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Ramiro Flores Xolo Cot Zi - baixardoc

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Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=11162403 Red de Revistas Científicas de América Latina, el Caribe, España y Portugal Sistema de Información Científica Ramiro Flores-Xolocotzi, Manuel de Jesús González-Guillén Consideraciones sociales en el diseño y planificación de parques urbanos Economía, Sociedad y Territorio, vol. VI, núm. 24, mayo-agosto, 2007, pp. 913-951, El Colegio Mexiquense, A.C. México ¿Cómo citar? Fascículo completo Más información del artículo Página de la revista Economía, Sociedad y Territorio, ISSN (Versión impresa): 1405-8421 [email protected] El Colegio Mexiquense, A.C. México www.redalyc.org Proyecto académico sin fines de lucro, desarrollado bajo la iniciativa de acceso abierto
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Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=11162403

Red de Revistas Científicas de América Latina, el Caribe, España y Portugal

Sistema de Información Científica

Ramiro Flores-Xolocotzi, Manuel de Jesús González-Guillén

Consideraciones sociales en el diseño y planificación de parques urbanos

Economía, Sociedad y Territorio, vol. VI, núm. 24, mayo-agosto, 2007, pp. 913-951,

El Colegio Mexiquense, A.C.

México

¿Cómo citar? Fascículo completo Más información del artículo Página de la revista

Economía, Sociedad y Territorio,

ISSN (Versión impresa): 1405-8421

[email protected]

El Colegio Mexiquense, A.C.

México

www.redalyc.orgProyecto académico sin fines de lucro, desarrollado bajo la iniciativa de acceso abierto

913Economía, Sociedad y Territorio, vol. VI, núm. 24, 2007, 913-951Economía, Sociedad y Territorio, vol. VI, núm. 24, 2007, 913-951

Consideraciones sociales en eldiseño y planificación de parques

urbanos

RAMIRO FLORES-XOLOCOTZI

MANUEL DE JESÚS GONZÁLEZ-GUILLÉN*

Resumen

Los parques urbanos han sido creados desde tiempos históricos con lafinalidad de proporcionar diversos servicios destinados a beneficiar adeterminados grupos sociales. Actualmente, el concepto de parquespúblicos incluye principios de sustentabilidad ecológica, económica ysocial, es debido a ello que se permite considerarlos como espaciosincluyentes y con usos recreativos diversos. Sin embargo, a través deun análisis de estudios de caso en mujeres, etnias, razas, homosexualesy personas con discapacidades o con necesidades especiales, este traba-jo expone que los parques actuales distan de ser incluyentes. Estadeficiencia podría repercutir negativamente en la calidad y uso de losmismos. En este documento se sugieren estrategias y recomendacionesque permiten la creación de programas de asignación, diseño y mane-jo de parques bajo una perspectiva de inclusión y equidad consideran-do demanda social recreativa y participación ciudadana.

Palabras clave: equidad, espacios verdes, inclusión, participación ciu-dadana, recreación.

Abstract

Since historical times, urban parks have been created to provide someservices for the benefit of certain social groups. Nowadays, the concept ofpublic park includes some principles of ecological, economical and socialsustainability and thus it is possible to consider them as places of inclusionand with a diversity of recreational purposes. Nonetheless, through theanalysis of some case studies with women, ethnic groups, racial groups,homosexuals, disabled people or people with special needs, this paper pro-poses that today’s parks are far from being inclusive. This deficiency canhave negative effects in the quality and use of the parks themselves. Wesuggest some strategies and recommendations that allow the creation ofprogrammes for the allocation, design and management of parks under aperspective of inclusion and fairness, by considering the recreational socialdemand and the citizens’ participation.

Keywords: fairness, green spaces, inclusion, citizen participation, recreation.

* Colegio de Postgraduados, Campus Montecillo, México. Correos-e: [email protected], [email protected].

914 Flores, R. y M. González: Consideraciones sociales...

Introducción

Según la Comisión Mundial del Medio Ambiente y del Desarro-llo (CMMD, 1988), al inicio del siglo XXI prácticamente la mitad dela humanidad habitará en centros urbanos; otras estimacionesestablecen que la rápida urbanización de las sociedades huma-nas permitirá que en el año 2030, más de 60% de la poblaciónmundial viva en ciudades (United Nations, citado en Bolund yHunhammar, 1999: 193). Sin embargo, diversas ciudades del si-glo XXI, especialmente aquéllas ubicadas en naciones emergen-tes, arrastran históricamente problemas ligados a un crecimien-to y desarrollo urbano no planificado que han sido objeto dediscusión, al menos desde el inicio de la Revolución Industrial.Esos problemas críticos de planificación urbana resultan en unadesigual dotación de bienes y servicios urbanos que restringe lacalidad de vida de los habitantes. No obstante esa preocupaciónhistórica de al menos 300 años por el crecimiento y desarrollode las ciudades, las urbes actuales se caracterizan por tener encomún problemas ambientales y sociales como contaminación,déficit de espacios verdes,1 inseguridad, desigualdad social y dis-criminación de grupos sociales dentro de los espacios urbanos.

Por lo anterior, la CMMD (1988) sugirió que los programas ypolíticas públicas para el desarrollo y bienestar urbanos conside-ren indicadores de sustentabilidad y estándares de calidad de vidaque tomen en cuenta aspectos económicos, ecológicos y socia-les. Uno de los indicadores propuestos por la Organización Mun-dial de la Salud (OMS) y por el Programa de Naciones Unidas parael Medio Ambiente (PNUMA, 2003), es la superficie de áreas ver-des urbanas por habitante. Al respecto, actualmente, la OMS re-comienda un mínimo de 9 m2. También aconseja un diseño deáreas verdes que permita a los citadinos vivir a una distancia deno más de 15 minutos a pie de un espacio verde público (Miller,1997; Sorensen et al., 1998); consecuentemente, los espaciosdeberían establecerse entre sí al doble de la distancia mencionada.

Además, considerando principios de sustentabilidad social, sesugiere que los beneficios que proporcionan los espacios verdespúblicos se distribuyan equitativamente entre los diferentes gru-pos sociales que integran la sociedad, y que esos grupos partici-pen de forma activa en los planes de asignación y diseño de áreasverdes urbanas (Speller y Ravenscroft, 2005). Los indicadores y

1 En este documento, los términos parques públicos, parques urbanos, espaciosverdes y áreas verdes se consideran sinónimos.

915Economía, Sociedad y Territorio, vol. VI, núm. 24, 2007, 913-951

sugerencias de los organismos internacionales constituyen unreconocimiento internacional sobre los múltiples beneficios am-bientales, sociales y de salud que los parques públicos propor-cionan, y que son descritos por Ariane Bedimo-Rung y otros au-tores (2005).

Por lo anterior, la distribución equitativa de tales beneficiosse logrará únicamente si se conciben los espacios verdes (al igualque cualquier espacio público urbano) como sitios que permitanel acceso a los diferentes grupos sociales presentes en las locali-dades urbanas. Desde esta óptica de acceso a los espacios públi-cos, y de acuerdo con Lennie Scott-Webber y Anna Marshall-Baker (1998: 10), existe equidad cuando los ciudadanos tienenigual oportunidad de interactuar o afectar sus ambientes.

De acuerdo con los anterior, se considera a los parques urba-nos como espacios incluyentes y de usos diversos para la pobla-ción, sin distinción de género,2 orientación sexual, razas, discapa-cidades, posición económica o clase social, y cuyo objetivo principales incrementar la calidad de vida urbana (Chiesura, 2004).

Planteamiento y objetivos

Los parques citadinos constituyen parte fundamental del paisajeurbano y se pueden caracterizar como un bien complementarioa la dotación de vivienda por los diversos beneficios que propor-cionan a todos los grupos sociales que viven en la ciudad. Estacomplementariedad puede rastrearse en el tiempo varios siglosatrás. De modo tal que su inclusión actual en los programas deplanificación urbana está definida por una serie de sucesos his-tóricos que permiten entender los actuales aspectos de asigna-ción, manejo y administración de espacios verdes urbanos hastallegar a la actual óptica de sustentabilidad económica, social yecológica.

Las deficiencias de inclusión social en las áreas verdes citadi-nas se analizan desde el enfoque de sustentabilidad. Consecuen-temente, el objetivo principal en este trabajo es exponer, pormedio de un análisis de estudios de caso en mujeres, etnias, ra-zas, homosexuales3 y personas con discapacidades de diferentes

2 Como género se entiende lo considerado por Marta Lamas (1998): lo que lasociedad concibe que debe ser propio de un hombre y propio de una mujer tomandocomo referencia la anatomía respectiva de cada uno y sus funciones reproductivasevidentemente distintas.

3 El término homosexual se emplea para referirse a hombres que gustan de tenercontactos eróticos con otros hombres. De acuerdo con Arturo Sánchez (2002), el

916 Flores, R. y M. González: Consideraciones sociales...

tipos, que los parques distan de ser espacios incluyentes en sususos. Esa deficiencia podría repercutir negativamente en la cali-dad y uso de los mismos.

Para alcanzar el objetivo general, el análisis se dividió en trespartes:

a) Se realiza una breve revisión histórica de la asignación deespacios verdes urbanos, lo que permite detectar de ma-nera histórica la exclusión social desde tiempo pasado.

b) Se presenta un análisis de la situación actual de la exclu-sión y discriminación de los grupos anteriormente men-cionados en los espacios verdes urbanos.

c) Se sugieren algunas estrategias y recomendaciones que per-mitan el diseño y manejo de parques públicos desde unaperspectiva de equidad e inclusión social dentro del espa-cio, además se resaltan las bondades de la participación ciu-dadana como una forma de lograr programas de asignación,diseño y manejo de espacios verdes incluyentes.

1. Los parques urbanos y la exclusión social: breve historia

Hablar de las primeras ciudades surgidas en función del poderpolítico y religioso es remontarse a Mesopotamia, en donde ha-cia el año 3000 a.C. se encuentra una sociedad neolítica: “lossumerios”, que tendían a agruparse en núcleos protourbanos(Nieto, 2000: 2166).

Esos núcleos protourbanos evolucionaron durante los siguien-tes dos milenios hacia la conformación de las primeras ciudades,como Babilonia, ciudad que evidencia un primer nivel de planifi-cación urbana tendente a proporcionar servicios religiosos, go-bierno, vivienda y comercio. Es en esta antiquísima ciudad don-de se pueden encontrar algunos de los primeros diseños devegetación de tipo jardín elaborados para embellecer una ciu-dad. Esos primeros diseños constituyeron los llamados JardinesColgantes de Babilonia, creados dentro de los palacios realesdurante el periodo del rey Nabucodonosor II, entre los años 604y 562 a.C.

Aun y cuando esas zonas verdes fueron consideradas partearquitectónica de las ciudades antiguas, no cobraron auge du-

término incluye a aquellos hombres que se reconocen como gays aceptando su prefe-rencia homosexual, y a hombres que se reconocen como heterosexuales y que gustantambién del mismo tipo de contactos eróticos.

917Economía, Sociedad y Territorio, vol. VI, núm. 24, 2007, 913-951

rante los siguientes mil años. Esta relación se observa en un ini-cio en forma de pequeños jardines privados (Fernow, 1911). Pos-teriormente, durante la Edad Media también se podían encon-trar jardines ubicados en las moradas de la clase gobernante y enespacios dentro de templos religiosos. Esa falta de interés posi-blemente esté relacionada con el hecho de que las primeras ciu-dades eran pequeñas, comparadas con las actuales; además deque los primeros citadinos tenían mayores oportunidades en tér-minos de distancia y tiempo para acudir al campo fuera de laciudad. Por lo anterior, tipos funcionales y arquitectónicos se-mejantes a los Jardines Colgantes de Babilonia son los que re-presentaron las primeras zonas verdes citadinas durante unabuena parte de la historia urbana.

Posteriormente, en el Renacimiento, las zonas verdes se ex-tienden a espacios abiertos creados para el disfrute de las clasesnoble y alta; esas zonas generalmente se ubicaron fuera del cen-tro o a las orillas de las ciudades. Sería éste el caso del parque dela Alameda Central en la Ciudad de México, creado en 1593,como lo refiere Ramona Pérez (2003: 1):

La desecación de los cinco lagos del Valle de México dejó atrás la ciu-dad mítica azteca de Tenochtitlan integrada con agua y vegetaciónpara formar la metrópoli colonial española cuyas plazas y calles nocontaban con árboles. Por ello, a finales del siglo XVI se creó al ponientede la capital de la Nueva España, la Alameda Central para brindarbelleza a la ciudad y un lugar de recreo de las clases altas.

Hasta ese momento histórico, y considerando el objetivo so-cial de dichos espacios abiertos, no se puede hablar aún de par-ques públicos tal como se conciben actualmente, ya que esosespacios en Europa y América estaban dirigidos sólo a las clasesaltas y a la nobleza.

Tres siglos después, la Revolución Industrial, además de ge-nerar grandes beneficios, trae consigo enormes problemas so-ciales y de salud producto de una desorganizada planificaciónurbana, como lo describe Friedrich Engels (1999) para las ciuda-des inglesas de principios del siglo XIX. Dicha Revolución se pue-de considerar como un catalizador que puso en la mesa de discu-sión de gobernantes y científicos, las formas y estrategias paramejorar las condiciones de vida urbana. Tal situación estimuló elorigen y aplicación de diversas ideologías en arquitectura y urba-nismo durante los siglos XVIII y XIX, sobresaliendo el racionalis-mo, el liberalismo, el utilitarismo y el higienismo, entre otras.Ese periodo histórico corresponde a lo que Federico Fernández

918 Flores, R. y M. González: Consideraciones sociales...

(2000) denomina periodo neoclásico de la arquitectura y el ur-banismo, el cual permitió el desarrollo paulatino de nuevos mo-delos de ciudades. Esos modelos se tradujeron en esquemas dedotación de bienes y servicios como las áreas verdes. Evidenciade ello fue la planeación de numerosos parques urbanos funda-dos en el siglo XIX en ciudades de Europa y América. Espacioscomo el Central Park en Nueva York, y el Sefton Park y el StanleyPark en Liverpool, fueron diseñados a mediados del siglo XIX comolugares donde los citadinos pudieran convivir con la naturaleza,mejorar su salud y además relajarse en un paisaje rural (Taylor,1999; Marne, 2001).

Esa visión de diseño constituyó parte del pensamiento de gen-te como Frederick Law Olmsted, diseñador del Central Park jun-to con Calvert Vaux entre 1858-1861. Olmstead y otros promo-tores destacaban como parte de las bondades de los parques supoder relajante, y la habilidad de los espacios verdes para dismi-nuir la lucha antagónica de las clases sociales. Olmstead creíaespecialmente que los parques podían fomentar sentimientos degrupo sin importar la clase social, llevando salud para todos, enparticular a los más pobres y desprotegidos y alejando a los hom-bres de vicios y otros comportamientos destructivos y no saluda-bles (Taylor, 1999: 6). La visión de diseño de Frederick Law Ol-msted incorporó también el concepto de mecanismo de controlsocial mediante el diseño de un modelo de parque que funciona-ra como un agente efectivo de vigilancia (Taylor, 1999). Ese dise-ño permitiría a la clase media supervisar y controlar la conductade la clase trabajadora durante su tiempo libre.

En Europa, la preocupación y el interés por la salud de loscitadinos catalizaron el surgimiento del movimiento Garden Cityen la Inglaterra de fines del siglo XIX. Ese movimiento fue auspi-ciado por Ebenezer Howard, quien sugirió diseñar ciudadesembellecidas con espacios verdes (las ciudades jardín). Howardproporcionó además uno de los primeros indicadores de planifi-cación urbana al recomendar que las ciudades estuvieran rodea-das con cinturones verdes en una relación de cinco hectáreas decinturón por una de tierra desarrollada (Miller, 1997).

Paralelamente, en Estados Unidos de América (EUA) surgió elmovimiento City Beautiful, desarrollado, entre otros, por Frede-rick Law Olmsted Jr. y Daniel Burnham también a fines del sigloXIX. Los movimientos Garden City y City Beautiful fueron mo-delos de planificación urbana tendentes a crear parques públicosy mejorar la salud de los citadinos, por lo cual comprendían un

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diseño arquitectónico urbano con fundamentos sociales (“TheGarden City Movement”, 1906; Salvador, 2003).

En los primeros años del siglo XX, el enfoque de control socialde espacios como el Central Park se vio fortalecido con diversosmovimientos reformistas en recreación urbana auspiciados pormujeres de clase media que promovían un entretenimiento fami-liar e infantil (Taylor, 1999). Después, esos movimientos resulta-ron en lo que Galen Cranz y Michael Boland (2004) denominanetapa de Parques de la Reforma, que se extendió desde 1900hasta 1930 y que asimiló la recreación infantil como uno de susprincipales objetivos. Cranz y Boland (2004) identifican, al me-nos en EUA, tres etapas históricas más en el desarrollo de los par-ques urbanos de 1930 a la fecha (cuadro 1); esas etapas conside-ran extender los beneficios derivados de los parques a diferentesgrupos sociales. La visión de recreación y convivencia fue en unprincipio familiar, y en las dos últimas etapas se extiende paraincluir a los residentes citadinos de manera general. La clasifica-ción histórica de tipos de parque de Cranz y Boland es útil debi-do a que permite relacionar la meta social con el orden geomé-trico y los beneficiarios. De especial interés es la etapa actual,que desemboca en el tipo denominado parque sustentable, quetiene como meta la salud humana y la salud ecológica y, por lomismo, provee al concepto de parque urbano una importanciaambiental y de conservación.

Sin dejar de reconocer la importancia ecológica que cumplenactualmente los espacios verdes, es de interés para este análisiscentrarse por el momento en la función de inclusión social. Si sehace una revisión general de las etapas históricas a través de lascuales se han desarrollado los parques urbanos, se observa que lainclusión social ha sido uno de los objetivos principales en cadaetapa. En cuanto al orden geométrico, en cada etapa éste se tieneque adaptar a las metas sociales, las cuales a su vez se traducen enbeneficios dirigidos a los grupos privilegiados en cada tipo de par-que. Parte de los beneficios se obtienen por medio de actividadesrecreativas que llevan a los grupos a hacer uso del espacio.

Una revisión histórica más puntual permite establecer que losprimeros movimientos reformistas de parques tendieron a pro-mover principalmente una moral y salud urbanas mediante elcontacto de las familias con la naturaleza. Ese contacto se impul-só con paseos familiares, también se promovió la recreación fa-miliar e infantil para evitar así la descomposición social en lasciudades y las actividades ilícitas como la delincuencia. Esa metasocial se generalizó a los diferentes grupos sociales (Taylor, 1999;

920Flores, R

. y M. G

onzález: Consideraciones sociales...Fuente: Cranz y Boland (2004).

Cuadro 1Cuadro comparativo de los diferentes tipos conceptuales de parques urbanos

Sistemas de(1

Meta social Salud pública y reforma social Servicios recreativos Participaciónrevitalizacióncontención d

Tamaño Muy largo: 500 + hectáreas Pequeño a medio; según una fórmula

Variado, frecpequeño, sit

Relación con la ciudad Se pone en contraste Suburbano La ciudad esartístico, red

Forma Curvilíneo Rectilíneo Ambos

Elementos Bosques, prados, andadores curvos, cuerpos plácidos de agua, estructuras rústicas, despliegues florales limitados

Áreas de juego de asfalto o pasto, andadores rectilíneos, equipo estándar para juegos

Árboles, pasandadores reequipos de jforma y caravisuales queagua

Promotores Reformadores de la salud, trascendentalistas e intereses reales del Estado

Políticos, burócratas y planificadores

Políticos, amartistas y dis

Beneficiarios Se intentó beneficiar a todos los habitantes; en realidad sólo se benefició a la clase media

Familias suburbanas Residentes, jóvenes en cpobreza y cla

Relajación pmúsica populibres, artes

Acepta patrones urbanos

Paseos, carreras de coches, bicicleta, comidas campestres, remo, música clásica, educación no didáctica

Aspecto Jardines placenteros (1850-1900)

Facilidades recreativas (1930-1965)

Actividades Recreación activa, básquetbol, tenis, deportes de conjunto, natación y espectáculos deportivos

Reforma social e incorporación de recreación infantil

Parques de la Reforma (1900-1930)

Juegos supervisados, gimnasia, destrezas, clases de americanización, baile, espectáculos

Pequeños, manzanas de ciudad

Infantes, inmigrantes y clase trabajadora

Casas de campo, albercas, andadores rectilíneos, juegos infantiles en cualquier tipo de terreno

Rectilíneo

Reformadores sociales, trabajadores sociales y trabajadores de servicios recreativos

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Marne, 2001). El establecimiento de ese objetivo, si bien su fina-lidad era lograr la inclusión social de todos los citadinos, resultóen una problemática de exclusión social, ya que los beneficiariosrealmente fueron las familias de clase media que demandabanese tipo de recreación en particular.

Como resultado de lo anterior, desde un inicio surgieron con-flictos entre familias de clase trabajadora a quienes les interesa-ba más una recreación activa en los espacios, como actividadesdeportivas y reuniones, frente a aquellas familias de clase mediaque preferían un uso pasivo de disfrute del espacio verde (Ta-ylor, 1999). Esta consecuencia tiene su origen en que se desco-noció en principio la diversidad de gustos y preferencias quepodrían tener los diferentes tipos de familias urbanas o suburba-nas. Igualmente, si se habla de citadinos como grupo general, setiene el riesgo de pasar por alto los diferentes modos de vida(diversidad cultural), que son decisivos en las preferencias re-creativas. Los mismos riesgos se pueden extender si se pasa poralto que existen gustos, preferencias y demanda de facilidades4

recreativas diferentes a los concebidos a priori entre jóvenes yadultos, mujeres y hombres, casados y solteros, pobres y ricos,personas discapacitadas o no discapacitadas, etc. Consecuente-mente, pasar por alto la diversidad recreativa origina no un espa-cio incluyente, sino uno excluyente y por lo tanto discriminato-rio hacia ciertos grupos sociales.

De esta forma, y para cada una de las metas sociales de lasdiferentes etapas históricas, se pueden ir analizando los riesgosde exclusión social y discriminación caso por caso. Si bien histó-ricamente los objetivos sociales de inclusión se han dirigido aintegrar diferentes grupos a los espacios verdes, se tiene un ries-go latente de que la predilección por un grupo beneficiario, ytambién por actividades y reglas de uso, lleve a la exclusión uolvido tal vez inconsciente de otros. Ese favoritismo dentro delos espacios forma parte de los mecanismos de control social quepueden existir dentro de los espacios verdes.

Esa función de los espacios públicos como mecanismos decontrol social fue analizada por el filósofo Michel Foucault (1984)Salcedo (2002), describió cómo los mecanismos de control so-cial se ejercen dentro de los espacios públicos excluyendo com-

4 En este documento el término “facilidades recreativas” se emplea de manera generalpara referirse a infraestructura como las vías de acceso y andadores dentro del parqueademás de juegos infantiles, canchas deportivas y sanitarios junto con todo el mobiliariodel parque como postes de luz, cajones de estacionamiento, bancas, fuentes y botes debasura. Incluyendo también servicios como agua potable y casetas telefónicas.


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