INDICE
Contenido
INDICE................................................................................................................1
DEDICATORIA....................................................................................................2
AGRADECIMIENTO............................................................................................3
INTRODUCCION................................................................................................4
MARCO TEORICO..............................................................................................5
TIPOS DE CAMBIO: MUTACIONES CROMOSÓMICAS..................................5
CAMBIOS ESTRUCTURALES...........................................................................6
DELECIONES.....................................................................................................8
DUPLICACIONES.............................................................................................10
RECOMBINACIÓN ASIMÉTRICA; MUTACIÓN BAR y HEMOGLOBINA
HUMANA..........................................................................................................11
INVERSIONES..................................................................................................13
TRANSLOCACIÓN...........................................................................................16
CAMBIOS NUMÉRICOS..................................................................................17
ANEUPLOIDIA..................................................................................................18
POLIPLOIDES..................................................................................................20
Resumen...........................................................................................................23
MÉTODOS........................................................................................................23
DISCUSIÓN......................................................................................................24
CONCLUSIONES..............................................................................................26
BIBLIOGRAFIA.................................................................................................26
ANEXOS...........................................................................................................27
DEDICATORIA
A mis padres y hermanos, por todo su cariño, motivación,
comprensión y apoyo. “Gracias por creer en mi”.
AGRADECIMIENTO
A mis docentes mi más sincero agradecimiento por su
apoyo constate, sus comentarios acertados y sus consejos
que me acompañaron a lo largo de mis estudios.
A mis compañeros por su amistad y por darme tantos
momentos de alegría.
INTRODUCCION
La mutación cromosómica se traduce en cambios del material hereditario,
como consecuencia de la reordenación de parte de los cromosomas, existiendo
conjuntos anormales en el complemento normal del individuo. Esta mutación
cromosómica es una fuente importante de variabilidad en los individuos de
ciertas poblaciones, tanto en estructura como en número de cromosomas, de
forma que además van asociados a otros cambios fenotípicos, que pueden ser
vistos si se observan al microscopio. Todas las mutaciones hacen que las
células funcionen anómalamente, tanto en cuanto, este funcionamiento suele
ser incorrecto, pues un elevado porcentaje de mutaciones son dañinas para el
organismo. Lo más normal es que tengamos un número anormal de genes o un
número anormal de cromosomas.
También podemos encontrar una disposición anormal de los genes, lo que
implica reordenaciones. También puede producirse la rotura de un fragmento
de un cromosoma, lo que provocará la eliminación de la expresión del gen que
se haya perdido. Si la rotura se produce en el interior de la secuencia de un
gen, este gen se hará afuncional, pero si la rotura implica la secuencia de inicio
de la transcripción, entonces no se transcribirá el gen.
MARCO TEORICO
Los cromosomas de los organismos superiores son estructuras complejas,
compuestas por ácido desoxirribonucleico (DNA), ácido ribonucleico (RNA) y
proteínas. El componente responsable de la información genética es el DNA.
Los cromosomas solo son visibles durante la fase activa de la división celular,
es decir, en la fase llamada de mitosis, para el caso de las células somáticas, o
de la meiosis, cuando se trata de células germinales.
El número de cromosomas es fijo para todos los individuos de la misma
especie. El conjunto cromosómico de un individuo se denomina cariotipo. En el
ser humano, el cariotipo normal se compone de 46 cromosomas de forma: 22
pares de autosomas, y 1 par de cromosomas sexuales (que son XX en el sexo
femenino, y XY en el masculino).
Las aberraciones cromosómicas son las anomalías en el conjunto
cromosómico, que pueden ser numéricas (variaciones de su número) o
estructurales (modificaciones en la forma).
1. TIPOS DE CAMBIO: MUTACIONES CROMOSÓMICAS
Podemos encontrar cambios numéricos y cambios estructurales. En los
primeros, observamos cambio en el número de cromosomas, ya sea sin
cambiar prácticamente la dotación cromosómica (fusiones y fisiones), o bien
provocando gran cambio del material hereditario, con aneuploidías,
monoploidías y poliploidías. En el segundo caso, tenemos cambio en la
disposición de los genes y cambio en el número de genes o cantidad del
material genético; incluyen las delecciones y las duplicaciones, aunque también
podemos considerar las translocaciones y las inversiones. En las delecciones
podemos perder dos genes, los cuales dejarán de ser expresados.
Las inversiones son rotaciones de 180º de un segmento cromosómico que se
separa, volviéndose a unir luego al mismo cromosoma. Suelen ser mutaciones
viables que no implican anormalidad fenotípica alguna. Puede ocurrir que una
de las roturas de la inversión, se produzca en un gen esencial, de forma que el
sitio de ruptura, actuará como una mutación génica letal ligada a la inversión,
ello provoca que no pueda darse en homocigosis; pueden ser de dos tipos;
pericéntricas cuando implican la inversión del centrómero, y paracéntricas,
que implican inversión de genes que no incluyen el centrómero.
Las translocaciones son el intercambio de dos fragmentos de cromosomas no
homólogos. Pueden ser recíprocas, que son las más frecuentes. En estas, un
segmento de un cromosoma se intercambia con otro de un cromosoma no
homólogo, de forma que se producen simultáneamente dos cromosomas
portadores de translocación. En las no recíprocas únicamente tenemos
traspaso de un fragmento cromosómico en una dirección, sin que
recíprocamente se traspase otro; este caso, se denomina transposición.
Dentro de los cambios numéricos, tenemos las euploidías que implican
cambios en toda la dotación cromosómica, pudiendo tener organismo triploides,
diploides, hexaploides, etc. Podemos encontrar fusión y fisión. La fusión
implica la unión de dos cromosomas acrocéntricos no homólogos, dando lugar
a la aparición de un gran cromosoma metacéntrico y otro pequeño que puede
perderse en la división de la célula. La fisión es el proceso contrario, de forma
que un cromosoma se rompe a nivel del centrómero originando dos
cromosomas acrocéntricos más pequeños.
Las aneuploidías implican cambio numérico en sólo una parte de la dotación,
pudiendo encontrar adiciones de algún cromosoma (como el síndrome de down
con un cromosoma adicional en el 21), o pérdida de algún cromosoma.
2. CAMBIOS ESTRUCTURALES
Los cromosomas pueden romperse de forma espontánea, bien por fuerza
física, bien por ciertos compuesto químicos, pudiendo actuar, además a dos
niveles; tanto cromatínico como cromosómico. El cambio será cromatínico
si la rotura se produce antes de la replicación del DNA, de forma que la rotura
se replica y afecta a las dos cromátidas. El cambio cromosómico se produce
cuando la rotura tiene lugar tras la replicación, afectando sólo a una cromátida.
Por cada rotura de una cromátida, se producen dos extremos pegajosos, no
poseyendo protección, pues no encontramos telómero, cuya estructura
molecular es conocida, y única, siendo crucial para que los cromosomas se
comporten normalmente, sirviendo de protección para evitar el desgaste del
cromosoma. Estos extremos pegajosos suelen ser unidos de nuevo por
enzimas celulares, de forma que esos extremos ya no tienden a unirse a los
extremos cromosómicos normales, porque los extremos poseen la protección
que les dan los telómeros, impidiendo que los extremos se unan, así al final,
no tienen más remedio que volverse a unir como estaban originalmente,
aunque en ocasiones puede permanecer rotos largo tiempo.
Si los extremos fragmentados entran en contacto, pueden volver a unirse de
forma distinta a como estaban originalmente unidos, formándose así nuevas
combinaciones de alelos, etc. Podemos hablar de varios tipos de roturas, tales
como las centroméricas, donde incluimos la fusión y fisión, y las no
centroméricas, donde incluimos las delecciones, translocaciones, etc.
En las roturas no centroméricas, podemos hablar de roturas cromatínicas y
cromosómicas, que incluyen deleciones, inversiones o translocaciones. En este
tipo de roturas (cromatínicas), la primera consecuencia será una restitución,
volviéndose a unir los extremos pegajosos; en este caso, no tendremos
consecuencias.
La segunda consecuencia es una deleción. Si se produce una rotura,
obtendremos un fragmento acéntrico (sin centrómero) y otro con centrómero;
en este caso, el fragmento acéntrico se perderá, aunque puede volverse a unir.
Este se perderá, porque al no tener centrómero, no se puede producir la
migración a uno de los polos de la célula en la división mitótica, puesto que
carece de centrómero.
En la rotura cromosómica, puede producirse un puente dicéntrico, de forma
que los extremos se unen y obtendremos un cromosoma con dos
centrómeros en cromosomas homólogos. Cuando el cromosoma tenga que
emigrar al polo celular que le corresponda, el cromosoma tenderá a romperse
por estiramiento de los centrómeros, de forma que si la rotura se produce en el
centro, no habrá problemas, aunque si no, tendremos por una parte un
cromosoma con deleción y por otra, un cromosoma con duplicación. Por
tanto, la consecuencia de la rotura del puente dicéntrico es una deleción y
una duplicación.
3. DELECIONES
Las deleciones pueden producirse gracias a dos mecanismos principales, por
un lado, gracias a la superposición cromosómica, que se da gracias a la
recombinación entre regiones de homólogos. Encontramos rotura a dos niveles
de los cromosomas, de forma que los fragmentos pueden unirse de forma
diferente, produciendo deleciones y duplicaciones. Otra fuente de deleciones
son las recombinaciones a consecuencia de desigual entrecruzamiento.
Esta, es otra forma asociada a la duplicación, pudiéndose producir deleciones.
La recombinación se da entre regiones homólogas presentes en un cromosoma
con la misma orientación.
Cabe destacar que podemos tener dos tipos de deleciones, las terminales,
que se producen con una única rotura en el cromosoma y las intersticiales,
que se producen cuando en el cromosoma se producen dos roturas.
Las deleciones en un homocigoto (que los dos homólogos tengan la misma
deleción), suelen ser letales, lo que sugiere que la mayoría de las regiones de
los cromosomas son esenciales para la viabilidad celular, y que la eliminación
completa de cualquier segmento del genoma, resulta ser deletérea. Incluso los
individuos heterocigotos para una deleción (aquellos con un cromosoma
normal y el homólogo portador de una deleción), pueden morir, debido a que el
genoma se ha ido adaptando a finalmente durante la evolución para conseguir
un equilibrio entre la mayoría de los genes, y la presencia de una deleción
puede perturbar el equilibrio. En general, un 1% del genoma delecionado, no
suele ser letal, pero además, en los heterocigotos con una única copia
normal, podremos observar fenotipos anormales.
El ejemplo clásico es el síndrome del cri-du-chat, que se produce por una
deleción en el extremo del brazo corto del cromosoma 5º de los humanos. Es
una enfermedad que se manifiesta en heterocigosis, de forma que los síntomas
son microcefalia, y grave retardo mental, además de llorar de forma semejante
a como lo hacen los gatos. Existe desde un 20-40% de retardo mental,
presentando anormal crecimiento. Estos niños suelen morir en la infancia.
Podemos destacar otros síndromes relacionado, por ejemplo, con la leucemia.
Una deleción en el brazo largo del cromosoma 22 puede ser causa de esta
enfermedad.
Observación de deleciones; si el organismo vive, podemos comparar
bandeos de cromosomas, observando individuos con la deleción e individuos
normales. Cuando tengamos individuos heterocigotos, será más fácil observar
la deleción, porque se forman fragmentos sin apareamiento; se produce un
bucle de deleción, así, podemos asignar deleciones a cromosomas concretos.
Además, podemos observar fenómenos de pseudo-dominancia, en los
cuales, cuando tenemos un individuo heterocigoto y se produce una deleción
en la porción dominante, observamos que ahora, pueden manifestarse los
alelos recesivos de los diferentes genes que se encuentran en la región del
cromosoma homólogo que abraza la deleción, pasando a ser pseudo-
dominantes. Este efecto desenmascarador es importante para entender la
escasa viabilidad de las deleciones, porque muchos organismos diploides
poseen mutaciones recesivas deletéreas o incluso letales, enmascaradas por
sus alelos normales dominantes. Al eliminar los segmentos que contienen
estos alelos normales, la deleción provoca la expresión de los alelos recesivos.
Este fenómeno, puede ser usado para determinar la longitud de la región
delecionada, según los genes que hayan sido delecionados (área que es
abarcada por la citogenética). También nos permite localizar físicamente el
gen, mediante determinación de las posiciones que ocupan las deleciones que
convierten al gen en pseudo-dominante. Esto refleja que los mapas de
ligamiento son un reflejo de los mapas físicos cromosómicos.
También cabe destacar que las deleciones no revierten a la situación normal,
no poseen reversibilidad, no se puede producir la retromutación. Otro factor
que nos muestra la existencia de deleciones es la existencia de la letalidad
recesiva, aunque este factor no es determinante. Además, no puede
producirse recombinación en la región afectada por la deleción, pero este
criterio tampoco es determinante. Citológicamente, sólo podemos basarnos
en la existencia de los bucles de deleción.
Por último, debemos destacar que existen diferencias en las deleciones que se
producen en plantas y animales. Mientras que un animal macho con una
deleción cromosómica en heterocigosis produce esperma funcional tanto si se
presenta el cromosoma normal como si lo hace el delecionado, las plantas
diploides portadoras de una deleción en heterocigosis, producen esperma de
dos tipos; uno funcional y otro no funcional, según se presente el cromosoma
normal o el delecionado. Es decir, que mientras que en los animales el
esperma parece funcionar independientemente del contenido genético, las
plantas diploides son sensibles a cambios en la cantidad de su material
cromosómico, cosa que puede servir para eliminar deleciones, no pasando a la
descendencia.
DUPLICACIONES
Observamos dos formas de duplicación asociadas a deleciones. Según la
posición y orden de la región duplicada respecto del original, podemos hablar
de duplicación en tándem cuando la región duplicada se encuentra adyacente
y en el mismo orden que la región original. También podemos hablar de
duplicación en tándem invertida, cuando, aunque es adyacente, presenta
una disposición de los genes contraria al original. Por último, podemos hablar
de duplicación desplazada cuando la región duplicada no está adyacente al
segmento original, sino en otra posición bien del mismo cromosoma, bien de
otro.
Otra forma de producirse duplicaciones con deficiencias asociadas es cuando
tenemos cabalgamiento de los cromosomas homólogos en algún momento
determinado, produciéndose roturas en ambos cromosomas por diferentes
lugares, de forma que si la posterior reunión tiene lugar en diferentes partes de
los cromosomas homólogos, obtendremos por un lado, una duplicación en
tándem y por otro lado, una deleción de la zona duplicada. Obtendremos una
deleción y una duplicación, aunque también podemos obtener este fenómeno
mediante entrecruzamiento desigual (o asimétrico).
Cuando tenemos una duplicación en un heterocigoto, observamos un proceso
similar al que ocurría con las deleciones; observamos lazos o bucles
producidos por la falta de apareamiento entre los homólogos, estos bucles
pueden ser producidos por duplicaciones en tándem, invertidas, etc.
Las duplicaciones pequeñas para heterocigotos y homocigotos suelen ser
viables, aunque el llevar una duplicación puede provocar modificaciones
fenotípicas y comportarse como una mutación génica. El que una duplicación
sea viable implica un gran potencial evolutivo, pues implica que cuando ese
fragmento duplicado está presente, mientras que el fragmento original puede
seguir con las funciones básicas, el fragmento duplicado puede sufrir
mutaciones génicas, lo que permite diversidad de las zonas duplicadas, lo que
puede resultar ventajoso para la evolución genómica, aunque los segmentos
también pueden mutar desfavorablemente, de forma que obtendremos un
pseudogen que se perderá y no ejercerá ningún tipo de función (será un gen
que ha perdido su función).
RECOMBINACIÓN ASIMÉTRICA; MUTACIÓN BAR y HEMOGLOBINA
HUMANA
Por tanto, una duplicación puede hacer las veces de mutación puntual, tal y
como ocurre con Drosophila y la mutación Bar. Esta mutación se encuentra
ligada al sexo en el cromosoma X y es dominante, constituyendo una
duplicación en tándem, consecuencia de una recombinación asimétrica (tal
vez). Esta mutación se produce en la región 16A y provoca ojos más estrechos
y alargados de lo normal, con un menor número de facetas. Podemos obtener
individuos Bar con la mutación, pero además, podemos obtener individuos
doble Bar, con un número aún menor de facetas, lo que refuerza la hipótesis
de la recombinación asimétrica.
La recombinación asimétrica se produce de la siguiente manera. Debemos
tener un homocigoto para una duplicación, de forma que, la duplicación
derecha de un homólogo aparea con la duplicación izquierda del otro,
produciéndose entrecruzamiento y recombinación, de forma que podemos
obtener un homólogo con la secuencia triplicada y otro homólogo con la
secuencia normal. En el caso de la mutación Bar, podemos tener
entrecruzamiento entre dos homólogos con la secuencia 16A, produciéndose
recombinación. Obtendremos un homólogo con dos secuencias 16A y uno
normal, pero esto puede producirse debido a un pequeño desplazamiento de
los cromosomas homólogos. A partir de ahí, explicar los individuos doble Bar
es fácil, porque es lo mismo, pero partiendo de dos homólogos con duplicación
en la región 16A, de forma que ahora obtendremos un homólogo con tres
secuencias y otro con una. A mayor número de secuencias Bar, tendremos
menos facetas, pero debemos destacar que doble Bar únicamente puede darse
en hembras, pues la mutación está ligada al cromosoma X.. Por último,
destacamos el efecto de posición, que implica que las secuencias 16A
poseen mayor eficacia en la disminución de facetas cuando están en un mismo
cromosoma. Los gametos que poseen la deleción (asociada a la duplicación),
mueren o se convierten en cigotos inviables, mientras que los gametos con la
duplicación dan descendencia, bien a machos hemicigotos para la
duplicación que presentan ojos reducidos, o bien a hembras heterocigotas
(16A16A/16A), con ojos ligeramente reducidos. En la siguiente generación
podremos obtener hembras homocigotas para Bar, etc. Puede darse el caso
de tener muchos fragmentos duplicados, lo que probablemente llevará a
inviabilidad del individuo. Por último, decir que la duplicación siempre se
produce en tándem.
El caso de la hemoglobina es similar. Una de las mejores evidencias de las
duplicaciones en tándem y las deleciones recíprocas, tienen origen en el
entrecruzamiento desigual, las encontramos estudiando los genes que
determinan la estructura de la hemoglobina humana. Esta molécula está
formada por cuatro cadenas, de forma que a medida que avanzamos en el
desarrollo, las cadenas evolucionan. Los fetos presentan hemoglobina formada
por dos cadenas alfa y dos gamma, mientras que el adulto presenta dos alfa
y dos beta. Las estructuras de las diferentes subunidades, vienen
determinadas por genes diferentes, algunos de los cuales, están ligados. En
este caso, podemos encontrar entrecruzamiento desigual, gracias al grupo de
genes --. Podemos observar individuos que poseen la denominada
hemoglobina Lepore, pues poseen parte de la subunidad y parte de la ,
aunque también podemos encontrar la hemoglobina Kenia, con parte de la
subunidad y parte de la , de forma que podemos explicar estos hechos
mediante entrecruzamiento desigual, pues estas hemoglobinas extrañas son
producto de cromosomas portadores de duplicaciones. También existen los
productos recíprocos de los entrecruzamientos, obteniendo las hemoglobinas
anti-Kenia y anti-Lepore.
Por último, cabe destacar que las duplicaciones en tándem son poco
frecuentes en los seres humanos. De hecho, la mayoría de duplicaciones
descritas en humanos son causadas por la presencia de brazos cromosómicos
extra o parte de ellos, generalmente en cromosomas no homólogos.
INVERSIONES
Es la rotura por 2 partes de un cromosoma, obteniendo un fragmento que si
llega a rotar 180º, puede cambiar de sentido y volver a unirse a la estructura.
Es importante hacer notar que, por la naturaleza antiparalela de las hélices,
aparte de rotar 180º en horizontal, debe girar otros 180º en perpendicular, para
restablecer la polaridad entre las dos cadenas.
En estos casos, tenemos cambio de la ordenación cromosómica, habrá
cambiado la ordenación salvaje o estándar. Podemos tener inversiones
simples, cuando en un cromosoma sólo tenemos un fragmento invertido; o
complejas, cuando intervienen simultáneamente diversos segmentos de un
mismo cromosoma. Según la relación con el centrómero, podemos tener
inversiones simples paracéntricas y pericéntricas si implican o no el
centrómero en la inversión. Es interesante observar como, cuando tenemos
una inversión y se da la meiosis, se forman bucles de inversión, debido a la
necesidad de apareamiento de los genes, pero teniendo en cuenta que ahora
ciertos alelos están cambiados de orden, ello provoca los citados bucles y que
en las inversiones paracéntricas, un entrecruzamiento en el bucle, provoca la
conexión de los centrómeros homólogos por medio de un puente dicéntrico,
generando además, un fragmento acéntrico (sin centrómero). Así, cuando los
cromosomas se separan en la anafase I, los centrómeros, permanecen unidos
por el puente. Esto provoca que los centrómeros se orienten de tal modo que
las cromátidas que no han intervenido en la recombinación, sean las más
extremas. El fragmento acéntrico, no puede alinearse ni migrar, de forma que
se perderá. Finalmente, la tensión rompe el puente, dando lugar a dos
cromosomas con dos deleciones terminales. Los gametos portadores de estas
deleciones no son viables, y aunque lo fueran, formarían cigotos inviables. Así,
un hecho usual de recombinación que suele originar productos meióticos
recombinantes, da lugar a productos letales. Con ello, el resultado global, es
una reducción de la frecuencia de individuos recombinantes. De hecho, la
frecuencia de los genes implicados en la inversión es 0 y la frecuencia entre
genes situados a ambos lados de la inversión se reduce en concordancia con
el tamaño relativo de la inversión.
Dentro de las inversiones complejas, podemos destacar las solapantes, que
se producen cuando una parte de un segmento incluido en una inversión, se ve
afectado por otra inversión. También pueden ser independientes, cuando
entre cada segmento invertido, tenemos una zona que no ha experimentado
inversión. También puede ser en tándem cuando los dos segmentos
invertidos, se presentan adyacentes. Por último, tenemos las incluidas,
cuando dentro de un fragmento invertido, se produce la inversión de un
fragmento menor.
Podemos denotar la ordenación estándar por la sigla S y la ordenación
invertida, por la I, podremos tener tres situaciones.
SS: individuos homocigotos estructurales para la ordenación estándar.
SI: individuos heterocigotos estructurales
II: individuos homocigotos estructurales para la ordenación invertida.
Podemos distinguir los heterocigotos estructurales y los homocigotos debido al
patrón de bandas característico de cada ordenación (en homocigotos) y a la
formación de un bucle (ya comentado), en los heterocigotos estructurales.
Estos heterocigotos estructurales son los individuos más importantes
evolutivamente, porque lo heterocigotos estructurales suelen ser viables. Es
importante destacar que las inversiones pueden detectarse genéticamente
porque suprimen la recombinación en heterocigotos para los genes del
interior de la inversión. La heterocigosis para una inversión reduce el número
de individuos recombinantes entre los descendientes de un heterocigoto,
mediante dos mecanismos diferentes: por eliminación de los productos
procedentes de entrecruzamientos en el bucle de inversión, y por inhibición del
emparejamiento cromosómico en la región ocupada por la inversión.
Cuando hablamos de inversiones, hemos dicho que se producen por rotura en
dos partes del cromosoma. Por tanto, los individuos portadores de inversiones,
se observarán cuando tengamos apareamiento meiótico, porque los individuos
portadores de inversiones, pueden tener entrecruzamientos; si la
recombinación se produce fuera de la zona de inversión, tendremos la
recombinación usual, pero si se produce en una zona donde tenemos un bucle
de inversión, podremos observar diferentes sucesos, dependiendo de si el
entrecruzamiento es pericéntrico o paracéntrico. Podremos obtener dos
cromosomas normales y dos anormales que no tienen todos los marcadores
(genes) para estar completos.
Los cigotos formados por los gametos portadores de esos cromosomas
anormales, serán inviables o letales. Sólo son viables los cigotos a partir de
cromosomas normales (50% viables y 50% no).
Podemos considerar las inversiones como un mecanismo supresor de la
recombinación genética, pues los individuos heterocigotos para una
inversión, suelen tener problemas mecánicos para aparear en la región de la
inversión; esto reduce la frecuencia de entrecruzamiento y, por consiguiente, la
frecuencia de recombinación en la región.
Cuando se produce una inversión, la combinación genética presente en los loci
incluidos en la misma, presentan una fuerte tendencia a mantenerse constante,
constituyendo un supergen; un grupo de genes ligados que tienden a ser
transmitidos como una unidad hereditaria y que se mantienen juntos en el
cromosoma.
Las inversiones suelen estar presentes en los cariotipos de los humanos, en
aproximadamente un 2% de los casos, de forma que 2 de 100 individuos
aproximadamente, pueden sufrir inversiones.
TRANSLOCACIÓN
Es la rotura de fragmentos cromosómicos en cromátidas no hermanas,
pudiendo ser recíproca y no recíproca. La podemos definir como una
mutación que se caracteriza por un cambio de posición de segmentos
cromosómicos. Podemos encontrar elementos transponibles, relativamente
frecuentes en el genoma. Estos elementos pueden ir de un sitio a otro de los
cromosomas.
Translocación recíproca: podemos distinguir entre intercambio fraternal,
entre cromosomas homólogos, o bien, intercambio externo, entre
cromosomas no homólogos. Es importante denotar que las translocaciones
pueden modificar los grupos de ligamiento, pudiendo cambiar la longitud del
cromosoma e incluso cambiar el lugar donde se encuentra el centrómero.
Existen fenómenos interesantes en heterocigotos, tanto genéticos como
citológicos para dos cromosomas en los que se ha producido translocación,
respecto de sus homólogos normales. Así, el apareamiento entre regiones
homólogas en la meiosis, provoca la aparición de una configuración en cruz
característica. Además, cuando llega la anafase I, pueden tener lugar dos tipos
principales de segregación, una en la que los centrómeros alternos migran al
mismo polo (segregación alternante) y otro en el que son los centrómeros
adyacentes los que migran al mismo polo (segregación adyacente-1).
Podemos destacar un tercer tipo de segregación, aunque es poco frecuente, si
se produce la migración al mismo polo de los centrómeros homólogos
(segregación adyacente-2).
En la segregación alternante, tenemos productos gaméticos equilibrados,
pues presentan un grupo completo de cromosomas, constituido, bien por los
dos no translocados, bien por los dos translocados compensados. En los casos
en los que los centrómeros adyacentes son los que segregan juntos
(segregación adyacente-1), tendremos productos gaméticos desequilibrados,
pues se producen gametos con cromosomas portadores de duplicaciones y
deleciones.
En humanos, las translocaciones se presentan siempre en heterocigosis.
Como veremos, el síndrome de Down suele estar causado por la presencia de
un cromosoma 21 extra, aunque también puede presentarse en la
descendencia de individuos heterocigotos para translocaciones que afectan a
este cromosoma. Las personas portadoras de la translocación, son normales
fenotípicamente, pero una segregación adyacente-1 produce gametos con
gran parte del cromosoma 21 duplicado, y probablemente, gametos con una
deficiencia correspondiente a alguna parte del otro cromosoma implicado en la
translocación, que es usualmente el cromosoma 14. Este segmento extra es el
que causaría el síndrome de down en descendientes de este individuo.
Además, la mitad de los descendientes normales, serán portadores de la
translocación.
Además, puede producirse por la translocación, una reordenación producida
por la rotura que inactive un gen especial y que pase a comportarse como una
mutación puntual.
CAMBIOS NUMÉRICOS
Podemos clasificarlos en aquellos que afectan al número de conjuntos
cromosómicos completos (euploidías) y aquellos que afectan sólo a partes, a
algunos cromosomas en concreto de estos conjuntos cromosómicos.
El número de cromosomas que constituye el conjunto básico de cualquier
organismo, recibe el nombre de número monoploide, representándose por x.
Pero la mayoría de seres vivos, presentan más un número múltiple de
conjuntos de cromosomas, hablando, en general de organismos euploides.
Podemos tener diploides, que serán 2x (dos conjuntos cromosómicos),
triploides, tetraploides...podemos llegar a tener poliploides. El nombre
haploide, se representa por la letra n y se refiere al número de cromosomas
que aparecen en las células gaméticas de un organismo. Como muchos seres
son diploides, su número haploide coincide con el monoploide, siendo usadas
las letras x y n indistintamente; pero en los organismos poliploides, x y n son
distintos. El trigo es hexaploide y posee 42 cromosomas, de forma que x=7,
mientras que su número haploide es n=21, debido a que este es el número de
cromosomas que poseen las células gaméticas.
Si los cambios se producen en cromosomas determinados, tendremos
individuos aneuploides, pudiendo encontrar hipoploidía (pérdida de algún
cromosoma) e hiperploidía (ganancia de algún cromosoma). Podemos tener,
así, monosomías, para la pérdida de un cromosoma (2n-1) o trisomías,
cuando ganamos 1 cromosoma; e incluso, trisomías dobles, cuando tenemos
2n +1 +1 (con tres cromosomas 21 y 14, para el síndrome de Down). También
existen individuos nulisómicos, con falta de un par cromosómico. Cuando un
organismo monoploide gana un cromosoma, se denominará disomía.
Existe una 2ª forma de producirse cambios numéricos que afectan a parte del
conjunto cromosómico, de un organismo, que son la fusión y la fisión
cromosómicas, en las cuales, bien dos cromosomas acrocéntricos no
homólogos pueden juntarse a nivel de sus centrómero, para dar un gran
cromosoma metacéntrico y otro pequeño que puede perderse en la división de
la célula (fusión); o un cromosoma puede romperse a nivel del centrómero,
dando dos cromosomas acrocéntricos pequeños (fisión). Se piensa que las
fusiones son más frecuentes que las fisiones.
ANEUPLOIDIA
Se debe a un retraso en la meiosis de un cromosoma, perdiendo dicho
cromosoma en la anafase, o a una no disyunción meiótica, en la primera o
segunda división meiótica. En el primer caso, podemos tener en la meiosis,
machos con posibles gametos XX, gametos sin cromosomas; mientras que en
el segundo caso, tenemos trisómicos para X, con individuos a los que les falta
el cromosoma X (monosomía).
Los individuos nulisómicos no suelen manifestarse, puesto que es una
condición de letal en diploides, aunque parece que en trigo, los otros cuatro
cromosomas homólogos suplen la falta de los dos cromosomas eliminados.
Los complementos cromosómicos monosómicos son perjudiciales, por dos
razones. Por un lado, porque ponen de manifiesto genes recesivos deletéreos
en hemicigosis, y por otro, porque se produce un desequilibrio cromosómico,
que ha sido establecido por la evolución durante millones de años y necesario
para un ajuste sutil de la homeostasis celular. Los efectos son los mismos
que en las deleciones.
Estos individuos aparecen gracias a procesos de no-disyunción meiótica o
mitótica, produciendo gametos que son el origen de individuos monosómicos,
trisómicos y otros aneuploides. La disyunción es la separación normal de los
cromosomas o cromátidas hacia los polos opuestos de la célula durante la
división nuclear. La no-disyunción es un defecto de este proceso y finaliza con
dos cromosomas emigrando hacia el mismo polo, mientras que hacia el otro no
emigra ninguno. Se producen gametos n+1 y n-1, de forma que si los
segundos se combinan con gametos n, obtendremos un individuo 2n-1. Dos
gametos n+1 pueden producir un individuos tetrasómico si está implicado el
mismo cromosoma, o un doble trisómico si son cromosomas diferentes.
En los humanos, la monosomía autosómica produce la muerte en el útero,
mientras que la monosomía X0, provoca el síndrome de Turner. Los
afectados son hembras estériles, de estatura baja y un repliegue membranoso
entre el cuello y los hombros. Poseen el pecho con forma de escudo y pezones
muy separados, así como ovarios rudimentarios y manchas marrones en las
piernas. Su inteligencia se acerca a la normal, poseyendo una frecuencia de
1/5000 en la población.
Las trisomías también son alteraciones cromosómicas, que pueden dar alguna
anormalidad o a la muerte, aunque suelen ser individuos viables, pudiendo ser
incluso fértiles. Cuando observamos células de individuos trisómicos durante el
emparejamiento de cromosomas en la meiosis, podemos observar trivalentes
(un grupo de tres cromosomas emparejados), mientras que los otros
cromosomas presentan bivalentes normales. En la segregación, tendremos
que dos cromosomas emigrarán juntos y otro lo hará sólo con igual
probabilidad para cada uno.
Las trisomías más frecuentes son; XXY, denominado síndrome de Klinefelter,
que produce individuos altos, con físico ligeramente feminizado, coeficiente
intelectual algo reducido, disposición femenina del vello del pubis, atrofia
testicular y desarrollo mamario. Tenemos una mezcla de ambos sexos
(individuos ginandromorfos). También podemos encontrar el síndrome de
Down, que es la aneuploidía más viable, con un 0.15% de individuos en la
población. Es una trisomía del cromosoma 21 (aunque puede producirse por
translocación), que incluye retraso mental (C.I de 20-50), cara ancha y
achatada, estatura pequeña, ojos con pliegue apicántico y lengua grande y
arrugada.
También existen aneuploides somáticos, que son individuos constituidos por
diferentes líneas celulares con diferente número de cromosomas. Se
denominan quimeras y se producen por una no-disyunción en la mitosis; al
principio del desarrollo puede originarse un individuo mosaico, como los
ginandromorfos a nivel sexual. Son individuos con cromosomas de ambos
sexos, pudiendo existir individuos X0/XYY o XX/XY.
POLIPLOIDES
Son individuos que presentan tres o más conjuntos cromosómicos por núcleo
celular. Es relativamente común en plantas (patata; 4x=48; x=12 y n=24), pero
mucho más infrecuente en animales, dándose en algunos escarabajos y
gusanos de tierra. Una característica interesante de los poliploides es el hecho
de que la mayoría son más grandes que los individuos diploides
correspondientes. El motivo es la determinación del sexo en animales, que es
más sensible a la poliploidía, o la posibilidad de autofertilización de las plantas
frecuentemente, permitiendo al nuevo poliploide poder reproducirse.
Podemos tener autopoliploides, que han recibido todos sus conjuntos
cromosómicos a partir de la misma especie y los alopoliploides, que se han
originado a partir de conjuntos cromosómicos provenientes de diferentes
especies. Podemos conseguir organismos autotetraploides mediante la
fertilización de un óvulo diploide con un grano de polen no reducido (diploide) y
alotetraploides, si por ejemplo, un grano de polen diploide de una especie,
fertiliza un óvulo diploide de una especie próxima. Mientras que en el
autopoliploide todos los conjuntos cromosómicos son homólogos, en el
alopoliploide los diferentes conjuntos cromosómicos pueden variar
ligeramente, de forma que para denotarlo, los denominaremos homeólogos o
parcialmente homólogos.
Los poliploides pueden obtenerse de forma natural, aunque con baja
frecuencia, si una célula experimenta mitosis o meiosis anormales.
Generalmente, la producción de un gameto diploide dará lugar al unirse a uno
normal, a la aparición de un organismo triploide. También pueden ser
generados artificialmente mediante el uso de colchicina, un agente químico
que interfiere con la formación de las fibras del huso, provocando el no
desplazamiento de los cromosomas hacia los polos y como consecuencia, que
se origine un tetraploide. Los organismos con dotaciones pares suelen ser más
viables.
En cuanto a los autopoliploides, la mayoría de los organismos triploides son
de este tipo, pues son resultado de la fertilización entre un gameto haploide y
otro diploide originado bien por meiosis incorrecta en un organismo diploide, o
por una meiosis correcta en un organismo tetraploide. Suelen ser estériles, por
el típico problema del emparejamiento de los cromosomas durante la meiosis.
El resultado neto de las posibles formas de emparejamiento es una
segregación desequilibrada, en la que dos cromosomas emigran en una
dirección y uno emigra en la otra, teniendo bivalentes y cromosomas únicos,
aunque también pueden segregar formando trivalentes. Los gametos presentan
la misma probabilidad de recibir uno o dos cromosomas de cada grupo de
homólogos, y por tanto, la probabilidad de producir un gameto equilibrado, con
n o 2n cromosomas, es (1/2)n-1. La inmensa mayoría de gametos, al ser no
equilibrados, serán no funcionales.
Los organismos tetraploides pueden originarse naturalmente por la
duplicación accidental de un genoma 2x a 4x, y artificialmente usando
colchicina. Pueden presentar meiosis normales si sus cromosomas forman
bivalentes o tetravalentes, de forma que no presentan tantos problemas a la
hora de reproducirse como los triploides. Podemos tener otra posibilidad de
segregación no viable, que sería mediante univalentes y trivalentes.
Los alopoliploides son un tipo de poliploides que se originan a partir de
conjuntos cromosómicos que provienen de especies diferentes. Podemos
destacar el trigo, que es hexaploide y parece descender de tres especies
diploides diferentes. En él, el apareamiento en la meiosis se produce entre los
cromosomas homólogos de cada grupo, de forma que los productos son
gametos equilibrados cada uno con 21 cromosomas.
En este grupo, se encuentran la mayoría de poliploides naturales, pudiendo
generarse cuando un grano de polen A fertiliza una planta u óvulo B distinto al
de su especie. En general, se producirá un híbrido estéril AB, el cual, si
experimenta en algún momento un error en la mitosis, puede originar células
tetraploides AABB. Si estas pueden autofertilizarse, ya nos encontramos frente
a una planta alopoliploide, que suelen denominarse anfidiploides y que se
fijará como especie.
Artificialmente, podemos obtenerlos usando colchicina sobre híbridos que
sean estériles, para que se produzca un error en la meiosis. Otra forma de
obtenerlos es mediante hibridación de células somáticas, tratadas con
polietilenglicol para que se fusionen con mayor probabilidad. Realizamos
suspensiones de células de dos especies distintas. Tratamos las células de
forma enzimática para hacer fina la pared celular, obteniendo protoplastos. En
ocasiones obtendremos fusión de núcleos, obteniendo colonias, constituidas en
algunos casos por células híbridas semejantes a alopoliploides y que presentan
un número total de cromosomas igual a la suma del número de cromosomas de
cada especie.
El problema es que no siempre obtenemos los resultados que pretendemos,
que es lo que ocurrió en la primera experiencia realizada con anfidiploides, en
la que se pretendía obtener un híbrido entre rábano y col, de forma que
queremos conseguir una planta con hojas de col y raíces de rábano, pero se
consiguió lo contrario.
En una especie determinada, la variabilidad puede presentarse de tal modo
que las diferencias entre individuos sean graduales y en este caso se habla de
variabilidad continua. Estas diferencias pueden ser debidas a factores
ambientales que sólo afectan al fenotipo y que por lo tanto no son heredables,
o bien pueden tener su orígen en la llamada herencia polímera, en cuyo caso
las manifestaciones son heredables.
La variabilidad discontinua, en cambio, es brusca y se debe a cambios que no
responden a las leyes de la herencia, cambios que aparecen de forma
espontánea en el seno de una población y son heredables denominándose
mutaciones.
Una mutación en una célula somática puede provocar alteraciones en el
organismo en el que se presente pero desaparece en el momento en que
muere el individuo que la posee. Sin embargo, las mutaciones en las células
sexuales, óvulos y espermatozoides, pueden transmitirse como rasgos
hereditarios diferenciando a los descendientes del organismo en los que tuvo
lugar la mutación.
Se suelen distinguir dos tipos de mutaciones: genéticas y cromosómicas.
Las mutaciones genéticas o verdaderas mutaciones o mutaciones
propiamente dichas son aquéllas en las que hay cambios moleculares en los
genes a causa de errores en la replicación o reparación de ADN. Una vez
producida la mutación, el nuevo gen, llamado mutante, es tan estable como
aquél del cual procede, llamado silvestre y se transmitirá a la descendencia.
Las mutaciones cromosómicas son cambios en la estructura o el número
de los cromosomas e implican una variación en la organización de los genes.
Resumen
En la prevención del cáncer todas las acciones son importantes para disminuir
los casos. El objetivo es describir si existen aberraciones cromosómicas en los
trabajadores de la salud ocupacionalmente expuestos a bajas dosis de
radiación ionizante y explorar la posibilidad de utilizar estas pruebas como
seguimiento biológico dentro de un sistema de vigilancia. Materiales y métodos:
Se realizan cultivos celulares de linfocitos de sangre periférica, teñidos con
quinacrina y lectura en metafases de cada caso. Se toman promedios de
dosimetrías de uno a cuatro años y se comparan los resultados con las dosis
recibidas y el tiempo de exposición, así como también con relación a
cancerígenos comunes, antecedentes familiares y personales. Resultados: se
encontraron un promedio de 1,93 aberraciones por individuo. En relación con el
tiempo de exposición y la presencia de aberraciones, se encontró: 39% entre 1
y 10 años de exposición, 27% entre los 11 y 20 años de exposición y 46% entre
los 21 y 30 años de exposición). No se encontró relación entre dosis y
presencia de aberraciones, pues éstas representaron indistintamente a la dosis
recibida. Conclusiones: los hallazgos sugieren que la exposición a bajas dosis
de radiación ionizante, internacionalmente permitidas, puede ocasionar daños
cromosómicos y está en relación directa con el tiempo de exposición y la
sensibilidad individual, mas no con la cantidad de radiación recibida. Los
trabajadores expuestos deben tener un seguimiento biológico adicional a la
dosimetría
MÉTODOS
Se realizó una investigación descriptiva y retrospectiva a partir de los
resultados del estudio cromosómico en sangre periférica y los motivos de
indicación para el mismo. El universo de estudio estuvo constituido por 287
pacientes remitidos al Laboratorio de Citogenética del Centro Provincial de
Genética Médica de Camagüey, procedentes de las consultas externas de los
servicios de Endocrinología, Infertilidad, Urología y Genética Clínica del
territorio, desde el año 1987 hasta el 2009. La muestra no probabilística estuvo
constituida por los 91 pacientes en los que el estudio cromosómico mostró
cariotipos alterados. El estudio citogenético se realizó a partir de la sangre
periférica; los cromosomas se obtuvieron según el procedimiento seguido por
Ram S. Verma y Harbin Babu. 13 Se realizó bandeo cromosómico Giemsa-
Tripsina-Giemsa (GTG). 14 Se analizaron 20 metafases en cada caso, en cada
uno de ellos concluyeron con su correspondiente fórmula cromosómica. 15 Los
datos primarios se obtuvieron de los registros del Laboratorio de Citogenética y
fueron vertidos en un modelo de recolección, procesados estadísticamente y
mostrados en gráficos y tablas de distribución de frecuencias para su mejor
descripción y discusión.
Las indicaciones para los estudios se agruparon en:
Trastornos reproductivos: infertilidad o esterilidad, azoospermia, oligospermia y
fallas reproductivas.
Anomalías de la diferenciación sexual y del desarrollo: anomalías del clítoris,
anomalías de labios mayores o menores, amenorrea primaria o secundaria e
hipospadias.
Confirmación o exclusión de síndromes genéticos: síndrome Klinefelter,
síndrome Turner, entre otros.
Otras: exposición a pesticidas, tratamiento con radio y quimioterapia.
DISCUSIÓN
Las fallas reproductivas constituyen un importante capítulo de estudio de la
Genética Médica. Los defectos genéticos son causa de parte de las fallas
reproductivas; entre estos defectos las anomalías cromosómicas ocurren más
frecuentemente como causa de infertilidad y de pérdidas de embarazos.16-18
La positividad de los estudios cromosómicos constituye el valor que indica la
efectividad de las técnicas utilizadas para lograr los objetivos trazados, en este
estudio la misma fue menos de la mitad, lo que resultó muy similar a estudios
realizados por otros autores.5, 7, 11
Se apreció indirectamente la calidad de la pesquisa clínica realizada por las
diferentes especialidades médicas que remiten para la realización del estudio
cromosómico, ya que el número de cariotipos normales que se obtuvieron
fueron más del doble de los positivos. La prevalencia de aberraciones
cromosómicas detectadas en pacientes femeninas fue superior a la encontrada
en pacientes masculinos; aspectos semejantes a éstos se reportan en la
literatura, 4, 6, 12 esto se debe a diferentes causas, entre estas el tipo de
población estudiada, los criterios de selección y el tipo de aberración
cromosómica reportada. 7
Independientemente a estos criterios, el problema de la fertilidad es una
situación que preocupa y tiene mayor repercusión desde el punto de vista
social en la mujer que en el hombre, ya que las féminas se preocupan más por
los aspectos médicos que los hombres. Entre los resultados normales se
encuentran variantes polimórficas, consideradas variantes normales según los
protocolos de diagnósticos establecidos en Cuba, pero que otros autores
contemplan su posible repercusión en el proceso reproductivo. 20-23
El síndrome Turner (45,X) y su mosaico cromosómico (45,X/46,XX), son los de
mayor prevalencia entre los cariotipos de pacientes fenotípicamente femeninas;
resultado similar se reportan por varios autores. 12, 24 La alteración genética de
este síndrome afecta mayoritariamente la esfera reproductiva. El espectro de
estigmas clínicos para su sospecha es muy amplio, por lo que su presencia en
indicaciones de confirmación o exclusión es amplia. También existe la
posibilidad que entre los cariotipos normales, algunos se correspondan a
pacientes que presenten estigmas clínicos de este síndrome (producidos por
deleciones, duplicaciones o mosaicos de baja expresión citogenética) en los
que no haya sido detectada la aberración cromosómica por el limitado poder de
resolución del estudio cromosómico. 25, 26
Dos pacientes fenotípicamente femeninas fueron diagnosticadas con el
síndrome de Morris o Síndrome de Insensibilidad Androgénica, lo que
representó sólo el 2.98 % de los casos positivos, muy inferior al resultado de
otros investigadores. 12 El diagnóstico citogenético precoz de esta enfermedad
es muy importante, debido al alto riesgo de malignización de tipo
gonadoblastomas y germinomas en sus cintillas gonadales, las que pueden
aparecer en estos casos, y su resultado además, define la conducta terapéutica
a seguir. 12
La mayoría de los cariotipos diagnosticados de pacientes fenotípicamente
masculinos y que presentaron trastornos de la fertilidad o esterilidad
correspondieron al síndrome Klinefelter, (cerca del 60 %). En este estudio hubo
coincidencia con los resultados reportados por otros autores, 12, 27 donde se
halló que entre las aberraciones cromosómicas numéricas el síndrome
Klinefelter y sus variantes representaron más de la mitad de los diagnósticos,
mientras que los mosaicos de esta condición tuvieron poca representación. El
síndrome de Klinefelter ocurre en uno de cada 800 individuos varones, y entre
un 10 y un 20 % de los hombres con infertilidad presentan este síndrome. 12
En la actualidad el poder establecer criterios estrictamente definidos para
indicar la realización de estudios cromosómicos a sujetos en los que se
sospeche la condición de infértiles o presentar trastornos de la fertilidad es un
gran reto, por lo que lo estas son muy variadas. La confirmación o exclusión de
síndromes genéticos fue la más representada. Estos síndromes presentan un
amplio espectro de características clínicas, específicas de alteraciones en los
cromosomas X y Y, por lo que su fenotipo debe ser evaluado individualmente.
Los síndromes más frecuentes como la monosomía X (síndrome Turner) y la
trisomía XXY (síndrome Klinefelter) tienen como característica común la
disgenesia gonadal (gónadas no funcionales o ausentes). 28 En el grupo de los
trastornos reproductivos donde se incluyen la infertilidad o esterilidad, los
trastornos de la gametogénesis masculina y las fallas reproductivas, se
encontraron alteraciones del cariotipo en el 35.53 %, este porcentaje resultó
alto , pues en otros estudios los resultados oscilan entre 2.20 y 8.00 %.7, 29 La
exposición a pesticidas y el tratamiento con radio y quimioterapia fueron
indicaciones con muy baja representación en este estudio y poco tratadas en la
literatura consultada, a pesar de reconocerlos como factores de riesgo de
infertilidad, sobre todo en las mujeres. 30
Los resultados de nuestro estudio nos permiten concluir que el diagnóstico
cromosómico constituye una importante herramienta para la detección de
anomalías cromosómicas involucradas en los trastornos de la fertilidad. Las
técnicas de diagnóstico utilizadas en este estudio, no permiten detectar otras
alteraciones del genoma (microdeleciones, duplicaciones, inserciones e
inversiones) que también traen aparejados estos trastornos, por lo que en
algunos de estos pacientes con resultados negativos, aún pudieran existir
alteraciones genéticas causantes de los mismos.
CONCLUSIONES
A nuestro parecer creemos que en este caso, en particular, no se
justifica la realización de conclusiones; ya que, este trabajo es de tipo
expositivo e informativo, y lo que busca es que cada persona que lo lea
saque sus propias conclusiones frente al problema que plantea este
trabajo, y que nos atañe a todos los que formamos parte de esta
sociedad.
Sin embargo nos sirvió para clarificar aún más nuestro conocimiento
acerca de las aberraciones cromosómicas y estamos seguras que el
objetivo principal se cumplió plenamente, ya que este documento es una
herramienta que sirve para no dar lugar a discriminaciones por falta de
información.
BIBLIOGRAFIA
· http://www.iqb.es/cromosomas/anomalias.htm
· http://www.nacersano.org/centro/9388_9964.asp
· http://biomodel.uah.es/citogene/dynacare/geninfo.htm
· http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/ency/article/000997.htm
· http://www.iqb.es/monografia/sindromes/s024_01.htm
· http://www.aeped.es/protocolos/genetica/7-turner.pdf
· http://galeon.hispavista.com
· http://www.psicodiagnosis.es
· http://mchneighborhood.ichp.edu
· http://www.pathguy.com
ANEXOS