FUNDAMENTOS TEÓRICOS, METODOLÓGICOS, DIDÁCTICOS Y CURRICULARES DE LA EDUCACIÓN DE J JÓVENES Y ADULTOS EN CUBA Curso 7 Autores Dr. C. Vivian María Hernández Louhau Profesora Titular Vicerrectora de Investigaciones y Postgrado Instituto Superior Pedagógico “Frank País García” Santiago de Cuba Dr. C. Enrique Marbot Jiménez Profesor Auxiliar Instituto Latinoamericano y Caribeño Ciudad de La Habana MSc. Raúl Sánchez Cortina Profesor Auxiliar Instituto Superior Pedagógico “Pepito Tey” Las Tunas Lic. María Josefa Pérez Villa Directora Nacional de la Educación de Adultos Ministerio de Educación Lic. Jorge Alcides León González Jefe de Departamento de la Educación de Adultos Instituto Superior Pedagógico “Frank País García” Santiago de Cuba
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FUNDAMENTOS TEÓRICOS, METODOLÓGICOS, DIDÁCTICOS Y CURRICULARES DE LA EDUCACIÓN DE
J JÓVENES Y ADULTOS EN CUBA
Curso 7
Autores
Dr. C. Vivian María Hernández Louhau Profesora Titular
Vicerrectora de Investigaciones y Postgrado Instituto Superior Pedagógico “Frank País García”
Santiago de Cuba
Dr. C. Enrique Marbot Jiménez Profesor Auxiliar
Instituto Latinoamericano y Caribeño Ciudad de La Habana
MSc. Raúl Sánchez Cortina
Profesor Auxiliar Instituto Superior Pedagógico “Pepito Tey”
Las Tunas
Lic. María Josefa Pérez Villa Directora Nacional de la Educación de Adultos
Ministerio de Educación
Lic. Jorge Alcides León González Jefe de Departamento de la Educación de Adultos Instituto Superior Pedagógico “Frank País García”
Sello Editor EDUCACIÓN CUBANA Dirección de Ciencia y Técnica Avenida 3ra # 1408 esquina a 16. Miramar, Playa. Ciudad de La Habana. Cuba. Teléfono: (53-7) 202-2259
ÍNDICE
Sistematización de los fundamentos teóricos, metodológicos, didácticos y curriculares de la Educación de Jóvenes y Adultos en Cuba / 1
Concepción organizativa de la Educación de Jóvenes y Adultos en Cuba / 80
• Centros unificados / 90
• Escuelas de Idiomas para trabajadores/ 97
• Curso de superación integral para jóvenes/ 99
• Programa de Superación cultural para trabajadores de la agroindustria azucarera. (Tarea Álvaro Reinoso)/ 104
• Programa de atención a la población penal. (Por los nuevos caminos)/ 107
• Programas Alternativos comunitarios/ 110
Modalidades de la Educación de Jóvenes y Adultos en
Cuba / 112
Bibliografía/ 114
SISTEMATIZACIÓN DE LOS FUNDAMENTOS TEÓRICOS, METODOLÓGICOS, DIDÁCTICOS Y CURRICULARES DE LA
EDUCACIÓN DE JÓVENES Y ADULTOS EN CUBA
El texto que se presenta integra, en meditada síntesis, el resultado de experiencias profesionales e investigaciones científico-pedagógicas (en transcurso o culminadas) de los autores. Compendia los resultados de tesis en opción al título científico de doctor en Ciencias Pedagógicas, al título académico de master en Educación, Proyectos Investigativos y fundamentalmente, la actividad científico-pedagógica desarrollada por el colectivo de autores durante su desempeño profesional en los diferentes niveles de la Educación de Jóvenes y Adultos (EJA), ya bien en el contexto nacional e internacional.
Desde diferentes cosmovisiones, los autores del texto han recorrido los orígenes de la educación y el pensamiento pedagógico en Cuba, para coincidir en que ellos se han constituido en el referente teórico más importante para fundamentar el proceso pedagógico, explicar los actuales fenómenos y cambios en el orden socio-educativo y descubrir las posibles soluciones, que coadyuven al desarrollo de una cultura general e integral del joven y el adulto que transita por las opciones educativas que se ofrecen, para elevar su nivel de instrucción.
Los contenidos expuestos se desarrollan alrededor de tres ejes fundamentales:
Sistematización de los fundamentos teóricos, metodológicos, didácticos y curriculares de la educación de jóvenes y adultos en Cuba.
Concepción organizativa de la educación de jóvenes y adultos en Cuba.
Modalidades de la educación de jóvenes y adultos en Cuba.
Durante su desarrollo se inserta además, el quehacer de pedagogos cubanos que, con sus contribuciones desde la actividad científico-pedagógica permiten enriquecer los sustentos de la Pedagogía Cubana y en particular, de una escuela cubana de alfabetización y educación de personas jóvenes y adultas. De esta forma, se establecen sus principales fundamentos teórico-metodológicos, como
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condición indispensable para instrumentar científicamente todos sus niveles y programas desde la teoría de la sistematización y se asumen posiciones teórico-prácticas, acerca de un enfoque didáctico que sienta sus bases en la sistematización de la experiencia cubana de alfabetización y educación de adultos y cuyo objeto de estudio se centra en el proceso de enseñanza-aprendizaje de jóvenes y adultos a lo largo de la vida, en Cuba fundamentalmente escolarizado.
Es así, que se ofrecen por tanto, desde las perspectivas histórica y hermenéutica, los fundamentos teóricos, metodológicos, didácticos y curriculares de la educación de jóvenes y adultos en Cuba, a partir de la sistematización de la experiencia acumulada en el desarrollo de acciones educativas y en particular, de procesos de alfabetización y seguimiento.
Se tienen en cuenta criterios enunciados por Hernández Louhau, Vivian (2007), acerca de la sistematización como método científico que permite interpretar la educación de adultos como un proceso ininterrumpido, desde diferentes cosmovisiones de la alfabetización, dinamizando la lógica interna de las experiencias vividas hasta nuestros días y que ha requerido de un proceso de investigación científica, donde predomine el carácter consciente, reflexivo y participativo en la construcción de nuevos conocimientos y referentes teórico-metodológicos de la praxis educativa.
Ello ha permitido interpretar la experiencia cubana de educación de personas jóvenes y adultas como proceso y concepción pedagógicas, que han tenido en cuenta a la alfabetización y las acciones de seguimiento desarrolladas en Cuba como prácticas sistémicas de educación permanente y popular.
Es así, que en el referido texto se asume que:
“La sistematización es una mirada crítica sobre nuestras experiencias y procesos (…) significa un ordenamiento e interpretación de nuestras experiencias en conjunto, y del papel o
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función de cada actividad (...) es un ejercicio riguroso de aprendizaje e interpretación crítica de los procesos vividos”.1
Es un proceso de análisis y reflexión primero y posteriormente, una operacionalización de ordenamiento, clasificación, agrupamiento, valoración crítica, interpretación, enjuiciamiento y producción de un nuevo conocimiento.
Se enfatiza entonces, en que las investigaciones realizadas acerca del desarrollo educacional en Cuba y los intentos de promover una periodización sobre la alfabetización y la educación de adultos en la Isla asumen, en muchos casos como punto de partida, la colonia y el depauperado cuadro que, en 1898 legó la ocupación militar al pueblo cubano.
Sin embargo, pocas investigaciones han dedicado espacio para analizar la alfabetización y la educación de jóvenes y adultos como un proceso educativo socio-cultural que en la evolución de la humanidad, no sólo se ha dirigido a la adquisición de la lecto-escritura y las operaciones matemáticas elementales, sino que se constituyó además, en vehículo de expresión y fomento de los valores de las comunidades indígenas, de su cultura, su experiencia y su modo de vida, utilizando para ello su propio lenguaje.
En el curso: “Actividad pedagógica y didáctica en la educación de jóvenes y adultos”, compilado en el Periolibro de la Mención Educación de Adultos, material base de la Maestría en Ciencias de la Educación (MCE) que se ofrece en Cuba para todos los profesionales que trabajan en este nivel educativo, se revela que aún cuando los trescientos primeros años de devenir histórico estuvieron carentes de un sistema de instrucción escolar, jerárquicamente organizado, se gestaron en Cuba tres conceptos fundamentales: educación, cultura y alfabetización, indispensables para comprender y argumentar la continuidad histórica de la educación cubana, la identidad pedagógica de su magisterio y en particular, el rol desempeñado por la mujer cubana en la sociedad.
1 Oscar Jara. El aporte de la sistematización a la renovación teórico-práctica de los
movimientos sociales. México. 1998 Documento Automatizado, p.12.
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Ya antes de la colonización se dieron en Cuba tres manifestaciones básicas que obligan a repensar la teoría pedagógica desde una concepción sistémica: el carácter eminentemente imitativo y práctico de las acciones que aprendían los niños y las niñas, la educación de la mujer, orientada desde y hacia las labores del hogar y el papel de la oralidad en la transmisión de las experiencias comunitarias.
Si se considera la educación como un proceso ininterrumpido, que transcurre a lo largo de la vida del hombre como sujeto social y un proceso de socialización de experiencias y de acción comunicativa, se presupone entonces la necesidad de interpretar también la alfabetización y la educación de jóvenes y adultos como un proceso que ha estado ligado estrechamente a la evolución del hombre, en correspondencia con las circunstancias históricas, sociales, económicas y lingüísticas en que ha tenido que desenvolverse.
Las pinturas rupestres, representadas por los aborígenes de las Antillas en las cavernas constituyeron no solo, las primeras manifestaciones del lenguaje, sino también la expresión de una cultura que “en su aspecto más esencial, designa el proceso íntegro de humanización de la naturaleza y auto producción del hombre”2.
La elección de su sitio de convivencia requería de dos condiciones materiales: la cercanía a los ríos como fuente de agua potable y/o un sitio cercano al lugar donde desarrollar su actividad económica fundamental.
La representación de ese modo de vida estuvo condicionada por necesidades materiales y espirituales y es la interpretación de estas expresiones ideográficas, la que debe constituirse en un ejercicio riguroso de aprendizaje para las generaciones futuras, ante la necesidad no solo de ordenar las experiencias sociales transcurridas, sino también interpretarlas como proceso social.
Por otro lado, unos de los primeros habitantes de Cuba, los siboneyes, fueron desplazados por los taínos o sometidos a su
2 Rafael Plá: Cultura y nación. Apuntes para situar el papel de la identidad cultural latinoamericana, p.4.
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servidumbre. Aquí se hallan tal vez, los primeros vestigios de las futuras instituciones esclavistas.
Los taínos, que constituían la población mayoritaria de la Isla tenían como forma fundamental de formación social “la gens”. La estructura general se organizaba en “tribus” y “fratrías”. En ellas el papel de la mujer era medular y aunque la educación no tenía un criterio directriz, en torno al juego, el trabajo y la sociedad se desarrollaba el cuidado de la familia y el respeto a su actividad matriarcal.
Federico Engels, en “El origen de la familia, la propiedad privada y el Estado expresó”: “[…] la gens conoce sus obligaciones para con los ancianos, los enfermos y los inválidos de guerra. Todos son iguales y libres, incluidas las mujeres […]”. 3
La gens se constituyó entonces, en la primera institución educativa en Cuba; el areito en la primera escuela pública de niños y niñas y la mujer, su preceptora. En esa mezcla de organización social, ritual religioso y diversión colectiva, era la mujer quien relataba las victorias de la tribu, precedía el coro y en la danza, su componente sexual era también de vital importancia.
Gestos, cantos y expresión corporal constituyeron entonces, las primicias de las acciones educativas en la población cubana. Fueron síntesis y manifestación de los primeros conocimientos atesorados por la comunidad primitiva; de la visión que poseían los primeros habitantes de la Isla sobre la naturaleza, la familia y la sociedad.
Esta educación, para muchos investigadores, espontánea puede ser considerada, desde nuestro punto de vista, uno de los primeros hechos educativos en Cuba y estuvo liderado por la mujer.
La educación de jóvenes y adultos en Cuba constituye, por tanto, un proceso educativo que se expresó desde las culturas aborígenes en la representación gráfica de sus ideas, modos de actuación y conocimientos atesorados por la experiencia individual y colectiva y que ha tenido un papel fundamental en el desarrollo psico-social,
3 Federico Engels: El origen de la familia, la propiedad privada y el Estado, p.131.
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estructuración de la identidad y autoestima personal y al mismo tiempo, ha sido portadora de saberes culturales.
Es una manifestación de la conciencia social, que se ha estado enriqueciendo gradual y sistemáticamente, con el intercambio de roles de la familia, la sociedad y posteriormente, la escuela.
Desde otra arista, ha sido soslayado a nuestro juicio, el empleo durante “la colonización del continente americano”, para otros “encuentro de dos culturas”, de formas inhumanas de enseñanza, a partir de la imposición de códigos lingüísticos ajenos a las culturas aborígenes. Ello constituyó la forma primaria de alfabetizar al indio americano y a los primeros pobladores cubanos, en particular.
Desde este punto de vista, la alfabetización se redujo a la adquisición de una segunda lengua, aprendida fundamentalmente de forma oral mediante las relaciones interpersonales y comerciales con la población hispano hablante predominante.
Con la llegada de los españoles se produjo entonces, un hecho significativo para la historia de Cuba: la evangelización de la población indígena y con ella también, la imposición de las primeras acciones de una alfabetización no deseada.
La iglesia se convierte en el vehículo fundamental de explotación y exclusión, bajo la apariencia de la “noble intención” de adoctrinar en la fe cristiana. Sin embargo, con el pretexto de “civilización” aparecen los dos primeros contenidos a instruir: la lengua castellana y la religión católica.
Cuando en 1542, el rey Carlos V proclamaba las Ordenanzas, documento que abolía las Encomiendas y otorgaba la libertad a determinados esclavos, la casi totalidad de la población indígena se había exterminado. No hubo más tiempo para las letras del alfabeto. La falacia de las encomiendas, más que para instruir en “el cristianismo”, sirvió para explotar y matar.
Los empeños de Fray Luis de las Casas por mejorar la situación del indio cubano encontraron salida menor con la aprobación del envío a España de una representación de jóvenes indios, todos varones, hijos de caciques, con el doble propósito de recibir instrucción y que,
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a su regreso fungiesen como maestros de los jóvenes varones de su propia raza. Este fue también, uno de los primeros vestigios manifiestos de la educación elitista y excluyente para la mujer.
Antonio Bachiller y Morales, en Apuntes para la historia de las letras y de la instrucción pública de la Isla de Cuba, deja constancia de este nivel de instrucción y en particular, del poco espacio que gobiernos y ayuntamientos dedicaron a la educación del pueblo:”aunque se había concedido alguna atención a los estudios secundarios…el pueblo no sabía leer”.
En la primera mitad del siglo XVI, a pesar del manifiesto descuido por la enseñanza elemental abren sus puertas algunas instituciones cuya misión fundamental fue la enseñanza del latín. Sin embargo, ello marcó el inicio de los intentos por sistematizar en el país la enseñanza del nivel medio. Una de ellas la constituyó la Scholatría de Santiago de Cuba, anexa a la Catedral. Sus maestros eran todos varones y a ella solo podían asistir los jóvenes del sexo masculino.
Durante la segunda mitad del siglo XVI y principios del siglo XVII, dos sucesos marcan la evolución de la sociedad cubana: primero, el crecimiento poblacional y económico de las villas existentes, como resultado de la inmigración de los peninsulares, la trata de esclavos y la exportación de azúcar y tabaco; segundo, el desarrollo de acciones aisladas que marcan el inicio de las prácticas educativas en diferentes ciudades del país.
Con el auge de las villas se destaca el surgimiento de “[…] núcleos familiares que se fueron convirtiendo en verdaderas fuentes de educación, en ellos, en adición al aprendizaje de los rudimentos de la lectura, escritura, cálculo y catecismo, se transmiten por los adultos a las nuevas generaciones formas de conducta social, costumbres e incluso, técnicas de trabajo”. 4 En ellos, la educación de la mujer se mantenía orientada a las labores del hogar y a la preparación para el matrimonio.
4 Dr. C. Manuel Curbelo Vidal. Predominio de las formas no escolares de educación en Cuba, p.14.
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En 1572 se designa en la Isla un presupuesto cuantioso para la fundación de clases de Latinidad y Ciencias Eclesiásticas para la ciudad de Bayamo y se funda en la propia ciudad el Seminario de San José, institución que fue confiada en 1720 a los padres dominicos. Sus profesores fueron todos del sexo masculino.
Aún cuando a mediados del siglo XVII el objetivo esencial de la Iglesia era la formación teológica y literaria, las monjas, como parte de la Iglesia constituyen el único componente femenino que tiene una incidencia mayor en la educación existente.
Si bien algunos estudiosos de la época no encontraron desenvolvimiento constante en el quehacer educativo de la Isla, una semilla fecunda dejó este capítulo en su historia: el hálito que iluminaría las luchas por la independencia cubana.
Durante los siglos XVIII y XIX cobra auge en el país la apertura de diferentes instituciones, como expresión de la preocupación de la burguesía criolla por la educación de los ciudadanos del país. En la ciudad de Santiago de Cuba, por ejemplo, abre sus puertas en 1722 una de las instituciones más importantes de la colonia: el Colegio Seminario de San Basilio el Magno.
Su objetivo fundamental era adiestrar jóvenes aspirantes al sacerdocio; sin embargo, contribuyó además, a la formación de la oligarquía oriental y a la introducción de métodos escolásticos en la educación de los jóvenes. Luego de su reapertura en 1774 el Plan de Estudio se fue perfeccionando en aras de aproximar cada vez más el nivel instruccional a las necesidades económicas de los estudiantes. Se generalizó así el método explicativo.
Estas ideas sentaron pautas para que décadas después se pensara en la necesidad de preparar a los jóvenes en oficios que resolvieran problemas cotidianos de la vida, como paliativo además para la discriminación de raza, sexo y analfabetismo.
En 1728 se funda la Real y Pontificia Universidad de San Jerónimo, por los padres dominicos; en 1729, la Sociedad Patriótica de la Havana; en 1774, el Real y Conciliar Seminario San Carlos y San Ambrosio de La Habana, promotor de las ideas progresistas y pedagógicas de eminentes cubanos y en 1793, la Sociedad
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Económica de Amigos del País (SEAP), la cual dio un notable impulso al desarrollo de la educación cubana.
En cada una de las cátedras de estas instituciones, aún cuando los métodos que predominaron fueron escoláticos, marcados por el aprendizaje memorístico, la exposición en latín y la imposición del criterio del maestro se haya los sustentos filosófico, social y gnoseológico para argumentar la teoría pedagógica cubana.
La Sociedad Económica de Amigos del País, a pesar de ser una institución representante de España, bajo el auspicio de la nobleza, el clero, las clases medias y orientada a la promoción de reformas económicas conjugó el afán de mejorar la vida de la sociedad cubana a través de la extensión de la cultura, por medio de una educación selectiva a todos los sectores sociales. Fue la primera organización dedicada a promover y divulgar las ramas del saber y aún cuando faltó enfrentamiento radical al modelo impuesto por la Colonia fue la fragua que forjó la intelectualidad cubana y con ella, el pensamiento pedagógico progresista e independentista cubano. Sentó pautas en la educación y la cultura del país.
Para los estudios referidos a la evolución de la educación de jóvenes y adultos en Cuba, la Sociedad Económica de Amigos del País se convierte en un punto obligado de referencia, pues fue ella la que, entre 1834 y 1836 apoya la necesidad de organizar la primera escuela para la alfabetización de adultos, como respuesta al alarmante cuadro educacional de la Colonia: en 1774 de una población de 172 620 censada 103 572 cubanos eran analfabetos.
Los miembros de la Sociedad se preocuparon en todo momento por resolver los problemas existentes en la isla, pues la metrópolis la mantenía en el más absoluto atraso, y a pesar de los pocos recursos con que contaba la Institución, logran a partir de su fundación promover mejoras que coadyuvaron al progreso de la educación en sentido general, entre ellas:
Fundaron la primera biblioteca en el país: actual Biblioteca “Fernando Ortiz”, hoy con sede en el Instituto de Literatura y Lingüística “José Antonio Portuondo Valdor”.
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Promovieron la enseñanza de la Botánica e introdujeron nuevos métodos para el cultivo de la caña de azúcar.
Desarrollaron proyectos para el empedrado e iluminación de las calles, así como, para la construcción de caminos, lo que facilitaba el acceso de los maestros y estudiantes a las escuelas.
Figuras de la talla de José Agustín Caballero (1762-1835), Félix Varela (1788-1853), José Antonio Saco (1797-1879), José de la Luz y Caballero (1800-1862), Manuel Valdés Rodríguez (1849-1914), Juan Bautista Sagarra Blez (1806-1871), Enrique José Varona (1849-1933) entre otros, representan el primer movimiento nacional que se enfrenta a la escolástica, abogan por el desarrollo socio-cultural de la Isla y dejan sentadas las bases para argumentar la necesidad de establecer un proceso de alfabetización y educación popular en Cuba.
Después de creada la Sección de Educación en 1816, presidida por Alejandro Ramírez, intendente de La Habana, se desarrollaron en el orden educacional otras iniciativas, que tenían entre sus objetivos principales la supervisión de la enseñanza, particularmente la primaria:
Se establecieron por primera vez, las escuelas públicas, con un carácter gratuito.
Se instituyeron requisitos que debían cumplir aquellas personas que pretendían ejercer como maestros, así como se promueve la superación de estos.
Fundó la escuela preparatoria de maestros de ambos sexos; superior desde el punto de vista pedagógico a las anteriores.
Se instituyó la inspección a las escuelas, principalmente a las de enseñanza primaria.
Se amplió el número de materias de enseñanza y se aplicaron nuevos métodos y procedimientos de enseñanza.
Se elaboró el primer plan de estudios y se constituyó el primer reglamento escolar.
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Se hicieron ingentes esfuerzos para vincular a las capas influyentes y cultas con la educación del pueblo.
Se trabajó incansablemente por mejorar los honorarios a los maestros.
Lucharon por la dignidad plena de los maestros.
Se crearon aulas nocturnas para adultos, principalmente para artesanos.
Estableció un taller de artes y oficios, donde se crearon talleres de tabaquería, zapatería y hojalatería.
Como parte de la “Fundación Zapata”, en 1878, se creó una escuela para niñas blancas y la escuela preparatoria de maestros.
Trabajaron en la realización de concursos para estimular a maestros y estudiantes destacados.
Se efectúa además, una investigación relacionada con el estado de la educación en el país, dirigida por uno de sus miembros: Fray Félix González. El informe, resultado de esta investigación es considerado como el primer ensayo estadístico educacional realizado en Cuba.
La Sociedad Económica de Amigos del País fue, a nuestro juicio el segundo hecho educativo que sentó pautas en la historia del movimiento educacional y alfabetizador cubano.
A partir de la segunda mitad del siglo XIX, las ideas de una educación popular y especialmente el énfasis por desarrollara acciones de alfabetización, se asumieron por los amigos del país como tareas imprescindibles para el desarrollo económico y social de la Isla, desplegando de forma muy precisa, planes e iniciativas que se pusieron en práctica de forma paulatina en todo el territorio nacional.
En 1865, se presenta a la sociedad un programa de instrucción campesina gratuita, principalmente para niños que no podían aprender por trabas económicas. El objetivo esencial era llevar la instrucción y la cultura a las zonas rurales, donde existía el más alto estado de ignorancia en la Isla.
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En su empeño cultural y educacional, la SEAP también contó con el apoyo de los órganos de prensa, defensores de los intereses criollos. En los primeros tiempos se destacó el Papel Periódico de La Habana, creado el 24 de octubre de 1790 por el Capitán General Don Luis de las Casas, que después decidió transferir la gerencia y redacción a la Sociedad. En este periódico publicaron sus trabajos los más prestigiosos amigos, como José Agustín Caballero y Félix Varela. También fueron publicadas las memorias de la Institución.
Los fondos del periódico fueron destinados primero, a la fundación de la primera biblioteca pública existente en el país y luego al sostenimiento de escuelas gratuitas de primeras letras.
El 31 de mayo de 1831, la Sociedad de Amigos del País publica la Revista Bimestre Cubana. Sus principales objetivos eran, promover la afición por la lectura y dar a conocer las principales obras científicas y literarias de la época. José Antonio Saco fue su primer director y se consagró en ella hasta su destierro en 1834. A partir de este año la Revista cesa sus publicaciones hasta 1910, en el que fue nombrado como director Don Fernando Ortiz.
En Cuba, para hablar de educación y en particular, de educación popular, es necesario además exponer, en apretada síntesis, el quehacer educativo e investigativo realizado por los principales pedagogos cubanos de aquella época, por su notable contribución a una teoría pedagógica, que contribuye a fundamentar hoy desde criterios teóricos y metodológicos la educación de jóvenes y adultos en Cuba:
José Agustín Caballero Rodríguez (La Habana, 28 de agosto de 1762 - 6 de abril de 1835)
Profesor del Seminario de San Carlos y San Ambrosio. Es considerado el fundador de la filosofía en Cuba y el primer reformador de la filosofía y de la enseñanza de las ciencias en nuestro país. El alcance de su pensamiento, de sus ideas renovadoras, contribuyó significativamente al fomento de una cultura con carácter nacional, que ya comenzaba gradualmente a abrirse paso. Redactó ordenanzas disponiendo la creación de escuelas gratuitas para niños pobres y desposeídos.
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Desafió la escolástica en sus expresiones más estereotipadas, pues se opuso a los métodos que acudían a un carácter mecánico y memorístico. Abogó por métodos de enseñanza en todos los niveles educacionales que permitieran el razonamiento de los educandos, apropiarse de conocimientos sólidos de la naturaleza, especialmente con la experimentación en Física y Química y con ello, elevar a planos superiores, la calidad y los resultados de la enseñanza.
Sus artículos revolucionaron la enseñanza y por tanto, el progreso de los educandos en el conocimiento de la sociedad y la naturaleza. Entre los principales escritos y discursos por los que ha sido considerado el fundador de la filosofía en Cuba, se pueden citar:
“Discurso sobre la necesidad de la enseñanza en lengua castellana”.
“Discurso filosófico”.
“Ordenanzas de las escuelas gratuitas de La Habana”.
Este último, publicado en 1794 fue el primer documento en la historia de la Educación Pública en Cuba y sus argumentos ofrecen una fundamentación teórico-metodológica contextualizada a la Pedagogía de adultos, ya que plantea que el mejor plan de estudios para una esuela patriótica es aquel que tuviera presente las circunstancias que caracterizan a nuestro suelo. En ellas se insiste en la enseñanza del idioma y el cálculo, se combatía el analfabetismo y se proponía la creación de escuelas gratuitas para niños pobres y desposeídos.
Se preocupó por la superación didáctica de los maestros y por la educación de la mujer, quien hasta entonces no tenía la posibilidad de estudiar. En el “Papel Periódico de La Habana” señaló que, las mujeres tienen el mismo derecho a estudiar que los hombres.
Félix Francisco José María de la Concepción Varela y Morales (La Habana, 20 de noviembre de 1787- Florida, Estados Unidos, 25 de febrero de 1853)
Fue la figura más prominente del movimiento independentista, educacional y patriótico de la naciente cubanidad. Defendió con fervor el carácter popular de la enseñanza, como parte esencial de
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su designio revolucionario y su plan ideológico “hacer ciencia para crear conciencia y crear conciencia para hacer ciencia”, prioriza en un sistema pedagógico la formación de valores éticos como premisa y base de los ideales políticos.
Fue el primero que defendió en Cuba el carácter popular de la enseñanza, desde un proyecto independentista y revolucionario. Consideró la necesidad de llevar al pueblo la luz de la enseñanza. Instrucción y alfabetización fueron dos conceptos claves en su doctrina pedagógica y práctica social.
Abogó por una instrucción más práctica, con la aplicación de nuevos métodos en la enseñanza, esencialmente experimentales, encauzados a revocar la rutina memorística y desarrollar capacidades de los educandos.
Vivió convencido de que la luz del conocimiento debía ir a las grandes masas del pueblo, por lo que la instrucción de la población y la alfabetización, en primer lugar, constituían para él una necesidad social. Fue el primero que enseñó Filosofía moderna, demostrando en sus clases con experimentos, los fenómenos físicos y químicos de la naturaleza.
En sus artículos y libros, queda expresado el patriotismo, el independentismo y la necesidad de propiciar transformaciones científicas en la educación. Los preceptos recogidos en sus textos constituyen paradigmas de actuación para el fortalecimiento de valores morales y sociales en la juventud cubana de todos los tiempos. Entre ellos se pueden citar:
“Máximas morales y sociales”, libro destinado a las escuelas y al pueblo.
“Cuaderno de orientación moral para la juventud”.
“Cartas a Elpidio”, que constituye un tratado de educación moral para las nuevas generaciones.
“Cartas a Elpidio sobre la impiedad, la superstición y el fatalismo en sus relaciones con la sociedad”; esta fue su última obra de corte filosófica escrita en español.
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Su pensamiento continúa presente en los presupuestos de la educación cubana y latinoamericana, principalmente en la formación de niños y jóvenes. Constituyen además, una fuente permanente de enriquecimiento de la sabiduría y experiencia práctica de los adultos (as). José de la Luz y Caballero definió a Varela, para la historia como “el que nos enseñó primero en pensar”.5
José Antonio Saco y López-Cisneros (Bayamo, Cuba, 7 de mayo de 1797- Barcelona, España, 26 de septiembre de 1879)
Para él, la instrucción pública era la base más firme donde descansa la felicidad de los pueblos. Fue por ello que continuó la tarea del Padre Varela de crear conciencia de la necesidad de generalizar la instrucción pública de toda la población. Fue el primer educador y político cubano que perfiló una campaña masiva de alfabetización. Reflexionaba que en su sabiduría, los maestros para desarrollar un intensivo plan de alfabetización podían resurgir del propio pueblo, dado el concepto de deber impuesto por la patria a quienes tienen instrucción.
Así consideraba que: en la casa del cura, o en la de algún vecino, ejercerán as funciones de maestro, ya es el mismo párroco, ya alguno de los concurrentes, pues no hemos de ser tan desgraciados, que falten personas caritativas capaces de desempeñar tan benéfico instituto.
Su plan de educación popular era perfectamente factible en las condiciones de su época; pero el propio Saco, implicado en el proyecto político reformista, no estaba en condiciones de llevar hasta sus últimas consecuencias la liberación del intelecto popular.
José de la Luz y Caballero. (La Habana, 11 de julio de 1800- 22 de junio de 1862)
Uno de sus principales aportes a la formación de maestros latinoamericanos y caribeños - si no el primero - radica en el ejemplo de su consagración a la investigación científica, con lo cual
5 José de la Luz y Caballero: Identificación filosófica con mi maestro Varela, Diario de La Habana.
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alcanzó un alto nivel de preparación cultural, científica y pedagógica, logrando todo una filosofía y una ética de la educación, con la que ejerció su magisterio.
Para él la educación debía convertirse en el motor impulsor del progreso social.
Concibió un ideario pedagógico coherente para que la educación pudiera cumplir con el fin propuesto. Para él, el maestro desempeñaba un rol fundamental.
Concedió gran importancia a la necesidad de adecuar los objetivos por tipo de enseñanza.
Enfatizó en la necesidad indisoluble de la instrucción y la educación.
Confirió a la enseñanza un gran papel desarrollador de las capacidades y habilidades de los alumnos.
Planteó la unidad indisoluble entre el objetivo, el contenido y el método en el proceso de enseñanza.
Manifestó una gran confianza en las posibilidades intelectuales de los alumnos.
Concedió valor fundamental al papel de la labor educativa en la escuela.
Juan Bautista Sagarra Blez. (Santiago de Cuba, junio de 1806 - 29 de mayo de 1871)
En su constante preocupación por el mejoramiento de la instrucción y la educación comprendió, al igual que otros educadores del siglo pasado, que educar correctamente a la juventud era una tarea que se debía enfrentar si se quería el progreso de la educación y de Cuba. Propone y hace reformas materiales y organizativas en sus escuelas; modifica los métodos de enseñanza mecánicos, dogmáticos y rutinarios de su época; ejercita, siguiendo los lineamientos de Varela y de Luz el método explicativo; introduce métodos activos para desarrollar el pensamiento del niño.
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Aunque sus principales aportes estuvieron dirigidos a la enseñanza primaria, esgrime presupuestos que favorecen la formación del maestro, como adulto que requiere de una preparación científica para poder ejercer su vocación. De ahí que aboga por:
La formación y superación de los maestros como uno de los elementos fundamentales para reformar y modernizar la escuela y con ello la educación.
Ve a la educación como uno de los pilares fundamentales para el desarrollo del país.
Propiciar una adecuada preparación a los maestros; lograr que a esta profesión ingresen personas que tengan una verdadera vocación hacia el magisterio, que sientan amor por los niños y jóvenes, que se preocupen porque los alumnos desempeñen un papel activo en la enseñanza y en el aprendizaje, por conocer sus características individuales.
Otras figuras como Carlos Manuel de Céspedes, Bayamo, Cuba, 18 de abril de 1819- 27 de febrero de 1874, Padre de la Patria e iniciador de la primera guerra de independencia, estaba, cartilla en mano, enseñando a leer y a escribir a pobladores de la Sierra Maestra, hasta fecha cercana a su caída en combate. Diez días antes de su muerte apuntaba en su Diario el l6 de febrero de 1874: " Estoy enseñando a leer a varias personas".
Otros como José Silverio Jorrín (1816-1897) y Rafael Morales y González (Pinar del Río, 28 de octubre de 1845-Sierra Maestra, 15 de septiembre de 1872) demuestran su preocupación por realizar acciones masivas de alfabetización. Este último fue una figura prominente en la promoción de la enseñanza de la lectura y la escritura, propiciando así el empleo de uno de los métodos de enseñanza más generales empleados en la alfabetización y fundamentado esencialmente, desde el proceso de adquisición de la lecto-escritura y desde una perspectiva lingüística.
En 1866 Morales y González, Moralitos, fundó la escuela "El Progreso", donde se ofrecían clases gratuitas de lectura, escritura y aritmética, pero es en la campiña cubana donde plasma sus aspiraciones alfabetizadoras y confecciona una Cartilla con la que
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alfabetizó a las tropas mambisas en las zonas insurrectas de las provincias orientales, Camagüey, Villa Clara y Cienfuegos. Con ella se aprendía a leer en menos de dos meses. La cartilla es la primera además, en ofrecer encargos metodológicos para el trabajo con la población penal adulta.
Estableció una escuela nocturna donde ofreció clases de lectura, escritura y aritmética a unos ochenta artesanos y jornaleros, pero el gobierno español le clausuró el plantel, porque atentaba “contra la paz y el bienestar del país”. Las clases que se impartían se adaptaban a las características y necesidades de los adultos.
Otro intento de crear aulas nocturnas, bibliotecas, y un periódico, en Santiago de las Vegas, murió al nacer, porque en la fiesta donde se informaba del plan, el gobernador local ordenó ponerle fin, molesto por el contenido del discurso del joven maestro.
Imbricó su actividad política como legislador, con su actividad educativa y en la Asamblea de Guáimaro, órgano legislativo de la I Constitución Cubana propone la ley de instrucción pública de la revolución. Esta ley contenía los siguientes preceptos:
La República proporcionará gratuitamente la instrucción primaria a todos los ciudadanos de ella, varones o hembras, niños y adultos.
La primera enseñanza comprenderá clases de lectura, escritura, aritmética, gramática, geografía, historia de Cuba y deberes y derechos del hombre.
Los gobernadores de los estados, oyendo a los prefectos, establecerán los profesores ambulantes y las escuelas.
Los talleres de la República serán dotados de escuelas anexas.
En esta ley están contenidos los gérmenes de muchas de las medidas que hoy sustentan la Tercera Revolución Educacional Cubana, especialmente el último precepto, donde solo habría que sustituir talleres por fábricas, granjas o minas y se tendrá la universalización de la educación y la vinculación del estudio y el trabajo.
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Sus concepciones pedagógicas constituyen hoy punto obligado de referencia para entender la alfabetización y educación de adultos como procesos inherentes a la educación popular de las masas. Cuando se piense en él, hay que recordar siempre que la educación es también una forma de alcanzar la libertad. Fue el precursor de una Pedagogía mambisa.
Manuel Valdés Rodríguez. (Matanzas, julio 1849-1914)
Destacada figura de la pedagogía cubana, que legó una obra teórico-práctica en la que pone énfasis en la necesidad de lograr la unidad y organización del magisterio cubano.
Aunque su pensamiento político no rebasó el Reformismo, su quehacer pedagógico lo reveló como un verdadero científico preocupado por la experimentación, la observación y el estudio de las transformaciones que se operaban en los estudiantes, así como el papel de la familia y la sociedad.
Su vínculo con la educación popular y la educación de adultos se sustenta en las tareas de dirección escolar que le confía la Sociedad Económica de Amigos del País: a partir de 1878 asume la dirección de 3 escuelas públicas, una de ellas destinada a los adultos, sin discriminación de razas.
Publica textos sobre educación popular, fundamentalmente dirigidos a los jóvenes y adultos interesados por los oficios: artesanos, dependientes, industriales, entre otros. Los temas referidos a la educación popular, a la formación del profesorado de Cuba, la preparación profesional de los jóvenes y la educación de la mujer fueron recurrentes en su obra pedagógica.
En 1891 compendia artículos dispersos en el texto “La educación popular en Cuba” en el que además de exacerbar su crítica a los problemas de la educación en el país, argumenta conceptos esenciales sobre la coeducación de los sexos, la socialización de la educación y la educación de la familia para la sociedad.
Organiza escuelas públicas y la primera Escuela Normal de Verano. Su labor como crítico y escritor pedagógico fue prolífera y constituye un punto obligado de lectura para el magisterio cubano.
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Enrique José Varona. (Puerto Príncipe, Camagüey, 13 de abril de 1849 - La Habana, 19 de noviembre de 1933
Trabajó por la enseñanza, por la educación del pueblo y por la patria hasta los últimos días de su existencia. Era un soldado de las bellas causas y maestro de las grandes ideas. En 1901 fue Secretario de Instrucción Pública e inició la reforma de la enseñanza. Su misión fundamental era la alfabetización. Planteó la urgencia de modificar los métodos de enseñanza desde el nivel primario hasta el superior.
Advirtió la necesidad de formar menos literatos y más técnicos, planteaba que el estudiante debía aprender de una manera activa y los profesores debían enseñar a consultar e investigar.
Aunque su misión fundamental era la alfabetización, su actividad más amplia estuvo en las reformas universitarias. Entre sus iniciativas se encuentra la Escuela de Pedagogía, de la Universidad de la Habana. Sin embargo, aquel arsenal de ideas, que se había abierto paso en las tinieblas seculares del colonialismo, encontraba nuevamente escollos al enfrentarse a los intereses imperialistas de la gran potencia del norte.
A partir de 1906 y hasta 1909, con la segunda ocupación militar de Cuba por Estados Unidos, iniciaron en nuestro país, hasta 1959, décadas de corrupción administrativa que perpetuaron los presidentes de turno que siguieron a esta segunda intervención.
En 1953, sólo el 56,4% de los niños podía asistir a la escuela primaria y únicamente el 28% de los niños y jóvenes entre los 13 y 19 años de edad, lograba continuar sus estudios en los centros de enseñanza media; en tanto, el acceso a la Educación Superior era muy limitado.
En la Enseñanza industrial existía un solo centro con el nivel equivalente al de técnico medio, que era la Escuela Superior de Artes y Oficios. El resto de los 16 centros que funcionaban sólo preparaban obreros calificados en cantidades muy reducidas y con una formación limitada por la carencia de presupuesto y la falta de base material de estudio.
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Un mayor nivel de desarrollo se apreciaba en las Escuelas de Comercio, con los estudios de economía y administración, debido al interés que tenían en ellos las clases dominantes. Existían 11 centros estatales y un número mayor controlado por organizaciones privadas.
Había 6 Escuelas Normales, una en cada capital de provincia para la formación de maestros, con matrículas limitadas, donde era frecuente el fraude para la obtención de plazas y sólo existían 3 Facultades de Educación en las Universidades de La Habana, Las Villas y Oriente.
Era común el desempleo de los maestros, a pesar de la inmensa necesidad de su labor, y de los miles de niños que vivían al margen de la escuela.
La instrucción pública languidecía, mientras crecía una escuela privada al servicio de las clases explotadoras, poseedoras de las riquezas económicas del país. La educación era un reflejo del orden social establecido por entonces: mientras una minoría privilegiada disfrutaba de todo; la gran mayoría del pueblo sólo tenía abundancia de miseria, desatención, insalubridad, frustraciones y esperanza.
El magisterio cubano, humilde, honesto y abnegado, mantenía una tradición de honrar las glorias del pueblo, que no pudieron arrebatarle nunca; en tanto, los gobernantes y politiqueros de aquella etapa se enriquecían con el dinero del Estado, y el Ministerio de Educación llegó a convertirse –extraña paradoja- en la principal fuente de robo, de vandalismo, que se ejecutaba en la forma más descarada, apoderándose de los recursos financieros destinados al pago de los maestros y a la adquisición de los materiales de enseñanza.
No obstante, expresión de la tradición preservadora de nuestra identidad como nación, fue la obra de notables pedagogos cubanos que nos legaron inapreciables concepciones sobre la verdadera educación del hombre; la organización escolar, teoría de la enseñanza, historia de la pedagogía y diseños de cursos de estudio y programas entre otros aportes y reflexiones.
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De acuerdo con el censo efectuado en 1953, alrededor de 550 000 niños de 6 a 14 años no asistían a la escuela. Contrastando vivamente con ello, la Revolución encontró 10 000 maestros desempleados y, como consecuencia de todo, un alto porcentaje de miles de personas que apenas habían rebasado los primeros grados de la enseñanza primaria que, en la práctica eran analfabetos.
Las ideas pedagógicas, filosóficas y económicas de los amigos de la SEAP perpetuaron en otras generaciones de cubanos que, hasta nuestros días han ofrecido lo mejor de sí para continuar elevando la calidad de vida de jóvenes y adultos, desde la calidad de la educación.
Es así que so pena de obviar otras contribuciones importantes a la educación en Cuba y en particular, a la educación de adultos en esta etapa en su concepción más amplia, se ha considerado necesario reflejar en este texto además, la obra pedagógica de:
Juan Marinello Vidaurreta. (Jicotea, Las Villas, 2 de noviembre de 1898 - La Habana, 27 de marzo de 1977)
En 1962, es designado Rector de la Universidad de la Habana hasta 1963, fecha en que fue nombrado embajador y delegado permanente de Cuba ante la UNESCO. Entre sus reformas universitarias se encuentran:
En 1963 crear la Facultad Preparatoria Obrera y Campesina “Julio Antonio Mella”, con el, objetivo de preparar para su ingreso en la Universidad a los obreros y campesinos que no habían podido concluir sus estudios preuniversitarios.
Generaliza el principio de estudio-trabajo, de honda tradición martiana y marxista.
Como educador, poseía condiciones excepcionales para el ejercicio de la docencia: una voz clara y armoniosa, una dicción perfecta y un conocimiento profundo de la materia que impartía, fundamentado en su vasta cultura. Tenía además la habilidad de hacer llegar a sus alumnos la esencia de los fenómenos, cuyo estudio abordaba desde lo más simple hasta lo más abstracto.
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Julio Antonio Mella (La Habana, 25 de marzo de 1903 - DF, México, 10 de enero de 1929)
Crea el 3 de octubre de 1923 la Universidad Popular “José Martí”, resultante de los acuerdos del Congreso estudiantil y que tendría entre sus tareas básicas la alfabetización. Su objetivo esencial era extender los conocimientos universitarios a los trabajadores y al pueblo, rescataría el concepto mambí de una alfabetización que trascendiera el proceso de enseñanza del idioma y el cálculo básico, para ir a la formación de ciudadanos conscientes, de sujetos comprometidos con la causa revolucionaria.
El analfabetismo fue conceptualizado como mal nacional y en atención a su solución el estudiantado se propuso desarrollar una fuerte campaña para su erradicación. Todo esto permitió levantar en el pueblo el pensamiento emancipador y antiimperialista de José Martí.
Resulta significativo que, antes de 1959 en la Educación de Adultos los planes de estudio y métodos de enseñanza no respondían a las características y necesidades de la población adulta: eran los mismos que se aplicaban en las escuelas primarias a niños y jóvenes y el hecho de que sólo el 50% de los niños estuvieran escolarizados constituía un germen de analfabetismo. La Educación de Adultos en Cuba se reducía a 304 escuelas nocturnas atendidas por 1369 maestros, con una matrícula general de 2 796 alumnos.
En 1959 la población cubana era de 7 millones de habitantes aproximadamente. De 4 376 529 personas censadas 1 032 849 eran analfabetas, lo que equivalía al 23,6 % de la población total del país. Las zonas urbanas mostraban el 11 % y las rurales el 41,7 %, aunque en muchas zonas apartadas la tasa de analfabetismo era de un 80 o un 90%. Apenas alcanzado el triunfo, el Gobierno Revolucionario, a través de la Dirección de Cultura del Ejército Rebelde- que luego pasó a ser el Departamento de Instrucción del Ministerio de las Fuerzas Armadas Revolucionarias- comenzó de un modo activo y tenaz la lucha contra el analfabetismo.
Una figura prominente en este período, aún cuando le tocó vivir dos etapas desiguales (la República Neocolonial y el período de
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nacimiento-auge de la Revolución Cubana) fue Raúl Ferrer Pérez. Dedicó además, 30 años de su vida al ejercicio de maestro de escuelas primarias y como profesor de secundaria básica.
Raúl Ferrer Pérez (Yaguajay, La Villas, 4 de mayo de 1915 - La Habana, 12 de enero de 1993)
Fue el más genuino representante de la educación de adultos en Cuba. Por su experiencia como maestro y dirigente, fue seleccionado Vice-coordinador nacional de la Campaña de Alfabetización desarrollada en Cuba en 1961. Su labor política, organizativa y técnica metodológica fue decisiva, al punto que fue calificado por el Dr. Armando Hart Dávalos como “el alma de la alfabetización”.
A partir de toda la experiencia adquirida en la Campaña y sus conocimientos de educación popular, tanto de las zonas urbanas como rurales, y conociendo la necesidad de la educación para todos, se consagró en cuerpo y alma a esta noble tarea. Bajo su dirección y asesoramiento se crearon planes y programas de estudio, se elaboraron textos y orientaciones metodológicas, se capacitó a los maestros para este tipo de educación. Todo esto propició la transformación general de las escuelas nocturnas cubanas, que hasta ese momento poco habían podido hacer para la enseñanza de personas adultas. Sus colaboradores lo bautizaron como “el padre de la Educación de Adultos en Cuba”.
Participó en la organización dirección y supervisión de las batallas libradas por la educación cubana por el 6. grado (1975-1980) y 9. grado (1980-1985), con las que se contribuyó a que gran parte de la población, fundamentalmente adulta y especialmente mujeres, alcanzaran el nivel medio y con ello estar en posibilidades de matricular en la Facultad Obrero-campesina y de ahí, a la universidad o estudios tecnológicos. Con esta “Primera Revolución Educacional”, se consolidó la educación de adultos y se demostró que el seguimiento es esencian para la eliminación del analfabetismo.
Trabajó incansablemente en la organización escolar en la Educación de Adultos y llegó a avizorar e instrumentar la diversidad que debía primar en la organización de los calendarios, los horarios y los
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grupos que se constituían para atender el proceso de instrucción de las personas adultas, atendiendo además a la necesidad de contextualizar el proceso educativo.
De esta manera contribuyó a romper las contradicciones estudio-trabajo que se producía en las personas adultas que tenían necesidades educativas. Así se establecieron los calendarios rurales y urbanos, de montañas y en el llano, planes especiales para trabajadores que participaban en las zafras cañeras y cafetaleras, amas de casa y pescadores. También concibió una metodología sobre la base del principio de la flexibilidad para adecuar los textos y orientaciones metodológicas a los contextos.
Definió primicias pedagógicas para la educación de adultos, que aún están vigentes en el contexto nacional e internacional:
La educación de masas es tanto un deber como un derecho y las grandes motivaciones son políticas, económicas y sociales.
No hay avances posibles, ni estabilidad para el desarrollo de la educación de adultos sin el apoyo de las organizaciones e instituciones sociales.
La participación en los cambios sociales determina que la sociedad en su conjunto resulte el enseñante mayor, en el que el Subsistema de Educación de Adultos es solo uno de sus mecanismos de apoyo.
Toda sociedad con voluntad de desarrollo cuenta con recursos infinitos para la realización de mujeres y hombres que, en ejercicio de la práctica social, transforman la naturaleza y la sociedad.
Como pedagogo y poeta escribió innumerables artículos y libros, en prosa y en verso, dirigidos fundamentalmente a los niños y jóvenes: entre ellos:
“La Nacionalización de la Educación”. Ensayo de carácter educacional.
“Una década de la Educación de Adultos”. Folleto.
“La Batalla por el sexto grado”. Coautor.
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“Un método para introducir el aprendizaje de la lectura: Los monosílabos significativos”.
“Eso lo sabe cualquiera”, un procedimiento para desarrollar el cálculo mental.
“El Placer de Leer”. Revista para neolectores.
“Lecturas Campesinas” para trabajadores del campo.
Sus ideas y prácticas pedagógicas, eminentemente humanas y populares sobre la educación y en particular la de niños, jóvenes y adultos durante su proceso de alfabetización y seguimiento han permitido enriquecer los sustentos de la educación de jóvenes y adultos en Cuba.
Vale significar que la extensión de los servicios educacionales, que se inició con la generalización de la educación primaria, fue una de las primeras medidas tomadas con el triunfo de la Revolución en 1959. En un solo día se abrieron más de 10 000 aulas y la escolarización se elevó ese año a casi el 90%, en las edades de 6 a 12 años, lo que contribuyó a disminuir progresivamente los niveles de analfabetismo de la población.
En diciembre de 1959 se promulgó la ley que establecía la primera Reforma Integral de la Enseñanza, la cual dispuso adoptar una nueva organización y determinó el objetivo fundamental de la educación de acuerdo con los intereses de la Revolución: el pleno desarrollo del hombre.
En 1960 se constituyó el Contingente de Maestros Voluntarios: 3 000 jóvenes que marcharon a las montañas para llevar la educación a los lugares más intrincados del país. Esta idea propició aprendizaje a todos: a los campesinos, el acceso a la enseñanza, aprender a leer y escribir, obtener conocimientos; a los jóvenes integrantes del Contingente, que en su gran mayoría eran de zonas urbanas, un conocimiento directo de las condiciones rurales de vida, una aleccionadora visión de los que había sido el pasado para el hombre de nuestros campos.
Posteriormente se constituyó la Brigada de Maestros de Vanguardia “Frank País García”, la cual desarrolló una ardua labor en las
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montañas de Oriente y de Las Villas y en la Sierra de los Órganos, en Pinar del Río.
A principios de 1961, se inició en la ciudad de La Habana el gigantesco Plan de Educación para Campesinas “Ana Betancourt”, en virtud del cual, más de 150 000 muchachas procedentes del campo, recibieron clases de corte y costura, superación cultural y una preparación esencial que las capacitaba para actuar como agente impulsor de los cambios en la comunidad. Aquel plan fue una vía más que se utilizó para la atención al campesinado, secularmente olvidado en el país por los gobiernos anteriores, en particular a las mujeres jóvenes y adultas.
Desde septiembre de 1960, nuestro Comandante en Jefe, en su histórica comparecencia en las Naciones Unidas, había anunciado al mundo que erradicaríamos el analfabetismo en un año.
Mediante la Resolución Ministerial No. 7692 de 1959 se declara iniciado por el Ministerio de Educación el Plan Urgente de la Alfabetización. Las labores comenzaron en febrero de 1959. En marzo, mediante la Resolución Ministerial No. 8056, el Ministerio de Educación creó la Comisión Nacional de Alfabetización y Educación Fundamental integrada por el MINED, 18 organismos estatales y organizaciones políticas, sociales y de masas. Esta Comisión tuvo la misión de comenzar estas actividades en las distintas zonas del país. Entre 1959 y 1960 fueron alfabetizadas 100 000 personas.
El Instituto Nacional de Reforma Agraria (INRA) también aportó su contribución por medio de la Sección de Asistencia Técnica, Material y Cultural al Campesinado, con la colaboración voluntaria de maestros y profesores.
Como tarea priorizada de la Revolución, en 1959 se crearon escuelas para la educación infantil y primaria garantizando la escolarización de todos los niños y niñas. En el año 1961, “Año de la Educación”, se realiza la Gran Campaña de Alfabetización, dirigida por la Comisión Nacional de Alfabetización, en la que estaban representadas las organizaciones políticas y de masas y los organismos estatales. De igual forma, en cada nivel-provincial, municipal y de barrio- existían comisiones que viabilizaban y garantizaban el apoyo en todas las
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tareas. Por su carácter popular la Gran Campaña Nacional de Alfabetización, movilizó al pueblo entero e hizo posible que se alfabetizaran 707 212 adultos, quedando reducido el analfabetismo de un 23,6% al 3,9% de la población total en menos de un año.
El Dr. C Jaime Canfux Gutiérrez, prestigioso pedagogo e investigador de la educación de personas jóvenes y adultas, afirma que las bases metodológicas en las que se sustentó la Gran Campaña Nacional de Alfabetización fueron concebidas a partir de una estrecha interacción entre lo mejor de las concepciones teóricas que existían en materia de alfabetización en Cuba y la propia praxis social en este campo. Así se fueron conformando las opciones básicas para abordar los aspectos esenciales de un proceso genuino: la planificación, la estructura, la elaboración de materiales, las vías y modalidades, la evaluación, la divulgación y la propaganda, el financiamiento y el asesoramiento técnico con una práctica cada vez más funcional en provincias, municipios y barrios.
Dr. C. Jaime Canfux Gutiérrez (Ciudad de La Habana, 28 de septiembre de 1940)
Acumula más de 45 años de trabajo dedicados a la educación, especialmente en la Educación de Adultos. Dirigió en el aspecto técnico en la formación de maestros para la Columna Juvenil del Centenario y Columna Juvenil del Mar y otros planes especiales para la Educación de Adultos.
Es profesor adjunto del Centro Regional de Educación de Adultos para la América Latina y el Caribe (CREFAL) y asesor de la Cátedra de Alfabetización y Educación de Jóvenes y Adultos del Instituto Pedagógico Latinoamericano y Caribeño. Participó como especialista en las acciones de diseño y concepción del Programa de Alfabetización “Yo sí puedo seguir”, que se aplica actualmente en países de América Latina, África y Europa.
Ha desarrollado una notable labor en la formación y conducción de profesionales cubanos y extranjeros hacia la investigación de los problemas relativos a los proceso de alfabetización y seguimiento. Ha dirigido investigaciones científicas que lo han convertido en autor y coautor de libros y trabajos pedagógicos de mucha significación
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para la alfabetización y la educación de adultos en general, entre los que se pueden mencionar:
“Políticas y estrategias empleadas en la Campaña Nacional de Alfabetización de 1961 en Cuba” (1998). “Metodología para la educación de personas jóvenes y adultas subescolarizadas” (2003). “Desde la alfabetización presencial al Yo, sí puedo” (2004). “Retos de la Pedagogía de la Educación de Adultos para el nuevo milenio” (2005). En el campo de la colaboración internacional ha realizado trabajos de envergadura en las Repúblicas de Etiopía, del Congo, Guatemala, Venezuela, en las que ha brindado asesoría a programas de alfabetización y educación de adultos. Por la labor realizada en la República de Cabo Verde por tres años recibió la condición de trabajador internacionalista. Actualmente colabora como Asesor del Convenio “Andrés Bello” en Bolivia. Participó en la Campaña Nacional de Alfabetización y dirigió técnicamente la Batalla del Sexto Grado. Posteriormente dio continuidad a la Batalla del Noveno Grado, junto al destacado pedagogo Raúl Ferrer Pérez.
Una mayor profundización sobre la Campaña Nacional de Alfabetización, permite revelar que en el centro mismo de la estrategia desarrollada, afloró un estilo de dirección que resultó determinante en la ejecución de la tarea, cuyos rasgos más característicos fueron: el alto grado de participación social, la revisión crítica y dinámica de los lineamientos trazados, la capacidad de reaccionar con prontitud ante los problemas que el propio proceso iba generando, la presencia directa de los dirigentes en el terreno donde se estableció la relación: analfabeto - alfabetizador y la flexibilidad en la aplicación de normas metodológicas adecuadas a municipios y sectores sociales.
La base de la participación fue concebir la Campaña como responsabilidad de todos y cada uno de los participantes y reconocerla como expresión real del cumplimiento de unos de los presupuestos del Programa del Moncada: educación gratuita y para todos, como derecho y como deber de todos y cada uno de los ciudadanos.
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Hernández Louhau, V. (2007) refiere como la UNESCO, en su reporte titulado "Métodos y medidas utilizadas en Cuba para la supresión del analfabetismo" precisó que su éxito fundamental estuvo en que supo interpretar y guiar la aspiración del pueblo al progreso, al desarrollo cultural, técnico y social, así como integrar la educación obrera y campesina al movimiento y al auge económico.
Señala además, que su ejecución se vio favorecida por tres aspectos fundamentales: la unidad lingüística, la densidad de la población y el clima y su organización horizontal se efectuó a través del trabajo de los alfabetizadores; en ella participaron más de 260.000 alfabetizadores voluntarios (estudiantes, obreros, maestros, profesionales, entre otros) y se emplearon, con fines de persuasión y propaganda, la radio y la televisión.
Todo ello le confirió a la campaña un carácter eminentemente popular. Con ella la educación llegó a los lugares más intrínsecos y en la medida en que se emprendía un objetivo y se lograba una meta, se perfeccionaba el método de actuación. Su secreto radicó, a nuestro juicio en el establecimiento de un proceso comunicativo eficiente, donde las relaciones humanas y por sobre todas las cosas, las relaciones entre alfabetizadores y alfabetizados se convirtieron en agentes socializadores de la Campaña y para la Campaña.
Posterior a la Campaña de Alfabetización, en la cual aprendieron a leer y a escribir más de 707.000 personas, se organizaron cursos de seguimiento para los recién alfabetizados, surgiendo así la EOC que tuvo como objetivo primordial sistematizar la enseñanza de adultos y elevar el nivel escolar y cultural de los obreros, campesinos y amas de casa.
Otras medidas que apoyaron el seguimiento fueron: la preparación intensiva y emergente de maestros populares para enfrentar la escolarización masiva de niños y jóvenes y el inicio del Plan Masivo de Becas, este último propició el acceso de miles de jóvenes procedentes de las zonas más intrincadas del país a la Educación General Media y Media Especializada.
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La Educación de Adultos asumió, por tanto, la superación de los adultos sub-escolarizados, de trabajadores, campesinos y amas de casa. Las Batallas por el Sexto y el Noveno Grados facilitaron la superación masiva de la población adulta activa del país y por ende, la elevación del nivel de escolaridad de ella.
Alfabetizar fue sinónimo de cultura y soberanía: una Campaña sin distinción de razas, sexos, ni edad.
Para vencer en la gran batalla contra el analfabetismo se esgrimieron dos armas fundamentales: la Cartilla "Venceremos" y el Manual "Alfabeticemos", elaborados por la Comisión Nacional de Alfabetización.
La Cartilla se contextualizó, rompiendo así con prefijados dogmas de enseñanza. Ello facilitó, el empleo de nuevos métodos, como por ejemplo: la utilización de textos, adecuados al alumno, donde se reflejaba la realidad nacional y que tenían como propósito crear un lector con plena vigencia social y cultural.
Se excluyeron de la Cartilla las letras poco utilizadas en nuestro idioma. La enseñanza práctica de la Aritmética atendió siempre a la realidad de la zona donde vivía o trabajaba el alfabetizado; no se empleó el deletreo y la enseñanza de las letras fue gradual y no pre-establecida, según las necesidades de aprendizaje de los estudiantes. La enseñanza fue individualizada, lo que garantizó el enfoque personológico de la misma.
La edición de una Revista, según el tipo de analfabeto y el tipo de lector, fue uno de los aportes de la Campaña, ya que propició nuevas lecturas, asequibles al conocimiento del alfabetizado con textos cortos, amenos y adecuados. El resto de los documentos editados sirvieron para apoyar la Cartilla y el seguimiento al trabajo de alfabetización.
Para Cuba lo que fue una Cartilla y seguimiento se convirtió en un sistema de Educación de Adultos, en una rueda cultural que comenzó para no detenerse nunca más. Fue el pilar fundamental de nuestra Educación Popular, que derivó en una concepción dialéctico-metodológica sustentada en un conjunto de prácticas educativas con intenciones que van más allá del aprendizaje o transmisión de
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conocimientos y valores, sino que supo poner en primer plano la defensa y autonomía del hombre y su capacidad creadora a partir del análisis crítico de la realidad.
Esta experiencia ha sido en lo fundamental, la que ha permitido entender y extender la alfabetización hacia la interpretación crítica de un sistema educativo que ha transitado desde los conocimientos segados a las culturas aborígenes, hasta los conocimientos multiplicados en cada experiencia educativa internacional: los primeros constituyen el sustrato primario de nuestra idiosincrasia; los segundos, la consagración de la cultura cubana.
En la medida que los adultos se alfabetizaban eran incorporados a un plan de lectura. Para ello se editó la revista “Arma Nueva”. Los adultos se nucleaban con un guía o monitor en Círculos Familiares de Lectura, en donde los recién alfabetizados perfeccionaban la mecánica de la lectura, ejercitaban la interpretación y ampliaban su vocabulario. Los temas para estas lecturas eran seleccionadas del propio acontecer revolucionario y teniendo en cuenta aquellos aspectos de la vida laboral y social que más interesaba a los alumnos.
En este texto se ha considerado oportuno ampliar la información que se ofrece en el material Actividad pedagógica y didáctica en la educación de jóvenes y adultos, Hernández, L. Vivian y Jorge A. León G. (2007), a partir del análisis que se realiza del texto Metodologías de Alfabetización en América Latina 6 y donde se reseñan los métodos de enseñanza más generales empleados en la alfabetización, fundamentados esencialmente desde el proceso de adquisición de la lecto-escritura y desde una perspectiva lingüística.
En él se explican entre otros, aquellos que tienen como objetivos:
El aprendizaje de la lectura: métodos alfabéticos o deletreo, el fonético y el silábico.
6 Eugenio Rodríguez Fuenzalida: Metodologías de Alfabetización en América Latina, p. 73.
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La comprensión del significado de las unidades de la lengua: métodos de palabras, de frases, de oraciones y el de historias, cuentos y leyendas.
El aprendizaje de la lectura: que entre sus orientaciones ha tenido en cuenta el dominio de conductas básicas de la escritura para lograr la satisfacción de las necesidades prácticas de los sujetos y el dominio de la escritura a partir de una clasificación empírica de las letras.
Se precisan además, los métodos empleados en las Campañas de Alfabetización realizadas en América Latina y el Caribe hasta la década del 80, tendentes fundamentalmente a poner énfasis en elementos constitutivos de los sonidos y palabras, en el lenguaje escrito utilizando como unidad la palabra y en el significado del lenguaje escrito utilizando como unidad la oración. Las características esenciales de algunos de sus métodos, expresadas en el texto de referencia han permitido fundamentar la concepción lingüística que se expone en este texto, como se puede apreciar en la Figura1.
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Fig. 1. Métodos
Finalidad Clasificación Sustento Programas y Textos
Ponen énfasis en los elementos constitutivos de sonidos y palabras.
Métodos fonéticos
o método Laubach
Principios del Dr. Frank Laubach
“Vamos todos a leer”, México.
“Leamos y escribamos”, Colombia.
Métodos silábicos
Desarrollado por Alfalit. Basado en la elaboración de Cartillas para adultos.
Cartilla para Centroamérica y Panamá.
Pre cartilla quechua para Bolivia.
Ponen énfasis en el lenguaje escrito utilizando como unidad la palabra.
Método de palabras normales
Recomendado por el Seminario Internacional de Educación, Caracas, 1948.
Libro de lectura “Abajo Cadenas”, Venezuela.
Cartilla “Venceremos”, Cuba, 1961.
Método psico-social
Estudios realizados por Paulo Freire, educador brasileño.
Manuales aplicados en países de América Latina a partir de la segunda mitad de la década del setenta.
Método de la discusión
El eje central es la dinámica de la discusión, a partir de las experiencias de los participantes.
Cartilla Funcional Agropecuaria, Venezuela, 1970.
Ponen énfasis en el significado del lenguaje escrito utilizando como unidad la oración.
Método de oraciones
Tiene en cuenta el componente cultural de la oración como unidad significativa de la lengua, que puede favorecer la expresión de juicios y criterios a partir de las características psico-sociales de los adultos.
La información se ha ampliado además, de manera gráfica, con los métodos empleados en otros países y que ponen énfasis en el uso de los juegos y simulaciones y en el uso de medios masivos de comunicación como se pueden apreciar en la Figura 2.
Finalidad Clasificación Sustento Programas y Textos
Ponen énfasis en el uso de juegos y simulaciones
Métodos que utilizan juegos y simulaciones
Las actividades se desarrollan a partir de la combinación del método de Paulo Freire (Brasil) y el método de Sylvia Ashton-Warner (Nueva Zelanda).
Se incorporan técnicas de juego y simulación al proceso alfabetizador, como componente fundamental. Se facilita la alfabetización social.
Proyecto de Educación no formal, Ecuador.
Ponen énfasis en el uso de medios masivos de comunicación.
Métodos que utilizan medios masivos
de comunicación: la radio.
Método compuesto
global
Experiencias en el uso de la radio. Muchas de las experiencias emplean el método psico-social de Freire.
Se sustenta en la experiencia cubana en el uso de la radio.
Emplea de forma combinada métodos analíticos y sintéticos tradicionalmente usados para el aprendizaje de la lecto escritura.
Programas Radiales: Emisora Cultural Canaria, de las Islas canarias, España; Radio Santa María, República Dominicana.
Programas de Alfabetización Radial: “Aprann”, Haití, 1999; “Nuevas Esperanzas”, Nicaragua, 2003; Green light Learning for Life Programmer, Nueva Zelanda, 2003; entre otros.
Fig. 2 Juegos y simulaciones
La experiencia cubana en el uso de la radio ha sido corroborada científicamente y hoy sienta sus bases en un Modelo Pedagógico (Terrero Laffita, A. 2006) que:
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Es accesible y asequible a los participantes y facilitadores. (Asequibilidad. Aprendizaje desarrollador).
Prepara a más facilitadores con menos recursos (optimización – mejoramiento profesional y humano).
La radio y la cartilla o cuaderno de trabajo es el soporte fundamental del Modelo (mediadores socio – culturales. Enfoque histórico cultural).
Dr. C. Aida Terrero Laffita. (Baracoa, Guantánamo, 9 de agosto 1960)
Se ha desempeñado como Metodóloga Nacional de la Educación de Adultos del Ministerio de Educación. Actualmente Asesora de la Cátedra de Alfabetización de Personas Jóvenes y Adultas del Instituto Pedagógico Latinoamericano y Caribeño (IPALC). Ha realizado acciones de asesoría científico-metodológicas referidas a la instrumentación del Programa de Alfabetización por Radio en Haití, República Dominicana, entre otros. Es autora de textos como:
“Metodología de la alfabetización por radio” (2005).
“Al habla con los medios” (2006).
“Comunicación y mediadores sociales” (2006).
“De la teoría del conocimiento al aprendizaje desarrollador de personas jóvenes y adultas” (2008).
A partir de la experiencia cubana de alfabetización por radio se ha instrumentado en más de 28 países de América Latina y el Caribe (Venezuela, Bolivia, Nicaragua), África, Nueva Zelanda, Canadá, entre otros los Programas de alfabetización y seguimiento “yo, sí puedo” y “Yo sí puedo seguir”, que han generalizado resultados satisfactorios con un método que emplea la televisión y el vídeo con fines educativos, apreciable en la Figura 3.
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Finalidad Clasificación Sustento Programas y Textos
Métodos que emplean la televisión y el video con fines educativos.
Método compuesto global o mixto
Se utilizan los números para facilitar el proceso de aprendizaje de la lecto-escritura.
Programas de alfabetización y seguimiento “Yo, sí puedo” y “Yo, sí puedo seguir”: Venezuela, 2003; México, 2003; Argentina, 2004; Bolivia, 2006; Canadá, 2007; Nicaragua, 2007.
Fig. 3 Método que emplea la televisión y el vídeo
Ambos Programas han tenido además, respaldo científico a través de investigaciones realizadas por profesionales de la cátedra para la educación de personas jóvenes y adultas del IPLAC, quienes han desarrollado Tesis Doctorales acerca del proceso de alfabetización, seguimiento de personas jóvenes y adultas .
La doctora en Ciencias Pedagógicas, Roxana Solórzano Benítez, quien propone un Modelo de evaluación de impactos de programas de alfabetización evalúa en su tesis doctoral (2005), que el punto de partida del método alfanumérico es el diálogo y la reflexión de un tema de interés individual o socialmente reconocido. Cuenta con una primera etapa de adiestramiento, seguida por la enseñanza de la lectoescritura y la consolidación. Esta división en etapas es de carácter metodológico, porque como sistema de aprendizaje las etapas se relacionan simultáneamente de forma constante y gradual. La atención se centra en el aprendizaje de la lectoescritura como eje instrumental para la adquisición de otros conocimientos, información y desarrollo de la cultura general. (Relys 2003)
Leonela Inés Relys Díaz (Camagüey, 20 de abril de 1947)
Pedagoga cubana, ha fundamentado el método de alfabetización “Yo, sí puedo”, que se ha aplicado en más de 28 países y que hoy cuenta con más de 3 millones de alfabetizados.
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Fue la iniciadora y protagonista en la aplicación de las nuevas ideas y métodos de alfabetización por radio en la República de Haití. Ello conllevó a que la UNESCO otorgara a Cuba, en dos ocasiones la Mención Honorífica y el Premio Rey Sejong.
Ha aportado ideas pedagógicas a la Educación de Jóvenes y Adultos, entre ellas: La docencia no es un título, sino una vocación. Una mujer alfabetizada es una familia alfabetizada. Fundamentación del trabajo con la alfabetización por radio. Diseño y fundamentación del Programa de Alfabetización “Yo, sí Puedo”.
Ha publicado textos relativos a la alfabetización, entre los que se pueden citar: Cartilla “Yo, sí puedo” (2002). Manual del Facilitador “Yo, sí puedo” (2002). De la alfabetización presencial al “Yo, sí puedo” (2004). “Yo, sí puedo” Un programa para poner fin al analfabetismo (2005).
José del Real Hernández. (Villa Clara, 7 de febrero de 1952)
Presidente de la cátedra de personas jóvenes y adultas del Instituto Pedagógico Latinoamericano y Caribeño (IPLAC).
Ha desarrollado una valiosa labor en la organización y desarrollo del Seminario Internacional sobre políticas y estrategias de alfabetización y postalfabetización (La Habana, 2006) y el Congreso Iberoamericano de alfabetización y educación de personas jóvenes y adultas, La Habana, 2008.
Ha fundamentado el Programa cubano de postalfabetización “Yo, sí puedo seguir” que hoy se instrumenta con resultados satisfactorios en países como Venezuela, Ecuador, entre otros.
Entre sus textos publicados referidos a la educación básica de personas jóvenes y adultas, se destacan:
Estrategia para la capacitación pedagógica de los facilitadores del Programa Audiovisual cubano “Yo sí puedo seguir” (2008).
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Alfabetización bilingüe y multilingüe desde un enfoque intercultural (2006).
Roxana Solórzano Benítez. (Holguín, 17 de julio de1975)
Asesora académica del Instituto Pedagógico Latinoamericano y Caribeño (IPLAC).
Miembro del Proyecto de Investigación “Aporte socio-educativo a los programas de alfabetización y Educación de Jóvenes y Adultos”. Obtuvo el Premio al Joven Investigador de Ciencias Pedagógicas del CITMA.
Es autora de textos:
“Desde la alfabetización presencial al “Yo, sí puedo” (2004).
“La actividad investigativa en la educación de jóvenes y adultos” (2006).
“Modelo para la evaluación del impacto de programas de alfabetización” (2008).
Este bosquejo ha permitido sustentar que es justamente la lengua el punto de unidad y convergencia en los diferentes contextos en que se han instrumentado las acciones de alfabetización y educación de jóvenes y adultos (as) en Cuba, hasta nuestros días. Baste significar que los métodos de enseñanza más generales empleados en estos procesos, han sido fundamentados esencialmente desde una perspectiva lingüística y desde el proceso de adquisición de la lecto-escritura.
En el texto Fundamentos teórico-metodológicos para la educación de jóvenes y adultos (Hernández L., V. 2007) se asumen concepciones lingüísticas desde un enfoque comunicativo-funcional. Es entonces la concepción lingüística, el uso del idioma, la variedad y riqueza léxica de los participantes la que favorece el aprendizaje, la que repercute en un contexto social determinado, a partir de las experiencias y competencias previas que se comparten en el espacio alfabetizador. Son justamente las adecuaciones lingüísticas al contexto, las que permiten la sistematización de una experiencia de alfabetización y educación de personas jóvenes y adultas, que hoy brinda sus
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resultados en muchos países del mundo y la evaluación de su impacto, fundamentalmente en el orden social.
Se tienen en cuenta los presupuestos más generales de la lingüística del texto y el enfoque comunicativo y se valoran los conceptos de competencia lingüística y dimensión sociolingüística de la competencia comunicativa.
En este final de siglo, el concepto de competencia lingüística acuñado por Noam Chomsky ha derivado en una moderna teoría que parte del carácter intencional de todo signo y que tiene en cuenta al usuario, como agente portador de ese significado. Ella sitúa a la actividad lingüística del hombre como una actividad eminentemente social y racional en la que la elección de los medios y procedimientos para expresar una intención comunicativa no es arbitraria, sino que se realiza dentro de los límites de los procedimientos ya establecidos socialmente y logrados por una herencia cultural y que supone el dominio de una competencia comunicativa del hablante.
La competencia comunicativa, realizada desde ese punto de vista, es también competencia lingüística. Es resultado del aprendizaje de un comportamiento lingüístico, sustentada en reglas de correspondencia entre determinadas situaciones comunicativo-contextuales y los mensajes lingüísticos.
La experiencia cubana de alfabetización y educación de personas jóvenes y adultas evalúa entonces, el aprendizaje del participante desde la dimensión sociolingüística, redimensionando el proceso de evaluación de impactos sociales.
La lingüística del texto aporta una nueva dimensión a los estudios del lenguaje y por ende, a la alfabetización como proceso social y lingüístico. Se toma como punto de partida una frase, que se constituye en el texto, se seleccionan palabras claves en correspondencia con el conocimiento que posee el participante de su universo vocabular, se procede a la división en sílabas, producción oral y escrita de combinaciones silábicas normales e inversas y por último, la construcción de nuevas palabras y frases.
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Estudia, por tanto, las estructuras lingüísticas de emisiones completas de frases y oraciones y favorece el desarrollo de relaciones lingüísticas mentales que rebasan el marco de la oración: las relaciones semánticas.
Vivian María Hernández Louhau. (Santiago de Cuba, 28 de abril 1959)
Acumula vasta experiencia profesional en el área de la investigación pedagógica sobre Pedagogía, Andragogía, Educación de Jóvenes y Adultos y los procesos de alfabetización. Ha realizado asesorías científico-metodológicas y ha coordinado Proyectos Educativos Regionales y de Investigación sobre Métodos de alfabetización y Planeación en la Educación de Jóvenes y Adultos en Panamá (2002), México (2003-2004), Venezuela (2007).
Actualmente dirige el Proyecto de Investigación “Fundamentos teórico-metodológicos para la Educación de Jóvenes y Adultos en Cuba”. Ha publicado textos científicos dirigidos a la sistematización de experiencias de alfabetización y seguimiento al proceso de educación de personas jóvenes y adultas, entre ellos:
El planeamiento en la educación de jóvenes y adultos (2008). Fundamentos teórico-metodológicos de la educación de jóvenes y
adultos (2007). Métodos y procedimientos en la actividad pedagógica de la
educación de jóvenes y adultos (2006). Alfabetización bilingüe y multilingüe desde un enfoque
intercultural (2006). Educación de jóvenes y adultos: ¿realidad o utopía? (2003). Tendencias actuales de la alfabetización. Técnicas y métodos
desde una perspectiva pedagógica y socio-cultural (2001). Alfabetización y Cultura: Una propuesta de cambio social en el
contexto educativo (1999).
Estos fundamentos han permitido evaluar que en los programas de estudios de la educación de jóvenes y adultos en Cuba se ha tenido en cuenta relacionar el desarrollo del lenguaje, el aprendizaje de una lengua, con las funciones que cumple y la contextualización al
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desarrollo socio-cultural en que se inserta el participante en cualquiera de sus modalidades de aprendizaje.
Es así que, el propio desarrollo de la Campaña de Alfabetización y los resultados que se iban obteniendo, engendró la necesidad de estructurar de inmediato la continuidad en los estudios para los recién alfabetizados y, más tarde, para los subescolarizados con un enfoque socio-lingüístico desde el trabajo de orientación política. Con el empuje revolucionario, la orientación política y el apoyo masivo de las organizaciones, la gran tarea social siguió adelante con la Educación Obrera y Campesina cuya Dirección Nacional fue creada por el Ministerio de Educación en 1962, surgiendo así, sobre la marcha, una nueva educación de adultos con leyes y principios descubiertos en la práctica científica del trabajo.
El 30 de enero de 1962, con el objetivo de adelantar a los responsables una guía para iniciar los trabajos en las quince mil aulas que se pretendían inaugurar el 24 de febrero, se editó el folleto llamado “El Seguimiento” en el que se daba a conocer el avance de la coordinación entre el Ministerio de Educación, el Ministerio de Industrias, la Central de Trabajadores de Cuba, la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños y los Comités de Defensa de la Revolución para la unificación de los planes de la educación popular de los trabajadores y donde se hace referencia a la creación de la Dirección Nacional de Educación Obrera y Campesina.
Después de los dos primeros años de Gobierno Revolucionario funcionaban en el país más de 12 000 escuelas primarias. Para ello fue necesario realizar adaptaciones de edificios y grandes residencias. Se convirtieron 69 cuarteles militares de la tiranía en escuelas.
El seguimiento y la superación obrera que habían nacido separados se unían bajo una sola dirección, las experiencias de uno servían al otro y por la creación de las aulas e inscripción de los alumnos para ambos planes trabajaban juntos los sindicatos y las administraciones, los departamentos de educación de los ministerios y las organizaciones de masas. El Plan del Mínimo Técnico y las Escuelas de Domésticas se fortalecían con esta unión de la Educación de Adultos.
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El 24 de febrero de 1962 se inauguraron los cursos de Seguimiento para los recién alfabetizados y las personas que no habían alcanzado el nivel equivalente al segundo grado de la enseñanza primaria y los Cursos de Superación Obrera para la población adulta con una escolaridad de tercero a sexto grado no vencido. El primero se vencía en seis folletos y el segundo en 17 (aproximadamente un año escolar). Una vez vencidos los contenidos de los folletos, los alumnos se examinaban y recibían los créditos educacionales correspondientes.
Los contenidos de estos cursos giraban alrededor de dos asignaturas fundamentales: Matemática y Español y tomándolos como eje se ofrecían conocimientos de Ciencias Sociales, Ciencias Naturales y también se abordaban otros importantes aspectos para la comunidad como por ejemplo: temas de higiene y salud, la política nacional e internacional a través de la asignatura política en el Mural. Los folletos recogían la actualidad política, económica y social lo que daba un carácter funcional al desarrollo de cada asignatura.
En el año 1962 el Curso de Seguimiento comprendió dos cursos; uno de nivelación, para atender todos los fallos de la Campaña de Alfabetización que duró desde el 24 de febrero hasta el 15 de julio y otro desde el 1ero de agosto hasta el 20 de diciembre llamado 2do Curso de seguimiento.
Para atender el Seguimiento se creó una Dirección Nacional de Seguimiento subordinada a la Dirección de Educación de Adultos. A nivel provincial funcionaba un equipo de Dirección Técnica y Activismo que funcionaba en coordinación con las organizaciones de masas. Un cuerpo de orientadores visitaban los municipios para ayudar en la realización del Plan de Seguimiento y los trabajos posteriores del aprendizaje. A nivel de municipio funcionaba una Comisión de Seguimiento integrada por un responsable y un miembro de cada organización revolucionaria y de masas.
La participación de los adultos en las transformaciones sociales a través de su integración a las organizaciones políticas y de masas contribuyó a que se conociera que el estudio era fundamental para el acelerado avance de la economía y para alcanzar un mayor bienestar del pueblo. Por ello el programa educacional fue impartido en
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escuelas creadas para el trabajo nocturno, vespertino, al final de la jornada de trabajo, con horarios flexibles adaptados a las necesidades de los alumnos.
Otras medidas que apoyaron el Seguimiento fueron: la preparación intensiva y emergente de maestros populares para enfrentar la escolarización masiva de niños y jóvenes y el inicio del Plan Masivo de Becas, este último propició el acceso de miles de jóvenes procedentes de las zonas más intrincadas del país a la Educación General Media y Media Especializada.
La adaptación de la enseñanza de adultos trabajadores a la época y a las formas de actividades productivas fue un proceso difícil. Existía un mosaico de horarios disímiles para que estudiaran los obreros agrícolas, los metalúrgicos de un taller, los soldados de una unidad, los pescadores de una cooperativa, los chóferes de una ruta de ómnibus, los empleados de un departamento comercial, los carboneros, la tripulación de un barco, las jóvenes campesinas, los trabajadores del sector azucarero y del cafetalero.
Al establecerse en 1962 los cursos para la Educación Obrera y Campesina (EOC) se adoptó el calendario de la Enseñanza General que comenzaba en septiembre y finalizaba en junio. A este calendario se le llamó urbano o normal, tenía una sola incorporación al año y permitía el vencimiento de un solo curso o nivel de escolaridad. Más tarde se estableció también el calendario de montaña que funcionaba de enero a septiembre y que favoreció la incorporación de los trabajadores que se dedicaban fundamentalmente al cultivo del café y del mismo modo surgió el calendario rural o cañero de junio a diciembre, tratando de encontrar soluciones para incorporar al estudio a los trabajadores de las zonas de zafra azucarera y bateyes de centrales.
Los cursos de Educación de Adultos funcionaban todo el año, pero las movilizaciones para la producción y la defensa provocaban cierta inestabilidad, los calendarios establecidos no resultaban del todo funcionales, puesto que el trabajador, al interrumpir reiteradamente sus estudios por un período mayor de tres meses, no podían incorporarse hasta el año siguiente lo cual traía consigo la pérdida de tiempo, de recursos y con ello, la deserción.
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Después de años de experiencia y de investigaciones se fueron conociendo mejor las condiciones de los distintos sectores laborales y el tiempo o etapa en que podían incorporarse al estudio los trabajadores y permanecer en el curso. El análisis de todas estas dificultades permitió encontrar una solución casi definitiva al currículo, con el establecimiento de los cursos por semestres que significaban dos oportunidades al año.
Encontrar maestros para atender de pronto más de 20 000 aulas fue el más duro problema en 1962. La experiencia de más de un cuarto de millón de alfabetizadores el año anterior fue la base para formar maestros aficionados con trabajadores, campesinos, jóvenes, y mujeres con un nivel de escolaridad que permitiese su habilitación. La formación inicial en seminarios internos de varios meses y su superación continuada en más de trescientos seminarios sabatinos permanentes fue la clave para la solución del problema. De los maestros aficionados surgieron después prestigiosos estudiosos de la educación.
Anualmente se celebraban seminarios técnicos nacionales donde los especialistas intercambiaban experiencias, analizaban investigaciones, discutían normas organizativas y didácticas y se trazaban orientaciones sobre el desarrollo general de la labor, que bajaban a las comisiones técnicas provinciales y regionales para su estudio y aplicación. La aplicación de esta línea de masas bajo el principio del trabajo colectivo y la crítica permanente permitió crear los fundamentos teóricos y las bases de nuestra didáctica para la enseñanza de adultos.
En las filas de la EOC, junto a los maestros aficionados que constituían el 70%, trabajaban maestros profesionales, además de la Brigada de maestros vanguardias “Frank País” que atendió más de 2000 aulas de adultos en las montañas.
La lucha del adulto y del joven subescolarizado contra el retraso escolar o deserción de la escuela primaria, en el afán de obtener su certificado de sexto grado fue estimulada por la emulación nacional establecida por los sindicatos y por las administraciones en los centros de trabajo. Las organizaciones políticas exigían a sus
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miembros, y por supuesto a sus dirigentes, el sexto grado como mínimo de escolaridad.
La experiencia demostró que con adultos subescolarizados, la clase del maestro debía ser la forma fundamental de organización de la enseñanza y que los medios de comunicación masiva podían constituir un apoyo a los programas de estudio impartidos en la escuela y, a la vez, un medio para ofrecer conocimientos que ampliaran el horizonte cultural de los obreros, campesinos y amas de casa así como para contribuir a la elevación del nivel pedagógico y metodológico de los miles de maestros aficionados que atendían esta enseñanza por lo que la Educación Obrera y Campesina desde sus inicios utilizó la radio y la televisión en sus planes educacionales.
Entre los Programas Nacionales que apoyaron el desarrollo de estrategias de aprendizaje para la post-alfabetización se encuentran los siguientes:
Programa de radio y televisión “Superación Obrera” que se desarrolló durante los primeros años de la Educación Obrera y Campesina. En este programa se ofrecían clases de Matemática y Español dirigidas a los alumnos y servían para orientar al maestro que estaba frente al aula y aclarar las dudas de los estudiantes derivadas del tema tratado en el programa.
Programa de radio “Páginas Nuevas”, cuyo objetivo era estimular la lectura entre los adultos subescolarizados. Tenía una frecuencia diaria de lunes a viernes.
Programa de televisión “Orientaciones técnicas para la Batalla por el Sexto Grado” que contribuyó en gran medida a la superación técnica del magisterio.
Programa de radio “Seminario Sabatino” cuyo objetivo era ofrecer superación cultural y pedagógica a los maestros de adultos. El programa se escuchaba en las reuniones semanales de los maestros. Durante su transmisión estos tomaban notas que posteriormente eran analizadas y discutidas. La audiencia era controlada mediante la Tarjeta de Control que se remitía a la Dirección Nacional lo que permitía conocer los temas de mayor o menor interés y las sugerencias. Como complemento se editaba un
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boletín que contenía los temas más importantes de las trasmisiones de un mes que constituía un material de estudio y de recordación de lo tratado en los programas radiales.
Programa de radio “Radio Pedagogía” dedicado a los seminarios internos de maestros aficionados, mediante el cual recibían orientaciones metodológicas.
Esta práctica constituyó una gran experiencia para la utilización de la radio como medio de apoyo a la superación del magisterio.
La construcción de la nueva sociedad requería de una producción en escala superior, situación que determina el desarrollo tecnológico a un ritmo creciente y por tanto la necesidad de formar grandes contingentes de obreros calificados y de técnicos medio. Nuestra Educación de Adultos se realizaba dentro de una constante transformación progresiva ante la necesidad de responder a las exigencias del proceso revolucionario y adaptarse a sus circunstancias.
El 28 de septiembre de 1962, mediante la Resolución Ministerial No. 320 se incorporan las Escuelas Nocturnas a la Educación de Adultos. Por otra parte, mediante la Resolución Ministerial No. 2925 de 1962 se crean las Facultades Obreras y Campesinas subordinadas a las Universidades.
Para asegurar la continuidad de estudios de los egresados de la EOC, mediante la Resolución Ministerial No. 2703 del 1ro de mayo de 1963 se establece el Curso Secundario de Superación Obrera (CSSO), que ampliaba y reafirmaba los conocimientos del nivel elemental y constituía la base cultural general necesaria para los cursos de calificación técnica relacionados con el desarrollo agropecuario derivado de las leyes de Reforma Agraria, acorde con el carácter funcional de la Educación de Adultos vinculada al mundo del trabajo.
Para los graduados del curso secundario que necesitaban adquirir mayores niveles técnicos y culturales se articularon estos estudios con las unidades de Facultad Obrera y Campesina (FOC) y con las escuelas e instituciones tecnológicas para la formación de técnicos y obreros calificados.
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El 11 de febrero de 1965, mediante la Resolución Ministerial No. 144 se establecen las formas que asumirá la educación de adultos, niveles, créditos académicos y articulaciones de los distintos cursos y niveles y aplicación de los planes de educación de adultos.
Para la EOC se establecieron tres cursos a vencer en un año escolar cada uno y se elaboraron los libros de texto para este nivel. En el plan de estudios se incluyó la Geografía de Cuba como asignatura independiente a desarrollar en 15 lecciones. Esta medida estuvo determinada por la necesidad de dar una visión más amplia a los alumnos adultos de los planes de desarrollo que se estaban incrementando en el país y a la de cada región en particular.
Por otra parte se priorizó la coordinación entre el sistema de enseñanza de adultos y las administraciones de las fábricas para fortalecer en los centros de trabajo las unidades de Facultades Obreras, las escuelas taller y la “Batalla del sexto grado” dentro de las masas trabajadoras, la vigorización de la cultura general y la calificación agropecuaria en el seno de la Columna Juvenil del Centenario.
Cuba continuaba librando el combate contra el analfabetismo residual dentro de las comunidades rurales de más difícil acceso y se fortalecían las relaciones entre el Ministerio de Educación y los organismos para un mejor aprovechamiento a favor del aprendizaje sistemático o asistemático de las masas, en los servicios de las bibliotecas, las actividades de arte y cultura, el cine didáctico, las áreas deportivas, los museos, las revistas especializadas, la televisión y la radio y elevar la calidad de la enseñanza de adultos con la mejor utilización de los medios audio-visuales que se producían en la industria nacional creada dentro de los servicios del Ministerio de Educación.
En el año 1969, mediante la Resolución Ministerial No. 018 se dispone la incorporación al Ministerio de Educación de las FOC de las tres Universidades.
En 1970, se adecuan los programas de EOC en 4 cursos a vencer en un semestre cada uno (dos años escolares), y se incluyen en el plan de estudios las asignaturas Ciencias Naturales e Historia de Cuba
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para ofrecer, en la primera, temas que sirvieran de base a la calificación obrera y en la segunda, mediante el estudio de 15 hitos fundamentales de la Historia de Cuba, para contribuir a la cabal comprensión del proceso histórico en la construcción socialista.
En el I Congreso Nacional de Educación y Cultura, celebrado en abril de 1971, se debatieron y analizaron los problemas que en ese entonces afectaban a la educación. Esta etapa se caracteriza por el continuo crecimiento y el desarrollo del Sistema Nacional de Educación, y una tarea básica la distingue: realizar la revolución educacional planteada por nuestro Comandante en Jefe en el Acto de Clausura del II Congreso de la Unión de Jóvenes Comunistas en abril de 1972.
Todo ello motivó que, entre las indicaciones generales del Ministerio de Educación para el curso escolar 1971-1972, se señalaran como prioridades: la intensificación del trabajo contra el analfabetismo residual, con preferente atención a los sectores jóvenes y a las comunidades más intrincadas, el fortalecimiento de las escuelas nocturnas y de las escuelas de centros de trabajo, bases campesinas y granjas, la orientación al alumnado de las FOC del curso secundario hacia los estudios tecnológicos superiores, la calificación y recalificación técnica, el desarrollo, en las FOC en industrias, de una programación que respondiera a las necesidades del país, en coordinación con las universidades, la dirección de cultura y el frente de trabajo ideológico de la Revolución.
Además, se indicó consolidar la enseñanza de idiomas en el territorio nacional sobre la base de estabilizar las matrículas, introducir medio modernos de aprendizaje e incrementar la preparación del personal docente, tanto dentro de los planes regulares de formación como en las escuelas provinciales de formación emergente.
El Ministerio de Educación inició los estudios relativos al pronóstico científico del Sistema Nacional, con vistas a poner en vigor su plan de perfeccionamiento. Este plan de perfeccionamiento tenía como objetivo fundamental adecuar el sistema educacional a las necesidades de la sociedad, a la luz del progreso científico técnico y cultural de nuestros días, y comprendió tres tipos de estudios
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principales: diagnóstico, pronóstico y el plan de perfeccionamiento propiamente dicho.
En la estructura: análisis de la extensión de los estudios; duración de la primaria, su organización; necesidad de no ampliar los de nivel medio sobre las edades de 16 0 18 años, lo cual permitiría que se graduaran más jóvenes y tuvieran una vida laboral más extensa, sobre todo los profesionales universitarios.
En el contenido: aspectos cualitativos de la enseñanza en planes y programas de estudio, textos y medios de enseñanza, para adecuarlos a los progresos científicos técnicos alcanzados en el mundo contemporáneo.
En el pronóstico, se concretó la proyección científica del desarrollo planificado de la educación, con vistas a la perspectiva a largo plazo de la escuela cubana. De esta forma se trató de recoger las experiencias y los logros de nuestra educación y, por otro lado, corregir las deficiencias encontradas en el diagnóstico.
Por último, la confección del plan de perfeccionamiento y su aplicación, concentrada en el diseño de los nuevos planes y programas de estudio y su aseguramiento material. Estas adecuaciones sustentaron cambios curriculares en los diferentes subsistemas: la educación de adultos no escapó a este fin.
Como resultado de los grandes esfuerzos realizados y la aplicación del Plan de Perfeccionamiento, se llegó a la implantación de un sistema educacional organizado en subsistemas, de acuerdo con los distintos tipos y niveles de enseñanza.
El subsistema de Educación de Adultos tiene como función principal la de proporcionar a los jóvenes y adultos la base necesaria, en educación general, para su ulterior capacitación o superación. En el desarrollo histórico de la misma se han establecido modificaciones y/o ampliaciones en correspondencia con las necesidades históricas concretas de la sociedad. Cada una de estas modificaciones y/o ampliaciones se aplican con una misma metodología basada en los principios de estructura integral y con un enfoque de sistema.
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Se determinaron cambios radicales en el contenido de los planes de estudio, programas y textos, así como en aspectos básicos de la organización escolar y en métodos y vías de asesoramiento y control.
Las características más sobresalientes de estos años se refieren a los grandes e importantes esfuerzos realizados para estructurar la educación como sistema y convertir la escuela en una sólida institución social.
Como parte de estos esfuerzos por elevar la calidad de la educación, la puesta en marcha del Perfeccionamiento significó un importante cambio cualitativo en el contenido y estructura de los planes de estudio y en las concepciones del trabajo didáctico y metodológico; en el mejoramiento de los planes de formación y superación del personal docente; en la organización escolar y el sistema de inspección y en la elaboración y edición de nuevos libros de texto para todos los tipos y niveles de enseñanza.
En su definición más plena y profunda, el Perfeccionamiento es una tarea permanente. Su esencia está en la labor cotidiana, en utilizar vías y métodos del trabajo científico metodológico como valiosos recursos para validar los programas, planes de estudio, textos, medios. También radica en que cada uno de nuestros técnicos, especialistas y profesores de avanzada, sea un acucioso investigador y vea en la escuela, en el aula, un rico laboratorio de obtención de experiencias.
En 1972 se celebra en La Habana el Seminario Latinoamericano de Educación de Adultos, en el cual se expresa el concepto de Educación Funcional, considerándola como la educación que basándose en la vinculación del hombre al trabajo es capaz de integrar los intereses de los individuos y de la sociedad.
En abril de 1972, en ocasión de realizarse el II Congreso de la Unión de Jóvenes Comunistas el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz planteó la necesidad de revolucionar hasta los cimientos los conceptos de la educación, lo que dio lugar al inicio del Plan de Perfeccionamiento.
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A inicios del año escolar 1972-1973 se integró el grupo de pronóstico de la educación, el que efectuó el análisis del sistema educacional y elaboró en un primer período las propuestas para el perfeccionamiento del subsistema de Educación General. Tomando como base la marcha de esa experiencia, se comenzó el trabajo de diagnóstico del subsistema de Educación de Adultos para lo cual se tomaron como líneas directrices las indicaciones de los dirigentes del Partido y del Estado, las leyes y resoluciones, las recomendaciones y acuerdos del I Congreso de Educación y Cultura, las resoluciones y acuerdos del XIII Congreso de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC), y los acuerdos del XXXIV Congreso Nacional de la CTC, así como toda la documentación redactada para el Perfeccionamiento del Subsistema de Enseñanza General y otros materiales del centro de desarrollo educativo.
El estudio realizado permitió tener ideas claras sobre el encargo social de la educación de adultos, su papel en la superación política e ideológica de los trabajadores, sus objetivos en esta etapa de trabajo, el nivel y dosificación de sus contenidos en relación con el tiempo disponible para el estudio, el nivel científico de las asignaturas, la articulación entre los distintos niveles del subsistema y su vinculación con la calificación técnica de los trabajadores en sus puestos de trabajo y con la Educación Técnica y Profesional (ETP).
Se hizo evidente la necesidad de modificar la estructura del subsistema, de evaluar con detenimiento los problemas relacionados con el tiempo docente teniendo en cuenta el tiempo libre de los trabajadores, el carácter extralaboral de las instituciones docentes para adultos y las distintas situaciones del trabajador en relación con el estudio, la necesidad de realizar algunas modificaciones en la estructura de las asignaturas para articular más convenientemente el Plan de Estudios con los planes de la Enseñanza General, de la Educación Técnica y Profesional y la capacitación de los trabajadores en sus puestos de trabajo.
Se llegó a la conclusión de que las modificaciones fundamentales debían realizarse en la Secundaria Obrera y Campesina (SOC) y la FOC, por cuanto la EOC, en los últimos años, había realizado modificaciones importantes en los contenidos de sus planes y
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programas de estudios y se encontraba enfrascada en la fase final de la batalla por el sexto grado que debía culminar en lo fundamental en 1980.
Por otra parte, el desarrollo de las relaciones de amistad y cooperación con diversos países, contribuyó a la necesidad del aprendizaje de nuestra lengua por estudiantes, técnicos extranjeros y diplomáticos desde el inicio de los años 60 por lo que se impartió en la mayoría de las escuelas de las capitales provinciales. En 1972 se creó la escuela “José Martí” dedicada solamente a la enseñanza del español como lengua extranjera. Actualmente es el centro de idiomas y computación para Extranjeros que imparte cursos regulares e intensivos, desarrolla talleres y entrenamientos.
En 1975, la Comisión creada por la Resolución No. 704 para realizar la tarea de perfeccionamiento, elaboró en forma de proyecto y proposición, las tesis de partida para la solución de las dificultades planteadas. En ese momento ya fue posible tomar en cuenta los principios enunciados por nuestra Constitución y las Resoluciones del I Congreso del Partido.
El Gobierno Revolucionario aprobó las proposiciones hechas por la Dirección del Ministerio de Educación sobre los cambios fundamentales a efectuar para el perfeccionamiento y desarrollo del subsistema de Educación de Adultos como parte del perfeccionamiento y desarrollo del sistema nacional de educación. Las más importantes fueron:
Establecer los objetivos generales de la Educación de Adultos y los específicos de cada nivel de enseñanza.
Modificar la estructura del subsistema de Educación de Adultos.
Apoyar, con la creación de las Secundarias Obreras y Campesinas, la determinación de ampliar la obligatoriedad de la enseñanza hasta 9no grado.
Establecer la duración de siete años para todo el subsistema.
Elevar el contenido para hacerlo equivalente en sus niveles terminales a los grados correspondientes de la Educación General.
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Establecer las escuelas especiales y cursos dirigidos que complementaban la red de centros docentes del subsistema de Educación de Adultos.
Ampliar el horario a dos horas clases diarias en las escuelas de idiomas reduciendo significativamente el tiempo del plan de estudio a la vez que modificaba la metodología y el contenido de los programas en beneficio de la calidad.
El uso racional de los medios masivos de comunicación y las convocatorias para exámenes libres de 6to grado.
Entre las modificaciones al plan de estudios se establecen 16 frecuencias de clases semanales, mediante cuatro turnos de 45 minutos cuatro días a la semana y 15 frecuencias semanales para las aulas en centros de trabajo, en las que esto no fuera posible organizándolos en tres turnos de 45 minutos cinco días a la semana.
Los estudios realizados por el Dr. C. Jaime Canfux Gutiérrez señalan como elementos fundamentales de la estrategia de postalfabetización en Cuba los siguientes:
La formulación de una política educacional que respondiera a la estrategia de desarrollo económico y social de la revolución, iniciada con la aplicación de la Reforma Agraria y las leyes revolucionarias.
El inicio de un sistema de coordinaciones mediante el establecimiento de una estructura capaz de garantizar vertical y horizontalmente, las relaciones de trabajo con las organizaciones políticas y de masas, organismos administrativos y otras instituciones, a fin de viabilizar el trabajo para la incorporación de los obreros, campesinos, amas de casa y militares a la superación cultural; controlar y estimular su permanencia; organizar y reglamentar la consecución de los recursos humanos y materiales.
La concepción de una pedagogía de adultos producto de la experiencia y al no existir antecedentes antes de la revolución aplicada a un amplio y diverso universo de sectores de la producción y los servicios, zonas urbanas y rurales, costeras y montañosas y de la población que, por sus características
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laborales, necesita de un tratamiento especial como es el caso de los trabajadores del mar, las brigadas móviles de la construcción y el sector agropecuario.
La formación del personal docente con carácter emergente, capaz de desarrollar los programas de estudio y de poner en práctica medidas dirigidas a eliminar las deficiencias y solucionar los múltiples problemas que se presenten en el trabajo con adultos.
El establecimiento de controles estadísticos sistemáticos, desde la base, para conocer de una forma dinámica el desarrollo del plan general, el cumplimiento de las proyecciones de incorporación y el grado de aplicación del programa, como parte esencial del proceso de evaluación y retroalimentación.
El control y la evaluación, que permiten poner al descubierto las deficiencias y dificultades a fin de ofrecer las soluciones necesarias en el momento oportuno.
Por la labor realizada en la educación de adultos la Educación Cubana recibió el reconocimiento de Organismos Internacionales. En 1964, por la Batalla del 6. Grado fue otorgado el Premio Krupskaya y en 1968, fue otorgado el Premio Pavlevi por el modelo de educación de adultos.
El 21 de octubre de 1976 es aprobada y puesta en vigor la Resolución Ministerial No. 654 que estableció una nueva estructura y un nuevo Plan de estudios para el subsistema de Educación de Adultos, así como disposiciones complementarias y medidas transitorias relacionadas con la implantación progresiva del mencionado plan. En esta Resolución se expresa como quedaba estructurado el subsistema de Educación de Adultos y se define el alcance y articulación de cada uno de sus niveles de enseñanza.
Por medio de su segundo por cuanto, la Resolución Ministerial No. 654 enfatiza en lo establecido por la Resolución sobre Política Educacional aprobada por el I Congreso de Partido Comunista de Cuba7, en relación con el papel de la educación de adultos y las relaciones con los organismos y organizaciones cuando expresa: “La
7 Tesis sobre Política educacional, p. 11.
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educación de adultos, en el cumplimiento de sus funciones, laborará activamente para que los planes que se han propuesto organismos y organizaciones de masas, que procuran elevar el nivel de escolaridad de los trabajadores, sean alcanzados”.
“El Ministerio de Educación prestará la mayor cooperación a los organismos del estado para el cumplimiento de sus funciones de calificación y recalificación profesional y técnica de los trabajadores”.
“Especial atención se brindará a la superación cultural y a la calificación técnica de la mujer”.
De acuerdo con estos enunciados se establecieron las funciones de la Educación de Adultos dirigidas a:
Posibilitar el desarrollo cultural de las masas subescolarizadas.
Contribuir a la formación comunista de los trabajadores, campesinos y amas de casa para una participación más eficiente en la construcción del socialismo, ampliando su horizonte cultural y estimulando sus intereses cognoscitivos para favorecer el desarrollo de sus necesidades espirituales.
Garantizar la preparación básica general necesaria a la capacitación profesional de distinto tipo y nivel.
Permitir el completamiento de los estudios partiendo de las necesidades reales de la sociedad y que debía corresponderse con el subsistema de Educación General en cuanto a la esencia y los contenidos principales de los planes y programas de estudio de cada nivel, especialmente en la SOC.
En 1976, con el Perfeccionamiento del subsistema de educación de adultos, se mejoran notablemente tanto los contenidos como las articulaciones de esta educación y se logra una mayor aproximación de los contenidos y programas que por su parte desarrollaba la Educación General y la ETP, favoreciendo así las necesidades de homogeneidad, equilibrio y articulación en lo esencial, de todos los subsistemas.
El XXXIV Consejo Nacional de la CTC se planteó la tarea de elevar a un mínimo de 6. Grado el nivel escolar de la clase obrera en el
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quinquenio 1976-1980, tarea a la cual se unieron la Federación de Mujeres Cubanas (FMC) y la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños (ANAP) y por medio de la Resolución Ministerial 654 se dispone que, mientras se desarrolle la etapa final de la batalla por el 6. Grado y exista la necesidad de facilitar la obtención del certificado correspondiente se realizaran convocatorias para el examen libre de 6to grado. El auge del movimiento sindical y los estímulos morales y materiales desataron un extraordinario incremento en la demanda de estudio por parte de los adultos (as).
Los estudios realizados por el instituto central de ciencias pedagógicas de Cuba para la implementación del perfeccionamiento nacional de educación, base de las actuales concepciones curriculares, han tenido en cuenta estas particularidades y se fundamentaron en criterios y principios que relacionamos a continuación:
Principio de la educación como fenómeno social en su esencia.
Principio del encargo social al sistema nacional de educación.
Principio del enfoque de sistema.
Principio de la planificación educacional como parte de la planificación global del país.
Principio de la racionalización económica del sistema.
Principio de la relación entre educación y desarrollo económico.
Principio de organización de la escuela única, articulada en los diferentes tipos y niveles del sistema.
Principio de la combinación del estudio con el trabajo.
Principio de la movilidad o cambio de trabajo.
Principio de la formación vocacional y la orientación profesional.
Principio de la mayor profundización en el aprendizaje sin prolongar la duración en años del sistema.
Principio de la unidad entre educación escolar y educación extraescolar.
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Principio de la educación permanente.
Principio de la determinación social de la escuela de cada subsistema.
Principio de la determinación de los contenidos de la educación, con la fijación del nivel mínimo que requiere toda la población (obligatoriedad de la enseñanza) de acuerdo con las exigencias de su desarrollo económico y social.
Principio del acortamiento del tránsito, por etapas, frente a nuevas estructuras y contenidos de la enseñanza.
Principio de la atención a la contradicción entre estabilidad y cambios en el sistema.
Principio de la determinación del retraso escolar admisible, con las correspondientes edades límites para cada tipo y nivel del sistema.
Principio de la extensión del sistema, de acuerdo con los contenidos requeridos para el ingreso en los estudios superiores.
La explicación de estos principios resulta obvia, ya que son de conocimiento general, y permitió asumir, en estudios de tesis doctoral realizados por Marbot Jiménez, E. (2008) concepciones curriculares que tienen en cuenta el criterio de la Dr. C. Fátima Addine Fernández acerca de currículo, definiéndolo como “un proyecto educativo integral con carácter de proceso, que expresa las relaciones de interdependencia en un contexto histórico-social, condición que le permite rediseñarse sistemáticamente en función del desarrollo social, progreso de la ciencia y necesidades de los estudiantes, que se traduzca en la educación de la personalidad del ciudadano que se aspira a formar”.8
De manera general, como bien plantea la Dra. Julia García Otero, en el campo de la teoría curricular se considera las bases como el cimiento que sostiene toda la estructura espacial y temporal del Currículo. Se asumen los fundamentos como el marco teórico y 8 Colectivo de autores: Diseño Curricular.1995.
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metodológico que expresa el modelo curricular asumido y orienta todo el proceso de elaboración del currículo y que es concebido como un sistema teórico-metodológico referencial, integrado por diferentes disciplinas científicas. (García Otero, J., 1995)
De lo anterior se infiere la variedad y multiplicidad de elementos conceptuales que integran el marco teórico en que se elabora la propuesta curricular en la educación de jóvenes y adultos: filosóficos, epistemológicos, sociológicos, psicológicos, pedagógicos, lingüísticos y de dirección científica, entre otros. 9
El encargo social al sistema educativo en sus dos vertientes, la de la formación integral de la personalidad humana en sus diferentes facetas, y el de proporcionar, por otra parte, en cantidad y calidad requeridas, la fuerza de trabajo calificada necesaria al desarrollo económico y social de la nación, se cumple en cada uno de los subsistemas de la Educación de Adultos que como elementos componentes lo integran, aunque dichos subsistemas tienen también sus propias especificidades.
No obstante, para la precisión de los enfoques curriculares existen un grupo de problemas y tareas que deben estar sujetos a solución, estos son:
La definición que corresponde a la escuela o centro, dentro del sistema de educación. El encargo social a la escuela o centro, debe ser expresado, en los conceptos y categorías propias de la pedagogía: es decir, en lo que se refiere al volumen y contenido de los conocimientos y los tipos y procedimientos de la actividad intelectual y práctica que deben dominar los alumnos o participantes.
La definición de la duración del aprendizaje en la escuela o centro, partiendo de las demandas expresadas y teniendo en cuenta los factores de edades, los de carácter psicopedagógico y otros.
9 Colectivo de autores: Diseño Curricular.1987.
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La definición de la edad para el ingreso al subsistema y la escuela.
La definición de los grados del aprendizaje y de la duración de cada uno de ellos, teniendo en cuenta la existencia de canales diferentes para obtener una educación media general completa.
La estructura del contenido de las materias de aprendizaje: el plan de estudio.
La selección del contenido de acuerdo con los principios de la sistematización del material docente en todas las asignaturas: los programas de estudios.
La elaboración de los requerimientos didácticos metodológicos del proceso del aprendizaje y la educación.
Los problemas organizativos de: la estructura del curso escolar y el calendario escolar, la estructura de la semana y el día docente, la distribución del tiempo entre las actividades docentes, las del trabajo social y las extractases, entre las clases obligatorias para todos y las que son optativas, contenido, formas y métodos del trabajo educativo realizado fuera del trabajo docente fundamental.
Distribución de los tipos de centros, su estructura y completamiento con base en la duración del aprendizaje obligatorio y de las condiciones específicas de las diferentes regiones del país.
Los problemas de la formación de los cuadros pedagógicos y su superación.
En el sistema, se trata además, que la estructura general proporcione la garantía de que cada alumno o participante que haya pasado un peldaño de la ininterrumpida y escalonada estructura, tenga la posibilidad de subir a continuar sin obstáculo el siguiente peldaño de la organización vertical, incluyendo la Educación Superior. En otras palabras, la estructura de los centros no debe tener eslabones sin salida o con medias salidas.
Los factores condicionantes y principios didácticos principales que se han de tomar como posiciones de partida, particularmente en lo referido al contenido de la enseñanza y la educación son:
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Factores condicionantes:
Las funciones ideológicas y sociales de la escuela o centro, que están condicionadas por las tendencias del desarrollo social.
Los recursos materiales y de cuadros que la sociedad puede dar para las necesidades de la escuela.
El nivel y las tendencias de las modificaciones de la educación en otros países y de modo particular en aquellos que le son similares en su desarrollo.
El nivel de desarrollo de la Pedagogía y las ciencias afines.
El nivel efectivo logrado y las tendencias rectoras del desarrollo del Sistema Nacional de Educación.
El carácter politécnico y laboral de la educación.
El avance de la ciencia y la técnica.
Principios:
Si la estructura de asignaturas del plan de estudio adoptada corresponde a las funciones de formación educativa del centro del futuro.
Las asignaturas que deben figurar en las diferentes etapas del aprendizaje dentro del plan de estudio.
La sucesión en que se introducen en el plan las asignaturas en los grados inferiores, en los medios y en los superiores.
Las asignaturas que figuran como de precedencia en relación con las demás.
La carga docente, total y por años o cursos, frecuencia semanal de esta, la correlación entre las clases teóricas y los diversos tipos de trabajos prácticos.
El reflejo que en el plan de estudio tiene el encargo social traducido en categorías pedagógicas concretas de objetivos, contenidos, métodos, medios y evaluación, integrado en una unidad dialéctica: los perfiles educacionales y la aplicación de los principios de la pedagogía general y la didáctica.
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A manera de resumen, la concepción curricular en la Educación de Jóvenes y Adultos cubana ha cumplido la función táctica de acelerar la eficacia de sus servicios remediales, para salir del subdesarrollo cultural heredado del pasado, siempre desde la perspectiva de la educación permanente.
Dr. C. Enrique Marbot Jiménez. (Ciudad de La Habana, 19 de enero de 1951)
Profesor Auxiliar e investigador del Instituto Pedagógico Latinoamericano y Caribeño (IPLAC). Acumula experiencia de dirección en la organización y supervisión de programas para la educación de jóvenes y adultos. Ha realizado asesorías metodológicas para la instrumentación del Programa “Yo, sí puedo” y ha coordinado Proyectos Educativos Regionales en México (1998), Panamá (1999 y 2002), Ecuador (2003), Argentina (2003-2005), Guatemala (2007). Ha desarrollado investigaciones científicas y ha publicado textos dirigidos a la sistematización de experiencias de alfabetización y seguimiento al proceso de educación de personas jóvenes y adultas, entre ellos:
El planeamiento en la educación de jóvenes y adultos (2008). Metodología para la implementación de procesos de alfabetización
por las Organizaciones no Gubernamentales (ONG) y movimientos sociales (2007).
Metodología para la educación de personas jóvenes y adultas subescolarizadas (2003)
Materiales para adultos en Cuba. El proceso de su elaboración (2002).
La formación de educadores de adultos en Cuba (2001).
La dinámica del proceso revolucionario, los avances económicos y científicos, y nuevas formas didácticas han ido cualificando progresivamente nuestros planes, programas y textos. La continua revisión crítica de estos esenciales medios educativos, con la objetividad que da una práctica crítica, sostenida masivamente, viene logrando sensibles avances en la calidad estructural de los planes de estudio, en la actualización de los programas, métodos, preparación del personal docente, organización y dirección y en la
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funcionalidad de los textos al impetuoso ritmo de los adelantos de la ciencia y la técnica y a los procesos productivos inherentes al avance del socialismo en nuestro país.
Una ojeada más profunda a la educación de jóvenes y adultos en Cuba desde el propio triunfo de la Revolución Cubana, el 1 de Enero de 1959 hasta hoy, permite entonces sintetizar, que ella ha venido dando cumplimiento a los planteamientos de las diferentes conferencias internacionales y ha ido enriqueciendo sus fundamentos teórico-metodológicos en la práctica, como consecuencia de nuestro propio desarrollo y con propósitos muy definidos: contribuir a que la población adulta en general acceda al disfrute de la cultura, posibilitar una participación más activa en la construcción de nuestra sociedad, garantizar la preparación básica general necesaria para los estudios técnicos de capacitación profesional de distinto tipo y nivel, propiciar el conocimiento de lenguas extranjeras y favorecer la satisfacción de las necesidades cognoscitivas y espirituales de obreros, campesinos, amas de casa y adultos en general sin discriminación alguna, tal y como se recoge en nuestra Constitución.
Ha permitido retomar entonces, concepciones filosóficas que toman como punto de partida una filosofía de la educación con un enfoque humanista, como concepción teórica en la que convergen y no se soslayan las teorías más avanzadas de la Filosofía y la Pedagogía que han dominado al mundo contemporáneo, lo que favorece la orientación hacia la acción educativa centrada en el ser humano.
Sus cimientos pueden inquirirse en los criterios filosóficos y científicos que se han ido acumulando y construyendo a través de las diferentes corrientes y tendencias pedagógicas. Al asumirlos como sustento filosófico se toma como punto de partida la evolución de la herencia cultural de los pueblos, sus más ricas tradiciones, respetando y considerando para el desarrollo de sus acciones los modos de vida, actuación y el contexto socio-cultural en el que se inserta el hombre como ser social.
Es un proceso que, en el devenir de nuestra sociedad ha logrado involucrar a todos los agentes socializadores y transformadores: el sujeto, la familia, la comunidad, la Iglesia y todas aquellas
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instituciones educativas y sociales capaces de contribuir a nuevos modos de actuación social.
Es una educación que sitúa al ser humano como principio y fin, como objetivo y meta de su propio desarrollo, capaz de participar en la construcción de sus espacios educativos a lo largo de la vida, además de extrapolar y compartir humanismo. Permite lograr armonía entre la formación científico- técnica para la vida y el desarrollo espiritual pleno.
Propicia el enfoque personológico del proceso de educación, al personalizar las acciones a partir del empleo de procedimientos didácticos que diferencian la acción del alfabetizador sobre la base de las características de los participantes. Se penetra en el por qué y para qué se educa al ser humano a lo largo de la vida, lo que coadyuva a la elevación de su autoestima y al fortalecimiento de los valores. Se valora al participante como un sujeto capaz de ser educado, auto educarse y contribuir a la educación de los demás.
Es, por tanto, una educación para el crecimiento personal, que se fundamenta en las concepciones más avanzadas del desarrollo del potencial humano y que busca fortalecer las competencias básicas de jóvenes y adultos, favoreciendo el afianzamiento de modos de ser, de saber hacer, de aprender a convivir consigo mismo y con los demás.
Este paso por la historia de la educación de jóvenes y adultos en Cuba, durante el desarrollo del hombre como ser social y los aportes de sus principales educadores han propiciado que se expongan y argumenten hoy, como líneas de acción prioritarias para su instrumentación en las arenas nacional e internacional “la alfabetización y la educación de jóvenes y adultos y el mejoramiento de la calidad y equidad de la educación básica”, las que fueron trazadas por el Proyecto Regional de Educación para Latinoamérica y el Caribe (PRELAC), en la 1. Reunión Intergubernamental celebrada en La Habana entre los días 14 y 16 del mes de noviembre de 2002.
Este punto de vista, recogido en el texto fundamentos teóricos y metodológicos de la educación de adultos (2007), permite redimensionar sus componentes, los cuales han estado sujetos a
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multiplicidad de criterios epistemológicos y didácticos, así como a la variabilidad de su instrumentación en los diferentes sistemas de enseñanza.
En la educación de jóvenes y adultos, aún cuando se requiere de precisión didáctica en la selección y adecuación de objetivos, contenidos, formas y medios de enseñanza, se coincide en que el éxito del proceso depende además, de la adecuada selección del método de enseñanza y de la precisión de las áreas de acción que atiende: en Cuba, estas son muy diversas, lo que tiene relación con la función social de esta Educación y con el desarrollo económico y social del país.
La Educación de Jóvenes y Adultos en Cuba está presente en zonas rurales -llanos y montañas-, zonas urbanas y suburbanas, comunidades, cooperativas, granjas agrícolas, fábricas o industrias, establecimientos penitenciarios, unidades militares, zonas pesqueras, entre otras, en las que los cursos son organizados a través del sistema de coordinaciones que establece el Ministerio de Educación con otros Organismos de la Administración Central del Estado (OACE), los directivos y capacitadores de empresas y entidades estatales, la CTC y sus sindicatos, las Fuerzas Armadas Revolucionarias y el Ministerio del Interior, la Unión de Jóvenes Comunistas, el Programa de Trabajadores Sociales, la FMC, los Comités de Defensa de la Revolución bajo la guía de nuestro Partido. Todo ello propicia una mayor vinculación con el medio en que se desenvuelve el educando así como una atención más específica que repercuta en la esfera motivacional, favoreciendo la extensión de las influencias educativas a los más diversos sectores de la sociedad.
Esta diversidad ha favorecido sustentar concepciones sociológicas desde la sociología de la educación. Es inevitable, que la educación resulta un fenómeno social determinado y determinante en el desarrollo de las relaciones que se establecen entre el sujeto y el contexto socio-histórico cultural en el que se desenvuelve. Se vincula de forma armónica con todos los agentes que participan en el proceso de socialización permanente del participante, dentro y fuera del espacio educativo. En la educación de jóvenes y adultos se
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prioriza, por tanto, el sistema de relaciones que se establecen entre los núcleos básicos: sujeto-familia-comunidad.
El desarrollo pleno y continuo del ser humano no ocurre al margen de los procesos espirituales y materiales, sino que forma parte activa e irrepetible de un proceso integrador en el que se respeta la individualidad de los participantes siempre dentro del contexto social. Se favorece así la interacción, en el que la creatividad no está al margen de la asimilación de los contenidos sociales y en el que el proceso de comunicación e intercambio social desempeña un rol fundamental.
La educación de jóvenes y adultos es entendida entonces, como un proceso social que favorece la unidad de lo cognitivo-afectivo y motivacional en función del desarrollo amónico e ininterrumpido de la personalidad.
Para ampliar este sustento psicológico se defiende una psicología histórico-cultural de esencia humanista, lo que no excluye la modelación de una concepción pedagógica cubana del proceso por el que transita el joven y el adulto (a).
Se asumen entonces, los conceptos y categorías más generales enunciados por L. Vigotsky y se enriquecen con los fundamentos psico-pedagógicos de la escuela cubana, lo que permite la reflexión pedagógica y contextualizada del proceso de alfabetización: la formación del ser humano no puede ser analizada fuera del contexto en el que se inserta.
Al constituirse el lenguaje y la comunicación en elementos esenciales para el aprendizaje durante el proceso educativo, se tiene en cuenta algunos criterios acerca de la concepción del aprendizaje. En el enfoque histórico cultural de Vigotsky la concepción del aprendizaje es una actividad social, y no solo un proceso de realización individual como hasta el momento se había sostenido; una actividad de producción y reproducción del conocimiento mediante la cual el niño asimila los modos sociales de actividad y de interacción, y más tarde en la escuela, además, los fundamentos del conocimiento científico bajo condiciones de orientación e interacción social.
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Este concepto de aprendizaje pone en el centro de atención al sujeto activo, consciente, orientado hacia un objetivo; su interacción con otros sujetos (el profesor y otros estudiantes), sus acciones con el objeto con la utilización de diversos medios en condiciones socio-históricas determinadas. Su resultado principal lo constituyen las transformaciones dentro del sujeto, es decir, las modificaciones psíquicas y físicas del propio estudiante, mientras que las transformaciones en el objeto de la actividad sirven sobre todo, como medio para alcanzar el objetivo del aprendizaje y para controlar y evaluar el proceso. Para él lo que las personas pueden hacer con la ayuda de otros puede ser en cierto sentido más indicativo de su desarrollo mental, que lo que pueden hacer por sí solos.
En lo que concierne al proceso de aprendizaje, significa colocarlo como centro de su atención a partir del cual se debe proyectar el proceso pedagógico. Supone utilizar todo lo que está disponible en el sistema de relaciones más cercano al estudiante para propiciar su interés y un mayor grado de participación e implicación personal en las tareas de aprendizaje.
Aunque Vigotsky, al tratar el tema de la interacción entre la enseñanza y desarrollo, limitó el concepto de zona de desarrollo próximo al aprendizaje escolar, este concepto tiene una trascendencia que desborda los marcos de esta institución.
Con la aplicación de esta teoría, encuentran continuidad las raíces más sólidas construidas por los pueblos, a la vez que analiza que tiene en cuenta que las condiciones de vida y de educación constituyen otro pilar fundamental para comprender a la persona como ser social, que no soslaya el medio socio-cultural en el que se educa.
La práctica pedagógica cubana desarrollada en diversos ambientes educativos ha favorecido defender criterios tendentes a la necesidad de seleccionar, fundamentar, aplicar y evaluar una teoría que favorezca la relación actividad-comunicación, así como el empleo de métodos de enseñanza que propicien la actividad del educador de jóvenes y adultos como facilitador y director del proceso de dirección del aprendizaje.
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Desde este punto de vista se argumenta un enfoque pedagógico organizado y sistémico que tenga en cuenta alternativas didácticas que atiendan a:
Tareas de aprendizaje en correspondencia con los objetivos y habilidades a alcanzar por los educandos.
Orientación y control sistemático de materiales y tareas docentes. Evaluación sistemática del nivel de comprensión del aprendizaje.
La educación de jóvenes y adultos, debe ser entendida entonces, como un proceso social de educación permanente que tiene en cuenta las necesidades, motivos e intereses de una población participante heterogénea.
De esta forma, se asumen posiciones teórico-prácticas acerca de un enfoque didáctico para la educación de jóvenes y adultos que sienta sus bases en la sistematización de la experiencia cubana de alfabetización y educación de adultos y cuyo objeto de estudio se centra en el proceso de enseñanza-aprendizaje de jóvenes y adultos a lo largo de la vida, en Cuba fundamentalmente escolarizado.
Este punto de vista permite redimensionar sus componentes, los cuales han estado sujetos a multiplicidad de criterios epistemológicos y didácticos, así como a la variabilidad de su instrumentación en los diferentes sistemas de enseñanza.
En la educación de jóvenes y adultos, aún cuando se requiere de precisión didáctica en la selección y adecuación de objetivos, contenidos, formas y medios de enseñanza, se coincide en que el éxito del proceso depende además, de la adecuada selección del método de enseñanza.
El más eficaz no será el mejor argumentado teóricamente, sino aquel que cada participante es portador de experiencias y competencias previas, de su propia cultura y cosmovisión, las que le otorgan el derecho y el deber de ser a la vez educando y educador. Será aquel que sitúe a los jóvenes y adultos participantes como objetos y sujetos de su propio aprendizaje y le permita obtener a su vez, el objetivo deseado.
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No obstante, se considera oportuno en este trabajo ofrecer también, diversos criterios que desde el punto de vista pedagógico han aportado contribuciones valiosas a la definición de métodos de enseñanza.
Lothar Klingberg apunta: “método significa proceder gradual, escalonado. Un método es, pues, una serie de pasos u operaciones estructuradas lógicamente, con las que se ejercitan distintas acciones encaminadas a lograr un objetivo”.10
El especialista soviético Yuly Lissy plantea que “un método de enseñanza es un sistema de actos del maestro, orientado a un objetivo, que organiza la actividad práctica y cognoscitiva de los alumnos, en el transcurso de la cual, ellos asimilan el contenido de la asignatura”.11
G .A. Lerner y M. N. Skatkin señalan que “cualquier método presupone un objetivo consecuente, sin el cual es, en general, imposible la actividad del sujeto orientada a un fin”.12
Criterios más actuales de pedagogos cubanos consideran que:
“Todo método de enseñanza – aprendizaje tiene su esencia en la actividad y comunicación que provoca tanto en el que enseñanza como en los que aprenden. Así, los métodos poseen dos aspectos que deben ser tenidos presentes: un aspecto externo y otro interno. El primero se reconoce en las ejecuciones perceptibles de los sujetos que intervienen en el proceso: toma de notas, construcción de gráficos, dibujar, componer, observar, fichar, resumir, exponer, etc. El segundo aspecto, el interno, está dado por los procesos intelectuales que tienen lugar durante la actividad
10 Lothar Klingberg: Introducción a la Didáctica General, p. 268. 11 Yuly Lissy: Metodología de la enseñanza de la Literatura. Material mimeografiado, p. 3. 12 M. A. Danilov y M. N. Eskatkin: Didáctica de la Escuela Media, p. 159.
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que el o los métodos de enseñanza – aprendizaje provocan: analizar, sintetizar, abstraer, generalizar”.13
Sin embargo, a pesar de la diversidad de criterios y enfoques que han sustentado el empleo de los métodos en las diferentes enseñanzas, encontrar la forma más apropiada de organizar la clase, obtener resultados cualitativamente superiores en la actividad cognoscitiva de los educandos y elevar el nivel motivacional de éstos hacia el estudio y la actividad independiente continúa siendo preocupación permanente de los educadores.
El empleo de métodos de enseñanza adecuados que coadyuven a este fin y su correspondencia con el contenido que se enseña y los objetivos a alcanzar ha sido entonces, objeto y finalidad de este empeño educativo.
La Educación de Adultos en Cuba no ha escapado a las disquisiciones teórico-practicas que sobre los métodos de enseñanza han existido y aún cuando en el nivel conceptual se asumen posiciones teóricas para explicar la actividad y la comunicación pedagógicas, la multiplicidad de ambientes educativos justifica también la multiplicidad de uso en los procedimientos que apoyan los métodos de enseñanza.
En las palabras introductorias a su programa de Gramática Castellana, el destacado pedagogo santiaguero Max Henríquez Ureña señala la necesidad de que cada escuela, enseñanza o profesor tenga su propia apariencia, o lo que es lo mismo, imprima a su escuela y al programa que imparte su identidad. Ello no presupone que el contenido que se enseña se sustente en largas disquisiciones teóricas o apunte a una meta casi inalcanzable para el educando, sino que el método que se emplee sea el apropiado para su nivel cognoscitivo y esté en correspondencia con sus necesidades, preferencias y motivaciones.
13 Oscar Ginoris Quesada y otros: Curso Didáctica General. Material Básico Maestría en Educación, p. 35.
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Hoy, frente a las posiciones teóricas andragógicas la escuela cubana tiene necesidad de fundamentar una teoría de la enseñanza de jóvenes y adultos que apunte a este fin.
Se valora que desde la conformación del subsistema de la Educación de Adultos en Cuba se ha puesto énfasis en la aplicación de métodos de enseñanza que han constituido paradigmas en otras educaciones. Se han tenido en cuenta criterios de clasificación que han abordado diferentes aristas: la fuente de adquisición de los conocimientos (métodos orales, de trabajo con el libro de texto, intuitivos y/o prácticos; en la relación de la actividad profesor-estudiante (exposición del profesor, trabajo independiente de los estudiantes y la elaboración conjunta en la que participa el profesor y los estudiantes) y fundamentalmente aquellos que tienen en cuenta la actividad cognoscitiva y niveles de asimilación del contenido, a saber: explicativo, ilustrativo, receptivo o informático-receptivo; reproductivo; de exposición problémica; heurístico o de búsqueda parcial; de investigación.
Estos últimos con un mayor nivel de atención por los docentes de la educación de jóvenes y adultos.
El método explicativo ilustrativo, por ejemplo, ha tenido aplicabilidad en la clase que se organiza para los niveles de EOC, SOC Y FOC en los diferentes programas que atiende la enseñanza, fundamentalmente en el proceso educativo que se desarrolla en el programa “Por los Nuevos Caminos”, en los centros penitenciarios y el programa “Álvaro Reynoso”.
Aunque garantiza la actividad de educandos y educadores su particularidad radica en que el educador transmite conocimientos ya elaborados por él, ofrece soluciones a los problemas y hace demostraciones empleando para ello diferentes medios de enseñanzas. Los educandos se apropian de los conocimientos, los recuerdan y luego los reproducen.
Se apoya frecuentemente en las narraciones de hechos históricos, demostraciones, lectura de textos, ejercicios y actúa en el nivel de asimilación reproductivo de hechos y fenómenos de la realidad.
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Desde este nivel de aplicación su limitación fundamental ha estado en el grado de resolución y aplicación de nuevas tareas que favorece en el educando, al no tomar en cuenta plenamente las experiencias y competencias previas que posee.
Sin embargo, enfoques pedagógicos actuales emplean con resultados satisfactorios algunos de sus sustentos metodológicos (informático-receptivos) en los programas del curso de superación integral para jóvenes, al apoyarse la actividad pedagógica en el uso de los medios masivos de comunicación, la televisión y el video.
En este enfoque se proporciona una nueva concepción metodológica, la de profundizar en la adquisición de los conocimientos mediante la motivación hacia el trabajo independiente y el estudio individual; lo que requiere de una evaluación y control sistemática del aprendizaje de los educandos por parte del profesor.
La selección de este método implica atender entonces a tres elementos esenciales:
La preparación del encuentro presencial. La orientación y control de las guías televisivas y de estudio. El proceso de auto preparación del educando.
De planificarse adecuadamente las actividades que desarrollan educandos y educadores este método conduce además, al empleo del método investigativo.
El método reproductivo dota a los educandos de modelos y de una serie de acciones o algoritmos para resolver situaciones con similares condiciones.
Es un método iterativo, en dependencia de las habilidades que se desean desarrollar en los estudiantes y de sus características.
Ha sido utilizado por los educadores en los diferentes niveles y programas de la enseñanza, con el objetivo fundamental de formar hábitos y habilidades en los educandos.
Su limitación está justamente en su esencia pedagógica: la repetición, aunque con su aplicación el educando tiende a solucionar tareas y situaciones a partir del ejercicio de la memoria, es decir
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memorizando el algoritmo de trabajo. Se excluye por tanto, el nivel de aplicación.
El método de exposición problémica facilita al educador de jóvenes y adultos desarrollar las capacidades de los educandos en todas sus potencialidades.
Favorece la contextualización del contenido al asumir como punto de partida la enunciación teórica de un problema que debe tener, durante el desarrollo de la actividad pedagógica, un nivel de explicación y solución tal que satisfaga las necesidades de los educandos.
Al tener como centro de atención la actividad de los educandos, favorece su nivel de independencia, así como el empleo del debate, la discusión, valoración y solución de situaciones problémicas.
Su limitación puede estar dada en la fortaleza que proporciona: el nivel de preparación de los educadores y el dominio que estos posean de los planes y programas de estudios.
El método heurístico o de búsqueda parcial exige un mayor nivel de organización de la actividad pedagógica en la educación de jóvenes y adultos, por lo que su selección depende del nivel con que trabaje el educando y por ende, del programa de estudio que imparte.
Es un método que favorece el aprendizaje productivo y en lo fundamental, la familiarización del educando con determinadas etapas del proceso de investigación.
Permite además, con un nivel mayor de sistematización el establecimiento de nexos inter e intradisciplinarios y de relaciones inter e intratextuales.
El método investigativo en el contexto actual de la educación de jóvenes y adultos ofrece múltiples posibilidades de aplicación.
Aún, cuando exige un mayor nivel de complejidad de la actividad pedagógica, debe estar presente en todos los métodos que se emplean en la enseñanza pues desde la opción de solucionar una situación problémica se abren nuevos horizontes de búsqueda, indagación y solución a tareas de mayor complejidad.
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Desarrolla al máximo la actividad cognoscitiva y el pensamiento creador de los educandos.
No requiere de la intervención abierta del educador; sin embargo requiere de la recurrencia a la orientación y control de las guías televisivas y de estudio.
Exige la auto preparación rigurosa de educandos y educadores.
Aún cuando este criterio de clasificación no cuenta con un amplio apoyo bibliográfico y nivel de contextualización en la educación de adultos, ellos han tenido la particularidad de adecuarse al carácter dinámico y procesal que han tenido la actividad y comunicación pedagógicas.
La práctica pedagógica desarrolladas en diversos ambientes educativos ha favorecido defender criterios tendentes a la necesidad de seleccionar, fundamentar, aplicar y evaluar métodos de enseñanza que propicien la actividad del educador de jóvenes y adultos como facilitador y director del proceso de dirección del aprendizaje.
Desde este punto de vista se propone un enfoque didáctico organizado y sistémico que tiene como objeto de estudio el proceso de orientación-aprendizaje del joven y el adulto a lo largo de la vida14, y que se sustenta en conceptos básicos y pertinentes para la EDJA, tales como: orientación, aprendizaje, actividad científico-pedagógica, adultez y adulto, que desde las condiciones de la universalización y el papel de la micro universidad, constituyen el soporte metodológico de este enfoque.
Este enfoque interactúa con componentes fundamentales: el sujeto joven o adulto(a) que enseña, el sujeto joven o adulto(a) que aprende y el contexto socio-cultural en el que se inserta el programa
14 Estrategia de Superación para fortalecer la formación investigativa inicial y postgraduada del profesional de la Educación de Jóvenes y Adultos en la provincia Santiago de Cuba, p.21.
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educativo que reciben, durante el proceso de la actividad pedagógica. Es en este espacio donde se producen los procesos de reflexión y conjunción de experiencias y competencias. La selección y aplicación de los métodos de enseñanza depende por tanto, de las relaciones que se establecen entre estos componentes esenciales.
Este enfoque atiende entonces a:
Las tareas de aprendizaje en correspondencia con los objetivos y habilidades a alcanzar por educandos y educadores.
La orientación y control sistemático de materiales y tareas docentes.
La evaluación sistemática del nivel de comprensión del aprendizaje en correspondencia con el ambiente educativo y el contexto de actuación.
Y requiere de la formación investigativa inicial y postgraduada desde la actividad científico-pedagógica que desarrolla el profesional que se inserta en la Educación de Jóvenes y Adultos (EDJA).
En Cuba, una categoría básica, aplicable a los procesos sustantivos de la educación de jóvenes y adultos se conceptualiza entonces en la actividad científico-pedagógica, entendida como el proceso socio-educativo, desarrollador e integrador que favorece la comunicación pedagógica entre los sujetos participantes: educador y educandos en diversos ambientes educativos y que define el modo de actuación profesional pedagógica en la EDJA. Para que esa actividad científico-pedagógica sea efectiva, debe estar condicionada por la obtención de resultados cualitativamente superiores en la investigación y la superación profesional y revertirse en el trabajo metodológico que desarrolla el profesional desde su formación inicial y que sistematiza en la formación postgraduada.
Su éxito depende entonces, de la correspondencia entre el nivel de competencia alcanzado por profesores en formación, profesores, facilitadores y/o agentes socializadores que median en la actividad científico-pedagógica y la satisfacción siempre creciente del nivel de motivación de los educandos.
La actividad científico-pedagógica en la educación de jóvenes y adultos es el punto convergente entre la diversidad de la población
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participante y la diversidad de programas que atiende. Su éxito depende de la adecuada dirección que los profesionales, ya sean docentes, directivos y sus instituciones le ofrezcan al trabajo docente-metodológico: la auto preparación, reuniones metodológicas, clase metodológica, la clase abierta, la preparación de la asignatura y el control a clases y que hacen posible, a través de la validación de planes y programas de estudios la adecuación y conformación de posiciones teórico-metodológicas de la Pedagogía y la Didáctica, desde criterios de identidad de la Educación de Adultos como subsistema heterogéneo.
Ella requiere además, de la reconceptualización de otros componentes esenciales, a saber: métodos y procedimientos acorde con las nuevas exigencias sociales, las relaciones que se establecen, ya sean materiales o espirituales y el desarrollo vertiginoso de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación, de forma tal que siempre conduzca a la producción de nuevos conocimientos.
Lo fundamental en la EDJA es convertir en doctrina permanente el arte de enseñar y recibir a cambio el tesoro de la educación del hombre de manera permanente.
Hoy, la conformación de los departamentos de educación de jóvenes y adultos en los Institutos Superiores Pedagógicos (ISP), ha venido a dar continuidad a la labor de asesoría que realizaron las cátedras de adultos para lograr efectividad en la actividad pedagógica de la EDJA. .
Es necesario, que la actividad científico-pedagógica a desarrollar durante las diferentes formas organizativas de trabajo en la EDJA tenga su concreción primero, en el trabajo metodológico que se realiza en el Departamento Docente, de ahí, la necesidad de socializar estas ideas en los colectivos de asignaturas y los órganos técnicos de dirección de las escuelas de adultos y fundamentalmente en los planes de desarrollo de los docentes, directivos, reserva especial pedagógica y reserva especial técnica del subsistema.
El proceso de orientación-aprendizaje en la educación de jóvenes y adultos es un proceso complejo, pero sin lugar a dudas en él se dan dos condiciones indispensables para su éxito: la relación bilateral
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que se establece entre educandos y educadores, soporte pedagógico fundamental y el empleo de métodos de enseñanza adecuados, soporte metodológico.
Constituyen rasgos esenciales de este proceso la flexibilidad, la contextualización y la sistemicidad, los que permiten la adecuación de los objetivos, contenidos, métodos y medios de enseñanza según los niveles de actuación y competencia de los participantes.
La educación de jóvenes y adultos, incluidos los procesos de alfabetización debe ser entendida entonces, como un proceso social de educación permanente que tiene en cuenta las necesidades, motivos e intereses de una población participante heterogénea.
Por ello, los métodos que se seleccionen para desarrollar la actividad y comunicación pedagógicas no pueden emplear siempre los mismos procedimientos, sino que estos deben adecuarse a las características de los participantes y ambientes educativos en los que se insertan.
Actividad y comunicación pedagógicas establecen entonces, una relación bidireccional en la que los métodos de enseñanza constituyen el eje mediador para alcanzar los resultados deseados.
Es una relación que resulta armónica en la medida en que se logre correspondencia entre el volumen de información requerido, la calidad del conocimiento aprehendido y la puesta en práctica de las competencias desarrolladas, ello implica calidad de la educación y calidad de vida.
Para dar respuesta a los nuevos retos y objetivos de la Educación para Todos fijados en Dakar y fundamentalmente, al objetivo No. 6: “mejorar todos los aspectos cualitativos de la educación, garantizando los parámetros más elevados, para conseguir para todos resultados de aprendizaje reconocidos y mensurables, especialmente en la lectura, escritura, aritmética y competencias prácticas esenciales para la vida diaria”15 se requiere que, el profesor
15 UNESCO: Informe de Seguimiento de la EPT en el mundo 2006, p.3.
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en formación durante la dirección del proceso de orientación-aprendizaje en la educación de jóvenes y adultos atienda entonces, a los siguientes requerimientos metodológicos:
Conocimiento de la materia (planes y programas de estudios). Contextualización de la enseñanza, mejorando, fortaleciendo o transformando las competencias básicas que necesita y desea desarrollar el participante, los valores y la comunicación.
Dominio de las potencialidades de los educandos. Dominio de la expresión oral y escrita para comunicar el contenido necesario.
Aprovechamiento óptimo del tiempo y de la organización escolar.
En la EDJA coexisten diferentes tipos de programas, y su instrumentación-evaluación depende de la gran diversidad de aspiraciones de los educandos participantes; así como de la preparación didáctica que posee cada educador o facilitador para contribuir a lograr los objetivos propuestos.
Es por ello, que la didáctica, como ciencia que elabora los principios más generales de la enseñanza, válidos para todas las materias, concibe la enseñanza y el aprendizaje en unidad dialéctica. En la EDJA este proceso se logra a partir de una orientación y preparación adecuadas en dependencia de las experiencias vividas, con vistas a la auto preparación de ambos sujetos para resolver los problemas del ambiente educativo vinculado a la vida.
De ello se puede colegir la necesidad de que en la preparación de cualquier actividad científico-pedagógica, el profesor en formación, educador o facilitador debe pensar en muchos aspectos, entre otros en los componentes de esa actividad, los que en su sustrato y conceptualización no difieren de los prescritos por la Didáctica, pero sí en la manera de interiorizarlos y aplicarlos en el proceso de orientación-aprendizaje de jóvenes y adultos.
Es así, que objetivos, métodos, contenidos, medios, formas de organización, evaluación continúan respondiendo a interrogantes tan clásicas como: ¿para qué orientar y aprender?, ¿cómo orientar y aprender?, ¿qué orientar y aprender?, ¿con qué orientar y aprender?, ¿en qué medida se logran los objetivos?, ¿cómo
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organizar en el espacio y el tiempo la orientación y el aprendizaje? Respectivamente y solo encuentran diferenciación en la aplicación-contextualización que realice el educador o facilitador a partir de su auto preparación y preparación continua y permanente. De ello depende en gran medida la proyección adecuada del proceso de orientación- aprendizaje en la educación de jóvenes y adultos para lograr su optimización.
En la conducción del proceso de orientación-aprendizaje en la EDJA resurgen entonces, tres componentes funcionales que configuran una tríada; a partir de que prevalece como forma organizativa predominante de la docencia el encuentro presencial. Estos tres componentes funcionales son: el encuentro presencial, las guías de estudio y la auto preparación del estudiante, que se insertan a partir de la retroalimentación sistemática del desempeño del educador o facilitador.
Esta formación del joven y el adulto debe permitir profundizar en la adquisición de los conocimientos mediante: el trabajo independiente, el estudio individual y una elevada forma de evaluación y control del aprendizaje de los educandos por parte del profesor. Hay que diferenciar entonces, estos conceptos básicos para la dirección del aprendizaje en los encuentros presénciales, los cuales constituirán la forma organizativa fundamental del proceso de orientación-aprendizaje del sistema de conocimientos en estos Planes de Estudio.
El trabajo independiente constituye un sistema de acciones didácticas que debe garantizar el desarrollo en espiral de la independencia cognoscitiva del educando, por lo que su planificación está prioritariamente en manos del educador.
Por su parte, el estudio individual o auto preparación dependerá del proceso de auto-dirección y planificación consciente, por parte del educando de acuerdo con sus necesidades e intereses y depende además, del grado de motivación y orientación del trabajo independiente orientado por el profesor, a partir del tratamiento a las diferencias individuales de cada estudiante. En los encuentros presénciales, la auto preparación constituye la forma fundamental de asimilación de los contenidos por los educandos, sobre la base de la
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adecuada planificación, orientación y control del trabajo independiente.
Este proceso se direcciona en tres componentes fundamentales:
La clase-encuentro, con una excelente estructura metodológica. La orientación y control de las guías de estudio. El proceso de auto preparación del estudiante.
Cada uno de estos componentes no constituyen partes separables entre ellos, sino son expresiones de una totalidad, son el proceso mismo y sólo existen y tienen sentido en esta integración.
En las relaciones que se establecen entre estos componentes se configura, se dinamiza y se desarrolla todo el proceso bilateral de orientación-aprendizaje, por lo que en ella se estructuran además los procesos sustanciales por los que debe transitar la formación científica inicial y postgraduada del profesional de la EDJA en condiciones de universalización.
CONCEPCIÓN ORGANIZATIVA DE LA EDUCACIÓN DE JÓVENES Y ADULTOS EN CUBA
Un análisis de tendencia realizado por la dirección nacional de adultos permite evaluar que mediante la Resolución Ministerial No. 654 de 1976 la EOC se definió como el nivel de enseñanza elemental o primaria para adultos con cuatro cursos cada uno de los cuales se correspondería a un semestre del curso escolar. Articula con la SOC, con las escuelas tecnológicas y otros cursos de capacitación que requerían de este nivel de ingreso.
Se perfeccionaron los contenidos de acuerdo con los requerimientos de la revolución científico-técnica de forma tal que se garantizara por una parte la articulación de la EOC con los niveles inmediatos superiores y por otra, teniendo en cuenta las exigencias del calificador obrero que los graduados del nivel elemental tuvieran la oportunidad de optar por los cursos de calificación obrera y de técnico medio. Se introduce la consideración de las asignaturas Español, Lectura, Caligrafía y Ortografía como materias independientes en el nivel elemental. En este sentido el plan de
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estudios quedó estructurado de la siguiente forma: Lectura, Ortografía, Redacción, Español, Matemática, Geografía de Cuba, Historia de Cuba y Ciencias Naturales.
El Instituto Cubano de Radio y Televisión (ICRT), jugó un rol primordial en las labores por la retención y promoción de los cursos regulares de la Educación de Adultos y mantuvo emisiones televisivas en apoyo a la Batalla por el 6to grado. El programa de televisión “La Batalla del 6to grado” que se estableció en el quinquenio 1976-1980 como un medio de apoyo a la fase final de esta batalla, estaba dirigido fundamentalmente a los adultos que se preparaban para presentarse a las convocatorias de exámenes libres que se producían dos veces en el año.
Este programa se transmitía semanalmente con una hora de duración y en ellos se ofrecían clases de Matemática, Español y Geografía con una duración de 20 minutos para cada una. En un programa solo se ofrecían dos clases de estas materias según la planificación que se hacía por semestres. También eran abordados aspectos importantes relacionados con la cultura, la economía y la política nacional e internacional, siempre en correspondencia con los intereses de los alumnos adultos y aprovechando las motivaciones de la construcción de una nueva sociedad. La programación estaba vinculada al libro “Vademecum”, especialmente elaborado para que los adultos pudieran estudiar individualmente o con ayuda de un repasador. A cinco semestres del final de la campaña se habían graduado de 6to grado, 600 000 adultos (as).
Con el objetivo de incrementar la incorporación al estudio de personas que aún no habían alcanzado el 6to. grado, mediante la Resolución Ministerial No. 245 de 1980 se incorpora la posibilidad del funcionamiento de cursos nocturnos o diurnos de EOC, en zonas rurales o urbanas, en la red de centros regulares y especiales, en aulas de centros de trabajo e independientes.
El XIV Congreso de la CTC ratificó la determinación de cumplir el compromiso contraído con el Comandante en Jefe, de que en 1980 todos los trabajadores aptos, con menos de 6to grado, alcanzarían como mínimo ese nivel y proyectó como otra tarea fundamental de la actividad educacional del movimiento obrero la batalla por el 9no
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grado, con el propósito de graduar de ese nivel, a partir del congreso y hasta 1985 medio millón de trabajadores.
Por ello, fue necesario establecer las normas y procedimientos para la creación y funcionamiento de las SOC, las sedes de cursos por encuentros y otras formas y procedimientos que se establecieron mediante la Resolución Ministerial No. 182 de 19 de abril de 1979 que estableció además, el examen libre de 9no grado.
Se estableció la posibilidad de crear escuelas de SOC en centros de trabajo siempre que tuvieran una matrícula no inferior a 30 alumnos que podían ser del mismo centro o de otro cercano. El profesorado estaría constituido por personal contratado profesional u obrero profesor que reuniera las condiciones para impartir los programas los cuales serían contratados por el centro de trabajo respectivo y con cargo al mismo.
Las secundarias creadas se subordinaban administrativamente y bajo la responsabilidad del centro de trabajo y estaban adscriptas oficialmente a una SOC de la red de centros regulares encargada de atenderlas técnicamente, de evaluar los conocimientos finales de cada semestre y de extender los créditos académicos, así como atender la preparación metodológica de los profesores en su organización y ayuda técnica.
En el quinquenio 1980-1985 se desarrolla la “Batalla por el 9no. grado”. El ICRT continuó su apoyo en las labores por la retención y promoción de los cursos regulares de la Educación de Adultos y mantuvo emisiones televisivas en apoyo a la batalla del 9no. grado.
El programa de televisión “La batalla del 9no. grado” se trasmitía todos los domingos por el canal 2 de la televisión cubana, a las 11:00 a.m. En estas sesiones se desarrollaban repasos a fin de profundizar en aquellos aspectos de los programas que podían presentar mayores dificultades para su asimilación en el proceso regular de aprendizaje en las aulas. Este programa tuvo las mismas características que su antecesor en la batalla por el 6to grado.
En 1985 la Educación Cubana recibió un reconocimiento de organismos internacionales por la educación de pescadores a través de la radiofonía.
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En 1986 mediante la Resolución Ministerial No. 172, la dirección del Ministerio de Educación resuelve incorporar a la estructura existente del Subsistema de Educación Especial la atención a la enseñanza de los adultos deficientes auditivos disponiendo que esta enseñanza se efectúe según el plan de estudios especialmente elaborado que tenía una duración de seis semestres, cuyo tránsito garantizaría a sus egresados una preparación básica y un nivel de escolaridad equivalente al nivel de EOC.
Los adultos deficientes auditivos analfabetos y aquellos que no habían alcanzado suficiente desarrollo verbal transitaban por un curso propedéutico cuyo objetivo fundamental era capacitar a los alumnos para iniciar el plan de estudios elaborado para los adultos deficientes auditivos. Se crearon en provincias y municipios, escuelas o aulas nocturnas para adultos sordos e hipoacúsicos con las condiciones necesarias para esta especialidad. El número de alumnos no podía ser mayor de 15 ni menor de 6 y debían cumplir el requisito de tener edad laboral y no haber alcanzado el 6to. Grado.
Estos cursos articulaban con la SOC o cursos de capacitación con nivel de ingreso de 6to grado y el personal docente debía ser especializado en el trabajo con deficientes auditivos lo que significó un reto y llevó a numerosos docentes a prepararse en el lenguaje de señas en cursos organizados con ese fin.
Mediante la ya mencionada Resolución Ministerial No. 654/76, la SOC se reconoce como la secundaria básica para adultos que proporciona a sus egresados un nivel escolar equivalente, en lo fundamental, al que ofrecía la secundaria básica. Ofrece la base cultural general necesaria para el ingreso a los centros tecnológicos y a otros cursos de capacitación para la formación de obreros calificados y técnicos medio y articula con la FOC.
La secundaria básica para adultos pasa a tener cuatro cursos en lugar de los dos semestres que tenía el Curso de Superación Secundario Obrero (CSSO) indicándose comenzar su funcionamiento sin esperar los nuevos programas de estudio que se pondrían en vigor en el curso 1977-1978 se incluyen las asignaturas Historia, Geografía y Ciencias Sociales.
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En su disposición transitoria la Resolución Ministerial No. 654 dispone que los alumnos que cursaron el 2do semestre del CSSO) en el curso 1975-1976 pasaran en septiembre de 1976 a ser alumnos del tercer semestre de SOC.
Otra transformación importante fue la creación de los cursos por encuentros con la frecuencia y horarios que se establecieran para la SOC correspondiente desde el punto de vista técnico y administrativo y serían atendidos por personal docente de la misma. En ellos matricularían aquellos compañeros que, por lejanía o por el carácter de su trabajo, estaban impedidos de asistir al curso regular.
Posteriormente, mediante la Resolución Ministerial 245 de 1980 -Reglamento escolar- se plantea que los graduados de CSSO ingresaran en el 2do semestre de SOC y se establecieran períodos de matrícula para exámenes libres de 6to y 9no grado según convocatoria oficiales del Ministerio de Educación. Se enfatiza en que los egresados de SOC adquieren un nivel equivalente, en lo fundamental, al 9no. grado y que se imparte en la red de centros regulares y especiales, aulas en centros de trabajo y sedes de cursos por encuentros independientes o anexos. En la SOC se mantienen las asignaturas Español y Literatura pero se integran en una sola.
La Resolución Ministerial 654/76 definió que la FOC constituye el nivel medio superior para adultos y proporcionará la educación general básica necesaria para el ingreso a la educación superior de aquellos trabajadores que continúen estudios universitarios.
La FOC pasó a tener tres años, en lugar de los 8 semestres reduciéndose en dos semestres su duración total. En septiembre de 1976 no funcionó el 1er semestre de FOC y en febrero del 77 ya no hubo ni primero ni segundo, quedando reducido a seis semestres. Se introducen las asignaturas Historia, Geografía y Ciencias Sociales.
En 1980 mediante el Reglamento escolar (RM 245/80) se señala que los adultos adquieren la educación media superior lo que posibilita la continuación de estudios universitarios y que se imparte en la red de centros regulares y especiales y en las sedes de cursos por encuentros. En la FOC se mantienen las asignaturas Español y Literatura pero se integran en una sola.
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Las escuelas de idiomas, que desde el propio triunfo de la Revolución habían abierto las posibilidades a la amplia masa de trabajadores, también fueron contempladas en la Resolución Ministerial No.654/76 en la que se especifica que estas proporcionarían “el conocimiento de un idioma extranjero como medio de comunicación social e instrumento de trabajo y autopreparación, contribuyendo a la educación política de los trabajadores sobre la base de los principios del internacionalismo proletario”.
Se estableció el 9no. grado o IV de SOC como nivel de ingreso a las escuelas de idiomas a partir de septiembre de 1977. Antes de esa fecha era 8vo grado o CSSO y se indica mantener los idiomas ruso e inglés como los fundamentales y subordinar alemán y francés a las exigencias del desarrollo económico de la región donde estuviera ubicado el centro. De igual forma se procedería en le caso del Español como Lengua Extranjera. Se modifica el plan de estudios de las escuelas de idiomas.
Como parte de apoyo de los medios de comunicación masiva a la Educación de Adultos, en 1975 se comenzó la transmisión de un programa de radio y televisión para la enseñanza de idioma ruso. El programa se realizó mediante una combinación de la transmisión radial con el estudio y la ejercitación directa, individual o colectiva, todo apoyado en la correspondencia. Captó el interés de alrededor de un cuarto de millón de personas. Se realizaron exámenes y se expidieron certificados oficiales en los tres niveles de aprendizaje. Sentó las bases para la futura utilización de la radio y la televisión a favor del aprendizaje de otros idiomas y otras asignaturas.
En 1980, mediante la Resolución Ministerial No. 245 se reafirma que los conocimientos de lenguas extranjeras se imparten en la red de escuelas de idiomas y se establecen como requisitos para la matrícula:
Ser trabajador acreditado por la planilla de solicitud de ingreso avalada por la Sección Sindical y la Administración fundamentando la necesidad de estudiar el idioma.
Tener un nivel de escolaridad de 9no grado.
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También se establecen los exámenes de clasificación para aquellas personas que tienen algún dominio del idioma y que aquel que aspirara al diploma de graduado debía cursar al menos el último semestre.
Como parte del perfeccionamiento continuo a partir de 1985, la enseñanza de idiomas reformuló sus objetivos y diversificó las vías y modalidades de estudio, a la vez que se introdujeron técnicas dirigidas fundamentalmente a desarrollar habilidades prácticas de comunicación en situaciones reales. Por este motivo se instrumentó el nuevo plan de estudios cuya estructura comienza en un curso básico a partir del cual se desarrollan tres variantes de aprendizaje: curso de expresión Oral, curso de Lectura y curso general de la lengua extranjera. El plan de estudio incluye además un curso intensivo.
No obstante, la existencia en todo el país, de centros en los que se desarrollaban los diferentes niveles y modalidades de la Educación de Adultos, había que resolver la problemática de diversos sectores de la sociedad que no podían asistir a los mismos o en las mismas condiciones que el resto de los trabajadores. Es por ello que en la estructura aprobada por la Resolución Ministerial 654/76 se definen los cursos especiales como otras formas organizativas, que se crean ante la necesidad de ofrecer el servicio de la Educación de Adultos a personal con responsabilidades u otras características especiales: se desarrollan en las escuelas internas y seminternas del Partido, las organizaciones de masas, los organismos productivos y aulas de las unidades de la Marina Mercante y el Instituto Nacional de la Pesca, las escuelas en establecimientos penitenciarios y otros.
Estos cursos se regían por los mismos programas establecidos para cada nivel de Educación de Adultos. Los organismos de la producción y los servicios y las organizaciones política y de masas, en coordinación con el Ministerio de Educación, podían abrir un curso en cualquier momento del año, fijaban la fecha de inicio y determinaban el tiempo para el vencimiento de los programas y las etapas evaluativos, atendiendo al régimen de estudios (interno, seminterno, externo) y al horario de estudios.
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De esta forma surgieron las escuelas internas para cuadros de las organizaciones políticas y de masas, la enseñanza para los trabajadores de la Marina Mercante y pescadores, el Ejército Juvenil del Trabajo (EJT), las brigadas internacionalistas de la construcción, los planes de estudio para los obreros del transporte terrestre y la atención a los planes de reeducación de establecimientos penitenciarios.
En el caso de los cursos especiales, la Resolución Ministerial No. 245 de 1980 plantea que las escuelas se crean mediante convenios firmados en las distintas instancias que responden a necesidades específicas del organismo u organizaciones políticas y de masas. A los efectos de la información estadística se controlaban todos los alumnos de las aulas organizadas en centros de trabajo o en círculos de repaso de la FMC, independiente de los alumnos matriculados.
El proceso de incorporación de los adultos (as) al estudio no era posible regularlo absolutamente a través de mecanismos de organización y planificación que conciliaran el interés individual del estudio con las necesidades y posibilidades reales de nuestra sociedad. Aún hoy se mantiene esta situación y desde entonces son muy elevadas las matrículas en FOC en relación con las matrículas de los cursos nocturnos y dirigidos para trabajadores en la ETP.
Era necesario, por tanto, considerar en el trabajo del perfeccionamiento, las modificaciones que debía experimentar el subsistema de Educación de Adultos, para establecer un flujo más racional de la matrícula hacia las diferentes vías y formas de estudio y hacer énfasis en la preparación básica con carácter cultural a fin de posibilitar la formación de obreros calificados, técnicos y especialistas de diferentes tipos y con el nivel requerido por nuestro proceso de desarrollo económico, así como utilizar mejor nuestros recursos humanos y materiales.
Un aspecto no bien comprendido aún en la actualidad, pero que se tuvo en cuenta en el perfeccionamiento es que la Educación de Adultos debe corresponderse con el subsistema de la Educación General en lo esencial, en cuanto a los contenidos principales de los planes y programas de estudio en cada nivel, teniendo en cuenta las peculiaridades especiales derivadas del tipo de alumno que recibe,
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sus edades y características, los conocimientos que ya posee producto de su experiencia en el trabajo y en los años vividos que contribuyen a una mejor comprensión de los problemas que estudian y ayudan a desarrollar su interés por los mismos.
Por estas razones, puede haber diferencias de tiempo en la impartición de los mismos contenidos fundamentales siendo mayor esta posibilidad mientras es menor el nivel de enseñanza. La experiencia demuestra que se puede conseguir en menos tiempo una equivalencia en el dominio de los conocimientos fundamentales en la relación de estructura del subsistema de Educación de Adultos y la de la Educación General.
Otro elemento importante, que obliga a esta consideración es el tiempo disponible de los adultos para los cuales el estudio es solo una de sus obligaciones fundamentales dentro de las cuales el trabajo tiene prioridad. La Educación de Adultos se diferencia en la forma de conducir el proceso de enseñanza-aprendizaje, lo que está relacionado por una parte con las necesidades de la sociedad, la psicología y madurez de los adultos y por la otra con el tiempo real disponible para el estudio.
En noviembre de 1988, se celebra en La Habana, la Primera Conferencia Iberoamericana de Educación en la cual las delegaciones de los Ministerios de Educación de Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Costa Rica, Cuba, República Dominicana, Guatemala, Ecuador, El Salvador, España, México, Nicaragua, Panamá, Perú, Portugal, Puerto Rico, Uruguay y Venezuela, abordaron la temática sobre la educación, el trabajo y el empleo y sus alternativas para los años noventa, tanto desde la perspectiva de la situación económica del área como desde la perspectiva de la estructura de los sistemas educativos.
En septiembre de 1989, teniendo en cuenta los lineamientos trazados por el Instituto Central de Ciencias Pedagógicas sobre el Perfeccionamiento Continuo se elaboró un proyecto de plan de estudios del Subsistema de Educación de Adultos en el cual se retoma la función social de la Educación de Adultos que en su concepción mantiene su principal función social “contribuir a que la población adulta en general acceda al disfrute de la cultura,
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ampliando sus necesidades espirituales y sus intereses cognoscitivos”.
En las proyecciones para la Educación de Adultos aprobadas por la comisión central de perfeccionamiento se señala:
“Mantener la estructura del subsistema de Educación de Adultos, precisar sus objetivos, perfeccionar el plan de estudios y la selección de los contenidos, métodos, medios y evaluación en correspondencia con los cambios que se realizan en el subsistema de Enseñanza General Politécnica y Laboral, de forma tal que se garanticen las necesarias articulaciones e interrelaciones del sistema educacional, al mismo tiempo que se atienden las exigencias actuales de este subsistema”.
Los cambios políticos ocurridos en el mundo en la década del 90 marcaron un hito en la sociedad cubana, representando un duro golpe a nuestra economía. Con la desaparición de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas y el recrudecimiento del bloqueo de los Estados Unidos, la situación social de nuestro país se ve afectada por la necesidad de aplicar medidas económicas urgentes para salvaguardar las conquistas de nuestra Revolución y nuestro Socialismo entre ellas la Educación.
El sistema educativo cubano no escapó a las afectaciones producidas por la crisis económica mundial, pero el Estado, aún en las precarias condiciones económicas existentes en el país fue adoptando las medidas que condujeron a que no se cerrara ningún centro docente, ni desapareciera ninguna de las opciones educativas que se ofrecían.
La situación con el abastecimiento de petróleo obligó a la Educación de Adultos, que generalmente se desarrollaba en horarios nocturnos, a la implementación de horarios diurnos con el empleo de locales proporcionados por centros de trabajo, organizaciones o por la comunidad para el desarrollo del proceso docente educativo lo que significó una nueva organización escolar para responder a las necesidades de superación de jóvenes y adultos según los intereses y posibilidades de participación del estudiantado motivando un incremento de los cursos por encuentros en detrimento de los cursos regulares.
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Para una mejor comprensión del desarrollo y evolución de la Educación de Adultos desde el año 1990 es conveniente organizar el estudio a partir de los tipos de centros y programas que atiende esta Educación y que son los siguientes:
Centros unificados
Son comúnmente llamados “Facultad”. Esta denominación no es correcta por cuanto en las Facultades Obreras y Campesinas los estudiantes cursan el nivel medio superior de la Educación de Adultos. Sin embargo, en el estudio de la composición de la matrícula de los centros a los cuales haremos referencia, existen grupos de personas que estudian en el nivel elemental, en el nivel medio básico o en el nivel medio superior. En algunos municipios se anexan incluso grupos dedicados a la enseñanza del idioma inglés como lengua extranjera.
Los centros unificados son los encargados del cumplimiento de las acciones de superación de trabajadores, amas de casa y adultos en general - incluyendo la población penal- mediante un sistema de coordinaciones establecidas con la CTC y sus Sindicatos, la Dirección de Establecimientos Penitenciarios, las direcciones de Organismos y Empresas, la Asociación Cubana de Limitados Físicos y Motores (ACLIFIM), la Asociación Nacional de Sordos e Hipoacúsicos (ANSOC), el MINFAR, el MININT y la FMC, entre otros.
En 1990, debido a la existencia de adultos que presentaban limitaciones físicas o motoras de diferente naturaleza y gravedad y la necesidad de que estos se integraran a la vida social y productiva y que alcanzaran determinado nivel educacional, se establecieron las coordinaciones pertinentes con la Asociación Cubana de Limitados Físico y Motores (ACLIFIM) y se definió la responsabilidad que tendrían en esta actividad los subsistemas de Educación de Adultos y de la Educación Especial mediante la Resolución Ministerial No. 276 de junio de 1990 en la que se dispuso posibilitar el ingreso en los centros y aulas correspondientes del subsistema de Educación de Adultos a los adultos aptos mentalmente con limitaciones o impedimentos físicos y motores que pudieran valerse por sí mismos.
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Por otra parte, se estableció que la atención pedagógica a los adultos con impedimentos físicos y motores graves, que no permitían su asistencia a la escuela de ninguna manera, se brindara de forma individualizada en su propio lugar de residencia por maestros o profesores ambulantes.
Los planes de estudio eran los mismos que se aplicaban para los adultos (as) que poseían inteligencia normal y estaban incorporados a la alfabetización o a los niveles de EOC y SOC del subsistema de la Educación de Adultos.
Los alumnos que estaban en condiciones de asistir a las aulas o centros de Educación de Adultos se acogían a la modalidad establecida en estos y para los estudiantes que requerían de la atención de maestros ambulantes se aplicó la modalidad de clases dos veces por semana utilizando los calendarios y dosificaciones de los programas correspondientes a estos tipos de cursos aunque se autorizaba, previa comprobación y consulta con el Departamento Provincial de Educación de Adultos, que los maestros ambulantes pudieran ampliar a dos semestre el 3 y 4 cursos de EOC.
Para los estudiantes que poseían algún otro tipo de patología, se aplicaron los planes de estudio correspondientes para adultos del subsistema de la Educación Especial y en el caso de los adultos impedidos físicos y motores, que además eran diagnosticados como retrasados mentales se les aplicó de forma dosificada (acorde con la posibilidad de cada alumno) los programas de Alfabetización y el Plan de Estudio para la EOC según correspondiera.
Para los alumnos adolescentes y jóvenes limitados e impedidos físicos y motores, que habían vencido el nivel de Secundaria Básica, que por sus limitaciones físicas no estaban en condiciones de asistir a los centros del subsistema de Educación General, Politécnica y Laboral, podían continuar sus estudios en los centros de las Facultades Obreras y Campesinas, aún cuando tuvieran menos de 17 años, lo cual se ha mantenido hasta nuestros días.
En 1990 la Educación Cubana recibió el Premio Krupskaya por la campaña de alfabetización de ciegos en el sistema Braille.
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En el curso escolar 1991-1992 comienza la introducción paulatina de los nuevos programas y planes de estudio diseñados a partir del perfeccionamiento en 1989 y se profundiza en la preparación y superación de trabajadores, amas de casa y adultos en general por lo que, teniendo en cuenta las características del alumnado, en su mayoría constituida por padres y madres.
En el abordaje de los contenidos propios de cada nivel se introducía el análisis de las medidas adoptadas por nuestro país como contribución al desarrollo de una conciencia de ahorro y de defensa de la Revolución, a la intensificación del conocimiento sobre medidas higiénico-sanitarias con el fin de evitar epidemias y al aprovechamiento de los recursos alimentarios existentes con el desarrollo del Programa Alimentario.
Se introdujo el Plan de Perfeccionamiento del subsistema en el nivel primario y medio de la Educación de Adultos, así como en la enseñanza de Idiomas y el Español como Lengua Extranjera, con el fin de elevar la calidad del servicio educacional y responder a las características de la composición sociocultural de la matrícula, sus intereses y necesidades.
Todos estos cambios se ponen en vigor mediante la Resolución Ministerial No. 396 de 1991 con la cual se encarga a la Dirección de Adultos que estudie la posibilidad de transformar la concepción de este subsistema con nuevas alternativas de superación como respuesta al desarrollo educacional alcanzado en el país y a las necesidades e intereses laborales y sociales de jóvenes y adultos.
En las condiciones socioeconómicas de Cuba en el año 1991, era necesario garantizar vías para facilitar y estimular la incorporación al estudio del residual de adultos sin sexto grado pero al mismo tiempo era fundamental velar por la calidad de la educación de obreros, campesinos, amas de casa y adultos en general por lo que se imponía perfeccionar la variante que se empleaba de manera que se lograra combinar ambos objetivos.
El 21 de noviembre de 1991 se pone en vigor la Resolución Ministerial No. 423 que aunque enfatiza en considerar los cursos vespertinos nocturnos que funcionan cuatro días a la semana como
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la vía idónea en la enseñanza elemental de adultos posibilita la apertura de aulas de clases dos veces a la semana autorizadas por la Dirección Municipal de Educación.
La apertura de estas aulas estaba condicionada por la existencia de dispersión de alumnos, condiciones laborales o geográficas especiales u otras causas que dificultaran la asistencia a clases de los mismos y por contar con maestros preparados adecuadamente para trabajar esta variante. Esta resolución mantiene seis semestres para EOC considerando cada semestre independiente.
En el primer semestre del curso escolar 1991-1992 se convalidó la asignatura Fundamento de los Conocimientos Políticos que se impartía en el plan de estudios anterior en la SOC y en el segundo semestre del propio curso se anticipó el desarrollo de la asignatura Educación Cívica en cuarto curso de SOC y se introduce en el quinto semestre de FOC el nuevo programa de Fundamentos Marxistas Leninistas que tendría continuidad en el sexto semestre.
El 12 de noviembre de 1993 se pone en vigor la Resolución Ministerial No. 209 para regular el ingreso de jóvenes menores de 17 años y sin vínculo laboral a los centros del subsistema de Educación de Adultos. En los niveles elemental y básico podrían admitirse a jóvenes con 16 años de edad o que los cumplieran en el semestre en que matriculaban lo cual mantiene plena vigencia en la actualidad.
Por otra parte, se amplía el trabajo en los centros penitenciarios lográndose insertar claustros de profesores dentro de los equipos multidisciplinarios del MININT y se establece la preparación de los docentes de conjunto con estos con contenidos específicos de Pedagogía y Psicología Penitenciaria.
En las precisiones para el trabajo metodológico para el curso 1996-1997, amparado en la Resolución Ministerial No. 60 del 25 de abril de se indicó la extensión de los servicios de la escuela a los núcleos poblacionales que más lo necesitan, aprovechando todas las vías y modalidades de la enseñanza para ampliar el servicio a las zonas de silencio y priorizar los convenios con centros de trabajo, con vistas a dar respuesta a las necesidades económicas de los territorios.
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En el curso 1996-1997 se comenzó la organización y ejecución de un diagnóstico del nivel de entrada de los alumnos en las diferentes enseñanzas (EOC, SOC, FOC e Idiomas) con la participación del profesor principal atendiendo al nivel de conocimiento de las diferentes asignaturas especialmente en Español, Matemática e Historia y el desarrollo de las diferentes habilidades según el nivel de idiomas y se prepararon las condiciones para realizar una medición de la calidad de los egresados de 6to, 9no, 12mo grado e Idiomas al final de cada semestre.
A partir de septiembre de 1996, se comenzó la aplicación del programa de Preparación para la Defensa, incluido como asignatura en el plan de estudios para aquellos alumnos matriculados en las FOC que se encontraban desvinculados laboralmente y se estableció para ellos un período de cuatro semanas de movilización agrícola.
En el curso 1997-1998 aprobado por la Resolución Ministerial No. 35 de 1997 se indicó aplicar un mayor rigor en la composición de la matrícula, no solo en los requisitos de ingreso a la FOC y a la enseñanza de idiomas, sino además, analizar y comprobar las características sociopolíticas de los optantes; con el propósito de conocer cuáles son sus verdaderos intereses y objetivos haciendo un diagnóstico que permita la obtención de estos elementos y la ratificación de la matrícula en consecuencia con los resultados.
El 24 de julio del 2000 se aprueba y pone en vigor la Resolución Ministerial No. 61, la cual está vigente y solo se aplica en Ciudad de La Habana por interés manifiesto de la Dirección Nacional de la Policía Nacional Revolucionaria. Este plan especial responde a la compleja actividad que realizan los combatientes y al requerimiento de buscar vías y métodos para organizar los estudios para elevar el nivel cultural que les permitiera continuar estudios especializados acorde con el desarrollo científico-técnico. Se desarrolla en cuatro semestres por el sistema de cursos por encuentros con dos encuentros semanales con una duración de ocho horas cada uno y encuentros de recuperación.
En el año 2002 se reactualiza el convenio con la Dirección de Establecimientos Penitenciarios. Se trabajó en la ampliación de la atención de la Educación de Adultos para llegar a todos los
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establecimientos penitenciarios priorizando los centros de jóvenes y brindar opciones para que la población penal alcanzara el nivel de bachiller. Se incluyen además aspectos de la Educación Técnica y Profesional y el asesoramiento al Programa Audiovisual “Por Nuevos Caminos”.
En la preparación del curso escolar 2002-2003, las Facultades Obreras y Campesinas, que mayoritariamente funcionaban en la modalidad de cursos regulares, pasaron a la modalidad de Curso por Encuentros con una duración de seis semestres para no afectar a los alumnos-trabajadores.
En el mes de julio de 2004, inmersos en la Batalla de Ideas y en el desarrollo de la Tarea 500, el Ministerio de Educación y la Dirección de Establecimientos Penitenciarios establecieron nuevos acuerdos encaminados a erradicar el analfabetismo residual existente en los centros penitenciarios, contribuir en la formación de una cultura general e integral de la población penal y los combatientes y extender la apertura de aulas del nivel medio superior de la Educación de Adultos a todos los centros penitenciarios.
Para alcanzar este último objetivo era necesario contar con una cobertura docente que no poseía la Educación de Adultos por lo que se decidió formar instructores docentes para el desarrollo de los programas de los niveles de EOC y SOC en los centros penitenciarios utilizando como base la existencia de los recursos tecnológicos, la experiencia en la formación emergente de maestros primarios y de profesores generales integrales para Secundaria Básica así como se la experiencia adquirida en el trabajo de asesoramiento y preparación de los monitores del programa audiovisual, se implementó un programa de formación emergente mediante el cual la población penal seleccionada estaría habilitada para impartir clases en los niveles de EOC y SOC.
En junio de 2005 el Ministro de Trabajo y Seguridad Social aprobó la Resolución No. 28 dirigida a regular el proceso de implantación de los nuevos calificadores de ocupaciones y cargos de amplio perfil, extender la aplicación del principio de Idoneidad Demostrada y establecer los planes de capacitación para que los trabajadores, cuando resulte necesario, alcancen los requisitos establecidos. La
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implementación de dicha Resolución incrementó la demanda de matrículas en las Facultades Obreras y Campesinas a partir del curso 2005-2006.
En diciembre de 2005 mediante la Resolución Ministerial No. 175 se modificaron los Anexos 3 y 7 de la Resolución Ministerial No. 396 de 1991 correspondientes al nivel medio superior de la Educación de Adultos, de modo que se lograra un proceso de mayor calidad en las actuales condiciones. Además, se eliminaron los exámenes estatales de Matemática y Español establecidos por la Resolución Ministerial No. 35 de 1997 respondiendo así a un reclamo de docentes y estudiantes que estaba motivado por el hecho de que los estudiantes graduados de FOC que desean continuar estudios superiores deben presentarse a exámenes de concurso en las convocatorias establecidas por el Ministerio de Educación Superior para el ingreso a carreras universitarias.
Como continuidad del trabajo con personas subescolarizadas en diciembre de 2005 se diseñan acciones conjuntas con la FMC para impulsar la incorporación a las aulas de las amas de casas subescolarizadas empleando todas las variantes existentes en la Educación de Adultos lo que permitió un incremento sustancial en la incorporación al estudio de este importante sector de la población adulta cubana.
Como parte de perfeccionamiento del Sistema Penitenciario Cubano y en función de lograr una verdadera reinserción de los jóvenes a la sociedad, el 1 de agosto de 2005 se aprueba la Resolución Ministerial No. 98 de la ETP que autoriza la aplicación de los planes y programas de estudios para la formación de obreros calificados en aulas creadas en los centros penitenciarios de Ciudad de La Habana y Cienfuegos. Con posterioridad, mediante la Resolución Ministerial No. 162 de 27 de noviembre de 2006 se extiende esta experiencia a todos los centros penitenciarios del país.
Durante la aplicación de la Resolución 28 del MTSS se comprobó la existencia de trabajadores declarados no idóneos por no haber alcanzado los niveles de 6to ó 9to grados. Para dar solución a esta problemática de los trabajadores, el 27 de febrero de 2007 se aprueba la Resolución Ministerial No. 29 que pone en vigor de
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manera progresiva hasta su total implementación un nuevo plan de estudios para los niveles de EOC y SOC que comenzó a aplicarse a partir del 1 de septiembre de 2007. Esta resolución deroga a partir de febrero de 2008 los Anexos 1, 2, 4, 5 y 6 de la Resolución Ministerial No. 396, con fecha 29 de octubre de 1991, de la cual hasta el momento solo queda vigente el Anexo 8 referido a Escuelas de Idiomas.
El Plan de Estudios para los niveles de EOC y SOC se elaboró a partir de la experiencia de dos años de aplicación en el Curso de Superación integral y atendiendo a que la mayoría de las personas subescolarizadas preferían presentarse a exámenes libres, se dispuso realizar las convocatorias a exámenes libres de 6. y 9. Grados en los meses de diciembre y junio para aquellas personas que deseen obtener el certificado de graduado de EOC o SOC por esta vía y la eliminación de las nivelaciones de semestres intermedios de la EOC y de la SOC.
En febrero de 2007 se realizó un activo de la ANSOC donde se precisó la existencia de un número de personas adultas deficientes auditivas subescolarizadas. A partir de la experiencia adquirida en el desarrollo de las acciones conjuntas MINED-FMC en el caso de las amas de casa y en coordinación con la Educación Especial en abril se dieron indicaciones a los directores provinciales para garantizar la atención a este personal.
En la actualidad, inmersos en la Batalla de Ideas y de conjunto con la FMC, la Educación de Adultos está trabajando en la superación cultural de las amas de casa, como premisa de igualdad y justicia social plena de la mujer para las cuales se organiza el proceso docente en horarios y modalidades que posibiliten su participación y una mejor preparación para su propio desarrollo y el de su familia.
Escuelas de Idiomas para trabajadores
Tienen como función social proporcionar el conocimiento de un idioma extranjero como medio de comunicación social e instrumento de trabajo y auto preparación de los trabajadores, también fueron incluidas en el plan de perfeccionamiento.
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Mediante la Resolución Ministerial No. 396 de 1991 se establecieron 100 horas -clases para todas las variantes y un curso dilatado que comprendía el Curso Básico y General en cinco semestres, con frecuencia semanal de 6 horas con clases 2 horas 3 días a la semana o clases 3 horas dos días a la semana y un curso para desarrollar habilidades de traducción en dependencia de las necesidades.
Teniendo en cuenta que un número considerable de ciudadanos cubanos habían cursado estudios de nivel superior o medio superior en el extranjero y, por su estancia prolongada poseían dominio de un idioma y de otras que lo habían adquirido por esfuerzo personal, se hacía necesario regular la forma de obtener el diploma que acreditara el dominio de determinada lengua extranjera sin que las personas se vieran en la necesidad de cursar el último semestre en una escuela de idiomas.
El 24 de diciembre de 1991 se aprobó y puso en vigor, mediante la Resolución Ministerial No. 465, el examen de suficiencia para los ciudadanos cubanos que cursaron estudios de nivel superior o medio superior en el extranjero y el examen de clasificación para las personas que obtuvieron el dominio de un idioma por esfuerzo personal. En este último caso, si el aspirante demostraba poseer los conocimientos equivalentes al último nivel del plan de estudio se le otorgaba el derecho a concurrir al examen ante un tribunal para la obtención del diploma. Las solicitudes se presentaban en las propias escuelas de idiomas en los meses de abril y noviembre.
Tomando en consideración la relevancia alcanzada por las escuelas de idiomas debido al incremento del turismo y por el desarrollo científico técnico se dispuso de la Resolución Ministerial No. 151 de 1992 cuyo objetivo era orientar la forma de realizar una selección de las solicitudes y establecer los requisitos para el ingreso. Además se pretendía la reducción o eliminación del horario nocturno lo que requería de nuevas vías para el aprendizaje de lenguas extranjeras acorde con la situación del país y se extendía esta enseñanza a los centros de trabajo previo convenio entre la administración de estos y la dirección de la escuela de idiomas y se podía brindar este servicio a las organizaciones políticas y de masas en dependencia de las necesidades y características de la comunidad.
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En el año 2001 la enseñanza de lenguas extranjeras había adquirido una mayor relevancia en el país por el incremento del turismo y el desarrollo científico-técnico y cultural. Las solicitudes de matrículas en las escuelas de Idiomas de la Educación de Adultos se habían incrementado de forma tal que la demanda era muy superior a las capacidades existentes en estos centros de estudios. Por esta razón se hacía necesario orientar la forma de realizar una selección de las solicitudes de manera tal que recibieran la instrucción los adultos que más requerían de ella con el objetivo de ponerlas al servicio del desarrollo socio-económico del país lo que se puso en vigor mediante la Resolución Ministerial No. 97 del 5 de julio de 2001 en la cual se mantienen los requisitos de ingreso antes expuestos.
Por medio de esta Resolución se autoriza la extensión de la enseñanza de idiomas a los centros de trabajo previo convenio entre la administración de estos y la dirección de las escuelas de idiomas lo que se hace extensivo a las organizaciones políticas y de masas en dependencia de las necesidades y características de la comunidad. Los convenios con centros de trabajo o las alternativas que se presenten que requieran de un horario fuera del establecido para las escuelas de idiomas deben ser aprobados por el MINED.
Se instrumenta la variante de curso de expresión oral con seis meses de duración para alumnos de tercer semestre o tercer semestre terminado según el idioma y cursos específicos para alumnos que teniendo conocimientos básicos del idioma, cumplan los requisitos de matrícula y con interese comunes que respondan a convenios de entidades por situaciones socio-económicas de la localidad o proyectos de colaboración en el exterior con un semestre de duración el cual puede acortarse con aumento de la frecuencia semanal.
Curso de Superación Integral para Jóvenes
En el mes de marzo de 2001, en reunión del Consejo de Ministros presidida por el compañero Fidel Castro, fue abordada la situación de las provincias orientales. En el tema de los jóvenes desocupados, el Comandante en Jefe reflexionó acerca de la necesidad de convocar a
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los más jóvenes para que se capacitaran y prepararan a través de un Programa General e Integral.
En septiembre del propio año se inicia el Programa de Superación para Jóvenes Sin Empleo con la aplicación de un nuevo concepto: el estudio como empleo. Inicialmente fue concebido como un curso de capacitación general estructurado en dos ciclos: uno para los jóvenes que ingresaran con nivel de 9no grado el cual tendría una duración de dos años y el ciclo de Nivelación para los que ingresaban con nivel de 12mo grado o técnico medio, con un año de duración.
El plan de estudio se estructuró en semestres, cada uno con una duración de 20 semanas lectivas e incluía las asignaturas Español-Literatura, Matemática, Historia, Geografía, Inglés, Computación y Cultura Política utilizando los materiales de los cursos de Universidad para Todos. Se incluyeron además, elementos curriculares y extracurriculares que brindaran ayuda a los jóvenes para su inserción en la vida social, la orientación para la adecuada selección de la profesión que respondiera a las necesidades y características de los territorios y, en general, para fortalecer sus valores, motivaciones e intereses, así como su compromiso con la Revolución.
La acción acometida por los cuadros, dirigentes y docentes de la Educación de Adultos, de conjunto con la Unión de Jóvenes Comunistas, las organizaciones de masa, el INDER y Cultura permitió lograr cambios significativos en los modos de actuación de estos jóvenes que se insertaron en tareas socioeconómicas priorizadas de cada territorio y participaron en actividades productivas y sociales en la comunidad con lo que se ganó el reconocimiento social a este Programa que ha incidido y continúa incidiendo favorablemente en los jóvenes que participan en el mismo.
La utilización de las TIC en el desarrollo del proceso docente educativo como fuentes de información y su organización sobre la base de cursos semipresénciales motivó la necesaria preparación de los docentes en el empleo de las nuevas tecnologías y la metodología teniendo en cuenta que el adulto siente la necesidad de estudiar en
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el proceso de solución de problemas relacionados con sus necesidades prácticas todo lo cual constituye su mayor motivación.
Los métodos hasta ahora empleados en la Educación de Adultos, sin bien habían servido de base para el desarrollo del proceso docente educativo, requerían de un perfeccionamiento para lograr mayor calidad en el aprendizaje a partir de la vídeo clase, el estudio independiente y los encuentros presénciales y que estos se constituyan en la asimilación de hábitos, habilidades y métodos de estudio que les permita continuar su preparación para la vida laboral y el ingreso a la Educación Superior.
El proceso de enseñanza-aprendizaje se desarrollaba a partir del empleo de vídeo clases con una hora de duración tomadas del Programa Universidad Para Todos en algunas asignaturas como Ortografía, o filmadas por profesores de experiencia en el subsistema como es el caso de Matemática. También se utilizó la computación como fuente del conocimiento y de cultura, el estudio independiente y el desarrollo de encuentros presénciales donde se sistematizaban los conocimientos adquiridos para lo cual se utilizaron los tabloides de Universidad para Todos y otros que fueron elaborados por un colectivo de profesores de las escuelas de Educación de Adultos de Ciudad de La Habana.
En diciembre de 2001 tiene lugar el X Congreso de la Federación de Estudiantes de la Enseñanza Media (FEEM). Allí se propone y aprueba cambiar el nombre del programa por el de Curso de Superación Integral para Jóvenes que mantiene hasta el momento, se propone un incremento del estipendio y la posibilidad de alcanzar el título de bachiller a partir de septiembre de 2002.
En el curso 2002-2003 los estudiantes del Curso de Superación Integral para Jóvenes se incorporan a la FEEM y se brinda la posibilidad de ingresar a la Educación Superior a través de las Sedes Universitarias Municipales (SUM)
Se mantuvieron dos ciclos; uno de formación de bachiller y uno de nivelación. En el ciclo de formación de bachilleres ingresaron los jóvenes con edades comprendidas entre 18 y 29 años y un nivel de escolaridad de 9no grado o mayor, pero que no hubiesen alcanzado
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el nivel medio superior. Al ciclo de nivelación ingresaron los jóvenes que habían alcanzado el nivel medio superior en cualquiera de las Educaciones que otorgan este nivel (preuniversitario, ETP o FOC).
El ciclo de formación de bachilleres se estructuró en 5 semestres con lo que se disminuyó el tiempo de duración del plan de estudios para el nivel medio superior a 2 años y medio. Cada semestre cuenta con 20 semanas de clases y se mantienen los tres turnos de clases de una hora por asignatura cinco días a la semana en un horario vespertino-nocturno para un mejor aprovechamiento de la capacidad de las instituciones escolares y de los recursos existentes en ellas.
Se realizaron ajustes a los contenidos del nivel medio superior tomando en consideración el tiempo real para su desarrollo y el proceso docente se organizó mediante la combinación de vídeo clases y encuentros presénciales con una hora clase cada una excepto en la asignatura de Computación que se efectuaba en el laboratorio.
La dirección nacional de Educación de Adultos seleccionó a un grupo de compañeros, con experiencia en el trabajo de esta Educación, que de forma totalmente voluntaria dedicaron parte de su tiempo libre a la grabación de los vídeos clases. La mayoría de estos profesores se enfrentaban por primera vez a las cámaras de televisión, por lo que la tarea encomendada significó un gran reto que fue posible lograr por el compromiso político, la responsabilidad, la profesionalidad y entrega con que asumieron la tarea.
Como bibliografía se utilizaron los Tabloides elaborados por estos y otros docentes con los contenidos esenciales de cada asignatura y los libros de texto de preuniversitario como consulta, que fueron ubicados en las bibliotecas escolares según las disponibilidades existentes, así como otros materiales que disponibles en la institución.
Con la inauguración del Canal Educativo 2, a partir de septiembre de 2003, se introduce la transmisión de teleclases de 30 minutos de duración por dicho canal de la Televisión Nacional, manteniendo vigente la metodología concebida para el desarrollo del proceso de enseñanza-aprendizaje por lo que era necesario que las Cátedras de
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Adultos de los ISP priorizaran en el trabajo metodológico la preparación para la realización del encuentro televisivo y del encuentro presencial, el seguimiento al diagnóstico, el uso de los programas de la Revolución y la formación vocacional hacia carreras pedagógicas.
En agosto de 2004 se había autorizado el ingreso al Curso de Superación Integral a jóvenes que no habían alcanzado el 6to. ó el 9no. grado, para los cuales se diseñó un plan de estudios de un año de duración tanto para el nivel elemental como para el básico con el objetivo de motivar la incorporación y que sirvió de base a la elaboración de los planes y programas de estudio que se desarrollan en los niveles elemental y básico de la Educación de Adultos en la actualidad.
Para el desarrollo de los contenidos de estos niveles se emplean clases frontales lo que ha posibilitado una mayor atención a los estudiantes por parte de los profesores lo cual constituye una sistematización de la experiencia adquirida durante la batalla por el sexto y por el noveno grado.
El 28 de diciembre de 2004 se aprueban y ponen en vigor mediante la Resolución Ministerial No. 209 los planes de estudio de este Programa de la Revolución con carácter retroactivo y en febrero de 2005, se produce la primera graduación de bachilleres en la que 38 793 jóvenes obtuvieron el título y fueron avalados para el ingreso a la Educación Superior 57 567 estudiantes.
Desde el curso escolar 2004-2005, en el Curso de Superación Integral para Jóvenes se imparten todos los niveles de la Educación de Adultos organizado de forma tal que, en un plazo no mayor de cinco años y medio, los jóvenes que ingresaron con menos de 6. Grado pueden alcanzar el nivel medio superior como expresión de justicia y equidad brindándole igualdad de posibilidades para el ingreso a la Educación Superior.
El curso de superación integral se había convertido en una fuente importante para la incorporación de los jóvenes a otros Programas de la Revolución, Cursos emergentes o de habilitación que no requerían el nivel de bachiller, por lo que se hizo necesario
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establecer normas de equivalencia entre semestres del Curso de Superación Integral para Jóvenes y grados de la Educación Preuniversitaria que posibilitaran el acceso de estos jóvenes a otros Programas de la Revolución, hecho inédito en la historia de la Educación de Adultos en Cuba ya que hasta este momento solo se establecían equivalencias en los niveles terminales. Mediante la Resolución Ministerial No. 163 del 28 de diciembre de 2006 se reconoce como equivalente al 10mo grado de la Educación Preuniversitaria el haber aprobado el segundo semestre del Curso de Superación Integral y como equivalente al 11no grado de la Educación Preuniversitaria el haber aprobado el cuarto semestre del Curso de Superación Integral.
Programa de Superación Cultural para Trabajadores de la Agroindustria Azucarera. (Tarea Álvaro Reinoso)
Como parte del Proceso de Redimensionamiento del MINAZ se inició en octubre de 2002, el Programa de Superación Cultural para Trabajadores de la Agroindustria Azucarera conocido como Tarea Álvaro Reinoso. En este programa se aplicó también el novedoso concepto del estudio como empleo, hecho sin precedentes en el mundo, donde el Estado garantiza el pago del 100% del salario promedio devengado y no se procede al despido de los centenares de miles de trabajadores de este sector.
El objetivo fundamental era el de convertir a largo plazo el conocimiento en el más importante capital del sector, a través de un amplio programa de capacitación integral y tomando como base los valores de los trabajadores del MINAZ, su fidelidad a la Revolución, sentido del deber, consagración al trabajo, disciplina y organización.
Con el surgimiento de este Programa y en coordinación con la ETP, la Unión de Jóvenes Comunistas y el Ministerio de la Industria Azucarera, la Educación de Adultos diseña, organiza y desarrolla los contenidos de los diferentes niveles teniendo en cuenta no solo los grupos etáreos diversos, sino cada una de las condiciones laborales de sus participantes y que son:
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Los trabajadores que tienen como empleo el estudio y que por tanto el horario de clases debe cubrir estas exigencias.
Los trabajadores que desarrollan su labor en unidades productoras y estudian fuera del horario laboral.
Los trabajadores que participan en la zafra y que realizan sus estudios en los períodos disponibles entre una y otra simultaneando con las labores de preparación de la próxima zafra.
Los familiares de los trabajadores mayores de 30 años que residen en los bateyes de los centrales.
Los objetivos específicos del proyecto eran:
Lograr que el 95% de los trabajadores superaran el 9. Grado y de ellos el 80% el 12. Grado para el año 2007, incorporando 10 000 trabajadores a la EOC, 25 000 a la SOC y 25 000 al Curso de Superación Integral para alcanzar el 12mo. grado.
Formar 10 000 trabajadores como técnicos y obreros calificados en la enseñanza técnica a través de los centros politécnicos.
Lograr que más de 15 000 trabajadores alcanzaran la categoría de profesionales en varias especialidades.
Actualizar y elevar el nivel técnico y los conocimientos generales de 14 000 profesionales.
Crear una fuerza de trabajo de 1 000 profesionales altamente calificados y preparados en técnicas modernas de gestión empresarial y del conocimiento.
Garantizar a todos los trabajadores del sector a partir de su incorporación al estudio, el empleo de su tiempo en una labor social y personalmente útil y productiva.
El Ministerio de Educación, analizando la propuesta de planes de estudio presentada por las comisiones de especialistas, con la aprobación del Ministerio del Azúcar consideró procedente aprobarlos y ponerlos en vigor mediante la Resolución Ministerial No. 156 de 16 de septiembre de 2002 mediante la cual se aprobaron y pusieron en vigor planes de estudio de la Educación de Adultos especialmente diseñados para los trabajadores-alumnos del MINAZ correspondientes a la EOC, SOC, bachiller y un curso de actualización de conocimientos para trabajadores mayores de 50 años con nivel de 9no grado y menor de 12mo así como los planes
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de estudio para los cursos de Técnicos Medio con trabajadores-alumnos del MINAZ que hubieran concluido el 9no y 12mo grado e ingresaran a partir del curso escolar 2002-2003 en las especialidades de Agronomía, Mecanización Agrícola, Contador e Informática.
El redimensionamiento de la rama azucarera aconsejaba organizar nuevos cursos de técnicos medios y obreros calificados en determinadas especialidades de la Educación Técnica y Profesional. A partir del curso 2003 – 2004, para ser aplicados a los trabajadores del Ministerio del Azúcar durante el período después de zafra, fue aprobada y puesta en vigor la Resolución Ministerial No. 179 de 2003 con nivel de ingreso de 9no grado para la formación de Técnicos Medio en las especialidades Maquinaria Azucarera y Tecnología de Fabricación de Azúcar y de obreros calificados con nivel de ingreso de 6to grado en las especialidades de Mecánico de Mantenimiento de equipos Industriales y Operador de equipos Industriales.
En el curso 2004-2005, el MINAZ, como parte del proceso de redimensionamiento de la rama azucarera, solicitó el desarrollo de nuevas especialidades para la formación de técnicos medios y obreros calificados, además de los previstos en la Resolución Ministerial No. 179/ 2003, lo que se autoriza con la aprobación de la Resolución Ministerial 192 de 2004 que deja sin efecto la Resolución Ministerial No. 179 y pone en vigor indicaciones para la organización y desarrollo de los cursos de formación profesional para el personal matriculado en la modalidad de Después de Zafra.
A partir del curso escolar 2004 – 2005, los planes de estudio para los cursos de técnicos medios con trabajadores – alumnos del MINAZ en el período no zafra, indicaciones para la aplicación de los planes de estudio de Técnico Medio en la modalidad de Después de Zafra y el plan de estudio para los cursos de obrero calificado con trabajadores – alumnos del MINAZ, que ingresaran a partir del curso escolar 2004 – 2005, en la modalidad de Después de Zafra.
En el anexo 1, de la Resolución Ministerial No. 192/2004 se estableció que las matrículas para el nivel de Técnico Medio se organizaran a partir de trabajadores – alumnos que poseyeran el 9. Grado, con una duración de 4 años de estudios en el cual las asignaturas de Formación General y Básicas utilizan los programas
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correspondientes a la Educación de Adultos, de acuerdo al nivel de que se trate.
En el curso 2006-2007 la Tarea Álvaro Reinoso inicia una nueva fase en la que el objetivo esencial es la formación de obreros calificados, técnicos medios y profesionales universitarios para garantizar la preparación de sus trabajadores y elevar la eficiencia productiva. Por esta razón se decidió que todos los alumnos trabajadores que tuvieran vencido el 6to grado se incorporaran a la formación de obreros calificados y aquellos que habían alcanzado el 9.grado a los Cursos de Formación de Técnico Medio.
Se dispuso que no se diera apertura a nuevos grupos de SOC y FOC y que los alumnos matriculados en estos niveles pasaran a los cursos de formación antes mencionados con excepción de los que se encontraban cursando ya los últimos semestres. Esta medida contribuyó a disminuir significativamente la matrícula en los niveles de Educación de Adultos y el incremento en las de Técnica y Profesional, pero la atención se mantiene por parte de la Educación de Adultos.
Programa de Atención a la Población Penal. (Por los Nuevos Caminos)
En los centros penitenciarios antes del triunfo de la Revolución – fueron torturados y ejecutados extrajudicialmente cientos de valerosos jóvenes que luchaban por ver a Cuba libre de los tiranos de turnos. Dirigidos por el imperialismo norteamericano se caracterizaban por la promiscuidad, la corrupción judicial y administrativa, la violación brutal, los maltratos físicos y la tortura, las desapariciones, la discriminación racial y social y el tratamiento inhumano al hombre sancionado, en detrimento de la integridad y dignidad humana. En dicho sistema prevalecía además, una ausencia total de programas de rehabilitación social.
Con el triunfo de la Revolución se ha ido construyendo sobre bases firmes un nuevo modelo de institución penitenciaria, más humano, donde el recluso tiene derechos y deberes, dirigidos a su reeducación y rehabilitación para su reinserción social. El Gobierno Revolucionario abolió legislaciones e instrucciones arcaicas en
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materia penitenciaria, reemplazando en muchos casos, al personal que trabajaba en estos centros y que se encontraban viciados del viejo sistema. Muchas fueron las acciones trazadas por el gobierno revolucionario para transformar los reclusorios y convertirlos en verdaderos centros de educación, las que deben servir para rescatar al ser humano además de proporcionarle utilidad y virtud en medio de las condiciones de la prisión. En tal sentido se trazan un número de directrices encaminadas a transformarlo.
Principales transformaciones realizadas al sistema penitenciario cubano:
El perfeccionamiento de la legislación penitenciaria y de su base reglamentaria.
La adopción y perfeccionamiento del sistema progresivo, para permitir al recluso ir avanzando en diferentes regímenes penitenciarios hasta lograr su libertad condicional, a partir de su conducta y de plazos mínimos de cumplimiento de su sanción.
El establecimiento de criterios de clasificación de la población penal que aseguran mejor tratamiento colectivo e individualizado.
La construcción de locales adecuados para los establecimientos penitenciarios.
La incorporación voluntaria al trabajo socialmente útil y remunerado.
El otorgamiento de ayudas económicas a familiares de reclusos. La organización de un subsistema educacional en las prisiones
para la enseñanza general y técnica. La organización de un subsistema de atención médica y
estomatológica, primaria y especializada, para atender a los reclusos.
El desarrollo de actividades de amplia participación en las esferas artísticas, deportivas y recreativas.
La capacitación técnica y profesional y la superación permanente del personal penitenciario (juristas, psicólogos, psico-pedagogos, pedagogos, defectólogos, sociólogos, incluidos los funcionarios).
Desde ese entonces, mucho se ha avanzado en este terrero. Fueron construidas o acondicionadas instalaciones como centros penitenciarios con mejores condiciones; la población penal participó
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activamente en la realización de labores sociales y económicas (escuelas, centros productivos, viviendas y otras) así como, en la producción de alimentos, producciones varias y de materiales de construcción, las cuales además de contribuir a formar valores humanos, representaron importantes aportes económicos y sociales y tuvieron un importante impacto social en los reclusos y sus familiares.
Unido a lo anterior, a la población penal se le garantizó su instrucción escolar, capacitación técnica en oficios, una adecuada alimentación y comunicación con su familia y un trato justo y humano. En la concepción diseñada y desarrollada por la Revolución Cubana, el sistema penitenciario sirve para rescatar al ser humano además de proporcionarle utilidad y virtud en medio de las condiciones de reclusión social.
El primero de septiembre del 2002, se comenzó a aplicarse una novedosa iniciativa en el terreno de la reeducación denominada "Por los nuevos caminos", la cual abarca a 84 centros penales e incluyó la instalación de 1 076 televisores y 195 equipos de video, que mediante circuito cerrado permiten ver los diferentes materiales en los locales habilitados para ello.
El proyecto que se lleva a cabo, se apoya en la unificación de todos los programas de la instrucción escolar, la capacitación técnica, el Programa Audiovisual y otros cursos alternativos, junto a las actividades culturales, deportivas, recreativas y político-ideológicas como prototipo de un Establecimiento Penitenciario cuya estructura se proyecte en función de priorizar la educación de la población penal joven y adulta, sin distinción de razas ni sexos.
Esta concepción aspira a que egrese de la prisión un joven:
Potencialmente no reincidente, con una visión diferente del rol social a desempeñar a su egreso y con nuevas perspectivas de vida.
Que haya podido elevar, consolidar o reorientar su capacitación técnica profesional, su instrucción y su cultura general e integral.
Con una conducta social adecuada, basada en valores éticos socialmente aceptados.
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Poseedor de una autoestima, que le permita desarrollar la tolerancia al fracaso y la capacidad para enfrentarse a situaciones adversas.
Programas Alternativos Comunitarios
A partir de 1990, la Educación de Adultos sale de los marcos formales e incorpora a su quehacer la Educación No Formal sobre la base del desarrollo de Programas Alternativos Comunitarios. Más de 250 000 personas jóvenes y adultas se benefician cada año con estos programas organizados a partir de sus necesidades e intereses y en los que se abordaron temas relacionados con la salud, la convivencia, la atención a las personas de la tercera edad, la comunicación interpersonal, la historia de la localidad y el rescate de tradiciones, el cuidado del medio ambiente, la medicina verde, la alimentación y temas vinculados al programa “Para la Vida”, entre otros. Para el desarrollo de estos programas alternativos se emplearon los recursos humanos y materiales existentes en las comunidades y en ellos fue fundamental el papel de los profesores como promotores y comunicadores.
En la actualidad el subsistema de Educación de Adultos en Cuba abarca tres niveles: el elemental, el medio básico y el medio superior.
El nivel elemental se alcanza con el cumplimiento del plan de estudio y programas de la EOC. Los graduados reciben un certificado que acredita poseer el nivel equivalente al sexto grado de la Educación Primaria. Este nivel se puede alcanzar en los centros unificados a los cuales se subordinan otros centros –como es el caso de los centros penitenciarios o centros de trabajo- y aulas independientes generalmente conformadas para la atención a amas de casa subescolarizadas. También se puede alcanzar en el Curso de Superación Integral para Jóvenes y en la Tarea Álvaro Reinoso.
Otra vía para alcanzar este nivel la constituye la realización de exámenes libres, que son convocados en dos etapas del curso escolar. Esta vía constituye una oportunidad para aquellas personas que requieren la acreditación de su nivel de escolaridad y por alguna razón no se matriculan en nuestros centros.
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La EOC va dirigida al desarrollo de las habilidades instrumentales básicas del idioma y el cálculo, así como proporcionar los conocimientos elementales sobre Geografía e Historia de Cuba y la interpretación científica de hechos y fenómenos para lograr una mayor participación en la vida laboral y social. Tiene un carácter preparatorio para la continuación de estudios en la SOC o en cursos de obreros calificados, pero a la vez constituye un nivel de culminación de los estudios elementales para aquellos que por diversas causas no continúan estudiando.
El nivel medio básico se alcanza con el cumplimiento del plan de estudios y programas de la SOC. Los graduados reciben un diploma que acredita que poseen el nivel equivalente al 9no grado. Se propone lograr la consolidación de las habilidades instrumentales básicas y en general los hábitos y capacidades que permitan a los adultos un mejor desenvolvimiento en la vida laboral y social. Este nivel se puede alcanzar en los centros unificados de la Educación de Adultos, en el Curso de Superación Integral para Jóvenes y en la Tarea Álvaro Reinoso. También se puede alcanzar mediante la realización de exámenes libres.
El nivel medio superior se alcanza con el cumplimiento del plan de estudios y programas de la FOC. Los graduados reciben un título que acredita que poseen el nivel equivalente al 12mo grado. La FOC posee un carácter de profundización, sistematización y generalización de los contenidos con lo que se logra una preparación más amplia del adulto para la vida, así como una base para su calificación técnica y para el ingreso a la Educación Superior. También se puede alcanzar en el Curso de Superación Integral para Jóvenes y en la Tarea Álvaro Reinoso. Para este nivel no existen exámenes libres.
Es importante destacar que estos niveles se encuentran bien articulados entre si y sus contenidos tienen correspondencia con los niveles terminales de cada enseñanza del Sistema Nacional de Educación; aunque en las estrategias metodológicas, métodos y didácticas se conciben específicamente para alumnos adultos.
La Educación de Adultos en Cuba atiende también las Escuelas de Idiomas para Trabajadores, las cuales proporcionan los conocimientos y habilidades necesarias para la utilización práctica de
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una lengua extranjera a partir de las necesidades de los planes de desarrollo socioeconómico de los territorios y el aprovechamiento de las potencialidades para el fortalecimiento de la comunicación intercultural, por lo que contribuyen al desarrollo económico del país y a la formación científico-técnica, intelectual y estética de los trabajadores. No otorgan un título técnico-profesional ni eleva el nivel de escolaridad. En estas escuelas se estudian los idiomas: Inglés, Francés, Alemán, Italiano, Ruso, Portugués, Chino, así como Español para extranjeros. Se desarrollan también cursos con fines específicos para el perfeccionamiento de profesionales con el fin de comunicarse oralmente con una lengua extranjera y obtener información mediante la lectura de la bibliografía publicada en esa lengua.
MODALIDADES DE LA EDUCACIÓN DE JÓVENES Y ADULTOS EN CUBA
Los planes y programas de estudio de la EDJA en Cuba se desarrollan en tres modalidades: cursos regulares, cursos por encuentros y cursos especiales, cada una de las cuales tiene a su vez diferentes variantes que se ajustan a las necesidades de los participantes, lo que pone en evidencia la flexibilidad que caracteriza a esta Educación.
Los cursos regulares son una modalidad de organización del proceso docente educativo en el cual los estudiantes asisten diariamente a clases lo que posibilita una mayor influencia de la escuela sobre los mismos. Se aplica en todos los niveles y las variantes de aplicación son las siguientes:
Cursos diurnos o vespertinos-nocturnos, que funcionaban 4 días a la semana con 4 turnos de 45 minutos.
Cursos que funcionan cinco días a la semana, con tres turnos diarios de 45 minutos.
Cursos vespertinos –nocturnos, que funcionan 5 días a la semana con tres turnos de 1 hora de duración con el apoyo de teleclases. Tal es el caso del curso de superación integral para jóvenes.
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Los cursos por encuentros son una modalidad de organización del proceso docente-educativo, en la cual se utiliza una metodología que exige más estudio independiente y sólo se estudian dos asignaturas a la vez, hasta vencer las correspondientes a cada semestre. Se aplica en todos los niveles y las variantes son las siguientes:
Clases dos veces a la semana, con dos turnos de 90 minutos cada uno por cada asignatura.
Clases cuatro días, con encuentros de 90 minutos, de manera que se cumplimenten los 180 minutos de cada asignatura.
Clases una vez a la semana, con turnos de 180 minutos por cada asignatura.
Es necesario, entonces, precisar que en los cursos por encuentros la auto-preparación y auto-didactismo constituyen la forma fundamental de asimilación de los contenidos por los educandos, sobre la base de la adecuada planificación, orientación y control del trabajo independiente. En la clase-encuentro, la función del docente pierde su carácter tradicional de predominio de la exposición del maestro y se transforma en una actividad colectiva que comprende, principalmente, orientación, información, debate, evaluación y en el que actúan el profesor y los alumnos.
Los cursos especiales constituyen una modalidad que se implementa de acuerdo con los intereses de determinados sectores, que no pueden acogerse a ninguna de las ya descritas por situaciones específicas de trabajo. Ejemplo de ello es la superación en Unidades Militares, el plan especial para la Policía Nacional Revolucionaria, la superación de los pescadores, entre otros.
Pueden comenzar en cualquier momento del año escolar por la necesidad de armonizar la educación con las necesidades de la producción, los servicios, de la superación de cuadros o de los establecimientos penitenciarios, utilizando las variantes anteriores u otras variantes cuya frecuencia y duración del curso satisfaga los requerimientos del plan de estudio, atendiendo a las instituciones u organismos que así lo soliciten.
Una característica importante de todos los cursos es que están estructurados por semestres, con carácter terminar, lo que posibilita
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la reincorporación del estudiante-adulto sin tener que repetir un curso lo cual desmotivaría.
Con la recuperación económica del país se rescató la modalidad de cursos regulares, pero manteniendo la flexibilidad en los horarios y la posibilidad del empleo de los cursos por encuentros atendiendo al contexto social.
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