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Marsico Intro a La Republica

Date post: 20-Nov-2015
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1 EXTRACTO DE PLATON REPÚBLICA Estudio Preliminar, traducción y notas de MARISA DIVENOSA Y CLAUDIA MÁRSICO LOSADA
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    EXTRACTO DE

    PLATON

    REPBLICA Estudio Preliminar, traduccin y notas de

    MARISA DIVENOSA

    Y

    CLAUDIA MRSICO

    LOSADA

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    Estudio Preliminar

    1. Platn, la poltica y las ideas de su tiempo

    Sin proponer una interpretacin autobiogrfica de la obra, no obstante parece evidente que la lectura de la Repblica, como la de ningn otro dilogo de Platn, se enriquece con el recorrido biogrfico del autor y con la puesta en el horizonte cercano del lector de los acontecimientos polticos de los que fue testigo. Vale la pena, entonces, detenernos en algunos datos.

    Platn naci en Atenas en el ao 427a.C.,1 y creci en un rgimen democrtico en el cual su ciudad disfrutaba todava de su momento de esplendor, ya que despus de su victoria en las Guerras Mdicas propici una hegemona que se plasm no

    1La cuestin de las fuentes para la reconstruccin biogrfica es compleja, ya que los testimonios son tardos y poco confiables. Un estudio detallado permite colegir que la mayora de los datos proviene de la Carta VII, un texto sospechado de inautenticidad, pero que aun cuando no fuera de puo de Platn es muy probablemente de un contemporneo cercano, por lo cual no pierde mucho de validez como documento. Entre las fuentes tardas sobresale Digenes Laercio que dedica el libro III de su Vida de los filsofos ilustres a Platn. El estado altamente conjetural de los datos es plasmado de manera extrema en el trabajo tradicional de G. Boas, Fact and Legend in the Biography of Plato, The Philosophical Review 57.5 (1948). Ms tarde se ha devuelto algo de confianza a la tradicin, aun sabiendo que estamos en el terreno de lo posible y no de lo cierto. Una actitud as puede verse especialmente en Guthrie, Historia de la Filosofa Griega, vol IV, trad. esp. A. Vallejo Campos y A. Medina Gonzlez, Madrid, Gredos, 1990.

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    slo en el mbito poltico sino tambin en la cultura. Sin embargo, unos pocos aos antes del nacimiento de Platn, Atenas, junto con sus aliados, entabl una guerra contra Esparta y, aunque en principio conserv la confianza en su primaca militar, paulatinamente su situacin fue empeorando. La firma de la Paz de Nicias (421a.C.), que marca una tregua en el enfrentamiento, es un signo de la fuerza de que gozaba todava Atenas, pero esto no durara mucho tiempo, pues en el 415a.C. los atenienses se embarcaron en la expedicin a Sicilia, que result un golpe irreversible que desat la ruina.

    Proveniente de una familia aristocrtica, Platn difcilmente pudo quedar al margen de los avatares polticos de su poca. En el ao 404a.C. Esparta venci en la Guerra del Peloponeso, al mismo tiempo que se instaur en Atenas el rgimen de los Treinta Tiranos. La tirana -que contaba entre sus representantes activos a Critias y Crmides, primo y to de la madre de Platn respectivamente-2 tuvo slo una fugaz vida de nueve meses, que sin embargo resultaron suficientes para poner al pueblo en su contra y sembrar la sed de venganza. Una vez instalada nuevamente la democracia, no tardaron en concretarse los crmenes en nombre de la justicia y de la restauracin del orden entre los que encontraron la muerte los mencionados Critias y Crmides y tambin tuvo lugar la condena de Scrates en el 399a.C. 3 Este ltimo hecho

    2No toda su familia adhera al grupo oligrquico. Su padrastro era un fervoroso partidario de la democracia, lo cual puede haberle dado amplitud de elementos para juzgar los desaguisados de ambos bandos. 3Probablemente las relaciones de Scrates con este ltimo gobierno, as como con personajes como Alcibades, a quien buena parte de la opinin pblica responsabilizaba por la derrota ateniense, hayan influido en el juicio. Sobre este punto, vease C. Eggers Lan, Platn, Apologa de Scrates, Buenos Aires, Eudeba, reed. 2002.

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    impactara fuertemente en Platn, quien haba pasado aproximadamente ocho aos al lado de su maestro y a su muerte era un joven de veintiocho aos. Una de las marcas ms indelebles que aqul le dejara para siempre sera la concepcin de que entre filosofa y moralidad exite una profunda unin.

    Si la democracia y la oligarqua, los modelos polticos que conformaban la alternativa de la poca, podran dar lugar a hechos de este tipo, indudablemente Platn los considerar como regmenes insanos. Pero no sera ella la nica causa de su desafortunada experiencia poltica. A la muerte de Scrates, segn dice Aristteles (Metafsica I 6,987a) se acerc a Cratilo el Heraclteo, aunque otras fuentes, como DL (III 6) dicen que este contacto fue previo a su frecuentacin de Scrates. De todos modos, como muchos otros discpulos de Scrates, Platn pronto dej el clima enrarecido de Atenas y, en un perodo difcil de reconstruir, segn parece vivi un tiempo en la ciudad de Mgara, donde conoci a Euclides, y luego visit Cirene, lugar en el cual entr en contacto con el matemtico Teodoro. Desde ah pas a Italia y conoci a los pitagricos Filolao y Eurito, quienes habran dejado su impronta en las concepciones de un dualismo metafsico entre otros aspectos- que Platn expondra posteriormente. Es la poca del primer viaje a Sicilia al que nos referiremos enseguida. Segn algunas fuentes habra llegado incluso hasta Egipto. A su regreso a Atenas fund su escuela en el templo dedicado al hroe Academo, por lo cual llev el nombre de Academia. Esta escuela, a la que con deliberado anacronismo se suele llamar la primera universidad, sac a la filosofa de la plaza pblica para institucionalizarla, proveyndole una metodologa y lineamientos normativos que en cierta forma- comenzaron un proceso de profesionalizacin. A pesar de la falta de referencias sobre la vida dentro de la Academia puede

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    colegirse que configuraba una hermandad entre maestros y discpulos, donde los temas principales de discusin debieron de ser los ticos y polticos, sin descuidar los estudios matemticos.4

    Refirmonos ahora a la segunda experiencia poltica insatisfactoria cuyos ecos se hacen oir en la Repblica. En la Carta VII se cuenta que visit tres veces la ciudad de Siracusa en Sicilia. La primera fue durante la tirana de Dionisio I, alrededor del 387a.C. en una visita al cuado de ste, Dion, con quien haba entablado una relacin cercana.5 Segn cuenta Digenes Laercio (III 18), en el curso de una conversacin Platn discuti con el gobernante y Dionisio decidi que Platn pague sus ofensas con la muerte. La intercesin de Dion en defensa de Platn no calm al tirano, quien entreg al filsofo al lacedemonio Polis para que lo lleve a Egina, donde rega una ley segn la cual todo ateniense que llegara a la isla sera ejecutado sin juicio alguno. Los hechos que siguieron son confusos. Platn, por supuesto, no fue ejecutado sino que, a la manera de los enemigos de guerra, fue puesto a la venta como esclavo en el mercado. Finalmente, un tal Aniceris de Cirene lo reconoci y, tras comprarlo, lo liber. Si bien estos detalles distan de merecer confianza, lo cierto es que alrededor del 387a.C. Platn volvi a Atenas y emprendi la tarea de fundacin de la Academia. Pasados los aos y no obstante todas estas desgraciadas peripecias, poco despus del 367a.C., ao de la muerte de Dionisio I, Platn realiz una segunda visita a Siracusa. De nuevo cuenta Digenes que Dionisio II hijo y sucesor del anterior- habra prometido a Platn un grupo

    4Sobre este punto, vase P. Hadot, Platn y la Academia, en Qu es la filosofa antigua?, Mxico, FCE, 19985Si el epigrama de ribetes erticos dedicado a Dion que se le atribuye es cierto, su relacin podra enmarcarse bien en las recomendaciones sobre la relacin con los amados en Repblica III 403a-b.

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    de hombres y un territorio en el cual el filsofo podra instalar su proyecto de organizacin poltica. Sin embargo, Dionisio no cumpli su promesa y Platn lleg a estar en real peligro. Slo por la intervencin del pitagrico Arquitas, que reinaba en Tarento, le fue posible dejar Sicilia. Si algo as sucedi, Platn contaba en este momento con sesenta aos, ya haba escrito la Repblica y probablemente no renunciaba al ideal de verla concretada en un Estado real. Tal vez por eso no renunci a realizar un tercer y ltimo viaje en el 361a.C. Como en los casos anteriores, nada pudo hacer para modificar las convicciones y actitudes de Dionisio II, ni siquiera para evitar que sus relaciones con Dion entraran en una espiral de violencia que terminaron en una guerra civil en la que Dion obtuvo una efmera victoria. 6 La ltima poca de Platn transcurri en la Academia en compaa de sus discpulos, entre quienes se contaban Aristteles, Eudoxo y Espeusipo, su sobrino, que tras su muerte en el 347a.C. a los 80 aos lo sucedi en la direccin de la Academia.

    Para dimensionar los problemas a los que se pretende responder en Repblica, adems de estas experiencias polticas, hay que tener en cuenta otro tipo de enfrentamiento, esta vez en el terreno terico que se daba en el mundo intelectual al que Platn se asomaba. Desde haca tiempo Grecia haba asistido a la aparicin de numerosos intelectuales que a los que suele darse el nombre equvoco y poco preciso de presocrticos y que encarnan la ms antigua tradicin de que tenemos noticia en lo que hace al intento de proyectar sistemas tericos que

    6La historia de este perodo est relatada vvidamente en la Vida de Dion, de Plutarco. La comunidad entera de la Academia se moviliz tras la suerte de Dion, hasta el punto de que otros discpulos de Platn se sumaron a sus tropas. Entre ellos estaba Eudemo, que pereci en la lucha, a quien Aristteles dedic uno de sus dilogos de juventud sobre la inmortalidad del alma conservado fragmentariamente.

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    expliquen lo real. Vale la pena no perder de vista que entre los griegos, y por extensin en Occidente, la verdad tiene un status de problema, bsicamente porque no existe un corpus doctrinal incuestionado que pueda servir como criterio orientador, de modo que en principio cualquier idea que se plantee es potencialmente verdadera o falsa. La carencia de un horizonte religioso orgnico hace que la tradicin se edifique sobre el horizonte de la falta de un saber garantizado y despierte, por lo tanto, la necesidad de suplir esa falta con sistemas alternativos. As, entre estos sistemas presocrticos emerge la intencin de determinar la existencia de principios que aseguren orden y fundamento para lo real ms all de la multiplicidad y caoticidad de lo que se brinda a los sentidos.

    En este sentido, Herclito de Efeso haba llamado la atencin sobre la inestabilidad y cambio en la experiencia, con lo que Platn sintetiza en Cratilo 402a como pnta rhe todo fluye, es decir el cambio e inestabilidad del mundo. Como su fundamento y contrapartida de esta variacin permanente, Herclito postul un principio firme, el lgos, que constituye una razn ordenadora que da sentido y cohesin a la realidad en perpetuo cambio. En la misma lnea, Parmnides postul que el plano de lo cambiante es ilusorio y que existe un plano de realidad plena, precisamente lo que es (t n), que en rigor constituye lo nico sobre lo que se puede tener conocimiento.7 Estos intentos de establecer criterios slidos fueron rpidamente objeto de crticas por parte de un grupo de intelectuales a los que suele llamarse sofistas,8 que sealaron

    7Sobre los sistemas de Herclito y Parmnices, vase C. Eggers Lan V. Juli, Los filsofos presocrticos, Madrid, Gredos, 1978. 8 Muchas objeciones se han hecho a la posibilidad de hablar de los sofistas como si se tratara de un grupo homogneo en cuanto a sus ideas y prcticas. Sabiendo que sera impropio adscribirlos a un mismo movimiento o escuela, nos referimos aqu a una idea que fue sostenida al

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    las dificultades de este planteo haciendo hincapi en la imposibilidad de decidir fundadamente entre discursos diferentes sin un criterio para identificar los verdaderos. La inestabilidad de la realidad humana fue un punto de partida fundamental para el relativismo sofstico, por el cual no es posible el acceso a ninguna verdad taxativa y absoluta, de modo que la realidad humana queda restringida al mbito de la mera opinin.9 De esta manera, se sustituy la nocin de verdad como adecuacin del pensamiento a lo real por la nocin de verdad como coherencia de enunciados. Con este enfoque, no es verdadero el enunciado que explicita lo que efectivamente existe sino cualquier discurso que resulte coherente y verosmil sin importar si tiene correlato real.

    Ante este estado de la discusin, Platn admiti los postulados sobre la inestabilidad del mundo, pero la solucin que los sofistas dieron a la cuestin le result inaceptable. Por el contrario, adopt una posicin bsicamente restauradora y se propuso refundar la nocin tradicional de verdad como adecuacin que postularon Herclito y Parmnides. Es claro que despus de las crticas sofsticas no bastaba con repetir las tesis inaugurales sino que se impona una nueva torsin terica. Para el arribo a su solucin personal es fundamental la figura de su maestro, Scrates, a quien Platn retrata siempre preocupado por cuestiones ticas, colocando los problemas humanos en primer plano. La sntesis de Platn no iba a tardar. Esta preocupacin por el plano de los valores le mostr un camino todava no hollado para intentar establecer un

    menos por varios de ellos. Vase G. Kerferd, Le Mouvement Sophistique, Paris, Vrin, 1981 (ed. fr. 1999). 9Sofistas como Protgoras, por ejemplo, para quien no es accesible ninguna realidad objetiva aparte de la experiencia de cada hombre, plantean que no es posible contar con un criterio de verdad para establecer frente a dos afirmaciones opuestas que una es verdadera y la otra falsa, sino que ambas sern igualmente aceptables.

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    fundamento cierto. Volviendo a los presupuestos de Parmnides 10 y enriquecindolos con las ideas de los matemticos y gemetras que Platn debi conocer en sus viajes tom la idea de realidades perfectas que funcionan como modelo respecto de lo real y adapt este perfil a los problemas que en la experiencia de discpulo de Scrates deben de haberlo ocupado tantas veces. En este sentido, no slo es posible postular una instancia perfecta para el ser, como en Parmnides, o para las entidades matemticas, sino que el mundo de la axiologa responde a principios similares. Es muy probable que de all surgiera finalmente su nocin de las Formas como modelos inmutables, inengendrados, imperecederos, como lo era la realidad para Parmnides y como lo son las entidades matemticas, pero que ahora pueden servir para orientar la vida de los hombres y ofrecen un parmetro para decidir fundadamente sobre los rasgos de lo real. La novedad platnica radicar en disear un sistema que intente explicar las relaciones entre este plano perfecto y el que habitamos los hombres, tan lejos de aqul, y le confiera a su vez un rol activo al hombre en el mejoramiento de su condicin en el mundo.

    2. La Repblica entre las obras de Platn

    A diferencia de lo que sucede con otros autores cuya obra se perdi total o parcialmente, en el caso de Platn la tradicin

    10 Ya Aristteles (Metafsica 986b12-17) releva la importancia del pensamiento de Parmnides en la construccin platnica de su teora de las Formas. Platn no tomar su dicotoma entre lo que es y lo que no es como irreductible, sino que explicar el mundo en devenir justamente en el hecho de que integra rasgos de ser y no ser. Vase especialmente el pasaje de Repblica V 478dss. donde se insiste en la necesidad de postular un tercer trmino intermedio que ser el de la opinin.

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    nos leg ms obras de las que efectivamente escribi por el fenmeno que suele llamarse de plagio invertido, motivado por la intencin de autores posteriores de hacer circular una obra atribuyndole un autor conocido.11 Respecto de cules son los que verdaderamente le pertenecen, la historia de la interpretacin ha sido accidentada, pero actualmente los crticos han llegado a un considerable consenso acerca de la dimensin del corpus. Especialmente durante el siglo XIX los fillogos han sido exageradamente estrictos en sus criterios y han dejado fuera del corpus obras cuya autenticidad hoy nadie pondra en duda. Pero, ms all del problema de su extensin, es el esclarecimiento de la datacin de los dilogos el que ha ocupado y ocupa a la crtica, porque de su datacin relativa depende la inteleccin del modo en que Platn fue modificando sus teoras. Los primeros intentos de organizarlos pretendan basar sus clasificaciones en criterios de estilo y brillo literarios, bajo el supuesto de que en la historia intelectual de un autor sus obras de juventud muestran necesariamente una calidad inferior en la escritura. Pero no es siempre el caso, como puede observarse fcilmente en un dilogo tan rico como Protgoras, que sin duda Platn ha escrito durante su juventud -como evidencia entre otros rasgos su estilo aportico-.

    Se ha llamado la atencin, entonces, sobre la posibilidad de seguir la construccin o el crecimiento intelectual del filsofo a

    11A excepcin de algunas consideradas como espurias ya por los antiguos, sus obras han sido transmitidas segn el ordenamiento que les ha dado Aristfanes de Bizancio, uno de los directores de la Biblioteca de Alejandra que ms ha trabajado en la organizacin y comentario de los textos antiguos. Digenes Laercio incluye en el catlogo de las obras de Platn unos diez dilogos considerados posteriormente apcrifos. De los diez que figuran en la lista transmitida por Digenes Laercio, se han conservado Demdoco, Ssifo, Erixias, Axoco y Alcin. Segn cuenta Galeno (Comm. in Hipp. Epidem. III 17a606ss.) la rivalidad entre Prgamo y Alejandra por la adquisicin de libros incentiv esta prctica.

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    partir del alejamiento paulatino de las ideas de quien fue su maestro y de la elaboracin ms acabada de su propio sistema, pero los crticos acuerdan tambin que en el caso de Platn es particularmente difcil aplicar este criterio con resultados ciertos, ya que el suyo no es el desarrollo lineal de una doctrina. El hecho de que la forma elegida haya sido el dilogo y que muchas veces la eleccin de los personajes condicione el modo de desarrollo de la obra hacen muy compleja la aplicacin de este parmetro evolutivo. Lo mismo diremos del criterio de las referencias a hechos histricos, ya que si bien es cierto que la mencin de algn suceso histrico garantiza que el dilogo ha sido escrito despus de dicho evento, slo permite determinar un terminus post quem, es decir un hito despus del cual fue con seguridad compuesto, y es, por consiguiente, un parmetro sumamente limitado. Esto, en conjuncin con la usual falta de inters de Platn en reflejar fielmente los hechos histricos, hace poco relevante el criterio.12

    Estos inconvenientes de datacin han encontrado una cierta solucin a partir de la formulacin del mtodo estilomtrico ideado por Lewis Campbell y aplicado en su edicin del Sofista y del Poltico en 1867. Otros especialistas, como es el caso de Dittemberger (1881) y Lutoslawski (1897), avanzaron en el mismo sentido. Este mtodo se centra en el anlisis del estilo literario y del lxico del autor, que se mantienen homogneos durante largos periodos de la vida de un autor y, por lo tanto, hacen posible determinar ncleos o grupos de obras con las mismas caractersticas. El hecho de que tanto las estructuras sintcticas y gramaticales como otros aspectos lexicales de la

    12El caso del Menxeno es paradigmtico. En l, el personaje Scrates desarrolla un discurso que narra los sucesos de la Paz de Antlcidas, que tuvo lugar en el 386a.C., es decir, aos despus de la muerte de Scrates. Si no se supiera la fecha de muerte del filsofo por fuentes independientes, el dato sera verdaderamente equvoco.

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    escritura respondan a factores inconscientes del autor garantizan la fidelidad del criterio. De este modo, la observacin de elementos que a primera vista pudieran parecer marginales, como las partculas de unin entre proposiciones o prrafos, o una cierta estructura oracional, han sido estudiados a partir de entonces para determinar, en el caso de Platn, tres grandes grupos de dilogos, que constituyen hoy la base de consenso de los intrpretes. Claro est que subsisten no pocas discusiones acerca del orden interno en el cual Platn los escribi, siendo el primer grupo el que presenta mayor desacuerdo entre los fillogos, pero el margen de la discusin ha quedado notablemente acotado.

    En resumen, los crticos admiten en lneas generales la existencia de un primer ncleo de dilogos llamados de juventud o socrticos y formado por Apologa de Scrates, Critn, Laques, Crmides, Eutifrn, Hipias Mayor y Menor, Protgoras, Ion y Gorgias. Se trata de obras donde la figura de Scrates parece haberse acercado como es natural- al Scrates histrico ms que en los otros perodos, razn por la cual estos dilogos se toman frecuentemente como una fuente para la reconstruccin de la filosofa de Scrates. Es caracterstica en todas las obras de esta primera poca la bsqueda del esclarecimiento de conceptos ticos que Aristteles entendi como la bsqueda de definiciones socrticas (Metafsica XIII 4,1078b9ss.)- y la forma aportica, es decir, la finalizacin del dilogo sin que se encuentre una respuesta taxativa al tema discutido. Esto tambin se ha considerado parte de las caractersticas metodolgicas socrticas, en tanto parece haber concebido la necesidad de subrayar problemas y planteos posibles sin pretender que quedaran definitivamente tratados.13

    13Es por esta razn que el libro I de la Repblica ha sido generalmente sumado a la lista de obras juveniles, al punto de que Ferdinand Dmmler en

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    Los dilogos de madurez que componen el segundo grupo contienen explcitamente la elaboracin de la Teora de las Formas y ponen en el centro de la escena bsicamente cuestiones metafsicas.14 Se piensa que fueron escritos con posterioridad al primer viaje de Platn a Sicilia, lo cual los sita despus del 387a.C. en el mbito de la Academia. Est formado por los dilogos de transicin Menn, Eutidemo, Menxeno, Crtilo y el grupo central de la poca de madurez, tal vez el ms conocido y reconocido de todo el corpus, Fedn, Repblica (II-X), Banquete y Fedro. Se trata del perodo de los grandes mitos y del despliegue literario en el que Platn dej traslucir todo su talento esttico y su capacidad creadora. Debe observarse que en estas obras se cristaliza la diferencia de perspectiva que el filsofo tuvo en el tratamiento de los temas de pocas anteriores. En Fedn, por ejemplo, encontramos nuevamente las escenas finales de la vida de Scrates, pero a diferencia de Apologa y Critn, ahora se analiza lo humano bajo la perspectiva de su dualidad una influencia probablemente pitagrica-, se ponen de relieve las Formas en contraste con las cosas sensibles y la muerte -especialmente la de Scrates- es resignificada en la perspectiva de la inmortalidad del alma. 15 La figura de Scrates, que sigue

    el s. XIX lo design de manera particular como Trasmaco. Volveremos a esto en nuestro apartado 4. 14Sobre la posibilidad de que la Teora de las Formas est presente en los dilogos de juventud, vase M. Balthes, Zum Status der Ideen in Platons Frhdialogen Charmides, Euthydemos, Lysis, Proceedings of the V Symposium Platonicum, Sankt Augustin, 2000

    15Vase P. Kingsley, Ancient philosophy, Mistery and Magic. Empedocles and the Pythagorean Tradition, OUP, 1997. El cambio de actitud frente a la muerte surge inmediatamente de la comparacin del tratamiento del Fedn con el previo de Apologa de Scrates 40dss.

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    siendo central, cambia notoriamente sus rasgos, ya que en numerosos pasajes se lo ve abandonar la postura refutativa para volcarse a la propuesta y anlisis de teoras propias en lo que constituye una aplicacin del mtodo hipottico tal como se lo delinea en Fedn 99bss.16

    Por ltimo, despus de su segundo viaje a Sicilia en el 367a.C. Platn habra escrito los dilogos de vejez, Parmnides, Teeteto, Sofista, Poltico, Timeo, Critias, Filebo y Leyes. En ellos se pone en prctica la revisin crtica de su propia Teora de las Formas y de los problemas lgicos que implica. En este sentido, aparece una preocupacin por temas de corte mrcadamente gnoseolgico, como ejemplifica el abordaje del conocimiento sensible en Teeteto. Todo este cambio de perspectiva en el contenido est acompaado por una ntida modificacin en la forma dialogada, que se desdibuja para dar lugar a largas exposiciones de los interlocutores quienes, a la vez, cambian su lugar con el que antiguamente ocupaba Scrates y se vuelven ellos mismos sus cuestionadores. Ya no se trata de los dilogos llenos de movimiento teatral, ilustrados por mitos y digresiones anecdticas como en la juventud y en la madurez, sino prcticamente de exposiciones doctrinales lineales.17 Las Cartas, de naturaleza muy dismil y siempre sospechadas, tal vez con la excepcin de la Carta VII completan esta lista.

    Mltiples criterios llevan a ubicar la Repblica como prototipo de las obras de madurez, por lo que puede haberse compuesto alrededor del 370 a.C. Lo ms probable es que una obra de su envergadura haya sido compuesta en un periodo extenso de

    16Vase sobre el mtodo dialctico el punto 5.5. 17Excepcin hecha con Timeo, en el que el relato mtico mtico se hace presente pero ciertamente con caractersticas algo diferentes de los de pocas anteriores.

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    tiempo, que algunos crticos han situado entre el momento de la fundacin de la Academia (387a.C.), y su segundo viaje a Sicilia (367a.C.). Quienes postulan est hiptesis de la escritura extendida acuerdan tambin que durante el mismo periodo Platn podra haber compuesto Banquete, Fedn y Fedro, hecho que explicara la superposicin temtica como la inmortalidad del alma y su triparticin, la accesibilidad al mbito de las Formas, la funcin socio-poltica del filsofo y el tipo de respuestas dadas a estas problemticas, lo cual obligara a tener especialmente presentes estos dilogos en la inteleccin de Repblica.

    Ahora bien, es evidente que la Repblica en la obra de Platn no es en absoluto una obra aislada ni en su temtica ni en sus conceptos. Platn retoma el tema en Timeo, Critias y Hermcrates y esto fue justamente lo que consider Aristfanes de Bizancio al colocarla en la misma triloga que Timeo, clasificacin que fue retomada por Trasilo al presentar los dilogos en tetralogas. Los dos dilogos se hermanan en la problemtica poltica y en un plan metafsico que acompaa el desarrollo social. En ambos hay exposiciones extensas de la Teora de las Formas, en el marco del intento de sistematizar la relacin entre cosmologa y ontologa. Por otro lado, la reflexin de la Repblica se contina en el Poltico, donde el planteo se modifica levemente, y en las Leyes, que vuelve a tematizar el gobierno de la ciudad, esta vez puesto en la perspectiva legal. El anlisis de las legislaciones espartana y cretense que tambin estn presentes en la Repblica- y su cotejo con la ateniense da fe de que Platn ya no confa en la posibilidad de una innovacin completa de la ciudad, sino que, despus de su vivencia poltica, se habra de contentar con la mejora del orden existente, a travs de la sntesis en la que participen tambin propuestas provenietes del exterior de Atenas. No siempre se ha visto una continuidad y una relacin

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    de complementariedad en el pensamiento poltico de Platn plasmado en Repblica, Poltico y Leyes, pero incluso si se quiere ver en ellas una disrupcin, es forzoso aceptar que presentan la preocupacin poltica como un caro leitmotiv platnico. No slo importante en cuanto a la amplitud con la que se desarrollan los temas, sino tambin por haber plasmado la intencin de su autor de transmitir su experiencia poltica codificada en una teora que conjugaba sus influencias intelectuales y polticas, la Repblica es indudablemente una de las obras centrales y ms densamente significativas de Platn.

    3. Fecha dramtica y personajes de la Repblica

    Como en todas las obras de Platn, el problema de la datacin implica adems la referencia a la fecha dramtica. En rigor, carecemos de fechas taxativas que permitan determinar la poca en que est ubicada la conversacin que se relata. Sobre el principio se dice que Atenas festeja por primera vez una celebracin dedicada a la diosa Bendis, de origen extranjero, pero todas las referencias posteriores sobre este punto suelen recaer de un modo u otro en Platn.18 Otras referencias, como la de la batalla de Mgara, mencionada en II 368, en la que habran participado los hermanos de Platn, Glaucn y Adimanto, no ayuda demasiado.19 Tampoco sabemos la edad de sus hermanos, sino slo que Adimanto era mayor que Platn (Apologa 34a). La fecha de muerte de Cfalo tambin es

    18Vase por ejemplo Estrabn X 18. 19Se han propuesto varias fechas, porque no est claro de qu batalla se trata. Si fuera la referida por Diodoro de Sicilia (XIII 65), se tratara del ao 409a.C., excesivamente tarda para que Cfalo haya llegado vivo a esa poca. Pero si, contrariamente, fuera la mencionada por Tucdides (IV 72), debera pensarse en el 424a.C., poco plausible si los hermanos de Platn eran cercanos a l en edad.

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    problemtica,20 por lo cual suele sealarse un ambientacin general en la dcada del 420a.C.

    En lo que toca a los personajes, vale la pena notar que Repblica II-X pone de relieve la figura socrtica tpica de las obras de madurez, esto es, ya no se trata del Scrates que analiza la coherencia de las respuestas de sus interlocutores desembocando habitualmente en la apora, sino que el grueso de la obra presenta a un Scrates que ha sido desafiado a sostener tericamente la justicia y responde proponiendo tesis concatenadas que terminan por plantear una visin orgnica, en donde encuentran su lugar numerosos desarrollos tericos. De hecho, los interlocutores principales de Scrates aqu son slo dos: Glaucn y Adimanto, hermanos de Platn. El primero est caracterizado como un hombre intelectualmente rico y mesurado, dispuesto a seguir a su interlocutor, aunque el discurso se vuelva rspido con una vivacidad ldica y poco solemne frente a los problemas dos veces entra en el dilogo rindose de los planteos de Scrates- lo cual le da a la obra un tono de teora en construccin y no de establecimiento de un dogma. La participacin mayoritaria es de Glaucn, que dialoga con Scrates ms del doble que su hermano21 y lo sigue en especial en los pasajes ontolgicos y gnoseolgicos. En este

    20Hay quienes han interpretado que la fecha de la muerte de Cfalo es alrededor del 444/443, porque pseudo Plutarco ha transmitido la versin de que Lisias haba vuelto a Atenas alrededor del 412a.C., 33 aos despus de haber partido a Turium, y que esta partida haba tenido lugar tras la muerte de su padre. Sin embargo, lo ms probable es que haya un error y que los 33 aos se confundan con los que Cfalo pas en Atenas. La muerte de Cfalo suele calcularse alrededor del 430a.C. lo cual tampoco aclara el concierto de fechas.21La alternancia entre Glaucn y Adimanto se da del siguiente modo: II 357a (G); II 362d (A); II 372c (G); II 376d (A); III 398c (G); IV 419a (A); IV 427d (G); V 449a (A); V 451a (G); VI 487b (A); VI 506d (G); VIII 548d (A); IX 576b (G) hasta el final.

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    sentido, l mismo se jacta en V 474a-b de ser quien mejor puede responder al anlisis socrtico. Adimanto, por su parte, presenta una resistencia pragmtica a la posicin de Scrates y estn a su cargo las objeciones de sentido comn, por ejemplo que los guardianes no tienen suficientes prerrogativas en IV 419a, que falta una explicitacin sobre la comunidad de mujeres y de hijos en V 449a o que la sociedad considera a los filsofos intiles o malvados en VI 487b. Sus intervenciones dan lugar siempre a tratamientos importantes dentro de la obra que resultan de una respuesta a su crtica. Esto pone de relieve la importancia dentro del modelo dialctico de los interlocutores lcidos que controlen el avance del argumento.

    La mayor riqueza de personajes se despliega en el libro I, que sirve de introduccin al resto. En la eleccin de estos personajes, Platn parece haber querido reflejar la tensin presente en la Atenas cosmopolita de su poca, formada por los representantes de la cultura tradicional y por la intelectualidad innovadora, por el racionalismo mesurado y por el naturalismo sofstico. As, Cfalo y sus hijos Polemarco, Lisias y Eutidemo representan el grupo acomodado de Atenas. El primero parece haber sido un admirador de Pericles y posiblemente haba llegado a Atenas invitado por l.22 Encarna aqu la imagen de un anciano que disfruta de su vejez por su carcter mesurado y por la comodidad que le da su riqueza. Polemarco es el nico de los hijos de Cfalo que toma la palabra en el dilogo, y se lo ve aqu representando la posicin del saber popular, ms que sosteniendo una autntica tesis filosfica sobre la justicia. Su hermano Lisias, personaje sin voz en ste dilogo, tambin es mencionado por Platn en Fedro (227a, 228a, 272c) como un maestro de retrica. Su imagen tradicional lo delinea como buen orador, autor de discursos jurdicos y hombre

    22As lo testimonia su hijo Lisias en Contra Eratstenes XII.4. Sobre la naturaleza del libro I, vase el punto 3.

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    democrtico. Se han conservado no pocas de sus obras, entre las cuales estn Contra Eratstenes, Contra Andcides, Oracin Olmpica, Contra Alcibades. Lisias y Polemarco haban dejado Atenas a la muerte de su padre, probablemente alrededor del 430a.C. para dirigirse a Turium, donde parecen haber disfrutado de su fortuna familiar. Alrededor del 411a.C. regresaron a Atenas, pero su suerte cambi debido a la actitud hostil que la tirana tuvo hacia ellos. Lisias supo cmo apaciguar dicha actitud y muri alrededor del 380a.C., despus de refugiarse en Mgara en el 404a.C. Su hermano Polemarco, en cambio, fue sometido a juicio por los tiranos y condenado a beber la cicuta. El tercer hijo de Cfalo, Eutidemo, es tambin un testigo silencioso del dilogo.23

    La figura ms llamativa del libro I es Trasmaco de Calcedonia, que en el dilogo Clitofonte aparece como un legtimo contrincante de Scrates en lo que hace a las preferencias de los jvenes, ya que Clitofonte se inclina por sus enseanzas en lugar de las de Scrates. Ya que este tercer interlocutor de Scrates es nuevamente un extranjero, como lo eran Cfalo y su hijo, se ha interpretado que Platn comenz su planteo moral con discursos de personajes ajenos a la poltica, en tanto sin status de ciudadanos les estaba vedada este tipo de participacin. De este modo podra poner en relieve la superficialidad de un tipo de argumentos seguramente bien conocidos en su poca que prometan una felicidad restringida a lo individual y pretendan responder sobre temas eminentemente sociales sin plantear el problema de la responsabilidad poltica de cada ciudadano en la conformacin de una ciudad justa y equitativa. El discurso de Trasmaco

    23Eutidemo no debe confundirse con el sofista del mismo nombre que Platn hizo interlocutor de Scrates en el dilogo que lleva su nombre.

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    merece especial observacin, no slo porque a diferencia de la mayora de los otros interlocutores es capaz de exponer su propia teora sobre el hombre justo e injusto, sino porque revela interesantes relaciones con otras obras del corpus. Bien observada, la posicin de Trasmaco reproduce en sus lneas generales la de Calicles en Gorgias, ya que para ambos el hombre injusto es el que vive mejor, el que determina qu es lo justo y quien saca mximo provecho de la injusticia. Sin embargo, el personaje tiene una manera ms violenta de reaccionar que Calicles, insulta a Scrates (I 337a, 340d, 343a) y soporta menos que aqul sus refutaciones, salvo al final, en que repentinamente se da por vencido hasta el punto de que Glaucn dice que ha sido encantado como una serpiente (II 358b).

    En cuanto a los datos disponibles del Trasmaco histrico, adems de lo que se puede colegir de este primer libro, Aristteles informa que ha sido uno de los creadores de la retrica, junto con Tisias y Teodoro de Bizancio.24 Como uno de los primeros estilistas de la oratoria de su poca, las fuentes informan que ha escrito tres obras: un manual de retrica llamado Megle Tchne o Rhetorik, una coleccin de pasajes que servan como modelos para sus alumnos, los Aphorma rhetorika o Recursos oratorios y los Paegni o Discursos epidcticos, que posiblemente tuvieran tambin un contenido didctico, basados en relatos de tipo mitolgico, al estilo del Encomio de Helena y del Palamedes de Gorgias, con lo cual se integran en la prctica de crtica literaria que se ejemplifica en el Protgoras en ocasin del anlisis del poema de Simnides (339ass.). Ha de haber sido en estos escritos donde diferenci el exordio y el eplogo como partes fundamentales del discurso poltico, segn dice Ateneo (X 416a). Lo interesante para

    24Aristteles, Refutaciones Sofsticas 183b32.

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    nuestro estudio es que, adems de haber hecho estos aportes en el campo de la oratoria, Trasmaco habra creado el estilo pattico, que consistira en la forma de expresin impetuosa y pasional con la que aparece en Repblica en I 336bss, por dar un ejemplo. En este mismo sentido va la declaracin de Aristteles quien no slo le adscribe la creacin del ritmo de prosa elegante, sino que declara que para el sofista la diccin es ms importante que las ideas.25

    Si Trasmaco fue realmente partidario de las ideas que desarrolla en el primer libro de Repblica, es algo difcil de establecer con firmeza a partir de las fuentes disponibles. De lo que no hay dudas es de que su figura estuvo principalmente ligada a la erstica y que los fragmentos conservados de su obra slo transmiten modelos comunes de la oratoria de su poca. De todos modos, no es de extraar que el contenido representara el discurso prototpico del sofista sobre la justicia, ya que se enrola en la tesis extendida de justicia como convencionalidad, que supone la clsica pugna puesta en relieve por la sofstica entre naturaleza (phsis) y convencin (nmos). En este sentido, la mayora de los sofistas contrapona lo natural a lo convencional y relegaban esto ltimo a un segundo orden de realidad artificial y prescindible, reservando para el mbito de la naturaleza el nico criterio respetable porque se legitima en su propia las normas basadas en los valores tradicionales pierden fundamento y son declaradas arbitrarias, despertando de este modo las iras de los ms conservadores.26 Esto desnuda a la phsis como fuerza ciega, lo cual desemboca en una antropologa negativa en la cual el hombre es egosta y reconoce lo ajeno slo por miedo a sufrir. En este contexto la justicia aparece siempre en el lugar ms dbil y en nada debera asombrar una declaracin como la de

    25Aristteles, Retrica 1404a14, III 8.4., III 1.7.

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    Trasmaco, acerca de que se la respeta slo para no padecer una injusticia mayor por parte de alguien que sea ms poderoso, i.e. ms fuerte por naturaleza (I 344b-c). En tanto Trasmaco se vuelve una figura sintetizadora del perfil del sofista, no hay dudas de que Platn ha reconocido en l a un contrincante a la medida de Scrates, como ha hecho con Protgoras y Gorgias en los dilogos que los convocan.

    Otros tres personajes se mencionan en este libro inicial, pero no tendrn intervencin activa. El primero es Nicerato, el hijo de Nicias -uno de los hombres que acordaron la paz con Esparta en el 421a.C., razn por la cual el tratado que la establece lleva su nombre-. Platn menciona a Nicerato tambin en Laques 200d, donde su padre declara que est dispuesto a confiarlo a Scrates para hacerlo su discpulo. Lisias aporta otra referencia sobre l en sus Discursos (XVIII.6), donde dice que fue un hombre prudente y mesurado. Est presente adems Carmntides de Peania, que fue un alumno de Iscrates, y Clitofonte, seguidor de las ideas de Soln que se convirti como dijimos- en personaje central de otro dilogo fragmentario de Platn. En dicha obra, que lleva su nombre y que actualmente se considera en general apcrifo,27 Clitofonte presenta a Scrates sus objeciones respecto de lo que supuestamente ha escuchado en la conversacin que reproduce Repblica.


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