EXPERIENCIAS DE REVITALIZACION

DE LA PASTORAL DE JUVENTUD

IV PDE – ACENTO DIOCESANO 2011 – 2012Revitalizar la Pastoral de Juventud

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PASCUA DE SERVICIO Y COMPROMISOUna experiencia que marca y revitaliza

Secretariado Diocesano de JuventudServicio

nº1Enero 2012

IV PDE – ACENTO DIOCESANO 2011 – 2012Revitalizar la Pastoral de Juventud

Servicio

EXPERIENCIA DE SERVICIO:

PASCUA DE SERVICIO Y COMPROMISO

Una experiencia que marca y revitaliza

Secretariado Diocesano de Juventud - Bilbao

1. En qué consiste Qué es, cómo surge, cómo se desarrolla, cómo se prepara, quién participa, dónde se hace, qué realidades de voluntariado se visitan, cómo se profundiza, cómo se celebra, cómo se evalúa y qué se valora más

2. Testimonios

3. Dificultades

4. Elementos a destacar

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1- En qué consiste

La Pascua del Servicio y Compromiso es una de las experiencias de Pascua que se ofertan desde el Secretariado Diocesano de Juventud, concretamente para jóvenes entre 16 y 19 años. Esta oferta está dentro de un itinerario de pascuas, cuyo objetivo final es vivir los días de la Semana Santa celebrando la Pascua dentro de las Comunidades a las que pertenece cada joven.

El itinerario de pascuas es el siguiente:

• Adolescentes de 14-16 años: “Pascua de Iniciación”, donde van iniciándose en la experiencia de Pascua. Ha tenido diferentes formatos: convivencia en un lugar, itinerante a lo largo de una ruta.

• Adolescentes de 16-19 años: “Pascua de Compromiso”, ahondando en el tema del servicio.

• Jóvenes a partir de 18 años: Pascua en clave de interioridad y oración. Experiencia de retiro, en un lugar. También se ha ofrecido la posibilidad de vivir la Pascua en Taizé.

Cómo surge

La Pascua de Compromiso, concretamente, lleva realizándose desde el 2005 y ofrece una experiencia desde la clave del servicio, compaginando el voluntariado en diferentes ámbitos de exclusión con celebraciones y espacios de oración para interiorizar, en clave personal, su experiencia de acercamiento a personas concretas que sufren injusticia.

Cómo se desarrolla

Tiene lugar desde el miércoles a la tarde hasta el domingo. Por las mañanas cada joven acude en grupo y con un acompañante a una realidad y vive una experiencia de servicio en ese centro concreto durante tres días (jueves, viernes y sábado). Por las tardes comparten lo vivido en dichos servicios mediante dinámicas y lo interiorizan en las celebraciones propias de cada día.

Siempre hay un lema que hace de hilo conductor a toda la Pascua, de forma que actividades, oraciones y celebraciones giran entorno a él. Los últimos años

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por ejemplo han sido “Nacer de nuevo para un mundo nuevo”, “Jesús, munduarentzat argia. Brille Tu luz”, “Los últimos los primeros – mila bidelagunen milla”, este último en sintonía con el gesto diocesano.

Cómo se prepara

Cada año, en los meses previos a la pascua, se convoca una comisión formada por algunos responsables de juventud y monitores, que han participado anteriormente o que tienen intención de que sus chavales participen ese año.

Esta comisión se encarga de preparar y dar forma a la Pascua, facilitando que otros monitores que no han participado antes puedan engancharse y ser también protagonistas. Las tareas de organización se van repartiendo y poniendo en común para hilar todas ellas. La consecuencia de esto es que cada uno aporta desde su manera de hacer las cosas, enriqueciendo a los demás. La comisión va haciendo seguimiento de los chavales que van a

participar, y adaptando el contenido, las dinámicas y los materiales a ellos. La comisión también es la encargada de contactar con los centros para hacer el voluntariado, concretar horarios, actividades a realizar, etc.

La última reunión de la comisión se procura hacer con todos los monitores que van a participar en la pascua, para conocer de primera mano el hilo conductor y el sentido de cada momento. Algún monitor toma el papel de coordinador de la pascua (la referencia para los chavales y quien va motivando cada momento, dando los avisos). Además, suele acompañarnos algún consiliario.

Cómo se difunde

Se elabora un tríptico con toda la información y forma de apuntarse, y se difunde por los medios habituales: correo electrónico a todos los responsables de juventud y agentes de pastoral, en la página web de juventud www.bizkeliza.org/juventud, Alkarren Barri,

Quién participa

La participación en esta Pascua es muy plural, acuden jóvenes de diversos grupos, parroquias y movimientos, provenientes de diferentes lugares de toda

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Bizkaia. Además está abierta también a personas que no tienen un grupo habitual. La experiencia estos días ayuda también a conocer a otros jóvenes de otros lugares, diferentes formas de hacer, pero unidos todos por lo mismo, por Jesús y celebrando su Pasión, Muerte y Resurrección.

Dónde se hace

Estos días jóvenes y monitores conviven en un mismo lugar, celebrando, orando, comiendo y durmiendo, también desde la clave del servicio a los demás compañeros. La “residencia” esos días ha solido ser un colegio.

Qué realidades se visitan

Al comienzo de la pascua, se presenta a los chavales los servicios en los que pueden participar. Los centros en los que han podido tener la experiencia de servicio son variados: residencias de ancianos (Conde Aresti, Hermanitas de los Pobres, Sagrado Corazón, la Esperanza), comedores sociales (Apostólicas, Franciscanos de Irala), niños en pisos de acogida (El Refugio, Stella Maris), centro de día (Egunon Etxea).

Ellos son los que deciden a qué realidad ir, por lo que suelen ir bastante motivados.

Qué tipo de dinámicas se hacen

Además de la experiencia de voluntariado, a lo largo de estos días se ofrece a los participantes dinámicas que ayudan a hacer una lectura creyente de la experiencia que van viviendo, desde la “clave pascual”, posibilitando el encuentro personal con Jesús en los “últimos”: oración al inicio del día, actividades de conocimiento de la realidad y reflexión sobre ella, Via Crucis, preparación de la celebración propia de cada día, desarrollo de la misma.

Además se cuida que los tiempos lúdicos sean también un momento de convivencia y sentirse comunidad.

Cómo se profundiza

El servicio, como actitud, es el elemento común a todos los días de la pascua. Los chavales trabajan esta actitud realizando no solo el voluntariado en las distintas realidades, sino también con las tareas que hay que realizar para el

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buen funcionamiento de la misma, y el bienestar de los demás. En ocasiones cuesta un poco al principio, pero después se genera un ambiente de entrega.

Cómo se celebra

Un aspecto muy importante a destacar son las celebraciones propias de cada día y la vinculación a las parroquias o comunidades. Se ha intentado cada año cuidar la relación del grupo de chavales con su comunidad y su vinculación a las celebraciones comunitarias. Cada año se ha valorado, dependiendo de la procedencia de los grupos, y del lugar donde se esté celebrando la Pascua, sobre la mejor forma de participar en la Comunidad. Algún año se ha acudido a las celebraciones del jueves, viernes y sábado a alguna parroquia cercana y a la que pertenecía alguno de los grupos. Otros años se ha acudido conjuntamente sólo a la Vigilia del sábado, y éste último año cada grupo celebró su Vigilia en su comunidad de referencia.

Cómo se evalúa

Al final de la pascua los chavales reflejan de alguna manera cual ha sido su experiencia, con qué se quedan, qué mejorarían. Ello ayuda también en la evaluación que posteriormente se hace en la comisión sobre cómo ha funcionado todo, y donde se recogen las cuestiones a cuidar para la pascua siguiente.

Qué se valora más

La valoración de la experiencia suele ser muy positiva. La experiencia de voluntariado marca mucho a los jóvenes, incluso hay quienes después de esos tres días quieren seguir con la experiencia y de hecho alguno sabemos que ha seguido yendo a hacer voluntariado. Otro aspecto a destacar es la experiencia que viven los propios monitores con sus chavales, ellos les acompañan pero también viven en primera persona la experiencia que pueden compartir con ellos. Los propios monitores son protagonistas de la Pascua preparando, dinamizando y participando. Los chavales también se sienten protagonistas, y se hace todo lo posible por adaptar las actividades, oraciones, celebraciones, etc, al grupo en concreto. Aunque se llevan las cosas preparadas de antemano se es flexible en el desarrollo, hay que adaptar el ritmo o las propias actividades al grupo que participa cada año. Todos los años son experiencias y grupos diferentes.

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Podemos decir que la experiencia de Pascua marca un antes y un después en los procesos de iniciación a la fe de nuestros jóvenes y sus monitores. De ello dan cuenta algunos testimonios.

2. Testimonios

DAMOS, PERO RECIBIMOS MÁS

Me gustaría compartir con vosotros mi experiencia en la Pascua de compromiso de este año. Pertenezco al grupo eskaut Eskubeltz de Algorta y al igual que otros años, nuestros monitores nos han dado la oportunidad de pasar los días de Pascua todos juntos con más grupos eskaut y de confirmación. El año pasado tuvimos una pascua itinerante, por lo que caminábamos por las mañanas y por las tardes hacíamos momentos de reflexión y oraciones todos juntos. Pero este año hemos vivido y

compartido experiencias que personalmente me han dejado marcada.

El primer día, miércoles, nos dieron la opción de elegir en dónde queríamos ayudar. Podíamos elegir entre orfanatos, residencias y comedores sociales. Por ello nos dividieron en diferentes grupos: a mi me tocó ir al comedor social de Indautxu. Íbamos a estar allí tres

mañanas ayudando a servir comida a los que no tienen nada para comer y compartir buenos momentos con ellos. Días antes de la Pascua nuestro monitor no dijo que no sería fácil y que incluso lo podríamos encontrar algo duro. Pero antes de encontrarme con la realidad pensé que servir comida no podía ser algo tan duro. En cualquier caso llegó el jueves y así estábamos los cinco. Entramos en el comedor social y vimos a bastante gente en una sala jugando o viendo la tele. Saludamos pero lo único que hizo la mayoría fue ignorarnos. Tuve la oportunidad de observarles y ví tristeza, como si el sueño de una persona se esfumase en un abrir y cerrar de ojos. Los siguientes dos días decidimos jugar al bingo con ellos y se podían empezar a ver sonrisas en sus caras, como si lo único que necesitasen para ser felices fuesen unas sonrisas de desconocidos para ver que no están apartados de la sociedad. Repartíamos comida diariamente a muchas personas. Ahí empecé a sentir lo que

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nuestro monitor nos dijo que podíamos encontrar muy duro. Les miras y ves cómo te agradecen una y otra vez por recibir comida, ves cómo hasta ellos, que no tienen nada, te regalan una sonrisa que vale más que todo el oro del mundo.

El peor momento que pasé fue cuando un señor me vino a pedir un trozo de pan a escondidas y la jefa del comedor no me dejó dárselo. Un trozo de pan… ¿Cuánta comida tiramos al día? Y estar en la situación de no poderle dar un trozo de pan a alguien que no tiene para comer, ha sido una de las situaciones más difíciles que he vivido.

También tuvimos la suerte de conocer a Nacho. Nacho es un señor que comía y vivía en la residencia del comedor social: nos contó cómo de tenerlo todo pasó a no tener nada por culpa de las drogas. Y lo que más me llamó la atención fue que aún así era capaz de bromear con nosotros e incluso contarnos experiencias bastante duras en su vida. Es en ese momento cuando te vas dando cuenta de que tus problemas son una mínima parte de lo que son los suyos.

El viernes tuvimos una tarde de reflexión y me derrumbé. Pensar en lo mal que está repartido el mundo y que, a pesar de que cada vez somos más los que aportamos nuestro “pequeño gran granito de arena”, sigue habiendo pobreza, hambre, marginados…pero hay algo que el eskaut me ha enseñado y quiero compartirlo y es, que sigamos ayudando sin tirar nunca la toalla, aunque al final son ellos los que hacen que tú mismo seas feliz, por eso…BETI PREST!!!!

LARA PÉREZ(Eskubeltz eskaut taldea)

(Pascua de compromiso 2010)

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La experiencia de voluntariado que hemos vivido durante la Pascua me ha parecido muy positiva y a la vez una forma diferente de vivirla que no había experimentado hasta ahora. Hemos convivido en las residencias, comedores y refugios con personas que a poco que les daríamos nos ofrecían todo su cariño y su amor y lo agradecían como si les hubiésemos dado el regalo más importante del mundo. Me ha ayudado a saber que hay personas que no viven como nosotros que tenemos todo lo necesario para vivir y más, y un entorno que nos quiere y nos apoya y que con poco más de un abrazo y un momento que les ofrezcamos nos tratan de la mejor manera posible y nos lo agradecen mucho más que cualquier otra cosa.

MAITANE(Iniciación Cristiana – Barakaldo Centro)

(Pascua de compromiso 2010)

MI EXPERIENCIA EN EL COMEDOR DE IRALA FUE UNA LECCIÓN DE HUMANIDAD .

La crisis, la inmigración, la pobreza,... Son problemas que afectan a millones de personas en el mundo y que están a la orden del día, los tenemos presentes en medios de comunicación y en nuestro entorno más cercano. Aun así, no hacemos nada. Estamos tan insensibilizados ante estos temas que no movemos ni un dedo para cambiarlos o mejorarlos.

Los días que estuve como voluntaria, tuve la oportunidad de conocer en primera persona las situaciones en las que viven los sin techo, comprender las diversas razones por las que llegan a ellas, sentir su pena y sufrimiento… por otro lado, conocí a los voluntarios que día a día dan una parte de si mismos a los más necesitados. De estos voluntarios he aprendido una lección diaria de cariño, comprensión y ayuda.

Según han pasando los días, he sentido cómo esta experiencia me ha acercado a esta realidad, me ha hecho recapacitar, me ha abierto los ojos. Ahora soy capaz de ver con más nitidez la realidad que nos rodea. Gracias a esta experiencia, mi actitud ha cambiado. Ahora soy más consciente y mi disposición para ayudar a los más necesitados ha cambiado por completo.

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Aprovecho la ocasión para agradecer y felicitar a todos los voluntarios y las voluntarias que dedican su tiempo y esfuerzo a mejorar nuestra sociedad.

NEREA ÁLVAREZ (Meatzalde eskaut taldea)

(Pascua de compromiso 2011)

3. Dificultades

• Una de las dificultades que nos hemos ido encontrando es la de que algunos monitores que acompañan a sus chavales a la pascua, no han tenido ellos mismos antes esa experiencia. Ello influye no sólo en la preparación previa de la pascua sino también en cómo se les acompaña a los chavales in situ. Sin embargo, también es una oportunidad, y así lo reflejan ellos, el hecho de poder ir haciendo ellos mismos experiencia de pascua dentro de esta Pascua. Se cuida que los monitores tengan espacios durante la Pascua para poder vivirla.

• Otra dificultad, más técnica, pero no menos importante, es la de disponer de un lugar para desarrollar la actividad. Durante esas fechas muchos colegios permanecen cerrados, y sin personas que puedan estar al tanto. En este sentido, los dos últimos años ha sido posible celebrarla en la Escuela de Magisterio y el seminario diocesano, donde se han dado muchas facilidades, y ello ha ayudado mucho al desarrollo. La celebración requiere algunos espacios (gimnasio, aulas para dinámicas, comedor, cocina, capilla, espacio de encuentro …).

• Otra dificultad es la disponibilidad de los monitores para acompañar a los chavales in situ. Muchos de ellos trabajan o dependen de otros compromisos durante esos días. Desde la organización se insiste en que es importante que los chavales se sientan acompañados con continuidad en esta experiencia, y además posibilita mucho el acompañamiento personal de manera informal.

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• En ocasiones, no se sabe hasta el último momento quién va a participar, por ello se insiste, para poder organizar mejor, que ya los meses previos a la pascua se vaya decidiendo y ayudando a los chavales a dar una respuesta.

4. Elementos a destacar

• La organización compartida entre monitores que no se conocen• La adaptabilidad y flexibilidad de la pascua con quienes participan en ella• La pluralidad de la participación, que enriquece el desarrollo de la pascua,

las amistades que hacen• La actitud de servicio que se va trabajando• La experiencia de voluntariado, como provocación e interpelación• El servicio que se lleva a cabo en las realidades de compromiso• El acompañamiento de los monitores en esta experiencia vital• Las oraciones, dinámicas, celebraciones son participativas• El tiempo de encuentro y de compartir lo vivido en las realidades• La conexión con la comunidad, en esos momentos fuertes, y finalmente

festivos.

Para saber más, contacta con el Secretariado Diocesano de Juventud en 944795625 o en el correo sdj @ barria.net

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