PIPI SPÓSITO - BAERT - CAIO - CHESTER - DECUR - GILLIG - LAURI – JORGE -

JUAMPA - LLANSÓ - LUBRIO - LUCERO - MONTAG - NIAMH - BRUNO - FIX -

¡Empezó el cole!!! ¡buuuuuu!

-Pipi Spósotp- Montag- Lubrio- Decur- Llansó- Rofe - Chester Greenbag- Caio di Lorenzo - Baert - Bruno Panzarasa - Gabriel Biz

- Furnier- Fix- Niahm- Bruno Palero- Gillig- Gustavo Lucero- Lauri Fernandez- Ale Farías- Leo Sandler

Portada - Lauri Fernandez / Guardabosques - Pipi Spósito / Perro de plaza - Leandro Gillig / Zoila Zombie - Lubrio / Pipi Strella - Fix y Niahm / El parque de la vida - Furnier / Lara - Rofe / Zacarias - Ale Farías y leo Sandler / Zoo - Diego LLansó / Joaco y Denis - Bruno Palero / Catitos - Gustavo Lucero / Los Vecinos locos de mi Barrio - J.G. Palomera y Gabriel Biz / Los regalos de papá - Decur / Yiyi - Caio y Baert / Yiyi - Caio y Baert / Estar Guars - Montag y Bruno Panzarasa /

Contratapa - Filigrana de ideas

Marzo es un mes dificil. Emp-iezan las clases, llega el frío y en casa desarman la pileta del patio. ¡Pero no importa! Para eso estamos nosotros y como te queremos mucho armamos este nuevo número de Pelo-tazo que esta lleno de aven-turas, páginas y chistes.Arrancamos con una dormi-lona tapa de Lauri (primera mujer que ilustra una tapa de Pelotazo) y debajo de este editorial tenemos el humor de Pipi. Nos visitan también Rofe con “Lara” y Lubrio con “Zoila” y Llansó llega con todo su zoológico.Por primera vez se meten en la revista “Joaco y Denis” de Palero y “Zacarías” de Ale & Leo (así que portémonos bien)

y vuelven el perro pulgoso de Gillig y las “Estar Guars” de Montag & Bruno.Decur nos muestra los regalos de papá, hay un nuevo cuento de Jorge ilustrado por Fer-nando Biz. Y la cierran un par de clásicos de esta revista: la “Pipi Strella” de Fix & Niamh, “Yiyi” de Baert & Caio y “El parque de la vida” de Furnier.Ya sé. Me vas a decir que no te alcanza. Que pedís mas. Que te la lees en un ratito.Y bueno loco ¿Que querés? Primero que nada te voy a recordar que visites www.revistapelotazo.com y te descargues o leas en el sitio tooooodos los números de la revista. Y si todo eso no te alcanza, te aseguro que te

prepares para el próximo núme-ro que te va a volar los pelos del marote porque cumplimos dos años y va a estar lleno de pági-nas e invitados.Nos vemos el mes que viene, acordate de visitarnos ¡y reco-mendásela a tu compañero de banco!

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y vas a ver cómo los domigos se ponen más divertidos!

En mi barrio por las tardes pasa un señor con un perrito. Y de vez en cuando un nene pasa en bicicleta. Enfrente de mi casa hay dos casitas veci-nas. En una vive Augusto. Y en la otra Soledad.Una casa es color rosa y la de al lado es verde enfermedad. Una mete susto. La otra es una antigüedad.En la verde vive el muchacho que tiene sólo ocho años y quiere crear un experi-mento para ya nunca enfermar. Le tiene miedo a todo. A los gérmenes, los bebés, a las visitas y la sal. En realidad pocas veces se enferma, pero justo esa mañana tiene un resfrío infernal.En la casa rosa vive la chica. Ella tiene nueve años y sueña ser como las chicas

de las revistas, tener la ropa mas linda del mundo, los mejores cachetes y las amigas mas divertidas del mundo. No quiere tener amigos porque son todos aburridos y solo charla por celu y por chat.Ya sea por una razón o la otra ninguno de los dos sale de su casa, no conocen el bar-rio ni la plaza de la vuelta donde hay un tobogán.Augusto por las mañanas, se levanta com-pungido. No hay día que no piense que algo afectará su apetito. A causa de su resfrío imagina un remedio sensacional.Después de desayunar té con bananas ahí nomás pega un alarido. No se siente ni un poquito mejor y tiene miedo que el grupo circense de la plaza lo reclute de monito.Mientras tanto, en la casa de al lado, su vecina discute con sus muñecas porque ninguna de ellas sabe bailar el tema de moda ni besar.Al mediodía Augusto decide hacer ejerci-cios pero no bien empieza con las flexiones de brazos teme por su vida ya que mira su panza y la nota demasiado crecida.Cuando los llaman a comer el chico se ex-cusa y dice no tener hambre mientras que la chica come pétalos de flor con gusto a cal. La mamá la reta y le dice que está loca y la van a tener que internar. Ella se ríe y le dice que esa receta es furor en Capital.Por la tardecita Augusto encuentra otro problema con que distraerse. Su nuevo drama son sus plantas carnívoras: Caro-lina, Lorena y Rosalinda. Resulta que es-tán creciendo demasiado en su cuarto y el joven teme otra vez por su vida ya que imagina que cuando duerma la siesta un brazo le van a querer morfar.Se le ocurre inventar un remedio que las haga ser pequeñas y buenitas y que sólo quieran comer frutas en general.Mezcla frascos y porquerías que tiene su abuela en un cajón y cuando cree haber encontrado la respuesta a sus deseos, corre hacia el baño.

Historia de Jorge G. PalomeraIlustrado por Fernando Gabriel Biz

En una mano lleva el brebaje asqueroso que mezcló y en la otra la maceta con Ro-salinda.Él está seguro. Si todo sale como supone una sola gotita de ese líquido hará que las plantas ya no crezcan y él será de una vez y para siempre un gran científico mundial.Con cuidado intenta verter una gota, sólo una, sobre la cabeza de su mascota fa-vorita cuando el resfrío vuelve a visitarlo. Intenta no estornudar pero la picazón lo persigue. Se le para en la punta de la nariz y tiembla, ¡que caiga la gota y después te sonás! Pero la gripe es más fuerte y es-tornuda tan fuerte que la planta, los mocos y el tubo de ensayos vuelan por el aire y explota toda su casa.¡Es peor de lo que pensaba! La habitación del baño ha desaparecido por la explosión.

Su cara esta completamente negra y su planta fa-vorita esta hecha trizas a un costado. El humo que llena el cuarto lo hace toser y hasta dice una mala palabra de esas que su mamá le tiene pro-hibido.- ¡Ay que maleducado! dice una voz femenina. Augusto se asusta. Imagina que inventó el reme-dio para que las plantas carnívoras puedan hab-lar, pero no. Es Soledad que muy enojada empieza a gritarle porque con sus experimentos acaba de destrozar la mitad de su cuarto cuando ella es-taba a punto de tomar un té con su unicornio de cristal.Augusto se queda sin palabras. Soledad está dis-fraza de bruja supuestamente porque es la últi-ma moda en Uruguay. Él le pide que la disculpe y ella le dice que no, que no va a poder ser. Que ella ya no lo quiere más. Él intenta explicarle que para que ella no lo quiera más tiene que primero quererlo. Entonces muy ofendida dice que todo eso es una locura porque para quererlo primero tienen que ser amigos. Y él le explica que no pu-ede ser amigo de una chica porque tiene miedo que lo contagien de cosas rosas. Ella le dice que está loco que ella no contagia nada, él le dice que no le cree. Ella le insiste que sí.Entre tantas discusiones la chica se ofende y lo reta a que pruebe un sorbo del té que ella tenía servido para su muñeca. Él intenta pasar por el agujero de la pared pero es un poco pequeño o su panza es un poco grande, por lo que no pu-ede llegar. Ella le alcanza el té y le dice que si se porta bien quizás puedan ser amigos para que después pueda dejar de quererlo. A él tantas ex-plicaciones le dan un poco de dolor de cabeza por lo que supone que ella lo debe haber contagiado de algo entonces le promete que se va a acostar pero ni bien se despierta si no tiene alguna nueva enfermedad le explica de todas las maneras que ella lo puede molestar.Mientras cada uno de ellos intentaba dormir la siesta no podían dejar de pensar.En su vecino de al lado, en lo raro de sus actitudes y en las ganas que tenían de volverse a encontrar.

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