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PATRONES DE REABSORCION DE NUTRIENTES EN HOJAS DE Nothofagus antarctica CRECIENDO EN PATAGONIA SUR

Date post: 14-May-2023
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Universidad: UNPA Área disciplinaria: IV. Conocimiento y uso sustentable de los recursos naturales y protección del ambiente. Título:

PATRONES DE REABSORCION DE NUTRIENTES EN HOJAS DE Nothofagus antarctica CRECIENDO

EN PATAGONIA SUR Autores: Gargaglione, Verónica (1,2); Bahamonde, Héctor Alejandro (1,2). (1) Universidad Nacional de la Patagonia Austral, UARG. (2) INTA EEA Santa Cruz, CC 332 CP 9400 Río Gallegos, Santa Cruz, e-mail: [email protected] / [email protected] Palabras clave: Nothofagus, reabsorción, nutrientes. 1. Introducción Nothofagus antarctica (ñire) es una especie arbórea caducifolia que crece en el sur de la región patagónica

de Argentina y Chile desde los 36º 30’ hasta los 56º 00’ de latitud Sur. Esta especie se destaca por ser entre

los Nothofagus la más plástica, capaz de habitar sitios muy disímiles en cuanto fertilidad y características,

desde vegas o turberas hasta sitios secos cercanos al ecotono con la estepa (Donoso, et al. 2006). Esta

capacidad de adaptarse a sitios tan variables probablemente indica que posee estrategias específicas en la

acumulación y conservación de nutrientes que le confieren ciertas ventajas en comparación a otros

Nothofagus. La reabsorción de nutrientes antes de la senescencia de las hojas es considerada una

estrategia importante para la conservación de nutrientes (Vitousek et al. 1982; Adams y Attiwill 1986;

Vitousek y Sanford 1986; Killingbeck 1996) y es probable que el ñire utilice esta estrategia para crecer en

sitios desfavorables. Existen numerosos estudios de reabsorción en distintas especies aunque los

resultados han sido controversiales y no es muy clara la relación existente entre la fertilidad del sitio, la

concentración foliar y los porcentajes de reabsorción, con opiniones contrapuestas al respecto (Nambiar y

Fife, 1991; Aerts, 1996; Coˆte´ et al., 2002). Por otra parte, la mayoría de los estudios de reabsorción de

nutrientes se han focalizado en N y P, particularmente debido a que estos elementos son los que

usualmente limitan el crecimiento de las plantas en la mayoría de los ecosistemas forestales (Hagen-Thorn,

2006). Una característica importante a tener en cuenta al estudiar la reabsorción es que ésta presenta

variaciones con el tiempo, por lo que la reabsorción medida no siempre coincide con la reabsorción

potencial de una especie dada (Killingbeck et al. 1990). En este sentido, para estimar el grado en el cual la

reabsorción medida se acerca a la potencial, Killingbeck (1996) estableció valores límites de concentración

de nutrientes en hojas senescentes como indicadores de capacidad de reabsorción y definió como

“proficiencia” a la habilidad de ciertas especies de disminuir la concentración de nutrientes (N y P) por

debajo de dichos valores límites.

Actualmente no existen estudios de reabsorción de nutrientes en ñire al Sur de Patagonia y los realizados

en otras latitudes (Patagonia Norte) se han centrado solo en nitrógeno (N), fósforo (P) y potasio (K), por lo

que se desconoce lo acontecido con otros elementos igualmente importantes como ser azufre (S),

magnesio (Mg) y calcio (Ca). Este tipo de estudios son de fundamental importancia como base de

información para distintos temas de investigación, como por ejemplo, el ciclo de nutrientes en estos

sistemas forestales australes. En este contexto, el objetivo del presente trabajo fue evaluar los valores de

reabsorción de los principales macronutrientes (N, P, K, Ca, S y Mg) en árboles de ñire creciendo en el Sur

de Patagonia. La hipótesis de estudio planteada es que el ñire utilizaría la estrategia de reabsorción de

nutrientes para poder habitar en la gran variedad de sitios en las que naturalmente se encuentra,

presentando mayores valores de reabsorción en los sitios de peor calidad.

2. Materiales y Métodos

2.1 Sitios de Estudio.

La toma de muestras se realizó en distintos rodales puros de N. antarctica en el SO de la provincia de Santa

Cruz, Argentina, en tres calidades de sitio (CS) diferentes, estando definida la calidad de sitio por un

conjunto de características como ser tipo de suelo, geología, exposición y factores climáticos que influyen

en la productividad de un sitio en particular. Las tres calidades de sitio estudiadas según la clasificación

propuesta por Lencinas et al. (2002) fueron:

CS III: (buena calidad) ubicado en la Estancia “Cancha Carreras” (51º 13' 21'' LS, 72º 15' 34'' LO) donde los

árboles maduros dominantes alcanzan una altura de entre 8 y 10 m;

CS IV: (mediana calidad) en las inmediaciones de la ciudad de Río Turbio (51º 34´ LS, 72º 14´ LO), donde

los árboles maduros dominantes alcanzan una altura de entre 6 y 8 m;

CS V: (baja calidad) ubicado en la Estancia “La Conversada” (51º 40´59´´ LS, 72º 15´ 56´´ LO), representa

un sitio marginal, expuesto a fuertes vientos y con suelos rocosos, donde la altura de los árboles maduros

dominantes no supera los 5,3 m. El clima en toda la zona es templado frío y se caracteriza por la presencia

de vientos intensos predominantemente desde el SO. La Tabla 1 muestra las características climáticas y

edáficas de cada sitio.

Tabla 1. Características climáticas y de suelo (0-20 cm) de los sitios de baja calidad (CS V),

mediana calidad (CS IV) y alta calidad (CS III) de N. antarctica estudiados.

Clase de Sitio III Tº media anual: 5,9 ºC

PP: 563 mm/año EV.: 985,4 mm/año

Clase de Sitio IV Tº media anual: 5,4 ºC PP: 422 mm/año EV: 1210,1 mm/año

Clase de Sitio V Tº media anual: 5,0 ºC PP: 335 mm/año EV.: 1512.4 mm/año

Arcilla (%) 8,0 20 26,0 Limo (%) 36,2 30 22,5 Arena (%) 55,8 50 51,5 pH 4,8 4,8 4,7 Resistencia (ohm.cm) 7695 8800 7690 N total (ppm) 5985 880 2810 P truog (ppm) 23,5 12 25 K (cmol+ kg-1) 0,37 0,3 0,9 Ca (cmol+ kg-1) 21,4 4,2 2,3 Mg (cmol+ kg-1) 5,0 11,3 8,5

*PP: Precipitación media anual; Evap: Evaporación media anual 2.2 Recolección y análisis de datos. En cada calidad de sitio se tomaron muestras al azar de hojas verdes (150 g) completamente expandidas

de 24 árboles maduros en Diciembre-Enero. Para cuantificar la concentración en hojas senescentes se

instalaron cuatro trampas de captura de 1 m2 distribuidas al azar en cada calidad de sitio. Se colectó el

material de las trampas en forma mensual durante el período de caída de hojarasca (Febrero-Mayo). Todas

las muestras fueron secadas en estufa a 65º C hasta peso constante y molidas para su posterior análisis

químico. Las mismas fueron enviadas al laboratorio LANAQUI de la Universidad Nacional del Sur, Bahía

Blanca, donde se le realizaron los análisis correspondientes para la determinación de la concentración de

los macro nutrientes N, P, K, Ca, S y Mg. El contenido de N se determinó mediante la técnica de Kjeldahl, y

el contenido de P, K, Ca, Mg y S se determinaron por Espectrometría de emisión atómica por plasma

inducido (Shimadzu ICPS – 1000 III - Japón). Con las concentraciones de N y P en hojas verdes se

obtuvieron las relaciones N/P, las cuales funcionan como indicadores de limitación de N si dicha relación es

menor a 14, limitación de P si la relación es mayor a 16 y co-limitación de N y P si los valores están entre 14

y 16 (Aerts y Chapin, 2000).

Con los datos de concentración se calculó para cada nutriente el % de reabsorción como: concentración en

verde-concentración en hojarasca/concentración en verde. Se realizaron ANOVAS (P < 0,05) para detectar

diferencias entre concentración en hojas verdes y senescentes, y las medias fueron separadas mediante el

test de Tukey. También se realizaron análisis de regresión lineal simple entre la concentración en hojas

verdes de cada nutriente y su porcentaje de reabsorción.

3. Resultados

La concentración de N en hojas verdes fue menor en el sitio de peor calidad (CS V) (p < 0,05). Por su parte,

la concentración de N en hojas senescentes fue menor que en hojas verdes en todos los sitios (p < 0,05)

(Figura 1).

Las concentraciones de P y K presentaron un patrón similar entre sitios. Los valores en hojas verdes

difirieron entre los 3 sitios, presentando el sitio de calidad intermedia (CS IV) las concentraciones más altas

y el rodal en CS V las menores (p < 0,05) (Figura 1). Por otro lado, se encontraron diferencias en

concentración de P y K entre hojas verdes y senescentes en los rodales desarrollándose en CS III y IV, con

valores más altos en hojas verdes.

Las relaciones N/P en hojas verdes no variaron entre sitios (p > 0,05) con valores de 10, 9 y 9 para CSIII,

CSIV, y CSV, respectivamente.

El Ca en hojas verdes presentó las menores concentraciones en el mejor sitio, y en los tres rodales las

concentraciones fueron mayores en hojas senescentes que en hojas verdes (p < 0,05) (Figura 1).

En el caso del Mg, no se encontraron diferencias significativas (p > 0,05) entre sitios ni entre hojas verdes y

senescentes en ningún rodal (Figura 1).

La concentración de S en hojas verdes fue menor en CSV, mientras que en los tres sitios las hojas

senescentes presentaron valores mas bajos de % de S que en hojas verdes (P < 0,05) (Figura 1).

En cuanto a los valores de referencia propuestos por Killingbeck (1996) para considerar a una especie

“proficiente”, en este estudio se observó que las concentraciones de N y P en hojas senescentes de N.

antarctica estuvieron por sobre los valores de referencia propuestos (Figura 1).

Figura 1. Concentraciones de nutrientes en hojas verdes maduras y senescentes de bosques de ñire

desarrollándose en distintas clases de sitio (CS) en Patagonia Sur, Argentina. Las líneas horizontales en la

concentración de N y P indican el valor de referencia de proficiencia de reabsorción propuesto por

Killingbeck (1996). Letras distintas entre CS y tipo de hojas indican diferencias significativas (P < 0,05) en

la concentración de cada nutriente.

0.0

0.5

1.0

1.5

2.0

2.5 Hojas verdes

Hojas senescentes

CS III CS IV CS V

a a

b

cc

c

N (

%)

0.0

0.3

0.6

0.9

1.2

1.5

CS III CS IV CS V

cc c

b

aab

Ca

(%)

0.00

0.05

0.10

0.15

0.20

0.25

0.30

CS III CS IV CS V

b

a

c

d

c c

P (

%)

0.00

0.05

0.10

0.15

0.20

0.25

0.30

CS III CS IV CS V

abab

ab

b

aab

Mg

(%)

0.0

0.3

0.6

0.9

1.2

1.5

CS III CS IV CS V

b

a

cc c c

K (

%)

0.00

0.05

0.10

0.15

0.20

0.25

CS III CS IV CS V

a a

b

cc c

S (

%)

Los porcentajes de reabsorción de N alcanzaron valores de entre 50 y 65 % sin variación significativa entre

sitios (p > 0,05) (Figura 2). Por otro lado el P fue reabsorbido entre un 40 y 50 % en CSIII y IV, mientras que

en CSV la reabsorción fue prácticamente nula (Figura 2).

El K fue mayormente absorbido en CSIV con valores cercanos al 80 %, difiriendo significativamente con el

rodal creciendo en CSV (p < 0,05) que alcanzó un 40 % de reabsorción, mientras que en CSIII se encontró

un valor intermedio (Figura 2).

El Ca no fue reabsorbido en ninguno de los tres rodales. Por su parte el Mg fue reabsorbido sólo en CSIII

con un valor cercano al 20 %.

La reabsorción de S no presentó diferencias entre sitios (P > 0,05) con un rango de entre 60 y 80 % (Figura

2).

Figura 2. Reabsorción de nutrientes en hojas de ñire desarrollándose en distintas clases de sitio (CS)

en Patagonia Sur, Argentina. Letras distintas entre CS indican diferencias significativas (p < 0,05) en la

reabsorción de cada nutriente. Las barras indican el desvío estándar de las medias.

0

20

40

60

80

100

CS III CS IV CS V

a a a

Rea

bsor

ción

de

N (

%)

-100

-80

-60

-40

-20

0

CS III CS IV CS V

a

b

ab

Rea

bsor

ción

de

Ca

(%)

0

20

40

60

80

100

CS III CS IV CS V

aa

bRea

bsor

ción

de

P (

%)

-40

-20

0

20

40

CS III CS IV CS V

a

b

abRea

bsor

ción

de

Mg

(%)

0

20

40

60

80

100

CS III CS IV CS V

ab

a

b

Rea

bsor

ción

de

K (

%)

0

20

40

60

80

100

CS III CS IV CS V

a

b

aba

Rea

bsor

ción

de

S (

%)

Al evaluar la relación existente entre el porcentaje de reabsorción durante la senescencia y la

correspondiente concentración previa de un nutriente determinado en hojas verdes, se observó que en

todos los nutrientes, con excepción del N, se encontró una relación significativa (P < 0,05) entre la

concentración de los mismos en hojas verdes y su posterior reabsorción (Tabla 2).

Tabla 2. Coeficientes de determinación (R2) de regresiones lineales simples entre las concentraciones

de distintos nutrientes en hojas verdes de ñire y su porcentaje de reabsorción (n=9).

N P K Ca Mg S R2 0,20 0,61 0,59 0,88 0,58 0,81

Sig. ns * * *** * **

Sig.: significancia estadística de la regresión lineal simple, * (P < 0,05), ** (P < 0,01), ***

(P < 0,001), ns (no significativo).

4. Discusión Las concentraciones de N encontradas en hojas verdes en los rodales desarrollándose en clases de sitio III

y IV están en el rango de los valores informados para Nothofagus deciduos (incluyendo ñire) en Patagonia

(Diehl et al. 2003; Bertiller et al. 2006), así como también las concentraciones de N en hojas senescentes en

todos los sitios (Mazzarino et al. 1998; Frangi et al. 2005). Sin embargo, en CSV los valores en hojas verdes

resultaron ser significativamente más bajos. No obstante, los porcentajes de eficiencia de reabsorción de N

no presentaron diferencias entre sitios con un promedio de 55%, independientemente de la concentración

de N en hojas verdes, siendo este valor más bajo que otros publicados para Nothofagus deciduos (Diehl et

al. 2003, Bertiller et al. 2006). De la misma manera, en los sitios estudiados los valores de concentración de

N en hojas senescentes por sobre un 0,7% indican que no se alcanza el valor de proficiencia de

reabsorción, propuesto por Killingbeck (1996) para especies deciduas. Sin embargo, diferentes valores de

concentración de N en hojas senescentes han sido publicados para N. antarctica. Por ejemplo, Diehl et al.

(2003, 2008) y Satti et al. (2003) indican valores levemente inferiores al 0,7%, mientras que Mazzarino et al.

(1998) indican valores que rondan el 1%. En este contexto de variabilidad se complica establecer si N.

antarctica se comporta como una especie proficiente o no, aunque la mayoría de los estudios indicarían que

no.

La concentración de P en hojas verdes fue menor en CSV aunque con valores similares a los publicados

para Nothofagus deciduos (incluyendo N. antarctica) (Bertiller et al. 2006, Diehl et al. 2008). Asimismo los

porcentajes de P en hojas senescentes también se encontraron en el rango de los publicados para la

especie (Diehl et al. 2003). La eficiencia de reabsorción de este nutriente fue prácticamente nula en CSV,

mientras que en los dos sitios restantes promedió un 45%; siendo este valor similar al informado para N.

pumilio (Richter y Frangi 1992) y para ñire (Diehl et al. 2003). Estos resultados estuvieron asociados

directamente a la concentración de P en hojas verdes, lo cual podría explicar lo obtenido en CSV. Sin

embargo, de manera similar a lo ocurrido con el N, en ninguno de los sitios se alcanzó el valor de

proficiencia propuesto por Killingbeck (1996) correspondiente a un 0,05% de P en hojas senescentes. No

obstante, muchos trabajos muestran una concentración de P en hojas senescentes superior al valor de

referencia antes indicado, tanto para ñire como para otros Nothofagus deciduos (Hevia et al. 1999, Diehl et

al. 2003, Frangi et al. 2004, Bertiller et al. 2006, Diehl et al. 2008). Si bien el rodal creciendo en CSV tendría

menores requerimientos de N y P (concentraciones de N y P en hojas verdes mas bajas), los valores de

relación N/P (< 14) indican que los tres rodales estudiados están limitados por N.

Los niveles de K en hojas verdes son similares a los encontrados por Diehl et al. (2003) en CSIII y CSIV,

mientras que en CSV fueron más bajos. Similarmente a lo ocurrido con el P, el porcentaje de reabsorción de

K fue menor en CSV con valores más bajos a los conocidos para la especie (Diehl et al. 2003, Frangi et al.

2004). Sin embargo, se debe considerar que el K puede ser lavado de las hojas por las precipitaciones, lo

cual podría inducir errores en la interpretación de los resultados (Killingbeck, 2004).

Las concentraciones de Ca encontradas en hojas verdes fueron menores a las informadas por Frangi et al.

(2005) en N. pumilio. En este caso no hubo reabsorción en ninguno de los sitios, no encontrándose otros

antecedentes para la especie. Sin embargo, en el trabajo de Frangi et al. (2005) los valores de

concentración de Ca de lenga son mayores en hojas senescentes que en hojas verdes, lo cual indicaría que

no hay reabsorción. Esto tiene sentido si se considera que el Ca forma parte principalmente de los

componentes estructurales de las células vegetales (Salisbury y Ross 1992) y por otra parte, se trata de un

nutriente muy poco móvil que tiende a moverse en conjunto con el agua hacia arriba a través del sistema de

transpiración, pero una vez depositado, es casi inmóvil (Hirschi, 2004). No obstante, Killingbeck (2004) cita

algunos trabajos donde se ha encontrado reabsorción de Ca. Los valores de concentración de Mg no presentaron variaciones entre sitios ni entre hojas verdes y

senescentes, con valores similares a los mostrados por Frangi et al. (2005) en lenga, quien no encontró

diferencias en la concentración de Mg entre hojas maduras y senescentes. Sólo se encontró reabsorción de

este elemento en el rodal desarrollándose en CSIII, sin que existan antecedentes en este sentido para

Nothofagus. Hagen-Thorn et al. (2006) señalan reabsorción de Mg en hojas de árboles deciduos en el

hemisferio norte.

La concentración de S en hojas verdes fue más alta que otras publicadas en especies arbóreas (Quilchano

et al. 2002). Asimismo la menor concentración de S en hojas verdes en CSV sugiere que los requerimientos

de este rodal serían menores a los sitios restantes, o bien se encuentra más litado en la absorción. La

reabsorción de S por su parte, fue similar entre sitios, con valores superiores a otros publicados para

especies arbóreas del hemisferio norte (Hagen-Thorn et al. 2006).

Considerando que al menos cuatro (N, P, K y S) de los seis nutrientes evaluados presentan menores

concentraciones en hoja verde en el sitio de más baja calidad forestal (CSV, Lencinas et al. 2002) se podría

sugerir que los requerimientos para dichos nutrientes son inferiores en el sitio de menor calidad forestal, o

bien que éste se encontraría más limitado en la absorción de nutrientes. Es probable que este rodal al

encontrarse en un sitio más expuesto al viento presente una limitante hídrica mayor (Tabla 1); y se sabe que

la absorción de agua y de nutrientes está muy relacionada. Sin embargo esto fue consistente con menores

valores de reabsorción para CSV sólo en el caso del P y K. En este mismo sentido, estos resultados podrían

deberse a que en estos sitios de menor calidad forestal los árboles hacen una mayor asignación de

nutrientes a su parte subterránea (Peri et al. 2008) o a la variación interanual en la concentración de

nutrientes (Hevia et al. 1999) producida por factores ambientales.

5. Conclusiones

Los resultados obtenidos permiten rechazar la hipótesis de que lo sitios de peor calidad forestal puedan

tener mayores porcentajes de reabsorción de nutrientes como estrategia de uso de lugares ambientalmente

más limitados. Asimismo, esta información genera nuevas hipótesis a evaluar respecto de los factores

ambientales que determinan la calidad forestal de los bosques de ñire en Patagonia.

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