30
CFE_4.indd 1 1/12/16 2:18 PM
CFE_4.indd 1 1/12/16 2:18 PM
CFE_4.indd 2 1/12/16 2:18 PM
CFE_4.indd 3 1/12/16 2:18 PM
C O L E C C I Ó N M A Y O RPatrimonio Natural y Cultural
Leer para lograr en grande
CFE_4.indd 4 1/12/16 2:18 PM
Enrique Albarrán Treviño
CFE_4.indd 5 1/12/16 2:18 PM
Eruviel Ávila VillegasGobernador Constitucional Simón Iván Villar MartínezSecretario de Educación
Consejo Editorial: José Sergio Manzur Quiroga, Simón Iván Villar Martínez, Joaquín Castillo Torres, Eduardo Gasca Pliego, Raúl Vargas Herrera
Comité Técnico: Alfonso Sánchez Arteche, Félix Suárez, Marco Aurelio Chávez Maya
Secretario Técnico: Ismael Ordóñez Mancilla
Planta de Ixtapantongo, primera unidad hidroeléctrica CFE, 1944. Informe fotográfico del Ing. Teodoro Albarrán Pliego© Primera edición. Secretaría de Educación del Gobierno del Estado de México. 2015
DR © Gobierno del Estado de México Palacio del Poder Ejecutivo Lerdo poniente núm. 300, colonia Centro, C.P. 50000, Toluca de Lerdo, Estado de México
© Enrique Albarrán Treviño
ISBN: 978-607-495-459-3
Consejo Editorial de la Administración Pública Estatalwww.edomex.gob.mx/consejoeditorialNúmero de autorización del Consejo Editorial de la Administración Pública Estatal.CE: 205/01/87/15
Impreso en México
Queda prohibida la reproducción total o parcial de esta obra, por cualquier medio o procedimiento, sin la autorización previa del Gobierno del Estado de México, a través del Consejo Editorial de la Administración Pública Estatal.
CFE_4.indd 6 1/12/16 2:18 PM
Prólogo
Enrique Albarrán Treviño, hijo menor del gran in-geniero mexicano Teodoro Albarrán Pliego, tiene razón en la afirmación que hace en la presentación del libro-informe fotográfico de la construcción de la primera unidad de la planta hidroeléctrica Ixtapantongo, en el Estado de México. Esa planta es la “primera obra de ingeniería construida direc-tamente por la Comisión Federal de Electricidad”, y el presente libro se edita “como reconocimiento al esfuerzo de una generación que demostró que México puede hacer obras de excelencia.
Es inevitable que, quienes vivimos en la se-gunda década del siglo xxi, nos hagamos algunas preguntas excepcionales al mirar las fotografías del libro. ¿Cómo es posible que un grupo de in-genieros, de técnicos y de trabajadores sin ma-yor experiencia en el terreno de la generación de energía eléctrica, haya podido edificar esta obra en condiciones que hoy calificaríamos de muy precarias? ¿Cómo explicar que un conjunto de hombres haya tenido el atrevimiento de lanzarse a construir una obra tan compleja sin equipo de cálculo ni maquinaria pesada, casi a pico, pala y explosivos? En el nivel de la conducción política: ¿cómo explicar que los conductores del país, entre
ellos el presidente Lázaro Cárdenas, el secretari o de Economía Francisco Javier Gaxiola, hijo, y otros, hayan tomado la audaz decisión de lanzar a ese grupo de jóvenes ingenieros a una obra de tal magnitud?
A poco de meditar sobre estos cuestiona-mientos la respuesta aparece, en mi opinión, de una manera lógica. Había pasado menos de un de-cenio en que los últimos rescoldos de la Revolu-ción mexicana se habían apagado. En todos los sectores de la sociedad mexicana, la industria, el comercio, la literatura, la pintura o las ciencias, habían surgido poderosas corrientes creativas e innovadoras, y quizá lo más importante: entre los mexicanos existía cohesión social, confianza de los ciudadanos en sus autoridades y la certidum-bre del pueblo que se sentía capaz de emprender las más grandes tareas.
No se entiende de otra manera la audacia de las grandes decisiones del general Lázaro Cárde-nas. Por mencionar sólo tres de ellas: la culmi-nación de la reforma agraria, la creación de la Comisión Federal de Electricidad en 1937, y la expropiación del petróleo y fundación de Pemex un año después, en 1938. Se vivía un momento en
que el nacionalismo impelía la conducta de los mexicanos en lo colectivo y en lo individual.
El grupo de notables ingenieros que traba-jaron en aquella obra, permanece en la memoria colectiva y ha llegado hasta nuestros días: Carlo s Ramírez Ulloa, Efraín Buenrostro, Gustavo P. Serran o, Héctor María D’ Meza, Teodor o Albarrá n Pliego, entre muchos otros que es imposible enu-merar en estas breves líneas introductorias.
Es cierto que obras similares a la planta hi-droeléctrica de Ixtapantongo, aunque de menores dimensiones ya existían en otras partes del país y en el propio Estado de México, en donde se en-cuentra la planta Temascaltepec y la planta Ala-meda. La primera, perteneciente al municipio del mismo nombre; y la segunda en el de Malinalco. La planta hidroeléctrica que surtía a la ciudad de México y muchas ciudades del centro del país, era la planta de Necaxa, que hasta el día de hoy se en-cuentra en perfectas condiciones.
Sin embargo, esa energía hidroeléctrica — que cubría menos del 50 % de la población to-tal del país— había sido construida por empresas extranjeras. The Mexican Light and Power Com-pany en el centro; el consorcio The American and
7
CFE_4.indd 7 1/12/16 2:18 PM
Foreign Power Company en el norte, y la compa-ñía eléctrica de Chapala, en el occidente de Mé-xico.
El espíritu nacionalista imbuido de amor pa-trio, explica cómo aquellos ingenieros, topógra-fos, técnicos y trabajadores, llevaron a su máxima expresión el profesionalismo y el espíritu crea-tivo. Así se comprende que hayan vencido gran-des dificultades del clima y la conformación de la orografía de la tierra caliente. Alrededor del sitio conocido como El Durazno, cerca de la obra de toma y, desde luego, de la caída o salto de Ixta-pantongo, no había población alguna. La peque-ña aldea de Santo Tomás de los Plátanos, cabecera del municipio del mismo nombre, se ubicaba a dos horas a pie a lo largo del río, cruzando unas frondosas y selváticas huertas de mamey, granada, plátano y café. Para llegar a los pueblos de mayor tamaño como Valle de Bravo y la Asunción (antes Malacatepec, hoy Donato Guerra), se transitaba un trayecto de cuatro horas a caballo por monta-ñas interminables.
Las fotografías hablan con imágenes del or-gullo y el coraje de aquellos primeros trabajadores de la cfe que soportaban altas temperaturas de
una tierra abrasada por el sol, y que dormían en tiendas de campaña convertidas, más tarde, en sencillos galerones. Era el origen del futuro cam-pamento de Colorines; hoy la industriosa ciudad de Colorines.
85 años después, nos conmueve la inventiva, el genio para resolver problemas inusitados que, a cada paso, surgían durante la construcción. Se nos olvida que, si bien no se contaba con los sofis-ticados equipos electrónicos de hoy ni la especta-cular maquinaria pesada, se disponía, a raudales, del amor al trabajo, el pundonor profesional, la ética pública a toda prueba y de la fe inconmovi-ble, fuente de inspiración para las generaciones venideras.
Felicito cálidamente al ingeniero Enrique Al-barrán Treviño y al Colegio de Ingenieros del Es-tado de México. Este libro de fotografías nos llega en un momento particularmente oportuno, dado que los mexicanos debemos regresar a las fuen-tes de nuestra idiosincrasia. Esta última cualidad se basa en la responsabilidad, el cumplimiento de nuestras obligaciones, la honradez, y en la serie-dad con la que debemos entender las tareas que nos toca llevar a cabo. No pensar que ello se va
a traducir, necesariamente, en más riqueza perso-nal. Hay que tener presente una expresión que, de tanto repetirla, ha perdido significación en su to-talidad, pero que sigue siendo válida.
Con el ejemplo de aquellos mexicanos de Ix-tapantongo, busquemos, antes que nada, la satis-facción del deber cumplido.
Ignacio Pichardo Pagaza
Valle de Bravo, Estado de México, agosto 2015.
8
CFE_4.indd 8 1/12/16 2:18 PM
El registro gráfico de la construcción de la primera unidad de la planta hidroeléctrica de Ixtapanton-go, fechado en junio de 1944, fue entregado al c. licenciado Francisco Javier Gaxiola Zendejas, se-cretario de la Economía nacional y presidente del Consejo de Administración de la Comisión Federa l de Electricidad, el vocal ejecutivo de la cfe era el ingeniero Carlos Ramírez Ulloa, cuyos restos se encuentran en la Rotonda de las Perso-nas Ilustres en el panteón de Dolores en el Dis-trito Federal, y el vocal secretario era el ingeniero Héctor Martínez D’Meza sucedido por el inge-niero Teodoro Albarrán Pliego, siendo presidente de la república, el general Manuel Ávila Camacho.
En junio de 2014, el licenciado Francis-co Javier Gaxiola Ochoa; amigo mío de toda la vida, me obsequia un documento empastado que parecí a un álbum antiguo heredado de su padre. Al abrir, rechinó su gruesa portada y lo primer o que saltó a mi vista fue la firma de mi padre, y con letra suya, se leía: “muy afectuosamente”. Las hojas interiores de cartulina sepia llevaban fotografías pegadas con todo cuidado con cin-ta adhesiva transparente, y mecanografiada, bajo cada una de ellas, una breve explicación a modo
Presentación
de pie de foto. Se contaba en ellas un proceso detallado de una magna construcción. Era, como dice su portada, el registro gráfico de la cons-trucción pormenorizada, paso a paso, detalle a detalle, de una de las obras más importantes de construcción de ingeniería mexicana. Este mag-nífico regalo lo ponía en mis manos diciendo que yo, siendo ingeniero, hijo de don Teodoro, sabría valorar este trabajo que sobrevivió el paso del tiempo gracias al legado de amistad que reci-bimos de nuestros padres.
Para mí, fue un impacto enorme revivir re-cuerdos en cada una de estas fotografías. Des-de que tenía diez años, acompañaba a mi padre a la supervisión de las obras y vi con detalle el desarrollo de todas ellas, yo viví este proceso de Ixtapantongo desde 1940, luego el de la planta hidroeléctrica de Zumpimito en Michoacán y posteriormente la de Santa Bárbara, en el Estado de México. De la existencia de este documento gráfico no tenía yo idea, me vino todo a la cabe-za, lo que sin duda, en estos lugares, se confirmó mi vena de ingenier o, siendo que mi tesis, para recibir el título de ingeniero civil que presenté en 1956, fue el proyecto hidroeléctrico de Salto
Escondido, hoy Planta Hidroeléctrica de Cupa-titzio, en el estado de Michoacán. Ya recibido, estuve trabajando en la conservación y manteni-miento de todo el Sistema Hidroeléctrico “Mi-guel Alemán”, el cual comenzó en Ixtapantongo, y ahora, de frente a este documento, cada foto-grafía representa una vivencia para mí.
Los camiones de volteo, el sistema para la ex-cavación de túneles, los obrero s suspendidos sin ningún amarre ni equipo de protección, la maqui-naria rudimentaria empleada y demás aspectos que las fotografías muestran, valora enormemen-te el ingenio desarrollado por todo el personal que hizo posible esta obra magna de excelente calidad. Podemos percibir el esfuerzo titánico realizado a falta de los recursos tecnológicos para ejecutar se-mejante magnitud de obras. Ixtapantongo repre-sentaba mucho más que una construcción, fue el inicio de la independencia en la producción y dis-tribución de energía eléctrica para México.
Consideré un egoísmo de mi parte disfrutar este tesoro sin compartirlo. De inmediato, sur-gió en mi mente el Colegio de Ingenieros Civi-les del Estado de México como depositario de este tesoro. El primer compromiso de mi parte
9
CFE_4.indd 9 1/12/16 2:18 PM
fue preservar las fotos de manera digital, elabor é un facsímil para distribuirlo a todos los expresi-dentes de este querido colegio. Escuchando mis anécdotas y descripciones en cada una las fotogra-fías, la editorial sugirió escribir dichos apuntes a fin de tener una explicación más detallada, con la cual se pudiera acercar la obra a mayor número de lectore s ingenieros y no ingenieros.
Cuando vi con nuevos ojos el álbum del resu-men gráfico de Ixtapantongo, encabezado con una dedicatoria tan especial, me vino la idea de editar este libro como homenaje a mi padre. La admira-ción que siempre he tenido por él como modelo de ingeniero, toluqueño, mexiquense y mexicano. Anexo una semblanza y lo implico en estas explica-ciones que él me enseño de primera voz.
Esta edición tendrá como objetivo lograr transmitir la trascendencia de esta obra colosal de la ingeniería civil, para la cual hago una semblan-za que servirá como referencia histórica de obra civil hidroeléctrica, de obra mecánica y eléctrica.
La Comisión Federal de Electricidad fue fun-dada en el año 1937 por el presidente de la repú-blica, el general Lázaro Cárdenas. Para que dicha empresa pudiera hacerse cargo de la construcción de Ixtapantongo, fue necesario cancelar la con-cesión otorgada a The Mexican Light and Power Company, Limited, en el uso de las aguas del río Tilostoc para la generación de energía eléctrica. Este río parte de la confluencia de los ríos Malaca-tepec y Valle de Bravo y se suma con las aguas del
Temazcaltepec para formar el cauce del río Cutza-mala, cuya concesión se otorgó a la cfe. El proyec-to de dicha compañía inglesa, partía de la margen derecha del río Tilostoc con una sola planta y pre-sentaba problemas geológicos difíciles de resolve r debido a que el terreno estaba constituido por toba, material suelto que no brindaba las condicio-nes para construir el túnel. El problema se resolvi ó efectuando los trabajos en la margen izquierda del río en dos plantas: El Durazno e Ixtapantongo, siendo esta última la que reunía las mejores condi-ciones de inversión, producción y tiempo.
Es interesante resaltar también que por con-flictos mundiales de esos tiempos, se careció de la asesoría técnica de Alemania, donde se habían ad-quirido los equipos, pero se perdió su rastro obli-gándose a comprar nuevos equipos americanos, adaptando los planos y la construcción. Gracias a ocasiones como esta, México se dio oportuni-dad de aprovechar los talentos que su tierra posee y dejó de importar tecnología a compañías ex-tranjeras, en su mayoría inglesas o estadouniden-ses. Reconozco la valía de obras como la planta hidroeléctrica de Ixtapantongo como escuela de nuevos talentos, como proyección de una genera-ción de constructores autónomos. Si no hubiera estallado la Segunda Guerra Mundial, probable-mente se hubiera importado tecnología por mu-cho más tiempo, contratando empresas que se hubieran llevado la experiencia fuer a de nues-tro país. Terminando la guerra, aparecieron los
equipos comprados a Alemania en el puerto de Nápoles, mismos que se emplearon en la planta hidroeléctrica el Cóbano, en el sistema Tepalca-tepec, Michoacán; que tiene una caída hidráulica similar a la de Ixtapantongo.
En un principio, las obras se denominaron Proyecto hidroeléctrico de Ixtapantongo, conte-niendo sus tres unidades. Fue hasta la época de Miguel Alemán cuando se hace el proyecto de to-das las plantas que conformaron el llamado Sis-tema “Miguel Alemán”, abarcando las plantas El Durazno, Ixtapantongo, Santa Bárbara (Tingam-bato) y por último, las plantas “Ingeniero Martí-nez D’Meza” y “Agustín Millán”.
Dos presas de almacenamiento se constru-yeron para el sistema: Villa Victoria y Valle de Bravo. Para construir la presa de Valle de Bra-vo, se anegaron terrenos que eran ideales para la agricultura por tener agua en abundancia y buen clima. Los vallesanos sintieron que, pese a su in-demnización, desaparecía su medio de subsisten-cia. Al paso del tiempo, la economía se recuperó con creces, gracias a este proyecto hidroeléctric o, Valle de Bravo es conocido internacionalmente por su hermoso pueblo y lago, y por su intensa actividad deportiva y turística.
Es importante mencionar, que los pioneros de estos trabajos, vivían en tiendas de campaña. Per-sonal administrativo, sobrestantes, cabos, trabaja-dores y también los proyectistas; el ingeniero Carlos Tercer o y el ingeniero Luis F. de Anda.
10
CFE_4.indd 10 1/12/16 2:18 PM
El ejemplar ingeniero Luis F. de Anda, fue uno de los iniciadores de la cfe y pionero en la promoción de la energía geotérmica en México, construyendo la primera planta piloto en Pathé, Hidalgo; a partir de este comienzo, se logró la ins-talación y aprovechamiento geotérmico de Cerro Prieto en Mexicali, Baja California. Él mismo en-contró la diferencia de niveles entre el río Turun-deo a la altura de Tuxpan, Michoacán y la presa Colorines, en el Estado de México, esto con el fin de aumentar el caudal al proyecto hidroeléctrico de Ixtapantongo. Efectuó una nivelación de pre-cisión atravesando toda la serranía que hay de Zi-tácuaro a Colorines para ratificar el desnivel que señalaba la diferencia de presión barométrica. El agua del río Turundeo se traslada por medio de un canal mediante una presa derivadora a la Presa del Bosque sobre el río Zitácuaro, estos dos caudales; Turundeo y Zitácuaro, se conducen hasta Colori-nes en más de 40 km de canales, sifones, túneles y un puente canal. Gracias a ello, la tercera unidad de Ixtapantongo tiene el doble de potencia .
Los topógrafos de aquellos tiempos, levanta-ban los planos a detalle sirviéndose de tránsitos y nieles, no había sistemas digitales modernos ni se contó con fotografías aéreas que utilizaran los proyectistas. Así, la primera unidad de la planta de Ixtapantongo se fue construyendo sobre la mar-cha, sin trascabos, excavadoras ni buldócers. Esta obra monumental se logró paso a paso con esfuer-zo humano.
Al finalizar la obra, fue colocada a la entrada de la casa de máquinas, una placa de bronce donde se muestran los nombres de los trabajadores que intervinieron en la obra.
Otra placa resguarda los nombres de los directivo s que intervinieron en la magna obra, la cual fue contruida en un periodo de 6 años. Es, sin duda, la sólida base de la actual Comisión Federal de Electricidad.
Actualmente, toda el agua que se aprovecha-ba para la generación de energía eléctrica del Sis-tema Hidroeléctrico “Miguel Alemán”, se utiliza para abastecer de agua, ya no de electricidad, a la ciudad de México. Por este motivo, ha quedado fuera de uso todo el sistema, ya que la escala de prioridades para el uso del agua es primero el con-sumo humano, el riego como segundo lugar, y en tercero, la generación de energía.
11
CFE_4.indd 11 1/12/16 2:18 PM
Aunque al parecer Ixtapantongo es hoy una instalación sin uso, me llena de satisfacción y me enorgullece exponer los detalles y datos técni-cos de esta construcción, recordando pormenores que me tocaron vivir entre mi niñez y juventud al lado de mi padre, porque considero que en estas instalaciones se logra evidenciar los valores como la honestidad, el sacrificio, el trabajo, el servicio y la entrega a la patria mediante obras que se hi-cieron para perdurar. Ixtapantongo es un modelo
testimonial del compromiso fiel de grandes cons-tructores, es un monumento histórico y actual-mente no genera energía; sin embargo, siguen sus instalaciones en pie, convirtiéndose en el mauso-leo que resguarda el recuerdo de una generación de hombres comprometidos que demostraron que en México se puede hacer trabajos de calidad.
Mi padre, el ingeniero Teodoro Albarrán Plie-go, quien formó el álbum fotográfico que detalla paso a paso la construcción de la tercera unidad
hidroeléctrica de la planta de Ixtapantang, nació en la ciudad de Toluca, Estado de México, el 18 de julio de 1891.
Realizó sus estudios en el Instituto Cien-tífico y Literario de Toluca, posteriormente se incorporó al Heroico Colegio Militar de Cha-pultepec para estudiar la carrera de ingeniero
militar. Recibió el despacho en grado de teniente ingenier o militar el 13 de febrero 1913.
El día 9 febrero de 1913 los cadetes del Co-legio Militar escoltaron al presidente de la repú-blica, Francisco I. Madero a Palacio Nacional en la gesta, y ahora se conmemora, ese mismo día, la denominada Marcha de la Lealtad, instituida por el presidente de la república, Luís Echeverría Ál-varez, quien condecoró a todos los sobrevivientes participantes de esta escolta.
12
CFE_4.indd 12 1/12/16 2:18 PM
al hogar; y Enrique, ingeniero civil. A partir de esta fecha reside en la ciudad de México dedicándose a diferentes obras de urbanización y edificación.
El ingeniero fue responsable de la construc-ción de la colonia Estrella y la colonia Industrial en los años 30, ubicadas en la Villa de Guadalupe, actual delegación Gustavo A. Madero.
En el año 1940, siendo el presidente de la re-pública, el general Manuel Ávila Camacho, el in-geniero Teodoro Albarrán pide ocupar el puesto vacante de vocal secretario de la Comisón Federal de Electricidad, a través del licenciado Francisco Javier Gaxiola Zendejas, y que anteriormente ha-bía sido ocupado por el ingeniero Héctor Martí-nez D’Meza. Como vocal secretario, intervino en la construcción en la primera unidad hidroeléctri-ca de la planta de Ixtapantongo que se inauguró en septiembre de 1944, además; en la construcción de las presas de almacenamiento Villa Victoria y Valle de Bravo, así como la planta hidroeléctrica de Santa Bárbara. Participó en todas las obras que en ese tiempo construyó la cfe.
En el año 1949, se inició como ingeniero con-tratista de la cfe construyendo la presa Tilostoc, para almacenar el azolve acarreado por los ríos Malacatepec y Valle de Bravo.
En el año 1960, instala la primera planta de mezcla asfáltica caliente en la ciudad de Toluca, pavimentando su centro histórico, varias colonias y los caminos de acceso a todos los pueblos perte-neciente a este municipio.
El ingeniero Teodoro Albarrán Pliego fallece el 28 de febrero de 1974 y el 1 de julio 1999 recibe, pos mortem, el reconocimiento de ingeniería civil “Netzahualcóyotl” que otorga el Colegio de Inge-nieros Civiles del Estado de México.
Cuando el presidente de la república, Venus-tiano Carranza, licenció a todo el ejército federal, el ingeniero tenía ya el grado de capitán primero de ingenieros.
Su primer trabajo en la vida civil, fue el le-vantamiento topográfico de la hacienda La Gavia, con una superficie de 44,000 ha, cuya escritura estaba en medidas arcaicas, se le nombró admi-nistrador y organizó un grupo para su defensa, llamado Voluntarios de la Gavia.
Terminada la Revolución, trabajó como pro-yectista y constructor de ferrocarrile s para com-pañías madereras americanas que explotaban los bosques del estado de Michoacán.
En el año 1924, se casó, en la ciudad de Urua-pan Michoacán, con María Teresa Treviño Álvarez, tuvieron cuatro hijos: Teodoro, químico metalúrgi-co; Carlos, médico militar; María Teresa, dedicada
Proyectó y construyó el pueblo Nuevo Santo Tomás, las obras civiles para la tercera unidad hi-droeléctrica de la planta de Ixtapantongo y para la subestación eléctrica de la planta hidroeléc-trica de Tingambato; elevación de las cortinas de las presas Colorines y Tilostoc y durante 24 años, efectuó las obras de conservación y mantenimien-to de todo el Sistema Hidroeléctrico “Miguel
13
CFE_4.indd 13 1/12/16 2:19 PM
Alemán”, de la cfe, incluyendo la pavimentación de casi todos los caminos de dicho sistema.
El lugar asignado para la construcción de la magna obra, tuvo lugar en el campamento de Co-lorines, hoy pueblo de Colorines, y cuya ruta fue la siguient e: vía carretera México — Guadalajara (construida por el general Lázaro Cárdenas), que pasa por Toluca, capital del Estado de México, se toma la desviación a Villa Victoria por el puen-te El Salitre que cruza el río Malacatepec. En el km 135 de la carretera, y antes de empezar la cuesta para llegar al puesto de Lengua de Vaca, que es el límite del Estado de México con el estado de Mi-choacán, se abandonó el camino pavimentado y se transitó por brechas madereras y caminos de herra-dura hasta llegar al pueblo San José Malacatepec, de donde el río toma el nombre. Continuamos el recorrrido por su margen derecha. Este pueblo es de clima frío, y es caracterizado por la producción de chilacayotes. Continuando por caminos simila-res a los anteriores, se llega al pueblo La Asunción, hoy llamado Villa Donato Guerr a, éste cuenta con un clim a más templado. Se caracteriz a por la pro-ducción de fruta, principalmente el durazno. Exis-te una propiedad hermosa llamada El Molino, cuyo propietario original fue el señor Agustín Albarrán, mejor conocido por el mote de el Ganso. Se conti-nuó bajando hasta llegar a un caserío; ésta estaba muy cercana a la confluencia del río Malacatepec con el río Valle de Bravo; al río formado por esta unión se nombra río Tilostoc, el cual se cruzó por
un puente, y en su margen izquierda, fue donde se comenzó a desarrollar toda la obra de la planta hi-droeléctrica de Ixtapantong o.
Por la brecha derecha, que posteriormente fue el primer camino construido por la cfe, se llegó al campamento de Colorines; lugar donde las ideas se convertían en dibujos, y los dibujos en planos elaborados por los ingenieros topógrafos. Los inge-nieros civiles proyectistas diseñaban las obras que
posteriorment e entregaban a los ingenieros civiles constructores, quienes darían las órdenes a los so-brestantes, éstos, a su vez, a los cabos, y finalmente de los cabos a cada uno de los peones.
Es lugar, el campamento de Colorines, el si-tio ocupado por el Estado Mayor de la cfe, don-de salían las órdenes para ganar la gran batalla del proyecto hidroeléctrico de Ixtapantongo.
14
CFE_4.indd 14 1/12/16 2:19 PM
Reproducción del reporte fotográfico originalReproducción del reporte fotográfico original
CFE_4.indd 15 1/12/16 2:19 PM
CFE_4.indd 16 1/12/16 2:19 PM
CFE_4.indd 17 1/12/16 2:19 PM
CFE_4.indd 18 1/12/16 2:20 PM
CFE_4.indd 19 1/12/16 2:20 PM
CFE_4.indd 20 1/12/16 2:21 PM
CFE_4.indd 21 1/12/16 2:21 PM
CFE_4.indd 22 1/12/16 2:21 PM
CFE_4.indd 23 1/12/16 2:22 PM
CFE_4.indd 24 1/12/16 2:22 PM
CFE_4.indd 25 1/12/16 2:23 PM
CFE_4.indd 26 1/12/16 2:23 PM
CFE_4.indd 27 1/12/16 2:23 PM
CFE_4.indd 28 1/12/16 2:24 PM
CFE_4.indd 29 1/12/16 2:24 PM
CFE_4.indd 30 1/12/16 2:25 PM
