De Un Documento Confidencial Inedito (Guenon)

8/8/2019 De Un Documento Confidencial Inedito (Guenon)

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DE UN 'DOCUMENTOCONFIDENCIAL INEDITO' (y de las

'aporas' de su 'autor')

ANTONELLO BALESTRIERI


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I

Es un dato comprobado (sealado ya muchas veces en esta Rivista) que, a falta de voluntad,de coraje, de espritu de sacrificio, de seriedad y de determinacin, y hay que decirlo de lascualidades intelectuales indispensables para encarar, sin perjuicio de los resultados queeventualmente se pudieran conseguir, el trabajo interior de realizacin espiritual cuyoselementos todos han sido sugeridos por Ren Gunon en sus escritos, se va difundiendo ennuestra poca, y desde que estos ltimos han comenzado a salir a la luz, una tendenciasiempre creciente a ocuparse de ellos y de su Autor. Y lo que en tales condiciones puedadecirse, como proviene de un acercamiento "desde afuera", no podr nunca concordar con elalcance real de estos escritos ni con las verdaderas intenciones del Autor1, y ser entoncesilusorio pretender que los trabajos as afectados por una semejante limitacin puedancalificarse como "tradicionales"2.

En realidad, los frutos de esta tendencia, especialmente cuando pretenden evadir la autoridad

de la obra de Gunon, no pueden ser sino lamentables, y cuando se muestra alguno nuevo, laprimera reaccin que suscita, como ya hemos dicho3, es el desinters, porque en realidad, ens, no mereceran que se les dedique el ms mnimo tiempo. Si no fuera que, de una forma uotra, tales producciones no pueden dejar de contener algn inserto de las disolventesinfluencias que siempre estn dispuestas a atacar, en el nimo y en la mente de los lectores,los contenidos de la obra de Ren Gunon (de la que hemos frecuentemente afirmado nuestraconviccin de que, en s y por s, es inatacable, como todo lo que emana del espritu); por nohablar de los derechos inalienables de la verdad.

Por dicho motivo, y aunque ello no sea de nuestro agrado, y por todo el tiempo que fueranecesario, trataremos de una cuestin que la revista francesa de reciente publicacin "Cahiersde Recherches et d'Etudes Traditionnelles" sealaba en su n 6 (otoo-invierno 1994), en unartculo titulado "Clavelle/ Reyor, la loge 'Les Trois Anneaux' et le 'Document confidentiel

indit'", con la firma de Dominique Devie. Dejando de lado el tema del medio, dada sunaturaleza inaccesible a cualquier aproximacin pblica4, nos ocuparemos exclusivamente delprimero y del tercero (que en fin de cuentas constituyen una sola cosa), pues en el nterin hasalido a la luz, difundido por ese canal esencialmente incontrolable que es Internet, el"Documento" del que trata el artculo. Advertimos a nuestros lectores, a fin de evitarmalentendidos, que en su examen nos limitaremos a los contenidos (y no a todos, sinosolamente a aquellos que pueden tener relacin con los intereses sobre todo doctrinales de unlector de la obra de R. Gunon) de lo que se presenta como un "memorial", y, sean cuales

1 Cuando en el presente estudio nos refiramos a los escritos de R. Gunon sin indicar especficamente sunombre, nos serviremos del trmino Autor con "A" mayscula; y esto para evitar confundirlo con el "autor"del documento en cuestin, expresin que nos veremos obligados a adoptar a lo largo de todo nuestrotrabajo por razones que se vern.

2 Un ejemplo de esa pretensin, particularmente oportuno de citar en esta ocasin, es el examinado por P.Nutrizio en su artculo "Un equvoco de fondo", en los nos 74 y 76 de la "Rivista di Studi Tradizionali";vase la obra Ren Gunon e l'Occidente, cap. 1.

3 Cf. el cap. 14 de Ren Gunon e l'Occidente.

4 "Espeluznante" no nos parece un calificativo demasiado fuerte para reflejar la ligereza con la que fuerondifundidas, por parte de varios autores que se ocupan o se han ocupado de temas "tradicionales", y delmismo "autor", informaciones referentes a la actividad de la Logia "La Grande Triade" y del restringidogrupo que se titula precisamente "Les Trois Anneaux", contraviniendo descaradamente el compromisoasumido por los componentes de toda Logia de mantener en secreto sus "trabajos". Est fuera de todaduda que quienes a lo largo del tiempo se contagiaron de este tipo de liviandad literaria fruto evidente deuna mana bien occidental de "protagonismo", sean quienes fueren, no han comprendido en lo ms

mnimo el sentido de las advertencias del captulo "El odio al secreto"de El Reino de la Cantidad y losSignos de los Tiempos, en particular en lo que se refiere a la actividad inicitica.

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fueren las informaciones "personales" que eventualmente pudiramos poseer sobre quien sepresume que es su autor, las mismas no formarn parte de ninguna manera, ni a favor ni encontra, de la formulacin de nuestro juicio final sobre el "Documento".

Damos por descontado, obviamente, que lo que est en Internetconstituye de hecho todo eltexto y solamente el texto de la composicin; si algo de cuanto referiremos (y sobre lo que

haremos nuestras reflexiones) no se ajustara con esta hiptesis, no ser pues nuestra laresponsabilidad, sino de quien, por razones que todava no percibimos con claridad 5, hadecidido confiar a este medio el "Documento confidencial indito".

Daremos tambin por descontado, pues pensamos que ante lo que semejante texto dice no sepuede hacer de otro modo, que su autor sea verdaderamente el sujeto de quien se haceproceder el "Documento" (de hecho, quin si no podra haber estado al tanto de todos loshechos que all se refieren?)6; y, adems, la existencia de otro "memorial", aunque de tonoligeramente menos "frvolo" que ste, emitido por el mismo autor (y en este caso de modocierto para nosotros) en el curso del ltimo ao de la vida de Ren Gunon 7, viene en apoyo dela afirmada paternidad del actual.

Sean las cosas como fueran a este respecto, es decir cualquiera sea la identidad "fsica" dequien materialmente ha escrito estas pginas, identidad que para nosotros no tiene la msmnima importancia si no fuera por el hecho de que evidentemente pertenece a alguien querealmente fue un "cercano" de Gunon en un cierto aspecto, dejaremos de lado en nuestrotrabajo, repetimos, todo juicio o consideracin "personal" sobre l, y nos limitaremos aconsiderar como es debido las ideas y actitudes de quien seguiremos llamando el "autor" del"Documento", frente a la obra de Ren Gunon y de su funcin.

Y que no se contraren quienes han colaborado en la publicacin de esta dudosa "pieza deliteratura", si ya decimos que, para nosotros, no hay diferencia alguna (como parece encontrarel "autor") entre la persona de Gunon y su funcin; tal vez no lo comprendan, pero esta esprecisamente la diferencia que existe entre un "profano" y un hombre de tradicin en el sentidoque Ren Gunon indica.

Cuando, hace algunos aos, nos dispusimos a escribir la serie de artculos que titulamos"Nuevas tcnicas de ataque a la obra de Ren Gunon" [vase el cap 3 de Ren Gunon etl'Occident], los que estaban concebidos para oponerse a los textos que la editorial Arch habapor aquel entonces comenzado a publicar, sutilmente encaminados a presentar bajo unadudosa luz la obra de Ren Gunon y la imagen de su Autor, estbamos en la impresin (y lodijimos claramente) de que tales publicaciones no fueran ms que un difuso "desarrollo" de

5 A menos que no se acepten las razones que Dominique Devie, en el artculo que sealamos alcomienzo, parece proponer cuando dice: "Como afirmaba uno de los presentadores de los trabajos deReyor, la publicacin de este "Documento" ser lo nico que pueda poner fin a los usos facciosos a quepuede dar lugar [...]". Slo que a la afirmacin de Devie y de su fuente nosotros la interpretamos en unsentido completamente opuesto a lo que l pretende, y para nosotros, como se ver en el curso de este

estudio, el "uso faccioso" del Dossieres el uso al que estaba destinado por propia naturaleza, es decir elde los ambientes hostiles a la obra de Ren Gunon y a su Autor...

6 Que el "Documento confidencial indito" tenga por autor verdadero a J. Reyor, es algo que podra verseconfirmado tambin a partir de la siguiente afirmacin, formulada con tono seguro y un poco ingenuo, quehallamos en la pg. XXXV de la "Nota bio-bibliogrfica" redactada por Franois Secret para el libro dePaul Vulliaud Histoires et Portraits de Rose-Croix, publicado de manera pstuma porArch en 1987: "Quea Vulliaud no le haya agradado el tono de Gunon [que haba reseado, por ese entonces, dos obras deeste autor, La Kabbale juive (1925) y Le Siphra di-Tzeniuta (1930)] se nota por el 'Documento confidencialindito' de Marcel Clavelle (Jean Reyor), a quien Gunon le haba encargado que transformara 'Le Voiled'Isis'en los 'Etudes Traditionnelles'".

7 Nos parece evidente que R. Gunon, quien, como se ver, nunca estuvo a favor de la difusin de notas"biogrficas" dedicadas a "explicar" ilusoriamente los contenidos ideolgicos de los trabajos de un autor

cualquiera (y en particular de los suyos), jams estuvo enterado de esta incongruente iniciativa de su"colaborador".

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temas y episodios que se encontraban en germen en el libro de M.-F. James Esotrisme etChristianisme autour de Ren Gunon, aparecido unos aos antes. Precisamente por este libro(pero no solamente por l) sabamos de la existencia de un "Document confidentiel indit", quecon toda probabilidad deba provenir del escritor francs Jean Reyor, seudnimo como otrosde Marcel Clavelle, identificado expeditivamente por Franois Secret, como se vio, como aqul"a quien Gunon le haba encargado que reorganizara 'Le Voile d'Isis' en los 'Etudes

Traditionnelles'"; sin embargo, obviamente todava no habamos podido leer el "Documento"mismo, que era, como lo dice su convencional subttulo (que es suficientemente revelador paraquien est al corriente de las costumbres... policacas de ciertos ambientes), "confidencial".

Ahora que ya tenemos en nuestras manos una copia impresa del mismo, hemos podidocomprobar finalmente que no slo el libro de M.-F. James, lejos de ser "autosuficiente" comopensbamos, echa sus races, y profundamente, en l, sino que lo mismo ocurre con un buennmero de otros trabajos (entre los cuales las "biografas razonadas" de J.-P. Laurant y de J.Robin), y que en definitiva es de all que ha cobrado impulso el "plan" anti-tradicional del quehemos discurrido con cierta amplitud en "Nuevas tcnicas de ataque8; asimismo, es a partir deun cuidadoso anlisis del citado "Documento", segn podemos deducir, que ha surgido enparticular la idea de incluir en el "plan" la reimpresin de todos los artculos de Reyor (Arch yEditions Traditionnelles), cuya "suma" escritos provenientes de antes y despus de la muerte

de R. Gunon es tan apropiada para confundir, hoy, las ideas de quienes por primera vez seacercan a la obra de este Autor.

El "memorial" que aparece en Internet lleva en realidad como ttulo la expresin "Quelquessouvenirs sur Ren Gunon et les Etudes Traditionnelles", y por una de sus frases puededatrselo de 1963, pero, para situarlo con mayor propiedad ya sea en el tiempo como especialmente en la mentalidad de su "autor" y del ambiente en donde naci, si la datacin esexacta, conviene recordar que ya anteriormente, en 1958, Editions Traditionnelles habapublicado un singular libro sobre La Vie simple de Ren Gunon, donde sobre todo sonabafuera de lugar el adjetivo con que se califica la "vida" de Gunon9.

Corra por entonces el perodo en que la revista que haba sido "de Ren Gunon" vena de

sufrir una reorganizacin ms o menos forzada, como dice el mismo "autor" en la pg. 51 de su"Documento"10, reorganizacin cuyo resultado haba sido que en ella se presentaran, junto atrabajos de F. Schuon, M. Lings, R. Allar (que, en el nterin, el que ms y el que menos sehaban alejado visiblemente del espritu de la obra de Ren Gunon, sin darlo a conocer a loslectores) y de otros colaboradores ms seguros o ms "anodinos", tambin los de un "grupocatlico" reclutado para el caso por Reyor, y en donde el lector poda hallar, como aperturaanual (1956, n de enero-febrero), citas extradas de un texto de Gunon entremezcladas conotras provenientes de un escrito del Cardenal Tisserand...

La Vie simple de Ren Gunon traa la firma de Paul Chacornac, propietario de EditionsTraditionnelles, pero no era difcil, leyndolo con un poco de atencin, descubrir que su plumahaba sido "sostenida" por alguien ms, y adivinar que ese alguien no era otro que el "autor" del"Documento", quien a todas luces haba redactado enteramente al menos su ltimo captulo,

"Aprs le dpart du semeur". Este captulo prefigura, si as puede decirse, el "memorial" quetenemos ante nuestros ojos, por lo menos en sus directrices (no haba, sin embargo, huellas de

8 Lo cual, por otra parte, no significa que no haya sido tambin de este libro de donde, ms tarde, lostrabajos publicados porArch se han "inspirado". Lo que nicamente queremos decir con esto es queahora podemos considerar que esa inspiracin es, por decirlo as, de segundo nivel.

9 "La Vie simple de Ren Gunon" era tambin el ttulo de un artculo, igualmente biogrfico, que P.Chacornac haba sacado en el nmero especial que los "Etudes Traditionnelles" dedicaran a fines de1951 a la memoria de Ren Gunon, desaparecido poco antes. En el comienzo del mismo surgan ya,aunque apenas esbozadas, las "justificaciones" por haber tratado de la "vida" de Gunon que msadelante examinaremos.

10 Obviamente, la numeracin que daremos de las pginas del "Documento" corresponde a la

compaginacin del ejemplar impreso que tenemos en nuestro poder; en funcin de los caracteresempleados en impresiones diferentes sern posibles otras numeraciones.

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nombres de personas o de informaciones sobre ellas, de las que en cambio rebosa el"Documento", al punto de dar cabida a las peores conjeturas, y sobre todo careca de laacrimonia hacia Gunon que caracteriza a este ltimo). Quedaba en pie el hecho, sorprendentey tambin algo alarmante, de que el mismo editor "oficial" de Ren Gunon fuera quiendecidiera publicar, por vez primera, una "biografa" de este Autor, cuyos lectores de buena fe nopodan desconocer que l mismo haba escrito un estudio ("Noms profanes et noms

initiatiques"), aparecido en 1935, en el que, entre otras muchas consideraciones relativas acosas desconocidas o totalmente olvidadas por siglos en Europa, se inclua tambin sta que,aunque larga, transcribimos por entero aqu:

"Por lo dems, incluso en el orden profano, cabe extraarse de la importancia que se atribuyeen nuestros das a la individualidad de un autor y a todo lo que le concierne de cerca o de lejos;depende acaso el valor de la obra de alguna manera de estas cosas? Por otra parte, es fcilconstatar que la preocupacin de vincular el propio nombre a una obra ser tanto menosfrecuente en una civilizacin cuanto ms estrechamente ella se encuentre unida a los principiostradicionales, de los cuales, en efecto, el 'individualismo' en todas sus formas constituyeverdaderamente la negacin propia.

"Es fcil comprender que todas estas cosas estn ligadas entre s, y no queremos insistir ms,

puesto que son temas sobre los que nos hemos explicado a menudo; a pesar de todo, nos haparecido que no sera intil indicar una vez ms, en esta ocasin, el papel del espritu anti-tradicional, caracterstico de la poca moderna, como causa principal de la incomprensin delas realidades iniciticas y de la tendencia a reducirlas a los puntos de vista profanos. Es esteespritu el que, actuando con nombres tales como 'humanismo' y 'racionalismo', se esfuerzaconstantemente, desde hace siglos, en reducir todo a las proporciones de la individualidadhumana vulgar, es decir de la porcin restringida que conocen los profanos, y en negar todo loque supera este dominio angostamente limitado, por tanto en particular todo lo que depende dela iniciacin, a cualquier nivel que sea. Casi no hay necesidad de indicar que lasconsideraciones que venimos de exponer se basan esencialmente en la doctrina metafsica delos estados mltiples del ser, de la cual son una aplicacin directa; cmo podran comprenderesta doctrina aquellos que pretenden hacer del hombre individual, e incluso de su solamodalidad corporal, un todo completo y cerrado, un ser que se basta a s mismo, en lugar dever lo que en realidad es, o sea la manifestacin contingente y transitoria de un ser en undominio muy particular entre una multitud indefinida de dominios cuyo conjunto constituye laExistencia universal, y a los cuales corresponden siempre para este mismo ser otras tantasmodalidades y estados diferentes, de los que le ser posible tomar conciencia precisamentesiguiendo la va que abre la iniciacin?" [la cursiva es nuestra].

A partir pues de este simple hecho, es decir de la publicacin de un libro como La Vie simplede Ren Gunon, (y sin siquiera considerar todas las dems observaciones que habr deincluir nuestro artculo) se puede ya adivinar lo profundamente mistificadoras que son, y portanto de mala fe y precisamente en ese campo doctrinal o "terico" que para nosotros esfundamental, todas las conjeturas de aquellos que luego vinieron a sostener que el "autor", ensus estudios, fue "siempre respetuoso del espritu del opus guenoniano"(de la "Introduccin"

de J. Thomas al primer tomo de la compilacin de artculos de J. Reyor titulada Pour unaboutissement de l'oeuvre de Ren Gunon,Arch, Miln).

Bien sabemos que a lo que acabamos de decir se podra objetar (y no faltar quien lo haga)que en el prefacio de La Vie simple de Ren Gunon, P. Chacornac deca tambin: "Nossentimos, pues, casi tentados de excusarnos por haber emprendido [el trabajo biogrfico enque consiste el libro], pues una biografa de Ren Gunon puede, con razn, llegar asorprender ya sea a sus lectores habituales como a sus amigos ms prximos, aquellos que loconocieron personalmente. En efecto, Ren Gunon dijo muchas veces que en el mbitotradicional, el nico que tuviese importancia a sus ojos, las individualidades no cuentan. Peronada podemos hacer contra el hecho de que el mundo en que vivimos se interesa msfrecuentemente en las individualidades que en las obras [...]" [la cursiva es nuestra].

Esta afirmacin, confrontada con el citado texto de Gunon, aunque denota cierta honradez enquien la ha emitido (o la simple preocupacin de precaverse por lo que pudiera sobrevenir...?),

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no deja sin embargo de demostrar, como venamos diciendo, que el espritu con el que nopoda dejar de estar concebido un tal libro no concordaba con el de la obra de Ren Gunon, lacual de ninguna manera se compadece con esa mentalidad profana que, por lo contrario y contoda evidencia, impregna las declaraciones de Chacornac/Reyor que comentamos.

Tal mentalidad no dejar de manifestarse casi irrefrenablemente a lo largo de todo el

"Documento confidencial indito", con lo cual no es de extraar que este ltimo haya podidoconstituir una "puerta abierta de par en par" para las influencias contra-tradicionales quedespus acabaron por cuajar en los subsiguientes trabajos "biogrficos" que hemos recordado.Y si en el "Avant-propos" de La Vie simple, Chacornac/Reyor prosigue excusndose de suproceder diciendo, ms bien farisaicamente, que a ello haba sido llevado por el temor de que"a falta de poder escribir la historia [de R. Gunon] no se constituyeran luego en su lugarleyendas, cuyas intenciones pudieran ser muy diversas y hasta opuestas [pero a qu?]", y quepara evitar esta circunstancia era "sobre el terreno de los hechos" que l "pretendamantenerse", viendo ahora los resultados que a partir de tal iniciativa supieron alcanzar tanto lmismo como otros, no se puede dejar de convenir con lo que deca Ren Gunon, esto es quelos hechos por s mismos jams probarn la exactitud de una teora.

De suerte que ya estamos en condiciones de afirmar, como lo hacemos, que est muy lejos de

corresponder a alguna realidad la pretensin final de J. Reyor de haber llevado a cabo juntando por vez primera algunas vicisitudes inconexas del iter humano de Ren Gunon(aunque, como dice, "en un nivel bien modesto") una "obra al servicio de la verdad"11.

El "Documento" que examinaremos est ante nuestros ojos para probarlo.

Sea lo que fuere de esta cuestin especfica de cmo otros interpretan la naturaleza del"Documento", en nuestros propsitos este artculo est a su vez dirigido a poner fin a esos"usos facciosos", arrojando un poco de luz sobre la condicin adversa al espritu de la obra deGunon nsita en la actividad de su "autor", por lo menos en los ltimos decenios de su vida. Enrealidad, a nuestra manera de ver, el Dossieren cuestin muestra fallas doctrinales y de fondoque deben haber acosado a su redactor durante toda su vida, obsesionndolo con dudas mal

resueltas; tan slo esperamos que nuestro propsito pueda lograr algn reflejo real en el nimode nuestros lectores...

Como se ve, el "memorial", aunque "confidencial", siempre ha circulado ampliamente por losambientes que profesan como lo hace Secret un "antiguenonismo" tan visceral como obtuso,bien que enmascarado de engaosa erudicin.

Secret, quien no pierde ocasin de desparramar a manos llenas los juicios negativos de otrossobre Ren Gunon, secundando las tcnicas denigratorias indirectas que sealamos en losnos 70, 71 y 73 de la "Rivista..." (ver cap. 3 op. cit.), no deja de referir aqu la "opinin" deVulliaud sobre Gunon y los "Etudes Traditionnelles": "Ustedes no son ms que una restringidacapilla que ha hecho de Gunon su dolo, quien los ha hechizado con sus historias de iniciaciny esoterismo. [Gunon] no es ms que un insolente que cree saberlo todo, un arribista [??], un

charlatn y un sujeto sospechoso... No es acaso verdad que su Rey del Mundo es slo unafarsa, montada ad hocpara figurar como el enviado de un centro misterioso?".

Palabras copiadas una por una del "Documento indito", cuyo "autor" no ha hecho as ms queanticiparse (conscientemente o no) unos decenios a las tcnicas "psicolgicas" de Secret y susasociados.

11 Cun ilusa ha sido esta pretensin de Reyor de haber obrado "al servicio de la verdad", limitndose amirar las cosas desde afuera (an aquellas que como en este caso conciernen a "hechos" de la vida deRen Gunon), se prueba por la lectura de algunos prrafos del ltimo captulo de La Vie simple, en los

cuales, al describir las "razones" por las que la obra de Gunon tiene la forma que tiene, bajo unaapariencia de rigor lgico irreprensible vemos triunfar todos los prejuicios "raciales" de su autor.

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En su pseudo-respuesta a nuestros artculos sobre el "plan" antiguenoniano en cuestin, Arch("Charis", n 3, pg. 286, nota 3) se dola de que nuestra "Rivista"hasta ahora no se hubieraocupado sino espordicamente del trabajo de M.-F. James: pensamos poder afirmar que, aeste propsito, el estudio que seguir cumple en cierta manera con ese deseo, yendo...directamente a la fuente original.

Y es significativo, en esta consideracin, observar cmo, despus, en el "Documentoreservado", los puntos referentes a estas hipotticas "razones" y que en la vida misma deGunon corresponden todava a "hechos" bien determinados y diferentes de lo que eran losdeseos y las convicciones individuales de Reyor han venido a terminar como otros tantos"errores"!

II

La primera parte del "Documento confidencial indito", como era de esperarse luego deestudiar los trabajos que a continuacin origin, est dedicada por entero a noticias que el"autor" ha podido recoger, de fuentes diversas, sobre aquellas actividades juveniles de RenGunon que lo llevaron a participar en agrupaciones de naturaleza ms o menos"neoespiritualista". Por esta razn el "autor" se ocupa, si bien sumariamente, de las relacionesde R. Gunon con la Escuela Hermtica de Papus, la Orden Martinista, la Iglesia Gnstica deJules Doinel, el Rito de Memphis-Misraim y con cierta insistencia, aunque con abundantesilaciones (fundadas por otra parte, en forma ms o menos "tentativa", sobre los criterios dediscriminacin expuestos por el mismo Ren Gunon respecto a las organizaciones pseudo-tradicionales), trata la cuestin de los mtodos de naturaleza aparentemente espiritista quellevaron a la constitucin de la Ordre du Temple Rnov y al hecho de que Ren Gunon fuera"invitado" y designado como su "jefe". Aqu se insertan tambin algunos otros "enigmas"(trmino caro al "autor" hasta el fin de su vida) que afectan la imagen de Gunon, como elOracle de force astrale y el "affaire"de los "Polares", as como tambin su colaboracin en elperidico "La France Anti-Maonnique"y el "affaire Taxil"; sin embargo y no se entiende porqu evita cuidadosamente mencionar la H. B. of L. (de cuyas teoras ya haba hablado

Gunon en la revista"La Gnose",

y luego, repetidamente y con extrema competencia, enLe

Thosophisme y en L'Erreur spirite, y hasta en un artculo de 1925 en "Le Voile d'Isis") de lacual el "autor" no poda ignorar que Gunon "haba formado parte".

Todas estas cosas ya han sido tratadas, por otros o por nosotros mismos12, a medida que susecos se difundan en Italia13, reasumidos en textos como aquellos de J.-P. Laurant y M.-F.James (y ahora sabemos verdaderamente de qu fuente se han originado), razn por la cual novolveremos a ocuparnos de ellas sino para hacer alguna observacin de carcter general.

En todas las pginas iniciales del "Documento", dedicadas al "pasado juvenil" de Ren Gunon,se perciben indicios de duda y suspicacia (en este sentido algunas frases son particularmentereveladoras, como por ejemplo la siguiente, sobre la cuestin de la Ordre du Temple Rnov:"[Esta] era una de aquellas cosas de las que nunca hablaba Gunon. Desgraciadamente tuve

conocimiento de esta historia solamente despus de que Gunon partiera para Egipto; y todaslas veces que trat de referirme al tema en alguna de mis cartas, Gunon eluda mis

12 Vase, entre otros, los ms recientes artculos que tratan sobre estos temas: "Ren Gunon e le Formedella Tradizione", de P. Nutrizio, en el n 72, y nuestro: "Nuove tecniche di attacco all'opera di RenGunon", partes II y III, en los nmeros 71 y 73. Ambos publicados en la "Rivista di Studi Tradizionali".

13 Recordamos con particular desagrado el artculo de R. del Ponte titulado "Zavorre occultistiche",incluido en el nmero especial de "Arthos", dedicado a Ren Gunon en 1989. Si bien estamosacostumbrados a la incomprensin occidental de las doctrinas que expone este Autor, raramente hemostenido la ocasin de leer una composicin colmada de tanta vulgaridad indecente y de tan estlidasumisin a los ms rancios prejuicios antitradicionales y antiorientales. Luego de haber publicado todavaun nmero, dicha revista dej de aparecer; ahora nos informan que hace ya dos nmeros que comenz a

salir nuevamente: es de esperar que la misma haya podido elevar su nivel. Cosa que por otra parte nonos parece que sea muy difcil de lograr.

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preguntas")14. Es bastante obvio que, al descubrir en este "Documento" una tal crtica ms omenos larvada15, aquellos que, por sus propias limitaciones intelectuales y por la consecuenteincapacidad de penetrar a fondo en la doctrina expuesta por Gunon, vinieron a ser losherederos de la mentalidad moderna (y por lo tanto antitradicional) de sus iniciales opositorespor as decir "institucionales", no deben de haber cabido en s de contento al ver, decamos,que tenan a su disposicin una traza ya establecida y hasta cierto punto circunstanciada de

argumentaciones dialcticas aprovechables para proseguir con la obra de "obstaculizacin" a laque se venan dedicando desde que haban comenzado a aparecer los escritos de RenGunon.

Y si es verdad, como por otra parte siempre hemos sostenido, que los contenidos de la obra deGunon se defienden por s solos frente a semejantes inquinas en razn de su propianaturaleza, incomparablemente superior a la de todas estas suspicacias e insinuaciones, y quequien, por sus cualificaciones intelectuales, est destinado a asentir a esos contenidossuperando tal barrera finalmente no podr dejar de hacerlo, no es menos cierto que es tambinlegtimo que alguien ponga en evidencia, aunque ms no fuera que para facilitar tal superacin,la naturaleza puramente negativa de dicha barrera respecto de la "positividad" de aquello queencierra la obra de Ren Gunon16.

A fin de combatir los efectos que podran producir las evocaciones "histricas" del "autor",redactadas con el espritu de duda y suspicacia que hemos destacado, en lectores an nosuficientemente consolidados en la percepcin de las verdades de las que se hacen vehculolos escritos de Ren Gunon, pueden contribuir a ello dos factores, de los cuales el primero(que ya habamos sealado de pasada a comienzos de esta II parte) es constatar el solapadosofisma que anida en el hecho, evidente slo despus de una atenta lectura de estas pginas,de que el "autor" "juzga" subrepticiamente los comportamientos del joven Gunon en este tema(y la "arquitectura" de la prosa del "Documento" no se aparta nunca de semejante procesomental) segn los criterios que el mismo Gunon, no slo ha contribuido a exponer, sino queha puesto integralmente a punto como primer y nico Autor para revelar la ausencia defundamentos intelectuales en las pseudo-doctrinas sobre las que se apoyaban las actividadesde los grupos "neoespiritualistas"(hasta el trmino es suyo...), ocultistas o de anlogo gnero,en los cuales acept ser admitido, como dir l mismo, al comienzo de su obra de clarificacin,y para combatir y con qu eficacia su proliferacin.

Si el "autor" puede ahora (o sea cuando redactaba su trabajo) (pp. 8 y 10 de la copia impresaen nuestras manos) referirse con suficiencia y arrogante superioridad a las "entidades" que semanifestaron en ocasin de la constitucin de la Iglesia Gnstica o de la Ordre du Temple

14 Siempre a propsito de la "Ordre du Temple Rnov", notamos en M.-F. James, Esotrisme etChristianisme, etc., a lo largo de un extenso prrafo (pp. 97-98), por otro lado tomado casi literalmente deeste "Documento", una expresin (adoptada posteriormente por otros autores "biogrficos" de R. Gunon)que puede servir para confirmar nuestras dudas iniciales acerca del "Documento" tal como estpresentado en Internet. La autora canadiense habla en l de un "Gunon que se presenta como la'reencarnacin de un templario'" y en una nota al pie asigna dicha locucin al "Document confidentielindit"; ahora bien, sin siquiera tomar en cuenta el rigor doctrinal con el que Gunon ha confutado, desde

sus primeros artculos de "La Gnose", la posibilidad misma de la "reencarnacin", nosotros noencontramos la frase en el "Documento", en su presentacin actual (lo que habra sido gravsimo para su"autor" en ms de un aspecto). Consecuentemente, una de dos: o el "Documento" ha sufrido variacionescon el tiempo, o la autora canadiense se ha aprovechado a mansalva de la "confidencialidad" del dossierpara sus propios objetivos...

15 Podra pensarse que haber puesto este trmino es una exageracin de nuestra parte; pero no es as,en realidad refleja la permanente actitud del "autor" a lo largo de todo el "Documento", y lo usar contodas las letras al final del mismo.

16 Una objecin parecida a la que aqu sealamos como posible, nos ha sido dirigida de hecho porArch,cuyo responsable nos ha preguntado en "Charis" si acaso no estaramos considerando "demasiadovulnerable" la obra de Gunon, como para requerir tanto de nuestro esfuerzo "defensivo" desplegado en"Nuove tecniche di attacco". A esta insinuacin ya hemos respondido afirmando que no se trata tanto de

defender a la obra como a sus lectores, pero ahora es oportuno agregar algo que complete aquellarespuesta.

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Rnov, esto puede parecerle obvio, y hasta le permite mirar con conmiseracin (porque esesto lo que se transparenta en el "Documento") a aquel que pinta como el ingenuo joven quehaba prestado fe a semejantes "puestas en escena", qu le habra pasado a l en la mismasituacin, si Ren Gunon no hubiera tenido la oportunidad de escribir su "Erreur spirite"y l lade leerlo y al menos parcialmente entenderlo? De "paralogismos" como ste abundan lasprimeras veinte pginas del "Documento"; sealaremos tan slo uno ms pero que resulta

particularmente interesante porque calca el mismo modelo que en su momento habamosencontrado en la "Introduccin"deArch (G. Rocca) a los textos de Abdul-Hd publicados poresta editorial (lo que demuestra con cunta diligencia ha sido estudiado este "Documento" enciertos ambientes).

El "autor", tratando siempre de la Ordre du Temple Rnov, y para explicarse por qu Gunonhaya considerado oportuno condescender al pedido de participacin de sus "fundadores" problema ciertamente mal planteado, y en fin de cuentas absolutamente imposible de resolver ano ser por Ren Gunon mismo, quien deba tener sus buenos motivos para no enunciarloexplcitamente, como dir afirma: "No me parece improbable que [Gunon] hubiera intentadodrenar[drainer]por este medio un determinado nmero de individualidades de valor intelectualno despreciable que se haban extraviado en las organizaciones ocultistas, etc."; con estaspalabras quiere sealar el caso de ciertas personas, que nombrar luego (Barlet, Sdir, Marc-

Haven, Patrice Genty), quienes se haban comprometido participando en actividades deorganizaciones ocultistas como aquellas patrocinadas por Philippe Encausse (Papus). Laobservacin puede parecer atinada; pero considrese con un poco de perspicacia el verbo"fourvoyer"[que traducimos como "extraviarse"]: significa salir de una va regular o normal, quese presupone trazada por otros previamente, y, por tanto, existente y visible. Ahora bien,preguntamos: cul era, en Occidente, y en esa poca, la va intelectual disponible, aunquems no fuera en forma terica, que tuviera como meta las verdades de orden metafsico, osimplemente las realidades de orden cosmolgico que descienden de stas?

En esta situacin, referirse a las personas en cuestin como si estuvieran "extraviadas",presupone precisamente, en quien as se expresa, la conviccin de que lo que quedaba enOccidente de tradicional, y sobre todo el modo en que estaba concebido, fuera de por ssuficiente para impedir tal "extravo", lo cual desde un punto de vista puramente intelectualno era cierto antes de que los escritos de Ren Gunon aparecieran en tal rea geogrfica; yya esta simple manera de exponer las cosas revela a nuestros ojos esa falta de lgica quehabr de caracterizar, de una manera u otra, la postura "intelectual" del "autor"17 a lo largo deldesarrollo de todas sus vicisitudes. Esta posicin la podemos resumir brevemente de estemodo: Gunon ha, s, reabierto un camino hacia los principios espirituales que en Occidente sehallaba cerrado desde haca ya varios siglos, pero, de hecho, los modos de acceso al mismo,para resultar "aceptables", deben hallarse en consonancia con la mentalidad propia de losOccidentales modernos; lo que exceda sus lmites ser rechazado, o mirado con recelo (el"Documento" entero es una ilustracin de lo que decimos), aun cuando se haya pasado largosaos "flirteando" con ciertas ideas que al inicio no han podido sino presentar un inters hastaentusistico; adems de esto, semejante concepcin de las cosas no tiene en cuenta y esobvio las diferencias entre las esferas esotrica y exotrica.

Por otra parte, el "iter"intelectual del "autor" tal como l mismo nos lo presenta, esto es, el dealguien que habiendo partido de las pseudo-doctrinas "neoespiritualistas" desembocafinalmente en la obra de Gunon, corresponde en cierto sentido puntualmente a lo que Gunon

17 En este orden de ideas, el caso mismo del "autor", tal como l mismo ingenuamente lo presentajustamente al inicio de su "memorial", es el ejemplo ms patente de la incongruencia lgica que estamosponiendo en evidencia. Despus de haber descripto la serie de "experiencias intelectuales" a travs de lascuales haba pasado cuando muy joven: lecturas de artculos de C. Flammarion, C. Richet, Geley,ocasionadas "por el gran impulso que la guerra de 1914-1918 haba dado a las experiencias espiritistas",lectura de los libros de Allan Kardec y Len Denis, Edouard Schur y Madame Blavatsky ("los seisgruesos volmenes de la Doctrina Secreta"), Fabre d'Olivet y Saint-Yves d'Alveydre, Eliphas Levi,Stanislas de Guaita, Papus y Sdir, l dice haber "descubierto a Gunon" y "'encontrado' aquello quebuscaba"; luego de lo cual, habiendo tenido la ocasin de encontrar personalmente a Ren Gunon, y

siendo recibido por l en su casa, "profundizar la obra de Gunon se haba convertido para l en lanica cosa que contaba"!

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deca, en su "Prefacio"a L'Erreur spirite, sobre la "inestimable ventaja" que se tiene, cuando seafrontan ciertas cuestiones, "en ser guiados" como lo estaba Ren Gunon "por principios[metafsicos] los cuales, para quien los haya comprendido, son de una certeza absoluta y a faltade los cuales se corre el serio peligro de extraviarse en los tenebrosos laberintos del 'mundoinferior', algo de lo cual demasiados exploradores temerarios, no obstante sus ttulos cientficosy filosficos, nos han dado el triste ejemplo [...]". As como tambin corresponde empero lo que

l agregaba poco despus: "Por otro lado, aquellos que se ubican en el punto de vista religiosotienen la inestimable ventaja de una direccin doctrinal semejante a aquella de la que hemoshablado, pero que, a causa de la forma que reviste, no es universalmente aceptable, y que sibien es suficiente para impedir que ellos se pierdan, sin embargo no provee solucionesadecuadas a todas las cuestiones" [la cursiva es nuestra]. Cmo es posible, despus dehaber advertido la influencia benfica de los primeros en un determinado dominio, apartarse deellos en lo que concierne a sus consecuencias sobre otros dominios, quiz ms importantes,replegndose en la segunda direccin? Este es el problema del "autor", problema del cual porcierto no podemos, nosotros, dar la explicacin.

Por otra parte, las cosas son mucho ms complejas que como las estamos sintetizando aqu,entre otras no estamos teniendo en cuenta las presiones hostiles del ambiente, que nuncadeben ser subestimadas y que incluso pueden asumir las formas ms persuasivas, pero si se

reflexiona un poco sobre lo que hemos dicho no se podr dejar de reconocer que nuestrodiagnstico es bastante preciso; a complicar ms las cosas contribuye la dificultad evidente del"autor" para distinguir entre tradicin occidental y mundo moderno, dificultad que se fijar, comose ver al final de este estudio en las mismas palabras del "autor", en su no percatarse de lasprecarias condiciones en las cuales se encuentra la primera (y en las que ya se encontrabadesde hace varios siglos) desde el punto de vista intelectual, o mejor sobre la incapacidaddel "autor" para distinguir entre las potencialidades implcitas, y siempre presentes, en tal formatradicional, y la consciencia que de estas ltimas puedan tener sus representantes humanosactuales.

El "autor" parece no haber ledo, o, si la ha ledo, parece haber entendido al revs el significadode una nota sin embargo clarsima de Ren Gunon en Autoridad Espiritual y PoderTemporaly que se refera a estas condiciones18: "Cuando se trata de Catolicismo, se deberatener siempre el mximo cuidado en distinguir entre el Catolicismo en cuanto doctrina y lo quese refiere solamente al estado actual de la organizacin de la Iglesia catlica; cualquier juiciosobre este ltimo aspecto no debera condicionar de ningn modo la valoracin del primero. Loque decimos ahora respecto del Catolicismo [...] podra encontrar muchas otras aplicaciones;pero hoy da pocos son los que, cuando es necesario, saben hacer abstraccin de lascontingencias histricas; y ello es tan cierto que, no diferencindose en esto de susadversarios, creen poder reducir todo a una simple cuestin de 'historicidad': lo cual es una delas formas de la moderna 'supersticin de los hechos'".

Y pensar que Gunon ya se haba expresado sobre esta cuestin a fines de 1927, de maneraigualmente clara y ms ampliamente, en La Crisis del Mundo Moderno, de donde consideramosoportuno reproducir ahora algunos pasajes significativos, aun a riesgo de ser acusados de

excedernos en la extensin de las citas:

"Por otro lado, es muy cierto [...], que es solamente en el Catolicismo donde se ha mantenido loque todava subsiste, pese a todo, de espritu tradicional en Occidente; quiere esto decir que,aqu al menos, se puede hablar de una conservacin integral de la tradicin, al abrigo de todacontaminacin del espritu moderno? Desgraciadamente, no parece que sea as; o, para serms exactos, si bien el depsito de la tradicin ha permanecido intacto, lo que ya es mucho, esbastante dudoso que su significado profundo sea todava efectivamente comprendido, inclusivepor una lite poco numerosa, cuya existencia indudablemente se manifestara a travs de unaccionar o mejor de un influjo que, de hecho, no constatamos en ninguna parte. Se trata pues,ms verosmilmente, de lo que llamaramos de buen grado una conservacin en estado latente,que siempre permitira, a quienes sean capaces, volver a encontrar el sentido de la tradicin,aun cuando dicho sentido no fuera actualmente consciente para nadie; [...]. En tales casos, se

18Autorit spirituale e potere temporale (1929), cap. VIII, pp. 84-85 (Luni Editrice, Miln, 1995).

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requiere un contacto con el espritu tradicional plenamente viviente para despertar lo que sehalla de este modo inmerso en una especie de sueo, para restaurar la comprensin perdida; y,digmoslo una vez ms, es en esto sobre todo que el Occidente tendr necesidad de la ayudadel Oriente si quiere volver a la consciencia de su propia tradicin" [la cursiva es nuestra]19.

"Se dice que el Occidente moderno es cristiano, pero es un error: el espritu moderno es

anticristiano, porque es esencialmente antirreligioso; y es antirreligioso porque, msgenricamente an, es antitradicional; esto es lo que constituye su carcter propio, lo que lehace ser lo que es. Indudablemente, algo del Cristianismo ha pasado incluso a la civilizacinanticristiana de nuestra poca, cuyos representantes ms 'avanzados', como dicen en su jerga,no pueden borrar el hecho de haber sufrido y sufrir an, involuntaria y quizsinconscientemente, una cierta influencia cristiana, al menos indirecta; ello es as porque unaruptura con el pasado, por radical que sea, nunca podr ser absolutamente completa y tal quesuprima toda continuidad. Iremos inclusive ms lejos y diremos que todo lo que puede haber devlido en el mundo moderno le viene del Cristianismo, o al menos a travs del Cristianismo,que ha llevado consigo toda la herencia de las tradiciones anteriores, herencia que haconservado viva tanto como se lo ha permitido el estado del Occidente y cuyas posibilidadeslatentes lleva siempre consigo; pero quin hoy da, aun entre aquellos que se dicen cristianos,posee todava la consciencia efectiva de estas posibilidades? Dnde estn, en el mismo

Catolicismo, los hombres que conozcan el significado profundo de la doctrina que profesanexteriormente, que no se contenten con 'creer' de una manera ms o menos superficial, y mspor sentimiento que por inteligencia, sino que 'sepan' realmente, la verdad de la tradicinreligiosa que consideran como suya? Quisiramos tener la prueba de que al menos algunoexista, ya que para el Occidente esta sera la mayor y quizs nica esperanza de salvacin;pero debemos confesar que, hasta ahora, no los hemos encontrado; hemos de suponer, talvez, que, como ciertos sabios de Oriente, permanecen ocultos en algn refugio casiinaccesible, o hay que renunciar definitivamente a esta ltima esperanza? El Occidente ha sidocristiano en el medievo, pero ya no lo es; si se dijera que todava puede volver a serlo, nadiems que nosotros deseara que fuese as, y que ello ocurriese antes de lo que nos permitesuponer todo aquello que vemos a nuestro alrededor; pero no hay que engaarse: ese da, elmundo moderno habr dejado de existir"20.

Despus de sta, que puede parecer una digresin, pero que no lo es, como se ver luego,volvemos al segundo de los factores que pueden contribuir a disipar la atmsfera de suspicaciay duda que la primera parte del "Documento" difunde sobre Ren Gunon y sus empresasjuveniles21. Este est basado en las declaraciones especficas que Gunon debi manifestarpersonalmente para aclarar, en lo posible, tal aspecto de su actividad en el curso de su obra(los ataques de esta naturaleza estn lejos de ser peculiares del perodo que se sita despusde su muerte) y que deberan haber bastado por consiguiente para satisfacer tambin la"curiosidad" superficial del "autor", pero as no fue. Reproduciremos aqu aquellas que yasirvieron para contrapesar las insinuaciones de dicho tipo que recientemente pasaran desdeFrancia a Italia, provenientes de fuentes adversas, agregando algunas observacionessuplementarias.

A Paul Le Cour, que sobre estos argumentos lo atacaba en el n de Junio - Julio 1931 de"Atlantis", Ren Gunon daba esta respuesta: "Ya que Paul Le Cour siente necesidad de volver

19La Crise du Monde moderne, cap. V, pp. 77-78 (Gallimard, Pars, 1946).

20Ibid., cap. VII, pp. 111-112.

21 Probablemente esta atmsfera es la que ha generado, en quienes han escrito sobre las vicisitudesjuveniles de Ren Gunon, ya sea de buena o mala fe, a partir del momento que el "Documento" fueconocido, la impresin de que tales vicisitudes hayan podido formar parte del itercognoscitivo tradicionalde Gunon. Ahora bien, existe una expresa declaracin de este ltimo que pone tambin punto final aesta ilacin, y est contenida en una carta suya del 4 de Septiembre de 1934 a un corresponsal al cual ledice: "No, el mo no es ciertamente el caso de un 'convertido', desde ningn punto de vista; por elcontrario, ni siquiera concibo que estas cosas puedan haber tenido para m un inicio [la cursiva es

nuestra]; y por otra parte este es el motivo por el cual mi 'ejemplo', si as se puede decir, no podra ser dealguna utilidad para nadie...".

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a atacarnos otra vez en este mismo nmero, le haremos saber: 1 que no estamos obligados arendirle cuentas de las razones especiales por las cuales, en una determinada poca, hemosdebido ver personalmente cul era la verdadera situacin de diversas organizaciones que secalificaban ms o menos justificadamente como 'iniciticas'; [...] 3 que, desde aquel entoncesbastante lejano del que se habla, hemos variado tan poco que podr encontrar, con la firma a laque alude, artculos cuyo contenido se repite integralmente, con otros desarrollos, en algunos

de nuestros libros ms recientes"22

.

En Mayo de 1932, para responder a lo que defina como "un escrito [contenido en la 'R.I.S.S.']cuya ignominia va ms all de todo lo que se pueda imaginar", y que tena "todas lasapariencias de una nota policial de la ms baja categora [Es notable, cmo, cosas del mismotipo se pueden volver a encontrar a tantos aos de distancia...!]", Gunon se ver obligado aafirmar, entre otras cosas: "[...] Por otra parte creen podernos incomodar evocando viejashistorias, de las cuales adems se querra dar la impresin que se refieren al presente (yahemos tenido la ocasin de poner en evidencia este modo de obrar fraudulento), y que nosdejan tan indiferentes como si no nos concernieran para nada; sera de nunca acabar sidebiramos atribuir alguna importancia a todos los grados o ttulos con los cuales nosgratificaron antao mltiples organizaciones, algunas de las cuales no existieron probablementesino por escrito; y, en cuanto a la que se nombra especficamente en esta circunstancia,

nosotros mismos la hemos caracterizado en uno de nuestros libros de manera nada halagea(Le Thosophisme, p. 244); somos nosotros, entonces, los que tenemos el derecho de decir:'En tal caso, a quin buscamos engaar?' Si hemos debido, en una cierta poca, penetrar entales o cuales ambientes, es por motivos que nos conciernen exclusivamente [...]. Si hemosrespondido favorablemente a ciertos pedidos de colaboracin (pedidos que nos fueronexpresamente dirigidos, y no 'infiltraciones' de nuestra parte, cosa que sera absolutamenteincompatible con nuestro carcter), cualquiera sea el lado de donde provinieran, esto estambin exclusivamente asunto nuestro; y, cuales hayan sido las publicaciones en las queaparecieron nuestros artculos, que esto haya sido 'al mismo tiempo' o no, hemos expuestosiempre exactamente las mismas ideas, que nunca hemos variado. No podemos tolerar que sediga que hemos 'combatido en apariencia' al espiritismo y al teosofismo, cuyos partidarios no

parecen en realidad temer a nadie ms; y en cuanto al polica annimo [que escribe estascosas] lo desafiamos a citar los 'escritos catlicos ortodoxos' que segn l habramos reseado

en Le Voile d'Isis (revista que no es 'ocultista', sino totalmente independiente) con 'sarcasmosde ideas y de principios' (sic), ya que no podemos suponer que se pueda tratar de laselucubraciones de sus cofrades de la R.I.S.S.!" [todas las cursivas son nuestras]23.

Y de qu manera esta enrgica protesta de Gunon pueda aplicarse a ciertas afirmaciones delmismo gnero emitidas a su vez por el "autor", quizs de un modo un poco ms encubierto, yque a continuacin se encontrarn en el "Documento", lo vern quienes se tomen el trabajo deexaminar este ltimo...

Pero de todas las declaraciones de Gunon en este sentido (es muy probable que existanotras), la ms significativa para nosotros sigue siendo aquella que constituye una larga notainsertada en el captulo "Sobre la Regularidad Inicitica" de Consideraciones sobre la

Iniciacin, nota que esta vez no es una respuesta a insinuaciones de individuos hostiles a susexposiciones doctrinales, sino una aclaracin que no admite discusiones sobre la naturaleza desus "investigaciones" juveniles, y que constituye sin ninguna duda su fruto definitivo, expresadoen pro de los especficos destinatarios elegidos de su obra (por otra parte, el "autor" se refiereposteriormente a dicha nota en el "Documento", como un punto neurlgico destinado a suscitarsus perplejidades jams resueltas del todo y a provocar hasta lo ltimo sus reacciones deindividuo afectado ntimamente en sus prejuicios de occidental moderno). El artculo en el cualse hallaba esta nota llevaba el mismo ttulo del actual captulo V de Consideraciones sobre laIniciacin y haba sido publicado en el n de Noviembre de 1932 de "Le Voile d'Isis"; en aquelmomento la nota no contena todava la alusin, presente en cambio en el libro, respecto de la"posible supervivencia de algn raro grupo de hermetismo cristiano del medievo". Ladeclaracin a la cual nos referimos es la siguiente y la citamos tal cual aparece en el artculo de

22

Cfr. Comptes Rendus, pp. 120-121.23tudes sur la Franc-Maonnerie et le Compagnonnage, t. I, pginas 196-197.

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P. Nutrizio (n 72 de "Rivista di Studi Tradizionali"), "Ren Gunon y las formas de la Tradicin":"Investigaciones que hemos debido hacer a este propsito [Gunon se refiere al texto delartculo, donde es cuestin de organizaciones pseudo-iniciticas] en un tiempo ya lejano [lacursiva es de P. Nutrizio], nos han conducido a una conclusin formal e indubitable quedebemos expresar aqu claramente, sin preocuparnos por los furores que puede llegar asuscitar en diversas partes: exceptuando el caso de la posible supervivencia de algn raro

grupo de hermetismo cristiano del medievo, de todos modos extremadamente reducido, es unhecho que, de todas las organizaciones con pretensiones iniciticas que estn difundidasactualmente en el mundo occidental, no hay ms que dos que, por decadas que estn a causade la ignorancia y de la incomprensin de la inmensa mayora de sus miembros, puedenreivindicar un origen tradicional autntico y una transmisin inicitica real; estas dosorganizaciones, que por otra parte, a decir verdad, no fueron primitivamente sino una sola,aunque con mltiples ramificaciones, son el Compaerazgo y la Masonera. Todo el resto no esms que fantasa o charlatanismo, cuando no sirve para disimular algo peor; y, en este ordende ideas, no hay invencin por ms absurda o extravagante que sea que no tenga en nuestrapoca alguna probabilidad de ser tomada en serio, desde las quimeras ocultistas sobre las'iniciaciones en astral' hasta el sistema americano, de intenciones principalmente 'comerciales',de las pretendidas 'iniciaciones por correspondencia'!".

Con lo que hemos dicho hasta aqu, y, ltimamente, citando sobre todo palabras de Gunonescritas en ocasiones aparentemente secundarias que algn lector puede haber pasado poralto, creemos haber aclarado suficientemente ciertos oscurecimientos creados por el "autor" enla parte introductoria de su "informe", lo cual no quita que en la obra principal de Ren Gunonhaya aspectos que bastan, por s mismos, para evidenciar con qu tipo de "preparacin" stese presentaba, a los veinte aos de edad, en aquello que estaba por convertirse en el campode su batalla proseguida durante toda su vida contra los "neoespiritualismos" de todo gneroy forma, o sea contra todos los aspectos del error doctrinal y del desequilibrio mental que acomienzos de siglo acechaban, hasta ese momento sin opositores dignos de tal nombre, lamentalidad de aquellos occidentales, que l saba que existan, y que no se contentabansolamente con rozar la "corteza" de la realidad manifestada.

Con tal motivo y para no alejarnos del tema que hemos tratado hasta ahora, nos parece tilsealar que, siempre sobre las "explicaciones" que, dentro de sus lmites, se da a s mismo el"autor", acerca de las modalidades de constitucin de la Ordre du Temple Rnov, steencuentra la manera de hacer una rpida referencia (en la p. 11 del "Documento") a un"Gunon quien ciertamente tena ya en esa poca algn conocimiento en materia de tradicinhind" y tambin de decir (p. 12) que "La lectura de 'L'Erreur spirite' deja la impresin de queGunon deba poseer un conocimiento 'tcnico' de este tipo de cosas [es decir de las 'fuerzas'que entran en juego en las as llamadas 'comunicaciones' espiritistas]"; y esto nada ms quepara aclararse principalmente a s mismo lo que poco antes haba dicho, esto es que "seradifcil de comprender que Gunon [...] hubiese tomado o parecido tomar, al menos por untiempo, la cosa en serio".

Ahora bien, cun vano puede llegar a ser el preguntarse, situndose desdeel exterior, cules

fueran las razones de tal comportamiento; cun inadecuado en el caso de L'Erreur spirite hasido el nivel de lectura del "autor"; y cun ridculamente limitativa la dimensin que, con estaspalabras, se atribuye al tipo de competencia de Ren Gunon en la materia, todo esto resultainmediatamente claro cuando se las compara con las siguientes afirmaciones de este ltimo,que por lo dems elegimos, al azar, de ese mismo libro:

"[...] En efecto, desde el momento que cierto gnero de hechos resulta posible, para nosotroscarece de inters que tal o cual hecho particular incluido en tal gnero sea verdadero o falso; lonico que puede interesarnos es saber cmo pueden ser explicados los hechos de ese orden, ysi obtenemos una explicacin satisfactoria, cualquier otra discusin nos parece superflua. Biensabemos que sta no es la postura del cientfico que acumula hechos para madurar unaconviccin, y que no cuenta ms que con el resultado de sus observaciones para construir unateora; pero nuestro punto de vista se halla muy alejado de este ltimo, y adems estamos

convencidos de que los hechos por s solos no pueden servir verdaderamente de fundamentopara una teora, ya que casi siempre pueden ser explicados tambin con teoras diferentes.

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Sabemos que los hechos de los que estamos tratando son posibles, porque podemosvincularlos a ciertos principios que nosotros conocemos; y dado que nuestra explicacin notiene nada en comn con la teoras espiritistas, tenemos el derecho de decir que la existenciade los fenmenos y su estudio son cosas absolutamente independientes del espiritismo"24.

Esto, para nosotros, responde ms que satisfactoriamente a la pregunta sobre qu tipo de

conocimiento de las doctrinas hindes deba tener Gunon cuando comenz a ocuparse del"neoespiritualismo"; luego, cul haya sido el conocimiento que, a consecuencia de ello, poseade la naturaleza de los fenmenos que constituyen el espiritismo como tal; cun distante steestuviese de aquel otro que, de tales fenmenos, tenan los "especialistas" de entonces (y dehoy) en la materia y cunto ste ltimo se asemejase asimismo a aqul hipotticamenteconcebido por el "autor" y que de su parte atribua a Gunon, bastar para establecerlo estaotra cita:

"Algunos hasta llegan a elogiar las 'experiencias metafsicas', sin darse cuenta de que layuxtaposicin de estas dos palabras constituye de por s una absurdidad; las concepciones deestos hombres estn tan limitadas al mundo de los fenmenos, que todo lo que est ms allde la experiencia para ellos no existe. Ciertamente, todo esto no puede sorprendernos, ya quees demasiado evidente que espiritistas y 'psiquistas' de las ms diversas categoras estn

sumidos, todos, en la ms profunda ignorancia sobre la verdadera metafsica, de la cual nisiquiera sospechan la existencia; pero nos place comprobar, cada vez que se nos presenta laocasin, cmo sus tendencias son las mismas que caracterizan propiamente al esprituoccidental moderno, dirigido exclusivamente hacia la exterioridad, en virtud de una monstruosadesviacin de la cual no se encuentra equivalente en ninguna otra parte. Los 'neoespiritualistas'podrn discutir todo lo que quieran con los 'positivistas' y los cientficos 'oficiales': su mentalidadno deja de ser, en el fondo, exactamente la misma [...]"25.

Y en qu medida el punto de vista de Ren Gunon, con respecto a "este gnero de cosas", seencontrara abismalmente (y no se trata para nada de nfasis hagiogrfico) distante del que el"autor" supone y le atribuye, a causa de que l mismo es quien estaba imposibilitado de teneruno distinto, es algo que viene puesto de relieve en este ltimo texto:

"En todo caso, queremos volver a decir, para concluir, que nicamente ponindose desde elpunto de vista de la metafsica se puede establecer absolutamente la falsedad del espiritismo;no existe otro modo para demostrar que sus teoras son absurdas, es decir que son una puraimposibilidad. Todo el resto no son ms que aproximaciones, razones ms o menos plausibles,

pero que nunca son rigurosas ni plenamente suficientes, pudiendo siempre prestarse adiscusin" [todas las cursivas son nuestras]26. Razones, stas, anlogas a las que deben dehaber suscitado en el "autor" todas las dudas que lo llevaron a sospechar, como est claro, queGunon entre otras cosas se haya arrimado al "affaire"de la Ordre du Temple Rnov poruna inconsciente y crdula aquiescencia a modos de pensar "espiritistas" o, ms en general,"neoespiritualistas" (y en todo caso "anticristianos").

Solamente que, para penetrar verdaderamente y no slo en teora "en la esfera de la

metafsica", cuya comprensin, como terminaba diciendo Gunon en nuestra ltima cita,"conlleva necesariamente, y de manera inmediata, el asentimiento y la certeza", es necesario"colocarse en las condiciones necesarias" (se lo leer ms tarde en Consideraciones sobre laIniciacin); y aqu se aplican al "autor" las consideraciones que Ren Gunon haca en laMetafsica Orientala este respecto:

"Lo que es metafsico como ya dijimos es aquello que se encuentra ms all y por encima dela naturaleza, y es por eso mismo precisamente aquello que es 'sobrenatural'.

24 Cfr. Errore dello spiritismo, parte I, cap. VI, pp. 79-80 (Rusconi Editore).

25Ibidem, parte III, cap. VIII, pp. 264-265.

26Ibidem, "Conclusione", pp. 388-389.

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"Pero aqu, indudablemente, se plantear una objecin: cmo es posible, de esta manera, irms all de la naturaleza? No titubearemos en contestar con toda claridad: no slo esto esposible sino que es as. Se dir, sin embargo, que sta no es ms que una afirmacin; qu

pruebas se pueden dar de ello? Es realmente extrao que se requieran pruebas de laposibilidad de un conocimiento en lugar de darse cuenta por s mismos poniendo toda laaplicacin que se requiere para adquirirlo" [la cursiva es nuestra].

A falta de un esfuerzo tal, si se quiere proseguir como quiera que sea en este terreno, al menostericamente, no hay ms que contentarse con la confianza; que, como pone en evidencia el"Documento", es justamente aquello de lo cual, a la postre, careci el "autor".

Nuestro temor de que la obra de Ren Gunon sea "vulnerable", aun si as fuera, teniendoalguna razn de ser en nuestras propias limitaciones, sera con todo mucho menor que el temorque sienten, frente a ella, los ambientes que para exorcizarla sostienen expedientes como ste,con los cuales tratan de desmentir, o al menos "minimizar", hasta las pocas apreciaciones nototalmente negativas que al correr del tiempo se les escapan involuntariamente a alguno deellos, en los trabajos que realizan; lo hemos encontrado en M.-F. James, Esotrisme etChristianisme autour de Ren Gunon, p. 213:

"Aunque el Padre De Grandmaison no se explique por qu [Gunon] haya omitido mencionartrabajos tan instructivos como Evolution of Mrs. Besant, and the methods by which Mr.Leadbeater..., publicado en Madrs en 1918, el nico verdadero punto discutible de esta obramayor que es Le Thosophisme [1921] le parece [ypour cause... agregaremos nosotros] ser laidea de la 'subordinacin constante del accionar de la Seora Besant a los planes imperialistasingleses en India'. De modo que l no duda en identificar [en Le Thosophisme] el equivalentehistrico (el nico que existe...) de la exposicin doctrinal del Padre Th. Mainage o. p. Principesde la Thosophie, aparecido en 1922"; y cuyo "ndice", se dice en una nota, "revela ttulos tanreveladores [sic] como 'El Dios de los Tesofos', o tambin, 'Teosofa y Religiones'". Seadvierte adems, en tal nota, que "una lectura atenta nos revelara, sin duda, [la cursiva esnuestra] un cierto nmero de ideas que se aproximan a los temas fundamentales de Gunon...como los destinos del universo, lo uno y lo mltiple, lo divino y lo finito, temas tocados all

sucesivamente [!!!]".

Aparte de remarcar aquel condicional "nos revelara", que es verdaderamente un toque dedistincin, dos preguntas solas:

1. Las ideas expuestas por R. Gunon son entonces combatibles slo por ser... expuestas porl?

2. Por qu Arch no prevee la publicacin de esta perla de "doctrina", algo que estosambientes puedan finalmente oponer a por lo menos uno de los trabajos de Gunon (y quenosotros tendramos el gusto de resear)?

Podemos estar de acuerdo sobre el hecho, que se nos podra objetar, de que el "autor" noestaba obligado a conocer esta cita de una correspondencia privada; pero es que no haba talvez podido leer (visto que dice haber tenido prontamente conocimiento de los fascculos de "LaGnose") el primer artculo de Gunon sobre el "Demiurgo"? Tal vez pensaba que semejanteescrito podra ser el fruto de una... enseanza ocultista?

III

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Antes de pasar a otros temas tratados en el "Documento", temas que por el modo de enfocarlosnos revelarn los particulares lmites del punto de vista intelectual del "autor", debemos anvolver sobre una cuestin que se relaciona con el pasado "juvenil" de Gunon, si bien se refierea hechos acaecidos a veinte aos de distancia de aquellos cuya aclaracin constituy lasegunda parte de este escrito; se trata del "affaire"deAsia Mysteriosa o de los "Polares", y elhablar de l nos ser til para clarificar sucesivamente cules resultan ser, si se los examina sin

prejuicios, el proceder y algunas de las finalidades de la actividad de Ren Gunon encircunstancias similares o anlogas, incluso precedentes. Adems, tal cuestin es una de lasque conjuntamente con aquella de la Ordre du Temple Rnov parecen haber atormentadoms al "autor", aun cuando el mismo material "pblico" que la obra de Gunon pona a sudisposicin habra sido suficiente para quitarle toda "duda" y para disipar toda "sospecha"; portal razn nos serviremos de dicho material para nuestras propias finalidades, sin que seanecesario recurrir a otros documentos de menor accesibilidad.

A comienzos de 1949, luego de que en "Etudes Traditionnelles" apareciera su resea delnmero especial de "Etudes Carmlitaines" dedicado a Satn (resea que finalizaba con laobservacin: "no es entre Memra y Metatrn que es 'necesario elegir', sino entre el esoterismoy sus falsificaciones ms o menos groseras"), Ren Gunon reciba un ataque a travs de unacarta "de ocho grandes pginas dactilografiadas, que desde el principio al fin, no [era] ms que

una coleccin de injurias increblemente groseras". Esta carta le haba sido enviada por el autorde uno de los artculos contenidos en el nmero en cuestin, un tal Frank-Duquesne, quien,irritado por el hecho de que Gunon, hablando de l, hubiera dicho entre otras cosas que "paracolmo de males llega incluso a hacer referencia a los 'Polares' y a su fantasmagrica AsiaMysteriosa", replicaba en la carta de este modo: "Pero quin ha suministrado el prefacio de

Asia Mysteriosa? Un tal Ren Gunon. Quin ha promovido a los 'Polares'? [seguan algunosnombres de personas que por discrecin R. Gunon no sealaba en su respuesta]27... y el Sr.Ren Gunon, quien no ha desdeado dedicarse a poner en marcha el pequeo mecanismo de'luz astral'. S, es justamente Ud. [] quien se interes en este jueguito 'psquico', por el cualyo, ciertamente, no me habra molestado! [la cursiva es nuestra]. Slo mucho ms tarde, enFebrero de 1931, Ud. rompi con sus 'Polares'".

Al responder a semejante agresin (mas no sin antes haber sealado que "El fin del pargrafoes demasiado repugnante, en el ms pleno sentido de la palabra, como para que podamostranscribirlo") Ren Gunon, pacientemente, prosegua:

"[...]; pero lo que precede exige una rectificacin, la cual ciertamente no nos causa el msmnimo apuro. Asia Mysteriosa fue publicado con tres prefacios, ninguno de los cuales esnuestro; es cierto, sin embargo, que nosotros tambin habamos escrito uno, que por otra parteslo contena observaciones genricas lo menos comprometedoras posible; pero nos habamoscomportado de este modo solamente para darnos tiempo a fin de esperar, sin llegar a rupturasdefinitivas, el resultado de cierta verificacin que queramos realizar, lo cual no significa quetuvisemos que poner en marcha ningn 'mecanismo' (ni mucho menos 'molestarnos', ya quehaban venido a buscarnos, y es por tal motivo que la ms elemental honestidad nos obligaba acomprobar seriamente la cosa antes de pronunciarnos de manera definitiva en uno u otro

sentido); siendo que tal resultado se revel negativo, simplemente retiramos dicho prefacio,acompaando [el retiro] con la prohibicin formal de que apareciera en el volumen, en el cualcualquiera puede constatar que no est. Esto no ocurri en Febrero de 1931 sino en el veranode 1929 (y en efecto, es hacia fines de ese ao que apareci Asia Mysteriosa); y ya desde1927 estbamos tan poco dispuestos a 'promover' a los 'Polares', que formalmente rehusamosparticipar en sus 'trabajos', ya que nunca hemos sentido la ms mnima aficin por lascomedias de la 'magia ceremonial' [la cursiva es nuestra], las cuales en ese momento sepresentaban de improviso como constituyendo la parte principal [de estos trabajos]. Como nosparece imposible que alguien sea tan inconsciente para aseverar, dirigindose justamente anosotros, [la veracidad] de hechos que nos conciernan y de los cuales conozca su falsedad,nos vemos obligados a concluir que tenamos sobrada razn cuando reprochbamos a F.-D. elcreer ciegamente todo lo que se le cuenta, por lo menos cuando esto pueda servirle paracorroborar su tesis; y podemos nuevamente volver en su contra una de las corteses frases que

27 Esta respuesta se encuentra ahora contenida en Comptes Rendus, pp. 206-207.

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tiene la audacia de dirigirnos: 'En cuanto a dejarse embaucar... indudablemente, s, Ud. se dejaembaucar a menudo'".

Si se confronta este pasaje de los Comptes Rendus de Ren Gunon de 1949 con lasexpresiones con las que el "autor" presenta en su "Documento" el episodio del "Oracle de forceastrale", no se puede evitar (en especial despus de haber ledo las expresiones con las cuales

Gunon indica el tipo de conocimiento que tena de las doctrinas hindes, ya desde los inicios,y que nosotros hemos citado en la segunda parte de este estudio), no se puede evitar,decamos, salvo por el tono, el constatar una impresionante concomitancia de punto de vista defondo entre Frank-Duquesne y el mismo "autor", y esta es una de las razones (se encontrarotra en la nota 29) que nos han inducido a insistir sobre el tema; veamos entonces cmopresenta el episodio este ltimo (p. 13 del ejemplar impreso que tenemos en nuestras manos):

"Lo que me impide aceptar sin reservas la idea de que el 'affaire'de la 'Ordre du Temple'hayasido provocado por Gunon [esta es una de las tantas elucubraciones contenidas en el'Documento'], es el inters que dedic a un asunto que, veinte aos despus, se present deuna manera bastante anloga y en el cual, seguramente [cursiva nuestra]28, no tuvo nada quever. Me refiero al 'affaire'del Oracle de force astrale, al cual Chacornac[-Reyor] ha dedicado laspginas 90-2 de su libro. Quien lo desee puede leerlo all. Lo que quiero decir, es que se

encuentra o vuelve a encontrarse en Gunon, en 1928-1929, esa idea de que un centroespiritual y ms especialmente el 'antiguo centro reencontrado de la tradicin occidental'29

pudiese, a falta de otras vas, manifestarse en este caso a travs de procedimientos ms omenos anlogos a los del espiritismo y de la magia" [la cursiva es nuestra].

Esta ltima afirmacin constituye, a nuestro modo de ver, una de las maneras ms falsas depresentar las cosas que contenga este "Documento", y, en resumen, una de las ofensas msinjuriosas que se pudieran acarrear contra R. Gunon y la doctrina que ha expuesto; paraconvencerse de ello basta remitirse repetimos a cuanto hemos referido en la segunda partede este artculo, acerca del tipo de conocimientos que posea Ren Gunon cuando comenz acombatir el "neoespiritualismo"30. Adems, ya en 1931, en el n de Enero de "Le Voile d'Isis"("Les livres", pp. 125-6) Gunon haba proporcionado explicaciones ms que exhaustivas sobre

el"affaire"

de los "Polares", explicaciones que por consiguiente ser oportuno citar aqu,aunque se superpongan pero slo parcialmente con las que recin hemos visto; asimismonos servirn para descubrir verdaderas falsificaciones del texto, algunas de las cuales poromisin, perpetradas ya por el "autor", al citarlo, en La Vie simple (de la cual era coautor conChacornac):

"Disponemos de los primeros nmeros del 'Bulletin des Polaires', que ha comenzado suspublicaciones en Mayo pasado; los contenidos son absolutamente insignificantes, y si este es elresultado de comunicaciones con 'grandes iniciados' del Himalaya o de otros lugares,realmente da pena. Ni siquiera nos habramos ocupado si no hubiramos sabido que en esta

28 Por otra parte, cabe preguntarse si las "seguridades" del "autor" en este campo, correspondan a algoque no fuesen sus propias presunciones...

29 Contrariamente a lo que podra parecer, la frase puesta entre comillas que se encuentra en el"Documento", no es de ningn modo de R. Gunon, sino de M. Vlsan, y se halla en el artculo escrito poreste ltimo para el nmero especial de "Etudes Traditionnelles" dedicado, en 1951, a la muerte deGunon. De aqu se ve como la suma de dos elucubraciones (porque tales son ambas) puede dar origena confusiones y falsificaciones casi inextricables, sobre todo cuando estos argumentos sean encaradospor un lector que no est al corriente de todos estos manejos...

30 Por otra parte, esta interpretacin aberrante sobre los modos de "obrar" de Ren Gunon en tal materiaaqu no hace ms que confirmarse y repetirse, ya que en la pgina precedente el "autor", considerando lahiptesis, absolutamente gratuita, de que haya sido el mismo Gunon quien provocara "a distancia" lapropia convocacin, en el momento de la formacin de la Ordre du Temple Rnov, ya haba dicho: "Si seretiene por un instante la hiptesis que acabo de considerar [!], puede uno preguntarse qu habra podidoincitar a Gunon a provocar la formacin de una organizacin que a pesar de todo es preciso calificar

como pseudo-inicitica [la cursiva es nuestra], despus de sus experiencias en las formaciones dePapus".

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http://www.geocities.com/~symbolos/s21abal3.htm#n29http://www.geocities.com/~symbolos/s21abal3.htm#n29


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organizacin existe una molesta tendencia a recurrir a nuestro nombre para instigar a laspersonas que se quieren atraer, lo cual nos obliga a efectuar una rectificacin. En efecto,hemos seguido por un tiempo las manifestaciones del mtodo adivinatorio llamado 'orculo defuerza astral' en una poca en la cual no se hablaba en absoluto de formar un grupo fundadosobre las 'enseanzas' obtenidas por este medio; dado que se trataba de cosas que parecanms bien enigmticas, buscamos aclararlas haciendo preguntas de carcter doctrinal, pero

obtuvimos slo respuestas vagas y evasivas, hasta que una ulterior pregunta produjofinalmente, tras largo tiempo pese a nuestra insistencia, una incongruencia evidente; desdeentonces supimos qu debamos pensar del valor inicitico de 'los hipotticos inspiradores'[Chacornac-Reyor reporta: 'las hipotticas inspiraciones'], nico punto de toda la cuestin quenos interesase saber. Si recordamos bien, es precisamente en el intervalo transcurrido entreesta ltima pregunta y la correspondiente respuesta, cuando se habl por primera vez deconstituir una sociedad decorada con el extravagante nombre de 'Polares' (si bien se puedehablar de 'tradicin polar' o hiperbrea, no se puede, sin caer en el ridculo, atribuir dichonombre a individuos, los cuales, por lo dems, no parecen conocer de esta tradicin ms que loque nosotros mismos hemos dicho en nuestros diversos trabajos); no obstante las numerosasexhortaciones, hemos rechazado formalmente [adverbio omitido en La Vie simple] no sloformar parte de la misma sino tambin aprobarla y apoyarla de cualquier modo que sea, tantoms cuanto que las reglas dictadas por el 'mtodo' contenan puerilidades increbles. Despus

de lo cual nos hemos enterado de que las pocas personas serias que haban dado su adhesinal comienzo, no haban tardado en retirarse; y no nos sorprendera que todo termine por caeren el espiritismo ms vulgar31. Lamentamos que algunas de las ideas que hemos expuesto enEl Rey del Mundo se hayan visto involucradas en este episodio, pero nada podemos hacer; enlo que respecta al 'mtodo', si se ha ledo bien lo que hemos escrito en este nmero sobre la'ciencia de las letras'[el ltimo elemento de la frase, que da una idea clara de la naturaleza delo que se trata, est omitido en La Vie simple], no habr dificultad en comprender que no setrata ms que de un ejemplo de aquello en lo que pueden llegar a convertirse fragmentos de unconocimiento real y serio en poder de gente que se ha adueado del mismo sin comprendernada" [las cursivas son nuestras].

Aparte las "ablaciones" dolosas que hemos sealado, las cuales lejos de ser insignificantesconcuerdan bien con lo que slo pocos aos despus ser el espritu del "Documento", casi

todas estas aclaraciones de Gunon como recuerda el mismo "autor" se hallaban incluidasen La Vie simple de Ren Gunon, lo que de todos modos deja entrever cmo, hacia el 1958,ste todava se cuidaba de indicar, por lo menos a sus lectores, acerca de los modos de obrar"juveniles" de Gunon, una explicacin ms conforme a sus verdaderas motivaciones queaquella que, poco a poco, deba "apoderarse" de l andando el tiempo32.

En la nota correspondiente a la precedente llamada hemos aludido a la continuidad y a lacoherencia de pensamiento que caracterizan toda la obra de Gunon, ya a partir de sus

31 Esta ltima frase, que ms clara no podra ser, no aparece en La Vie simple de Ren Gunon (ni estsustituida por puntos suspensivos), y no se puede dejar de ver cmo ella se halla en perfecta anttesis conla monstruosa afirmacin del "autor" segn la cual "se encuentra o vuelve a encontrarse [en Gunon] ,en 1928-1929, esa idea de que un Centro espiritual [...] pudiera, a falta de otras vas, manifestarse en este

caso a travs de procedimientos ms o menos anlogos a los del espiritismo y de la magia". Como obrade autntica falsificacin es insuperable!

32 De esta ltima comprobacin pensamos que vale la pena destacar, entre otros sntomas consonantesesparcidos por todo el "Documento", cmo "el autor", tratando de la colaboracin de Ren Gunon en "LaFrance Anti-Maonnique" (p. 14 de nuestro ejemplar impreso), juzga que su comportamiento eracontradictorio y excntrico, porque hablaba de esoterismo en un lugar impropio; esta era, en efecto, diceel "autor" "una revista, o ms bien un peridico, ultracatlico, que tena como finalidad combatir todos losocultismos y sociedades secretas [como si las ideas que Gunon expresaba tuvieran algo que ver conestas dos categoras de 'pensamiento'...], ledo en las parroquias y sacristas", y el hecho de que Gunontratara all de tales argumentos lo deja "perplejo". Olvida, sin embargo, cul sera en ese entonces elestado intelectual del ambiente en el que Gunon comenzaba a escribir, y cul sera por consiguiente suobjetivo inicial: el de "[...] dar al menos, a quienes sean aptos, [...] la ocasin de desarrollar sus facultadeslatentes", superando ante todo "la primera dificultad", que era la "de llegar a aquellos que poseen tales

cualificaciones y tal vez no suponen mnimamente cules son sus posibilidades" [ Oriente y Occidente, p.147]; y stos podan hallarse, literalmente, dondequiera.

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primeros escritos, incluso aquellos que firm con otros nombres33 y que aparecan enpublicaciones que obedecan a tendencias diversas ("La Gnose", "La France Anti-Maonnique","Regnabit", etc.); en la p. 12, el "autor" pone en discusin tal continuidad y coherencia sobre elmismo plano teortico (ms tarde sern decididamente puestas en duda tambin sobre el planoprctico) al menos en dos ocasiones contiguas que merecen ser examinadas atentamente,tanto ms cuando en uno de los casos el tema ha sido recogido por M.-F. James en el libro que

frecuentemente hemos citado. El prrafo al que nos estamos refiriendo es el siguiente, y tienenuevamente por objeto la Ordre du Temple Rnov, pero no tanto en sus modos de operacin,sobre los cuales no volveremos, sino ms bien en cuanto a sus fundamentos ideolgicos: "Sedebe notar, sin embargo, que ideas que nos chocan profundamente, como aquella de lavenganza templaria contra la Iglesia y la monarqua, no eran juzgadas del mismo modo por elGunon-Palingenius de los aos 1908-1909, un Gunon que consideraba a las religiones como'desviaciones' (y no como adaptaciones) de la tradicin y que, en particular, era hostil a laIglesia. Ms tarde, en 1929, enAutoridad espiritual y poder temporal, hara recaer sobre Felipeel Hermoso toda la responsabilidad del drama templario y exonerara al Papado, perociertamente no pensaba as veinte aos antes".

En la primera parte de este pargrafo el "autor", en su examen superficial de la doctrinaexpuesta por R. Gunon, simplemente olvida sopesar cul era la ocasin para la que ste

escribi Autoridad espiritual y poder temporal, ocasin que requera asumir una posicinexplicativa a favor de la supremaca jerrquica de la autoridad espiritual, representada enOccidente por la Iglesia, sobre el poder temporal, de cualquier modo que estuvieserepresentado. Olvida a su vez que la expresin de la "venganza templaria" (de la cual Dante sehizo intrprete en la Divina Comedia en cuanto representante de una organizacin inicitica),era pronunciada y esto vale tambin para la recuperacin de la misma por parte de los "altosgrados" del Escocismo masnico cosa de la cual parece quejarse el "autor" en nombre de un"poder" superior ya sea al de la autoridad espiritual exotrica como al del poder temporal. Porotra parte, el mismo pasaje deAutoridad espiritual y poder temporalal que se refiere el "autor",no significa en absoluto, ni aun literalmente, lo que l pretende mostrar, y Gunon en l nointenta para nada "hacer recaer sobre Felipe el Hermoso toda la responsabilidad del dramatemplario exonerando al Papado", sino algo muy diferente, y distinguir, para el Cristianismo, laresponsabilidad de los errores de los hombres que componen su organizacin oficial exterior,

de la autoridad de la doctrina tradicional que ellos, con sobrado desconocimiento, representan.En consecuencia es mximamente oportuno considerar aqu qu es lo que efectivamente diceRen Gunon [Autorit spirituale e potere temporale, pp. 71-3]:

"Por motivos que sera demasiado largo exponer aqu [...], consideramos que el punto departida de la fractura [del mundo occidental con su propia tradicin] estuvo caracterizadoclaramente por la destruccin de la Orden del Temple; recordaremos solamente que esta ltimaconstitua de algn modo un enlace entre Oriente y Occidente, y que en el mismo Occidenteconstitua, por su doble carcter religioso y guerrero, una suerte de mediador entre lo espiritualy lo temporal; antes bien, tal doble carcter hasta se podra interpretar como el signo de unarelacin ms directa con la fuente de los dos poderes.

"Quizs podra intentarse objetar que esa destruccin, aun cuando querida por el rey deFrancia, no obstante fue llevada a cabo de acuerdo con el Papado. La verdad es que ella le fueimpuesta al Papado, lo cual es bien distinto; de tal manera, invirtiendo las relaciones normales,el poder temporal comenz desde entonces a servirse de la autoridad espiritual para sus finesde dominio poltico. Se dir tambin que si la autoridad espiritual se dejaba subyugar hasta talpunto, no era ms lo que deba ser y sus representantes ya no tenan plena consciencia de sucarcter trascendente; ello es cierto y por lo dems explica y justifica, ya en aquella poca, lasinvectivas a veces violentas de Dante; pero queda el hecho de que, frente al poder temporal, la

33 Evitamos servirnos del trmino "seudnimos", habitualmente usado en estos casos, recordando que elmismo no puede ser aplicado sin precaucin al de Ren Gunon, quien, en una carta fechada 17 de Juniode 1934, deca a tal propsito: "Todas las veces que me he servido de esta manera de otras firmas,existan razones particulares para hacerlo, y esto no debe ser atribuido a R. G., [por cuanto] semejantes

firmas no eran simplemente 'seudnimos' a la manera 'literaria' sino que representaban, por decirlo as,'entidades' realmente distintas".

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Iglesia era, no obstante todo, la autoridad espiritual, y el poder temporal reciba de ella supropia legitimidad".

Estas palabras bastan para ver que el modo como el "autor" percibe el punto de vista deGunon sobre la relacin entre la autoridad espiritual y el poder temporal es como mnimoparcial, o mejor todava "simplista"; pero puede asumir sin ms ni ms (e inexplicablemente) las

semblanzas de la mala fe34 cuando el texto de Autoridad espiritual y poder temporalprosigueas: "Por consiguiente es necesario distinguir cuidadosamente lo que puede ser una autoridadespiritual en s misma, en tal o cual momento de su existencia, y sus relaciones con el podertemporal; el segundo problema es independiente del primero, que concierne solamente aaquellos que ejercitan funciones de orden sacerdotal o que estaran normalmente cualificados

para desarrollarlas;e incluso si la autoridad espiritual, por culpa de sus representantes, hubieraperdido totalmente el 'espritu' de su doctrina, el solo hecho de conservar el 'depsito' de la'letra' y de las formas exteriores, en las cuales tal doctrina est de algn modo contenida,continuara asegurndole la potencia necesaria y suficiente para ejercitar vlidamente susupremaca sobre lo temporal; tal supremaca, en efecto, se halla nsita en la esencia misma dela autoridad espiritual y le pertenece hasta tanto ella subsista regularmente, por ms disminuidaque pueda estar: la mnima partcula de espiritualidad ser todava incomparablemente superiora todo aquello que pertenece al orden temporal.

"De esto resulta que, mientras la autoridad espiritual puede y debe siempre controlar al podertemporal, no puede, al menos exteriormente, ser controlada por nadie; por sorprendente quepueda resultar una afirmacin semejante a la mayora de nuestros contemporneos, notitubeamos en declarar que ella no es sino una verdad incontestable".

Pero lo que aclara definitivamente toda la cuestin, y "justifica", en Dante y en aquellos quecomo l se han servido del mismo, el recurso tradicional a la idea de "venganza templaria"frente a aquellos que deban ser los exponentes humanos de la autoridad espiritual occidental yhan faltado a su deber, son las consideraciones que Ren Gunon introduce con una notadespus del inciso "al menos exteriormente" de la ltima frase citada:

"Esta reserva concierne al principio supremo de lo espiritual y lo temporal, el cual est ms allde todas las formas particulares, y cuyos representantes directos tienen evidentemente elderecho de control sobre ambas esferas; pero la accin de este principio supremo, en el estadoactual del mundo, no se ejercita visiblemente, por lo cual se puede decir que toda autoridadespiritual aparece exteriormente como suprema, aun cuando sea solamente, como la habamosdenominado antes, una autoridad espiritual relativa, e incluso si, como en este caso, ella haperdido la llave de la forma tradicional de la cual debe asegurar su conservacin" [todas lascursivas son nuestras]35.

34 Decimos "inexplicablemente" porque se trata de una mala fe en cierto sentido hasta masoquista, almenos en lo que atae a las finalidades perseguidas por el "autor" a lo largo de todo el "Documento",finalidades que en uno de sus aspectos no pueden ser definidas sino como una "defensa" ms o menos

encubierta del punto de vista particular de los exoteristas occidentales exclusivos.

35 Si alguien objetara que la "venganza" en cuestin no puede ser vlidamente invocada en virtud de loque el mismo Gunon dice de la "accin de este principio supremo", la cual, "en el estado actual delmundo, no se ejercita visiblemente", se le puede contestar que segn las mismas palabras que Dante lehace decir a Hugo Capeto en el Purgatorio (XX, 94-96) ella se encuentra escondida y contenida en elarcano del Principio:

O Signor mio, quando sar io lietoA veder la vendetta, che, nascosa,Fa dolce l'ira tua nel tuo segreto?[Oh Seor mo!, cuando tendr el gocede advertir la vindicta que, escondida,en tu arcano tu ira dulcifica? (Trad. Angel Battistessa, Asociacin DanteAlighieri, Buenos Aires) Ndt].

Invectiva que, como dice el mismo Gunon en L'Esotrisme de Dante, "contiene, literalmente, el NekamAdonaide los Kadosch templarios".

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La segunda circunstancia de que hablbamos, en la cual se pone en duda la continuidad de lasideas expresadas por Ren Gunon en el curso de su obra, es aquella indicada por el "autor"con las palabras "un Gunon que consideraba las religiones como 'desviaciones' (y no comoadaptaciones) de la tradicin y que, en particular, era hostil a la Iglesia". Ya hemos visto qu eslo que cabe pensar realmente de esta ltima afirmacin al tratar poco ha de la "venganzatemplaria", tema sobre el cual las ideas expuestas por Gunon se hallan en perfecta

conformidad con la actitud de Dante, exponente medieval occidental del punto de vistaesotrico e inicitico y por lo tanto superior a aquel simplemente exotrico. En cuanto al hechode que "el autor" seale en las exposiciones de Gunon una discontinuidad de perspectivasacerca del "estatuto" que debe atribuirse a las formas tradicionales meramente religiosas, yahemos tenido la oportunidad de tratar este tema en el segundo de los artculos dedicados a las"Nuove tecniche di attacco all'opera di Ren Gunon", habiendo constatado entonces unaactitud idntica en M.-F. James, quien la exhiba valindose de las mismas palabras del "autor"(en aquel tiempo no podamos, en ausencia de una indicacin explcita, pensar en cualquierparentesco con el "Documento confidencial indito"). Considerada la importancia de la cuestin,para confutar el error nsito en esta falsa presuncin, al fin de cuentas lo mejor que

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De Un Documento Confidencial Inedito (Guenon)

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