UNIVERSIDAD DEL TURABO
ESCUELA DE CIENCIAS SOCIALES Y COMUNICACIONES
LA SUGESTIONABILIDAD EN EL MANEJO DEL DOLOR PEDIÁTRICO:
HIPNOSIS, IMAGINACIÓN GUIADA, ENTRE OTRAS TÉCNICAS
por
Nelson L. Jiménez Colón
DISERTACIÓN
Presentada como Requisito para la Obtención del Grado
de Doctor en Consejería Psicológica
Gurabo, Puerto Rico
mayo, 2015
UNIVERSIDAD DEL TURABO
CERTIFICACIÓN DE APROBACIÓN DE DISERTACIÓN
La disertación de Nelson L. Jiménez Colón fue revisada y aprobada por los miembros del
Comité de Disertación. El formulario de Cumplimiento de Requisitos Académicos
Doctorales con las firmas de los miembros del comité se encuentra depositado en el
Registrador y en el Centro de Estudios Doctorales de la Universidad del Turabo.
MIEMBROS DEL COMITÉ DE DISERTACIÓN
Dr. Francisco Millán Torres PsyD Universidad del Turabo Director del Comité de Disertación Dr. Antonio J. Bustillo Formoso PhD, LMFT Práctica Privada Miembro del Comité de Disertación
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LA SUEGSTIONABILIDAD EN EL MANEJO DEL DOLOR PEDIÁTRICO:
HIPNOSIS, IMAGINACIÓN GUIADA, ENTRE OTRAS TÉCNICA.
por
Nelson L. Jiménez Colón
Dr. Francisco Millán Torres
Director del Comité de Disertación
Resumen
La hipnosis ha sido un fenómeno cultural en muchas sociedades por varios siglos.
Se ha encontrado papiros de hace 3,000 años, los cuales describen cómo los adivinos
egipcios usaron la hipnosis en procedimientos similares a los que se utilizan hoy en día.
La división 30 de hipnosis Clínica; adscrita a la Asociación Americana de Psicología
definen la hipnosis como un procedimiento en el cual ocurren cambios en las sensaciones,
percepciones, pensamientos, sentimientos o conductas que han sido sugestionadas.
Partiendo de lo mencionado previamente se llevó a cabo una revisión de literatura
del uso de la hipnosis, la imaginación guiada y otras sugestiones en el manejo del dolor
pediátrico. El autor pretendía investigar que se ha estudiado sobre la hipnosis en el
tratamiento médico y psicológico en niños/as y adolescentes. Se revisaron distintas bases
de datos electrónicas de revistas profesionales y científicas como la International Journal
of Clinical and Experimental Hypnosis, British Clinical Hypnosis Journal, entre otras que
abordaban el tema. Se revisaron trabajos o tesis sobre hipnosis en la Universidad del
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Turabo, Universidad Interamericana, Universidad de Puerto Rico y Universidad de
Medicina de Ponce.
En la literatura de estudios científicos que se revisó sobre la utilización de la
hipnosis, la imaginación guiada, relajación profunda, distracción entre otras mostró
efectividad en el manejo del dolor pediátrico. Muchas de las condiciones médicas que
fueron atendidas con estas técnicas fueron en dolores abdominales, artritis reumatoide,
migrañas, quemaduras y en especial en cáncer, aspiración lumbar y médula ósea.
Indicando ciertos síntomas psicológicos como miedo, ansiedad, estrés y depresión tanto
en el niño/a y sus respectivas familias. Este estudio evidenció los pocos estudios
científicos que se han realizado en Puerto Rico en especial con niños/as y adolescentes.
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DEDICATORIA
Para Kathia Gándara Rinaldi con amor y pasión.
Que tus esperanzas y anhelos sigan transformando tus sueños.
“La imaginación es más importante que el conocimiento. El conocimiento está limitado a
todo lo que ahora sabemos y comprendemos. Mientras que la imaginación abarca el
mundo entero, y jamás podremos saber y conocer todo lo que hay allí”
Albert Einstein
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AGRADECIMIENTOS
Hay muchas personas a quién deseo agradecerles su ayuda, pero en especial a ese
Ser Espiritual que siempre estuvo y está en mi Yo brindándome las fuerzas necesarias
para los retos continuos de la vida. Doy gracias a mis padres Ángel R. Jiménez y Alva
Colón por el apoyo económico, moral y por enseñarme el valor de la educación. A mis
hermanos Carlos Jiménez y Edgardo Jiménez que de una u otra manera me brindaron
apoyo y de su tiempo. A mi mentor en hipnosis el Dr. Antonio J. Bustillo Formoso, lector
de mi comité de disertación y el Dr. Francisco Millán Torres director de disertación por
tomarse el reto, la aventura y paciencia de dirigirme durante el proceso de investigación.
También deseo agradecerle a Sra. Nircia R. Del Rosario trabajadora social clínica,
amiga y compañera de práctica en el Centro de Renovación y Desarrollo Buen Pastor por
toda tu ayuda en la edición, redacción y sugerencias en la organización del trabajo, parte
de este trabajo sin tu ayuda no hubiera salido. A el Dr. José Reyes trabajador social
clínico y consejero psicológico que me proveyó la mayoría de los estudios científicos de
las revistas profesionales y su ayuda incondicional. Gracias a todo aquél que de una u
otra manera aporto, ayudo y me brindó ayuda durante este recorrido de mucho
aprendizaje y disfrute.
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TABLA DE CONTENIDO
CAPÍTULO I. INTRODUCCIÓN 1
Justificación 1
Propósito 2
Metodología 2
CAPÍTULO II. REVISIÓN DE LITERATURA 5
Breve Recuento Histórico de la Hipnosis Clínica 5
La Comisión de Franklin 7
El Comienzo de la Hipnoterapia en Niños en Norteamérica. 9
CAPÍTULO III. CONSIDERACIONES DEL DESARROLLO EN NIÑOS
Y ADOLESCENTES 12
La participación de la imaginación como precursor hipnótico. 13
Hipnosis en niños pequeños 14
Preescolares 15
Niños de edad escolar 16
Adolescentes 17
CAPÍTULO IV. HIPNOSIS PARA EL MANEJO DEL DOLOR EN NIÑOS 20
Las variaciones de las experiencias del dolor 22
Edad 22
Diferencias Individuales para la Tolerancia del dolor 22
Significado Emocional 23
El contexto donde se da el dolor. 24
CAPÍTULO V. LA TÉCNICA DE HIPNOSIS COMO MANERA DE
SUGESTIÓN EN EL MANEJO DEL DOLOR EN
CÁNCER PEDIÁTRICO 26
Imaginación Guiada y otras técnicas de sugestión para el
manejo del dolor en cáncer pediátrico 29
Hipnosis, Imaginación Guiada y otras técnicas de sugestión en
otras condiciones médicas. 34
ix
Hipnosis, Imaginación Guiada y otras técnicas de sugestión en
Latinoamérica. 43
Conclusiones y Recomendaciones Futuras 49
Recomendaciones Futuras 51
REFERENCIAS 55
1
CAPÍTULO I
INTRODUCCIÓN
Justificación
En los últimos 40 años de investigación científica sobre la hipnosis como
intervención para la reducción del dolor en procesos médicos, se ha comprobado que esta
ha sido efectiva y útil incluso más que los tratamientos médicos convencionales (Wood &
Bioy, 2008). Liossi (2006), señaló la importancia de la hipnosis, imaginación guiada,
relajación en el manejo del dolor en los procedimientos de cáncer pediátrico. También,
Richardson, Smith, McCall y Pilkington (2006), indicaron la efectividad de la hipnosis, la
imaginación guiada, distracción para el manejo del dolor en el cáncer y otros tratamientos
médicos. Evidenciaron que han sido efectivas las destrezas hipnóticas para manejar la
ansiedad, estrés y depresión. Los niños y adolescentes son más susceptibles a los
fenómenos hipnóticos que los adultos. Las intervenciones con hipnosis en niños como
terapia adjunta a otras terapias han mostrado un aumento en los resultados empíricos
basados en la evidencia. Acorde a la revisión de literatura realizada, se hallaron pocos
estudios realizados en Puerto Rico relacionados a este tema. Se tradujo, adaptó y validó la
Escala Standford de Hipnosis Clínica con población adulta puertorriqueña (Deynes-
Exclusa, 2007). También, se realizó un estudio en la Universidad de Puerto Rico; Recinto
de Río Piedras (Santana, Bernal, Soltero, Gómez, Morales, Rodríguez & Coronado,
2014), donde se integró la terapia cognitiva conductual con hipnosis para pacientes con
cáncer de mama. Por último, se encontró el único estudio con hipnosis con niños/as y
adolescentes puertorriqueños, donde se investigó las expectativas de los padres y
2
correlaciones hipnóticas y no-hipnóticas (Bustillo, 2007). Esta revisión de literatura
aporta un análisis crítico de una amplia búsqueda de información de investigaciones
científicas que se han realizado sobre el manejo del dolor pediátrico con hipnosis,
imaginación guiada y otras sugestiones. A su vez desarrollando nuevas investigaciones
científicas basadas en la evidencia sobre el uso de la hipnosis, la imaginación guiada y
otras técnicas sugestivas para condiciones médicas y psicológicas en niños/as y
adolescentes en Puerto Rico. En la actualidad son pocos los estudios e investigaciones
realizadas sobre este tema en la literatura puertorriqueña. También, la realización de
nuevas alianzas de colaboración entre profesionales de la salud mental y médicos sobre la
utilizad de otros métodos alternos de intervención en la población pediátrica.
Propósito
El propósito de está revisión de literatura es conocer qué se ha hecho en los
últimos catorce años en los estudios de manejo de dolor con hipnosis, imaginación guiada
y otras técnicas en niños y adolescentes. También conocer qué modelos terapéuticos se
han utilizado y cómo la sugestionabilidad juega un papel en el manejo del dolor
pediátrico para así poder conocer su efectividad en el alivio del dolor y qué variables se
deben tener en cuenta para futuros estudios.
Metodología
Se desarrollará una investigación teórica, en la cual se revisará literatura
pertinente de los temas seleccionados para este estudio: la sugestionabilidad en el manejo
del dolor pediátrico, hipnosis e imaginación. De estos estudios, se extraerá y recopilará la
información relevante y necesaria que atañe a lo que se pretende investigar (Hernández-
Samprieri, Fernández Collado y Baptista Lucio, 2006). Para la fuente de datos, se
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utilizarán fuentes primarias directas provenientes de revistas profesionales científicas de
hipnosis, Psicología y Medicina tanto de Estados Unidos, Europa y América Latina. Se
utilizarán como fuentes secundarias libros de hipnosis en niños. Se revisarán, además,
tesis o trabajos de investigación que se hayan realizado en Puerto Rico sobre el tema.
Las edades de los niños y adolescentes que comprenderán las investigaciones a
revisar serán 0 a 21 años de edad, y que hayan estado en un proceso médico de reducción
del dolor físico y psicológico a través de la hipnosis, imaginación guiada u otras
sugestiones. El procedimiento a utilizar será una revisión de revistas profesionales
científicas de hipnosis, electrónicas e impresas, tales como: International Journal of
Clinical and Experimental Hypnosis, British Clinical Hypnosis Journal, entre otras
revistas profesionales en las que se abordan temas relacionados al cáncer pediátrico,
procedimientos de intervención de carácter médico y psicológicos. Estas revistas
profesionales tanto de hipnosis y medicina se buscarán en bases de datos electrónicas o
impresas de las instituciones educativas de la Universidad del Turabo, Universidad
Interamericana, Universidad Carlos Albizu y
Universidad de Puerto Rico; Recinto de Río Piedras. Se escogerán artículos que
hablen sobre el manejo del dolor pediátrico que utilicen hipnosis, imaginación guiada y
cualquier otra técnica de sugestionabilidad. Luego, se analizará, en orden cronológico
desde el año 2000 hasta el 2014, las coincidencias entre los autores, la validez de los
estudios y cuáles variables entienden que se deben estudiar en futuras investigaciones. Se
incluirán los artículos relacionados con estudios controlados y de casos sobre hipnosis,
imaginación guida y otras sugestiones para el manejo del dolor pediátrico. Se
identificarán los estudios multiculturales que se han realizados en hipnosis en la
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reducción del manejo del dolor en población pediátrica. Por último, se plantearán de
manera lógica y cronológica qué se ha estudiado y ha encontrado sobre el tema por los
últimos 14 años y cómo esto aporta a la profesión de la Psicología.
5
CAPÍTULO II
REVISIÓN DE LITERATURA
Breve recuento histórico de la hipnosis clínica
Una breve revisión histórica ofrece una perspectiva de la hipnosis, de una manera
apropiada, para vislumbrar un ángulo particular dentro de los muchos de los mitos y
asociaciones de la hipnosis. Estas tienen su crecimiento lógico en la historia y su
prevalencia actitud “científica” que existe cuando se empezó a estudiar la hipnosis por
primera vez (Lankton & Lankton,1983). La hipnosis ha sido un fenómeno cultural en
muchas sociedades por varios siglos. La hipnosis surge desde la antigüedad, siendo
encontrada en muchos escritos antiguos. Los hombres de la medicina tribal, médicos
brujos y líderes religiosos han empleado la hipnosis en varias formas para curar a los
enfermos. Estas curas usualmente estaban adscritas a milagros realizados por dioses. Se
han encontrado papiros de hace 3,000 años, los cuales describen cómo los adivinos
egipcios usaron la hipnosis en procedimientos similares a los que se utilizan hoy en día.
En los siglos pasados, los oráculos griegos, reyes pérsicos, hindús y yoguis de la India
han usados la hipnosis. Los primeros expedientes médicos describen sanaciones
milagrosas por sacerdotes que inducían estados de sueño en ritos ceremoniales en sus
templos (Kroger, 1963). El uso de la hipnosis como técnica con niños se ha evidenciado
tanto en el Viejo como en el Nuevo testamento de la Biblia, con una variedad de casos de
niños enfermos respondiendo a métodos de sanación basados en la sugestión y la fe. A
niños de culturas primitivas se les han aplicado fenómenos de trance hipnóticos en
rituales y otras ceremonias de iniciación (Olness & Kohen, 1996).
6
6
La historia moderna de la hipnosis empieza con un austriaco físico importante
llamado Franz Mesmer en Viena, quien se convirtió famoso por el término magnetismo
animal. Durante el 1766, Mesmer escribió su disertación titulada Las influencias de los
planetas en el cuerpo humano (Tinterow, 1970). Mientras vivía en Viena, Mesmer
(Tinterow, 1970) reportó el uso del magnetismo animal para curar ciertos pacientes,
incluyendo niños y adolescentes. El magnetismo animal consistía en instrucciones
verbales y sugestiones, en la cual pasaba las manos por el cuerpo del paciente, donde se
supone que restauren el propio fluido magnético del cliente para un mejor balance. Uno
de los pacientes de Mesmer fue Ossine, una adolescente de 18 años de edad que
presentaba problemas de tuberculosis, vómitos, rabia y mareos. Ella se recuperó después
de haber sido tratada con magnetismo animal. Otro caso fue el de la niña Paradis que
había quedado ciega desde los 4 años de edad y sufría de delirios, dolores de brazo e
hígado. A través del magnetismo animal, Mesmer curó la ceguera de la niña. También
Mesmer describió otros de sus tratamientos con una niña de 9 años de edad: Miss Wipior
quién tenía un tumor en la córnea que la dejó ciega. Este fue removido temporalmente
utilizando el magnetismo animal, en donde luego la menor podía incluso leer. En el 1779,
Mesmer se mudó a París, donde publicó su reconocida disertación Dissertations on the
Dsicovery of Animal Magnetism. Su fama se disipó rápidamente y este comenzó a
realizar tratamientos con una cantidad mayor de pacientes, usando el magnetismo animal
en su intervención. Sus colegas e incluso sociedades científicas locales rehusaban dar a
conocer sus descubrimientos (Tinterow, 1970).
7
La Comisión de Franklin
En el año 1784, el rey Luis XVI creó una comisión con el propósito de investigar
el Mesmerismo, particularmente por el reclamo del discípulo Eslon (Tinterow, 1970). Se
le conoció al mesmerismo como la doctrina promulgada por el mismo Franz Anton
Mesmer que estaba basada en la existencia de un éter invisible o fuerza universal que
atraviesa los cuerpos de todos los individuos, fluyendo libremente y llenándose de
vitalidad. Muchas personas que lo conocieron comentaban que la fuerte personalidad de
Mesmer y su habilidad para crear atmósferas inducían a los pacientes y receptores a la
sugestión mental. El presidente de la comisión era Benjamín Franklin, en ese entonces el
embajador americano en Francia. Otros distinguidos miembros de la comisión eran el
químico Lavoiser y el físico Guillotin. Los miembros de la comisión estaban de acuerdo
que ciertos pacientes se habían curado con el mesmerismo, pero cuestionaban la teoría
subyacente de la existencia del fluido del magnetismo (Tinterow, 1970). La comisión
expuso que la cura que utilizaba Mesmer, en 1784, era la imaginación no el magnetismo.
Durante una presentación en París en el siglo 19, Mesmer concluyó que la cura no fue el
magnetismo, pero sí la expectativa y cooperación del paciente. Esta explicación fue
acogida y apoyada por la misma comisión de Franklin (Tinterow, 1970).
Para la misma época de Mesmer, el cirujano escoses James Braid recibió el mérito
del título “Padre del Hipnotismo Moderno” (Lankton & Lankton, 1983). Este empezó a
interesarse en el magnetismo animal después de observar una presentación de Mesmer.
Braid en el siglo 18, sostuvo que el grado de expectativa en el sujeto aumentaba la
susceptibilidad a la sugestión. Acuñó el término “hipnotismo” e “hipnosis” de la palabra
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griega hypnos, que significa Dios Griego del sueño. Posteriormente, Braid reconoció que
la hipnosis no era estar dormido, pero este término ganó una aceptación común. Braid
quizás fue el que hizo el descubrimiento de que la hipnosis podría ser utilizada sin una
inducción formal, aunque fuera ignorado por décadas (Lankton & Lankton, 1983).
El neurólogo francés Jean Martin Charcot en el siglo 19, trabajó en el Hospital
Salpetrier en París. Consideraba la hipnosis como una forma de histeria y que esta a su
vez podía ser peligrosa. No obstante, Charcot desde su posición científica hizo que se
respetara la hipnosis. También ayudó que fuera vista como una herramienta terapéutica
de mucho potencial, lo que se ha documentado en una variedad de casos a través de la
historia (Kroger, 1963).
En el siglo 20 hubo un consenso a través de diversos teóricos y practicantes con
diferentes punto de vista de la hipnosis. Se establece la División 30 de Hipnosis Clínica
(1993); adscrita a la Asociación Americana de Psicología donde adoptaron una definición.
La hipnosis es un procedimiento en el cual ocurren cambios en las sensaciones,
percepciones, pensamientos, sentimientos o conductas que han sido sugestionados (Lynn,
Kirsch y Rhue, 1996). Kirsch y Lynn (1996) establecen que en la comunidad de los
profesionales que practican la hipnosis han ocurrido varias divisiones a nivel conceptual.
Un grupo entiende que la hipnosis es un “estado versus no-estado” y otros que la
observan como un proceso de “estados alterados de la conciencia”. Algunos entiende que
la hipnosis es un proceso especial y otros no la consideran un estado especial. En general
entre los investigadores de la hipnosis han llegado acuerdos de que los efectos de la
hipnosis vienen de influencias sociales y destrezas personales de los clientes. Muchos de
9
los clínicos han reconocido que los clientes responden más a las sugestiones dependiendo
de las: actitudes, creencias, intenciones y expectativas sobre la hipnosis. También influye
la habilidad del cliente de pensar, imaginar y cómo absorbe las sugestiones (Lynn, Kirsch
y Rhue, 1996).
El comienzo de la hipnoterapia en niños en Norteamérica
La primera publicación concerniente a hipnosis con niños fue en una de las
revistas más reconocidas en ese momento en Norteamérica llamada “Sciencie” (ciencia)
donde se encontraba el nombre del artículo “Suggestion in Infancy” (sugestión en la
infancia) por J.M. Baldwin en el año 1891. El autor discute la idea del surgimiento del
interés en la hipnosis, abriendo un nuevo camino para aumentar el entendimiento de la
conducta de infantes más allá que meramente lo físico o el reflejo de las reacciones. Así
como ciertas conductas no pueden ser entendidas en términos de influencias del medio
ambiente, especialmente aquello que llaman sugestiones ideomotoras, que son aquellas
respuestas del cuerpo de manera involuntaria. Montgomery y Schnur (2011), han
definido la sugestiones hipnóticas, como el grado o nivel de respuesta a las sugestiones
hipnóticas. Se podría decir que es la entrega del mensaje terapéutico al cliente, donde el
terapeuta busca como estructurar el mensaje que aumentará los cambios que el cliente
deberá absorber. El ofrecimiento de posibles sugestiones es la piedra angular de
cualquiera de las modalidades de abordaje en todo tratamiento (Yapko, 2011). Baldwin
no utilizó la hipnosis, pero trató de entender los fenómenos hipnóticos como una salida
para el estudio de la consciencia (Olness & Kohe, 1996).
En el siglo 20, tanto en América como en Europa, el interés en la hipnosis con
niños había menguado y no es retomado hasta mediado del siglo 20. A finales de la
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década del 1950 y principio del 1960 se habían empezado a realizar estudios con
población pediátrica. Durante las primeras dos guerras mundiales, el interés en la
hipnosis con adultos había aumentado debido a la intervención con soldados heridos. A
estos, se les enseñó a utilizar destrezas de auto-hipnosis como manera de anestesia, en
donde desarrollaron la habilidad de perder la sensación en una o más partes del cuerpo
(Edgette & Edgette, 1995). La anestesia es inducida hipnóticamente para minorar y en
ocasiones eliminar la sensación directa de dolor e incomodidad. Los soldados heridos
habían aprendido cómo podían disociarse del dolor espontáneamente y reducir la
incomodidad. Esta fue una importante observación para la evolución del entendimiento
sobre el manejo del dolor en niños con hipnosis (Olness & Kohe, 1996).
Según Olness y Kohen (1996), el conductista americano Clark Hull en el 1933 empezó a
realizar experimentos en la Universidad de Yale. Hull reconoció la importancia de la
hipnosis y su utilización en la medicina y la psicología. Mientras, el psiquiatra americano
Milton Erickson estudió y desarrolló los escritos de Hull, dándole un giro diferente a la
relajación progresiva y sugestión directa que eran una de las maneras de intervenció más
utilizadas desde hace 100 años. Erickson estudió los efectos de la comunicación y la
hipnosis, rompiendo con todos los valores de la psiquiatría de su tiempo, utilizando y
promoviendo la hipnosis en la terapia familiar, con pacientes resistentes, de manera
activa y paradójica durante las intervenciones y a su vez empoderando al cliente más que
utilizar la confrontación. La evolución de la hipnosis desarrollada por Milton Erickson ha
sido de las más leídas y estudiadas por los terapeutas que la practican y utilizan dentro de
la psicoterapia en Estados Unidos y otros países del mundo (Lankton & Lankton, 1983).
A pesar de que Erickson no escribió mucho sobre hipnosis en niños, gran parte de sus
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principios han sido utilizados en otras investigaciones con la población pediátrica (Olness
& Kohen, 1996).
En resumen, los pediatras norteamericanos Olness y Kohen (1996) comentan que
los primeros reportes de hipnoterapia con niños fueron primordialmente anécdotas, en el
contexto de interés emocional para apoyar o refutar las teorías y especulaciones más
concurrentes sobre varios aspectos de la conducta humana. No obstante, al final del siglo
19, aquellos que estudiaron el campo cuidadosamente reconocieron que los niños son
sujetos hipnóticamente idóneos, siendo su pico más alto de hipnotizabilidad en la
adolescencia. Las técnicas hipnóticas ha sido aplicadas a una amplia variedad de
problemas médicos y psicológicos en los niños (Olness y Kohen, 1996).
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CAPÍTULO III
CONSIDERACIONES DEL DESARROLLO EN HIPNOSIS CON
NIÑOS Y ADOLESCENTES
Investigadores y clínicos han luchado con la situación de determinar por qué los
niños como grupo, son más receptivos a la hipnosis que los adultos. Algunos sugieren
respuestas basadas en estudios, otros derivadas de algunas teorías de desarrollo en niños y
las demás siguen siendo derivadas de observaciones informales en niños (Olness &
Kohen, 1996). No obstante, actualmente han ido en aumento su reconocimiento como
una herramienta efectiva para niños de todas edades incluyendo los más jóvenes (Wester
& Sugarman, 2007).
Del mismo modo, ciertas consideraciones en el desarrollo de la hipnosis con niños
y adolescentes se tienen en cuenta debido a una serie de cambios y desarrollos que se dan
desde el nacimiento hasta la adolescencia. Por lo tanto, los fenómenos hipnóticos deben
ser observado desde las diferentes etapas de desarrollo (Vanderberg, 2002). El proceso
hipnótico en bebés y niños pequeños es basado en lo sensorial y motor y en muchas de
las ocasiones es uno fugaz. En la edad preescolar surge la imaginación y las sugestiones
son integradas y externalizadas en el juego. Esto contrasta con la presentación hipnótica
de niños más grande, adolescentes y adultos, en los que el cerrar los ojos y la relajación
están a menudo presentes. Los niños de siete años en adelante se pueden mover más a
cerrar los ojos, entrar en un trance profundo y engranar en una imaginación creativa
dentro de una experiencia hipnótica estructurada. Con niños menores, el proceso
hipnótico es menos estructurado y orientado a la acción y centrado en el presente (Wester
& Sugarman, 2007).
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En general, Wester y Sugarman (2007), plantean que los niños son altamente más
receptivos a las sugestiones hipnóticas y cuando son invitados a participar es más común
que fácilmente se compenetren a través del juego, la creatividad y la imaginación
inherente a la experiencia hipnótica. El éxito del uso de la hipnosis con jóvenes requiere
conocer no solo las particularidades de las necesidades clínicas del niño, sino también el
nivel de desarrollo del menor. Esto no solo comprende la edad cronológica, sino su
desarrollo cognitivo, emocional, de lenguaje y el desarrollo de su conducta. La
flexibilidad en el clínico es de suma importancia. Adaptarse al mundo del niño y a su
particular naturaleza, lleva al clínico a un mejor camino dentro de la vida del menor,
como vehículo de un cambio terapéutico (Wester & Sugarman, 2007).
La participación de la imaginación como un precursor hipnótico
La hipnosis clásica, entiéndase una de relajación progresiva, cerrar los ojos y
sugestiones directas, no se da con niños pequeños. No obstante, la utilización de la
imaginación en niños, capta su atención con diferentes respuestas de sus conductas
comparado con niños más grandes, adolescentes y adultos. La participación de la
imaginación se refiere a un proceso en el cual el niño de manera intensa es absorbido en
el aquí y ahora en una experiencia de fantasía, en la cual su realidad presente es
suspendida en el interés de una experiencia concurrente de imaginación. Esto no
presupone un estado del ego disociado o un estado profundo de relajación fisiológico con
un estado alterado de la conciencia, como ocurre en la hipnosis clásica. Los niños más
pequeños no prefieren cerrar los ojos ya que esto es asociado por ellos con el proceso de
dormir (Wester & Sugarman, 2007).
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Hipnosis en niños pequeños
Poca atención se ha puesto mundialmente para estudiar y desarrollar varias
maneras de procesos hipnóticos de manera informal con infantes y niños pequeños por
los padres. Entre la escasa referencia, resaltan algunos estudios excelentes que han sido
reportados con población pre-escolar por la pediatra Karen Olness en 1981 y otros por
Gardner y Kuttner entre los años 1988 y 1991. Estos han sido estudios controlados que
expandieron el entendimiento de los procesos hipnóticos con infantes y niños pequeños.
Wester y Sugarman (2007) expusieron que el trabajo sobre la receptividad hipnótica
sugiere que los niños pre-escolares no son tan receptivos hipnóticamente como los niños
de edad escolar y a su vez no existen escalas para medir destrezas hipnóticas para niños
menores de cuatro años o menos. Esto indica que las destrezas hipnóticas están
empezando alrededor de los cinco años en adelante. Sin embargo, las experiencias
clínicas indican que los aspectos sensoriales y kinésicos de la hipnosis dentro de un
tiempo corto ocurren en este grupo de niños pequeños (Sugarman, 2007).
Gadner (1977), revisó la evidencia clínica que apoya la noción que los infantes y
niños pequeños responden a las acciones de los padres cuando estos intentan calmar o
tranquilizar su niño pequeño y estos pueden entrar en un trance. Alman y Lambrou
(1983), definen el trance como un estado natural de enfoque y absorción, donde es un
estado alterado de alerta que puede ser utilizado en la hipnosis para crear los cambios que
se desean a través de sugestiones específicas. Señala Gadner (1977), que el jugar y
utilizar música para relajar a los niños, las acaricias en alguna parte de su cuerpo y
cualquier tipo de juguete que emita vibración para tranquilizar un niño, se ha considerado
como una de las formas de hipnosis más primitiva. Se ha demostrado que los niños
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menores de 6 años de edad se ha demostrado que son hipnotizables, pero no como se ha
utilizado usualmente la hipnosis con niños mayores. Hilgard y Morgan (1978) prefirieron
establecer el término protohipnosis, en el cual se emplea la distracción en los niños más
pequeños mediante el escuchar una historia o fábula en vez de removerlos a ellos mismos
desde una escena a través de su fantasía (Wester & Sugarman, 2007). Por tanto, la
hipnosis con infantes y niños más pequeños ha sido basada en una modalidad sensorial,
ritmos y dar vueltas; kinésicamente, a través de objetos que vibren; y auditiva, mediante
canciones; y no una hipnosis clásica en donde cierren los ojos. Asimismo, hay una
involucración de los padres en el proceso de hipnosis con sus hijos mediante la aplicación
de las técnicas (Sugarman, 2007).
Preescolares
Wester y Sugarman (2007) establecieron que el nivel de atención de los niños
preescolares (4 a 7 años de edad) es más corto. Estos, quienes adoran la magia y las
sorpresas, tienen mayor facilidad de distracción así como manejo para llevarlos entre la
fantasía y la realidad. Ellos no están acostumbrados a la relajación física y muchas veces
se pueden mover por todas partes en una experiencia de trance efectivo sin interferir con
sus beneficios. Cognitivamente, los preescolares son concretos y bien literales en su
comunicación y comprensión. Consecuentemente, ellos se benefician de un lenguaje
simple, claro y directo de acuerdo a su edad. Utilizar sus propias palabras ayuda como
una intervención básica hipnótica. La incorporación de rituales y ritmos que capitalizan
en el entendimiento de su lenguaje no verbal, como los patrones rítmicos de sus
familiares de crear tranquilidad y ciertas canciones familiares o algunas historias
favoritas son una excelente técnica con niños preescolares.
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El mundo imaginario es rico y accesible como una herramienta clínica con niños
de edad preescolar. Wester y Sugarman (2007) reseña una frase de Bretherton en el 1989
donde comenta, que los niños empiezan a estar disponibles para manejar eventos difíciles
en un mundo de juego. De cierta manera, los asuntos del mundo real de los preescolares,
pueden ser manejados desde el marco del juego. En aspectos generales, la hipnosis con
niños preescolares está basada en la acción, orientada en el juego y centrada en la persona.
Son períodos cortos de experiencias hipnóticas donde se utilizan historias favoritas de los
niños, la participación de los padres cuando sea necesario, la flexibilidad, humor y el
manejo del problema presente del niño (Wester & Sugarman, 2007).
Niños de edad escolar
Los estudios revelan que los niños de edad escolar (7 a 12 años de edad), tienen
una alta capacidad para la hipnosis y la evidencia demuestra cambios automáticos en el
ritmo cardiaco, temperatura de la piel y estimula la respuesta en la piel cuando están en
un trance hipnótico (Lee & Olness, 1996; Lohaus, Klein-Heisling, Vogele & Kuhn-
Henninghausen, 2001). Alrededor de los ocho años en adelante, los niños están más
dispuestos a cerrar sus ojos y se hace visible la relajación de sus cuerpos entrando más a
una forma de hipnosis clásica. Con su capacidad de atención más prolongado y mejor
cooperación, utilizan de manera más inherente su imaginación para beneficio terapéutico
durante el trance. Su respiración es regular y su expresión facial está más enfocada con
los ojos cerrados o abiertos. Teniendo en cuenta que toda hipnosis es una auto-hipnosis,
donde la persona entra en un trance; siendo el proceso del niño. A través de la práctica,
los niños pueden aprender a usar la hipnosis con ellos mismos donde y cuando sea
necesario. La auto-hipnosis es la habilidad natural de usar uno mismo sus propios
17
procesos de enfocarse en un estado de alerta y concentración para desarrollar un estado
que aumente la receptividad a sugestiones de cambios positivos (Alman & Lambrou,
1983). Por ejemplo, Hawkins y Polemikos (2002) encontraron que los niños de edad
escolar que habían tenido traumas seguidos por disturbios de sueño se beneficiaron de
aprender y practicar auto-hipnosis para dormir.
Con los niños de edad escolar, la experiencia del trance se convierte más
prolongada y compleja, la cual conlleva más sugestiones y metáforas que los niños
preescolares, siendo una buena duración entre cinco a siete minutos. Siempre es más
efectivo usar las propias experiencias del niño, pasatiempos o intereses que hacen la
experiencia más relevante, atractiva y absorbente. Reuniendo está información del niño,
de los padres y personal de ayuda y utilizando la misma en la experiencia del trance, se
mejora la cooperación y hace de la hipnosis una más exitosa (Wester & Sugarman, 2007).
Adolescentes
Sugarman (2007), planteo que los adolescentes son quizás algunos de los clientes
o pacientes que más cambios están presentando cuando se está trabajando con ellos
debido a la etapa de desarrollo que se encuentran. Una mirada al desarrollo de la
adolescencia, hace resaltar uno de las mayores retos donde el adolescente, empieza a
convertirse en un adulto independiente con sus propios valores, creencias y metas de vida.
Ser consciente de estas tareas puede dar información de los procesos y resultados del
trabajo del terapeuta. El desarrollo se refiere a muchas áreas del crecimiento humano, en
las que se han establecidos categorías de mente y cuerpo refiriéndose al desarrollo físico
y psicológico (Wester & Sugarman, 2007).
18
Típicamente, la adolescencia temprana comprende las edades de 11 a 13 años de
edad. En este momento, es cuando la experiencia de los adolescentes aumenta su
capacidad de pensamiento lógico e integran los cambios del cuerpo dentro de su sentido
de identidad. La adolescencia intermedia es entre los 14 a 15 años de edad, tiempo en que
definen sus valores y creencias distintas a la de sus padres y exploran las relaciones
interpersonales con otros pares, tanto de su mismo sexo como opuesto. Aumenta, también,
su responsabilidad por su educación y su búsqueda ocupacional. Por último, la
adolescencia tardía que comienza a los 16 años de edad, se completa exitosamente
cuando hay una estabilidad de su sentido de identidad (Wester & Sugarman, 2007).
Los adolescentes, igual que los adultos, tienen una mente más crítica que los niños.
Algunas hipótesis según Wester y Sugarman (2007), establecen que durante la
adolescencia existe un ego observador y un ego participativo que están presente y el ego
observador es uno crítico. Este ego observador es más lógico, analítico y precavido. Los
adolescentes están entre la habilidad natural de su niñez para la imaginación y más
orientado en la realidad, como los adultos en que se están convirtiendo. Sus fantasías son
sobre sus pares y más a menudo sobre deseos de encuentros sexuales con ellos. Cuando
se trabaja con adolescentes hay que realizar preguntas específicas durante el proceso de
entrevistas sobre pasatiempos, intereses y actividades que disfruten. Los adolescentes, al
igual que los adultos, aprenden a reconocer la diferencia de las fantasías y la realidad.
Ven las fantasías como algo malo o de niño, pero a pesar de ello, responden muy bien al
aprendizaje de desarrollar su creatividad, expandiéndola cada vez más mientras utilizan
su imaginación (Wester & Sugarman, 2007).
19
Los adolescentes y adultos espontáneamente detallan vívidamente sus imágenes
internas. Usualmente, la experiencia es descrita como un proceso hipnótico profundo más
que una regresión en trance. Este estado de profundidad o regresión indica cierto material
cargado de emociones que es conectado con la memoria visual y sensorial (Sugarman,
2007).
Teorías de Desarrollo de la niñez a la adolescencia - Algunos puntos importantes
a recordar cuando se interviene con niños, adolescentes o adultos son tener en mente las
diferentes teorías de desarrollo, las cuales han creado un entendimiento del desarrollo
humano. Desde Sigmund Freud con la teoría psicosexual, Erick Erikson y su
formulación de la teoría del desarrollo psicosocial cognitivo y la teoría moral establecida
por Lawrence Kohlberg y Carol Gilligan, quienes expandieron la noción de las
diferencias de género en el pensamiento moral. Estas son algunas de las teorías que se
tienen en consideración en cualquier tipo de psicoterapia incluso en la hipnosis. Es
importante que se incluya a los padres en el proceso de hipnosis con niños/as y
adolescentes más que pretender que sea un proceso individualista. El trabajo con hipnosis
debe expandir su pensamiento teniendo en cuenta que el adolescente es parte de un
sistema familiar (Wester & Sugarman, 2007).
20
CAPÍTULO IV
HIPNOSIS PARA EL MANEJO DEL DOLOR EN NIÑOS
El relato histórico de la hipnoterapia incluye muchos reportes de su uso en el
manejo del dolor incluyendo al cirujano inglés James Braid, quien a mitad del siglo 19,
había aplicado adiestramiento en destrezas hipnóticas para aliviar el dolor en la mayoría
de sus cirugías. Se ha demostrado que los niños por lo general tienen más talento
hipnótico que los mismos adultos y habilidades para el control del dolor con sugestiones
hipnóticas que positivamente está correlacionado con un alto grado de hipnotizabilidad.
No ha sido sorpresa que se haya encontrado en los niños más adaptabilidad que los
adultos en el uso de la hipnoterapia para el manejo o control del dolor (Olness & Kohen,
1996).
Joseph Barber (1999), destaca varios tipo de dolor que es importante saber
diferenciar cuando se trabaja con hipnosis. El primero es el dolor agudo, este se produce
como consecuencia de una estimulación nociva (herida, procedimiento médico,
enfermedad). Segundo es el dolor recurrente, surge de una herida o, con más frecuencia,
de una enfermedad que provoca, a lo largo del tiempo, una estimulación nociva repetida.
Esos estados pueden, en ocasiones, implicar un dolor casi constante (ej. dolor de cáncer,
artritis, síndrome del intestino irritable, etc.). Por ultimo, el dolor crónico, se diferencia
de los anteriores por el hecho de que el cliente experimenta un dolor y un sufrimiento que
perdura más allá de la estimulación nociva producida por la lesión o por la enfermedad
que originaron el dolor inicial (Barber, 1999).
George W. Burns (2001), en su libro El empleo de metáforas en psicoterapia, 101
historias curativas, relata cómo se trabajó uno de los primeros casos reportados de
21
manejo del dolor preoperatorio. En el siglo 18 (Burns, 2001), se narra la historia de un
niño que fue sometido a una intervención quirúrgica en donde le iban a extirpar un tumor.
Con solo, nueve años de edad este niño enfrentó al un bisturí de un cirujano. En esa
época todavía no existían los antibióticos. Louis Pasteur aún no había ilustrado a la
comunidad médica sobre la necesidad de la esterilización y las anestesias químicas para
controlar el dolor, los cuales no se descubrieron hasta un siglo y medio después. Todo lo
que se le podía ofrecer al niño era solo un cuento. Para ayudar a distraer su atención le
explicaron una historia tan fascinante que posteriormente juró no haber sentido ningún
tipo de molestia. Dieciocho años más tarde ese mismo niño le entregó a un editor uno de
sus propios cuentos. Ese muchacho se llamaba Jacob Grimm, el famoso escritor del
cuento clásico Blancanieves (Burns, 2001).
Los niños que aprenden los métodos de autorregulación para el dolor incluyen
según Kohen (1996): su encantamiento con la autoconfianza, la participación personal en
el proceso terapéutico, la reducción del efecto secundario y el aumento a las habilidades
para participar en sus actividades diarias. Muchos reportes de artículos exitosos,
evidencian el uso de técnicas de auto-hipnosis en niños en una variedad de enfermedades
crónicas tales como, diabetes, hemofilia, migrañas y artritis reumatoide juvenil. Olness y
Kohen (1996) comentan que las intervenciones hipnoterapéuticas ayudan como una
terapia adjunta en el manejo del dolor en los niños. Algunos niños prefieren el uso de la
auto-hipnosis en algunas ocasiones debido a que le da un potencial de eficacia y control
sobre el dolor y estrés del mismo.
Los hipnoterapeutas, en ocasiones, abordan el problema del dolor en los niños en
un proceso de tanteo y error. Intentan aleatoriamente técnicas hipnoanalgésicas, las
22
cuáles reducen el dolor más que eliminarlo (Kershaw, 2011), y evalúan el método más
conveniente dependiendo de las circunstancias. Los estudios de niños de edad escolar
indican que la percepción del dolor en los niños va a depender de experiencias pasadas, el
conocimiento que tengan sobre el dolor y el contexto social y psicológico en el cual el
dolor se presentan. Por tanto, se deben conocer los aspectos de las experiencias de los
niños en el dolor que podrían influir en la selección de las técnicas a utilizar (Olness &
Kohen, 1996).
Las variaciones de las experiencias del dolor
Edad.
Los neonatos pueden percibir el dolor como un reflejo del llanto y cambios
autónomos. Sin embargo, como el desarrollo cortical está incompleto, probablemente no
hay conciencia en la memoria de experiencias dolorosas en el periodo neonatal. Al final
del primer año de vida, el niño puede identificar y localizar el dolor y al finalizar del
segundo año de vida, existe claramente evidencia de memoria. La mayoría de los niños
de dos años de edad desarrollan destrezas de imaginería y lenguaje receptivo y pueden, a
su vez, percibir a los adultos como fuente de ayuda. Estos factores, juntos con motivación,
ayudan a evitar el dolor haciendo al niño más receptivo a las técnicas hipnoterapéuticas
para el manejo del dolor. Algunas de las técnicas más usuales han sido las historias o
cuentos, que capturan la atención del niño, para tomar el enfoque de atención lejos del
dolor lo cual ha resultado exitoso (Olness & Kohen, 1996).
Diferencias individuales para la tolerancia del dolor.
Los niños varían grandemente en sus habilidades de tolerar el dolor, incluso más
que los adultos. Si se escoge tres niños con la misma cantidad de dolor, el primero
23
continuará jugando, el segundo preguntará por alguien que le dé un beso donde le duele y
se sienta mejor y continúe jugando y el tercero pudiera experimentar su dolor
catastróficamente, deteniendo completamente su juego. Estos términos son conocidos
respectivamente como niños reductores, moderadores e incrementadores, donde tienden a
distorsionar las percepciones del dolor. Se ha especulado que la hipnoterapia para el
manejo del dolor podría ser más efectiva en los niños incrementadores que en los
reductores. Sin embargo, los moderadores podrían ser más receptivos a la hipnoterapia,
especialmente si los incrementadores tienen alguna carga emocional durante la
experiencia o en expresarlo en la experiencia del dolor (Olness & Kohen, 1996).
Significado emocional.
Para algunos niños, el dolor puede tener un pequeño significado y ser percibido
como una molestia o mala experiencia que espera que termine lo más pronto posible.
Para otros niños, el dolor puede tener una variedad de significados y quizás cumplan con
una variedad de funciones psicológicas: ser castigados por sus pecados imaginarios o
reales, obtener atención y amor, especialmente en niños que tienden a ser ignorados
cuando todo está bien; y en niños que se identifican con alguien a quien amen que tenga
un dolor similar. También evitar situaciones de miedo o indeseadas que pueden ser
inevitables si el niño no tuviera dolor, quedarse junto a la persona que adora, donde el
niño siente la necesidad de estar protegido o en la ausencia de alguien que les haga
sentirse seguro. Por último, ganar estatus en ciertas familias o contextos culturales donde
las expresiones de dolor son socialmente aceptadas y altamente valoradas. Otras razones
que se han estipulado, han sido asegurar la continuidad de la vida, especialmente en niños
enfermos quienes han sido enseñados de que Dios usa la muerte para quitar el dolor y
24
otros niños que le han enseñado que Dios hace sufrir a las personas por sus pecados y su
continuo pecado hace que sea especial ante los ojos de Dios (Olness & Kohen, 1996).
El contexto donde se da el dolor.
Muchos de los aspectos de la realidad que afectan al niño es la magnitud en la
cual el dolor puede ser tolerado. Wood y Bioy (2008) señalan acorde a la Asociación
Internacional de Dolor, que el dolor es una experiencia sensorial y emocional no
placentera donde es asociada a un daño actual o potencial de los tejidos. La experiencia
del dolor nunca debe ser vista como un evento sensorial aislado y esto nunca ocurre sin la
influencia de un contexto y su significado. Las experiencias previas del dolor pueden
tomar forma en las expectativas del niño, en las cuales las experiencias presentes pueden
ser temerosas. Para muchos niños, los constantes procedimientos invasivos asociados a
enfermedades crónicas como el cáncer, son más estresantes que otras enfermedades o
tratamientos. Ciertos estados que coexisten en el cuerpo así como la fatiga o la
incomodidad física podrían probablemente reducir la tolerancia al dolor. Estados
coexistentes psicológicos son también importantes. La ansiedad y la depresión
usualmente reducen la tolerancia al dolor (Olness & Kohen, 1996).
Cuando un niño entiende el propósito o la fuente del dolor, la reacción quizás
pueda ser influenciado por la respuesta de otros. Un padre que responda con ansiedad y
confusión puede provocar más reacciones negativas en un niño que un padre que
responda con aceptación y claridad sobre las necesidades que necesitan ser atendida.
Wester y O’Grady (1991) establecen que el rol de los padres en el manejo del dolor
agudo y crónico donde está envuelta la hipnosis no ha sido estudiado sistemáticamente.
25
Sin embargo, generalizando los otros estudios usando estrategias cognitivo-conductuales,
la inclusión de los padres como aliados quienes han sido preparados con información
sobre los procedimientos e intervención, han funcionado como estrategias de reducción
de estrés y para el empoderamiento en la participación de los niños. En muchos trabajos
con niños en procedimientos de médula ósea y lumbares, los padres han sido adiestrados
en procedimientos hipnóticos, incluso en experiencias con hipnosis para los padres si
desean, para que asistan a sus hijos y al terapista como un pilar durante el proceso.
Hay mucha evidencia en la cual las sugestiones han sido más efectiva para el
alivio del dolor cuando se incluye las dimensiones de relajación y analgésicas. La
intensidad del dolor responde a las sugestiones de analgesia, pero la incomodidad del
dolor responde mejor a las sugestiones de relajación. Se han propuesto dos componentes
para el alivio del dolor establecidos por Hilgard y Hilgard (1975). El primero es utilizar
una conciencia menos alterada, la cual consiste en sugestiones de relajación y reducción
de ansiedad. El segundo componente, envuelve la disociación del subsistema del
procesamiento de información relacionado a la experiencia del dolor (Wester & O’Grady,
1991).
26
CAPÍTULO V
LA TÉCNICA DE HIPNOSIS COMO MANERA DE SUGESTIÓN EN EL
MANEJO DEL DOLOR EN CÁNCER PEDIÁTRICO
Wood y Bioy (2008) establecieron que en los pasados 40 años, la hipnosis ha sido
extensivamente usada en los niños y muchos libros han sido desarrollados sobre este
tema. Considerando el asunto del dolor, la hipnosis ha sido utilizada en quemaduras,
dolor concurrente y recurrente como el dolor abdominal, enfermedad de Crohn, artritis
juvenil y dolores de cabeza. La mayoría de los estudios han sido conducidos en el manejo
del dolor de cáncer pediátrico, procedimientos médicos y ansiedad.
Hilgard y Le Baron (en Wood & Bioy, 2008) desarrollaron formas innovativas de
hipnosis clínica enfocado en la imaginación guiada para problemas asociados con cáncer
pediátrico. El niño es entrevistado sobre sus juegos favoritos, actividades, programas y
películas. El terapeuta usa esto para ayudar al niño a desarrollar historias fantasiosas de
su interés que puedan usar durante el procedimiento médico. Se ha estudiado el rol de la
hipnosis utilizando la imaginación, en niños de edades de 5 a 7 años de edad, que han
desarrollado náusea y vómitos a consecuencia de las quimioterapias. En la misma se ha
reportado una menor duración de náuseas y vómitos después de haber utilizados hipnosis,
distracción y relajación en condiciones de control (Wood & Bioy, 2008). En este mismo
estudio se ha investigado las imágenes de la función del cerebro que han ayudado al
entendimiento de los mecanismos de la hipnosis, midiendo el flujo sanguíneo de la región
cerebral usando una tomografía de emisión positiva que examina los cambios de
actividad cerebral durante la hipnosis y estados normales de alerta. Los estados
hipnóticos están asociados con altos niveles de flujo sanguíneo cerebrales y áreas
27
corticales occipitales. Los auto reportes de los mismos pacientes muestran una absorción
mental durante la hipnosis que está asociada al aumento de flujos sanguíneos cerebrales
que están conectadas a las redes de las estructuras del cerebro asociadas a la atención
(Wood & Bioy, 2008).
En el área de oncología pediátrica se ha ido evidenciando de manera exitosa el
manejo de las náuseas y vómitos a consecuencia de las quimioterapias y el procedimiento
del manejo del dolor con intervenciones basadas en la evidencia utilizando la hipnosis,
distracción, relajación y el modelo cognitivo conductual (Liossi, 2006). Christina Liossi
(2006), plantea en su estudios de casos e investigaciones controladas la eficacia de la
hipnosis en el manejo de los efectos secundarios en los niños en el tratamiento del cáncer.
Zeltzer, LeBaron y Zelter en el 1984 (en Liossi, 2006), utilizaron la distracción en los
niños/as durante la administración de la quimioterapia creando una atención directa en
objetos de interés en el cuarto donde se encontraban recibiendo tratamientos, hicieron
bromas, apretaron la mano del terapista, realizaron respiraciones profundas y jugaron
juegos de adivinanzas. Las intervenciones hipnóticas consistieron en involucrar al niño en
imaginería y darle sugestiones post-hipnóticas. Estas fueron desarrolladas para que
ayudaran al niño a utilizar la imaginación en el hogar, a tener apetito que es perdido a
causa de las quimioterapias y tener una noche relajada al momento de dormir. Estas
intervenciones con consejos de apoyo del terapeuta e hipnosis fueron efectiva en reducir
los efectos secundarios de vómitos y nauseas, en las cuales estos síntomas causan estrés a
los niños (Liossi, 2006).
También Liossi y su colega Hatira en el 1999 (en Liossi, 2006), llevaron a cabo
estudios controlados al azar, donde se comparó la hipnosis versus el entrenamiento
28
cognitivo conductual (CBT) para aliviar el dolor y estrés en una muestra de 30 niños/as
con cáncer pediátrico durante los procesos de aspiración en la médula ósea. El grupo de
hipnosis recibió fenómenos de analgesia hipnótica con sugestiones de entumecimiento,
anestesia de guante y sugestiones post-hipnóticas (Liossi, 2006). En el otro grupo de
entrenamiento cognitivo conductual Liossi (2006) señala que se le enseño a los niños/as
pensamientos de relajación, ejercicios de respirar y reestructuración cognitiva. Los
resultados de los estudios mostraron en ambos grupos tanto de hipnosis y los de
entrenamiento cognitivo conductual (CBT), menos dolor y menos ansiedad relacionada al
dolor. No obstante, cabe indicar que los niños que fueron tratados con hipnosis versus
entrenamiento cognitivo conductual reportaron menos dolor y ansiedad (Liossi, 2006).
De igual forma, Sohl, Stossel, Schnur, Tatrow, Gherman y Montgomery (2010),
han corroborado en diversos estudios la eficacia en las intervenciones con hipnosis para
reducir el estrés, dolor y otros efectos secundarios asociados al tratamiento del cáncer
pediátrico y de poblaciones adultas. Se ha demostrado una baja significativa en el dolor,
nausea, fatiga, incomodidad y estrés emocional en estudios empíricos. Muchos de los
clientes que participaron se le preguntó si anteriormente se le habían ofrecido otros
tratamientos complementarios como la hipnosis y todos coincidieron que nunca les
hablaron de tratamientos alternos ni de utilizar la hipnosis como manera complementaria.
En un segundo estudio, Zaza, Sellick y Hillier en el 2005 (en Sohl, Stossel, Schnur,
Tatrow, Gherman y Montgomery, 2010), encontraron que solo a 13 pacientes de 292
pacientes de cáncer tanto niños como adultos se le había hablado de hipnosis. Un 26% de
esos pacientes desconocían del potencial del uso de la hipnosis en el tratamiento de
cáncer y un 19% se mostraban escéptico.
29
Sohl, et. al. (2010), en su estudio para evaluar la eficacia de la hipnosis en los
efectos secundarios del tratamiento del cáncer tanto en niños como adultos, investigaron
como ciertas variables demográficas como género, raza y edad influían en la hipnosis. En
los resultados del estudio (Sohl, et al., 2010), encontraron que el género femenino le
gusta usar más tratamientos complementarios y alternos como la hipnosis y mostraron
actitudes más positivas hacia la hipnosis que el género masculino. En el contexto del
tratamiento del cáncer con hipnosis para el manejo del dolor y efectos secundarios no se
reportaron indicadores significativos que estén asociados al tipo de raza. Por último, los
investigadores concluyeron que la población pediátrica ha utilizado más la hipnosis
como tratamiento complementario y alterno que los adultos. Igualmente, evidenciaron el
punto de vista del público general de la utilización y aceptación de la hipnosis en el
tratamiento complementario en el manejo del dolor del cáncer y sus efectos secundarios
durante el proceso de intervención (Sohl, Stossel, Schnuer, Tatrow, Gherman y
Montgomery, 2010).
Imaginación Guiada y otras técnicas de sugestión para el manejo del dolor en
cáncer pediátrico
Del mismo modo, en la frecuencia reportada de la morbilidad y estrés psicosocial
en los diagnósticos de cáncer pediátrico, especialmente durante el tratamiento activo se
han desarrollado otras destrezas de intervención. Taylor e Ingleton (2003), reportaron las
experiencias de pacientes pediátricos y adultos donde investigaron su participación en un
programa para manejo dolor a causa del tratamiento del cáncer. Además de hipnosis
utilizaron imaginación guiada para el manejo de los efectos secundarios de las
quimioterapias, de la ansiedad y alteración de los mecanismos del sistema inmunológico
30
para una mejor prognosis. Los pacientes fueron guiados mentalmente, donde se
imaginaban marcando un sistema de números donde representaba las nauseas y vómitos y
practicaba en su imaginación guiada subiendo y bajando los números de intensidad.
Posteriormente dándole una asociación con una palabra clave, la cuál es utilizada para
reducir el estímulo de nausea cuando están recibiendo las quimioterapias y controlando la
sensaciones. Igualmente, se les enseñó con imaginación guiada visualizar sus células
blancas atacando y destruyendo las células cancerosas en distintos escenarios que
escogieran (Taylor & Ingleton, 2003).
Taylor e Ingleton (2003), utilizaron en las intervenciones el modelo cognitivo
conductual para reestructuraciones de pensamiento, asignaciones conductuales, relajación
progresiva muscular y la modalidad de juego de roles, donde imaginaban que estaban
lidiando inminentemente con los procedimientos estresantes de las intervenciones
médicas del cáncer. También, los pacientes aprendieron a pensar y comportarse de
manera más adaptativa, aumentando la confianza en sí mismo y pudiendo reducir su
ansiedad y estrés relacionado al dolor de los procedimientos y los efectos secundarios
(Taylor & Ingleton, 2003).
En la práctica clínica, las sugestiones hipnóticas deben ser hechas a la medida o
adaptadas al niño, donde se incorporen sus intereses y se utilice un lenguaje apropiado
para su edad (Richardson, Smith, McCall & Pilkington, 2006). Otro de, los estudios fue
presentado en Inglaterra por Richardson, Smith, McCall y Pilkington (2006), donde
plantearon que la respuesta a la expectativa y motivación del cliente aumenta cualquier
tipo de sugestión positiva. Una de las técnicas sugestivas que se utilizó en varios de los
31
estudios (Smith, 2006), fue la distracción. Está produjo efectos positivos significativos
para manejar el estrés del tratamiento de cáncer, al mismo tiempo, se beneficiaron los
padres de los niños, donde a su vez manejaron los sentimientos de impotencia ante el
proceso. Katz et al. en el 1987 (en Richardson, Smith, McCall & Pilkington, 2006),
entrenaron a pacientes en hipnosis y auto-hipnosis, donde utilizaron técnicas de
imaginación, relajación muscular profunda y sugestiones para anestesia para reducir el
dolor y el miedo debido a las intervenciones de aspiración lumbar. También Zeltzer y
LeBaron en 1982 (en Richardson, Smith, McCall & Pilkington, 2006), utilizaron una
muestra de 33 niños entre las edades de 6 a 17 años de edad para el manejo del dolor en
los procedimientos de médula ósea y lumbar. A través de la imaginación guiada se les
hizo historias de fantasía y cuentos, con sugestiones positivas, donde hubo un sentido de
comodidad, una reducción y un sentido de control del dolor.
De igual forma, se ha mencionado que se ha pretendido investigar cuales eran las
metodologías y estrategias que se deberían utilizar en los procedimientos relacionados a
un mejor manejo del dolor del cáncer en niños y adolescentes (Liossi,1999). Menciona
que los investigadores Zeltzer y LeBaron en el 1982, utilizaban escalas visuales análogas
donde 5 era el máximo de dolor imaginable y de nivel de estrés asociado a los
procedimientos de médula ósea y lumbares. Luego de estudiar estos procedimientos se
evidenció que estos métodos de por sí, causaban más dolor y estrés en el paciente a la
medida que estos iban entendiendo intelectualmente más el proceso (Liossi, 1999). Jay en
1988 (en Liossi, 1999), al mismo tiempo, presentó el control de enfoque como una
técnica sugestiva donde el menor aprende a reprimir, sensibilizar o estar menos vigilante
32
a la información o racionalización cuando lidia con un evento estresante. No obstante,
algunos pacientes evitan los estímulos que les causan ansiedad, aprendiendo otras
técnicas de distracción y de manera espontanea enfocan su atención en transformar esos
estímulos en un contexto más positivo (Liossi, 1999).
También el uso de la realidad virtual como distractor del dolor y ansiedad de los
procedimientos de los pacientes con cáncer pediátrico ha mostrado mucha efectividad
(Gershon, Zimand, Lemos, Rothbaum & Hodges, 2003). Según Gershon et. al. (2003), en
un estudio que se realizó con la realidad virtual incluye un diseño de 4 pasos
consecutivos durante el tratamiento. Primero, se le provee al niño 5 minutos para que
tenga la oportunidad de aprender y practicar como funciona el programa Gorila Virtual.
Mientras tanto la enfermera le pone un catete para poder monitorear el pulso y le
administra las escalas de dolor y ansiedad. Segundo, el paciente empieza a jugar con el
programa Gorila Virtual en un tipo de monitor. Tercero, el paciente se pone un tipo de
casco electrónico donde se reflejan imágenes del programa Gorila Virtual de manera
tridimensional. Cuarto, el paciente posteriormente se le pone un catete y se monitorea el
pulso y el nivel de dolor y ansiedad sin utilizar el programa de Gorila Virtual (Gershon et.
al. 2003). El programa de realidad virtual de un Gorila funciona como una herramienta
educacional, donde el menor visita al mono en su hábitat en el zoológico. El niño toma la
personalidad de un gorila adolescente e interactúa con otros gorilas en sus ambientes. Así
de una manera divertida e interactiva, el niño se distrae del dolor y ansiedad (Gershon,
Zimand, Lemos, Rothbaum & Hodges, 2003).
33
Por último, Woodgate, Degner y Yanofsky (2003), en un estudio cualitativo
longitudinal entre 1998 y 2000 quisieron entender las experiencias de los niños y de sus
familias que han pasado por los síntomas del cáncer. Se utilizó una muestra de 39
niños/as con sus respectivas familias provenientes de Canadá. La intención de este
estudio fue conocer como los profesionales de la salud que intervienen con esta población
pediátrica pueden entenderlos y abórdalos de una manera eficiente en su tratamiento y
cómo esto afecta su familia (Woodgate, Degner & Yanofsky, 2003).
Según Collins et. al. en el 2002 (en Woodgate et. al, 2003), la mortalidad del
cáncer en la niñez ha ido reduciéndose atribuyéndose a las terapias con un enfoque
multimodal. Mostrando una alta prevalencia de mejoría tanto física y psicológica en los
síntomas del cáncer en los niños. Estos estudios se han enfocado en el desarrollo de
destrezas para reducir el dolor, ansiedad y depresión que enfrentan durante el tratamiento
médico para manejar los efectos secundarios de vómitos y nauseas debido a las
radioterapias y quimioterapias.
Del mismo modo, el estudio de los síntomas de cáncer con niños desde el
contexto familiar es considerado como parte integral de las expresiones de los síntomas
del niño (Woodgate et. al., 2003). Al momento, pocos estudios se han realizado sobre el
efecto de la presencia parental ante la respuesta del niño al manejo del dolor y a la
ansiedad durante los procedimientos de intervención médica, donde proveer apoyo a los
padres y niños durante el procedimientos ayuda a manejar el estrés relacionado al dolor.
Mientras tanto Woodgate et. al. (2003), indicaron la importancia de seguir observando el
lenguaje verbal y no verbal de los miembros de la familia y cómo influye en el niño. Lo
34
siguiente que han estudiado es cómo la narrativa de la familia sobre el desarrollo y la
conceptualización de los eventos y síntomas de la enfermedad del cáncer ayuda a
entender cómo afecta a cada uno de los integrantes de la familia. Woodgate et. al. (2003),
indicaron que cambiar el lenguaje que utilicen para identificar los síntomas e incluso los
significados que la familia le da a los síntomas tienen un significado especial en cómo
será su experiencia con el cáncer. Orientando a la familia y entendiendo los síntomas y
sus efectos de la enfermedad ayudará a una mejor trayectoria ya que los síntomas del
cáncer son de manera individual y dependerán del contexto donde ocurran estos síntomas.
Muchos padres experimentan un enorme estrés mental por el dolor físico que presenta su
hijo. El cáncer paraliza la vida del niño y de sus familias de participar de la vida. Ayudar
a las familias en técnicas de auto-hipnosis, relajación y de imaginación guiada y
orientarlos sobre los síntomas ayuda el procedimiento del niño en el manejo del estrés y
del dolor (Woodgates, Degner & Yanofsky, 2003).
Hipnosis, Imaginación Guiada y otras técnicas de sugestión en otras condiciones
médicas
En un estudio de manejo del dolor, Elkins, Jensen y Patterson (2007) revisaron 13
artículos publicados sobre estudios de control, en los que evaluaron la eficacia de la
hipnosis en el dolor crónico. En cada estudio, la intervención en hipnosis demostró ser
significativamente más efectiva que otros tratamientos, en los que se utilizaron fármacos
para la reducción de dolor en pacientes con dolor crónico. Además, la eficacia de la
hipnosis en la reducción de dolor era consistente por una extensa variedad de condiciones
crónicas de dolor como cáncer, dolor de espalda baja, artritis, dolor mandibular y dolor
relacionado a incapacidad.
35
Igualmente hubo una muestra pequeña de estudios llevada a cabo con cada una de
las diferentes condiciones de dolor crónico. En algunos casos, solo un estudio. También
la muestra de pacientes que participaron fueron bajas y con mucha dificultad para
detectar las diferencias entre los grupos. Elkins, Jensen y Patterson (2007) sugirieron
evidenciar con más estudios la aplicabilidad y efectos de la hipnosis en el tratamiento del
dolor crónico en las diferentes condiciones como artritis, cáncer, neuropatía y dolor
lumbar. No obstante, los estudios indicaron que las intervenciones hipnóticas para el
dolor crónico tuvo resultados significantes, donde disminuyo la percepción del dolor,
manteniéndose la reducción del dolor en algunos casos por varios meses. En promedio,
ha sido más efectivo que otros tratamientos así como la terapia física o educativa para
algunas tipos de dolor crónico. La hipnosis, también, ha tenido otros beneficios para los
pacientes con dolor crónico en la reducción de la ansiedad, mejores patrones de sueño y
el mejoramiento de la calidad de vida.
Parecido a, las investigaciones de Elkins, Jensen y Patterson en el 2007, Leora
Kuttner (2009), ha realizo estudios en dolores abdominales y de trastornos del sueño en
niños. Cuando los niños presentan mucha ansiedad y dolores abdominales estos van a
tener dificultad a la hora de dormir o conciliar el sueño y la hipnosis ha sido una
herramienta eficaz en la intervención de estos procedimientos (Kuttner, 2009). En un
estudio en Canadá (Kuttner, 2009), se presentó la intervención de una niña de 11 años de
edad que fue referida a un psiquiatra de niños por episodios de pánico y dolores
abdominales a la hora de dormir e insistía que su madre se quedara al lado de ella hasta
que se quedara dormida.
36
Durante, los eventos un psiquiatra la empezó a tratar con medicamentos para
dormir y utilizando el modelo cognitivo conductual. Sólo este modelo de intervención le
ayudaba hasta que la menor sentía que su madre se había ido del cuarto y empezaban los
episodios de pánico. Kuttner (2009), inmediatamente, comienza utilizando unas
sugestiones hipnóticas de comodidad, suavidad, calidez para dormir e incluso las graba
en un audio para que las utilice. En las otras intervenciones realiza unas metáforas que
aluden a ciertos intereses de la niña, donde esta se sienta competente y encuentre una
manera de cambiar su ansiedad habitual a la hora de dormir. Luego de varias semanas la
menor reportó dormir tranquilamente escuchando todas las noches el audio hasta dejar de
utilizarlo y mostrándose una niña con más independencia (Kuttner, 2009).
Accardi y Milling (2009) realizaron una revisión metodológica exhaustiva de
estudios sobre la efectividad de la hipnosis para la reducción del dolor de los
procedimientos en niños y adolescentes. Utilizaron sujetos y diseños de modelos
combinados en el cual la hipnosis era comparada con intervenciones alternas tales como
la relajación, distracción e imaginería para reducir el dolor de los pacientes que fueran
más jóvenes de 19 años de edad. Esto demostró ser más eficiente y útil para reducir el
dolor y las experiencias no placenteras de los jóvenes en una variedad de procedimientos
de condiciones médicas como aspiración lumbar, leucemia, post-cirugía; evidenciando un
tiempo más eficiente en la recuperación de reducción del dolor que los tratamientos de
cuidado médico tradicionales, siendo la distracción como una de las más efectiva. Al
mismo tiempo ha ido surgiendo un crecimiento en el apoyo empírico de terapias y
prácticas basadas en la evidencia, haciendo hincapié en el potencial de la hipnosis como
37
una herramienta valiosa para los clínicos que trabajan con niños y adolescentes que
experimentan procedimientos invasivos médicos (Accardi & Milling, 2009).
Hay prominentes escuelas de hipnosis con diferentes puntos teóricos que
concuerdan en la utilidad de la hipnosis en el alivio del dolor. La hipnosis ha tenido un
gran potencial en las habilidades de los pacientes para reducir radicalmente y en algunos
casos eliminar ambos, el dolor agudo y crónico. La analgesia hipnótica ha comprendido
sugestiones directas para la reducción de síntomas en las cuales se le sugestionaba a la
parte afectada del cuerpo entumecimiento e insensibilidad. Sin embargo, otros
acercamientos o abordajes con menos énfasis a la analgesia hipnótica o sugestiones
directas están siendo más utilizados como el establecimiento de las técnicas cognitivo-
conductuales en un contexto hipnótico (Milling, 2008).
Milling (2008), ha señalado que más evidencia empírica sobre el potencial de la
hipnosis para reducir el dolor ha sido robustamente notable. Por ejemplo, en un meta-
análisis sobre la analgesia hipnótica realizado por Montgomery, DuHamel y Redd (2000)
se reportaron una prolongada efectividad en la hipnosis. Estas investigaciones
determinaron el promedio de participantes que fueron tratados con hipnosis que han
obtenido una reducción en el dolor más que el 75 % de los que tienen un tratamiento
tradicional. Milling (2008) en su estudio reseñó un desarrollo de varias investigaciones,
en las que se evidencia una reducción del dolor con hipnosis. Señaló cuatro puntos en los
que identifica los aspectos a considerar para la reducción hipnótica en el manejo del dolor
con niños, reducción del dolor con realidad virtual e hipnosis, las expectativas de
receptividad como mecanismo psicológico de la reducción hipnótica del dolor y los
estudios de imágenes cerebrales de la reducción en el dolor con hipnosis.
38
Del mismo modo, Butler, Symons, Henderson, Shortliffe y Spiegel (2005), han
seguido realizando estudios en poder ayudar a los niños a manejar el estrés, ansiedad y el
dolor en los procedimientos radiológicos del reflujo vesicoureteral. Siendo una condición
congénita y del desarrollo en la niñez que afecta los riñones y la vejiga donde los fluidos
de la orina no son expulsados adecuadamente y causan infecciones. Este procedimiento
es el examen radiológico más importante en los niños según Stachinko y Goldberger en el
1998 (en Butler, Symons, Henderson, Shortliffe & Spiegel, 2005), donde se instala un
catete en la uretra de la vejiga del menor para evaluar posibles infecciones de orina que
pueden afectar los riñones. En estos procedimientos médicos dolorosos e incomodos en
los niños y adolescentes mostraron una reducción significativamente del dolor, ansiedad
y estrés.
Luego, la evidencia ha demostrado que la hipnosis y la imaginación guiada
pueden ser utilizada de manera adjunta en los procedimientos médicos (Butler, Symons,
Henderson, Shortliffe & Spiegel, 2005). La hipnosis es un enfoque de la atención, en la
cual hay una reducción periferal del estado de conciencia alerta creando más receptividad
a las señales sociales. Butler et. al. (2005), utilizaron la hipnosis e imaginación guida,
donde le enseñaban a los niños a imaginarse en un juego de pelota o como si estuvieran
viendo una foto desde el otro cuarto. También imaginándose que durante la intervención
están viendo su programa favorito en televisión, ayudando a los niños a reestructurar su
experiencia de lo que esta ocurriendo y disociarse psicológicamente de ellos mismos para
no sentir dolor y miedo. Igualmente los padres fueron entrenados en la utilización de
imaginería guiada y auto-hipnosis, donde pudieron practicar varias veces al día en el
manejo de la ansiedad junto al niño, evidenciando una minimización de las experiencias
39
dolorosas y de estrés del menor y ansiedad de los padres (Butler, Symons, Henderson,
Shortliffe & Spiegel, 2005).
En un estudio realizado por Ortega, Huertas, Canino, Ramírez y Rubio en el 2002
(en Anbar & Geisler, 2005), encontraron que el 49% de los niños con asma en New
Haven, Atlanta, New York y Puerto Rico se habían diagnosticado con desordenes de
ansiedad. Históricamente, se ha identificado estresores psicogénicos en pacientes
pediátricos con desordenes respiratorios, tales como apnea, toz constante y disfunciones
en las cuerdas vocales (Anbar & Geisler, 2005). En Syracuse, Nueva York Anbar y
Geisler (2005), realizaron un estudio en el Centro Pulmonar Pediátrico con 81 pacientes
que recibieron instrucciones de auto-hipnosis para manejar la ansiedad, el dolor de pecho
y dificultades respiratorias. Un 75% de los pacientes pediátricos regresaron para
seguimiento y un 95% reportaron una mejor resolución de sus síntomas. La auto-hipnosis
fue enseñada y aplicada en 15 o 45 minutos por sesión previo a los tratamientos, mientras
que los niños que requirieran alguna otra intervención psicológica iban hacer referidos a
un psiquiatra de niños (Anbar & Geisler, 2005). Según Anbar y Geisler (2005), una mejor
comprensión del manejo psicológico en pacientes pediátricos beneficia a otras prácticas
de pediatras sub-especializados como: gastroentrinológo, nefrólogo, neurólogos y
cirujanos. Muchos de los clínicos médicos que participaron fueron entrenados en estas
técnicas en congresos de la Asociación Americana de Hipnosis Clínica, la Sociedad
Clínica y Experimental de Hipnosis y la Sociedad de Desarrollo y Conductual de
Pediatras (Anbar & Geisler, 2005).
Al mismo tiempo la imaginación guiada es utilizada de manera complementaria
en las terapias para el manejo del dolor que ha ido aumentando desde la década de los
40
años noventa en especial los dolores musculoesqueletares. No hay una definición exacta
de esta condición, pero se ha operacionalizado en la cual son estímulos en la estructura
del sistema esqueleto, vísceras, piel, cardiovasculares, sistemas urinarios y en el sistema
nervioso, donde puede ser el dolor agudo, recurrente y crónico e incluso post-cirugía
donde puede localizarse anatómicamente en varias regiones (Posadzki, Lewandowski,
Terry, Ernst & Stearns, 2012). Posadzki et. al. (2012), en un estudio clínico de 15 casos
con poblaciones pediátricas se les instruyó para utilizar la imaginación guiada y reducir el
dolor muscoloesqueletal, donde 11 de los casos clínicos mostraron una reducción
significativa en el dolor comparados con otros casos donde se aplicó destrezas de
relajación progresiva y tratamientos estandarizados. Daake y Gueldner en el 1989 (en
Posadzki et. al., 2012), examinaron la efectividad de una imaginación guiada placentera
en el manejo del dolor agudo post-cirugía. El grupo que se benefició de imaginación
guiada verbalizó menos dolor post-cirugía y a su vez tuvieron que utilizar menos
medicamento para el dolor.
También Gonzáles et. al. en el 2010 (en Posadzki et. al., 2012), evaluaron los
efectos de la imaginación guiada después de las post-cirugías en el mismo día que se
realizó el procedimiento. Reportaron menos dolor después de las dos horas de haber
salido de cirugía. En un estudio se les enseñó a los participantes a través de diferentes
imágenes mentales a cambiar la percepción de los objetos y eventos y desarrollar
mecanismos que utilicen pensamientos, memorias, emociones y control motor más
placentero. Típicamente, estas imágenes fueron visualizadas en un estado de relajación y
en enfocarse mentalmente en alguna parte de dolor y crear una sensación de alivio con
41
sugestiones analgésicas, donde ayudó a reducir la ansiedad y dolor pre y post operatorio.
(Posadzki, Lewandowski, Terry, Ernst & Stearns, 2012).
Del mismo modo, el dolor crónico en la población pediátrica ha significado un
gran problema afectando a un 15-20% de los niños (Zeltzer, Tsao, Stelling, Powers, Levy
& Waterhouse, 2002). El uso de tratamientos complementarios y alternos en la medicina
para el dolor crónico ha aumentado en los últimos años. La acupuntura ha sido de los más
utilizados en los diversos tratamientos médicos crónicos y ha mostrado su efectividad
tanto en adultos como en niños en condiciones de dolores de espalada y dolor de cabeza.
Hay varios estudios en acupuntura para dolores crónicos en pediátricos (Zelter et. al.,
2002). Los pediatras Kemper, Sarah y Silver-Highfield en el 2000 (en Zelter et. al, 2002),
recomendaron el uso de acupuntura para dolores crónicos en niños, contradiciendo
incluso el punto de vista convencional del miedo a las agujas en la población pediátrica.
El uso de la acupuntura para el dolor se utilizó en condiciones médicas de migraña, donde
en estudios se daban a los niños 10 sesiones mostrando una reducción en la frecuencia y
severidad de las migrañas (Zelter, Tsao, Stelling, Powers, Levy & Waterhouse, 2002).
De manera similar se realizó un estudio donde se utilizó una combinación de
acupuntura e hipnosis en 33 niños entre las edades de 6 a 18 años con dolor crónico. El
tratamiento consistió en 6 semanas, una sesión por cada semana de manera individual de
acupuntura y luego se utilizó 20 minutos de hipnosis en cada sesión. Zelter et. al. (2002),
reportaron menos ansiedad y depresión en los niños, sólo 2 pacientes rehusaron al
tratamiento y una significante reducción del dolor fue evidenciada por los padres y niños.
Al momento de colocarles las agujas, se le indicaba al niño que si deseaba observar
donde se la ponían o podía evitar mirar la colocación de la misma. Estaba por un periodo
42
de 20 minutos con la aguja mientras se le enseñaba hipnosis con imaginación guiada a
través de una relajación progresiva muscular y enfocando en cada musculo una sensación
de suavidad o imaginándose todo su cuerpo y músculos como una vela de cera cálida y
derritiéndose lentamente. También, se guiaba al niño a un sitio seguro, donde se sintiera
feliz y cómodo, este sitio era escogido por el niño. La palabra dolor nunca se mencionó
durante el proceso de intervención para no enfocar la atención del niño en la parte del
cuerpo donde siente incomodidad mostrando una reducción significativa en la sensación
del dolor (Zeltzer, Tsao, Stelling, Powers, Levy & Waterhouse, 2002).
Askay, Patterson y Sharar (2009), han señalado sobre la viabilidad científica de la
hipnosis en el tratamiento del dolor durante estas últimas décadas. No obstante, el uso de
la hipnosis ha tenido ciertos factores que han limitado su uso como; peritaje, tiempo y
esfuerzo por los clínicos en proveerla y el esfuerzo cognitivo que requiere del cliente en
captar la hipnosis. Unas de las razones por las cuales la hipnosis ha tenido una baja
aceptación para el manejo del dolor ha sido debido a las pocas capacitaciones en las
escuelas de medicina e incluso de psicología, el tiempo que toma administrar un
analgésico y el tiempo que toma adiestrar en hipnosis y poder aplicarla en escenarios
médicos que tienen un gran volumen de pacientes para atenderlos en un tiempo mínimo.
No obstante, surge la teoría de desarrollar una hipnosis virtual para aplicarla en tres fases:
sumergir al cliente, la tecnología misma guiará al paciente a través de los mismos pasos
que cuando la hipnosis es utilizada para inducir procesos interpersonales. Patterson,
Tininenko, Schmidt y Sharar en el 2004 (en Askay, Patterson y Sharar, 2009), mostraron
el primer caso reportado usando realidad virtual para administrar hipnosis para manejar
quemaduras de tercer grado en el cuerpo. La realidad virtual captura la atención
43
(Hoffman, Sharar, Coda, 2004 en Askay, Patterson y Sharar, 2009), en los pacientes que
tengan más dificultada de usar la imaginación y absorberse en la misma. Cuando el
paciente esta relajado e inmerso en la realidad virtual, se entiende que esta más receptivo
a sugestiones. Los resultados muestran un alto porcentaje de reducción de la intensidad
del dolor, de ansiedad y en algunos casos menos opiáceos y sugestiones analgésicas. Sin
embargo en casos complejos de dolor crónico es necesario la presencia e intervención
directa de un terapeuta que este debidamente adiestrado en hipnosis para que haya una
mejor efectividad (Askay, Patterson & Sharar, 2009).
Hipnosis, Imaginación Guiada y otras técnicas de sugestión en Latinoamérica
De manera similar, en otros estudios realizados en Latinoamérica, se ha
investigado el uso de la hipnosis, imaginación guiada y otras técnicas sugestivas en el
manejo del dolor pediátrico. En Costa Rica en la Unidad de Quemados del Hospital
Nacional de Niños (Vargas, 2005), se realizaron estudios en donde se utilizó la hipnosis y
relajación con poblaciones de niños y adolescentes. La hipnosis se presenta como un
instrumento efectivo en el tratamiento del dolor tanto agudo como crónico y la ansiedad
del procedimiento médico. Vargas (2005), durante el internamiento del niño aplica la
estrategia de preparación, que le permite al paciente ajustar sus expectativas ante los
procesos quirúrgicos, así como reestructuraciones cognitivas. A su vez, permite que el
paciente ingrese satisfactoriamente al trance, y desde ahí se puede operar una serie de
sugestiones y diseñar herramientas psicológicas (Vargas, 2005).
Durante la intervención con niños quemados, Vargas (2005) evidenció la
dificultad de seguir la secuencia de relajación, imaginación e hipnosis de manera
sistemáticamente. Las dificultades radicaban en la aplicación reciente o inmediata de
44
anestesia para un procedimiento médico, o debido a un dolor agudo en la parte quemada,
donde en estos casos hay que proceder creativamente y adaptarse a la condición del niño.
Vargas (2005) comenta que estos casos se puede proceder captando su atención con
indicaciones indirectas para que cierre los ojos e inmediatamente diseñarle
directivamente algunas imágenes y tratar de acceder a algún tipo de trance.
Al mismo tiempo, Olness en el 1989 (en Vargas, 2005), señala que un 80% de los
niños que han sido atendidos en servicios de emergencias se han beneficiado de
estrategias hipnoterapéuticas, recomendando su uso en el tratamiento del dolor agudo y
crónico. También, la hipnosis es más efectiva en el control del dolor que la relajación,
pues el componente psicológico del dolor es el sufrimiento y esto es lo que aborda la
hipnosis (Holroyd, 1993, en Vargas, 2005). Holroyd en 1993 (en Vargas, 2005), señala
tres consideraciones al usar la hipnosis: la distracción, que busca captar su atención en
acciones inmediatas. En segundo lugar, la disociación, en donde se le convence al
paciente que su dolor está en otra parte del cuerpo, o que piense en otro lugar o tiempo.
Por último, las sugerencias de confort y tranquilidad, usando metáforas y palabras
mágicas, siendo la creatividad del terapeuta un recurso indispensable en el tratamiento de
niños. Van der Does y Van der Dyck en 1989 (en Vargas, 2005), señalaban que la
hipnosis lleva más de 30 años utilizándose en el tratamiento de quemaduras, lográndose
mejorías en el alivio del dolor, en estimular el apetito, promover motivación y ejercitar
partes del cuerpo quemadas. Incluso, la hipnosis ha tenido la capacidad de influenciar la
respuesta inflamatoria, aplicando la técnica dentro de las primeras horas de la lesión
(Vargas, 2005).
45
De igual forma, en el pabellón de quemaduras y cirugía plástica del hospital
estatal de Bolivia se replicó un estudio con una muestra de 5 pacientes adultos, que
anteriormente habían hecho con niños (Pinto & Montoya, 2010). Ewin (en Jetter, 2006,
en Pinto & Montoya, 2010), demostró que a través de la hipnosis se puede retrasar o
incluso parar la inflamación de ampollas que pueden causar daños permanente
impidiendo así graves lesiones de por vida en pacientes quemados. Luego Patterson (en
Jetter, 2006, en Pinto & Montoya, 2010), también ha comprobado que en pacientes
quemados la hipnosis con la sugestión post-hipnótica es poderosa para controlar el dolor
en el proceso de desbridamiento (extracción diaria de la piel muerta). En el hospital de
Vietma de Cochabamba de Bolivia, los psicólogos Pinto y Montoya (2010), encargados
del pabellón pediátrico, realizaron a través del juego con niños quemados, llevarlos a
sugestiones y fantasías para que los procedimientos médicos sean menos dolorosos.
Durante el estudio que realizaron Pinto y Montoya (2010), hubo una reducción en
el dolor de los pacientes que utilizaron la hipnosis y auto-hipnosis en el tratamiento.
Muchos de estos pacientes eran de quemaduras de segundo grado y se les enseñó auto-
hipnosis reduciendo el dolor de una escala de 10 como lo más doloroso a una puntuación
de 3 en la escala. Las sugestiones de analgesia y anestesia propuesta en la hipnosis y
auto-hipnosis tuvieron resultados favorables en los pacientes. Concluyeron, que la alianza
terapéutica efectiva para conseguir un estado de sugestionabilidad ideal consistió en
conocer a cada uno de los pacientes, su actividades, sus pasatiempos, sus gustos, su
familia, sus problemas, su accidente, sus causas, sus consecuencias y su sentir hacia el
mismo paciente y su motivación de aprender hipnosis y auto-hipnosis para controlar su
dolor (Pinto & Montoya, 2010).
46
En Puerto Rico son pocos o casi escasos los estudios donde se ha utilizado la
hipnosis como manera de intervenir en condiciones médicas o psicológicas. Uno de los
estudios realizados fue de la Universidad de Puerto Rico; Recinto de Río Piedras por el
psicólogo Julio Santana y colaboradores (2014), aunque este estudio se realizó con
población adulta. Investigó la viabilidad de crear un programa multimodal integrando la
terapia cognitiva conductual (TCC) y la hipnosis para tratar los problemas emocionales
que enfrentan las mujeres con cáncer de mama durante su tratamiento médico. Se buscó
obtener evidencia empírica sobre estrategias eficaces y viables para atender problemas
emocionales en los pacientes con cáncer.
Inmediatamente, se adaptó la terapia cognitivo conductual más hipnosis en un
caso de una mujer puertorriqueña, que participó en un estudio de viabilidad para el
manejo psicológico de los efectos secundarios de la quimioterapia (Santana, Bernal,
Gómez, Morales & Rodríguez, 2014). Las intervenciones se desarrollaron en seis
sesiones, donde se trataron los temas cognitivos, se explicó el modelo de evento de
activación, creencia, afecto y efecto, ABCDE (por sus siglas en inglés) enfocado en
pensamientos, emociones y actividad física relacionada con efectos psicológicos comunes
de la trayectoria del cáncer. En las otras sesiones se utilizaron estrategias de activación
conductual y se trató la relación entre las acciones, estados de ánimo y el control de
efectos secundarios. También, se modeló y orientó la planificación, ejecución de
actividades placenteras, se trabajó la importancia de la red de apoyo social y estrategias
de comunicación asertiva para conformar la red y mantenerla activa. Por último, se
emplearon sugestiones focalizadas en la disminución de síntomas de ansiedad, fatiga,
depresión y de dolor, donde finaliza la sesiones y se le entregó un disco con una sesión de
47
hipnosis para que la paciente lo escuchará en su hogar (Santana et. al., 2014). Según los
resultados reportados, mostraron evidencia preliminar de que es viable y aceptable una
intervención que combinara terapia cognitiva conductual (TCC) más hipnosis, para tratar
síntomas de depresión, ansiedad y fatiga en mujeres puertorriqueñas con cáncer de mama.
Otro de los estudios, realizados fue en la Universidad Carlos Albizu, Recinto de
San Juan, Puerto Rico para la traducción, adaptación y validación de la Escala Standford
de Hipnosis Clínica a la población adulta puertorriqueña (Deynes-Exclusa, 2007).
Yazmin Deynes-Exclusa (2007), reseña que en Puerto Rico no se encuentran
instrumentos confiables y válidos para medir la hipnotizabilidad. Sólo se encuentra
validada la Escala de Sugestionabilidad de Barber, siendo este el único instrumento a ser
utilizado en la población puertorriqueña. La revisión de la literatura revela una
correlación alta y positiva entre hipnotizabilidad y respuesta terapéutica (Mott, 1979, en
Deynes-Exclusa, 2007). Esta medida considera la Escalas de Sugestionabilidad para
seleccionar a los individuos o pacientes que puedan beneficiarse de la hipnosis en la
terapia y de esta manera no crear falsas expectativas. En la administración de las mismas
a adultos no se encontraron diferencias significativas entre las puntuaciones promedio de
la muestra de la investigación y la muestra original de la Standford Hypnotic Clinical
Scales (Deynes-Exclusa, 2007).
Por último, sólo se encontró un estudio en hipnosis aplicada a niños/as en Puerto
Rico, aunque no dirigida al manejo del dolor en procedimientos de tratamiento de
condiciones médicas y qué aspectos psicológicos se involucran durante las intervenciones.
Bustillo (2003), desarrolló un estudio de la Universidad de Massachusetts; Amherst sobre
las expectativas de los padres en torno a las correlaciones hipnóticas y no-hipnóticas de la
48
sugestionabilidad en una muestra de niños puertorriqueños. Se evaluaron varias
correlaciones de sugestiones de imaginación en niños y la magnitud de la receptividad de
los niños que los hace sugestionable y cómo es una apropiada sugestionabilidad hipnótica.
Segundo, se investigaba si hay alguna relación entre los padres en las expectativas de las
respuestas de los niños/as a la sugestionabilidad y las actuales respuestas de los niños
(Bustillo, 2003). Las correlaciones que se utilizaron para observar fueron: conductas
disociativas y de fantasías, imaginación y expectativas de los padres. Según Bustillo
(2003), la viveza (vividness), está altamente asociada tanto con sugestiones hipnóticas
como no-hipnóticas. La absorción no esta relacionada significativamente a sugestiones
no-hipnóticas, pero sí evidencia una fuerte correlación con la sugestionabilidad hipnótica.
La predicción de las expectativas de los padres, ha aumentado la sugestionabilidad
hipnótica, pero no esta asociado significativamente con las sugestiones imaginativas (con
o sin inducción), en los niños/as.
Igualmente, en el estudio se utilizaron las Escalas Standford de Hipnosis Clínica
en Niños/as, Escala disociativa de Niños/as, Cuestionarios de Fantasías en Niños/as y
Escalas de Expectativas en puertorriqueños (Bustillo, 2003). Los resultados de la
investigación apoyan el punto de vista de receptividad hipnótica como un reflejo de la
sugestionabilidad continua. Bustillo (2003), evidenció la importancia de entender el
estrés de los padres sobre sus creencias y actitudes hacia la hipnosis cuando es usado en
un contexto terapéutico con los niños/as. Al mismo tiempo, los padres que participaron
en el estudio de la receptividad de los niños/as a la sugestionabilidad en la hipnosis
fueron altas en las escalas administradas y significativas sobre las no-hipnóticas. A su vez,
una mejor actitud hacia la hipnosis, buena alianza del terapeuta, donde espera lo mejor
49
del niño y la experiencia del terapeuta en el uso de la hipnosis aumentan el grado de
expectativas en el procedimiento. También, en las correlaciones de vividez fueron
significativos en la sugestionabilidad no-hipnóticas e hipnóticas, en la absorción hubo
una alta correlación en las hipnóticas y en las fantasías no se encontró correlaciones
significativas tanto en las sugestionabilidad no-hipnótico e hipnótico (Bustillo, 2003).
Conclusiones y recomendaciones futuras
La utilización de la hipnosis en la población de niños y adolescente ha sido
estudiada desde principio del siglo 20, pero dejó de investigarse y no es hasta finales de
los años cincuenta y principios de los sesenta que empieza a tener un mayor interés en
realizarse estudios nuevamente (Olness & Kohen, 1996). Han ido creciendo los estudios
empíricos y clínicos evaluando la efectividad de la hipnoterapia, imaginación guiada y
otras técnicas de sugestión hipnóticas y no-hipnóticas en la medicina pediátrica. En
muchas de las instancias, lo niños/as y adolescentes han podido aprender destrezas auto-
regulatorias para reducir u eliminar una variedad de síntomas de enfermedades tales
como nausea y manejo del dolor. Muchos de los niños/as y adolescentes que utilizan
hipnosis, auto-hipnosis e imaginación guiada en condiciones médicas expresan victoria y
triunfo. Estos evitan menos utilización de medicamentos, mejor control de los efectos
secundarios, están más predispuestos al tratamiento y menos tiempo en los hospitales.
En muchos estudios la utilización con hipnosis, la imaginación, relajación y
distracción han tenido efectividad en las intervenciones lumbares, de médula ósea y
cáncer, donde ayuda a un mejor manejo de la tolerancia, ansiedad e incomodidad que esta
asociada a los procedimientos médicos. Un sin número de investigadores han revisado de
manera sistemática y crítica las evidencias de los procedimientos de hipnosis, la
50
imaginación guiada, relajación y distracción en relación a los procedimientos de manejo
del dolor y el estrés en la población pediátrica, incluso en niños/as con cáncer. Se ha
evidenciado la efectividad en estudios para reducir el estrés utilizando hipnosis,
imaginación guiada y relajación en procedimientos invasivos bien dolorosos para tratar
problemas en la orina con niños/as. Los resultados reflejaron que la hipnosis había
ayudado a manejar el estrés, las perspectivas de los padres, la intervención del personal
médico e incluso la predisposición y perspectiva del niño.
Sin embargo, a pesar que los estudios revisados coinciden en la efectividad de la
hipnosis, la utilización de la imaginación guiada, la relajación, distracción y los ejercicios
de respiración entre otros, estos carecen de una metodología rigurosa. Dentro de las
limitaciones de los estudios presentados hay muestras no significativas o muy pequeñas y
falta de una metodología aleatoria de pruebas. En muchos de los estudios no se evidencia
cómo fue el proceso de reclutamiento de participantes y no reporta las razones de por qué
no se le dió una continuidad a los integrantes del estudio. Algunos de los estudios
señalaron que hay una ausencia de condiciones de control en las variables de placebo y/o
expectativas. También, surge una ausencia de guías estandarizadas para inducciones e
intervenciones hipnóticas impidiendo poder replicar el mismo estudio de manera
empírica.
Del mismo modo, hay que mencionar los problemas que usualmente a través de
los años se han presentado en los estudios. Algunos de los asuntos más recurrentes que
se presentan en los diseños de protocolos en hipnosis con niños/as son las variables
individuales, la contaminación de otras personas durante el periodo del estudio y las
dificultades de estandarizar las intervenciones hipnóticas. En referente a las variables
51
individuales, los investigadores no conocen cual de todas serían significantes. Mientras
tanto, hay vasta diferencias entre los niños en las experiencias pasadas que los han hecho
más o menos receptivo a las intervenciones hipnóticas que no pueden ser medidas de
manera empírica. Por último, los estudios han reflejado un nivel de influencia de los
padres en las experiencias de estrés durante los procedimientos de manejo del dolor con
niños/as con cáncer y otras condiciones médicas, aunque se requieren de más estudios
para entender desde el punto de vista de los padres y hermanos las experiencias de
convivir y cuidar de un menor con una condición crónica.
Recomendaciones Futuras
A la luz de la revisión extensa de la literatura sobre la hipnosis, imaginación
guiada y otras técnicas de sugestión para el manejo del dolor en niños/as y adolescentes
se recomienda desarrollar más estudios empíricos que integren las observaciones clínicas
de las intervenciones. La implementación de protocolos estandarizados que demuestren
sistemáticamente las aproximaciones a seguir de los objetivos terapéuticos establecidos.
También, se sugiere que es de gran apoyo y utilidad clínica el uso de escalas
multidimensionales de ansiedad, de estrés, las percepciones del dolor en torno a su
condición de cáncer u otras condiciones médicas, expectativas del paciente antes y
después del procedimiento. Esto ayuda evaluar mejor el impacto de la hipnosis y la
ansiedad antes, durante y después del procedimiento del manejo del dolor.
También, otro punto importante es que se requieren estudios con muestras más
representativas de pacientes y de una continuidad para medir su efectividad después del
tratamiento. Al mismo tiempo investigadores sugieren que se les grabe en audio las
52
intervenciones con hipnosis y la practiquen varias veces al día antes de cada intervención
ya que han encontrado que cuando los niños hacen el cambio de terapeuta que induce la
hipnosis y ellos mismos practican la auto-hipnosis los niveles de ansiedad y dolor
disminuyen provocándoles un sentido de autocontrol.
Una variable que muchos investigadores coincidieron era considerar estudios
futuros de las familias de los pacientes pediátricos y su influencia en el tratamiento del
manejo del dolor y factores de estrés en las intervenciones de cáncer y otros
procedimientos. También, las expectativas del tratamiento, el paciente y las experiencias
del padre sobre las intervenciones. Considerada la familia como una parte integral de las
expresiones de los síntomas del niño, es necesario estudiar los síntomas del cáncer o
cualquier otra enfermedad en el contexto de la familia. Hay muy pocos estudios que
indiquen los efectos de la presencia de los padres en las respuestas de los niños hacia el
dolor y estrés ante los procedimientos invasivos. Estos podrían ayudar a los niños y
padres a manejar directamente los asuntos de manejo de dolor y estrés durante el
procedimiento. También, cómo es para los padres e incluso hermanos vivir con un niño
con cáncer u otra condición de dolor agudo o crónico. Al mismo tiempo, es importante
entender que significado le ha asignado el niño y su familia a los síntomas. Los
significados son grandemente asociados en torno a como el niño/a y la familia
interpretaron el cáncer en un momento preciso; dándole más importancia al proceso de la
experiencia del cáncer.
Del mismo modo, no solo las experiencias afectan al niño enfermo, sino a los
padres y hermanos ver a su hijo o hermano sufriendo mucho. Los padres, en especial las
53
madres, enfocan toda su atención en el niño enfermo, excluyendo a los otros miembros de
la familia. A pesar de que los otros miembros de la familia saben que es importante
cuidar al miembro enfermo, todos están atados a las experiencias de estrés del dolor,
creando incertidumbre en muchas ocasiones en los miembros de la familia ya que el
cáncer u otra condición médica crónica puede representar la muerte del niño. Se sugiere
en muchos estudios enseñar a los padres técnicas de auto-hipnosis para manejar la
ansiedad de ellos y ayudar al niño a manejar las experiencias de estrés y de manejo del
dolor como parte integral de los tratamientos.
En resumen, la hipnosis, la imaginación guiada, relajación, distracción y otras
técnicas de sugestión han mostrado ser efectivas en el procedimiento del manejo del
dolor y estrés de los procedimientos de cáncer pediátrico y otras condiciones médicas
crónicas en niños/as y adolescentes. A su vez, se ha señalado la importancia de continuar
realizando estudios con muestras más amplias y seguimiento por un tiempo más
prolongado para medir los resultados de las intervenciones. También, el desarrollo de
métodos estandarizados para proceder en las intervenciones de manejo del dolor con
hipnosis, imaginación guiada y otras técnicas sugestivas. No obstante, se indica la
importancia de realizar estudios en Puerto Rico para el manejo del dolor y otras
problemáticas con la población pediátrica y el uso de la hipnosis, imaginación guiada ya
que solo se encontró un estudio realizado en el año 2003 y esta revisión de literatura en el
manejo del dolor en niños. Siendo un campo virgen en Puerto Rico el uso de la hipnosis
tanto en problemas psicológicos y en condiciones médicas en niños/as, adolescentes y
adultos. Al mismo tiempo, nos enseña la importancia que tienen los psicólogos de entrar
en otras áreas de salud como es el cáncer, enuresis, asma, diabetes y otras condiciones
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pediátricas, donde hay envuelto factores psicológicos que afectan esas condiciones
médicas.
Por último, esta revisión de literatura abre el espacio para desarrollar diseños y
validaciones en investigaciones en hipnosis, imaginación guiada y otras técnicas de
sugestión a utilizarse en problemas psicológicos y en condiciones médicas en la
población pediátrica. También, el desarrollar alianzas con hospitales con unidades
pediátricas, oncológicas e incluso unidades de quemado, donde se puedan utilizar las
destrezas de hipnosis para desarrollar investigaciones y establecer métodos
estandarizados en los procedimientos de manejo de dolor durante las intervenciones y
manejo de condiciones psicológicas como estrés, ansiedad, depresión entre otras. Por
último, involucrar las familias en el proceso de intervención con la población pediátrica
para una mejor intervención, teniendo en cuenta que la familia es una unidad sistémica.
55
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