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Mc-Donald- House of Eternity

Date post: 18-Dec-2015
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Sobre Egipto. Arquitectura.
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1 Universidad Nacional de La Plata Facultad de Bellas Artes Historia del Arte I Cursada 2014 La casa de la eternidad - La tumba de Nefertari House of Eternity - The Tomb of Nefertari John K. McDonald > MCDONALD, John K.: (1996) House of Eternity - The Tomb of Nefertari, Los Ángeles, Instituto de Conservación Getty y Museo J. Paul Getty; capítulos: The Valley of the Queens”, “Conveyance to Eternal Life”, y “The Tomb builders' Villaje”, pp. 18-35. * Traducción: Laura H. Molina. El Valle de las Reinas Los grandes cementerios de la Antigua Tebas se encuentran al otro lado del Nilo desde la moderna ciudad de Luxor y más allá de la amplia franja de cultivo entre el río y la meseta de Libia. La meseta es una vasta región desértica que se extiende hacia el oeste desde el Nilo por más de mil kilómetros. Formada por piedra caliza, En el wadi principal del Valle de las Reinas se observan algunas de las tumbas de reinas y los niños de la realeza. La marca es la tumba de Nefertari.
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  • 1 Universidad Nacional de La Plata Facultad de Bellas Artes Historia del Arte I Cursada 2014

    La casa de la eternidad - La tumba de Nefertari House of Eternity - The Tomb of Nefertari

    John K. McDonald > MCDONALD, John K.: (1996) House of Eternity - The Tomb of Nefertari, Los ngeles, Instituto de Conservacin Getty y Museo J. Paul Getty; captulos: The Valley of the Queens, Conveyance to Eternal Life, y The Tomb builders' Villaje, pp. 18-35.

    * Traduccin: Laura H. Molina. El Valle de las Reinas

    Los grandes cementerios de la Antigua Tebas se encuentran al otro lado del Nilo desde la moderna ciudad de Luxor y ms all de la amplia franja de cultivo entre el ro y la meseta de Libia. La meseta es una vasta regin desrtica que se extiende hacia el oeste desde el Nilo por ms de mil kilmetros. Formada por piedra caliza,

    En el wadi principal del Valle de las Reinas se

    observan algunas de las tumbas de reinas y los nios de la realeza. La marca es la tumba de

    Nefertari.

  • 2 rica en fsiles debido a las incursiones de los antiguos mares, se extiende desde magnficos acantilados formados durante milenios por los meandros del ro. Bahas y caones innumerables fueron horadados por el viento, la arena, y el estrs trmico de los das calurosos y las noches fras. Estas fuerzas de la naturaleza rompieron la roca an ms en pedregal, que ahora rodea las bases de los acantilados. En esta regin desolada se encuentran los mundialmente conocidos cementerios de Tebas occidental: el Valle de los Reyes, las Tumbas de los Nobles, y el Valle de las Reinas.

    La ubicacin de sus cementerios en el oeste era instintiva para los antiguos egipcios, quienes ubicaban al inframundo en la tierra del sol poniente. Esta asociacin adquiri un significado particular en Tebas, debido a la gran cumbre occidental de Qurna, con mucho, el lugar ms emblemtico de la zona. Desde su cima, se puede mirar hacia abajo, al Valle de los Reyes, o al este a travs del cultivo hasta el ro. Ms all del Nilo, apenas visible a travs de la niebla, estn las torres del templo de Luxor. A lo largo del borde de los cultivos se encuentra una hilera de templos funerarios. El mayor de ellos, Medinet Habu, fue erigido en memoria de Ramss III. Justo detrs de este templo, una carretera de asfalto sigue un antiguo sendero y se endereza de regreso a la cima, pasando cerca de la aldea de los trabajadores Deir el-Medineh. Despus de pasar una capilla excavada en la roca al dios Ptah, otra a la diosa local Meret-Seger, y las ruinas de un

    monasterio copto, el camino se difumina paulatinamente en un pequeo valle justo debajo de la cima de Qurna. ste es el Valle de las Reinas.

    En su lmite oeste es un desfiladero. Frente al desfiladero hay vestigios de una antigua presa que desviaba la escorrenta de aguaceros repentinos. Abundan signos de erosin elica e hdrica. Trozos erosionados de piedra caliza y slex se desparraman por el suelo. Materiales ms finos regados por el piso del valle suavizan sus contornos. Casi imperceptibles restos de toscas cabaas hechas de piedra caliza tabulares son todo lo que queda de los refugios utilizados por los obreros que excavaron las tumbas en el Valle de las Reinas.

    Excavacin de Ernesto Schiaparelli en la entrada de la tumba de Nefertari despus de la construccin del portal de ladrillo.

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    No est claro por qu se eligi exactamente esta zona para los entierros. Aunque vulnerable y difcil de controlar, su principal virtud puede haber sido una mayor comodidad. Pero, ciertamente, la emergente masa de Qurna y sus asociaciones divinas con el ms all, deben haber atrado a los antiguos egipcios. Tambin es posible que el desfiladero les sugiriera la vulva de la diosa del cielo Nut, representada en tumbas y atades dando a luz al dios sol cada maana. Una corriente pasajera que surge del desfiladero podra haber reforzado esta imagen del tema sagrado.

    Hay ochenta tumbas numeradas en el Valle de las Reinas. Slo veinte estn decoradas. La mayora son poco ms que tumbas de pozo, sin decoracin o inscripcin. Las grandes aberturas de las tumbas ms

    importantes probablemente

    sugieran el nombre rabe comn para este sitio: "Biban el Malikat" o "los Portales de las Reinas". La ms antigua de estas grandes tumbas data de la Dinasta XVIII y era privada o annima. Pero a principios de la Dinasta XIX, se puso de moda enterrar a las reinas y a los nios de la realeza en este valle solitario. A lo largo de los dos siglos siguientes, muchos miembros importantes de la corte encontraron su ltima morada aqu. A lo largo del flanco norte del valle se hallan tumbas de las reinas e hijas de Ramss II, a lo largo del flanco sur, los hijos de Ramss III.

    Los antiguos egipcios inicialmente llamaban a este lugar simplemente "el Gran Valle". Pero despus de la oleada de enterramientos reales -reinas, reinas viudas, y nios- se hizo conocido como el lugar de los ms bellos".

    La arqueologa ha confirmado lo que dicen los textos. La mayora de los entierros en este valle son de la realeza. Incluyen los de tres reinas muy importantes de los primeros aos de la Dinasta XIX: Sat-re, esposa de Ramss I; Mut-Tuy, esposa de Seti I; y, por supuesto, Nefertari, consorte favorita de Ramss II.

    Por qu estaba este lugar reservado para las reinas? Vienen a la mente varias explicaciones. Lo ms probable es que Hatshepsut hiciera prepararse una tumba en un can vecino antes de convertirse en faraona, y las tres mujeres extranjeras de Tutmosis III fueron enterradas cerca.

    La designacin de "Valle de las Reinas" fue acuada por Jean Franois Champollion en el siglo XIX, luego fue retomada por otros egiptlogos. Los primeros europeos en explorar el sitio fueron J. G. Wilkinson

    Nefertari, en la pared oeste del corredor descendente. Se observa el trabajo del relieve tallado corregido por la pintura.

  • 4 (1821-33), Champollion (1828-29), Ippolito Rosellini (1834), y C. R. Lepsius (1845). Lepsius identific correctamente la tumba de Meryetamun, la hija mayor de Nefertari, pero no encontr la de la reina, justo al lado. Ese honor le cay a Ernesto Schiaparelli, quien explor el valle entre 1903 y 1904. Por esto y por sus esfuerzos en la aldea de los trabajadores, Schiaparelli se gan un lugar permanente en los anales de egiptologa.

    Pasaje a la vida eterna

    Las antiguas tumbas reales egipcias eran vehculos rituales que buscaban convertir a un rey en Osiris.

    Los diseos de las tumbas reales probablemente fueran elaborados por los arquitectos de la corte, con la participacin del rey. Sin embargo, nadie sabe exactamente cmo el soberano expresaba sus deseos para la ubicacin, el tamao y la decoracin de la tumba. Durante los Reinos Antiguo y Medio, tomaron la forma de pirmides. Hay unas setenta pirmides en el valle del Nilo. Durante el Imperio Nuevo, las tumbas reales fueron sometidas a un rediseo fundamental evolucionando, finalmente, hacia un hueco fino como un lpiz, hundido oblicuamente en las laderas del Valle de los Reyes. Comenzando con el faran Tutmosis J (1504-1492 aC) y por cinco siglos ms, los soberanos egipcios ordenaron que sus tumbas fueran excavadas en este remoto can.

    El diseo de tumbas del Nuevo Reino consista, en un principio, en una serie de corredores que descienden, pequeas salas de espera, y luego una sala de sarcfago con anexos. Estos elementos estaban empalmados generalmente en el patrn de repeticin de pasillo seguido de cmara, pasillo seguido de cmara: un ritmo de abajo-pausa, abajo-pausa. Este diseo lograba un doble objetivo. En primer lugar, recordaba a los egipcios del "torcimiento del ms all". Porque la tumba estaba destinada a evocar la retorcida topografa del inframundo. Las vueltas y las profundas escaleras imitaban el tortuoso camino que el difunto tena que seguir para llegar a ser una verdadera alma bendecida. En segundo lugar, la duplicacin de la unidad bsica -abajo - pausa, abajo - pausa- puede haber aludido a la divisin tradicional de Egipto en

    los reinos del norte y del sur, o puede sugerir la dualidad de la existencia terrenal frente a la

    atemporal. Una simple pared pintada preparada con cal haba sido la norma en las tumbas de la Dinasta XVIII. La

    piedra caliza tallada no se introdujo hasta el reinado de Horemheb (1319-1307 aC), pero luego fue adoptado inmediatamente como el estndar en las tumbas reales. El tallado en yeso imitando la piedra caliza hizo su aparicin en esta poca -como en la extraordinaria tumba de Nefertari- y se mantuvo como una caracterstica de la decoracin de tumbas del Perodo Ramsida. El diseo general de la tumba de Nefertari toma prestado de la arquitectura de las tumbas reales contemporneas. Tambin refleja la creciente religiosidad que impregna la decoracin de tumbas del Perodo Ramsida.

    Para su propia tumba, Ramss el Grande reintrodujo un giro brusco de noventa grados justo antes de la cmara funeraria y aument a ocho el nmero de sus pilares de apoyo alrededor del emplazamiento del sarcfago hundido. Una saliente en todo el permetro de la sala de sepultura fue una caracterstica repetida de la tumba de Nefertari. En trminos estrictamente arquitectnicos, la tumba de Ramss sigue siendo la ms compleja e interesante en el Valle de los Reyes.

    Desde la muerte de Ramss en adelante, las tumbas reales egipcias se simplificaron enormemente, sobre todo en sus planos de planta. La tumba de Merneptah, inmediato sucesor de Ramss, subray la

    Martillos y cinceles usados en la construccin de tumbas reales.

  • 5 longitud por sobre los anexos y las cmaras, que comenzaron a disminuir de tamao o a desaparecer por completo. La escalera descendente fue sustituida por una rampa superficial y continua que llevaba hacia las profundidades de la ladera de la montaa. La conclusin lgica de esta tendencia fue la tumba de Ramss VI: larga, recta, despojada. Su decoracin tambin mostraba la evolucin caracterstica de la posterior poca Ramsida: el delineado de ilustracin y texto, con un mnimo de modelizacin o detalles internos. Los muchos colores de la tumba de Nefertari fueron sustituidos por tonalidades predominantemente doradas para reforzar la imaginera solar.

    El diseo de una tumba real no poda ser entregado a los trabajadores hasta que se seleccionara un sitio. Esta tarea result cada vez ms difcil, ya que los valles reales se llenaron de sitios de entierro. En algunos casos, los arquitectos elegan imprudentemente, al ubicar sus proyectos donde finalmente interceptaban tumbas ms antiguas y as tenan que ser abandonados o modificados.

    Una vez que la construccin comenzaba, muchos pasos del trabajo -desde cortar a suavizar y decorar- pueden haber sucedido simultneamente, el trabajo pesado precediendo al liviano. Los picapedreros primero abran el hueco golpeando la roca porosa con pesados mazos. Luego retiraban los fragmentos dispersos con cinceles y azuelas. Todas estas herramientas de trabajo pesado eran aportadas por el Estado y estaban rigurosamente cuidadas. Los deshechos de los cortes eran arrojados justo afuera de la tumba, una prctica conveniente, pero desordenada. Sin embargo, esta costumbre tuvo al menos una consecuencia feliz. La entrada a la tumba de Tutankamn fue enterrada debajo de una avalancha de rocas producida por la excavacin de la tumba de Ramss VI. De no haber sido as, la tumba del joven rey pudo haber sido encontrada y saqueada mucho tiempo atrs.

    A medida que el trabajo progresaba en la ladera seleccionada, un ejrcito de artesanos pisaba los talones de los picapedreros. Los canteros nivelaban toscamente las paredes usando una varilla de hueso (un instrumento medidor primitivo que consiste en dos varillas planas unidas por cordeles) y se aseguraban de que las paredes fueran verticales con una plomada. Las imperfecciones, tales como ndulos de slex, se dejaban como estaban o se eliminaban, segn la situacin. Cualquier agujero grande o partes dbiles en la roca eran cubiertos con mortero hecho de piedra caliza triturada y yeso. El alisado de la pared se lograba probablemente por abrasin. Una vez que esta etapa se completaba, las paredes se preparaban con un blanqueado de yeso.

    Con las paredes preparadas, los aprendices de dibujantes podan empezar a dibujar tanto la ilustracin como el texto. Primero trabajaban en rojo, delineando texto jeroglfico e imgenes que luego eran corregidas y ajustadas en negro por los maestros dibujantes, exactamente al revs de la costumbre artstica occidental.

    Detalle del lado este de la pared sur del corredor superior en el que se observa la pintura superpuesta sin corregir.

  • 6 Guiados por estos contornos, los escultores tallaban y eliminaban el fondo para que los diseos se destacaran en relieve.

    Los pintores y barnizadores llegaban al final, pintando cuidadosamente sobre el diseo tallado, a veces haciendo desviaciones inspiradas que mejoraban la composicin. Los detalles demasiado finos para ejecutar en roca o yeso eran libremente realizados en la pintura. La pincelada completamente segura y libre de estos artistas ha dado un efecto fresco y espontneo para muchas escenas en toda la necrpolis tebana.

    Algunas tumbas fueron construidas en distintas etapas, con largos intervalos entre sucesivos oficios ejecutando sus destrezas. Sin embargo, cuando el tiempo era corto -como seguramente fue el caso de Nefertari- se puede creer que los picapedreros, canteros, dibujantes aprendices, talladores y pintores trabajaron todos al mismo tiempo. En estas condiciones, algunas partes de la tumba se completaban desde adentro hacia afuera, las cuadrillas de obreros eventualmente terminaban de nuevo en la entrada donde comenzaron.

    Los trabajadores parecen haber mantenido equipos de izquierda y derecha, cada uno realizando dos turnos de cuatro horas al da. Por la noche, acampaban en chozas a medio camino entre la tumba y su pueblo, en una colina debajo del pico de Qurna. Sus "semanas" duraban diez das, ocho das de trabajo y dos das de descanso en la aldea.

    Adems de las herramientas proporcionadas por el Estado, otros materiales y suministros tuvieron que ser trados al sitio a diario. La comida y el agua eran esenciales para sostener a los hombres, pero el agua tambin se requera para la pintura y el enyesado. La iluminacin crtica era proporcionada por los platillos de cermica de poca profundidad que quemaban aceite o grasa animal mezclada con sal para reducir el humo. Las mechas para estas lmparas eran de lino retorcido y eran facilitadas por el Estado. Al igual que las herramientas, estas mechas estaban estrictamente racionadas.

    La aldea de los constructores de las tumbas

    La aldea de

    los Trabajadores en Deir el-Medineh era el hogar de la comunidad de hombres que excavaban y decoraban las tumbas reales. Sus casas sencillas estaban hechas de piedra caliza y slex.

    Cada casa tena una entrada que conduca a una sala de estar, que a menudo tena construido un sof -de obra- para dormir. sta era la nica pieza de mobiliario fijo. Detrs haba una

    pequea habitacin y una cocina sin techo, con un horno y ms

    all, un silo. Escaleras hechas de un tronco de palmera con muescas llevaban al techo, utilizado para almacenamiento y para dormir durante el clima clido. Algunas casas tambin tenan una pequea bodega de almacenamiento debajo del piso de la sala de estar.

    La comunidad fue fundada a principios de la Dinasta XVIII por Tutmosis I, el primer faran en cavar un sepulcro en el Valle de los Reyes. El asentamiento creci, pero no de forma constante. No podra haber habido una poca de mayor prosperidad para la aldea que en el perodo de Amarna, cuando la corte tena su residencia en el Egipto Medio. Pero se revitaliz y reorganiz durante el reinado de Horemheb, quien cerc el asentamiento y organiz a los obreros en equipos. Bajo Ramss II la comunidad consista quizs de 48 hombres y sus familias, pero alcanz su cnit durante el reinado de Ramss IV, cuando la poblacin alcanz un mximo de alrededor de 120 familias.

    Viviendas recientemente restauradas de los trabajadores en el Valle de las Reinas.

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    Mucho de lo que sabemos de la aldea proviene de decenas de miles de lminas de piedra caliza con inscripciones en las que los trabajadores registraban sus asuntos diarios. Estas lminas, el papel del antiguo Egipto, resumen asuntos importantes, tales como pleitos legales y orculos divinos. Pero tambin estn llenas de lo mundano. Relatan los reabastecimientos de la aldea, nos dicen cuando los hombres estaban enfermos o eran ociosos, hablan de problemas maritales, y aluden a la embriaguez. Describen qu otros trabajos realizaban los obreros y lo que hacan en das sagrados, das festivos y ocasionales das no laborables. Incluso podemos reconstruir las genealogas y fortunas de trece familias y as formar una imagen de la vida en una comunidad que disfrut el trabajo, la

    oracin y el ocio. Los obreros pasaban toda su

    carrera como empleados estatales privilegiados. Cuando no excavaban en la necrpolis, se quedaban en la comunidad, y cuando moran, eran enterrados en tumbas creadas por ellos mismos, en la ladera justo enfrente de la aldea. Dos de stas fueron descubiertas intactas con su completo ajuar funerario: la tumba de Sennedjem en 1885 y la de Khai en 1906.

    Los hombres de la comunidad eran conocidos como "servidores en el lugar de la verdad", en referencia a las tumbas reales en el Valle de los Reyes. Los hombres estaban organizados en equipos conocidos como "bandas", siguiendo el modelo de la tripulacin de un barco. Los miembros ms importantes de la comunidad eran los capataces de las bandas, seguidos de cerca por los escribas. El capataz funcionaba como jefe de obras y tena un ayudante para distribuir herramientas y recogerlas de nuevo al final de cada turno. El escriba funcionaba como director de personal, registrando la asistencia de los trabajadores y calculando sus salarios. Originalmente, estos capitanes de aldea eran designados por el visir, el principal ministro del rey. Pero en la Era Ramsida, los puestos se hicieron hereditarios; las dinastas de escribas y capataces de ms de cinco y seis generaciones no eran infrecuentes.

    Los hombres eran entrenados como canteros, dibujantes, talladores, carpinteros y pintores, todas habilidades adquiridas por los padres y transmitidas a los hijos. Los salarios variaban segn el rango, pero a todo el mundo se pagaba en especie: grano, aceite y cerveza procedentes de los almacenes estatales. Esto se complementaba con el dispendio de pescado, verduras, agua, cermica, y combustible.

    Las estimaciones del valor de los salarios sugieren que los obreros tenan suficiente sobrante para el trueque por bienes duraderos o artculos de lujo que no se encontraban fcilmente dentro del complejo. Incluso tomaban trabajos por contrato en las tumbas de sus propios compaeros, ayudaban en proyectos estatales fuera de la necrpolis, y tal vez invertan algo de tiempo libre en proyectos privados no sancionadas por el Estado. Cabe la posibilidad de que algunos de estos hombres trabajasen en las Tumbas de los Nobles, no muy lejos.

    Con los trabajadores pasando la mayor parte de su tiempo en proyectos financiados por el Estado o participando en ocasionales trabajos "freelance", tenan que confiar en un personal de cargadores de agua, de guardianes de combustible, encargados de aprovisionar y abastecedores de todo tipo para proveer muchas de sus necesidades esenciales.

    Despus de repetidos ataques de bandidos que bajaban serpenteantes del desierto occidental, Deir el-Medineh fue abandonada a principios de la Dinasta XXI (1070-945 aC). La comunidad de trabajadores se traslad a la seguridad de Medineh Habu, el templo funerario de Ramss III.

    En cualquier caso, la industria de la construccin de tumbas reales era ahora an ms literalmente un negocio moribundo. Las tumbas podran todava ser construidas para el sacerdocio de Tebas, pero los reyes de la Dinasta XXI, que residan en la lejana Tanis, preferan sepultura all, en el recinto del templo, en lugar de en Tebas con sus huecos valles sagrados de los reyes y reinas.

    Ejemplos de lminas de piedra caliza con inscripciones de los hechos cotidianos de la vida de los obreros.

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    Ernesto Schiaparelli

    El egiptlogo italiano Ernesto Schiaparelli (1856-1928) comenz sus estudios con Francesco Rossi en la Universidad de Turn, y los continu en Pars entre 1877 y 1880 con el gran egiptlogo francs Gaston Maspero. Durante muchos aos, Schiaparelli fue director del Museo Egipcio de Turn.

    Como jefe de la Misin Arqueolgica Italiana en Egipto entre 1903 y 1920, Schiaparelli tambin explor numerosos sitios egipcios. Sus logros ms duraderos estaban en las inmediaciones de Tebas -en la aldea de los trabajadores en Deir el-Medineh y en el Valle de las Reinas.

    En 1906, mientras trabajaba en Deir el-Medineh, Schiaparelli descubri la tumba intacta de Khai, un capataz de las obras, y su esposa Meryl. Los abundantes materiales

    de uso domstico de su tumba, ahora en exhibicin en Turn, proporcionan una imagen detallada de la vida entre los obreros que excavan y decoran las tumbas reales egipcias.

    En 1904, Schiaparelli abri la tumba de Nefertari, una de las trece que descubri o desobstruy en el Valle de las Reinas. A pesar de que slo pas un ao en la tumba, Schiaparelli compil un importante registro fotogrfico de su condicin y decoracin. Estos 135 negativos en placas de vidrio -que se hallan en el Museo de Turn- sirvieron como punto de referencia desde entonces.

    Schiaparelli y su ayudante Francesco Ballerini asignaron nmeros a todas las tumbas en el valle, instalaron puertas de hierro en sus entradas, y fueron pioneros en la gestin del sitio al trazar caminos entre las tumbas. El portal de ladrillo en forma de arco que ahora protege la entrada a la tumba de Nefertari tambin fue construido por la misin italiana.

    Ernesto Schiaparelli public un volumen sobre su trabajo en el Valle de las Reinas en 1924. Un segundo volumen, sobre sus exploraciones en Deir el-Medineh, fue publicado en 1927, un ao antes de su muerte.

    Las pinturas y los materiales de las tumbas

    Las pinturas utilizadas en la tumba de Nefertari se componan de pigmentos para el color, agua para hacer que la pintura fluya y goma para ligarla a la superficie de la pared. La paleta de Egipto se limitaba a colores vivos y primarios. Slo exista un puado de palabras para estos colores, y ninguna capturaba los distintos matices de una misma tonalidad.

    Los pigmentos egipcios eran minerales, no orgnicos. Los colores tierra -rojos y amarillos- se lograban al quemar tierra arcillosa color ocre, xido de hierro cocido. Las distintas tonalidades de rojo se lograban a partir

    de trazas de manganeso, mientras que el amarillo se preparaba a partir de un xido de hierro hidratado u ocre. Los

    azules y verdes se componan de minerales de cobre naturales: malaquita o azurita. Ocasionalmente, estos minerales se cocinaban con calcio y cuarzo, u otras formas de slice, produciendo un vidrio que luego se pulverizaba.

    Los pigmentos azules y verdes tendan a no adherirse bien a la superficie de la pared y por lo tanto hoy se muestran ms daados. El negro de la tumba de Nefertari era carbn molido. Tambin poda ser fcilmente removido. Los blancos se hicieron de tiza (carbonato de calcio) o yeso (sulfuro de calcio) o alguna mezcla de los dos.

    El aglutinante era goma arbiga, derivada del rbol de acacia local. A diferencia del temple de huevo, que se vuelve insoluble con en el tiempo, la goma arbiga se puede redisolver bajo ciertas condiciones y se

    Detalle del techo que muestra una capa inferior de pintura negra.

  • 9 daa con la radiacin ultravioleta. Por lo tanto, si la pintura en la tumba de Nefertari se volviera lo suficientemente hmeda, podra "fluir".

    Los recubrimientos superficiales en la tumba se componen de resina de rbol y clara de huevo (albmina). Mayormente empleados como un esmalte en zonas rojas y amarillas, mejoran el brillo del color debajo. Pero ya que la resina y la albmina siempre estuvieron fcilmente disponibles, no se sabe si estos recubrimientos son originales o, si no, cundo se aplicaron.


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