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Artes & Cultura 26 abril 2015

Date post: 21-Jul-2016
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Artes & Cultura 26 abril 2015
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www.lahora.com.ec Ecuador, domingo 26 de abril de 2015 4-5 VISIONES. Los libros que marcaron sus vidas. >> 2-3 915 FOTO: GUSTAVO GUAMÁN ‘Mi meta es escribir’ Carolina Andújar, revelación de las letras colombianas, junta en sus obras amor, humor, terror y sufrimiento.
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VISIONES. Los libros que marcaron sus vidas. >> 2-3

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‘Mi meta es escribir’

Carolina Andújar, revelación de las letras colombianas, junta en sus obras amor, humor, terror y sufrimiento.

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Ecuador, domingo 26 de abril de 2015 7visiones el libreroO O

ÉDGAR FREIRE RUBIO • El escritor español Antonio Muñoz Molina (Premio Prínci-pe de Asturias de las Letras 2013) titula así uno de sus artículos. Versa sobre los charlatanes que cabildean para engañar sobre el cambio climático y seguir en el negocio petrolero, pero hace una intro-ducción que bien vale para otros “nego-cios”. Lean, no tiene desperdicio:

“La manera más segura de no ver algo es empeñarse en no verlo. Ojos que no ven, corazón que no siente. De toda la variedad de las capacidades humanas una de las más misteriosas es la de ne-gar la evidencia, la de cerrar los ojos a lo irrefutable, o incluso mantenerlos abiertos sin aceptarlos (…) Parece que no mirando las cosas se logra que no existan, o que si se aprietan los pár-pados con fuerza suficiente lo que da miedo o incomoda habrá desaparecido cuando vuelvan a abrirse (…) A no ver lo evidente ayudan mucho la soberbia, la cobardía, la pereza, el instinto gre-gario. También ayudan esas dos grandes formas de manipulación del siglo XX que se han vuelto más eficaces todavía en el XXI, la propaganda y la publicidad, por separado o juntas (…) A no ver las cosas y a hacer lo posible porque no se vean ayu-dan también mucho los beneficios colo-sales que se pueden obtener gracias a la explotación de la mentira…”

Si esta larga cita la aplicamos a nuestra realidad es certera y contundente. Efectivamente: “no hay peor ciego que el que no quiere ver”. Y lo peor son los áulicos. Y no creo que lo que se avecina sean buenas noticias.

El Ministerio de Cultura ya tiene otro timonel. Hasta ahora la famo-sa ‘Ley de Culturas’ sigue en vere-mos y ni siquiera se premia con el ‘Espejo’ a nuestros mejores artistas e investigadores.

Salvable de esta entidad es la labor del Consejo Nacional de Cultura. Pocas palabras y mucha acción: buenos y atildados libros y una revista excepcional. Irving Zapater es la cabeza visible de esta obra lúcida. Se ha atrevido a publicar en cinco voluminosos tomos la Historia de la Literatura ecuatoriana S. XIX (1800-1860), de Hernán Rodríguez Castelo. In-vestigación benedictina y solitaria de un eterno relegado. Son miles de páginas de una historia crítica que se convertirá en una de las mejores fuentes para quien quiera adentrarse en el universo litera-rio de Ecuador. Y hay, además, un mérito especial. Estas publicaciones se venden para seguir gestionando más trabajos. Y así no hay lucimiento personal, pues se

regala a todos los que pasan por de-lante de muchos ministerios. No hay derroche y eso es edificante. ¿O no? ¡Congratulaciones! (queda pendiente comentar el nuevo volumen de la co-lección ‘Fotógrafos del Ecuador’).

Que un libro se reedite es noticia atípica en Ecuador. A no ser que se trate de un texto de lectura obligada

en colegios o universidades. Ese mérito lo tiene la rica no-vela ‘Los Nazarenos’, del mé-dico Marcelo Lalama (CCE, Quito, 2014. Colec. Letras Claves). Es mirar al Quito del siglo XVII en sus “secre-tos y trampas”. La leímos en su primera edición y hará falta la relectura. ¡Mil gracias al amigo escritor!

Puntualmente desde Madrid me hace llegar el Instituto Siman-cas el nuevo número de su Revista Trilce. La directora del área de Lengua y Litera-tura produce el milagro de convertir a ni-ños y jóvenes en escritores en sus talleres literarios. Quien revise con detenimiento el índice hallará a nueve compatriotas es-tudiantes. ¡Congratulaciones y gracias a María del Carmen Fernández!

¿Cuántos libros, tesis, canciones, pe-lículas o documentales se habrán hecho sobre nuestros migrantes? ‘La migración ecuatoriana a España e Italia’, de Chiara Pagnotta, se suma a esta bibliografía do-lorosa. Pero su lectura se vuelve rica y coloquial por el arte de la entrevista. Es un testimonio oral que estremece; duele

‘Los comerciantes del negocio’

Las revistas° Recibo a tiempo ‘Gestión’ (No. 249). Con ella me ‘desasno’ y no como cuentos de las mentiras. Lo mismo me pasa con ‘ALAI’ (No. 502). ‘Agricultura campesina para la soberanía alimentaria’ es su tema central.

De manos de Iván Egüez recibo ‘Rocinante’ (No. 78) , un cara y cruz de ‘La metamorfosis’, de Kafka, y ‘Corazón débil’, de Dostoievski, en su Col. Luna de Bolsillo.

‘Textos y Contextos’ (No. 15) se está vol-viendo muy “académica”, pero se lee.

Enviar sus publi-caciones a esta dirección de Edgar Freire: Almacén Bolmar, calle Guayaquil N2-49 y Sucre. Att. Martha Freire Rubio o casilla 170125-61.

TOME NOTA

pero reconforta. Es una catarsis necesa-ria. Aquí se han nombrado tantos héroes y heroínas… ¿Y estos seres humanos tan valientes y generosos? Hay que relievar a la CEN y la Univ. Andina Simón Bolívar por esta valiosísima publicación.

¿Noticias gratas? El Premio Nacional de Artes Mariano Aguilera concedido al amigo pintor, escritor y fino lector Pablo Barriga. ¡Ya era hora! Tan bueno como el pan y alegre, como es propio de los artis-tas sencillos y sin poses.

La entrada de Cecilia Ansaldo como nuevo Miembro de la Academia Ecuato-riana de la Lengua, hecho del que tam-bién diré con redundancia: ¡Ya era hora!

Hoy ingresa a nuestras Academias gente tan joven (me consta que son valiosos, pero con poco recorrido, salvo dos o tres excepciones) que me pregunto cuál es la diferencia de esta gente con Alfredo Fuentes Roldán o Alfredo Costales (me refiero a la Academia Nacional de Histo-ria) ¿No les parece raro?

Y esta no es una noticia grata: mirar, leer hasta el cansancio, las páginas y pá-ginas dedicadas a la banda KISS en los es-pacios de cultura y espectáculos de nues-tras publicaciones, y ¡qué poco o nada se dijo del Festival Internacional de Música Sacra! ¿Falta de preparación? ¡Qué viva el colonialismo cultural! Mis canas deben de ser las causantes de que no esté “en onda” y a la vanguardia. ¡Acúsome!

Hay deudas pendientes con caros amigos. Todo será para mayo. ¡Tengan paciencia! Amén.

¿Qué libro marcó tu vida?Una de las interrogantes más difíciles para los lectores. Pese a esto, seis personas involucradas en las letras, el arte y la cultura se concentraron en definir un título que les haya marcado. A continuación, comparten la obra que dio inicio para que celebren al libro no un día, sino todo el tiempo, haciendo que todos los días sean 23 de abril (Día del Libro) y se exalte no solo a Cervantes y Shakespeare.

ANA FERNÁNDEZ.ARTISTA VISUAL QUE DA VIDA A MIRANDA TEXIDOR.

Cuando tenía 14 años me encontré el libro completo de Lewis Carroll, ‘Alicia en el país de las Maravillas’, y me empeñé en su lectura con delirio.Desde el principio, la narración de algo que parecían sueños o fantasías indescifrables me dieron una dosis de aquello que siempre ha sido mi búsqueda principal: los mundos paralelos, los estados alterados de consciencia y lo fantástico.Claro que en aquella época ni sabía que era todo aquello. La lectura de Alicia, me brindaba solaz y consuelo de la vida en una realidad plana y aburrida, de un colegio con dinámicas intensas de des-compasión y clasismo, entre otras. Alicia era otro mundo, mágico, de colores, de aven-turas absolutamente impensables, surreales (término que hizo mucho sentido después en mi búsqueda artística). Ese libro me cambió la vida y me hizo hurgar siempre en lados esotéricos, sicodélicos (sin probar ácidos) y total-mente posibles. Era como abrir una puerta para viajar al cosmos, después cerrarla para regresar a ser parte de este mundo, y después regresar al goce. No hace falta decir que volví al libro siempre como si fuera una Biblia o Corán de bolsillo. Lectura infaltable para todo artista.

VERÓNICA MOSQUERA REPRESENTANTE PENGUIN RANDOM HOUSE EN ECUADOR.

Pensar en “el libro que marcó mi vida” me expone a un torbellino de títulos y autores que han ejercido verdadera fascinación en mí. ¿Cómo pasar por alto a Ovidio, Sófocles, Cervantes, Cavafis, Flaubert, Stendhal, Proust, Gide, Camus, Baudelaire, Gangotena, Yourcenar, Cortázar, Borges, García Márquez, Vargas Llosa, Marías, Pérez-Reverte, Oates, Pamuk, Roth, González, entre otros? Siento que voy a cometer un pecado mortal.Por eso, opto por volver a la década de los primeros amores literarios y así, llego al más fuerte, al que, de una manera inusual, hizo que el mundo se paralizara mientras me transportaba al siglo XIX, tras el universo de ‘Anna Karenina’.Me deslumbré con la construcción de sus personajes, la descripción de ambientes y su enorme capacidad para llevarme del placer al dolor y del suspenso a la revelación de un profundo contenido psicológico y social. Esta novela de León Tólstoi va mucho más allá de una trágica historia de amor; su belleza y la perfección de su narración la hacen una verdadera obra maestra.

FREDDY AYALAPOETA, ENSAYISTA Y CATEDRÁTICO ECUATORIANO.

Intentar escribir un libro sobre la historia oficial es una tarea que Jean Paul Sartre pretendía con Ronquentin, en su libro ‘La náusea’. Mientras lo leía, a mis 22 años, me había dado cuen-ta sobre ciertos pasajes nauseabundos del pasado que a los seres humanos nos cuesta asumir, pues no se puede explicar la historia sin los hechos que sucedieron. Tener náusea hacia el pasado implica tener conciencia de lo que vivimos. Y claro, leer este libro existencial me provocó náuseas de inquietarme por el ayer, en una urbe contaminada por discursos y letreros de consumo.Sartre pone en cuestión los valores históricos, la filosofía existencial, la condición humana, la urbe y el despoja-miento del tiempo, por el hecho de estar ahí y de dete-nerse a mirar cómo marchan las personas: altamente improductivo para el progresismo, eso de quedarse en una esquina impasiblemente.Sartre pudo haber trasformado conciencias con su para-dójico y funámbulo texto, ya sea por la sospecha de la soledad en el mundo urbano, como escenario ideal. No soy el mismo después de su lectura, aunque transite el mismo espacio. Con náusea o imaginación, el mundo debe transformarse para transformar la historia y la subje-tividad humana.

Alicia y lo fantástico‘Imposible pensar en un libro’ ‘La náusea y el asco de mirar las espaldas del mundo’

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Ecuador, domingo 26 de abril de 2015

Ecuador, domingo 26 de abril de 2015 visiones 36 biblioteca

Composición electrónica:Pantone Impresiones

Edita: Editorial Minotauro S.A.Correspondencia:

Planta Diario La HoraAv. Galo Plaza N62-08 y Nazaret

Fax: 247-6085 casilla 17-17-243 CCIcul tu ra @la ho ra .co m.ec

Quito, Ecuador

Director (e): Francisco Vivanco RiofríoEditor: Agustín Garcells CordónRedactor: Damián de la Torre AyoraDiseño: Luis Alberto Aspiazu María Leonor Oviedo

VITRINA DE LIBROS

OPINIÓN Y PODER: LIBERTAD O SILENCIOSara Serrano y Mayra Aguirre

Este libro contiene una serie de editoria-les publicados por las autoras en el diario La Hora en momentos en los que, como señala Andrés Carrión, “la turbulencia y animadversión del poder se expresó grosera”. La compilación de estas dos periodistas permite reflexionar sobre importantes valores que en Ecuador no se discuten mucho y convoca a los lectores para recuperar la capacidad de asombro y de indignación social. 13 EDICIONES

ROCINANTE

El número 78 de la revista ofrece un especial de Miguel Donoso Pareja y como libro del mes entrega adjunto ‘La Metamofosis’, de Franz Kafka, y ‘Corazón débil’, de Fiódor Dostoyevski. La revista publica, entre otros, un comentario sobre la novela ‘Yo, Juan Montalvo’, de Alejandro Querejeta, de reciente aparición, y una reseña de una muestra de cine danés, un tanto desconocido en estas latitudes. CAMPAÑA ESPEJO

LOS MÁS VENDIDOS

ARGENTINA

° El puñal, Jorge Fernández Díaz (Planeta). ° Destroza este diario, Keri Smith (Paidos).° El Teorema Katherine, John Green (Nube de tinta).° Jasy. Trilogía del Perdón 1, Florencia Bonelli (Suma).FUENTE: TEMATIKA.COM

° La oculta, Héctor Abad (Pengüin Random). ° La templanza, María Dueñas (Planeta).° Hombres sin mujeres, Haruki Murakami (Planeta).° Niebla al mediodía, Tomás González (Peguin Random). FUENTE: LIBRERÍA NACIONAL

COLOMBIA

ESPAÑA

MÉXICO

° El tesorero (Magos del humor Mortadelo y Filemón), Francisco Ibáñez (Ediciones B).° Herido diario, Rayden David Martínez Álvarez (Alsari).° Wigetta: un viaje mágico, Vegetta777 y Willyrex (Temas de Hoy).° La templanza, María Dueñas (Planeta).FUENTE: LA CASA DEL LIBRO

° Cien años de soledad, Gabriel García Márquez (Diana).° Milena o el fémur más bello del mundo, Jorge Zepeda Patterson (Planeta).° Cincuenta sombras de Grey, E.L. James.° Adiós a los padres, Héctor Aguilar Camín (Random House).FUENTE: LIBRERÍA GANDHI.

° After 2-En mil pedazos, Anna Todd (Planeta).° Súper Chistes (Zonacuario).° Los secretos de Yuya, AA.VV (Planeta).° After, Anna Todd (Planeta).FUENTE: LIBRI MUNDI

° Sinsajo, Suzanne Conllins° Los 11 poderes del líder, Jorge Valdano (Conecta).° Juego de tronos, George R. Martin ° Últimas noticias del nuevo idiota iberoame-ricano, Plinio Apuleyo, Carlos Alberto Montaner y Álvaro Vargas Llosa (Planeta).FUENTE: MR. BOOKS

ECUADOR

Nota: Listado de libros de ficción de EFE, excep-to Ecuador.

Datos del autorVÍCTOR A. PALADINES P.

° Nació en Chaguarpamba, Loja, Ecuador, en 1927. Entre sus publicaciones cuentan: ‘Desamparados, relatos que dejan huella’ y ‘Operación suicida’ (cuentos). Es coautor del libro ‘Los ancianos cuentan’ (entrevistas) y del tabloide El Huilco de Vilcabamba, con el auspicio de la Universidad Nacional de Loja y la agregada cultural de EE. UU. para Sudamérica. Arti-culista ocasional de periódicos ecuatorianos como ‘La Hora de Loja’.

OSWALDO PAZ Y MIÑO J. • Bajo el signo de la noche, leyendo mientras esta avanza lenta, pero implacable, hacia la luz, me encuentro un pequeño gran libro escrito literalmente con la intención de desairar a la muerte. Un trazado de invocaciones desde el cuerpo latente del poeta Víctor Paladines que me ha conmovido y consu-mido con dolor y admiración. Y es que las palabras y el tono cumplen con la senten-cia de E. M. Cioran: “Un libro tiene que hurgar en las heridas, incluso provocar-las. Un libro ha de ser un peligro”.

‘Dolor y amor rodando por las venas’, versos que provienen de una colección de pequeñas doctrinas de soledad, mol-deadas en pedacitos de la nada, que van quedando con el paso de los años vividos por un poeta que se ha autorrecluido en una estancia en la que no faltan el sol ni el trino de los pájaros, que brilla inclusive en la noche y que tiene siempre, de com-pañero, a un río que no deja, a lo lejos, de solfear quimeras.

Leyendo el entrañable trabajo de Víc-tor Paladines, mi mente, por la hondura y la musicalidad mística de los versos contados por su pluma añeja, ha evoca-do, entre otras letras, las del genial es-critor portugués Vergílio Ferreira, poco conocido en el medio y menos referido en los ambientes literarios, que dicen: “Música de mi abismo, oh misterio inac-cesible y tan próximo a mi conmoción. Me arden los ojos ahora cuando la evoco, al anuncio indefinido de la amargura y la paz. Rezar debe de ser eso. Pero nun-ca he rezado así. Una ascensión de noso-tros, un desvanecimiento de nosotros y una fuerza humana, a pesar de todo, en hermandad divina”.

‘Dolor y amor rodando por las venas’, latidos literarios con el corazón en trances, con la soledad de compañera, con la vida en un hilo, con la me-moria intacta. El poeta Víc-tor Paladines y sus lágrimas internas: “Intacto el amor, la esencia, el dolor...Intacta la arcilla a quien diste forma, te entrego, Señor”. (‘Para mi lá-pida’, Pág. 9)

El palabrista ecuatoriano, nacido en 1927, se ha propues-to, mientras aguarda el zarpa-zo, vivir adrede y sin hacer concesiones. Testimonio de su fe, de su tesón, de su imbatible espíritu, es este libro de confesiones en verso como el titulado Mi poesía: “Me duele tanto la noche que solo quiero vivir el día. Soledad y silencio me van a qui-tar la vida. Se van los días en cadena y cae la penumbra con un fardo enorme de melancolía. El paso es lento, la emoción se enfría, solo me sostiene la mano amo-rosa de mi poesía. Esta no llega a planos fulgurantes ni es derroche de sabiduría, pero rebosa plenamente el alma mía. Cuando me ausente definitivamente, vi-virá enferma mi poesía, que ella solo pue-de ser mía”.

Del bardo Antonio Gala cito: “Todo cuanto el poeta dice queda explicado por él mismo”.

La poesía es para siempre. La vida, una frugalidad. La muerte, una esperan-za, silenciosa, que llega a su tiempo. Mo-rir para dejar de ser. Mientras eso sucede, callar no cabe. “El cáliz de mi existencia se está agotando, por eso quiero apurar

La palabra de un maestro

lo poco que me queda, lentamente y de-gustando, o sea, escribiendo y borrando”. (‘Manía’, pág. 12)

‘Dolor y amor rodando por las venas’, publicado por Editorial El Conejo 2015. La palabra de un inteligente, valiente y dedicado ciudadano, Víctor Paladines, un soldado en retiro, un maestro de la vida al que rendimos homenaje.

[email protected]

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La libertad, Sancho, es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos; con ella no pue-den igualarse los tesoros que encierran la tierra y el mar: por la libertad, así como por la honra, se puede y debe aventurar la vida”. MIGUEL DE CERVANTES (1547-1616), ESCRITOR ESPAÑOL.

No temáis a la grandeza; algunos nacen grandes, algunos logran grandeza, a algunos la grandeza les es im-puesta y a otros la grandeza les queda grande”. WILLIAM SHAKESPEARE (1564-1616). ESCRITOR BRITÁNICO.

RAÚL PACHECOEDITOR Y BIBLIOTECARIO DEL C. C . BENJAMÍN CARRIÓN

Tenía unos 22 años y trabajaba en una pequeña librería del norte de Quito. En medio de tanta literatura política y socioló-gica, un cierto día me hallé con un libro de modesta presenta-ción, que se llamaba ‘Las peras del olmo’, de Octavio Paz.Los ensayos que contenía el libro me produjeron un destello de fascinación y perplejidad. No podía creer que un escritor latinoamericano pudiera asumir una serie de temas univer-sales y locales con tanta propiedad, lucidez y clarividencia. Su prosa era admirable. Lejano a la grandilocuencia y ampulo-sidad latinas, al elogio vago o el trazo impresionista, carente de ideas, el estilo de Paz colindaba con la prosa poética, con un ritmo y una tensión que aunaban las frases con elegancia, don de síntesis y una capacidad crítica iluminadora.Sus ensayos sobre poesía mexicana y los retratos inte-lectuales de Sor Juana, López Velarde, Tablada o José Gorostiza solo me despertaban más curiosidad y anhelo de seguir leyéndolo. Luego vino Antonio Machado, quien no era solo el gran poeta andaluz, sino un gran pensador de la poesía, de la sed de otredad y el erotismo metafísico. Toda una revelación ese ensayo. Otro hito del libro fue para mí el acercamiento de Paz a las letras japonesas, su notable lectura del haiku y de Matsuo Basho. Y qué decir de sus ensayos vitales, iluminadores, sobre el surrealismo o sobre el arte radical de Luis Buñuel…

JUAN PABLO CASTROESCRITOR Y CATEDRÁTICO ECUATORIANO.

Quizás el primer libro que me marcó, más allá de las lec-turas infantiles, fue ‘Crimen y Castigo’. Recuerdo haberlo leído con voracidad –en esa bella y precaria edición de Salvat–, encerrado en mi habitación durante las vacacio-nes de agosto. Afuera, seguramente reverberaba el sol quiteño, mientras el viento zumbaba como un letargo infinito. Entonces, a punto de terminar el colegio, la literatura me zumbaba como una mosca. Esa novela, escrita con la lúcida transparencia que emana del dolor y la culpa, hizo que tomara conciencia sobre la maravillosa capacidad de un ser humano –ese Dostoievski apenas iluminada por la vaga luz de una vela, en estado de furia y lenguaje– de quebrar el mundo. Y que, de alguna manera, encontrara el sentido de mi vida. Fue esa novela la que me avergonzó al releer los breves relatos que empezaba a balbucear. Fue ese Raskólnikov, deambulando por el mundo como un animal en cautive-rio, el que me dotó de la noción básica de la buena literatu-ra: el ser humano debe estar retratado en su pesadumbre, emergiendo de la zona más oscura de su propia con-ciencia, como emerge de una laguna el cadáver, ese ser humano que es carne y sangre y lenguaje, que es silueta, enigma y constatación.

ALEYDA QUEVEDOPOETA, PROMOTORA CULTURAL Y PERIODISTA.

A lo largo del tiempo que llevo escribiendo poesía (25 años) y haciendo periodismo (19 años), he llega-do a la certeza de que ‘una es lo que lee’. Comencé mis lecturas de poesía cuando tenía 13 años de edad y lo primero que llegó a mis manos fue la de César Vallejo. Luego llegaron los libros de poemas que me marcaron para siempre: Blanca Varela, Francisco de Quevedo, Sor Juana Inés, los poetas norteamerica-nos que sigo releyendo: Elizabeth Bishop, Whitman, Cummins, Robert Frost, Williamns Carlos Williamns, Silvia Plath, Bukovski, Anne Sexton, y claro, otros indispensables como Cavafis, Pessoa, Ferreira Gullar, Jaime Sabines, Octavio Paz, Gonzalo Rojas, Marosa Di Giorgio, Manuel Bandeira, Borges, Carrera Andrade, José Antonio Ramos Sucre, Alejandra Pizarnik, Seamus Heaney, Lezama Lima, Fina García Marruz, Julia de Burgos, Diana Bellessi y Eunice Odio. A todos ellos los recomiendo.He mencionado mis lecturas de poetas porque es la poesía, quizá, lo que modestamente más he leído y el género que siempre quiero seguir leyendo; sin embargo, me seducen las novelas de narradores versátiles como Thomas Berhard, Horacio Castellanos Moya, Evelio Rosero Diago o Steing Larsson.

‘Las peras al olmo’Sobre ‘Crimen y castigo’ ‘Una es lo que lee’

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Ecuador, domingo 26 de abril de 2015

Ecuador, domingo 26 de abril de 2015 protagonistaprotagonista4 5I I

DAMIÁN DE LA TORRE AYORA • Es mediodía en Quito y la lluvia no cede. El aguacero es inclemente y agudiza mucho más el tráfico vehicular. Parecería que un hechizo quiere impedir la entrevista pactada con Carolina Andújar, autora de la novela ‘Pie de Bruja’. Los inconvenientes del clima y del tránsito son superados y, con las justas, se arriba a tiempo al hotel donde se hospeda la escritora colombina.

Unas bocanadas de cigarrillo y un café hirviendo empiezan a calentar la charla que cada vez se abriga más con la simpatía de la caleña: la picardía de sus ojos y la espon-taneidad de su sonrisa se asientan aún más con el contraste de la blancura de su piel y la negrura de su cabello.

Ella visitó Ecuador para presentar su última novela, ‘Pie de Bruja’ (Montena). Sobre su libro y sus perspectivas, conversó con Revista Artes. Eso sí, antes de iniciar la entrevista formal –por así decirlo- se dio tiempo para recordar su última visita a nuestro país:

“Hace como 10 años que no vengo a Ecuador. Venía a vacacionar porque mis padres tenían aquí amigos de toda la vida, con hijos de mi misma edad. Tuve unas muy bonitas vacaciones en Ecuador. Yo siempre estuve feliz de compartir con estos amigos ecua-torianos porque son personas muy cultas y muy decentes, de una bonita naturaleza. Creo que todos los ecuatorianos tienen una delicadeza que yo aprecio mucho porque en Colombia hay cierta brusquedad a la que una ya siempre está acostumbrada, pero el pueblo ecuatoriano es muy dulce”.

Y Ud., ¿se considera una persona brusca?Depende, cuando estamos con mis amigos tenemos un trato como que muy dulce, pero muy brusco también. En Colombia se les monta mucho uno a los amigos y es muy di-fícil despegarse de eso, así haya un montón de leyes anti-bullying. Como que todos nos burlamos de las ‘metidas de patas’. A mí no me molesta que mis amigos me molesten, en el sentido de cargarte con una broma, porque me parece graciosísimo y uno apren-de a reírse de uno mismo; pero, ahora, los chicos de estas nuevas generaciones son muy sensibles y los han educado como muy enclaustraditos, en burbujitas, y cuando se topan con la realidad puede haber hechos que los golpeen muy fuerte: no todo el mundo está listo para recibir cierto trato en su tierna adolescencia, depende mucho

de su crianza y de los amigos que uno haya tenido. Eso sí, para mí es mucho mejor que exista el respeto que se fomenta ahora. Es importante que desde chiquitos nos enseñen a respetar y que no se carguen de alguien que puede estar en desventaja.

La desventaja suele caer, generalmente, en quienes salen de lo convencional. Así se tiende a rotular a las personas. Por ejemplo, pueden cargarse con los góticos. ¿Eso le molesta?Sé que tu pregunta viene por lo que dicen que soy gótica, pero me han rotulado un poquito. No lo soy.

¿Pero le molesta o no esa etiqueta?Cómo te digo. Me han rotulado por vestir de negro, porque me gusta el metal y porque mi cabello es negro, muy negro a lo natural, y doy esa apariencia, pero no me considero gótica. De lo gótico puedo decirte que solo me gustan esas novelas antiguas, las iglesias y la arquitectura en general. Todo es estereotipos. Pero respondiéndote, no me molesta para nada que me llamen así. Los góticos tienen una estética muy bonita. Me gustan como lucen con esas capas negras, con sus botas y llenos de cruces: es muy encantador. Es una cultura a la que tengo mucho cariño. No me preocupa que me digan gótica, aunque es bueno dejar en claro que soy una chica metal.

¿Una chica metal que está abierta a todo tipo de música?Prefiero el metal, es lo que más me gusta, pero no tengo aversión por ningún tipo de música. Es más, ni siquiera el reguetón me escandaliza. Cuando estaba en la universi-dad vine escuchando rap y hip-hop, entonces, cuando llegó el reguetón lo vi como un shock cultural que ahora lo están haciendo en español. Vamos, con el metal me siento mejor, pero puedo escuchar desde pop y glam hasta llegar al death metal.

¿Cuando escribe, escucha música?Realmente, no. Bueno, para camuflar el ruido escucho una musiquita como que más suave, clásica. Especialmente hay un pianista que se llama Ludovico Einaudi, un ita-liano que hace una música preciosa que a mí me gusta ponerla mientras escribo. Tam-bién, pongo ruidos de tormentas y lluvia para bloquear las conversaciones.

‘A mí no me gusta mentirle al lector’

PerfilCarolina Andújar

Nació en Cali, Colombia. Se especializó en psico-logía analítica junguiana. Es autora de las novelas ‘Vampyr’ y ‘Vajda’. También ha realizado estudios de idiomas y ha dirigido obras de teatro y cortos cómicos de su autoría. Viajera incansable, ha residido en Colombia, EE. UU. e Italia.

“Busco que el lector tenga

la posibilidad de viajar en el

tiempo a través de una historia muy divertida”.

‘Pie de Bruja’ es su tercera novela. ¿Con este libro deja en claro su huella, su estilo?Sí, efectivamente. Ya va quedando claro que cuento ese tipo de historias donde aparece un amor muy fuerte, pero que aparece en medio de mucha investigación, de mucha historia. Así el público no lo sienta, siempre in-vestigo y me baso en hechos históricos para que lo que cuento parezca mucho más real. Más allá de que siempre haya mucha fantasía, porque aparecen brujas y seres con poderes sobrenaturales, me concentro en el sistema po-lítico de la época donde ambiento mis libros, estudio la topografía y la arquitectura de la época.

¿Para evocar más imágenes en el lector?Exactamente. Busco que el lector tenga la posibilidad de viajar en el tiempo a través de una historia muy diverti-da. Eso es lo que yo siempre quiero hacer con mis libros: investigación histórica, porque me encanta aprender mientras escribo, y meter una buena historia de fantasía donde haya un conflicto entre el bien y el mal.

De niños le meten a uno miedo con brujas y cuentos de terror. El cuco y los monstruos fueron parte de un medio educativo. ¿Ud., con sus historias, siente que toma revancha de esto?No lo había visto así. Mira, a las brujas yo nunca les tuve miedo, al lobo feroz, sí; pero sí me ha molestado como nos han metido el cuento. Por ejemplo, con la ‘Bella Dur-miente’, cómo es que invitan a todas las hadas menos a Maléfica. A mí me parecía que los reyes eran unos faltos de respeto y de etiqueta absoluta. El problema fue por-que no había un plato más de oro y se descartó a alguien por su apariencia. Un rey de verdad mandaba a hacer otro plato, porque no le cuesta nada, o invitaba a Maléfica y él comía en otra vajilla.

Todo por las apariencias…Justamente. Por eso me gustó mucho la película con An-gelina Jolie. Eso sí me pareció una revancha bien ganada, porque desde chiquita a mí me gustaba la Maléfica. ¿Viste la película de Angelina Jolie?

Sí, fue entretenida…A mí me encantó. Hasta lloré con su historia. Viste que el rey era el malo. Uy, pero si yo le hubiese dado hasta el Óscar a Angelina Jolie, me gustó su actuación. Ima-gínate todas esas gafas de 3D empapadas de todas esas lágrimas. Es que eso de las apariencias y los prejuicios es muy malo.

¿Se puede decir que lo que escribes es un tipo de reacción ante las apariencias?A lo que estoy reaccionando es a que en América Latina solía haber una religión católica muy tradicional, pero que la gente practicaba de labios para fuera porque las religiones que llevan asentadas tantos años ya nadie se las toma en serio, nadie es tan fanático. Después, así como el reguetón, nos llegó una oleada muy fuerte con el protestantismo. Este tipo de sucesos hace que se llegue a extremos y que se empiece a demonizar a todo.

Eso queda muy claro en ‘Pie de Bruja’…Donde yo estoy ambientando la novela había un protes-tantismo muy fuerte. En Europa ya había pasado la que-ma de brujas, pero eso de satanizar las cosas no se aca-bó; de hecho, hasta ahora hay especímenes que siguen haciéndolo. Todavía persiste eso de reprimir todos los males, lo que no permite ver hacia uno mismo, logrando que uno sea capaz de atacar al otro con cualquier excusa boba. En Colombia tenemos un consejero de la familia que se las pasa viendo videos en YouTube y no hace su

trabajo y se pone a tuitear sobre lo demoníaco que puede haber en un video como el de Shakira y Rihanna, el cual alentaría al lesbianismo. ¿Qué tal? Ese tipo de reflexiones me parten la cabeza, me da ganas de poner un colchón en la pared de mi cuarto para poder darme golpes cada vez que escucho o veo esas estupideces.

¿Ese funcionario nunca se ha metido con Ud.?No, yo más bien soy la que lo molesto. Él se concentra en las top como Shakira, solo se enfoca en las estrellas grandotas.

No sabría definir a una estrella, pero tengo claro que en la Fe-ria del Libro de Bogotá hubo una fila de más de cuatro horas para pedirle un autógrafo y sacarse una foto con Ud. ¿Algún tipo de influencia tiene?Pero es que es simple: los consejeros y muchos políticos no leen.

¿Qué sensación tiene de que hagan este tipo de filas?Los jovencitos, que sí leen a diferencia de cierta gente, son divinos. A mí esas muestras de cariño me sobreco-gen, ¿sabes por qué? Porque ellos realmente me quieren, se nota su amor, el cual es muy genuino porque conocen mi libro, lo leen y así me conocen a mí. Yo escribo con mucha sinceridad, a mí no me gusta mentirle al lector. Mis sentimientos están allí, en todas las páginas. Creo que en cada página debe estar la esencia de uno. Pienso

que recibo cariño de quienes me leen. Entonces, si al-guien me calumnia, estoy segura de que ni siquiera abrió el libro. Muchos de mis lectores yo los he visto crecer porque muchos iniciaron con mis novelas cuando tenían unos 13 o 14 años, ahora muchos ya están hasta en la uni-versidad. Con esa gente interactúo en Facebook, nos va-mos conociendo, son como sobrinos o como primos, es gente que en verdad tú los ves crecer y eso es súper lindo.

Ese tipo de acercamientos e interacciones es interesante porque no todos los escritores suelen tenerlo… Desde el comienzo hice eso. Antes no tenía Facebook, pero tenía mi blog y desde ahí ya los empecé a conocer. Después me di cuenta que eran demasiados y abrí Fa-cebook y, claro, nos volvimos una comunidad donde no solo se hacían mis amigos sino que se hicieron amigos entre ellos. Es como una súper familia de lectores, todo eso es precioso.

Ese diálogo directo también se evidencia en la interacción que se genera entre el lector con su libro. Mucho tiene que ver las caracterizaciones de sus personajes. El hecho de con-traponer de entrada a Marcus y Ava, tanto desde lo físico como temperamental, por ejemplo, hace que quien lee se re-conozca de alguna manera…Lo de las caracterizaciones fue muy pensado. Yo sí quería contraponer a los personajes, justamente, por un tema de romper las apariencias. Mira, es que siento que estamos en un retroceso cultural y eso me preocupa. Me parece terrible que en vez de ser más tolerantes otra vez caiga-mos en posiciones superficiales, fanáticas y hasta fascis-tas. Las apariencias solo te demuestran que la ignorancia nunca está sola y busca sus aliados.

Por otra parte, ¿el mezclar historias populares con la creati-vidad del escritor es la mejor estrategia para que el lector se reconozca con el libro que lee?Bueno, muchas de estas historias son inventadas tam-bién, pero también aparecen varios personajes fantásti-cos a los que se me ocurre resucitarlos, hacerlos de ‘carne y hueso’ y ponerlos en una novela.

Como señalaba en otra respuesta, el amor es central en sus historias, pero no se puede apartar ese sentimiento del hu-mor. ¿Ambos forman un gran matrimonio?Siempre es bueno juntar al amor con el humor y ponerle un poquito de terror y algo de sufrimiento. Es que todo eso forma parte de la vida, es que la fantasía no se aleja mucho de lo real.

Está especializada en psicología analítica junguiana, ¿cuánto influye eso en su literatura?Realmente no mucho, esa experiencia analítica como que me ha llevado más a profundizar los sueños. Más bien, otro tipo de investigaciones me ayudan más. La antropo-logía cultural, por ejemplo, me ha ayudado por su abor-daje en el tema de mitos, relacionándote con ellos hasta darte cuenta que, al fin y al cabo, la mitología está dentro de la ficción.

¿Está trabajando en una nueva novela?Estoy trabajando en una nueva historia donde espero trenzar definitivamente a mis novelas anteriores, unifi-carlas. Eso sí, pienso que me voy a demorar. No tengo la capacidad de aquel que se pone metas. Para mí el futuro está como una hoja en blanco, mi meta es escribir, no sa-ber cuándo llega el punto final. (DVD)

[email protected]

“Creo que en cada página debe estar la esencia de uno”.

CAROLINA ANDÚJAR

Page 5: Artes & Cultura 26 abril 2015

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Ecuador, domingo 26 de abril de 2015

Ecuador, domingo 26 de abril de 2015 protagonistaprotagonista4 5I I

DAMIÁN DE LA TORRE AYORA • Es mediodía en Quito y la lluvia no cede. El aguacero es inclemente y agudiza mucho más el tráfico vehicular. Parecería que un hechizo quiere impedir la entrevista pactada con Carolina Andújar, autora de la novela ‘Pie de Bruja’. Los inconvenientes del clima y del tránsito son superados y, con las justas, se arriba a tiempo al hotel donde se hospeda la escritora colombina.

Unas bocanadas de cigarrillo y un café hirviendo empiezan a calentar la charla que cada vez se abriga más con la simpatía de la caleña: la picardía de sus ojos y la espon-taneidad de su sonrisa se asientan aún más con el contraste de la blancura de su piel y la negrura de su cabello.

Ella visitó Ecuador para presentar su última novela, ‘Pie de Bruja’ (Montena). Sobre su libro y sus perspectivas, conversó con Revista Artes. Eso sí, antes de iniciar la entrevista formal –por así decirlo- se dio tiempo para recordar su última visita a nuestro país:

“Hace como 10 años que no vengo a Ecuador. Venía a vacacionar porque mis padres tenían aquí amigos de toda la vida, con hijos de mi misma edad. Tuve unas muy bonitas vacaciones en Ecuador. Yo siempre estuve feliz de compartir con estos amigos ecua-torianos porque son personas muy cultas y muy decentes, de una bonita naturaleza. Creo que todos los ecuatorianos tienen una delicadeza que yo aprecio mucho porque en Colombia hay cierta brusquedad a la que una ya siempre está acostumbrada, pero el pueblo ecuatoriano es muy dulce”.

Y Ud., ¿se considera una persona brusca?Depende, cuando estamos con mis amigos tenemos un trato como que muy dulce, pero muy brusco también. En Colombia se les monta mucho uno a los amigos y es muy di-fícil despegarse de eso, así haya un montón de leyes anti-bullying. Como que todos nos burlamos de las ‘metidas de patas’. A mí no me molesta que mis amigos me molesten, en el sentido de cargarte con una broma, porque me parece graciosísimo y uno apren-de a reírse de uno mismo; pero, ahora, los chicos de estas nuevas generaciones son muy sensibles y los han educado como muy enclaustraditos, en burbujitas, y cuando se topan con la realidad puede haber hechos que los golpeen muy fuerte: no todo el mundo está listo para recibir cierto trato en su tierna adolescencia, depende mucho

de su crianza y de los amigos que uno haya tenido. Eso sí, para mí es mucho mejor que exista el respeto que se fomenta ahora. Es importante que desde chiquitos nos enseñen a respetar y que no se carguen de alguien que puede estar en desventaja.

La desventaja suele caer, generalmente, en quienes salen de lo convencional. Así se tiende a rotular a las personas. Por ejemplo, pueden cargarse con los góticos. ¿Eso le molesta?Sé que tu pregunta viene por lo que dicen que soy gótica, pero me han rotulado un poquito. No lo soy.

¿Pero le molesta o no esa etiqueta?Cómo te digo. Me han rotulado por vestir de negro, porque me gusta el metal y porque mi cabello es negro, muy negro a lo natural, y doy esa apariencia, pero no me considero gótica. De lo gótico puedo decirte que solo me gustan esas novelas antiguas, las iglesias y la arquitectura en general. Todo es estereotipos. Pero respondiéndote, no me molesta para nada que me llamen así. Los góticos tienen una estética muy bonita. Me gustan como lucen con esas capas negras, con sus botas y llenos de cruces: es muy encantador. Es una cultura a la que tengo mucho cariño. No me preocupa que me digan gótica, aunque es bueno dejar en claro que soy una chica metal.

¿Una chica metal que está abierta a todo tipo de música?Prefiero el metal, es lo que más me gusta, pero no tengo aversión por ningún tipo de música. Es más, ni siquiera el reguetón me escandaliza. Cuando estaba en la universi-dad vine escuchando rap y hip-hop, entonces, cuando llegó el reguetón lo vi como un shock cultural que ahora lo están haciendo en español. Vamos, con el metal me siento mejor, pero puedo escuchar desde pop y glam hasta llegar al death metal.

¿Cuando escribe, escucha música?Realmente, no. Bueno, para camuflar el ruido escucho una musiquita como que más suave, clásica. Especialmente hay un pianista que se llama Ludovico Einaudi, un ita-liano que hace una música preciosa que a mí me gusta ponerla mientras escribo. Tam-bién, pongo ruidos de tormentas y lluvia para bloquear las conversaciones.

‘A mí no me gusta mentirle al lector’

PerfilCarolina Andújar

Nació en Cali, Colombia. Se especializó en psico-logía analítica junguiana. Es autora de las novelas ‘Vampyr’ y ‘Vajda’. También ha realizado estudios de idiomas y ha dirigido obras de teatro y cortos cómicos de su autoría. Viajera incansable, ha residido en Colombia, EE. UU. e Italia.

“Busco que el lector tenga

la posibilidad de viajar en el

tiempo a través de una historia muy divertida”.

‘Pie de Bruja’ es su tercera novela. ¿Con este libro deja en claro su huella, su estilo?Sí, efectivamente. Ya va quedando claro que cuento ese tipo de historias donde aparece un amor muy fuerte, pero que aparece en medio de mucha investigación, de mucha historia. Así el público no lo sienta, siempre in-vestigo y me baso en hechos históricos para que lo que cuento parezca mucho más real. Más allá de que siempre haya mucha fantasía, porque aparecen brujas y seres con poderes sobrenaturales, me concentro en el sistema po-lítico de la época donde ambiento mis libros, estudio la topografía y la arquitectura de la época.

¿Para evocar más imágenes en el lector?Exactamente. Busco que el lector tenga la posibilidad de viajar en el tiempo a través de una historia muy diverti-da. Eso es lo que yo siempre quiero hacer con mis libros: investigación histórica, porque me encanta aprender mientras escribo, y meter una buena historia de fantasía donde haya un conflicto entre el bien y el mal.

De niños le meten a uno miedo con brujas y cuentos de terror. El cuco y los monstruos fueron parte de un medio educativo. ¿Ud., con sus historias, siente que toma revancha de esto?No lo había visto así. Mira, a las brujas yo nunca les tuve miedo, al lobo feroz, sí; pero sí me ha molestado como nos han metido el cuento. Por ejemplo, con la ‘Bella Dur-miente’, cómo es que invitan a todas las hadas menos a Maléfica. A mí me parecía que los reyes eran unos faltos de respeto y de etiqueta absoluta. El problema fue por-que no había un plato más de oro y se descartó a alguien por su apariencia. Un rey de verdad mandaba a hacer otro plato, porque no le cuesta nada, o invitaba a Maléfica y él comía en otra vajilla.

Todo por las apariencias…Justamente. Por eso me gustó mucho la película con An-gelina Jolie. Eso sí me pareció una revancha bien ganada, porque desde chiquita a mí me gustaba la Maléfica. ¿Viste la película de Angelina Jolie?

Sí, fue entretenida…A mí me encantó. Hasta lloré con su historia. Viste que el rey era el malo. Uy, pero si yo le hubiese dado hasta el Óscar a Angelina Jolie, me gustó su actuación. Ima-gínate todas esas gafas de 3D empapadas de todas esas lágrimas. Es que eso de las apariencias y los prejuicios es muy malo.

¿Se puede decir que lo que escribes es un tipo de reacción ante las apariencias?A lo que estoy reaccionando es a que en América Latina solía haber una religión católica muy tradicional, pero que la gente practicaba de labios para fuera porque las religiones que llevan asentadas tantos años ya nadie se las toma en serio, nadie es tan fanático. Después, así como el reguetón, nos llegó una oleada muy fuerte con el protestantismo. Este tipo de sucesos hace que se llegue a extremos y que se empiece a demonizar a todo.

Eso queda muy claro en ‘Pie de Bruja’…Donde yo estoy ambientando la novela había un protes-tantismo muy fuerte. En Europa ya había pasado la que-ma de brujas, pero eso de satanizar las cosas no se aca-bó; de hecho, hasta ahora hay especímenes que siguen haciéndolo. Todavía persiste eso de reprimir todos los males, lo que no permite ver hacia uno mismo, logrando que uno sea capaz de atacar al otro con cualquier excusa boba. En Colombia tenemos un consejero de la familia que se las pasa viendo videos en YouTube y no hace su

trabajo y se pone a tuitear sobre lo demoníaco que puede haber en un video como el de Shakira y Rihanna, el cual alentaría al lesbianismo. ¿Qué tal? Ese tipo de reflexiones me parten la cabeza, me da ganas de poner un colchón en la pared de mi cuarto para poder darme golpes cada vez que escucho o veo esas estupideces.

¿Ese funcionario nunca se ha metido con Ud.?No, yo más bien soy la que lo molesto. Él se concentra en las top como Shakira, solo se enfoca en las estrellas grandotas.

No sabría definir a una estrella, pero tengo claro que en la Fe-ria del Libro de Bogotá hubo una fila de más de cuatro horas para pedirle un autógrafo y sacarse una foto con Ud. ¿Algún tipo de influencia tiene?Pero es que es simple: los consejeros y muchos políticos no leen.

¿Qué sensación tiene de que hagan este tipo de filas?Los jovencitos, que sí leen a diferencia de cierta gente, son divinos. A mí esas muestras de cariño me sobreco-gen, ¿sabes por qué? Porque ellos realmente me quieren, se nota su amor, el cual es muy genuino porque conocen mi libro, lo leen y así me conocen a mí. Yo escribo con mucha sinceridad, a mí no me gusta mentirle al lector. Mis sentimientos están allí, en todas las páginas. Creo que en cada página debe estar la esencia de uno. Pienso

que recibo cariño de quienes me leen. Entonces, si al-guien me calumnia, estoy segura de que ni siquiera abrió el libro. Muchos de mis lectores yo los he visto crecer porque muchos iniciaron con mis novelas cuando tenían unos 13 o 14 años, ahora muchos ya están hasta en la uni-versidad. Con esa gente interactúo en Facebook, nos va-mos conociendo, son como sobrinos o como primos, es gente que en verdad tú los ves crecer y eso es súper lindo.

Ese tipo de acercamientos e interacciones es interesante porque no todos los escritores suelen tenerlo… Desde el comienzo hice eso. Antes no tenía Facebook, pero tenía mi blog y desde ahí ya los empecé a conocer. Después me di cuenta que eran demasiados y abrí Fa-cebook y, claro, nos volvimos una comunidad donde no solo se hacían mis amigos sino que se hicieron amigos entre ellos. Es como una súper familia de lectores, todo eso es precioso.

Ese diálogo directo también se evidencia en la interacción que se genera entre el lector con su libro. Mucho tiene que ver las caracterizaciones de sus personajes. El hecho de con-traponer de entrada a Marcus y Ava, tanto desde lo físico como temperamental, por ejemplo, hace que quien lee se re-conozca de alguna manera…Lo de las caracterizaciones fue muy pensado. Yo sí quería contraponer a los personajes, justamente, por un tema de romper las apariencias. Mira, es que siento que estamos en un retroceso cultural y eso me preocupa. Me parece terrible que en vez de ser más tolerantes otra vez caiga-mos en posiciones superficiales, fanáticas y hasta fascis-tas. Las apariencias solo te demuestran que la ignorancia nunca está sola y busca sus aliados.

Por otra parte, ¿el mezclar historias populares con la creati-vidad del escritor es la mejor estrategia para que el lector se reconozca con el libro que lee?Bueno, muchas de estas historias son inventadas tam-bién, pero también aparecen varios personajes fantásti-cos a los que se me ocurre resucitarlos, hacerlos de ‘carne y hueso’ y ponerlos en una novela.

Como señalaba en otra respuesta, el amor es central en sus historias, pero no se puede apartar ese sentimiento del hu-mor. ¿Ambos forman un gran matrimonio?Siempre es bueno juntar al amor con el humor y ponerle un poquito de terror y algo de sufrimiento. Es que todo eso forma parte de la vida, es que la fantasía no se aleja mucho de lo real.

Está especializada en psicología analítica junguiana, ¿cuánto influye eso en su literatura?Realmente no mucho, esa experiencia analítica como que me ha llevado más a profundizar los sueños. Más bien, otro tipo de investigaciones me ayudan más. La antropo-logía cultural, por ejemplo, me ha ayudado por su abor-daje en el tema de mitos, relacionándote con ellos hasta darte cuenta que, al fin y al cabo, la mitología está dentro de la ficción.

¿Está trabajando en una nueva novela?Estoy trabajando en una nueva historia donde espero trenzar definitivamente a mis novelas anteriores, unifi-carlas. Eso sí, pienso que me voy a demorar. No tengo la capacidad de aquel que se pone metas. Para mí el futuro está como una hoja en blanco, mi meta es escribir, no sa-ber cuándo llega el punto final. (DVD)

[email protected]

“Creo que en cada página debe estar la esencia de uno”.

CAROLINA ANDÚJAR

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Ecuador, domingo 26 de abril de 2015

Ecuador, domingo 26 de abril de 2015 visiones 36 biblioteca

Composición electrónica:Pantone Impresiones

Edita: Editorial Minotauro S.A.Correspondencia:

Planta Diario La HoraAv. Galo Plaza N62-08 y Nazaret

Fax: 247-6085 casilla 17-17-243 CCIcul tu ra @la ho ra .co m.ec

Quito, Ecuador

Director (e): Francisco Vivanco RiofríoEditor: Agustín Garcells CordónRedactor: Damián de la Torre AyoraDiseño: Luis Alberto Aspiazu María Leonor Oviedo

VITRINA DE LIBROS

OPINIÓN Y PODER: LIBERTAD O SILENCIOSara Serrano y Mayra Aguirre

Este libro contiene una serie de editoria-les publicados por las autoras en el diario La Hora en momentos en los que, como señala Andrés Carrión, “la turbulencia y animadversión del poder se expresó grosera”. La compilación de estas dos periodistas permite reflexionar sobre importantes valores que en Ecuador no se discuten mucho y convoca a los lectores para recuperar la capacidad de asombro y de indignación social. 13 EDICIONES

ROCINANTE

El número 78 de la revista ofrece un especial de Miguel Donoso Pareja y como libro del mes entrega adjunto ‘La Metamofosis’, de Franz Kafka, y ‘Corazón débil’, de Fiódor Dostoyevski. La revista publica, entre otros, un comentario sobre la novela ‘Yo, Juan Montalvo’, de Alejandro Querejeta, de reciente aparición, y una reseña de una muestra de cine danés, un tanto desconocido en estas latitudes. CAMPAÑA ESPEJO

LOS MÁS VENDIDOS

ARGENTINA

° El puñal, Jorge Fernández Díaz (Planeta). ° Destroza este diario, Keri Smith (Paidos).° El Teorema Katherine, John Green (Nube de tinta).° Jasy. Trilogía del Perdón 1, Florencia Bonelli (Suma).FUENTE: TEMATIKA.COM

° La oculta, Héctor Abad (Pengüin Random). ° La templanza, María Dueñas (Planeta).° Hombres sin mujeres, Haruki Murakami (Planeta).° Niebla al mediodía, Tomás González (Peguin Random). FUENTE: LIBRERÍA NACIONAL

COLOMBIA

ESPAÑA

MÉXICO

° El tesorero (Magos del humor Mortadelo y Filemón), Francisco Ibáñez (Ediciones B).° Herido diario, Rayden David Martínez Álvarez (Alsari).° Wigetta: un viaje mágico, Vegetta777 y Willyrex (Temas de Hoy).° La templanza, María Dueñas (Planeta).FUENTE: LA CASA DEL LIBRO

° Cien años de soledad, Gabriel García Márquez (Diana).° Milena o el fémur más bello del mundo, Jorge Zepeda Patterson (Planeta).° Cincuenta sombras de Grey, E.L. James.° Adiós a los padres, Héctor Aguilar Camín (Random House).FUENTE: LIBRERÍA GANDHI.

° After 2-En mil pedazos, Anna Todd (Planeta).° Súper Chistes (Zonacuario).° Los secretos de Yuya, AA.VV (Planeta).° After, Anna Todd (Planeta).FUENTE: LIBRI MUNDI

° Sinsajo, Suzanne Conllins° Los 11 poderes del líder, Jorge Valdano (Conecta).° Juego de tronos, George R. Martin ° Últimas noticias del nuevo idiota iberoame-ricano, Plinio Apuleyo, Carlos Alberto Montaner y Álvaro Vargas Llosa (Planeta).FUENTE: MR. BOOKS

ECUADOR

Nota: Listado de libros de ficción de EFE, excep-to Ecuador.

Datos del autorVÍCTOR A. PALADINES P.

° Nació en Chaguarpamba, Loja, Ecuador, en 1927. Entre sus publicaciones cuentan: ‘Desamparados, relatos que dejan huella’ y ‘Operación suicida’ (cuentos). Es coautor del libro ‘Los ancianos cuentan’ (entrevistas) y del tabloide El Huilco de Vilcabamba, con el auspicio de la Universidad Nacional de Loja y la agregada cultural de EE. UU. para Sudamérica. Arti-culista ocasional de periódicos ecuatorianos como ‘La Hora de Loja’.

OSWALDO PAZ Y MIÑO J. • Bajo el signo de la noche, leyendo mientras esta avanza lenta, pero implacable, hacia la luz, me encuentro un pequeño gran libro escrito literalmente con la intención de desairar a la muerte. Un trazado de invocaciones desde el cuerpo latente del poeta Víctor Paladines que me ha conmovido y consu-mido con dolor y admiración. Y es que las palabras y el tono cumplen con la senten-cia de E. M. Cioran: “Un libro tiene que hurgar en las heridas, incluso provocar-las. Un libro ha de ser un peligro”.

‘Dolor y amor rodando por las venas’, versos que provienen de una colección de pequeñas doctrinas de soledad, mol-deadas en pedacitos de la nada, que van quedando con el paso de los años vividos por un poeta que se ha autorrecluido en una estancia en la que no faltan el sol ni el trino de los pájaros, que brilla inclusive en la noche y que tiene siempre, de com-pañero, a un río que no deja, a lo lejos, de solfear quimeras.

Leyendo el entrañable trabajo de Víc-tor Paladines, mi mente, por la hondura y la musicalidad mística de los versos contados por su pluma añeja, ha evoca-do, entre otras letras, las del genial es-critor portugués Vergílio Ferreira, poco conocido en el medio y menos referido en los ambientes literarios, que dicen: “Música de mi abismo, oh misterio inac-cesible y tan próximo a mi conmoción. Me arden los ojos ahora cuando la evoco, al anuncio indefinido de la amargura y la paz. Rezar debe de ser eso. Pero nun-ca he rezado así. Una ascensión de noso-tros, un desvanecimiento de nosotros y una fuerza humana, a pesar de todo, en hermandad divina”.

‘Dolor y amor rodando por las venas’, latidos literarios con el corazón en trances, con la soledad de compañera, con la vida en un hilo, con la me-moria intacta. El poeta Víc-tor Paladines y sus lágrimas internas: “Intacto el amor, la esencia, el dolor...Intacta la arcilla a quien diste forma, te entrego, Señor”. (‘Para mi lá-pida’, Pág. 9)

El palabrista ecuatoriano, nacido en 1927, se ha propues-to, mientras aguarda el zarpa-zo, vivir adrede y sin hacer concesiones. Testimonio de su fe, de su tesón, de su imbatible espíritu, es este libro de confesiones en verso como el titulado Mi poesía: “Me duele tanto la noche que solo quiero vivir el día. Soledad y silencio me van a qui-tar la vida. Se van los días en cadena y cae la penumbra con un fardo enorme de melancolía. El paso es lento, la emoción se enfría, solo me sostiene la mano amo-rosa de mi poesía. Esta no llega a planos fulgurantes ni es derroche de sabiduría, pero rebosa plenamente el alma mía. Cuando me ausente definitivamente, vi-virá enferma mi poesía, que ella solo pue-de ser mía”.

Del bardo Antonio Gala cito: “Todo cuanto el poeta dice queda explicado por él mismo”.

La poesía es para siempre. La vida, una frugalidad. La muerte, una esperan-za, silenciosa, que llega a su tiempo. Mo-rir para dejar de ser. Mientras eso sucede, callar no cabe. “El cáliz de mi existencia se está agotando, por eso quiero apurar

La palabra de un maestro

lo poco que me queda, lentamente y de-gustando, o sea, escribiendo y borrando”. (‘Manía’, pág. 12)

‘Dolor y amor rodando por las venas’, publicado por Editorial El Conejo 2015. La palabra de un inteligente, valiente y dedicado ciudadano, Víctor Paladines, un soldado en retiro, un maestro de la vida al que rendimos homenaje.

[email protected]

O O

I

F

La libertad, Sancho, es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos; con ella no pue-den igualarse los tesoros que encierran la tierra y el mar: por la libertad, así como por la honra, se puede y debe aventurar la vida”. MIGUEL DE CERVANTES (1547-1616), ESCRITOR ESPAÑOL.

No temáis a la grandeza; algunos nacen grandes, algunos logran grandeza, a algunos la grandeza les es im-puesta y a otros la grandeza les queda grande”. WILLIAM SHAKESPEARE (1564-1616). ESCRITOR BRITÁNICO.

RAÚL PACHECOEDITOR Y BIBLIOTECARIO DEL C. C . BENJAMÍN CARRIÓN

Tenía unos 22 años y trabajaba en una pequeña librería del norte de Quito. En medio de tanta literatura política y socioló-gica, un cierto día me hallé con un libro de modesta presenta-ción, que se llamaba ‘Las peras del olmo’, de Octavio Paz.Los ensayos que contenía el libro me produjeron un destello de fascinación y perplejidad. No podía creer que un escritor latinoamericano pudiera asumir una serie de temas univer-sales y locales con tanta propiedad, lucidez y clarividencia. Su prosa era admirable. Lejano a la grandilocuencia y ampulo-sidad latinas, al elogio vago o el trazo impresionista, carente de ideas, el estilo de Paz colindaba con la prosa poética, con un ritmo y una tensión que aunaban las frases con elegancia, don de síntesis y una capacidad crítica iluminadora.Sus ensayos sobre poesía mexicana y los retratos inte-lectuales de Sor Juana, López Velarde, Tablada o José Gorostiza solo me despertaban más curiosidad y anhelo de seguir leyéndolo. Luego vino Antonio Machado, quien no era solo el gran poeta andaluz, sino un gran pensador de la poesía, de la sed de otredad y el erotismo metafísico. Toda una revelación ese ensayo. Otro hito del libro fue para mí el acercamiento de Paz a las letras japonesas, su notable lectura del haiku y de Matsuo Basho. Y qué decir de sus ensayos vitales, iluminadores, sobre el surrealismo o sobre el arte radical de Luis Buñuel…

JUAN PABLO CASTROESCRITOR Y CATEDRÁTICO ECUATORIANO.

Quizás el primer libro que me marcó, más allá de las lec-turas infantiles, fue ‘Crimen y Castigo’. Recuerdo haberlo leído con voracidad –en esa bella y precaria edición de Salvat–, encerrado en mi habitación durante las vacacio-nes de agosto. Afuera, seguramente reverberaba el sol quiteño, mientras el viento zumbaba como un letargo infinito. Entonces, a punto de terminar el colegio, la literatura me zumbaba como una mosca. Esa novela, escrita con la lúcida transparencia que emana del dolor y la culpa, hizo que tomara conciencia sobre la maravillosa capacidad de un ser humano –ese Dostoievski apenas iluminada por la vaga luz de una vela, en estado de furia y lenguaje– de quebrar el mundo. Y que, de alguna manera, encontrara el sentido de mi vida. Fue esa novela la que me avergonzó al releer los breves relatos que empezaba a balbucear. Fue ese Raskólnikov, deambulando por el mundo como un animal en cautive-rio, el que me dotó de la noción básica de la buena literatu-ra: el ser humano debe estar retratado en su pesadumbre, emergiendo de la zona más oscura de su propia con-ciencia, como emerge de una laguna el cadáver, ese ser humano que es carne y sangre y lenguaje, que es silueta, enigma y constatación.

ALEYDA QUEVEDOPOETA, PROMOTORA CULTURAL Y PERIODISTA.

A lo largo del tiempo que llevo escribiendo poesía (25 años) y haciendo periodismo (19 años), he llega-do a la certeza de que ‘una es lo que lee’. Comencé mis lecturas de poesía cuando tenía 13 años de edad y lo primero que llegó a mis manos fue la de César Vallejo. Luego llegaron los libros de poemas que me marcaron para siempre: Blanca Varela, Francisco de Quevedo, Sor Juana Inés, los poetas norteamerica-nos que sigo releyendo: Elizabeth Bishop, Whitman, Cummins, Robert Frost, Williamns Carlos Williamns, Silvia Plath, Bukovski, Anne Sexton, y claro, otros indispensables como Cavafis, Pessoa, Ferreira Gullar, Jaime Sabines, Octavio Paz, Gonzalo Rojas, Marosa Di Giorgio, Manuel Bandeira, Borges, Carrera Andrade, José Antonio Ramos Sucre, Alejandra Pizarnik, Seamus Heaney, Lezama Lima, Fina García Marruz, Julia de Burgos, Diana Bellessi y Eunice Odio. A todos ellos los recomiendo.He mencionado mis lecturas de poetas porque es la poesía, quizá, lo que modestamente más he leído y el género que siempre quiero seguir leyendo; sin embargo, me seducen las novelas de narradores versátiles como Thomas Berhard, Horacio Castellanos Moya, Evelio Rosero Diago o Steing Larsson.

‘Las peras al olmo’Sobre ‘Crimen y castigo’ ‘Una es lo que lee’

Page 7: Artes & Cultura 26 abril 2015

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2 Ecuador, domingo 26 de abril de 2015

Ecuador, domingo 26 de abril de 2015 7visiones el libreroO O

ÉDGAR FREIRE RUBIO • El escritor español Antonio Muñoz Molina (Premio Prínci-pe de Asturias de las Letras 2013) titula así uno de sus artículos. Versa sobre los charlatanes que cabildean para engañar sobre el cambio climático y seguir en el negocio petrolero, pero hace una intro-ducción que bien vale para otros “nego-cios”. Lean, no tiene desperdicio:

“La manera más segura de no ver algo es empeñarse en no verlo. Ojos que no ven, corazón que no siente. De toda la variedad de las capacidades humanas una de las más misteriosas es la de ne-gar la evidencia, la de cerrar los ojos a lo irrefutable, o incluso mantenerlos abiertos sin aceptarlos (…) Parece que no mirando las cosas se logra que no existan, o que si se aprietan los pár-pados con fuerza suficiente lo que da miedo o incomoda habrá desaparecido cuando vuelvan a abrirse (…) A no ver lo evidente ayudan mucho la soberbia, la cobardía, la pereza, el instinto gre-gario. También ayudan esas dos grandes formas de manipulación del siglo XX que se han vuelto más eficaces todavía en el XXI, la propaganda y la publicidad, por separado o juntas (…) A no ver las cosas y a hacer lo posible porque no se vean ayu-dan también mucho los beneficios colo-sales que se pueden obtener gracias a la explotación de la mentira…”

Si esta larga cita la aplicamos a nuestra realidad es certera y contundente. Efectivamente: “no hay peor ciego que el que no quiere ver”. Y lo peor son los áulicos. Y no creo que lo que se avecina sean buenas noticias.

El Ministerio de Cultura ya tiene otro timonel. Hasta ahora la famo-sa ‘Ley de Culturas’ sigue en vere-mos y ni siquiera se premia con el ‘Espejo’ a nuestros mejores artistas e investigadores.

Salvable de esta entidad es la labor del Consejo Nacional de Cultura. Pocas palabras y mucha acción: buenos y atildados libros y una revista excepcional. Irving Zapater es la cabeza visible de esta obra lúcida. Se ha atrevido a publicar en cinco voluminosos tomos la Historia de la Literatura ecuatoriana S. XIX (1800-1860), de Hernán Rodríguez Castelo. In-vestigación benedictina y solitaria de un eterno relegado. Son miles de páginas de una historia crítica que se convertirá en una de las mejores fuentes para quien quiera adentrarse en el universo litera-rio de Ecuador. Y hay, además, un mérito especial. Estas publicaciones se venden para seguir gestionando más trabajos. Y así no hay lucimiento personal, pues se

regala a todos los que pasan por de-lante de muchos ministerios. No hay derroche y eso es edificante. ¿O no? ¡Congratulaciones! (queda pendiente comentar el nuevo volumen de la co-lección ‘Fotógrafos del Ecuador’).

Que un libro se reedite es noticia atípica en Ecuador. A no ser que se trate de un texto de lectura obligada

en colegios o universidades. Ese mérito lo tiene la rica no-vela ‘Los Nazarenos’, del mé-dico Marcelo Lalama (CCE, Quito, 2014. Colec. Letras Claves). Es mirar al Quito del siglo XVII en sus “secre-tos y trampas”. La leímos en su primera edición y hará falta la relectura. ¡Mil gracias al amigo escritor!

Puntualmente desde Madrid me hace llegar el Instituto Siman-cas el nuevo número de su Revista Trilce. La directora del área de Lengua y Litera-tura produce el milagro de convertir a ni-ños y jóvenes en escritores en sus talleres literarios. Quien revise con detenimiento el índice hallará a nueve compatriotas es-tudiantes. ¡Congratulaciones y gracias a María del Carmen Fernández!

¿Cuántos libros, tesis, canciones, pe-lículas o documentales se habrán hecho sobre nuestros migrantes? ‘La migración ecuatoriana a España e Italia’, de Chiara Pagnotta, se suma a esta bibliografía do-lorosa. Pero su lectura se vuelve rica y coloquial por el arte de la entrevista. Es un testimonio oral que estremece; duele

‘Los comerciantes del negocio’

Las revistas° Recibo a tiempo ‘Gestión’ (No. 249). Con ella me ‘desasno’ y no como cuentos de las mentiras. Lo mismo me pasa con ‘ALAI’ (No. 502). ‘Agricultura campesina para la soberanía alimentaria’ es su tema central.

De manos de Iván Egüez recibo ‘Rocinante’ (No. 78) , un cara y cruz de ‘La metamorfosis’, de Kafka, y ‘Corazón débil’, de Dostoievski, en su Col. Luna de Bolsillo.

‘Textos y Contextos’ (No. 15) se está vol-viendo muy “académica”, pero se lee.

Enviar sus publi-caciones a esta dirección de Edgar Freire: Almacén Bolmar, calle Guayaquil N2-49 y Sucre. Att. Martha Freire Rubio o casilla 170125-61.

TOME NOTA

pero reconforta. Es una catarsis necesa-ria. Aquí se han nombrado tantos héroes y heroínas… ¿Y estos seres humanos tan valientes y generosos? Hay que relievar a la CEN y la Univ. Andina Simón Bolívar por esta valiosísima publicación.

¿Noticias gratas? El Premio Nacional de Artes Mariano Aguilera concedido al amigo pintor, escritor y fino lector Pablo Barriga. ¡Ya era hora! Tan bueno como el pan y alegre, como es propio de los artis-tas sencillos y sin poses.

La entrada de Cecilia Ansaldo como nuevo Miembro de la Academia Ecuato-riana de la Lengua, hecho del que tam-bién diré con redundancia: ¡Ya era hora!

Hoy ingresa a nuestras Academias gente tan joven (me consta que son valiosos, pero con poco recorrido, salvo dos o tres excepciones) que me pregunto cuál es la diferencia de esta gente con Alfredo Fuentes Roldán o Alfredo Costales (me refiero a la Academia Nacional de Histo-ria) ¿No les parece raro?

Y esta no es una noticia grata: mirar, leer hasta el cansancio, las páginas y pá-ginas dedicadas a la banda KISS en los es-pacios de cultura y espectáculos de nues-tras publicaciones, y ¡qué poco o nada se dijo del Festival Internacional de Música Sacra! ¿Falta de preparación? ¡Qué viva el colonialismo cultural! Mis canas deben de ser las causantes de que no esté “en onda” y a la vanguardia. ¡Acúsome!

Hay deudas pendientes con caros amigos. Todo será para mayo. ¡Tengan paciencia! Amén.

¿Qué libro marcó tu vida?Una de las interrogantes más difíciles para los lectores. Pese a esto, seis personas involucradas en las letras, el arte y la cultura se concentraron en definir un título que les haya marcado. A continuación, comparten la obra que dio inicio para que celebren al libro no un día, sino todo el tiempo, haciendo que todos los días sean 23 de abril (Día del Libro) y se exalte no solo a Cervantes y Shakespeare.

ANA FERNÁNDEZ.ARTISTA VISUAL QUE DA VIDA A MIRANDA TEXIDOR.

Cuando tenía 14 años me encontré el libro completo de Lewis Carroll, ‘Alicia en el país de las Maravillas’, y me empeñé en su lectura con delirio.Desde el principio, la narración de algo que parecían sueños o fantasías indescifrables me dieron una dosis de aquello que siempre ha sido mi búsqueda principal: los mundos paralelos, los estados alterados de consciencia y lo fantástico.Claro que en aquella época ni sabía que era todo aquello. La lectura de Alicia, me brindaba solaz y consuelo de la vida en una realidad plana y aburrida, de un colegio con dinámicas intensas de des-compasión y clasismo, entre otras. Alicia era otro mundo, mágico, de colores, de aven-turas absolutamente impensables, surreales (término que hizo mucho sentido después en mi búsqueda artística). Ese libro me cambió la vida y me hizo hurgar siempre en lados esotéricos, sicodélicos (sin probar ácidos) y total-mente posibles. Era como abrir una puerta para viajar al cosmos, después cerrarla para regresar a ser parte de este mundo, y después regresar al goce. No hace falta decir que volví al libro siempre como si fuera una Biblia o Corán de bolsillo. Lectura infaltable para todo artista.

VERÓNICA MOSQUERA REPRESENTANTE PENGUIN RANDOM HOUSE EN ECUADOR.

Pensar en “el libro que marcó mi vida” me expone a un torbellino de títulos y autores que han ejercido verdadera fascinación en mí. ¿Cómo pasar por alto a Ovidio, Sófocles, Cervantes, Cavafis, Flaubert, Stendhal, Proust, Gide, Camus, Baudelaire, Gangotena, Yourcenar, Cortázar, Borges, García Márquez, Vargas Llosa, Marías, Pérez-Reverte, Oates, Pamuk, Roth, González, entre otros? Siento que voy a cometer un pecado mortal.Por eso, opto por volver a la década de los primeros amores literarios y así, llego al más fuerte, al que, de una manera inusual, hizo que el mundo se paralizara mientras me transportaba al siglo XIX, tras el universo de ‘Anna Karenina’.Me deslumbré con la construcción de sus personajes, la descripción de ambientes y su enorme capacidad para llevarme del placer al dolor y del suspenso a la revelación de un profundo contenido psicológico y social. Esta novela de León Tólstoi va mucho más allá de una trágica historia de amor; su belleza y la perfección de su narración la hacen una verdadera obra maestra.

FREDDY AYALAPOETA, ENSAYISTA Y CATEDRÁTICO ECUATORIANO.

Intentar escribir un libro sobre la historia oficial es una tarea que Jean Paul Sartre pretendía con Ronquentin, en su libro ‘La náusea’. Mientras lo leía, a mis 22 años, me había dado cuen-ta sobre ciertos pasajes nauseabundos del pasado que a los seres humanos nos cuesta asumir, pues no se puede explicar la historia sin los hechos que sucedieron. Tener náusea hacia el pasado implica tener conciencia de lo que vivimos. Y claro, leer este libro existencial me provocó náuseas de inquietarme por el ayer, en una urbe contaminada por discursos y letreros de consumo.Sartre pone en cuestión los valores históricos, la filosofía existencial, la condición humana, la urbe y el despoja-miento del tiempo, por el hecho de estar ahí y de dete-nerse a mirar cómo marchan las personas: altamente improductivo para el progresismo, eso de quedarse en una esquina impasiblemente.Sartre pudo haber trasformado conciencias con su para-dójico y funámbulo texto, ya sea por la sospecha de la soledad en el mundo urbano, como escenario ideal. No soy el mismo después de su lectura, aunque transite el mismo espacio. Con náusea o imaginación, el mundo debe transformarse para transformar la historia y la subje-tividad humana.

Alicia y lo fantástico‘Imposible pensar en un libro’ ‘La náusea y el asco de mirar las espaldas del mundo’

Page 8: Artes & Cultura 26 abril 2015

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Ecuador, domingo 26 de abril de 20158

Ecuador, domingo 26 de abril de 2015

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VISIONES. Los libros que marcaron sus vidas. >> 2-3

Nº 915

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‘Mi meta es escribir’

Carolina Andújar, revelación de las letras colombianas, junta en sus obras amor, humor, terror y sufrimiento.

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