Inclusion y Diversidad ¿Repensar la Democracia?

8/3/2019 Inclusion y Diversidad Repensar la Democracia?

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Inclu in y div r id d: r p n r l d mocr ci ?

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InclusIn y dIversIdad:repensar la democracIa?

Wol g ng M rk l

L opinion r f j n t ocum nto lo vincul n lutor y no n c ri m nt l Fun cin Ideas.

02/2009DD

DOCUMENTOS DE DEBATE


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Wolfg ng M rk lDD02

Public cion d l Fund cin IDeas p r l Progr o

Informes: son anl s s de mayor e tens n llevados a cabo por equ pos de c en cos y e pertos en los quel Fun cin Ideas re eja su pos c n.

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Wolfg ng M rk l es D rector del Centro Berln de Inves gac n en C enc as Soc ales(WZB), Profesor de C enc as Pol cas en la Humboldt-Un vers tt zu Berl n y m embro delconsejo asesor del M n ster o Federal alemn de Cooperac n Econm ca y Desarrollo.As m smo es m embro del Com t C en co de la Fundac nIdeas .

e t ocum nto h l bor o n l cont xto l conf r nci Progr o Glob l Hac a un Nuevo Pacto Global organ zada por la Fundac n Ideas y elCenter for American

Progress , celebrada en Madr d en octubre de 2009.


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La d vers dad, en m op n n, es el desa o que plantean unas soc edades cada vez msheterogneas; m entras que la nclus n podra ser la respuesta del s stema pol co ad cho desa o. S estoy en lo c erto, debemos preguntarnos s la democrac a madura,tal y como la conocemos, s gue ofrec endo todos los pr nc p os, ns tuc ones y actoresnecesar os para nclu r la v eja y la nueva d vers dad de nuestras soc edades y denuestra c udadana. En caso contrar o, s tendramos que repensar la democrac a. S nembargo, se trata de una pregunta y no de una a rmac n. Y por eso he aad do un

nterrogante al nal del tulo.

Pero en este caso, una ser e de preguntas d c les nos llevan a plantear otraspreguntas. Qu es la d vers dad? A qu po de d vers dad nos estamos re r endo?Por qu y cmo cons tuye la d vers dad un desa o para la democrac a? Se tratade un desa o para la democrac a en s, o slo para determ nadas formas, pr nc p os,proced m entos e ns tuc ones democr cas? Y qu s gn ca nclus n? Qu posde den dades, deologas e ntereses d versos pueden reclamar con leg m dad quese los ncluya en la democrac a y qu ns tuc ones, proced m entos y agentes son losms aprop ados para hacerlo? Cules son las consecuenc as para la democrac a yqu s gn ca para la estab l dad y la cal dad de sta?

No pretendo tener repuesta a todas estas preguntas. Lo que qu ero hacer es trazarun mapa cogn vo que puede resultar l para s tuar todas estas preguntas sueltas

ntro un m rco m coh r nt , qu no p rmit r conoc r y xplor r ldependenc as e nterdependenc as norma vas y empr cas de estas preguntas. Elmapa cogn vo constar de c nco pasos:

1 e t ocum nto l prim r v r in un proy cto n cur o qu irvi como t xto b p r l pon nci

efectuada en el IX Congreso de la Asoc ac n Espaola de C enc a Pol ca y de la Adm n strac n (AECPA):Repensar la democrac a: nclus n y d vers dad, en sep embre de 2009 en Mlaga.


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1. Pr mero, de n r lo que es la d vers dad y trazar las fronteras de su

terr tor o.

2. A con nuac n, qu s era deba r por qu y en qu sen do la d vers dadcons tuye un desa o para la democrac a.

3. Despus e plorar el s gn cado de la nclus n, qu formas de d vers dadpueden o deben o no deben nclu rse en el juego democr co.

4. Qu pr nc p os, proced m entos e ns tuc ones son los ms adecuados para

abordar la d vers dad y la nclus n.

5. Y, por l mo, nos preguntaremos s (realmente) es necesar o que repensemosl mocr ci .


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2d f i i t z

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S buscamos de n c ones o ar culos sobre la d vers dad en los l bros de te to desoc ologa, slo encontraremos unas cuantas anotac ones, fundamentalmente bajola e queta de heterogene dad. En los manuales de loso a, la d vers dad se abordafundamentalmente en el conte to de las cas d versas o de la d vers dad y losdesacuerdos. No he encontrado n una sola anotac n o captulo sobre el conceptode d vers dad en los manuales de c enc as pol cas. Probablemente, donde ms

bor t trmino n lo lxico ntropolgico , un gn ro lit r rio qu

del beradamente no he consultado para este documento.

La d vers dad est lg camente v nculada a la den dad. Slo s e sten den dadesclaramente d scern bles en la soc edad podremos hablar de la d vers dad, que re ejael un verso soc al de d chas den dades d ferentes. Las personas enden a descr b rsu den dad d s ngu ndose de los dems, en modos cada vez ms d versos por loque atae a las soc edades modernas: desde la clase, el gnero, la raza, la etn a, lalengua, la rel g n, la or entac n se ual, etc. D chas den dades no son en absolutomutuamente e clus vas, s no que coe sten bajo d s ntas comb nac ones y formas enlas soc edades mul culturales complejas y en los Estados nac n. Aunque las personasse de nan predom nantemente como trabajadores, mujeres, o musulmanes, estasauto- den cac ones enden a superponerse y acumularse.

La d vers dad descr be la complej dad soc ocultural y la d ferenc ac n de las estruc-turas soc ales en las soc edades modernas. S n embargo, los usos del trm no o delconc pto iv r i no on uniform , l mi mo mo o qu t mpoco tn cl rlas d ferenc as o s m l tudes de los trm nos relac onados. Antes de que el trm no sepus era de moda en las c enc as soc ales y en la loso a, su conten do se as m laba


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a la heterogene dad o a la plural dad. S n embargo, parece que la d vers dad susc ta

elementos de confrontac n ms fuertes que el trm no heterogene dad. Tampocoest del todo clara la relac n con el concepto de d v s n. Podra sostenerse, y loharemos, que la d vers dad de las soc edades es espec almente per nente cuandoest pol zada, mov l zada y organ zada. Las d v s ones pueden ser, aunque no nece-sar amente, consecuenc a estructural de las soc edades d versas. Esto s gn ca quedebemos d ferenc ar entre la d vers dad, entend da como mb to de den dades so-c oculturales descr p vas, y la d vers dad como grupos pol camente mov l zados. Entrm nos mar anos, podemos hablar de en dades soc ales en s m smas y paras m smas. Las clases soc ales o las den dades soc oculturales slo cons tuyen undesa o potenc al para el orden pol co en general, y para las democrac as en par cu-

lar, s se conv erten en grupos con conc enc a prop a capaces de actuar pol camentepara su prop o b en.

Las formas ms relevantes de den dades d versas en las complejas soc edadesmodernas pueden lustrarse a par r del s gu ente d agrama: Figura 1. Las formas ms relevantes de iden dades diversas en las sociedades modernas

Clasesocial

G nero

OrientacinSexual

Religin

Gruposraciales

Identdad

tnica

Lengua

Diversidaddentro de

las naciones

Fu nt : l bor cin propi


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Con el n de ordenar la enumerac n de las d vers dades potenc ales en las soc edades

complejas, vamos a organ zarlas en torno a tres pos deales de d v s ones: lasivi ion b n lo int r , l ivi ion b n l i olog y l

d v s ones basadas en la den dad (vase O e 2003:157 f.).

L divi ion b d n lo int r tn r l cion con l control y ld str buc n de los recursos y son p cas de los con ctos de clase. La sab duracomn cons dera que estos con ctos d str bu vos son los ms fc les deresolver s no enen races en con ctos deolg cos. S el con cto puede

ns tuc onal zarse a travs de un Estado de b enestar- scal justo, apoyado porun juego econm co de suma pos va, el con cto sobre la d str buc n de los

recursos puede procesarse pac camente dentro del marco ns tuc onal de lasdemocrac as l berales o soc ales.

L divi ion b d n l id olog suelen ser ms d c les de resolver.Las deologas son doctr nas e haus vas que e ponen en detalle los valores,derechos y deberes adecuados y deseables. Estas doctr nas deolg case haus vas a menudo mp den que los adeptos de las d s ntas deologas lleguena un acuerdo sobre proced m entos e ns tuc ones comunes para negoc arsus con ctos sobre derechos y deberes. Estos con ctos se plasmaron en elp o con l octrin m rxi t y n l ctu li con l fun m nt li mo

rel g oso.

Las divisiones basadas en la iden dad son las ms d c les de resolver. Lase genc as p cas de estos con ctos son de reconoc m ento y, por cons gu ente,de otorgam ento de derechos espec cos de grupo para las m noras rac ales,tn cas o l ngs cas. Dentro de una comun dad pol ca, la mayora puederesponder otorgando d chos derechos, pero a menudo pre ere la as m lac no ncill m nt l plur li in ivi uo iv r o , i n o to o ciu no

guales de la m sma nac n (republ cana) o comun dad pol ca. En este punto,los soc logos y e pertos en c enc as pol cas de la corr ente dom nantesos enen que las den dades y el reconoc m ento son d c les de negoc ar yque, por lo tanto, los con ctos de den dad amenazan con desembocar enluchas ntrans gentes.

Los tres pos de d vers dad son pos deales. En real dad, estos con ctos de podeal pocas veces e sten. A menudo se superponen, se acumulan o se entrecruzan

a travs de d s ntas den dades. Los con ctos de clase tamb n pueden polar zarsedeolg camente a falta de crec m ento econm co o/y s las clases ms bajas

cues onan la jus c a de las normas d str bu vas fundamentales. Los con ctos


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deolg cos y los con ctos basados en la den dad no slo se con guran en torno a los

derechos y el reconoc m ento, s no tamb n en torno a los recursos y a su d str buc n.Esta superpos c n podra suger r que d chos con ctos son ms fc les de resolverde lo que se deduce de la p ca lucha por un po deal de reconoc m ento, pero aveces se s gue al mentando el con cto de reconoc m ento a travs de la bsquedade recursos or entada a una elecc n rac onal.

En la teora de la modern zac n de los aos c ncuenta y sesenta, de Parsons aL pset, Dan el Bell y Sam Hun ngton (en su etapa n c al), se pred jo el decl ve, sno la desapar c n, de estos rasgos de las soc edades trad c onales. Las d v s onespr mord ales y atr bu vas rac ales, tn cas y rel g osas se deb l taran y sus den dades

asoc adas quedaran ntegradas en una soc edad moderna y en un s stema pol cola co basado en valores un versal stas (l berales!). El con cto dom nante de lassoc edades modernas sera la d str buc n de los recursos econm cos. Incluso estalucha d str bu va quedara ns tuc onalmente atenuada por los derechos soc ales (T.H. Marshall) en la era post- deolg ca (Bell) por ven r. C nco dcadas despus de estaspred cc ones la cas de la teora de la modern zac n, tenemos que reconocer que hanresultado estar absolutamente equ vocadas. Esto es c erto a escala mund al, perotamb n en el caso de las soc edades post- ndustr ales avanzadas. Los tres con ctosvu lv n t r pr nt n l oci mo rn ctu l :

El con cto de clase parece haber reaparec do despus de dos dcadas depol cas neol berales y de red str buc n de la r queza de abajo arr ba. Lasorgan zac ones, poderosas en su da, de la clase trabajadora (s nd catos ypar dos de la clase trabajadora fuertes) han perd do drs camente su capac dadde representar e cazmente los ntereses colec vos de los trabajadores de losestratos ms bajos. Segn de ende con rmeza Col n Crouch (2004), sta esla razn por la cual la mayora de las democrac as de la Organ zac n para laCooperac n y el Desarrollo Econm co (OCDE) estn adentrndose en unaetapa post-democr ca.

L r ligin h r urgi o n l oci mo rn : to n l ocide los Estados Un dos, con la refundamental zac n de sus denom nac onesevangl cas, y en la m grac n del Islam a las comun dades la cas o cr s anasde Europa.

Desde los aos setenta, los Estados nac n de Europa han presenc ado uncrec ente renacer de las den dades tn cas pr mord ales, de D namarca aEspaa y de Franc a a los Balcanes. El otorgam ento de d s ntos pos de


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r cho icion l , como lo r cho grupo o tr n f r nci , no

cons gu eron moderar el con cto potenc al, s no que ms b en parece que lontens caron.

No e ste una e pl cac n comn de por qu estos tres pos de con ctos de lad vers dad no se han resuelto, s no que se han ntens cado en las tres l masdcadas. La reapar c n del con cto de clase y el renacer de la soc edad de clases

n europ b n fun m nt lm nt l igu l c l r lo r cur osoc oeconm cos, mpulsada por la global zac n, el predom n o del neol beral smo yel desencanto respecto al Estado regulador. La cues n rel g osa ha vuelto a emergeren Europa, fundamentalmente porque las mayoras cr s ana y la ca y sus gob ernos

se muestran re centes a la hora de otorgar a las m noras nm grantes musulmanaslos m smos derechos y el m smo reconoc m ento de los que goza la mayora cr s ana.In p n i nt m nt i to o no v r , lo gobi rno , y n m yor m i ,gran parte de la soc edad mayor tar a, jus can sus re cenc as al reconoc m entosobre la base del supuesto ncumpl m ento de los derechos cons tuc onales bs cos,como la gualdad entre hombre y mujer, por parte de determ nadas trad c onesculturales. Adems, una parte cons derable de la nm grac n musulmana no reconocelos derechos n los valores espec cos de las soc edades de acog da. Como resultado

llo, m nu o lo inmigr nt no rroll n l lt p r con u nu vcomun dades pol cas. S es que llega a darse, el apoyo a las democrac as l beralespor parte de ese po de nm grac n es, en el mejor de los casos, nstrumental. Ad ferenc a de lo que ocurre con la cues n rel g osa, muchos gob ernos europeosestaban d spuestos a sa sfacer las e genc as de gualdad de derechos y de derechosad c onales por parte de las m noras tn cas autctonas. En los casos en que d chasm noras estaban b en organ zadas, d sponan de recursos cons derables o de unpotenc al (v olento) de chantaje, los gob ernos centrales tamb n aceptaban latransferenc a terr tor al.

Es nteresante observar que, m entras los tres pos menc onados de d vers dad sehan agravado durante las tres l mas dcadas en muchos Estados y soc edades, otrosdos con ctos de d vers dad se han atenuado. El pr mero es la des gualdad jurd ca,pol ca y econm ca de la mujer; el segundo, el relac onado con los derechos de loshomose uales. A pesar de que la gualdad soc oeconm ca plena del hombre y de lamujer todava no se ha alcanzado, los derechos jurd cos que ostentan los hombres ylas mujeres son los m smos. La representac n y la par c pac n pol ca de la mujerha mejorado e ncluso las des gualdades soc oeconm cas entre hombre y mujer sehan reduc do. Dado que el tema de la gualdad norma va entre hombres y mujeresno era objeto de d scus n entre los actores mpl cados, era ms fc l mejorar la


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quip r cin r cho y oportuni , v c por m io cuot o ccin

pos va. La s tuac n legal de los homose uales ha mejorado en la mayora de lospases europeos, a la vez que se reduca su d scr m nac n soc al. En comparac ncon los aos c ncuenta y sesenta, ambos grupos estn hoy reconoc dos de jure y de

facto como guales. Se trata de un argumento de peso contra el concepto errneode Col n Crouch de post-democrac a y contra las protestas de los que d agnos can yprevn un decl ve con nuado de la cal dad democr ca.


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3p q i i tit

( i )?

Por qu la reapar c n (s es que alguna vez desaparec eron) de los tres pos ded vers dad plantea un desa o para la democrac a y qu cond c ones prev as, esferase ns tuc ones de la democrac a en par cular ejercen pres n sobre ellos? Lapr mera respuesta es que los tres pos deales de d vers dad se han conver do en undesa o para la democrac a porque se han pol zado y man festado como d v s onespol cas. Slo como d v s n pol ca puede la d vers dad socavar la cohes n de lascomun dades pol cas, la cual debe cons derarse en general como una cond c nprev a pre-democr ca de las democrac as. Este argumento no es nuevo y cuenta conem nentes defensores en el campo de la teora pol ca. S no queremos remontarnosa la loso a gr ega de la An gedad de Platn y Ar stteles, para qu enes lah t rog n i l demos y un buen orden pol co eran anatemas, entonces el gran

lsofo l beral John Stuart M ll es, s n duda, una de las fuentes destacadas de dondesurge un escep c smo fundamental acerca de la compa b l dad de las soc edadesd versas con la democrac a. En el captulo 16 de susConsideraciones sobre el Gobiernorepresenta vo , obra publ cada por pr mera vez en 1861, M ll escr b :

Las ns tuc ones l bres son cas mpos bles en un pas compuesto por na-c onal dades d ferentes, en un pueblo donde no hay lazos de un n, sobretodo s ese pueblo lee y habla d s ntos d omas. No puede produc rse entales c rcunstanc as la op n n pbl ca nd spensable para la obra del Go-b erno representa vo (B bl oteca C en co-L terar a, Sev lla 1878:450).

L rgum nt cin Mill l gun mit l igloxixno tnon cion li t , inodemocr ca. Tamb n poda encontrarse en las teoras de la democrac a del bera vacomo la de Jrgen Habermas: La transformacin estructural de la esfera pblica


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(1962) o en la obra de Bob Putnam sobre cap tal soc al y con anza soc al (1993; 1996)a nales del s glo xx. Sos enen que las democrac as l berales slo func onan s seproduce un d scurso pbl co real y la su c ente con anza soc al entre los c udadanos.El nac onal smo plural sta basado en la den dad pr mord al dentro de una comun dadpol ca (Easton, 1965) entorpece o ncluso destruye las cond c ones prev as de und scurso pbl co democr co. Las razones pueden encontrarse en la d nm ca delrestablec m ento del nac onal smo, ya que, y c to de nuevo a J. S. M ll:

todas (las nac onal dades) observan con obs nac n de par do suscaracteres d s n vo, o resuc tan costumbres ya olv dadas, y hasta lenguascadas en desuso, para que la lnea de d v s n sea ms patente: cada razase cree ran zada s ejercen sobre ella autor dad func onar os de una razar val ( bd. 461).

El segundo argumento de M ll se re ere a la d nm ca de la agravac n de las d ferenc asculturales a travs del fortalec m ento de la d vers dad de las den dades tn cas,hasta que rev sten la naturaleza perjud c al de un juego de suma cero. Tamb n puede

nterpretarse como una advertenc a pol ca frente a la conces n de demas adosderechos culturales o pol cos a comun dades nac onal stas par culares dentro deun s stema pol co l bre y democr co.

J. S. M ll no es el n co. Ms de 100 aos despus, Robert Dahl desarroll un pensa-m ento s m lar. S n embargo, la term nologa de Dahl es d ferente. No habla de d vers-dad n de nac onal dades, s no de den dades, de d v s ones subculturales y de plura-l smo. As, escr be:

Es razonable suponer entonces que las perspec vas de la pol arqua sereducen cons derablemente s las creenc as y las den dades fundamen-tales de las personas de un pas producen con ctos pol cos, y que, encamb o, mejoran s las creenc as y las den dades son compa bles y porlo tanto no son fuente de con cto. As, segn van aumentando la fuerza

y la d s nc n de las subculturas de un pas, rn decayendo las pos b l da-des de la pol arqua (Dahl, 1989:255).

Segn el anl s s de Dahl, las subculturas suelen formarse en torno a las d ferenc astn cas, rel g osas, rac ales, l ngs cas o reg onales y a las e per enc as h str cascompar das o los m tos ancestrales ( bd). Aunque Dahl postula nequvocamenteque la pol arqua es s gn ca vamente menos frecuente en pases con marcadoplural smo subcultural, tamb n sos ene que la homogene dad cultural no es ()estr ctamente necesar a para la pol arqua ( bd. 255). El pensam ento de Dahl se


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acerca a las deas bs cas de M ll, pero es menos apodc co en su conclus n que ellsofo l beral y d o las pr meras p stas sobre cmo resolver este d lema.

Podra segu r c tando a autor dades de la c enc a pol ca l bres de toda sospecha,como Dav d Easton, Dankwart Rustow, Arend L jphart y Claus O e, que suscr ben elrazonam ento de base de que los con ctos tn cos, l ngs cos, rel g osos y otroscon ctos den tar os d cultan el gob erno democr co. Pero s estamos de acuerdoen que la d vers dad e ncluso el con cto cultural no son razn su c ente para

mpos b l tar la democrac a, deberamos e pl car claramente bajo qu cond c ones loson o no lo son, lo que nos lleva de nuevo a la nclus n. Ms concretamente, debemospreguntar: qu formas de nclus n pueden atenuar los con ctos culturales y cules

pueden e acerbarlos e ncluso desa ar la e stenc a de las democrac as pac cas?


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El trm no nclus n es menos d scu do en cuanto a su conten do y a susconsecuenc as. S n embargo, en un sen do ms ampl o, s gn ca la ntegrac n jurd ca, pol ca, econm ca, soc al y cultural de todos los c udadanos, o ncluso detoda la poblac n que v ve en un terr tor o determ nado de un Estado. Las soc edadesy lo i t m gobi rno occi nt l mo rno crib n mi m comodemocrac as comprome das con los valores de l bertad, toleranc a y jus c a,igu l oportuni , libr rrollo l in ivi uo, bi n t r y v c inclu ocon la bsqueda de la fel c dad. Una de n c n ms restr ng da rela va a la estructurapol ca de los regmenes democr cos se l m ta a las normas jurd cas y pol casde la cons tuc n, a sus proced m entos y a sus ns tuc ones pol cas, que debenproporc onar la garan a ns tuc onal de que no se produzca des gualdad jurd ca opol ca n d scr m nac n o e clus n. A con nuac n, me ce r a esta de n c n msrestr ng da y me centrar en la nclus n de las m noras tn cas y l ngs cas en lasdemocrac as, lo cual es espec almente nteresante en pases como Espaa, Blg ca,Re no Un do, Eslovaqu a, Hungra, Rumana y muchos otros tamb n.

B ic m nt , cr o qu l mocr ci po r n nfr nt r l xig nciden tar as y pol cas de las m noras tn cas de cuatro maneras d s ntas (Bellamy,

2000; O e, 2003; Ferejohn, 2004) que ncluyen:

As m lac n cultural y l ngs ca, a la vez que se otorgan plenos derechos dec udadana.

Conc in y plic cin igu l r cho de jure y de facto .

Conces n de derechos espec ales de grupo a las m noras tn cas.

Puesta en marcha y ampl ac n de la transferenc a de poderes de gob erno.


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5p i i i , i i t

i tit i i i

A n vel cons tuc onal, cules son las ventajas de estas cuatro soluc ones y culesson las consecuenc as que cada una de estas soluc ones puede acarrear?

5.1 La integracin por asimilacin

La democrac a cons tuc onal mpl ca que todos los c udadanos enen los m smosderechos y obl gac ones. S n embargo, n en la teora cons tuc onal n en la teorade la democrac a, as como tampoco en la prc ca, e ste un consenso sobre cmose deberan garan zar estos derechos c v les. Los comun tar stas pertenec entes a latendenc a dom nante ns sten en las s m l tudes atr bu vas y en la probab l dad deque los nm grantes no slo acepten los derechos y deberes cons tuc onales, s no quetamb n adopten las normas y costumbres culturales de la soc edad de acog da. Laselecc n de aquellos que pueden optar a la c udadana se basa en la compa b l dado ncluso en las s m l tudes soc oculturales. Los nuevos c udadanos se as m laran al cultur omin nt (Leitkultur) de la comun dad. Se espera, s es que no se e ge,qu lo inmigr nt opt n l i iom u nu v oci y qu u cr ncirel g osas sean compa bles con las normas cons tuc onales y culturales e stentes.Aunque Samuel Hun ngton (2004) no es un comun tar sta, sos ene que EstadosUn dos slo func on como cr sol m entras los nm grantes adoptaron el d oma

ngls como lengua pr nc pal y aceptaron las normas culturales bs cas del es lo dev da amer cano. El to de la mezcla se desvanec cuando los h spanos cons gu eronmantener su lengua de or gen, se agruparon reg onalmente en zonas como Flor da,Te as o Cal forn a y mantuv eron su prop o es lo de v da h spano. S n embargo, la dea

l int gr cin por l imil cin lo inmigr nt y l minor utcton ,


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est desaparec endo entre los cons tuc onal stas y ter cos democr cos de hoy enda. Puede que se haya apl cado en las d ctaduras de Franco, M losev c o Tudjman y,

de forma ms atenuada, en los gob ernos post-sov cos de Leton a y Eston a, peroparece ncompa ble con las normas bs cas de la democrac a.

5.2 Igualdad de derechos individuales

Los lsofos l berales y cons tuc onal stas ns sten en la norma bs ca de la gualdad delos derechos nd v duales. S todo el mundo ene los m smos derechos y obl gac ones,se cumple con el pr nc p o cons tu vo de la democrac a. Otorgar a algunos c udadanosderechos ad c onales v olara el pr nc p o democr co fundamental de gualdad. Lascons tuc ones democr cas l berales enen que ser neutrales y c egas con respectoa las d ferenc as culturales. Dentro de este marco, todos enen los m smos derechosy oportun dades para promover sus op n ones y su den dad cultural, s empre que no

nter eran con el derecho de los dems a actuar del m smo modo, ndepend entementede la etn a, la cultura o la rel g n a la que pertenezcan. La rel g n y la cultura quedanrelegadas al mb to pr vado. John Rawls sos ene que n camente este po decons tuc n neutral puede garan zar un consenso superpuesto, paz nterna y jus c a,ya que s ta a la cons tuc n por enc ma del hecho del plural smo. D cho consenso sebasa en lo que Rawls llama el mtodo de ev tac n: las personas se abstraen de susconcepc ones sustan vas de etn c dad, rel g n y b en comn, para fac l tar la cooperac ny la conv venc a pol ca. Garan zar el m smo conjunto de derechos nd v duales paratodos los c udadanos, ndepend entemente de su d vers dad, es la mejor manera depreservar el pr nc p o democr co de la gualdad jurd ca y pol ca.

5.3 Derechos de grupo especiales

Los defensores y representantes de las m noras tn cas, l ngs cas y rel g osas seoponen a este punto de v sta l beral. Aducen que la gualdad formal de derechos

no es su c ente para que las m noras estructuralmente desfavorec das ejerzanlos m smos derechos que la mayora. Neces tan derechos de grupo ad c onalespara preservar su den dad y tener las m smas oportun dades que la mayora.Slo bajo estas cond c ones se conv erten en guales. n camente s se el m nan lasrestr cc ones de las que las m noras no son responsables, podrn alcanzar el m smogrado de l bertad e gualdad del que goza la mayora. La plena el m nac n de estasrestr cc ones s gn ca que los grupos m nor tar os neces tan derechos ad c onales.


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W ll Kyml cka (1995:26) den ca tres pos de derechos de grupo: derechospolitnico , r cho p ci l r pr nt cin y r cho utogobi rno:

Los derechos politnicos suponen e enc ones a leyes o deberes espec cospara las m noras desfavorec das o la conces n de derechos ad c onales. Porejemplo, los sijs estn autor zados a no llevar casco en las motoc cletas y lasmujeres musulmanas pueden llevar el velo en el lugar de trabajo. E stenderechos culturales ad c onales para la enseanza de lenguas y rel g onesm nor tar as.

Los derechos especiales de representacin pretenden garan zar larepresentac n parlamentar a de determ nadas m noras reservando escaosespec ales para stas en la cmara leg sla va, adaptando el s stema electoralde representac n proporc onal o a travs de las cuotas en los par dosy en los grupos de ntereses. Estos derechos espec ales de representac nse otorgan a veces a las m noras l ngs cas y con menor frecuenc a a lasm noras rel g osas.

Los derechos de autogobierno tn r rv o l minor qu viv nmuy concentradas en algunas reg ones del terr tor o de un Estado. Federar elpas y/o transfer r competenc as espec cas a los autogob ernos reg onales,como la educac n y la san dad, suele cons derarse como la mejor manera

prot g r un minor r cultur lm nt rroll o b orbi por lmayora.

C uno to r cho grupo upon compromi o pr c rio ntr lleg m dad asum da de los derechos espec ales de los grupos m nor tar os y laneces dad de preservar una den dad comn lo su c entemente ampl a en lacomun dad pol ca en su conjunto. Los ter cos l berales sos enen que n camentelos nd v duos, y no los grupos, pueden ostentar derechos. S se otorgan derechosde grupo se corre el r esgo de re rar derechos u oportun dades a las m noras o alos herejes dentro de un grupo m nor tar o. As ocurr durante mucho empo en

l sur l Tirol (alto a ig ) y t mbin pu plic r , form m t nu , los no catalanes o no vascos en Catalua o el Pas Vasco. S los derechos de grupose ns tuc onal zan a travs de autogob ernos reg onales con estructura federal staas mtr ca, como en el caso de Espaa, el Re no Un do o Canad, puede mpulsarseuna pel grosa d nm ca nterna de escalada de e genc as. Cuantos ms derechosy competenc as se concedan, mayores recursos y mayor potenc al de chantaje enla negoc ac n podrn emplearse contra la mayora. Por cons gu ente, los derechosde grupo ntegrados en federal smos as mtr cos enen muchas probab l dades


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de d v d r ms en lugar de un car a la comun dad pol ca que los engloba, y dedeb l tar las lealtades y comprom sos cv cos republ canos (O e, 2003:177). Claus

O e comenta que la puesta en prc ca de los derechos soc ales a la educac n,la san dad, la v v enda, el acceso al mercado laboral, etc. que rescatara la promesal beral de gualdad de oportun dades es la manera ms e gente y ms e caz deacomodar los con ctos de grupo ( bd).

Estoy de acuerdo en el plano norma vo. Podra func onar a veces para los nm grantespobr , p ro no pt lo grupo utctono rico y po ro o como locatalanes y los vascos.


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i ?

Es necesar o repensar la democrac a en empos de crec ente d vers dad? Losregmenes pol cos democr cos han de equ l brar las demandas de d vers dadcultural con el grado necesar o de den dad y pertenenc a comunes a una comun dadpol ca. El espectro para abordar la d vers dad (cultural) en los Estados democr cosv l upr in o l imil cin, p n o por l tol r nci , h t l promocinac va de la d vers dad. La as m lac n cultural persegu da para lograr una comun dadpol ca cohes onada en el s glo xixy gr n p rt l iglo xx p r c h b r p r i o uapoyo co en las l mas dcadas. Ha camb ado el sen do de lo que se en ende

por l bertad, gualdad y autonoma nd v dual en el mundo real. La as m lac n hadesaparec do de la agenda pol ca de las democrac as del s glo xxi. S n embargo,promover la den dad cultural s n tener en cuenta la neces dad de cohes nsoc opol ca puede conduc r a unas d v s ones profundamente consol dadas, ala seces n o ncluso a guerras c v les. Tamb n debera el m narse del arsenal depol cas democr cas.

Se trata de dos polos de un m smo con nuo que abarca desde la supres n hastapromover ac vamente la d vers dad, a pesar del r esgo que ello conlleva deperjud car la cohes n de toda la comun dad pol ca. Los Estados democr cos

enen que encontrar el equ l br o entre ambos polos y promover el mayor gradode d vers dad cultural compa ble con su prop o comprom so fundac onal respectoal cons tuc onal smo democr co (Post, 2000:3). S n duda, es ms fc l proponerun norm g n r l b tr ct qu cribir cmo pu concili r, n principio, l

quilibrio concr to ntr t o cl r cion , v c contr ictori , y culson las formas ns tuc onales p mas para lograr d cho equ l br o. Creo rmementeque, en real dad, no e sten soluc ones p mas un versales. Es mpos ble dec d r en

b tr cto i l impl nt cin l igu l r cho in ivi u l , lo r cho


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grupo o la transferenc a terr tor al es la mejor soluc n para d solver la tens n entreambos polos. La gualdad de los derechos nd v duales es la cond c nsine qua non

una democrac a cons tuc onal. Son necesar os, pero en las soc edades mul culturalesmodernas es ev dente que ya no son su c entes. Incluso la plena mplantac n de losderechos soc ales no acabar con las e genc as etnoculturales. Pueden ser objetode cr ca por ser pr mord ales y perturbadoras, pero s las demandan segmentoss gn ca vos de la poblac n, la democrac a tendr que abordarlas.

Por lo tanto, es aun ms d c l encontrar una soluc n camente aceptable ypol camente sosten ble s pasamos del n vel de los pr nc p os jurd cos al n velde las ns tuc ones pol cas. No podemos saber s la mejor soluc n rad caen el consoc ac onal smo, el federal smo as mtr co, vers ones espec casde representac n proporc onal, cuotas espec ales o cuotas de escaos en losparlamentos. S pasamos de la esfera de los pr nc p os abstractos al campo de lapol ca, las soluc ones ( ns tuc onales) p mas enden a desaparecer. Debenforjarse comprom sos. Cada una ene sus ventajas y sus costes. Adems, el

ns tuc onal smo h str co nos ensea que la h stor a y el conte to mportan. Lasreformas ns tuc onales dependen de la trayector a. Los estad stas como Solon sonescasos. La d vers dad cultural debe rede n rse y renegoc arse con nuamente. R chardBellamy (2000:216) sos ene que estas negoc ac ones tera vas no slo cumplen conel mpera vo democr co de autodeterm nac n, s no que tamb n pueden forjarparec dos de fam l a, a n dades y con anza mutua entre las el tes y dentrode un pueblo d verso. La negoc ac n s n n puede cansar y a veces no cons gueproduc r segur dad y paz nterna. Nad e lo sabe mejor que el Gob erno espaol. Perom entras el mundo deal de Rawls de gualdad de derechos nd v duales y de jus c ano lleve autom camente a una d str buc n justa de los b enes culturales bs cos,aceptada por los grandes grupos m nor tar os de la soc edad, la gualdad jurd ca

b r compl t r con r cho p ci l qu p rmit n qu lo f vor ci oestructurales o culturales sean tratados como guales. Puede que ste sea el prec oqu h n p g r l mocr ci i v r r m nt qui r n concili r lib rt yd vers dad en las soc edades heterogneas. No tenemos que volver a nventar la

mocr ci , p ro h mo combin r y pt r l norm , proc imi nto ns tuc ones e stentes en un proceso de camb o permanente para sa sfacer las

demandas espec cas de todos los c udadanos y promover la l bertad y la gualdad.


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1/2009. Una propuesta para la elecc n del Gob erno Europeo. Anton o Estella


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InclusIn y dIversIdad:repensar la democracIa?

Wol g ng M rk l

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Inclusion y Diversidad ¿Repensar la Democracia?

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