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Un ejemplar de Cypraea pantherina en una tumba altoimperial de Augusta Emerita-An specimen of...

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© Universidad de Salamanca Zephyrus, LXXII, julio-diciembre 2013, 183-193 ISSN: 0514-7336 DOI: http://dx.doi.org/10.14201/zephyrus201372183193 UN EJEMPLAR DE CYPRAEA PANTHERINA EN UNA TUMBA ALTOIMPERIAL DE AUGUSTA EMERITA A specimen of Cypraea pantherina in a grave of Augusta Emerita during High Roman Empire Antonio RODRÍGUEZ-HIDALGO*, Víctor GIBELLO BRAVO**, Andrea MENÉNDEZ MENÉNDEZ**, Diego SANABRIA MURILLO** y Fernando SÁNCHEZ HIDALGO** * Institut Catalá de Paleoecologia Humana i Evolució Social. Univ. Rovira i Virgili.C/ Marcel.li Domingo, s/n. 43007 Tarragona. Correo-e: [email protected] ** Arqveocheck S.L.U. C/ Cervantes, 14, bloque 2, locales 2-3. 06800 Mérida. Correo-e: victor.gibello@arqveo- check.com; [email protected]; [email protected] y [email protected] Recepción: 30/08/2012; Revisión: 12/04/2013; Aceptación: 31/05/2013 BIBLID [0514-7336 (2013) LXXII, julio-diciembre; 183-193] RESUMEN: En este trabajo se presenta un ejemplar de concha de molusco marino recuperado como parte de un depósito funerario de época altoimperial. El elemento procede de una tumba excavada en la ciudad de Mérida (España). El análisis taxonómico indica su pertenencia a la especie Cypraea pantherina. Se trata de un elemento exótico de procedencia indopacífica incluido muy ocasionalmente en depósitos funerarios en el mundo romano desde el s. I a. C. La especie suele aparecer asociada a tumbas femeninas por sus connotaciones relativas a la fertilidad, la procreación y el buen parto. El caso emeritense es el único del que se tiene noticia hasta el momento en la Península Ibérica, permitiendo así ampliar nuestro conocimiento sobre la distribución de especies exóticas procedentes de mares lejanos mediante la activi- dad humana. Palabras clave: Arqueomalacología. Concha marina. Cauris. Depósito funerario. Ritos de fertilidad. Siglo I d. C. ABSTRACT: In this brief report, we present a specimen of the marine mollusk shell recovered as part of a Roman burial deposit of High-imperial period. The element comes from a tomb excavated in the city of Merida (Spain). The taxonomic analysis indicates it concerned to the species Cypraea pantherina. It is an exotic element of Indo-Pacific origin, including occasionally as funeral offerings in the Roman world from the first century BC. This species, in particular, is associated with female graves. The shell associates connotations of fertility, good childbirth and procreation. The case of Mérida (Augusta Eme- rita) is the only one that has been reported in the Iberian Peninsula. This allows to extend this way our knowledge on the distribution of exotic species proceeding from distant seas by means of the human activity. Key words: Archaeo-Malacology. Seashell. Cowries. Burial deposit. Rites of fertility. First century AD.
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© Universidad de Salamanca Zephyrus, LXXII, julio-diciembre 2013, 183-193

ISSN: 0514-7336DOI: http://dx.doi.org/10.14201/zephyrus201372183193

UN EJEMPLAR DE CYPRAEA PANTHERINA EN UNA TUMBAALTOIMPERIAL DE AUGUSTA EMERITA

A specimen of Cypraea pantherina in a grave of Augusta Emeritaduring High Roman Empire

Antonio RODRÍGUEZ-HIDALGO*, Víctor GIBELLO BRAVO**, Andrea MENÉNDEZ MENÉNDEZ**, DiegoSANABRIA MURILLO** y Fernando SÁNCHEZ HIDALGO*** Institut Catalá de Paleoecologia Humana i Evolució Social. Univ. Rovira i Virgili. C/ Marcel.li Domingo, s/n.43007 Tarragona. Correo-e: [email protected]** Arqveocheck S.L.U. C/ Cervantes, 14, bloque 2, locales 2-3. 06800 Mérida. Correo-e: [email protected]; [email protected]; [email protected] y [email protected]

Recepción: 30/08/2012; Revisión: 12/04/2013; Aceptación: 31/05/2013

BIBLID [0514-7336 (2013) LXXII, julio-diciembre; 183-193]

RESUMEN: En este trabajo se presenta un ejemplar de concha de molusco marino recuperado comoparte de un depósito funerario de época altoimperial. El elemento procede de una tumba excavada en laciudad de Mérida (España). El análisis taxonómico indica su pertenencia a la especie Cypraea pantherina.Se trata de un elemento exótico de procedencia indopacífica incluido muy ocasionalmente en depósitosfunerarios en el mundo romano desde el s. I a. C. La especie suele aparecer asociada a tumbas femeninaspor sus connotaciones relativas a la fertilidad, la procreación y el buen parto. El caso emeritense es elúnico del que se tiene noticia hasta el momento en la Península Ibérica, permitiendo así ampliar nuestroconocimiento sobre la distribución de especies exóticas procedentes de mares lejanos mediante la activi-dad humana.

Palabras clave: Arqueomalacología. Concha marina. Cauris. Depósito funerario. Ritos de fertilidad.Siglo I d. C.

ABSTRACT: In this brief report, we present a specimen of the marine mollusk shell recovered as partof a Roman burial deposit of High-imperial period. The element comes from a tomb excavated in thecity of Merida (Spain). The taxonomic analysis indicates it concerned to the species Cypraea pantherina.It is an exotic element of Indo-Pacific origin, including occasionally as funeral offerings in the Romanworld from the first century BC. This species, in particular, is associated with female graves. The shellassociates connotations of fertility, good childbirth and procreation. The case of Mérida (Augusta Eme-rita) is the only one that has been reported in the Iberian Peninsula. This allows to extend this way ourknowledge on the distribution of exotic species proceeding from distant seas by means of the humanactivity.

Key words: Archaeo-Malacology. Seashell. Cowries. Burial deposit. Rites of fertility. First century AD.

1. Introducción y contexto arqueológico1

Durante el año 2009 tuvo lugar la excavacióndel solar de los Antiguos Cuarteles de HernánCortés en su denominada “Fase Terciaria”, en elcentro de la ciudad de Mérida, Badajoz (Fig. 1).Se trata de un recinto de más de 40000 m2, en elque se intervino una cuarta parte durante la cita-da fase. Los restos allí documentados indican unadilatada ocupación del espacio desde épocaaltoimperial hasta la actualidad. Destacable es lapresencia de un conjunto termal, dos calzadas,seis recintos funerarios romanos de grandesdimensiones y un área de uso cementerial deépoca islámica2. Entre los numerosos objetosrecuperados durante la excavación llamó nuestraatención, por su interés arqueomalacológico, unaconcha de molusco de grandes dimensiones. La concha se encontraba integrada entre los diver-sos elementos del depósito funerario de unasepultura en caja de ladrillo. En la misma –tumbaA39– se hallaron también diversos objetos devidrio, hueso y bronce.

La presencia de materiales exóticos en depósi-tos funerarios es una constante desde el surgi-miento del comportamiento humano moderno.Entre estos materiales las conchas de moluscos ybivalvos completas, perforadas o formando partede elementos más complejos aparecen frecuente-mente asociadas a enterramientos. En ocasioneslas especies fueron elegidas para formar parte delos ajuares y depósitos por sus características esté-ticas y su abundancia o escasez en el entorno. Enotros casos el carácter simbólico de determinadasespecies pudo ser el elemento definitorio para quefuesen elegidas como parte de ajuares y depósitosfunerarios (Vanhaeren y d’Errico, 2006).

En esta breve nota nos centramos en la descrip-ción de la concha recuperada como parte del depó-sito funerario de la tumba A39. A través de laidentificación taxonómica, el análisis de las caracte-rísticas del elemento y los paralelos disponibles enla literatura se propone una asignación específica yse discute la relevancia del hallazgo para los estu-dios arqueomalacológicos en la Península Ibérica.La descripción del depósito funerario al que se aso-cia y de otros elementos contextuales nos permitedeterminar la cronología del hallazgo y proponeralgunas cuestiones relativas a su carácter simbólico.

2. Contexto arqueológico de la tumba A39

La disposición de las diversas estructuras delsolar queda supeditada, durante al menos tressiglos, a la presencia de dos vías o calzadas empe-dradas (Fig. 2); la primera, con orientación N-S,proviene de una de las puertas de la ciudad, enuna zona próxima al teatro y anfiteatro. Dichacalzada se encuentra enlosada, no posee cloaca yse fecha en torno a mediados del s. I d. C. Se diri-ge hacia el N a conectar con la vía que, prolon-gándose desde el decumanus maximus a su salidapor la Puerta de la Villa, se convertiría en la calza-da que se dirige a Metellinum y a Toletum, locali-zada hacia la actual avenida de Extremadura.Asimismo, nuestra calzada se alinea con la víaexcavada en la intervención de la arqueóloga Y.Picado (Reg. 8066), que identifica con el romanoCamino Viejo de Mirandilla, bien documentadoen los últimos años en diversos tramos al N de laciudad de Mérida (Picado, 2006: 93, 105-106).

La segunda vía que atraviesa el solar es uncamino empedrado, fechado en el s. II d. C., quese encuentra con la vía enlosada hacia el terciomás occidental del solar, a la altura de los edificiosque ocupan el sector SO. Para salvar el desnivel deambas vías en la zona de su cruce, se crea unarepavimentación en un pequeño tramo al S delencuentro de las dos calzadas.

Según su distribución espacial en el solar, sedocumenta en el sector SO una serie de construc-ciones superpuestas que se inician con un recintofunerario, situado en la margen O de la calzadaenlosada. En un momento posterior, se erige unedificio que conserva en su esquina NO una

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1 Queremos expresar nuestro agradecimiento a losmiembros del equipo de excavación y al personal de Arq-veocheck, a J. Márquez y M. Alba, del Consorcio de laCiudad Histórico Artística y Arqueológica de Mérida, porsus aportaciones y por las imágenes de la Fig. 5. Gracias aJ. Martinell, del área de Paleontología de la Univ. de Bar-celona, y A. García Barbo, del IPHES, por su ayuda con laidentificación taxonómica. ARH es beneficiario del progra-ma de becas FPI del Ministerio de Economía y Competiti-vidad (CGL2012-38434-C03-03).

2 Sánchez Hidalgo, F.: “Memoria de la excavaciónarqueológica en el antiguo cuartel de Hernán Cortés,Mérida”, informe inédito realizado en 2010.

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FIG. 1. Plano de situación del solar de los Antiguos Cuarteles de Hernán Cortés sobre el plano catastral de la ciudad deMérida (Badajoz); se observa su ubicación y detalle de la zona de localización de la tumba A39 (cedido por elDpto. de Documentación del Consorcio de la Ciudad Histórico-Artística y Arqueológica de Mérida; E: 1/10.000).

estancia usada como letrina y diversos paramentosy suelos que son amortizados y/o reutilizados porlos inmuebles subsiguientes. En otra fase, seimplanta una construcción de tipo balnea, unaexplotación privada para uso público, que ocupatodo el s. III, aunque su creación pudiera remon-tarse al s. II. La etapa final constructiva queda defi-nida por un edificio residencial, que se levanta amediados del s. V sobre los inmuebles anteriores,reaprovechando algunos pavimentos de aquellos.

Avanzando por la margen O de la calzada enlo-sada, al N de las edificaciones citadas, se docu-menta otra gran construcción, que es funeraria enorigen (ss. II-III) y tiene una segunda fase queamortiza dos enterramientos. En ese momento seprocede a la construcción de un pequeño espaciocentral columnado, seguramente sin techumbre,que tiene un pozo en su interior, cuyo brocal seintegra en un suelo de opus signinum. Entremediados del s. III e inicios del s. IV se entierraallí a un individuo con el rito de inhumación;siendo amortizado el espacio por nuevos recintoscon el paso del tiempo. Estos incluyen nuevascompartimentaciones que definen espacios de

uso indeterminado, posiblemente agropecuario,fechadas a partir de finales del s. IV y hasta el s. V.

El sector NO estuvo ocupado entre los ss. I y IIpor enterramientos individuales de incineraciónen su mayoría, aunque también se localiza unainhumación. Se documentan también algunasconstrucciones, como un recinto de planta cua-drangular, con paramentos de opus incertum yrefuerzo de sillares en esquina, que conserva unbuen alzado, amortizado entre los ss. II y III.Sobre las estructuras anteriores, se reconoce unaetapa constructiva con los restos muy deteriora-dos, a la que sigue otra fase de edificacionesdomésticas, que son abandonadas súbitamente acomienzos del s. V.

La parte central del solar, de S a N, presentatambién varios recintos de grandes dimensiones deépoca altoimperial, entre los que destaca una cons-trucción funeraria de grandes dimensiones (15 x 15m), diseñada con pozo y triclinio funerario. Haciael N, se localiza un nuevo recinto monumentalmortuorio y numerosos enterramientos individua-les de incineración, con alguna inhumación margi-nal, fechados entre los ss. I y II d. C.

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FIG. 2. Sepultura A39 en su contexto (detalle del plano original de D. Sadornil Magdaleno; E: 1/250).

El tercio oriental del solar muestra en su zonamás meridional un extenso nivel de época romanaaltoimperial, donde se localiza una estructura deopus incertum, con una parte central de signinumque, en su conjunto, se encuentra expoliada. Elresto del sector, hacia el N, está ocupado por tresenterramientos de inhumación fechados en el s. III,regidos por la calzada empedrada que se orienta E-Oy, en su parte más septentrional, tiene tumbas indi-viduales de cremación, de diversas tipologías (mensa,bustum, osario, etc.), entre las que se encuentra latumba A39, con su particular depósito.

Finalmente, el comienzo de la etapa islámica,se define por la ocupación de un extenso espacioal S del solar como área de enterramientos. Se hanlocalizado cerca de 300 sepulturas que datan deentre los ss. VIII-IX. Los cuerpos se enterraban enfosa simple, orientada habitualmente SO-NE, conel cuerpo recostado sobre su lado derecho.

3. Tafonomía de la sepultura e interpretaciónen su área funeraria

La sepultura A39 es una incineración en caja deladrillos de planta rectangular, con unas dimensio-nes conservadas de 1,25 m de longitud x 77 cm deanchura y 35 cm de alzado. La tipología de lafábrica es irregular, con los ladrillos dispuestos asoga, con formación en hilera y trabados con

barro, que emplea tanto piezas enteras como frag-mentarias. Conserva restos de una cubierta, tam-bién de ladrillo y toda una esquina de la tumbaha sido seccionada por estructuras contemporá -neas (Fig. 1). Su interior se encontraba colmatadopor un estrato ceniciento. Este cubría el depósitofunerario compuesto principalmente por vidrios,bronces y agujas de hueso además del elementomalacológico objeto del presente estudio. La basede la tumba, de arcilla natural, fue rebajada paradarle horizontalidad. Sobre ella se depositaron lascenizas y restos de la cremación, así como partede su depósito votivo.

La estructura se orienta NO-SE, de igual modoque la mayor parte de los enterramientos de lamisma cronología en el sector. En Augusta Emerita,durante época altoimperial se utiliza mayoritaria-mente esta orientación aunque, si las necesidadesdel espacio funerario lo requerían, se utilizaba tam-bién la SO-NE u otras variantes.

3.1. El depósito funerario de la tumba A39

En el interior de la tumba, la UE 2043 o depó-sito funerario contiene diversos objetos de vidrio,entre los que se incluyen cinco ungüentarios, unabotella y una jarrita, además de dos cuencos,incluyendo uno “de costillas” con un grado deconservación excepcional (Fig. 3).

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FIG. 3. Tumba en caja de ladrillo para incineración y depósito funerario de la sepultura excavada.

Los objetos mejor conservados son dosungüentarios, uno del tipo Isings 8 y otro Isings28, ambos fechables en la primera mitad del s. Id. C. Entre los objetos fragmentarios se encontróuna pequeña botella de vidrio de color verdoso,de la que se conservaban el depósito y arranque decuello además de una pequeña jarra y un cuenco.La jarrita es un ejemplar monoansado, de laforma Isings 56a, que tiene cuerpo ovoide, anchocuello y pico vertedor que parece tratarse de unareminiscencia de las jarras de metal (Isings, 1956).En líneas generales, es un elemento domésticousado para el servicio de mesa, como contenedorde agua y vino principalmente. En contexto fune-rario, su empleo forma parte del ritual pagano,junto con otros objetos de cerámica, metal ovidrio, que permiten al difunto participar en elbanquete funerario. Por su parte, el cuenco sepudo identificar con un bol de vidrio verdoso conborde engrosado plegado sobre sí mismo, carenamarcada y base con pie abierto.

El cuenco de costillas de pasta vítrea de latumba A39 (Fig. 4) corresponde a la forma Isings3a y ha sido creado empleando la técnica del

vidrio fundido, conformado a molde y pulido atorno, con abrasivos en la cara interior y proba-blemente al fuego en la exterior (Isings, 1957;Arbáizar, 2003). Su decoración imita la piedra dejaspe y es de color ocre oscuro. Por sus caracterís-ticas, esta pieza se data en los inicios de la prime-ra centuria de nuestra era. Los lugares deproducción de los ejemplares más tempranosestán en la Península Itálica, aunque también sefabricaron en otros puntos del Mediterráneo occi-dental. En Mérida se han localizado numerososejemplares de cuencos decorados con costillas enla panza, aunque la mayoría corresponden a lavariedad 3c, realizados en vidrio soplado-moldadoy cuya procedencia está en Próximo Oriente (Cal-dera, 1983: 29).

Otros elementos encontrados en la tumba sonocho fichas o calculi de pasta vítrea, seis de ellasblancas y dos negras a las que se les atribuye unuso lúdico como parte de juegos de mesa o reali-zados en el suelo.

Los hallazgos de hueso se corresponden contres acus crinalis de gran formato. Una primerapieza completa es una aguja del tipo Beal, A XVIII,que se usaba para extraer perfumes de los ungüen-tarios (Beal, 1983). Su cabeza, decorada conbalaustre, remata en una punta plana precedidade banda decorativa incisa. Este ejemplar se fechaen la primera mitad del siglo I d. C.

El segundo elemento de hueso se halló frag-mentado en dos partes y presenta una sección cir-cular con remate en punta en un extremo ydecorativo en la parte superior. La decoracióncorresponde a una pequeña celda o jaula configu-rada por cuatro palos en cada esquina, en cuyointerior se encuentran tres bolitas de hueso. Suuso se considera ornamental. Una tercera aguja seidentifica con un acus crinalis de punta redondea-da (Vicente, 1995), que no conserva el extremoproximal y apareció calcinada. La aguja de pelo esuno de los elementos de uso personal femeninosmás frecuentes en las excavaciones emeritenses(Rascón et al., 1995).

Entre las piezas metálicas destacan dos espejosde bronce de forma circular. Uno de ellos es undisco de unos 10 cm de diámetro al que le faltauna pequeña porción de un extremo. Tiene unamoldura decorativa exterior que delimita el perí-metro de la pieza, con doble banda incisa, una

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FIG. 4. Ejemplar de cuenco gallonado de pasta vítreahallado en la tumba A39.

interior y otra exterior, en cuya parte central se harealizado una decoración con gráfila calada. Elsegundo es un ejemplar de unos 12 cm de diáme-tro al que le falta un tercio del disco y no presen-ta decoración. En general, los espejos de broncereflejarían las imágenes gracias al pulimento deuna de sus caras. Estos objetos son claramenteinstrumentos de tocador, asociados al génerofemenino en la sociedad romana.

Se han localizado también los diversos elemen-tos metálicos de una caja o capsa, cuyas partes demadera habrían desaparecido. Entre sus compo-nentes se documenta una bisagra de bronce com-puesta de doble lámina unida por perno de hierroque permanece en su sitio. De las tres argollas debronce encontradas, al menos dos se hallaban uni-das mediante enganche a un remache que se uniríaa la caja. Otro de los apliques de la caja sería unaplaca de bronce de sección rectangular provista de un orificio de enganche en un extremo y unresalte con orificio en el otro, donde se insertaríael elemento de cierre. Este tipo de objetos, que seencuentran frecuentemente en ámbito funerario,servían para guardar dinero, fichas, joyas, útiles deescritura, etc. Normalmente contarían con cerra-dura y, en algunos casos, con asas, adornos yremaches diferentes.

Un objeto de difícil identificación, por sumorfología común a diversas tipologías, es un arode bronce de sección circular de 2,2 cm de diá-metro exterior y 0,2 cm de grosor. La lámina serepliega sobre sí misma, sin estar unida o soldadaen el extremo de unión. Podría haber formadoparte de la caja, como el resto de las argollas des-critas, cuyos diámetros exteriores oscilan entre 1,9y 2,4 cm, muy similares al del aro. Cabe tambiénla posibilidad de que la pieza fuera un anillo de lapersona enterrada en la sepultura.

Se halló también un stylus de hierro, muy malconservado, que remata en una punta aguda en unextremo y en espátula en el otro. Se trata de un ins-trumento de escritura del que se han hallado nume-rosos ejemplares en las excavaciones de Mérida.

Finalmente, la presencia de una moneda debronce facilita o corrobora la cronología ya pro-puesta gracias a los objetos muebles de dataciónmás precisa. En el anverso, se aprecia un bustoorientado a la izquierda, así como parte de laleyenda donde se puede leer: ...CAESAR AVG.... En

el reverso se representa a Minerva con lanza yescudo. Por sus características parece tratarse deun as, posiblemente de Claudio, siendo segurauna cronología de la primera mitad del siglo I d.C., en época julioclaudia (Cayón, 1985).

3.2. Interpretación de la tumba en su área funeraria

El enterramiento A39 se integra en un áreafuneraria muy extensa que ocupó el sector NEextramuros de la ciudad de Augusta Emerita, almenos entre los ss. I y IV d. C. Las sepulturas seorganizan en torno a las dos vías citadas, encon-trándose algunas en el interior de los recintos ymausoleos funerarios y disponiéndose otras apa-rentemente de manera aislada. Para el manteni-miento de las áreas funerarias, se crearonestructuras de riego, tales como pozos y acequias.

La tipología de la tumba A 39 es una crema-ción en caja de ladrillo y cubierta posiblementetambién de ladrillos, si atendemos a los que sehan conservado en la parte superior de la estruc-tura. Tanto en incineraciones como en inhuma-ciones, la sepultura fabricada con ladrillos es unode los modelos más empleados en todo el períodoromano, en sus diversas variantes. Al igual que enlas sepulturas en fosa, se realizaban diversos ritosantes y después de la deposición del cadáver, queincluían fuegos purificadores, libaciones, etc. Latumba se enmarca en una serie de característicasque se desarrollan a lo largo del s. I, como son lapreferencia por la incineración, la profusión deobjetos en el interior de la tumba, predominandolos vidrios, que son en su mayor parte produccio-nes locales (VV. AA., 2012: 88-89). Desde la fun-dación de la colonia y aún en esta primera partedel s. I no es infrecuente la inclusión de algunosobjetos de importación, como es nuestro caso,con el cuenco de pasta vítrea y la concha.

En el sector donde se encuentra la sepultura, elcuadrante NE del área excavada, se localiza un con-junto de sepulturas romanas altoimperiales fechadoentre los ss. I-II d. C., donde se han documentado24 enterramientos, todos de incineración. Gene-ralmente, presentan un estado de conservaciónbastante deficiente, debido al expolio desde anti-guo así como a la implantación en la zona dealgunas construcciones moderno-contemporáneas.

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Se documentan tres tumbas con caja de ladrillo,incluyendo A39, destacando una con doblecámara; sepulturas tipo mensa, con revestimientode opus signinum, del que se conservan siempreescasos restos y sólo con policromía en un caso;tumbas de tipo bustum, donde los restos hansido incinerados dentro de la misma fosa des-pués usada como tumba; y, finalmente, enterra-mientos en fosa simple, donde se aprecianhuellas de rubefacción en las paredes. Enmuchos de los casos estudiados, queda claro elempleo de la pira funeraria in situ, quedandorestos alterados de la cremación del cadáverjunto con los lígneos destinados a tal fin.

4. El ejemplar de Cypraea pantherina: descripcióntaxonómica y distribución geográfica

La determinación específica ha sido realizadamediante la clasificación linneana clásica. Para laidentificación taxonómica han sido utilizados dife-rentes atlas malacológicos (Allan, 1956; Burgess,1985; Lorenz y Hubert, 1993; inter alia) así comola colección de referencia del Departamento dePaleontología de la Facultad de Geología –Univ. deBarcelona–. La superficie del ejemplar han sidoobservada mediante lupa binocular –Optech HZ ×10 a 45 aumentos– con el objeto de describir lasposibles alteraciones del elemento original.

El ejemplar recuperado en la tumba A39 (Fig.5) presenta forma ovalada, globosa en la cara dorsaly con apertura estrecha y dentada típica en los cau-ris –Cypraeidae– en la cara ventral. La concha esgruesa, de color blanco en la zona columelar y decolor pardo claro con intenso moteado difuso en

marrón en la cara dorsal. En esta última, presentauna línea difusa de color rojo que atraviesa el espé-cimen longitudinalmente. Las medidas tomadas enmilímetros son de 79,2 x 52,6. Los caracteres taxo-nómicos expuestos indican que se trata de unejemplar de concha de gasterópodo marino de laespecie C. pantherina. El género al que perteneceeste molusco marino –Cypraeidae– presenta dosespecies muy similares morfológicamente, C. pan-therina y C. tigris, si bien la primera presenta unaconcha más grácil y ligera, y la segunda cuenta porlo general con el labio externo y el columelar másseparados y adornados por dientes de mayor tama-ño (Allan, 1956). En cualquier caso, debemostener en cuenta que ambas especies se encuentranestrechamente emparentadas a nivel filogenético(Meyer, 2003). Esta especie también es conocidapor los siguientes sinónimos: Cypraea vinosa,Cypraea obtusa, Cypraea catulus y Phanteriana pan-therina (Allan, 1956).

La C. pantherina es una especie indopacífica.Su rango biogeográfico se circunscribe al MarRojo, desde el golfo de Aqaba y el golfo de Suezal N hasta el golfo de Adén al S, considerándoseuna especie endémica. Actualmente, puedeencontrarse en el Mediterráneo oriental debidoa la construcción del canal de Suez, siendo sudistribución natural e histórica las costas pocoprofundas del Mar Rojo desde Egipto a Yemen.Por su parte la C. tigris puede encontrarse entoda la región indopacífica, sin ocupar el espa-cio de C. pantherina.

En el ejemplar presentado en este trabajo, elbrillo típico de las conchas de esta especie se haperdido seguramente por procesos postdeposicio-nales. Se observan restos de concreción de carbo-

natos en toda la superficie de laconcha así como restos de colora-ción rojo-burdeos de origen des-conocido en la zona columelar(Fig. 3).

5. Conclusiones

Las conchas de moluscos deprocedencia indopacífica más co -munes en el registro arqueomalaco-lógico de Europa y el Mediterráneo

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FIG. 5. Ejemplar de Cyprea pantherina recuperado como parte del depósitofunerario.

pertenecen al género Cyprea –cauríes–, siendo muycomunes Cyprea annulus y Cyprea moneta, utilizadascomo cuentas de collar, colgantes, adornos y materiaprima para fabricar abalorios durante siglos (Allan,1956; Reese, 1991).

Por su parte, la C. tigris y la C. pantherina, demayor tamaño que las anteriores, se presentan de forma frecuente como parte de depósitos fune-rarios en la región euromediterránea desde laEdad del Bronce hasta la Alta Edad Media. Con-chas completas de C. pantherina/tigris han sidohalladas en tumbas de Rusia, Hungría, Italia, Aus-tria, Alemania, Bélgica, Dinamarca, Suiza, Franciae Inglaterra (Fig. 4).

De la revisión realizada por Reese (1991) sobrela presencia de conchas indopacíficas en el Medi-terráneo y Europa se obtienen dos grandes con-textos arqueológicos para la especie documentada.Por un lado, este autor reconoce una serie de con-chas de ambas especies que suelen presentarsemodificadas mediante perforaciones simples ocomplejas en las que se insertananillos, cadenas o pasadores dehierro y bronce. Este tipo de aba-lorios complejos se asocian ainhumaciones femeninas en todoel norte y centro de Europa, conuna cronología que se sitúa entorno al siglo VIII d. C. En oca-siones, las conchas forman partede cinturones o fajas, o han sidoutilizadas para confeccionar cuen -tas de collar. Se trata, por tanto,de elementos de adorno personalen los que las conchas de C. pan-therina/tigris formaron parte delajuar funerario de mujeres de ori-gen germánico –anglos, sajones,vikingos, normandos, fran cos o merovingios– (Reese, 1991;Joseph, 2005).

Por otra parte y en relacióndirecta con el ejemplar presentadoen este trabajo, se encuentran unaserie de conchas asociadas a con-textos funerarios que se insertanplenamente en el mundo romano.En la mayoría de los casos docu-mentados, las conchas suelen

encontrarse aisladas (un único espécimen) y nopresentan modificaciones antrópicas de su mor -fología natural, lo que apunta hacia un valor sim-bólico/estético per se de las conchas de dichasespecies.

Encontramos distintos ejemplos asociadostanto a incineraciones, como la de Otranto enItalia del s. I a. C., como a inhumaciones del s. Id. C. en Nîmes y la necrópolis galorromana deTrion, en Francia (Reese, 1991; Maney, 1981).En todos los casos, las conchas aparecen asociadasa enterramientos femeninos presentándose comouna constante a través del tiempo.

Fuera de contextos funerarios, un ejemplar deC. tigris fue recuperado en las excavaciones delMitreo de Estrasburgo y conchas de C. pantherinay C. tigris se hallaron en las excavaciones históri-cas de Pompeya y Herculano –hasta un total de48 ejemplares, de los que por desgracia descono-cemos información de tipo contextual (Reese,2002)– (Fig. 6).

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FIG. 6. Hallazgos de C. panterina/tigris en contextos greco-romanos y distribu-ción natural de las dos especies: 1. Mérida; 2. Nîmes; 3. Trion; 4.Mitreo de Estrasburgo; 5. Pompeya y Herculano; 6. Otranto; 7. Templode Venus de Cnido en Caria; 8. Distribución natural de C. pantheri-na y 9. distribución natural de C. tigris.

Las conchas en general, y los cauris en particu-lar, han estado asociados a la fertilidad y la femi-nidad tradicionalmente. El parecido de la caracolumelar de estas conchas con los genitales feme-ninos, pero también con ojos entornados, las haconvertido para diferentes culturas en amuletosrelacionados con la fertilidad y el mal de ojo. Pli-nio afirma que las conchas consagradas al templode Venus en Cnide –Afrodita Cnidea– tienen pro-piedades especiales llevadas como amuletos ya queprotegen en los partos difíciles y conducen a buenfin los partos en peligro. También nos informa deque las conchas conservadas en sal y llevadascomo amuletos por una mujer embarazada pro-vocan que la placenta y las membranas fetalessean expulsadas después de la salida del feto(Plin. NatHist., XXXII, 6, en Canto et. al., 2002).El caso emeritense puede inscribirse en este con-texto cultural. El depósito funerario en el que seincluye nuestro ejemplar de C. pantherina hasido fechado en el siglo I d. C. (cf. apartado 2.2) lo que coincide con los escasos paralelosdocumentados para conchas del mismo tipo aso-ciadas a tumbas de época romana. La tumbadebió pertenecer a un personaje femenino segúnse deriva de su contenido material, sobre todo porlos espejos, agujas de pelo, el removedor y loscontenedores de perfumes, además de por los dosobjetos suntuosos como son el cuenco gallonado,que imita piedra semipreciosa y la propia conchade C. pantherina.

Teniendo en cuenta que lo más plausible esque el ejemplar presentado forme parte de undepósito funerario femenino, cabría preguntarse elsentido de tal ofrenda. Tal y como indicamos, laconcha no presenta modificaciones de su estructu-ra natural. Ninguno de los elementos metálicos ocuentas de pasta vítrea que forman parte deldepósito excavado pertenece a un elemento deadorno complejo –tipo colgante o collar– queincluyese la concha de cauri. Por tanto, el elemen-to en sí mismo sin modificación alguna debióconcentrar el carácter quizá mágico-religioso porel que fue elegido como elemento funerario. Losparalelos expuestos anteriormente nos llevan adecantarnos por esta interpretación. Sobre el ori-gen de dicho elemento, poco podemos aportarcon los datos recabados. Quizá la concha llegó ala ciudad de Augusta Emerita a través de las

amplias redes comerciales plenamente desarrolla-das en el Mediterráneo para este periodo o quizáfue transportada como parte de las pertenenciasde una familia de origen oriental. Quizá el posibleorigen oriental del cuenco gallonado de pastavítrea que acompañaba a la concha pueda estarrelacionado. En cualquier caso, dejando aparteeste tipo de especulaciones, el caso reportado eneste trabajo arroja nueva luz sobre la extensión deuna costumbre documentada en otras zonas delimperio entre los siglos I a. C. y I d. C.

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