza me ha dado, me ayude a salir de debajo desta mula... [Quijote i, 19.204]

b. El Campeador en pie es leuantado: / “Pues que afazer lo auemos, por que lo ymos tardando?” [Cid, 2220]

Como naturalmente las mugeres sean tiernas, ¿qué coraçón les abastará para sufrir tantas afrentas y qué ojos se absternán de no derramar infinitas lágrimas? [Antonio de Guevara, Reloj de príncipes, 1529-1531, España, corde]

Y ya que hablamos de piedras, ¿de dónde sale ese collar? [Julio Cortázar, Rayuela, 1963, Argentina, corde]

28.4.2. Caracterización semántica, pragmática e informativa

En los apartados anteriores hemos delimitado las propiedades sintácticas y, en general, formales de las subordinadas causales, pero no el tipo de relación causal que introducen ni su función pragmática o informativa. Las propiedades semánticas y las funcionales están en correlación con las formales y, en general, la mayor integración formal con la oración principal se traduce en una mayor integración semántica, pragmática e informativa. En este sentido, se puede hablar de un cierto isomorfismo entre la forma y el significado en un sentido amplio, o de una correlación icónica entre ambos.

28.4.2.1. Causales internas

Las causales internas aportan información remática, no conocida, y forman un único acto de habla junto con la oración principal. Semánticamente, estas causa-les expresan una causa real y, más concretamente, una causa física o un motivo del hacer (Barbera 2010:974-975; Galán 1995, 1999:§56.2). En el primer caso, la relación que se establece entre la subordinada y la principal es de causa-efecto, ya que esta hace referencia a un estado de cosas que es consecuencia directa

causales internas 28.4.2.1

3469

e inevitable del estado de cosas expresado en aquella. Como muestran los ejem-plos de (19) abajo, en este caso no existen restricciones respecto al sujeto de la oración principal, que puede ser animado (19a) o no (19b), y el semantismo de la causal se puede explicitar mediante paráfrasis del tipo y ocurre (u ocurrió, ocurrirá...) esto porque. Para (19b), por ejemplo, tendríamos la paráfrasis si-guiente: todo este mal vino a los búhos y esto ocurrió porque se fiaron del cuervo.

(19) a. mató sus fijos porque contra el bien público de Roma tratavan de reduzir al rey Tarquino [Varones, 97]

b. Et todo este mal vino a los búhos porque fiaron en l’ cuervo que naturalmente era su enemigo [Lucanor, 135]

En el segundo caso, en cambio, la relación es de motivación-resultado y la subordinada designa un determinado estado de cosas que conduce a un agente a tomar la decisión de realizar la acción expresada por la oración principal (20). El sujeto de la oración principal, por lo tanto, ha de ser animado y la relación expresada por la conjunción causal puede ser explicitada por medio de paráfrasis del tipo y hace (o hizo, hará...) esto porque. Para el primero de los ejemplos de (20), la paráfrasis correspondería a te di este ejemplo e hice esto porque tengo la esperanza que obtendremos lo que queramos por arte y engaño.

(20) Et yo dite este exenplo porque he esperança que avremos lo que querremos por arte et por engaño [Calila, 236]

Si de noche caminan, nunca querrían que amaneciesse; maldizen los gallos porque anuncian el día, y el reloj porque da tan apriesca [Celestina, 3.144]

Cierto amigo mío, diputado novel, cuyo nombre no pongo aquí porque no viene al caso, estaba entusiasmado... [Juanita, 71]

Ella lo rechazó porque vio en la mirda de Gabriel a otra [Inez, 69]

El hecho de que la causal haga referencia a una causa real es una condición necesaria pero no suficiente para que ocupe una posición interna al predicado, ya que, como se ha indicado, el uso de un tipo u otro de causal no sólo depende de su significado sino también de factores pragmáticos e informativos. Pensemos, por ejemplo, en la relación causal que se establece entre un efecto como ‘irse alguien a casa’ y una causa como ‘dolerle a alguien mucho la cabeza’. Esta relación se expresará mediante una causal interna si el hablante quiere remarcar el motivo de la marcha: se fue a casa porque le dolía la cabeza (y no por otra razón). En cambio, se expresará mediante una causal externa antepuesta, si esta se toma como punto de partida, en muchos casos conocido, que se usa para introducir el

28.4 oraciones causales

3470

contenido del resto de la oración: como le dolía mucho la cabeza, se fue a casa. O mediante una causal externa pospuesta si lo que se pretende es justificar una decisión que enuncia el emisor: me voy a casa, que me duele mucho la cabeza; o si simplemente se opta por aportar una información que se añade a la de la principal y permite explicar o justificar la situación que se describe en ella: se fue a casa, pues le dolía mucho la cabeza. Notemos que en este último caso, el uso de la causal externa se hace más natural si la principal contiene información que requiere algún tipo de explicación o justificación, como ocurre en: se tuvo que ir a casa, pues le dolía mucho la cabeza; se fue a casa enseguida, pues le dolía mucho la cabeza; se fue a casa sin despedirse de nadie, porque le dolía mucho la cabeza.

Las causales internas se expresan desde los orígenes mediante la conjunción porque, pero también son posibles por cuanto, en español medieval (21a), y una serie de locuciones más o menos lexicalizadas como por razón / causa (de) que, a causa (de) que, gracias a que o debido a que (21b).

(21) a. E esto fizieron ellos por cuanto el viento era contrario, e la nao no pudiera ir tomar puerto, e por delibrar aína e adreçar lo que les cumplía para ir su viaje, qu’el tiempo era breve [Tamorlán, 114]

b. Y digo que posé en aquella torrezilla a causa que avía en aquel pueblo de Tustepeque muchos mosquitos de día [Bernal, 539]

Y tu padre salvó el pellejo gracias a que se dormía como un tronco [Arturo Barea, La forja, 1951, España, corde]

...tu mamacita había embarcado el 16 por la noche, debido a que el buque se adelantó de uno o dos días [Miguel Ángel Asturias, Cartas de amor, 1994, Guatemala, corde]

28.4.2.2. Causales externas pospuestas

Como ocurre con las causales internas, las externas pospuestas aportan informa-ción remática, pero se diferencian de aquellas porque introducen una explicación o justificación respecto a lo enunciado o respecto al acto de enunciación (Galán 1999:§56.2; Goethals 2002:19-37; rae-asale 2009:§46.6; Santos 1982:232). Esta explicación, por otra parte, puede orientarse al valor epistémico de la oración principal, a su fuerza ilocutiva, a su contenido proposicional o al uso de un de-terminado término o expresión (Goethals 2002:19-37, 2010).

a) Las llamadas causales epistémicas, hipotéticas o deductivas forman parte de las causales de la enunciación.12 En este caso, la subordinada presenta un estado

12 Para Santos (1982) se trata de causales conclusivas, que son un tipo de causales explica-tivas; para García Santos (1992), dentro de causales efectivas del enunciado, esto es, causales

causales externas pospuestas 28.4.2.2

3471

de cosas que lleva al hablante a inferir el contenido expresado en la principal y, por lo tanto, a justificar el acto enunciativo que realiza. El carácter inferencial de este contenido puede aparecer explícito mediante elementos con valor epis-témico como el auxiliar modal deber de (22a), el verbo parecer (22b) o adverbios o locuciones adverbiales del tipo seguramente, probablemente, sin duda (22c).

(22) a. yo creo que deben de ser pocos porque es cosa muy contra su con-diçión ir a la guerra y dexar de trafagar [Sebastián de Horozco, Libro de los proverbios, 1570-1579, España, corde]

Pepe Arimón debe de estar bien ahí, porque contesta con la mayor indiferencia a todo, y en cuatro líneas [José Zorrilla, Cartas, 1883-1889, España, corde]

b. Parece que hay misa, porque se oye la campanilla de alzar... [Benito Pérez Galdós, Fortunata y Jacinta, 1885-1887, España, corde]

c. Al volver a su casa seguramente se los quitaba para lustrarlos, porque yo la veía entrar con zapatos negros y poco después... tenía puestos los zapatos blancos [Mario Vargas Llosa, La ciudad y los perros, 1962, Perú, corde]

...este año habrán pasado por el país hasta 57,8 millones de extran-jeros que de seguro aliviarán las penurias de muchos negocios y elevarán los ingresos públicos. Porque como recordaba ayer la OMT, del turismo a nivel mundial dependen 1 de cada 12 puestos de trabajo... [El País, 14-12-2012]

La nota probablemente la escribiría Bueno, porque Fuente tenía una falta extraña de facundia [Pío Baroja, Desde la última, 1944-1949, España, corde]

Por el hecho de justificar lo que el hablante afirma en la principal, se suele considerar que modifican un predicado performativo implícito del tipo afirmo o digo, que hace referencia al acto de habla que se realiza con la principal. De hecho, estas causales pueden ser parafraseadas mediante fórmulas del tipo y digo esto porque, o mejor, mediante fórmulas como y digo esto porque lo deduzco de (Fuentes 2005:44), en las que queda explícito el hecho de que son causales de la enunciación con valor epistémico. Por su carácter epistémico también admiten la paráfrasis mediante la fórmula y creo esto porque.

Las causales epistémicas se expresan normalmente por medio de la conjunción porque, como muestran los ejemplos anteriores de (22), y en menor medida con otras como pues (que) (23a) y, en español antiguo, ca (23b).

que expresan la razón o el motivo de la enunciación, y para Fuentes (2005:44), de causales deductivas.

28.4 oraciones causales

3472

(23) a. —Sin duda alguna que a esta pobre doncella le debe de haber sucedido algo de importancia, pues en tal traje y a tales horas, y siendo tan principal, anda fuera de su casa [Quijote ii, 49.1031]

Enfermo, enfermo grave tal vez, pues se había rendido al sufrimiento él, tan fuerte [Rafael López de Haro, Yo he sido casada, 1930, España, corde]

b. —Non será como tú dizes, ca nin morrás tú tan aína como tú querríes nin te matarán ningunas bestias [gei, 1.16]

—Non cuido que se tienda la mar sobre nos, ca sé que se teme el mayordomo de la mar que gelo vedaríamos [Calila, 164]

b) También pertenecen al plano de la enunciación las causales que se orientan a la fuerza ilocutiva y justifican diferentes actos de habla,13 en algunos casos con el objetivo de minimizar el coste pragmático de dicho acto o de la decisión tomada.14 Forman parte de estas causales externas las que encontramos en combinación con una oración principal en las que se ordena o sugiere una cosa (24a) o se pregunta algo (24b). En este caso también se suele aceptar que la causal modifica un verbo performativo implícito como pregunto, ordeno, pido, afirmo, sugiero, y por eso admiten paráfrasis del tipo y (te) pregunto, ordeno, pido, afirmo, sugiero esto porque.

(24) a. A mis fijas sirvades, que vuestras mugieres son [Cid, 3581] ¡Vete, vete de aý, torpe!, que no puede mi paciencia tolerar que haya

subido en coraçón humano conmigo en el ilícito amor comunicar su deleyte [Celestina, 1.87]

—Toma, come, triunfa, que para ti es el mundo. Mejor vida tienes que el Papa [lt, 50]

b. dime con qué vienes. ¿Qué nuevas traes? Que te veo alegre y no sé en qué está mi vida [Celestina, 11.249]

¿Qué vas, vellaco, rezando? Embidioso, ¿qué dices? Que no te entien-do? [Celestina, 6.185]

¿Qué queréis en esto, que no os entiendo? [Diálogo, 234]

13 Dentro del marco de referencia generativista de la Teoría de la periferia izquierda ora-cional, Batllori y Suñer (2009:315) consideran, siguiendo a Masullo (2005), que este tipo de causales de la enunciación queda legitimado en el núcleo funcional Fuerza, que contiene los rasgos que permiten reconocer el tipo de fuerza ilocutiva de la oración (enunciativa, imperativa, interrogativa, exclamativa, etcétera).

14 En la descripción de estas causales y de las que aparecen en el punto siguiente seguimos sobre todo la caracterización de Gutiérrez Ordóñez (2000:119-126) y de Iglesias (2000a, 2000b), que las denomina causales de justificación enunciativa.

causales externas pospuestas 28.4.2.2

3473

En esta clase se pueden incluir también las causales que acompañan a una respuesta a una pregunta total o parcial (25a), a una aseveración más o menos enfática que retoma o puede contradecir lo dicho antes (25b) o a una exclama-ción con las que se expresan sentimientos, deseos, insultos, peticiones, etc. (25c). Aunque no pertenezcan propiamente al plano de la enunciación, se equiparan a las causales anteriores aquellas que justifican decisiones del hablante, comu-nicadas de manera más o menos brusca en el momento del acto de habla (25d), o situaciones que se quiere o se tiene que realizar (25e).

(25) a. —¿Hasnos oído? —No señora, que durmiendo he stado [Celestina, 14.287]

—No, no —dijo él—, que yo no he dejado el asador de la mano, no es posible [lt, 39]

No, que no nos quexamos de lo dicho [Diálogo, 155] b. —Antes fácil. Que el comienço de la salud es conocer hombre la

dolencia del enfermo [Celestina, 1.93] Esso que temes yo lo proveý primero, que muy passo entramos [lt,

205] Tenéis razón de alabarla, que cierto tiene ingenio [Diálogo, 212] c. Dios commo fue alegre todo aquel fonssado, / Que Minaya Albarfanez

assi era legado [Cid, 927] ¡Maldita sea ella y el que en ella puso la primera teja, que con mal

en ella entré! [lt, 95] adios, que me boi [dlne, 1689, 154.35] ¡Justicia, justicia, señores vezinos, justicia, que me matan en mi casa

estos rufianes! [Celestina, 12.274] ¡Alborotador! que él fue el que tuvo la culpa de que silbaran la co-

media [cn/Sí, 105] ¡Chisss!, que los va a despertar [Estanquera, 98] d. —Voyme, que parece que aquí poca gana tienen de mi compañía

[Anónimo, Comedia thebayda, ca. 1500, corde] Aunque más digáis que nos hazemos del ojo, no callaré esto, que lo

dicho de la h sta muy bien considerado [Diálogo, 176] e. Quiero entrar, que no es son de buen llanto donde ay amenazas y

denuestos [Celestina, 15.295] Señor, que yo y Sempronio será bueno que la acompañemos hasta su

casa, que haze mucho escuro [Celestina, 6.184]

Este tipo de causales se construye generalmente con que, la conjunción más inespecífica semánticamente de todas las que pueden encabezar una subordinada

28.4 oraciones causales

3474

causal. Esta preferencia por que se explica fácilmente si se tiene en cuenta que las propiedades de la oración principal y la relación discursiva que establece con la subordinada ya permiten delimitar de manera unívoca la conexión causal existente entre ambas (Iglesias 2000a, 2000b). Por la misma razón, en este tipo de contextos también resulta habitual la simple yuxtaposición (26a). Además de la conjunción que y el recurso a la yuxtaposición, en algunos casos también son posibles otras conjunciones como porque (26b), pues (26c), y en español medieval ca (26d), que en algunas obras es más habitual que que.

(26) a ¡Ferid los, caualleros, por amor de caridad! / Yo so Ruy Diaz, el Çid Campeador de Biuar! [Cid, 720-721]

Non quiero mal bocado, non serié para mí sano [lba, 175c] —¡No! —dijo moviendo negativamente la cabeza—. No lo haré. Fue

un mal hombre y no entrará al Reino de los Cielos [Pedro Páramo, 86] b. Vete, porque estoy de prisa [Lope de Vega, El molino, ca. 1604, Es-

paña, corde] Dezidme, por vuestra fe, aunque sea fuera de propósito, porque ha

muchos días que lo desseo saber... [Diálogo, 245] c. —Es menos pingüe que el usufructo del siervo? —Sí, pues el que

tiene el usufructo percibe todo lo que adquiere el siervo por cualquier título... [Ricardo Limardo, Manual de legislación, 1869, Venezuela, corde]

¡Nunca yo pudiera verte! / ¡Vete, pues mi mal es claro, / pena eter-na, monstruo raro, / sombra fatal, cruda muerte! [Antonio Mira de Amescua, El primer conde, ca. 1600, España, corde]

d. Tomat estas donas e guardaldas bien ca Nuestro Señor será connusco anbos quando fuere su prazer [Alejo, 69.66]

—¿De qué rey o de qué Dios te trabajas tú?, ca non es mayor cosa lo que tú fazes que lo que fazen los sabios de Egipto [gei, 2.93]

c) El tercer gran grupo de causales externas pospuestas se orienta al contenido proposicional y en este caso la causal presenta una información diferenciada de la que contiene la principal, una información que se añade a la de la principal y la justifica de alguna manera, como muestran los ejemplos siguientes, donde se usa la conjunción ca.

(27) E fue este Misfarmotosis quinto faraón de Egipto, ca el primero faraón... Amosis ovo nombre [gei, 1.541]

E ellos quedaron muy tristes porque se yva, ca no sabían quándo se tornaría [Calila, 236]

causales externas pospuestas 28.4.2.2

3475

E en ella avía una fermosa iglesia, ca solía ser esta ciudat de cristia-nos de Armenia, e en ella bivían muchos armenios [Tamorlán, 188]

Los límites entre estas causales y los otros tipos de causales externas pos-puestas no siempre son nítidos. En unos casos, porque se puede interpretar que explica tanto el contenido proposicional como el acto de enunciarlo, como puede observarse en las causales de (28a) abajo. La primera, por ejemplo, puede ser parafraseada por y no se lo plantean porque Siria no es Libia, y orientarse al contenido proposicional, o bien ser parafraseada por y afirmo esto porque Siria no es Libia, y orientarse a la fuerza ilocutiva. Y lo mismo ocurre con la segunda. En otros casos, porque puede interpretarse que expresan una causa real, pero presentándola como información añadida y, por lo tanto, con un valor explicativo (28b).

(28) a. Los occidentales no se plantean... instaurar una zona de exclusión aérea que permitiera respirar a los rebeldes y ahogar a El Asad. Porque Siria no es Libia [El País, 14-12-2012]

Es difícil medir lo que una decisión como la de la ONU puede suponer para los países pobres. Porque precisamente ellos, los más necesi-tados, carecen de mecanismos de medición... [El País, 14-12-2012]

b. Plogo alos de Terer & alos de Calatayut mas, / Peso alos de Alcoçer, ca proles fazie grant [Cid, 861]

e el maestre acogiosse a la mar, ca non tenia conpañas para los atender [Pedro i, 1.320]

E de cada dia venian muchos cavalleros e preocuradores... a Madrid, ca todos tenian que ally avian de ser todos juntos para ordenar... [Enrique III, 7a]

Además de la conjunción antigua ca, estas causales pueden ser introducidas por cualquiera de las conjunciones utilizadas en las causales pospuestas externas, como porque que, por cuanto, pues, ya que, etc. (29a), e incluso que en español medieval (29b), aunque esta última es desplazada progresivamente por las conjunciones con un significado causal explícito (Batllori y Suñer 2009:304-305).

(29) a. Et el segundo que les fue ferir et esperó más que el primero, tovieron por meior, porque pudo sofrir más el miedo [Lucanor, 114]

...contol todo lo quel conteçiera con el rey, dándol a entender... quánto de buena ventura era, pues el rey le quería dexar todo el reyno... [Lucanor, 57]

28.4 oraciones causales

3476

E daua el conde por sueldo a los que con el andauan, joyas muy no-bles..., por quanto non tenia dineros [Pedro I, 1.76]

pero los que más atraían la atención de los chicuelos, eran los de almecinas, ya que, además del gusto de comérselas, proporcionaban la diversión de ejercitar la puntería tirando al blanco [Juanita, 123]

Poco, mucho, son sustantivos en piden mucho y alcanzan poco, puesto que significan lo pedido y lo alcanzado [Bello 1847/1988:192]

b. Alegrauas el Çid & todos sus varones, / Que les creçe la ganançia, grado al Criador [Cid, 2315]

no fue pequeño provecho a la çibdat de Malaga, e a los lugares de aquella comarca, la venida del rey Çiriça, que a la suplicación suya el rey mando que no se fiziese mas tala de quanto las bestias oviesen menester para comer [Enrique IV, 32]

d) Notemos, para finalizar, que la explicación también puede hacer referencia al uso de un término utilizado y la causal tiene entonces un carácter metalingüístico.

(30) tanto, que otra cosa no hacía, en viéndome solo, sino abrir y cerrar el arca y contemplar en aquella cara de Dios, que ansí dicen los niños [lt, 59]

Al siguiente día, bien temprano, envió Dorotea a llamar a doña Teresa, que así se llamaba su amiga [Noches, 231]

Hoy el fobaproa, porque así se llama, ya puede ser la tapadera, la lavandería de un gran fraude a la Nación [Sesión pública ordinaria, sin año, México, crea]

El neografismo (pues así llaman á esta terrible enfermedad de las lenguas vivas) desconoce, ú olvida, que no hay alfabeto alguno perfecto [Pedro Monlau, Del arcaísmo y el neologismo, 1863, España, corde]

28.4.2.3. Causales externas antepuestas

Las causales antepuestas constituyen tópicos o temas, según la terminología utilizada. Aportan, por lo tanto, una información que puede ser conocida o que sin serlo tiene un carácter secundario y permite introducir la información más relevante correspondiente al resto de la oración. Dentro de las causales ante-puestas se pueden distinguir dos grandes clases.

a) Un primer grupo está formado por las causales que tienen un carácter neutro y aportan una información que no resulta polémica para ninguno de los interlocutores, o que el emisor trata como si no lo fuese. Pertenecen básicamente

causales externas antepuestas 28.4.2.3

3477

al plano del enunciado y expresan una situación que favorece la realización de lo expresado por la principal. Inicialmente se construían con porque (31a) y en menor medida con por cuanto (31b) y con como (31c), que es en la actualidad la conjunción básica. No es habitual que este tipo de causales se sitúe en el plano de la enunciación. Aun así sí que se pueden documentar algunos casos, como muestran los ejemplos de (31d) en los que la causal tiene un carácter epistémico.

(31) a. Por que dan parias plaze alos de Saragoça [Cid, 941] Et porque cada omne aprende mejor aquello de que se más paga, por

ende el que alguna cosa quiere mostrar a otro, dévegelo mostrar en la manera que entendiere que será más pagado... Et porque a muchos omnes las cosas sotiles non les caben en los entendimientos..., non toman plazer en leer aquellos libros... Et porque non toman plazer en ello, non lo pueden aprender... [Lucanor, 49]

b. E por quanto doña Leonor sopo que le era dicho estonçe que don Ferrando señor de Villena... trataua por partir este casamiento e que casase su hermana con el rrey... [Pedro I, 1.23]

E por cuanto era ya la noche cerca, quedó que otro día, miércoles, que los dichos embaxadores pasasen en Constantinopla... [Tamorlán, 133]

c. E vos, Pero Vermuez, la mi seña tomad; / Commo sodes muy bueno, tener la edes sin arch [Cid, 690]

Como don Álvaro Roldán estaba ausente más de la mitad del tiempo, ya cazando... ya en las ferias..., doña Inés se quedaba sola [Juanita, 78]

d. Como Luis fue el primer hijo, seguramente cargó con el peso de todos los errores [Santiago Ramírez, Infancia es destino, 1975, México, crea]

Como se está mirando el reloj como debe ser, tal vez he abusado de la palabra [Reunión 56, sesión ordinaria 29, 4/5-10-1998, Argentina, crea]

b) En cambio, sí que se sitúa generalmente en el plano de la enunciación el segundo tipo de causales antepuestas, que resultan más marcadas que las ante-riores. En este caso, la causal tiene un carácter conocido o presupuesto, pero ex-presa una situación que el emisor no comparte necesariamente o que se presenta como ocasional o inevitable, pero que favorece igualmente la consecuencia de la situación designada en la principal (Goethals 2002:131-135; Gutiérrez Ordóñez 2000:98; Santos 1982:242-245).15 Estas causales se orientan típicamente hacia la

15 Refiriéndose a la conjunción francesa puisque, paralela a pues (que), Ducrot (1983:178), explica el carácter contrastivo o no deseado de muchas de estas causales como un efecto de polifonía. Como es sabido, diferencia este autor la figura del locutor (el que asume un enun-ciado) de la del enunciador (el que lo enuncia) y considera que el punto de vista de uno y otro

28.4 oraciones causales

3478

fuerza ilocutiva y justifican diferentes actos de habla realizados con la oración principal, especialmente órdenes (32a), preguntas (32b), exclamaciones (32c) o decisiones que toma el emisor o situaciones que este desea realizar o que se presentan como necesarias, convenientes (32d).16

(32) a. mas pues bos lo queredes, en tremos en la razon [Cid, 1893] —Pues que assí es, callad, que yo fablaré en esto e meter me é a ello

por vos fazer plazer [gei, 2.261] Pues los moços son idos a comer y nos an dexado solos, antes que

venga alguno que nos estorve, tornemos a hablar en lo que comencé a deziros esta mañana [Diálogo, 117]

—Pues así es —dijo el ama—, vengan, y al corral con ellos [Quijote i, 6.78]

b. El Campeador en pie es leuantado: / “Pues que afazer lo auemos, por que lo ymos tardando?” [Cid, 2220]

Pues siendo esto assí, ¿no os parece que, sin levantarle falso testi-monio, se puede dezir que peca en las cosas? [Diálogo, 252]

c. Pues si esto es assí, o cómo te quiere aquella malvada hembra enga-ñar con su alto nombre, del qual todas se arrean [Celestina, 19.319]

d. Pues a dellant yran tras nos, aqui sea la batalla [Cid, 990] Pues así es, quiero, señor caballero, que sepades que yo voy encantado

en esta jaula por envidia y fraude de malos encantadores... [Quijote i, 47.44]

Con este valor en la lengua antigua se usaba sobre todo pues (que), que se mantiene generalmente sin el que en el español moderno, pero ya es muy residual en el contemporáneo. A partir sobre todo del final de la Edad Media, también se usa ya que, que es la conjunción más habitual en este tipo de causales en el español actual (33a). Más esporádicamente también son posibles otras conjun-ciones, como puesto que (33b).

(33) a. —Señor, ya que estas desgracias son de la cosecha de la caballería, dígame vuestra merced si suceden muy a menudo o si tienen sus tiempos limitados en que acaecen [Quijote i, 15.163]

—Ya que ella es tan terca, me quedaré yo también [Regenta, 1.369]

pueden coincidir o no. Respecto a las causales antepuestas en español, habría coincidencia en las introducidas por como pero no necesariamente en las introducidas por pues (que).

16 Estas causales son, por lo tanto, paralelas a las pospuestas orientadas a la fuerza ilocutiva, con la diferencia de que las primeras son temáticas y las segundas remáticas (López García 1994:379-380; Santos 1982:242-248).

del sistema de conjunciones latino al romance 28.5

3479

b. Puesto que no tiene usted prisa de volver a Orduña, ayúdeme a buscar una solución decorosa para mí [Benito Pérez Galdós, Vergara, 1899, España, corde]

Este tipo de causales también puede aparecer pospuestas o en posición parentética dentro del predicado de la principal, sin que por ello pierdan nece-sariamente su carácter presupuesto (34).

(34) Bástete, pues ya soy tuya, gozar de lo esterior, desto que a propio fruto de amadores [Celestina, 14.285]

Mucho te ruego, pues ésta será la final buena obra que tú me podrás hazer y yo recebir [Cárcel, 87]

yo proveeré las alforjas de todo género de fruta seca para vuestra merced, que es caballero, y para mí las proveeré, pues no lo soy, de otras cosas volátiles y de más sustancia [Quijote i, 10.118]

28.5. del sistema de conjunciones latino al romance

Las gramáticas latinas diferencian claramente entre las conjunciones coordi-nadas causales y las subordinadas (Bassols 1956:II.114-118, 349-358; Ernout y Thomas 1951/1953:346-350, 450-451). Las primeras están formadas por partícu-las discursivas, como nam, enim, etenim, que establecen relaciones entre partes del texto, y las segundas, por conjunciones que introducen los diferentes tipos de causales delimitados en el apartado anterior (Baños 2011:196-197). Aquí nos interesan, por lo tanto, básicamente, las segundas, que se pueden clasificar en dos grandes grupos teniendo en cuenta su origen y el tipo de causales donde aparecen (Baños 2011:204-215). El primero está formado por las conjunciones que, al menos inicialmente, se usan en las causales internas y que se formaron a partir de un relativo neutro, como quod, o de un adverbio interrogativo (‘por qué’), como quia y, en latín tardío, cur y quare. Al segundo grupo pertenecen las conjunciones usadas en las causales externas, que provienen de subordinantes con valor temporal de anterioridad o simultaneidad, como quoniam, quando y cum, con valor de manera, como ut + indicativo o quomodo + indicativo, o con valor condicional como siquidem.

Dentro del primer grupo, hay que incluir en latín tardío una serie de locucio-nes conjuntivas que refuerzan el significado causal de quod, al tiempo que esta conjunción se usa cada vez con más frecuencia en las subordinadas sustantivas (Baños 2010:269-270, 2011:229; Herman 1963:75-86). Se trata, concretamente, de locuciones en las que la conjunción aparece precedida de un demostrativo

28.5 oraciones causales

3480

fórico en ablativo de causa, eo quod ‘por eso que’, o de una frase prepositiva con el mismo significado, ob hoc quod, ex eo / hoc quod o la más tardía pro eo quod. Como se ejemplifica en (35) a partir de pro eo quod, estas locuciones proceden de la lexicalización de construcciones que han sido caracterizadas como catáforas paratácticas (Moreno 1985-1986:168-174), esto es, de construcciones correlativas en las que la oración principal contiene una construcción causal que anticipa catafóricamente el contenido de la subordinada yuxtapuesta. La lexicalización implica, por tanto, el paso de una construcción equivalente a (lo hizo) por eso, porque... a otra equivalente a (lo hizo) porque...

(35) fp + subordinada yuxtapuesta > conjunción + término pro eo quod... pro eo quod... ‘por eso, porque...’ ‘porque...’

Más esporádicas son las locuciones conjuntivas formadas a partir de pre-posiciones causales seguidas directamente de la conjunción quod, como ocurre con propter quod, documentada en textos bíblicos, o con la más tardía pro quod (Baños 2011:229; Bastardas 1953:189). Estas locuciones se pueden explicar a partir de la elisión del demostrativo en las locuciones anteriores: pro eo quod > pro quod (Bastardas 1953:189; Moreno 1985-1986:174). Pero también a partir de un cambio analógico que toma como base la alternancia que se da sobre todo en latín tardío entre fn y oraciones completivas con quod en función de complemento directo, scio hoc / quod...,17 y la generaliza a la función de complemento de una preposición, pro hoc, y por analogía pro quod... (→ Capítulo 23) (→ Capítulo 25).

Centrándonos en las lenguas románicas, hay que señalar, en primer lugar, que en todas ellas se mantiene, al menos inicialmente, una conjunción de pro-cedencia latina, y concretamente una de las que se usan inicialmente en las causales internas. Además, en todas ellas encontramos conjunciones formadas a partir de procesos de gramaticalización o de lexicalización semejantes a los que se acaban de señalar para el latín y a los que se encuentran en muchas otras lenguas. En el esquema 2 se recogen las principales conjunciones latinas de diferentes lenguas románicas agrupadas según su origen. Las formas antiguas se marcan con un asterisco.18

17 Véase Baños (en prensa:§§IV.1.9, V.3) para el uso de subordinadas sustantivas con quod en latín clásico y tardío.

18 Respecto a las lenguas románicas, además de la información general que aportan Diez (1836-1844/1874-1876:III.321-325) y Meyer-Lübke (1890-1906/1974:III.656-666), se pueden consultar para el portugués, Da Silva Dias (1918:287-290); para el catalán, Batllori y Sunyer (2009, 2012) y Viana y Suïls (2002); para el italiano, Barbera (2010), Giusti (1991) y Rohlfs (1969:178-181); para el francés, Buridant (2000:613-618) y Sandfeld (1977:307-336); para el ru-mano, Manea (2005:526-539); y para el sardo, Corda (1994), Damonte (2006) y Pitau (2005:136).

[3481]

Esq

uem

a 2

Con

jun

cion

es c

ausa

les

rom

ance

s

Ori

gen

Len

gua

rom

ánic

a

E

spañ

ol

Por

tugu

és

Ital

ian

o C

atal

án

Fra

ncé

s R

um

ano

Con

jun

ción

qu

ia

*ca

*ca

caca

usa

l lat

ina

quré

*c

ar

car

qu

od

c

c

ci (

< qu

od q

uid

)P

repo

sici

ón +

dem

ostr

ativ

o

*p

erò

che

*per

ço

que

*pou

r ce

qu

e+

con

jun

ción

*per

ciò

che

pa

rce

que

*p

er t

al c

om

*per

ço

com

*p

er ç

o ca

r

a

ciò

che

*a

ce

que

en c

e qu

eP

repo

sici

ón +

con

jun

ción

po

rqu

e po

rqu

e pe

rch

é pe

rqu

è *p

or q

ue

pen

tru

c

*par

qu

eP

repo

sici

ón +

rel

ativ

o po

r cu

anto

po

rqu

anto

cuan

tita

tivo

Pre

posi

ción

+ f

rase

nom

inal

*p

or r

azón

qu

e

*per

cag

ion

e ch

e pe

r ra

ó qu

e a

cau

se q

ue

pe m

otiv

cco

n s

ubo

rdin

ada

sust

anti

va

por

cau

sa (

de)

qu

e

per

il f

atto

ch

e a

cau

sa q

ue

pe

ntr

u m

otiv

ul

c

a

cau

sa d

e qu

e

per

la r

agio

ne

che

din

cau

z c

d

in p

rici

n c

Con

stru

cció

n

‘des

pués

(qu

e)’

posc

ia c

he

puix

(qu

e)

puis

que

tem

pora

l

pues

(qu

e)

pois

(qu

e)

poic

*pu

s

‘des

de +

qu

e’

*des

que

*des

de

que

*des

qu

e d

ac

‘ya

+ qu

e’

ya q

ue

já q

ue

giac

ché

ja q

ue

O

tras

u

na

vez

que

um

a ve

z qu

e

odat

ce

tod

a ve

z qu

e

en

cu

anto

qu

e

in q

uan

to (

che)

d’a

uta

nt

que

dal

mom

ento

ch

e

du

mom

ent

que

de

vrem

e ce

d

in m

omen

t ce

Con

stru

ccio

nes

abs

olu

tas

vist

o qu

e vi

sto

que

vist

o ch

e vi

st q

ue

vu q

ue

dat

fii

nd

cde

par

tici

pio

d

ado

que

d

ato

che

at

ten

du

qu

e d

at f

iin

d f

aptu

l c

pues

to q

ue

co

nsi

der

ato

che

fiin

dc

Rel

ativ

o de

man

era,

co

mo

com

o co

me

com

(qu

e)

com

me

cum

com

para

tivo

sicc

ome

într

ucâ

t

28.5 oraciones causales

3482

En todas las lenguas románicas la conjunción causal de origen latino tiene una forma y una función semejantes, por lo que no se puede descartar que, in-dependientemente de que procedan de una conjunción concreta, no se produjera en algún caso un cruce entre alguna de ellas. Teniendo en cuenta la conjunción de la que proceden se pueden diferenciar tres grandes áreas dentro de la Roma-nia: a) Las lenguas galorrománicas presentan la conjunción car, que procede de qu ré. Esta conjunción también se documenta en textos aragoneses y navarros antiguos, seguramente por influencia de las lenguas galorrománicas (Herrero 2005:317) y especialmente del catalán. b) Próxima formalmente a car está la conjunción ca de las lenguas iberorrománicas, el italiano (especialmente el meridional) y el sardo, que procede de la conjunción latina quia, o tal vez de un cruce de esta con qu o qu rê (§28.6.1). c) Finalmente, el rumano presenta la conjunción c , usada también seguida de relativo, c ce, c ci, que parece proceder de la conjunción latina quod.

La proximidad que existe entre las lenguas románicas respecto a las conjun-ciones heredadas del latín se constata también en las conjunciones de formación románica. En todas ellas existen conjunciones formadas a partir de la preposición causal básica (por en español y portugués, per en catalán, occitano e italiano, pentru en rumano, etc.) seguida de una conjunción, a veces con un demostrativo neutro intercalado. Como se ha indicado, las dos posibilidades ya se encuentran en el latín tardío aunque la locución con el demostrativo es la más habitual. De nuevo en este punto se establecen diferencias areales. Las lenguas galorrománi-cas se muestran más conservadoras y mantienen con más vitalidad el esquema más general con demostrativo intercalado, como muestran la locución per ço que del occitano y catalán antiguo o parce que, del francés. Las iberrománicas y el rumano, en cambio, presentan el esquema innovador [preposición + conjunción]: porque en español y portugués, y pentru c en rumano.19 Y el italiano mantiene con vitalidad los dos esquemas, como muestran por un lado però che o perciò che, y por el otro perché.

Como ocurría en latín, todas las lenguas románicas tienen también conjuncio-nes causales formadas a partir de adverbios, preposiciones o construcciones con valor temporal. Por su extensión se pueden destacar las conjunciones formadas a partir de adverbios con el significado de ‘después’ y de ‘ya’, pero existen otras más específicas.

19 No son una excepción la locución por isso que del portugués o las paralelas por eso de que o por aquello de que del español, que tienen una formación reciente: “Sus padres preferirían lo segundo, por eso de que el rock and roll suena a despilfarro, a malas compañías y a lujuria” (La Voz de Galicia, 1991, España, corde). En español no se documentan casos en el corde con anterioridad al xix y se utilizan con valor causal o final para indicar que se trata de una información consabida o dicha por alguien (Herrero 2012:546-546).

la conjunción ca 28.6

3483

Otro tipo de conjunción recurrente es el formado a partir del relativo de ma-nera derivado de quomodo, que se encuentra en todas las lenguas románicas. No es propiamente causal la conjunción que o las paralelas en las otras lenguas románicas, ya que está desprovista de todo significado y aparece en diferentes tipos de subordinadas, especialmente en las sustantivas. No obstante también puede introducir una subordinada causal en ciertos contextos y, por lo tanto, se ha de tener en cuenta junto a las otras conjunciones que introducen subordina-das causales (→ Capítulo 24).

28.6. la conjunción ca

La conjunción ca es una de las tres conjunciones básicas del español medieval, junto a que y a porque. Las tres, como veremos, mantienen muchos puntos de contacto, pero la relación es especialmente estrecha entre ca y que. Estas dos conjunciones son las que presentan un menor contenido fonológico y, al mismo tiempo, las que tienen más restricciones respecto a la posición que ocupa la subordinada que introducen dentro de la oración compuesta y las que poseen un significado léxico menos definido, en el caso de ca, o prácticamente nulo, en el de que.

Como ya hemos indicado, dentro de la Romania, la conjunción causal ca se documenta en español y gallego-portugués antiguo, en sardo y en diferentes dialectos del italiano meridional, por lo que se puede pensar en una distinción areal entre las lenguas más meridionales, que utilizan la conjunción ca, y las lenguas galorrománicas (francés, occitano, catalán), que utilizan car. De hecho, ca y car se usan fundamentalmente en las causales pospuestas externas, aun-que la conjunción car también aparece a veces en otro tipo de contextos.20 El paralelismo entre estas dos conjunciones puede constatarse en los siguientes ejemplos de ca en castellano (36a), en gallego-portugués (36b) y en sardo (36c), y de car en catalán (36d).

(36) a. Non ayades miedo, catodo es uuestra pro [Cid, 1664] b. Non choredes, ca o pesar / sól Deus tost’em prazer tornar [Johan

Mendiz de Briteiros, Amiga, ben sey que non á, meddb] c. bella mia, non b’andes a messare, ca su sole ti leat sa bellesa [apud

Corda 1994:103]

20 En las lenguas galorrománicas, car también se documenta en las causales antepuestas y, en algún caso, en las pospuestas internas (Corominas 1980-1991:s.v. car; Meyer-Lübke 1890-1906/1974:III.660).

28.6 oraciones causales

3484

d. No ayes paor, car eu són ab tu [Anónimo, Vides de sants rossellonesos, s. xiii, cica]

La conjunción ca también se usa con funciones diferentes de la causal en algunas lenguas en las que aparece. Así, en gallego-portugués antiguo fun-ciona como conjunción completiva y como introductora del segundo término de una comparativa de desigualdad, como puede observarse en el ejemplo de (37a) abajo, en el que ca aparece con las tres funciones posibles: la causal, la completiva y la comparativa (→ Capítulo 23). También en sardo y en diferentes dialectos antiguos del italiano meridional se usa como conjunción completiva.21 En castellano, en cambio, sólo se documenta en casos muy aislados con estas funciones. Como conjunción comparativa aparece en algún texto que presenta rasgos occidentales (Herrero 2005:316-317) y donde su uso se debe sin duda a una influencia externa. Como conjunción completiva, se encuentra en algún texto antiguo (Corominas 1980-1991:s.v. que; Hermann 1963:152), como los de (37b), o en alguna traducción bíblica más tardía (37c), y en este caso también se puede pensar en una influencia externa, ahora del latín como se indicará a continuación.

(37) a. Ca lhi direi ca mui melhor ca mi / lhi quer’eu já [Johan Perez d’Aboim, Que boas novas que oj’oirá, meddb]

b. mandat kanikuno non deuemus [sanguinem comedi] [Glosas silenses, apud Hermann 1963:152]

‘ordena que nadie debe comer sangre’ Ca nós fallamos en la escritura de la física ca la esperma de que es

engendrado el fijo, que es conplido de sus mienbros, quando cae en la madre de la muger et se buelve con la esperma della... [Calila, 116]22

c. Si eres fijo de Dios, échate atrás. Ca escrito es ca a sus ángeles man-dará por ti que en las manos te lleven... [Evangelio según san Mateo, s. xv, apud Blázquez 2012:25]

21 Sobre los diferentes usos de ca en las lenguas románicas, véase Baños (en prensa), Coromi-nas (1980-1991:s.v. que), Hermann (1963:150-153), Jeanjaquet (1894:80-82), Rohlfs (1969:179).

22 Con que, sin embargo, en el manuscrito B del Calila. En el capítulo 24 (§24.5) también se interpreta como completiva otro ejemplo del corpus utilizado; concretamente: “Porque ne-gueste ca tu eres Saul?” (Fazienda, 107). No obstante, el contraste con el original latino de la Vulgata parece mostrar que se trata más bien de una conjunción causal: “et dixit ad Saul quare inposuisti mihi tu es enim Saul” (San Jerónimo, Vulgata, s. v, biblias). También avala esta interpretación el hecho de que se empleen conjunciones causales en otras traducciones bíblicas medievales: “Quando la muger vio asamuel dio grant voz & dixo asaul: Por que me engannest car tu eres saul” (Biblia prealfonsí E8/E6, s. xiii, biblias). Sobre el posible uso completivo de ca, véanse también los ejemplos de (40).

origen de la conjunción ca 28.6.1

3485

28.6.1. El origen de la conjunción

Mayoritariamente se suele aceptar que la conjunción ca proviene de la conjunción causal latina quia, que en latín tardío se usaba también en las subordinadas sustantivas.23 Esta hipótesis, adecuada desde un punto de vista semántico y fun-cional, presenta problemas desde un punto de vista fonético, ya que la vocal i se debería haber mantenido, convertida en semivocal para evitar el hiato [kwia] > [kia] > [kja], y en este caso el resultado hubiera sido za [tza] (Corominas 1980-1991:s.v. ca). Para justificar la pérdida de la semivocal y el mantenimiento de la consonante velar, se han apuntado dos hipótesis diferentes. La primera, de base fonológica, se apoya en el hecho de que existe alguna documentación de qua por quia en latín vulgar (Rohlfs 1969:179) y atribuye la reducción especial de quia a qua al uso proclítico de esta partícula (Corominas 1980-1991:s.v. ca). La segunda hipótesis, por otra parte, explica el cambio a partir de un cruce de quia con la conjunción comparativa quam > ca, avalado por el uso de ca como conjunción causal y comparativa en gallego-portugués (Bartol 1988:43-44; Jeanjaquet 1894:72-73; Mosteiro 1999:28-29).

Ninguna de las dos hipótesis resulta plenamente satisfactoria. La primera, porque hay que asumir el carácter particular de la evolución. La segunda, por el hecho de que ca sólo se usa como conjunción comparativa en gallego-portugués y porque el mismo uso comparativo, además de otros asociados a que, presenta en francés antiguo la conjunción car. Más que con una pervivencia de quam, estos usos hay que relacionarlos con una extensión de ca (y de car en francés) a usos propios de que toda vez que ambas conjunciones son próximas fonéticamente y tienen en común los usos causales (→ Capítulo 23).

Como hipótesis alternativa, se podría pensar, como sugirió Diez (1853/1887:s.v. ca), que ca proviene, como car, de la conjunción del latín tardío qu ré, y que la diferencia formal se debe al hecho de que en unas lenguas se mantuvieron los dos constituyentes del compuesto: qu ré > car, y en otras sólo el primero: qu(ré) > ca. La hipótesis resulta sugerente, porque permite explicar que en la mayor parte de la Romania se use una forma u otra y que ambas presenten funciones semejantes, pero plantea el problema de que el compuesto, fácilmente perceptible en el uso inicial de qu ré como adverbio interrogativo (‘por qué + cosa’) debería estar plenamente fijado en el uso conjuntivo de carácter más gramatical. Sea como fuere, sí que parece plausible que la conjunción quare pudiera contribuir

23 En latín tardío, la conjunción quia se comporta, por lo tanto, como quod, que también presenta ambas funciones. El uso como conjunción completiva de quia se ha atribuido al pa-ralelismo de quod y a una influencia del griego oti en las traducciones bíblicas, ya que esta conjunción tenía ambas funciones (Herman 1997:106 n. 2), pero se puede explicar también como un proceso de debilitamiento semántico asociado a la progresiva gramaticalización de esta conjunción (véase infra §28.5.3.2).

28.6 oraciones causales

3486

a explicar la evolución fonética de quia a ca, dada la proximidad formal y funcio-nal de ambas conjunciones y la alternancia en las lengua románicas de car y ca.

Desde un punto de vista funcional, la hipótesis de que ca proviene de quia es coherente con el tipo de causales en las que aparece esta conjunción en español. Notemos que quia aparecía inicialmente en las causales internas, pero en latín postclásico y tardío empieza a utilizarse también en las causales externas sobre todo pospuestas (Baños 2011:226-227, en prensa), y este uso debió hacerse cada vez más habitual al tiempo que las causales internas pasaban a expresarse mediante las nuevas locuciones formadas a partir de una preposición, por ejem-plo pro (eo) quod. Esta situación, de hecho, es la que muestran ya los primeros textos, en los que ca aparece básicamente en las causales externas pospuestas.24 Como veremos con más detalle más adelante, en estas causales la conjunción ca compite fundamentalmente con que y porque, y en menor medida con pues (que). En el cuadro 1 abajo aparece la frecuencia de estas conjunciones en las causales pospuestas hasta la primera mitad del siglo xvii. Como muestra el cua-dro, el uso de ca es mayoritario hasta principio del siglo xv, con la excepción de Poridat. En la primera mitad del siglo xv su uso decae y ya es escaso a partir de la segunda mitad.

28.6.2. De las causales internas a las externas

Diferentes autores consideran que inicialmente la conjunción ca puede aparecer tanto en las causales internas como en las externas y que el uso en las primeras ya es raro a partir del siglo xiv (Bartol 1988:45; Bogard 1994:5-6; Fernández Meneses 2006:13-19; Herrero 2005:313; Mosteiro 1999:30-32, 50, 52). Las pruebas que se han aducido para justificar este uso en las causales internas no son, sin embargo, concluyentes. Desde un punto de vista semántico, se ha señalado que en ejemplos como los de (38a), la causal expresa una causa real, que motiva la reacción del sujeto (38b) o provoca el cambio de estado físico (38b) o psicológico (38c) que experimenta.

24 Se han apuntado algunos ejemplos de uso de ca en causales antepuestas, pero se trata de casos dudosos o que admiten otro tipo de interpretaciones. Mosteiro (1999:62), por ejemplo, hace referencia a la ambigüedad del ejemplo siguiente: “Por mis fijas quem dexaron yo non he desonor, Ca uos las casastes, Rey sabredes que fer oy” (Cid, 3150). En este ejemplo es posible interpretar ‘como vos las casasteis, sabréis qué hacer hoy’ pero también ‘no tengo deshonor, porque vos las casasteis; sabréis qué hacer hoy’. Igualmente dudosos son los otros casos de anteposición que Mosteiro (1999:64-65) documenta en el Libro de Alexandre (cuatro casos) y en la General estoria (un caso). Respecto a este último, la causal se puede interpretar como pospuesta en la edición que utiliza, pero no en la edición más reciente utilizada en el corpus: “E por ende non quiero que d’aquí adelant te llamen Abram, mas Abraham, ca serás padre de muchas yentes” (gei, 1.247).

de las causales internas a las externas con ca 28.6.2

3487

(38) a. Asconden se de myo Çid, ca nol osan dezir nada [Cid, 30] Acostos a el Josep, ca ovo piadat de so ermano e conpeço de plorar

[Fazienda, 56] e sallieron çinquenta de cauallo e venieron a do estaua el maestre de

Calatraua, e el maestre acogiosse a la mar, ca non tenia conpañas para los atender [Pedro I, 1.320]

b. Vermeio viene, ca era almorzado [Cid, 3375] c. Mas, sabed, de cuer les pesa alos yfantes de Carrion; / Ca veyen

tantas tiendas de moros de que non auie sabor [Cid, 2318] Plogo a myo Çid, ca grandes son las ganançias [Cid, 1016]

Cuadro 1Competencia de conjunciones en causales pospuestas

Obra Conjunción

Ca Que Porque Pues (que)

xii Cid 98 49 8 3xiii Domingo 94 17 14 Calila 183 39 36 5 Poridat 5 57 10 1 gei 130 24 60 1xiv Lucanor 115 29 42 14 lba 77 121 20 25 Alejo 25 4 4 Pedro I 171 31 31 13xv Tamorlán 38 27 16 2 Cisoria 18 29 50 10 Varones 69 6 Enrique IV 9 16 32 2 Cárcel 66 155 33 Nebrija 8 199 9 Celestina 321 82 64xvi Diálogo 48 254 30 Brevísima 16 128 5 lt 1 69 64 28 dlne 109 198 47xvii Gitanilla 113 58 22 Alcalde 106 47 29

28.6 oraciones causales

3488

Alegre fue myo Çid, que nunqua mas nin tanto, / Ca delo que mas amava yal viene el mandado [Cid, 1563]

En todos estos casos, sin embargo, la causal puede interpretarse también como externa y orientada al contenido proposicional (Baños en prensa), y de hecho, esta es la interpretación que se deduce de la puntuación propuesta por los editores, ya que la coma o el punto y coma que precede a la causal sugiere un cambio de inflexión asociado a las causales externas (véase supra §28.4.1.2). Tomando como base el ejemplo de (38b) arriba, en español actual la causal sería claramente interna en un caso como venía rojo porque había almorzado (y no por ninguna otra razón); pero sería externa, y explicativa, en casos como el siguiente en los que aparece introducida por pues, ya que o puesto que, como en venía rojo, {ya que / pues / puesto que} había almorzado. Más significativo es, como argumento en sentido contrario, que las causales con ca no se documenten en contextos del tipo hacer una cosa por una razón, donde la causal es inequívocamente interna.

Dejando de lado la semántica, siempre difícil de precisar, el comportamiento sintáctico de las causales con ca parece indicar que se vinculan a las causales externas. Como ya hemos apuntado (supra §28.4.1.2), a diferencia de lo que ocurre con las causales internas, las causales con ca no aparecen dentro del alcance de la negación, no admiten la modificación mediante un adverbio focal y no pueden funcionar como atributo del verbo ser. Además, presentan fuertes restricciones a aparecer coordinadas y sólo en algún caso aislado se coordinan o se yuxtaponen con una segunda causal introducida por otra conjunción (Bartol 1988:45-46; Herrero 2005:313; Kretschmann 1936:39):

(39) e dize maestre Pedro que segund esto da Josefo a entender que fasta aquel tiempo nuncua este sacrificio fizieran aún, ca fueron embarga-dos por el camino e porque non ovieran logar guisado ól fazer fasta este tiempo [gei, 2.758]

E desçendieron de la dicha torre, ca non pudieron sofryr la grand ballesteria que traya el rrey don Pedro e demas que en la torre non auia defendimiento de petril nin de almenas [Pedro I, 1.206]

El cual omne les dixo que era costumbre de los que por allí pasavan de pagar cierta cantía al Señor e de le fazer a ellos, ca él vivía en aquellas montañas e que tenía allí gente con que fazía guerra a los turcos, e que no vivía de ál, salvo de lo que le davan los que por allí pasavan [Tamorlán, 171]

Por otra parte, tampoco parece que ca pueda utilizarse como respuesta a una pregunta. Sólo hemos documentado de este uso en dos traducciones bíblicas del

causales externas próximas con ca 28.6.3

3489

siglo xiii (40a), donde ca puede interpretarse también como conjunción comple-tiva (dixo que…, dixieron que…), igual que la conjunción ki del texto hebreo y quia de la traducción latina.

(40) a. Abrio Nuestro Sennor la boca del asna, e dixo a Balaam: “Quet fiz por que me ferist estas .iij. vezes?” Dixo Balaam: “Ca te reist de mi. Si tovies espada en mi mano, matarteya” [Fazienda, 90]

E dixieron le sos diciplos: ¿Por que les fablas en prouerbios? El recudio e dixo: Ca a uos es dado saber la fazienda del regno de Dios, e a ellos no es dado [Anónimo, Evangelio de San Mateo, ca. 1260, corde]

b. quid feci tibi cur percutis me ecce iam tertio respondit Balaam quia commeruisti et inlusisti mihi utinam haberem gladium ut te percu-terem [San Jerónimo, Vulgata, s. v, biblias]

‘“Qué te he hecho? ¿Por qué me has pegado ya tres veces?” Le res-pondió Balaam: “Porque te lo mereces y te has burlado de mí. Ojalá tuviera una espada a mano para matarte”’

et accedentes discipuli dixerunt ei quare in parabolis loqueris eis qui respondens ait illis quia vobis datum est nosse mysteria regni caelorum illis autem non est datum [San Jerónimo, Vulgata, s. v, biblias]

‘y los discípulos acercándose le dijeron: “Por qué les hablas por medio de parábolas”. Él les contestó: “Porque a vosotros os ha sido dado conocer los secretos del reino de los cielos, pero a ellos no.”’

Todos los datos aducidos, por lo tanto, parecen indicar que el paso de las cau-sales internas a las externas pospuestas, iniciado por quia en el latín postclásico y tardío, ya había culminado o se encontraba en un estado muy avanzado desde las primeras documentaciones de ca en español.

28.6.3. Causales externas orientadas al contenido proposicional o próximas

La conjunción ca puede introducir cualquier tipo de causal externa pospuesta. Nos ocuparemos, en primer lugar, de las que se orientan al contenido proposicio-nal, de las epistémicas y de otras que son próximas a estas. En estas causales la conjunción ca compite con que y porque desde los primeros textos, y más tarde también con pues (que), como se puede constatar en los ejemplos de (41), en los que ca alterna en contextos semejantes con porque y que (41a), con que (41b) y con pues y que (41c).

28.6 oraciones causales

3490

(41) a. E diz que el primero pecado mortal de Caím fue cobdicia, porque non partié derechamientre con Dios aquello de quel fazié los sacrificios... El segundo pecado mortal de Caím fue envidia que ovo Caím de Abel porque recibié Dios el sacrificio del hermano e non el suyo. El tercero pecado fue traición, porquel llamó en engaño que salliessen a andar por matarle... El cuarto fue ell omezillo de la muerte, ca lo fizo assí como lo levava en coraçón, e mató omne. El quinto fue mentira con falsedat, que mintió a Dios... El sexto fue desesperança, ca desesperó Caím cuando dixo que mayor era el su pecado que el perdón que él ende podrié aver [gei, 1.17]

b. Alegrauas el Çid & todos sus varones, / Que les creçe la ganançia, grado al criador. / Mas, sabed, de cuer les pesa alos yfantes de Ca-rrion; / Ca veyen tantas tiendas de moros de que non auie sabor [Cid, 2315-2318]

Entendién lo del bispo que bien podrié estar, / ca era en la tierra e cerca del logar, / mas era lo del rey más de maravillar, / que era alongado e non podrié uviar [Domingo, 507]

c. ...los que en la guarda de la çibdat fincauan, quando enbiauan sus cartas al rrey non se llamauan conçejo, ca lo non eran; ca los moros eran conçejo e tenian la çibdat, mas llamauansse los alcaldes..., e sellauan las cartas con los sellos de sus ofiçiales e non leuauan pendon del conçejo, pues lo non era, saluo cada rrico omne... leuaua su pendon e sus armas, e por esta rrazon..., esta costunbre finco assi, que nunca se llamo conçejo... [Pedro I, 1.56]

Indicamos a continuación las características que presentan las diferentes clases de causales introducidas por ca.

a) La conjunción ca es frecuente en las causales que se orientan al contenido proposicional y explican el contenido de toda la oración principal (42a) o el de alguno de sus constituyentes (42b). No siempre resulta fácil establecer si estas causales se refieren únicamente al contenido proposicional, y la conjunción puede parafrasearse por ‘y esto es así porque...’, o a este contenido y al acto de aseverarlo, y puede parafrasearse por ‘y digo esto porque...’, en cuyo caso se sitúan en el ámbito de las causales de la enunciación (42c).

(42) a. Non viene ala pueent, ca por el agua apassado [Cid, 150] Oyolo Sarra que estava tras la puerta de la tienda e risos, ca eran

amos vieios, de grandes dias [Fazienda, 45] E eran Adam e Eva desnuyos amos, mas non avién ende vergüença,

ca se non veyén de guisa que lo entendiessen [gei, 1.10]

causales externas próximas con ca 28.6.3

3491

b. Alli passo el rio Jacob e remaso alli solo, e lucho .i. baron con el fasta la mannana. Ca non podie con el, tanniol con el ala en (la) l’anca [Fazienda, 113]

E este infante Zaméis o Ninias... era aún pequeño, mas sin seso, ca non salió de tan buen sentido como el regnado avié meester [gei, 1.191]

E quando Euffemiano oyó fabrar de su fijo pensó que albergaría aquel pobre que era estraño, ca non cuydava él que aquél era su fijo [Alejo, 74.158]

Et el omne endereçó a casa de un mercadero, de noche oscura: ca los que mal quieren fazer sienpre aborrecen la lumbre [Lucanor, 236]

c. ...e dixol Jacob: c. e .xxx. annos, pocos e malos, ca los he bevidos en grant travaio [Fazienda, 58]

E durmiendo en su tienda, ca tiendas tovieran en el arca so que se acogieron cuando salieron d’allá [gei, 1.65]

Et sabet que la vida del alma non se cuenta por años, mas dura para siempre sin fin; ca el alma es cosa spiritual et non se puede corromper, ante dura et finca para sienpre [Lucanor, 255]

b) Con independencia de que pertenezcan al plano del enunciado o al de la enunciación, la explicación que contienen aparece introducida con frecuencia por medio del verbo decir con el que se recoge una opinión autorizada ‘porque así lo dice x’ o una verdad general ‘porque así se dice’, como muestran respec-tivamente los ejemplos de (43a) y (43b). Esta verdad general, por otra parte, se puede expresar mediante un refrán o una sentencia, introducidos con el verbo decir (43c) o directamente sin verbo alguno (43d).

(43) a. E echólos luego de paraíso en aquel día mismo que los metió ý. Ca diz en este logar maestre Lucas... que fue fecho Adam en la primera hora del sexto día... [gei, 1.10]

b. E aún cuentan que fizo ý aquel año muchas cibdades de que nin fazen los omnes oy emient nin á ý aun señal d’ellas, ca diz que se hermaron e se desfizieron por bestias fieras salvajes e otras asperezas d’essas tierras [gei, 1.548]

Et non sea tal commo la paloma que le toman sus palominos et gelos degüellan, et por eso non dexa de fazer otros luego. Ca dizen que Dios, cuyo nonbre sea bendicho, puso a toda cosa término a que ome llegue [Calila, 97]

28.6 oraciones causales

3492

c. Como omne non siente tanto frío si corre, / corrí la cuesta ayuso, ca diz: “Quien da a la torre, / antes diçe la piedra que sale el alhorre” [lba, 1007b]

Déxame pasar, amiga, darte he joyas de sierra; / si quieres, dime quáles usan en esta tierra, / ca, segund diz la fabla, quien pregunta non yerra [lba, 955c]

d. desí por confesar de tu pecado et ganar la salud del otro siglo. Ca morir por lo que Dios manda más vale que bevir en lo que defiende [Calila, 197]

entendió que el su saber non le tenía pro, pues que non usara dél; ca dizen que el saber non se acaba sinon con la obra [Calila, 93]

c) La vinculación al plano de la enunciación resulta más clara en las causales epistémicas; esto es, en las causales que expresan el estado de cosas en el que se basa el emisor para inferir el contenido de la principal (44).

(44) Mas bien cuido que alguno me ha mezclado con él a tuerto, et le an mentido en mi fazienda; ca se aconpañan con él malos... [Calila, 155]

Peró yris nombre griego es, o aun bárbaro, ca fallamos que fue nombre de una dueña fija de Teumant, e era sirvienta de la deessa Juno... [gei, 1.63]

d) Dentro del grupo de las causales externas, se incluye también las causa-les que explican el uso o el significado de un determinado término. En general son asimilables a las causales orientadas al contenido proposicional, ya que la oración principal en su conjunto hace referencia a dicho uso o significado (45a), pero también hay casos que son estrictamente metalingüísticos y se refieren únicamente al término utilizado (45b).

(45) a. E es bigamia aver dos dos mugeres, ca dezimos en el latín bis por dos e en el griego dizen gamos por muger [gei, 1.20]

e d’allí a la sierra que dizen del Sol, e dend al puerto de Risadir e a la tierra de los gazules o de los otales, ca estos dos nombres suele aver aquella yent en aquel logar [gei, 1.549]

...pobló Triopa la cibdad Lesbo en la isla a que dizen otrossí Lesbo, ca assí llamaron a aquella cibdad como a la su isla [gei, 2.45]

b. En esta cibdad ay tres linajes de gentes: christianos e idólatras y otros que adoran a Martín Piñolo, ca ansí llaman a Mahomad [Rodrigo Fernández, Marco Polo, 1503, España, corde]

causales externas próximas con ca 28.6.3

3493

e) El hecho de que estas causales funcionen como adjuntos oracionales y ocu-pen una posición periférica, junto al progresivo debilitamiento experimentado por ca, favorece que la conexión causal pueda ser en algún caso muy tenue y que esta conjunción se aproxime a las coordinadas (Bartol 1988:55; Carrera 1982:70-71; Herrero 2005:72-73; Kretschman 1936:16; Menéndez Pidal 1944-1945:I.§194; Mosteiro 1999:66-78); concretamente, al de una conjunción copulativa (46a) y, si se establece un contraste entre las dos oraciones, al de una adversativa res-trictiva (46b) o exclusiva ‘sino’ (46c) (→ Capítulo 21) (→ Capítulo 22).

(46) a. E ésta ovo nombre Delbora, que muestra tanto como seguidora, porque siguió a su hermano Abel. Ca así como dizen unos visco poco como él, peró otros cuentan que visco mucho [gei, 1.13]

Quando Sant Alexo vio e sopo que era assí conosçido del pueblo de la villa por sus obras saliósse de la çiudat ca non quiso ý más morar [Alejo, 73.140]

E por la dicha ciudad ha muchas rúas e calles muy ordenadas, ca entre estas calles e rúas venden muchas cosas, e están oficiales de muchas maneras, muy bien ordenadas [Tamorlán, 200]

b. El vno es en parayso, ca el otro non entro ala [Cid, 350] El caso mis fijas, ca non gelas di yo [Cid, 2908] c. Non viene ala pueent, ca por el agua apassado [Cid, 150] Dixo él: —Non me ensañaré, ca ante me plazerá [Calila, 199]

Generalmente se trata de un efecto de sentido, derivado del contexto, y no de un significado convencionalizado léxicamente. El matiz adversativo, concreta-mente, emerge del carácter negativo de una de las dos oraciones y del contraste que se establece entre ellas, sin que ello implique que se borre totalmente el valor de causa explicativa (Bartol 1988:59-64), como muestra el hecho de que ca sea parafraseable mediante ‘y digo esto porque’. Hay, sin embargo, algún ejemplo en el que el significado adversativo no se asocia a la negación y que tal vez respon-da a un proceso incipiente de gramaticalización que no llegó a culminar (47a). Notemos, por otra parte, la posibilidad de que se elida el predicado verbal en la oración negativa con ca, comportamiento que aproxima estas construcciones a las coordinadas (47b) y que también se documenta en español contemporáneo con porque (véase infra §28.8.3.2).25

(47) a. Et pujar a la nobleza es muy noble cosa et grave, ca abaxarse della es vil cosa et rafez [Calila, 127]

25 Sobre la elisión del predicado verbal en construcciones coordinadas, véase Brucart (1999:§43.2.3).

28.6 oraciones causales

3494

E en el camino veno por las tierras do eran los castillos de Monta-luan e de Burguillos..., que eran de don Alfonso Ferrandez Coronel, e tomolos, ca luego ge los dieron [Pedro I, 1.74]

b. Besad las manos, ca los pies no [Cid, 2028] Monge —dixo el Rey— sodes muy raçonado, / legista semejades, ca

non monge travado [Domingo, 146b] A Dios ensayades vós en ello e a él queredes provar en esto que fa-

zedes, ca non a mí [gei, 2.188] e por esta razón fizieron los reis aquesto, ca non por sus voluntades

nin por sabor que oviessen de mudar e renovar fueros [gei, 2.600]

28.6.4. Causales externas orientadas a la fuerza ilocutiva

Además de las causales externas analizadas en el apartado anterior, la conjun-ción ca también aparece con frecuencia en las causales orientadas a la fuerza ilocutiva, donde compite con que, como muestran los ejemplos de (48), en los que ambas conjunciones alternan en contextos semejantes.

(48) Alexandre, guardat uos que nunqua uos quexedes por cosa passada que esto es seso de mujeres... E guardat uos de las cosas ueninosas ca muchas uezes mataron los omnes buenos con ellas [Poridat, 117]

et los que non las entendieren non pongan la culpa a mí, ca yo non lo quería fazer sinon commo fiz los otros libros, mas pónganla a don Jayme, que me lo fizo assí fazer [Lucanor, 278]

E dixo el: “Non, ca reyst” [Fazienda, 45] Dixo el pueblo a Josue: “Non, que al Alçado serbiremos” [Fazienda,

101] Non quieras jugar dados, nin seas tablajero, / ca es mala ganançia

[lba, 554b] non te alabes d’ella, que es grand torpedat [lba, 566b]

28.6.4.1. Contextos de uso

Estas causales justifican el acto de habla que el hablante realiza por medio de la oración principal y, por eso, la principal puede tener una modalidad oracional diferente de la modalidad declarativa de la subordinada. Los contextos en los que aparecen las causales con ca son semejantes a los ejemplificados más arriba con las causales introducidas con que (véase supra §28.4.2.2).

contextos de uso de ca 28.6.4.1

3495

a) Las causales con ca se usan con frecuencia para justificar una orden o sugerencia expresada mediante un imperativo (49a), un subjuntivo si la ora-ción es negativa (49b) o si la orden se dirige a una tercera persona (49c), o una perífrasis modal deóntica (49d).

(49) a. Met estos varones en la casa e adoba a comer, ca comigo combran oy [Fazienda, 56]

—Espierta, ca el diablo te quiere afogar [Calila, 240] E esforçad, ca después de la mi muerte vos visitará Dios [gei, 1.518] et dixo: “Tomat et comet, ca éste es el mio cuerpo”; et después tomó

el cálix, dio gracias a Dios, et dixo: “Bevet todos éste, ca ésta es la mi sangre” [Lucanor, 305]

Plazeme, dezid lo que quisieredes, ca bien vos oyre [Pedro I, 1.228] b. “Non ayades miedo, catodo es uuestra pro [Cid, 1664] “No lo matemos”, dyxo, “ca nuestro ermano es, ny non vertamos

nuestra sangre. Echalle en aquel poço” [Fazienda, 50] —Amigos, por las feridas non lo dexemos, ca estas feridas nuebas

que agora nos darán, nos farán que olvidemos las que nos dieron en la otra batalla [Lucanor, 206]

c. mas si llegare el fecho a alguna cosa que sea grand daño..., estonçe se aventure et non le sufra, ca mejor es la pérdida o la muerte, de-fendiendo omne su derecho [Lucanor, 181]

d. Dévesme dezir quién te lo dixo, ca non es esto ningunt daño [Calila, 182]

quanto por lo que vos dizen que fizo algunas cosas sin razón, non lo devedes por eso partir de vuestra conpaña, ca por aventura aquello que los omnes cuydan que es sin razón, non es así [Lucanor, 178]

de lo que dise el sabio non debemos dubdar, ca por obra se prueba el sabio e su fablar [lba, 72d]

b) La oración principal puede ser exclamativa, y reducirse en algún caso a una interjección, y la causal permite justificar un sentimiento positivo o nega-tivo expresado por el hablante, un deseo, un insulto, una petición, etcétera (50).

(50) Albricia albarffanez, ca echados somos de tierra! [Cid, 14] ¡Ay, falso, vil, tu arte quán mala es et qué vil çima fizo! Ca as metido

al león en afruenta et en vergüença... [Calila, 168] ¡Bendicho sea Dios, ca pues Él lo faze, esto es lo mejor! [Lucanor,

121]

28.6 oraciones causales

3496

c) Con una oración principal interrogativa, la causal justifica la pregunta con la que se pide información (51a) o con la que se expresa, de manera encubierta, una orden o sugerencia (51b), un reproche (51c), un sentimiento de sorpresa o incredulidad (51d), etcétera.26

(51) a. Caím, ¿dó es Abel tu hermano, ca muchos días á quel non vi contigo nin andar aquí? [gei, 1.16]

b. ¿Por qué non te llegas a mí, el mi amigo que tan grant merçed me feziste? Ca yo he grant sabor de fazer gualardonar el bien que me as fecho [Calila, 271]

¿Quiéreste ir allá comigo? Ca es tal lugar que con lo que aí está escusaremos de fazer enbargo a las otras aves en los otros peçes de la mar [Calila, 342]

c. Que avedes uos, conde, por Retraer la mi barba? / Ca de quando nasco adeliçio fue criada [Cid, 3284]

E ¿cómo me niegas tú agora la verdat?, ca túl mateste, e queréllalo e testígualo la su sangre que tú esparzist sobre la tierra [gei, 1.16]

d. ¿Cómmo puede eso ser, ca las gentes te tenían por omne bueno? [Calila, 110]

¿Cómmo podiste sofrir de aver vida con los búhos? Ca los buenos non sufren ser en conpaña de los malos [Calila, 247]

d) En contextos declarativos, la causal puede justificar una decisión del hablante comunicada de manera más o menos brusca (52a), una declaración contundente (52b) o una respuesta afirmativa o negativa que puede reducirse al adverbio sí o no (52c).

(52) a. Yo ffincare en Valençia, ca la tengo por heredad [Cid, 1472] non digas más estas locuras, sinon, yo te castigaré bien commo a loco,

ca el rey, pieça ha que vino del vaño [Lucanor, 270] b. Podremos casar co fijas de Reyes o de Enperadores, / Ca de natura

somos de condes de Carrion [Cid, 2554] Non será como tú dizes, ca nin morrás tú tan aína como tú querriés

nin te matarán ningunas bestias [gei, 1.16] —A la fe, don fulán, tarde vos acordastes, ca ya non vos valdría nada

si matássedes cient cavallos [Lucanor, 201]

26 En los dos últimos casos citados, en español actual se recurre a la conjunción condicional si a pesar del carácter factual de la oración. Así, para el segundo ejemplo de (51c) en español actual tendríamos: “¿Cómo me niegas tú ahora la verdad, si tú lo mataste?”; y para el primero de (51d): “¿Como puede ser esto, si la gente te tenía por buena persona?”.

contextos de uso de ca 28.6.4.1

3497

c. Dixo el duque: ¿Crees tú en Dios todo poderoso? Péticus rresponde: Sí, ca yo le creo en Trinidat de personas e en natura invisible et Fijo et Sant Spíritu visible [Anónimo, Diálogo, ca. 1400, corde]

Aqui prego Moysen a so cunnado que viniesse con ellos, e dixo: “Non, ca tornarmé a mi tierra” [Fazienda, 84]

—Padre, ¿non guardaste tú la mi bendición pora mí, o si más non alguna bendición o alguna parte d’ella? Dixo Isaac: —Non, ca señor le fiz de todo, e a todos sus hermanos metí so el su señorío... [gei, 1.344]

e) En todos los casos analizados hasta ahora la causal aparece en estilo directo, pero es igualmente posible en estilo indirecto, cuando el conjunto del periodo causal funciona como complemento directo de un verbo enunciativo, como en los ejemplos de (53), en los que la causal justifica una orden (53a), una pregunta (53b), una respuesta afirmativa o negativa (53c), etcétera.

(53) a. E mandól que lo fiziesse aína, ca a cabo de siete días d’aquel en que esto mandava aduzrié él el diluvio [gei, 1.52]

et quando el Bien esto vio, dixo que non lo fiziesse, ca la leche de la su parte era [Lucanor, 225]

b. e como todos sabían ya bien que él demandava sin razón..., respon-díanle todos que cómo quería él tomar guerra contra Dios; ca él bien sabía que la Duquesa heredava el ducado [Pedro del Corral, Crónica del rey don Rodrigo, ca. 1430, corde]

c. e ella dixo que no, ca non podería [Anónimo, Sentencia, 1313, corde] ...e dixole que sy podria caualgar. Y el dixo que si, ca no se sentia

atan mal trecho [Anónimo, La demanda del Sancto Grial, ca. 1470, corde]

f) Notemos, para acabar, que aunque no es una característica exclusiva de las causales con ca, estas causales contienen con frecuencia elementos que refuer-zan su carácter verdadero, como el adverbio ciertamente, el predicado es cierto o predicados en imperativo del tipo sed ciertos o bien creed (54).

(54) —...si vos verdat dezides, el diablo me traxo a mí a esta tierra; ca çiertamente, si éstas son vacas, perdido he yo el entendimiento [Lucanor, 172]

Mas fallamos nós que non an por qué dubdar por aquella palabra de sant Paulo, ca cierta cosa es, segund la palabra de Moisén... [gei, 2.359]

28.6 oraciones causales

3498

a menester que vos guardedes que non seades engañado déste que tenedes por amigo; ca cierto sed, que esto que vos dixo que non lo fizo sinon por provar qué es lo que tiene en vós [Lucanor, 59]

Sus mienbros e su talla non son para callar, ca bien creed que era grand yegua cavallar [lba, 1010b]

28.6.4.2. La oposición entre ca y que

En todos los contextos en los que se utiliza la conjunción ca es igualmente posible el uso de la conjunción que y esta alternancia se documenta desde los primeros textos y se mantiene hasta el momento en el que la conjunción ca cae en desuso. La frecuencia de una y otra, sin embargo, no es igual a lo largo del periodo de coexistencia de las dos conjunciones y en algún caso se dan diferencias signifi-cativas entre obras de un mismo periodo. Estas diferencias se pueden constatar en el cuadro 2 abajo, referido al uso de estas dos conjunciones en uno de los contextos más característicos de este tipo de causales: tras una orden o una prohibición, formulada en imperativo o en subjuntivo si la oración es negativa.

La variación en la frecuencia de uso se puede constatar también en el cuadro 3 abajo, donde se recoge la aparición en el corde de causales con ca (55a), que (55b) y porque (55c) tras una oración con el imperativo de segunda persona del singular de ir.27

(55) a. Et dixo a Sençeba: —Vete, ca manifiestamente verás, quando entrares al león, la fortedunbre de lo que te yo dixe dél [Calila, 167]

Mas pues que assí es tómala e vete tu carrera con ella, ca passado es el mal tiempo [gei, 1.215]

b. Ve alli do el iaze, que el te perteneçe, que es del mio parentesco, e quiçab plazdra a Dios que te sacara de mal [Fazienda, 200]

¡Vete, vete de ay, torpe! que no puede mi paciencia tolerar que haya subido en coraçón humano conmigo el ilícito amor comunicar su deleyte [Celestina, 1.87]

c. vete adonde está Cristino, / porque dél quiero vengarme [Juan del Encina, Égloga de Cristino y Febea, ca. 1509, España, corde]

Los datos de los dos cuadros muestran que la conjunción ca suele ser la más frecuente en los textos antiguos pero con excepciones muy significativas, como

27 Se cuentan sólo los casos en los que hay una distancia de 5 o menos palabras entre el imperativo y la conjunción y se tienen en cuenta las variantes vete, uete, ve, ue y vé, con la primera letra en mayúscula o minúscula.

oposición entre ca y que 28.6.4.2

3499

Cuadro 2Uso de ca y que tras imperativo o subjuntivo negativo

Ca Que

xii Cid 18 8 xiii Calila 35 6 Poridat 3 27 gei 5 1 xiv Lucanor 16 lba 20 49 Alejo 3 2 Pedro I 3 1 xv Tamorlán 1 Cisoria 1 Enrique IV Cárcel 13 Nebrija Celestina 120 xvi Diálogo 16 Brevísima 5 lt 16 dlne xvii Gitanilla 50 Alcalde 29

Cuadro 3Uso de ca, que y porque tras el imperativo de 2ª persona singular de ir

Ca Que Porque

xiii 83% (25/30) 17% (5/30) xiv 33% (2/6) 50% (3/6) 17% (1/6) xv 20% (11/55) 78% (43/55) 2% (1/55) xvi 1% (3/237) 94% (223/237) 5% (11/237)

ocurre con la Fazienda de ultramar, Poridat de poridades o el Libro de buen amor. La situación se invierte en el siglo xv y el uso de ca ya es totalmente residual en el xvi.

El uso casi exclusivo de ca y que en este tipo de causales no parece aleatorio y, sin duda, hay que relacionarlo con el alto grado de gramaticalización de ambas conjunciones y con el debilitamiento progresivo del valor causal de ca (Bartol

28.6 oraciones causales

3500

1988:64; Herrero 1998:216, n. 27; Mosteiro 1999:86). Como ya se indicó (supra §28.4.2.2), en las causales que estamos analizando, las características de la ora-ción principal contribuyen de manera decisiva a establecer la conexión causal con la subordinada subsiguiente y por eso se construyen normalmente con las conjunciones más gramaticalizadas, e incluso sin ninguna conjunción. Si asu-mimos que el origen de ca es la conjunción latina quia, el debilitamiento de esta conjunción ya se constata en latín tardío, y especialmente en los textos bíblicos, donde quia funciona con frecuencia como introductora de causales orientadas a la fuerza ilocutiva, además de como conjunción completiva (supra §28.5.1) (→ Capítulo 23). En (56) se recogen dos ejemplos de este uso en la Vulgata junto a los fragmentos paralelos de la Fazienda, en los que la conjunción ki del hebreo, correspondiente a la latina quia, se traduce en un caso por ca (56a) y en otro por que (56b).

(56) a. et descende in Aegyptum quia in gentem magnam faciam te ibi [San Jerónimo, Vulgata, s. v, , biblias]

‘Y desciende a Egipto, porque allí te haré un gran nación’ Decend a Egipto, ca yo seré contigo e por gent grant te porné

[Fazienda, 57] b. et sepelite eam quia filia regis est [San Jerónimo, Vulgata, s. v,

biblias] ‘Enterradla, porque es hija de un rey’ “Soterralla aquella maldita, que fija de rey es” [Fazienda, 109]

Dicho esto, se plantea todavía el interrogante de si existe alguna diferencia entre el uso de ca y que en las obras medievales más allá de las puramente cro-nológicas. La respuesta no es sencilla. Como ha señalado Galán (1998:483-486) respecto al Libro de buen amor, en algún caso parece que ca se usa preferen-temente con un valor más argumentativo, cuando la causal tiene un carácter más general, a diferencia de que, que aporta una justificación más vinculada al emisor y a las circunstancias concretas que rodean el acto de habla, como puede observarse en los fragmentos de (57) en los que aparecen las dos conjunciones. Estas diferencias, por otra parte, pueden relacionarse también con el hecho ya mencionado de que las causales con ca contienen con frecuencia refranes o sentencias, como ocurre en estos ejemplos.

(57) Déxame passar, amiga, darte he joyas de sierra; / si quieres, dime quáles usan en esta tierra, / ca, segund diz la fabla, quien pregunta non yerra; / e, por Dios, dame possada, que el frío me atierra [lba, 955cd]

etapas evolutivas de ca 28.6.5

3501

Quiérovos abreviar la predicaçión, / que siempre me pagué de pe-queño sermón / e de dueña pequeña et de breve razón, / ca lo poco e bien dicho finca en el coraçón [lba, 1606bd]

Se trata, sin embargo, de una tendencia y no de un rasgo claramente diferen-cial, ya que también las subordinadas con que contienen refranes o sentencias (véase infra §28.7.3), y las subordinadas con ca se usan en muchos casos para justificar situaciones concretas asociadas al acto enunciativo, como muestran muchos de los ejemplos ya comentados (supra §28.5.3.1). Otra posibilidad, su-gerida por Iglesias (2000c), es que la conjunción ca se vinculara a los registros más formales de la lengua y a una oralidad más cuidada, debido a la conciencia de su origen latino y a su mayor explicitud semántica, y que se vinculara a los registros más coloquiales. Esta vinculación explicaría la preeminencia de ca en los textos alfonsíes y en aquellos que siguen posteriormente los modelos alfon-síes como El conde Lucanor y, en general, los textos de un registro más elevado. También explicaría que la conjunción que pudiera ser más frecuente que ca en obras anteriores, como la Fazienda de ultramar o Poridat de poridades, porque “no existe aún un modelo de lengua literaria asentada y [por ello] recurren con mayor frecuencia a los moldes sintáctico-discursivos de la oralidad coloquial” (Iglesias 2000c:285), o en obras posteriores que presentan un registro coloquial y se desvinculan de los modelos alfonsíes, como ocurre con El Corbacho (Herrero 2005:324).

28.6.5. Etapas evolutivas

El paso de las causales internas a las externas iniciado en latín tardío por quia (Baños 2011:226-227) aparece ya plenamente consolidado en la conjunción ca, que desde los primeros textos se usa en las causales externas pospuestas y lo mismo ocurre en las otras lenguas donde se mantuvo esta conjunción (Dardel 1983:183-185). Centrándonos en el español se pueden distinguir tres grandes etapas evolutivas:

a) En un primer periodo, que abarca desde los orígenes a finales del siglo xiv, la conjunción ca es la más frecuente en la mayoría de los textos, y esto a pesar de que aparece restringida a las causales externas pospuestas. Esta mayor fre-cuencia se puede atribuir, por una parte, al hecho de que es la conjunción más antigua (Bogard 1994:14) y, en este periodo, las nuevas conjunciones de formación románica son todavía poco frecuentes en general o poco frecuentes en las causales explicativas pospuestas. Es lo que ocurre, concretamente, con pues (que), que se usa sobre todo en causales antepuestas a la principal, y porque, que tiene menos

28.6 oraciones causales

3502

restricciones pero que en las causales pospuestas se vincula especialmente a las internas. Además de este factor cronológico, se puede pensar también en fac-tores funcionales y especialmente en el hecho de que, por su carácter latino, la conjunción debía de ser percibida como la más formal (Iglesias 2000c:292-293) y, por lo tanto, la más apta para los textos cultos y literarios (Narbona 1990:50). Este hecho, junto al anterior, permite explicar que en las causales orientadas a la uerza ilocutiva, ca sea generalmente más frecuente que que.

b) La conjunción ca empieza a perder vitalidad a lo largo del siglo xv, especial-mente en la segunda mitad de este siglo (Herrero 1998:214; Iglesias 2000c:291). Teniendo en cuenta las obras del corpus, se puede observar que esta conjun-ción mantiene plena vitalidad en Pedro I, de finales del siglo xiv, pero su uso desciende claramente en las dos obras de la primera mitad del xv (Tamorlán, Cisoria) y es poco frecuente (Enrique IV) o nulo (Varones, Gramática de Nebrija, Cárcel, Celestina) en la segunda mitad de este siglo, momento en que su uso queda reservado sobre todo a crónicas y documentos formales. Esta pérdida de vitalidad se puede atribuir a dos factores interrelacionados. Por una parte, a la pérdida de expresividad y al desgaste semántico que había experimentado.28 Y por otro, al hecho de que la competencia con otras conjunciones en las causales orientadas al contenido proposicional es cada vez mayor, toda vez que aumenta el uso de porque y pues o pues que en este tipo de causales.

c) En el siglo xvi la conjunción cae en desuso como indica explícitamente Juan de Valdés (1535-1536) en el Diálogo de la lengua (58a), aunque continúa siendo utilizada por autores arcaizantes como nos recuerda Correas (1625) un siglo más tarde (58b). En los siglos xvi-xvii, en las obras del corpus sólo aparece una vez en el Lazarillo (58c), en una causal de la enunciación (‘y digo esto porque’) que también puede ser interpretada como ilativa (‘de manera que, y por esto’), y una más en el Quijote, como recurso burlesco a imitación del lenguaje de los libros de caballería (58d).

(58) a. Ca, por porque, ha recibido injuria del tiempo, siendo injustamente desechado, y tiene un no sé qué de antigüedad que me contenta [Diálogo, 197]

b. Causales i rrazionales, que dan rrazon i causa, son: ca, que, porque, por ende, por tanto, pues, pues que, ansi que, asi que, ansina, onde, luego, por eso, e por tanto, es á saber, conviene á saber. Ca es antigua, i sinifica que, porque, por tanto, i por su eleganzia la usa de nuevo

28 En una línea de argumentación semejante, García Santos (1992:325) hace referencia a la indefinición de ca frente a los usos más definidos de las otras conjunciones, y a la poca sustancia fónica y proximidad fonética y semántica a la conjunción que.

la conjunción que 28.7

3503

el Padre Mariana i otros [Gonzalo Correas, Arte de la lengua, 1625, España, corde]

c. Finalmente, parescíamos tener a destajo la tela de Penélope, pues cuanto él tejía de día rompía yo de noche. Ca en pocos días y noches pusimos la pobre despensa de tal forma, que quien quisiera propia-mente della hablar, más “corazas viejas de otro tiempo” que no “arcaz” la llamara... [lt, 64]

d. Non fuyan las vuestras mercedes, ni teman desaguisado alguno, ca a la orden de caballería que profeso non toca ni atañe facerle a ninguno, cuanto más a tan altas doncellas como vuestras presencias demuestran [Quijote i, 2.50]

28.7. la conjunción que

No existe unanimidad entre los romanistas sobre el origen de la conjunción que. Los contextos en los que puede aparecer esta conjunción en las lenguas románicas son los mismos que presenta quod en latín tardío. Este subordinante inicialmente era un relativo neutro que se utilizaba también como conjunción en ciertas completivas y causales, pero en latín tardío amplió sus usos a todas las completivas y a otro tipo de subordinadas (finales, consecutivas, comparativas y temporales). Se suele aceptar que quod es el origen de la conjunción completiva c del rumano, pero, por razones fonéticas, no puede ser el origen de la conjun-ción que del resto de lenguas románicas. Dadas estas dificultades generalmente se admite que el origen de que es el interrogativo neutro quid, que primero se usaría como relativo neutro, después como relativo general y finalmente asumiría el resto de funciones de quod (Corominas 1980-1991:s.v. que; Dardel 1983:69-71; Diez 1836-1844/1874-1876:III.295), aunque también hay autores que, con diferentes matices, defienden que proviene del relativo quem (García Cornejo 2006:20-34; Jeanjaquet 1894:42; Mosteiro 1999:128-129), puesto que la docu-mentación de quid como relativo general es escasa. No profundizaremos ahora en este tema, que se analiza detalladamente en otros capítulos de esta obra (→ Capítulo 23) (→ Capítulo 24).

Con independencia del étimo concreto del que provenga que, lo importante es el hecho de que esta partícula se convirtió en una simple marca de subor-dinación, desprovista de todo significado léxico, y por eso pudo emplearse no sólo en los contextos sintácticos en los que el nexo subordinante no precisa de ningún significado léxico (completivas, segundo término de las comparativas de desigualdad) (→ Capítulo 25) (→ Capítulo 31), sino también en otros donde la vinculación semántica de la subordinada con la principal puede establecerse

28.7 oraciones causales

3504

a partir de factores como el orden, la correlación temporal, la fuerza ilocutiva de la oración principal o el modo de la subordinada. Más que una conjunción universal, como a veces se ha definido, que se comporta como el elemento menos marcado del sistema de conjunciones y, por lo tanto, como aquel al que se puede recurrir para expresar simple subordinación.29 Desde esta perspectiva, el hecho de que la conjunción que pueda introducir subordinadas causales, finales, etc. no la convierte propiamente en una conjunción causal, final, etc., ya que esta conjunción, desprovista de todo significado léxico, no contribuye a otorgar estas funciones a la subordinada.

Como hemos indicado, la conjunción que presenta diversos puntos de contacto con la conjunción ca, tanto formales como funcionales, y al igual que ca puede aparecer en cualquier tipo de causal externa pospuesta: en las orientadas al contenido proposicional o próximas y en las orientadas a la fuerza ilocutiva. Arriba hemos mostrado ejemplos de alternancia de estas dos conjunciones. Por comodidad, volvemos a reproducir a continuación un par de ejemplos en los que aparecen las dos conjunciones introduciendo causales orientadas al contenido proposicional (59a) y a la fuerza ilocutiva (59b). Además de estas dos funciones, la conjunción que también se utiliza en construcciones en las que se enumeran cau-sas o en las que aparece en correlación con por o con otra conjunción causal (59c).

(59) a. Alegrauas el Çid & todos sus varones, / Que les creçe la ganançia, grado al criador. / Mas, sabed, de cuer les pesa alos yfantes de Ca-rrion; / Ca veyen tantas tiendas de moros de que non auie sabor [Cid, 2315-2318]

b. et los que non las entendieren non pongan la culpa a mí, ca yo non lo quería fazer sinon commo fiz los otros libros, mas pónganla a don Jayme, que me lo fizo assí fazer [Lucanor, 278]

c. —Señor conde Lucanor —dixo Patronio—, éste es muy grave conseio de dar por muchas razones: lo primero, que todo omne que vos quiera meter en contienda ha muy grant aparejamiento para lo fazer [Lucanor, 111]

Como ocurre con ca, las causales externas con que aparecen pospuestas a la oración principal. Esta restricción se debe a la falta de contenido léxico de la conjunción que y a la necesidad de recurrir al contexto previo, y concretamente al contenido de la principal o a su fuerza ilocutiva, para interpretar la conexión

29 Este hecho hace que pueda usarse con un valor inespecífico como elemento de unión ora-cional (Pons 1998:132 ss.). Desde esta perspectiva, la conjunción que se comporta dentro de la oración compuesta como la preposición de dentro del sintagma nominal.

la conjunción que 28.7

3505

causal.30 Son escasos, y a veces dudosos, los contraejemplos que se han aducido de causales antepuestas con que. Sí que parecen claramente causales antepues-tas las subordinadas precedidas con mas del Libro del cavallero et del escudero de (60a), a las que hizo referencia Kretschmann (1936:40 ss.). Sin embargo, el carácter aislado de este tipo de ejemplos y la influencia que el Llibre de cava-lleria de Ramon Llull tuvo en esta obra sugieren que se trata de una influencia externa a partir de construcciones habituales en Llull como las de (60b), en las que la causal antepuesta con car aparece precedida de mas.

(60) a. Mas que me paresçio quelas Razones que en el se contenian eran muy buenas, toue que era mejor de las escriuir que delas dexar caer en olbido [Libro del Cauallero, apud Kretschmann 1936:40]

Mas que en el omne ha otras cosas que non paresçen, es muy fuer-te cosa et muy graue de Responder atodo lo que enel es [Libro del Cauallero, apud Kretschmann 1936:40]

b. mas car lo crestià creïa que Déus, per amor de hom a salvar, se era encarnat, e era mort per hom en quant era hom, havia major ardiment que lo sarrahí [Ramon Llull, Llibre de meravelles, 1287-1289, cica]

mas car la temptació era forts, no se’n poc defendre ab lo consirar de la mort ni de la putrefacció de què era vengut ne a què havia a tornar [Ramon Llull, Llibre de santa Maria, ca. 1290, cica]

Menos claros son otros casos señalados en la bibliografía, que admiten gene-ralmente interpretaciones alternativas31 o que se han interpretado como causales debido a una puntuación poco adecuada de la edición del texto.32

30 Las condicionales con que, por el contrario, aparecen antepuestas tanto por el carácter prototípicamente temático de las prótasis condicionales, como por el hecho de que, en este caso, la subordinada se construye con subjuntivo, modo que marca el carácter no factual de la subordinada.

31 Una subordinada con que como “El Çid que bien nos quiera nada non perderá” (Cid, 1389), podría interpretarse como causal (→ Capítulo 24), pero parece más adecuado pensar que se comporta como una condicional ‘si bien nos quiere’. Tampoco constituyen un contraejemplo los dos casos aislados con que que, que aparecen en Vida de santo Domingo y que Kretschmann (1936:41) analiza como una conjunción diferente de que: “Que que oraron ellos de muÿ grand femencia, / que que foron los otros de muy firme creencia, / tolló Dios a la dueña la mala pes-tilencia, / non ovo mas en ella el mal nula potencia” (Domingo, 616). Si aceptamos, como hace Herrero (2005:320) (→ Capítulo 24), que la primera conjunción que de cada caso tiene un valor distributivo (‘sea esto... sea aquello’), la anteposición de las subordinadas estaría motivada por la construcción distributiva y no por las propiedades de aquella.

32 Por ejemplo, a partir de la puntuación del texto, Mosteiro (1999:143) interpreta como causal la subordinada con que del fragmento siguiente: “Obispo Acoreo, tu eres buen uaron e anciano e dado a sanctidades, e prueua lo la tu edat, e que te entiendo que te aman los dio-ses, ruego te yo et pido te lo que tu que nos digas e nos departas los comienços dela gente de Egipto, e los assentamientos destas tierras e las costumbres de las pueblas daqui” (gei, apud

28.7 oraciones causales

3506

28.7.1. Causales en correlación

Las subordinadas con que pueden aparecer en construcciones en las que se enu-meran motivos o razones introducidas por elementos que pautan la enumeración; concretamente mediante fn con un ordinal (lo primero... lo segundo...), como en (61a), o con un indefinido (lo uno... lo otro / ál...), como en (61b), o mediante un adverbio focal de inclusión en el segundo elemento de la enumeración (otrosí, (a)demás, también), como en (61cd).

(61) a. Fazeldo así, et ninguno de vos non encubra ninguna cosa de lo que sopiere por muchas razones: la primera, porque vós non devedes aver pesar que el juizio caya contra quien deve, nin maguer sea contra nuestras voluntades...; ca la muy pequeña verdat gran cosa es, et la cosa que más pesa a Dios es matar al sabio sin culpa por mestura del falso mentiroso; et la segunda es que, quando el malfechor es penado por lo que faze, non se atreven a fazer otro tal los otros con miedo de la justiçia...; et la terçera es que, quando el falso mentiroso traidor es justiçiado, fuelga el rey et los suyos, ca el tal bevir entre ellos esles gran daño et gran peligro [Calila, 191]

b. ...sabiénlo ya d’antes, que Nemprot mal cabdiello les serié e apre-miador e obrador de servidumbre, lo uno por esto, lo ál porque a poco de tiempo les non cabrié aquel término, e que meester avrién cadaúnos sus tierras apartadas, e el mundo era grand e yermo aún, esparziéronse, e d’allí se partieron unos d’otros [gei, 1.77]

Et yo estó agora en grandes dos cuydados: el uno es, porque me he reçelo que si por aventura él contra mí quisiere seer, que me pueda venir grand daño; el otro es que me he reçelo que si él entiende que yo todo dél esta sospecha et que me vo guardando dél, que él, otrosí, que fará esso mismo... [Lucanor, 136]

c. enbiaron al rrey don Pedro sus cartas commo todos ellos querian e amauan su seruiçio; pero que se partian de la su corte por que el dexara la rreyna... lo qual era contra su honrra e su seruiçio. Otrossi por quanto los priuados suyos parientes de doña Maria de Padilla non tenian buen rregimiento en el rregno nin en su casa nin fazian honrra a los señores..., e de mas que se rreçelauan e temian de sus

Mosteiro 1999:143). Esta interpretación, sin embargo, queda excluida si se acepta la puntuación más cuidada de la edición posterior utilizada en el corpus: “Obispo Acoreo, tú eres buen varón anciano e dado a santidades, e pruévalo la tu edat e que te entiendo que te aman los dioses. Ruégote yo e pídotelo que tú que nos digas e nos departas los comienços de la gente de Egipto, e los assentamientos d’estas tierras, e las costumbres de las pueblas d’aquí” (gei, 1.221).

causales en correlación con que 28.7.1

3507

vidas e que le pidian por merçed que quisiese poner en esto algund buen rremedio... [Pedro I, 1.160]

Y seguíle, dando gracias a Dios por lo que le oí, y también que me parescía, según su hábito y continente, ser el que yo había menester [lt, 73]

d. E desçendieron de la dicha torre, ca non pudieron sofryr la grand ballesteria que traya el rrey don Pedro e demas que en la torre non auia defendimiento de petril nin de almenas [Pedro I, 1.206]

E el rrey ouo su acuerdo; ca lo vno, leuaua poca conpaña, otrossy que lo auian de auer con omnes desesperados, e tornosse para Toledo, e ya era çerca de la noche [Pedro I, 1.208]

Como muestran los ejemplos anteriores, en este tipo de construcciones, la idea de causa aparece a veces introducida previamente mediante sustantivos como causa, razón o motivo, y la subordinada con que generalmente aparece precedida de frases preposicionales con por o de subordinadas que contienen una conjunción con significado causal explícito, como porque, por cuanto e incluso ca. Todo ello parece sugerir que el significado causal de la subordinada con que no depende de esta conjunción, sino que se recupera a partir de elementos previos marcados léxicamente con este valor.

El uso de la conjunción que en este tipo de causales se documenta sobre todo en textos del siglo xiii y del xiv, pero pierden vitalidad a partir de este momento. En español actual sólo son posibles casos como los de (62), en los que la conjun-ción que ha de aparecer en todas las subordinadas, que pueden interpretarse como causales pero también como subordinadas sustantivas en aposición a la frase con el ordinal.

(62) Tengo varias razones para no salir: la primera, que me molesta el ruido, la segunda, que no soporto este tipo de música [apud Galán 1999:§56.4.2.1]

Aparte de las construcciones en las que se enumeran causas, las causales con que pueden aparecer también en otro tipo de construcciones con carácter catafórico, como las de (63), en las que la idea de causa es introducida primero mediante la fp con pronombre fórico, por eso, por esto, y explicitada a conti-nuación mediante la subordinada con que, que aparece dislocada a la derecha. Esta construcción, sin embargo, es poco frecuente y en este tipo de correlaciones generalmente se usa porque (véase infra §28.8.2.2).33

33 Para otros ejemplos de esta construcción, véase Elvira (2002).

28.7 oraciones causales

3508

(63) Por esso es luega queadeliçio fue criada [Cid, 3282] Et por esto fincó aquella poridat guardada, que non se atrevié

ninguno a lo descubrir [Lucanor, 190] quanto al autor de Amadís de Gaula, quánta autoridad se le deva

dar, podéis juzgar por esto: que hallaréis, si miráis en ello, que en el estilo peca muchas vezes con no sé qué frías afetaciones que le contentan [Diálogo, 125]

28.7.2. Causales externas orientadas al contenido proposicional o próximas

Un poco más frecuentes que las causales analizadas en el apartado anterior son las que se orientan al contenido proposicional. Si en aquellas el valor causal de la subordinada se establecía anafóricamente, en estas depende de la inferencia que se pueda extraer a partir del contenido de la principal y la subordinada, y de la posibilidad de interpretar aquella como efecto de lo expresado por esta, como puede verse en (64a). El valor no será causal sino consecutivo (‘de manera que’, ‘por lo que’) si se interpreta que la principal se refiere a la causa y la subordi-nada al efecto que se deriva, como en los ejemplos de (64b). La inferencia causal también se puede obtener a partir de oraciones de relativo y, por este motivo, en algún caso se produce una ambigüedad sintáctica (García Santos 1992:320), y la subordinada puede ser analizada como causal pero también como relativa (64c).

(64) a. Partir se quieren, que entrada era la noch [Cid, 2120] E d’allí adelant apartós de los omnes, que non querié veer a ninguno

nin quel viessen [gei, 1.544] el emperador Fradrique casó con una donzella de muy alta sangre...

mas de tanto, non le acaesçió bien, que non sopo ante que casasse con aquélla las maneras que avía [Lucanor, 164]

El león fue sañudo, que de comer á gana [lba, 85c] e tomaron allí puerto, que se avían de bastecer allí de agua [Tamor-

lán, 150] pero la juderia mayor non la pudieron tomar, que estaua çercada

e mucha gente dentro [Pedro I, 1.204] b. Cortol el yelmo, que lego ala carne [Cid, 767] Et la liebre fuese a un pozo en que avía muy clara agua, et era muy

fondo, que podría bien cobrir al león [Calila, 147] e cayeron todos en el agua, e murió ý aquel Faraón e todos los que

ivan con él, que non salió ende bivo ninguno [gei, 1.540]

causales externas próximas con que 28.7.2

3509

E él es muy fondo e limpio e claro, que la mejor nao mayor o la carraca mayor del mundo puede llegar fasta cerca del muro... [Tamorlán, 146]

c. fizo dos pilares, ell uno de ladriellos e ell otro de piedra, e escrivió en cadaúno d’ellos tod aquel saber... En el de los ladriellos porque si viniesse la fin del fuego e quemarié la piedra e se perderié d’allí el saber que non quemarié el de los ladriellos, que eran de tierra [gei, 1.24]

E en anocheciendo, partieron de aquí por andar en la noche este camino, que no se puede andar de día en este tiempo por la grand calentura que faze [Tamorlán, 203]

sienpre respondio que su determinada voluntad era de estar en aquella villa de Arevalo, que era suya [Enrique IV, 17]

Aunque la conjunción que se documenta en la mayoría de las obras medievales, su uso tiene una frecuencia relativamente baja, frente al de otras conjunciones con significado causal explícito, como ca o porque, y no son extraños los casos de sustitución de que por ca en manuscritos de una misma obra (Batllori y Suñer 2009:305). De hecho, en los textos con un registro más formal o elevado, el uso de que en este tipo de causales resulta poco o nada frecuente, ya que en estos registros se tiende a configurar una lengua más explícita y más independiente del contexto.34 Es sintomático, por ejemplo, el contraste que se produce, en textos del siglo xv, entre Claros varones de Castilla, obra de registro elevado donde no se usa la conjunción, y Tamorlán, obra de registro más coloquial donde aparece con relativa frecuencia. Desde un punto de vista cronológico, por otra parte, el uso de que en estas causales ya es muy bajo o nulo después de la Edad Media. No ocurre lo mismo con otras causales externas como las metalingüísticas, poco frecuentes en general, pero presentes en textos medievales y posteriores (65), o las orientadas a la fuerza ilocutiva que se analizan en el apartado siguiente.

(65) E este Turco que el Tamurbeque venció, avía nombre Aldaire Basica, que quiere decir, el Relámpago Basica, que Aldaire dizen ellos por el relámpago, e Basica era su nombre [Tamorlán, 185]

Llamóme y díjome, vé a rescibir los dioses (que ansí llamaban en-tonces [a] los españoles) a ver si es verdad que vienen [Anónimo, Relación de las cerimonias, ca. 1541, México, corde]

34 Cosa que no quiere decir que sea una lengua más compleja, como a veces se ha defendido asociando el uso de la parataxis o de nexos poco explícitos con una lengua más simple, poco ela-borada, y por el contrario, el uso de la subordinación y los nexos explícitos, con una lengua más compleja o elaborada. En los dos casos la lengua es igualmente compleja o igualmente simple, la diferencia depende de la parte en la que recae la complejidad: en los factores pragmáticos y discursivos en el primer caso, y en el léxico en el segundo (Moreno 2002:26-44).

28.7 oraciones causales

3510

No tuvo atrevimiento Andrés (que así le llamaremos de aquí adelante) de abrazar a Preciosa [Gitanilla, 61]

El padre Anselmo, que así se llamaba el cura párroco, admiraba de buena fe a la señora doña Inés... [Juanita, 77]

28.7.3. Causales orientadas a la fuerza ilocutiva

De los tres tipos de causales con que las orientadas a la fuerza ilocutiva son las que tienen una frecuencia más alta y las únicas que se han mantenido estables a lo largo de toda la historia del español. En supra §28.4.2.2 ya hemos ejem-plificado este tipo de causales a partir de la conjunción que y en §28.5.4 hemos apuntado que que y ca alternan en esta función desde los primeros textos hasta la desaparición de ca. Recordemos ahora que estas causales pueden justificar diferentes actos de habla: una orden o prohibición en imperativo o subjuntivo negativo (66a), una exclamación (66b), la formulación de una pregunta (66c), una afirmación o una respuesta contundente (66d), o una decisión del hablante (66e).

(66) a. Dixo el Rey al conde: “dexad essa Razon, / Que entodas guisas miior me sirue que uos” [Cid, 1349]

Non vayades e non lidiades, que esta es cosa del Criador [Fazienda, 152]

—Ya deje tranquila esa ventana y vámonos a dormir, que es muy noche para que este par de viejas andemos sueltas por la calle [Pedro Páramo, 166]

¡Va!, y no me grite que no soy sordo [Estanquera, 75] b. ¡Ay, cuytada de mí, en qué lazo me he metido! que por me mostrar

solícita y esforçada pongo mi persona al tablero [Celestina, 4.150] ¡Maldito seas! Que hecho me has reyr, lo que no pensé ogaño [Celestina,

1.95] c. —Et tú, hermano, ¿qué has, que preguntas lo que non as menester,

nin te tiene pro en lo preguntar? [Calila, 125] Embidioso, ¿qué dizes? Que no te entiendo [Celestina, 6.185] d. Non vos diré más razones, que azaz vos he fablado [lba, 717a] —Pues te equivocas, que yo no estoy tan viejo [Juanita, 96] e. Y voyme, que tengo que hacer [Francisco Delicado, La lozana anda-

luza, 1528, España, corde] No qujero dezir más, que me duele el pje [dlne, 1583, 76.234]

causales orientadas a la fuerza ilocutiva con que 28.7.3

3511

Aunque con menor frecuencia que en las causales con ca, estas causales con que también pueden expresar verdades generales, introducidas a veces mediante la forma verbal dicen, y contener refranes o sentencias (67a). Como ocurre también con ca, la conjunción que se puede mantener en estilo indirecto, esto es, cuando la oración compuesta en la que se integra la causal se subordina a un verbo de lengua, como en los ejemplos de (67b). En este caso, sin embargo, también es posible interpretar a veces que la conjunción que es completiva e in-troduce una subordinada sustantiva yuxtapuesta a la inmediatamente anterior.

(67) a. non digas mal de Amor en verdat nin en juego, que a las vezes poca agua fase abajar grand fuego [lba, 423c]

ruégal que te non mienta, muéstrale buen amor, / que muncha mala bestia vende buen corredor / e muncha mala ropa cubre buen cobertor [lba, 443c]

Tiémplate y no te apressures, que muchos con cobdicia de dar en el fiel, yerran el blanco [Celestina, 1.115]

y mudarás el ruyn propósito con la terna edad, que como dizen, múdanse las costumbres con la mudança del cabello y variación [Celestina, 7.193]

b. un omne era flaco et tomava grand enoio con el roýdo de las vozes de las aves et rogó a un su amigo quel diesse algún conseio: que non podía dormir por el roýdo quel fazían los pardales et las golondrinas [Lucanor, 209]

Enbio su enbaxada suplicando al rey quisiese resçevir un fijo suyo llamado Aliça en su serviçio, al qual el rey le respondio que lo enbiase quando le pluguiese quel lo recibiría en sus reynos... [Enrique IV, 23]

Dixe que digas, que muy gran plazer avré de lo oýr [Celestina, 1.100] Desque me vi en hábito de hombre de bien, dije a mi amo se tomase

su asno, que no quería más seguir a aquel oficio [lt, 127]

Los contextos en los que se utiliza la conjunción que se han mantenido bastante estables a lo largo de la historia del español. Una de las pocas excepciones tiene que ver con el uso de que en causales que acompañan una pregunta retórica y expresan la sorpresa o incredulidad del hablante (68a). Estas causales también se construían en español medieval con ca, pero en español actual es más habitual el uso de la conjunción condicional si (→ Capítulo 32). Otro caso de variación diacrónica tiene que ver con la posibilidad, documentada desde finales de la Edad Media hasta el siglo xvii, de que estas causales sean modificadas por un

28.7 oraciones causales

3512

adverbio focal (68b) o puedan aparecer coordinadas o yuxtapuestas en casos en que la segunda aparece precedida del adverbio focal (68c).

(68) a. ¿Cómo has pensado hacerlo, que es un traydor? [Celestina, 3.143] ¿Qué haré, cuytada, mezquina de mí, que ni el salir afuera es pro-

vechoso, ni la perseverancia careçe de peligro? [Celestina, 4.150] b. él con temor de detractores..., quiso celar e encubrir su nombre, no

me culpéys si en el fin baxo que le pongo, no espresare el mío. Ma-yormente que, siendo jurista yo, aunque obra discreta, es agena de mi facultad, y quien lo supiese diría que no por recreación de mi principal estudio, del qual yo más me precio, como es la verdad, lo fiziesse... [Celestina, 70]

a mí tanto muchas vezes me haze tropeçar, tropeçar, leyendo, el no saber assí de presto conocer si aquel esta es pronombre o verbo; especialmente que algunas vezes vienen a caer dos juntos, de los quales el uno es pronombre y el otro verbo... [Diálogo, 160]

—Todo se mirará muy bien —replicó la vieja—. Cuanto más que hasta aquí todo ha sido parto derecho, y el infante es como un oro [Gitanilla, 68]

b. Hija Melibea, quédese esta, mujer honrrada contigo, que ya me parece que es tarde para yr a visitar a mi hermana, su mujer de Cremes, que desde ayer no la he visto, y tanbién que viene su paje a llamarme [Celestina, 4.153]

—No lo dudo —respondió el corregidor, teniendo en sus brazos a Preciosa—, que los mismos efetos han pasado por la mía que por la vuestra; y más, que tantas puntualidades juntas, ¿cómo podían suceder, si no fuera por milagro? [Gitanilla, 111]

—Calla, amigo Sancho —respondió don Quijote—, que las cosas de la guerra más que otras están sujetas a continua mudanza; cuanto más, que yo pienso, y es así verdad, que aquel sabio Frestón que me robó el aposento y los libros ha vuelto estos gigantes en molinos... [Quijote i, 8.96]

A pesar de que los contextos en que se usa la conjunción que han cambiado poco a lo largo de la historia del español, la frecuencia de las causales con que varía a veces de manera muy significativa de texto a texto, hasta el punto de que esta conjunción no aparece en obras como Claros varones de Castilla o el Instinto de Inez, y por el contrario es la más frecuente en Poridat de poridades, La Celestina, El alcalde de Zalamea o La estanquera de Vallecas, y presenta una frecuencia importante en otras como el Cantar de mio Cid, El Lazarillo, La

etapas evolutivas de que 28.7.4

3513

Gitanilla, El Quijote o la Comedia. El hecho de que haya diferencias importantes entre obras de una misma época indica que estas diferencias no dependen tanto de la cronología como de las características de cada obra y de que contengan o no causales orientadas a la fuerza ilocutiva. La cronología explica la alternancia de ca y que en la Edad Media, donde hay obras que muestran una preferencia por una o por otra (véase supra §28.5.4.2). Fuera de esta competencia inicial, el uso de que se ha mantenido bastante estable y, por lo tanto, su mayor o menor frecuencia dependerá de que las obras reproduzcan o no situaciones dialogadas, o equivalentes, en las que el emisor necesite justificar determinados actos de habla. Estas causales, y por tanto también la conjunción que, estarán ausentes en obras científicas, historiográficas e incluso narrativas si no reproducen diálo-gos ni dejan traslucir la voz del narrador. Por el contrario serán abundantes en obras que reproduzcan diálogos y donde se emitan órdenes, sugerencias, etc. No resulta extraño, en este sentido, que tres de las obras en las que las causales con que son las más frecuentes sean piezas teatrales (Celestina, Alcalde, Estanquera) y que la cuarta tenga la forma de una epístola en la que Aristóteles aconseja a Alejandro Magno (Poridat).

El hecho de que aparezcan generalmente en el diálogo no quiere decir, sin embargo, que se vinculen necesariamente al registro coloquial. Es evidente que estas causales aparecen con frecuencia en contextos de oralidad coloquial pero no quedan excluidas del oral más formal, pues en muchos casos la conjunción que es la única que resulta natural. Por el hecho de contener una causal con que, no dejaría de ser formal una petición como por favor, puede ayudarme a rellenar el formulario, que no sé cómo hacerlo.

28.7.4. Etapas evolutivas

Teniendo en cuenta el tipo de causales en que puede aparecer la conjunción que y la posibilidad o no de alternar en estas causales, se pueden establecer dos grandes etapas en la evolución de esta conjunción:

a) En un primer periodo, que incluye la mayor parte de la Edad Media, la conjunción que aparece en las construcciones que hemos denominado correlati-vas y en las causales externas pospuestas, tanto en las orientadas al contenido proposicional o próximas, como en las orientadas a la fuerza ilocutiva. En esta etapa que compite sobre todo con ca en las causales pospuestas y, en la mayoría de las obras, ca es más frecuente, seguramente por el hecho de que era percibida como una forma más culta.

b) El segundo periodo arranca del final de la Edad Media y, con pocas diferen-cias llega hasta la actualidad. El uso de que en las construcciones correlativas ya

28.8 oraciones causales

3514

es poco habitual más allá del siglo xiv y lo mismo ocurre un poco más tarde con el uso de que en las causales explicativas orientadas al contenido proposicional. Si a esto se añade el hecho de que la conjunción ca pierde vitalidad a lo largo del siglo xv, nos encontramos con que en esta segunda fase que queda asociada a las causales pospuestas orientadas a la fuerza ilocutiva, en las que es la conjunción básica, y a otras causales de la enunciación como las metalingüísticas, donde son posibles otras conjunciones.

28.8. la conjunción porque y otras locuciones con por

La preposición causal por puede aparecer en diferentes construcciones y tener como término, o complemento de la preposición, elementos de naturaleza diversa: una fn, como en el ejemplo ya citado (69a), que en ciertas combinaciones ha dado lugar a locuciones prepositivas (69b) o conjuntivas (69c); un adjetivo (69d); el pronombre interrogativo qué (69e); un pronombre relativo o una oración de relativo sin antecedente (69f), que en el caso del relativo cuanto se gramaticalizó como la locución conjuntiva por cuanto (69g); un pronombre demostrativo, en construcciones más o menos lexicalizadas que funcionan como conectores discur-sivos (69h); una subordinada en infinitivo (69i); y finalmente, una subordinada en forma personal introducida por la conjunción que en una construcción en la que la preposición y la conjunción que ya debían de presentar un alto grado de lexicalización desde antiguo (69j) (→ Capítulo 13).

(69) a. Tod esto les fizo el moro por el amor del Çid Campeador [Cid, 2658] b. Onde cayó en estos siete pecados mortales e en aquella pena tan

luenga por razón de la muerte de su hermano Abel [gei, 1.16] Elicia, caresciendo de la castimonia de Penélope, determina de des-

pedir el pesar y luto que por causa de los muertos trae [Celestina, 17.306]

c. E fue esto por razón que avié en el cuerpo de luengo tanto como dos omnes, e porque sabié muy bien estos dos lenguages e estas leyendas, lo de Grecia e lo de Egipto [gei, 2.169]

y tanbién se le quedó este nonbre a un Juan Pérez de Arteaga, vezino de la Puebla, por causa que sienpre andaba con doña Marina y con Gerónimo de Aguilar deprendiendo la lengua [Bernal, 180]

d. Riebtot el cuerpo por malo & por traydor [Cid, 3343] e. Quando las non queriedes, ya canes traydores, / ¿Por que las sa-

cauades de Valençia sus honores? [Cid, 3264] f. Por en vino aaquesto por que fue acusado [Cid, 112]

origen de la conjunción porque 28.8.1

3515

et contol la razón porque allí viniera [Lucanor, 96] A Todos alcança ondra por el que en buen ora naçio [Cid, 3725] Alegre es myo Çid por quanto fecho han [Cid, 1684] g. Mucho uos lo gradesco commo a Rey & a señor, Por quanto esta cort

fiziestes por mi amor [Cid, 3147] h. De quanto el fiziere yol dar por ello buen galardon [Cid, 2641] Por esso sali de mi tierra & vin uos buscar [Cid, 2371] Et por ende, fízol Dios tanta merçed quel prometió et le aseguró

que avría la gloria de Paraýso [Lucanor, 70] i. Et lo que yo dixe non lo dixe sinon por ser sabidor de tu bondad

et de tus buenas costunbres [Calila, 178] j. Mas por que me vo de tierra, douos .L. marchos [Cid, 250]

La preposición por, la conjunción porque y la locución por razón / causa (de) que pueden utilizarse también con un significado final, aunque este significado pierde vitalidad a medida que se generaliza la conjunción para que (Melis 1997) (→ Capítulo 29) y ya es residual a partir del siglo xviii:

(70) lo fizo por tirar de los omnes la pereza que avién de la remembrança de Dios, e abivarlos porque se membrassen d’él e le adorassen yl guardassen más e mejor e coñociessen so fazedor [gei, 1.34]

Y porque coste lo firmamos a rruego y encargo de Luis Castillo [dlne, 1776, 247.599]

E razonava esto Josep contra ellos por razón de sosacarles si era aún bivo su padre o cómol iva [gei, 1.444]

los lutos todos se fasen syn asul e quedan quemados, por razón que se puedan aprovechar dellos después de dexados, deven ser tintos de buena tinta [Francisco de Prato, Primera respuesta-informe, 1495, España, corde]

En este capítulo nos centraremos únicamente en las construcciones causales y, dentro de estas, en las que contienen una conjunción o locución conjuntiva. Para una visión general de los usos causales y finales de la preposición por y de las construcciones en las que aparece, véase (→ Capítulo 29) (→ Capítulo 13).

28.8.1. El origen de la conjunción porque

El origen de la conjunción porque es transparente y, como se ha indicado, procede de la lexicalización de la preposición causal por y la conjunción que, a partir de

28.8 oraciones causales

3516

las construcciones en las que por selecciona como complemento una subordinada sustantiva con que. En todas la lenguas románicas se formaron conjunciones o locuciones conjuntivas a partir de preposiciones equivalentes a por y la con-junción que, siguiendo uno de los dos patrones existentes en latín tardío: el patrón más general que presenta un demostrativo fórico entre la preposición y la conjunción, pro eo quod, o el patrón más innovador sin el demostrativo, propter quod, o la más tardía pro quod. A diferencia de las lenguas galorromá-nicas, en las que predomina el primer patrón, o del italiano, que presenta los dos patrones con preferencias dialectales, en las iberorrománicas se impuso el segundo patrón y la conjunción porque aparece desde los primeros textos y ya se documenta, como traducción de quod, en las Glosas silenses (71a). En algún caso, también se utilizan locuciones con el demostrativo intercalado, pero estas locuciones aparecen básicamente en textos aragoneses, como la Fazienda (71b) o las obras de Fernández de Heredia (71c), por lo que se puede pensar en una influencia del catalán.

(71) a. Eo [in tantum / por eu ende] quod [por ke] geminauerit [duplicaot] scelus, et .xvii. annis peniteat [Glosas silenses, apud Menéndez Pidal 1926/1950:84]

b. Dixo Nuestro Sennor a Salomon: “Per ço que fue esto contigo e non guardest mio firmamiento ni mios fueros quet comendé” [Fazienda, 150]

E por esto que dexaron al Criador e sirvieron los ydolos, dixo por ellas: “Qual la madre tal la fija” [Fazienda, 171]

c. Et assin Anibal por esto que Sçipion hauie estado esleydo duch por los Romanos. & enuiado contra el lo reputaua hombre de grant ualor [Juan Fernández de Heredia, Gran crónica de España, 1385, corde]

la qual isla non era mucho aluniada del regno de Menalao, por esto que estaua en la fruent de sus terminos et con poco nauegar se passaua en ella dalli [Juan Fernández de Heredia, Historia troyana, 1376-1396, corde]

Et por esto que sus enemigos no lo dexauan beuir en paz, mas lo prosigujan con armas, neçesaria cosa era el saluar su persona gue-rreando [Juan Fernández de Heredia, Vidas paralelas, 1379-1384, corde]

Diferentes autores han explicado la formación de porque a partir de la elisión del demostrativo fórico en locuciones del tipo por (es)so que (Bastardas 1953:189; Batllori y Suñer 2009:311; Elvira 2002; Moreno 1985-1986:174). Sin necesidad de recurrir a estas construcciones —poco documentadas como ya dijimos— se puede

clases de causales introducidas por porque 28.8.2

3517

pensar también en un cambio analógico, que parte de la alternancia que se da entre fn y subordinadas en función de complemento directo, dice {la verdad / que no fue él}, y que generaliza esta alternancia a la función de complemento de una preposición donde inicialmente sólo era posible una frase nominal: por esta razón y, por analogía, porque tenía razón. Sea como fuere, la pregunta que queda aún sin contestar es por qué este patrón innovador se generalizó tan pronto en iberorromance, sobre todo por contraposición al galorrománico. La respuesta tal vez haya que buscarla en la inexistencia en las lenguas iberorrománicas de un demostrativo puramente fórico y muy gramaticalizado equivalente al ce del francés o al ço del catalán y el occitano. Centrándonos en castellano, los demostrativos fóricos esso y aquesso no resultan adecuados, ya que están muy poco gramaticalizados y mantienen una clara relación con los demostrativos deícticos —esto o aquesto y aquello en castellano—. La forma lo, por otra parte, se comporta más como un artículo o un pronombre que como un demostrativo. Esta falta de un demostrativo adecuado tal vez favoreció la posibilidad de que la preposición pudiera seleccionar directamente una subordinada con que, per-mitiendo así que la secuencia porque se lexicalizara rápidamente.

Una prueba clara de esta lexicalización es el hecho de que en las construcciones coordinadas se use generalmente porque en todos los elementos coordinados, a diferencia, por ejemplo, de lo que ocurre en francés con parce que, donde pue-de utilizarse únicamente que después del primer elemento coordinado (72a). Como hemos indicado más arriba, en español encontramos ejemplos de que en enumeraciones de causas o razones (§28.6.1), pero no parece posible analizar estos casos como construcciones en las que la preposición por toma como término diferentes subordinadas con que. Sí que parece responder a esta estructura un ejemplo como (72b), pero se trata de casos aislados.

(72) a. quelques mazarines avaient attiré l’attention de Charles Nisard, parce qu’elles sont écrites en patois et qu’elles rapportent les con-versations de deux paysans [Rosset, Les origines de la pronontiation moderne, apud Sandfeld 1977:307]

b. ca todo aquello quel rey le dixiera, non fuera porque el rey oviese voluntad de lo fazer, sinon que algunos quel querían mal avían puesto al rey quel dixiese aquellas razones por le provar [Lucanor, 57]

28.8.2. Clases de causales introducidas por porque

La conjunción porque puede aparecer en subordinadas antepuestas y pospues-tas, y una misma oración compuesta puede contener los dos tipos de causales.

28.8 oraciones causales

3518

(73) E por que en latin es llamado el cobre de que fazen moneda es, eris, finco aquel nonbre era porque es de aranbre e se faze moneda segund dicho es de aranbre [Pedro I, 1.29]

I, por que este genero de nombres aún no tiene nombre, osemosle nombrar aumentativo, por que por El acrecentamos alguna cosa sobre el nombre principal de donde se deriva [Nebrija, 62]

Este mismo comportamiento, como veremos, reaparece en otras conjunciones que contienen la preposición por, como por cuanto o por razón / causa (de) que, pero no en el resto de conjunciones causales que o bien presentan fuertes restric-ciones respecto a la posición que ocupan (ca y que en subordinadas pospuestas, como en antepuestas) o bien se usan inicialmente sobre todo en las antepuestas y progresivamente van desplazándose a las pospuestas (pues (que), puesto que, ya que). La ductilidad de porque y de las otras locuciones conjuntivas con por se debe de atribuir, por lo tanto, al hecho de que están integradas por la preposición por y de que esta conserva intacto su significado causal. El comportamiento de las subordinadas con porque es, por lo tanto, idéntico al de las fp con por y la única diferencia tiene que ver con el carácter complejo y más pesado de las subordinadas, que es un factor que puede favorecer la posposición. En el cuadro 4 abajo, se indica la posición de las subordinadas con porque en las obras del corpus. Como ocurre con las fp con por la posición más habitual es la pospuesta, aunque la anteposición presenta una frecuencia más alta en ciertas obras. Sólo a partir de finales del siglo xvii la anteposición resulta cada vez menos frecuente.

Cuadro 4Posición de las subordinadas con porque

Antepuesto Pospuesto

xii 58% (11/19) 42% (8/19)xiii 23% (36/157) 77% (121/157)xiv 46% (84/181) 54% (97/181)xv 14% (95/698) 86% (603/698)xvi 11% (75/690) 89% (615/690)xvii 6% (32/497) 94% (465/497)xviii 1% (8/572) 99% (564/572)xix 1% (7/635) 99% (628/635)xx < 1% (1/231) 99% (230/231)xxi 100% (355/355)

causales externas antepuestas con porque 28.8.2.1

3519

La misma ductilidad que presentan las causales con porque respecto a la posición se manifiesta también en el hecho de que las pospuestas con esta con-junción pueden aparecer tanto en una posición interna al predicado, y funcionar como adjuntos circunstanciales, como en una posición externa, y funcionar como adjuntos de toda la oración, antepuestos o pospuestos a la oración principal. En esta doble posibilidad vuelven a coincidir porque y por cuanto, que se diferencian así del resto de conjunciones que aparecen en causales pospuestas, que o bien se usan en las causales externas (ca, que, pues, ya que, por citar las más usuales) o bien en las internas (debido a que, gracias a que).

28.8.2.1. Causales externas antepuestas

De los dos tipos de causales que pueden aparecer antepuestas a la oración prin-cipal, las causales con porque tienen un carácter neutro (véase supra §28.4.2.2) y, por eso, se comportan igual que las antepuestas con como y se diferencian de las antepuestas con ya que, pues (que) o puesto que. El paralelismo entre porque y como se puede constatar en el ejemplo de (74a), que contiene dos oraciones causales casi idénticas, una con como y otra con porque, y en los ejemplos de (74b), en los que se coordina una subordinada con como y otra con porque. En estos últimos la introducida con porque aparece en segundo lugar y puede es-tar modificada por un adverbio o sintagma focal, como ocurre con las causales pospuestas con porque.

(74) a. El Bien, commo es bueno et mesurado, non quiso escoger... Et el Mal, porque es malo et derranchado, plógol ende et dixo que tomasse el Bien los corderuelos assí commo nascían... [Lucanor, 224]

b. Como estauades ay comiendo e porque yo vos dudaua sobre todos los omnes del mundo fiçe vos tomar vuestras armas e vuestro cauallo [Anónimo, Lanzarote del Lago, ca. 1414, corde]

Y como suelen ir los cestos maltratados, y también porque la uva en aquel tiempo está muy madura, desgranábasele el racimo en la mano [lt, 36]

Como llovía recio y el triste se mojaba, y con la priesa que llevába-mos de salir del agua, que encima de nós caía, y, lo más principal, porque Dios le cegó aquella hora el entendimiento (fue por darme dél venganza), creyóse de mí [lt, 45]

Como ocurre con las causales con como, las antepuestas con porque tienen un carácter temático y pueden retomar una información introducida previamente

28.8 oraciones causales

3520

en el discurso, pero esto no es necesario; en el ejemplo (75), de las tres causales antepuestas con porque, la primera y la tercera retoman lo que se acaba de decir inmediatamente antes, pero la segunda contiene información nueva. Lo que caracteriza las causales antepuestas con porque no es, por lo tanto, que contengan información conocida o que esta se pueda deducir del contexto, sino que se trata de una información secundaria, de la cual se parte para introducir la información más relevante contenida en la principal. Más que el contenido de la subordinada, lo consabido es la vinculación que se establece entre esta y la principal, y, concretamente, el hecho de que dada la situación a la que se refiere la subordinada se producirá un efecto como el que se expresa en la principal. No nos detendremos más en estos valores informativos que analizaremos con más detalle para la conjunción causal como (véase infra §28.10.2.2).

(75) pero todos se semejan en tanto que todos usan et quieren et aprenden mejor aquellas cosas de que se más pagan que las otras. Et porque cada omne aprende mejor aquello de que se más paga, por ende el que alguna cosa quiere mostrar [a otro], dévegelo mostrar en la ma-nera que entendiere que será más pagado el que lo ha de aprender. Et porque [a] muchos omnes las cosas sotiles non les caben en los entendimientos, porque non las entienden bien, non toman plazer en leer aquellos libros, nin aprender lo que es escripto en ellos. Et porque non toman plazer en ello, non lo pueden aprender nin saber así commo a ellos cunplía [Lucanor, 49]

De manera semejante también a las causales con como, las antepuestas con porque expresan en muchos casos propiedades características de un sujeto, ver-dades de carácter general o situaciones que se repiten habitualmente y por eso mismo se construyen con frecuencia en tiempos imperfectivos como el presente y el imperfecto de indicativo (76a). Aunque con menos frecuencia, la causal puede expresar también situaciones activas y construirse con tiempos perfectivos (76b).

(76) a. Alexandre, por que el cuerpo es feneçido e uiene en el mucho danno con la humores diuersas que a en el, toue por bien de meter en este tractado cosas estrannas de poridades de fisica e de su hordenamiento [Poridat, 151]

E si es del tiempo en que están, maguer saben los comienços de los fechos que en él se fazen, porque non pueden saber la fin cuál será tenemos que non lo saben complidamientre. Mas del tiempo passado porque saben los comienços e los acabamientos de los fechos que ý se fizieron dezimos que alcançan los omnes por este tiempo cierta-

causales externas antepuestas con porque 28.8.2.1

3521

mientre el saber de las cosas que fueron. Onde porque el saber del tiempo que fue es cierto e non de los otros dos tiempos, assí como dixiemos, trabajáronse los sabios omnes de meter en escrito los fechos que son pasados... [gei, 1.5]

E porque es costumbre de mançebos usada / querer sienpre tener alguna enamorada, / por aver solaz bueno del amor con amada, / tomé amiga nueva, una dueña ençerrada [lba, 167a]

Y porque no ay otro que dezir, Nuestro Señor me deje ber presto con bien a v. m. y a todos los demas y a ella [dlne, 1585, 78.239]

b. Por que non fezist lo que el Criador mando, ve o fueres e matarte a un leon [Fazienda, 127]

Assi diz el (el) Sennor, Dyos de Israel: Por que orest a mi por Sena-cherib, el rey de Sur, que denosto al Dyos vivo, e a ti e a toda tu yent, non verna a esta cibdad ni non y traera saeta ni algarra [Fazienda, 155]

Al igual que ocurre con cualquier otra causal antepuesta, las causales con porque aparecen en algún caso coordinadas, como muestran los ejemplos de (74b) arriba, en los que se coordinan causales con como y porque, o los siguientes en los que se coordinan causales con porque o con otras construcciones con por:

(77) E este Jubal por aquel saber del arte de la música que él avié fallado que se non perdiesse en la fin, mas que fincasse pora los que viniessen después d’él e d’essa fin, e otrossí porque maguer que sopiera esto de las fines e non aprendiera cuál d’ellas serié primero... [gei, 1.24]

Otras cossas estrañas, muy graves de creer / vi muchas en la tienda; mas por non vos detener, / e porque enojoso non vos querría ser, / non quiero de la tienda más prólogo fazer [lba, 1031c]

Las causales antepuestas, por otra parte, aparecen con cierta frecuencia en correlación con un conector discursivo, como por (aqu)eso (78a), por ende (78b), por tanto (78c), o una frase preposicional (78d), que retoman anafóricamente el contenido de la subordinada y refuerzan la conexión de causa-efecto estableci-da entre esta y la principal. Estas correlaciones son también frecuentes en las oraciones concesivas (→ Capítulo 30) y, en ambos casos, sin llegar a desaparecer del todo, pierden vitalidad a partir del Renacimiento.

(78) a. e dezildes, por que entendistes en el danno d’ellos, por esso lo allongastes d’ellos [Poridat, 137]

mas porque cada día veo pasar esto, / por aqueso lo digo [lba, 151c]

28.8 oraciones causales

3522

...no todas las lenguas tienen unas mesmas propiedades, antes, por-que cada una tiene las suyas propias, por esso se llaman propiedades [Diálogo, 236]

y porque no sabemos de qué manera lo hazéis, por eso no las emos sacrificado agora delante de vosotros [Bernal, 170]

¡Pobre de mí! Porque no miento ni sé fingir, por eso me llaman picarona [cn/Sí, 196]

b. Et porque cada omne aprende mejor aquello de que se más paga, por ende el que alguna cosa quiere mostrar a otro, dévegelo mostrar en la manera que entendiere que será más pagado el que lo ha de aprender [Lucanor, 49]

Et porque de todo bien es comienço e raiz / la Virgen Santa María, por ende yo, Juan Roiz, / Arçipreste de Fita, d’ella primero fiz / cantar de los sus gosos siete [lba, 19ab]

Por que segund la buena hordenança de las coronicas, es vsado e acostunbrado que en fin del año... se cuenten algunos fechos notables e grandes que acaesçieron por el mundo..., por ende nos queremos aqui tener esta hordenança e cada que el cuento se cunpla, contaremos en fin del año lo que acaesçio en otras partes [Pedro I, 1.68]

c. Porque de muchas dueñas mal querido sería / et mucho garçón loco de mí profaçaría, / por tanto non te digo el diezmo que podría [lba, 422a]

d. Porque cató el mi señor Dios la omildat de mí, que só su sierva, por esta razón me llamarán todas las gentes bien aventurada [Lucanor, 269]

Las causales antepuestas con porque se han mantenido hasta la actualidad, pero su uso en el español contemporáneo es más reducido que en épocas ante-riores. Como muestra el cuadro 4 arriba, las causales antepuestas con porque aparecen en la mayoría de las obras del corpus y son menos frecuentes que las pospuestas, con la excepción del Cantar de mio Cid, El conde Lucanor o el Libro de buen amor. Esta alta frecuencia se debe tanto al uso habitual de las causales antepuestas en estas obras, como al hecho de que inicialmente las causales con como eran poco habituales y las causales antepuestas neutras se construían preferentemente con porque. En el cuadro 5, se compara la frecuencia de las causales antepuestas con porque y como en las obras del corpus.

Como muestra el cuadro 5 abajo, las causales con como son poco frecuentes hasta mitad del siglo xv. Desde este momento hasta principios del xvii aumenta considerablemente su frecuencia, debido sobre todo a su uso en construcciones en las que presenta un significado a mitad de camino entre causal y temporal

causales externas antepuestas con porque 28.8.2.1

3523

(véase infra §28.10.3), y no compite por lo tanto con porque. A partir de este momento, sin embargo, la conjunción como ya es el recurso más habitual en las causales antepuestas y desplaza progresivamente en esta función a porque, que queda relegada básicamente a casos en los que no es posible el uso de como; por ejemplo, cuando no se asevera el contenido de la subordinada porque se trata de una causa no efectiva (79a) o posible (79b), o cuando la causal es mas enfática (79c) o está focalizada (79d).35

(79) a. Así, no porque se diga “Vivimos felices”, “Con dificultad deja el hom-bre las preocupaciones que en los primeros años se le han infundido”, se dirá en construcción diferente: “Se vive feliz” [Bello 1847/1988:508]

b. Y ya por echarla de fino, ya porque está embobado y embelesado mirando a Juana con ojos de carnero a medio morir y sin atender al juego, lo cierto es que Juana le pela, ganándole diez o doce reales cada noche [Juanita, 110]

c. el tendero, sólo porque se enriquece, pretende ser marqués [Juanita, 140]

Porque ha venido a casa de tertulia, y porque me ha regalado el traje y porque las malas lenguas murmuran, piensa él remediar el mal casándose conmigo [Juanita, 160]

35 En este último caso, de hecho se trata de una causal interna que ocupa la posición de foco y no la temática.

Cuadro 5Causales antepuestas con porque y como

Porque Como

xii 79% (11/14) 21% (3/14)xiii 72% (36/50) 28% (14/50)xiv 76% (84/111) 24% (27/111)xv 32% (95/296) 68% (201/296)xvi 46% (75/163) 54% (88/163)xvii 36% (32/88) 64% (56/88)xviii 14% (8/56) 86% (48/56)xix 4% (6/159) 96% (153/159)xx 7% (1/15) 93% (14/15)xxi

28.8 oraciones causales

3524

d. ¿Te acuerdas cómo nos metíamos en el mar entre los franchutes? Y casi ligamos y todo..., Porque se te notaba la raya la camiseta, que si no... [Estanquera, 104]

28.8.2.2. Causales internas pospuestas

La conjunción porque ha sido, a lo largo de toda la historia del español, la más habitual para introducir una causal interna, esto es, una causal que funciona como adjunto circunstancial y expresa una causa real o efectiva, como en (80) abajo. La estabilidad de porque en esta función hay que relacionarla, sin duda, con el hecho de que mantiene una relación transparente con la preposición por, que es también el recurso más habitual para introducir un complemento cir-cunstancial de causa cuando este contiene una fn o una oración de infinitivo: le pusieron una multa {por exceso de velocidad / por superar la velocidad permitida / porque superó la velocidad permitida}.

(80) Esto avino a fijos de Israel por que non oyeron la voz de so Sennor Dios e traspassaron sos comendamientos [Fazienda, 154]

e otrossí lo vedes en esta nuestra estoria que lo fiziemos nós porque lo fallamos assí ordenado en los libros de los sabios [gei, 1.535]

por aventura estos vuestros consejeros vos lo dizen porque saben que desque en tal fecho vos ovieren metido, que por fuerça abredes a fazer lo que ellos quisieran [Lucanor, 77]

Señora, sofríte con temor porque te ayraste con razón, porque con la yra morando poder no es sino rayo [Celestina, 4.170]

lo cual acontece por que, como diremos abaxo, todos los versos de que nuestros poetas usan, o son iámbicos ipponáticos o adónicos [Nebrija, 46]

Señora, he tardado porque han tenido que ir a comprar las velas [cn/Sí, 205]

Lo hacíamos porque nos daba la real gana, sin atender a que somos pobres y a que la gana de los pobres no es real [Juanita, 164]

No insistiremos ahora en las propiedades semánticas y sintácticas de estas causales, que ya han sido analizadas y ejemplificadas con la conjunción porque (véase supra §§28.4.1.1, 28.4.2.1). Apuntemos ahora que, como ocurre con las causales antepuestas, las internas también pueden aparecer en correlación con un conector discursivo (véase supra §28.6.2.1). En este caso, en la oración principal aparece el conector que avanza catafóricamente el contenido de la subordinada dislocada a la izquierda:

causales externas pospuestas con porque 28.8.2.3

3525

(81) por esto los maestros, que son sabios, ante han cura del mal de la cabeça que de los otros membrios del cuerpo, & por ende, la melezina es ante, porque entiende el maestro que ay mayor periglo [Anónimo, Fuero juzgo, ca. 1250-1260, corde]

E sobr’esto tales profetas e tales enfeñidores de sueños como estos que a vós vinieren e assí dixieren non los creades, mas que mueran por ello, porque vos quieren tornar a mal e partirvos de vuestro Señor Dios [gei, 2.893]

Y ¿para qué es la fortuna favorable y próspera sino para servir a la honrra...? Que esto es premio y galardón de la virtud. Y por esso la damos a Dios, porque no tenemos mayor cosa que le dar [Celestina, 2.130]

Si lo tuviesse por bueno usaríalo; pero por esso no lo uso, porque no lo tengo por tal [Diálogo, 166]

Pues por eso no he querido ser largo, porque mejor comprarás un pliego regular de cuatro cuartos que una certificación de veinte reales [Correo, 100]

28.8.2.3. Causales externas pospuestas

También desde los primeros textos, la conjunción porque puede aparecer en las causales pospuestas externas al predicado de la oración principal y su frecuencia aumenta en este contexto a medida que ca cae en desuso y que va quedando restringida a las causales orientadas a la fuerza ilocutiva. A partir de este momento, porque compite en las causales externas pospuestas sobre todo con pues (que) y, a medida que esta pierde vitalidad, con ya que. En el cuadro 1 del §28.6.2, ya dimos cuenta de la competencia de ca, que, porque y pues o pues que en las causales pospuestas hasta la primera mitad el siglo xvii. Completamos ahora la información con el cuadro 6 abajo, en el que se indica la frecuencia de porque, pues (que) y ya que a partir del siglo xviii. Como muestran las cifras de los dos cuadros, porque es la única conjunción que se ha mantenido estable en las causales pospuestas a lo largo de la historia del español, pero siempre en compe-tencia con otra conjunción, que se ha tendido a asociar a registros más formales: ca hasta mitad del siglo xv, pues (que) especialmente entre el xviii y mitad del xix, y ya que en la actualidad.

La conjunción porque puede aparecer en diferentes tipos de causales externas pospuestas, tanto en las vinculadas al enunciado como a la enunciación, como indicamos supra en §28.4.2.2. Para no repetir información, apuntaremos ahora

28.8 oraciones causales

3526

que la conjunción porque se usa especialmente en las causales orientadas al contenido proposicional, que permiten explicar el contenido de toda la oración principal o de alguno de sus constituyentes, y es en esta función donde compite fundamentalmente con las conjunciones que acabamos de mencionar.

(82) —Prisióme piadat porque maté a Sençeba, porque era entendido et onesto et de buen amor et leal, et he duelo dél [Calila, 177]

e paraíso quiere dezir tanto como logar decerca la gloria, porque tan vicioso es aquel logar que el su vicio tan grande es que acerca llega d’él la gloria del paraíso celestial [gei, 1.8]

que se había de llamar, cuando fuese gitano, Andrés Caballero, porque también había gitanos entre ellos deste apellido [Gitanilla, 61]

Todo cuanto aquí se ha dicho sucedía a bordo, por que sólo en Puliubi y en la isla despoblada de la Nueva Holanda, para hacer agua y leña

Cuadro 6Causales pospuestas con porque, pues (que) y ya que

Obra Porque Pues (que) Ya que

xviii Correo 53% (88/166) 45% (75/166) 2% (3/166) Vida 80% (247/307) 18% (55/307) 2% (5/307) glc 62% (119/192) 38% (73/192) dlne 72% (80/111) 28% (31/111) cn 100% (30/30) xix Castillo 54% (28/52) 46% (24/52) Noches 73% (69/94) 27% (25/94) dlne 54% (31/57) 46% (26/57) Bello 82% (244/296) 18% (52/296) Navidad 74% (42/57) 26% (15/57) Tradiciones 41% (44/107) 59% (63/107) Juanita 86% (170/198) 8% (15/198) 6% (13/198)xx Pedro Páramo 88% (78/89) 7% (6/89) 5% (5/89) Pasos de López 100% (114/114) Estanquera 91% (10/11) 9% (1/11) Fotografía 97% (28/29) 3% (1/29) xxi Excélsior 39% (34/87) 30% (26/87) 31% (27/87) Reina 92% (204/221) 7% (16/221) > 1% (1/221) rae-asale 32% (34/106) 2% (2/106) 66% (70/106) El País 76% (83/109) 7% (8/109) 17% (18/109)

causales externas pospuestas con porque 28.8.2.3

3527

y para colchar un cable de bejuco, nos desembarcaron [Infortunios, 104]

Los primeros años de la mocedad de Juanita habían sido algo dificul-tosos, porque su madre no había alcanzado aún la extraordinaria reputación de que después gozaba... [Juanita, 87]

La sonrisa del Gato Fierros relucía como la hoja de un cuchillo mojado, porque era una sonrisa húmeda y peligrosa [Reina, 34]

También pueden aparecer en las orientadas a la fuerza ilocutiva, aunque no son habituales en los casos más marcados en los que se justifica una orden o prohibición (83a), una pregunta (83b), la expresión de un deseo mediante una exclamación (83c), una afirmación enfática (83d), etc. Como ya indicamos, en este tipo de causales se usan preferentemente que y ca en los textos más antiguos, y que hasta la actualidad, pero también es posible porque a partir del momento en que ca cae en desuso, sobre todo si la justificación está más desvinculada de la actitud del emisor o de las circunstancias que rodean el acto de habla y más orientada al contenido proposicional. En este tipo de causales porque puede aparecer más fácilmente que que seguida de la locución si no o de lo contrario en contextos en los que la subordinada expresa la consecuencia que se derivaría de no producirse lo que indica la oración principal (83e).36

(83) a. Fijo de omne, llama las bestias del campo e avívalas e enrízalas, e diles: ayuntadvos e venid porque vos dó yo grand sacrificio [gei, 1.273]

—Preciosica, canta el romance que aquí va porque es muy bueno [Gitanilla, 40]

Que viendo esto, el difunto Miranda dijo a Ciriaco: “bamonos porque este yndio es mui tavista y te ganará” [dlne, 1813, 314.717]

b. —¿Quién diablos os trujo por aquí, hombre, a tales horas y tan fuera de camino? ¿Venís a hurtar por ventura? Porque en verdad que habéis llegado a buen puerto [Gitanilla, 85]

36 Notemos, por otra parte, el uso de porque con una función exhortativa en mensajes pu-blicitarios como los siguientes, analizados por Garachana (2000): “Porque tú buscas algo más. Nuevo Ford Focus”, “Porque todos los hombres tienen Allure. Allure. La nueva fragancia mascu- lina de Chanel”, “Leesures by Lee. Porque tú sabes dónde te metes”, “L’Oréal París. Porque yo lo valgo”. Como señala esta autora, se trata de anuncios, frecuentes de un tiempo a esta parte, en los que la causal aparece como oración independiente junto al nombre del producto que se anuncia. La causal, por lo tanto, justifica la exhortación implícita que se dirige a un tú genérico ‘compra / usa x, porque...’ o el acto de decisión que se pone en boca de un yo genérico ‘yo compro / uso x, porque...’.

28.8 oraciones causales

3528

Ese puño magnético y viril que dirigió como nadie a Mozart, a Bach y a Berlioz, ¿qué dejó sino el recuerdo, tan frágil como un sello de cristal, de una interpretación juzgada, en su momento, genial e irrepetible? Porque el maestro jamás permitió que se grabara ninguna de sus funciones [Inez, 24]

c. Pero ¡ojala y nunca ubiera ido!, porque se portó peor de lo que imajiné y de lo que puedo explicar [dlne, 1806, 299.698]

d. —Eso no —dijo Andrés—, porque no hay mula de alquiler que no sea conocida de todos los mozos de mulas que trajinan por España [Gitanilla, 73]

¿Queréys hazer lo que yo os diré y venceréys? Sí, porque no pretendo otra cosa sino vencer y triunfar de mis enemigos [Jerónimo Urrea, Diálogo de la verdadera honra militar, 1566, España, corde]

e. ¡calla, viejo!, y ten por bien de perdonar los tres pesos, porque si no, yo os juro a Dios que os an de matar. ¡Y calla la boca! [dlne, 1576, 56.200]

y mira que has de ser mi marido, porque, si no, yo pediré a Marién que te castigue [Quijote i, 40.470]

preferían batear por la zurda, entonces que se quitara de en medio, cabrón, porque de lo contrario allí mero se fajaban a plomazos como gallos de palenque [Reina, 39]

28.8.3. Construcciones especiales con porque

Nos ocupamos a continuación de dos construcciones particulares: la locución porque sí y las construcciones en las que no se explicita el predicado verbal (lo hará él, porque yo no).

28.8.3.1. La locución porque sí

La construcción porque sí funciona como una locución adverbial de manera con un significado próximo a ‘sin causa justificada’, ‘por simple voluntad o capricho’ (rae 2001:s.v. sí), pero al mismo tiempo presenta las características propias de una subordinada causal (rae-asale 2009:§46.2j) y, en este sentido, equivale a ‘porque lo digo yo’, ‘porque le da la gana...’ (Fernández Meneses 2010). Como ocurre con otros adverbios de manera, puede adjuntarse o aparecer en aposi-ción a la proforma adverbial así (84a) y coordinarse con un adverbio de manera

locución porque sí 28.8.3.1

3529

(84b); pero como una subordinada causal también puede coordinarse con otras construcciones causales (84c) o tener en aposición una subordinada causal (84d).

(84) a. “Sin argumentar nada, con un ‘usted váyase’, por las buenas, no es justo, porque no se puede condenar así porque sí”, alegaron [La Vanguardia, 16-07-1995, España, crea]

b. Yo creo que está bien limitarse cuando las circunstancias exteriores le acotan a uno el campo; pero limitarse voluntariamente y porque sí, me parece absurdo [Pío Baroja, Memorias, 1944-1949, España, corde]

c. Cansado ya de dar razones y de no ser oído, tomé el pueril arbitrio de responder a los que con importunidad me instaban, diciéndoles: Vivo retirado porque sí, y porque quiero [Martín Sarmiento, El porque sí y porque no, ca. 1772, España, corde]

Que si hay que aprenderse el movimiento uniformemente acelerado no sea porque sí, y porque lo pone el libro, sino por su aplica-ción práctica a las cuestiones de la vida cotidiana [Moisés Cayetano, Autonomías, 1980, España, crea]

d. Pregunté a mi tío por qué había dicho que aquel canario era mejor que los demás: —Pues porque sí, porque lo es [Rosa Chacel, Desde el amanecer, 1972, España, corde]

La locución, concretamente, se comporta como una causal interna y como ocurre con estas puede encontrarse dentro del alcance de la negación (85a) y aparecer focalizada en las construcciones negativas restrictivas (85b), admite la modificación de un adverbio focal (85c) y puede usarse como respuesta a una interrogativa con por qué (85d).

(85) a. Como se comprenderá, el pequeño redujo sus impresiones a un ai-rado gimoteo, pues los milagros no se producen porque sí [Manuel Mujica, Bomarzo, 1962, Argentina, corde]

b. Pues le quería yo pedir que yo prefiero entenderme con usted, y no porque la señora sea extranjera, sino porque sí. Porque con un hombre es distinto [Juan García, Mary Tribune, 1972, España, corde]

c. La Chunca había encomendado al muchacho con unos vecinos, bajo la promesa de mandarles algunos centavos, y ahora resultaba que estas buenas gentes se lo devolvieron ayer sin explicar nada, nomás porque sí [José Revueltas, El apando, 1969, México, corde]

28.8 oraciones causales

3530

—¿Sabes que nos ha prohibido que comamos la fruta de ese árbol?... Ah, no se digna dar razones. Simple y sencillamente porque sí [Rosario Castellanos, El eterno femenino, 1975, México, crea]

Todo el día ella no hace otra cosa que darle órdenes y fastidiarlo sólo porque sí [Humberto Moreno, El toque de Diana, 1981, Colombia, crea]

d. —Jamás / tan necia locura vi. / En Madrid, ¿quién reparó / si hay gente en la calle? / —Yo. / —Y vos ¿por qué? / —Porque sí [Pedro Calderón de la Barca, Guárdate del agua mansa, 1649, España, corde]

Ángeles. ¿Por qué, vamos a ver? / Tocho. “¿Por qué, vamos a ver?”, porque sí [Estanquera, 92]

La locución empieza a documentarse junto a porque no a finales del siglo xvi, como muestra el fragmento de (86a). Su origen, seguramente hay que buscarlo en las respuestas a una interrogativa con por qué, aunque sólo porque sí ha alcanzado un grado importante de lexicalización, que explica, por ejemplo, que pueda aparecer nominalizada (86b).

(86) a. pone aquí Aristóteles la diferencia que hay entre el porfiado y el constante... Y así, el constante sabe dar razón de su parecer, pero el porfiado no otra sino porque sí y porque no [Pedro Simón Abril, Ética, ca. 1577, España, corde]

b. Un solo porque sí es sobrada respuesta para algunos [Fray Martín Sarmiento, El porque sí y porque no, ca. 1772, España, corde]

El auténtico “querer” es siempre un porque sí —algo absoluto y oriundo de sí mismo [José Ortega y Gasset, Artículos, 1917-1933, España, corde]

28.8.3.2. Construcciones con elisión del predicado verbal

Las subordinadas causales presentan fuertes restricciones a elidir el predica-do verbal a diferencia de lo que ocurre en las coordinadas que contienen una partícula de polaridad (no, sí, tampoco, etc.): él se fue, pero nosotros no (Brucart 1999:§43.2.3). No obstante, de manera semejante a ca (véase supra §28.6.3), las causales con porque admiten en español coloquial la elisión del predicado verbal en casos en los que la causal es negativa y se establece un contraste con la principal, lo cual hace que la causal asuma un matiz adversativo, como en (87). Si la locución porque sí se relaciona con las causales internas, en este caso se trata de causales externas, que pueden aproximarse a las construcciones coordinadas, por el hecho de que la subordinada ocupa una posición periférica.

locución por cuanto 28.8.4.1

3531

(87) Será la última vez, porque a la próxima, ya no [Fotografía, 15] la casa de la de La Chata era una la una casa de de prostitución, en la

que bueno, pues allí ibas y dabas lo dabas cuarenta duros ¡daban cuarenta duros! porque yo no. sí sí sí. y y fue famosa sí, era famosa [Anónimo, Conversación 13, sin año, España, crea]

Yo lo que veo que además de Generativa, ¿no? todos saben un montón porque yo no Sí sí sí sí, que en la Complutense no hay nada. Pero es que no damos Generativa [Anónimo, Vía pública, conversación con un insumiso, 16-05-91, España, crea]

Recuerdo que íbamos de bache en bache ¡pum! ¡pum! ¡pum! por esa carreterita destartalada y el carro a toda desbarajustándose, como se nos desbarajustó después Colombia, o mejor dicho, como se “les” desbarajustó a ellos porque a mi no [Fernando Vallejo, La virgen de los sicarios, 1994, Colombia, crea]

28.8.4. Locuciones conjuntivas con por

28.8.4.1. La locución por cuanto

Como en el caso de porque, el valor causal de la locución por cuanto está marcado léxicamente por la preposición por. En los dos casos, se puede considerar que inicialmente la preposición seleccionaba como complemento una oración subor-dinada: una oración subordinada sustantiva, introducida por la conjunción que, y una oración de relativo, introducida por el relativo cuantitativo cuanto ‘todo lo que’. En ambos casos, además, la conjunción se ha formado por un proceso de reanálisis que convierte la secuencia [por + nexo subordinante] en una conjun-ción compuesta (88a) en una locución conjuntiva (88b) y permite analizar la fp inicial como una oración subordinada:

(88) a. [fp

por [Osub que ...]] > [Osub porque ...] b.

fp por [Osub cuanto ...]] > [Osub [por cuanto] ...]

La diferencia entre estos nexos tiene que ver con el carácter meramente nexual de que y el carácter relativo de cuanto. En el primer caso, por lo tanto, el cambio sólo implica un proceso de lexicalización progresiva de porque, mien-tras que en el segundo requiere también que cuanto deje de funcionar como relativo. El carácter pronominal de cuanto se puede observar en los ejemplos del Cantar de mio Cid de (89a), en los que cuanto funciona como objeto directo dentro de la oración de relativo seleccionada por la preposición por. En cambio,

28.8 oraciones causales

3532

en los ejemplos de (89b) de la misma obra cuanto ya no realiza ninguna función sintáctica dentro de la subordinada y el conjunto por cuanto se comporta como una locución conjuntiva.

(89) a. Alegre es myo Çid por quanto fecho han [Cid, 1684] Solas las dexastes enel Robredo de Corpes, / Alas bestias fieras & alas

aues del mont; / Por quanto les fiziestes menos valedes vos [Cid, 3268] Essora dixo el Rey: venid uos ami compaña; / Por quanto auedes

fecho vençida auedes esta batalla [Cid, 3669] b. Por fijas del Çid, don Eluira & dona Sol: / Por quanto las dexastes

menos valedes vos [Cid, 3346] ...Que non fuessen en la batalla las espadas taiadores / Colada &

Tizon, que non lidiassen con ellas los del Canpeador; / Mucho eran Repentidos los yfantes por quanto dadas son [Cid, 3557]

Mucho uos lo gradesco commo a Rey & a señor, / Por quanto esta cort fiziestes por mi amor [Cid, 3147]

La locución por cuanto presenta unas propiedades semejantes a la conjunción porque y puede aparecer tanto en las causales internas como en las externas pospuestas y antepuestas. Son internas, por ejemplo, las causales de (90a), que expresan una causa real y efectiva. Son externas pospuestas, y tienen un ca-rácter explicativo, las de (90b). Y, finalmente, son externas antepuestas las de (90cd). En este caso tienen generalmente un carácter neutro, semejante al que caracteriza a las causales con como, y como ocurre con estas, aparecen a veces coordinadas con porque (90d).

(90) a. E esto fizieron ellos por cuanto el viento era contrario, e la nao no pudiera ir tomar puerto, e por delibrar aína e adreçar lo que les cumplía para ir su viaje, qu’el tiempo era breve [Tamorlán, 114]

Despues que el rrey don Pedro dexo sus fronteros puestos en comar-ca çerca de Aguilar... vinose para Castilla por quanto sabia que el conde don Enrrique fazia basteçer sus fortalezas en Asturias [Pedro I, 1.74]

E esto fue por quanto el arçobispo de Toledo don Vasco e todos estos querian bien a don Iohan Alfonso de Alburquerque [Pedro I, 1.121]

b. E daua el conde por sueldo a los que con el andauan, joyas muy no-bles..., por quanto non tenia dineros [Pedro I, 1.76]

Este camino d’este Rodes a Xio es peligroso, por cuanto la tierra de la Turquía, que está a la mano derecha, an de ir junto con ella [Tamorlán, 101]

locución por cuanto 28.8.4.1

3533

c. El bispo de la tierra oyó dest buen cristiano, / por cuanto era suyo tóvose por lozano [Domingo, 42b]

E por quanto eran muy pocos non pudieron luengamente anpa-rarsse e fizieron su pleytesia con los moros en esta manera [Pedro I, 1.59]

d. E porque en estos días no pudieron saver nuebas de las galeas, e por cuanto se les perdían los cavallos que en ellas traían por mengua de agua, otrosí porque avían poca vitualla, volvieron a Rodas [Tamorlán, 98]

A pesar de su carácter polifuncional, la frecuencia de la locución por cuanto ha sido escasa a lo largo de la historia del español, si exceptuamos el periodo comprendido entre finales del siglo xiv y la primera mitad del xv. El hecho de equipararse funcionalmente a porque, la conjunción más básica, tal vez contri-buyó a frenar su uso sin que ello impidiera que, en el momento en que alcanzó mayor difusión, pudiera ser más frecuente que porque en ciertas obras, como en la Crónica de Pedro I o en Tamorlán (Herrero 1998:205, 2005:354-355; Muñío 1998:639). A partir de la segunda mitad del siglo xv, sin embargo, su frecuencia vuelve a ser escasa y su uso se circunscribe a textos de registro culto, especial-mente administrativos o notariales (91a), pero también a otros, como muestran los ejemplos de (91b), procedentes de tratados gramaticales. En la actualidad, además, aparece básicamente en las causales externas orientadas al contenido proposicional, como se aprecia en los ejemplos más recientes de (91b).

(91) a. Por cuanto por parte de vos, Miguel de Cervantes, nos fue fecha relación que habíades compuesto un libro intitulado El ingenioso hidalgo de la Mancha..., y nos pedistes y suplicastes os mandásemos dar licencia y facultad para le poder imprimir...; lo cual visto por los del nuestro Consejo, por cuanto en el dicho libro se hicieron las diligencias que la premática últimamente por Nos fecha sobre la impresión de los libros dispone, fue acordado que debíamos mandar dar esta nuestra cédula... [Quijote i, 5]

Y que por quanto la declarante se manejaba con él con modestia, recato y verguenza siempre que concurria, la amonestaba en el confesionario diciendo que lo viera y a lo que le parece que lo viera [dlne, 1797, 261.626]

b. Este nombre uno, o es para contar, i entonces no tiene plural por cuanto repugna a su significación [Nebrija, 71]

28.8 oraciones causales

3534

Su significado es como el del infinitivo, por cuanto representa la acción del verbo en abstracto; pero su oficio es diverso, por cuanto modifica al verbo de la misma manera que lo hacen los adverbios y complementos [Bello 1847/ 1988:353]

En Aunque llueva, saldré a pasear, la lluvia se presenta como un obstáculo o como una posible objeción que justificaría la cancelación del paseo, por cuanto se supone que no es normal salir a pasear si está lloviendo [rae-asale 2010:916]

28.8.4.2. Las locuciones con sustantivos que indican causa o razón

Además de las conjunciones porque y por cuanto también contienen la pre-posición por las locuciones prepositivas por razón de y por causa de. En (92) ejemplificamos mediante por razón de, los contextos en que pueden aparecer estas conjunciones y otras semejantes. Como puede observarse, estas locuciones pueden tener como complemento una fn (92a), una oración de infinitivo (92b) o una oración finita. En este último caso, inicialmente se evitaba la preposición de enlace de ante la conjunción que (92c), pero esta preposición tiende a gene-ralizarse progresivamente (92d) y en el siglo xvii su uso ya es habitual (Bogard y Company 1989). Cuando la locución prepositiva va seguida de una oración finita, la tradición gramatical suele considerar que aquella forma junto a que una locución conjuntiva y este análisis resulta adecuado en la medida en que el conjunto alcanza un cierto grado de lexicalización.

(92) a. Acaesçe al rey por razón de la mala andançia perder los leales vasallos et los buenos defensores; et acaesçe por razón de la guerra contienda et discordia entre los omnes; et acaesçe por razón del viçio amar las mugeres et las fablas, et bever et caçar et tales cosas; et acaésçel’ por razón de la crueldad denostar et ferir sin mesura; et acaesçe por ra-zón del tienpo sequedat et mortandat et pestilençia, et perderse los frutos; et acaésçel’ por razón de la grandez usar braveza en lugar de mansedunbre et mansedunbre en lugar de braveza [Calila, 142]

b. Onde razona aún Orosio sobr’esto que fueron estos dos regnos, el de Macedonia e el de Cartago, recebidos por principales entre estos otros dos non por razón de seer herederos ellos, mas por guardar sus derechos al postremero [gei, 1.147]

c. E fue esto por razón que avié en el cuerpo de luengo tanto como dos omnes, e porque sabié muy bien estos dos lenguages e estas leyendas [gei, 2.169]

locuciones que indican causa o razón con por 28.8.4.2

3535

Otrosí fueron la pintura e la escriptura e las imágenes primeramente falladas por razón que la memoria del ome desleznadera es: esto dize el Decreto [lba, 8.77-78]

d. No desseas el sueño por razón de que has trabajado, sino porque no tienes que hazer [Gaspar Gutiérrez, Noticia general, 1600, España, corde]

Centrándonos en las construcciones que contienen una subordinada finita, de las dos locuciones causales mencionadas, por razón (de) que es la más antigua y se documenta desde mediados del siglo xiii hasta los Siglos de Oro, pero en este momento restringida fundamentalmente a documentos legales (Bartol 2003:192). La locución por causa (de) que se documenta a partir del siglo xv (93a) y se ha mantenido hasta la actualidad, aunque es menos frecuente que la locución a causa (de) que, que empieza a documentarse a finales del siglo xv (93b). Como ocurre con porque y por cuanto, estas locuciones pueden aparecer pospuestas a la principal, como muestran los ejemplos analizados hasta ahora, pero también antepuestas, como en los ejemplos de (93c).

(93) a. y tanbién se le quedó este nonbre a un Juan Pérez de Arteaga, vezino de la Puebla, por causa que sienpre andaba con doña Marina y con Gerónimo de Aguilar deprendiendo la lengua [Bernal, 180]

me mudé a Coimbra, adonde no pude detenerme sino muy poco tiempo, por causa de que aún vivía (aunque muy viejo y postrado) el majadero celoso que me dio motivo para dejar, la vez primera que la pisé, aquella hermosísima ciudad [Vida, 160]

b. Y digo que posé en aquella torrezilla a causa que avía en aquel pueblo de Tustepeque muchos mosquitos de día [Bernal, 539]

aquí rogaremos a vuestro amo, y se lo aconsejaremos y aun se lo pondremos en caso de conciencia, que sea emperador y no arzobispo, porque le será más fácil, a causa de que él es más valiente que estudiante [Quijote i, 26.298]

c. E por razón que lo podemos mejor dezir queremos fazer aquí lo que non fiziemos en las otras razones de la Biblia, de poner primero las palabras mismas del latín assí como seen en ella e después departirlas [gei, 2.230]

Et esto fiz segund la manera que fazen los físicos que quando quieren fazer alguna melizina que aproveche al fígado, por razón que natu-ralmente el fígado se paga de las cosas dulçes, mezclan con aquella melezina que quieren melezinar el fígado, açúcar o miel o alguna cosa dulçe [Lucanor, 50]

28.9 oraciones causales

3536

28.8.5. Etapas evolutivas

Entre las conjunciones más frecuentes, porque es la única de las conjunciones causales que tiene un carácter multifuncional y que se ha usado a lo largo de la historia de la lengua tanto en las causales antepuestas como en las pospuestas. Inicialmente también tienen un carácter multifuncional otras locuciones forma-das con la preposición por como por cuanto o por razón (de) que / por causa (de) que, que no alcanzaron, sin embargo, la difusión de porque y que progresivamente quedan vinculadas a las causales externas pospuestas. Respecto a porque, se pueden distinguir tres grandes etapas evolutivas:

a) La primera etapa abarca desde los orígenes a la primera mitad del siglo xv. En este periodo es la conjunción más habitual en las causales antepuestas con un valor semejante al de como, ya que esta conjunción es inicialmente poco usual. Dentro de las causales pospuestas se usa sobre todo en las internas y es la más habitual en esta función si se exceptúa alguna obra historiográfica de finales del siglo xiv y principios del xv, donde predomina el uso de por cuanto. También aparece desde los primeros textos en las causales externas, aunque la más frecuente en este tipo de causales es la conjunción ca.

b) En la segunda etapa, de mitad del siglo xv hasta finales del xvii, la con-junción mantiene su uso en las causales antepuestas y alcanza una difusión importante en las pospuestas externas, a causa básicamente de la pérdida de vitalidad de la conjunción ca. Dentro de las causales pospuestas se usa sobre todo en las orientadas al contenido proposicional o próximas a estas, función que en esta etapa también asumen sobre todo pues y pues que. También se utilizan en algún caso en las orientadas a la fuerza ilocutiva que justifican órdenes, decisiones, etc., contexto en el que casi no se documentan en la etapa anterior.

c) En la tercera etapa, que va del siglo xviii a la actualidad, porque pierde vitalidad en las causales antepuestas a medida que se impone la conjunción como. En las pospuestas, se mantiene la situación descrita en el apartado anterior, pero en los textos de registro más formal o científico, la competencia con pues, o en algún caso con la variante pues que, es más fuerte. Con la pérdida de vitalidad de pues esta competencia parece haberse trasladado recientemente a ya que.

28.9. las conjunciones de origen temporal

Son varias las conjunciones causales que tienen un origen temporal y, más con-cretamente, que se formaron a partir de construcciones con el valor de anterio-ridad, simultaneidad o perfectividad. Pertenecen a este grupo las conjunciones o locuciones conjuntivas pues (que), ya que, puesto que y otras integradas por un

conjunciones de origen temporal 28.9

3537

participio seguido de que, como dado que o visto que (94a). También tienen un ori-gen temporal otras locuciones o construcciones de formación más reciente, como las locuciones una vez que y toda vez que (94b), propias sobre todo de la lengua escrita periodística y administrativa, o la construcción con al + infinitivo (94c).

(94) a. A los veintidós años se casó, o mejor dicho lo casaron (pues fue un pacto de familia para que ni el dinero ni los títulos de nobleza pasasen a gente extraña) [Bandidos, 1.69]

Estas expresiones no se emplean al comienzo de un discurso, ya que se apoyan en una información proposicional previa que reafirman o rebaten [rae-asale 2010:762]

Sin embargo, ¿no hubiera sido poner en berlina a don Víctor sin por qué ni para qué, puesto que ella le era fiel de hecho y de voluntad y se lo sería eternamente? [Regenta, 1.347]

b. Hasta ahora la diferencia es abismal pera el objetivo de la organi-zación es disputar al PSOE la hegemonía de la izquierda una vez que ellos cada vez tienen más crédito y los socialistas no remontan [El País, 14-12-2012]

Al mismo tiempo, se reconoce que sin desarrollo económico no podrá protegerse el medio ambiente, toda vez que no habrá recursos sufi-cientes para las inversiones que se requieran [Juan Belausteguigoitia, Proyecto, 1999, México, crea]

c. Posteriormente, nuestra prole media ha sido mucho menor que la de nuestros padres y, aunque haya conseguido un mayor nivel de edu-cación, le ha costado mucho más conseguir empleo, al haber mucha mayor competencia, y, de conseguirlo, ha sido mayoritariamente precario y temporal, pasando largos periodos sin trabajo, al poder ser despedido cada seis meses [El País, 14-12-2012]

En todos estos casos, el significado causal tiene un origen metonímico, que emerge del significado temporal y que acaba convencionalizándose por un proceso de gramaticalización. Tal como indica la falacia lógica post hoc, ergo propter hoc ‘después de eso, por tanto causado por eso’ tendemos a establecer una relación de causalidad entre los eventos que se suceden en el tiempo, sobre todo si el orden de aparición en el discurso reproduce icónicamente la secuencia temporal de los eventos. Dicho de otra manera, tendemos a considerar que lo ocurrido con anterioridad y lo que se presenta primero en el discurso es la causa de lo que sucede después y se introduce a continuación. Es lo que pasa, por ejemplo, con las dos construcciones temporales de (95). En la primera, la subordinada antepuesta con cuando expresa una situación, el rey oyó aquellas razones, que

28.9 oraciones causales

3538

es inmediatamente anterior a la de la principal, fue en muy gran cuita, y que, al mismo tiempo, puede interpretarse como causa de esta. En la segunda, de manera paralela, la situación expresada por la subordinada con desque ante-puesta, le vio en tan gran cuita, es previa y puede interpretarse como causa de la expresada en la principal, consejól...

(95) Quando el privado del rey oyó aquellas razones, fue en muy gran cuyta, ca entendió verdaderamente que todo era así commo aquel su cativo le avía dicho. Et desque aquel sabio que tenía en su casa le vio en tan grand cuyta, consejol que tomase una manera commo podrié escusar de aquel peligro en que estava [Lucanor, 58]

Notemos que se trata de contextos de máxima iconicidad y redundancia, ya que el orden lineal (anteposición / posposición) se asocia al orden cronológico (antes / después), al informativo (información conocida o previsible / informa-ción nueva) y al nocional (causa / efecto), y esta redundancia favorece que el significado causal de carácter contextual pueda llegar a convencionalizarse. El cambio, de hecho, no podría ocurrir en posición posverbal, donde la subor-dinada se integra en el predicado y funciona necesariamente como adjunto circunstancial de tiempo. Sólo cuando aparece antepuesta, en posición de tema oracional, emergen valores vinculados a la causalidad, y sólo cuando estos valores forman parte del significado convencional del nexo subordinante, la subordinada puede desprenderse de las propiedades iniciales y adquirir una mayor libertad posicional.

El contexto en el que se produce el cambio del significado temporal al causal condiciona, por lo tanto, las características básicas que presentan inicialmente las causales con estas conjunciones y su evolución posterior. Es significativo, en este sentido, que diferentes conjunciones causales de origen temporal hayan seguido un itinerario de gramaticalización como el que se indica en el esquema 3.

A partir de las características del contexto en el que se produce la gramati-calización, estas conjunciones se usan en un primer estadio básicamente en las causales antepuestas y dentro de estas en las que tienen un carácter presupuesto y se orientan a la fuerza ilocutiva, como puede observarse en (96a), donde se ejemplifica con la conjunción pues (que). En un segundo estadio, que se solapa durante más o menos tiempo con el anterior, pasan a utilizarse en las causales externas pospuestas, especialmente en las orientadas al contenido proposicional o próximas a estas (96b).

conjunciones de origen temporal 28.9

3539

(96) a. Pues adelant irán tras nós, aquí sea la batalla [Cid, 990] Tantol rogo Juda que lo torno e dixol: “Pues que esto assi es fecho,

prendet del aver de la tierra por present e levat vuestro ermano e yt [Fazienda, 56]

Et pues esto quiere, seméjame muy grand onra et grant aprovecha-miento para mí [Lucanor, 53]

—Pues así es, esténme todos atentos, que la novela comienza desta manera [Quijote i, 32.375]

b. Et quando esto vio el que comía los atramizes, conortóse, pues en-tendió que otro avía más pobre que él [Lucanor, 94]

Más os valiera callar, pues, “yendo por la lana, avéis tornado tras-quilado” [Diálogo, 170]

ellos alegaron no ser obligados a pagar, pues no había de qué ni se hacía el embargo [lt, 109]

El fondo es escaso, salvo en algunos puntos, pues que en los más se halla cerca la superficie de la peña, que forma el núcleo de la isla [Castillo, 310]

Sabía de mí, pues en su mundo eso podía conseguirse con dinero [Reina, 15]

Esquema 3Evolución de pues y pues que

Estadio 0:adverbio o construcción temporalcon valor de anterioridad → Estadio 1: conjunción causal usada sobre todo en las causales antepuestas y orientadas a la fuerza ilocutiva → Estadio 2: conjunción causal usada sobre todo en las causales externas pospuestas y orientadas al contenido proposicional

La conjunción pues (que) es la que tiene mayor profundidad histórica y la que ha consumado todo el proceso, hasta el punto de que ha perdido claramente vita-lidad en el español contemporáneo. La conjunción ya que, con un menor recorrido histórico, continúa vigente en las causales antepuestas pero ya es más frecuente en las pospuestas externas. Una situación más avanzada presenta la conjunción

28.9 oraciones causales

3540

puesto que, que además tiene la peculiaridad de que inicialmente funcionaba como conjunción concesiva. Junto a estas conjunciones, hay otros subordinantes temporales que se han quedado en un primer estadio de gramaticalización pero sin que el significado causal haya llegado a fijarse plenamente o haya tenido continuidad, como en el caso de des que, después (de) que o cuando (→ Capítulo 34). Esta última, concretamente, se documenta con significado causal en algún texto antiguo, especialmente en verso, pero no posteriormente, fuera de los casos en los que este significado emerge por una relación pragmática de inferencia establecida entre la oración subordinada y la principal.37

(97) Quando en Burgos me vedaron compra & el Rey me a ayrado, / Non puedo traer el auer, ca mucho es pesado [Cid, 90]

Quando Dios prestar nos quiere, nos bien gelo gradescamos [Cid, 1298]

En los apartados que siguen se analizarán de manera detallada las conjun-ciones pues (que) y ya que y las formadas por un participio seguido de que, espe-cialmente puesto que, que son las que tienen una mayor profundidad histórica y las que presentan una mayor frecuencia de uso.

28.9.1. La conjunción pues (que)

Nos ocuparemos en primer lugar de la conjunción pues y de la variante pues que. Esta conjunción ya aparece desde los primeros textos y se convierte, sobre todo en la forma simple pues, en una de las conjunciones básicas de la Edad Moderna, aunque pierde vitalidad en la Contemporánea.

28.9.1.1. El origen de la conjunción

El origen de pues y pues que hay que buscarlo en la sustitución de la conjunción temporal latina postquam ‘después de que’ por locuciones del tipo post quod y postea quod, que ya presentan en latín un significado causal junto al temporal originario. Fonéticamente, la forma pues deriva del adverbio temporal post ‘después’. El hecho de que pueda usarse sola o seguida de la conjunción que no es un caso aislado, y la misma variación se documenta desde los textos más anti-guos en otras conjunciones de origen adverbial como la concesiva maguer (que) (→ Capítulo 30) o la temporal mientra (que) (→ Capítulo 34).

37 Sobre el uso causal de cuando, se pueden consultar Bartol (1988:165-166), Menéndez Pidal (1944-1945:I.§196) y Mosteiro (1999:222-231), y sobre el de desque y después que, Bartol (1988:164-165), Herrero (2005:345-346) y Mosteiro (1999:244-246).

origen de la conjunción pues (que) 28.9.1.1

3541

En los textos más antiguos, la partícula pues todavía mantiene el significado temporal originario y se usa como adverbio, sola (98a) o con un complemento introducido por de (98b), y como nexo de subordinación, sobre todo seguida de que (98c) pero también sin esta conjunción (98d). El uso adverbial sólo se docu-menta en los textos más antiguos, pero el conjuntivo se mantiene con vitalidad hasta finales del siglo xiii y todavía aparece en algunas obras del xiv e incluso posteriores (Eberenz 1982:334, 366, 376).

(98) a. Lya, mugier de Jacob, diol su manceba Çilpa, e ovo en ella .ii. fijos, Gath e Aser. E pues emprenno Lya e ovo en ella el .v.º fijo, Zabulon [Fazienda, 49]

Soterraronle sos fijos, Ysaac e Ysmael, en la cueva de la endevolgadura que compro de Effren Etheo, a la vista de Mambre. E pues bendixo el Criador a Ysaac so fijo [Fazienda, 47]

b. & qual quier de uos finado, que el otro que fincare, que pague el arrendamiento sobredicho & lo tenga en su poder por toda su uida; & pues de uuestra fin de uos amosados, que dexedes meioria de quanto sobredicho es por uuestras almas [dle, 1269, 240.319]

c. Et pues que ovo acabado Dina, pagóse más el león dél [Calila, 133] Visco Matusalem pues que ovo a Lamec sietecientos e ochenta e dos

años [gei, 1.40] d. Pues esto an fablado, piénssan se de adobar [Cid, 1283] E pues ovo todas estas cosas escritas dio la tinta e la penola âquel

que lo servía [Alejo, 76.206]

La doble función, adverbial o conjuntiva, también se documenta desde los primeros textos con un significado causal. Como conjunción, puede usarse igual-mente sola o seguida de que como muestran los ejemplos citados más arriba en (96). En la función adverbial se comporta como un conector discursivo y retoma anafóricamente una situación mencionada previamente para reintroducirla como causa (99). El uso como conector discursivo es, por lo tanto, paralelo al conjuntivo causal, con la diferencia de que la conjunción tiene como término una oración finita y el conector se usa sólo a causa de su carácter anafórico. A partir de este significado causal, el conector pues asumirá a lo largo de la historia del espa-ñol otros valores como organizador del discurso más alejados de las relaciones causales (Herrero 2003:50-102; Iglesias 2000c).

(99) Si lo fizieredes, Çid, lo que auedes fablado, Tanto quanto yo biua, sere dent parauillado / Pues comed, conde, & cuando fueredes iantado / Auos & a otros dos dar uos he de mano [Cid, 1039]

28.9 oraciones causales

3542

El cuidar et el pensar et la tristeza non fazen cobrar nada, mas des-gastan el cuerpo et derraman el seso et la fuerça et enflaquéçenlo. Pues, dime lo que has [Calila, 180]

28.9.1.2. La alternancia entre pues y pues que

El uso de la conjunción pues o de la locución conjuntiva pues que no responde a ninguna diferencia funcional o semántica y, por lo tanto, pueden ser conside-radas como simples variantes estilísticas. Como muestra el cuadro 7 abajo pues que es más frecuente que pues en los textos más antiguos y su uso es exclusivo en ciertas obras. La situación se invierte en el siglo xiv, aunque en algunas obras se muestra todavía una preferencia por pues que, como en la Gramática de Nebrija, debida seguramente a la consideración de variante más culta. Su frecuencia disminuye en la segunda mitad del siglo xvii, pero todavía se mantiene con posterioridad como recurso retórico o literario en ciertos autores y textos cultos como ocurre en la Descripción del Castillo de Bellver de Jovellanos.38

La pérdida de vitalidad de pues que se ha atribuido a la proximidad fonética con la locución puesto que, usada con valor causal a partir de la segunda mitad del siglo xvii (Herrero 2005:344). Sin embargo, esta pérdida de vitalidad de pues que se inicia mucho antes y tal vez esté motivada por una tendencia más general a evitar la conjunción que cuando el primer elemento de la locución ya funciona como conjunción, como ocurre también con maguer (que).

De acuerdo con la evolución recogida en el esquema 3 (supra §28.9) inicial-mente pues (que) se usa sobre todo en las causales presupuestas y orientadas a la fuerza ilocutiva que aparecen típicamente en posición antepuesta, y pro-gresivamente va invadiendo el terreno de las causales externas pospuestas, especialmente de las orientadas al contenido proposicional. Teniendo en cuenta esta evolución histórica, nos ocuparemos en primer lugar del uso de pues (que) en las causales presupuestas orientadas a la fuerza ilocutiva o próximas a estas, y en segundo lugar del uso en las causales externas pospuestas.

28.9.1.3. Causales presupuestas orientadas a la fuerza ilocutiva

La conjunción pues (que) comparte con que el hecho de poder introducir causa-les orientadas a la fuerza ilocutiva, pero una y otra presentan diferencias muy

38 Bartol (1988:112-141) y Mosteiro (1999:160-184, 208-221) analizan de manera separada pues y pues que, a diferencia de otros autores que las tratan conjuntamente (García Cornejo 2006:305-308; Herrero 2005:341-344; Martínez García 1990, 1997:196-198). Teniendo en cuenta que no existen diferencias funcionales entre pues y pues que, en este capítulo también conside-raremos que son variantes formales de una misma conjunción y las trataremos conjuntamente.

causales presupuestas con pues (que) 28.9.1.3

3543

Cuadro 7Uso de pues y pues que

Obra Pues que Pues

xii Cid 6 5xiii Domingo Calila 10 5 Poridat 2 1 gei 8 xiv Lucanor 4 94 lba 24 31 Alejo Pedro I 4 26xv Tamorlán 1 4 Cisoria 2 11 Varones 1 7 Enrique IV 2 7 Cárcel 1 49 Nebrija 9 2 Celestina 12 82xvi Diálogo 1 60 Brevísima 2 4 lt 34 dlne 13 56xvii Gitanilla 26 Alcalde 5 40 Día 34 Infortunios 6 dlne 22xviii Correo 83 Vida 60 glc 1 72 cn dlne 31xix Castillo 19 7 dlne 1 25 Noches 25 Bello 2 51 Navidad 15 Tradiciones 1 67 Juanita 15xx Pasos de López Estanquera Fotografía 1xxi Excélsior 26 Reina 16 rae-asale 2 El País 8

28.9 oraciones causales

3544

significativas. En el uso más habitual y estable históricamente, las causales con que justifican un acto de habla o una decisión enunciada por el hablante y tienen, por lo tanto, un carácter remático, de información nueva, no compartida con el receptor. Las causales con pues (que), en cambio, introducen inicialmente una causa conocida o presupuesta, como ya señalara Menéndez Pidal (1944-1945:I.§196) y el resto de autores que se han ocupado de estas conjunciones (Bartol 1988:115, 130-131; Bogard 1994:17; Herrero 2005:342; Kretschmann 1936:24-25; Mosteiro 1999:161). En muchos casos, por otra parte, esta causa presupuesta es la que lleva a realizar un acto de habla o a tomar una decisión determinada que se presenta a veces como inevitable y no siempre deseada.39 En estos usos, por lo tanto, se puede decir que las causales con pues (que) son el reverso de las causales con que: ambas se vinculan especialmente a la enuncia-ción, pero las introducidas por que son remáticas e introducen una justificación a posteriori, y las introducidas por pues (que), son temáticas e introducen una causa desencadenante; las primeras aparecen necesariamente pospuestas y las segundas típicamente antepuestas, etc. Veamos, con más detalle, cada una de estas características.

a) De manera semejante a las causales con que, la introducidas por pues (que) aparecen con frecuencia en el diálogo (100a) o en casos en los que este se reproduce mediante el estilo indirecto y el conjunto del periodo causal funciona como complemento directo de un verbo enunciativo. En este contexto, la con-junción completiva que además de preceder al conjunto del periodo causal, se suele repetir también delante de la oración principal (100b) y si esta presenta un constituyente tematizado, delante y después de dicho constituyente (100c).

(100) a. “Gradesco lo aDios, myo Çid”, dixo el abbat don Sancho; / “Pues que aqui uos veo, prendet de mi ospedado” [Cid, 247]

Desí razonaron d’esta guisa entressí: —Pues que éste es ell acuerdo que tomamos sobr’esto non á ý tal como que fagamos una torre muy grand e muy alta e muy fuert pora ello [gei, 1.74]

Domingo Ferrero, tomat uuestros dineros & desenparar la dicha pieça de Torr darcos al arçidiagno don Sancho Martinez, pues ell es mas çercano parient que non uos [dle, 1291, 131.171]

b. El su amigo le dixo quel gradesçía mucho quanto le dizía, et que pues su fijo quería aquel casamiento, quel rogava quel ploguiesse [Lucanor, 198]

39 El carácter “inevitable” de la relación causa-efecto ya fue señalado por Galán (1998:491) y vinculado a la posición inicial de la subordinada. Para esta autora, una vez admitida la situación expresada en la subordinada inicial es inevitable admitir también las consecuencias que se derivan, y eso, a pesar de las reticencias que pueda provocar aquella situación.

causales presupuestas con pues (que) 28.9.1.3

3545

E dixeron que pues el conde e el maestre de Santiago tenian la villa de Talauera, que es villa muy fuerte e muy rrezia e estauan ay muchas viandas e conpañas, que fuesse su merçed de se yr para Talauera [Pedro I, 1.202]

c. Et pidio nos merçed la sobredicha donna Berenguella que pues en la carta dela compra que ella tenie seellada con nuestro seello de plomo & con los seellos delos massessores, dizie que nos eramos tenudo de sanar & de guardar & de fazer & de tener la compra que ella ffiziera, que nos que la amparasemos & que non consintiessemos que ninguno gelo embargase [dle, 1258, 238.316]

Estas causales también aparecen con frecuencia en otro tipo de textos en los que se explicita la relación entre un emisor y un receptor (101a) o en crónicas o narraciones en las que el narrador toma la palabra para introducir un tema nuevo o para explicar algún aspecto de la narración (101b). También pueden usarse en contextos en los que no es explícita la relación entre un emisor y un receptor (101c), pero en estos casos, y especialmente si la causal está pospues-ta, estas se aproximan a las pospuestas orientadas al contenido proposicional (véase infra §28.9.1.4).

(101) a. Ond uos mando firme mientre, que pues yo assi lo falle por priuilegio de mio auuelo que lo an a auer, que les dedes estos trezientos mora-bedis pora so vestiario, & estos quatrozientos & diez & dos almudes de sal, cadanno por siempre; & non fagades end al, si non pesar mie [dle, 1239, 190.246]

E pues que a uos conuiene departir estas cosas, queremos mostrar que es la franqueza [Poridat, 106]

b. E pues que tanto fablan d’él las estorias de los sabios querémosvos nós contar aquí del su linage cómo decende segund lo fallamos en el Libro de las generaciones [gei, 1.554]

Et pues el prólogo es acabado, de aquí adelante començaré la ma-nera del libro, en manera de un grand señor que fablava con un su consegero [Lucanor, 51]

E pues deste caso se faze gran estima por los estoriadores romanos, razón es que faga aquí memoria de lo que sope... [Varones, 159]

c. e onrava el rey mucho a Abraham por amor de Sarra... e aun por le fazer mayor onra mandó por su tierra quel onrassen yl toviessen por uno de los mas sabios de toda Egipto, e daval el prez d’ello e alabaval mucho, e todos los privados de su casa e los otros del regno onravánle mu- cho, pues que veyén que el rey le onrava tanto [gei, 1.215]

28.9 oraciones causales

3546

e el rey otrossí desque vío que ell aguazil fazié todo lo que a él plazié guiós por él, pues que ál nol consejava si non lo quel veyé querer [gei, 1.539]

b) Por el hecho de orientarse a la fuerza ilocutiva, la oración principal no se limita a constatar un hecho sino que generalmente presenta algún tipo de modalidad, relacionada sobre todo con la idea de la voluntad (Santos 1982:242). Con mucha frecuencia, la oración principal expresa una decisión del hablante (102a), una orden, un ruego o una sugerencia (102b), formulada a veces como pregunta (102c). Aunque con menos frecuencia, la principal puede asociarse también a otros valores y expresar una situación que se presenta como necesaria (102d), conveniente (102e) o posible (102f), o una valoración o reacción positiva o negativa, formulada en algún caso mediante una exclamación o una interroga-ción (102g). De acuerdo con estos usos, la principal puede tener una modalidad oracional diferente de la subordinada, y si esta es declarativa aquella puede ser declarativa, exhortativa, interrogativa o exclamativa.

(102) a. Pues adelant irán tras nós, aquí sea la batalla [Cid, 990] —Non me quiero encubrir de Abraham de las cosas que é mester,

pues que d’él á a salir grant yent e fuert [gei, 1.250] Yo nunca avía mirado en esso, y como vía escrito vra. con r, creía que

assí se avía de pronunciar; y pues assí es, de oy más no pronunciaré sino con s [Diálogo, 185]

b. “Pues que aqui uos veo, prendet de mi ospedado” [Cid, 247] Tantol rogo Juda que lo torno e dixol: “Pues que esto assi es fecho,

prendet del aver de la tierra por present e levat vuestro ermano e yt. Dios omnipotent vos dé gracia delant el sennor que vos aya...” [Fa-zienda, 56]

Pues pido tu parecer, seyme agradable, Pármeno; no abaxes la cabeça al responder [Celestina, 2.134]

y pues esto sta bien dicho, dezidme: ¿quál es mejor escrivir cien sin t o cient con t? [Diálogo, 181]

c. El Campeador en pie es leuantado: / Pues que afazer lo auemos, / por que lo ymos tardando? [Cid, 2220]

y pues la de tu esposa es tal que llega al estremo de bondad que sabes, ¿para qué quieres poner esta verdad en duda? [Quijote i, 33.385]

d. las ovo a comer la Verdat, pues non avía ál de qué se governar [Lucanor, 161]

e. E algunos le dixeron que pues aquella carraca auia tomado, que los veneçianos ayudarian a los catalanes contra el, e pues auia esto fecho,

causales presupuestas con pues (que) 28.9.1.3

3547

que mejor era de todo fazerles el daño que pudiesse a los veneçianos [Pedro I, 1.323]

f. plógol mucho en su coraçón, entendiendo que pues todo fincava en su poder, que podría obrar en ello commo quisiese [Lucanor, 57]

E partio el cardenal legado de Almaçan, del rrey de Castilla e fuesse para Aragon, ca entendia, pues los rreyes se açercauan vno de otro..., que podria tratar alguna buena pleytesia entre ellos [Pedro I, 1.307]

g. doña Juana ovo tan gran deseo de reynar en estos reinos que res-pondio al rey su hermano, que pues al rey don Enrrique plazia, ella era muy contenta de casar con el [Enrique IV, 13]

¡Bendicho sea Dios, ca pues Él lo faze, esto es lo mejor! [Lucanor, 121]

Ellos con tod esto non pudieron estar con el grand arrequexamiento de la sed quel non respusiessen, e dixiéronle: —Varón, pues que assí avié a seer, ¿por qué nos fezist exir de Egipto? [gei, 2.188]

c) Por otra parte, la causa expresada por la subordinada se presenta en muchos casos como algo externo al hablante, algo no siempre deseado o compartido por él. A veces la causa se asocia a un deseo del interlocutor o de otra persona, y por eso en la subordinada aparecen con cierta frecuencia predicados de volun-tad o de deseo (103a), como ya notara Mosteiro (1999:162). En otros casos se presenta como una obligación expresada mediante predicados deónticos (103b); y en otros muchos, como algo que ha ocurrido o es de una determinada manera, y no se puede modificar (103c).

(103) a. pues esso queredes, Çid, a mí mandedes ál [Cid, 1694] Del casamiento non se sis abra sabor; / mas pues bos lo queredes,

en tremos en la Razón [Cid, 1893] mas pues queredes que vos conseie et non lo puedo escusar, dígovos

que querría mucho que sopiésedes cómmo contesçió a un gallo con un raposo [Lucanor, 103]

Y pues él con temor de detratores y nocibles lenguas más apareja-das a reprehender que a saber inventar, quiso celar e encubrir su nombre, no me culpéys si en el fin baxo que le pongo, no expresare el mío [Celestina, 70]

Pero pues essa es su voluntad, de todo lo que ellos holgaren soy yo contento [Feliciano Silva, Lisuarte de Grecia, 1514, España, corde]

b. El Campeador en pie es leuantado: / Pues que afazer lo auemos, / por que lo ymos tardando? [Cid, 2220]

28.9 oraciones causales

3548

c. ...que seyendo Sarra tu muger non lo quisiste dezir, e dixísteme que era tu hermana; e oviérasme fecho errar muy de mala guisa, ca la quisiera yo tomar por muger. Mas pues que assí es tómala e vete tu carrera con ella, ca passado es el mal tiempo, e plázeme que guareciste aquí bien [gei, 1.215]

Estonçe don Yllán dixo al Papa que pues al non tenía de comer, que se avría de tornar a las perdizes que mandara assar aquella noche [Lucanor, 101]

Estas características quedan bien patentes en el uso del adverbio así, focali-zado y antepuesto al predicado, que se combina con diferentes verbos, especial-mente con querer (104a) y con ser (104b). En estas construcciones, el adverbio así tiene generalmente un carácter anafórico y hace referencia a una idea o situación conocida, que se retoma como causa, pero también puede usarse ca-tafóricamente anticipando el contenido de una subordinada sustantiva incluida en la causal (104c).

(104) a. —Señor conde Lucanor —dixo Patronio—, pues assí lo queredes, daquí adellante parad bien mientes a lo que vos diré [Lucanor, 296]

Pues assí lo queréis, sin sallir de los dos primeros capítulos os mostraré todo lo que pedís [Diálogo, 249]

—Pues así lo quiere el señor Andrés Caballero —dijo otro gitano—, muera la sin culpa [Gitanilla, 74]

b. Mas pues que assí es tómala e vete tu carrera con ella, ca passado es el mal tiempo, e plázeme que guareciste aquí bien [gei, 1.215]

Et pues assí es, en esto fago fin a este libro [Lucanor, 322] Enpero pues assy era, que les rrogaua que quisiessen tornar para

Toro, que ella les mandaria acoger e dar muy buenas posadas [Pedro I, 1.183]

—Pues así es —dijo el ama—, vengan, y al corral con ellos [Quijote i, 6.78]

c. —A la mano de Dios —dijo don Quijote—. Pues así es que vuestra señoría se me humilla, no quiero yo perder la ocasión de levantalla y ponella en su heredado trono [Quijote i, 46.532]

—Pues así es —replicó el paje— que quieres, Preciosa, que yo sea pobre por fuerza, no deseches el alma que en ese papel te envío y vuélveme el escudo [Gitanilla, 65]

Las propiedades mencionadas hasta ahora, y especialmente el hecho de que pue-dan expresar situaciones no deseadas o compartidas, explican, en parte, que estas

causales presupuestas con pues (que) 28.9.1.3

3549

conjunciones presenten una frecuencia relativamente alta en ciertas obras, comparadas con otras coetáneas; es lo que ocurre, por ejemplo, en Lucanor o en el Diálogo de la lengua. Esta frecuencia se debe, por una parte, a la propia evolución de la conjunción, que se hace más usual a medida que se va consoli-dando, pero también a las características de estas obras, que favorecen el uso de este tipo de causales. Efectivamente, se trata no sólo de obras dialogadas, sino de textos en los que se contraponen ideas y en los que se solicitan consejos o aclaraciones que no siempre desea dar el interlocutor. Algunas de estas carac-terísticas también están presentes en La Celestina y, por eso, también es alta la frecuencia de estas conjunciones.

d) El hecho de que en muchos casos la subordinada exprese una situación no deseada o compartida por el emisor explica también que estas causales aparezcan con frecuencia precedidas de una conjunción adversativa (105a). Por la misma razón, estas causales se usan a veces con un valor contrastivo próximo al de las subordinadas concesivas (105b) o al de ciertas condicionales con si en las que se limita la efectividad como causa de la situación que expresa en la subordinada (105c) o se niega irónicamente su contenido (105d) (Herrero 1998:234-235).

(105) a. ...bien sé yo que vós fallaredes muchos que vos podrían consejar me-jor que yo, et a vos dio Dios muy buen entendimiento, que sé que mi consejo que vos faze muy pequeña mengua, mas pues lo queredes, decirvos he lo que ende entiendo [Lucanor, 61]

Si os acordássedes bien de lo que avemos dicho, hallaríades que stais respondido a esso; pero pues tenéis mala memoria, torno a decir... [Diálogo, 171]

En lo de Uzeda, yo como honbre que deseaba el rremedio de v. m., por todas bias le escrebi, de lo qual me a pesado mucho, pero pues que es hecho, paçiençia [dlne, 1568, 33.154]

b. Dyxo: “Tornaré a ti ad .i. anno estos dias e avras fijo de Sarra tu mugier”. Oyolo Sarra que estava tras la puerta de la tienda... E dyxo Sarra: “Pues que so vyeia, tornaré mançeba e me emprena-ré?” [Fazienda, 45]

I ninguno se maraville que el, la, lo pusimos aquí por artículo, pues que lo pusimos enel capítulo passado por pronombre [Nebrija, 74]

c. Las cosas que con ella pasaste, pues tú, que tienes libre el juizio, no las entiendes, ¿qué haré yo, que para otra cosa no le tengo bivo sino para alabar su hermosura? [Cárcel, 86]

d. Pues tan sotil y discreto eres, no me dirás en qué mes cae Santa Ma-ría de agosto, por que sepamos si hay harta paja en casa que comas ogaño [Celestina, 14.288]

28.9 oraciones causales

3550

e) Una de las características más definitorias de estas causales tiene que ver con la posición relativa de la principal y la subordinada. El hecho de que la subordinada tenga un carácter presupuesto explica que aparezca generalmente antepuesta a la principal, en posición temática. Aunque mucho menos habitual, la posposición no queda excluida, sin que ello quiera decir necesariamente que pierda su carácter de causa conocida o deducible del contexto, como puede ob-servarse en los ejemplos de (106) en que aparecen en un mismo fragmento una causal antepuesta y otra pospuesta: en (106a) las dos hacen referencia al mismo hecho, y en (106b) a hechos diferentes presentados previamente o deducibles del contexto.

(106) a. Señor, a mi paresçe que pues el rrey de Aragon non es en aquella su flota segund avedes ya sabido por çierto e finco en la ysla de Mallorcas e enbio su flota e en ella su almirante don Bernal de Cabrera e al conde de Cardona para que peleen con vusco, que non es vuestro seruiçio nin honrra de pelear con ellos por vuestro cuerpo pues el rrey de Aragon non viene de la otra parte [Pedro I, 1.318]

b. e por esta rrazon affinconos mucho en manera de affruenta, que pues nos tenjemos poderio del arçobispo de Sseuilla para esto, que guysas-semos conuusco, que vos & nos que pusiessemos en arrendamjento las dichas terçias, pues vjnjen ya los ffrutos deste anno siguyente [dle, 1318, 230.303]

e dixeronle algunos de los suyos que lo conosçian, que era Pero Ca-rrillo. E el rrey enbio a el vn su donzel e mandole que dixiesse a Pero Carrillo que pues non era su vasallo, que non auia por que traer la vanda... E el donzel del rrey llego a Pero Carrillo... E luego Pero Carrillo... dixo assi al donzel: “Dezid a mi señor el rrey que... de aqui adelante yo non las traere mas sin su liçençia del rrey, pues non le plaze” [Pedro I, 1.93]

f) Apuntemos para finalizar que, como ocurre con todas las causales ante-puestas, las causales con pues (que) no suelen coordinarse ni yuxtaponerse, aunque estas posibilidades no están totalmente excluidas, como muestran los ejemplos de (107).

(107) et desque lo sopiera aquel su mayoral, quel dixiera que pues tan grand tienpo avía que andava en aquello et pues non lo fazía, que sopiesse que era perdido con él [Lucanor, 219]

et pues tú as tanto bien et non te tienes ende por pagada nin puedes sofrir el bien que tienes, pues con todo esto non quieres fincar et

de las antepuestas a las pospuestas con pues (que) 28.9.1.4

3551

quieres buscar lo que non sabes, de aquí adelante, vete con la yra de Dios [Lucanor, 77]

Señor, por Dios, pues ya todo queda por ti, pues ya soy tu dueña, pues ya no puedes negar mi amor, no me niegues tu vista [Celestina, 14.287]

28.9.1.4. De las causales externas antepuestas a las pospuestas

El hecho de que las causales analizadas en el apartado anterior puedan aparecer en algún caso pospuestas a la principal aproxima las causales con pues (que) a las causales externas pospuestas con ca o porque, y favorece que aquellas puedan ser utilizadas en este tipo de causales o en contextos próximos y que estos usos acabasen fijándose y desplazando progresivamente el inicial. Notemos, en todo caso, el carácter bidireccional de esta relación: la posposición favorece que pue-dan asumir nuevos usos asociados a esta posición, y los nuevos usos potencian la posposición. El cuadro 8 abajo indica la posición que ocupan las subordinadas con pues (que) en las obras del corpus.

Cuadro 8Posición de pues (que)

Antepuesta Pospuesta

xii 73% (8/11) 27% (3/11) xiii 73% (19/26) 27% (7/26) xiv 73% (133/183) 27% (50/183) xv 34% (64/190) 66% (126/190) xvi 35% (60/170) 65% (110/170) xvii 21% (28/134) 79% (106/134) xviii 5% (13/247) 95% (234/247) xix 4% (9/228) 96% (219/228) xx 100% (7/7) xxi 100% (52/52)

Como muestra el cuadro 8 arriba, la anteposición es mayoritaria en los textos más antiguos pero la posposición gana terreno a partir de finales del siglo xiv, es superior en el xvi, casi general en el xviii y exclusiva ya en xx.40 Mientras se

40 Las diferencias cronológicas señaladas coinciden, sin grandes variaciones, con lo apuntado por Bartol (1988:121, 132-136), Kretschmann (1936:27) y Mosteiro (1999:172-174, 215-217) para

28.9 oraciones causales

3552

mantienen las causales antepuestas, estas continúan usándose con las mismas características que ya hemos delimitado (véase supra §28.9.1.3), como se apre-cia en los ejemplos de (108), correspondientes a textos de los siglos xviii y xix.

(108) Y lo que fue ya no es. Y pues ya no es, no quiera hacerse gente y meter su cucharada entre los vivos [Correo, 132]

y pues juntamente me manda que declare mis sentimientos en orden a los puntos matemáticos que contiene dicho libro, voy a explicarme con la claridad que pueda [Vida, 258]

...bástame a mí reflexionar, con respecto a mi objeto, que, pues existe aún este precioso monumento, será lástima que una mano diestra no extienda por medio del dibujo y el grabado su noticia... [Castillo, 290]

Yo me he perdido, sin duda alguna; pero pues me hallo a la boca de esta pequeña gruta, me guareceré en ella, a pesar del horror que me impone [Noches, 196]

Pues que no tienes madre, a mi me toca bendecirte, hijo [Bandidos, 1.192]

...y le contestó que la sociedad necesitaba un desagravio, y que pues en el Puente había dado el escándalo, era preciso que en el Puente se ostentase una obra cuyo mérito hiciese olvidar la falta del hombre... [Tradiciones, 330]

No ocurre lo mismo, como ya hemos indicado, cuando la causal se pospone a la principal. En esta posición las causales se desprenden fácilmente de las propiedades asociadas típicamente a las causales antepuestas y se aproximan progresivamente a las causales pospuestas externas introducidas por conjun-ciones como porque o la antigua ca, como se puede observar en los ejemplos de (109). Notemos que a diferencia de los casos más prototípicos analizados hasta ahora, en estos ejemplos la causal no establece ningún tipo de contraste ni se orienta a la fuerza ilocutiva y la principal tampoco presenta rasgos específicos de modalidad. La causal se orienta al contenido proposicional, pero aun así se diferencian de las causales explicativas introducidas por ca o porque por el he-cho de que la causa es conocida, recuperable del discurso previo. Es suficiente que se diluya el valor de causa presupuesta para que la distinción desaparezca.

(109) e el rey otrossí desque vío que ell aguazil fazié todo lo que a él plazié guiós por él, pues que ál nol consejava si non lo quel veyé querer [gei, 1.539]

los textos más antiguos, por Herrero (1998:231) para el siglo xv, y por Mendoza (2001:271-273) para el español clásico.

de las antepuestas a las pospuestas con pues (que) 28.9.1.4

3553

Moisén e tod ell otro pueblo de Israel cuando esto vieron llegáronse a la tienda, e començó el pueblo a llorar pues que Zamarías... tan descubiertamientre fazié aquella nemiga e dexava su ley [gei, 2.801]

...contól todo lo quel conteciera con el rey, dándol a entender, con muy grant plazer et muy grand alegría, cuánto de buena ventura era, pues el rey le quería dexar todo el reyno et su fijo et su poder [Lucanor, 57]

Teniendo en cuenta lo señalado, se entiende que los límites entre los distintos tipos de causales no sean siempre fáciles de trazar y que en muchos casos una misma causal con pues (que) puede ser interpretada de maneras diferentes. Esto, de hecho, es lo esperable en los procesos de cambio lingüístico, y especialmente en los procesos de gramaticalización, ya que normalmente los cambios se produ-cen de manera progresiva y a partir de contextos puente en los que una forma o construcción puede ser interpretada de dos maneras diferentes.

La equiparación de pues con las causales explicativas pospuestas introdu-cidas por otras conjunciones se puede observar claramente en los ejemplos de (110a), en los que pues se usa en contextos similares a los de ca y por cuanto para explicar el contenido de la oración principal, y en el ejemplo de (110b), en el que aparecen coordinadas una causal con pues y otra con porque.

(110) a. e llamanle año del Encarnaçion. Ca quando la Virgen dixo al angel “cunplasse en mi segund la tu palabra”, e en aquella hora fue en-carnado Nuestro Señor Ihesu Christo e ella preñada, e por tanto le dizen año de la Encarnaçion. E otros lo llaman el año de Graçia por quanto el angel Gabriel quando saludo, dixo a la Virgen “Dios te salue, llena de graçia”. Otrossi fue año de graçia e de buena ventura pues Nuestro Señor Ihesu Christo fue en aquel año encarnado en la Virgen Santa Maria... [Pedro I, 1.30]

E eso mesmo los que en la guarda de la çibdat fincauan, quando enbiauan sus cartas al rrey non se llamauan conçejo, ca lo non eran; ca los moros eran conçejo e tenian la çibdat, mas llamauansse los alcaldes e el alguazil e los caualleros de Toledo, e sellauan las cartas con los sellos de sus ofiçiales e non leuauan pendon del conçejo, pues lo non era [Pedro I, 1.56]

b. Respondióme que avía acordado bien, mas que no tenía que acor-dalle lo que avía hecho por ella, pues no era nada, segund lo que merecía, y tanbién porque era de onbres baxos repetir lo hecho [Cárcel, 126]

28.9 oraciones causales

3554

En el corpus, los ejemplos más claros de este tipo de causales son poco frecuen-tes en el siglo xiii y xiv (111a). Aumentan con posterioridad (111b), coincidiendo con la pérdida de vitalidad de ca, y son ya los más habituales en textos del siglo xvii (111c) y casi los únicos en el español contemporáneo (111d).

(111) a. Et entonçe començó el ome bueno a culparse et maltraerse, et entendió que el su saber non le tenía pro, pues que non usara dél [Calila, 93]

Et quando esto vio el que comía los atramizes, conortóse, pues en-tendió que otro avía más pobre que él [Lucanor, 94]

b. Verdad es que en la obra presente no tengo tanto cargo, pues me puse en ella más por necesidad de obedescer que con voluntad de escrevir [Cárcel, 63]

pero esto no haze al caso, pues aquí no hablamos sino de lo que pertenece a la lengua [Diálogo, 242]

Yo torné a jurar y perjurar que estaba libre de aquel trueco... mas poco me aprovechó, pues a las astucias del maldito ciego nada se le escondía [lt, 39]

c. —Antes es al revés —dijo el paje—, porque no hay poeta que no sea rico, pues todos viven contentos con su estado: filosofía que la alcanzan pocos [Gitanilla, 63]

Si uno que estuviese condenado a degollar cuidase mucho de que el capuz con que había de ir al sepulcro fuese de seda muy bien labrada..., ¿no le tuvieran todos por desatinado? Es evidente. Pues cualquiera hombre que cuida mucho de su gala hace este desatino, pues está a muerte condenado cualquiera hombre... [Fiesta, 110]

d. Los hombres, bien afeitados, pues la víspera quedaron abiertas las barberías y afeita que afeita hasta muy dadas las doce [Juanita, 128]

La conocía demasiado bien, pues era la favorita del Güero [Reina, 26] Y esto es solo el comienzo, pues se está hablando de un Tesoro propio,

eurobonos y de un presupuesto europeo que cudriplique al actual [El País, 14-12-2002]

Como muestran los ejemplos de (111), estas causales pospuestas se orientan sobre todo al contenido proposicional y lo explican. Esta explicación se apoya en algunos casos en un refrán o una sentencia (112), como ocurre con otras conjun-ciones usadas en las causales pospuestas explicativas (Herrero 1998:235-236).

(112) Más os valiera callar, pues, “yendo por la lana, avéis tornado tras-quilado” [Diálogo, 170]

de las antepuestas a las pospuestas con pues (que) 28.9.1.4

3555

Mas no sé yo para qué nombro asno en mi boca, pues no se ha de mentar la soga en casa del ahorcado [Quijote i, 25.286]

Luego para guardar la honra, mejor está un hombre sin espada que con ella, pues con el vicio de la venganza se pierde la virtud... [Fiesta, 108]

digno es el que trabaja de que se le pague su jornal en algún modo, y nadie debe darse por bien servido, pues todos comen de lo que trabajan [Noches, 187]

Además de usarse en causales orientadas al contenido proposicional, pues (que) también puede aparecer en otro tipo de causales externas pospuestas, especialmente en las causales epistémicas, que aportan el argumento en el que se apoya la deducción que se expresa en la oración principal (113a). Menos frecuentes son las causales metalingüísticas, que documentamos en algún texto contemporáneo (113b), o las orientadas a la fuerza ilocutiva pero con un valor remático próximo a las causales con que (113c).

(113) a. Dura deviera ser por cierto e muy pertinaz la rebelión de los romanos, pues tan cruel exemplo les era necessario para que fuessen obedien-tes a su capitán [Varones, 109]

Sin duda este pecador está herido de muerte, pues vomita sangre por la boca [Quijote i, 18.195]

...sin duda, debe ser casa de astrólogos, pues no suena por aquí otra cosa que antojos, tablas y compases [Correo, 115]

Si el juicio que dexo expuesto fuere cierto, necesariamente obrarán en el tribunal otras denuncias y pruebas, pues que no puede ser que este trato y este género de lascivia sea cierto y con sola una persona [dlne, 1808, 304.705]

...Santiago debió de pensar lo mismo, pues en ese momento redujo velocidad y giró el timón hacia la derecha [Reina, 150]

b. flanquean sus ángulos, descollando moderadamente sobre ellos, y una grandiosa y bella balaustrada o cornisamiento (pues que yo no sé cuál nombre pueda darle) le corona y esconde su domo [Castillo, 340]

Y ésta es otra de las grandes orientaciones, ya que así se llama, de la pedagogía nacional [Franz Tamayo, Creación de la pedagogía nacional, 1910, Bolivia, corde]

c. Y si él otro yerro ha hecho, no redunde en mi daño, pues no tengo otra culpa sino ser mensajera del culpado [Celestina, 4.165]

28.9 oraciones causales

3556

No digáis más, pues lo dicho basta, y aun sobra para entender lo que queréis dezir [Diálogo, 231]

Toma y retírate por ahí cerca a descansar, pues te necesito para que lleves la respuesta [Bandidos, 1.85]

Excepto este último valor, poco habitual, los otros aproximan las causales con pues a las causales externas con porque. Llegados a este punto, se puede entender fácilmente la situación de porque en el español contemporáneo. Notemos que la pérdida progresiva de su valor inicial, asumido por otras conjunciones (ya que y puesto que), junto a la pérdida de vitalidad de la variante pues que, sitúan a las causales con pues en el terreno de las causales explicativas con porque, la conjunción más estable e integrada del sistema. Este hecho, junto a la alta frecuencia de pues con un valor ilativo, seguramente contribuyó a que el pues causal perdiera poco a poco vitalidad en la lengua más espontánea y quedara reservado sobre todo a los registros cultos y especialmente a la lengua escrita (véase supra cuadro 6, §28.8.2.3). Es sintomática en este sentido la falta de causales con pues en La comedia nueva de Moratín, obra teatral en prosa con un buen dominio del registro coloquial, como ya apuntó Herrero (2005:344, n. 110).

28.9.1.5. Etapas evolutivas

Teniendo en cuenta todo lo comentado hasta ahora, se pueden establecer cinco etapas en la evolución de pues (que):

a) La primera abarca hasta finales del siglo xiii. En este periodo pues (que) todavía se documenta con el significado etimológico temporal y, con un signifi-cado causal, aparece generalmente antepuesta. De las dos variantes, predomina pues que y en algunas obras es la única que se documenta. En ambos casos la conjunción introduce, de manera casi exclusiva, causales presupuestas orien-tadas a la fuerza ilocutiva o próximas a este tipo, y tienen una frecuencia baja, comparadas con otras conjunciones, especialmente con ca y porque.

b) A partir del siglo xiv, se invierte la frecuencia de las dos variantes y pues empieza a imponerse sobre pues que. La anteposición continúa siendo claramente mayoritaria, sobre todo en la primera mitad del xiv, y en los casos de posposición todavía son poco frecuentes las causales con un valor explicativo equiparable a ca o porque. En este periodo aumenta el uso de la conjunción, que es bastante significativo en El conde Lucanor, debido a las características de esta obra, que la hacen especialmente adecuada para la aparición de causales presupuestas orientadas a la fuerza ilocutiva.

conjunción ya que 28.9.2

3557

c) A partir de finales del siglo xiv, la posposición gana terreno, pero la ante-posición continúa siendo superior en la mayoría de las obras. Asimismo, se con-solida progresivamente el uso de pues (que) en las causales externas pospuestas, coincidiendo con la pérdida de vitalidad de la conjunción ca.

d) La anteposición y las causales presupuestas orientadas a la fuerza ilocu-tiva todavía tienen una presencia significativa en un texto como El diálogo de la lengua de la primera mitad del siglo xvi, debido a las características de esta obra que, como en el caso de Lucanor, favorecen el uso de este tipo de causales. Sin embargo, en la segunda mitad de este siglo y durante el xvii se imponen la posposición y las causales con un valor explicativo, coincidiendo con la consoli-dación de ya que, y en menor medida de puesto que, en las causales antepuestas. En este periodo todavía se documenta en algunas obras la variante pues que pero siempre con una frecuencia muy reducida.

e) Usada ya de manera casi exclusiva en causales pospuestas y explicativas, la conjunción pues pierde vitalidad en la lengua más espontánea a partir del siglo xviii. A pesar de esto, continúa utilizándose posteriormente en registros formales y especialmente en la lengua escrita, donde puede llegar a ser más frecuente que la conjunción porque, como ocurre con la Descripción del Castillo de Bellver de Jovellanos o en las Tradiciones peruanas de Ricardo Palma. En la actuali-dad, sin embargo, su uso también se está restringiendo en registros formales, desplazado sobre todo por ya que. Son muy significativos, en este sentido, los datos que proporciona la comparación de la Gramática de Bello y el Manual de la Nueva gramática de la lengua española, del 2010: en la primera, pues aparece en 51 casos y pues que en dos, y no se utiliza ya que; en la parte fichada de la segunda, en cambio, pues sólo aparece dos veces, frente a 70 casos de ya que.

28.9.2. La conjunción ya que

El origen y evolución de la locución conjuntiva ya que presenta un claro parale-lismo con el de pues (que), y permite comprobar el carácter recursivo de ciertos procesos de gramaticalización. La diferencia más importante respecto a pues (que) está motivada por el hecho de que ya que no tiene inicialmente un grado de lexicalización tan fuerte como el de pues (que), y seguramente por eso asume con facilidad significados diferentes dependiendo del contexto; especialmente temporal (114a), causal (114b) y concesivo (114c), y en mucha menor medida condicional (114d).

(114) a. y ya que con mucho trabajo llegamos a lo alto della, acabó su res-puesta [Cárcel, 66]

28.9 oraciones causales

3558

pero ya quel espanto dexó mi alteración en algund sosiego vi cuánto era más obligado a la virtud que a la vida [Cárcel, 66]

b. ...Ya que no los maldizes, por que los bendizes? [Fazienda, 91] ...por aquella ferida morrie pensso ensi mismo como se podrie uen-

gar ensu muert ya que ensu uida nosse hauie podido uengar [Juan Fernández de Heredia, Gran crónica de España, 1385, corde]

c. Et ya que tantos males ellos huuiessen por Crasso, no res menos, ellos amauan & aujen plazer de ueyerlo & de escucharlo [Juan Fernández de Heredia, Vidas paralelas, 1379-1384, corde]

E ya que yo, como indino, no fuera mereçedor de ver a qualquiera de aquellos gloriosos apóstoles, allí en nuestra compañía abía sobre quatroçientos soldados y Cortés y otros muchos caballeros [Bernal, 84]

d. Escriben desconfiando el rrepartimjento, diziendo que no ay pensa-mjento de se hazer, e que ya que alguno se haga á de ser con dar a sesenta yndios de rrepartimjento [dlne, 1534, 16.106]

Como muestra el cuadro 9 abajo,41 la documentación de ya que con estos valores es escasa con anterioridad al final del siglo xv; durante el xvi es más abundante el uso temporal que el causal o el concesivo (→ Capítulo 34) (→ Capítulo 30), pero a partir del xvii se invierten las frecuencias. El uso temporal, de hecho, es ya inusual en el corpus con posterioridad al siglo xvii, aunque continúa documentándose hasta la actualidad en algunos dialectos americanos (Álvarez Menéndez 1993:119), tal vez a causa de la mayor vitalidad de ya en el español americano, como es el caso del español de México.

Cuadro 9Valores de ya que

Valor Temporal Causal Concesivo Condicional

xiv 1 xv 3 xvi 28 7 11 xvii 1 11 6 xviii 20 2 xix 2 27 2xx 3 8 xxi 119

41 Además de las obras del corpus base, incluimos en el recuento la Historia verdadera de Bernal.

origen de la conjunción ya que 28.9.2.1

3559

Con valor causal, ya que se documenta poco antes del siglo xv y sólo en autores vinculados a la Corona de Aragón (Herrero 2006:827-831), por lo que no puede descartarse que este uso apareciera antes en aragonés o que se deba a una influencia externa del italiano, donde la conjunción paralela giacché se difunde con anterioridad a otras lenguas romances. Aparece, por ejemplo, en dos ocasiones en la Fazienda, del siglo xiii, y en el xiv se documenta en diferentes obras promovidas por Juan Fernández de Heredia, donde la influencia italia-na es clara. En el siglo xv, el uso de causales con ya que sigue siendo escaso y continúan predominando los autores aragoneses o vinculados a la Corona de Aragón (Herrero 2006:832-833). En el siglo xvi, y especialmente en el xvii, la locución causal empieza a ser más frecuente y se consolida. Además, a lo largo de este siglo retrocede la documentación de ya que con valor temporal y el valor causal suele ser más frecuente que el concesivo.

28.9.2.1. El origen de la conjunción

Como ocurre en el caso de pues (que), el origen de la locución conjuntiva causal hay que buscarlo en las construcciones temporales en las que este adverbio apa-rece seguido de una subordinada con que. Con un valor temporal, la secuencia ya que tiene un significado equivalente a una vez que y, por lo tanto, aparece en construcciones que hacen referencia a una situación inmediatamente ante-rior a la expresada en la oración principal o que está en curso en el momento en que se produce esta. De acuerdo con este valor, la subordinada temporal se construye sobre todo con tiempos perfectivos, especialmente el pretérito (115a) o un tiempo compuesto (115b), pero también con tiempos imperfectivos como el presente (115c) o el imperfecto (115d), a veces usado como imperfecto de conato (115e). Menos usual es el uso del subjuntivo, que como ocurre en general con las subordinadas temporales, aparece en contextos prospectivos (115f).

(115) a. Ya que estuve medio bueno de mi negra trepa, y cardenales, conside-rando que, a pocos golpes tales, el cruel ciego ahorraría de mí, quise yo ahorrar dél [lt, 33]

Ya que estuvieron los dos a caballo, puesto a la puerta de la venta, llamó al ventero [Quijote i, 17.182]

Ya que terminaron de hablar y se levantaron de las sillas, el padre Pinole miró a su alrededor y comentó... [Pasos de López, 118]

b. ...diome un pedazo de longaniza que le asase. Ya que la longaniza había pringado y comídose las pringadas, sacó un maravedí de la bolsa y mandó que fuese por él de vino a la taberna [lt, 38]

28.9 oraciones causales

3560

Y ya que huvo dado media buelta, vio que a la parte del muro esta-va una donzella en un pequeño batel [Diego Ortúñez, Espejo, 1555, España, corde]

E ya que abía mandado el Narváez secretamente a sus capitanes y alguaciles que le echasen preso, súpolo Agustín Bermúdez... [Bernal, 319]

c. Pude tenerle por mío y le desdeñé. Ya que le pierdo, y quizá para siempre, conozco cuánto vale, y le amo: perdidamente le amo [Juanita, 202]

d. Pero ya que estaba junto, al tiempo que alzaba el brazo para ejecutar el golpe, reconoció los ojos que le habían vencido [Hija, 120]

Conualescidos los dolientes e ya que auía tres días que estáuamos allí llegaron las mugeres que auíamos embiado [Naufragios, 285]

E ya que íbamos entrando entre las casas, desque vimos tan gran pueblo, y no avíamos visto otro mayor, nos admiramos mucho dello [Bernal, 110]

e. E ya que se ivan a enbarcar y era a más de medianoche, el uno dellos, que era el Bernaldino de Coria, paresçe ser se arrepintió de se bolver a Cuba, lo fue a hazer saber a Cortés [Bernal, 138]

E ya qu’estávamos muy a punto para caminar vinieron a Cortés los caciques [Bernal, 212]

f. ...te irás quedando dormida. Sentirás como si tú misma te arrullaras. Y ya que te duermas nadie te despertará... [Pedro Páramo, 168]

En las construcciones temporales de (115), la secuencia ya que admite aná-lisis diferentes. Por una parte se podría pensar que nos encontramos ante una construcción formada por un adverbio seguido de la conjunción que, de manera semejante a lo que ocurre con pues que o con otras locuciones equivalentes (des-pués (de) que, antes (de) que, etc.). Notemos, sin embargo, que el adverbio que sirve de base a la locución ya que tiene en estos casos un carácter transitivo y admite como complemento una oración finita precedida de la conjunción que, mientras que ya es un adverbio aspectual que no admite término. Más que como conjunción, que parece funcionar como un relativo que tiene como antecedente el adverbio ya, de manera semejante a lo que ocurre en secuencias del tipo ahora que o mañana que (Álvarez Menéndez 1993:119; Herrero 2006:829-830): ahora que tenemos tiempo, podemos hablar; mañana que vienen tus padres, les daremos la buena nueva. En estas construcciones los adverbios denotan momentos o interva-los temporales y a causa de este carácter referencial admiten como modificador una subordinada relativa de carácter explicativo: ‘ahora, es decir en el momento

origen de la conjunción ya que 28.9.2.1

3561

en el que tenemos tiempo’; ‘mañana, es decir el día que vienen mis padres’.42 El mismo análisis se puede adoptar en el caso de la secuencia ya que si se acepta que el adverbio aspectual ya denota un momento temporal, concretamente, el momento en que se produce “un cambio esperado por el locutor en un proceso orientado” (Girón 1991:120). La subordinada, desde esta perspectiva, expresa la situación que se ha visto afectada y, por lo tanto, una situación que se produce o se inicia inmediatamente antes que la de la oración principal. Puede servir de apoyo a esta tesis el paralelismo entre las construcciones temporales con ya que y con ahora que seguido del adverbio ya (116a), que en algún caso aparece también precediendo la secuencia (116b).

(116) a. Orestes tu hijo, cuyas fuerças y osadia crescian con peligro de tu vida y la de Egisto, agora que ya era de edad de ser temido murio en vnas fiestas [Fernán Pérez, La venganza de Agamenón, 1528, España, corde]

respondióme que no sabía y que él también estaba esperando de ello, pero que podría ser que hubiese aguardado a saber que yo fuese venido y que ahora que ya lo sabía vendría [Hernán Cortés, Cartas de relación, 1519-1526, España, corde]

b. Sí tenían antiguamente, pero ya agora que con la grandeza del Emperador no es en Castilla lo que solía, no curan tanto destas grandezas [Diálogo, 228]

...que por estar la tierra de guerra é el valle tan lejos no se podía allí labrar, ni sustentar allí chácaras, porque apenas podía sustentar la dicha casa fuerte; pero que ya agora que está de paz aquella tierra, todos los que los quieren, tienen [Anónimo, Testimonio de Pedro de Valdivia, 1548, Chile, corde]

Como ocurre con combinaciones del tipo ahora que, mañana que, etc., las subordinadas temporales con ya que son poco habituales. En la segunda mitad del siglo xvi se observa una cierta tendencia a la lexicalización de ya que, es-pecialmente en la Historia verdadera de la Conquista de la Nueva España de Bernal, pero esta tendencia no llegó a consolidarse y en los usos esporádicos contemporáneos de ya que, especialmente en el español americano (117), conti-núa siendo patente el carácter adverbial de ya y relativo de que (→ Capítulo 5) (→ Capítulo 34).

42 También puede considerarse relativa la subordinada que aparecen en las construcciones temporales con siempre que: “me ayudaba siempre que se lo pedía”; en este caso, sin embargo, la relativa no es explicativa sino especificativa.

28.9 oraciones causales

3562

(117) y después, ya que muere la madre, este hombre queda en posesión de todo y se convierte en otra gente [Pedro Páramo, 249, entrevista a Juan Rulfo]

Ya que terminaron de hablar y se levantaron de las sillas, el padre Pinole miró a su alrededor y comentó: “qué sala tan elegante” [Pasos de López, 118]

Pero ya que me vaya, no va a importarte nada, ¿verdad? [Fotografía, 65]

Con independencia del análisis adoptado, lo relevante aquí es que el valor temporal asociado a ya y a las construcciones temporales en que aparece seguido de que puede explicar la aparición de otros valores relacionados con la causali-dad, como el causal, el concesivo o el condicional. En todos estos casos, de hecho, la idea de precedencia temporal se reinterpreta como anterioridad nocional y argumentativa, y según el contexto, la subordinada hace referencia a una causa real (causal), a una causa no efectiva (concesiva) o a una causa potencial (condi-cional) (→ Capítulo 30) (→ Capítulo 32). La posibilidad del desplazamiento del valor temporal al causal se puede observar en el ejemplo (118a) abajo, en el que la construcción con ya que es un adjunto temporal en aposición al adverbio hoy (Herrero 2006:831). Como pone de manifiesto el editor de la edición consultada, el verso 882d puede ser parafraseado por hoy, cuando ya estoy burlada, todas han desaparecido, pero junto al significado básico temporal emerge también una inferencia causal de acuerdo con la cual el estar burlada es la causa del abandono. Por otra parte, la coexistencia del valor temporal y el causal es clara en alguno de los ejemplos más antiguos de la secuencia ya que, como en el de (118b), apuntado por García Santos (1992:324), o los de (118c), apuntados por Bartol (1988:156). Según este último autor, se trata de usos causales en los que se aprecia el valor originario temporal, pero resulta igualmente posible pensar que son usos temporales (Herrero 2006:830).

(118) a. Doña Endrina le dixo: “¡Ay, viejas tan perdidas!, / a las mugeres tra-hedes engañadas e vendidas: / ayer mill cobros me davas, mill artes e mill salidas; / oy, ya que só escarnida, todas me son fallesçidas [lba, 882d]

b. Dixo Moisen al pueblo: “Non temades. Estat e veredes el salvamiento que vos faze el Nuestro Sennor oy. Ia que viestes a los Egiptos, non los veredes de oy adelant. Ca Dios lidiara por vos e vos callarvos edes” [Fazienda, 71]

c. Ya que ffablado Auemos de la guarda & de la onrra de la perssona del Rey. derecho es que ffablemos de la guarda & de la onrra de la Reyna ssu mugier... [Anónimo, Espéculo, ca. 1260, corde]

causales presupuestas con ya que 28.9.2.2

3563

ya que dixiemos de los adelantados mayores como deuen sseer guardados & onrrados derecho es que digamos de los otros alcalles del Rey que judgan en ssu corte que logar tienen [Anónimo, Espéculo, ca. 1260, corde]

Derecho es que ya que mostramos de las duennas casadas como deuen sseer onrradas & guardadas que mostremos de las otras duen-nas biudas o de orden que estan en casa de la rreyna... [Anónimo, Espéculo, ca. 1260, corde]

La convencionalización de estos significados inferenciales tiene también repercusiones fonéticas y sintácticas. Como señala Goethals (2002:113), en las construcciones temporales, fonéticamente, se pone el énfasis en ya, de acuerdo con su valor adverbial: lo había estado esperando y, ya que lo vio, se puso a dar saltos de alegría, mientras que en las construcciones causales y temporales no es posible. Desde un punto de vista sintáctico, por otra parte, si en las construccio-nes temporales ya funciona como adverbio y que como relativo, en las causales y concesivas, la secuencia ya que se lexicaliza y el conjunto se reanaliza como una locución conjuntiva integrada por los dos elementos.

De acuerdo con lo que hemos señalado, el origen de la locución conjuntiva causal ya que es semejante al de pues (que) y también lo es su evolución histórica, que responde al itinerario de gramaticalización delimitado antes (véase supra esquema 3, §28.9). Como ocurre con pues (que), la conjunción ya que se usa ini-cialmente en las causales presupuestas que se orientan a la fuerza ilocutiva o se equiparan a estas, y después progresivamente en las pospuestas orientadas al contenido proposicional o próximas a estas.

28.9.2.2. Causales presupuestas orientadas a la fuerza ilocutiva

Las propiedades del primer tipo de causales con la locución ya que están mo-tivadas en buena medida por el origen temporal de la locución y coinciden con las delimitadas para los usos originarios de pues (que), cosa que nos permitirá hacer un análisis menos pormenorizado.

a) Al igual de lo que se ha señalado para pues (que), este tipo de causales es muy frecuente en el diálogo (119a), reproducido a veces mediante el discurso indirecto (119b), o en casos equiparables, como las epístolas o dedicatorias (119c), o los contextos en los que el narrador interviene directamente en la narración para explicar al lector algún aspecto relacionado con la progresión narrativa (119d) (→ Capítulo 27). Aunque en menor medida, también aparecen en con-textos narrativos (119e).

28.9 oraciones causales

3564

(119) a. Dixo Balaac: “Ya que no los maldizes, ¿por que los bendizes?” [Fazienda, 91]

b. Lotario respondió que ya que había comenzado, que él llevaría hasta el fin aquella empresa, puesto que entendía salir della cansado y vencido [Quijote i, 33.392]

donde les dijo que, ya que ellas no tenían cuidado de satisfacer de en cuando en cuando por sus pecados con algunas disciplinas, las quería dar una como de su mano porque tuviesen obligación de rogar a Dios por él [Hija, 130]

revolviéndome a los médicos, les dije que, ya que me quitaban o no me podían detener la vida, que no me estorbasen los medios de mi salvación [Vida, 216]

c. Vuestra merced procure, ya que es escritor (de que me lastimo bas-tante), dos cosas [Correo, 141]

d. Y ya que he dicho de dónde vengo, voy a decir lo que ha permitido Dios que sea [Vida, 68]

Pues, señores, ya que he escrito el resumen de la historia adminis-trativa del gobernante, no dejaré en el tintero, pues con su excelencia se relaciona, el origen de un juego que conocen todos los muchachos de Lima [Tradiciones, 260]

e. La Carducha, que vio que, en irse Andrés, se le iba la mitad de su alma y que no le quedaba tiempo para solicitar el cumplimiento de sus deseos, ordenó de hacer quedar a Andrés por fuerza, ya que de grado no podía [Gitanilla, 104]

Ya que los boyeros le habían indicado el camino para ir hacia Cór-doba, don Paco, menos alborotado que el día antes, siguió en aquella dirección [Juanita, 216]

b) Por otra parte, el hecho de que la locución ya que se origine en construc-ciones temporales con el valor de anterioridad y perfectividad, explica que estas causales tengan un carácter presupuesto y que, por lo tanto, hagan referencia a situaciones conocidas por el emisor y el receptor o que el emisor trata como tal. La subordinada, además, tiende a aparecer antepuesta a la principal, en posi-ción temática, aunque no queda totalmente excluida la posposición, como en el ejemplo (119c) arriba, o en el primero de (119e), en el que aparece como inciso, dentro del predicado de la principal. En estas posiciones la causal no pierde necesariamente su carácter presuposicional, aunque es evidente que la pospo-sición favorece que pueda aproximarse a las causales explicativas con porque y permite que ya que pueda acabar usándose en este tipo de causales. Como muestra el cuadro 10 abajo, la anteposición de las causales con ya que es mayo-

causales presupuestas con ya que 28.9.2.2

3565

ritaria hasta el siglo xix, momento en que empieza a ser significativo el uso de esta locución en causales explicativas próximas a las introducidas por porque, como veremos más adelante.43

Cuadro 10Posición de las causales con ya que

Antepuesta Pospuesta

xvi 100% (7/7) xvii 82% (9/11) 18% (2/11)xviii 60% (12/20) 40% (8/20)xix 37% (10/27) 63% (17/27)xx 25% (2/8) 75% (6/8)xxi 3% (3/119) 97% (116/119)

c) Además de tener un carácter presupuesto, estas causales generalmente se orientan a la fuerza ilocutiva y expresan un hecho que provoca una determina-da reacción en el hablante. Por ejemplo, la toma de una decisión determinada (120a), la formulación de una orden o sugerencia (120b), expresadas a veces como pregunta (120c), la expresión de un deseo (120d) o de una valoración positiva o negativa (120e), la presentación de una situación como necesaria, posible o de-seada (120f). Por este motivo, como muestran algunos de los ejemplos anteriores, la oración principal, puede presentar una modalidad oracional diferente a la de la subordinada y ser interrogativa, imperativa o exclamativa.

(120) a. Ya que va perdiendo el sol / la fuerza, irme determino [Alcalde, 142] Ya que va. md. echa por lo alto, nosotros echaremos por lo baxo [dlne,

1684, 134.356] ya que se trata de que nos separemos, te haré una pregunta, pero

me contestas con verdad [Bandidos, 1.342] b. —Señor, ya que estas desgracias son de la cosecha de la caballería,

dígame vuestra merced si suceden muy a menudo o si tienen sus tiempos limitados en que acaecen [Quijote i, 15.163]

—Mirá bien, Ambrosio, si es este el lugar que Grisóstomo dijo, ya que queréis que tan puntualmente se cumpla lo que dejó mandado en su testamento [Quijote i, 13.144]

43 Para simplificar la casuística, incluimos como pospuestas los esporádicos casos en los que la causal aparece en posición parentética: dos en el caso de Correo y uno en el de Tradiciones.

28.9 oraciones causales

3566

—Ya que no me recibes, no te vayas de la reja y habla conmigo un rato [Juanita, 112]

c. Pero ya que os acordastes de Marfisa, ¿cómo no me decís algo en el juicio deste pronóstico? [Dorotea, 476]

pero ya que usted ha registrado la casa, ¿me podría decir el motivo? [Bandidos, 1.266]

—¡Qué horror! ¡Repugna eso! Y es cierto, y lo que me ha chocado más: ya que se pintan así, ¿por qué no se limpian los dientes? [Felipe Trigo, Jarrapellejos, 1914, España, corde]

d. O pudiera (como otros muchos) haberme acomodado para marido, que (a Dios gracias) no lo desmerecería; y ya que tengo como todos mi cruz, fuera con Dios la del matrimonio, que esta se lleva a medias [Correo, 99]

Ojalá los que hoy tiranizan y corrompen el teatro por el maldito furor de ser autores, ya que desatinan como usted, le imitaran en desengañarse [cn/sí, 134]

Atiende a lo que haces, y ya que te expones tanto prestando los dineros, que sea con algún fruto [Juanita, 235]

e. mas ya que se hizo, que fue bueno para que todos los indios de las provinçias de la Nueva España viesen y conoçiesen que aquellos ídolos y todos los demás son malos y mentirosos [Bernal, 208]

f. —Engáñaste en eso, Sancho —respondió don Quijote—, que ya que hemos caído en sospecha de quién es el dueño cuasi delante, estamos obligados a buscarle y volvérselos [Quijote i, 23.256]

decía que ya que nombraron comisarios tan precipitadamente y sin necesidad, debieron nombrarme a mí [Vida, 289]

pero ya que te has sujetado a él, debes cumplir en todo con tus obli-gaciones, absteniéndote de cuanto no te es lícito [Noches, 204]

d) De manera semejante a lo apuntado para pues (que), las causales con ya que tienen en muchos casos un matiz contrastivo (Goethals 2002:131) y pueden expresar un hecho que no es compartido o deseado por el hablante, como puede observarse en muchos de los ejemplos analizados hasta ahora y en los de (121a), pertenecientes al Quijote, en los que es explícito el rechazo de Sancho, el hablante, respecto al contenido de la subordinada. Dado este valor, las subordinadas con ya que expresan con frecuencia la voluntad del oyente o de otra persona (121b), o bien presentan un hecho como necesario (121c) o indican que una situación es de una determinada manera y no se puede cambiar, como ocurre en la fórmula ya que así es (121d), que no alcanza, sin embargo, el grado de difusión de las construidas con pues (que).

causales presupuestas con ya que 28.9.2.2

3567

(121) a —Señor —dijo Sancho—, ya que vuestra merced quiere, a pesar mío, que sea alcázar la casa de mi señora Dulcinea, ¿es hora esta por ventura de hallar la puerta abierta? [Quijote ii, 9.695]

y sería yo de parecer que, ya que a vuestra merced le parece que son aquí necesarias calabazadas y que no se puede hacer esta obra sin ellas, se contentase, pues todo esto es fingido y cosa contrahecha y de burla, se contentase, digo, con dárselas en el agua... [Quijote i, 25.280]

b. Empeçad a preguntar, que yo os responderé. Pero ya que assí lo queréis, será bien que todos tres os concertéis en el orden que que-réis llevar en vuestras preguntas, porque no os confundáis en ellas [Diálogo, 128]

Y entonçes el Montezuma dixo a Cortés: “Señor Malinche, ya que eso queréis que sea, yo tengo un hijo y dos hijas ligítimos; tomaldos en rehenes, y a mí no me hagáis esta afrenta” [Bernal, 250]

Ya que quieres, crüel, que se publique / de lengua en lengua y de una en otra gente / del áspero rigor tuyo la fuerza, / haré que el mesmo in-fierno comunique / al triste pecho mío un son doliente [Quijote i, 14.146]

c. Porque, si así no fuese, muy pocos escribirían para uno solo, pues no se hace sin trabajo, y quieren, ya que lo pasan, ser recompensados, no con dineros, mas con que vean y lean sus obras y, si hay de qué, se las alaben [lt, 6]

Y dixo Cortés a los soldados que allí nos hallamos: “Parésçeme, seño-res, que ya que no podemos hacer otra cosa, que se ponga una cruz” [Bernal, 147]

Y ya que ha de ser, que sea / con llanto, mas no con risa [Alcalde, 156]

d. mas ya que así es, yo prometo de ser el principal tejedor de ella [Pedro Cieza, Las guerras civiles peruanas, ca. 1553-1584, España, corde]

—Consolaos, ya que así es, replicó el guarda, con que en mí os ha dado el cielo quien facilite en algo vuestra desdicha [Matías de los Reyes, El curial del Parnaso, 1624, España, corde]

Entonces les dixo, ya que assí es, dexadme vestir las ropas, con las quales me adorno, y compongo, quando canto, y dexadme tocar un poco, porque muera consolado [Diego López, Declaración, 1615, España, corde]

e) Si la subordinada hace referencia a una situación no deseada o compartida por el emisor, la principal se presenta en muchos casos como una transacción y

28.9 oraciones causales

3568

expresa el mínimo que resultaría aceptable dentro de una escala de situaciones posibles. Se trata de las construcciones denominadas transactivas por algunos autores,44 que son especialmente habituales en los usos concesivos de ya que (→ Capítulo 30). Como ocurre en las concesivas con ya que, en las causales la idea de mínimo aceptable expresada por la principal puede aparecer marca-da por medio de adverbios focales del tipo a lo menos, al menos, por lo menos o siquiera, como se aprecia en los ejemplos de (122).

(122) —“Entonces, le dijo el rico, ya que esto no puede ser, te ruego, oh padre Abraham, que siquiera envíes a Lázaro allá a la casa de mi padre, donde tengo cinco hermanos, para que les diga a éstos, como testigo de vista, que no vengan a parar a este lugar de tormentos.” [Noches, 225]

—Calla y no te atrevas a interrumpir a tu padre cuando habla; ya que lo engañas, siquiera tenle respeto [Bandidos, 1.496]

Ya que así es, inconsiderado joven, ten al menos la caridad de retar-dar algún tiempo esa boda que tanto deseas... [Benito Pérez Galdós, Doña Perfecta, 1876, España, corde]

Ya que se empeña en ir esta vez, lo que me parece un riesgo inne-cesario y una locura, y encima no se lleva a Pote Gálvez, permítame al menos organizar un poco su seguridad [Reina, 467]

Notemos, para acabar, la estrecha relación que se establece entre este tipo de causales y las concesivas introducidas también por ya que. Ambas comparten el matiz de contraste y eso mismo es lo que explica que un mismo nexo pueda usarse con un valor u otro dependiendo del contexto. La diferencia entre el valor concesivo y el causal es clara si la subordinada se construye en subjuntivo, pues en este caso queda excluido el causal (123a), pero el límite entre unas y otras no es tan claro cuando la subordinada es negativa y se construye con indicativo (123b). En estos casos, la negación establece un contraste argumentativo entre la subordinada y la principal que las sitúa en el ámbito de las concesivas, pero el carácter factual de la subordinada las aproxima también a las causales.

(123) a. saliendo vencedor della, ya que no me case, me han de dar una parte del reino [Quijote i, 31.363]

44 Debemos esta denominación a Moliner (1966/1998:s.vv. ya, ya que no). En el caso de las causales, también se refieren a este tipo de construcciones Santos (1994:789), que señala el carácter de “mínimo compensatorio” asociado a los adverbios focales mencionados, y Herrero (2005:348-349, 2006:832).

causales pospuestas con ya que 28.9.2.3

3569

b. Pues a ella le suplico que, ya que no merezco que me hable, merezca que me escuche [Dorotea, 329]

Porque iba, en fin, bien ataviado le desaliñas la honra, y ya que no le puedes quitar el vestido, le quitas la estimación [Fiesta, 270]

28.9.2.3. Causales pospuestas orientadas al contenido proposicional o próximas

Además de usarse en las causales presupuestas, la locución ya que también se usa en causales pospuestas con un valor semejante al de las pospuestas externas con porque. Como hemos apuntado ya para pues (que), el hecho de que una conjunción usada en el primer tipo de causales pueda pasar a usarse en el segundo tipo está directamente relacionado con la posición que ocupa la subordinada respecto a la principal. El hecho de que las causales presupuestas puedan aparecer también pospuestas permite que estas causales se aproximen a las externas con porque y puedan llegar a usarse en este tipo de causales, especialmente en las orientadas al contenido proposicional, en las causales que explican el contenido de la principal o de una parte de esta, como en los ejemplos de (124a). En menor medida, también pueden aparecer en otro tipo de causales externas pospuestas, como las epistémicas, que justifican una deducción o hi-pótesis planteada en la principal (124b), o las metalingüísticas, que justifican el uso de un término determinado (124c).

(124) a. ...el náufrago, que apenas podía valerse de sus miembros yertos, ya que tenía pegados sus vestidos [Pedro Montengón, Eusebio, 1786, España, corde]

pero los que más atraían la atención de los chicuelos, eran los de almecinas, ya que, además del gusto de comérselas, proporcionaban la diversión de ejercitar la puntería tirando al blanco [Juanita, 123]

Ha sido un efecto importante, pero pasajero, ya que hoy el número de cotizantes está cayendo y el de pensionistas aumenta [El País, 14-12-2002]

las construcciones formadas sobre esta pauta no están lexicalizadas, ya que las relaciones que intervienen en su formación son de natu-raleza argumentativa o discursiva [rae-asale 2010:938]

b. Después, sin reflexionar en lo que hacía, don Andrés, y quién sabe si la muchacha misma, ya que hasta la más inocente suele dejarse guiar por endiablados instintos, prestaron auxilio a la casualidad y la con-virtieron en providencia, hallándose casi todos los días... [Juanita, 188]

28.9 oraciones causales

3570

Y aunque él va a combatir contra todos los malos poetas... a buen seguro que los dramáticos le preocupan, ya que al salir de Madrid, exclama... [Joaquín Álvarez, Discurso, 1925, España, corde]

Pasó en la villa. Por navidad seguramente, ya que el recuerdo se asociaba con estallidos de petardos y el perfume de la flor del cocotero [José Rivarola, Yvypóra, 1970, Paraguay, corde]

Según Blanco, esta sociedad, en realidad, subcontrata todo el negocio, ya que solo tiene una persona en nómina y declara una facturación de unos 700.000 euros anuales [El País, 14-12-2012]

c. Y ésta es otra de las grandes orientaciones, ya que así se llama, de la pedagogía nacional [Franz Tamayo, Creación, 1910, Bolivia, corde]

No insistiremos en este proceso que ya ha sido analizado con detalle para pues (que). Respecto a la cronología, apuntemos que en el caso de ya que el uso en este tipo de causales es tardío. En textos del siglo xviii, encontramos algún ejemplo que puede ser asimilado a este tipo de causales, pero este uso continúa siendo poco frecuente en obras del xix y sólo a partir del xx alcanza una impor-tante difusión, especialmente en textos escritos de registro formal, en los que en algún caso es más frecuente que porque. En este sentido, Herrero (2006:839) señala que ya que es la conjunción causal por excelencia en un tipo de textos que presenta al mismo tiempo un carácter formal y razonador, como son los exámenes. Pero no sólo en este tipo de textos, como muestra que sea también la conjunción más frecuente en la Nueva gramática de la lengua española, con 70 casos de ya que frente a 34 de porque y sólo dos de pues en la parte fichada de la versión Manual. De hecho, en textos escritos de registro formal, la locución ya que está desplazando a la conjunción pues, muy habitual durante el siglo xix y buena parte del xx.

28.9.2.4. Etapas evolutivas

Teniendo en cuenta todo lo apuntado hasta ahora y los datos de los cuadros 9 y 10 arriba, se pueden establecer cuatro etapas en la evolución de la locución ya que:

a) La primera abarca hasta finales del siglo xiv. Aunque ya que aparece con un valor causal en un texto tan antiguo como la Fazienda, en este periodo su uso con valor causal es casi inexistente y hasta el siglo xv ese valor aparece en autores ara-goneses o vinculados a la Corona de Aragón. Igual de inusual, por otra parte, resulta su uso con valor temporal, ‘una vez que’, ‘después de que’, y concesivo.

b) Sin tener una alta frecuencia de uso, las subordinadas con ya que empiezan a ser más habituales a partir de finales del siglo xv y especialmente a partir

puesto que y otras locuciones con participio 28.9.3

3571

de la segunda mitad del xvi. De los tres significados que ya que puede asumir, a partir de la segunda mitad del siglo xvii, el temporal ya es muy poco común y el concesivo empieza a retroceder también respecto al causal. En este periodo, como en el anterior, ya que introduce causales presupuestas, generalmente ante-puestas y orientadas a la fuerza ilocutiva, o asimiladas a estas. En esta función, ya que compite con pues (que), que es la conjunción más habitual.

c) En el siglo xviii y especialmente en el xix, ya que desplaza a pues (que) en las causales presupuestas orientadas a la fuerza ilocutiva y progresivamente invade el terreno de las causales pospuestas explicativas, especialmente las orientadas al contenido proposicional. Asociada a estas causales la posposición empieza a ser cada vez más habitual.

d) Sin dejar de usarse en las causales presupuestas orientadas a la fuerza ilocutiva, en la actualidad las causales pospuestas con ya que han alcanzado una importante difusión en la lengua escrita, especialmente en textos de carácter formal y razonador, en los que pues resultaba habitual con anterioridad.

28.9.3. Puesto que y otras locuciones con participio

La locución puesto que se formó a partir de una construcción absoluta integrada por el participio del verbo poner y una subordinada sustantiva que funciona como sujeto gramatical del participio (→ Capítulo 26). El mismo origen tienen otras lo-cuciones usadas también con valor causal como visto que y dado que, u otras mucho menos habituales como presupuesto que o supuesto que. Centrándonos en las tres primeras, la que ha alcanzado un mayor grado de lexicalización es puesto que. Este hecho se puede constatar en el carácter átono de esta locución (rae-asale 2011:§9.3a), frente al tónico de visto que o dado que, pero también en las posibi-lidades combinatorias de la forma de participio. Con un valor causal, puesto sólo puede aparecer en combinación con que y una oración finita (125a), mientras que visto y dado pueden utilizarse en esta misma combinación (125b), pero también con una fn (125c), que impone la concordancia en género y número con el participio. Por otra parte, con puesto que no es posible la elisión de la forma participial en estructuras coordinadas, que sí puede producirse en los otros casos (125d).45

45 Si puesto que es la más lexicalizada, visto que es la que presenta un menor grado de lexicalización tanto por las propiedades mencionadas como por su poca frecuencia de uso y por la proximidad existente entre su significado y el significado léxico de ver en la acepción de ‘reconocer con la inteligencia’.

28.9 oraciones causales

3572

(125) a. No sería una tasa sobre los depósitos, puesto que el Gobierno central ha cerrado esta vía aprobando un impuesto a tipo cero para estos [El País, 14-12-2012]

b. Caben pocas dudas de que el año que viene volverá a haber números rojos, visto que no se espera mejora del mercado laboral [El País, 14-12-2012]

Es una decisión que no hará especialmente feliz a China, dado que los tres son miembros de asean [El País, 14-12-2012]

c. Visto el gran poder de tu padre, temía. Mirando la gentileza de Calisto, osava. Vista tu discreción, me reçelava [Celestina, 10.246]

Dado su carácter local y el tamaño de la economía alemana, esas entidades tampoco cumplen las otras dos referencias que les harían caer bajo la lupa del Bce [El País, 13-12-2012]

Dadas estas dimensiones, un hombre de envergadura normal sólo puede estirar a la vez los dos brazos... en el sentido de las diagonales [Martín Santos, Tiempo de silencio, 1961, España, corde]

d. No dice el cronista si dieron su parte de botín en misas a las tan solícitas ánimas del otro mundo; pero yo presumo que las pagarían con ingratitud, visto que las pobrecitas no han vuelto a meterse en casa ajena y que dejan que cada cual salga de compromisos como pueda, sin tomarse ya ellas el trabajo de hacer siquiera un milagrito de pipiripao [Tradiciones, 322]

Algunas de estas locuciones también pueden usarse con un significado conce-sivo y condicional, como puede observarse en el cuadro 11 abajo. Esta variedad de significados deriva del valor aspectual del participio y, concretamente, de su carácter perfectivo (→ Capítulo 30). En efecto, el hecho de que una construcción absoluta aparezca generalmente antepuesta a la oración principal e indique anterioridad permite que pueda asumir significados diferentes relacionados con la noción de causalidad y que estos puedan llegar a convencionalizarse; concre-tamente, el significado de causa real y efectiva (causal), el de causa potencial (condicional) o el de causa no efectiva (concesiva). En los dos primeros casos, la subordinada y la principal tienen la misma orientación argumentativa, y la subordinada se interpreta como causal o condicional, según que se refiera a una situación real o no. En el segundo caso, en cambio, la orientación argumentativa es contraria y la subordinada se interpreta como concesiva.

Las locuciones formadas a partir de construcciones absolutas tienen un ca-rácter culto y una frecuencia de aparición baja, excepto en el caso de puesto que, que es la que ha alcanzado un mayor grado de difusión. Esta locución se docu-menta desde el siglo xiv, e incluso antes si tenemos en cuenta el Calila, donde

puesto que y otras locuciones con participio 28.9.3

3573

su uso podría deberse a la intervención del copista. Las otras dos, en cambio, se documentan a partir del siglo xv. Respecto al significado, sólo visto que se usa desde el principio con valor causal, fácilmente relacionable con el significado léxico de ver y, concretamente, con la acepción ‘darse cuenta’, ‘reconocer con la inteligencia’ (126a). En un primer momento, de hecho, entre el participio y la conjunción que puede aparecer un complemento agente, prueba del carácter verbal de aquel y la escasa lexicalización inicial del conjunto (126b).

(126) a. Otrosí, visto que algunos ombres perescían en el río de Guadarrama, que... [Varones, 200]

En este tienpo se travaron algunas escaramuças, en que fueron muertos e feridos algunos pocos moros e christianos, y el rey visto que en los canpos avie poco mantenimiento para los cavallos, acordo de levantar su real de sobre Malaga [Enrique IV, 52]

desconfiava de su salud, y visto que no podía cunplir lo que me dispuse a hazer sin mi peligro o su libertad, determiné de seguir mi propósito hasta acabar la vida o levar a Leriano esperança [Cárcel, 79]

b. Visto por los indios que no había salido verdad lo que los religiosos les habían prometido (que no habían de entrar españoles en aquellas provincias...), alborótase e indígnase toda la tierra contra los frailes [Brevísima, 131]

Y visto por mí que de tal persona no podía venir sino bien a favor, acordé de lo hacer [lt, 130]

Cuadro 11Significado de las locuciones formadas por un participio seguido de que

Puesto que Dado que Visto que Concesivo Causal Concesivo Condicional Causal Causal

xiii 1 xiv 5 xv 25 2 5xvi 53 3 6xvii 3 2 xviii 4 1 xix 21 2 2xx 7 xxi 41 9 1

28.9 oraciones causales

3574

A diferencia de visto que, las otras dos locuciones presentan significados di-ferentes del causal. Puesto que, y también su variante puesto caso que, se usan inicialmente como locuciones concesivas (127a). Con significado causal, puesto que sólo empieza a documentarse a partir de la segunda mitad del siglo xvi (127b) y su uso ya parece ser general a partir de la segunda mitad del siglo xvii (127c).

(127) a. ca puesto que la obra fuesse en sí mala, si non fuesse mal fecha nin faziéndola escogiendo que era mala, non serié del todo mala [Lucanor, 310]

No digo buelto, pudiendo dezir turvio, puesto caso que el refrán diga: “A río buelto, ganancia de pescadores” [Diálogo, 196]

—¡Ay! —dijo a esto Preciosa—, señor mío, que ni es gitano ni ladrón, puesto que es matador. Pero fuelo del que le quitó la honra y no pudo hacer menos de mostrar quién era y matarle [Gitanilla, 111]

b. Y allí dimos carena al un navío, que hazía mucha agua, puesto que tocó al estar en la barra, que es muy baja [Bernal, 41]

Y puesto que Cortés sintió pena no le oviese acaesçido algún desmán, mandó meter belas, y luego le alcanzamos [Bernal, 73]

Aquella noche dormimos con más sosiego que la pasada, puesto que teníamos mucho recaudo de corredores y espías y velas y rondas [Bernal, 159]

c. Puesto que ya estoy curado, / detenernos será error [Alcalde, 170] Diré, sí, en otro papel, cuanto he podido recoger de su historia, puesto

que también esto puede servir a los designios de V [Castillo, 342] El público le ha dado a usted una lección muy dura, pero muy útil,

puesto que por ella se reconoce y se enmienda [cn/sí, 134]

El paso del significado concesivo al causal está motivado por los cambios que se producen en su uso como locución concesiva (→ Capítulo 30). Inicialmente, las concesivas con puesto que aparecen generalmente antepuestas y tienen un carácter no factual, por lo que se construyen con subjuntivo, pero a medida que se hacen más frecuentes adquieren una mayor libertad posicional y se usan también con carácter factual e indicativo, cosa que las aproxima a las causales y favorece la reinterpretación como causal (Herrero 2005:456; Rivarola 1976:129-131). De hecho, los primeros ejemplos como conjunción causal se producen en la segunda mitad del siglo xvi, momento en que el uso del indicativo y la posposición son ya muy frecuentes.

También presenta significados diferentes del causal la locución dado que, o la variante, poco frecuente, dado caso que. Estas locuciones se usan con significado concesivo (128a) y condicional (128b) y estos valores se mantienen durante más

puesto que y otras locuciones con participio 28.9.3

3575

tiempo que en el caso de puesto que. Sin embargo, tal vez por su escasa frecuencia de uso, se asimilan a puesto que y asumen un significado causal (128c), como ocurre también con supuesto que, mucho menos frecuente (128d).

(128) a. Cierto es que ningún ombre, dado que biva largos tienpos, puede saber la perfectión e profundidad de todas las ciencias [Varones, 197]

Pero dado que aquellas pruebas convenzan la falta total de respi-ración, no por esso convencen la privación de vida [Benito Jerónimo Feijoo, Teatro crítico universal, 1733, España, corde]

b. Y dado que el dicho sacristán no lo hiciese de la manera susodicha, el patrono le quite el dicho oficio y ponga otro idóneo... [Anónimo, Constituciones de la capilla, 1653, España, corde]

Menester es confesar que hizo muy bien el señor obispo en prohibir la aparición de esta figura, dado que sea exacto lo que se cuenta y que no se exageren los melindres y chistes del fingido casto José [Juanita, 246]

c. No habia pues otro rumbo que seguir, dado que no era fácil, ni aca-so posible, tener uno propio, que el que señalaba el ingenio francés [Manuel José Quintana, Introducción a la poesía castellana, 1830, España, corde]

d. Hallé en mi esposa mucha virtud y merecíle en mi asistencia ca-riñoso amor, pero fue esta dicha como soñada, teniendo solos once meses de duración, supuesto que en el primer parto le faltó la vida [Infortunios, 79]

Y supuesto que en todo subjuntivo se confunde la relación de co-existencia con la de posterioridad, los co-pretéritos cantase, cantara, cantaba, podrán usarse como pos-pretéritos en el subjuntivo hipoté-tico [Bello 1847/1988:447]

Apuntemos, para finalizar, que, con un significado causal, estas locuciones pueden aparecer antepuestas y pospuestas. Como ocurre con las otras conjun-ciones de origen temporal, y por unas razones semejantes, pueden usarse en causales presupuestas, orientadas a la fuerza ilocutiva o asimilables a estas (129a), y también en las causales pospuestas explicativas, especialmente en las orientadas al contenido proposicional (129b), y en menor medida en otras como las epistémicas (129c).

(129) a. Y puesto que estamos solos, / señor don Álvaro, hablemos / más claramente los dos, / sin que tantos sentimientos... [Alcalde, 173]

28.10 oraciones causales

3576

¡Puesto que así lo quieres, te acepto por esposo y soy tu esposa para en lo sucesivo! [Vicente Blasco, Las mil y una noches, ca. 1916, España, corde]

Puesto que de lógica se trataba, ella no podía sino moverse hacia donde esa lógica la conducía [Reina, 392]

b. Si tanta grandeza es hoy perdida para el uso de su primer destino, no lo es para el lucimiento ni para el recreo del público, puesto que allí... se celebran las máscaras del carnaval, y sin otra diligencia que iluminarle bien, ofrece el más magnífico salón de baile que puede concebirse [Castillo, 342]

Es menester no es construcción impersonal, puesto que lleva en todas ocasiones un sujeto expreso o tácito [Bello 1847/1988:682]

Este relativo está más restringido, puesto que requiere antecedentes que designen personas [rae-asale 2010:843]

c. —Otros piensan “¿Para qué voy a ir a la concentración, si no se va a notar uno de menos entre tantos?” Error, y esto lo debe de pensar la mayoría de vosotros, puesto que siempre veo las mismas caras, pero hay muchas más que echo en falta [Efímero, Correo electrónico, 1998, España, crea]

Hay, finalmente, en el Barlaam y Josafat una serie muy considera-ble de parábolas y apólogos, que son seguramente de origen indio y aun budista, puesto que algunas de ellas están en el Mahavanso [Marcelino Menéndez Pelayo, Orígenes de la novela, 1905, España, corde]

28.10. la conjunción como

Después de analizadas las conjunciones básicas medievales, ca, que y porque, incluyendo el desarrollo posterior de aquellas que se han mantenido hasta la actualidad, y las conjunciones de origen temporal, nos ocuparemos en este apartado de la conjunción como, que tiene un origen, unas características y un desarrollo histórico claramente diferenciado del resto de conjunciones causales.

28.10.1. El origen de la conjunción

La partícula como, o las variantes antiguas cuemo y commo, derivan del adverbio interrogativo quomodo ‘de qué manera’. Formalmente, proviene de la variante contracta quomo, explicable por la alta frecuencia de uso alcanzada por esta

origen de la conjunción como 28.10.1

3577

partícula. La alternancia entre o y ue no depende del carácter átono o tónico del derivado latino ni de la función que realiza; la variante ue se ha atribuido al mantenimiento en una pronunciación culta de la semivocal de quo- y al pos-terior cambio analógico del diptongo a la forma ue característica del castellano (Cano 1995:11; Menéndez Pidal 1944-1945:I.§§37, 56), aunque también podría deberse a una reacción exagerada para evitar la tendencia a cerrar la vocal en u al emplear como tónica esta palabra generalmente átona (Corominas 1980-1991:s.v. como).

Sintácticamente, como no tiene un comportamiento homogéneo y puede funcionar como adverbio, conjunción y preposición, y no siempre es clara su adscripción a una clase de palabras u otra. La mayoría de sus funciones se documenta ya en latín y se ha mantenido a lo largo de la historia del español con pocos cambios. Las enumeramos a continuación a partir de ejemplos del Cantar de mio Cid o de textos posteriores, si no aparecen en los más antiguos. Las funciones más relacionadas con el significado etimológico y documentadas ya en latín clásico son continuadoras de su carácter adverbial y del significado de manera. Se trata, concretamente, de su uso en adjuntos de manera (130a) y en construcciones comparativas de igualdad cualitativa (130b). Con este signi-ficado modal-comparativo, aparece con frecuencia en correlación con el adverbio demostrativo así usado como antecedente (130c) o consecuente (130d). Un poco más tardío en latín es el uso como introductor de predicativos (130e) y como conjunción completiva (130f) (→ Capítulo 25) (→ Capítulo 20). La primera función deriva del uso comparativo, ya que ciertas comparaciones pueden ser fácilmente interpretadas como propiedades del elemento que se compara. La segunda, del uso en interrogativas indirectas, que mantiene la función como introductora de subordinadas en función de objeto directo pero sin el carácter interrogativo ni el significado de manera (→ Capítulo 27).

(130) a. Fablaua myo Çid commo odredes contar [Cid, 684] b. La cofia de rançal que blanca era commo el sol [Cid, 3493] c. Asis parten vnos dotros commo la vña dela carne [Cid, 375] Asi commo a my dixieron, hy los podredes falar [Cid, 1468] d. Commo lo dixo el Çid assi lo han acabado [Cid, 1771] e. Fablo el Rey don Alfonsso commo tan buen señor [Cid, 2094] f. Dixoles atodos commo querie tras nochar [Cid, 429]

Más alejadas del significado inicial están otras funciones que también se documentan en latín. Concretamente, su uso como conjunción comparativa in-troduciendo el segundo término de una comparación cuantitativa de igualdad (131a) (→ Capítulo 31), como conjunción causal (131b) y como adverbio temporal

28.10 oraciones causales

3578

con un significado equivalente al de cuando (→ Capítulo 34). Con este significado temporal, como se usa en combinación con así desde los primeros textos (131c) (→ Capítulo 8) y, sin este adverbio, desde finales del siglo xv (131d). En los dos casos, esta función ya es poco habitual a finales del siglo xvii. Del uso como con-junción causal, finalmente, derivan otros significados relacionados con la idea de causalidad, concretamente el concesivo, que se documenta esporádicamente en textos de los siglos xv y xvi (131e), y el condicional, que se documenta a partir del siglo xvi (131f).

(131) a. Commo ala mi alma yo tanto uos queria [Cid, 279] b. E vos, Pero Vermuez, la mi seña tomad; / Commo sodes muy bueno,

tener la edes sin arch [Cid, 690] c. Asi commo lego ala puerta, falola bien çerrada [Cid, 32] Al otro dia mañana, assi commo salio el sol, / El obispo don Ihero-

nimo la missa canto [Cid, 2068] d. Y como emparejó comigo díxome con mortal angustia: “Caminante,

por Dios te pido que me sigas y me ayudes en tan grand cuita” [Cárcel, 65]

e. Porque como sea verdad que fiziessen notables fechos, pero no los leemos estendidamente en las corónicas cómo los fizieron [Varones, 72]

f. Otras algunas menudencias había que advertir, pero todas son de poca importancia y que no hacen al caso a la verdadera relación de la historia, que ninguna es mala como sea verdadera [Quijote i, 9.110]

En español el valor causal de como no se puede explicar a partir del va-lor temporal, como se ha sugerido a veces para la forma comme del francés (Meyer-Lübke 1890-1906/1974:III.587), ya que el uso temporal de como, sin el refuerzo de así, es mucho más tardío que el causal. Por otra parte, las causales con conjunciones de origen temporal presentan inicialmente unas propiedades bien definidas y diferentes de las que muestran las causales con como (véase supra §28.9). Más verosímil, por lo tanto, parece pensar que tanto el significado temporal como el causal derivan del significado modal-comparativo, como ha defendido la mayoría de los estudiosos.46 Como ocurre con otros adjuntos, los que indican manera o establecen una comparación pueden presentar un significado secundario causal en un contexto adecuado; es lo que sucede en los ejemplos

46 El primero en proponer este origen es Bello (1847/1988:§404) para quien “de la idea de modo ha pasado como a significar varios otros conceptos: los de causa, sucesión inmediata, condición”. La misma vinculación proponen, entre otros, Cuervo (1886-1994:s.v. como), Galán (1995:153), Kretschmann (1936:33-34), Narbona (1990:II.52) y Ridruejo (1981:315-318).

caracterÍsticas generales de como 28.10.2

3579

(132ab), en los que la subordinada antepuesta indica la manera como se ha de realizar una cosa (132a) o señala una comparación (132b), pero al mismo tiempo permite establecer una vinculación causal con la principal. En ambos casos, de hecho, bastaría con que se suprimiera el adverbio de manera así, que aparece en correlación con como, para que la subordinada pudiera interpretarse como causal. También en posición pospuesta se documentan casos, como (132c), en los que al valor modal-comparativo se añade un posible significado causal, como muestra el paralelismo con la causal de (132d).

(132) a. Cuemo lo mando myo Çid assi lo an todos ha far [Cid, 322] b. Los otros linages cuando esto sintieron d’él, como desacordavan en

las lenguas assí començaron a desacordar en las voluntades, e otrossí ý luego en las costumbres [gei, 1.77]

c. En Belleem apareçist, commo fue tu veluntad [Cid, 334] Enel monumento Resuçitest, fust alos ynfiernos, / Commo fue tu

voluntad [Cid, 359] d. Resuçitest a Lazaro, ca fue tu voluntad [Cid, 346]

El significado causal de como tiene, por lo tanto, un origen metonímico y debió de surgir a partir de asociaciones como las que se acaban de apuntar, especial-mente en contextos en los que se neutraliza el significado de manera por falta de contenidos que puedan ser relacionados cualitativamente (Ridruejo 1981:318) o en contextos en los que tales contenidos no son evidentes para el receptor.

28.10.2. Características generales

Las oraciones causales con como presentan unas características bastante homogéneas desde los primeros textos y a lo largo de la historia del español, si exceptuamos algún aspecto puntual relacionado con la posición de la su-bordinada y con el uso de tiempos y modos verbales que delimitaremos más adelante (véase supra §28.8.1.2.3 y §28.8.1.3, respectivamente). Al analizar las conjunciones causales de origen temporal hemos podido comprobar que estas presentan unas características bien definidas y siguen una evolución paralela: inicialmente, introducen causales presupuestas, generalmente antepuestas a la oración principal y orientadas a la fuerza ilocutiva, que expresan situaciones no necesariamente compartidas o deseadas por el emisor que desencadenan un determinado efecto. Las causales con como comparten con este tipo de causales el hecho de aparecer generalmente antepuestas, pero no los otros aspectos.

28.10 oraciones causales

3580

28.10.2.1. Clase de causales introducidas por como

Frente al carácter polémico o no compartido que caracteriza muchas de las causales de origen temporal, las causales con como se comportan de manera parecida a las antepuestas con porque y tienen un carácter neutro (véase supra §28.6.2.1). En muchos casos expresan propiedades características de un sujeto, verdades de carácter general o situaciones que se repiten habitualmente, y por eso mismo estas causales se construyen frecuentemente con el verbo ser y ex-presan una propiedad referida al sujeto de la oración principal (133a) o a otro elemento de la principal (133b).

(133) a. Et el ximio, commo es desvergonçado, ovo sabor de echarle los figos en el agua, et començó el galápago de comerlos, et non dubdava que el ximio gelos echava a sabiendas [Calila, 254]

E Moisén, como era varón entendudo, apercibióse luego [gei, 2.68] E yo, como só omne como otro, pecador, / ove de las mugeres a las

vezes grand amor [lba, 76a] Ya tornáis a vuestro Librixa. ¿No os tengo dicho que, como aquel

hombre no era castellano, sino andaluz, hablava y escrivía como en Andaluzía, y no como en Castilla? [Diálogo, 190]

y, como yo soy aficionado a leer, aunque sean los papeles rotos de las calles, llevado desta mi natural inclinación, tomé un cartapacio de los que el muchacho vendía... [Quijote i, 9.107]

b. Ellos como era él fuert e malo, temiendo que los sacarié de derecho e que los apremiarié, refusáronle, quel non quisieron recebir [gei, 1.72]

la Mentira fincó sobre tierra do viven los omnes et andan las gentes et todas las otras cosas. Et commo es ella muy falaguera, en poco tiempo fueron todos muy pagados della [Lucanor, 159]

Pero como este rey era piadoso, bien así Dios usó con él de piedad e le libró de la prisión e de los otros males que contra su persona se imaginaron [Varones, 80]

Como las interjecciones son en mucho menor número que las afec-ciones del alma indicadas por ellas, suele emplearse en casos diver-sísimos una misma, y diferencian su significado la modulación de la voz, el gesto y los ademanes [Bello 1847/1988:191]

También son frecuentes las causales con verbos estativos diferentes de ser (134a) o las que expresan verdades de carácter general (134b) o situaciones que se repiten de manera habitual (134c) y que permiten en muchos casos caracterizar

valor informativo de la suBordinada con como 28.10.2.2

3581

al sujeto que las realiza. No tan abundantes, pero también presentes desde los primeros textos y con el mismo carácter neutro, son las causales que designan eventos concretos (134d).

(134) a. Noé salió, e la tierra como estava aún lodosa de las aguas del diluvio e el lodo tierno cuando Matusalem saliera señalóla con los pies [gei, 1.42]

[el pulpo] como tiene muchas manos, con muchos puede lidiar [lba, 1116d]

E por ocasión d’este castillo, ganaron los Turcos los lugares e tierra que han ganado... E como tiene este castillo sus fustas e la tierra de la Turquía cerca, luego les pasa acorro de gente [Tamorlán, 113]

b. et commo las aventuras acaesçen en las lides, acaesçió assí: que el cavallero, padre del otro, topó en la lit con aquel señor con quien el su señor lidiava, con quien vivía su fijo [Lucanor, 311]

como el sustentar su vida consiste en ser agudos, astutos y embus-teros, despabilan el ingenio a cada paso y no dejan que críe moho en ninguna manera [Gitanilla, 45]

Como el artículo se asimila aquí a un cuantificador de grado, los adjetivos y adverbios que se construyen con él expresan necesaria-mente cualidades graduables [rae-asale 2010:818]

c. e como labrava el fierro que assacó otrossí en él a fazer d’él armas pora lidiar e ferir [gei, 1.25]

e como el rey favoreçia a qualesquier perssonas a quien oviese dado ofiçios, ovo tan grand enojo de los que vinieron querellando de Iohan de Merlo que los mando prender [Enrique IV, 15]

d. subió el ximio ençima de la viga et asentóse ençima et sacó la cuña; et commo le colgavan los conpañones en la serradura de la viga, al sacar de la cuña apretó la viga... [Calila, 126]

los del linage de Caím assacaron primero todas las sabidurías e las menastralías de las cosas terreñales, e como tomó de luego Caím su padre la tierra... trabajáronse ellos de las cosas terreñales [gei, 1.37]

Como se dejó la puerta abierta, pasa el aire, y llévale unos papeles que están sobre el bufete [Fiesta, 144]

28.10.2.2. El valor informativo de la subordinada

Como muestran los ejemplos analizados hasta ahora, las causales introducidas por como aparecen generalmente antepuestas y esta es la única posición posible

28.10 oraciones causales

3582

en español actual. Volveremos sobre la posición de la subordinada más adelante. Lo que nos interesa comentar ahora es el hecho de que la anteposición de la subordinada no implica necesariamente que esta tenga que ser conocida por el interlocutor o que haya sido presentada previamente en el discurso. Como han señalado diversos autores (Cano 1995:105; Goethals 2002:138-142; Salvador 1996:364-365), lo que caracteriza estas causales en posición temática es el hecho de que aportan una información secundaria, vinculada al segundo plano informativo (fondo, background), que sirve para introducir el contenido de la principal, identificado con la información relevante que se asevera.

Lo consabido, más que el contenido de la subordinada, es la vinculación que se establece entre la causa y el efecto que se deriva o el hecho de que, dada una característica o una situación como la expresada en la subordinada, es previsible que se dé un efecto como el que indica la principal. En estas construcciones, la subordinada expresa una situación que favorece de manera natural la situación designada en la principal y, que resulta, por lo tanto, previsible.47 Las causales con como, desde esta perspectiva, se comportan como un recurso argumentativo que se basa en una premisa implícita del tipo ‘si a, normalmente B’. Retomando algunos ejemplos ya apuntados, el de (135a) se basa en la premisa ‘si alguien no es castellano sino andaluz, hablará y escribirá como en Andalucía’ y el de (135b), en ‘si alguien lleva mucha carga, se hundirá más que si no llevase tanta carga’. En algún caso, por otra parte, la oración principal contiene elementos léxicos que hacen referencia explícita al hecho de que la situación que expre-san es una consecuencia natural, necesaria o lógica de lo que se indica en la subordinada (135c).

(135) a. Ya tornáis a vuestro Librixa. ¿No os tengo dicho que, como aquel hombre no era castellano, sino andaluz, hablava y escrivía como en Andaluzía, y no como en Castilla? [Diálogo, 190]

b. et commo él levava grand carga, çafondava más que si aquella carga non levasse [Lucanor, 207]

c. Y como las cosas de la guerra y las a ellas tocantes y concernientes no se pueden poner en ejecución sino sudando, afanando y trabajando, síguese que aquellos que la profesan tienen sin duda mayor trabajo que aquellos que en sosegada paz y reposo están rogando a Dios... [Quijote i, 13.138]

y como las honras y deshonras del mundo sean todas y nazcan de carne y sangre, y las de la mujer mala sean deste género, es forzoso

47 Al carácter natural de la conexión causal ya se refirió Santos (1982) y esta idea ha sido retomada después, junto al carácter previsible, por autores como Cano (1995:104) y Goethals (2002:142-143).

posición de la suBordinada con como 28.10.2.3

3583

que al marido le quepa parte dellas y sea tenido por deshonrado sin que él lo sepa [Quijote i, 33.388]

Este tipo de causales presenta una cierta proximidad a las causales epistémi-cas, que como hemos indicado son poco frecuentes en posición antepuesta. Las causales con como, de hecho, se vinculan de manera casi exclusiva al enunciado. Esporádicamente se puede documentar algún ejemplo tardío de causal epistémi-ca, que introduce un argumento en el que se basa la deducción expresada en la oración principal, como indica el ejemplo (136a) o los dos ya citados al establecer la clasificación de las causales (136b).

(136) a. Echole cargo que como con poco temor de Dios y respeto a la justicia falta a la religion del juramento, pues no pudo ser del modo que lleva declarado [dlne, 1808, 305.707]

b. Como Luis fue el primer hijo, seguramente cargó con el peso de to-dos los errores [Santiago Ramírez, Infancia es destino, 1975, México, crea]

Como se está mirando el reloj como debe ser, tal vez he abusado de la palabra [Reunión 56, 4/5-11-1998, Argentina, crea]

En algún caso, por otra parte, la causal parece orientarse a la fuerza ilocutiva, en la medida que la principal no se reduce a una simple aserción (Cano 1995:105), como en (137). En todo caso, se trata de ejemplos aislados y la vinculación a la enunciación es mucho menos evidente que con las conjunciones de origen tem-poral (pues, pues que, ya que, puesto que).

(137) E vos, Pero Vermuez, la mi seña tomad; / Commo sodes muy bueno, tener la edes sin art [Cid, 690]

como esta palabra enemigo es compuesta de en i amigo, es cierto que la n pertenece a la vocal primera i se desata dela siguiente [Nebrija, 32]

De la vizcaína querría saberos dezir algo, pero, como no la sé ni la entiendo, no tengo que dezir della sino solamente esto, que, según he entendido de personas que la entienden, también a ella se le an pegado muchos vocablos latinos [Diálogo, 140]

28.10.2.3. La posición de la subordinada

En español actual las causales con como aparecen necesariamente antepuestas a la principal, pero esta posición no es la única que se documenta históricamen-

28.10 oraciones causales

3584

te. Como en el caso de las conjunciones de origen temporal, la anteposición está motivada por el mismo proceso de aparición del significado causal, ya que en esta posición, desvinculada del predicado de la oración principal, los adjuntos pueden desprenderse de su significado inicial (temporal, modal-comparativo, etc.) y asumir un significado más abstracto de carácter causal que enmarca el conjunto de la oración principal. Dicho esto, también es verdad que, una vez consolidado el uso causal, es normal que la subordinada adquiera una mayor libertad posi-cional y que la posposición gane progresivamente terreno. Lo que resulta, pues, particular en el caso de como no es tanto que la subordinada pueda aparecer pospuesta en algún caso, sino que esta posición no se haga cada vez más frecuente.

Cuadro 12Posición y carácter suspendido o no de la subordinada

Antepuesta Pospuesta Suspendida

xii 3 2 xiii 14 5 xiv 27 2 xv 201 5 xvi 88 6 xvii 61 5 1xviii 48 5xix 153 1xx 14 xxi 9

Como muestra el cuadro 12, la subordinada causal aparece en algún caso pospuesta a la principal en textos de la Edad Media y Moderna pero ya no en la Contemporánea, y tanto en indicativo (138a) como en subjuntivo (138b), modo que se documenta sobre todo a partir del siglo xv (véase infra §28.10.2).

(138) a. Desí tomó una soga et colgóla en la foya, a que se travase el omne para lo sacar; et travóse a ella el ximio, commo es ligero, et salió de la foya [Calila, 318]

E desque Lamec e el moço llegaron acerca de la mata bolviósse Caím dedentro como non podié estar quedo [gei, 1.29]

troxo muy grand mesnada, como era poderoso [lba, 1080d] ¿Y qué sé si me matara a mí, como era acelerado y loco, como hizo

a aquella vieja que tenía yo por madre? [Celestina, 17.307]

posición de la suBordinada con como 28.10.2.3

3585

Veamos ahora qué es lo que peina este hombre. Peina unos excre-mentos que ha prohijado, y no le causan mohína como los tiene por propios [Fiesta, 188]

b. Lo qual fue cabsa de animar a su serviçio a los parientes e amigos del dicho conde, e aun generalmente a todos, como sea verdat que los reynos e señorios mucho mejor se goviernan e tengan con clemençia e amor que con fuerça e rigor [Enrique IV, 11]

Y pues esto antes de agora me consta, sofriré con menos pena mi real, aunque del todo no pueda despedir el sentimiento, como sea de carne sentible formada [Celestina, 8.215]

Idos los españoles al peñón, súbenlo por fuerza, como los indios sean desnudos y sin armas [Brevísima, 169]

halló que ciertos indios tenían escondidos sus ídolos, como nun-ca los hobiesen enseñado los tristes españoles otro mejor dios [Brevísima, 123]

Sea como fuere, la posposición es escasa a lo largo de toda la historia del es-pañol y ya no la documentamos en el corpus con posterioridad al siglo xvii. Las causas de esta restricción están relacionadas, sin duda, con la opacidad semántica de como y su dependencia del contexto para delimitar la función que desarrolla, y más específicamente con el hecho de que la posposición se asocia sobre todo a la función modal-comparativa y es también posible con la condicional, que se construye con subjuntivo (→ Capítulo 31) (→ Capítulo 32).

Dejando de lado la posposición, es interesante señalar también que las cau-sales con como presentan otra peculiaridad relacionada en parte con el orden. A diferencia de lo que ocurre con otras causales, en la conversación espontánea las causales con como pueden quedar a veces suspendidas, sin la oración principal en la que se explicita el efecto (139). Estas causales suspendidas aparecen en contextos en los que el hablante trata de justificarse y en este punto coinciden con los usos más típicos de las causales con que. Sin embargo, a diferencia de estas causales, las de como no justifican un acto de habla o algo inesperado que el hablante pretende realizar, sino algo que se ha hecho o dicho y que ha pro-vocado extrañeza en el interlocutor o que el emisor piensa que puede resultar extraño. Son escasos los ejemplos documentados de causales suspendidas en el corpus utilizado, ya que se trata de una estrategia propia del diálogo espontáneo y coloquial. En las obras del corpus, de hecho, sólo tiene una presencia significa-tiva en la Comedia nueva de Moratín; con anterioridad, el primer ejemplo claro pertenece al Alcalde de Zalamea.48

48 No es claro el siguiente ejemplo de La Celestina, que puede interpretarse bien como res-puesta a una interrogativa indirecta, motivada por el paralelismo con el interrogativo cómo de

28.10 oraciones causales

3586

(139) —Llevéme de mi impaciencia. / ¿No es, decidme, muy mal hecho, / que tanto una pierna duela? —De eso mismo hablaba yo. —Pensé que otra cosa era. / Como arrojasteis la silla... [Alcalde, 127]

Entonces escribiría. ¡Qué! todos los meses sacaría dos o tres come-dias... Como es tan hábil [cn/Sí, 68]

—¿Se acabará esta tarde esa relación? —Como el señor preguntaba [cn/Sí, 78]

—¡Muchacho!, haz alguna de tus chuscadas para que el señor se distraiga y recogije. Y contesta Calvete: —Pues si las hago a manta y el señor rabia y chilla más. Como está tan jaquecoso... [Juanita, 292]

El hecho de que las causales suspendidas se asocien a como se debe a las propiedades generales de las causales con esta conjunción. Más arriba hemos apuntado que las causales con como se basan en una premisa implícita de tipo ‘si a, normalmente B’ y que la subordinada antepuesta hace referencia a una propiedad o situación que de manera natural y previsible da lugar al efecto expresado en la principal (véase supra §28.10.2.2). Dado el carácter previsible del efecto, se entiende que el hablante pueda no explicitarlo y deje en manos del interlocutor la reconstrucción del fragmento elidido (Goethals 2002:145; Montolío 2000:363). La suspensión, de hecho, potencia el carácter justificativo de estas causales y el intento de reconducir una posible reacción negativa del interlocutor, tanto por la implicación que se exige de este como por el carácter previsible de la consecuencia que se deriva.49

28.10.3. El uso de tiempos y modos verbales en las causales con como

Como ya hemos indicado, las causales con como hacen referencia en muchos casos a una propiedad característica de un sujeto, a una verdad general o a una situación que se repite de manera habitual, y por eso mismo se construyen con frecuencia con tiempos imperfectivos como el presente y el imperfecto de indi-cativo, como muestra el cuadro 13.

la pregunta, o bien como una causal suspendida, si asumimos que sólo las causales con porque son adecuadas como respuesta a una interrogativa indirecta: “Putos días vivas, bellaquillo! ¿Y cómo te atreves? ¡Como te conozco!” (Celestina, 1.120).

49 En palabras de Briz (1998:87), este tipo de construcciones suspendidas siguen “de algún modo el principio efectivo y eficaz de la publicidad: poner énfasis en lo que se ve (o dice) para ‘vender’ realmente lo que no se ve (o dice)”.

uso de tiempos y modos verBales en las causales con como 28.10.3

3587

Cuadro 13Uso de tiempos y modos verbales en las causales con como

Indicativo Subjuntivo Pr Imp Pret Perf Pcp Otros total Pr Imp Pcp total

xii 5 100% (5) xiii 2 10 4 100% (16) xiv 14 14 1 100% (29) xv 39 21 38 48% (98) 16 92 52% (108)xvi 26 19 16 5 1 71% (67) 10 14 3 29% (27)xvii 38 8 8 3 3 98% (60) 1 2% (1)xviii 28 10 5 2 4 100% (49) xix 52 60 13 6 8 3 91% (142) 6 3 3 8% (12)xx 5 6 2 1 100% (14) xxi 8 1 100% (9)

En las causales con los valores mencionados, el imperfecto aparece en contex-tos de pasado (140a) y el presente en contextos de presente (140b) pero también de pasado, si se trata de verdades generales o de situaciones que se mantienen en el momento del acto de habla (140c). El hecho de que la situación expresada por la subordinada no sea anterior a la expresada por la principal no niega la idea general de que la causa precede al efecto que desencadena, ya que en estos casos la causa hace referencia a una propiedad o una situación que era previa al efecto y que se mantiene con posterioridad a este.

(140) a. Ellos como era él fuert e malo, temiendo que los sacarié de derecho e que los apremiarié, refusáronle, quel non quisieron recebir [gei, 1.72]

Como estava ya con muy pocas conpañas, / el javalín e el çiervo fuyeron a las montañas [lba, 1122a]

b. Como estos dos denunsiantes son forasteros i la muger es casada, / a quien puede el marido echar menos, me a paresido presiso dexar / los bolver a su pueblo i sitarlos para la ratificasion en este lunes / inme-diato [dlne, 1771, 242.588]

c. Et el ximio, commo es desvergonçado, ovo sabor de echarle los figos en el agua, et començó el galápago de comerlos, et non dubdava que el ximio gelos echava a sabiendas [Calila, 254]

Aunque me maravillava que fuesse aquel primor de vuestra cosecha, como os tengo por hombre de tanto ingenio que con él podéis suplir la falta de letras, todavía creí que fuesse vuestro [Diálogo, 188]

28.10 oraciones causales

3588

Aunque en menor medida, las causales con como también pueden construirse con tiempos perfectivos de indicativo que señalan anterioridad. En unos casos, la causal hace referencia a situaciones pasadas que provocan un resultado pos-terior y, por lo tanto, son próximas a las analizadas hasta ahora: por ejemplo en (141a), el hecho de ser gemelos o mellizos, y en (141b), el de estar apercibido. En otros casos, sin embargo, se trata de acciones concretas previas a la situación expresada por la principal (141c).

(141) a. E Calmana, su hermana, como naciera d’un parto con Caím queriél bien [gei, 1.18]

b. Como la mi vejezuela me avía aperçebido, / non me detove mucho, para allá fui luego ido [lba, 872a]

c. —Quísete bien fazer, et non fueste para ello. Et lo que saltó en ti non era sinon una de las asnas que te dixe; et commo vido asno non sopo en qué manera jugar contigo [Calila, 260]

...los del linage de Caím assacaron primero todas las sabidurías... las cosas terreñales, e como tomó de luego Caím su padre la tierra, e dexó a Abel su hermano la guarda de los ganados, trabajáronse ellos de las cosas terreñales [gei, 1.37]

e commo fallo las galeas sin gentes que las pudiessen gouernar, dio el viento al traues con las galeas a la costa en guisa que... todas vinieron a quebrar a tierra saluo dos galeas [Pedro I, 1.279]

Este tipo de causales con tiempos perfectivos, y especialmente con el pretéri-to, son poco frecuentes en los primeros textos, pero su uso aumenta de manera significativa a partir del siglo xv, cuando como empieza a usarse con un signifi-cado temporal de anterioridad inmediata, en combinación sobre todo con estos tiempos (véase supra §28.8.1.1) (→ Capítulo 34). A partir de este momento, y mientras se mantiene el como temporal, en muchos casos no es fácil saber si la subordinada se usa con un valor temporal o causal o con ambos. Así, en (142a), la primera subordinada con como admite las dos interpretaciones, frente a la segunda que parece más bien temporal. Los dos significados, temporal y causal, también se pueden constatar en casos como (142b), mientras que en (142c) el significado es únicamente temporal.

(142) a. E cuando el Tamurbeque llegó, el Emperador avía ya pasado el río. E como sopo qu’el Tamurbec venía en pos él, tornó a guardar el paso del río e fízolo cerrar con madera. E como el Tamurbec falló qu’el Totamix le guardaba el paso del río, enviole dezir por qué le fazia aquello [Tamorlán, 320]

uso de tiempos y modos verBales en las causales con como 28.10.3

3589

b. Pues bolviendo a la reina, como supo que en la vida de Laureola no avía remedio, fuese a la prisión donde estava y besándola diversas vezes dezíale tales palabras [Cárcel, 113]

Dijo que, como oyó el buen gorrero tocar a maitines, por no perder la coyuntura, se dio tanta priesa a salir de la tinaja, que dio con ella y con él en el suelo [Gitanilla, 95]

c. Y como emparejó comigo díxome con mortal angustia: “Caminante, por Dios te pido que me sigas y me ayudes en tan grand cuita” [Cárcel, 65]

Cuando llegué a casa, ya el bueno de mi amo estaba en ella... paseán-dose por el patio. Como entro, vínose para mí [lt, 88]

Relacionado con el como temporal está también el uso del subjuntivo. Este modo aparece en algún caso en textos del siglo xiii, aunque sólo alcanza cierta frecuencia a partir del xv (Cano 1995:112-115). Como ocurre también con el indicativo, estas causales con subjuntivo se pueden construir con el verbo en presente y expresar verdades de carácter general o características definidoras de un sujeto (143a), o con tiempos de pasado, y expresar generalmente situa-ciones concretas y anteriores a las señaladas en la oración principal (143b). En este caso, de nuevo no siempre es fácil saber si se usan con significado temporal o causal (143c).

(143) a. pero como los primeros movimientos no se puedan en los ombres escusar, en lugar de desviallos con la razón confirmélos con la volun-tad [Cárcel, 71]

Por deleyte: semejable es, como seáys en edad dispuestos para todo linaje de plazer [Celestina, 1.124]

Como la necesidad sea tan gran maestra, viéndome con tanta siem-pre, noche y día estaba pensando la manera que ternía en substentar el vivir [lt, 62]

Y como la hermosura tenga prerrogativa y gracia de reconciliar los ánimos y atraer las voluntades, luego se rindieron todos al deseo de servir y acariciar a la hermosa mora [Quijote i, 37.441]

b. como la escuridad y la poca sabiduría de la tierra me fuesen con-trarias, tomé por propio consejo no mudarme de aquel lugar [Cárcel, 68]

E como los de Lorca oviesen desto algunt sentimiento e viesen que la muger de Alfonsso Fajardo e su fija yvan a Granada en rehenes, acreçentoseles el temor, e... [Enrique IV, 79]

28.10 oraciones causales

3590

La huéspeda les contó lo que con él y con el arriero les había aconte-cido, y mirando si acaso estaba allí Sancho, como no le viese, contó todo lo de su manteamiento, de que no poco gusto recibieron [Quijote i, 32.368]

c. Pues queriendo el rey que pagase la inocencia de Laureola por la traición de los falsos testigos, acordó que fuese sentenciada por jus-ticia; lo cual, como viniese a noticia de Leriano, estovo en poco de perder el seso [Cárcel, 101]

Al carácter anómalo de este uso del subjuntivo ya se refirió explícitamente Bello (1847/1988:§1232) al indicar que como “en el significado de causa rige indiferentemente indicativo o subjuntivo, aun cuando se afirma la causa”, es decir, aun cuando la subordinada tiene un carácter factual. El uso del subjun-tivo, de hecho, no implica diferencias de significado respecto al indicativo y por eso pueden aparecer coordinadas o yuxtapuestas subordinadas con indicativo y subjuntivo (144a) incluso cuando dependen de la misma conjunción (144b). Las diferencias son, por lo tanto, meramente estilísticas o de registro, ya que el subjuntivo tiene un carácter más formal y propio de registros elevados.

(144) a. en este dia como la gente del real pasasse junto con la Fuengirola e les pareçiesse que la fortaleza se podia tomar, començaron de la conbatir, e como los moros todos socorrieron a la parte del conbate e las espaldas de la fortaleza quedassen syn gente alguna, la gente de un ballener... salio en tierra e con el mastil del ballener escalaron la fortaleça [Enrique IV, 54]

Y como al presente nadie estuviese sino él y yo solos, como me vi con apetito goloso, habiéndome puesto dentro el sabroso olor de la longaniza... saqué la longaniza y muy presto metí el sobredicho nabo en el asador [lt, 38]

B. y como siempre los malos son desagradecidos, y la necesidad sea ocasión de acudir a lo que no se debe, y el remedio presente venza a lo por venir, Ginés, que no era ni agradecido ni bienintincionado, acordó de hurtar el asno a Sancho Panza [Quijote ii, 23.1233]

Para explicar el uso del subjuntivo en las causales con como hay que te-ner en cuenta diferentes factores, unos de carácter interno y otros externos. Empezando por estos últimos, el uso del subjuntivo se ha justificado como un latinismo sintáctico a imitación del cum histórico, que se construye con imper-fecto o pluscuamperfecto de subjuntivo y que puede presentar un significado causal junto al temporal originario de cum. La hipótesis del latinismo sintáctico

uso de tiempos y modos verBales en las causales con como 28.10.3

3591

parece razonable si se tiene en cuenta que, al menos inicialmente, estas causales aparecen en autores cultos, que utilizan una sintaxis latinizante, y que algunas de las primeras documentaciones del subjuntivo, previas a la difusión de este modo a partir del siglo xv, proceden de traducciones de textos latinos en los que se usa el cum histórico (Ridruejo 1981:316). La justificación externa, por otra parte, puede hacerse extensiva al conjunto del subjuntivo y no únicamente al uso del imperfecto o el pluscuamperfecto de subjuntivo en contextos narrati-vos, ya que el cum histórico no deja de ser un tipo específico de la construcción cum + subjuntivo usada igualmente con valor causal en presente o perfecto de subjuntivo (Baños en prensa). Junto a esta explicación externa, hay que tener en cuenta, por otra parte, también factores internos relacionados con las propiedades del subjuntivo y de las causales con como. Efectivamente, si estas construcciones pudieron arraigar y usarse con cualquier tiempo de subjuntivo, se debe al hecho de que en español el subjuntivo no sólo se usa en contextos no factuales sino también en contextos factuales, en los que no se asevera el contenido de la subordinada, porque se da como asumido o previsible o porque se identifica con una información secundaria (Pérez Saldanya 1988:28-38, 1999:§50.2.2.3). Es lo que ocurre, por ejemplo, en las completivas que dependen de verbos factivo-emotivos: me molesta que hayas llegado tan tarde, en algunas completivas antepuestas encabezadas por el hecho de: el hecho de que hayan llegado puntuales es muy significativo, o en algunas oraciones concesivas: claro que llueve, pero aunque esté lloviendo, no podemos dejar de ir a la reunión. Como en todos estos casos, las causales con como aportan una información secundaria, que sirve para enmarcar la información básica contenida en la principal, y por eso mismo las causales con como pudieron admitir el calco sintáctico y usarse con cualquier tiempo de subjuntivo.

Dejando de lado las causas que justifican el subjuntivo, es importante apuntar que este modo pierde vitalidad a lo largo del siglo xvii, coincidiendo con el uso de como + subjuntivo con un significado condicional. Las construcciones causales con subjuntivo, sin embargo, se mantienen posteriormente en la lengua escrita de registros cultos (145), aunque en la actualidad tienen un regusto claramente arcaizante. Notemos, por otra parte, que en los textos contemporáneos junto a las formas de imperfecto y pluscuamperfecto en -se (145a), exclusivas de la época medieval y clásica, aparecen también las formas en -ra (145b), que inicialmente eran formas de indicativo (Cano 1992:343; Keniston 1937:§29.712).50

50 Las formas en -ra se usan con el valor etimológico de pluscuamperfecto de indicativo (‘había cantado’ en el caso de cantara) o con un valor condicional (‘cantaría’). Su uso como formas de subjuntivo se inicia a final de la Edad Media en la prótasis de las condicionales, por una igualación de la prótasis y la apódosis (si cantara, cantara), y a partir de aquí empieza a generalizarse a los otros contextos en los que aparece el subjuntivo (para que cantara, quería

28.10 oraciones causales

3592

(145) a. Mas como no sea fácil exponerlas sin entrar en discusiones tal vez prolijas, las reservo para las notas [Castillo, 290]

Mas, como varias avenidas hubiesen arruinado gran número de los edificios situados en sus orillas, con graves pérdidas de vidas y bienes de sus habitantes, fue al fin echado fuera de ella y desviado al foso y costado occidental de su muralla, por donde hoy desagua [Castillo, 334]

pero como manifestase más disposición para la truhanería que para el estudio, los padres, que no querían tener en su noviciado gente molondra y holgazana, trataron de expulsarlo [Tradiciones, 178]

Y como el infante fuese robustísimo, y el médico asegurase que no corría peligro su vida, retardaron su bautismo hasta mediados del mes de julio [Juanita, 111]

b. Y como yo me mostrara un poco admirado de verla tan bonita y aseada, revelando luego que era el edificio predilecto de los vecinos, observé en éstos, al felicitarlos, un sentimiento de justísimo orgullo [Navidad, 14]

Como los corresponsales de los periódicos hubieran escrito a Lima, describiendo larga, menuda y pomposamente los jolgorios y comilonas, recibió el Diablo, por el primer vapor de la mala de Europa, la noticia y pormenores... [Tradiciones, 345]

28.10.4. Locuciones causales con como

Además de la conjunción causal como, esta partícula también aparece en la lo-cución comoquiera que, que en la lengua medieval presenta sobre todo la forma comoquier que, y en la locución como que. La primera se usaba inicialmente como concesiva y, de hecho, es una de las conjunciones concesivas medievales más importantes, pero pierde vitalidad a lo largo del siglo xv y ya es poco habi-tual en textos posteriores (→ Capítulo 30). En textos medievales se documenta algún ejemplo aislado de uso causal, pero los casos más claros sólo aparecen a partir del siglo xvi (146), coincidiendo con el abandono del significado concesivo (Cortés 1992:171-172; Rivarola 1976:123, n. 9).

(146) No sé nada. / Comoquier que fui criada / donde siempre fui servida, / sé muy poco de colada / y menos de aquesta vida [Comedias, 110]

que cantara, etc.), pero sin llegar a las causales con como en la época de máximo apogeo del uso del subjuntivo en estas construcciones.

locuciones causales con como 28.10.4

3593

y como quiera que sola la ratihabición no es suficiente de causar obligación en el materimonio sin nueva voluntad y contrato, síguese que es necesario que nievamente se cases y consientan [Lisandro, 214-215]

y fue el caso de que, como quiera que las casas de ambos estan contiguas, salio dicho Domingo de la suya diciendo al que declara que lo acompañase de la hacienda de San Xavier [dlne, 1813, 315.718]

Que como quiera que el que declara estava atendiendo a las cosas de su casa, quando le pidieron otro medio no atendio a lo que entre ellos pasaba [dlne, 1813, 317.722]

La locución como que está formada sobre el patrón adverbio + que, caracterís-tico de muchas otras locuciones conjuntivas. No parecen ser simples variantes de como los casos de como que con significado causal que han señalado diversos autores en textos antiguos. A diferencia de lo que ocurre normalmente con como, las subordinadas con como que aparecen pospuestas51 y, si es cierto que pueden interpretarse con un significado causal, también admiten una interpretación consecutiva ‘de manera que’ o aclarativa ‘en efecto’, a veces con un matiz pon-derativo ‘hasta el punto que’ como se ve en los ejemplos de (147a). Un carácter ponderativo tiene también el uso actual de como que en oraciones independien-tes, normalmente exclamativas, propias del registro oral coloquial, que marcan el carácter evidente de lo afirmado anteriormente por el interlocutor o por el mismo hablante (rae-asale 2009:§46.6s), como se aprecia en (147b).

(147) a e fue y tan grand la mortandat de los Romanos que serie muy grieue cosa de contar, cuemo que murieron y toda la flor de la caualleria e fueron tan desconortados los otros que y fincaron temiendosse que non podrien deffender la tierra [Primera Crónica General, apud Bartol 1988:150]

Et por ende toujeron por derecho que se ffeziese por portero. mas que por otro omne de casa del rrey por estas rrazones. la vna por que mas cutiana mjente estan en guardar casa del Rey que otros omnes que el Rey aya como que ssienpre estan a la puerta o quier que el Rey ssea [Espéculo, apud Bartol 1988:150]

b. ¡Vaya si se casa! Como que parece que la boda no se ha hecho ya, porque el novio no tiene un cuarto, ni el poeta tampoco [cn/sí, 66]

51 En Lucanor aparece un caso de subordinada antepuesta con valor concesivo, que segu-ramente hay que interpretar como comoquier que: “Et commo que fasta entonce non pudieran poner en ninguna dubda al rey contra aquel su privado, de que esto le dixieron, non lo pudo sofrir el coraçón que non tomase dél recelo” (Lucanor, 54).

28.10 oraciones causales

3594

—Ya lo creo —dijo doña Encarnación—; como que ahora andamos engolfados en negocios tan productivos, que ganamos un ciento por ciento al año [Juanita, 236]

—Pues siendo así, replicó el digno propietario del Idolo, voy a arre-glarlo en el acto con el correo, que es un excelente muchacho, muy amigo mío, como que siempre duerme aquí cuando pasa con la valija [José Milla, El visitador, 1867, Guatemala, corde]

Fuera de estos usos, en los que como que no es equiparable a como, en espa-ñol sólo se documenta esporádicamente algún caso de como que que parece ser una simple variante de como (148). En el español peninsular el uso de como que se suele atribuir a una influencia del catalán, donde com que ha acabado desplazando a la antigua forma com. Sea como fuere, se trata de casos aislados que no han acabado de penetrar en la lengua.

(148) E el marido, como que syntió ruido al pasar, e como non veya, dixo... [Corbacho, apud Herrero, 1998:249]

...dijo a Ciriaco: “bamonos porque este yndio es mui tavista y te ga-nará”, lo que oido por el que relata, como que todos eran amigos y principalmente del difunto con quien llevava una armonia tal como de padre o hermanos, pues se amaban bien, no hiso más que decirles... [dlne, 1813, 314.717]

La buena vieja madre, loca de gusto, fue a la tienda al instante a sacar sus prendas. El tendero, como que la conocía, se sorprendió de verla tan adinerada, y creyendo... [Noches, 233]

28.10.5. Etapas evolutivas

En la evolución de las causales con como se pueden distinguir tres grandes etapas:

a) En la inicial, que abarca desde los primeros textos hasta principio del siglo xv, las causales con como aparecen plenamente constituidas y presentan la mayoría de las características que se mantendrán a lo largo de la historia del español. Generalmente se usan antepuestas a la oración principal, aunque no excluyen la posposición, y se construyen casi exclusivamente con tiempos de indicativo, especialmente con el presente y el imperfecto, y en menor medida con tiempos perfectivos del mismo modo. A pesar de ello, su uso es todavía escaso y las causales antepuestas con unas características semejantes a las de como se construyen sobre todo con la conjunción porque.

diacronÍa general 28.11

3595

b) La segunda etapa se inicia en el siglo xv y llega hasta el xvii. En este periodo se produce un aumento de la frecuencia de uso de las causales con como, sin que ello implique en un primer momento el retroceso de las causales con porque en posición antepuesta. Las causales con como continúan admitiendo la posposición pero se producen dos cambios significativos: por una parte, se incrementa el uso de los tiempos perfectivos, debido en parte a que como también se utiliza en este periodo con un significado temporal, sobre todo con este tipo de tiempos; por otro, se difunde el uso del subjuntivo que en la etapa anterior sólo se documenta en casos aislados. Este uso del subjuntivo se justifica como un latinismo sintáctico, a imitación de las subordinadas de cum con subjuntivo, que se vio favorecido por el hecho de que el subjuntivo puede aparecer en subordinadas que, como ocurre con las causales con como, aportan una información secundaria, que no se asevera porque resulta previsible o no es el objetivo de la comunicación.

c) En la tercera y última etapa, que se puede situar a partir del siglo xviii, retroceden claramente las causales antepuestas con porque a favor de las cau-sales con como y estas dejan de admitir la posposición y quedan fijadas obli-gatoriamente como antepuestas a la principal. Además, el uso del subjuntivo pierde vitalidad, aunque todavía se mantiene en autores cultos, cada vez con un mayor regusto arcaizante. Junto a las formas de imperfecto de subjuntivo en -se, en este periodo también se documentan las variantes en -ra, inexistentes en la etapa anterior.

28.11. diacronÍa general

La única conjunción causal de origen latino es ca, procedente de quia, tal vez con la interferencia de otras conjunciones latinas. El resto de conjunciones, en cambio, se formó en el tránsito del latín al español o ya en español, siguiendo procedi-mientos de carácter muy general, bien documentados en latín y en muchas otras lenguas. La mayoría de las conjunciones procede de nexos o construcciones usados en subordinadas adverbiales. Destacan por su recursividad las conjunciones for-madas a partir de subordinadas temporales que expresan anterioridad respecto a la principal: pues (que), ya que, des que, una vez que, toda vez que, dentro de las cuales se pueden incluir también las que proceden de cláusulas absolutas de participio: puesto que, visto que, dado que. También tiene un origen adver-bial la conjunción como, formada a partir de construcciones comparativas o de manera. Un segundo grupo de conjunciones es el formado a partir de la preposi-ción causal más básica y una subordinada sustantiva con que, porque, una relativa con cuanto, por cuanto, o una fn con un sustantivo modificado por una subor-dinada sustantiva con que: por razón (de) que, por causa (de) que. Aunque no

28.11 oraciones causales

3596

contengan la preposición por, son equiparables a las locuciones anteriores otras paralelas con la preposición a, a causa de que, o de otro tipo, gracias a que, debido a que. A las conjunciones mencionadas hasta ahora, hay que añadir, todavía la conjunción que, que desprovista de todo significado puede aparecer en algunas causales, además de en muchas otras subordinadas.

El origen de cada conjunción condiciona en buena medida el tipo de causales en que aparece y su evolución. La conjunción ca se circunscribe desde los oríge-nes a las causales externas pospuestas culminando un proceso que se inicia en latín tardío, cuando quia, usada inicialmente en las causales internas, invade el ámbito de las externas. Las formadas con la preposición por tienen, al menos inicialmente, un carácter multifuncional y pueden aparecer en las causales antepuestas y en las pospuestas, y dentro de estas, en las internas y en las externas, aunque progresivamente van quedando vinculadas a las pospues-tas. Centrándonos en porque, las únicas restricciones se dan en las causales orientadas a la fuerza ilocutiva, ya que es poco habitual en las pospuestas que justifican órdenes, sugerencias, decisiones bruscas del emisor, etc. y no se usan en las antepuestas paralelas, que se construyen con las conjunciones de origen temporal: pues así lo quieres, vete ya; ya que te empeñas, te lo diré; puesto que no sabéis qué hacer, id a pasear un rato por la playa.

Respecto a estas conjunciones, inicialmente se usan sobre todo en las causales antepuestas orientadas a la fuerza ilocutiva, pero progresivamente van inva-diendo el terreno de las pospuestas externas, especialmente de las orientadas al contenido proposicional. Este cambio, de hecho, se consumó en la conjunción pues (que) y está en curso en ya que. La situación es un poco más compleja en el caso de puesto que, que inicialmente se usa como concesiva y asume un significado causal en el momento en que el concesivo cae en desuso. En esta locución, sin embargo, también se constata la tendencia a la posposición y a la especialización en las causales pospuestas externas.

Teniendo en cuenta la frecuencia de las conjunciones y la competencia que se establece entre ellas en los diferentes tipos de causales, es posible establecer tres grandes periodos en la evolución del sistema de conjunciones causales.

a) El primero abarca desde los orígenes hasta mitad del siglo xv. En este pe-riodo la conjunción más frecuente es ca, a pesar de que aparece restringida a las causales pospuestas externas, tanto a las orientadas al contenido proposicional como a la fuerza ilocutiva. En estas dos funciones compite con que, y en la primera también con porque y por cuanto y más esporádicamente con pues (que). En las causales pospuestas internas se usan únicamente las conjunciones formadas a partir de la preposición por, especialmente porque. Respecto a las antepuestas, en este periodo se utiliza sobre todo pues (que) en las orientadas a la fuerza

diacronÍa general 28.11

3597

ilocutiva o equiparables, y en el resto porque y, en menor medida, como, que también se documenta en algún caso en causales pospuestas.

b) El segundo periodo incluye la época prerrenacentista y los Siglos de Oro. En la segunda mitad del siglo xv decrece de manera clara la frecuencia de ca, aunque todavía será usada durante el siglo xvi y principios del xvii por autores arcaizantes. En la etapa anterior, la conjunción ca competía con otras conjun-ciones que se mantienen y aumentan su frecuencia de uso en esta etapa. Res-pecto a estas, la conjunción que deja de usarse progresivamente en las causales orientadas al contenido proposicional, pero queda como la conjunción básica de las orientadas a la fuerza ilocutiva que justifican órdenes, decisiones bruscas del emisor, etc. Por eso, alcanza una alta frecuencia de uso en las obras en las que abundan este tipo de causales, como La Celestina, La Gitanilla o El alcalde de Zalamea. También aumenta la frecuencia de pues (que) en las causales pos-puestas, a medida que decrece su uso en las antepuestas orientadas a la fuerza ilocutiva o próximas. Esta función, de hecho, será asumida progresivamente por ya que, que sólo en algún caso aislado, y en textos de origen aragonés, se documenta en la etapa anterior. En las antepuestas menos marcadas continúa usándose con frecuencia la conjunción porque, pero como aumenta de manera muy significativa su uso. Este aumento no supone inicialmente un retroceso de porque, pues el incremento de frecuencia de como se debe sobre todo a su uso con un valor a mitad de camino entre temporal y causal, en construcciones donde alterna el indicativo y el subjuntivo que se han atribuido a una influencia cultista del cum histórico del latín. Como ocurría en la etapa anterior, en esta la conjunción como todavía aparece en algún caso en causales pospuestas. El último cambio importante en esta etapa es el paso de conjunción concesiva a causal de puesto que, que empieza a documentarse a finales del siglo xvi y ya parece consumado en la segunda mitad del xvii.

c) Finalmente, el tercer periodo abarca desde el siglo xviii hasta la actualidad. Los cambios más significativos que se producen tienen que ver con la evolución de pues y de la variante pues que, que en el corpus todavía se encuentra en textos del siglo xix. En este periodo, pues (que) se especializa en las causales pospuestas externas donde funcionan como variantes más formales que por-que y pierden progresivamente vitalidad, fuera de los registros cultos donde pues continúa usándose. De manera semejante a lo ocurrido con pues (que), la conjunción ya que, sin dejar de utilizarse en las causales antepuestas, se hace cada vez más frecuente en las externas pospuestas y en la actualidad parece que está desplazando a pues como variante más formal que porque. El último cambio significativo se produce en las causales antepuestas menos marcadas, donde porque resulta cada vez más esporádico y se impone la conjunción como, que ya no se documenta en las causales pospuestas.

28.12 oraciones causales

3598

28.12. conclusiones

En este capítulo hemos analizado los aspectos diacrónicos más relevantes de las llamadas oraciones subordinadas causales y de las conjunciones que las introdu-cen. Para el estudio de este tema, hemos partido de una clasificación detallada de los diferentes tipos de subordinadas causales y hemos distinguido, por una parte, las causales internas, que funcionan como adjunto de predicado, de las externas, que funcionan como adjunto oracional, y dentro de estas últimas, las causales antepuestas y las pospuestas.

Las causales internas se comportan sintácticamente como cualquier otro ad-junto circunstancial e indican semánticamente la razón o el motivo de la situación expresada por la principal: se fue a casa porque le dolía mucho la cabeza. Las ex- ternas, por el hecho de ocupar una posición más periférica, tienen un carácter explicativo, ya que, con matices diversos, explican o justifican el contenido de la oración principal o el acto de habla que el hablante realiza con ellas.

La diferencia entre las causales antepuestas y las pospuestas está relacionada con la estructura informativa. Simplificando la argumentación, las primeras ocupan la posición de tópico o tema y contienen una información conocida, pre-visible o, como mínimo, secundaria, frente a las segundas, que tienen un carácter remático y aportan información nueva y relevante. Dentro de cada grupo, por otra parte, se pueden diferenciar las que se vinculan al plano de la enunciación y las que se vinculan al plano del enunciado. Entre las externas pospuestas se distinguen, así, las orientadas al contenido proposicional: estaba contento de que hubiera tanta gente en la fiesta, porque no se lo esperaba, las orientadas a la fuerza ilocutiva: ayúdale, porque de lo contrario no acabará nunca, las epistémicas: no deben estar en casa, porque no abre nadie la puerta, y las metalingüísticas: ha-blé con Paquirrín, porque así era como lo llamábamos. Por su parte, entre las externas antepuestas, se distinguen también las orientadas a la fuerza ilocutiva o próximas: ya que me lo preguntas, no tuve nada que ver, de las no marcadas: como estaba dormido, no lo despertamos.

De todas las conjunciones causales del español, ca es la única que procede de una conjunción causal del latín clásico, la conjunción quia. Aunque su frecuencia es muy alta en los primeros textos, sólo se utiliza en las causales pospuestas externas. El resto de conjunciones se formó en latín tardío o ya en español, si-guiendo unos procedimientos recurrentes, que condicionan en buena medida el tipo de causales donde aparecen inicialmente y los cambios que se producen en estas a lo largo de la historia. Las que se originan en construcciones temporales inicialmente se usan sobre todo en causales antepuestas orientadas a la fuerza ilocutiva y progresivamente se desplazan a las externas pospuestas. También se usan preferentemente en posición antepuesta, pero ahora en causales no

corpus Base 28.13.1

3599

marcadas, las introducidas por como, que finalmente han quedado fijadas en posición inicial. En cambio, se usa sólo en las pospuestas externas la conjunción que, que inicialmente puede aparecer en las causales orientadas al contenido proposicional y a la fuerza ilocutiva, pero que progresivamente queda relegada a estas últimas. Más libertad posicional y funcional tienen las que se forma- ron a partir de la preposición por: porque, por cuanto, por razón que, por causa (de) que. Además de poder usarse en causales internas, pueden aparecer en las externas pospuestas y en las antepuestas con un valor semejante a como, aunque también en este caso se constata una tendencia a restringir el uso de estas últimas.

Respecto al estudio específico de cada conjunción, hemos dedicado un primer bloque a las tres conjunciones básicas del español medieval, ca, que y porque, y a la evolución posterior de dos de ellas, que y porque. Junto a porque también hemos analizado, por su proximidad formal y funcional, las otras locuciones formadas con la preposición por: por cuanto, por razón / causa (de) que. Un segundo bloque ha sido dedicado a las conjunciones de origen temporal: pues (que), ya que, puesto que, dado que, visto que, y un tercero a como y a las locuciones que también presentan esta partícula: comoquiera que, como que. Cierra el capítulo con una diacronía general, centrada en los principales cambios que se han producido en el sistema de conjunciones causales y en el tipo de subordinadas que estas introducen.

28.13. corpus BiBliográfico

28.13.1. Corpus base

[Cid] Anónimo, Cantar de mio Cid. Texto, gramática y vocabulario, volumen 3: Texto, edición paleográfica de Ramón Menéndez Pidal, Madrid: Espasa Calpe, 1944-1945.

[Poridat] Anónimo, Secreto de los secretos. Poridat de las poridades. Versiones cas-tellanas del pseudo-Aristóteles Secretum secretorum, estudio y edición de Hugo O. Bizzarri, Valencia: Universitat de València <parnaseo.uv.es/editorial/Parnaseo12/Parnaseo12.pdf>.

[Calila] Anónimo, Calila e Dimna, edición de Juan Manuel Cacho Blecua y María Jesús Lacarra, Madrid: Castalia, 1984.

[Domingo] Gonzalo de Berceo, Vida de santo Domingo de Silos, edición de Teresa Labarta de Chaves, Madrid: Castalia, 1973.

[gei] Alfonso X, General estoria. Primera parte, edición de Pedro Sánchez-Prieto Borja, Madrid: Fundación José Antonio de Castro, 2001.

[lba] Arcipreste de Hita, Libro de buen amor, edición de Alberto Blecua, Madrid: Cátedra, 1992.

28.13 oraciones causales

3600

[Alejo] Anónimo, La vida de san Alejo. Versiones castellanas, edición de Carlos Alberto Vega, Salamanca: Universidad de Salamanca, 1991.

[Lucanor] Don Juan Manuel, El conde Lucanor o Libro de los enxiemplos del conde Lucanor et de Patronio, edición de José Manuel Blecua, Madrid: Castalia, 1969/1971.

[Tamorlán] Ruy González de Clavijo, Embajada a Tamorlán, edición de Francisco López Estrada, Madrid: Castalia, 1999.

[Cisoria] Enrique de Villena, Arte cisoria, en E. de Villena, Obras completas, edición de Pedro M. Cátedra, Madrid: Turner, 1994.

[Pedro I] Pero López de Ayala, Crónica del rey don Pedro y del rey don Enrique, su hermano, hijos del rey don Alfonso Onceno, edición crítica y notas de Germán Orduna, estudio preliminar de Germán Orduna y José Luis Moure, Buenos Aires: Seminario de Edición y Crítica Textual, 1994.

[Varones] Fernando del Pulgar, Claros varones de Castilla, edición de Miguel Ángel Pérez Priego, Madrid: Cátedra, 2007.

[Enrique IV] Anónimo, Crónica anónima de Enrique IV de Castilla 1454-1474, edición de María Pilar Sánchez Parra, Madrid: Ediciones de la Torre, 1991.

[Cárcel] Diego de San Pedro, Cárcel de amor, en D. de San Pedro, Cárcel de amor. Arnalte y Lucenda. Sermón, edición de José Francisco Casanova, Madrid: Cátedra, 1995.

[Nebrija] Antonio de Nebrija, Gramática castellana, edición de Pascual Galindo y Luis Ortiz Muñoz, Madrid: Edición de la Junta del Centenario, 1946.

[Celestina] Fernando de Rojas, La Celestina, edición de Dorothy S. Severin, Madrid: Cátedra, 1987.

[Diálogo] Juan de Valdés, Diálogo de la lengua, edición de Cristina Barbolani, Madrid: Cátedra, 1990.

[Brevísima] Fray Bartolomé de las Casas, Brevísima relación de la destrucción de las Indias, edición de André Saint-Lu, Madrid: Cátedra, 1982.

[lt] Anónimo, Lazarillo de Tormes, edición de Francisco Rico, Madrid: Cátedra, 1987.[Gitanilla] Miguel de Cervantes, La gitanilla. Las dos doncellas, edición de Rosa

Navarro Durán, Madrid: Alianza Editorial, 2005.[Alcalde] Pedro Calderón de la Barca, El alcalde de Zalamea, edición de Ángel

Valbuena-Briones, Madrid: Cátedra, 1978.[Fiesta] Juan de Zabaleta, El día de fiesta por la mañana y por la tarde, edición de

Cristóbal Cuevas García, Madrid: Castalia, 1983.[Infortunios] Carlos de Sigüenza y Góngora, Infortunios de Alonso Ramírez, edición

de Lucrecio Pérez Blanco, Madrid: Historia 16, 1988.[Correo] Diego de Torres Villarroel, Correo del otro mundo. Sacudimiento de mente-

catos, edición de Manuel María Pérez López, Madrid: Cátedra, 2000.

corpus Base 28.13.1

3601

[Vida] Diego de Torres Villarroel, Vida, ascendencia, nacimiento, crianza y aventuras, edición de Guy Mercadier, Madrid: Castalia, 1972.

[glc] Real Academia Española, Gramática de la lengua castellana, edición facsí-mil y apéndice documental de Ramón Sarmiento, Madrid: Editora Nacional, 1771/1984.

[cn/Sí] Leandro Fernández de Moratín, La comedia nueva. El sí de las niñas, edición de John Dowling y René Andioc, Madrid: Castalia, 1975.

[Castillo] Gaspar Melchor de Jovellanos, Descripción del castillo de Bellver, en G. Melchor de Jovellanos, Obras en prosa, edición de José Caso González, Madrid: Castalia, 1969.

[Noches] José Joaquín Fernández de Lizardi, Noches tristes y día alegre, edición de Rocío Oviedo y Almudena Mejías, Madrid: Cátedra 2001.

[Bello] Andrés Bello, Gramática de la lengua castellana destinada al uso de los americanos, con las notas de Rufino José Cuervo, edición de Ramón Trujillo, Madrid: Arco Libros, 1988.

[Navidad] Ignacio Manuel Altamirano, La Navidad en las montañas, París: Biblio-teca de la Europa y América, 1891 <dgb.conaculta.gob.mx/cerebro/coleccion/coleccion_pdf/31000000090.pdf>.

[Tradiciones] Ricardo Palma, Tradiciones peruanas, edición de Carlos Villanes Cairo, Madrid: Cátedra, 1994.

[Juanita] Juan Valera, Juanita la Larga, edición de Enrique Rubio Cremades, Ma-drid: Castalia, 1986.

[Pedro Páramo] Juan Rulfo, Pedro Páramo, edición de José Carlos González Boixo, Madrid: Cátedra, 2002.

[Estanquera] José Luis Alonso de Santos, La estanquera de Vallecas. La sombra del Tenorio, edición de Andrés Amorós, Madrid: Castalia, 1995.

[Pasos de López] Jorge Ibargüengoitia, Los pasos de López, Barcelona: RBA, 2011.[Fotografía] Emilio Carballido, Fotografía en la playa, México: Gaceta, 1994.[Reina] Arturo Pérez-Reverte, La Reina del Sur, Madrid: Alfaguara, 2002.[dlne] Concepción Company Company, Documentos lingüísticos de la Nueva España.

Altiplano central, México: Universidad Nacional Autónoma de México, 1994.[rae-asale] Real Academia Española-Asociación de Academias de la Lengua Es-

pañola, Nueva gramática de la lengua española. Manual, Madrid: Espasa Libros, 2010.

[Excélsior] Diario Excélsior, México, diversas fechas.[El País] Diario El País, España, diversas fechas.

28.13 oraciones causales

3602

28.13.2. Corpus adicional

[Bandidos] Manuel Payno, Los bandidos de Río Frío, en Obras completas, edición de Manuel Sol, México: Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, 2000.

[Bernal] Bernal Díaz del Castillo, Historia verdadera de la conquista de la Nueva España (Manuscrito Guatemala), edición crítica de José Antonio Barbón Rodríguez, México: El Colegio de México-Universidad Nacional Autónoma de México-Servicio Alemán de Intercambio Académico-Agencia Española de Cooperación Internacional, 2005.

[biblias] Andrés Enrique-Arias (dir.), Biblia Medieval <www.bibliamedieval.es>.[cica] Joan Torruella (dir.), Corpus Informatitzat del Català Antic, con la colaboración

de Manuel Pérez Saldanya y Josep Martines <www.cica.cat>.[Comedias] Bartolomé de Torres Naharro, Comedias, Madrid: Castalia, 1973.[corde] Real Academia Española, Corpus Diacrónico del Español <www.rae.es>.[crea] Real Academia Española, Corpus de Referencia del Español Actual <www.

rae.es>.[dle] Ramón Menéndez Pidal, Documentos lingüísticos de España. Reino de Castilla,

Madrid: Consejo Superior de Investigaciones Científicas, 1919/1966.[Dorotea] Lope de Vega, La Dorotea, edición de Edwin S. Morby, Madrid: Castalia,

1988.[Enrique III] Pero López de Ayala, Crónica de Enrique III, edición y estudio de

Constance L. Wilkins y Heanon M. Wilkins, Madison: The Hispanic Seminary of Medieval Studies, 1992.

[Fazienda] Arcidiano de Antiochia Almerich, La fazienda de Ultramar. Biblia romanceada et itinéraire biblique en prose castellane du xiie siècle, edición de Moshé Lazar, en Acta Salmanticensia, 18:2, Salamanca: Universidad de Salamanca, 1965.

[Hija] Alfonso Jerónimo de Salas Barbadillo, La hija de la Celestina, edición de Enrique García Santo-Tomás, Madrid: Cátedra, 2008.

[Inez] Carlos Fuentes, Instinto de Inez, Madrid: Alfaguara, 2000.[Lisandro] Sancho de Muñón, Tragicomedia de Lisandro y Roselia, edición de Rosa

Navarro Durán, Madrid: Cátedra, 2009.[meddb] Centro Ramón Piñeiro para a Investigación en Humanidades, Base de

datos da Lírica Profana Galego-Portuguesa (MedDB) <www.cirp.es>.[Naufragios] Álvar Núñez Cabeza de Vaca, Naufragios, edición de Juan Francisco

Maura, Madrid: Cátedra, 1989.[Quijote] Miguel de Cervantes, Don Quijote de la Mancha, edición de Francisco Rico,

Madrid: Instituto Cervantes-Crítica, 1998.[Regenta] Leopoldo Alas “Clarín”, La Regenta, edición de Gonzalo Sobejano, Madrid:

Castalia, 1981.

referencias BiBliográficas 28.14

3603

28.14. referencias BiBliográficas

álvarez menéndez, alfredo ignacio. 1993. “Transpositores complejos, conjuncio-nes / preposiciones ‘impropias’ y otras fórmulas alternativas en la introducción de las subordinadas adverbiales”, Lingüística Española Actual, 15, pp. 109-147.

Baños Baños, josé miguel. 2010. “Del latín clásico al latín tardío: eo quod, pro eo quod y la renovación de las conjunciones causales”, en Perfiles de Grecia y Roma. Actas del XII Congreso Español de Estudios Clásicos, J. F. González Castro y J. de la Villa (eds.), Madrid: Sociedad Española de Estudios Clásicos, pp. 269-277.

. 2011. “Causal clauses”, en New perspectives on the historical Latin syntax, 4: Complex sentences, grammaticalization, typology, P. Baldi y P. Cuzzolin (eds.), Nueva York-Ámsterdam: Mouton de Gruyter, pp. 195-234.

. En prensa. Las oraciones causales en latín: su evolución diacrónica, Madrid: Universidad Complutense de Madrid.

BarBera, manuel. 2010. “Frasi subordinate avverbiali”, en Grammatica dell’italiano antico, G. Salvi y L. Renzi (eds.), Boloña: Il Mulino, pp. 973-979, 1043-1086.

Bartol Hernández, josé antonio. 1988. Las oraciones causales en la Edad Media, Madrid: Paraninfo.

. 2003. “Procesos de gramaticalización en español medieval: condicionales y causales”, Moenia. Revista Lucense de Lingüística & Literatura, 9, pp. 173-198.

Bassols, mariano. 1956. Sintaxis latina, Madrid: Consejo Superior de Investiga-ciones Científicas.

Bastardas parera, joan. 1953. Particularidades sintácticas del latín medieval (Cartularios españoles de los siglos viii-xi), Barcelona: Consejo Superior de Investigaciones Científicas.

Batllori, montserrat y avel·lina suñer. 2009. “Universales lingüísticos e itine-rarios del cambio: la formación de nexos complejos románicos”, en Diachronic linguistics, J. Rafel (ed.), Girona: Documenta Universitaria, pp. 297-317.

. 2012. “Los nexos causales y finales en el Curial e Güelfa. Descripción de una sincronía histórica”, en Estudis lingüístics i culturals sobre Curial e Güelfa, A. Ferrando (ed.), Ámsterdam-Filadelfia: John Benjamins, pp. 481-514.

Bello, andrés. 1847/1988. Gramática de la lengua castellana destinada al uso de los americanos, con las notas de Rufino José Cuervo, R. Trujillo (ed.), Madrid: Arco Libros.

Blázquez gándara, carolina. 2012. Edición crítica y estudio lingüístico del Evan-gelio según san Mateo del códice BNM 9556, tesis de maestría inédita, Palma: Universitat de les Illes Balears <ibdigital.uib.es/greenstone/collect/memorie-sUIB/index/assoc/Blazquez.dir/Blazquez_Gandara_Carolina.pdf>.

28.14 oraciones causales

3604

Blesa, josé antonio. 1984. “De la interdependencia oracional”, en Miscel·lània Sanchis Guarner, A. Ferrando (coord.), Valencia: Publicacions de la Universitat de València, pp. 39-46.

Bogard, sergio. 1994. “Las oraciones causales en el español medieval”, Nueva Revista de Filología Hispánica, 42:1, pp.1-28.

Bogard, sergio y concepción company company. 1989. “Estructura y evolución de las oraciones completivas de sustantivo en el español”, Romance Philology, 43:2, pp. 258-274.

Briz, antonio. 1998. El español coloquial en la conversación, Barcelona: Ariel. . 2011. “La subordinación sintáctica desde una teoría de unidades del discurso:

el caso de las llamadas causales de la enunciación”, en Sintaxis y análisis del discurso hablado en español. Homenaje a Antonio Narbona, J. J. de Bustos, R. Cano, E. Méndez y A. López Serena, Sevilla: Universidad de Sevilla, pp. 137-154.

Brucart, josé marÍa. 1999. “La elipsis”, en Gramática descriptiva de la lengua española, I. Bosque y V. Demonte (dirs.), Madrid: Espasa Calpe, pp. 2787-2863.

Buridant, claude. 2000. Grammaire nouvelle de l’ancien français, París: Sedes.cano aguilar, rafael. 1992. “Nuevas precisiones sobre como + subjuntivo”, en

Actas del II Congreso Internacional de Historia de la Lengua Española, M. Ariza (ed.), Madrid: Pabellón de España, pp. 333-347.

. 1995. Sintaxis histórica de la comparación en español. La historia de como, Sevilla: Universidad de Sevilla.

carrera de la red, fátima. 1982. Las expresiones causativas en las obras de Gon-zalo de Berceo, Logroño: Instituto de Estudios Riojanos.

company company, concepción. 2003. “La gramaticalización en la historia del español”, en Gramaticalización y cambio sintáctico en la historia del español, C. Company (ed.), México: Universidad Nacional Autónoma de México, pp. 1-62.

corda, francesco. 1994. Grammatica moderna del sardo logudorese, Cagliari: Edizioni Della Torre.

corominas, joan. 1980-1991. Diccionario crítico etimológico castellano e hispánico, con la colaboración de José Antonio Pascual, Madrid: Gredos.

cortés parazuelos, marÍa Helena. 1992. La expresión de la concesividad en espa-ñol, tesis de doctorado inédita, Madrid: Universidad Complutense de Madrid.

cristofaro, sonia. 2003. Subordination. Oxford: Oxford University Press.. 2011. “Reason clauses”, en The world atlas of language structures, M. Haspel-

math, M. Dryer, D. Gil y B. Comrie (eds.), Múnich: Max Planck Digital Library <www.wals.info/chapter/127>.

cuenca, maria josep. 1991. L’oració composta, 2: La subordinació, Valencia: Uni-versitat de València.

referencias BiBliográficas 28.14

3605

cuervo, rufino josé. 1886-1994. Diccionario de construcción y régimen de la len-gua castellana, continuado y editado por el Instituto Caro y Cuervo, Bogotá: Instituto Caro y Cuervo.

damonte, federico. 2006. “Complementatori e complementi congiuntivi in alcuni dialetti sardi”, Quaderni di Lavoro dell’ASIt, 6, pp. 71-95.

dardel, roBert de. 1983. Esquisse structurale des subordonnants conjonctionnels en roman commun, Ginebra: Droz.

diez, friedricH. 1836-1844/1874-1876. Grammaire des langues romanes, París: F. Wieweg-Libraire-Éditeur.

. 1853/1887. Etymologisches Wörterbuch der romanischen Sprachen, Bonn: Adolph Marcus.

ducrot, oswald. 1983. “Puisque: essai de description polyphonique”, Revue Romane, 24, pp. 166-185.

eBerenz, rolf. 1982. “Las conjunciones temporales del español. Esbozo del sistema actual y de la trayectoria histórica en la norma peninsular”, Boletín de la Real Academia Española, 62, pp. 289-385.

elvira, javier. 2002. “La catáfora paratáctica: ¿Residuos de oralidad en la lengua antigua?”, Pandora: Revue d’Etudes Hispaniques, 2, pp. 67-78.

ernout, alfred y françois tomas. 1951/1953. Syntaxe latine, París: Klincksieck.fernández fernández, antonio. 1993. La función incidental en español. Hacia un

nuevo modelo de esquema oracional, Oviedo: Universidad de Oviedo.fernández meneses, fernanda. 2006. Las conjunciones de causa ca, porque y que

en el español de los siglos xii al xiv. Estructura y diacronía, tesis de licenciatura inédita, México: Universidad Nacional Autónoma de México.

. 2010. Evolución de la conjunción causal porque. Estudio de una gramatica-lización, tesis de maestría inédita, México: Universidad Nacional Autónoma de México.

fuentes rodrÍguez, catalina. 2005. “Hacia una sintaxis del enunciado”, Lingüís-tica del Español Actual, 27, pp. 33-61.

galán rodrÍguez, carmen. 1995. “Las oraciones causales: propuesta de clasifica-ción”, Anuario de Estudios Filológicos, 18, pp. 125-158.

. 1998. “Las oraciones causales explicativas en el Libro de buen amor: propuesta de clasificación”, en Actas del IV Congreso Internacional de Historia de la Len-gua Española, C. García Turza, F. González Bachiller y J. J. Mangado (eds.), Logroño: Universidad de La Rioja, pp. 481-492.

. 1999. “La subordinación causal y final”, en Gramática descriptiva de la lengua española, I. Bosque y V. Demonte (dirs.), Madrid: Espasa Calpe, pp. 3597-3642.

garacHana, mar. 2000. “¿Es la pragmática de hoy la sintaxis de mañana?”, Oralia, 3, pp. 259-275.

garcÍa, serafina. 1996. Las expresiones causales y finales, Madrid: Arco Libros.

28.14 oraciones causales

3606

garcÍa cornejo, rosalÍa. 2006. Morfología y sintaxis de que en la Edad Media, Sevilla: Universidad de Sevilla.

garcÍa santos, juan felipe. 1989. “Sobre las causales”, en Philologica II. Homenaje a d. Antonio Llorente, J. Borrego Nieto, J. J. Gomez Asencio y L. Santos, (eds.), Salamanca: Universidad de Salamanca, pp. 123-137.

. 1992. “Sintaxis histórica: la expresión de la causa en la Fazienda de Ultramar”, en Estudios filológicos en homenaje a Eugenio de Bustos Tovar, J. A. Bartol, J. de Santiago y J. F. García Santos (eds.), Salamanca: Universidad de Sala-manca, pp. 313-326.

gili gaya, samuel. 1943/1961. Curso superior de sintaxis española. Barcelona: Bibliograf.

girón alconcHel, josé luis. 1991. Tiempo, modalidad y adverbio. Significado y función del adverbio ya, Salamanca: Universidad de Salamanca.

giusti, giuliana. 1991. “Frasi causali”, en Grande grammatica italiana di consulta-zione, 2: Il sintagma verbale, aggetivale, avverbise. La subordinazione, L. Renzi, G. Salvi y A. Cardinaletti (eds.), Boloña: Il Mulino, pp. 738-751.

goetHals, patrick. 2002. Las conjunciones causales explicativas en castellano. Un estudio semiótico-lingüístico, Lovaina: Peeters.

. 2010. “A multi-layered approach to speech events. The case of Spanish justifi-cational conjunctions”, Journal of Pragmatics, 42, pp. 2204-2218.

gutiérrez ordóñez, salvador. 2000. “Causales”, Boletín de la Real Academia Española, 80, pp. 47-159.

Herman, jozsef. 1963. La formation du système roman de conjoctions de subordi-nation, Berlín: Akademia.

. 1997. El latín vulgar, Barcelona: Ariel.Herrero ruiz de loizaga, francisco javier. 1998. “Las oraciones causales en el

siglo xv”, Boletín de la Real Academia Española, 78, pp. 199-273.. 2003. “Conectores consecutivos en el diálogo de los siglos xv y xvi (1448-1528)”,

Dicenda, 21, pp. 59-102.. 2005. Sintaxis histórica de la oración compuesta en el español, Madrid: Gredos.. 2006. “La locución conjuntiva ya que: cronología y usos”, en Actas del VI Con-

greso Internacional de Historia de la Lengua Española, J. J. de Bustos y J. L. Girón (eds.), Madrid: Arco Libros, pp. 825-840.

. 2012. “‘¿Qué es eso de que no vas?’ Subordinadas sustantivas dependientes de artículo y demostrativo neutros. Hechos consabidos y reproducción del discur-so”, Cuadernos del Instituto Historia de la Lengua, 7, pp. 529-550.

Hopper, paul j. y elizaBetH c. traugott. 1993/2003. Grammaticalization, Cam-bridge: Cambridge University Press.

iglesias, silvia. 2000a. “Oralidad y escritura en la Edad Media: observaciones sobre la historia de ‘ca’ y ‘que’ ”, Oralia, 3, pp. 277-296.

referencias BiBliográficas 28.14

3607

iglesias, silvia. 2000b. “Gramática de la oración frente a gramática del discurso: de nuevo sobre el llamado ‘que’ causal”, en Lengua, discurso, texto: I Simposio Internacional de Análisis del Discurso, J. J. de Bustos, P. Charaudeau, J. L. Girón, S. Iglesias y C. López Alonso (eds.), Madrid: Visor Libros, pp. 333-344.

. 2000c. “La evolución histórica de pues como marcador discursivo hasta el siglo xv”, Boletín de la Real Academia Española, 80, pp. 209- 307.

jeanjaquet, jules. 1894. Recherches sur l’origine de la conjonction “que” et des formes romanes équivalents, Neuchâtel: Librairie Attinger Frères.

keniston, Hayward. 1937. The syntax of Castilian prose. The sixteenth century, Chicago: The University of Chicago Press.

kortmann, Bernard. 1997. Adverbial subordination. A typology and history of adverbial subordinators based on European languages, Berlín-Nueva York: Mouton de Gruyter.

kovacci, ofelia. 1972. “Modificadores de modalidad”, Románica, 5, pp. 177-190.kretscHmann, wilHelm. 1936. Die Kausalsätze und Kausalkonjunktionen in der

altspanischen Literatursprache, Hamburgo: H. Schlmkus.lapesa, rafael. 1978/2000. “Sobre dos tipos de subordinación causal”, en Estudios

de morfosintaxis histórica del español, R. Cano y M. T. Echenique (eds.), Ma-drid: Gredos.

lópez garcÍa, Ángel. 1994. Gramática del español. La oración compuesta, Madrid: Arco Libros.

manea, dana. 2005. “Circumstantiatul de cauz ”, en Gramatica limbii române, G. Romalo (coord.), Bucarest: Academiei Române, pp. 526-539.

marcos marÍn, francisco. 1979 “A propósito de las oraciones causales. Observa-ciones críticas”, Cuadernos de Filología. Stvdia Lingvistica Hispanica, 2:1, pp. 163-171.

martÍnez garcÍa, Hortensia. 1990. “Del pues ‘temporal’ al ‘causal’ y ‘continuati-vo’”, en Actas del Congreso de la Sociedad Española de Lingüística, Madrid: Gredos, pp. 599-610.

. 1997. “Oraciones finales, causales y explicativas en el castellano antiguo”, Verba. Anuario Galego de Filoloxía, 24, pp. 179-202.

masullo, pascual josé. 2005. “The syntax-pragmatics interface: Licensing adjoi-ned CPs in Spanish”, conferencia presentada en la Universitat Autònoma de Barcelona.

melis, cHantal. 1997. “Sobre los inicios de la función “final” de para (que)”, en Cambios diacrónicos en el español, C. Company (ed.), México: Universidad Nacional Autónoma de México, pp. 99-121.

mendoza aBreu, josefa marÍa. 1986. “El sistema conjuntivo causal en textos no literarios de la Edad Media (siglos xiii-xv)”, Cauce: Revista de Filología y su Didáctica, 9, pp. 5-26.

28.14 oraciones causales

3608

mendoza aBreu, josefa marÍa. 2001. “La expresión de la causalidad en textos clásicos”, en Indagaciones sobre la lengua. Estudios de filología y lingüística españolas en memoria de Emilio Alarcos, E. Méndez, J. Mendoza y Y. Congosto (eds.), Sevilla: Universidad de Sevilla, pp. 249-286.

menéndez pidal, ramón. 1926/1950. orígenes del español. Estado lingüístico de la Península Ibérica hasta el siglo xi, Madrid: Espasa Calpe.

. 1944-1945. Cantar de mio Cid. Texto, gramática y vocabulario, 1: Gramática, 2: Vocabulario, Madrid: Espasa Calpe.

meyer-lüBke, wilHelm. 1890-1906/1974. Grammaire des langues romanes, París: H. Welter.

moliner, marÍa. 1966/1998. Diccionario de uso del español, Madrid: Gredos.montolÍo, estrella. 2000. “Sobre el valor discursivo de la construcción causal

[como A, B]”, en Lengua, discurso, texto: I Simposio Internacional de Análisis del Discurso, J. J. de Bustos, P. Charaudeau, J. L. Girón, S. Iglesias y C. López Alonso (eds.), Madrid: Visor Libros, pp. 359-366.

moreno caBrera, juan carlos. 1985-1986. “Tipología de la catáfora paratáctica: entre la sintaxis del discurso y la sintaxis de la oración“, Estudios de Lingüís-tica, 3, pp. 165-192.

. 2002. “La diversitat lingüística a l’era de la globalització”, en Llengua i immi-gració. Diversitat lingüística i aprenentatge de llengües, J. C. Moreno, E. Serrat, J. M. Serra y J. Farrés (eds.), Barcelona: Generalitat de Catalunya, pp. 1-53.

mosteiro louzao, manuel. 1999. Las conjunciones de causa en el español medieval, Santiago de Compostela: Universidade de Santiago de Compostela.

. 2001. Los esquemas causales en castellano medieval, Santiago de Compostela: Universidade de Santiago de Compostela.

muñÍo valverde, josé luis. 1998. “La subordinación adverbial en la Crónica de Pedro I del Canciller Ayala”, en Actas del IV Congreso Internacional de Historia de la Lengua Española, C. García Turza, F. González Bachiller y J. Mangado (eds.), Logroño: Universidad de La Rioja, pp. 631-645.

narBona jiménez, antonio. 1990. Las subordinadas adverbiales impropias en español, 2: Causales y finales, comparativas y consecutivas, condicionales y concesivas, Málaga: Librería Ágora.

pérez saldanya, manuel. 1988. Els sistemes modals d’indicatiu i de subjuntiu, Bar-celona: Institut de Filologia Valenciana-Publicacions de l’Abadia de Montserrat.

. 1999. “El modo en las subordinadas relativas y adverbiales”, en Gramática descriptiva de la lengua española, I. Bosque y V. Demonte (dirs.), Madrid: Espasa Calpe, pp. 3254-3322.

pitau, massimo. 2005. Grammatica del sardo illustre, Sácer: Carlo Delfino Editore.pons, salvador. 1998. Conexión y conectores. Estudio de su relación en el registro

informal de la lengua, Valencia: Universitat de València.

referencias BiBliográficas 28.14

3609

real academia española. 1931. Gramática de la lengua española, Madrid: Espasa Calpe.

. 1973. Esbozo de una nueva gramática de la lengua española, Madrid: Espasa Calpe.

. 2001. Diccionario de la lengua española, Madrid: Espasa Calpe.real academia española-asociación de academias de la lengua española.

2009. Nueva gramática de la lengua española, Madrid: Espasa Libros.. 2011. Nueva gramática de la lengua española. Fonética y fonología, Madrid:

Espasa Libros.ridruejo alonso, emilio. 1981. “Como + subjuntivo con sentido causal”, en Logos

Semantikos. Studia linguistica in honorem Eugenio Coseriu, H. Geckeler, B. Schlieben-Lange, J. Trabant y H. Weydt (eds.), Madrid-Tubinga: Gredos, pp. 315-326.

. 2002. “El subjuntivo en oraciones causales del español medieval”, Archivo de Filología Aragonesa, 59, pp. 765-780.

rivarola, josé luis. 1976. Las conjunciones concesivas en español medieval y clásico, Tubinga: Max Niemeyer.

roHlfs, gerHard. 1969. Grammatica storica della lingua italiana e dei suoi dialetti. Sintassi e formazione delle parole, Turín: Einaudi.

rojo, guillermo. 1978. Cláusulas y oraciones, Santiago de Compostela: Universi-dade de Santiago de Compostela.

salvador, vicent. 1996. “Fraseologia del com”, en Actes del desè Col·loqui Interna-cional de Llengua i Literatures Catalanes, A. Schönberger y D. Stegmann (eds.), Barcelona: Publicacions de l’Abadia de Montserrat, pp. 355-380.

sandfeld, kristian. 1977. Syntaxe du français contemporain. Les propositions subordonnés, Ginebra: Droz.

santos rÍo, luis. 1982. “Reflexiones sobre la expresión de la causa en español”, Studia Philológica Salmanticensia, 6, pp. 231-277.

. 1994. Apuntes paralexicográficos, Salamanca: Gráficas Varona.silva dias, augusto epipHanio da. 1918. Syntaxe historica portuguesa, Lisboa:

Livraria Clásica Editora.stassen, leon. 1985. Comparison and universal grammar, Oxford: Blackwell.traugott, elizaBetH c. 1995. “Subjectification in grammaticalisation”, en Subjec-

tivity and Subjectivisation, D. Stein y S. Wright (eds.), Cambridge: Cambridge University Press, pp. 31-54.

. 2003. “From subjectification to intersubjectification”, en Motives for language change, R. Hickey (ed.), Cambridge: Cambridge University Press, pp. 124-139.

viana, amadeu y jordi suïls. 2002. “Les construccions causals y les finals”, en Gramàtica del català contemporani, J. Solà, M. R. Lloret, J. Mascaró y M. Pérez Saldanya (eds.), Barcelona: Empúries, pp. 2937-2975.


Recommended