Los sindicatos son la base de una economía mundial sosteniblePunto 6 del orden del día

LOS SINDICATOS SON LA BASE DE UNA ECONOMÍA MUNDIAL SOSTENIBLE

La economía mundial se encuentra en una encrucijada. La desigualdad va en aumento y los beneficios de las empresas se han disparado, mientras que los salarios de los trabajadores están estancados. Esta crisis, provocada por la codicia de las empresas, ha aumentado la urgencia cada vez mayor de transformar nuestra economía de una economía que solo beneficia a los ricos y poderosos a una que sea justa, inclusiva y sostenible para todos. Desde la crisis financiera de 2008, las ganancias de las empresas se han recuperado. Los mercados bursátiles mundiales se encuentran en los niveles previos a la recesión. El PIB mundial se ha triplicado en las últimas décadas. Sin embargo, este crecimiento se ha concentrado en los estratos superiores.

Por ejemplo, los salarios de los ejecutivos se han disparado, mientras que los trabajadores han perdido poder adquisitivo. El porcentaje del ingreso nacional que perciben los trabajadores ha disminuido en la mayoría de las economías principales del mundo.

Oxfam indica que actualmente 42 personas controlan una riqueza mayor que los 3,7 mil millones de personas que conforman la mitad más pobre de la humanidad. El 1 por ciento más rico tiene más fortuna que el 99 por ciento restante. El número de multimillonarios pasó de 13 por ciento en 2017 a 2.043, el número más alto de la historia. Su patrimonio neto total aumentó en 18 por ciento a 7,67 billones de dólares, una suma que supera los PIB de Francia y Alemania combinados.

Esto ocurre en un mundo en el que 1 de cada 10 personas vive con menos de 2 dólares al día y 1 de cada 9 se va a la cama con hambre cada noche. El 45 por ciento de las personas entrevistadas en la encuesta mundial de la CSI describió su situación financiera como “desesperada” o “al borde del abismo”, y el 52 por ciento dijo que “simplemente sobrevivía”. "En Estados Unidos, la nación más rica del mundo, 5.3 millones de personas viven en la pobreza absoluta.

Esta disparidad cada vez mayor entre el 1 por ciento superior y el resto de nosotros supone una amenaza existencial para nuestras democracias y nuestros derechos fundamentales. Una concentración creciente de los ingresos permite a los ejecutivos y otras personas con ingresos elevados manipular el sistema económico y político.

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Hay una frustración cada vez mayor entre la población, que piensa que las normas gubernamentales y las fuerzas económicas están "amañadas" a favor de los ricos, lo que les deja con pocas opciones. El “Trumpismo”, el Brexit, el Frente Nacional en Francia, Duterte en Filipinas y otras causas populistas de derechas son en parte una respuesta equivocada a los peldaños que faltan en la escalera económica.

De la OCDE a la OIT hasta los más acérrimos partidarios del orden neoliberal como el FMI, se reconoce que los sindicatos frenan la desigualdad desbocada y que la negociación colectiva es buena para el crecimiento económico a largo plazo. Arraiga la creciente ola de desigualdad y aumenta los salarios de los trabajadores cubiertos, lo que tiene un efecto indirecto en el mercado laboral en general. Ayuda a reducir las tasas de pago de CEO a trabajador.

Como concluyeron economistas de las universidades de Princeton y Columbia en un estudio reciente, "los sindicatos han tenido un efecto significativo e igualador en la distribución del ingreso durante el siglo XX". Este efecto continuará también en este siglo.

Los Objetivos de Desarrollo Sostenible para 2030 de las Naciones Unidas también reconocen que la eliminación de la pobreza, y la desigualdad por extensión, es el mayor reto mundial y un requisito indispensable para el desarrollo sostenible.

Los sindicatos desempeñarán un papel importante en la consecución de este objetivo. Los sindicatos luchan contra la pobreza, promueven sociedades más democráticas y, según el Informe Mundial de la Felicidad de las Naciones Unidas, fomentan una mayor satisfacción con el trabajo.

El movimiento sindical mundial debe ofrecer una visión económica incluyente para hacer frente a la dominación de las empresas y el extremismo de ultra derecha. Esta visión requiere plataformas innovadoras para crear buenos trabajos, hacer frente al cambio climático y estimular nuevos modelos comerciales y de inversión.

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42 PERSONAS CONTROLAN MÁS RIQUEZA QUE LOS 3.7 MIL MILLONES MÁS POBRES

1970

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35

30

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10

5

1975 1980 1985 1990 1995 2000 2005 2010

Nivel de organización sindical

Participación en los ingresos del 1% superior

Participación en losingresos del 10% superior

EL MOVIMIENTO MUNDIAL CRECIENTE A FAVOR DE LOS BUENOS TRABAJOSEl movimiento laboral está listo para el crecimiento, tras años de declive. La cobertura sindical en retroceso está directamente relacionada con el hecho de privar a los trabajadores de la parte que les corresponde. Un informe reciente elaborado por los economistas del FMI indica que aproximadamente la mitad del aumento de la desigualdad de ingresos en las economías avanzadas está “impulsada por la desafiliación de los sindicatos". Esa cifra del gráfico muestra la relación clara entre la desigualdad y la densidad sindical en los Estados Unidos.

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http://cepr.netFuentes y notas: Análisis del autor de los datos de la Encuesta de Población Actual (CPS por sus siglas inglesas) compilados por la Oficina de estadísticas laborales y la base de datos de miembros sindicales y cobertura y el impuesto a la renta compilado por The World TopBase de datos de ingresos.

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Otro factor que contribuye a la presión salarial a la baja es el aumento del trabajo temporal e informal. Más de 1 de cada 10 trabajadores en la UE están empleados con contratos temporales, un aumento del 25 por ciento entre 2001 y 2012. De los años 2005 a los 2015, el 94 por ciento del crecimiento neto del empleo en los Estados Unidos fue trabajo "alternativo", lo que significa contratación independiente, trabajo independiente, temping y trabajo de guardia o en la economía de los bolos. En África, 9 de cada 10 trabajadores tienen trabajos en la economía informal.

La OIT estima que en los próximos años las formas vulnerables de empleo – como los trabajadores por cuenta propia – permanecerán por encima del 42 por ciento de la mano de obra mundial, lo que representa 1.400 millones de personas en todo el mundo. Un número abrumador de estos trabajadores se encuentra en Asia Meridional y África Subsahariana.

En casi todos los países, la precarización de la mano de obra golpea más duramente a las mujeres y a los jóvenes.

El crecimiento del trabajo informal y temporal se perpetúa por medio de modelos empresariales basados en eludir la responsabilidad en materia de bienestar de los trabajadores, violar los derechos laborales y ahorrar en costes de mano de obra, alimentando así la pobreza y la desigualdad de ingresos. Las empresas como Uber, Deliveroo y Amazon Mechanical Turk están simplemente explotando a las personas y privando a los

trabajadores de derechos y protecciones sociales, como el derecho a la baja por enfermedad, vacaciones remuneradas, pagos de pensiones, permiso parental y prestaciones por desempleo.

Este ataque a las protecciones sociales ha afectado a las relaciones laborales de muchos países más allá de la esfera económica y supone una amenaza para la seguridad económica en general. Los trabajadores en puestos más "tradicionales", por ejemplo, empleados de tiendas y restaurantes, están cada vez más sujetos a horarios impredecibles y puntuales que dificultan la obtención de trabajo a tiempo completo, la asistencia a la escuela y la planificación del cuidado infantil.

El trabajo precario es uno de los factores que está provocando una crisis mundial de pensiones. Muchos empleadores no ofrecen una pensión adecuada en el lugar de trabajo, y esto se combina con recortes en los planes de pensiones estatales, niveles insuficientes de ahorro personal y una población que envejece. UNI y sus afiliadas piden protección social universal, portable e inclusiva, que garantice un nivel de vida decente para todos los trabajadores a través del seguro de desempleo, la seguridad social y las pensiones y el acceso a la atención médica y otros servicios públicos.

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El problema es peor para las mujeres que ganan menos en todos los sectores que los hombres, y la brecha en algunos casos se está ampliando, y por lo tanto, pueden ahorrar menos para su jubilación en promedio.

En cuanto a la lucha contra la desigualdad UNI y sus sindicatos afiliados del mundo entero están promoviendo nuevos enfoques para lograr buenos empleos y reducir la desigualdad. En los Estados Unidos, el movimiento Fight for $15 [Lucha por 15 dólares] ya ha logrado aumentos salariales para 22 millones de personas en el país por medio de la defensa de las leyes relativas al salario mínimo. El movimiento Europa necesita un aumento de sueldo está luchando contra el ataque a la negociación colectiva en todo el continente para ayudar a los trabajadores con el aumento que merecen.

En Indonesia, millones de trabajadores que hicieron huelga por un salario digno consiguieron un aumento de sueldo, aunque la lucha continúa. La mayor acción sindical de la historia mundial se llevó a cabo en la India cuanto decenas de millones de trabajadores fueron a la huelga para conseguir un salario mejor.

Asia Fights for +50 [Asia lucha por +50] es una iniciativa innovadora para establecer un nivel salarial mínimo en Asia Sudoriental a fin de parar la carrera a la baja regional eliminando los salarios de la competición entre los gobiernos. Es una iniciativa crítica para mejorar las condiciones de los trabajadores en un área que es un vínculo vital en la cadena mundial de suministro.

De los cuidadores a domicilio a los taxistas y los trabajadores en servicios de entrega, los sindicatos están formulando estrategias para ayudar a los trabajadores en

plataformas a organizarse y establecer nuevas normas para el futuro mundo del trabajo.

Los trabajadores deberían tener un "derecho de jubilación", respaldado por pensiones decentes proporcionadas por el estado y el lugar de trabajo, con niveles mínimos de contribución de empleados y empleadores para garantizar un buen nivel de vida durante la jubilación. Los beneficios sociales y personales de esto son cantidades: una mejor calidad de vida en la jubilación, una mejor salud física y mental en las personas mayores, niveles reducidos de trabajo con mala salud, menores niveles de pobreza de los pensionistas, y tasas reducidas de desempleo juvenil.

El movimiento laboral global también está abordando la discriminación de género, y UNI defenderá no solo la ruptura de los "techos de cristal" que impiden que las mujeres avancen a posiciones de liderazgo sino que también se destruyan los "muros de vidrio" que impiden a las mujeres buscar carreras enámbitos dominados por los hombres. Para lograr este objetivo, el movimiento laboral impulsa las reformas en las escuelas y en los lugares de trabajo

para garantizar que las mujeres sean alentadas y sean capaces de hacerlo, a ingresar en campos tradicionalmente masculinos comos los de la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas (STEM); la construcción; o el transporte.

Para que florezca una economía justa, debemos ampliar el conjunto de talentos y habilidades disponibles para los empleadores y asegurarnos de que las habilidades de todos se desarrollen a su máximo potencial.

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La desigualdad adopta muchas formas y las consecuencias negativas del cambio climático afectan desproporciona damente a los trabajadores y las personas del hemisferio Sur.

El aumento de las temperaturas crea nuevos riesgos para los trabajadores en empleos que requieren esfuerzo físico, como los centros de logística. Sin embargo, fuera del lugar de trabajo, el cambio climático está poniendo en riesgo las vidas de cientos de millones de personas. El cambio climático provocado por el ser humano ha creado un desplazamiento masivo por el aumento de conflictos, sequías, inundaciones y hambrunas. Una media de 21,5 millones de personas se ven desplazadas anualmente por las crisis climáticas y para 2060 puede que existan hasta 1.400 millones de "refugiados climáticos". La sequía y la hambruna actuales en África Oriental son un ejemplo inquietante de la escala del cambio climático y la pérdida de vidas humanas provocada por el mismo.

Los sindicatos desempeñan un papel a la hora de mitigar el cambio climático, defendiendo una transición justa de los combustibles fósiles, impulsando una infraestructura para energía limpia e iniciando programas de formación para ayudar a los miembros a reducir su impacto ambiental.

UNI ha sido una voz sindical líder en el llamamiento a la justicia ambiental y la creación de empleos buenos y ecológicos y reconoce que una transición justa solo puede ser efectiva si se adapta a las condiciones de cada país. La brecha entre el Norte y el Sur Globales no debe exacerbarse como resultado de la transición social y ambiental.

LA JUSTICIA AMBIENTAL ES NECESARIA PARA LA JUSTICIA ECONÓMICA

Los sindicatos lideran el camino hacia una transición justa

La Local 32BJ del Sindicato Internacional de Empleados de Servicios ha demostrado cómo el trabajo puede impulsar empleos buenos y ecológicos con su programa de capacitación "Supers verdes".

Más del 75 por ciento del gas de efecto invernadero de la Ciudad de Nueva York proviene de edificios, y 32BJ ha capacitado a más de 1,000 administradores de propiedades, llamados superintendentes o supers, para que sus edificios sean más eficientes y ecológicos.

Esto significa menos desperdicio de agua, menos electricidad utilizada y pocas toneladas cúbicas de gases de efecto invernadero arrojados al aire.

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El sector de inversión global, incluidos los sectores de banca, seguros y fondos de pensiones, gestiona aproximadamente $ 69 billones en activos, lo que les otorga una gran influencia en la economía global y el comportamiento empresarial. En las últimas dos décadas, especialmente desde la crisis financiera de 2007-2008, el papel de los inversores socialmente responsables ("SRI"por sus siglas inglesas) se ha vuelto más prominente. Algunos de estos SRI se basan en factores ambientales, sociales y de gobernanza (ESG por sus siglas inglesas) para evaluar las empresas de la cartera. Sin embargo, una decisión reciente reconoce que los Principios Rectores de las Naciones Unidas para las Empresas y los Derechos Humanos (UNGP por sus siglas inglesas) se aplican no solo a las empresas sino también a los inversores, y esto ha cambiado el panorama de los SRI. Ahora está claro que todos los inversores tienen la responsabilidad de utilizar su influencia para garantizar que las empresas en sus carteras de acciones respeten los derechos humanos, incluidos los derechos humanos de los trabajadores.

Junto con la Comisión de Capital de los Trabajadores, UNI ha trabajado en el área de los SRI para desarrollar y fortalecer las reglas sobre los inversores, la debida diligencia y los UNGP, e incluso para desarrollar las políticas de derechos humanos de los inversores. UNI también trabaja regularmente con la comunidad de los SRI cuando hay problemas relacionados con los derechos de los trabajadores en el trabajo o en la cadena de suministro. UNI continuará utilizando su influencia con los SRI para impulsar la acción y el cambio positivo y presionará a los SRI para que cumplan con sus compromisos y garanticen el respeto de los derechos humanos en todas las empresas en las que invierten.

El 4° Congreso Mundial de UNI en Ciudad del Cabo adoptó una moción sobre los servicios financieros llamando a un Pacto Social para la Banca Sostenible, con objetivos para crear sectores financieros que sirvan a la economía real ya las comunidades. Desde entonces se han tomado iniciativas decisivas para promover estos objetivos, y UNI se basará en este trabajo durante los próximos cuatro años para hacer que las finanzas sostenibles sucedan de manera real.

En el Foro Económico Mundial, el G-20, y la OCDE, UNI ha defendido la necesidad de una reforma fiscal progresiva que promueva la equidad e impulse al mismo tiempo el crecimiento económico. Sin embargo, los datos de la OCDE muestran que los gobiernos han aumentado su dependencia de los impuestos regresivos sobre el consumo, los cuales se centran en los pobres y dejan que las grandes empresas y los individuos ricos se salgan con la suya.

La evasión de impuestos también ejerce una presión a la baja sobre los salarios al permitir que las empresas deslocalicen los beneficios lejos de donde se está haciendo el trabajo.

La reforma también significa aplicar y reforzar los códigos fiscales para reducir la elusión fiscal. La lucha contra la elusión de impuestos es fundamental para un programa para acabar con la desigualdad. Los evasores de impuestos roban billones de dólares de servicios públicos necesarios y se meten al mismo tiempo ese dinero en sus propios bolsillos.

LOS NUEVOS MODELOS COMERCIALES Y DE INVERSIÓN DEBEN DAR PRIORIDAD A LAS PERSONAS Y EL PLANETA

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Los gobiernos deben empezar a utilizar el sistema tributario para hacer nuestras sociedades más igualitarias, no menos. Esto significa una imposición progresiva a los ricos y las empresas para invertir adecuadamente en infraestructura pública y prestaciones. También significa que debemos gravar el flujo de datos, que representarán el 20 por ciento del PIB mundial para 2020.

Este énfasis en una política impositiva justa es especialmente importante ahora, con muchos economistas como el ganador del Premio Nobel, Joseph Stiglitz, expresando su preocupación de que los recientes recortes tributarios corporativos respaldados por Trump en Estados Unidos podrían agravar una carrera global hacia el fondo.

Los programas opacos de negociación de los acuerdos comerciales mundiales han excluido en su mayor parte a las voces de defensores de los derechos laborales y sociales, lo que ha dado lugar a resultados que han paralizado el poder de los gobiernos de regular por el bien público.

Aunque la nueva ola de acuerdos comerciales multilaterales, como el TiSA, TPPA, TTIP, están en suspenso o es poco probable que se lleguen a materializar, su modelo básico está establecido y las discusiones comerciales están lejos de haber acabado.

En particular, los gobiernos y las empresas están impulsando rutas comerciales totalmente liberalizadas de bienes y servicios digitales siempre que sea posible, como los acuerdos comerciales y de inversión multilaterales, el nuevo acuerdo entre la UE y Japón, las propuestas de EE.UU. de renegociación del NAFTA, y las discusiones directas dentro de la OMC.

Este programa de comercio en línea afectará esencialmente a todos los sectores de UNI. Afecta a la reglamentación de los servicios financieros, el desarrollo y la protección de los servicios públicos universales, el control normativo democrático, la propiedad y los derechos sobre los datos, la reglamentación del mercado de trabajo, los derechos de las mujeres y el trabajo decente. Si no se frena, llevará a una división digital y económica cada vez mayor entre el hemisferio Norte y el hemisferio Sur, entre el puñado de empresas que son dueñas de la mayoría de nuestros datos y el resto.

UNI sostiene que los acuerdos comerciales deben dar prioridad a las personas y el planeta. Deberían tratar de mejorar las normas del trabajo, hacer respetar los derechos humanos y promover la igualdad económica y digital.

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• Rutas comerciales totalmente liberalizadas de bienes y servicios digitales.• Eliminación de toda cláusula de tratamiento nacional, lo que significa que

eliminarán los derechos de los países a dar preferencia a sus propias empresas, productos y servicios o a restringir los extranjeros.

• Los flujos transfronterizos de datos sin restricciones impedirían a cualquier país exigir que sus datos permanezcan dentro de sus fronteras. Esto significará que los datos están regidos por la legislación del otro país en los que se encuentran, lo que puede no ofrecer ninguna protección efectiva en materia de derechos de los consumidores, intimidad o fraude. Dado que los datos son el nuevo oro, es particularmente alarmante, ya que muchos gobiernos todavía no se han dado cuenta del valor de sus datos y están renunciando al derecho a desarrollar los medios para recoger el valor de los datos en el futuro.

• Las exigencias de localización a los proveedores extranjeros de instalarse físicamente en el país anfitrión se eliminarán. Esto, a su vez, plantea numerosas preguntas normativas. Si un proveedor extranjero no está presente físicamente, ¿cómo estará reglamentado el servicio?

• El fin de los requisitos de transferencia de tecnología aumentaría la brecha de conocimientos digitales. Muchos países en desarrollo tienen una cláusula comercial destinada a reducir la disparidad en materia digital que estipula que los proveedores extranjeros deben poner a disposición del país anfitrión la tecnología utilizada. Esto, a su vez, tiene un efecto de flujo positivo, ya que las empresas y los trabajadores locales se benefician de utilizar las nuevas tecnologías y adquieren así nuevas competencias. Los Estados Unidos, la UE y Japón quieren prohibir todas las cláusulas de transferencia de tecnología.

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