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Areíto 20120107

Date post: 09-Mar-2016
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Como referencia nacional en el área, Areíto es el suplemento cultural por excelencia. Cada sábado, Areíto circula como un regalo del periódico HOY.
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Areíto www.hoy.com.do Editor: Nelson Marrero Diseño: Carla González SÁBADO 7.01.2012 Zona de la Cultura y de las ideas Cándido Bidó: Arsenal simbólico de un maestro Manos, madres, palomas, campesinos y muchas flores con azul marcaron su estilo Págs. 4 y 5 ME LO CONTÓ EL OZAMA Circula una novela histórica escrita con singular ficción por Bernardo Vega Pág. 3 Aída Bonelly vista por su alumna Margarita Miranda de Mitrov tuvo la responsabilidad de escribir un perfil de la pianista y escritora Aída Bonelly de Díaz, en el que destaca sus aportes al arte nacional y su bondad. Pá g i n a 6 Mon Cáceres, el Presidente mito El libro “El Presidente Cáceres, fábula del progreso, el orden y la paz”, de José C. Novas, desmitifica la historia oficial de su actuación como gobernante y es tema de la crítica de Diógenes Céspedes. Pá g i n a 7 Trotski en una premiada novela “El hombre que amaba a los perros” , de Leonardo Padura, fue escrita con sentido biográfico y constituye una historia de amor, locura y muerte sobre León Trotski y sus diferencias con Stalin. Pá g i n a 8 WILSON MORFE
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Page 1: Areíto 20120107

A re í t o w w w. h oy.co m .d oEditor: Nelson MarreroDiseño: Carla GonzálezS Á BA D O 7.01 .2 012

Zona de laCultura y de

las ideas

Cándido Bidó:Arsenal simbólico de un maestroManos, madres, palomas, campesinos y muchasflores con azul marcaron su estilo Págs. 4 y 5

ME LO CONTÓ EL OZAMA

Circula una novela histórica escrita consingular ficción por Bernardo Vega Pág. 3

Aída Bonelly v is tapor su alumnaMargarita Miranda deMitrov tuvo laresponsabilidad deescribir un perfil de lapianista y escritoraAída Bonelly de Díaz,en el que destaca susaportes al artenacional y su bondad.Pá g i n a 6

Mon Cáceres, elPresidente mitoEl libro “El PresidenteCáceres, fábula delprogreso, el orden y lap az”, de José C. Novas,desmitifica la historiaoficial de su actuacióncomo gobernante y estema de la crítica deDiógenes Céspedes.Pá g i n a 7

Trotski en unapremiada novela“El hombre que amabaa los perros” , deLeonardo Padura, fueescrita con sentidobiográfico y constituyeuna historia de amor,locura y muerte sobreLeón Trotski y susdiferencias con Stalin.Pá g i n a 8

WILSON MORFE

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2 Sábado 7 de e n e rode 2 012H OY A RE Í TO

Zona

Are

itoZo

na A

reíto

Leonor Porcella de Brea (compositora)Hace muchos años que me retiré a escribir mi obra literariade ficción. Ya está lista mi primera novela, editada porSantuario que saldrá en unas semanas.

LI B RO S

LA GUIA

DilemaEl afamado cura conocidocomo Padre Alberto, una delas figuras de los medios decomunicación yrepresentante de la IglesiaCatólica, sufrió un revés ensu vida que lo llevó a salirde la iglesia y a optar por lavida en pareja. Unas fotostomadas en una playa en laque estaba acompañado deuna mujer dieron la vuelta almundo y revelaron que elcelibato no era respetado poreste consejero espiritual ymatrimonial. Él lo planteaasí: “De muy joven, cuandoera adolescente, sentí unllamado a hacer algo quesabía que nunca sería fácil:servir a Dios como sacerdote.Hice la promesa del celibato,una promesa que tenía todala intención de guardar paratoda la vida. Pero nadie tedice que a lo largo delproceso que llamamos"vida", estás sujeto a pasarpor toda una serie detransformaciones, luchaspersonales e ideológicas ycrecimiento. No hay nadieque esté congelado en eltiempo. Eso fue lo que mepasó a mí”. Librería Cuesta,RD $ 995.0 0

La mentira es una telaraña.Reflexiones y pensamientosDel bibliotecario y escritordominicano Miguel Collado(Santo Domingo, 1954). Esta vez,Collado entrega un libro queserá primordial en la literatura

criolla. Reflexiones sobre el serhumano enfrentadas a lospeores sentimientos que el almapuede albergar. Desde lamentira como recurso paraocultar emociones como laenvidia, el odio, el rencor, laavaricia, hasta sus aforismossobre estos mismos temas y susantónimos. 13 ensayos, algunosya publicados en periódicosimpresos o electrónicos, quedeben despertar algunasreacciones y reflexiones tanto enlos lectores del país o decualquier parte del mundo quetengan acceso a estos bienfundamentados textos, con elrigor de la academia y la bellezaliteraria de un poeta. Librería LaTrinitaria, RD$300.00Los grandes pensadores de lapolíticaDel ciudadano francés PhillippeCorcuff (Orán, Argelia, 1960),sociólogo y epistemiólogoinvestigador social yconferencista especializado entemas sindicales que en laactualidad trabaja en elindividualismo social y laindividualidad. En este libro,Corcuff analiza los factores quehan hecho imposible que elgénero humano alcance lafelicidad y si es posible o noque los individuos puedancompaginar sus interesespersonales con los de lacomunidad a la que pertenecen?Hace estas reflexiones revisandoy contrastando los pensamientosfilosóficos tradicionales con losgrandes temas de preocupacióny discusión del mundo de hoy, através de las cuales el autorconstruye “una magníficaintroducción a la filosofíap olítica”. Librería Mateca,RD $ 475.0 0_ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _

Historias PerdidasDel escritor mexicano LeónKrauze (Ciudad México, 1975).Este libro reúne sus mejorestrabajos sobre importantesacontecimientos históricos quenunca se resolvieron. “To m a d ode los relatos radiofónicos deLeón Krauze en W Radio, la obraes un recuento de las historiasperdidas de las civilizaciones;aquellas narraciones que dan lavuelta al mundo y pasan degeneración a generaciónhaciéndose leyendas y relatos deculto. El misterio de Troya, lamítica Atlántida, la tumba deTutankamon, el cuarto delámbar de San Petersburgo, elmanuscrito Voynich, la granbestia Crowley, el hombre de lamáscara de hierro, el objeto quese estrelló en Tunguska, laconspiración Pazzi, el verdaderoDrácula, Amityville, la casaembrujada más famosa delmundo y los discos Dropa, entremuchos otros”. Consígalo enMulticentros La Sirena,RD $ 675.0 0

CIELO NARANJA POR MIGUEL D. MENA

Antologías de poesíadominicana: repaso (2 de 2)El 2011 nos trajo la “La poesía do-minicana del siglo XX en la Repú-blica Dominicana” (Madrid: Colec-ción Visor), bajo la edición de JoséMármol y Basilio Belliard. A cienaños de publicación del “Par nasod o m i n i c a n o” de Osvaldo Bazil, de-beríamos estar frente a una empre-sa similar: la revelación de un pa-norama histórico de la creaciónpoética. Al adentrarnos en la obra,sin embargo, los saltos y sobresal-tos serán mayores que los que deuna bicicleta por la Carretera Inter-nacional de la frontera dominica-na.

Los editores tratan de curarse ensalud con el tópico que acompa-ñará toda buena antología: que enella hay “raciocinio y cerrazón,aciertos y desaciertos”. Bien: unpunto para los editores. El proble-ma es que al proseguir con la in-troducción, los desaciertos no sólovan saturando la maleta sino per-diendo al lector en un conjunto deburdas aseveraciones. Comomuestras, algunos botones y sóloen sus tres primeras páginas: quelas “sociedades tribales ágrafas”–léase los taínos-, “retras[aron] entérminos de civilización nuestra is-l a” (p.8); que en “para el siglo XIX seempezó a cultivar la oratoria” ( p. 9 )–¿pero y los frailes Antón de Mon-tesinos y Antonio Sánchez Valver-de, qué eran?; “el romanticismo lle-gó tarde a la isla de La Hispaniolaporque llegó tarde a España” ( p. 9 ) ;que el modernismo dariano “pene -tró tardíamente al festín de nuestralír ica” porque los postumistas “de -clararon la ‘muerte a Darío’, hacia1921”; en la p. 14, afirman que losdel 48 eran “militantes antirujillis-t a s”, cuando en verdad el único enserlo fue Abelardo Vicioso. En vezde fundamentar estas afirmacio-nes, los autores prefieren rema-charlas unas tras otras, quedandoal fin un borroso cuadro en lugardel paisaje prometido: el de laconstitución de la poesía domini-

cana en el siglo XX.A continuación, los editores re-

toman lo que ya Manuel Rueda noshabía planteado en su vieja “Pano -r á m i c a”, sin ser, por lo demás, es-pecialmente precisos en cuestiónde fechas y ediciones. Tal vez habráque perdonarle a Mármol y a Be-lliard que, tal vez debido a sus ofi-cios críticos y sus visiones sobre lapoesía, les importe poco el condi-cionamiento histórico del hechop o é t i c o.

Finalizando el prólogo, lo quemás destaca es que también en esteescenario los autores presenten “lapoética del pensar” de José Mármolcomo el santo y seña que conducela poesía dominicana desde losaños 80. Pero no seguiré con el te-ma: Desde que Mármol plantearasu teoría allá por 1985, escribí quetal “p o é t i c a” es más que el intentode convertir en moneda de uso co-mún lo que al final es algo de usobien personal, como un cepillo ded i e n t e s.

En cuanto a la selección, ¿quédecir? Los verdaderos años 60 –eldecenio bisagra del siglo XX-, brillapor su ausencia. Los editores bo-rran el legado de René del Risco yMiguel Alfonseca, para no hablarde la injustificable ausencia deNorberto James y Enriquillo Sán-chez –¡y ponen a Mateo Morrison!.Ignoran a Chiqui Vicioso, René Ro-dríguez Soriano, a Manuel GarcíaCartagena, a Martha Rivera, y en sulugar se ponen ellos mismos. Es-tamos frente a una lamentable“poesía dominicana”.

cielourbano@go oglemail.com

1802 FOMENTO AGRÍCOLA. Touss aintLouverture dispone estímulos para

que los agricultores de esta parte de la islacultivaran café, algodón y cacao._ 0000Ar_La HistoriaC orifices telephoned very spe edy mats, five sheep almost drun towed botulism silly trailers orifices tele phoned very speedy mats.

1882 FALLECIMIENTO. Muere Juan IsidroPérez, cofundador de La Trinitaria.

_

1905 . E NTREG A .Se firma

tratado que cede a losEstados Unidos lasaduanas dominicanas.

LA HISTORIA

1855 (DÍA 8) RECONOCIMIENTO. Españay República Dominicana firman un

tratado que conlleva la renuncia del podermonárquico a todo derecho sobre la parte Estede la isla Hispaniola. De hecho la Repúblicaquedó reconocida._

1905 DECESO. Muere en Santo Domingoel general Ignacio María González.

Varias veces ocupó Presidencia de la República._

1823 (DÍA 9) ESPAILLAT. Nace enSantiago Ulises Francisco Espaillat.

1822 (DÍA 10) INICIO. El ejército de JeanPierre Boyer hace su entrada a la

ciudad de Santo Domingo iniciando la formalocupación de la parte oriental de la isla. Losdominicanos habían pretendido sumarse a laGran Colombia. La ocupación haitiana seextendió por 22 años y culminó con la

indep endencia._

1811 (DÍA 11)R A M Í RE Z .

Muere Juan SánchezRamírez, vencedor de losfranceses en 1908.

Marivell Contreras

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A RE Í TO 3Sábado 7 de e n e rode 2 012 H OY

El Ozama “h ab l a”enprimera personaDeseo preguntarte río maestro/ que aún con-sevas las leyendas de los colones y los filibus-teros, / si el pueblo fue hasta ti,/ o fuiste tú quienfuiste rumbo al pueblo”,

Juan Sánchez Lamouth

I nnumerables son los versos que ha ins-pirado a nuestros poetas el río ozama,como estos que encabezan este repor-taje que igualmente es epígrafe del libro

“Me lo contó el Ozama” de la autoría de Ber-nardo Vega.

De este río, columna vertebral de una ciu-dad dividida por su cauce, se empezó a es-cribir desde la época de la Colonia, por quie-nes iban y venían por todas partes y por losque tiempo después dejaron testimonio desu imponencia.

Los nombres de ríos nos han impresio-nado desde distintas ciudades y países so-nando poéticos a nuestros oídos. Recorda-mos el Támesis, el Rin, el Sena. Pero viene aser estéticamente sobresaliente lo que acudea nuestra mente cuando concluímos la lec-tura de “Me lo contó el Ozama”.

Bernardo Vega hace galas de recursos li-terarios al poner al río a hablar, a contarse élmismo y de paso contarnos cómo fue el paísdesde el momento en que Cristóbal Colónconfundió estas tierras con la India.

Resulta provocador lo que hace BernardoVega con este libro -patrocinado por AES yCasa de Teatro- en el que cuenta la historiade la isla de Santo Domingo a lo muy largo ymenos ancho de este río.

Pero también, y como una especie de cro-nología total, el autor va narrando hechos,no solo los sucedidos en la isla sino tambiénlos que se iban generando por el mundoconcomitantemente con lo que el río -quefluye y pasa- va sacando de su recuerdo/me-moria en la que ambos -río y autor- termi-nan en total confluencia.

Yéndonos al principio, destacamos las ra-zones por las cuales la Fundación AES Do-minicana, según Marcos de la Rosa, hizo po-sible este libro: primero porque esta es la“historia del río que originó nuestra iden-t i d a d” y luego porque el Ozama es “dueño deuna de las historias más asombrosas deAmér ica”.

Por su parte, Pedro Delgado Malagón, in-telectual que ama y conoce como pocos estaciudad, dice en el prólogo que este libro “hade otorgarle fe de bautismo a ese egregio tes-tigo (el río) de cinco siglos de existencia eneste primigenio solar del mundo nuevo”.

Malagón considera que “el espíritu de laciudad y sus manes tutelares habrán deagradecer a la tenacidad de Bernardo Vega elcompilar y aprehender estas figuras y estosre c u r s o s”. Al final del libro, Bernardo nos ha-

ce saber cuáles autores le sirvieron para re-frescarle la memoria y de algunos que soncitados por otros y de sus propios textos ex-trae varias descripciones. Entre ellas desta-camos la de Oviedo que dice que el Ozama“es navegable, hondo y muy hermoso, causade las heredades y jardines y labranzas queen sus costas hay”.

Por eso y para salvaguardarla de ataqueslos españoles “fundaron la ciudad de cara alrío y de lado al mar”.

Destaca la importancia del Ozama quefue puerto de salida hacía la conquista denuevos mundos: De aquí salieron FranciscoPizarro para el Perú; Hernán Cortés para Mé-xico; Diego Velásquez para Cuba; de Rodrígode Bastidas para Panamá y Colombia y Alon-so de Ojeda para Venezuela.

“Me lo contó el Río” es un entretenido li-bro de historia que va describiendo al paísdesde sus cambios sociales, económicos, susguerras internas, las invasiones, luchas, po-brezas, desafueros... De lo épico a lo coti-diano teniendo como testigo al Ozama.

El río que vio subir y bajar tantas banderasy que acompañó al pueblo dominicano ensu surgimiento como nación por fin es elgran protagonista que debía ser, según An-drés L. Mateo. Esta novela del río animado esun reto para los creadores del país. La vidadel río Ozama apenas acaba de empezar...

Río OzamaBreve cronología desde la Colonia hasta 1930

1494, 1496, 1498 posibles y contradictorias fechas defundación de la ciudad.1502: Fray Nicolás de Ovando traslada la ciudadal margen occidental del río.1526: contaba con 700 vecinos.1498: Cristóbal Colón fue engrillado y encerradoen una fosa encima de la fuente de la riberaoriental del río.1502: A Cristóbal Colón le fue prohibido entrar alpuerto del Río Ozama. 1541: Una gran cadena fuecolocada para impedir la entrada de buques alp u e r t o.1586: Francis Drake entró al puerto del Ozamapara atacar la ciudad.1795: La firma del Tratado de Basilea trajo a losfranceses y se llevó importantes familias a Cuba.1850: Recibió dos pintores (Melbey y Pissarro)que hicieron los primeros cuadros paisajísticoshechos aquí.1876: Howard Crosby construyó el primer puentesobre el Ozama.1889: Se construyó el primer edificio de Aduanas.1908: Recibió el primer carro que entró al país.1917: Es inaugurado el puente “Ulises Heureaux”.1930: El ciclón de San Zenón destruye el únicopuente sobre el río.M

ARIV

ELL

CON

TRER

ASRe

p o r t

a j e

¿Cómo nace la idea de escribir este libro…?Nace al verla gran cantidad de fotografías antiguas, grabados y pin-turas en mis archivos sobre el puerto de Santo Domingoy cómo hasta principios del Siglo XX el río era el centrode la actividad comercial de la ciudad. También coinci-de con mi fracasado esfuerzo de que parte del muroque rodea la FortalezaOzama seaderrumbado, por lomenos hasta los 10’de altura, para que desde la Aveni-da del Puerto, el río y Sans Souci se pueda ver de nuevoa la fortaleza, como ocurrió durante más de cuatrocien-tos años. Ella, al igual que ElMorro deLa Habanay deSan Juan, Puerto Rico, es el símbolo de la ciudad.Imagino que entre muchas lecturas fue muy difícil esco-ger una cita y no otra, un verso y no otro? Las citas másabundantes son las del período colonial y la de visitan-tes extranjeros en los siglos posteriores. Lo más difícilfue encontrar los versos y en eso me ayudó mi esposaSoledad.Escogí aSánchezLamouth, al padredeSalo-mé, a José Mármol y Andrés L. Mateo.Deldichoal hecho,cuánto¿tiempopasó ycuándo lle-gó la confirmación definitiva de publicación? Por el te-ma y la forma en que lo traté, el libro no es una obra aca-démica por lo que busqué una empresa que lo auspi-ciara como regalo de Navidad. Comencé a escribirlo enmayo del 2010.¿Qué ha significado tener este libro, tan hermoso y tansuyo, en las manos?Ha significado que he podido salirde los constreñimientos que representa una verdaderalabor dehistoriador con todas sus llamadas alpie y ri-gurosidad académica. Pude dejar de ser objetivo y plas-mar mis sesgos y utilizar mi imaginación.¿Con qué palabras recomienda su lectura y a quiénesesp ecialmente? Creo que a todo dominicano, y sobretodo a los capitaleños, debe interesarle un libro escritoen forma amena sobre la historia de la ciudad pueshasta 1915 todogiró alrededor del muelle yel río, hastadurante la guerra civil del 1965. Me apena lo contamina-do que está y el poco interés en el mismo.

M I N I E NTRE V IS TA

Bernardo VegaAUTOR “ME LO CONTÓ EL RÍO

‘‘ Siempre he tenido ínfulasliterarias. Pensé que era una

forma amena para que un públicoamplio se interesase en el tema”

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6 Sábado 7 de e n e rode 2 012H OY A RE Í TO

Aida Bonelly:un perfíl

CÁPSUL ASG E N E A L Ó G I CAS

w w w. i d g.o rg.d o /Julio González

Los Brea desdeB aya j á

(1 de 3)

M uy pocas familias dominica-nas del interior del país pue-den rastrear sus ancestroshasta los tiempos tempra-

nos de la colonia española.Gracias a las investigaciones del nota-

ble genealogista banilejo Vetilio ManuelValera Valdez, hoy podemos saber que losBrea son una de ellas. Esa línea ancestralse extiende tanto al apellido Brea en sugrafía original, como a los apellidos quederivaron de este al través de cinco siglos.El primer Brea conocido lo encontramosen Bayajá. Esa comunidad de colonos es-pañoles fue establecida apenas trece añosdespués del descubrimiento de Américapor el Almirante Cristóbal Colón, o sea en1505. Fue fundada por Rodrigo Mejía deTrujillo y su nombre completo era PuertoReal de Bayajá. La misma estaba ubicadadentro de lo que hoy es territorio haitiano,en las cercanías de Cabo Haitiano.

Es muy conocido el hecho histórico deque cien años después de su fundación, elgobernador Antonio Osorio, por órdenesdel monarca español Felipe III, despoblólas partes norte y occidental de la isla, des-truyendo y quemando los asentamientosde Bayajá, La Yaguana, Montecristi yPuerto Plata. Sus habitantes fueron tras-ladados al centro de la isla para fundarentonces, a partir de su fusión, a Baya-

guana y a Mon-te Plata.

Re g re s a n d ode nuevo a Ba-yajá, allí encon-tramos a Juande Brea, vecinode esa comuni-dad, quien casócon MarianaMaldonado yprocreó a Pedrode Brea Maldo-nado, nacido

también en Bayajá.Pedro de Brea Maldonado casó en Ba-

jayá con Mariana de Rivas, también na-cida en Bayajá, y procreó a Antonio deBrea Rivas.

Antonio de Brea Rivas casó con IsabelMaría Pedrálvarez Cerón, hija de Juan Pe-drálvarez y María Cerón de Mendoza. Es-tos tuvieron entre otros hijos, a Pedro deBrea Cerón. A esta generación de los deBrea le tocó ser testigo de la destrucciónde su pueblo, además de tener que hacerel penoso y triste viaje de Bayajá hasta Ba-yaguana, de la cual aparecen como co-fundadores. Fueron hermanos de Pedro:María, Ana, Antonio e Isabel de Brea Ce-rón. Esta última casó con Jerónimo Pe-drálvarez el Mozo, también vecino de Ba-yajá, además de ser su pariente cercano.

Pedro de Brea Cerón, quien fue regidoren el cabildo de Bayaguana y uno de susfundadores en 1607, casó con María Mag-dalena de Urraca Villegas, hija de Juan deUrraca y Andrea de Villegas Zamora, na-cida en Bayajá. Procrearon, entre otroshijos, a Pedro de Brea Urraca (Bayaguana,c. 1 6 1 1 –Bayaguana, 6 de febrero de 1704).

Pedro de Brea Urraca casó alrededor de1640 en Bayaguana con Juana Cataño deAquino, hija de José Cataño Díaz y Maríade Aquino, vecina también de aquella co-munidad. Procrearon a Lucas, Diego, Ma-ría Magdalena y Pedro de Brea Cataño.

Este último casó alrededor de 1665 conJuana de Estepan de Vilchez, hija de PedroRodríguez de Estepan y Manuela Vilchez,vecina de Bayaguana y nativa de Azua.Tuvieron como hijos a Juana, Pedro, José,Andrea, Agueda y Francisca de Brea Es-tepan. Esta última falleció el 29 de sep-tiembre de 1701 en Santo Domingo.

De los hijos de Pedro de Brea Cataño yJuana Estepan de Vilchez, José de Brea Es-tepan, vecino de Azua, casó con EstebaníaMendoza de Vilchez, hija de Juan de Men-doza y Estebanía Vilchez. Procrearon aIsabel y José de Brea Mendoza.

Instituto Dominicano de Genealogía

Por razones familiares, me tocóconocer de niña a doña AídaBonnelly y, de hecho, fue ellaquien de cierta manera orientólo que sería mi vida musical. Porrecomendación de doña Aída,

una de sus más brillantes alumnas, la pro-fesora Kyra González de Roca, me inició en elpiano. Apenas unos pocos años después, demanera fortuita, me tocó tomar lecciones depiano con doña Aída. En retrospectiva, en-tiendo que aquellos meses me marcaronprofundamente. Corría el año 1973 y apenasestaba inaugurándose el Teatro Nacional.Nunca voy a olvidar las lecciones de los mar-tes en la tarde, cuando atisbaba desde la te-rraza de la hermosa casa de la familiaDíaz-Bonnelly, la llegada del Mercedes Benzgris con la muy temida profesora Aída al vo-lante. Ahora me pregunto si, al llegar a sucasa, pasadas ya las tres de la tarde, ella ha-bría almorzado. No lo sé… Solo sé que en-traba conmigo directamente a su estudiocon el piano Steinway y aquellas leccionesno duraban una hora, podían prolongarsepor dos horas y media con toda facilidad.Confieso que más de una vez lloré ante larigurosidad de la profesora. ¡Ay!, pero el re-sultado fue un ingreso precoz al Conserva-torio y, creo también, una vida ya íntima-mente ligada a la música.

Pero debemos empezar por el principio,Aída Bonnelly de Díaz nació en Santiago

de los Caballeros el 2 de mayo de 1926, hijadel Ingeniero Rafael Bonnelly García y la se-ñora Victoria Peralta. Además de doña Aída,el matrimonio Bonnelly-Peralta solo tuvootro vástago, la hermana más pequeña ymuy querida de doña Aída, su alter ego, doñaIdelissa Bonnelly.

Doña Aída se graduó de bachillerato conPrimer Honor de su clase en el prestigiosoColegio Luis Muñoz Rivera de Santo Domin-go en 1944.

Al mismo tiempo, estudiaba piano con laprofesora cubano-alemana Manuela Jimé-nez, cuyo estudio constituía, en aquellosaños lejanos donde no existía aun el Con-servatorio, un espacio verdadero de apren-dizaje de la música, con similar nivel y ladisciplina académica de un estudio europeo.Permaneció bajo la tutela de doña Manuelahasta 1945, cuando se marchó a Nueva Yorkpara continuar sus estudios de música.

Se diplomó en la legendaria Escuela Jui-lliard - indiscutiblemente el primero de losConservatorios en Estados Unidos por aquelentonces — con mención en Piano en 1949,con la profesora Catherine Bacon.

Más tarde, entre 1954 y 1955, continuó es-tudios de especialización en música y pianoen París, con el profesor Harry Cox.

Al regresar de Juilliard, la joven pianistaAída Bonnelly tocó numerosos recitales pú-blicos en el país. Además, se inició en la en-señanza del piano: privadamente, congregóun gran número de discípulas que luego pa-sarían con ella al Conservatorio, al ser nom-brada Directora del Departamento de Pianode esa institución, entre 1955 y 1961. Variasde aquellas discípulas llegarían a convertirsecon posterioridad en profesoras del mismoConservatorio. Durante aquellos años, la jo-ven profesora impartió también clases dehistoria de la música.

En 1955, ocurrió un acontecimiento tras-cendental en la vida de doña Aída: contrajonupcias con el escritor y abogado VirgilioDíaz Grullón. De ese matrimonio, muy es-table y feliz, nacieron sus dos hijos: Victoria yVirgilio Díaz Bonnelly. Doña Aída y don Vir-gilio formaron una pareja ejemplar y de pa-siones comunes, aunque no la de la música,ámbito exclusivo de ella.

La turbulenta década de los 60 vio a lajoven familia Díaz-Bonnelly viviendo en laciudad de Washington, en los Estados Uni-dos. Mientras don Virgilio cumplía con unaposición de trabajo en el Banco Interame-ricano de Desarrollo, doña Aída aprovechó,entre 1962 y 1967, para realizar cursos dePost-grado en la Universidad Católica deWashington y además cursos de piano con eleminente profesor Emerson Meyers.

A partir de 1971, la familia retorna a laRepública Dominicana. Es en ese momentoque Doña Aída empieza a escribir críticamusical y artículos de temas culturales di-versos para el Listín Diario.

Y, por supuesto, el 9 de agosto de 1973,Aída Bonnelly de Díaz recibió la designaciónde Co-Directora Artística del Teatro Nacio-nal, solo días antes de su inauguración. Estaprimera etapa de doña Aída al frente del Tea-tro Nacional terminó en 1978.

En 1979, fue Directora de la Sección deMúsica de la Biblioteca Nacional.

Nuevamente, desde 1980 a 1983, ocupó yasola la Dirección Artística del Teatro Nacio-nal. Fue en esta segunda etapa y con el in-terés de promover un número cada vez ma-yor de presentaciones para todos los públi-cos en el Teatro, cuando creó esta funcionalsala que ella misma llamó "de la Cultura" yque hoy lleva su nombre. Mientras tanto, de-dicó la Sala Ravelo exclusivamente a las pre-sentaciones teatrales que organizó en tem-p o ra d a s.

Finalmente, el 7 de septiembre de 1987,fue por tercera y última vez designada Di-rectora Artística del Teatro Nacional — fuejustamente durante ese periodo que tuve elprivilegio de acompañarla como su asistenteen la Dirección Artística. Renunció al cabode tres años, en 1990, decidida a retirarse,quizás prematuramente, a tocar el piano,enseñar música, escribir artículos y nuevoslibros, además de ofrecer charlas de apre-ciación musical.

Doña Aída es una autora destacada, convarios libros publicados y más de 1700 ar-tículos, en el Listín Diario en su mayoría. Susobras principales son: En torno a la música;Testimonios del canto y las palabras; Varia-ciones; y varios libros de literatura infantil.

Las cualidades que han adornado la vida yla obra de doña Aída son numerosísimas,pero debemos destacar, primero, una recie-dumbre moral a toda prueba; la disciplina ydedicación al trabajo unidas a un acentuadosentido del deber; su amor y compromisocon los valores dominicanos; su lealtad, ge-nerosidad sin límites y el trato humano cá-lido y profundo, de amistades largas y au-ténticas; y, por último, un sentido práctico dela vida que, según ella misma, había here-dado de su padre, don Fello.

Ella amó profundamente este Teatro Na-cional y supo dirigirlo con dignidad e inte-ligencia, preocupada siempre por atraernuevos públicos y ofrecer una variada y ase-quible programación de calidad adaptada anuestro ambiente. Abrió las puertas del Tea-tro a jóvenes y talentosos artistas domini-canos de la música, el teatro, la danza. Im-pulsó la creación artística — no olvidamosque la Fantasía Merengue del Maestro JoséAntonio Molina, hoy director de la Sinfónica,fue una comisión de doña Aída para el ani-versario del Teatro Nacional del año 1989.

La Sala Aída Bonnelly de Díaz ha llenado ycontinúa llenando un cometido admirable,sirviendo de acogedor espacio para recitalesy conciertos de pequeños grupos de cámara;charlas, cursos, clases magistrales y eventosvarios; incluso ha sido usada para cierto tipode obras teatrales. ¡Cuán acertada y justa hasido la decisión de nombrar esta sala con elnombre de doña Aída!

Antes de terminar, deseo expresar miagradecimiento más sincero y profundo almaestro Julio De Windt, adalid de las me-jores causas con total desinterés. Agradezcopor haberme hecho recordar y reflexionar entorno a la figura ejemplar de doña Aída, por-que a final de cuentas me encontré conaquella niñita asustada antes de la lección depiano que halló EN TORNO A LA MÚSICA elsentido absoluto de su existencia.

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A RE Í TO 7Sábado 7 de e n e rode 2 012 H OY

Los mitos acerca deMon CáceresE

l historiador dominicano radi-cado en Nueva York, José C. No-vas, ha publicado un interesantelibro cuya densidad documen-tal desmitifica la mayoría de lascreencias que los libros de la his-

toria familiar dominicana nos han transmi-tido acerca del progreso, el orden y la pazalcanzados por nuestro país durante el go-bierno de Ramón Cáceres Vásquez, mejorconocido como Mon (1906-1911).

Asimismo, el libro de Novas desmitifica lacreencia falsa, tenida por verdad, de que lacaída de los gobiernos de Woss y Gil, JuanIsidro Jimenes y Morales Languasco se debióa la lucha de los caudillos por el poder y a laambición de dinero para mantener su res-pectiva clientela.

El historiador se ha basado, para sostenersu tesis, en una serie de documentos extraí-dos por él de los archivos norteamericanosdel Departamento de Estado, del Senadonorteamericano y de la correspondencia dela Legación norteamericana en Santo Do-mingo, así como de las obras de Cyrus Vee-ser, “A World Safe for Capitalism. Dollar Di-plomacy and America’s Rise to Global Po-we r” publicado por la Universidad de Co-lumbia en 2002; los libros del ex Secretariode Estado Elihu Root que contienen la co-lección de documentos norteamericanos de1895 a 1908 y su discurso sobre América La-tina y los Estados Unidos; el libro de Lester D.Langley, “The Banana Wars. United StatesIntervention in the Caribbean, 1898-1934”,publicado por la Universidad de Kentuckyen 2002; el libro de Dwight C. Minor, “TheFight for the Panamá Route, the Story of theSpooner Act and the Hay-Herran Treaty”, pu-blicado por Columbia University en 1940; ellibro de Thomas Cleland Dawson, “Sa n t oDomingo Correspondence by the UnitedStates Legation. U. S. Department of StateConfidential Archives”, publicado por Prin-ceton University en 1905: el libro de Jacob H.Hollander, “Debt of Santo Domingo. SpecialReports Submitted to President of UnitedStates Theodore Roosevelt by Jacob H. Ho-llander, Special Commissioner”, publicadopor la Imprenta del Gobierno en Washin-gton en 1905; el libro de Frederic M. Halsey,“Railway Expansion in Latin America. Sta-tistics in the Office of Jas H. Oliphant & Co.,New York Stock Exchange”, Nueva York 1916.Colección de tesis de la Universidad de Mi-chigan; el libro clave de Richard D. Challener,“Admirals, Generals, and American ForeignPolicy 1898-1914”, publicado por la Univer-sidad de Princeton en 1973; así como los “In -formes Anuales del Departamento de la Ma-rina Americana de los años 1902 a 1906 y1911 y la correspondencia relacionada con elProtocolo de Acuerdo entre los Estados Uni-dos y la República Dominicana relativa alcontrol de las aduanas, de 1905, publicadopor la Imprenta del Gobierno Norteameri-c a n o.

Esa copiosa documentación le ha servidoa Novas para examinar un espacio históricotan breve como el que va de los motivos de lacaída de Lilís hasta las de Woss y Gil, la deMorales Languasco y, finalmente, la ascen-sión de Mon Cáceres luego del fracaso de launión de jimenistas y horacistas manipula-dos por los Estados Unidos con la finalidadde imponer un gobierno que diera marchaatrás a la anulación por Woss y Gil del “Mo -dus Vivendi” y su sustitución por la Conven-ción de 1907, cuya firma le valdrá un prés-tamo de 20 millones de dólares a Cáceres, ycon ese dinero se tallará la leyenda de la his-toria familiar dominicana de que en su go-bierno prosperaron el progreso, el orden y lapaz, cuando en realidad la Guardia Rural,luego convertida en Guardia Republicana,fue el brazo armado inventado por los nor-teamericanos con el cual el gobernante mo-cano bañó en sangre al país, y arrasó congente, ganado y propiedades en la Línea No-roeste. En el modelo de aquella Guardia Ru-ral se inspirarán los norteamericanos paradejarle a Trujillo la herencia de su interven-ción en el país.

En efecto, en la obra “El presidente Cá-ceres. Fábula del progreso, el orden y la paz”,

con un arsenal de documentos fidedignos,extraídos de los archivos norteamericanosde la época que abarca hasta el período degobierno de Cáceres, Novas estudia con de-tenimiento y profundidad lo ocurrido y nosrevela que a partir del asesinato de Lilís todoslos gobiernos fueron muy breves y obede-cieron a la lucha de los caudillos por apo-derarse del poder y controlar las aduanas pa-ra repartirlas a su clientela, pues era la únicaforma de vida. Con la instalación del Ferro-carril Central, Lilís arruinó el modo de su-pervivencia económica de Mon Cáceres y suprimo Horacio Vásquez, que se dedicaban alnegocio de las recuas, las cuales trasporta-ban los productos agrícolas desde su pro-vincia hasta Santiago y Puerto Plata.

Pero con la caída del gobierno de Woss yGil, esta lucha de los caudillos por el controlde las aduanas va a cambiar drásticamente,ya que los Estados Unidos se empeñaron enutilizar la fuerza militar para hacer valer suderecho imperial de controlar el Caribe yAmérica Latina a fin de que ninguna poten-cia europea impidiera la expansión de susnegocios a través del proyectado canal dePanamá. Para lograr esto, los norteamerica-nos apelaron una vez más a la DoctrinaMonroe, al Corolario de Roosevelt y a la po-lítica trazada por el Consejo de los Generalespara lograr el control total de la región delCaribe y América Latina. Derribaron los go-biernos latinoamericanos que osaron pro-testar contra la política del garrote y la di-plomacia del dólar.

En esa vorágine de dominación imperialnorteamericana es que se verán envueltosno solamente los gobiernos dominicanosdesde Woss y Gil hasta el fin de la guerra fría,sino también los demás gobiernos latinoa-mericanos que osaran oponerse a los desig-nios de dominación norteamericana en laregión. Se puede decir que estos designiosterminaron con la entrega del Canal de Pa-namá a ese país mediante el Tratado To-rrijos-Carter en 1977, pero a partir de ahí re-girá otra política de dominación que se en-troncará con un relativo apoyo a las elec-ciones libres y las democracias tuteladas porlos norteamericanos para, finalmente, di-luirse en 1989 con la caída del muro de Berlíny la libre circulación de mercancías de los

países más industrializados hacia los con-sumidores de los países en vías de desarrolloy el paso franco a los Estados Unidos comopotencia unipolar en el mundo entero hastael estallido de la gran crisis de acumulaciónque se produjo en el mandato de GeorgeBush en 2008 y que hoy se abate sobre elplaneta.

En la próxima entrega veremos cómo No-vas dibuja los artimañas norteamericanasen el país y cómo los caudillos Vásquez, Ji-menes y Cáceres son manejados como ma-rionetas y cómo, con tal de conservar susintereses, se amoldan a la política trazadapor el Departamento de Estado y la Junta deGenerales para controlar nuestro país, peroal mismo tiempo estos caudillos, a través desus discursos y manifiestos al país, les hi-cieron creer a los dominicanos la mentira deque luchaban por el progreso, el orden y lapaz y que eran ellos quienes derribaban go-biernos, y no los Estados Unidos.

Los historiadores familiares reprodujeronen sus obras esas fábulas. De ahí el culto a lasfamilias Vásquez, Cáceres, Henríquez, Teje-ra, Cabral y Báez, Galván, Eliseo Grullón,Manuel Lamarche García, Pedro A. Bobea,Joaquín Salazar, Juan B. Alfonseca, PanchoHenríquez, Federico Velásquez, Juan Fran-cisco Sánchez, Emilio Joubert, Cayetano Ar-mando Rodríguez y otros de menos viso queredactaron y apoyaron la Convención de1907. Dice Novas, y se comprueba con la solamención de los apellidos, que hubo en esalista de firmantes de la infamante Conven-ción de 1907, prominentes normalistas, esdecir, hostosianos. Pero se convirtieron, qui-zá con una excepción posterior, en intelec-tuales ancilares del imperio norteamerica-no. Hasta el día de hoy esos apellidos sirven ala oligarquía dominicana y a su potenciap ro t e c t o ra .

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Padura y una novelapara la historia

Recientemente, al escritor cuba-no Leonardo Padura le ha sidootorgado el “Prix Carbet de laCa ra ï b e”, importante premiocon más de 20 años de habersido creado, teniendo entre sus

ideólogos al intelectual martiniqueño Edo-uard Glissant, fallecido a principios de estea ñ o.

La novela con que el jurado del PremioCarbet del Caribe y del Tout Monde ha de-cidido honrar este año al cubano EduardoPadura por el talento y la oportunidad endarle voz a una de las importantes ideologíasdel siglo veinte, no es para articular una crí-tica posterior y facilona, sino más bien paramostrar cómo constituyó sus luces y sussombras una ideología que quiso imponerseen el sistema de pensamiento, o pensamien-to del sistema, de crimen sin igual de la in-teligencia, igual a todo crimen.

Padura trata el planteamiento de la rela-ción que opone Stalin a Trotski en un am-biente humano y político llevado al seno dela Cuba de hoy, con las referencias a los fra-casos más sensibles, y las realidades huma-nas más trágicas, remanentes e inmediatas,que enfrentan los seres humanos frente a lapoética y a la ética de la libertad y de la es-piritualidad en la creatividad .

La novela nos la presenta en el 2004, a lamuerte de su mujer, donde Iván, aspirante aescritor y ahora responsable de un paupé-rrimo gabinete veterinario en La Habana,vuelve los ojos hacia un episodio de su vida,ocurrido en 1977, cuando conoció a un enig-mático hombre que paseaba por una playacubana en compañía de dos hermosos gal-gos rusos. Tras varios encuentros “El hombreque amaba a los perros”, (título del libro) co-menzó a hacerlo depositario de unas singu-lares confidencias que van centrándose en lafigura del asesino de Trotski, Ramón Mer-cader, de quien sabe detalles muy íntimos, ygracias a esas confidencias, Iván puede re-construir las trayectorias vitales de Liev Da-vidovich Bronstein, también llamado Trots-ki, y de este Ramón Mercader, también co-nocido como Jacques Monard, y cómo seconvierten en victima y verdugo de uno delos crímenes más reveladores del siglo XX.

Desde el destierro impuesto por Stalin aTrotski en 1929 y el penoso periplo del exi-liado, y desde la infancia de Mercader en laBarcelona burguesa, sus amores y periciasdurante la Guerra Civil, o más adelante enMoscú y París, las vidas de ambos se entre-lazan hasta confluir en Méjico. Ambas his-torias completan su sentido cuando sobreellas proyecta Iván sus avatares vitales e in-telectuales en la Cuba contemporánea y sudestructiva relación con el hombre queamaba los perros.

Leer la novela ganadora del premio Car-bet del Caribe, narrada por Leonardo Paduranos transporta a importantes momentos dela Revolución Bolchevique, a personajes co-mo León Trotski, su esposa, hijos, su nietoLiova, Diego Rivera, Frida Kahlo, y tantosotros quienes ganaron un gran espacio en lahistoria, como también lo fue el asesino deTrotsky, Ramón Mercader, nombre de pilacatalán, o mejor conocido por otros seudó-nimos como el del francés Jacques Monard.

Según Padura, esta novela comenzó a es-cribirla en el mes de octubre de 1989, con lacasi caída del Muro de Berlín. Este escritorhace su primer viaje a Méjico, DF, e inme-diatamente se dirige a Coyoacán, lugar deacogida que le dieran el matrimonio DiegoRivera y Frida Kahlo, a él y a su esposa, luegodel asesinato en Europa de sus hijos, y de unlarguísimo periplo como exiliado. En estesuburbio mejicano, donde luego de la CasaAzúl, de los Rivera-Kahlo, por circunstanciascrueles como fue la vida de Trotski, decideadquirir una propiedad, hoy museo, dondemuere Trotski, vilmente asesinado, y en laque queda muy conmovido Padura al reco-rrer el espacio, el ambiente en el cual vivió eldirigente bolchevique. Le produjo emocio-nes muy fuertes recorrer el museo, o másbien, el monumento a la zozobra, el miedo yla victoria del odio desde la llegada de la fa-milia rusa. Empezó libreta en mano a escri-bir la espeluznante vida de este gigante.

El asesinato de Trotski fue uno de los actosmás perversos de la historia política con-temporánea, pero a la vez, logró desnudar yreflexionar sobre la perversión de la granutopía del siglo XX; ese proceso en que tan-tas generaciones e incluyo la mía, invirtieronsus esperanzas de “un mundo nuevo”, del“hombre nuevo”, y de la reinvención de lahistoria desde una perspectiva marxista, enel que volaron nuestros sueños y la vida demuchos y muchas que lucharon por eseideal.

“La certeza de que la vida puede ser elpeor infierno,

y de que con aquel descenso se esfuma-ban para siempre

todos los lastres de este mundo, del miedoy del dolor, me invadió como

un alivio mezquino…”Leonardo Padura se enfrenta a esa fraca-

sada concepción de la Historia, y de los si-glos XX y XXI, y ya enterrada la URSS, utilizala historia del asesinato de Trotski para re-flexionar sobre toda la perversión de la épo-ca, y logra un trabajo limpio y muy apegado ala verdad y a la justicia que narra su novela entodos los episodios y la cronología del cruelasesinato; nos retrotrae y escudriña cuida-dosamente logrando episodios –que aunquenovelescos- únicos e inéditos, organizadosde acuerdo con las libertades y exigencias dela ficción.

En definitiva, Leonardo Padura Fuentes,se mete y sumerge en esta historia, la quepercibo mantuvo entre sus dedos y su ce-rebro por mucho tiempo, y se lanza a honrary hacer justicia a un pro-hombre del siglo XX:León Trotski.

El arte de escritura de Padura consiste enla limpieza de un estilo directo, eficiente ysobrio, donde el conocimiento y la investi-gación superan al estilo y al efecto, es unaescritura pensada y muy trabajada, envueltaen la sinceridad para lograr una auténticacomunicación con los lectores, manifiestode una gran generosidad de un autor contalento y prudencia que se mete en la His-toria para sacarle la mejor y mayor enseñan-za de sabiduría y reflexión. Es una obra me-dida palabra por palabra, se siente en el au-tor el pudor y la responsabilidad de meterse

en las ilusiones y los desencantos del tiroteoideológico que marcó el siglo veinte, en lasfilas del materialismo dialéctico, reinterpre-tado por Stalin y Trotzki, ambos hijos de Le-nin.

Pero, en el fondo, se trata de la historia deuna perversión de la inteligencia humana,de un drama bajo los focos de la Historia, deuna tragedia muy “sheaksper iana”, que Pa-dura conduce con su prosa de eficiente in-vestigador para hacernos una bella historiade amor, locura y muerte…

Logró exquisitas soluciones literarias,ajustando la puntuación y las perspectivasnarrativas con visiones históricas y filosófi-cas convertidas en una gran novela que haceactualmente de Padura uno de los mayoresnovelistas de lengua castellana del presentey con mucho futuro, que tiene mucho quedarnos y con exquisito sentido biográfico ehistór ico.

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Leonardo Padura FuentesUno de los grandes protagonistas de la novelamoderna. (La Habana 1955). En su vasta obra ademásde exitosas novelas policíacas figuran guiones dedocumentales, de películas y un libro sobre la salsa.


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