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“Completing the Course”, page 1
Curso Básico Bíblico
LAS 12 PIEDRAS FUNDAMENTALES
CLASE 13: CONCLUSIÓN DEL CURSO
© La Familia Internacional
Editado por http://audioconectate.net
Junio de 2011
“Completing the Course”, page 2
Las 12 Piedras Fundamentales Clase 13
CONCLUSIÓN DEL CURSO
OBJETIVO
¡Alcanzamos la meta!
¿Se acuerdan de nuestra primera clase del curso de las 12 Piedras Fundamentales?
Dijimos que hacer este curso era como embarcarse en un viaje exploratorio, con el
objeto de descubrir y examinar las maravillas de Dios y Su Palabra. Nos llevó unos
meses, pero aquí estamos ahora terminando el curso.
Quizá recuerden también los cuatro cualidades que dijimos que eran necesarias
para este viaje:
Horizontes: poder ver más allá de lo que otros ven.
Fe: fe para creer lo que otros no creen.
Iniciativa: iniciativa para estar dispuestos a emprender el viaje, es decir, para poner
nuestra fe en acción.
Valor: valor para no cejar hasta llegar a la meta.
¡Los felicitamos por haber llegado al final de este viaje! Eso demuestra que tuvie-
ron la proyección hacia el futuro, la fe, la iniciativa y el valor necesarios.
¿Qué tal si nos tomamos unos minutos para echar un vistazo a algunos de los sitios
que visitamos y lo que aprendimos a lo largo de este periplo? Haremos un repaso de
las clases y responderemos a un cuestionario.
EXAMÍNENSE
Este cuestionario es entre ustedes y el Señor. La idea es que les sirva para eva-
luar cuánto han captado de los temas que estudiamos a lo largo del curso, cuánto re-
cuerdan y cuánto han llevado a la práctica. ¿Alcanzaron las metas?
Esta prueba de «autoevaluación» es para que la conserven. Pero por favor env-
íennos una copia que sepamos que la han completado.
1 Corintios 11:28a. Pruébese cada uno a sí mismo.
2 Corintios 13:5a. Examinaos a vosotros mismos si estáis en la fe; probaos a
vosotros mismos.
Cuando nos envíen el cuestionario con las respuestas, les enviaremos su diploma
de las 12 Piedras Fundamentales.
Efesios 3:16–19. Para que [el Señor] os dé, conforme a las riquezas de Su glo-
ria, el ser fortalecidos con poder en el hombre interior por Su Espíritu; para
que habite Cristo por la fe en vuestros corazones, a fin de que, arraigados y ci-
mentados en amor, seáis plenamente capaces de comprender con todos los san-
tos cuál sea la anchura, la longitud, la profundidad y la altura, y de conocer el
amor de Cristo, que excede a todo conocimiento, para que seáis llenos de toda
la plenitud de Dios.
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CONCLUSIÓN
¿Qué sigue?
Al empezar el curso les explicamos que estas clases son «piedras fundamentales».
Cada una de ellas aborda en detalle cuestiones relacionadas con la fe, conocimien-
tos bíblicos o de índole práctica sobre los que pueden edificar su vida cristiana.
Cada clase tiene por objeto suscitar cambios en su vida e instarlos a provocar
cambios en la vida de otras personas. No olviden que estas piedras fundamentales
tienen por objeto edificar una vida que sirva para acoger y albergar a otros.
El Señor les ha confiado las riquezas de Sus Palabras:
Romanos 11:33a. ¡Oh profundidad de las riquezas de la sabiduría y de la cien-
cia de Dios!
Ahora tienen la misión de poner esas riquezas a buen recaudo y compartir con los
demás lo que han aprendido.
2 Timoteo 2:2. Lo que has oído de mí ante muchos testigos, esto encarga a
hombres fieles que sean idóneos para enseñar también a otros.
Hemos llegado al final de este curso, pero no al final del camino. ¿Qué quiere el
Señor que haga ahora? ¿Cómo puedo llevar a la práctica lo que aprendí? ¿Deseo
aprender más? Son preguntas que deberán plantearse ustedes mismos; y nos encan-
taría saber lo que piensan y las conclusiones a las que llegan.
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Conclusión
Avanzar y escalar,
¡con Jesús a tu lado!
Mensajes del Cielo para darte fuerzas, fe y alegría a lo largo de tu travesía
(Algunos de estos mensajes provienen de Jesús; otros fueron dados por David, el
fundador de nuestro movimiento, después de haber pasado a mejor vida.)
La senda de la vida
Alternativas
(Jesús:) Lo que eres y lo que serás depende en gran medida de ti. Aunque las posibi-
lidades que se te presentan son numerosas, la concreción de las mismas está en tus
manos, según las decisiones que tomes cada día, día tras día.
Tu felicidad y satisfacción, así como los dones y talentos con que fuiste dotado, son
como semillas plantadas profundamente debajo de la superficie. Germinan y se con-
vierten en brotecitos verdes, y más tarde, en árboles jóvenes y robustos, según las de-
cisiones que tomas. Si decides acertadamente, crecen hasta convertirse en grandes y
majestuosas secuoyas que alcanzan alturas de decenas de metros.
Las secuoyas son altas, fuertes y hermosas. Viven durante miles y miles de años, y
ven el surgimiento y caída de civilizaciones enteras. Tales son las consecuencias de
nuestras decisiones. Trascienden holgadamente el día de hoy y el mundo presente, y
llegan hasta la otra vida. Las grandes secuoyas —enormes e imponentes— fueron una
vez pequeñas semillas, como las semillas de tu vida.
Para alcanzar bien el objetivo, lo único que tienes que hacer es consultármelo todo y
mantenerte estrechamente unido a Mí; tu vida será próspera, fructífera y feliz. Cuan-
do tomas decisiones buenas y acertadas, las decisiones que sabes que Yo querría que
tomaras, optas por la vida y la felicidad.
Por encima del promedio
(Jesús:) ¿Qué tipo de persona quieres ser? ¿Uno más del montón, un simple «don na-
die»? Hay que ser muy singular para determinar que no te dejarás atropellar por los
caprichos ajenos, más aún por las tentaciones y dictados del Maligno, que controla
gran parte del mundo hoy en día.
Dejar que los demás te aparten de Mi Espíritu y te lleven en pos de los preceptos del
mundo es como dejarte llevar por una corriente de aguas servidas. Dado que es espiri-
tual, no lo ves ni lo hueles ni te das cuenta de lo que es en realidad. Pero trata de ima-
ginártelo mentalmente. No es en broma. Vivir en el mundo de hoy en día —con sus
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perversas tentaciones y tendencias— y tratar a la vez de vivir una vida singular y es-
pecial resulta muy difícil. Es como tratar de nadar contra la corriente de un caudaloso
y hediondo río de basura. Es un río repugnante y malicioso, y lo peor es que se empe-
ña en arrastrarte con él y apartarte de tu destino y del propósito para el que fuiste
creado. Lo que más quiere es tragarte y ahogarte en su maloliente inmundicia.
Son muchas las almas impotentes que se ven atrapadas y arrastradas por ese repulsivo
torrente. Mas tú no tienes por qué estar entre ellas. Te extiendo la mano en este mis-
mo instante y te pido que la tomes. Si solo te decides por Mí y me extiendes la mano,
Yo te mantendré fuera de esa pútrida ciénaga y te pondré los pies en terreno más ele-
vado. Te prometo que no será tan difícil; Yo me encargaré del peor escollo. Lo único
que tienes que hacer tú es tomar conciencia de la atracción del mundo y las presiones
sociales negativas y exigirle a la vida más que eso. No te dejes arrastrar por la co-
rriente. Si me pides que haga de tu vida algo especial, Yo lo haré.
Para las personas con quienes te encuentras en el camino
El denuedo de Pedro y de Juan
(Jesús:) Da igual que te consideres un buen testificador o no. Sé que a menudo te pa-
rece que no sabes qué decir y que no conoces la respuesta a todas las preguntas que te
plantea la gente. A veces te sientes un poco cohibido a la hora de entablar conversa-
ción con personas que no conoces y quisieras tener la valentía de un león y disponer
de más encanto, chispa y conocimiento, con el fin de testificar mejor.
Despreocúpate. En serio. No tienes más que ser una vasija en Mis manos. ¿Recuerdas
el relato de Pedro y de Juan? Eran hombres sencillos e ignorantes, y todos lo sabían.
Pero aquello no importó. Cuando se pusieron a predicar todos se maravillaron de su
denuedo. Aunque a los ojos del mundo no tenían educación alguna, todos sabían que
eran Mis discípulos y que habían estado conmigo.
Yo puedo infundirte el mismo denuedo. Puedo darte el poder para predicar Mi Pala-
bra y ser Mi testigo. En ocasiones te pediré que hables ante multitudes, y otras veces
que testifiques a un alma perdida y solitaria. Pero sea cual sea el caso, siempre estaré
a tu lado para comunicarte lo que debas decir y las respuestas que debas dar. Solo ne-
cesito que estés dispuesto a salir y transmitir Mi amor y Mi verdad al mundo. Yo me
encargaré del resto. La gente se maravillará y le parecerá increíble; sabrá que has es-
tado conmigo.
Que Jesús ame a los demás por medio de ti
(David:) Normalmente eres una persona bastante amorosa, pero con algunos seres
humanos te cuesta. Se necesita mucho amor para pasar por alto las rarezas de los de-
más y las cosas que no te gustan de ellos. Es más, cuando hacen algo que te molesta o
que incluso te ofende, se vuelve todavía más difícil y te cuesta superarlo. Como te has
dado cuenta en más de una ocasión, con ciertas personas y en ciertas situaciones, se
requiere mucho más amor del que uno es capaz de brindar por sus propias fuerzas.
Pues bien, no estás solo: el único que tiene amor suficiente en todos los casos es
Dios. Sin embargo, Jesús es capaz de ayudarte si se lo pides.
El Señor sabía que el amor humano no bastaría y que en un momento u otro todo el
mundo se vería en apuros. Ese es uno de los principales motivos por el que te dio Su
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Espíritu —para infundirte el amor que necesitas—, pues estar lleno del Espíritu de
Jesús implica estar lleno de amor.
Pon a Jesús a prueba. Pídele que te dé más de Su amor. Pídele que te llene hasta rebo-
sar con un ungimiento sobrenatural de amor. En todo caso, no te ilusiones con que tus
sentimientos cambiarán, pues por mucho amor del Señor que tengas en tu corazón, no
siempre vas a sentir amor por algunas personas. Puede que tu primera reacción todav-
ía sea negativa. Pero Dios es capaz de cualquier cosa, y si estás abierto a recibir Su
ayuda, Él bien puede convertir esos sentimientos negativos en reacciones positivas y
amorosas.
Lo hermoso es que una vez que superas el escollo inicial que supone manifestar amor
a los demás, eres mucho más feliz, y lo mismo quienes te rodean. ¡Es mucho mejor
ser amoroso! Recibes bendiciones y tienes paz interior, pues sabes que estás obede-
ciendo a Jesús y dejando que sea Él quien ame a los demás por medio de ti.
El terreno escabroso en partes del camino
Échale candado y tira la llave
(Jesús:) A veces la gente se comporta de manera poco amable y con falta de amor,
mas Yo soy capaz de borrar por completo el dolor que sientes. Puedo llevarme la tris-
teza, el resentimiento, el enfado y todos esos sentimientos desagradables. Los puedo
encerrar en un armario y ayudarte a deshacerte de la llave.
A lo mejor te parece injusto que Yo te pida que olvides las cosas malas que alguien te
hizo. Entiendo que no te es posible olvidarlas así como así; sin embargo, puedes en-
cerrarlas en donde no puedan desbordarse en tu corazón y pensamiento ni causarte
tanta desdicha.
Quiero que te sientas mejor. Quiero echarle llave a esos sentimientos, pero tendrás
que ser tú el que tire la llave. Dependerá de ti seguir adelante y volver a ser feliz. De-
berás confiar en que Yo me encargaré de quien haya metido la pata, de que obraré en
su vida para enseñarle lo que debe aprender. ¿Lo harás? ¡Genial! Sigamos, pues, ade-
lante. ¡Avancemos! Las cosas cambiarán y tu vida será más feliz.
Vuélvete hacia el Hijo
(David:) El mundo está lleno de belleza. Está lleno de cosas y personas bellas, y tú
eres parte de él. El Enemigo siempre está de mal humor y trata de ponerte de mal
humor también a ti. Pero no cedas a ello. Por mucho que se empeñe en llevarte a mi-
rar el lado oscuro de las cosas, no dejes de mirar hacia la Luz. Sé como el girasol, que
siempre vuelve su cara al sol. Lo sigue por todo el cielo y gira su rostro desde un ex-
tremo hasta el otro, siempre siguiendo al sol.
Los girasoles, con sus enormes pétalos amarillos, son impresionantes y hermosos. Es
un milagro el tamaño que alcanzan. Algunos crecen hasta alcanzar tres metros y me-
dio de altura. Son varas altísimas. Mantienen el rostro siempre dirigido a la luz del sol
y así absorben todos los rayos celestiales de energía.
Si tú haces lo mismo, es decir, si diriges el rostro hacia Jesús todo el día y no dejas
que las sombras del Enemigo te oscurezcan el mundo, te vuelves espiritualmente
fuerte y hermoso. Si no dejas de mirar a Jesús y absorber todo Su amor y Espíritu, te
vuelves bello y radiante como un girasol.
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La vista hacia arriba
No tienes que ser perfecto
(Jesús:) Tu vida será más placentera si logras aceptar que no llegarás a ser perfecto y
aprendes a admitir que no siempre cumplirás con tus propias exigencias. Sé que dese-
as hacer bien las cosas y ser una persona mejor. Por eso te desanimas y abrigas sen-
timientos de culpabilidad cuando te equivocas.
Pero recuerda, Yo no te condeno. Cuando te invaden los remordimientos excesivos y
el desaliento, no es obra Mía, sino del Enemigo. Yo no te exijo perfección. Solo te
pido que hagas lo mejor que puedas. No tienes que ser perfecto para que Yo obre
prodigios a través de ti. De hecho, los hombres y mujeres de los que más me valgo
son vasijas débiles e imperfectas que dependen enteramente de Mí.
Quizá razonas que te queda tanto terreno por recorrer que mejor ni te atreves a co-
menzar. Recuerda, sin embargo, que los que triunfan son quienes están dispuestos a
dar ese paso de fe. Haz como Pedro frente a las aguas. Da el paso, ponme a prueba y
verás que te sostendré de la mano y te ayudaré a lograr lo imposible. No permitiré
que te venzan las olas. Te bendeciré por la fe que manifiestas al seguir adelante y lu-
char.
¿Sin punto de comparación?
(Jesús:) ¿Cómo mides a las personas? ¿Acaso las mides con una regla o cinta de me-
dir, para luego compararlas entre ellas? ¿Quién es más alto? ¿Quién más bajo?
¿Quién más gordo o quién más flaco? ¿O acaso buscas otras diferencias? Quién tiene
ojos claros, quién los tiene oscuros, quién es más veloz o quién más fuerte. Las per-
sonas difieren en tantos aspectos que hay muchas cosas que podrías medir o compa-
rar.
A veces te juzgas a ti mismo comparándote con otros seres humanos. Te preguntas:
«¿Serán más inteligentes que yo? ¿Serán mejor parecidos? ¿Los querrán más que a
mí?» Las comparaciones son odiosas. Pueden acarrearte un tremendo desaliento y to-
do tipo de complicaciones, como la envidia y los sentimientos negativos en cuanto a
ti mismo y el tipo de persona que dispuse que fueras. También pueden llevarte a tener
una actitud criticona y creída frente a los demás.
No quiero que te compares con los demás. Deseo que te juzgues según lo que Yo te
puedo ayudar a ser. Eso requiere fe y confianza en Mí. Deseo llevarte más allá de ti
mismo, más allá de las comparaciones y de las medidas de los hombres.
Quiero que seas como Yo, imposible de medir. Quiero que estés tan lleno de Mí que
a todos les resulte imposible medir tu amor, tu madurez y tu comprensión. Quiero que
estés tan repleto de Mí que seas inmensurable —igual que Yo—, que seas completa-
mente libre y por encima de todo punto de comparación.
Tu compañero fiel
Para empezar
(Jesús:) Es muy sencillo escucharme. Es igual que hacer una llamada por teléfono.
¿Te acuerdas de las primeras veces que llamaste por teléfono? Estabas un poco ner-
vioso, un poco inseguro de cómo hacer la llamada o qué debías decir a la persona que
te iba a atender. Sin embargo, ahora que lo has hecho muchas veces, es más fácil. De
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cuando en cuando todavía te pones un poco nervioso y te preguntas si habrás dicho lo
que debías. Pero en general, lo haces con más soltura que al principio, ¿cierto?
Escuchar Mi voz es igual. Puede que al principio te pongas un poco nervioso y te
preguntes si eres capaz de escucharme a Mí o no, o si tu canal está despejado. En-
tiendo que a veces te resulte difícil. Es el Diablo, que trata de detenerte, ponerte
obstáculos y ponerte nervioso. Cuando suceda eso, ora y pídeme que te ayude. Resis-
te al Diablo, y huirá. Repréndelo y acude a Mí para que te ayude. Luego, tranquilízate
y no te dejes distraer por ninguna otra cosa.
Puede que te resulte difícil preguntarme por ciertas cosas importantes. Si no tienes la
fe para hacerlo, pide a alguien que lo haga por ti. Sin embargo, si me pides que te dé
la fe, lo haré. Te ruego que no te pongas ansioso. Quizás estás un poco nervioso, por-
que apenas estás dando tus primeros pasos. Está bien. Todo el mundo tiene que hacer
sus pinitos en algún momento.
Te estaré esperando
(Jesús:) Me encanta rodearte, estar contigo y en ti y a tu lado. Espero con ilusión los
ratos que pasamos juntos, cuando dejas todo lo demás a un lado y apartas todos los
demás pensamientos para pensar únicamente en Mí.
Sé que requiere un poco de esfuerzo dejar de pensar en todo lo demás para pasar
tiempo conmigo, para escuchar Mi voz o simplemente para hablarme. Pero me hace
muy feliz cuando lo haces. Además te infunde fuerzas excepcionales para hacer fren-
te a la jornada.
Si el día se te hace pesado —o por mucho que hagas, las cosas no salen bien—, pro-
bablemente se deba a que te olvidaste de pasar tiempo conmigo. No tienes por qué
sentirte mal si te olvidas alguna que otra vez; de todos modos estás cultivando el
hábito de acudir a Mí. En todo caso, cuando te olvides de hacerlo y te des cuenta de
la diferencia, puede ser un estímulo, y procurarás que se te olvide cada vez menos y
te acuerdes más seguido. Aunque puede que inicialmente parezca un sacrificio o im-
plique un gran esfuerzo, lo que Yo tengo que decirte hará que valga la pena cualquier
inconveniente que te haya causado.
Gracias por amarme y por tomar tiempo para escucharme. Las Palabras que te doy
son más preciadas que el oro, la plata, los diamantes, las joyas, las perlas y cualquier
piedra preciosa. Yo concedo Mis riquezas a quienes acuden a Mí con fe. No soy taca-
ño; Doy, doy y doy. ¿Vas a volver por más? Te estaré esperando.
¿Te parece que no respondo?
(Jesús:) Yo escucho todas las oraciones. Las oigo toditas y las respondo al momento.
Pero a veces hay que esperar un poco hasta verlas respondidas. Además, no siempre
respondo conforme a lo que se espera.
Contesto enseguida, pero si no estás preparado del todo, o bien si no es el momento
oportuno de tu vida, habrá que esperar hasta que llegue ese momento. Sin embargo, sí
que respondo.
Digamos que oras para que te dé un amigo, una persona que te comprenda y con la
que te puedas comunicar y divertir. Entonces pongo en marcha el mecanismo para
que la persona ideal aparezca en tu entorno. Es posible que Yo sepa que antes que
llegue esa persona tienes que aprender ciertas lecciones. Así, para que esa amistad sea
un bien para ti y tú para ella, te doy varias lecciones primero para que aprendas a re-
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lacionarte mejor con tus semejantes. Así las cosas, cuando llegue tu amigo, tu amis-
tad estará cimentada en esas enseñanzas. Eso la hará muy grata y duradera.
A lo mejor te parece que no escuché tu oración, pero lo cierto es que la he respondido
de sobra. Ahora mismo te estoy preparando, te estoy ayudando a aprender otras lec-
ciones de amistad: sacrificio, comunicación, desinterés y comprensión. Todas son
importantes.
La próxima vez que te preguntes por qué no te he concedido enseguida algo que me
hayas pedido, no te quepa duda de que estoy ocupado en ello y hasta preparándote a ti
para la respuesta.
Aunque te parezca que no respondo, sí que es una respuesta, porque sé que no darte
lo que me pediste es lo que más te conviene. Eso ya es una respuesta en sí. Si no estás
seguro de cuál sea la respuesta —un sí, un no o espera—, pregúntame, y te lo diré.
Cuéntamelo
(Jesús:) ¿Necesitas a alguien que te entienda, alguien que sepa de verdad lo que te pa-
sa? Pues Yo sé mejor que tú mismo lo que te pasa. ¡En serio! Conozco tu corazón
como la palma de Mi mano y hasta el último de los pensamientos que te pasan por la
cabeza.
Pero aunque conozca cada uno de tus pensamientos, igual tienes que expresarlos. Te
ayuda a desahogarte y a ver las cosas con más claridad. Cuéntame con tranquilidad lo
que piensas. Prometo comprenderte, darte consejo y palabras amorosas que te serán
de mucha ayuda.
Me encanta pasar tiempo contigo. ¡Me gusta un montón! Me encanta sentarme a tu
lado y pasarte el brazo por encima del hombro mientras te escucho. Háblame de lo
que quieras. La conversación no tiene por qué tratar solamente de tus batallas. ¿Por
qué no me cuentas tus esperanzas y tus sueños?
Como soy tu Amigo, pasemos ratos juntos hablando, riendo, llorando o simplemente
juntos sin hacer nada. Eres muy especial para Mí. Prometo amarte y estar siempre a
tu lado.
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Cuestionario de autoevaluación para la finalización del
curso de las «12 Piedras Fundamentales».
Nombre:
Fecha:
¡EXAMÍNENSE!
«Por tanto, pruébese cada uno a sí mismo, (1 Corintios 11:28a).
Contesta “si” o “no”. Las preguntas están enumeradas.
(Introducción) INTRODUCCIÓN A LAS 12 PIEDRAS FUNDAMENTALES
Meta: Captar el objetivo de asistir al curso de las 12 Piedras Fundamentales.
Versículo clave: Juan 3:16. De tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a
Su Hijo unigénito, para que todo aquel que en Él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.
1) ¿Tienes a Jesús en el corazón? S N
(Clase 1A) LA PALABRA DE DIOS, PRIMERA PARTE: TESOROS NUEVOS
Y VIEJOS
Meta: Leer la Palabra de Dios.
Versículo clave: Romanos 10:17. La fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios.
2) Lees la Palabra de Dios al menos cuatro veces a la semana? S N
3) ¿Has leído la totalidad de al menos uno de los Evangelios? (Mateo, Marcos, Lucas o
Juan) S N
(Clase 1B) LA PALABRA DE DIOS, SEGUNDA PARTE: LA
MEMORIZACIÓN
Meta: Memorizar pasajes de las Escrituras.
Versículo clave: Salmo 119:11. En mi corazón he guardado Tus dichos, para no pecar contra Ti.
4) ¿Te memorizaste al menos 12 versículos de la Biblia desde el comienzo del curso? S
N
5) ¿Repasaste los versículos que memorizaste? S N
“Completing the Course”, page 11
(Clase 2A) EL ESPÍRITU SANTO, PRIMERA PARTE: HECHOS 1–4
Meta: Recibir el poder del Espíritu Santo.
Versículo clave: Hechos 1:8a. Recibiréis poder, cuando haya venido sobre vo-
sotros el Espíritu Santo; y me seréis testigos.
6) ¿Has sido bautizado con el Espíritu Santo? S N
7) ¿Entiendes que el principal propósito del Espíritu Santo es darnos poder para compar-
tir nuestra fe con los demás? S N
(Clase 2B) EL ESPÍRITU SANTO, SEGUNDA PARTE: DONES Y VENTAJAS
Meta: Entender los dones y beneficios que nos otorga el Espíritu Santo.
Versículo clave: Gálatas 5:22–23a. El fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, pa-
ciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza.
8) ¿Oraste para recibir alguno de los dones del Espíritu? S N
9) ¿Le hablaste a alguien acerca de tu fe en Jesús? S N
(Clase 3A) ORACIÓN, PRIMERA PARTE: PRINCIPIOS Y APLICACIÓN
Meta: Estrechar nuestra relación con Jesús por medio de la oración y la ala-
banza.
Versículo clave: Mateo 7:7–8. Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad,
y se os abrirá. Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al
que llama, se le abrirá.
10) ¿Has pasado unos momentos agradeciéndole al Señor Sus bendiciones, al menos una
vez al día? S N
11) ¿Le has pedido algo específico al Señor? S N
(Clase 3B) ORACIÓN, SEGUNDA PARTE: COMUNICACIÓN CON DIOS
Meta: Cultivar el hábito de la alabanza y la oración.
Versículo clave: 1 Tesalonicenses 5:17. Orad sin cesar.
12) ¿Oras —es decir, hablas con Jesús— al menos una vez al día? ¿Aunque sea un breve
rato para reconocer Su presencia en tu vida y pedirle ayuda? S N
13) ¿Tus oraciones fueron respondidas? S N
(Clase 4A) MENSAJES DEL CIELO, PRIMERA PARTE: CÓMO RECIBIR
PROFECÍAS
Meta: Aprender a usar el don de profecía.
Versículo clave: Hechos 2:17–18. En los postreros días, dice Dios, derramaré
de Mi Espíritu sobre toda carne, y vuestros hijos y vuestras hijas profetizarán;
vuestros jóvenes verán visiones, y vuestros ancianos soñarán sueños; y de cierto
sobre Mis siervos y sobre Mis siervas en aquellos días derramaré de Mi Espíri-tu, y profetizarán.
14) ¿Tienes fe en que el Señor habla hoy en día? S N
15) ¿Le has pedido al Señor que te dé el don de profecía? S N
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(Clase 4B) MENSAJES DEL CIELO, SEGUNDA PARTE: LA PROFECÍA EN
ACCIÓN
Meta: Recibir orientación e inspiración del Señor por medio de la profecía.
Versículo clave: Proverbios 3:5–6. Fíate del Señor de todo tu corazón, y no te
apoyes en tu propia prudencia. Reconócelo en todos tus caminos, y Él endere-
zará tus veredas.
16) ¿Recibiste alguna vez un mensaje del Señor, ya sea por medio de una profecía, de
haber oído Su voz en tu corazón o de un sueño o visión? S N
17) La última vez que te viste enfrentado a una decisión difícil, ¿le pediste ayuda al Se-
ñor? S N
(Clase 5A) LA REGLA DE ORO, PRIMERA PARTE: ARMONÍA EN LAS
RELACIONES HUMANAS
Meta: Manifestar amor.
Versículo clave: Mateo 7:12. Todas las cosas que queráis que los hombres
hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos; porque esto es la ley y los profetas.
18) ¿Has hecho esfuerzos por ser más amoroso y compasivo con quienes te rodean? S
N
19) ¿Has notado alguna mejora en tus relaciones con amigos, familiares y colegas? S
N
(Clase 5B) LA REGLA DE ORO, SEGUNDA PARTE: EL AMOR ES LA
SOLUCIÓN
Meta: Amar al prójimo.
Versículo clave: Mateo 22:37–40. Jesús le dijo: «Amarás al Señor tu Dios con
todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. Este es el primero y
grande mandamiento. Y el segundo es semejante: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo”. De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas».
20) ¿Has leído 1 Corintios 13? S N
21) ¿Te has esforzado por prestar ayuda a alguien al menos una vez en el último mes? S
N
(Clase 6A) NOCIONES DE LA BIBLIA, PRIMERA PARTE:
FAMILIARICÉMONOS CON EL LIBRO SAGRADO
Meta: Familiarizarse con la Biblia.
Versículo clave: 2 Timoteo 2:15. Procura con diligencia presentarte a Dios
aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que usa bien la Pa-
labra de verdad.
22) En términos generales, ¿seguiste el programa de lectura sugerido en este curso? S
N
23) ¿Te sabes, a grandes rasgos el orden de los libros de la Biblia? S N
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(Clase 6B) NOCIONES DE LA BIBLIA, SEGUNDA PARTE: PROFETAS Y
PERSONAJES
Meta: Seguir los principios de la Biblia.
Versículo clave: Juan 8:31b,32. Si vosotros permaneciereis en Mi Palabra, ser-
éis verdaderamente Mis discípulos y conoceréis la verdad, y la verdad os hará
libres.
24) ¿Leíste algo de la Biblia (o de estas clases) que te motivaron a hacer algo más o de
forma diferente a lo que estás habituado a hacer? S N
25) Cuando lees la Biblia, ¿buscas formas de aplicar en tu vida lo que lees? S N
(Clase 7A) PROFECÍAS DE LA BIBLIA, PRIMERA PARTE. DANIEL DOS:
PANORAMA DE LA HISTORIA Y DEL FUTURO
Meta: Tomar conciencia de que vivimos en el Tiempo del Fin.
Versículo clave: Daniel 2:44. En los días de estos reyes el Dios del cielo levan-
tará un reino que no será jamás destruido, ni será el reino dejado a otro pueblo;
desmenuzará y consumirá a todos estos reinos, pero él permanecerá para siem-pre.
26) ¿Leíste algo más acerca del Tiempo del Fin, ya sea de la Biblia o de alguna otra pu-
blicación? S N
27) ¿Tienes fe en que Dios es capaz de revelar el futuro a Sus profetas? S N
(Clase 7B) PROFECÍAS DE LA BIBLIA, SEGUNDA PARTE: SEÑALES DE
LOS TIEMPOS
Meta: Estar atentos a las señales de los tiempos.
Versículo clave: Mateo 24:29–31. E inmediatamente después de la tribulación
de aquellos días, el sol se oscurecerá, y la luna no dará su resplandor, y las es-
trellas caerán del cielo, y las potencias de los cielos serán conmovidas. Enton-
ces aparecerá la señal del Hijo del Hombre en el cielo; y entonces lamentarán
todas las tribus de la tierra, y verán al Hijo del Hombre viniendo sobre las nu-
bes del cielo, con poder y gran gloria. Y enviará Sus ángeles con gran voz de
trompeta, y juntarán a Sus escogidos, de los cuatro vientos, desde un extremo
del cielo hasta el otro.
28) ¿Eres más consciente de la importancia de los acontecimientos de actualidad con
relación al Tiempo del Fin? S N
29) ¿Puedes nombrar al menos tres «señales de los tiempos»? S N
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(Clase 8A) EL MAYOR AMOR DE TODOS, PRIMERA PARTE: EL AMOR
DE JESÚS
Meta: Estrechar nuestra relación con Jesús y conocer Su amor y salvación.
Versículo clave: Romanos 8:38–39. Estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida,
ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo al-
to, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro.
30) ¿Estás convencido de que Jesús no dejará de amarte, cualesquiera que sean los erro-
res que cometas? S N
31) ¿Disfrutas de pasar ratitos con Jesús hablándole y cantándole o escuchando lo que
tenga que decirte? S N
(Clase 8B) EL MAYOR AMOR DE TODOS, SEGUNDA PARTE: SALVACIÓN
ETERNA
Meta: Comprender que la salvación es eterna.
Versículo clave: Efesios 2:8–9. Por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe.
32) ¿Estás seguro de que eres salvo y que pasarás el resto de la eternidad en el Cielo? S
N
33) ¿Entiendes que tu salvación es un don de Dios y no algo que obtuviste por mérito
propio? S N
(Clase 9A) EL CIELO, PRIMERA PARTE: CÓMO ES
Meta: Ilusionarnos con nuestro futuro celestial.
Versículo clave: Juan 14:2–3. En la casa de Mi Padre muchas moradas hay; si
así no fuera, Yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros.
Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a Mí mismo,
para que donde Yo estoy, vosotros también estéis.
34) ¿La descripción del Cielo te infundió ánimo? S N
35) ¿Le hablaste a alguien de cómo puede alcanzar la salvación e ir al Cielo? S N
(Clase 9B) EL CIELO, SEGUNDA PARTE: AHORA Y PARA SIEMPRE
Meta: Hacernos tesoros en el Cielo.
Versículo clave: Juan 11:25–26. Le dijo Jesús: «Yo soy la resurrección y la vi-
da; el que cree en Mí, aunque esté muerto, vivirá. Y todo aquel que vive y cree en Mí, no morirá eternamente. ¿Crees esto?»
36) ¿Tienes la paz de saber que tu vida está manos del Señor y que Él te va a mantener
aquí en tanto considere que sea lo mejor? S N
37) ¿Eres consciente de que estamos rodeados por una «nube de testigos» que nos asis-
ten, nos guían y nos infunden aliento? S N
“Completing the Course”, page 15
(Clase 10A) TESTIFICACIÓN, PRIMERA PARTE: SIETE PASOS
Meta: Aprender a testificar.
Versículo clave: Marcos 16:15. Id por todo el mundo y predicad el Evangelio a toda criatura.
38) ¿Oras para que tus seres queridos y otras personas acepten al Señor? S N
39) ¿Alguna vez repartes folletos u otras publicaciones? S N
(Clase 10B) TESTIFICACIÓN, SEGUNDA PARTE: PARA CONSEGUIR
RESULTADOS
Meta: Conducir a alguien a Jesús.
Versículo clave: Proverbios 11:30. El fruto del justo es árbol de vida; y el que gana almas es sabio.
40) ¿Oraste alguna vez con alguien para que aceptara a Jesús como Salvador? S N
41) ¿Tienes folletos o publicaciones contigo en este momento? S N
(Clase 11A) SUPERAR CONFLICTOS, PRIMERA PARTE: TRES PASOS
PARA VENCER (PRIMERA PARTE)
Meta: Identificar tus defectos y obtener victorias.
Versículo clave: Hebreos 12:1b. Despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante.
2) Cuando te enfrentas a un problema —ya sea de salud, económico o producto de un
error tuyo— ¿le pides al Señor que te ayude? S N
43) Cuando algo te sale mal, ¿reflexionas para ver qué enseñanzas le puedes sacar y le
pides perdón al Señor si la falta es tuya? S N
(Clase 11B) SUPERAR CONFLICTOS, SEGUNDA PARTE: TRES PASOS
PARA VENCER (SEGUNDA PARTE)
Meta: Conservar la victoria.
Versículo clave: Romanos 8:28. Sabemos que a los que aman a Dios, todas las
cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a Su propósito son llama-dos.
44) ¿Te esfuerzas por alabar al Señor aun cuando las cosas no te van bien? S N
45) ¿Has encontrado la forma de ayudar a los demás por medio de lo que tú has aprendi-
do? S N
“Completing the Course”, page 16
(Clase 12A) EL ESTILO DE DIOS, PRIMERA PARTE: ¿CON QUE OJOS
DEBO MIRAR LAS COSAS?
Meta: Captar la perspectiva divina.
Versículo clave: Colosenses 3:2. Poned la mira en las cosas de arriba, no en las
de la tierra.
46) La música de tu preferencia y los programas de TV y películas que miras ¿te inspiran
y te elevan espiritualmente? S N
47) ¿Te disculpas con aquellos a quienes ofendes? S N
(Clase 12B) EL ESTILO DE DIOS, SEGUNDA PARTE: OBRAR EN
ARMONIA CON DIOS
Meta: Que cada uno averigüe la voluntad de Dios para sí mismo.
Versículo clave: Salmo 143:10. Enséñame a hacer Tu voluntad, porque Tú eres mi Dios; Tu buen espíritu me guíe a tierra de rectitud.
48) En el último mes, ¿diste dinero o bienes para ayudar a los necesitados, o a la obra de
Dios? S N
49) ¿Tienes deseos de hablar de Jesús a los demás? S N
50) ¿Quieres hacer la voluntad de Dios? S N
¿QUÉ PUNTAJE OBTUVISTE?
Total SÍ: ____ Total NO: ____
Probablemente marcaste «sí» en muchas, o incluso en la mayoría de las preguntas.
Eso demuestra los progresos que has hecho. ¡Felicitaciones! Las preguntas que hayas
marcado «no» corresponden a aspectos de tu vida que debes examinar y luego orar
para ver de qué forma puedes progresar en ellos.
Salmo 26:2. Escudríñame, oh Señor, y pruébame; examina mis íntimos pensa-
mientos y mi corazón.