El consuelo de Dios para todas las naciones Un estudio en Isaías 40—66; 2 Reyes 21—23;
2 Chrónicas 33—35; Sofonías
PROPÓSITO DEL TRIMESTRE Entender mejor la gracia de Dios extendida a todas las naciones y comprender el lugar especial que Israel tiene como la nación de los pactos de Dios.
4—Buenas nuevas para todas las naciones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4
El Dr. David Robinson nació en Greenville, Mississippi y creció en Hot Springs, Arkansas. Se convirtió al Señor en 1956 y fue bautizado por la Iglesia Bautista Misionera Cones Road. Se graduó del Colegio Hot Springs, asistió a la Universidad de Mississippi, y en 1966 se graduó del Seminario Bautista Misionero
de Little Rock, Arkansas, obteniendo los títulos de Máster y Doctor en idiomas bíblicos. Se rindió a predicar en 1960 y fue ordenado al ministerio del evangelio en diciembre de 1962. Ha pastoreado iglesias en el sur y el centro de Arkansas. De 1967 a 1999 sirvió como profesor en el Seminario Bautista Misionero. De 1978 a 1988 fungió como Registrador del seminario, y de 1988 a 1999 como Rector y Editor del periódico Missionary Baptist Searchlight. De 1992 al 2007 sirvió como Capellán de la Oficina del alguacil del Condado de Pulaski. En 1999 y en el 2000 sirvió en el Comité de Escuela Dominical de la ABA. Ha fungido como Parlamentario de la ABA desde 2001. Actualmente es pastor de la Iglesia Bautista Misionera de Little Rock, Arkansas, donde ha servido desde 1971. Ha escrito la literatura de Escuela Dominical de jóvenes y la revista trimestral de adultos del Curso Bautista de Capacitación y actualmente escribe la literatura de Escuela Dominical de adultos usada en las iglesias de la Asociación Bautista Americana. Él puede ser contactado en [email protected].
About the Writer
Asociación Bautista AmericanaLecciones de escuela dominical, Serie “a traves de la Biblia”
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Lucas 13:22—24
Isaías 40—662 Reyes 21—23
2 Crónicas 33—35Sofonias
JeremíasLamentaciones2 Reyes 24; 252 Crónicas 36
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Colosenses
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PrimaveraInvierno Verano Otoño
4 de junio, 2017
Buenas nuevas paratodas las naciones
1
Texto: Isaías 40:1-27Enfoque: Isaías 40:1-11
Versículo clave: “He aquí que Jehová el Señor vendrá con poder, y su brazo señoreará; he aquí que su recompensa viene con él, y su paga delante de su rostro.”
Isaías 40:10
Devocional del domingo: Alabanza por el ministerio de Juan el Bautista, Mateo 11:7-15.
Objetivo: Aprender que todas las naciones del mundo pueden ser bendecidas por medio del ministerio del Mesías de Israel, Jesucristo.
UNA PRIMERA MIRADA
Muchas personas ven la profecía como si todo fuera muerte y desolación. Aunque mucho de la profecía es acerca de juicio, también es acerca de las bendiciones futuras. La parte de Isaías que comenzamos a estudiar hoy contiene muchas revelaciones acerca de las buenas nuevas de Dios para todas las personas de todas partes. Así como la Biblia misma, Isaías puede dividirse en dos partes: una del Antiguo Testamento, los primeros treinta y nueve capítulos, y la otra del Nuevo Testamento, los últimos veintisiete capítulos. Siguiendo este pensamiento, el capítulo 40 predice el ministerio de Juan el Bautista y el capítulo 66 cierra con un vistazo al reinado milenial de Jesús. En los otros capítulos se
4
Devocionales diarios
L. — La grandeza de Dios entre las naciones, Isaías 40:12-17.M. — ¿Quién es como el Dios verdadero? Isaías 40:18-26.M. — Dios da el poder para hacer su voluntad, Isaías 40:27-30.J. — Un encuentro futuro, Jeremías 30:10-14.V. — Preparando el camino para el Señor, Malaquías 3:1.S. — Dios nos consuela; nosotros consolamos a otros, 2 Corintios 1:3, 4.
menciona en varias ocasiones al Mesías, a Jesucristo. Por supuesto, esta es solo una forma de estudiar este libro. Sabemos que el tema cambió en el capítulo 40. En la primera parte de su escrito, Isaías estaba predicándole a su propia generación acerca de las cosas que les sucederían. En la última parte del libro, le profetizó a una generación futura de israelitas que tendría la oportunidad de experimentar la gracia salvadora de Dios. Isaías sabía que el pueblo de sus días enfrentaba muchos años de dificultad en la cautivad de Babilonia. Después enfrentaron muchas otras pruebas cuando iban de regreso a la tierra para reconstruir su nación. Él puso delante de Israel la esperanza de que su nación una vez sería grande y que al final daría a luz al Mesías prometido. Nos es fácil pasar por alto el gran consuelo que se encuentra en la profecía. Dios conoce el futuro mejor que lo que nosotros conocemos el pasado, y lo que Él dice, sucederá. Cuando estudiamos todas las profecías de la Biblia vemos que al final Jesús será victorioso sobre todos sus enemigos. Cuando estamos del lado de Dios no podemos perder, y cuando no estamos de su lado no podemos ganar.
I. El consuelo futuro
Isaías no trató de minimizar el impacto de los pecados de Israel y de Judá al poner delante de ellos el consuelo del perdón futuro. El pueblo había pecado al adorar ídolos. En el norte esta adoración fue un rechazo público del único Dios verdadero. En Judá, fue una sincronización de la adoración a ídolos con la adoración verdadera; pero de cualquier manera, era abominación a Dios. La idolatría siempre llevará a la inmoralidad. Nuestro comportamiento está determinado por nuestras creencias, y cuando dejamos de lado la dirección de Dios y la influencia de su Palabra, solo nos queda nuestro propio sistema de guía moral, o lo que es peor, el sistema
UNA MIRADA MÁS CERCANA
Texto: Isaías 40:1-27 5
Isaías 40:1, 2 1. Consolaos, consolaos, pueblo mío, dice vuestro Dios.2. Hablad al corazón de Jerusalén; decidle a voces que su tiempo es ya cumplido, que su pecado es perdonado; que doble ha recibido de la mano de Jehová por todos sus pecados.
de un mundo perdido. Los dioses ajenos que adoraba el pueblo no ofrecían nada más que la satisfacción temporal de la carne. Esta adoración carnal llevó a las grandes injusticias que Isaías y los demás profetas reprendieron. Los pobres eran oprimidos y los jueces eran corruptos. La justicia estaba a la venta. Al final, esto llevó a que los hombres rechazaran a los hombres de Dios enviados para darles una advertencia. Como lo lamentó Jesús en Mateo 23:37: “¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas, y apedreas a los que te son enviados! ¡Cuántas veces quise juntar a tus hijos, como la gallina junta sus polluelos debajo de las alas, y no quisiste!” Sin embargo, esta situación tenía esperanza. Dios está esperando perdonar a quienes pecan. Isaías les ofreció palabras de consuelo y consolación a los pecadores de Judea. Dios es tanto misericordioso como justo. La naturaleza justa de Dios significa que el pecado siempre será castigado y que nadie escapará el juicio. La gracia de Dios significa que la puerta del perdón siempre está abierta. Este tiempo de pruebas severas que Judá soportaría llegarían a su fin, y al final de ese tiempo Dios estaría esperando para bendecir a su pueblo conforme a sus promesas. Debemos recordar la verdad simple y severa; Judá recibió el doble por todos sus pecados. Lo que los hombres podrían llamar justicia puede no ser justicia ante los ojos de Dios. Esta generación mala e idólatra perecería, pero en lugar suyo surgiría otra generación justa. La historia revela que antes de la cautividad de Babilonia, Israel estaba continuamente coqueteando con ídolos a uno u otro nivel. Esto se remonta a Génesis 31:9-35 y al relato de Raquel robándose los dioses ajenos de su padre en Israel. Por el contrario, después de la cautividad de Babilonia, Israel fue permanentemente curado de la idolatría. Sea lo que sean los judíos hoy día, no adoran ídolos. Dios castiga el pecado, pero siempre le ofrece perdón al pecador.
II. La gloria futura
6 Buenas nuevas para todas las naciones
Isaías 40:3-53. Voz que clama en el desierto: Preparad camino a Jehová; enderezad calzada en la soledad a nuestro Dios.4. Todo valle sea alzado, y bájese todo monte y collado; y lo torcido se enderece, y lo áspero se allane.5. Y se manifestará la gloria de Jehová, y toda carne juntamente la verá; porque la boca de Jehová ha hablado.
El futuro de Israel siempre ha contenido gran gloria y promesa e Isaías le recordó a la nación estas grandes promesas. Una certeza para el pueblo de Dios es que atravesará el valle de sombra de muerte. Soportaremos pruebas, pero no durarán por siempre. En la tierra sufren tanto los justos como los malos, pero los justos tienen la seguridad de un futuro brillante. Para una persona perdida, la vida en la tierra es tan buena como lo será jamás. Observe que éste fue un proceso, no algo que se desarrolló repentinamente. Primero habría una voz. Dios a menudo cambia al mundo con una voz. En el principio la voz de Dios trajo luz a la tierra y una voz del desierto anunciaría al Mesías. Isaías presentó un cuadro de la construcción de un camino. También usó esta imagen en el capítulo 11. De Lucas 3:4-6 sabemos que esta es una profecía de Juan el Bautista y su ministerio. El ministerio de Juan fue muchos años después que Isaías escribió esto, pero estas palabras han probado ser precisas. Juan el Bautista vino a cumplir cuatro cosas, tal como un equipo de construcción construiría una calle a través de un desierto. Primero debían rellenarse las zonas bajas. Luego debían bajarse los montes y los collados. El relleno de las montañas podría ser usado para eliminar los valles. Tercero, los caminos torcidos debían ser enderezados. Y finalmente, los caminos ásperos debían ser allanados. Todo esto aseguraría una buena senda para quienes viajaran por ese camino. Este camino no fue preparado para los hombres; fue preparado para el Señor. Juan estaba preparando los corazones para que Jesús pudiera llegar a ellos. El ministerio de Juan no era un fin en sí mismo; era un preludio para el ministerio mayor de Jesús. Una vez más la historia revela que Juan hizo bien su trabajo. Jesús pudo venir al mundo y cambiarlo para siempre en unos pocos años de ministerio público. Note también la importante declaración de que como resultado toda carne vería la gloria de Jehová. No todos le creerán, pero todos lo verán. Jesucristo cambió al mundo. Nadie puede decir honestamente que Él no lo ha hecho. Los hombres pueden aceptarlo o rechazarlo, pero nadie es completamente neutral con respecto a Él. El evangelio no tiene el propósito de obligar a los hombres a creer, sino el de darles una oportunidad para que tomen una decisión. Juan el Bautista preparó el camino, pero cada individuo tendrá que elegir andar por ese camino. Quienes elijan andar por ese camino, tendrán vida eterna. Pero quienes rechacen a Jesús seguirán en su condición perdida.
Texto: Isaías 40:1-27 7
III. Cambios futuros
Ahora Isaías hace una comparación entre los mundos físico y espiritual. Con frecuencia consideramos el mundo físico como el mundo real. Imaginamos al mundo espiritual como un tipo etéreo de humo y un lugar de espejos. Esto es justamente lo contrario a la verdad. El mundo físico y todo lo que hay en él, perecerá, pero el mundo espiritual perdurará. Mucho después de que esta tierra haya perecido, las almas de los hombres todavía existirán en la eternidad. Para el Israel de antiguo debe haberle parecido que sus enemigos eran temibles y permanentes. Asiria dio pasó a Babilonia, y ambos fueron amenazas para Israel. Por dos siglos Israel fue atormentado por estas naciones malvadas; no obstante, Asiria y Babilonia no existirían para siempre. Estas naciones una vez poderosas pasarían a la oscuridad de la historia. Babilonia conquistó a Asiria y gobernó por un tiempo, pero Babilonia también pasaría, y en el plan de Dios su tiempo fue corto. Así como la hierba y las flores crecen hoy día y mañana ya no están, las naciones del mundo vienen y van a voluntad y placer de Dios. Los líderes de la tierra cumplieron su propósito y pasaron de las escenas de la vida, uno a uno. El Señor es la fuerza que guía detrás de las naciones de este mundo para cumplir sus propósitos eternos. Ponga especial atención a la promesa del versículo ocho. Esta promesa hace eco en las palabras de Jesús en Marcos 13:31: “El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán.” Podemos contar absolutamente con que la Palabra de Dios estará ahí sin importar lo que pueda suceder en la tierra. Las instituciones que los hombres consideran importantes y permanentes pueden caer, y lo harán, pero la Palabra de Dios permanecerá. Conozca la Palabra. Sumérjase en ella. Atesórela en su corazón. Vívala y aplíquela diariamente en todo lo que haga. De
8 Buenas nuevas para todas las naciones
Isaías 40:6-8 6. Voz que decía: Da voces. Y yo respondí: ¿Qué tengo que decir a voces? Que toda carne es hierba, y toda su gloria como flor del campo.7. La hierba se seca, y la flor se marchita, porque el viento de Jehová sopló en ella; ciertamente como hierba es el pueblo8. Sécase la hierba, marchítase la flor; mas la palabra del Dios nuestro permanece para siempre.
esta manera podrá estar seguro de invertir su tiempo en algo que jamás dejará de ser. En una época en que los hombres confiaban en las cosas físicas en sus vidas, Isaías les dio acceso a la eterna Palabra de Dios. En todos los siglos todas las naciones deben oír y prestarle atención a la Palabra de Dios.
IV. La paz futura
En estos versículos hay dos hermosos cuadros. El primero es un cuadro de Israel emergiendo en victoria del valle de la derrota y la humillación. Jerusalén no ganaría la victoria porque sus habitantes fueran mejores personas o porque tuvieran un gran ejército: saldría victoriosa porque tenía un Dios grande. Este es el mensaje declarado desde los montes. Judá tenía una cautividad por delante, pero debajo de esta época de tribulación estaba la mano poderosa de Dios esperando para darle a su pueblo la victoria sobre todos los enemigos. El segundo cuadro es el del ministerio del Señor como pastor amoroso. Como un buen pastor Dios alimentaría a su rebaño, lo reuniría y protegería a los corderitos. Como un pastor amoroso y cariñoso llevaría en brazos a los corderos más pequeños. El Buen Pastor gentilmente llevaría a los más jóvenes por las sendas de justicia y protección. Este hermoso cuadro lo vemos en el Nuevo Testamento, en el capítulo 10 de Juan. Ahí vemos a Jesús como el Buen Pastor que hasta pondría su vida por sus ovejas. Este cuadro maravilloso y fácilmente entendible nos da un vistazo a la relación que Dios tiene con su pueblo en todos los siglos.
Texto: Isaías 40:1-27 9
Isaías 40:9-11 9. Súbete sobre un monte alto, anunciadora de Sion; levanta fuertemente tu voz, anunciadora de Jerusalén; levántala, no temas; di a las ciudades de Judá: ¡Ved aquí al Dios vuestro!10. He aquí que Jehová el Señor vendrá con poder, y su brazo señoreará; he aquí que su recompensa viene con él, y su paga delante de su rostro.11. Como pastor apacentará su rebaño; en su brazo llevará los corderos, y en su seno los llevará; pastoreará suavemente a las recién paridas.
Estos versículos nos enseñan que Dios es mayor que cualquiera sobre la tierra. A los hombres de Judá debe haberles parecido que Asiria y Babilonia y más adelante, Persia, eran naciones más fuertes y virtualmente invencibles. Estas naciones malvadas conquistaron el mundo conocido de sus días. Puede inclusive haber dado la impresión de que sus dioses eran poderosos. En realidad, estas naciones solo estuvieron ahí para cumplir los propósitos del Dios de Israel. La historia del mundo jamás fue acerca de Asiria, de Babilonia o de Persia; fue acerca de Israel y de Jerusalén. Dios nunca pierde ni cede el control de los eventos que moldean las vidas de su pueblo. Esta nación desanimada y cautiva parecía carecer de poder para moldear los eventos del mundo, pero en realidad estaba en medio de todo. La historia demuestra que esto es cierto. ¿Dónde está Nínive de Asiria? ¿Dónde se encuentra la ciudad de Babilonia? ¿Dónde se ubica Susa de Persia? Estas naciones y sus grandes ciudades están perdidas, pero Israel sigue aquí como un testimonio silencioso del poder de Dios para honrar su Palabra. En el Nuevo Testamento también tenemos la promesa que Jesús les dio a las iglesias. Él prometió que las puertas del Hades no prevalecerían contra ellas, Mateo 16:18. En esta era actual cada iglesia Novo-Testamentaria es una unidad funcional del reino de Dios. Debemos tomar esto en serio y entender que las naciones y las instituciones de nuestros días vendrán y se irán, pero que las iglesias fieles estarán aquí cuando Jesús vuelva a la tierra. Cada cristiano tiene una parte en la obra del reino de Dios en esta era, participando activamente en la obra de una iglesia escritural.
1. ¿Cómo ha dado Dios consuelo a su alma? 2. ¿Qué relación hay entre los versículos del 3 al 5 con el ministerio de Juan el Bautista? 3. ¿Qué provoca que las cosas naturales fallen y que la Palabra de Dios perdure? 4. ¿De qué maneras es Cristo nuestro pastor? ¿De qué formas somos nosotros como ovejas?
