Palabra y vida

Rev

ista

Col

ecci

onab

le d

e in

form

ació

n, O

rient

ació

n y

Form

ació

n C

ristia

na -

Cat

ólic

a |

Publ

icac

ión

Men

sual

| D

epós

ito L

egal

pp2

0080

1LA

1294

Venezuela Marzo 2013 Año 4 Nº 53Colaboración Bs. 15

“Nos amó hastael extremo...” Juan 13,1

Especia

l Sema

na Sant

a

Darle el valor correcto al Aprendizaje

2 Palabra y Vida | Marzo 2013

Luis Díaz FajardoDirector de Palabra y Vida

La mente humana es un milagro. Una vez que acepta una nueva idea o aprende un nuevo dato, se prolonga hasta el infinito y no regresa jamás

a su dimensión original No tiene límites. Nadie ha podido establecer su potencial. Sin embargo, muchos de nosotros nos pasamos la vida marcando fronteras y definiendo límites. Los niños pequeños, en su inocencia, no han aprendido aún sus limitaciones y gozosa e instintivamente se esfuerzan por aprender, ¡como deberíamos hacerlo todos!

Un simple proverbio italiano imparte toda la sabiduría del mundo en forma abreviada:

“Nos volvemos viejos demasiado pronto, e inteligentes demasiado tarde”. Me recuerda que la vida humana es, por cierto muy corta,

especialmente cuando tratamos de alcanzar la totalidad de su potencial. Aprendo que cada instante de nuestra vida es esencial para acercarnos a la concreción de ese potencial. Pero llegar casi al final, sólo para lamentar todo lo que se ha perdido en el camino, es una de las mayores tragedias humanas.

Cada día deberíamos aprender algo nuevo sobre el mundo, y al hacerlo no seremos jamás los mismos. Si nos sentimos insignificantes o si pensamos que nuestra vida se está estancando, deberíamos felicitarnos por nuestra ilimitada capacidad para experimentar.

Para darle el valor correcto al aprendizaje, es necesario reconocer una ley básica de la naturaleza: Todo lo que no crece, muere.

Una vida vivida dentro de límites fijos, que se mueve solamente por los caminos conocidos de los hábitos y la rutina, se encuentra disminuida, pues no reconoce que vivimos en un constante estado de cambio. Todo lo que no crece muere

Somos todos maestros y también alumnos. Creo que es realmente inteligente quien valora ambos roles y se beneficia con ellos.

Cada día nuevo comienza, una pequeña vida en sí mismo, La mayoría hemos luchado durante nuestra vida para llegar a este instante, para vivir hasta este momento. Las oportunidades para crecer, la posibilidad de aprender algo nuevo, son algunas de las cosas que solo se presentan una vez en la, vida, y somos los únicos responsables de aprovecharlas o dejarlas ir.

“ELÍ, ELI LEMÁSABACTANI”

Marzo 2013 | Palabra y Vida 3

Chiara LubichFundadora del Movimientode los Focolares

“Eli, Elí, lemá sabactani”

Es la frase que Jesús gritó en su abandono, en la lengua hablada por la Virgen.

¡Cuántas cosas me dice ese grito tuyo lanzado en la lengua de tu Madre...! Cuando el dolor llega al límite donde toda la vida queda en suspenso... entonces, si queda un hálito de voz, se llama a la madre, porque la madre es el amor.

Pero Tú, como Hijo de Dios, tenías el amor en Dios y llamaste a Dios; y como hombre, el amor lo tenías también en tu Madre celestial. Entonces, en la imposibilidad de invocar a los dos, llamaste al Padre con la voz de la Madre.

¡Qué hermoso eres en ese dolor infinito, Jesús abandonado!

Recordamos a la fundadora de los Focolares, quien partió hace cinco años hacia la casa del Padre, el 14 de marzo del 2008.

Chiara Lubich, madre espiritual de Palabra y Vida, nos dejó con su apostolado el amor a Dios y a los hombres, inseparablemente.Que Dios acoja elalma de ésta,su dócil mensajerade esperanzay de paz.


Padre Christian Díaz YepesSacerdote de la Arquidiócesis de Caracas. Editor de Palabra y Vida

Ir siempre más alláLa fe en medio de tiempos difíciles

C reer se trata de ir siempre más allá. De esto precisamente nos habla la Pascua: Dar también nosotros el “Paso” que Dios nos

pide. Es también el criterio para poder vivir nuestra fe en tiempos difíciles, para convertir toda tiniebla en luz, toda dificultad en una mayor santidad.

Celebrar la Pascua en este Año de la Fe que estamos viviendo implica que vayamos más allá de la mera convicción de ciertas verdades. Necesitamos hacer que nuestra fe se convierta en verdadera actitud vital. Porque Jesucristo no ha venido hasta nosotros sólo para que aprendamos un poco de doctrina y seamos un poco mejores. Ha venido para cambiar nuestra manera de asumir la vida y así presentarnos a Dios.

En los tiempos de pruebas personales y sociales tenemos la oportunidad de poner esto en práctica de manera radical. ¡Qué fácil sería dejarse llevar por los primeros impulsos! ¡Qué fácil caer en el juego perverso del odio y la retaliación! En cambio, nuestra exigencia espiritual nos pide otra cosa y si no respondemos a ello nos arriesgamos a ser manipulados y finalmente quedar

en la frustración. También se llega a la frustración cuando cerramos nuestros ojos ante lo que nos debería pre-ocupar, ante lo que tendríamos que dar una respuesta coherente. La entrega lúcida y tenaz que Cristo hace de su propia vida nos enseña cómo debe ser también nuestra entrega a favor de muchos: Con los ojos abiertos, con el corazón libre de odio, con una convicción cierta y una esperanza firme. Sólo así el sacrificio se transforma en ofrenda; el dolor, en amor.

Todo esto es la Pascua: Es el Paso de la oscuridad a la aurora en que despuntan los frutos de la vida… La vida que alcanza la plenitud después de pasar por la tiniebla de la prueba, como esa del Viernes Santo, incluso cuando nos sentimos hasta abandonados por Dios. Pero es también la hora para volver a confiar en Dios, volvernos a abandonar en lo que nos pide: No dejar de amar, perdonar desde la cruz a los que nos arrancan la vida, dar una palabra de fuerza al que agoniza a nuestro lado, compartir el hambre y la sed de justicia que el mismo Jesús proclama como bienaventuranza. Es justamente lo que él nos enseña y asume

en esa circunstancia. Ninguno sobre esta tierra podría experimentar un dolor que fuese ajeno a lo que Jesús experimentaba en su cruz. Su rostro está detrás de todos los aspectos dolorosos de la vida; cada uno de ellos está en Él.

Tantos signos a nuestro alrededor nos hablan de oscuridad. Experimentamos miedo y confusión ante lo que nos pudiera pasar, no sabemos adónde asirnos y tememos sucumbir… ¡Cuánto parecido con esa “hora de las tinieblas” que descorazonó a los discípulos a los que les fue arrancado su Maestro! Así podemos sentirnos: Aturdidos, desalentados, llenos de temor. Sin embargo, nuestra fe nos muestra la luz al final de tanta oscuridad: El amor vence… ¡Cristo resucita! Nuestra noche social puede convertirse también en Noche Pascual, en esa oscuridad que aparece como el fondo donde destellan los cirios ardientes que los cristianos encendemos y alzamos con fe en la noche de Gloria, hasta componer juntos un escenario de luz, de cantos y de encuentro fraterno.

Sí, sólo vivida así la Pascua se hace verdadero centro de nuestra vida


Padre Christian Díaz YepesSacerdote de la Arquidiócesis de Caracas. Editor de Palabra y Vida

creyente. Y todo ello lleva el nombre de Santidad: vidas inspiradas por el Espíritu Santo que transforman la faz de la tierra. Porque ésta es precisamente la hora de un nuevo despertar de la santidad entre nosotros. Los tiempos de dificultad son las oportunidades más propicias para forjar almas que despuntan como luces que iluminan el firmamento y conducen a tantos a puerto seguro. Como bien lo dice el libro de la Sabiduría (3, 5-8): “Después de una corta corrección los justos recibirán largos beneficios, pues Dios los sometió a prueba y los halló dignos de sí; como oro en el crisol los probó y como holocausto los aceptó. El día de su visita resplandecerán, y como chispas en los rastrojos correrán”. En esta Pascua, entonces, resucitemos con Cristo levantándonos también nosotros de la muerte de la inacción y la desesperanza, de la apatía y de la desconfianza. Reavivemos nuestra fe volviendo a su sentido más profundo y demos los frutos de una verdadera vida en Dios. Sólo así nuestra fe se hace creíble y la celebración de la Pascua la vivimos como un verdadero culto de toda nuestra existencia.

Queridos amigos, Ante la declaración oficial de S.S. Benedicto XVI de renunciar a su encargo como

Obispo de Roma y Pastor de la Iglesia Universal, experimentamos un profundo estupor y conmoción. Para responder a la inquietud y a las preguntas que tantos de ustedes nos han hecho llegar desde escasas horas de haberse hecho pública su alocución, hacemos públicas algunas consideraciones:

Lo primero que hay que decir es que el Papa está en su pleno derecho de renunciar. Sin embargo, nadie puede exigirle esta acción y nadie puede aceptar o no su renuncia. Es un acto libérrimo del Sumo Pontífice que puede ejercer por motivos de conciencia o de salud. Así lo expresa claramente el Canon 332, 2 del Código de Derecho Canónico.

Conviene recordar que ya en el año 2010, en su libro “Luz del mundo”, Benedicto XVI había recordado esta facultad del Papa, explicitando que es mejor ejercerla “en tiempos serenos de la vida de la Iglesia”, es decir, sin estar presionado por causas o intereses externos. Es precisamente la situación en la que nos encontramos. Ante la pregunta de si pudiera pensarse en una situación en la consideraría apropiada una renuncia del Papa, Benedicto XVI ha respondido: “Sí. Si el papa llega a reconocer con claridad que física, psíquica y mentalmente no puede ya con el encargo de su oficio, tiene el derecho y, en ciertas circunstancias, también el deber de renunciar”.

Este texto es importantísimo para darnos cuenta de que Benedicto XVI no está tomando una decisión precipitada. Como él mismo lo dice en su comunicado del 11 de febrero en el Vaticano, es una acción que ejerce “después de examinar profundamente su conciencia, de una manera libre y teniendo presente la gravedad de este anuncio”. El Santo Padre tampoco está respondiendo a la presión de ningún grupo ni debido a ningún escándalo. Ya él mismo ha sabido conducir a la Iglesia en tiempos más difíciles, sin querer abandonar su responsabilidad, sino asumiendo de manera encomiable todas sus exigencias.

Benedicto XVI ha renunciado al ver mermadas sus fuerzas físicas, que actualmente disminuyen su capacidad para ejercer el Ministerio Petrino, como él mismo lo ha dicho en su comunicado, y podemos pensar que así se adelanta a la posibilidad de que en un futuro cercano no hubiese sido capaz de conducir a la Iglesia Universal. Es, por tanto, una decisión responsable que debe ser asumida con respeto y también admiración. La grandeza de un líder no está sólo en los momentos en que actúa acertadamente, sino sobre todo en saber reconocer cuándo retirarse. Todo esto Benedicto XVI lo ha hecho y muy bien y merece por ello nuestro aplauso y nuestra gratitud filial.

Como católicos hoy debemos elevar nuestro corazón ante Dios para reavivar nuestra confianza en que Él no abandona a su Iglesia, para agradecerle por el magnífico don que nos ha dado con el pontificado de Benedicto XVI y para pedir sabiduría y acierto para los miembros del Cónclave que deberá elegir a nuestro próximo Pastor Universal.

Nos mantenemos unidos en estas intenciones.

Padre Christian Díaz YepesMadrid - España

http://diazyepes.com

Ante la renunciadel Papa Benedicto XVI


L a Cuaresma (del latín: quadragésima, Cuadragésimo día, antes de la pascua) es el período del tiempo litúrgico destinado para la preparación de la fiesta

de Pascua.La Cuaresma comienza el miércoles de ceniza y termina

justo antes de la “Misa de la Cena del Señor” en la tarde del jueves santo. La duración de cuarenta días proviene de varias referencias bíblicas y simboliza la prueba de Jesús al vivir durante 40 días en el desierto previos a su vida pública. También simbolizan los 40 días que duró el diluvio, además de los 40 años de la marcha del pueblo Judío por el desierto y los 400 años que duró la permanencia de los judíos en Egipto.

A lo largo de este tiempo, los fieles son llamados a reforzar su fe mediante diversos actos de penitencia, ayuno y oración. La Cuaresma tiene cinco (5) domingos más el domingo de ramos (seis en total), en cuyas lecturas los temas de la conversión, el pecado, la penitencia y el perdón, son dominantes. No es un tiempo triste, sino más bien meditativo y de reflexión. Es, por excelencia, el tiempo de conversión y penitencia del año litúrgico. Por eso, en la misa no se canta el “Gloria” (excepto el jueves santo, en la misa de la cena del Señor), ni el “Aleluya” antes del evangelio. El color litúrgico asociado a este período es el morado, asociado al duelo, la penitencia y el sacrificio a excepción del cuarto domingo que se usa el color rosa y el domingo de ramos en el que se usa el color rojo referido a la Pasión del Señor.

Para obtener fruto en la cuaresma, se debe tener un espíritu de penitencia, ayuno y oración; como se dijo anteriormente. Es decir, es un tiempo para convertirnos,

Pbro. Nolberto José E. DíazSacerdote de la Arquidiócesis deBarquisimeto, Estado Lara.

ComoVivirla cuaresma

para dejar la vida pasada, para dejar la vida de pecado y acercarse a Dios.

La penitencia es sinónimo de sacrificio, es decir, tenemos que privarnos de aquello que nos produce placer o gusto a nuestro cuerpo y a nuestra alma. Por ejemplo: La Iglesia nos manda hacer abstinencia de carne todos los viernes de la cuaresma.

El ayuno corporal, es la privación del alimento, por amor a Jesús, como medio para la reparación de nuestros pecados y el fortalecimiento de nuestra alma. La Iglesia nos enseña que en el ayuno se debe tomar una sola comida fuerte, y las otras dos muy leves o tomar solo líquido. La Iglesia nos exige hacer ayuno el miércoles de ceniza y el viernes santo. Y recomienda también hacerlo voluntariamente cualquier día de la cuaresma y del año en general.

La oración, es la elevación de nuestra alma a Dios. La Iglesia recomienda meditar y reflexionar la Pasión y muerte de Nuestro Señor Jesucristo. Realizar el Vía Crucis, hacer una buena confesión de los pecados, y sobre todo el cambio de vida. De nada valdría hacer penitencia, ayuno y oración y no cambiar de vida.

La oración se puede realizar de cualquier forma, pero la oración de rodillas es la recomendada por todos los maestros espirituales para reparar nuestros pecados y elevar nuestra alma a Dios.

Pidamos a la Madre de Dios, que fue la primera que vivió la cuaresma, que nos conceda la gracia de convertirnos verdaderamente y preparar nuestra alma para la Pascua de Nuestro Señor Jesucristo.

La SemanaSanta

El Triduo Pascual


L a Semana Santa, así como todo el Año litúrgico, tiene como núcleo central la celebración

del Santo Triduo Pascual, que se desarrolla progresivamente desde el Jueves Santo hasta la víspera del Domingo de Resurrección. Durante este período la Iglesia celebra la Última Cena de Jesucristo, su Pasión, Muerte y Resurrección, tal como vienen atestiguadas en los Evangelios.


E l Triduo Pascual comienza con la Misa de la Cena del Señor en la noche antes del Viernes Santo. La celebración se hace con vestiduras

blancas, signo de la divinidad del Señor. Durante el canto del Gloria, se tocan el órgano y las campanas de la iglesia, los cuales luego permanecerán en silencio hasta que llegue el momento de entonar el Gloria de la Vigilia Pascual. Antes de la presentación de las ofrendas, se realiza el rito del Lavatorio de los pies, que nos recuerda el gesto de servicio y humildad de Jesucristo, quien nos lega el Mandamiento de amarnos unos a otros como Él mismo nos ha amado, practicándolo en primera persona. Posteriormente se celebra la Liturgia de la Eucaristía con el sentido particular de estar actualizando en esa noche lo mismo que aconteció en la víspera de la muerte de Jesús: la entrega de su Cuerpo y su Sangre en redención de muchos. La misa termina con una procesión del Santísimo

Sacramento hasta el Monumento preparado para que el Señor sea adorado durante esa noche hasta el alba del Viernes Santo.

Durante el Viernes Santo recordaremos la Pasión y Muerte de nuestro Señor. Es un día de particular austeridad y penitencia. Nos reunimos en la Iglesia para una Liturgia de la Palabra, celebrada por los Ministros que portan vestiduras rojas, como signo de la sangre derramada por Cristo. Escuchamos la proclamación de la Pasión de Cristo según el evangelista San Juan. Luego elevamos a Dios la Oración Universal, es decir, las peticiones solemnes en las cuales unimos las necesidades del mundo entero al sacrificio de Cristo. Finalmente, celebramos el rito de la Adoración de la Cruz, en el que a través de un gesto de profunda reverencia adoramos el misterio de la muerte de nuestro Señor.

Durante el Sábado Santo las Iglesias permanecen cerradas, como signo de las


horas que estuvo Jesucristo en el Sepulcro. Es un día de recogimiento y oración a la espera de la celebración de la Resurrección del Señor.

En la noche, las Iglesias se abren para la celebración de la gran Vigilia Pascual, conocida desde antiguo como “la madre de todas las vigilias de la Iglesia”. La celebración comienza con la Bendición del fuego, en un lugar cercano a cada iglesia. Desde ese fuego se enciende el Cirio Pascual, signo de la Resurrección de Cristo que vence las tinieblas de la muerte. Desde la luz del cirio se encienden todas las demás velas que portan los fieles en sus manos y se entra a la Iglesia para entonar el Pregón Pascual, antiquísimo himno litúrgico que proclama solemnemente la Resurrección del Señor. Luego se procede a la Liturgia de la Palabra, la cual en este día tiene una mayor densidad y riqueza, pues se escuchan siete Lecturas del Antiguo y del Nuevo Testamento que nos hacen recorrer

toda la Historia de la Salvación. Después de la homilía, se procede a la celebración de la Liturgia Bautismal, con la bendición del agua y el Bautismo de los adultos que se hayan preparado para ese momento. Los ministros asperjan con agua bendita a todos los fieles como un signo de la renovación de la gracia que una vez recibieron en el Bautismo. Finalmente se celebra la Liturgia de la Eucaristía, que corona todo el conjunto de la Vigilia con la unión de los fieles en Cristo.

La celebración del Triduo Pascual es el modo que tenemos para incorporarnos hoy al acontecimiento de la Pasión, Muerte y Resurrección de nuestro Señor Jesucristo. Los ritos de cada uno de estos días están cargados de profunda teología, de historia cristiana y de amor hacia Dios. Animémonos a participar en ellos preparándonos adecuadamente, de manera activa y dando los frutos que nos pide nuestra fe.

Palabra y Vida


La verdadera causade la renunciadel Papa

T engo 23 años y aún no entiendo muchas cosas. Y hay muchas co-sas que no se pueden entender a las 8:00am cuando te hablan para

decirte escuetamente: “Daniel, el papa dim-itió.” Yo apresuradamente contesté: “¿Dim-itió?”. La respuesta era más que obvia, “O sea, renunció, ¡Daniel, el papa renunció!”El Papa renunció. Así, así amaneció el día para la mayoría, así de rápido perdieron la fe unos cuantos y otros muchos la reforzaron. Y que renunciara, es de esas cosas, que no se entienden.Yo soy católico. Uno de tantos. De esos que durante su infancia fue llevado a misa, luego creció y le agarró apatía. En algún punto olvidé todas mis creencias y a la Iglesia de paso, pero la Iglesia no está para ser llevada ni por mí, ni por nadie (ni por el Papa). En algún punto de mi vida, le volví a agarrar cariño a mi parte espiritual (muy de la mano con lo que conlleva enamorarse de la chica que va a misa, y dos extraordinarios guías llamados padres), y así de banal, y así de sencillo, recontinué un camino en el que hoy digo: Yo soy católico. Pero así sea un doc-tor en teología, o un analfabeta de las escrit-uras (de esos que hay millones), lo que todo mundo sabe es que el Papa es el Papa. Odi-ado, amado, objeto de burlas y oraciones, el Papa es el Papa, y el Papa se muere siendo Papa. Por eso cuando amanecí con la no-ticia, yo, al igual que millones de seres hu-manos, nos preguntamos ¿por qué?. ¿Por qué renuncia señor Ratzinger?. ¿Le entró el miedo? ¿Se lo comió la edad?. ¿Perdió la fe? ¿La ganó? Y hoy 11 de febrero, después de 12 horas de la noticia, creo que encontré la respuesta: El señor Ratzinger, ha renun-ciado toda su vida.

Así de sencillo.El Papa renunció a una vida normal. Renun-ció a tener una esposa. Renunció a tener hi-jos. Renunció a ganar un sueldo. Renunció a la mediocridad. Renunció a las horas de sueño, por las horas de estudio. Renunció a ser un cura más, pero también renunció a ser un cura especial. Renunció a llenar su cabeza de Mozart, para llenarla de teología. Renunció a llorar en los brazos de sus pa-dres. Renunció, teniendo 85 años, a estar jubilado, disfrutando a sus nietos en la co-modidad de su hogar y el calor de una foga-ta. Renunció a disfrutar su país. Renunció a tomarse días libres. Renunció a su vanidad. Renunció a defenderse contra los que lo ata-caban. Vaya, me queda claro que el Papa fue un tipo apegado a la renuncia.Y hoy me lo vuelve a demostrar. Un Papa que renuncia a su pontificado cuando sabe que la Iglesia no está en sus manos, sino en las de alguien mayor, me parece un Papa sabio. Nadie es más grande que la Iglesia. Ni el Papa, ni sus sacerdotes, ni sus laicos, ni los casos de pederastia, ni los casos de misericordia. Nadie es más que ella. Pero ser Papa a estas alturas del mundo, es un acto de heroísmo (de esos que se hacen a diario en mi país y nadie nota). Recuerdo sin duda, las historias del primer Papa. Un tal Pedro. ¿Cómo murió? Si, en una cruz, crucificado igual que a su maestro, pero de cabeza. Hoy en día, Ratzinger se despide igual. Crucificado por los medios de comu-nicación, crucificado por la opinión pública y crucificado por sus mismos hermanos católi-cos. Crucificado a la sombra de alguien más carismático. Crucificado en la humildad, esa que duele tanto entender. Es un mártir contemporáneo, de esos a los que se les

pueden inventar historias, a esos de los que se les puede calumniar, a esos de los que se les puede acusar, y no responde. Y cuando responde, lo único que hace es pedir per-dón. ‘Pido perdón por mis defectos’. Ni más ni menos. ¡Qué clase de ser humano! Ver a un tipo así, del que se dicen tantas cosas, del que se burla tanta gente, y que responda así… ese tipo de personas ya no se ven en nuestro mundo.Vivo en un mundo donde es chistoso bur-larse del Papa, pero pecado mortal burlarse de un homosexual (y además ser tachado de paso como anticuado, intolerante, fascista, derechista y nazi). Vivo en un mundo donde la hipocresía alimenta las almas de todos nosotros. Donde podemos juzgar a un tipo de 85 años que quiere lo mejor para la In-stitución que representa, pero le damos con todo porque “¿con qué derecho renuncia?”. Claro, porque en el mundo NADIE renuncia a nada. Vivo en un mundo donde todos los se-ñores de 85 años están activos y trabajando (sin ganar dinero) y ayudan a las masas. Si, claro.Pues ahora sé Señor Ratzinger, que vivo en un mundo que lo va a extrañar. En un mun-do que no leyó sus libros, ni sus encíclicas, pero que en 50 años recordará cómo, con un simple gesto de humildad, un hombre fue Papa, y cuando vio que había algo mejor en el horizonte, decidió apartarse por amor a su Iglesia. Va a morir tranquilo señor Ratzinger. Sin homenajes pomposos, sin un cuerpo exhibido en San Pedro, sin miles llorándole aguardando a que la luz de su cuarto sea apagada. Va a morir, como vivió aun siendo Papa: humilde.

Daniel Oehdhttps://oehd.wordpress.com


Pbro. Eduardo José Angulo Colmenarez Canciller y Asesor de la Pastoral Juvenilde la Arquidiócesis de Barquisimeto.

Salve Glorioso San José protector de la Madre del Verbo y padre del Verbo encarnado, a ti la Iglesia se une para proclamar al Dios omnipotente al que Es, al que viene, a Jesús nuestro salvador.

“O felicem virum, beatum Ioseph, cui datum est Deum... non solum videre et audire sed portare, deosculari, vestire et custodire!” “palabras de S.S Juan Pablo II”.

Esta plegaria, que los sacerdotes solían rezar cuando se preparaban para celebrar la santa misa, nos ayuda a profundizar el contenido de la liturgia de esta solemnidad. Hoy la Iglesia venera la memoria de aquel que será el padre del Mesías, el Hijo de Dios, en San José se pondrá de manifiesto el querer de Dios para el pueblo que aguarda la salvación y anhela al mesías, él será llamado justo, ante los ojos de Dios aceptará el plan divino, pactará con Dios a través de la alianza nupcial con María santísima. Es por eso que el evangelio de San Mateo caracteriza a San José con una palabra: “era un “justo”. En la perspectiva del Antiguo Tes-tamento, como la encontramos por ejemplo en el salmo 1, “justo”, es el hombre que está inmerso en la Palabra de Dios, que vive en la Palabra de Dios, que vive la Ley no como “yugo” sino como “alegría”, vive, podemos decir, la Ley como “Evangelio”. Es decir el Dios de la justicia se someterá a su padre putativo que es modelo de justicia, crecerá en la justicia y el amor a Dios. San José está inmerso en la justicia, por eso Dios lo escoge para que proteja al Verbo encarnado y sea él quién difunda con María la Verdad encarnada. José es el hombre orante, vigilante, esperanzador que hace de su vida una comunión con Dios, que presentará su corazón Virginal al altísimo. Es ese corazón que Dios tomará para que bajo la tu-tela del Justo varón, su Hijo, fuera alabado y reconocido como el hijo del carpintero, el oficio que nos dará el instrumento donde será elevado en alto al Verbo encarnado, profesión que aprenderá Jesús para sostener a su madre.

¡Oh glorioso San José! tú que aceptaste el plan redentor y tomaste como esposa a una Virgen, te hiciste acreedor de la majestad de llevar en tus brazos a Dios, de formar y educar a aquel que formó los cielos y la tierra, tú que con el esfuerzo de tu trabajo sostienes a la Sagrada Familia, sostén ahora a la Iglesia que se te ha encomendado para que vigiles por ella, la protejas como lo hiciste con Jesús y María, y pueda llegar a las glorias de la salvación. Amén.

SanJoséPadre del mesías

19 de Marzo


Palabra y Vida anuncia a todos sus queridos lectores y patrocinantes, que este mes de Marzo, nuestra Divina

Pastora emprende el camino de regreso a su pueblo natal, Santa Rosa, tras pasar por los templos e iglesias de las

diferentes parroquias de Barquisimeto.Que Nuestra Santa Madre bendiga los corazones de todo

Nuestro Pueblo y preparémonos a recibir con ella a Jesús Resucitado.

Raza judía, carne de dolores, raza judía, río de amargura:como los cielos y la tierra, dura y crece aún tu selva de clamores.Nunca han dejado orearse tus heridas;nunca han dejado que a sombrear te tienda para estrujar y renovar tu venda, más que ninguna rosa enrojecida.Con tus gemidos se ha arrullado el mundo.Y juego con las hebras de tu llanto. Los surcos de tu rostro, que amo tanto, son cual llagas de sierra de profundos.Temblando mecen su hijo las mujeres, temblando siega el hombre su gavilla.En tu soñar se hincó la pesadilla y tu palabra es sólo el ¡”miserere”!Raza judía, y aun te resta pecho

Gabriela Mistral.Premio Nobel de Literatura 1945

AL PUEBLO HEBREO

y voz de miel, para alabar tus lares, y decir el Cantar de los Cantares con lengua, y labio, y corazón deshechos.En tu mujer camina aún María. Sobre tu rostro va el perfil de Cristo;por las laderas de Sión le han visto llamarte en vano, cuando muere el día...Que tu dolor en Dimas le miraba y Él dijo a Dimas la palabra inmensa y para ungir sus pies busca la trenza de Magdalena ¡y la halla ensangren-tada!¡Raza judía, carne de dolores, raza judía, río de amargura:como los cielos y la tierra, dura y crece tu ancha selva de clamores!

J esucristo, verdadero Dios, verdadero hombre, hijo de Dios y nacido de Ma-ría la Virgen, comenzó su actividad mesiánica manifestando su misión

profética cuando él mismo dice: “que ha ve-nido del padre para anunciar la Buena Nue-va del Reino de Dios”. Lucas 4,18-19.

La Buena Nueva indica el carácter funda-mental de la enseñanza de Cristo.

Si bien pudiéramos decir que es la respuesta que Dios ha querido dar al hom-bre a su deseo del bien y de felicidad, no es el anuncio del paraíso en la tierra.

La Buena Nueva, el Evangelio, plantea a quién la escucha o lee, renuncias, sacrificios y está relacionada con el misterio redentor de la cruz.

En el centro del Evangelio se encuentra el programa de las Bienaventuranzas que precisa la clase de felicidad que Cristo ha venido a anunciar y a revelar a la humani-dad peregrina hacia sus destinos definitivos y eternos. Él dice: “Felices los que lloran, porque recibirán consuelo, felices los que tienen hambre y sed de justicia porque serán saciados, felices los de corazón limpio porque verán a Dios, felices los que trabajan por la paz, porque serán reconocidos como hijos de Dios”… ( Mateo 5, 1-12).

Jesús comienza a predicar junto con sus discípulos en Galilea a quienes enseña a orar y a caminar en una formación apos-tólica llena de una gran espiritualidad. Predi-caban en las sinagogas, a orillas de los ríos, en pueblos y en ciudades.

Él anunciaba las verdades por medio de parábolas, utilizando hechos y acontecimientos de la vida diaria que muchas veces requerían de una explicación y comprensión adecuada que no podía obtenerse sin la ayuda de una luz interior proveniente del Espíritu Santo y Jesús proveía y daba esa luz.

Para robustecer la Fe de sus seguidores realizó grandes milagros: la transformación del agua en vino en las Bodas de Caná (Juan 2,1-11) la multiplicación de los panes (Mateo, 14,13-21), la Resurrección de la hija de Jairo (Marcos 5,21), la curación del ciego

de Jericó (Lc. 18,35) entre otros.Jesús ha sido el primero y el más grande

evangelizador, lo ha sido hasta el final, hasta la perfección, hasta el sacrificio de su propia existencia terrenal.

Jesús vino a reconciliar el mundo con Dios, vino a dar su vida por el género hu-mano, nos dio la gracia de ser hijos de Dios y hacedores de la vida eterna.

En toda su misión y en sus discursos Jesús nos enseña el mayor y primer man-damiento, “el Amarnos los unos a los otros como Dios los ha amado” (Juan 15,11-13) y nos dice que el crecimiento de la semilla que es la Palabra de Dios depende que es-temos espiritualmente abiertos, dispuestos a acoger la verdad y la gracia que proviene del padre como don de su amor.

De modo pues, que abramos nuestros corazones, nuestras almas a Jesús, dejé-mosle entrar en nuestras vidas, para que con su palabra y su amor infinito nos vaya transformando en nuevos y mejores cris-tianos, sane todas nuestras dolencias físicas y espirituales, nos haga mansos y humildes de corazón, respetuosos de su voluntad y seamos verdaderos instrumentos de su voz, de su bondad, de su misericordia y de su amor.

Jesús camina siempre a tu lado. Jesús es el pan de vida. “Yo soy el pan de

vida, quién viene a mí no tendrá hambre, ni tendrá sed”. (Juan 6, 35-36).

Él es el Amor de los amores (San Juan de la Cruz).

Dra. Adriana Tovar HernándezDirectora de Relaciones Públicasde Palabra y Vida.Agente Pastoral de Espiritualidad Carmelitana.


La Misiónde Jesús

Puedes tener defectos, vivir ansiosa y estar irritada algunas veces, más no olvides que tú vida es la mayor empresa del mundo. Solo tú puedes evitar que ella vaya a la quiebra.

Recuerda siempre que ser feliz no es tener un cielo sin tempestades, caminos sin accidentes, trabajos sin fatigas, relaciones sin decepciones. Ser feliz es encontrar fuerza en el perdón, esperanza en las batallas, seguridad en el umbral del miedo, amor en las decepciones.

Ser feliz no es solo valorar la sonrisa, más que reflejarse sobre la tristeza. No es solo celebrar el éxito, es más aprender de las lecciones en los fracasos. No es solo tener júbilo en los aplausos, es más encontrar alegría en el anonimato.

Ser feliz es reconocer que vale la pena vivir la vida, a pesar de todos los desafíos, incomprensiones y períodos de crisis. Ser feliz no es una fatalidad del destino, es más una conquista de quien sabe viajar para dentro de su propio ser.

Ser feliz es dejar de ser víctima de los problemas y convertirse en autor de su propia historia. Es atravesar desiertos fuera de sí, es más ser capaz de encontrar un oasis en lo recóndito de su alma.

Es agradecer a cada mañana por el milagro de la vida.

Ser feliz es no tener miedo de los sentimientos propios. Es saber hablar de sí mismo. Es tener coraje para oír un “no”.Es tener seguridad para recibir una crítica, aunque sea injusta. Es besar los hijos, disfrutar a los padres y tener momentos poéticos con los amigos, aunque ellos nos hieran.

Vivir es un espectaculo indescriptible

Ser feliz es dejar vivir libre al niño, alegre y simple que vive dentro de cada uno de nosotros. Es tener la madurez para decir “me equivoque”. Es tener la osadía para decir “perdóname”.Es tener la sensibilidad para expresar “yo necesito de tí”.Es tener la capacidad de decir “yo te amo”.Hacer de tú vida una cantera de oportunidades. Que en tus primaveras seas amante de la alegría. Que en tus inviernos seas amiga de la sabiduría. Y, cuando erres el camino, comiences todo de nuevo.Pues así serás cada vez más apasionada por la vida

y descubrirás que ser feliz no es tener una vida perfecta, es más usar las lágrimas para regar la tolerancia, usar las perdidas para refinar la paciencia, usar las fallas para esculpir la serenidad, usar el dolor para lapidar el placer, usar los obstáculos para abrir las puertas de la inteligencia. Jamás desistas de tí misma. Jamás desistas de las personas que tú amas. Jamás desistas de ser feliz, pues la vida es un espectáculo increíble...


Reflexionespalabras que enriquecen la mente y el alma

LEC

TUR

A Q

UE

RE

CO

ME

ND

AM

OS


LA UNIDAD Y JESUS ABANDONADOCHIARA LUBICH

En su prólogo, el P. Jesús Castellano, director del Teresianum de Roma, dice otras cosas: Estas páginas componen un libro de luz como un mensaje elevado y apremiante que se resume en dos realidades inseparables que evocan dos momentos decisivos de la vida de Jesús: su oración sacerdotal (Jn 17,21-23) y su grito de abandono desde la cruz (M27,46). La unidad y Jesús abandonado: he aquí dos palabras de luz para la Iglesia de nuestro tiempo, para la unidad de nuestro tiempo, para la humanidad de nuestra época, cuando el grito del abandono es más agudo y se hace más apremiante en todos los niveles el anhelo de la unidadEste libro reúne las medidas propuestas a la Casa Pontificia, en presencia del papa Benedicto XVI, en el adviento 2005 y en cuaresma de 2006, se hace referencia a la pasión de Jesucristo y se contrastan dos formas distintas de luchar con Dios de manera que la persona de fe tiene dos opciones: pretender imponer sus deseos a Dios o someterse a su voluntad. Esta última fue su elección de María y de Jesucristo para hacer realidad el plan de salvación de la humanidad.

Reflexionespalabras que enriquecen la mente y el alma

Yo te llevo, desde niño, muy adentro. Te he encontraba en el pájaro y la flor. En la lluvia, en la tierra y el silencio, y en mis sueños cada noche estabas tú. Desde entonces, quiero darte siempre gracias, porque puedo darme cuenta de tu amor. Beberé de tu cuerpo y de tu sangre, y por siempre te daré … Mi corazón …Como no creer en Dios, si me ha dado los hijos y la vida. Como no creer en Dios, si me ha dado la mujer querida. Como no creer en Dios, si lo siento en mi pecho a cada instante.En la risa de un niño por la calle, o en la tierna caricia de una madre, Como no!Como no creer en Dios, si está en las viñas y en el manso trigo. Como no creer en Dios, si me dio la mano abierta de un amigo.Como no creer en Dios,

si me ha dado la tristeza y la alegría. De saber que hay un mañana cada día, por la fe, por la esperanza y el amor.Como no!Como no creer en Dios, si me ha dado la tristeza y la alegría. De saber que hay un mañana cada día, por la fe, por la esperanza y el amor.Como no creer,si me ha dado los hijos y la vida. Como no creer,si me ha dado la mujer querida.Como no creer en Dios, si está en las viñas y en el manso trigo. Como no creer en Dios, si me dio la mano abierta de un amigo.Como no creer en Dios,si me ha dado los hijos y la vida. Como no creer en Dios,si me ha dado la mujer querida.Como no creer en Dios,si está en las viñas y en el manso trigo.

Palabra y VidaDIRECTORIO

Dpto. Legal: pp200801LA1294

EditorPadre Christian Díaz Yepes

[email protected] General

Lic. Luis Díaz Fajardo (CNP: 8157)0414.522.77.44

[email protected] de Relaciones Públicas:

Dra. Adriana Tovar Hernández.Telf: (0251) 718.48.24

[email protected]ño y Diagramación:

Hans S. P. BirkeFotografía Artística:

José Javier Miguez (Vigo-España)Consejo Asesor:

Padre Eudo Rivera, Padre Alexander Duno, Dr. Alejandro Rada.

Consejeros Jurídicos:Dr. Vicente Mujica Amador

Dr. José Irazu Silva

Palabra y Vida

Creer en Dios

Date post:	26-Dec-2015
Category:	Documents
Upload:	christian-diaz-yepes
View:	23 times
Download:	0 times

Palabra y vida

Documents