SANCHO IV Castigos y documentos del Rey Don Sancho · cuerpo, asi es pecado para el alma. Vida mala...

SANCHO IV

Castigos y documentos del Rey Don Sancho

Castigos y documentos del Rey Don Sancho. Basado en el manuscrito de la Biblioteca del Escorial, Z-III-4 ; edición para la Biblioteca Saavedra Fajardo de Antonio Rivera García.

Biblioteca SAAVEDRA FAJARDO

de Pensamiento Político Hispano

Sancho IV , Castigos y documentos del Rey Don Sancho.

Normas de edición

1. Para facilitar la lectura no se registrarán las abreviaturas. El símbolo “&” se vierte como “y” para no repetir continuamente el “et”, que es una huella historicista inoportuna.

2. No se indicarán las lagunas en el texto, sino que se completarán por

lecturas procedentes de otras ediciones y manuscritos. 3. Se aceptarán todas las palabras en su literalidad, de tal manera que se

puedan mantener todos los elementos históricos en relación con la lengua y su evolución.

4. No se dotará de coherencia la aparición de las palabras, manteniéndose

las variaciones tal y como figuran en el manuscrito. 5. No se incorporan los signos de transcripción. 6. Se añadirá, cuando sea necesario, la puntuación de tildes, comas y puntos

para hacer fácil la lectura del texto, en la idea de que estos símbolos sólo marcan la forma de leer y no alteran el contenido del texto. Sin embargo, no se marcarán.

7. Los nombres propios aparecerán escritos con mayúscula, pues son

también señales decisivas para la comprensión del texto y su fácil lectura.

8. El encabezamiento de cada capítulo se pondrá en cursiva para marcar la

diferencia con el texto del capítulo propiamente dicho. 9. Se mantiene la serie de folios del manuscrito.

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Castigos y documentos del Rey Don Sancho

de Sancho IV

Ed. realizada por Antonio Rivera a partir del manuscrito de la Biblioteca del Real Monasterio de San Lorenzo de El Escorial*

[fol. 1r] Por tal, commo nuestro señor Djos es jnfinjda bondat, por tal

todo lo que él faze es bueno, y mal non puede auer començamjento njn fundamjento en él. Por tal dize Moysem en el primero libro de la ley, que despues que nuestro señor ha criado el mundo, mjró a todo lo que fecho auja y vido que todo era mucho bueno. E por consigujente la muger fecha por nuestro señor Dios era mucho buena. E aquesto prueua Cesarius sobre el primero capitulo del Genesi, diziendo que Dios la crió doctada de bienes de natura, de fortuna y de graçia. E primera mente de bienes de natura, ca era sabia non tanto commo Adam. Ca dize sant Pablo que Adam jamas non fue engañado njn creyo lo que la syerpe dixo a Eua. E aquesto por tal commo auja menos seso, despues era dotada de los dones que pertenesçen al ordenamjento natural, asi commo buena voluntat, buenas inclinaçiones, claro entendimjento, buena jndustria, buena conçiençia, franco albitrio, fermosura de cuerpo y fortaleza conuenjble, sabidoria conplida en todo lo que es menester en muger

* Castigos y documentos para bien vivir. Escorial Z-III-4, ff 1ra-95vb.Transcr. John Zemke; corr. Charles B. Faulhaber. Sancho IV. Castigos y documentos para bien vivir [tít. var.: Libro de doctrina]. Escrito en castellano, 1293. TEXID 1761. San Lorenzo de El Escorial: Monasterio, Z.III.4 (olim III.N.24, ij.e.13). Copiado 1400 - 1500. Papel. 113 + 1 ff. 2 cols. Con notas atribuidas a Isabel I (la Católica). MANID 1837. Ocupa ff. 1ra-95vb. Nota: MS. E de la ed. de Rey. El MS también contiene: Pedro Gómez Barroso, Libro del consejo y de los consejeros, 1293 ca. ff. 96ra-113vb. CNUM 1165.

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acabada. E asi mesmo era innoçente y puesta en rregimjento de criaturas y le fueron obedientes. Auja el cuerpo sin toda pasion, nin auja fanbre, nin sed, njn frio, nin calor, njn auja menester vestiduras, antes andaua desnuda asi commo Adam. Ca commo non ouiesen njnguna culpa non aujan de cosa verguença, y por esto non aujan menester vestiduras. Asi mesmo en bienes de fortuna auja la Dios puesta en logar mucho exçelente y mucho deleytoso, es a saber, en parayso terrenal. E le auja dado deleytes, honores, rriquezas naturales en grand copia. Sy piensas el estado en que estaua despues, era en graçia de Dios nuestro señor, en tanto que sy oujese contrastado al diablo en la tentaçion, nuestro señor Dios la oujera conformado en graçia. E sobre esto le auja Dios en el anjma dado y criado ornamento de virtud, a tal que en ella auja toda virtud pertenesçiente a su salud, y era ordenada final mente auer gloria con los santos angeles en el regno de Dios perpectual mente. E despues aujan rresçebido graçia de justiçia original que los tenja asi el cuerpo y el anjma sojudgada a la razon, que jamas non rebellara sy ella oujese querido. Muchas [fol. 1v] otras graçias y dones rresçibio de nuestro señor Dios, por las quales se demuestra que ella era obra de Dios mucho buena, señalada y digna de grande loor. Adam asi mesmo, despues que houo cometido el pecado y consentido a su muger, luego rreportó sus penas, ca, commo dizen los santos doctores, por tal commo fue rrebelde a Dios, por tal se le rrebelló su carne propia y todas las bestias le fueron rrebeldes, tanto que dizen algunos que vna de las grandes penas que sufrian él y su muger si fue de las persecuçiones que las bestias les dauan despues que fueron echados de parayso. E dizen que sufrian grandes acometimjentos de las serpientes, de las quales se temjan que non les matasen los njños pequeños que despues oujeron. E por que amó más consentir y satisfazer a la muger que a Dios, por tanto qujso Dios que truxiese grand parte de sus cargos. Onde dize aqui Origines que grand cargo es del omne auer a soportar a su muger en sus passiones y mjserias. E por tanto aquel que falló el lenguaje angelo puso nonbre a la muger human, que qujere dezir dolor de marido, y en pena de

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aquesto ha querido nuestro señor Dios que, si el omne da señoria a la muger sobre sy mesmo, que ella le sera todos tienpos contraria. E aquesto auemos en el xxvj capitulo del Eclesiastico adonde dize el testo asi: muger que señoria oujere sobre el omne syenpre sera contraria a su marido, por que avn commo el omne deleytosa mente, y commo Eua morando y tirando por amor y deleyte carnal, consentio a la muger queriendo por amor della auer esperiençia del dulçor del fruto a él vedado, por tanto le dio Dios en pena de aquestos locos deleytes que todos tienpos comjese su pan en sudor de su carne y beujese en dolor y en trabajo. E por que los trabajos, tentaçiones, pecados, engaños y males deste mundo son tales y tantos, y las sotilezas de los omnes con que partiçipamos que más pugnan de dar consejos de mala biujenda que de buena, auemos de buscar carrera derecha y verdadera que es Dios nuestro señor y los sus buenos dichos y castigos, por do natural mente obrando por ellos seremos puestos con los santos en la gloria çelestial do son todos los [fol. 2r] sus amados. E por ende, nos, el rey don Sancho, por la graçia de Dios, septimo rey de Castilla, de Leon, de Toledo, de Galizia, de Seujlla, de Cordoua, de Murçia, de Jahen, del Algarbe y señor de Molina, ponjendo mjs fechos y mj pobre juyzio y entendimjento en aquel soberano altisimo rey muy poderoso, fazedor de todas las cosas, sin la graçia del qual njnguna cosa se puede fazer, acatando que todo omne es obligado de castigar, rregir y amjnjstrar sus fijos y dalles y dexalles costunbres y rregimjento de buenos castigos en que natural mente puedan beujr y conosçer a Dios y a si mesmos y dar enxenplo de bien beujr a los otros, e esto pertenesçe mayor mente a los rreyes e prinçipes que han de gouernar regnos y gentes, con ayuda de çientificos sabios ordené y fize este libro para mj fijo, y dende para todos aquellos que del algund bien qujsieren tomar y aprender a serujçio de Dios y de la virgen gloriosa santa Maria, pro y bien de las almas y consolaçion y alegria de los cuerpos. E fizelo en el año que, con ayuda de Dios, gané a Tarifa de los moros, cuya era que auja más de seysçientos años que la tenjan en su poder des que la perdio el rey don Rodrigo, que fue el

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postrimero rey de los godos por la maldat y trayçion abomjnable del malo del conde don Jullan, y la di a la fe de Ihesuxpisto; y ay en él çinquanta capitulos.

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Capitulo primero. Cómmo deue el omne conosçer y temer a Dios que le fizo el alma.

Mio fijo mucho amado, tú eres mjo fijo carrnal mente y de la mj

semjente fuyste tú fecho. E commo qujer que tú seas mjo fijo, Dios, criador y fazedor de todas las cosas, es padre del alma, ca él la fizo de nada, pues conujene que le guardes bien aquello que es su fechura, ca asi commo yo soy tu padre qujero que guardes bien aquello que es de mj fechura, e asi el tu padre del çielo qujere que guardes bien el alma de que es él fazedor. Por ende, para mjentes a los castigos que te yo agora dare y veras en ellos que non son tan sola mente castigos para la tu carne, mas son castigos que te faze el tu padre çelestial para la tu alma, y yo te los enseño por él. Ca allj do él touo por bien y [fol. 2v] ordenó que yo fuese tu padre, alli me houo él dado poder que te castigase por él y por mj. E para mjentes a todas aquellas cosas que son malas, feas, ljxosas y dañosas para la carne, y fallarás que todas son malas para el alma. Mala costunbre para el cuerpo es comer y beuer lixosa mente y más de lo que deues, ca asi commo esto es malo para el cuerpo, bien asi es pecado para el alma. Otro si es malo para el cuerpo dormjr más de lo que deues y de aquello que te cunple para el goujerno del tu cuerpo, e el tienpo que deues velar y meter mjentes en tu fazienda non lo deues dexar por el tu sueño sobejo. Otro si en el tienpo que deues loar a Dios non lo deues dexar por el tu sueño. E todo esto, asi commo es malo para el cuerpo, asi es pecado para el alma. Vida mala y lixosa, buelta en todas malas costunbres y en pecado, es aborresçimjento de los dias de la vida deste mundo y es engañador que trahe las almas a perdiçion. Qué te dire más, todas aquellas cosas en que omne es bien acostunbrado y por que faze buen vida al mundo, todas son saluamjento del alma; y todas aquellas cosas que son malas para la vida deste mundo en que el omne toma malas costunbres, todas son a perdiçion del alma.

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Mio fijo, guardate que te non vescan cosas sabrosas y fermosas,

ca aquellas son las que fazen caer al omne en mal lazo. Las aues non caerian en la rred que les arman sinon fuese por el çeuo que les ý echan, ca tan grande es el sabor que toman de comer aquel çeuo, que se non guardan con cuyta dello de caer en la red y non se sienten del su mal fasta que la rred tienen desuso. Otro si el pescado con glotonja de comer traga el anzuelo y non lo siente fasta que le traua en la garganta y está preso que non puede foyr, y tomal el pescador y sacal fuera del agua. Otro si las bestias non syenten los lazos que les arman njn las otras armaduras fasta que ý cahen de cabeça y las toman. E las vnas cahen ý por que les ponen que coman y a que vengan, y las otras por que se non guardan de aquel mal que les está armado fasta que son ý tomadas. Tal es el diablo, con sus asechamjentos, con sus asacamjentos y con sus maestrias [fol. 3r] malas para fazer entrar al mesqujno del omne, commo es la rred para las aues, los anzuelos para los peçes y los lazos y los foyos para las bestias.

E por que veas que te digo verdat, para mjentes a las vidas de los santos y los que fallaron firmes en creençia y rrezios en coraçones, non los pudieron engañar y fincaron los diablos vençidos dellos, e los otros que non eran tan perfectos njn tan firmes metieron los a corronpimjento, ca tales ý houo de los santos padres que con grand cuyta que aujen los diablos de los engañar tomauan figura de angeles en que les paresçien delante, y a otros en figura de apostoles y de otros santos, e a otros ponjen oro y plata delante y muy grand auer. E para mjentes en la vida del bien auenturado sant Martin obispo y fallarás de cómmo le aparesçio vna vegada el diablo en manera de rey vestido de paños de peso y con corona de oro en la cabeça, calças de oro y con alegre cara. Y callando amos grand pieça, dixo el diablo: Martin, conosçe me que yo soy Ihesuxpisto a qujen tú honrras, e querjendote bien guardar vine aqui. Y maraujllando se desto sant Martin, dixo el diablo otra vegada: Martin, ¿crees esto que te yo digo, que yo soy Ihesuxpisto? E mostrando gelo el spiritu santo, dixo sant Martin: el mj señor

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Ihesuxpisto non anda vestido de paños de oro, njn de purpura, njn dixo que vernja con corona de oro rresplandesçiente, e yo non creo que venjese el mj señor Ihesuxpisto sy non en aquella forma que tomó la muerte en la cruz. E oyendolo el diablo desaparesçio y quedó grand fedor en aquella çelda. E este engaño y esta trayçion conosçio sant Martin por graçia del spiritu santo y guardo se del y despreçiol.

Qué te dire más, non tengas por maraujlla del diablo querer engañar a los santos padres quando se trabajó de tentar y de engañar a Ihesuxpisto si él pudiera. E quando él esto osó cometer a Ihesuxpisto, que era su señor, non era maraujlla de cometer a los santos que eran sus sieruos, pues muy menos maraujlla es de cometer a los otros omnes que son pecadores. Por ende es menester, si te tú qujsieres guardar [fol. 3v] de los engaños y del mal del diablo, que te armes contra él de armas para defender y de armas para ferir le, las quales son estas: la tu loriga en que el tu cuerpo y la tu alma esté encubierto sea themor de Dios; la tu capellina que tengas en la cabeça sea conosçimjento a Dios, que es alçador y guardador de la tu cabeça; e el tu escudo que pongas ante ti sea creençia buena, verdadera y firme; e la tu lança sea firmeza y fortaleza de coraçon, la qual non pueda quebrantar el diablo por feridas que dé en ella; la tu espada sea justiçia, que asi commo la espada taja egual mente tan bien del vn cabo commo del otro, asi la justiçia sea egual y tajada en la tu mano que se non acueste más al vn cabo que al otro; las tus piernas y los tus pies sean armados de homjlldança a aquellos que la deues fazer; las tus manos sean armadas de castidat, y non las qujeras ensuzjar en fornjçio y en voluntad de tu carnes.

Para mjentes en la estoria de quando ganaron los xristianos la çibdat de Antiochia, y fallarás y del duc Godofre, que, non seyendo grand omne de cuerpo, se le acaesçio muchas vegadas que dio con su espada muy grandes golpes y tan grandes que se faze vna grand estrañeza de creer. E afincaron le vn dia mucho que dixese por qué le contesçie aquello, e él respondio les assi: que bien veyen que nol era

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aquello por grandia njn por fortaleza que él oujese en si, mas que creya que Dios gelo fazie por dos cosas: la primera que nunca en su mano derecha jurara cosa contra su conçiençia que non deujese jurar; la segunda por que nunca las sus manos pusiera en lugar lixoso njn feziera con ellas obras lixosas. E tú deues saber que este duc Godofre fue virgen en toda su vida, virgen entró so tierra quando murio.

Mio fijo, como qujer que yo so tu padre carnal mente, a mj puedes tú foyr y cada que qujsieres y te non pagares de estar comjgo, mas al tu padre y al tu criador non puedes tú fuyr cada que qujsieres. Non qujeras dar le mal galardon de lo [fol. 4r] que en ti fizo. E commo qujer que yo soy tu padre e tú eres fecho de la mj semjente, non es el padre carnal poderoso njn es en su mano de fazer fijo o fija quando qujsiere njn qual lo qujsiere, ca todo es en poder de Dios. Muchos fueron aquellos que desearon auer fijos y fijas y non gelos quiso Dios dar, e muchos los que los non qujsieron y diogelos Dios. E a muchos los dio sanos, escorrechos, fermosos, sesudos y entendidos y a otros muchos lijados, feos, locos y desentendidos. Por ende para mjentes y veras que todo es en el poder de Dios. Qué te dire más, cata todas las cosas que son so el sol y veras en ellas que todas son vanjdades synon Dios y la su gloria. A vna muger da Dios vn fijo de un conçebimjento y a otra da dos y tres de vna vegada, y tales ý ouo que llegaron a siete. Sant Marçiel fue padre de siete de que diz la estoria, y pario los todos su muger de vn vientre y de vna preñez: el vno ouo nonbre sant Fagund, e sant Prometiuo, santo Cricolo, sant Vidal, sant Crodio, sant Loperico y sant Vitorico. Pues bien vees que esto non es en poder del padre carnal sy non en el poder de Dios padre que lo faze por demostrar el su poder quan maño es. E por eso dizen en el euangelio del omne que era çiego de su naçençia, el qual Ihesuxpisto sanó con el lodo que fizo con su saliua. Quando le demandauan los judios sobre ello que les dixese por qué nasçiera çiego, sy fuera pecado de su padre, o de su madre, o de sus parientes, o por el suyo mesmo, e Ihesuxpisto les rrespondio que non fuera por njnguno dellos, mas Dios lo feziera por demostrar en él la su gloria, la qual gloria le fue demostrada quando

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Ihesuxpisto lo sanó. La gloria del padre es quando su fijo es sano y sabidor, e asi lo dize el rey Salamon en los sus Prouerbios. E otro si diz que el fijo nesçio y desentendido es denuesto de su madre, e la razon por que esto diz es esta por dos cosas. La primera, por que [fol. 4v] quando el padre es sesudo y entendido tienen los omnes que el fijo deue semejar a su padre. E quando non sale a tal tienen que es por maldat de la madre. La segunda cosa es en el tienpo que el fijo deue aprender y ser costunbrado, y apiadandol la madre faze le perder el tienpo en que deuje aprender, e natural mente más piadosas son las madres que los padres, e non deue auer piadat por que daño venga a su fijo. Leemos en el primero libro de los Reyes que el soberano obispo llamado Heli auja dos fijos mucho disolutos y maluados omnes, y en espeçial en pecado de gula y de luxuria que son de tal natura que aquestos dos pecados trahen muchos otros malos con sigo. E commo el mal de aquestos fijos fuese dicho al padre, dize aqui que el padre les dixo asi: agora veamos, mjs fijos, de vos otros me han dicho cosas que non son buenas, guardat vos de aqui adelante y corregiolos asi adesuso. E nuestro señor Dios des que vido la correpçion del padre ser vil, falsa, carnal, jnfintosa e jnrreuerente a Dios, enbio le ansi a dezir: por tanto como has popado tus fijos y non los has corregido vigorosa mente asi commo buen padre, por esto tus fijos morran delante tus ojos a mala muerte y tú despues dellos; qujtar te he la dignjdat del soberano obispado tuyo y de los tuyos y dar lo he a otro, y ver lo han tus ojos, ca qujen me desonrra non sera honrrado y qujen me honrra non sera desonrrado. Dize sobre aqueste paso la glosa antigua ansi: O loco Heli, cómmo podias dezir y rreprehender los omnes maluados; agora oyd, mjs fijos, los quales non deujeras llamar por nonbre de fijos mas por nonbre de diablos maluados; e que te fueses leuantado de la sylla y los oujeses fecho trabtar asi commo a fijos de perdiçion y dignos de muerte, en quanto en el templo de Dios, estando fijos del soberano obispo, cometian tan feos pecados, veyendo la carnal amor tuya quanto mal les fizo que los traxo a mala muerte a ellos y a ti; final mente destruyeron a ti y a toda tu casa. Sigue [fol. 5r] se aquj

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mesmo: asi aprendan aquj los carnales amadores de fijos y de fijas, ca más los aman con plazer que a Dios y non los corrigen con rrigor, quánto de mal procuran a sus fijos, asi mesmo para aquesta vida y para la otra. Asi mesmo Boeçio, en el Libro de Escolastica Deçeplina, rrecuenta del fijo de Lucreçia, el qual era criado en viçios de gula y con viles mugeres y con malas conpañjas, por las quales cosas cometio crimen, por el qual fue setençiado a muerte. E antes que muriese, demandó al padre que le besase, e besando el fijo al padre, el fijo dio tan grande bocado al padre que la nariz le partio por medio. E dixo asi: sy tú me oujeras castigado quando era ora, non fuera yo venjdo a tan fea muerte commo es aquesta; por que, pues, me has fecho heredero de la forca, yo te fare heredero de aquesta llaga por que mejor se te mjenbre de mj, e rruego a Dios que él demande la mj anjma y el mj cuerpo de ti, ca tú me has muerto y perdido en cuerpo y en anjma. E asi fablando lo leuaron a enforcar. Recuenta Nouaçianus, catholico y fiel poeta, que el duque de Burgaria auja vn noble fijo mucho bueno en que enseñaua en todos sus fechos que era omne generoso y amaua virtudes y nobleza. E commo el padre fuese omne vil, suzio y maluado, espeçial mente en pecado de luxuria, todos tienpos preguntaua al fijo vilezas y de fealdades, e queria que aquellos que con él eran que lo pusiesen en senblantes materias. E el fijo, que era noble y virtuoso, dixo diversas vegadas al padre que le plugujese de non le fazer mençion de tales cosas njn fazer le allegar a gentes viles njn de mala condiçion. E commo el padre por aquesto non se quisiese escusar, dize el dicho poeta que vn dia el padre preguntando al fijo de vilezas y de fealdades muchas, el fijo rrespondio: por mj fe, padre, sy non fuese por dar honor a mj madre, que es cara de buena sy en el mundo es, yo non confesaria a vos por padre, njn por señor, njn por amjgo, ca non me fazedes obras de padre njn de amjgo; enpero por que yo soy más obligado a Dios, que es mj soberano padre, que non soy a vos [fol. 5v] y amo más fazer la su voluntad que non la vuestra, yo me parto agora de vos para syenpre, njn qujero ser vuestro heredero, njn qujero cosa de lo vuestro jamas, e amo más beujr symple cauallero

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biujendo virtuosa mente, que non ser duque de vuestro ducado biujendo vil mente. E dize que se partio luego del padre y ordenó nuestro señor que el enperador de Costantinopla fue muerto entonçes y dexó el jnperio a la fija, e commo la fama diuulgada de la bondat de aqueste mançebo vinjese a los griegos, luego gela dieron por muger la dicha fija del enperador muerto y lo coronaron por enperador de Greçia. Y a la fin de aquesta estoria dize asi aqueste dotor: paren mjentes aqui todos los omnes generosos y personas de honor que más les valdria la muerte que non quando confonden su generosidat y estando con vida vil y suzia, ca el punto que el omne generoso se da a ujleza luego pierde la generosidat, ponen en dubda que venga de aquellos que omne piensa, dan grand mengua a sus fijos todos tienpos y grand menospreçio a toda su natura. Por todo aquesto paresçe quánto deue cada vno parar mjentes a bien criar su fijo. Dizia el santo abad Moysen que Dios dio fijos a los omnes por tentar los quánto amauan a él, cómmo vsarian del seso que les auja dado y cómmo sabrian temprar sus cobdiçias en ayuntar y templada mente amar. Ca por todas aquestas vias es prouado el omne a qujen Dios da fijos y por muchas otras.

Mas fijo, non qujeras por las cosas tenporales que has de fazer cada dia olujdar njn dexar lo de Dios. Para mjentes a la palabra que nuestro señor Ihesuxpisto dixo en el euangelio: primero qujere y faze las obras de Dios por que ayas el su rregno, y desi todas las cosas se te enderesçaran y faran a tu voluntad, ca él es guiador y enderesçador de todo. Por cosa que Dios faga y muestre contra ti non qujeras tomar saña en tu coraçon contra él, njn dezir contra la su silla palabras sandias njn descreençia, ca por mal que Dios te faga non toma nada de lo tuyo sinon de lo suyo. E pues que suyo es, tomará lo que qujsjere y quando qujsiere y dexará lo que qujsiere. E sy tú non fueses nasçido sobre [fol. 6r] tierra, non te tomaria Dios nada, ca tú non serias nada, pues qujén te fizo nasçer synon Dios, y qujén te fizo que fueses de alto linaje sinon Dios. Ca asi commo te fizo nasçer Dios de reyes, asi te pudiera fazer que fueses fijo de vn omne pobre. Qujén te crio y fizo la tu alma a semejança de los angeles sy non

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Dios, y qujén la puso en el tu cuerpo synon Dios, e qujén te establesçio por mayor de tus hermanos sinon Dios; quién metio los regnos en tu mano sy non Dios, quién te dio buenas andanças y te guardó de las malas synon Dios, qujén te dio fijos y fijas para tu generaçion sy non Dios. E segund dize Daujd, el profeta: los tus fijos sean derredor de la tu mesa commo oliuas nueuas en que tomes plazer y alegria. Qujén te dio estos fijos y estas fijas sy non Dios, y sy él toma dellos y telos llieua de la vida deste mundo, non deues por esso tomar saña contra él njn menospreçiar el su nonbre. E para mjentes en ti mesmo, y si dieres a guardar tus corderos a vn pastor tomarás dellos los que te pagares y dexarás los que quisieres, e non faras en ello njngund tuerto al tu pastor, pues que los corderos son tuyos y non son suyos. E qué te dire más, para mjentes desde lo mayor que en ti ay fasta en lo menor, y fallarás que todo es de Dios y non tuyo njn de otri. E pues que suyo es, tomará él lo que qujsiere y dexará lo que qujsiere. E quando mayor pesar tomares en el tu coraçon de cosa que Dios te tuelga, mjenbre te la palabra del bien auenturado patriarca Job por las pestilençias que Dios echaua sobre él, y dize: el señor lo dio, el señor lo tuelle, el su santo nonbre sea alabado, ca todo es suyo. Con saña que ayas en en el tu coraçon, non qujeras pecar njn errar contra Dios njn contra tu xpistiano que te non meresçe por qué, e mjenbre te de la palabra que dixo Daujd, el profeta: quando fueres yrado, non qujeras errar njn pecar en el tu coraçon. [Dize] Salamon: tres cosas son que fazen errar al omne, por sabidor y por entendido que sea, sy non se guardare dellas: la primera grand amor de muger; la segunda beudez de vyno; la terçera beudez de saña. E el vino y las mugeres fazen errar al omne sabidor. Tal es la beudez del vyno en el rey commo el buen rrubi puesto en el lodo que deuje ser puesto y engastonado en oro y meten [fol. 6v] lo en el lodo. La grand saña a sin rrazon faze errar al omne en si mesmo, e quando yerra a si mesmo conujene que yerre más al otro. E tu coraçon non caya en descreençia contra Dios njn consientas en la tu voluntad desesperança, ca el que desesperare menguará la merçed de Dios en menospreçiar el su poder, y faze a Dios egual de otra

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criatura y non tiene que es criador. E por este pecado se perdio Judas Escariote que traxo a Ihesuxpisto, que dizen los santos por él que mayor saña y mayor pesar houo Dios nuestro señor contra él por que desesperó que por que le traxo, ca el traher dado le era que fuese asi, mas la desesperança non fuera dada a él njn a otro njnguno sy non por maldat y por perdiçion de aquel que lo faze. E por este pecado se perdio otro si Caym quando mató a Abel, su hermano; e por este pecado se perdio otro si el ladron que estaua cruçificado a la mano sinjestra de Ihesuxristo; e por este pecado se perdieron y se pierden otros muchos omnes y mugeres matando se con sus manos por desesperança. E otros muchos que estauan en mal estado y non se quieren conosçer a Dios de los pecados que han fechos y fazen y alcança les la muerte en este mal estado, asi son perdidos, segund la palabra que dixo nuestro señor Ihesuxpisto en el euangelio: en qual estado te yo fallaré a la muerte, en tal te judgaré.

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Capitulo segundo. Qué mala cosa es el alma del mal xpistiano

quando muere en mal estado. Mio fijo, peor es el alma del mal xpistiano quando muere en mal

estado que non es el alma del judio njn del moro, ca el que ha nonbre de xristiano es nonbre de Xpisto, e por eso deue semejar en las obras a aquel cuyo nonbre llieua, y non deue fazer cosas por que sea perdido, mas por que sea saluo; y sy para mjentes a Ihesuxpisto, de qujen lleua nonbre de xpistiano, fallará que fizo mucho por ello por tal de saluar el dia que subio en la cruz por saluar a él y a todos los otros. Sy el moro yerra non es tan grand maraujlla, ca en yerro nasçio él y su padre y aquellos onde el viene, y en yerro pasan toda su vida. Otro sy los judios ley han, commo qujer que la non entienden commo la deuen entender, e en aquella porfia tienen que biujeron sus padres y sus auuelos. E este yerro nunca lo entienden ellos njn los moros fasta que van deste mundo las sus almas a logar do nunca pueden [fol. 7r] tornar fasta el dia del juyzio que les ha de ser confirmado el su mal para sienpre jamas en cuerpos y en almas. Sy tú qujsieres vençer a los moros y a los judios quando tomaren esta porfia contigo, diles esto: que te demuestren en cada vna de las sus creençias vno de los sus santos que fagan mjraglos despues que es pasado de la vida deste mundo, asi commo fazen los santos de la nuestra ley. E por esto veras y entenderas que los nuestros santos son en la gloria del parayso, e los que ellos tienen por santos son dentro en el jnfierno. Ca los nuestros santos, commo qujer que ellos muchos mjraglos fiziesen seyendo biuos, más fizo Dios por ellos depues que murieron y faze cada dia. Ca por ellos rresuçitan los muertos, guaresçen los gafos, se alunbran los çiegos, salen los diablos de los demunjados, se estienden los contrechos, se enderesçan los paraliticos, oyen los sordos y fablan los mudos. Mas el alma del mal xpistiano que resçibe bautismo y oye, vee y sabe todos estos mjraglos y non qujere meter mjentes en ellos, y dexa el bien y toma

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el mal, y vsa por ello por que la su alma viene a perdiçion, éste es perdido para syenpre jamas.

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Capitulo iijo. De cómmo non deue omne judgar las buenas

andanças deste mundo a semejança de las del otro.1 Mio fijo, el tu coraçon sea sienpre sellado del themor de Dios, y

este te guardará que non yerres e cada quel temjeres y lo oujeres emjente menbrar se ha de ti. Ama a Dios y temel, y con estas dos cosas non errarás contra él. El amor de Dios trahe al omne a conçiençia derecha y verdadera, y el themor la guarda que non yerre. Si tú qujsieres fazer bien, deues amar en ti quatro conosçimjentos, los quales son estos. El primero conosçer a Dios, que es tu señor, tu criador y tu mantenedor. El segundo conosçer a ti mesmo qujén eres, de qué lugar vienes, en qué lugar te puso Dios y quántos son los bienes que te fizo. El terçero conosçer a tus eguales para saber los aver y guardar [fol. 7v], saber los mantener a tu pro y a tu honrra y tirar los de tu dapño. El quarto conosçimjento es de conosçer aquellos que son puestos so el tu poder y so el tu mandamjento, y por eso los deues conosçer para saber los guardar a derecho, a justiçia, a verdat y en graçia. Y non deues auer soberuja contra ellos, njn mal querençia syn razon, njn los deues afincar tanto commo podieres. E aujendo en ti estos quatro conosçimjentos, seras guardado de nunca caher en yerro.

Guarda tu pueblo lo más que pudieres y guardará Dios a ti y seras guardado de mal y de daño que alguno con falsedat querra mouer contra ti. Para mjentes, el pastor de las ouejas de la grey que las guarda, que non las tresqujla la lana quanta puede njn mata dellas tantas quantas puede matar. Dize el rey Salamon que verdat y justiçia mantiene al rey y lo guarda, y buena andança e la clemençia afirman la su silla en que él esta asentado. Por la verdat es el rey guardado de los suyos, e por esta verdat rregna él sobre ellos y guardan los omnes el su señorio. La justiçia es su ofiçio y da themor

1 No se corresponde el título con el texto de este capítulo. El título que le corresponde a este capítulo es el siguiente: “De cómo omne debe aver temor de Dios, y de cómmo debe ser armado para se defender del diablo y de las tentaciones que son muchas”.

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a aquellos sobre que él rregna por que non le yerren. La buena andança alça la su sylla en honrra y en buen estado, la clemençia la afirma quando se faze ó deue y commo deue. Por ende el buen rrey deue meter mjentes que vse destas cosas asi commo deue segund los tienpos y los fechos en que acaesçen, y segund fueren las personas de aquellos en que acaesçe. Tal es el mal pecado y feo en el rey commo la manzilla negra y puesta sobre el oro o sobre el paño blanco. Asi paresçe la bondat en el rey commo el buen rrubi o la buena esmeralda engastonada en oro. Más envergoñado es el mal fecho o el mal pecado diez atanto en el rey que en otro omne por dos cosas. La primera por que tiene mayor logar que los otros y por eso non se encubre tan bien el mal en él commo se encubririe en otro. La segunda, todos meten mjentes en él por lo que diz y en lo que faze, ca a enxenplo del se mantienen todos los otros y él es espejo en que todos los otros se catan. Por el ofiçio [fol. 8r] que tiene todos los malos y los que biuen en malas obras le qujeren mal, e por eso quando alguna cosa mala saben en él punan de lo leuar adelante y gelo non encobrir muy más por desamor que por amor. E por eso se deue guardar de lo non fazer, por non dar a tales commo aquellos vengança de si.

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Capitulo iiijo. De cómmo deue oyr bien las oras todo buen

xristiano. Mio fijo, pues que eres xpistiano, oye bien las oras asi commo

las deue oyr todo buen xristiano, y mjentra que estudieres en ellas non qujeras estar fablando con otri, njn rreyendo, njn escarnesçiendo, por que dieses a entender que non estauas ý de buen coraçon, y lo que fezieses a despreçiamjento de las oras de Dios y de la iglesia. Cree, segund dize en las Decretales, que vna iglesia es por todo el mundo, e esta es la iglesia de que nuestro señor Ihesuxpisto fue saçerdote y sacrificó en ella él por sy mesmo el su cuerpo y la su sangre el jueues de la çena ó çenaua con sus disçipulos. E despues dexó en su logar a sant Pedro, el apostol, prinçipe sobre todos los apostoles, por saçerdote y por prinçipe desta su santa iglesja. E esta es vna eglesia general, la qual es vna por todo el mundo. Las otras igleias son fechas a semejança desta. Los apostoles y obispos en ayuda de sant Pedro por las otras tierras a mandamjento y a guarda desta vna iglesia, e en semejança desto son los obispos y los otros perlados hermanos y ayudadores del Papa y mantenedores desta vna iglesia que es general por todo el mundo. E por que el Papa es cabeça de todos, e todos los otros perlados tienen su lugar por las proujnçias, e por eso se llama el papa semens pontifex, que qujere tanto dezir commo cabeça de todos los obispos. Otro si se llama el apostoligo, que qujere tanto dezir commo padre de todos los otros. Otro si se llama Papa, que qujere tanto dezjr commo padre de todos. E por esta vna santa iglesia son saluos todos los xpistianos que derecha mente creen en ella y que resçiben della todos los sus sacramentos. Por ende deues oyr bien y con grand [fol. 8v] deuoçion las oras de santa eglesia y resçebir los sacramentos que cristiano derecha mente deue rresçebir. Mas sy por auentura acaesçiese vna cosa de muy grand priesa, la qual serie deserujçio de Dios y grand tu dapño si lo pusieses en alongar lo de vna ora para otra. Tal commo esta non la dexes de librar por oras njn por al en que estes. Ca dize la

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palabra que es escripta: a la nesçesidat de la ora de la priesa non ay ley. E por aloñgamjento de vn ora a otra podrie contesçer vna tal cosa que serie despues muy cara y muy fuerte de desfazer. E commo quier que todas las oras bien oyas, señalada mente pugna de oyr bien y muy deuota mente la mjssa, que es el más santo ofiçio que ý ha, ca bien vees tú que en el ofiçio de la mjsa, por las santas palabras que se ý dizen en la sacra, se torna el pan cuerpo verdadero de Ihesuxpisto asi grande y conplido qual nasçio del vientre de santa Maria, su madre. Otro si se torna el vyno y el agua, por aquellas santas palabras, sustançia de la sangre que salia de la llaga del su costado estando en la cruz. Este sacramento y este sacrifiçio nos djo nuestro señor Ihesuxpisto por tal que lo oujesemos entre nos en rremenbrança de la su carrne y la su sangre, aquella que él mesmo tomara de santa Maria, su madre. E esto fizo santa Maria por la su grand mjsericordia y por el su grand poder, menbrando se de nos y nos menbrando nos del quando le dieron la lançada, estando en la cruz, que salio ende sangre y agua, e por eso echa en el caliz el preste para el sacrifiçio vyno y agua. E desta lançada de que esto salio dio testimonjo sant Iohan apostol y euangelista quel viera salir ende esta sangre y esta agua, e el su testimonjo es çierto y verdadero. Pues tan santo ofiçio commo este muy deuota mente se deue oyr. E mjentre estudieres en ello rriedra el coraçon de todas las otras cosas, y pon lo en aquello en gradesçer a Dios el bien que te ha fecho y te faze, y en pedir le por merçed que te guje al su santo serujçio, y que te traya a saluamjento de la tu alma por que acabes bien los postrimeros dias de la tu vida [fol. 9r]. E por este logar se te enderesçarán todas las otras cosas de la tu fazienda. En la mjsa se dizen otro si los euangelios, que son las palabras que Ihesuxpisto dixo por la su boca. E sy parares mjentes en los mjraglos de santa Maria y de los otros santos, fallarás ý que muchos pecadores omnes de mala vida fueron saluos por oyr bien la mjsa y estar en ella con grand deuoçion, e otros muchos que por oyr la mjsa fueron guardados de grandes peligros y de grandes verguenças. Quando alçaren el cuerpo de Dios a la mjssa, non tomes njnguna dubda en él,

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ca aquel mjsmo es, segund desuso es dicho, que nasçio de santa Maria y tomó passion y muerte en la cruz por saluar a ti y a todos los otros que en él creyeren, y por tirar te desta dubda te qujero demostrar esta rrazon.

Tú deues saber que en quántas cosas puso Dios virtud. La primera en estrellas, entre las quales son nonbradas las syete planetas. La ija. es en piedras preçiosas. La iija. en yeruas. La iiija. en las palabras del omne, y todo el dia veemos que muchas enfermedades, muchas gafedades y muchos males guaresçen por las santas palabras. Otro si veemos que la culuebra, que es bestiglo del mundo más enemjgo del omne, que por las santas palabras quel dizen la conprehenden toda, la tiran de la saña y de la ponçoña que en si ha, e mjentra que la toman con la mano que non puede fazer mal a omne, njn a muger, njn a otra cosa biua, bien asi commo tomarian vn pollo pequeño. Otro sy para mjentes en cómmo por las santas palabras que el angel Gabriel dixo a santa Maria que fue Ihesuxpisto encarnado en el su vientre, non aujendo ý njnguna materia segund natura de que se deujese fazer synon por el poder y por el saber de Djos padre. Pues natural mente njnguna vianda tenporal non se acuerda tanto con la vida del omne commo el pan. E por eso dixo el rey Daujd: el vyno alegra el coraçon del omne y el pan lo conforta y lo tiene. Demas fallarás de la sacra, commo qujer que los apostoles y los santos padres las fiziesen [fol. 9v] aquellas en que yaze toda la fuerça del consagramjento, non las auemos de otro santo njn de otro maestro sinon de Ihesuxpisto mjsmo que las dixo por la su santa boca el jueues de la çena, estando a la mesa con los apostoles, quando tomó el pan en la mano, lo bendixo y dixo: este es el mj cuerpo que vos yo dexo en mj logar, e esto faredes en remenbrança de mj. Y quebranto lo y diogelo a comer. E desi tomó el vaso, bendixo lo y dixo: esta es la mj sangre del Nueuo Testamento por que uos es derramada en rremjssion de los pecadores, e quantas vegadas esto fizierdes en el mjo nonbre, todo sera en rremenbrança de mj assi commo yo lo fago por vos.

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Mio fijo, tú deues saber que, commo qujer que el preste que dize

la mjsa se acaesçe que non es de buena vida y sea pecador y la faga mala qual non deue, él cate lo que faze en semeter en tan santo ofiçio estando en pecado y en mal estado. Ca por eso tan santas son las palabras del ofiçio y tan puras y tan dignas que se non pueden dañar njn menguar diziendo las él, por malo que él sea. E la su maldat él se lo vea, ca a los otros non enpesçe. Esto es bien asi commo contesçe del pecador que se confiessa y njega los pecados en que está, y cuydando engañar a aquel a qujen se confiesa, ca el engaño sobre aquel que lo faze cahe, y non sobre el confesor.

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Capitulo vo. De cómmo deue omne guardar los diez

mandamjentos que Dios dio a Moysem. Mio fijo, mjenbre te en el tu coraçon de los diez mandamjentos

que Dios dio a Moysem en la ley vieja y mete mjentes bien en ellos, y veras que, commo qujer que todos diez ayan nonbre mandamjentos, que los syete dellos son vedamjentos y los tres son mandamjentos. Los quales tres son estos: el primero, ama a tu señor Dios de todo coraçon y de toda alma; el segundo, ama a tu xpistiano asi commo a ti mesmo; el terçero, honrra a tu padre y a tu madre y beujras luenga mente sobre tierra. E sobre este [fol. 10r] terçero mandamjento dixo Ihesuxpisto en el euangelio: el que mal dixere a su padre y a su madre morran por ello. El más derecho amor que en el mundo ha y el más verdadero sí es del padre al fijo por las cosas que te yo agora dire. El padre, quanto en el mundo ha, gana y puede ganar, todo lo qujere para dexar al su fijo. Otro si el padre ante querrie veer la su muerte que la de su fijo, e él sienpre cobdiçia que Dios mengue en los sus dias de la su vida y cresca en la de su fijo, e ante querrie mal para si que para su fijo. Otro si fallamos en el libro que ha nonbre Genesis que quando fue el grand diluujo del agua, en el tienpo de Noe, que los padres fuyen con los fijos a las montañas muy altas y alçauan los sobre sus cabeças con las manos, e ante querien ellos morjr que non ver morir a sus fijos, e nunca los fijos murieron fasta que los padres eran estragados y afogados tenjendo los sobre sus cabeças. E de las madres non contesçie asi, e fallamos que ellas subien de pies sobre ellos, e primero querien que muriesen sus fijos que ellas cuydando escapar por ello, y a la çima tan bien murieron ellas commo ellos. Otro si fallamos en la estoria de Iherusalem quando el enperador Tito Vaspasiano tenje çercada la çibdat de Iherusalem, de aquella vegada que catiuó a los judios por la muerte de Ihesuxpisto, acaesçio asi: estando çercada la çibdat de aquella vegada que la él tomo, que vna dueña que auje nonbre Maria comjo vn su fijo con rrauja de la fanbre que auja, que era tan grande

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que non fallauan ella njn los otros que yazien ý qué comjesen. E esto fue a pocos de dias ante que la çibdat fuese tomada. Nunca podemos fallar que padre por cuyta que oujese que nunca comjese fijo commo esta muger que comjo el suyo. El fijo es fecho de la simjente del padre, y por eso le ama de tan grand amor su padre, ca es carrne de la su carne y huessos de los sus huessos. De la madre non contesçe asi, ca el fijo non es [fol. 10v] fecho de la simjente de la madre, commo qujer que bien es verdat que alguna parte ha della, mas todo lo más es del padre. La madre ama el fijo por tres rrazones. La primera por que lo trae nueue meses ençerrado en su vientre y los naturales asi llaman arca en que la criatura anda guardada; e aquellos nueue meses que lo trahe pasa con él mucho enojo y mucho pesar. Mas es maraujlla grande ser la madre biua y traher otra forma bjua ençerrada en si, e con cuyta ha se de mudar toda en la voluntad, en la color y en los sabores que toma. La segunda rrazon es por los dolores, por la cuyta que pasa y por el peligro de muerte a que llega quando nasçe la criatura. E por eso dixo Ihesuxpisto en el euangelio: la muger, quando viene el su tienpo de parir, ha tristeza en si por rrazon de los dolores que ha en el parto; e despues que la criatura es nasçida ha grand alegria y olujda todo el pesar que ha pasado por que es nasçido della omne nueua mente al mundo. La terçera razon es por que, commo qujer que el padre y la madre crian su fijo, estremada mente es dada más la criança a la madre que non al padre. En la criança llieua la madre con el fijo muchos trabajos, muchas cuytas y muchos pesares, señalada mente en las dolençias que el fijo ha. Fasta que es guarido, syenpre la madre está ante en esperança de auer pesar del que non plazer, e con cuyta desto non puede asosegar en su coraçon. E el padre non toma ende cuydado, ca commo es él más rezio de coraçon non se le afinca tanto en el cuydado y el pesar commo a la madre que es muger. Sant Bernaldo dize buena rrazon fablando desta materia del amor que las madres han a los fijos; conujene a fablar, en el amor que santa Maria houo a su fijo Ihesuxpisto estando en la cruz. E dize asi: non ha en el mundo muger carrnal por grand amor njn por grand dolor que aya de su fijo que

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pudiese semejar njn rremedar al amor y al dolor que santa Maria houo por su fijo [fol. 11r] Ihesuxpisto quando le vido estar en la cruz. Que dize este sant Bernaldo que todas las otras madres, commo qujer que sean madres, los sus fijos son semjente de sus padres por la rrazon que ya desuso oystes, mas lo de Ihesuxristo non fue asi, ca la diujnjdat fue de Dios padre y la carne y toda la humanjdat fue de santa Maria, su madre. Por ende todas las otras madres duelen se de lo que non es propia mente suyo mjsmo, e natural mente más se duele el omne o la muger de lo quel pertenesçe y que es suyo que non de lo ageno.

E para mjentes quand muy fuerte cosa es la criança que el omne faze, que el fijo que es ageno, por la criança que le faze aquel que le cria, le ama y lo tiene bien asi commo sy fuese su fijo. E muchas vegadas acaesçe que le qujere el omne más que sy fuese su fijo, y esto non acaesçe por que sea cosa natural de seer, mas por lo que te yo agora dire. Lo primero por razon de la criança. Lo segundo por que el criado sera de mejor lugar y de más alto linaje que non el suyo, y tener se ha por mejor andante por ello aquel que lo crio que non por su fijo. La terçera por que el criado sera fijo de algund su amjgo que aura fecho alguna grand cosa en amjstad por él, por la qual se terna por bien andante aquel en criar el su fijo. La quarta por que acaesçera por que aquel que le cria non aura fijo njn fija, e tomará el fijo de su amjgo o de su pariente por criado y por fijo, y fazer le ha su heredero y amar lo ha commo sy fuese su fijo. La quinta razon, que es sobre todas las otras, sera fijo de su señor, e demas del señor natural, que es sobre todos los otros señores: lo vno por que es su señor natural, y lo al por la criança quel faze, amalo más a aquel que él cria que non a sus fijos carrnales, e en antes querrie la muerte para todos sus fijos y para si mesmo que non para él por el grand amor que le ha.

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Capitulo vjo. De cómmo non deue omne dar soltura a la su carrne por conpljr los sabores de la su voluntad.

Mio fijo, non qujeras dar soltura a la tu carrne a conplir todos

los sabores de su voluntad, ca si dellas non te sopieses guardar, cunpliendo voluntad de la carrne, meterias omezillo y grand aborresçimjento entre Dios y [fol. 11v] ti, e traeries la tu alma a perdiçion, y los buenos tomarán y aborresçerán despagamjento de ti, e los malos tener te han por su egual. Tal es el omne que biue a voluntad de su carrne commo el puerco que se enbuelue en el lodo y non toma ende verguença njn vsgo, e avn quel pasan los omnes de suso y lo pisan, non da nada por ello. Verguença es freno de toda maldat, e el que verguença ha de sy mesmo conujene que la aya de Dios y de todos los otros omnes quel veen y lo oyen. El mal omne non puede seer acabado en toda maldat a menos de perder desi verguença, e, des que la ha perdida, non se siente de mal que faga; e, des que la verguença pierde, tiene que faziendo mal biue a su sabor, y es vida astrosa, menguada y lixosa, y tiene la por buena y por acabada. E tanto le da que ande desnudo commo si andudiese bien vestido, y tantol da que coma mal commo si comjese bien, y non se siente de njnguna cosa. Qué te dire más, torrnal de estado de omne a seer bestia. La mala muger el dia que pierde la verguença y pregona por todo el mundo la su maldat y el su pecado, non lo qujere fazer en ascondido y valo fazer a las plaças y a las puertas de la çibdat por que todos vengan a la su maldat y la sepan de cada dia, y rrefresca más el su pecado que tiene, ca tiene que todo el mundo non le abondará a la su maldat.

Todos estos males nasçen de la ocçiosidat. Dize Tullio que muger ocçiosa [quanto mal trae] es saco de luxuria, grande parlera, corrubçion de muchos sin toda virtud, lazo de muchos mesqujnos, confusión de su marido, verguença de sus fijos y destruyçion de su casa. Dize aquel que muger oçciosa pierde final mente toda la verguença y non le plaze cosa de Dios. Todos quantos a ella se

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llegan fazen semejantes a sy mesmo, y la mejor obra que fazer podria es que se muriese presta mente. Leemos en la Estoria oriental que Locar, rey de Armenja, mucho buen xristiano, ordenó que por tanto que las mugeres non fallasen maneras a beujr ocçiosas, que njnguna non osase, por njnguna nesçesidat en que fuese, prometer a Dios njn a santos peregrinaçiones, njn fiestas, njn yr se a deportar el dia de fazienda, njn a menudo visitar las casas de los otros [fol. 12r]. E dize que dezia a tales palabras que tan mala cosa era en muger ocçiosydat, que vna muger de honor que fuese ocçiosa era bastante a corronper vna çibdat y avn todo vn rregno. Marido que consiente a su muger ser ocçiosa es digno de ser priuado de todo rregimjento y de toda honor, ca enseña que era para poco de bueno y mucho mugeril. Recuenta Tullio [de la ocçiosidat] que vna muger auja en Roma que era mucho ocçiosa que jamas non queria filar, antes se trabajaua de lo aconsejar a otras que non filasen, tanto que houo de llegar a su opinjon otras muchas mugeres. E acaesçio vn dia que houo de venjr a fazer rreuerençia a la enperatriz, muger del enperador Octaujano, e la dicha enperatriz en aquella sazon filaua estopa de ljno y, de que sopo que esta mala muger le yua fazer rreuerençia, mandó presta mente aderesçar muchas rruecas con semejante estopa, e mandó a todas sus donzellas generosas poner sus rruecas en sus çintas. E esto fecho mando la entrar, e commo la dicha muger fuese entrada fizo rreuerençia a la dicha enperatriz y esqujuo se mucho commo la enperatriz filaua estopa. E commo la enperatriz le mandase tomar la rrueca para que filase ella y todas las otras que con ella venjan, escusose dizjendo que su merçed non gelo mandase, que cosa era que jamas en su vida non auja fecho njn njnguna de aquellas sus conpañeras que con ella allj eran. E dize aquj que la enperatriz respondio: çierta mente creo que digas verdat, por tanto has tú tan mala fama y todas aquesas que contigo conuersan a menudo, ca muger que non fila ya sabe omne por qué es tenjda; e pues que asi es, tú te guarda de aqui adelante y non vengas ante mj presençia tú njn njnguna de tus conpañeras, ca yo de aquellas so conpañera que de buena mente filan y fago a mjs fijas filar y a todas

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mjs amjgas. E de continente la mandó echar del palaçio y mandó pregonar por toda la çibdat de Roma que muger que non qujsiese filar que fuese echada de la çibdat, y colocada y puesta con aquellas que non filan que estan en el burdel. Leemos en la vida de [fol. 12v] sant Aduarte, rey de Daçia, que la noble rreyna, su muger, todos tienpos con sus donzellas fazia y filaua paños de lana y despues partia los entre los pobres, njn jamas non cosia oro, njn seda, njn de perlas en su corte sinon fueren cosas deputadas a serujçio de Dios en la iglesia. Semejante leemos de santa Elisabed, fija del rey de Vngria, y por esto cada vna destas fueron espeçiales serujentas, famjliares y fijas de señora santa Maria. Y les aparesçia muchas vezes ella y el su fijo glorioso Ihesuxpisto.

Tal es la buena muger en que Dios pone verguença grande y buena commo aquella que está vestida de paños de oro, de aljofar y de piedras preçiosas. E tal es la que non ha verguença commo aquella que está toda desnuda. Pues para mjentes cómmo paresçe la vna o la otra. La verguença raygada en el coraçon del omne bueno y de la buena muger guarda el themor de Dios y dal conosçençia contra él. La verguença desuja los malos fechos y da carrera por que se fagan los buenos. La verguença faze conosçer a omne el ljnaje onde viene y que tome verguença de su linaje y de si mesmo y de los que han de venjr del. Ca por fecho que faga omne contra su generaçion de verguença él lo echará en verguença. Por eso fue fecha la cauallerja de los fijos dalgo, por que oujesen verguença. Lo primero del linaje onde viene; lo segundo de si mesmo; lo terçero de aquellos que han de venjr dellos. Y guardando estas otras verguenças fazen los fijos dalgo bien. Muy mayor sabor es de foyr que non tornar al logar peligroso, sy la verguença non fuese que faze al fidalgo que olujde, dexe el foyr y torne por su cuerpo al logar ó ha menester de tornar; e tuelga toda flaqueza del coraçon y ponga ý fortaleza de morir o vençer, y non saljr de alli sano asi commo deue, obrando bien por sus manos, serujendo a Dios y a su señor. Mayor sabor es vençer omne por grand preçio de dineros el castillo que tiene de su señor que non manparar [fol. 13r] lo a grand peligro y a

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grand cuyta que venga sobre él, e a sofrir estando en él mucha fanbre, mucha sed y mucha cuyta, y a la çima morir en él. Mas este caso les faze verguença, ca la verguença le faze olujdar y despreçiar el auer mal ganado, e faze le que non venda a si mesmo njn a la su verdat, njn a la generaçion que del verna. Tal es la verguença en el rey commo el paño blanco en que non ha manzilla njnguna; e tal es el rey quando pierde verguença en aquellas cosas que la deue auer commo el gafo que por gafedat ha perdido los beços y las narizes. E si el rey oujere verguença en si, non errará con la muger de su vasallo, y verguença aura de su marido que biue con él y de si mesmo. Verbi graçia, para mjentes quánto mal vyno en España por lo que fizo el rey don Rrodrigo con la Caba, fija del conde don Jullan. E desto podriamos traher aqui otros nueuos enxenplos de rreyes luxoriosos. Otro si verguença auja de non errar con la muger de su pariente y de su amjgo y de caer en njngund yerro de que verguença aya a tomar. Tal es el viejo des que pierde verguença commo el coxo des que es quemado; tal es el mançebo des que pierde verguença commo el omne des que está enbriago; tal es el mançebo que pierde verguença commo aquel que desengaña a aquellos que gelo non demandan de todas aquellas cosas que sabe o puede aprender. Diziendo el moço lo que sabe y non aujendo él ende verguença, mete en verguença a muchos que gelo oyen.

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Capitulo vijo. De quand noble cosa es fazer limosna y quántas

virtudes y bienes trae consigo. Mio fijo, aprende bien el mjo castigo: bien auenturado es el

xpistiano que houo sabor de fazer elimosna y la faze. El alimosna laua los pecados del pecador. E el alimosna al que está en mal estado trahe le a verdadera penjtençia, ca todas las obras que el pecador faze mjentra que está en pecado mortal todas son muertas, saluo ende en esto, que commo qujer que el pecador [fol. 13v] estando en pecado mortal el alimsona que estonçe faze non sea a saluamjento de su alma, a tanto es lo que gana. Y por el alimosna que lo trahe a conosçimjento y a rrepentimjento de sus pecados y a que enderesçe bien fazienda de su alma por que la muerte non le alcançe en mal estado. Tal es el alimosna para el alma del omne commo la candela por que se guia el que anda de noche. En la limosna ha quantos bienes te yo agora dire. Lo primero conosçimjento que el omne faze a Dios de los bienes que ha en este mundo en dar lo por su amor y en su nonbre allj ó deue a los pobres. Por esto dize nuestro señor Ihesuxpisto en el euangelio: oue fanbre y distes me a comer; oue sed y distes me a beuer; era desnudo y distes me de vestir; enfermo era y en carçel y visitastes me. Demandaron le: señor, ¿do te vimos nos en todas estas cuytas y te fezimos todos estos bienes? Respondio les Ihesuxpisto: lo que fezistes en alimosna a los pobres por mj amor a mj lo fezistes.

Fallamos escripto en la Estoria del rey sant Aduarte de Jngla terra que vna vegada andaua a monte en el yermo con muy grand frio; seyendo el rey partido de toda su gente en pos vn çieruo, topó con vn pobre que era gafo y estaua desnudo moriendo de frio, de tal manera que si en aquella ora non le acorrieran fuera muerto segund el frio que demostraua que auje. E aquel gafo le dixo: rey, ruego te por amor de Ihesuxpisto, aquel tu saluador, y de sant Iohan Bautista, que tú amas de coraçon, que me tomes en pos de ti en la bestia y me llieues deste logar que non muera aquj; e si yo aquj morirer, a ti lo

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demande Dios. E el rey, quando oyo estas palabras, dexó la caça y cunplio la voluntad del pobre. E por tal que non muriese de frio vestiol las vestiduras que él mesmo traya y caualgo le en la su silla. E el rey puso se en pos él en las ancas de la bestia, e fuese con él para vna abadia de monjes negros que era a dos leguas dende. E en yendo con él por el camjno, rogo le aquel pobre y gafo, por aquellas palabras mjsmas que te ante conte, que con jura que le sonase las narizes; y [fol. 14r] commo quier que aquel rey fuese en muy grand cuyta de fazer aquello por el husgo que ende auje, ouo lo de fazer por amor de Ihesuxpisto y de sant Iohan. E des que le ouo sonado las narizes, falló en la mano vn rrubi muy grande y muy bueno, mayor que vn hueuo de galljna. E quando el rey cató y vio aquel rrubi, fue muy maraujllado en el su coraçon. E quando paró mjentes ante si, falló la silla vazia y non vio más aquel pobre. E en esta gujsa entendio el rey que aquel mjraglo venjera por Dios, que le quisiera prouar qué era lo que farie por el su amor. Estonçe tomo el rey aquel rrubi y puso lo en vna su corona, la qual corona es aquella con que oy dia se consagran y se coronan primera mente los rreyes de Ingla terra. E asi lo vsaron despues de aquel tienpo aca.

Otro si, mjo fijo, para mjentes quando sant Martin partie el manto con el pobre que gelo demandó por amor de Dios. E commo vio sant Martin el çielo abierto y vio estar a nuestro señor Dios con los sus angeles cubiertos de aquel manto. Por aquj podras conosçer y entender a quand alto lugar sube el aljmosna. Otro si, mjo fijo, para mjentes en cómmo santo Thomas apostol se metio por maestro de fazer casas por mandado de Ihesuxpisto, cuyo disçipulo él era, al rey de Jndia; y tomó su auer del rey, e des que el auer ouo tomado partio lo todo a pobres, y puso plazo con él a qué tienpo le darie las casas fechas, e quando llegó aquel dia del plazo, demostro le las casas fechas en el çielo, las más nobles, las mayores y las mejores que omne del mundo podiese auer. E dixo santo Thomas al rey: del alimosna del tu auer son fechas estas casas para ti, si tú qujsieres seer tal que merescas auer las seyendo xpistiano y faziendo obras de xpistiano y creyendo en Ihesuxpisto, su saluador. Otro si, mjo fijo,

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para mjentes quánta alimosna auje en el bien auenturado sant Njcolas, que era obispo; cómmo casó por limosna las fijas del omne bueno, su vezino, que era omne fijo dalgo, el qual auja tres fijas donzellas virgines muy fermosas. E por rrazon de la mengua en que era, queria las fazer malas mugeres por tal de se mantener de la ganançia dellas. E des que lo sopo sant Njcolas, aborresçio este pecado y de noche, en escondido, tomó vna mançana de oro en buelta en [fol. 14v] vn paño e echogela en su casa por vna finjestra y fuese. E el omne bueno leuantose de mañana y falló el oro, dio muchas graçias a Dios y casó la mayor fija. E despues a poco tienpo el sjeruo de Dios fizo eso mesmo; e despues que esto vio el omne bueno començo mucho de loar a Dios y asechó por ver qujén era aquel que le acorria a tan grand cuyta. E despues a poco tienpo echol otra mançana de oro doblada en su casa, e el omne bueno despertó al sonjdo del oro, y fuese ende a sant Njcolas, conosçiol y echo se a sus pies y qujso gelos besar, mas él non gelos qujso dar y rogo le que non le descubriese. Otro si cómmo acorrio con pan que sacó de los omnes buenos del enperador Costantino a los omnes de aquella tierra donde él era obispo que eran caydos en grand mengua de pan y en grand fanbre. En esto fizo nuestro señor Dios muy fermoso mjlagro por sant Njcolas, que quando aquellos que le prestaron el pan llegaron con sus naues a aquel logar ó lo leuauan, fallaron todo su pan en la naue commo sy lo non oujesen enprestado a sant Njcolas que non les fallesçio ende vn grano. Qué te dire más, este mjraglo y otros muchos que serien luengos de contar todos los fizo Dios por los santos por rrazon de la ljmosna que es tal que plaze mucho a Dios con ella.

Mio fijo, el alimosna ha quantos bienes te yo agora dire. La alimosna trahe al pecador a conosçimjento y a amor de Dios. El aljmosna ha en si piedat, humjlldat, mjsericordia y duelo de su xpistiano. El alimosna quebranta rriqueza y orgullo del mayor al menor. El aljmosna faze conosçer al que ha perdido de si conosçençia. Qué te dire más, el aljmosna laua todos los pecados asi commo el agua laua todas las cosas lixosas. Commo qujer que buena

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cosa es ayunar, muy mejor cosa es fazer aljmosna. Mas bien auenturado es aquel que lo todo puede fazer. Quatro cosas son que el omne faze por las quales se faze el alma del santo omne conpañero de los angeles. La prjmera es por grand oraçion; la segunda es por grand alimosna; la terçera es por grand ayuno; la quarta por grand mantenjmjento de castidat en voluntad y en fecho. E estas quatro obras deuen se fazer [fol. 15r] mucho apurada mente y non por antojo, mas por el themor de Dios con grand contriçion de coraçon y con grand rrepentimjento. E quando la santa alma es acabada y bien raygada en estas obras, pone Dios sobre ella el su sello y la su graçia que dura para sienpre jamas. E allj se cunple la palabra que dixeron los apostoles: confirmó Dios lo que era aparejado en nos.

Mio fijo, quando qujsieres fazer elimosna puna en la fazer en ascondido lo más que tú podieres. E por eso dixo Ihesuxpisto en el euangelio: en el aljmosna que tú fezieres non lo sepa la tu mano sinjestra lo que fizieres con la diestra; abonde te a ti que lo sepa el tu padre que está en los çielos, que te ha de dar galardon por ello. La tu alimosna non la qujeras poner en la boz de la tronpa por que lo sepan los de las plaças, ca los que tal aljmosna fazen luego rresçiben su galardon en loor de los malos y Dios non es tenudo de les dar galardon por ello commo el que sea guardada en el aljmosnas que él faga. E por eso dixo nuestro señor Ihesuxpisto en el euangelio: sy el tu auer guardares en tierra syenpre el tu coraçon estará en temor de lo perder, ca o te lo comeran gusanos o te lo furtarán ladrones e te lo leuarán. Mas sy tú lo qujsieres bien guardar en logar que non ayas mjedo, guardalo en alimosnas para los pobres de Dios, e allj nunca te verna daño de gusanos, njn de los ladrones, njn se cobrira de moho. Ca dize Ihesuxpisto: ó es el tu thesoro ý es el tu coraçon con ello. Pues si tú el tu thesoro enbiares por elimosnas a lo guardar al çielo, conujene te que la tu alma vaya en pos ello, e las tus obras seran tales que de vida baxa y menguada deste mundo te suban a la altura del çielo. E por eso dixo Daujd, el profeta, en el salmo: a ti alçaré los mjos ojos, señor Dios, que moras en los çielos [ad te leuaui occulos meos].

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Para mjentes lo que contesçe al mercadero que trahe su auer a

ganançia sobre mar, que, desde aquella ora que la naue mueue a yr su viaje fasta que [fol. 15v] la ven tornar, nunca comera, njn beuera, njn dormjra con sabor; e cada que veen leuantar viento o algund tienpo malo, sienpre cuydan que es por mal de su auer. Por ende el thesoro que es guardado en el çielo nunca se teme de tormenta de mar, ca el nuestro señor Dios, que ha poder sobre la mar y sobre los vientos, él lo guarda y da por ello galardon y saluaçion. Si non vees tú en el euangelio que, quando los disçipulos de Ihesuxpisto andauan pescando en vna barca, leuanto se aquella ora grand tormenta en la mar en gujsa que cuydaron que ellos y la barca eran peresçidos, e rrogaron a Dios que les acorriese. E ellos, estando en este peligro, vieron venjr a Ihesuxpisto andando de pies sobre las ondas de la mar y oujeron grand mjedo, ca ellos cuydaron que era fantasma. E Ihesuxpisto les dixo: non ayades mjedo, ca yo soy. Y entró en la barca con ellos, y a la ora que fue dentro quedó el viento y la tormenta y oujeron buen tienpo y pasaron a su gujsa. E allj vieron ellos quand grande era el su poder sobre los vientos, sobre la mar y sobre todas las cosas. E por ende, en tal mayordomo commo este, bien auenturado es aquel que en él sabe guardar el su auer.

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Capitulo viijo. De cómmo deue seer la creençia del omne

verdadera y sana. Mio fijo, la tu creençia sea muy derecha, muy verdadera y muy

sana. Creer, segund dizen las leyes de los Decretales, las quales fizo el Papa Gregorio, y dize asi: crees firme mente y abierta mente que vno solo es verdadero Dios, perdurable, grande, non mouedizo, firme, del qual puede omne contar conplida mente. E conujene a saber, padre, fijo y spiritu santo, tres personas y vna sustançia firme y sinple de todo en todo. El padre non viene de njnguno njn ha njnguno sobre si, ca el es criador y fazedor de todas las cosas; e el fijo viene del padre; e el spiritu santo viene del padre y del fijo, y él fue syenpre, es y sera syn començamjento y criador de todas las cosas, que qujere dezjr fazedor de todas las cosas de nada [fol. 16r], non aujendo ý njnguna materia visibles y non visibles, espirituales y corporales. El qual, en el començamjento del tienpo, fizo las criaturas de njnguna cosa spirituales y corporales, conujene a saber, los angeles y el mundo; e despues fizo el omne commo comunal criatura y conpuesta de cuerpo y de spiritu, e el diablo y los otros demonjos fueron criados buenos del, mas por si son fechos malos, e el omne pecó por tenptamjento del diablo que le engañó. E sobre esto dixo el papa Ynosçençio, en este logar, que esta Santa Trinidat dio enseñamjento a los omnes de salud por prouecho de conosçimjento en las almas. E esto fue demostrado por Abraham, que dixo: tres vy y a vno adoré. E por Moysen, por los profetas y por otros sus sieruos de Dios, segund la manera ordenada que vyno por los tienpos que pasaron a la postrimera. El fijo de Dios, Ihesuxpisto, resçibio carrne de la virgen santa Maria, e por aqui se demostro y se conosçio lo que en antes tan conplida mente non se podie conosçer. E esto obrando toda la Trinjdat comunal mente, fue conçebida de spiritu santo y es fecho verdadero omne y conpuesto de la humanal carrne y de alma, el qual es vna persona en dos naturas. E demostraron la vna de vida, el qual, segund la diujnjdat, es non

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jnmortal; segund la humanjdat, que es aparejado a padesçer y es mortal. Y el qual padesçio y fue muerto en la cruz por saluar el humanal linaje. El qual desçendio en alma a los jnfiernos y resuçitó en cabo, e subio al çielo en alma y en cuerpo, y ha de venjr a la fin del mundo judgar biuos y muertos y dar a cada vno galardon de su meresçimjento de sus obras a buenos y a malos, los quales todos rresuçitarán en los cuerpos en que fueron biuos. E por que rresçiban galardon de sus obras buenas o malas quales fueron, los malos resçebiran con el diablo pena por syenpre, e los buenos rresçebiran con nuestro señor para sienpre gloria duradera para sienpre jamas. Qual es el padre, tal es el fijo, tal es el spiritu santo. Qual es el fijo, tal es el padre y tal es el spiritu santo. Qual es el spiritu santo tal es el padre y tal es el fijo. Non [fol. 16v] creas en Quadernjdat, mas en Trjnjdat que se ençierran en vn dios. Dios nunca houo comjenço, ca asi fue el padre, asi sienpre el fijo y asi fue sienpre el spiritu santo. Mas el nuestro entendimjento de los omnes es tan menguado que non podriemos conosçer la persona del fijo fasta que se nos él fizo conosçer por la carrne que él tomó en santa Maria, su madre. E nasçio della por saluar el humanal linaje, e saluando las nuestras almas dio carrera por ó fuesen llenas las sillas del çielo, las quales eran vazias por la cayda de Luçifer y de los sus angeles y se tornaron diablos. Ihesuxpisto, nuestro saluador, es aquel que nasçio del vientre de santa Mariam, su madre, y priso muerte y passion en la cruz por nos salvar, y rresuçitó al terçero dia y subio despues a los çielos a aquel logar onde desçendiera. E por eso dize la palabra que es escripta: qujén es el que subio sinon el que desçendio fijo de la Virgen. E despues que fue a la diestra de su padre en la gloria de los çielos onde desçendiera, segund dixo Daujd, el profeta, e dixo el señor al mjo señor: sey a la mj diestra parte y porné los tus enemjgos so el escaño de los tus pies. Los quales se entienden por los que le cruçificaron y que non creen en la obra commo deuen creer, njn creen en él commo deuen creer y toman otras creençias contra derecho y contra rrazon, i las quales non deuen tomar.

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Maestre Pedro Lonbardo, que fue vn grand maestro en conponer

las Sentençias, dixo que muy alta cosa es padre, fijo y spiritu santo; engendrante, njn es engendrada, njn viene del padre, njn del fijo; mas el padre, el qual engendra el fijo, del qual engendró el spiritu santo; e aquel viene del padre y del fijo. Contra este maestre Pedro dize vn abad que dixeron Joabchin fizo su libro, el qual le dixeron hereje y loco por que firmaua que Dios era non sola mente Trinjdat. E dize este Joachin que njnguna cosa es que sea padre, fijo y spiritu santo, njn creençia, njn substançia, njn natura. E sobre esto rresponde maestre Pedro con muchas rrazones, muy buenas, muy biuas y muy prouadas, e desfaze todo lo que dize Joachin, afirma la Trinjdat y desfaze la Quadernjdat. El Papa y todo el [fol. 17r] conçilio general otorgan y confirman lo que dixo este maestre Pedro, y contra dizen y rreuocan lo que dize este Joachin. E creençia y voluntad del omne non ha que adobar lo vno con lo al.

E des que él fue a la diestra de su padre con la gloria de los çielos, e enbió el dia de çinquaesma el spiritu santo sobre santa Maria, su madre, y sobre los otros apostoles, por el qual spiritu santo ellos fueron alunbrados, de allj adelante entendieron y sopieron lo que en ante non sabien y conosçieron lo que en ante non conosçien. E este spiritu santo veno sobre ellos en semejança de lenguas ardientes de fuego, e de aquel dia adelante fueron conpljdos de todas las graçias, las quales dizien los santos que son señalada mente siete las graçias de los dones del spiritu santo.

Non te maraujlles, mjo fijo, de rresuçitar Ihesuxpisto a terçer dia. Depues de la su muerte rresuçitó a Lazaro que auje quatro dias y quatro noches que era muerto y que fedie en la sepultura en que yazie. E pues que lo él podrie fazer en el otro, bien vees tú que lo podrie fazer en si mjsmo. E este Ihesuxpisto, fijo de Dios verdadero, es aquel que ha de venjr el dia del juyzio, en la gloria del su padre en las nuues del çielo, a judgar todo el mundo. E asi lo dixeron por él los angeles el dia de la adçension quando subio a los çielos. Los angeles, andando todos vestidos de blanco, dizien estas palabras: varones de Galilea, vos que estades maraujllados veyendol sobir al

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çielo asi lo veredes ende desçender el dia del juyzjo, quando venjere judgar, que deue temer toda alma de buen xpistiano aquel juyzio, ca los juyzios que fasta aquel dia pasan sobre las almas, de aquel dia adelante, seran confirmadas sobre los cuerpos y sobre las almas de so vno, del qual juyzio de ally adelante non ay alçada, njn es juyzio que se pueda vençer por alongamjento de rrazon, njn por poderio que en el omne aya, njn por rriqueza que prometa que dara por si, ca todo fincará en el saber y en el poder de Dios, segund que dixo el profeta Daujd: a Dios non se esconde njnguna cosa, ca tan bien sabe él lo que se faze en ascondido commo lo que se faze en las plaças. Esta es la creençia derecha que el buen xpistiano deue [fol. 17v] auer en la su alma por que él creera en Djos commo deue creer y temer le ha y sera por ello santo.

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Capitulo ixo. De cómmo deue omne amar justiçia. Dize el rey Salamon: amad justiçia vos que judgades la tierra. E

dize en otro lugar: derecho judgad a los fijos de los omnes. Estos dos castigos atañen mucho a los rreyes y a los prinçipes, que tienen logar de Dios en la tierra, que han de fazer y mantener justiçia y derecho, y amar justiçia. Njngund omne deste mundo que justiçia deua fazer non puede abenjr en ella si la non ama y se non paga della. E por eso dixo Ihesuxpisto en el euangelio: bien auenturados son los omnes que han fanbre y sed de justiçia. Commo qujen dize que han tan grand voluntad della que la ponen por fanbre y por sed cobdiçiando la. Tales commo estos seran ende fartos y abondados en este mundo y en el otro, ca dellos sera el regno de los çielos.

Justiçia es dar a cada vno su derecho, dar al bueno galardon del bien y dar al malo galardon del mal. Si tú, por justiçia derecha, mandas al omne matar, non la fazes tú, ca el derecho la faze pues que derecho es. Non qujeras judgar njn mandar fazer justiçia quando estudieres con saña, ca por fuerça conujene que la saña forçase al derecho, e asi errarias el derecho que deues guardar. Quando dieres juyzio de justiçia tira toda saña de tu coraçon, e ten sobre tu cabeça la espada del themor de Dios. E mjenbre te que tú que judgas que has de ser judgado de Dios, que puede más que tú y aqui non puedes tú foy. Non seas vandero en los juyzios, njn te vesca cobdiçia de auer que te den o te prometan, ca por tal auer commo este seras perdido. Para mjentes en la espada y veras que tan bien taja del vn cabo commo del otro, e tal deue ser el buen rey que con justiçia y con derecho deue ser agudo y tajará tan bien a la vna parte commo a la otra, ca non ser agudo del vn cabo y boto del otro. El algo faz enbotar el entendimjento del omne al que se non sabe guardar del.

Mio fijo, quando dubdares en la justiçia que oujeres de fazer, toma sobre ello tres consejos. El primero, pide merçed a Dios, cuyo logar tienes, que te [fol. 18r] dexe escojer lo mejor y te meta en la carrera por do lo tú puedas fallar. La segunda, cuenta y trabaja en el

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tu coraçon sobre ello. Lo terçero, demanda consejo a omnes buenos, entendidos y sabios que te sepan consejar sobre tal cosa, e asi fallaras ý lo mejor, y avn que lo aquellos errasen suya serie la culpa que non tuya. Tú has de fazer derecho a todos, pues non te mueuas ligera mente a lagrimas de omne mesquino o de muger mesqujna, ca muy ayna te farie errar si non sopieses ante la verdat. El buen juez para judgar la verdat deue meter mjentes en quantas cosas te yo agora dire. Lo primero, quál es el fecho de la querella que le dan. Lo ijo., quáles son las personas en qujen atañe el fecho. Lo iijo., sy ha tienpo para yr por el proçeso adelante e si lo deue encortar o alongar más. Lo iiijo., quáles presunçiones ha del fecho o quáles prueuas. Lo vo., sy es llegado el pleito a tal logar que se deua meter al tormento o non. Qujen estas cosas guardare non deue errar en el su juyzjo. Más cae al rey o al grand señor conplir la justiçia a quando la con derecho falla en el su pariente o en el de la su casa que non en el del estraño. Non mengues justiçia por consejo, njn por rruego de muger njn de priuado que tú ayas, ca Dios a ti se tornará que non a ellos. Grand firmeza es de bondat y grand asosegamjento de rregno quando el buen juyzio da, de que todos los omnes que lo oyen y lo saben tengan que judgó derecho y verdat, y loen mucho por ello a su estado.

Para mjentes quand loado fue y quand preçiado el rey Salamon por el juyzjo que dio de las dos mugeres que demandauan vn njño por fijo, dizjendo la vna que era suyo y la otra que era suyo, pero non podria ser que de anbas a dos fuese, ca conujene que de la vna fuese fijo. E por tal que se demostrase la verdat, demandó el rey la espada y dixo que tajasen el njño por medio y que tomase cada vna su meytad. Quando lo oyo aquella que era su madre del njño, dixo a grandes bozes: señor, non es mjo fijo; suyo es, dar gelo todo entero. La otra muger dixo que queria estar por lo que el rey judgara [fol. 18v] y que partiesen el njño por medio. E en esto conosçio el rey que aquella vna era derecha mente su madre y a la otra que non le pertenesçia nada. E mandó dar el njño a aquella cuyo fijo era y mandó fazer escarmjento en la otra por la enemjga que asacara.

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Todas las gentes, quando vieron este juyzio, rogaron a Dios por la vida del rey Salamon y loaron el su nonbre.

Otro si, mjo fijo, para mjentes quan loado fue el profeta Danjel por el juyzio que dio de la bien auenturada santa Susaña, quando la libró de los dos falsos juezes que la querien matar a falsedat, asacando le falso testimonjo por que non qujsiera consentir la maldat que ellos querien. Por este buen juyzio que Danjel dio, por el qual libró a Susaña, le dio Dios despues a él buen galardon, que fuera echado en vn lago en que yazien siete leones muy grandes y muy brauos, los quales leones, des que toujeron a Danjel ante si, omjllaron se antel y fezieron le rreuerençia, e por la virtud de Dios non la osaron fazer mal. E él estando allj entre los leones, enbio le Dios que comjese por el profeta Abacub que vjno allj en vna naue de muy luenga tierra por el mandamjento de Dios. E quando vio el rey Nabuco donosor que Danjel era escapado de los leones y lo vio confortado y esforçado, dixo a grandes bozes: non ha otro dios sinon el dios de Danjel. Y asi lo mandó pregonar por toda su tierra, que aquel dios temjesen y adorasen que sacó a Danjel de allj ó yazie entre los leones. E este juyzio bueno dio Dios a Danjel por que tan bien él judgara de escapar a santa Susaña de la falsedat y muy sin rrazon con que la querien matar aquellos dos falsos juezes y muy desmesurados. E por esto puedes veer, mjo fijo, que qujen bien faze bien rresçibe por ello, y qujen derecho judga conujene que derecho alcançe por si. E avn que lo del mundo se pierda por maldat de los omnes, non se pierde el bien ante Dios que sienpre está estable, ca Dios non es del mundo, ca él es fazedor y el mundo es fechura. E todas las cosas, que el mundo ha de leuar de los frutos en sus dias, da las Dios en sus tienpos, mas la maldat [fol. 19r] de los omnes confonden y estruyen el mundo. E esta maldat que anda sobre la faz de la tierra se quemará por fuego, e por eso dixo Jeremjas, el profeta: aborresçio Dios la maldat de los malos y aborresçio los sus altares y los sus sacrifiçios.

Otro si, mjo fijo, para mjentes quand declarada mente aborresçio Dios la maldat que Caym fizo contra Abel, su hermano,

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que mató. E quan fuerte y quan derecho juyzio dio por tal de lo escarmentar. Otro si para mjentes qual juyzio dio Dios sobre Luçifer y sobre todos los angeles de la su parte, tan presto que los derrocó por que desconosçieron el su señorio y qujso Luçifer seer egual de Dios tenjendo que era tal omne commo él; e de angeles que eran derribo los del çielo y torno los a ser diablos. Nunca te pagues del omne que vieres que desconosçe señorio a su señor, e otro sy que desconosçe el bien fazer que el señor le faze. Otro si para mjentes quál juyzio dio Dios sobre el rey Pharaon y sobre su hueste por que non qujso tener obediençia al mandado de Dios quando gelo dizien Moysem y Aaron, su hermano, de parte de Dios. E por esto peresçio él en la mar yendo en pos de los fijos de Ysrrael. Otro si para mjentes cómmo tomó Dios el regno al rey Saul, por que pasó el su mandamjento y lo dio a Daujd. Otro si para mjentes quál juyzio dio Dios y quand fuerte y quand espantoso sobre los de Sodoma y Gomorra por el pecado y por la trayçion que fazien. Otro si para mjentes quál juyzio dio Dios sobre el rey Nabuco donosor por que se desconosçio a Dios, que le tornó a estado de andar desnudo por los montes asi commo si fuese bestia, y fazie vida de bestia seyendo en ante rrey muy honrrado, muy rrico y muy poderoso. Otro si para mjentes en el juyzio que dio el rey Daujd por voluntad de Dios contra el serujente que conosçio por su boca que fuera en matar al rey Saul, su señor, y mando lo matar por ello. E otro sy para mjentes quan fuerte tormenta dio Dios y a quel estado traxo su fazjenda del rey Daujd por la muger que houo de Yrias, su vasallo, ca a tal estado veno por este pecado que qujsiera en antes non ser nasçido que ser biuo. Otro si para mjentes quál juyzio dio Dios sobre Robohan, fijo del rey Salamon, cómmo lo partio del regno por las sus maldades y por el [fol. 19v] pecado de su padre. Otro si para mjentes en el juyzio que dio Dios sobre el rey Herodes por los ynoçentes que mató a tuerto. Otro si para mjentes en el juyzio que dio Dios por la muger que le traxieron delante que fue tomada en adulterio, y cómmo qujsieron tenptar los judios por razon desta muger, del qual tenptamjento se guardó él muy bien y judgó sobre ello aquello que

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podrie y deuje guardando el su estado, segund lo dize en el euangelio. Otro si para mjentes en el juyzio que cayo sobre Judas Escariote por la trayçion que fizo a Ihesuxpisto. Otro si para mjentes en el juyzio que dio Dios sobre el enperador Nero por las muertes de sant Pedro y de sant Pablo y por otros muchos males fechos que fazie, por los quales ouo mala çima que él se mató con sus manos. Otro sy para mjentes al juyzio que dio Dios sobre los judios que non conosçieron el bien que les él fiziera y le mataron en la cruz, por la qual cosa cayeron en catiuerio para sienpre jamas y perdieron todas las honrras que en antes aujen.

Mio fijo, qué te dire más, sin estos juyzios que te he contado te podria contar otros muchos, mas dexo lo de fazer porque se faria luenga cosa sy se oujese todo de dezir. E porende tengo que abonda esto y sin todos los otros que en el tienpo de ante pasaron, quántos buenos y quan fermosos te podria contar de menos tienpo que dieron enperadores, rreyes y xpistianos, mas dexo lo por non te enojar. E toma tú la palabra que es descubierta, que dize asi: al omne sabidor y entendido poca cosa le cunple, e él abrá su entendimjento. Çinco cosas son que mantienen al rey en buena fama y en buen estado. Estar bien con Dios y seer su amjgo. La segunda amar justiçia, mantener la, leuar la a delante y non torçer en ella. La terçera saber bien rregir a si mesmo y a su rregno, e saber tirar ende los malos estados y traher lo a buenos. La quarta saber manparar lo suyo de sus enemjgos, ganar lo de los enemjgos para si y seer vençedor contra ellos. La quinta auer en si clemençia ó deue y commo deue. Estas çinco cosas son a semejança de las çinco llagas que Ihesuxpisto houo estando en la santa vera cruz. La primera, que es del amor de Dios, es a semejança de la llaga del costado que rrecudió al coraçon [fol. 20r]. La segunda, que es la justiçia, es a semejança de la llaga de la mano derecha. La terçera, que es de rregir bien a si mesmo y a su rregno, es la semejança de la llaga del pie derecho que Ihesuxpisto puso delante andando sus pasos por el mundo fasta que subio en la cruz. La quarta, que es asaber lo suyo de sus enemjgos, es a semejança de la llaga de la mano sinjestra, ca el que se qujere

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anparar sienpre pone la mano synjestra ante si. La quinta, que es de la clemençia, es a semejança de la llaga del pie sinjestro, que asy commo el pie sinjestro quando el omne anda acorre con él y da fortaleza al diestro, asi la clemençia acorre y da fortaleza a la justiçia. Tal es el rey justiçiero para el rregno onde es señor commo el sol que esclaresçe y escalljenta la tierra sobre que sale. Tal es la tierra sin justiçia commo la tierra sonbria y sobre que nunca sale ý sol, njn corre por ý rrio, njn nasçe ý fuente. El rey, que huuja a caer en preçio de ser derechurero y justiçiero, mantiene so la sonbra de las sus alas a los suyos del su rregno y trahe para si los estraños. Dize el rey Salamon: ay de la tierra en que el rey es moço de seso y de sentido que se non siente del mal paramjento del su regno, dexa de fazer derecho y olujda la justiçia y non toma ende cuydado; e los mayores de su rregno y de su casa que le han de serujr y de consejar olujdan y dexan todas las cosas que han de fazer, y finchen de mañana sus vientres de mucha vianda. Si amares justiçia, amar te ha Dios por ello; y sy la leuares adelante, leuar te ha Dios a delante los tus fechos y dar te ha buena çima. Otro sy dize el rey Daujd: por que amaste la justiçia y aborresçiste las maldades, por aquesto te vngio por santo con el su santo olio, que es olio de alegria duradera para sienpre, y puso te todos los tus conpañeros que solias amar primero. Otro si dize Ihesuxpisto en el euangelio: yo soy carrera de verdat y de justiçia de vida. E dize el propheta Daujd: de justiçia y del tu juyzio cantaré y loaré a ti señor. Otro si dize el propheta Daujd: nasçio de la tierra la verdat y la justiçia desçendio del çielo. Que te podrie [fol. 20v] dezjr quántos bienes ha en la justiçia y quánto la loaron los profetas, los sabios, los santos e Ihesuxpisto, fijo de Dios verdadero, sobre todos. ¿Cuydas tú que Ihesuxpisto nasçiese de santa Maria, su madre, si non fuera por justiçia, njn él prisiera muerte en la cruz por nos saluar sy non fuera por la justiçia? Ca muriendo, él destruyo y mató la nuestra muerte, e rresuçitando él quando resuçitó a nos dio vida y rresuçitamjento. Y non dixo de balde Gayfas, el obispo, lo que dixo profetizando, que conuenje que vn omne muriese por saluar todo el mundo, e dize la verdat que conuenje que muriese

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Ihesuxpisto por saluar el mjedo de la muerte en que eramos caydos por Adam, nuestro padre. Muchas vezes acaesçe que, non cuydando dezjr los omnes la palabra a la parte que se dize, se dizen ý todas las verdades y derecho es y todo el dia lo leen, que por la muerte de vn omne que acaesçe que matan faran los otros emjenda por él. Pues a la muerte que acaesçio de Adam y de su generaçion, Ihesuxpisto, nuestro señor, fizo la emjenda, la más fuerte y la más cruel que podrie fazer, segund que dixo el apostol sant Pablo: Ihesuxpisto fecho es por nos obediente fasta la muerte. Qué asmas o qué serie, mjo fijo, del mundo si por la justiçia non fuese. El que más pudiese qujtarie al otro quanto ha y cada vno dirie y farie quanto qujsiese a su gujsa. Todas las cosas se goujerrnan y se mantienen por justiçia, y sin ella non se farie nada.

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Capitulo xo. De cómmo deuen los vasallos serujr al señor. Mio fijo, cosa natural es y de rrazon prouada, segund que yo

agora te dire y te demostraré, en que los vasallos deuen por derecho serujr, obedecsçer, guardar y honrrar al su rey de mas. E pues que Dios le da que sea rey y señor natural, que en esto se ayuntan dos señorios. El primer señorio del regno. El segundo señorio de naturaleza, que es señorio que hereda de sangre y de hueso. Grand cosa es y mucho de preçiar quando [fol. 21r] el señor puede dezir a sus vasallos: yo soy vuestro rrey y vuestro señor natural de padre, de auuelo, de visauuelo y dende arriba, quánto se más puede dezjr con verdat. El apostol sant Pedro dixo en la epistola suya: temed a Dios y honrrad a vuestro rey. Qujen bien parare mjentes a esta palabra fallará ý lo que te yo agora dire. Temjendo el omne a Dios, que es señor sobre todo del ayuso, ha de temer a su rey que tiene lugar de Dios en la tierra en aquel rregno en que lo él pone. E por eso la cosa que el omne qujere encaresçer en ante la pone en lo más que en lo menos, ca de lo más desçende a lo menos, y de lo menos, mas non puede bien sobir a lo más. E por ende dize el apostol: temed a Dios que es señor sobre todo. E de allj desçende a los reyes ayuso el temer, e aquellos que tienen los ofiçios de Dios. Demas luego declara aquella palabra, ó dize ansi: honrrad al rey.

Tres cosas son las que al rey deuen fazer sus vasallos sobre todas las otras, las quales son estas: la primera amar le bien y derecha mente y guardar le fieldat, verdat y lealtad; la segunda honrrar la su persona y en su muger, en sus fijos, en su estado y en la su casa; la terçera temer le más de lexos que de çerca, ca por este themor se guardan los omnes de errar contra él, y se guardan de non errar en las otras cosas que deuen guardar para non caer en el mal. El buen temor deue seer que lo aya el omne en ante que yerre, ca des que ha errado non es bueno el mjedo, ca el yerro él mesmo se judga conosçiendo se. E por eso trahe el themor con sigo, segund que contesçio a Adam [Adam pecó] de que houo pasado contra el

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mandamjento de Dios, luego entendio que errara contra él en non guardar lo que le mandara, oyo la boz de Dios que le llamó entre los arboles del parayso, y le dizie: ¿ó eres Adam? Commo qujen dize: ¿ó eres o do estás tú que erreste? E Adam, de que conosçio la boz de Dios [fol. 21v], temjo la y houo grand mjedo y luego conosçio sus yerros, y, en conosçiendo los, tomó verguença de las cosas vergonçosas de su cuerpo y cubrieron las él y Eua, su muger, con las fojas de los arboles. E dixo Adam entonçe: señor, oý la tu boz que me llamauas y houe grand mjedo, y qujsiera me asconder si pudiera. Dos cosas son que guardan al omne que non yerre: la primera es verguença, la segunda themor y auer mjedo de las cosas de que lo deue auer. E el que estas dos cosas non ha por si que le guarden que non yerre, conujene que las conosca y que las aya por si despues que ha errado, segund te yo agora dire. El yerro del mal fecho que el omne faze lo mete en verguença, y des que por el su yerro conosçe la verguença viene el themor, e el themor judga la pena que deue auer. Por ende, quando los vasallos han estas dos cosas a su rey y a su señor, verguença y themor, es el rey bien auenturado y ellos con él. E por estas dos cosas los mantiene el rey en buen estado que no yerren. E por estas dos cosas se guardan ellos de errar en fecho njn en dicho. Mucho es mejor cosa caer al vasallo a pedir merçed al su rrey que le dé buen galardon por sus buenos meresçimjentos, que non auer a pedir merçed que le perdone los sus yerros que ha fechos.

En el primero tienpo quando començaron a rregnar los primeros rreyes fue en dos maneras. La primera fue de los gentiles, la segunda de los judios. E qujero te yo agora contar de cada vno dellos en cómmo fue, y començar te he en la primera que fue de los gentiles. De Adam, que fue el primero omne, fasta en Noe fue la primera hedat. E en todo aquel tienpo non houo rey en el mundo y la generaçion de los omnes cresçie mucho y estendieron se por las tierras del mundo, y a aquella sazon eran los omnes muy santos, muy rezjos y muy grandes. E commo non aujan sobre si njngund mayoral a que temjesen, soltaron se a dezir y a fazer quanto qujsieron a voluntades de sus carrnes, y por que non aujen en aquel tienpo qujen

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gelo escarmentase. E Dios, que es señor sobre todos, veyendo los males que ellos fazien [fol. 22r], mato los a todos por el diluujo del agua, que non escapó njnguno sinon Noe y su generaçion por mandado de Dios en el arca.

E aqui se acabó la primera hedat. E a este Noe y a tres sus fijos, que dixeron Sem, Cam y Jafet, en estos se començo la vna hedat. Fueron poblando las tierras y guardando se más de non fazer los males tan sola mente commo los fazjen los primeros. Pero a la çima non se pudieron guardar que non fiziesen muchos males y non cayesen en muchos yerros. E por que en esta segunda hedat fueron los omnes labrando y aprendiendo muchas sotilezas, de las quales non vsauan en la primera hedat, venjeron a auer ende rriquezas. E sobre aquellas rriquezas oujeron a auer contienda entre si vnos con otros, que los mayores y más poderosos querien forçar a los menores. E sobre esto leuantaron se barajas y muertes. E veyendo y entendiendo los omnes que aujan menester vno que fuese cabeça, por que todos los otros acatasen y temjesen, en vna tierra que es llamada Siria, los asirianos de aquella tierra alçaron por rey a vno que dixeron Nirio [el primero rey, Njrio asiriano]. E este fue muy buen casado con vna muger de muy grand saber a que dixeron la rreyna Simjribus. E en tienpo deste rey y desta reyna fue Abrahan. E en aquel tienpo fue fallado el cuento de los olinpias. Este rey Njrio pobló vna grand çibdat, a la qual puso nonbre por si Njnjue. Este señorio de los asirianos, que començo en la segunda hedat en tienpo de Abraham, fue muy grand señorio y todas las más proujnçias del mundo le obedesçieron, y duró el su señorio fasta que començo el regno de los romanos, del qual fue el primero rey Rromulo que pobló a Roma. E este Rromulo començo a rregnar a quinjentos años de la terçera hedat, la qual començara en Abraham. E des que este señorio del regno de Rroma fue adelante, se aseñoreó de todo el mundo y menguó el de los asirianos que era primero mayor. E en pos este de [fol. 22v] Roma començo el regno de Greçia. E de primero todas se llamauan reyes, que querie tanto dezir commo rregla de mantenjmjento de los omnes. E depues tornaron el señorio de Rroma

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a inperio y pusieron les nonbre enperadores, que qujere tanto dezjr commo mandaderos y han poderio y señorio de mandar sobre todos los otros. E destos enperadores fue el primero Jullio Çesar. E despues venjeron los otros fasta el tienpo de Costantin por que le guaresçio de la gafedat que auje el bien auenturado sant Siluestre por mandado de sant Pedro y de sant Pablo, la qual cosa por ordenamjento de Dios vnyo asi y ouo a ser. E este Costantin dio el jnperio a la iglesia de Rroma, la iglesia y otras muchas franqezas y libertades que la iglesia ha. E este Costantin, el enperador, depues que esto ouo fecho, pasó a Greçia y falló vna çibdat la qual solia auer por nonbre Bisançio, e esta çibdat era toda despoblada, los muros caydos y toda muy mal parada. E el enperador Costantin poblo la muy bien, enderesçola y renouo la. Por que a él dizien Costantin puso a la çibdat nonbre de Costantinopla y fizo de todo el inperio de los griegos, el qual es oy muy grande, muy rico y muy poderoso. E asi commo se fue abaxando y menoscabando mucho en si el jnperio de los rromanos, fue cresçiendo el de los griegos fasta este tienpo.

En la terçera hedat que de primero te conté, la qual duró desde Abrahan fasta el tienpo de Daujd, se soltaron todas las gentes comunal mente por todo el mundo a fazer reyes entre si por las proujnçias de las tierras. Ca en aquel tienpo todos aujen reyes sinon el pueblo de los doze tribus de Isrrahel, a los quales diera Dios la vieja ley en que estan los diez mandamjentos por Moysem, el su sieruo. E mjentra este Moysem viscó con ellos era su caudillo por mano de Dios y Dios era su rey. E des que Moysen murio, fincó Josué, su discípulo, por su caudillo. E des que este Josue murio, a cabo de tienpo [fol. 23r] demandaron los fijos de Isrrahel a Dios que les diese rey terrenal asi commo aujen las otras gentes de las otras tierras. E esto fazien ellos desconosçiendo a Dios los bienes y las merçedes que les auja fecho, y non podiendo sofrir el su señorio por las sus maldades dellos. E des que vio Dios que ellos tanto querien, mandó a Samuel, profeta, que vngiese por rey a Saul [primero rrey de los judios], segund que cuenta en el comjenço del Libro de los Reyes. E este Saul era luengo de cuerpo vn cobdo más que todos los

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otros, e era del tribu de Benjamjn, e este fue el primero rey que los judios oujeron. E en aquel tienpo, regnando Saul, destruyan toda la tierra los filisteos y fazien le mucho mal. E entre todos los otros fazie gelo vno que auje nonbre Golias. E por que Daujd, fijo de Gess, mató a aquel filisteo Golias, casol el rey con su fija y prometiol de le dar parte en el regno. E por mezcla de omnes malos, que continua mente andan en las casas de los reyes y prinçipes, que mezclaron a Daujd con el rey Saul, qujso lo el rey matar y houo con él grand guerra muchas vegadas. E esto duró grand tienpo. Depues acaesçio que el rey, yendo con sus conpañas sobre los filisteos, que quebrantó el rey la jura que fiziera y pasó el mandamjento de Dios, ouo saña muy grande contra él y murio el rey Saul en la fazienda, de ferjdas que le dieron, y Reanjtos, su fijo. E des que el padre y el fijo fueron muertos, fincó por rey de los doze tribus Daujd, que era casado con la fija del rey Saul. E apos Daujd regnó su fijo Salamon. Regnando Salamon, commo qujer que era omne muy sabidor y muy entendido, el amor grande que auje a sus mugeres, que eran de la creençia de los gentiles, le fezieron errar contra Dios, ca le fezjeron que dexase el Dios verdadero, el qual conosçiera y obedesçiera Daujd, su padre, y le fizjera regnar y que adorase los dioses agenos de los ydolos de los gentiles, a los quales Salamon fizo tenplos a desconosçimjento y a despreçiamjento del grand tenplo que él fiziera a serujçio y a honrra de Dios criador [fol. 23v] y fazedor de todas las cosas. E aqui se cunplio la palabra que este mjsmo rey Salamon dixo. Dize que el vjno, la saña y las mugeres fazen errar al omne sabidor. E deste yerro que Salamon fizo ouo Dios grand saña y qujsiera lo luego caloñar en él, mas dexo lo de fazer menbrando se y guardando se del prometimjento que fiziera a Daujd, su padre. Mas caloñolo depues en Rroboan, su fijo, con Gerebohan, su sieruo, que de los tribus de Isrrahel non fincó con Rrobohan sinon el tribu de Juda y el medio del tribu de Benjamjn. E de los otros diez tribus y medio fincó por señor Rroboham. E este mal le fizo Dios a Rroboham por los yerros y por los males que él fazie y por el mal que fizjera Salamon, su padre. E de aquel tienpo en adelante fue llamada la casa de Daujd y de los

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reyes de su linaje rreyes de Isrrahel y de Juda, y los otros que rregnaran en pos Jerobohan llamauan los reyes de Isrrahel. E la casa de los reyes de Juda duró fasta el tienpo de Agaz, rey que fue postrimero. E desta linaje desta casa veno depues santa Maria, madre de Ihesuxpisto, seyendo ya el regno desechado de aquella generaçion en que era primero de Daujd. De los rreyes de Isrrahel duró el rregno fasta el tienpo del rey Sedechias, y en este se acabó el regno de los judios. E de allj adelante non fincó rrey entre los judios, ca todo lo más de Judea obedesçio al jnperio de Rroma. E los enperadores ponjen ý adelantados de su mano que mantoujesen la tierra en paz y en justiçia, saluo ende vn poco de Judea que estaua apartado, que se fizo vn regno del qual llamauan a los reyes de aquel linaje Herodiades, bien asi commo solien llamar a los reyes de Egipto de primero pastores y depues los pharaones. E estos reyes herodes sobre dichos eran vasallos de los enperadores y de su mano tenjen la tierra y los obedesçien. E este regno de los herodes duró fasta el tenpo que Tito Vaspasiano destruyó y catiuó los judios. E de aquel tienpo adelante non oujeron rey a njnguna parte, segund que profetizara por ellos Danjel, el profeta, ó dize en la profeçia que dixo Ihesuxpisto [fol. 24r]: quando vinjere el santo de los santos çesará la hunçion de los judios. E esta vnçion dixo él por que tanbien rreyes commo saçerdotes y los obispos de la ley de los judios non se fazian que primero non les fazien la vnçion, bien commo fazemos nos agora, los xpistianos, que por la consagraçion se fazen los saçerdotes, los obispos, los arçobispos e los rreyes que son sagrados y coronados.

En la quarta hedat, la qual duró desde el rey Daujd fasta la venjda de Ihesuxpisto, en el cabo desta hedat nasçio Ihesuxpisto. En esta quarta hedat entraron en España a conquerir primera mente la tierra y el señorio de vna gente que llamaron seljngos y fezieron entre si rey. E depues vino otra gente contra aquellos a que llamauan los alauos, pudieron más que los otros, echaron los fuera de la tierra y fizieron rreyes entre si. E depues venjeron otras gentes contra

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aquellos a los quales llamaron los suyos2, e oujeron grandes guerras con los alauos, y a la çima vençieron los y fincó la tierra en ellos. E depues leuanto se otra gente contra aquellos, los quales oujeron nonbre huuandalos, e destos leuaron nonbre la tierra Vanda luzia, la qual es agora llamada Anda luzia. Todas estas gentes fueron señores de España fasta el tienpo que el grand poder de los godos venjeron a ella y la entraron por fuerça y la ganaron guerreando, matando y vençiendo las otras gentes, y fueron señores della e tiraron a España del señorio de Roma. E de allj adelante non obedesçio a los rromanos y sienpre fue sobre si. E todas estas cosas pasaron en la quarta hedat, y con esta quarta hedat se fizo el rregno de Françia, el regno de Jngla terra y todos los más regnos que agora son. El primero rrey que ouo entre godos dixeron le Atanarigo e el postrimero dellos fue el Rey don Rrodrigo que, por su pecado, perdio la tierra toda. E estos godos començaron en medio del tienpo de la quarta hedat y acabaron en el comjenço de la sesta hedat. Y nos andamos agora en la setena hedat.

Mio fijo, qujero te dar agora a entender, pues que te he contado, cómmo fueron fechos los rreyes y en quáles tienpos y en cómmo [fol. 24v] deuen las gentes obedesçer los y guardar sus señores. Dar te he semejança de las abejas, que son anjmalias mudas y syn rrazon, por qué lo deuen guardar, que quando ellas guardan y fazen lo que ellas fazen, quánto más lo deuen fazer los omnes a que Dios da entendimjento y rrazon por que lo deuen mejor guardar y fazer. Tú deues saber que la exanbre de las abejas que fazen vn rey entre si, e este es mayor, más fuerte y más fermoso que todas las otras abejas que han aguijon y él non ha njnguno, e la razon por qué, es por dos cosas. La primera rrazon es por que las abejas son muy sañudas de natura. E commo el su rrey es mayor y más fuerte que las otras, si aguyjon oujese y se asañase contra ellas, matar las ya a todas. La segunda rrazon es por dar a entender que las armas con que el rey ha de lidiar son la verdat y la lealtad, e las armas de los sus vasallos que

2 Suevos.

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han a lidiar por él son estas mesmas. E por eso fallarás en las estorias antiguas que, quando los rreyes entrauan en las batallas grandes, non se armauan, mas vistien sus paños rricos e ponjen le su corona rrica en la cabeça y fazien le yr sobre quatro cauallos muy grandes y muy rrezios, los quales eran muy mansos por tal que se non rrebatasen njn se espantasen de cosa que viesen, e vn lugar de madera en que yua la silla en que estaua asentado. E tan grande era la muchedunbre de la gente de los sus vasallos que yuan delante y aderredor del, que peligro njnguno non podie llegar al rey si primero non moriesen todos, ca por el derecho tienen de morir o de vençer por tal de guardar a su señor el rey. E otro si las abejas de que te en antes conté, quando el enxanbre dellas entra en la colmena do han de criar, la primera casa que ý fazen es la de su rey. E esta ponen en medio, en el más seguro logar que ý ha, y fazen le mayor casa que a las otras. E des que el rey está en su casa que le han fechas, cada vna de las abejas faze la suya enderredor del, e asi [fol. 25r] crian y fazen el panar de la çera y de la mjel. Otro si quando la exanbre se va bolando de la colmena en que cria, si el rey finca en la colmena todas se tornan para ý; e sy el rey va bolando con ellas, nunca aquellas abejas ý tornan fasta que él ý torrne. E do se él asienta, ý se asienta toda su exanbre con él. E con esto se da a entender cómmo deuen los vasallos rrecodir e yr en apellido y en hueste con su señor y con su rey quando él va hi con su cuerpo o con su cabdillo que enbia en su lugar. Otro sy las abejas, quando el su rrey está quedo en la colmena y non puede bolar fuera, e las otras que van bolar y andar fuera de las flores que toman para su goujerrno, cada vna dellas da su parte al rey de que se mantenga por tal que non aya de lazrar, mas que ellas lazren por él, e él que les da grand acuçia que fagan ayna su obra. E tanto quanto aquel rey biue non ay otro; e sy otro alguno se qujsiere leuantar por rey contra él, luego lo matan ellas de feridas que le dan con los aguyjones. E des que aquel rey muere su muerte natural, escojen ellos entre si otro tal commo aquel y ponen lo en aquel lugar mesmo que aquel estaua, faziendo le toda aquella rreuerençia que fazien al otro. Pues quando esto fazen las abejas, grand verguença

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deuen auer los omnes que esto yerran a que es dado muy más de guardar.

Segund estas rrazones que te yo he contadas, fallarás en ellas que por tres cosas fueron fechos los rreyes. La primera, segund que de suso oyste, por menester que oujeron los omnes de auer rrey que fuese su cabeça sobre todos, e por esto le escogieron ellos entre si. La segunda, por que Dios lo escojó y los dio por demanda que lo demandaron los fijos de Isrrahel. La terçera, por que la virtud de la natura obró en las abejas y les fizo fazer lo que deujen fazer y guardar los omnes. E quando ellas, que son mudas y tales commo las tú vees, estas cosas fazen, quánto más lo deuen fazer los omnes. E esto es cosa de rrazon natural que qujso Dios que fallasen las abejas por tal que por ý fuese más firme el estado del rey y fuesen los omnes más encargados de los guardar.

Otro si para [fol. 25v] mjentes en lo que dize el euangelio, quando Ihesuxpisto andaua por la tierra pedricando benjeron a él los judios y dixeron le: maestro, qué nos consejas que fagamos; el enperador nos demanda que le demos pecho, ¿dar gelo hemos o non? E Ihesuxpisto les dixo: dat a ca vn dinero. Y ellos dieron gelo. E él les dixo: qué dizen estas letras. E ellos dixeron: son del nonbre de Dios. Desi bolujo el dinero de la otra parte y demando les: ¿cuya es esta figura? E ellos dixeron: del enperador. E Ihesuxpisto les dixo: pues dat a Dios lo suyo y al enperador lo suyo. E en esta rrespuesta dio a entender que las cosas spirituales son de la iglesia que las resçibe por Dios. Otro si las cosas temporales son de los enperadores y tienen logar de Dios por que el estado que tienen los rreyes es muy grande, muy alto y mucho de guardar. Por esso los que ordenaron los fueros y los fizieron de primero y pusieron ý en ellos por sentençias que todos aquellos yerros que los omnes fizjesen contra los reyes en sus personas e en sus señorios y en sus estados que fuesen dados por traydores, todos aquellos que en ello errasen, la qual pena cahe sobre los culpados y sobre su generaçion. Por ende, bien auenturado es el que dello se sopo guardar.

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Capitulo xjo. De cómmo deue seer omne armado de armas. Mio fijo, vy estar vn rey muy noble asentado sobre vna silla, e

estaua ý guarnjdo en la manera que te yo agora dire. La su corona que tenje en la cabeça era toda de oro, e en derecho de la fruente tenje vn rrubi del temor de Dios, e por eso dixo el rey Daujd y el rey Salamon: jnjtium sapiencie timor domjnj; que qujere dezjr: el comjenço del saber es el temor de Dios. Otro si dixo el rey Salamon: quien teme a Dios faze las buenas obras. Por ende, tal piedra commo esta del temor de Dios deue seer engastonada en la corona en medio de la fruente [fol. 26r], por que en ella se comjençe la rredondeza de la corona y ella esté más alta sobre todo el guarnjmento. E asi commo está en medio de la fruente, que asi esté tal piedra commo está engastonada en el alma del rey y puesta en la fruente del alma, que es el entendimjento, que es la más alta y la más noble virtud que ha en el alma. E el quarteron de la corona sobre la sien derecha vi estar vna esmeralda, la qual era buena creençia firme y verdadera que deue ser rraygada en el coraçon del rey. En el quarteron sobre la sien sinjestra vi estar otra esmeralda, la qual es buenas costunbres en que el coraçon del rey deue seer enseñado y asosegado. E asi commo estas piedras preçiosas han nonbre esmeraldas, que qujere dezir cosa esmerada, assi el rey deue seer esmerado entre todos los otros en buena creençia y en buenas costunbres, ca a enxenplo del rey se torrnan todos los otros. El quarteron sobre la oreja derecha estaua vn çafir muy bueno, el qual es benjgnjdat, que es para tomar manera de bien, de plazer y de fazer bien, de plazer y de escuchar bien. En el quarteron de la otra oreja synjestra otro çafir, el qual es de castidat y de linpiedunbre, que se deue guardar en el rrey en el oyr, en los fechos y en los dichos. En el quarteron postrimero de la corona que estaua sobre el colodrillo vi vn rrubi, el qual es buen conosçimjento y buena memoria que deue auer el rey a Dios y a los omnes. E esto deue lo tener guardando en el su colodrillo en que es la parte postrjmera del entendimjento para guardar lo que sabe y lo que

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entiende. E esta corona deste rey era çerrada en somo de la cabeça y en medio de la çerradura estaua vn rubi caruunclo, que es caridat en que deue seer afirmado y rraygado el coraçon y el alma del rey. E asi commo toda la corona cuelga de aquel rubi y paresçe menor por la claridat del, bien asi todas las bondades y las verdades nasçen de la caridat y desçenden della. E este rey de que te agora fablo [fol. 26v] estaua vestido vnos paños cubiertos de oro y de seda. E por esto se entienden, por el oro las rriquezas y las noblezas que ha el rey del rregno, e por la seda y las aposturas que deue auer en si, ca las aposturas non las puede amostrar conplida mente njn continuada mente sy non oujere rriquezas en que las muestre. Los sus paños deste rrey eran orofresados en aljofar y con piedras preçiosas, la qual oro fresadura se demuestra los galardones de bien que deue dar el rey a los que lo meresçen serujendo le bien y faziendo buenas obras. La forradura deste rey eran peñas blancas armjñas, por la qual se demuestra la ljnpieza que el rey deue auer en la su alma y non la ensuziar en malos fechos njn en malos cuydados. E los braços del rey estauan argollas de oro con piedras preçiosas, las quales eran ý puestas a semejança de los dies mandamjentos que dio Dios a Moysem. E en la vna argolla estauan los çinco y en la otra los otros çinco a semejança de los çinco dedos de la mano, los quales el rey deue bien guardar estos mandamjentos y deue fazer a los que son so él que los guarden. La silla en que el rey estaua asentado era cubierta de oro y de plata con muchas piedras preçiosas, por la qual silla se demuestran los reyes y los poderes que el rey ha so si. El escabello sobre que el rey tiene los pies era muy rrico a lauor de la silla. Este es a semejança de los enemjgos que deue meter so sus pies, segund que dixo Dios al rey Daujd: porrné a los enemjgos tuyos so el escabello de los tus pies. En la su mano derecha tiene aquel rey vna espada, por la qual se demuestra la justiçia en que deue mantener su rregno, que asi commo la espada taja de amas partes, asi la justiçia deue tajar egual mente a vnos y a otros sin toda banderia y sin toda mala cobdiçia. Ca el poder del rey todo es en tres cosas. Lo primero en la su palabra; lo segundo en la su peñola con que escriue las sus

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cartas de lo que ha demandar; la terçera en la su espada con que apremja a los sus enemjgos y con que faze justiçia [fol. 27r] en los suyos, ca la espada taja por premja y por justiçia las cabeças de los que mal fazen, e la peñola, si non escriue commo deue, el rey deue le cortar a ella la cabeça. E commo quier que el poder de la espada grande sea, mayor es el poder que la mete so si, e sobre todo es mayor la palabra del rey. E por eso non la deue el rey abaldonar con mucho beuer, njn con fuerça de malas mugeres, njn con malos consejeros; mas deue la guardar que obre con ella commo deue y ó deue. En la su mano sinjestra tenje vna maçana rredonda toda de oro, y en çima de la mançana vna cruz de oro. E la mançana es a semejança del regno que deue tener el rey en su mano y apoderar se del. E la cruz que está en çima de la maçana es a semejança de la santa vera cruz en que nos saluó Ihesuxpisto, por la qual creençia deue el rey cresçer y mantener a si y a los del su rregno. En la su mano derecha tiene este rey vna luna labrada con oro muy rrica y muy buena, la qual era llamada fortaleza. En la su mano sinjestra tenje otra luna, otro si muy rrica y muy buena, la qual era llamada anparança, ca sabida cosa es que con el braço y con la mano sinjestra se anpara el omne de las cosas que vienen contra él, ca asi es esto dado al braço sinjestro commo es dado al braço diestro de ferir.

Ante este rey estaua vn serujente, el ynojo fincado, que tenje en su mano vn libro antel rrey, el qual era de juyzjos, de leyes y de derechos para saber por él el rey estremar el byen del mal y el derecho del tuerto, para dar a cada vno su derecho y su meresçimjento. Ante este rey estaua vn serujente el finojo fincado dela parte diestra y tenja en su mano el çeptro del rey, el qual çeptro es llamado para castigar y apremjar los malos. A las espaldas del rey y toda la casa en que él estaua era encortinada de paños de xamete bermejos, labrados todos con letras de oro, en que estauan escriptos los nonbres de los reyes que rregnaron en ante que él en la su casa. Estaua escripto en aquellas letras los [fol. 27v] bienes y los males que cada vno dellos fizieron e los juyzjos buenos que dieron. Esto era por que cada que el rey catase a todas partes por la casa viese con

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los sus ojos rremenbrança del bien y del mal, para tomar el bien para si y para despreçiar el mal, e por que tomase castigo que, segund las obras que fiziese, a si seria allj puesta la su rremenbrança para el que despues del venjese. En los tapetes que estauan tendidos en la casa ante el rey estauan escriptos por letras los nonbres de los soberujos y de los desconosçidos que auje en el su rregno. E esto era fecho en semejança que los que entrasen en la casa los pisasen con los pies y los despreçiasen. E aderredor del escabello estauan escriptas las letras de oro en que dezjen los nonbres de los çinturios del su rregno, que son señores de çient caualleros. En el su pie diestro, el rey tenje vn çapato muy rrico labrado con oro y con piedras preçiosas y de aljofar, e este çapato era llamado firmedunbre. E en el pie sinjestro tenje otro tal çapato asi labrado, el qual era llamado asosegamjento. En los sus pechos tenje vna grand brocha de oro con piedras preçiosas, la qual era llamada bien andança firmada de la graçia de los dones de Dios. En la mano diestra tenje vn rrubi con vna sortija, y en el vinco della estauan letras escriptas en que la llamauan clemençia. En la mano sinjestra tenje otra sortija de vna muy buena esmeralda, e en el vinco della estauan letras escriptas en que la llamauan mesura.

En esta gujsa que te he contado estaua aquel rey guarnjdo de todas sus cosas. E ante el rey estauan doze omnes honrrados que eran del su consejo, los quales temjen a Dios, temjen las sus almas y temjen a su señor. E aujen desechado de si cobdiçia, soberuja, enbidia y mal querençia y non despreçiauan los menores que si. E aujan grand cuydado en guardar honrra y buen estança de su señor y de su rregno. E catauan más lo de adelante que lo de luengo a la ora. E los sus thesoros eran guardar bondat, ca non en ganar algo con cobdiçia. E los ofiçiales deste rey cada vno fazie muy bien su ofiçio y non se estendie njnguno dellos a más de lo que deuje. E [fol. 28r] non tomauan cobdiçia de ganançia que fuese dañosa para si njn para su señor. A la manera desto era ordenado todo su rregno en guardar justiçia, verdat y derecho, tan bien a los menores commo a los mayores commo a los medianos. Bien auenturado fue aquel rey que

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sopo la manera de se ordenar a si y a las sus cosas, y tal commo este regna commo deue en su rregno, e el regno es bien enpleado en él, plaze con él a Dios y a los buenos y pesa a los malos.

Non cae al rey seer cobdiçioso ó non deue y commo non deue. Y non le está bien cobdiçiar lo de su vasallo o de su amjgo para la su heredat, njn en el su algo, njn la su muger, njn la su fija, njn la su parienta, saluo ende quando la cobdiçia por pro y por bien de aquel cuya fuese en la manera que se deue fazer. Si el rey mucho se mete en cobdiçia, non se puede guardar que non aya de errar en ella. Ca quando el omne es mayor y tiene mayor logar, tanto más ayna lo engañan y lo destruyen las cobdiçias si se huujan rraygar en él. No cae al rey poner todo su cuydado y despender todo su tienpo en los viçios y en los sabores deste mundo, que por esto olujdarie a Dios y non se menbraria Dios de la su alma, olujdarie el su cuerpo y non se menbrarie de las cosas que ha de fazer a pro de su regno. E por esto perderie sus fechos y los sus enemjgos, que sopiesen esta manera, tomarian atreujmjento contra él. E los malos se atreuarian a fazer mal e non darian nada por él. Non cae al rey beuer mucho por que aya de perder el sentido, ca él deue rreprehender y castigar a los otros que lo fazen. Por ende non deue él fazer lo que a él ha tener por mal de fazer los otros. Non cae al rey en dexar las cosas de Dios por las mundanales de cada dia. E non cae al rey mouer se contra alguno sin rrazon; commo qujer que oye las cosas que le dizen, des que las ha oydas, deue saber la verdat y, de que la sopiere, obrar de allj adelante por la verdat y non por la mentira. La palabra del rey deue seer verdadera y non mentirosa, e non deue el rey con su palabra asacar mal a njnguno en manera que pierda por ello aquel a que lo [fol. 28v] asaca y que asaque falso testimonjo, ca muy grand pecado mortal es y grand mal estança de aquel que lo faze, quanto más al rey. Nunca deue el rey auer grand afazjmjento con mal omne, njn con mala muger, njn con omne vil, rrafez, de mal consejo y de malos fechos. Non cae al rey fazer obras por las quales él deue rreprehender a los otros. Non cae al rey prometer que dara lo que non puede conpljr e auer que lo conpliese, que seria grand su daño si

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lo feziese. Non cae al rey despender su tienpo en vanjdades njn en cosas que le non son buenas njn prouechosas. Non cae al rey dexar los grandes fechos por los pequeños. Non cae al rey arredrar el buen omne de si y de su consejo y allegar a sy el del mal consejo, ca del bueno se fallará bien y del malo cada vegada se fallará peor. Non cae al rey abiltar la su persona y despreçiar el su estado e por sabor que aya de fazer bien y honrrar a otro. Non cae al rey meter su fecho en auentura podiendo se guardar dello. Non cae al rey tomar grand afazamjento con los omnes, por el qual ha de seer despreçiado dellos. Non cae al rey que njnguno se atreua antel a pelear con otro, njn en el logar do el fuere, njn a fazer atreujmjento malo, el qual fuese amenguamjento de su estado. Non cae al rey de alongar el escarmjento que deue fazer sobre el mal fechor de vn tienpo a otro. Non cae al rey de tener todos los linajes por yguales, njn los omnes por eguales, njn los fechos por eguales, njn los meresçimjentos por eguales. Non cae al rey de fablar mal en la ley que tiene y de cuya creençia es, njn deue consentir que otro diga mal ante él de la su ley. Non cae al rey oyr mal que digan ante él del su amjgo sy el su amjgo le fuere leal y verdadero. Non cae al rey consentir que njnguno diga mal de su muger, njn de sus fijos, njn de sus parientes, seyendo ellos buenos y faziendo bien, ca quien mucho qujere oyr conujene que se le mude el coraçon segund aquello que oye. Non cae al rey de alongar de vn tienpo [fol. 29r] para otro pro y saluamjento de su alma. Non cae al rey toller la muger agena a su marido njn tomar la para sy. Non cae al rey tomar la muger de orden de Dios, con que es casada, y tomalla para si. Non cae al rey meter en pecado malo la muger virgen y fazer ý carrera para las obras del diablo. Non cae al rey auer afazamjento con la judia, que es del linaje de los que mataron a Ihesuxpisto, su señor. Non cae al rey auer afazamjento con la mora, que es del ljnaje de la creençia de aquellos con que guerrean por la fe de Ihesuxristo. Non cae al rey auer verguença de los mayores por que non faga auer derecho a los menores. Non cae al rey poner achaque baldio sin derecho sobre el omne de leuar lo que ha a tuerto. Non cae al rey consentir que los sus ofiçiales vendan la

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justiçia por dineros. Non cae al rey consentir que los mayores estraguen a los menores. Non cae al rey que en el derecho, quando estudieren las partes ante él, sea más vandero a los vnos que a los otros. Non cae al rey perdonar muchas vegadas al omne que se da a fazer malos fechos. Non cae al rey dar los sus ofiçios a omnes que non sean para ellos. Non cae al rey mouer se liujana mente a lagrimas de mesquinos o de mesqujnas, a menos de saber primero toda la verdat del fecho. Non cae al rey perdonar los malos fechos desagujsados. Non cae al rey fazer justiçia ó non deue, njn cae otro si a fazer clemençia ó non deue. Non cae al rey ser desmesurado en el lugar ó deue auer mesura. Non cae al Rey dezjr palabras vanas y de mal rrecabdo en plaça ante los omnes. Non cae al rey dezir enxenplos que non tangan a aquella cosa en que está fablando, mas cae le bien de dezjr aquellos que semejen y dan firmeza a aquellos que dizen. Non cae al rey de se alabar que es sabidor de lo que non sabe, njn se alabar él por si se en fecho de armas. Non cae al rey ser escasso, por la qual escaseza oujese amenguar en [fol. 29v] sus fechos, njl cae otro si ser franco ó non deue y commo non deue. Non cae al rey de se vestir mal, njn de se traer mal en sus guarnjmentos, njn comer mal, njn de andar lazdrado de cada dia, saluo ende en la lazeria que tomase en su tienpo sobre sus enemjgos. Non cae al rey fazer mal continente, njn de se asentar mal, njn de yazer mal, njn de caualgar en mala bestia njn en mala silla. Non cae al rey de ser de mal cogimjento a los que deue bien rresçebir. Non cae al rrey ser a njnguno lisonjero de su palabra, njn está bien de despreçiar las cosas que deue preçiar a cada vno más de su derecho. Non cae al rey en descobrir su pecado njn pregonallo por las plaças con la boz de la tronpa. Non cae al rey traer consigo en la su casa omne traydor, njn aleuoso, njn falso, njn apostador, njn desobediente, njn mal ordenado. Non cae al rey consentir, njn de se pagar de pecado, njn que lo otro faga, ca él es aquel que lo deue vedar y escarmentar por el lugar que tiene de Dios. Non cae al rey de dar soltura a los omnes por que fagan mal, e a los que la han deue los tirar dello. Non cae al rey prometer algo que dar a lo que ha prometido a otro, ca non

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conujene de fazer bien en vno por que faga mal a otro. Non cae al rrey de jurar mentira, njn de la dezir, njn de la fazer, njn deue consentir que njnguno gela faga. Non cae al rey començar sus fechos al tienpo que non deue y commo non deue, njn le está bien de los dexar njn de los desanparar despues que los ha començados. Non cae al rey de poner tan grand poder en vn omne de que se aya despues a desloar, diziendo lo contrario de lo que primero auje dicho. Non cae al rey en demostrar que ama más a otri que a si mesmo por fazer en el otro desfaziendo en si se. Non cae al rey dar su juyzjo arrebatada mente por que aya [fol. 30r] de errar, njn le cae bien de dar consejo a qujen gelo non demanda. Non cae al rey de se meter por esforçado loca mente queriendo meter a auentura syn rrecabdo su fecho. Non cae al rey fazer obras con que pese a Dios njn por que aya la su yra y la su saña. Non cae al rey desconosçer se a Dios, y non le conosçer njn gradesçer le los bienes que del rresçibe. Non cae al rey de tomar saña contra Dios por cosa que él faga en él. Non cae al rey despreciar los sieruos de Dios y non fazer aljmosna por su alma. Non cae al rey de non oyr bien la oras de Dios en la iglesia. Non cae al rey en despreçiar y arredrar de si los que luengo tienpo ha que le siruen por los que nueua mente se allegan a él, njn le está bien de alabar al vno por que diga mal del otro, njn despreçiar al vno por que preçie al otro, saluo ende quando lo fiziere por meresçimjento de cada vno. Non cae al rey de menguar su rregno, njn parar le entre sus fijos para depues de sus dias, njn le cae bien de enajenar, njn de mal parar los bienes del su rregno. El regno que es partido y menguado conujene que sea desollado por rrayz, segund que dixo Ihesuxpisto en el euangelio. Non cae al rey de esforçar se mucho en los amjgos, njn en los enemjgos malos, njn en los vasallos falsos. Non cae al rey por rruego de otrie cosa que le esté mal, njn cae perdonar lo que non puede. Non cae al rey de se boluer con otras creençias, por las quales aya de menguar en las suyas. Non cae al rey de dezjr lo que non deue y commo non deue, njn en el logar ó non deue. Non cae al rey rreyr baldia mente sin rrazon, njn de lo fazer sobeja mente y non acatando en quál lugar lo faze. Non cae al rey seer tan caçador por que

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menoscabe los fechos de su fazienda que ha de fazer por ella, commo qujer que la caça es muy buena en su tienpo, ca, segund dixo el rey Salamon, todas las cosas del mundo han su tienpo. Non cae al rey de tañer él por [fol. 30v] su mano estrumentes en plaça, njn de cantar ante los omnes, njn de baylar y dançar, ca son cosas que si las feziese que darie grand despreçiamjento a su estado. Non cae al rey de fazer cosa desapuesta con consejo njn consentir que la fagan antel. Non cae al rey de fazer continente malo a la muger de su amjgo o de su vasallo. Non cae al rey de dezir su poridat al que sabe que gela non guardará. Bien auenturado es aquel que del bien fizo lo mejor y se partio de lo peor.

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Capitulo xijo. De cómmo deue omne perdonar al quel demanda

perdon y a quántas cosas deue parar mjentes. Mio fijo, quando algund omne venjere ante ti y te demandare

pidiendo te merçed que le perdones algund yerro que él aya fecho o que lo demande en persona de otri, en ante que le otorgues el perdon, para mjentes a quantas cosas te yo agora dire. La primera, qujén eres tú o quál lugar tienes. La segunda, en qué tienpo estás, que todas las cosas han su tiempo, e tal cosa serie bien de perdonar en vn tienpo que te caerie mal si lo perdonases en otro. La terçera, para mjentes qué pro o qué daño te viene de aquel perdon que te demanda que fagas. La quarta, quál es el fecho en si de que te demanda perdon y quál pena ý yaze de derecho segund la culpa. La quinta, sy aquel yerro que contesçio de que te demanda perdon, si fue fecho por ocasion o si se fizo por crueldat de maldat adrede a mal fazer. La sesta, sy faziendo tú aquella graçia de aquel perdon que te demanda, qué tuerto fazes a la otra parte de lo otorgar. La setena, qué omne es aquel en que cae el yerro de que te demanda perdon y para qujén te lo demanda. La octaua, qujén es aquel que te faze el ruego por el otro, que grand departimjento ha vn omne de otro, ca tal serie aquel que te ruega que te caera bien de fazer por él lo que te rruega. E commo quier que el rruego del otro sea grande, aljujará mucho [fol. 31r] en el yerro el ruego de la persona de aquel que te rruega. Otro si, tal puede seer aquel que te el ruego faze, que, cunpliendo tú el su rruego, despreçiarás a ti mesmo y non dexarás lugar para que otro bueno te pueda rogar. E de cada vna destas cosas que te he dicho que cae en el rruego, te qujero agora conplida mente fablar en cada vna dellas cómmo las deues entender, qué fuerça ha en ellas y cómmo deues vsar dellas luego. La primera que te dixe que catases qujén eres tú y qué lugar tienes. Si tú eres bueno y has conpljmjento de bondat conplida, sienpre te deues menbrar desta bondat y vsar della asi commo de bondat y en sus lugares. E entre las otras bondades ay vna que es llamada en latin clemençia, que qujere tanto dezjr commo

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piedat y mjsericordia que faze aquel que la puede fazer y a qujen es dado de la fazer sobre aquel que la demanda, tenprando su saña y menguando de la pena que meresçe, segund fuerça de derecho, por çierta rrazon con buen entendimjento. Piedat es muy buena cosa para aquel que muy bien vsa della, y es muy mala y muy dañosa para aquel que mal y nesçia mente vsa della. Ca, segund dixo el sabio Seneca, tan bien es crueldat en perdonar a todos nesçia mente commo dar pena a njnguno con braueza.

E para mjentes al estado que tienes, y despues que veas que eres rey o emperador, veras y conosçeras que tienes lugar de Dios. E pues que el su lugar tienes, has a semejar a aquel cuyo lugar tienes, y en njnguna cosa non semejarás tanto a Dios commo en clemençia. E quiero te yo demostrar cómmo faze justiçia. Tan bien la pueden fazer los tus ofiçiales, que tienen los tus ofiçios commo tú mjsmo, pues que gelo tú mandas y que los pones en aquellos ofiçios que tienen por ti y que judguen y cunplan derecho, de la qual cosa sale la pena de la justiçia. Mas menguar la pena señalada mente y dar vida al que la meresçe muerte por fuerça de derecho, non es cosa que otro pueda fazer esta piedat si non tú que eres rrey y tienes lugar de Dios. Dos cosas son [fol. 31v] que puede fazer el tu ofiçial. La vna es luego conplir la pena de la justiçia que manda el derecho o alongar de la non conpljr luego, mas ver sobre ello algund tienpo para adelante por tal de catar más sobre ello el derecho; mas templar la pena o toller la del todo non lo puede fazer otro si non tú que tienes lugar de Dios. La segunda que dixe que metieses mjentes en el tienpo en que estás quando te demandasen que fagas piedat. Tal piedat te caera en bien que fagas en tienpo de guerra o estando con tu hueste sobre algund lugar que tengas çercado, la qual te caerie mal y non auries tan buena rrazon de la fazer en tienpo que non oujeses guerra njn toujeses lugar çercado. Otro si, tal piedat te caerie bien de fazer en tienpo de paz non aujendo guerra, que si la fizieses en tienpo que oujeses guerra caer te ye mal y daries a entender que lo fazjes más por premja de la guerra en que estauas que non con bondat de clemençia derecha. La terçera cosa que te dixe que parases mjentes qué pro o qué daño te

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podrie venjr de la piedat que fizjeses. Tú deues saber que vn tal omne escaparás de muerte o de lision por la piedat de la clemençia que en él fagas, por el qual acabarás vn grand fecho que non podries acabar por ti mesmo si non por aquel, en manera que quando fuese catada la pena del su meresçimjento, quel derecho manda fazer en él, non serie tan grand pro en ser conpljda la justiçia, en el qual pro es de se conpljr en él piedat de clemençia. Otro si acaesçerá que el rey, tenjendo çercado vn castillo o vna villa, el qual por fortaleza de si y de los que ý yazen dentro non lo podria tomar a tan ayna por fuerça, a menos de fazer otros jngeños y otras maestrias con que lo tome, las quales auran a costar mucho del su auer y aura ý a despender mayor tienpo del que en antes cuydauan quando primero lo començo syn todo el afan y el enojo que todas las sus gentes ý tomauan lazdrando sobre él. Estando en esta quexa, acaesçer le ha que vn omne que sera por derecho judgado a muerte y quel demostrara vn engeño o vna maestria por el qual tomará aquel lugar y acabará su fecho. E des que lo oujere acabado, terná [fol. 32r] él y todos los que ý se açertaren que tan bien andante escapará él y ellos de aquel fecho en lo acabar que si çient muertes le podiesen dar a aquel omne con derecho, asi commo aquella vna que le era judgada, que tantas le deuen ser perdonadas por clemençia y por aquello que fizo. Otro sy acaesçerá que aura de auer vn dia sabido el rey vna ljd o vna batalla con sus enemjgos, en la qual estara su fecho todo en aventura de se perder o de ganar. E yendo para aquel peligro, el vn tal omne puede tener preso que sera judgado a muerte. E éste sera a tal en fecho de armas que, sy aquel dia çerca de si lo toujese, más le valdrie lo que él dirie o farie con sus manos que lo que podrien fazer çiento o dozjentos otros non tan prouados, sgund que fallamos escripto en la Estoria del rey Dauid, que, quando era mançebo, tan prouado y tan bueno era y rrezjo en fecho de armas, que a él señero porfiauan por mjll de otros. El daño que desuso he dicho que deue catar, el qual podrie contesçer en la piedat de la clemençia que se fiziese, esto que te agora dire. Faziendo el rey clemençia en vn omne que meresçiese pena de mal, sy primero non catase bien estas cosas que desuso son dichas, darie

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ocasion a muchos malos que lo sopiesen para fazer mal, que ternjen que cada que se les antojase sobre sus fechos malos que oujese menester la su clemençia, que asi la aurien de ligero commo el otro que primero la ganó. E en esto tomarien grand esfuerço y grand atreujmjento de fazer mal. La quarta cosa que desuso dixe en que el rey deue tener mjentes que quando le rrogasen o le pidiesen merçed quel fiziese clemençia, que deue primero catar quál es el fecho sobre que gelo demandan y quál es la pena que aquel meresçe segund derecho. E catando el derecho por rrayz y por rrecabdo y segund derecho, fallará en él si es verdat o mentira aquello sobre que demanda la su clemençia y para qujén la demanda. E si lo que aquel demanda es [fol. 32v] mentira y non yaze en culpa, non ha menester la clemençia del rey. E sy verdat es, detenjendo el fecho para catar lo bien, por verdat vera sy es tal en que deua fazer clemençia o non. Y de vn dia a otro se le puede mejor gujsar logar y manera para fazer la su clemençia, la qual non podrie tan bien fazer njn con tan buena rrazon luego en comjenço del fecho. Demas non le seyendo gradesçida njn conosçida la clemençia que fiziese, terrnjen que non era firmada sobre derecho. E otro si, a menos de ser acatada la pena que el derecho manda sobre aquel yerro, non ay logar para obrar el rey de la su clemençia, ca todos los omnes non son sabidores njn foreros de fueros y de leyes. E quando veen que el omne es traydo antel rey, los vnos cuydan por aquel que ha de escapar y los otros tienen que deue morir o rresçebir pena de lision en si. Pues para partir so los omnes desta dubda en que estan, non ay tan bien commo catar el rey la pena que aquel meresçe del yerro que fizo segund derecho. E des que la pena es ordenada y dada por derecho para fazer, y los omnes la saben y tienen que ya aquel non puede escapar segund el derecho si por la clemençia del rey non escapare, son çiertos que la su vida toda está en la clemençia del rey. E por eso, quando el rey faze en tal logar y en tal caso commo este su clemençia, es le conosçida y gradesçida. E sy la de otra gujsa fizjese, non serie assy. La quarta cosa que de suso he dicha, sobre que el rey deue mucho meter mjentes que quando le demandaren en que faga la

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su clemençia, que pare prjmero bien mjentes y sepa bien por rrayz la verdat del fecho sy aquel yerro, sobre que demanda la su clemençia, si fue cosa que acaesçio por yerro o por ocasion, o que se fizjese adrede con crueza de mal fazer, non temjendo a Dios, njn a su rey, njn tomando verguença [fol. 33r] de si mesmo y del su mal fecho, que fizo las ocasiones de los fechos que acaesçen de muchas maneras, que vegadas ay que querrie el omne ferir en castigo a vn su pariente o a vn su criado o su fijo o su serujente. Y, cuydando ferir le de pequeñas feridas en tal logar, le dara que lo matará por ella o le toldrá algund mjenbro señalado de su cuerpo, por la qual cosa caeria en la pena si por la clemençia del rey non fuese quel acorre. Otro sy acaesçe muchas vegadas que, tirando el omne con vna ballesta o tirando vn dardo o vna piedra a so ora, trauesará por ý vn omne o vna muger, o moço o moça, ferir lo ha y de aquella ferida morrá. E tal cosa commo esta es llamada ocasion, que es cosa que acaesçe por desauentura, e en esto ha menester clemençia del rey. Otro sy acaesçe muchas de vegadas que en vna pelea meter se ha vno en medio por parar la, e, en queriendo los despartir, aura de matar a algunos de aquella pelea non lo queriendo fazer y non por otro delito malo que con él aya, njn por otro achaque de omjzillo njn de otra demanda njnguna. E en tal cosa commo esta, deue el rey saber por derecho si aquel que se metio por despartir en medio, sy era más bandero de la vna parte que de la otra; e sy fallare por verdat que lo non era, logar es en que deue el rey fazer la su clemençia. Otro sy acaesçe que vn cabdillo de conpaña non podiendo acabdillar la gente commo deue, e si bien non los acabdellase perder se ye por ý todo aquel fecho, ca en acabdellando los aura ý de matar alguno dellos. Tal cosa commo esta, por clemençia del rey deue de seer suelta, perdonada y non demandada. Otro si acaesçerá que el rey mandará prender vn omne o los sus ofiçiales que estan en los ofiçios de justiçia por él, e aquel omne que mandaren prender defender se ha y non se querra [fol. 33v] dar a prision, punará de ferjr y de matar a aquellos que le qujeren prender. E, veyendo aquellos quel prenden, el daño que del rresçiben, auer le han de matar. E por tal muerte

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commo esta es el rey tenudo de fazer sobre ello su clemençia. Estas son las maneras de las ocasiones sobre que viene la clemençia del rey con derecho y con rrazon. E tales cosas commo estas se cuentan por ocasiones y non por cruezas de maldades, njn de enamjstades, njn de mal fazer. Otro sy para mjentes en la sesta cosa que te desuso dixe en que deue el rey tener mjentes quando le demandaren que faga graçia de su clemençia. E commo qujer que aquella parte que gela demanda la qujera fazer, que toda via guarde que non faga fuerça njn tuerto a la otra parte. E commo qujer que el rey señor y poderoso sea, en lo suyo lo deue seer, mas non en lo ageno. Y la graçia y la piedat que fizjere, faga la en aquellas cosas que son suyas y pertenesçen a él, mas non en lo que non es suyo. Tal es el que faze merçed en vn omne faziendo tuerto a otro commo el que cubre vn altar descubriendo otro. Non es el poder del rey tamaño commo el de Dios, ca Dios es criador y fazedor de todas las cosas, y señor del çielo y de la tierra. E el rrey tiene su lugar en tierra en aquello que gelo él da a tener y a mantener. E Dios, que ha tan grand poder, non qujso tener este poder para si, que el pecador quando se arrepiente de sus pecados perdonal Dios lo suyo, mas non le perdona lo ageno, njn conujene que emjenda faga por ello a aquel que el mal rresçibio. Pues el rey, que tiene logar de Dios y es a su semejança, vse de la su clemençia asi commo Dios cuyo logar tiene. La setena que desuso dixe que meta el rey mjentes, quando le demandaran perdon de la su clemençia en antes que la otorgue y la faga, qujén es aquel que la demanda. Ca de [fol. 34r] vn omne a otro ay grand departimjento: a lo primero en ljnaje; lo segundo en bondat; lo terçero en buenas maneras; lo quarto en buena fama de vida. Non qujera el rey la su clemençia a rraheszar njn despreçiar. En rrehezando en ella despreçia en si mesmo quando la faze en omne que ya otra vegada aya caydo en yerro sobre el qual el rey oujese fecho clemençia, y non sabiendo guardar la primera fizo despues yerro para demandar la otra vegada. Ca tal omne commo este, vsando mal della, farie al rrey aparçero en sus males si cabidol fuese. La otaua pare mjentes el rey en antes que faga la clemençia qujén es aquel que lo ruega que la faga por él. E

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parando mjentes en él, meta mjentes en las cosas que yo agora dire. Lo primero de quál linaje es aquel que le faze el ruego. Lo segundo qué logar de honrra tiene. Lo terçero qué bondat ha en si por que deue el rey fazer mucho por él. Lo quarto qué serujçio o qué serujçios señalados le ha fechos por los quales sea tenudo de fazer mucho por él y por el su rruego. Lo quinto qué serujçios le puede fazer por que le deua honrrar y fazer por el su rruego, en que le demanda que faga el rey la su clemençia por el su amor. E do todas estas cosas son o alguna dellas, mucho ayudan y aljujan la maldat y el yerro de aquel sobre que el rey ha de fazer la su clemençia por el rruego de tal commo aquel que desuso es dicho. E sy el rey estas cosas non catase en aquel que el ruego faze, caerie ayna por ello en yerro, ca, faziendo la su clemençia non guardando aquellas cosas, despreçiará a si mesmo y menguará el su fecho, y la graçia de la su clemençia seria perdida asi commo el omne que echa la buena simjente en la mala tierra, do non puede nasçer njn fazer fruto, y confonde por maldat la tierra en que es senbrada. E la graçia que depues el rey fiziese por el bueno, honrrado y acabado non le seria conosçida njn gradesçida, njn aurie ý logar en que lo pudiese fazer al bueno, quando tanto fiziese por aquel que lo non meresçiese commo por [fol. 34v] el que lo meresçiese. Dixo el rey Salamon: clemençia y justiçia afirman y mantienen la silla del rrey. E asi commo estas dos amas de so vno fazen esto, a lo contrario desto non justiçia con mala piedat y nesçia y crueldat y desagujsada y sin rrazon y destruyen y derriban la su silla del rrey que lo faze y vsa destas y non de las otras. La crueldat desagujsada tuelle mjedo al que lo deue auer y dalo al que lo non deue auer. Si parares mjentes en las estorias que fueron falladas, fallarás en ellas que muchos reyes perdieron rregnos por menguamjento de justiçia, e non que njnguno lo perdiese fazjendo sobejanja de justiçia. Bien auenturado es aquel rey que se sopo bien mantener vsando de la justiçia commo deue y ó deue, y que houo graçia de Dios conplida mente para saber lo fazer.3

3 Falta el capítulo XIII.

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Capitulo xiiijo. De quand noble cosa es en el omne la mesura. Mio fijo, tal es la mesura en el rrey y asi paresçe de lexos

commo la torre muy alta y bien labrada que deujsan los omnes muy lueñe. Quanto el omne es mayor y lo pone Dios en mayor estado, tanto paresçe mejor en él la mesura. Mesura non puede fazer vn omne pequeño contra otro pequeño, njn el pequeño contra el grande; mas el grand omne al pequeño es la mesura. E por eso llaman la mesura, por que la faz el mayor al menor. Tres cosas fazen la mesura conplida: la primera, faze la el mayor al menor; la segunda, acaesçer tal cosa sobre qué se deua fazer; la terçera, rresçebir la el menor del mayor. Dos sortijas deue el rey traher: la vna, en la mano diestra; la otra, en la sinjestra. Las quales son estas: en la mano diestra deue traer sortija de piedat; en la mano sinjestra sortija de mesura. Muchos son aquellos que cuydan por non saber que la piadat y la mesura es toda vna cosa, y non es asi. La piadat es bondat del alma del omne que toma en si se aujendo piadat del alma de su xpistiano. La mesura es bondat del cuerpo del omne, la qual bondat se rrayga ý por buenas costunbres. Destas buenas [fol. 35r] costunbres y de la verguença que ha en si se faze la mesura. E por esto el omne entendido deue la tener guardada y presta para obrar con ella en logar que aya mesura, ca non en logar de desmesura, que deue fallar aquel que la demanda en aquel cuya es. E por estas cosas paresçe el omne que es mesurado: lo primero en sus dichos; lo segundo en sus fechos; lo terçero en cómmo se mueue a las cosas quel vienen y que acaesçen ante él; lo iiijo., quanto más sañudo estudiere, deue rrefrenar su saña con mesura. Tal es la mesura contra la saña, y tal batalla ende so vno la vna contra la otra, commo la enfermedat en la natura del omne quando el doliente yaze en termjno, que si la natura vençe a la enfermedat, guaresçe el doliente, e si la enfermedat vençe la natura, muere ende. Atal es la mesura con la saña que, si la saña vençe a la mesura, finca ende el omne por muy sañudo y non mesurado; e si la mesura vençe a la saña, es el omne tennudo por

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muy mesurado y non por sañudo. La desmesura es muy mala cosa y acaesçe en quantas cosas te yo agora dire. Desmesura es seer el derranchado ó non deue y más de lo que deue. Desmesura es y grand desconosçimjento non gradesçer el omne el bien asi commo lo deue gradesçer, y, en logar de dar buenas graçias, dalas malas. E desmesura es con grand desconosçimjento ó deue dar buen galardon, dar le malo. Desmesura es mouer palabras malas contra qujen non le meresçe por qué. Desmesura es con grand derranchamjento de mal ferir y mal traer al que non meresçe por qué. Desmesura es desonrrar a aquel que le non tiene fecho tuerto njnguno. Desmesura es y mal estança desonrrar la muger por la culpa del marido. Desmesura es non guardar el omne commo deue los logares que deue guardar y honrrar. Qué te dire más, en la mesura veras muchos bienes y muchas bondades, e en la desmesura veras muchas de maldades. E asi es departida la vna de la otra commo es departido lo blanco de lo negro.

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Capitulo xv. De cómmo deue omne meter mjentes quando

promete algo qué es lo que promete y a qujén [fol. 35v]. Mio fijo, mucho cae al rey de meter mjentes, en ante que

prometa algo a njnguno, qué es lo que promete y qué es lo que qujere dar. E en esto deues parar mjentes en estas cosas que te yo agora dire. Lo primero, qujén es aquel a quien lo qujeres prometer. La segunda, quál es la cosa quel prometes. La terçera, que tal sea el tu don que le prometes ol das que los que lo sopieren non ayan qué te trauar en ello. Lo quarto, que en tu don non arrehezes njn abiltes a ti mesmo, que en antes seas por ello preçiado que non despreçiado. Lo quinto, que prometas tal cosa que ayas a dar de gela dar, ca non prometer lo que non oujeres njn podieres dar. Lo sesto, que prometas de dar tal cosa en que non fagas fuerça njn tuerto a otri. La setena, que lo que prometieres sea tal cosa que tú mjsmo, de que lo oujeres prometido, non te deuas rrepentir dello y a desfazer njn lo desfagan los que venjeren en pos de ti y toujeren el tu logar. La otaua cosa, que tal cosa prometas por que non megnues por ello njn menoscabes njnguna cosa del estado que tienes. La nouena cosa, que non prometas njn des tal cosa sobre que se oujese a leuantar contiendas y mal. La dezena cosa, que non prometas njn des cosa por que de ti mjsmo, que eres señor, oujeses a fazer señorio y fizieses señor de ti a aquel a que pusieses el su pie sobre la tu garganta, por que sienpre oujeses a beujr en su premja y en su voluntad. La honzena cosa, para mjentes en lo que prometieres o qué dieres, que lo des en tal comarca y çerca vezjnos de que te non nasca a ti njn a los tus herederos deseredamjento njn mal, ca diz la palabra antigua: qujen non cata lo de adelante, atras se cae.

E para mjentes los reyes que fueron en la tu casa ante de ti, cómmo guardaron su estado y de los sus herederos que reynaron despues dellos. E de aqui toma diferençia y castigo en saber guardar a ti y a los tus herederos. Sy agora eres fijo, el nuestro señor Dios te fara que seas despues padre, e, des que fueres padre, sabras qué es

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amor de fijo. Commo qujer que el rey sea dado de amar [fol. 36r] a sus fijos que ha de su muger de bendiçion, señalada mente deue amar sobre todos los otros al su fijo mayor que ha de ser su fijo heredero en el regno. E non deues fazer por amor de los fijos bien en los otros por que fagan mal, destrumjento y abaxamjento en el su heredero. Para mjentes quan mal se fallaron y quand mala çima oujeron los rreyes que partieron los rregnos por los fijos que oujeron; e, depues de la su muerte, las discordias, las guerras, las muertes y los males que dellos vienen por razon de la partiçion. La cabeça mjenbro es del cuerpo del omne, e el braço otro sy mjenbro es del cuerpo del omne. E commo qujer que amos sean mjenbros, más es de guardar la cabeça que el braço, ca del vno muere luego si le tajan y del otro non, e asi es más noble mjenbro el de la cabeça. El tu heredero es tu cabeça, y asi lo has de guardar commo a tu cabeça. Non mandes njn des fortalezas a los tus fijos de que daño pueda venjr al mayor. Para mjentes quánto fizo el rey Daujd por que rreynase en la silla del su rreyno Salamon, su fijo. Sy Dios qujso fazer tu fijo mayor sobre sus hermanos, tú, que eres su padre, non lo qujeras fazer egual dellos. Para mjentes a los dedos de la mano, y veras que el dedo de medio es mayor sobre todos los otros, e a semejança desto ordena los tus fijos. El mayor sea mayor sobre todos los otros y aya señorio sobre ellos, pues Dios gelo qujso dar. Por amor que tú ayas a los otros tus fijos, non les sufras njn les des esfuerço que sean locos y desconosçientes contra el mayor de los tus fijos. Dexa a Dios que ordene dellos a su voluntad. E si ordenamjento es de Dios que el tu fijo mayor reyne, non gelo puede toller njnguno njn gelo deue enbargar. E sy su ordenamjento fuere que non aya los regnos aquel mayor y los aya alguno de los otros, ayna puede Dios tirar aquel mayor y dexar ý al otro. Para mjentes en lo que contesçio al rey don Ferrnando, y desta gujsa ouo los rregnos de Castilla y de Leon, que Castilla, que heredó primera mente, en antes murio el jnfante don Sancho, que era fijo del rey don Alfonso [fol. 37r], que non dezir de si en el logar que se non deue fazer.

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Non qujeras loar de tu palabra tan sabia mente a otri que por la

tu loor se aya de torrnar en denuesto suyo. Loa al omne quanto deues y commo deues en el logar que deues. Non loes a otri tanto que despreçies a ti mesmo. Non des testimonjo que non sea verdat. Non estiendas tu coraçon a fazer lo que non puedes. Non se estienda la tu lengua a dezjr que conpliras lo que non puedes conplir. Non se estiendan los tus ojos a catar vanjdades y a yr en pos ellas. E mjenbre te la palabra que dixo Daujd, el profeta, la qual dize asy: abaxa los tus ojos que non vean vanjdades, e non fagan las tus manos fechos por que cayas en verguença; non diga la tu boca palabras por que pongas sentençia sobre ti y sobre tu cabeça; non anden los tus pies passos por que tú cayas en mal logar; non pongas la tu alma en logar donde nunca pueda tornar; non despiendas los tus dias en obras en que pierdas tu tienpo. Mienbre te de las palabras que dixo Job, las quales dizen assy: señor, dame vn poco de espaçio en que planga y llore el mal que fiz en antes que vaya a la tierra donde non he a torrnar, tierra tenebrosa y de apartamjento, de muerte, de fuego, de mesqujndat, de todo catiuerio y de sonbra de muerte ó non ha njngund rremedio. Bien auenturado fue aquel que se sopo guardar.

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Capitulo xvj. De cómmo deue seer omne buen lapidario en

conosçer los omnes. Mio fijo, pues que Dios te qujso fazer rey y te puso en tan grand

estado y en tan grand honrra e te dio grandes rriquezas en que visqujeses y de que tomases sabor, entre los quales te dio muchas piedras preçiosas, conujene, pues que las has, que te pagues dellas y que las preçies mucho, que syn la grand rriqueza que ha en ellas y grandes virtudes [fol. 37v] fermosa cosa y apuesta son de veer. Grand sabor toma omne de las catar, de las tañer y de las tener ante si. Pues sy en ellas tomares grand deleyte, conuerna que ayas de seer buen lapidario para conosçer quál es la buena y la fina, y quál es non tan buena y non tan fina o quál es la mala y la contrafecha. Pues qujeres ser buen lapidario, pues que rey eres, yo te lo mostraré de menester que te valdra más que de conosçer las piedras preçiosas. See lapidario en conosçer bien los omnes, en saber estremar el vno del otro, en saber fazer a cada vno aquello que meresçe, en saber poner a cada vno en el ofiçio y en quál estado deue seer y qué es para él, e en saber galardonar a cada vno su meresçimjento, e en saber conosçer quáles son aquellos que deues auer para tu consejo o los que non deues ý meter, o quáles son aquellos a que deues creer de lo que te dixeren o los que non deues creer, e quáles deues llegar a tu conpaña, o quáles deues arredrar de ti, o quáles deues creer en pro de tu alma, o quáles non deues creer, e quáles non deues creer en la tu fazienda o quáles deues creer en ella; e quales son aquellos que te aman derecha mente y se sienten de la tu fazenda, o quáles te non aman commo deuen; o en quáles fezjste tú mucho bien y deues fiar en ellos por el bien que de ti rresçebieron, o a quáles feziste mal, por la qual cosa non deues fiar mucho en ellos, o en quáles deues fiar tu poridat, e segund quál fuere la poridat, o quáles omnes deues escojer para ella. E saber escojer de quáles omnes deues fiar tu cuerpo y en quáles deues fiar la tu muger; e en quáles deues fiar los tus fijos y en quáles deues fiar los tus castillos y las tus fortalezas o en quáles los

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non deues fiar. E en quáles deues fiar el tu amor y en quáles deues fiar la tu mandaderia y la tu creençia o en quales non deues fiar. E saber deues escojer quáles son mandaderos para enbiar a otro omne más baxo, e quáles son mandaderos para perlado o quáles son mandaderos para moros o para omne de otra creençia. E saber deues escojer quáles son para poner en tu lugar o [fol. 38r] en los tus ofiçios asi commo adelantados o merinos o alguaziles o justiçias o juezes o alcalldes. E saber deues escojer quáles son los omnes con que fables en seso, o quáles fablas en jugleria o en escarrnjo, o con quáles ayas tu departimjento, o quáles son de buena palabra, o quáles son para fablar con ellos en trobar, o quáles son para cantar, o quáles son letrados para fablar con ellos en letradura, o quáles son para fazer el ofiçio de santa eglesia, o quáles son para bofordar y lançar y quáles son para tomar armas o para justar, o quáles son para jugar tablas o axedrez o otros juegos que ý ha, o quáles son para caçar que son sabidores de caça, o quáles son para correr monte, o quáles son aquellos a que deues fazer honrra, segund son sus estados y sus bondades, o de quáles te has de rreyr o a fazer escarrnjo o de quáles lo non deues fazer.

Qué te dire más. Quando bien metieres mjentes en tu fazienda desde lo más fasta lo menos, fallarás que todos cuelgan desto. E saber escojer todo esto non es cosa que pueda auer por consejo de otri, si non de bondat apurada y del tu buen entendimjento non lo oujeres. Para mjentes a la palabra que dixo Ihesuxpisto en el euangelio, la qual dize asi: yo so buen pastor que conosco las mjs ouejas y conosco a mj las mjas. Sy tú non errares en ti mesmo, non errarás en los otros; mas si en ti errares y te non conosçieres, errarás y non conosçerás los otros. Non seas tal commo el omne que vee la paja en el ojo ageno y non vee la trauanca que tiene atrauesada en el suyo. Bien auenturado es el omne que Dios fizo rraygado y afincado en bondat y sobre qujen non puso mala manzilla, el qual syn verguença de si pudo catar a los omnes y parar se en plaça a dezir lo que qujso. Tal es el omne que es auergonçado de algund fecho malo que fizo commo la perdiz que anda buscando do se asconda por tal

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que non la maten y que escape. E tal commo este non osa alçar la cabeça en plaça ante los omnes, e si [fol. 38v] vee fablar algunos a parte o rreyr vnos con otros tiene y toma sospecha que todo es del su mal que él ha fecho. Sy tú fueres buen lapidario, asi commo de suso te he dicho, y sopieres bien escojer, departir y estremar los vnos omnes de los otros, por aquj sera muy loado el tu seso, el tu sentido, el tu entendimjento, el tu estado y los tus fechos y auras loor acabada en vida y en muerte, y, avn que el tu cuerpo muera, non morrá la tu buena fama y beujra en pos de ti.

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Capitulo xvij. De cómmo se deue omne pagar de los perlados. Mio fijo, paga te de los perlados y ama los, que ofiçiales son de

Dios y su logar tienen en lo spiritual, y dellos ay que en lo temporal por graçias que les fizjeron los rreyes y los enperadores y los prinçipes señores de la tierra. E como qujer que de todos te pagues, señalada mente te paga de aquellos que mejor biuen y mejor mantienen su estado y más a serujçio de Dios, que por tales commo aquestos, aujendo tu vida y afazimjento con ellos, gujará Dios por ellos bien la tu alma, la tu carrne y los tus fechos y auras fama de bueno. E por tales commo estos seras tú bien acostunbrado y bien aconsejado en lo que menester oujeres su consejo. Los perlados tienen logar de los apostoles de Ihesuxpisto, ca el Papa tiene el logar de sant Pedro que fizo Ihesuxpisto prinçipe mayor de los apostoles. Bien asi commo los apostoles obedesçieron a sant Pedro en logar de Ihesuxpisto, por esso obedesçen todos los perlados al Papa en logar de sant Pedro. Ca commo qujer que Dios diese poder a los apostoles de absoluer los omnes de los pecados en que yazen, señalada mente dio este poder a sant Pedro más conplido que a otro apostol. E por eso dixo el euangelio [fol. 39r]: tú eres Pedro, y sobre esta piedra edifiqueste la mj eglesia y a ti dare las llaues de los çielos; e el que ligares sobre la tierra sera ligado sobre los çielos; e el que tú asolujeres sobre la tierra sea asuelto en los çielos. Por este poder tan grande y tan fiero que Dios dio a sant Pedro más que a los otros apostoles, ha el Papa mayor poder que los otros perlados, ca puede absoluer él cosa y logar que non puede fazer otro perlado njnguno. Moysen y Aaron fueron amos a dos hermanos y amos oujeron dos piertegas, y la de Moysem era derecha, ca ferio con ella en la piedra y salio dende agua biua de que beujeron los fijos de Isrrahel, y ferio con ella en la mar bermeja y abrieron se en ella doze carreras por ó pasaron los doze tribus de Ysrrahel. E a semejança desta verga, que era derecha y para ferir a conplir los mandamjentos que Dios le mandaua, son los çeptros que los reyes y los enperadores tienen en

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las manos derechas quando estan coronados, ca Moysem era braço seglar y cabdillo de los fijos de Ysrrahel por mandado de Dios. La verga de Aaron era corua, e a semejança de aquella verga son los baclos de los perlados coruos. E otro si por que se demuestren por ellos en cómmo deuen seer primera mente jncljnados a Dios, cuyo logar tienen, desi a los pueblos que son pastores que han a gouerrnar. E los pueblos han se jncljnar otro sy a ellos y a la su bendiçion, partiendo se de soberujas, de orgullos malos deste mundo, de cobdiçias y de auariçias. Ca ellos son a semejança del pastor que guarda las ouejas. Aaron fue el primero saçerdote que los fijos de Isrrael oujeron. E por estos dos hermanos se entienden los dos braços seglar y spiritual, ca por Moysen se entiende el braço seglar e por Aaron el braço spiritual. Otro si nuestro señor Ihesuxpisto, estando el jueues de la çena comjendo con sus [fol. 39v] diçiplos, dizjeles en cómmo auje a seer traydo en mano de los judios. E estando con ellos, en estas palabras dixo les: el que de nos non toujere cuchillo, venda su vestidura y conpre cuchillo. E desi demando les: ¿auedes cuchillos? Y ellos dixeron que non aujen más de dos. E de aquellos dos, el vno era de sant Pedro y el otro era de sant Andres, su hermano. E quando ellos dixeron que auje ý dos, Ihesuxpisto les dixo: asaz hi ha. Por estos dos cuchillos se entienden las dos espadas, spiritual y tenporal: por la de sant Pedro, la spiritual; y la de sant Andres, la temporal. E para vsar de cada vna dellas bien se deue aguzar y ayudar la vna con la otra, ca lo que la vna non puede conpljr cunple lo la otra. Bien asi commo quando el cuchillo que está boto y se aguza con el otro que está agudo por que taje mejor. El cuchillo spiritual deue obrar de su ofiçio en tanto quanto pudiere obrar dello. E des que el su poder fallesçiere deue llamar al cuchillo temporal que le ayude. E asi se cunple todo mejor.

Archiepiscopus quiere dezjr en griego prinçipe de los obispos, ca asi lo es. Ca los obispos, sus sufraganos, lo obedesçen y lo han por prinçipe mayor sobre si. Episcopus qujere dezjr en griego tanto commo mayor sobre ayuntamjento de los clerigos de su obispado. Otro si dize pontifex por obispo, que qujere tanto dezir commo

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puente, ca asi commo por la puente pasan los omnes el rio del vn cabo al otro, asi el buen obispo deue fazer de si puente. E por la su bondat y por la su santidat, los del su obispado, que son ouejas que Dios le acomendó, pasen de la vida mala deste mundo a la gloria del parayso. Otro si obispo qujere dezjr pastor, que asi commo el pastor guarda las ouejas que el lobo non las arrebate, asi el obispo, por sus pedricaçiones y por sus santas obras, deue seer guardador de las almas que Dios le acomendó en su obispado por que el diablo non pueda rrebatar njnguna dellas. Abraham, Ysaac, Jacob y los [fol. 40r] santos padres patriarcas que fueron en el viejo testamento fueron pastores y andudieron con sus ouejas por los montes. E a semejança dellos son los perlados de santa iglesia, pastores de las almas de los xpistianos. E por esso dixo nuestro señor Ihesuxpisto en el euangelio: yo so buen pastor que conosco las mjs ouejas y conosçen a mj las mjas. Assi deue fazer el buen perlado, ca por el su santo ofiçio deue conosçer y visitar las ouejas que Dios le ha encomendado, y las ouejas deuen conosçer a él que, por las sus buenas obras, lo conoscan por bueno y por santo y lo tengan por tal que, de la su santidat y de las sus buenas costunbres, tomen los otros castigo y enxenplo de lo que deuen fazer. El perlado, que ha de pedricar, ha de amonestar y de castigar los otros, menester ha que tal sea él que non aya en si manzjlla de lo que castiga y rreprehende en los otros. Ca si lo ansi non fezjese, serie tal commo el que vee la paja en el ojo ageno y non vee la trabanca en el suyo, segund nuestro señor Ihesuxpisto lo dixo en el euangelio. E los que oyesen el su castigo farien escarrnjo dello y dirien entre si fablando vnos con otros: serie de lo que él deprende a nos mal que él guardase a si se de non caer en ello. Por esso dize el prouerbio en Castilla: Alcarauan Fadiduro, que a todos da consejo y a si non njnguno. Cómmo puede a otri consejar el que en si bien non es consejado. E cómmo puede a otri castigar el que a si se mjsmo non es bien castigado. Non puede seer el buen perlado a enxenplo bueno de si. Da a todos los otros buen castigo de lo que deuen fazer, segund la palabra que dixo nuestro señor Ihesuxpisto en el euangelio, la qual dize asi: enxenplo

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do yo a vos, que asi commo yo fago que fagades vos. Otro si dize la palabra que es escripta, la qual dize asi: a enxenplo del rey se conpone toda la gente del su rregno. E commo quier que esto mucho cae al rey, que es braço seglar, en dar buen enxenplo de si, a demas cae muy bien al perlado, que es braço spiritual. El buen perlado deue primera mente predicar [fol. 40v] la fe de Ihesuxpisto, pues conujene que sea bien letrado y bien rraygado en ella, pues que la ha a demostrar a los otros. Ca sy la bien non sopiese, cómmo demostrarie lo que non sabe njn puede seer. Ca el buen perlado deue seer muy casto y de muy linpia vida; e seyendo él tal, fara los castos y las virgines sus hermanos y sera omjziero de los luxoriosos.

Para mjentes en la estoria del bien auenturado sant Martin, obispo, y fallarás ý que vna vegada, andando visitando su obispado, qujso visitar vna abadesa de vn monesterio de dueñas. Aquella abadesa era muy santa dueña, y tanta era la su santidat que nunca querie ver omne en el mundo. E el santo obispo sant Martin enbio le dezjr cómmo la querie veer. E ella otro si enbio le dezjr cómmo non la querie ver a él y despreçio la su vista. E sant Martin, quando lo oyo, plogol ende mucho y fue ende muy alegre, más que si le dieran todo el mundo. E de alla donde estaua la bendixo por ello. E depues en muchos logares lo conto sant Martin loando la bondat della. Para mjentes cómmo fue virgen y casto este sant Martin. E eso mesmo de sant Njcolas, que fue obispo. E otro si quál fue sant Gregorio, Papa; e quál fue sant Clemente, Papa; e quál fue sant Dionjs, obispo; e quál fue sant Engenjo, arçobispo; e quál fue sant Anbrosio, arçobispo; e quál fue sant Ysidro, arçobispo; e quál fue sant Leonarde, arçobispo; e quál fue sant Alifonso, arçobispo; e quál fue sant Agostin, obispo; e quál fue sant Blas, obispo; e quál fue sant Benjto, abad; e otros muchos, que serie grand estoria de contar. E estos fallarás bien raygados en la fe de Ihesuxristo commo aquellos que visqujeron y morieron por él. E estos fueron santos virgines que nunca fezjeron obras por que perdiesen sus virginjdades. E estos fueron muy castos y muy ljnpios. E estos fueron tales en bondat y en santidat que despreçiaron las cosas terrenales por las çelestiales. E estos son los

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que rrefrenaron y quebrantaron los sabores de sus carrnes menbrando se de la passion de Ihesuxpisto, su señor. E commo qujer que ellos deste mundo pasasen y fenesçiesen los sus dias para sienpre jamas en rremenbrança, que nunca [fol. 41r] puede morjr la su bondat y la su santidat. E el buen perlado, de tales commo estos, deue tomar enxenplo. E desto deue auer buena enbidia en seer tal commo ellos al su grado. E dize sant Pablo: qujen desea auer obispado desea buena obra, non por auer más honrra que los otros, mas por serujr allj a Dios y dar prouecho a las almas de aquellos que se gujan por él y de que es él pastor. Mas muchos hi ha que fazen lo contrario desto, que más cobdiçian el obispado por la grand cobdiçia de la rriqueza que ý ganan y por la honrra, que non por serujçio de Dios njn por prouecho de las almas. Mal auenturado es el perlado que de dia y de noche cunple voluntad de su carrne, y otro dia va sus manos lauadas a fazer el santo ofizio de la iglesia. E tal perlado commo este es a semejança de la candela que ha el paujlo muy grueso y malo y la çera poca, y, ardiendo esta candela, esgastase toda y non alunbra a los que estan en la casa. Al buen perlado conujene que faga bien a sus parientes, mas tal bien que sea agujsado y non desagujsado por que non dé a entender que él rresçibio los bienes del obispado por enrrequesçer a si y a su linaje, y non por serujr a Dios con ello njn fazer pro de su iglesia. Si Dios da al perlado buena dignjdat y muy rrica, gujsado es y rrazon que parta con Dios de aquello que le dio y fazer alimosnas a pobres y dar algo a monesterios por que se mantengan, ca el perlado mayordomo es de Dios. Pues conujene que él dé cuenta de lo que despiende en qué lo pone, y segund la cuenta que diere asi rresçibira su galardon. Ca el buen perlado deue fazer a los menores que si lo que él querrie que el otro perlado fiziese a él ante que fuese perlado, ca el buen perlado, si mal querençia ha con algund su clerigo en ante que sea perlado, de pues que rresçibe aquella dignjdat que Dios le da non deue vsar de aquella mal querençia. E sy el perlado faze pecado mortal de pues que es perlado o lo ha fecho en antes, non deue poner en la boz de la tronpa el su pecado por [fol. 41v] que lo sepan los omnes, mas deuelo guardar y encobrir quanto en el mundo más

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pudiere. Ca si lo desencubriere, fincarie por desuergonçado y darie carrera a los otros de fazer mal, mas faga segund la palabra que es escripta, ó dize: sinon fueres casto, encubre te y faz semejança que lo eres. Al buen perlado mucho le cae de non comer njn beuer sin razon y sin gujsa, ca el que ha a ademostrar y a predicar la palabra de Dios, que ha demostrar y judgar, que ha de dar buen consejo a qujen gelo demandare, e que ha de rrefrenar la su carrne y de la apremjar, que ha de çeñjr los sus lomos con çinta de castidat y que ha de dezjr las oras de dia y de noche a loor de Dios, non deue dar enbargo a tales obras commo estas con mucho comer y con mucho beuer. Non cae al perlado beuer tan sin gujsa que aya ende olor malo, njn le cae andar oljendo a vjno por que la mala olor del vjno de ante noche se llegue al santo sacrifiçio. El buen perlado deue seer tal commo dize Ihesuxpisto en el euangelio: sed fuertes commo serpientes y synples asi commo palomas. El perlado asi lo deue fazer, ca fuerte deue ser por la fe de Ihesuxpisto en rresçebir martirio por él, si menester fuese; e en lidiar contra el diablo y en defender el derecho de la iglesia que le es acomendado. E deue otro si seer sinple commo la paloma en todas las otras cosas, segund la palabra que dize Ihesuxpisto en el euangelio, ó dize: aue pasçiençia en mj y auras todas las cosas que pidieres. Más cae al perlado pasçiençia que a omne njn a muger que en el mundo sea, ca sabe que él non puede perder. E por ende non se deue arrebatar commo otro omne, ca la su perdida y la su ganançia toda es de la iglesia, pues la eglesia nunca puede perder. Ca la naue de sant Pedro andar puede en las ondas de la tormenta de la mar, mas non que en njnguna manera se pueda çafondar ayuso. El buen perlado con claros ojos y ljnpios de la cabeça y del alma deue catar a [fol. 42r] Dios, con homjlldosos a su rey, con pasçientes al su pueblo, y con brauas y sañudas al diablo y a los enpugnadores de la su iglesia. El buen perlado non se deue meter por mayor a los otros, ca la su bondat lo fara mayor e omjllando se él alça a si mjsmo y abaxa los soberujosos, segund dize en el euangelio, e dize: el que se omjlla sera ensalçado, e el que se ensalça sera abaxado. Los perlados tomen enxenplo en el euangelio en que

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Ihesuxpisto lo castiga, ó dize: sobre la silla de Moysen sobieron los escriuanos y los sabidores letrados dizen y non fazen lo que dizen; e vos, fazed lo que ellos dizen, mas non fagades lo que ellos fazen. Por ende, las obras del buen perlado deuen seer con los fechos que todo se acuerde de so vno, los fechos y los dichos. La silla es la iglesia, y los escriuanos y los sabidores que estan sobre ella son los perlados que deuen dezir y mandar a las gentes lo que fagan. Las sus obras dellos deuen ser tales commo las que dizen a los otros que fagan. Por los buenos fechos es el omne loado y por los malos es despreçiado. El buen perlado deue ayudar a mantener los huerfanos y las biudas y meter paz entre los que han guerra, ca non meter discordia entre ellos y entre los que estan abenjdos. E deue ayudar a fazer puentes y espitales y a sacar catiuos en esta manera: lo vno con su auer en lo que pudiere, lo al con sus perdones. El buen perlado deue seer muy ordenado y muy honesto en su comer, en su beuer, en su vestir, en su asentar, en su yazer, en su andar, en su caualgar y en su fablar. Deue bien oyr lo que le dizen y meter ý mjentes para saber bien responder a ello. Los sus ojos deue alçar al çielo para non catar con ellos las vanjdades deste mundo. El buen perlado deue tomar non afazimjento grande con cosa en que pueda pecar njn errar. El buen perlado deue loar las bondades, pagar se dellas y estrañar las maldades. E buen perlado non deue seer cobdiçioso, njn bolliçioso, njn soberuioso, njn sospechoso, njn orgulloso. El buen perlado quanto más letrado fuere, tanto más le terrna [fol. 42v] pro para el ofiçio que ha de fazer. E quanto mejor entendiere por letradura lo que dize y lo que faze, tanto más lo preçian y más se pagarán del. Que don de ser perlado es muy buena y muy prouechosa para el cuerpo y para el alma del bien que vsa della y la bien mantiene. E es cosa en que sirue mucho a Dios, y es muy mala y muy dañosa para el que la mantiene y mal vsa dello. Los buenos perlados son vicarios de Ihesuxpisto, y los malos son del diablo, ca las sus obras los siguen y los traen a aquel logar. E el buen perlado, quebrantado y martirizado la su carrne en castidat, en oraçion, en auyno, en alimosnas y en los sacrifiçios que faze, gasta y consume en si a semejança de la candela que arde y alunbra a los

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otros. Al perlado non cae guardar thesoros en tierra, mas deue los guardar en el çielo, y non aura mjedo de ladrones que gelo furten njn de polilla que gelo coma. E él deue rreprehender a los otros que guardan thesoros en tierra y consejar les que lo guarden en el çielo. El buen perlado deue guardar bien la poridat que le dizen, y non la descobrir en manera que venga ende daño al que gela dixo. Non cae al perlado seer fantastigo, njn cae dexar los ofiçios diujnales por las cosas temporales, njn le cae asacar las cosas que él non ha oydas. Palabra de fabriella non la deue meter en la pedricaçion, ca la pedricaçion ofiçio santo y verdadero es. E por eso el que pedrica non deue ý poner palabra mentirosa njn dubdosa. Al perlado non cae dar esfuerço njn ayuda al malo para con que faga mal, mas deue gelo toller. El buen perlado non deue consentir, en lo que él ha de fazer, que se faga njnguna cosa por simonja. La simonja es fija de Simon Mago, y por eso dize la simonja por que primero lo fizo Symon Mago. E este Simon Mago fue contrario de sant Pedro porque non deues tú tomar el ofiçio del contrario del tu mayoral. El [fol. 43r] buen perlado non deue querer camjar el su obispado por cobdiçia de auer, saluo sy el perlado es tal y el obispado tal que pueda serujr mejor a Dios en él que non en el primero que tenja. Pues grand mjedo han los perlados del Papa por non fazer yerro en que les pueda trauar; muy mayor mjedo deuen auer de Dios que es sobre todos los Papas. Ante el Papa ha menester quien acuse al perlado, mas ante Dios non ay menester njngund acusador que él se lo sabe todo. E ante el Papa puede el perlado poner algunas defensiones, ante Dios non ay defension njnguna, segund dixo Daujd, el profeta: non se asconde a Dios njnguna cosa. El buen perlado deue orar y velar en oraçion y en buenas obras por si y por las almas que Dios le acomendó, ca non sabe el dia y la ora que Dios le leuará deste mundo. Por ende, bien auenturado es aquel que bien acabó su tienpo.

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Capitulo xviijo. De cómmo non deue omne traer en la su casa

omne de orden que sea desobediente a su mayoral. Mio fijo, non quieras traer en la tu conpaña contigo njn en la tu

casa omne de orden que sea desobediente a su mayoral njn omne de orden que sea apostota, ca tales commo estos non son para ti njn para andar contigo. Sy los con tigo traes, daries de ti mala fama por la maldat dellos, y non son omnes que te sopiesen serujr. E el su serujçio torrnar se te ye en grand deseruiçio para el alma y para el cuerpo. Cómmo cuydas tú que te sabra dar buen consejo para la tu alma el que lo non sabe dar a la suya. Ca amor por amor, natural mente mayor amor deue auer a si mesmo que a ti. Pues si la su alma non ama, non amará la tuya. E sy la su alma non guarda, non guardará la tuya. E sy la tu alma non teme a Dios, nunca te consejará que fagas obras por que lo temas. E si él faze obras por que se pierda con Dios, consejar [fol. 43v] te ha a ti que fagas aquellas o peores que ellas. Vn gafo querrie veer todos los omnes del mundo gafos, por tal que la su enfermedat se encubriese con las de los otros y que non andudiese señalado entre los otros. Cómmo cuydas tú que te temerá njn aura verguença de ti el que non teme a Dios njn ha del verguença. ¿Non sabes tú que el señorio de Dios es doblado y el del señor terrenal es senzillo? Ca el de Dios es sobre el alma y sobre el cuerpo, e el del señor terrenal es sobre el cuerpo y non sobre el alma y a mj sobre el cuerpo non conpljda mente, ca non aura señorio sobrel sinon cuanto Dios consiente y quiere. Ca aquel es guardado el que él quiere guardar y non otro njnguno. Ca aquel es condepnado a que él condepna. Por eso dize el nuestro señor Ihesuxpisto en el euangelio: vos temedes los que pueden matar, y non temedes a Dios que ha poder de matar las almas y los cuerpos que arden en el fuego del jnfierrno o que ha poder de lo saluar ende. El señorio corporal es por tienpo sabido, e el señorio que Dios ha sobre las almas es sin fin. Ca asi commo Dios non ha fin y las almas que él fizo non han fin, el su señorio non ha fin. Pues el que te dixere que más teme lo de

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menos que lo de más nunca fies por él, ca mjentra dize falsedat mala el diablo gelo faze dezir quel tiene engañado. Cómmo cuydas tú que vn çiego pueda gujar a otro çiego. Conujene, segund dize nuestro señor en el euangelio, que amos a dos cayan en el foyo, ca non veen por ó van. Mas sy el çiego se gujare por el alunbrado que vea bien, gujar le ha bien y poner le ha en saluo allj ó qujsiere yr. Pues sy tú qujsieres gujar bien la tu alma y tirar la de çeguedat de los pecados deste mundo en que ella esta enbuelta, vee en pos el santo omne y guja te por él. E el que sabe gujar la su alma sabra gujar la tuya. Non puede el omne serujr dos señores, segun dize Ihesu [fol. 44r] xpisto en el euangelio: a Dios y al diablo que son contrarios el vno del otro. E por ende, sy tú dizes que amas a Dios y lo qujsieres serujr, faz las obras que deues fazer, que son su serujçio, por que te ganes con él y paga te de aquellos que lo fazen, llega los a ti y despaga te de aquellos que non fazen aquellas obras y arriedra los de ti. Non puedes tú dar a entender a los omnes que tienes con Dios y te pagas de los sus syeruos, quando tú del otro cabo demostrares a los omnes que te pagas y allegas a ti los que se arriedran de Dios y de las sus obras y que dexan el señorio de Dios y toman para si al diablo por señor. Más val que veas y entiendas, commo dize Ihesuxpisto en el euangelio, la paja que tiene el otro en el ojo que con çeguedat non conosçe la trauanca en el suyo. Bien auenturado es aquel que non está atado en mala atadura, por que seyendo suelto pueda en otro trauar y non falle en sy cosa en que le trauen. Por bien que tú fagas non seras creydo mjentra los malos traxieres con tigo. Las obras dan fama del omne, e los sus aparçeros que con él han afazimjento son las bozinas que pregonan los sus fechos. El que mal faze, quando se teme del su mal fecho, acoge se por mjedo dello allj ó cuyda escapar y non al logar ó cuyda que le verrna mal. Pues sy los desobedientes o los apostotas se acogieren a tu casa o los tú anparares, ya el tu sonjdo es pregonado entre los malos y tú eres acojedor y defendedor dellos y castillo y fortaleza de las sus maldades. Y de aquel dia adelante, que ellos este esfuerço y este atreujmjento toman en ti, eres aparçero y fazedor de todos sus males. Lo primero por que non les deue dar

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este atreujmjento. Lo segundo por que, podiendo gelo escarmentar, non gelo escarmjentas. Lo terçero que, en tal de los correr y de los echar a mala ventura por el mal que fazen [fol. 44v], el que mal quiere fazer acoje los a si, honrra los, faze les algo y dales alas con que se atreuan a fazer peor. Por ende, la pena que Dios demanda a la maldat de tales commo estos es doblada en aquellos que esto fazen, ca ellos son fazedores y consentidores de todo su mal, que non tan sola mente de aquellos, mas dan carrera a los otros que fagan tanto mal commo aquellos o peor.

Mio fijo, tú deues saber que todos los omnes que en el mundo son de orden son a semejança de la mançana que es sana de dentro y la corteza dañada. E esta es a semejança del religioso que trae el abito rroto y el alma sana con Dios sin manzjlla. E ay otra mançana que ha la corteza sana y es toda podrida de dentro. E esta es a semejança del religioso que trae el abito sano y bien parado, y por las sus malas obras es podrida y dañada la su alma de dentro. E estos atales son, segund dize Ihesuxpisto en el euangelio, sepulcro pintado de fuera y de dentro lleno de fedor malo. Ay otra mançana que es toda sana de fuera y de dentro. E esta es a semejança del buen rreligioso que es sano de fuera y de dentro. E esta es a semejança del buen rreligioso que es sano de fuera en el abito que tomó, y de dentro es muy sano en la su alma por las sus buenas obras, biujendo de fuera honesta mente y de dentro santa mente y apurado en seer qujto de todo mal. Dize sant Jeronjmo: el monje faze el abito, ca non el abito al monje. La bondat y las buenas costunbres del rreligioso lo dan por perfecto acabada mente en su bondat, la obediençia y la diçiplina lo confirman, e el silençio lo tira de dezir vanjdades. El buen rreligioso abaxar deue sus ojos que non vea vanjdades con ellos, y alçar los contra el çielo que es silla de Dios, segund que lo dixo el profeta Daujd. E dize: a ti leuantaré los mjos ojos, señor, que moras [fol. 45r] en los çielos. El buen rreligioso, que bien qujere guardar su rreligion, deue se mucho guardar que non se enbuelua en los fechos mundanales, los quales non pertenesçen. Ca si se mucho metiese en ellos, auer le ye a contesçer asi commo al que anda por el

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lodo, que non se puede guardar que se non enlixe en él. E vegadas ya que se vnta los pies e otras vegadas ya que cae grand cayda hi y ensuziase todo. La carrne del omne syenpre más tira a la maldat que a la bondat, mas la bondat y la santidat del alma la deue rrefrenar y tirar la de malas carreras y de los malos fechos y traher la a los buenos. E por esso se faze el alma del santo omne tal commo el angel, y la pone Dios en las ordenes de las sillas que perdieron los angeles que torrnaron a ser diablos. Ca asi commo aquellos angeles malditos perdieron aquellas sillas por maldat y por desconosçençia que oujeron en si, aquello que ellos perdieron cobran las almas de los santos omnes por bondat y por conosçençia que han en si en conosçer conplida mente la Trinjdat. Primera mente la persona del padre, que es criador y fazedor de todo; desi la persona del fijo, que es saluador y rredemjdor de todo, commo aquel que todo lo rredimjo por la su preçiosa sangre; e desi la persona del spiritu santo, que es alunbrador y galardonador de todos bienes. Ca a tal es el vno commo el otro y todas las tres personas se ençierran en vn Dios. E qujen esto non sabe guardar primera mente njega el poder y el saber del padre, desi njega la salud y la saluaçion que nos veno por el fijo, e desi njega las graçias y los dones que auemos del spiritu santo. Tal es la maldat del omne de orden que non sabe guardar a su señor Dios commo el vasallo que njega a su señor y non conosçe el señorio que ha sobrel. E qujen toma en sy fecho de rreligion mucho deue parar mjentes qué es aquello que toma, ca más vale non lo tomar que tomar lo y non benjr en ello bien, fazer dello escarrnjo, meter se en verguença y dar de si mal enxenplo a todos los que le conosçen y lo oyen. El buen rreligioso [fol. 45v] deue seer tal commo la candela, ca la candela ardiendo esgasta se, y en esgastando se alunbra a todos los que en la casa estan. E el rreligioso, quebrantando y martirizando la su carrne de la su bondat y de la su santidat, deue dar lunbre a todos aquellos que del qujeren tomar lunbre de enxenplo de bondat. E por esso dize el nuestro señor Ihesuxpisto en el euangelio, en el castigar que daua a sus disçipulos, ó dize: vos sodes sal de la mj tierra; e sy la sal fuere desfecha y non prestare para nada, conujene

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que sea echada fuera y que la non pisen los omnes; vos sodes luz del mundo, y verdadera mente asi es. Ca los omnes religiosos en este mundo luz son para las almas de los otros omnes pecadores que se qujeren por ellos gujar. Otro si en lo que de suso vos deximos que les dixo, “vos sodes sal de la tierra”, entre todas las bondades que la sal ha en si es ésta: que toda carrne muerta en que sea echada non la dexa podresçer njn corronper. E bien asi a semejança desto, quando la rreligion y la santidat cae en el alma del santo omne, guarda la su carrne que se non dañe njn se corronpa en las maldades deste mundo. E non tan sola mente guarda a aquel, que otros muchos se guardan por ella. Otro si dize el nuestro señor en este euangelio mjsmo: non se puede asconder la çibdat que es puesta sobre el monte. E asi es que la bondat en el alma y en el cuerpo, en que la Dios pone, non se puede esconder que la non vean todos, quales son las sus obras buenas descubren y dan ende testimonjo. E aun que la maldat de los malos le qujeran encobrir, el nuestro señor Dios lo descubre por los mjlagros que faze por el santo omne, por los santos meresçimjentos y buenos de su bondat. En otro euangelio dize el nuestro señor: sean los nuestros lonbos çintos y non se suelten a la maldat deste mundo, e faziendo lo asi arderan candelas de lunbre en nuestras manos, por las quales alunbraredes a vos y aquellos que la nuestra carrera toujeren y glorificar se ha dello el nuestro padre que es en los çielos. E otro euangelio dize el nuestro señor Ihesuxpisto: velad [fol. 46r] y orad pues que asi es, ca non sabedes quando verrna por vos el nuestro señor a la casa, si a la noche, si a la media noche, si quando cantare el gallo, si a la mañana; e, quando venjere apresurada mente, que vos non falle durmjendo; e lo que a uos, que sodes mjs disçipulos, digo, eso mjsmo digo a todos los omnes, ca depues verrnan que velen y se guarden de mal, ca non saben el dia njn la ora que los yo llamaré. E commo qujer que mucho caya a todo buen xpistiano de guardar esto señalada mente, cae esto mucho a todos los omnes de religion que en gujsa deuen velar en su oraçion, y asi deuen guardar su rreligion por que quando vinjere el señor de la casa, el qual es el nuestro señor, y los llamare para si, que ellos, syn

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enbargo, le puedan rresçebir seyendo aparejados con sus candelas ençendidas en las manos. La maldat que el omne ha en si le faze que se pague del malo. E por esto dixo Aristotiles: en todas las cosas, segund materia, quieren su semejante. El malo pagase del mal e el bueno pagase del bien, el santo pagase de auer conpañja con los santos y de beujr con ellos en este mundo e depues en el otro, e el pecador sienpre qujere auer conpañja con los pecadores por tal de conpljr en ellos su voluntad. La bondat del omne lljeua el alma ante Dios y finca del testimonjo bueno al mundo, el qual testimonjo non puede morjr. La maldat desçende el alma a los jnfierrnos y finca della mal testimonjo al mundo. Por ende, bien auenturado fue aquel que fizo el bien y se qujtó del mal.

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Capitulo xjx. Cómmo non deue omne fazer pesar a Dios con

mugeres con que non deue y ó non deue. Mio fijo, por amor de Dios te ruego que te castigues y te

guardes de non fazer pesar a Dios en pecados de fornjçios. E entre todo lo al, te guarda señalada mente de non pecar con muger de orden njn con muger casada njn con muger virgen, njn judia njn con mora que son mugeres de otra ley y de otra creençia. E por ende te qujero agora [fol. 46v] contar en quánto mal caerjes si pecases en cada vno destos lugares. E primera mente te digo que la muger de orden es casada con Dios, ca asi commo el marido y la muger se resçiben en la mano del clerigo quando primero casan, o se otorga el varon por marido y la muger por su muger, y de allj adelante non los puede partir njnguno, non aujendo ý los enbargos por que los parte el derecho, bien asi la muger de orden el dia que toma el abito de la orden y faze su profesion, por la qual profesion se parte de todas las cosas deste mundo y se faze conplida mente muger de Dios, y de aquella ora en adelante es casada con Dios, pues grand mal y grand trayçion faze qujen a Dios, su señor, qujere toller su muger. Mucho te pesarie a ti qujen te qujsiere toller tu muger o te fiziese tuerto con ella. Por ende en este logar toma egualeza con Dios y faze contra lo que querries que otri fiziese a ti. E non qujeras dar peor juyzio a Dios del que daries a ti mesmo, ca él es tu señor y tú eres su vasallo. E si lo asi non fezieses, guarda te que si mal lo judgases grand poder ha él de dar fuerte juyzio y espantoso sobre ti. Grand locura y grand atreujmjento faze el omne pobre que quiere pelear con el rrico, e el omne de pequeño poder que se qujere tener a mal con el mucho poderoso. Pues mucho pequeña es la su rriqueza del omne en pos la rriqueza de Dios, e muy pequeño es el tu poder en pos el suyo. Por ende grand locura faras prouada si tú te quieres tomar con él. E si qujsjeres menguar lo suyo, guarda te que grand poder ha él de te lo acaloñar y te menguar lo tuyo. E si tú qujsieres partir lo suyo, njn menguar le ende poco njn mucho, guarda te que grand poder ha él de

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menguar en el tu cuerpo, en la tu salud, en los dias de la tu vida, e en la tu muger, en la tu generaçion, en la tu rriqueza y en la tu honrra. E do non cuydares, a desora te fara caer en vna grand mal andança. E por eso dize la palabra del prouerbio antiguo: en juego njn en veras con tu señor non partas peras. Quando esto se dize por el señor terrenal [fol. 47r], quánto más se deue entender a lo de Dios, que es señor sobre todo. Non te atreuas de desfazer los fechos de Dios.

E por que veas quánto pesa a Dios y por quan mal qujen la su muger de orden le tuelle, contar te he vn mjraglo muy bueno y muy fermoso que el nuestro señor Ihesuxpisto fizo en esta rrazon [mjraglo de monja] e por rruego de santa Maria, su madre. Ay vn monesterio de monjas, el qual es llamado Fontenblay. E este monesterio es de los reyes de Ingla terra, ca ellos lo fezieron, y es de monjas negras de sant Benjto, y ay muy grand conpaña dellas. Y acaesçio asi que, entre todas las otras monjas de aquel monesterio, auya ý vna que era muger de muy buen linaje, muy njña y muy fermosa. E auje por costunbre que, cada que pasaua ante la ymajen de santa Maria, fincaua los ynojos ante ella y saludaua la por aquellas palabras que la saludó el angel, dizjendo “aue Maria”. E sin esto era ella muy buena xristiana y temje muy bien su orden en gujsa que eran todas las otras muy pagadas della. E acaesçio asi por el diablo, que suele ordir estas cosas, que vn cauallero de aquella tierra, el qual era muy mançebo, mucho apuesto, bueno de armas y era de grand linaje, ouo de enamorar se de aquella monja. E tanto le entró el amor en el coraçon que se murie por ella, y ouo de buscar manera por que le pudiese mostrar en el coraçon qué tenje contra ella. E fizo se su pariente y fue fablar con ella. E las otras monjas que los vieron fablar cuydaron que fablauan en manera de parentesco y non en otro mal. Qué te dire más, ouol él a dezir el mal rrecabdo con que andaua. E el diablo, que al cauallero el tan mal pensamjento posiera en el coraçon, fizo a ella que consentiese en ello. E pusieron de so vno en cómo se fuese ella con él del monesterio y pusieron lo en la manera cómmo se fiziese. E la razon y manera entre ellos sosegada fue esta: que a la media noche que venjese el cauallero a las paredes que eran çerca del monesterio

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[fol. 47v], e ella que saliese a él y que se fuesen amos de so vno. E quando vyno la noche, que fueron las monjas a dezir sus conpletas a la yglesia, tomo se aquella monja que estaua ý presta para conpljr el consejo que el diablo le diera, y a furto de las otras fue abrir vn postigo pequeño que ý auje por do salliese de la yglesia por tal de non yr con las otras a echar se en el dormjtorio. E des que aquella mesqujna de monja vio que todas las otras eran ya asosegadas para dormjr, y que era ya llegada la ora que ella pusiera con el cauallero que auje de venjr por ella, salio se de aquel logar en que estaua escondida y fuese para el altar mayor, fincó los ynojos y dixo su oraçion, “aue Maria”, asi commo auja acostunbrado de lo fazer. Desi fuese por medio del coro contra el postigo por ó auje a saljr. E el cruçifixo de nuestro señor, que estaua alto sobre el coro, y la ymajen de santa Maria, que estaua en el cruçifixo, quando la vio yr començó a dar grandes bozes y a dezir: ¿para ó te vas, mesqujna de muger, y dexas a mj y al mj fijo por el diablo, y despreçias la oraçion que me solias fazer? A estas bozes que la ymajen de santa Maria daua, saltó el cruçifixo de la cruz en tierra y començó a yr corriendo por medio de la iglesia en pos la monja leuando los claues en los pies y en las manos con que estaua pegado en la cruz. E ante que la monja huujase saljr por el postigo, alçó el cruçifixo la mano derecha y dio le muy grand golpe con el clauo en la maxiella, en gujsa que toda la maçana del clauo se metio por la vna maxiella y saco gela por la otra. E desta ferida que el cruçifixo le dio cayo en tierra la monja por muerta, y asi yogó fasta otro dia en la mañana que nunca entró en su acuerdo. E en esta gujsa se partio la mala obra que ella querie fazer que se non fizo. E el cruçifixo, des que este golpe ouo fecho, torrno se a la cruz bien commo ante estaua, saluo ende el braço derecho con que el dio la ferida, sienpre [fol. 48r] lo touo en aquel estado en que lo tenje quando la ferida le dio y oy dia lo tiene asi por testimonjo de lo que fizo, e el clauo con que dio la ferida fincó en las quexadas de la monja. E quando fue otro dia en la mañana, estando las monjas en maytines, pararon mjentes al cruçifixo y vieron el braço en commo estaua y cuydaron que se le quebrantara o que algund loco lo feziera

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en él por mal fazer. E andando catando la iglesia si estaua ý alguno que tal cosa oujese fecho, fallaron la monja ó yazie tendida por muerta en tierra con el clauo del cruçifixo trauesado por las maxiellas. E el abadesa y las monjas, quando lo vieron, maraujllaron se mucho qué era aquello por que aquella dueña que ellas tenjen por tan buena estaua de aquella gujsa. E estauan espantadas del clauo del cruçifixo que le conosçien que le vien asi tener, y non podien asmar qué era o por qué fuera fecho aquello. E ellas, estando en aquella tan grand dubda, oyeron vna boz grande que les dixo: tomad vuestra monja y alçalda por las manos de tierra ó yaze, ca asi la escarmentó el cruçifixo por el pesar que ella querie fazer a Ihesuxpisto y a santa Maria, su madre. E des que las monjas la oujeron leuantada de tierra y le tiraron el clauo que tenje metido por las quexadas, ella entró en su acuerdo commo de primero. E la mesqujna pecador, llorando mucho de sus ojos y rrepentiendo se de sus pecados, conto les todo el su mal commo pasara y por qué cayera en el majamjento de Dios. E des que todo lo ouo contado fueron todas con ella fasta el altar diziendo “mjserere mei deus”, y pidiendo merçed al nuestro señor y a santa Maria, su madre, que la perdonase. E de allj adelante fue ella muy buena dueña y muy santa, y acabó muy bien su tienpo en su monesterio en serujçio de Dios. Qué te dire más, el cauallero que la auje de leuar del monesterio vjno a aquella ora, que pusiera con la monja, a aquel logar que le ella dixera armado ençima de vn cauallo y con él quatro de sus parientes muy bien armados. E traye vn palafren muy bien ensellado en que la leuase. E estando allj toda la noche esperando quándo saliria ella, y non qujso Dios que lo ella pudiese fazer, segund ya oystes. E des que [fol. 48v] el cauallero vio que el dia era claro y que lo verien los omnes y serie descobierto, fue se su via quexando se mucho en el coraçon y tenjendo que le auja la monja escarnesçido. Que asi commo el diablo de primero gujsara que se acordase el coraçon del cauallero y de la monja de so vno para fazer anbos mal de su fazienda, nuestro señor Ihesuxpisto, que sienpre fue y es contrario del diablo y de las sus obras, desujó y desfizo todo lo que el diablo auje fecho. Ca la monja partio su

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coraçon del por castigo de Dios, e el cauallero partio su coraçon del amor della tenjendo se por escarrnjdo de lo que le contesçiera. E de más que este mjraglo fue sonado por toda la tierra. E des que lo él sopo, non lo pudo creer. E por tal de seer ende más çierto fue él mjsmo al monesterio por saber el fecho. E des que falló la verdat de cómmo contesçiera, tomo se por muy pecador, rrepentio se mucho de todos los pecados que auje fecho, dexó el mundo, y metio se monje y serujo muy bien a Dios y acabó muy bien su tienpo. Agora, mjo fijo, qué te puedo yo más en esta rrazon dezjr njn castigar de quanto este mjraglo te castiga. Mas para mjentes en el tu coraçon quando el cruçifixo y la ymajen de santa Maria, que son ymagines de fuste fechas por mano de omne y mudas que non fablan, tanto se sintieron de tal fecho commo este que desuso es contado por tal sentimjento que Dios y santa Maria ende tomaron, quánto es mayor y más grande sobre esto el sentimjento que Dios y santa Maria dello oujeron. E por ende non qujeras tomar a Dios lo que es suyo y non es tuyo.

E muchos mjraglos destos te podrie omne contar que serie luenga estoria de contar [mjraglo de monja]. Mas de vno que contesçio muy poco tienpo, en el nuestro tienpo regnando nos, el rey don Sancho, que fezjmos este ljbro, seyendo la guerra entre el regno de Aragon y de Nauarra, la qual era entre los reyes, sus señores, don Felipe, rey de Françia y de Nauarra, e don Alfonso, rey de Aragon, fijo del rey don Pedro. Acaesçio en ese tienpo asi que vn rrico omne de Nauarra, el qual auje nonbre Juan Corulan de Leret, ouo de auer vna monja [fol. 49r] de vn monesterio de la orden de Çistel, que ha nonbre Marziella. E despues desto acaesçiol que en aquella guerra sobre dicha ouo de auer vn dia lid con don Pedro Coronel, rico omne de Aragon, y con gente del reyno de Aragon. E seyendo Iohan Corualan el sobre dicho bien andante contra ellos, y leuando los vençidos, aquella monja con que él fiziera pesar a Dios fallo la ante si en las çerujzes del cauallo, y trauo del muy de rrezjo que le oujera a derribar del cauallo, y touol en tal cuenta que non sabia qué se fiziese njn para ó fuese, y estaua muy sin ventura por caer del

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cauallo. E los sus vasallos quando lo vieron estar en aquella tan grand cuyta, tornaron a él por acorrer le. E don Pedro Coronel y los aragoneses, quando los vieron asi torrnar, cuydaron que yuan vençidos e bolujeron las rriendas de los cauallos contra ellos, y fueron los ferir muy de rrezio en gujsa que los vençieron. E yendo se Juan Corualan y los suyos fuyendo vençidos en manera que este Johan Corualan pudiera escapar, paro se le otra vegada aquella mjsma monja delante y trauo le muy de rrezio de las rriendas en manera que lo non dexó yr. E Juan Corualan le dixo: vos, doña fulana, por qué me fazedes esto. E ella le dixo: tomad esto por el galardon del mal que comjgo fezistes. E las rriendas del cauallo nunca a la monja salieron de las manos fasta que don Pedro Coronel y todos los otros, que en pos él venjen, llegaron y lo prisieron. E nos, el rey don Sancho, escriujmos aqui este mjraglo segund que Iohan Corualan, a qujen acaesçiera, nos lo contó por su boca. E él yogo preso fasta que se rrindio por grand preçio de auer. E des que sallio de la prision, nunca fue en el mundo omne que, de aquel dia en adelante fasta el dia que murio, le viese entrar en monesterio de dueñas, njn de monjas, njn de otra orden. E cada que veye mugeres de orden tremje commo si oujese la fiebre consigo. E esto le duró depues en toda su vida fasta que murio. Por ende, mjo fijo, para mjentes quánto acaloña Dios los pesares que le fazen y quan fuerte mente demanda quien le tuelle las sus mugeres [fol. 49v] de religion. Por ende guarda te y dexa a Dios lo suyo y non gelo qujeras toller. Bien auenturado es aquel que tomó escarmjento por lo ageno que contesçio a otri y non por lo suyo.

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Capitulo xx. De quand grand yerro faze el que peca con la

muger casada. Mio fijo, otro si, ya como desuso te dixe, guarda te de non fazer

pesar a Dios njn mal estança a ti mesmo con muger casada. Grand pecado es y grand mal estança toller la muger casada a su marido y dar le carrera por que faga mal. Ca dize nuestro señor Ihesuxpisto en el euangeljo: los que Dios ayunta non los deue omne partir. E en otro logar dize en el euangelio: y seran dos ayuntados en vna carrne. E Adam, nuestro padre, quando vio a Eua çerca si que Dios criara y fiziera de la costilla que del sacara del su costado, dixo estas palabras, profetizando lo que depues auje de venjr: tú seras llamada varona porque saliste de la costilla del varon y seras mj compañera, e por esta dexarán los omnes de aqui adelante verrnan los padres, las madres y los parientes y seran dos ayuntados de so vno. Otro si dixo el profeta Daujd: la tu muger sera commo buena çepa de vid abondada de todo bien en los lugares que la oujeres menester en la tu casa. Grand atreujmjento y grand yerro faze, y grand mal estança y grand pecado, el que qujere partir lo que Dios ayuntó, otro sy lo que la natura por ordenança derecha ayuntó des de Adam aca. El que peca con la muger casada faze quantos yerros te yo agora dire y quantos pecados. Primera mente yerra contra Dios y quebranta el mandamjento. Commo aquel que desata y quebranta lo que Dios ayuntó de so vno. Lo segundo que la muger casada a que faz pecar tuelle la de buena vida y de buen estado, y pone la en la mala vida y acaçurrada, y corronpe la generaçion della que non se cuenta por tan çierta generaçion commo ante era. E los fijos que della nasçieren sienpre seran denostados por la su maldat della y mete desamor entre ella y su marido. Ca ella des que mal faze contra el marido y yerro nunca tan de coraçon la amará commo ante njn se [...]4

4 El texto 49v continúa más abajo, en 51r.

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[fol. 50r] [...] purgatorio. E si njngund mal non fiziera, non aurie

pena en purgatorio e yr se ye derecha mente a parayso. Los malos fechos trahen consigo la pena y el juyzio; e las buenas obras y santas non han consigo pena njn juyzio malo, mas por ellas es el alma bien auenturada y confirmada para sienpre en la gloria de los çielos. Las maldades abaxan el alma ayuso; las bondades alçan la arriba.

Otro si, mio fijo, commo te desuso ya dixe, guardate non qujeras pecar njn auer grand afazimjento con judia njn con mora, ca la judia es muger de otra ley contraria de la tuya, e la mora es muger de otra creençia de porfia a desfazimjento y a desonrra de la tuya. E qujero te yo agora dezjr cómmo cae el pecado en cada vna dellas. Primera mente te digo assi que la judia es de generaçion y de linaje de aquellos que mataron a tu señor Ihesuxpisto; e pues que ella es de aquel linaje, menbrar te deue cómmo los judios dixeron a grandes bozes: cruçificalde, cruçificalde, y la su sangre sea derramada y esparzida sobre nos y sobre nuestros fijos. Pues que tú has nonbre xpistiano, que qujere dezjr fijo de xpistiano, non deues querer ayuntamjento con aquellos que esperesçieron la sangre de Ihesuxpisto, tu señor. Otro si non deues en afazimjento llegar el tu rrostro a la cara de la judia, que es de aquella generaçion de los que escupieron a Ihesuxpisto, tu señor, en la faz, e que le dieron en ella muchas palmadas y en la cabeça grandes feridas de auentura. E menbrar te deue de cómmo la generaçion de que la judia viene negaron a Ihesuxpisto que non era su rrey, y lo njegan oy dia. Otro si de cómmo niegan que non es aquel su rey y el que los sacó de tierra de Egipto del catiuerio en que yazian en poder del rey Faraon. Otro si njegan que Ihesuxpisto non es mesias, el que ellos esperauan, mas que avn ha de venjr, y por esta entençion corronpen todas las profeçias y las santas escripturas que dixeron los profetas y los patriarcas, diziendo que lo que ya fue que non es nada aquello que avn ha de ser. E cómmo tomaras tú, mjo fijo, sabor en la judia que es de ley y de generaçion [fol. 50v] de aquellos que fizieron desabor a nuestro señor Ihesuxpisto en dandol a beuer vinagre y fiel buelta de so vno, y quel metieron por las sus manos y por los sus pies clauos

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con que le plegaron en la cruz, y le pusieron la corona de espinas en la cabeça por escarrnjo diziendo que él era su rrey, e que le dieron la lançada por el costado derecho, por la qual lançada fue abierto el su costado y sallio por ý sangre y agua biua. Por ende non ha rrazon de tomar omne sabor en el logar ó non ay sabor njnguno njn ay rrazon por que lo deua ý auer. E qujen se menbrase de todas estas cosas todos los malos sabores olujdarie y fuyrie della, ca, si tú te echares a lo que el diablo te meterá en la voluntad, fazer te ha fazer obras por que te pierdas, ca non por que te salues. Ca esto es lo que él quiere y lo que él anda buscando, y desto le plaze quando fallar logar en que prenda la su obra. Otro sy, mjo fijo, non qujeras contar la mora por muger, mas cuenta la por bestia, ca non ha ley njnguna. Que Mahomad, el su maestro, que les dio aquella mala creençia en que ellos estan, por tal de meter más la gente en aquella mala creençia, todas aquellas cosas que la nuestra ley da por pecado y por mal vso es a ellos por saluaçion, y las que nos damos por saluaçion es a ellos por pecado. E los moros non han otra creençia si non aquel que más puede soltar la su carrne a los sabores del mundo, aquel tienen por más saluo. E esto es contra el Viejo Testamento y contra el Nueuo que fizo Ihesuxpisto. Qué te dire más, el moro non es sinon perro y la mora non es sinon commo vna perra. E qujen peca con mora por conpljr su voluntad es tanto commo si pecase con perra o con bestia, pues que ley non ha njn creençia. E cómmo cuydas tú, mjo fijo, que Dios guje la tu fazienda njn los tus fechos en el su serujçio njn guarde la tu persona de los peligros y males deste mundo quando tú le quieres fazer pesar con mugeres de otra creençia mala. El rey Salamon, que fue tan sabio omne, mugeres de otra creençia le tiraron de la su ley y le fizieron que dexase el Dios de Daujd, su padre, y, a desonrra del tenplo que fiziera él a Dios, fiziese otros tenplos de las dehesas y de los dioses de los gentiles, por la qual cosa Dios houo grand saña contra él. E commo qujer que lo non acaloñase en el

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galardon lo que prometiera a Daujd, su padre, caloñolo en Robohan [...]5

[fol. 51r] [...] sentira de la su pro njn de la su fazienda commo ante se sentie, ca la maldat en que es puesta la tira de todos buenos cuydados que ante auje, e sera tal commo diz el prouerbio: las manos en la rueca y los ojos en la puerta. E la su vida sienpre la terrna en auentura si el marido le sopiere el mal que ella faze, y sienpre la preçia el marido menos y se terrna por mal casado della. E los fijos que della oujere non los amará tanto commo deuje menbrando se de la maldat de la madre. Todo este pecado y este mal gana el que faze errar a la muger casada. Lo terçero, que el omne que esto faze yerra a si mesmo en fazer contra su xpistiano lo que non querrie que fiziesen contra él, y pasa los dos de los diez mandamjentos que Dios dio escriptos a Moysem en las tablas, el qual dize asi: ama a tu xpistiano y al que fuere llegado a ti asi commo a ti mesmo. Pues ya esto quebranta el que faze tuerto en la muger de su xpistiano. E si lo amase commo asi mesmo, non le errarie con la muger. La quarta cosa es en que yerra y peca si aquella muger, que él metio en este mal, de allj adelante viere que errare con otros suyo es el pecado doblado y la pena doblada, ca él fue el comjenço que dio ocasion a los que despues erraron. Ca si por aquel yerro que la muger faze contra su marido viene el marido a matar la, toda la culpa de la su muerte es de aquel que la metio en mal, segund la palabra que dize nuestro señor Ihesuxristo en el euangelio: guay del omne por quien viene el escandalo entre el marido y la muger. Ca por escandalo viene depues la muerte della quando la el marido mata, ca con derecho la puede matar. Ca el dia que el marido y la muger casan en la yglesia, estando en la mjsa los ynojos fincados antel altar, les ponen a amos a dos vn paño a las cuestas. El noujo tiene la cabeça descubierta y la muger cubren le la cabeça con él en semejança que de allj adelante deue ella seer subgeta del marido y obedesçer le en

5 El texto 50v continúa más abajo, en 52r.

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todo y non le fazer pesar. E por eso mandan los derechos que nunca maten la muger por njnguna cosa que encubra a su marido.

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Capitulo xxjo. De quand noble cosa es ante Dios la virginjdat

[fol. 51v]. Mio fijo, commo te dixe de prjmero, guarda te que non peques

con muger virgen. Ca yo te dixe en otro capitulo deste libro quan noble cosa es ante Dios la virginjdat. E quanto ella en si más noble es y más alta, tanto pesa a Dios más este pecado del que lo quebranta en si mesmo o en otrie, ca la muger virgen tenplo es de Dios en que él mora y en que él fuelga. E por esto puedes veer quánto Dios preçia la virginjdat de la muger. Dios non qujso que Ihesuxpisto, su fijo, nasçiese sinon de muger virgen, ca non de casada njn de viuda. E quiso que ella fuese virgen ante del conçebimjento, y virgen depues del conçebimjento; virgen quando encaesçio, y virgen despues de la nasçençia de Ihesuxpisto, su fijo; y virgen la leuó deste mundo con sigo para los çielos. Por que si ý parares mjentes, veras y conosçeras que todos los estados que Dios qujso dar a santa Maria, su madre, todos fueron en virginjdat. E por ende mucho le pesa quien santa virginjdat quebranta commo non deue. Que el omne ha pecado con la muger virgen, y la dexa depues por que faga mal su fazienda, es aquel tal commo quien abre portillo en la viña primera mente y da carrera por do entren los otros en ella para astragar la toda. E el pecado que todos los otros fazen es demandado a él doblado. E el que la muger virgen corronpe tenudo es, por tal de menguar en su pecado, de la meter en orden, o de la casar o de le dar consejo. Mas lo mejor era de primero non pecar con ella y non meter a ella con mal. E asi en mal non da Dios al omne dias en que biua para fazer malas obras, [salvo] para que las faga buenas. Más valdria al omne que pidiese a Dios merçed que le fiziese bien, que non auer le a pedir merçed que le perdone sus pecados. Commo quier que el pecador se rrepienta de sus pecados y faga emjenda dellos por lo que ha fecho, ha de penar en [...]6

6 El texto 51v continúa más arriba, en 50r.

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[fol. 52r] [...] su fijo, con Gerobohan, su serujente. Otro si para

mjentes, mjo fijo, y toma ende mjo castigo de lo que contesçio al rey don Alfonso de Castilla, el que vençio la batalla de Hubeda. Por siete años que viscó mala vida con vna judia de Toledo, dio le Dios grand llaga y grand majamjento en la batalla de Alarcos en que fue vençido, fuxó y fue mal andante él y todos los de su rregno. E los que ý mejor andança oujeron fueron aquellos que ý morieron. E por que el rey se conosçio despues a Dios y demas matol los fijos varones y houo el regno el rrey don Ferrnando, su njeto, fijo de su fija, y se rrepintio de tan mal pecado commo este que auja fecho, por el qual pecado por emjenda fizo despues el monesterio de las Huelgas de Burgos de monjas de Çistel y el espital, e Dios dio le despues buena andança contra los moros en la batalla de Hubeda. E commo qujer que ý buena andança houo, muy mejor la oujera si la desauentura de la batalla de Alarcos non le oujera contesçido primero, en la qual desauentura él cayó por el su pecado. Escripto es en las estorias antiguas que, por los pecados que fazen los rreyes, da Dios majamjento en los pueblos y en los sus vasallos, que por que ellos son cabeças de los otros. E por dar Dios a los reyes mayor majamjento, faze escarmjento en aquellos que son so ellos. Ca el rey vn omn solo es y tan ayna lo puede matar commo a otro omne, y si lo matase a vn ora pasarie el su pesar. Mas biujendo él y veyendo pesar en aquellos que son so él por el majamjento que Dios en ellos da, en esta manera se faze el su pesar doblado e non asa njn fenesçe en vn ora.

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Capitulo xxij. De quan mala cosa es la cobdiçia. Mio fijo, guarda te de la codiçia, ca dize el apostol sant Pablo

que la codiçia es rrayz de todos los males a todo omne del mundo de qual qujer estado que sea. Ca en la mala codiçia más que más a los reyes y a los enperadores, en quanto tienen mejor logar que los otros, la cobdiçia es enemjga mortal de la santidat y de la bondat. Tal es la cobdiçia en el rey commo [fol. 52v] si tomase anbas las sus manos y las metiese en el lodo; e des que las oujese bien ensuziadas, las pusiese por el rrostro y por los ojos que se ensuziase bien con ellas. Para mjentes quál paresçerie de pues el su rrostro. La cobdiçia ensuzja el alma del omne, ensuzja la santidat, ensuzia la su bondat, ensuzia los sus fechos, ensuzia los sus pensamjentos, ensuzia los sus dichos, ensuzia el su estado y ensuzia la su fama. La cobdiçia faze errar al omne en quantas cosas te yo agora dire. Fazer te ha luego lo primero perder verguença y mjedo de Dios, que por poca cobdiçia te atreueras a desollar las ymagines de Dios, de santa Maria y de los santos, tan sin verguença commo cobries vna capa a vn rrapaz. Cobdiçia te fara que rrobes los altares de las iglesias de los guarnjmentos y de los ornamentos que ý son para serujçio de Dios, tan sin mjedo commo rrobaries vna tauerrna. Cobdiçia te fara que asaques falso testimonjo a tu xpistiano por tal de auer lo suyo o por otro algo que ý cuydas ganar, y non temeras perdiçion de tu alma. Cobdiçia te fara que cobdiçies lo ageno mal y falsa mente y que fagas algund mal fecho por tal de lo auer para ti. Cobdiçia te fara que mates el señor con qujen andudieres por tal de leuar del lo que ha. Cobdiçia te fara errar mala mente contra la muger de tu señor o del tu amjgo o del tu pariente o del tu vasallo. E esta cobdiçia viene cobdiçiando tú el su buen paresçer della para ti, e él queriendo la toller cuya es y a qujen Dios la diere. Cobdiçia te fara errar que fagas moneda falsa y que tomes el menester que non es tuyo. Cobdiçia te fara errar por que falses el sello de tu señor y el sello de tu pariente o de tu amjgo o del tu vasallo. Cobdiçia te fara errar que, por poca

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cosa y por muy poco de auer, te pierdas con el señor con que visqujeres o con tu amjgo o con tu pariente o con tu vasallo. Cobdiçia te fara errar en que dexes la tu ley, por la qual ley eres saluo en que se saluaron tu padre, tu madre, tus auuelos y tu linaje donde tú vienes [fol. 53r], y que todo lo dexes por la mala creençia, la qual es perdiçion de tu alma. Cobdiçia te fara que si tú estudieres en estado de perdiçion de tu alma, que te non partas dello y lo non dexes por venjr a saluaçion. Cobdiçia te fara que vendas, por auer que te den, el castillo de tu señor o la persona de tu señor o los sus fijos o la su muger o el su amjgo. Cobdiçia te fara que te vayas con el cauallo de tu señor, y a tal ora puede contesçer que valdria más que le matases que non dexalle asi. Cobdiçia te fara que non des njn acorras con el tu cauallo al tu señor a la ora que finca de pie en fazienda o en lugar peligroso o le maten el su cauallo. A tal cobdiçia commo esta aujene queriendo el omne más escapar la su persona que non la de su señor, esto es, cobdiçiando vida más para él que para su señor. Cobdiçia te fara que mates a tu señor con yeruas enponçoñadas que le des en lo que comjere o beujere. Cobdiçia te fara que des mal juyzjo y falso. Cobdiçia te fara que tengas más con el tuerto que con el derecho. Cobdiçia te fara que seas couarde y non ardid. Cobdiçia te fara que desanpares al tu señor o al tu amjgo en lugar peligroso. Cobdiçia te fara que vendas el derecho por dineros. Cobdiçia te fara que vendas lo tuyo a muy más de por quanto vale. Cobdiçia te fara que seas vsurero. Qué te dire más. El apostol sant Pablo sopo muy bien lo que dixo, que todos los males deste mundo son rraygados en la cobdiçia, y non te pagues della, njn la quieras, njn te llegues a ella, ca si a ella te llegases non te podries guardar que te non enluxases en ella. E bien asi commo el omne que anda en la calle de pie quando es mucho lodosa, por mucho que se guarde, non se puede guardar del que se non enlode. En la cobdiçia fallarás todos los males que te he contados y otros muchos y non njngund bien. E por ende non te pagues della, njn de omne que muy rraygado sea della, njn le qujeras en tu compañja.

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Capitulo xxiij. Que fabla de la enbidia cómmo es mala en

algunos logares e buena en otros logares [fol. 53v]. Mio fijo, para mjentes qué cosa es la enbidia, y fallarás que en

la enbidia ha muchos males para aquellos que della mal vsan, y ha en ella bienes para aquellos que qujeren della vsar bien, y qujero te departir cómmo. Contar te he primero los males y desi contar te he los bienes. Non te pagues del omne que con enbidia mala que ha en si le pese del bjen que Dios y el señor faze al otro que biue con el señor, pues que es tal que lo meresçe. Mas la enbidia çiega el coraçon del enbidioso y faze le creyente que vale más que el otro, valjendo menos que él. Y por la su mala cobdiçia quiere mal al otro por que le va bien, y qujere mal al su señor por que le faze más bien que a él, ca tiene que la su maldat vale más que la bondat del otro. E con la su mala enbidia pugna de asacar falsedat al otro por tal de le fazer perder el bien y la merçed que le faze su señor, ca ha creyente que sy vna vegada le pudiese fazer perder al otro, que luego serie puesto en aquello que el otro perdiese y con tanto acabarie su enbidia. Enbidia mala faze al omne enbidioso, andando con su enbidia perder el comer, el beuer, el dormjr y andar todo traspuesto fuera de su sentido, catando malas enbidias para buscar mal a alguno otro para fazer le perder el bien que ha. La enbidia mala mete desamor entre el padre y el fijo, vn hermano con otro y vn amjgo con otro su amjgo. La buena enbidia es quando vn omne vee fazer bien a otro, toma ende enbidia queriendo le semejar en fazer bien y en ser tal commo él o mejor sy pudiese. Buena enbidia es quando el omne vee a otro bien vestido o que ande bien guarnjdo o bien gujsado de aquellas cosas que ha menester, de pugnar en semejar le y auer enbidia para querer remediar asi commo lo aquel faze. Buena enbidia es quando omne vee vn omne que sea buen partidor de lo que ha en punar en semejar le. Otro si al que vee que guaresçe bien en lo que [fol. 54r] ha a auer enbidia en tomar tal vida commo aquella para si y saber se mantener en ella asi commo el otro lo faze. Otro si buena

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enbidia es quando omne vee al otro que sea buen xpistiano y de buena anjma en punar en semejable y pagar se del. Otro si buena enbidia es quando vn omne vee a otro omne entendido, bien rrazonado y de buena palabra en punar de semejar le y ser tal commo él. Otro si buena enbidia es quando omne vee a otro omne ser bien cabido entre los omnes buenos en pugnar de ser tal commo ellos. Otro sy buena enbidia es quando el omne fidalgo, que bueno qujere ser, muere faziendo lo mejor en serujçio de Dios y de su señor; el otro fidalgo, que bueno qujere ser, deue auer enbidia de aquella buena muerte que aquel otro tomó y deue la querer para sise y rogar a Dios que le traya a estado que acabe su tienpo en otra tal. Otro sy buena enbidia es quando vn omne faze vn fecho bueno y muy señalado por el qual escapa la persona de su señor o la su heredat o el su castillo; el buen enbidioso deue tomar enbidia de tomar manera y carrera por que faga otra tal. E qué te dire más. El buen señor fara los buenos enbidiosos, e el mal señor fara los malos enbidiosos, o los toldrá de su mala enbidia, o los torrnará a la buena pagando se de los buenos y estrañando, desechando y alongando de si a los malos.

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Capitulo xxiiijo. De qué mala cosa es el omne sospechoso. Mio fijo, vna de las malas cosas que en este mundo asi es el

omne que es sospechoso, ca sospecha mete mal entre el padre e el fijo, entre el marido y la muger, entre el hermano y el hermano, e el hermano con el pariente, el pariente con el pariente, e el vasallo con el amjgo. En poca de ora se pierden todas las cosas bien ganadas por vna poca de mala sospecha, e el omne sospechoso pierde los amigos y el su coraçon nunca está folgado. E asi lo dize el rey Salamon: que el omne sospechoso non ha folgura en si njn la han los sus amjgos con él. E [fol. 54v] el que es sospechoso siempre cuyda que todos andan fablando en su mal y que todos rrien y fazen escarrnjo del su mal. Non deues presumjr mal de tu xpistiano, a menos de seer ende bien çierto o aujendo lo prouado. Sy te alguno dixere mal de otro, para mjentes en tres cosas y non errarás. La primera qué es aquello que te dize y sobre qué razon. La segunda qujén es aquel que lo dize. La terçera quál es aquel que te lo dize, y asi caeras en saber la verdat. La grand sospecha amata las buenas obras y abiua y ençiende las malas. Tal es el omne sospechoso en la casa del grand señor ó anda commo la candela ençendida metida so la paja. E el omne sospechoso tira el coraçon de las obras de Dios y metel en cuydado malo, y por eso le aborresçe Dios y los omnes que le conosçen.

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Capitulo xxv. Cómmo se non deue omne pagar del omne que es

mesturero. Mio fijo, non te pagues njn qujeras en tu conpañja omne

mesturero, njn dezidor, njn asacador de mal, ca todo aquel que es mesturero por fuerça ha de seer dezjdor y asacador de todo mal. E tal omne commo este nunca se parte de la oreja del señor con qujen anda diziendo le mal de cada vno, y asacando y diziendo mal con sofismos malos que ha en si. E non le abonda de fazer esto con el señor, mas entre los otros que andan en la su casa anda dizjendo mal, fablando y metiendo discordia y mal entre ellos, por tal que ayan desabenençia y mal querençia entre si. E a cada vno de aquellos con qujen él fabla se mete por desengañador de la su fazienda, y por su consejo, por sus palabras afeytadas, dando le a entender que lo que él dize que lo dize syntiendo se mucho de la su fazienda y de su daño, y que le qujere desengañar de lo que sabe commo a su amjgo. E mayor maestria faze y mayor mal que antes que diga alguna cosa a aquel a que se demuestra por amjgo, en ante toma del la jura o el omenaje que le tenga poridat de aquello que él qujere dezjr; e des que el otro gelo ha fecho, mete mano a dezjr le todo aquel mal con que anda. E esto faze por tal que la maldat que él dize que non venga a afruenta [fol. 55r] njn a prueua de verdat, mas qujere que por la su palabra sea creydo lo que él diz que es asi çierto, y que el coraçon de aquel a quien lo dize finque de allj adelante rraygado en creer que aquella es la verdat. Y el comjenço de las sus palabras tal es: sy me mesturares desto que yo digo de tu pro asi commo lo omne deue dezir a su amjgo, a mj jugarás muy mal en ello, mas el mayor daño tuyo sera, ca yo o otro alguno guardar nos hemos de allj adelante en non te dezir cosa que sepamos de tu daño y por que fagas tu pro. E esto dize él por tal de meter mjedo a aquel a qujen lo dize y por raygar el su coraçon en aquella creençia de creer que es asi. E so esta llaue qujere ençerrar toda su maldat.

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Mio fijo, guarda te de tal omne commo este, que lo non qujeras

llegar a ti, njn ande en la tu conpanja, njn aya vida en tu casa, ca si ý andudiese daño serie para ti y para los que contigo andudiesen. Tal omne commo este, tal es a la oreja del rey commo el alano carnjçero que va colgado a la oreja de la vaca. E quanto más tal omne commo este vsa afazjmjento con el rey, es desrrefazimjento y despreçiamjento de su persona y de su estado, y mete mal querençia entre él y otros muchos que se han a temer del por la maldat de aquel que en esto anda.

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Capitulo xxvj. De cómmo omne deue comedir la palabra ante

que la diga. Mio fijo, para mjentes, y comjde mucho sobre ello, la palabra

que dixeres ante que la digas. Ca tal es la palabra del omne, des que sale por la boca, commo la saeta de que sale de la ballesta, que non la puede njnguno torrnar fasta que llega allj do ha de ferir. E la palabra, si primero non es bien acatada ante que se diga, despues que es dicha conujene que llegue y fiera a aquel contra qujen se dize. Por eso dixo vn sabio que cobdiçiaua más auer pescueço de grua que otra cosa. E los que gelo oyeron demandaron le por qué lo dizie. E él dixo les que la grua era el aue del mundo que más luengo pescueço auje y que auje en él muchos nudos por ó se doblaua el pescueço, que [fol. 55v] lo primero por la grand longura; lo segundo por los nudos que si tal pescueço oujese que antes que la palabra que quiere dezir llegase por la lengua al pico y pasase aquellos nudos, que ante aurie comedido en su coraçon sy dirie aquella palabra o non. E en el pescueço del omne non se puede tan bien guardar por que del coraçon a la lengua ha pequeño espaçio. E como qujer que pequeño sea este espaçio en si se, muy mejor se faze quando el coraçon está ençendido con saña, ca dixeron los sabios que los ojos son mandaderos del coraçon, e la lengua es su estrumente commo quien demuestra lo que quiere. Con la tu palabra puedes acabar vn tan grand fecho, que si lo ouieses a fazer por auer costar te hie muy grand algo a demas. Por la tu palabra puedes perder tú vn tan grand fecho que te costarie muy grand algo en auer lo a mejorar depues. Por la tu palabra te puedes ganar con tu señor o te puedes perder con él. Non qujeras ser con tu palabra enemjgo del señor con que andudieres. Con su palabra se puede el señor ganar con su vasallo o se puede con ella por él perder. Con tu palabra te ganarás con tus amjgos o te perderas con ellos; con tu palabra te ganarás con la muger con que eres casado o te perderas con ella, y eso mjsmo ella contigo; e eso mjsmo con tus fijos y ellos contigo. Por tu palabra

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tollerás la enemjstad de ti o te meterás nueua mente en omezillo. Por tu palabra diras buen preçio al tu xpistiano o le meteras en mal preçio, asacandol falso testimonjo que es vno de los mas mortales pecados que en el mundo ha. Por tu palabra faras a vn omne auer consejo o gelo faras perder. Con la tu palabra daras testimonjo de vn omne por que le escaparás de muerte o por que le faras matar. Non quieras de tu palabra manzellar al omne que andudiere contigo.

E toma enxenplo de lo que contesçio a vn omne con vn leon que andaua con él y lo criara de pequeño [enxenplo del omne y del leon]. Acaesçio vn dia, por saña que houo aquel omne contra el leon, dio le con su espada en la cabeça, y, en dandol, dixo esta palabra: mala bestia eres y muy enponçoñada, y mal te huele el fuelgo de la boca. E el leon partio se [fol. 56r] del, fuese su via y andido por los montes fasta que fue guarido de la espadada. E vn dia acaesçio que se falló con aquel omne, y el leon oujera le a matar si non que le dixo: dexo te agora por que me crieste. E el omne le rrespondio: amjgo, non fagamos asy; torrnemos nos a beujr de so vno commo de primero fezjmos. E el leon le rrespondio: ya non es tienpo de nunca tornar a esa vida; para mjentes a la espadada que me diste en la cabeça, yo sano so della, mas non so sano de la ferida que me diste con tu palabra quando me denostaste; e ten por çierto que cada que aquella palabra se me mjenbrase, non te podria ver njn amar derecha mente asi commo en ante fazia; por ende ve te a buena ventura y non ayas más que adobar comigo njn yo contigo.

Por ende, mjo fijo, para mjentes y comjde bien y piensa mucho sobre la palabra que dixeres ante que vengas a dezir la, ca des que la dixeres non se puede torrnar por que heredarás tú al omne y lo [amarás] muy bien y le daras grand algo de tu auer, si todo aquello quisieres tú perder por tu palabra mal dicha que digas contra él. Más valdria que de primero non le oujeses fecho njngund bien que fazer lo y perder lo. La boca del rey y del grand señor mucho se deue guardar que non diga palabra sobejana, njn vana, njn loca, njn soberujosa, njn desapuesta, njn caçurra, njn lixosa. En las palabra que oujeres a dezir, mete mjentes en ante que las digas en quantas

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cosas te agora dire, y asi non errarás en ellas. Lo primero, qujén eres tú que las dizes, de qué logar eres o en quál logar estás de honrra. Lo segundo, quál es el fecho sobre que vienes a dezir aquellas palabras, y que digas palabras que pertenescan y contienen con aquello y non a otra cosa. Lo terçero, qujén es aquella persona a que las dizes o contra qujen las dizes. Lo quarto, qué logar es aquel do las estas diziendo o ante quáles. Lo quinto, que las tus palabras sean asosegadas y ordenadas en aquello te demostrarás por buen sesudo, ca dizen los sabios que en tres cosas paresçe el omne que ha el seso perdido: la primera que las sus palabras son vanas y desuariadas, que non continuan las vnas con las otras [fol. 56v]; la segunda cosa si es el andar, e para mjentes a los locos y veras que en el continente de su andar paresçe la su locura; la terçera cosa si se demuestra por las obras locas y malas que faze. Sy tú qujeres dezir bien y ordenada mente las tus palabras, guarda te mjentra las dixeres que non pongas tu coraçon en otro cuydado, ca, si al cuydases, fazer te hia errar lo que oujeses a dezir. La palabra es grande7 a semejança de esturmente que Dios dio al omne con que demostrase aquello que qujsiese dezir a su pro. E asi commo es prouechosa quando se faze commo deue y ó deue, asi es dañosa quando se faze commo non deue y ó non deue. E por eso se deue mucho catar que non yerre.

7 “Gracia” en el ms. 6603 de la BN.

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Capitulo xxvij. Qué cosas non puede omne ganar por padre njn

por madre si non es de Dios. Mio fijo, tres cosas son que omne deste mundo non puede auer

njn ganar njn heredar por padre njn por madre njn por otro si de Dios non las ha, las quales son estas. Primera mente fermosura, sanjdat y seer escorrecho en el su cuerpo. La segunda es buena ventura y auer buenas andanças. La terçera seer sesudo y entendido. Dios, que es criador y fazedor del alma del omne, por la qual fechura es el omne fijo de Dios, le da que herede del estas tres cosas y non del padre corporal, njn de la madre, njn de los parientes, njn de los amjgos, njn son estas tres cosas tales que se puedan conprar por auer que el omne dé por ellas. E lo que tú heredares del tu padre temporal y de la tu madre son estas cosas. Primera mente generaçion de linaje de que vienes, ca fuyste nasçido de su linaje. La segunda buena criança que faran en ti. La terçera buenas costunbres y buenas man[er]as que te demostrarán. La quarta grand amor que te auran. La qujnta grand rriqueza que buscarán y ganarán para ti. La sesta buen casamjento que te daran y con que te ayuntarán. La setena merçed de buen señor en que te meteran y ganarán. La octaua buenos amjgos que te daran. La mouena la [fol. 57r] su heredat que te dexarán de que te faran heredero suyo. Pues para mjentes en estas nueue cosas, y veras quánto valen más aquestas tres que non todas estas nueue. Ca asi commo Dios, tu padre, vale muy más que el otro tu padre temporal, asi la tu alma vale muy más que non el tu cuerpo, asi los dones de Dios valen más que otros. E conosçiendo los sus dones que te él da, conosçerás a él; y, conosçiendo a él, conosçerás a ti mesmo que lo rresçibes del. E conosçiendo a ti mesmo, conosçerás el estado en que estás y saber lo has guardar. E conosçiendo el tu estado, conosçerás a lo que has de venjr. Guardar te has de non caer en yerro y, guardando te de yerro, non caeras en perdiçion. E aujendo aquellas tres cosas, auras por ellas todas las otras. E si todas las otras oujeses y non estas tres, por mengua destas perderies todas las otras.

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Capitulo xxviijo. Cómmo deue omne meter mjentes a qué omne

descubre su poridat. Mio fijo, mete mjentes y guarda te a qué omne dizes o

descubres tu poridat. E para seer bien guardado desto ha menester que de primero metas mjentes en dos cosas. La primera en quál es la poridat en si se o quál mal te puede venjr della si fuese descobierta. La segunda cosa quál es el omne a qujen la qujeres dezir, cómmo es ya prouado en otras porjdades y cómmo te ama derecha mente en el su coraçon. Ca si te amare, guardar te ha y non te descobrirá de aquello de que te podrie venjr daño si dello fueses descobierto. Mjentra la poridat toujeres guardada en ti y la non andodieres senbrando en otras partes, seras tú señor de la poridat y non te verrna daño della. E des que la oujeres descobierta, sera la poridat señora de ti, e tú syenpre estaras a sospecha que te verrna mal della. Tres son aquellos que te yo agora dire a que cae descobrir poridat sin mal estança de si, y que en descobrir la fazen lo que deuen; e, si la non descobriesen, menguarien y errarien mucho en si se mesmos, los quales tres son estos. El primero, el que qujere ser vasallo leal y verdadero [fol. 57v] a su señor non le deue tener poridat encubierta que tenga al su señor de que daño o mal o perdida o deseredamjento y muerte le pudiese venjr. E poridat, que en estas cosas tenga, non gela deue encobrir de la mañana a la noche njn de la noche a la mañana por el peligro y por el mal que ý podrie contesçer. El segundo es si el fijo sabe mal o muerte de su madre8, derecho faze de gelo dezjr y de le guardar de aquel mal, saluo ende contra su señor. Ca todo es al fijo de poner el su cuerpo y la su alma por saluar a su padre cuya fechura es de mal y de muerte, segund la palabra que dixo Ihesuxpisto en el euangelio: mayor amor non puede auer omne njnguno a otro que en poner la su alma por él. Pues quando el fijo es dado de poner el su cuerpo y la su alma por saluar a su padre, dado le

8 “Padre” en otros ms.

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es de le descobrir y de le guardar de mal quando lo sopiere en çierto toda via guardando a su señor. Lo terçero es la muger del marido, que la muger, que leal y buena quiere ser, a su marido dezir le deue toda cosa que sepa de su daño y de su mal. E asi commo es tenuda de fazer esto por que son dos ayuntados en vna carrne, bien asi es tenuda de le encobrir y de le non mesturar de toda maldat que el marido diga o faga. E los rreyes auemos de derecho, segund los fueros, que por mal que el marido faga, en que la muger sea en consejo y le ayude a ello o gelo encubra, que non deuemos fazer njngund mal a la muger por ello. E si ella descubriese o acusase al marido, deuen la matar por ello segund derecho. Non es omne señor de si mesmo el que non sabe guardar la poridat commo sabra guardar en el su estomago mucho pan, mucho vyno y mucha carrne que ý metas a vna yantar. Pues commo aquello sabes guardar en tu cuerpo, guarda ý vna poridat que muy menos enbargo te fara en que aquella vianda que has comjda. Si tú quieres guardar bien la tu poridat, olujdala de tu coraçon y guarda la en el çelebro de la tu cabeça para quando la oujeres menester en la camara que es llamada retenençia, ó se rretienen las cosas de vn tienpo [...]9

[fol. 58r] [...] se despagó Dios de los crueles y de los sus fechos. Por crueldat mataron a los santos y a las santas los enperadores, los reyes y los adelantados que gelo mandaron fazer. Por piadat, con grand pasçiençia, lo sofrieron los santos y las santas por amor de Ihesuxpisto. E en esta gujsa vençio la piadat, que Dios ouo de los santos por lo que sufrieron por él, a la crueldat de los que aquellos males les fazien. La piadat sube coronada en corona de oro y de piedras preçiosas a los çielos. La crueldat desçende ayuso y mete se por la tierra a los abismos e ý peresçe con todas sus obras.

9 El texto 57 v continúa más abajo, en 59r, p. 115.

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Capitulo xxx. Que quan noble cosa es la pasçiençia. Mio fijo, mete mjentes quan buena cosa es la pasçiençia, y en

pasçiençia pasó nuestro señor Ihesuxpisto toda la su vida en este mundo, e en pasçiençia nasçio. Ca fallaras en las estorias que ante de su nasçençia njn despues nunca tan grand paz houo en el mundo commo al tienpo que él nasçio, que vn omne non leuaua arma contra otro. E por eso dixo Ysayas, el profeta, fablando de aquella grand paz que auje a seer en la su nasçençia, que asi serie grande y firme que el lobo y la oueja comerien y beuerien de so vno y non se farien mal el vno al otro. E con grand pasçiençia lo pario santa Maria, su madre, sin dolor y sin corronpimjento de si mesma y sin todo mal. E con grand pasçiençia lo tomó des que fue nasçido, le enbolujo en su almajar y le puso en el pesebre con el buey y el asno. Con grand pasçiençia fuxó con él para Egipto con mjedo del rey Herodes quando mandó matar los ynoçentes. Con grand pasçiençia lo crio depues santa Maria, su madre. Con grand pasçiençia, andando él pedricando por las tierras, escojó él los apostoles por sus disçipulos. Con grand pasçiençia sufrio él muchos pesares, muchos escarrnjos y muchos agraujamjentos que le fazian en disputaçiones y en trauar le en las obras de los mjraglos que fazie [a] los judios y los gentiles. Por pasçiençia se non qujso él defender quando lo prendieron. Por pasçiençia paró él las sus maxillas en que le feriesen a palmadas, segund que dixera el profeta Daujd: di las mjs maxillas a los feridores en que me feriesen. Por pasçiençia [...]10

[fol. 59r]11 para otro por que non caya en olujdo, ca si la poridat traxieres mucho en tu coraçon a pensar en ella, maraujlla podra ser si la podieres guardar que la non ayas a descobrir. Non ayas parçeria con otri en la poridat que qujsieres guardar. Tal poridat podras tú descobrir por que confonderás y echarás en mal logar la fazienda de

10 Este párrafo dedicado a la paciencia continúa más abajo, en 60r (p. 117). Falta, no obstante, un fragmento relativo a la vida de Jesucristo 11 Continuación del cap. XXVIII, p. 114.

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tu señor y la tuya mesma. Tal cosa faras perder a tu señor por descobrimjento de poridat, que nunca despues la podra cobrar, njn tú non gela faras cobrar por poder njn por sabidoria que tú ayas. Mas val dezjr mentyra tenjendo poridat, que dezir verdat descobriendo la poridat. E qujen mucho quiere fablar non se puede guardar que non aya de errar a las vegadas. E diziendo mucho de su palabra aura a descobrir alguna cosa de aquella poridat que sabe. El que sabe vna grand poridat y se non guarda de enbeudar enbeudandol leuaran del la poridat que sabe, que quando torrna en su acuerdo finca por mal andante de la poridat que perdio. E commo qujer que a todo tienpo te guardes de mucho beuer, guarda te muy más ende quando fueres en mandaderia de tu señor, por que non digas más de lo que te mandaron que dixeses, njn prometas más de lo que te mandaron prometer, njn descubras lo que te mandaron tener en poridat. El omne beodo denuesta a si y denuesta a todo su linaje, y denuesta al señor que le enbia con su mandado, y da testimonjo de mala crjança que fizo su madre12 en él al tienpo que le deujera castigar. Non metas el cuchillo en la mano del omne loco o del beodo que nunca fara con él si non mal. Non quieras auer palabras de solaz con omne loco, ca syenpre te dira y te desengañará de lo peor y de lo que más te pesará en el tu coraçon. Non ayas palabras con el omne beodo, ca mouer se ha a auer baraja contigo, non sabiendo lo que dize, y venjr te ha ende pesar. Non demandes seso en el omne loco, ca, si lo fezjeses, más loco series tú que lo demandas que aquel a qui lo demandas. Non qujeras omne loco auer en tu conpañja njn mala muger en tu casa. Tal es la mala muger entre las buenas commo los [fol. 59v] cardos que nasçen entre las rrosas. Tal es la buena muger entre las malas commo el buen paño de seda sobre que echan el azeyte. Non ayuntes el buen omne con el malo, ca non es xugo que pertenesca para en vno. El rrastro que faze el buen omne por ó ua confonde lo el malo quando va en pos él. Mucho biue más el mal omne que non el bueno,

12 “Padre” en los ms. BN 6603 y 3995.

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por que el malo aborresçe lo Dios y non se paga de, e el bueno pagase del y llieualo de la vida deste mundo para si.

Capitulo xxix. Qué cosa es piedat y quántos bienes nasçen della. Mio fijo, la piadat es graçia señalada que Dios pone en el alma

del omne, ca la piadat que el alma toma de si mjsma conosçe a Dios que es su criador y su fazedor. El alma que es enduresçida y que toma en si crueldat aquella es desconosçida a Dios. Por piadat faze el omne aljmosna por su alma. Por piadat se duele omne del mal de su xpistiano. Por piadat cria omne los huerfanos que non han padre njn madre. Por piadat conseja omne bien los desaconsejados. Por piadat ayuda omne y anpara las biudas. Por piadat acorre omne a los lazdrados. Por piadat saca omne de catiuo los que yazen en catiuerio. Por piadat tiene omne la boz de los lazrados. Por piadat fazen los omnes espitales para los pobres. Por piadat da omne consejo a la muger virgen ante que faga mal de su fazienda. Por piadat saca omne de la carçel a los que son judgados para muerte. Por piadat parte omne lo que ha con aquellos que lo non han. Por piadat que el omne toma de si dexa la vida de los estados deste mundo, las rriquezas y los viçios que ha, y toma otra vida más estrecha y más aspera. Por piadat faze omne testamento y enderesça fazienda de su alma, doliendo se y aujendo piadat della ante que se parta de su cuerpo. Qué te dire más, todas las buenas obras deste mundo y para el otro, para el alma y para la carrne, todas nasçen de piadat. El omne que non es piadoso es llamado cruel, y en el cruel ha muchos males, e es cosa que aborresçe Dios mucho. Para mjentes en todas las estorias que fueron des que el mundo fue fecho aca y fallaras en ellas que mucho [...]13

[fol. 60r] [...]14 grand pasçiençia se menbró y se dolio de la vida que en este mundo fazie la bien auenturada virgen santa Maria, su madre, y la leuó en cuerpo y en el alma para la su gloria del regno de

13 El texto 59v continúa más arriba, en 58r. 14 Continuación del cap. XXX, p. 115.

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los çielos, ó ella biue y regna sobre los angeles con él de so vno por sienpre jamas. Con pasçiençia sufrieron los apostoles muchos tormentos y muchos martirios y a la çima passiones de muertes en que murieron por el su nonbre. Con pasçiençia sufrieron esto mjsmo los martires y las virgines que venjeron despues dellos. Por pasçiençia dexaron las riquezas y los viçios deste mundo y se metieron a sofrir los martirios. Por pasçiençia desanpararon los santos confessores quanto en este mundo aujen y esperauan auer, y se tornaron a vidas fuertes y asperas en las quales perseueraron toda su vida fasta la muerte. E estas vidas fueron eguales de martirios por el nonbre de Ihesuxpisto, su señor. E qué te dire más, toda la nuestra ley de los xpistianos, la vida de Ihesuxpisto y de santa Maria, su madre, y las vidas de los santos, toda fue fundada sobre tres pilares, los quales son estos: el primero pilar de justiçia; el segundo de pasçiençia; el terçero de mjsericordia. La mjsericordia es hermana de la pasçiençia, e depues te fablaré della más. Fermosa cosa es y mucho paresçe bien en el grand omne auer en si pasçiençia. E el omne, que da pasçiençia a las cosas en su coraçon, aluenga los dias de la su vida. E el que da quexa a su coraçon encorta la su vida. La pasçiençia cae bien del mayor al menor y del egual a su egual; mas non la puede auer el menor al mayor, ca si el menor sufre al mayor que si por non perder, por el señorio y por el poderio que el otro ha sobre él es, ca non por pasçiençia. Non demandes la pasçiençia en el que la non ha, njn te eches a mjsericordia del que la non ha en si, njn te asegures de estar en la casa do non ha mesura. Dos enemjgos contrarios ha la pasçiençia: el vno es la saña, la otra es la quexa del coraçon. E asi commo en la pasçiençia ha folgura, a lo contrario desto, en la quexa, ha estrechamjuento del coraçon y [fol. 60v] de los spiritus de la vida y arrebatamjento de los fechos. Ninguna cosa que se faga arrebatada mente non se faze bien, njn es duradera, njn puede auer buena çima. Por eso dixo el rey Salamon: faz lo que fizieres con consejo y non te arrepentiras dello. Todos los fechos que se fazen por grand consejo y bueno son a semejança del arbol que ha fuertes rrayzes, que derribar el grand viento non lo puede. Todos los fechos

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que se fazen sin grand consejo y bueno son a semejança de la cañauera que non ha rrayzes, a que derriba luego en tierra pequeño viento quel dé y depues non se puede leuantar. Las buenas cosas y duraderas son aquellas que de primero non paresçen tan bien, e cada dia adelante paresçen mejor. Las malas cosas que non duran son aquellas que de primero paresçen fermosas, e cada dia paresçen despues más feas y van menguando, se desfazen y torrnan a nada. Commo qujer que tú ayas grand esperança en Dios por que te ayude, faz tú obras por que te él ayude. Commo quier que él muy poderoso sea, quiere que el omne le ayude, ca non te fara Dios nasçer trigo en la tu era si tú non lo senbrares. Más derecho es que andes tú en pos Dios, que ande él en pos de ti. Si tú en pos él andudieres, las tus buenas obras te ayudaran con él. Qujen demanda a Dios commo deue, conujene que le falle, e el que le falla, o en sj mesmo o en la su fazienda, paresçe que lo falló.

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Capitulo xxxjo. De quan noble cosa es la mjsericordia. Mio fijo, para mjentes quan noble cosa y quan maraujllosa Dios

fizo en la mjsericordia. E por eso dixo Daujd, el profeta: de la mjsericordia del señor es llena la tierra. Por mjsericordia Dios, que es señor sobre todo, crio el çielo, la tierra, la mar y todas las cosas que ý son. Por mjsericordia de Djos padre quiso con Ihesuxpisto, su fijo, visitar el linaje de los omnes que eran perdidos por el pecado de nuestro padre Adam. Por mjsericordia de Dios qujso dar galardon a santa Maria, su madre, de la su bondat y fazer la su madre y poner la sobre todos los angeles. Por mjsericordia de Dios qujso dar al mundo a Ihesuxpisto, su fijo, por tal que fuese puesto en cruz, por que nos fuesemos saluos de la perdiçion en que eramos. Por la mjsericordia de Dios qujso visitar a los que yazien en el jnfierno y sacolos dende. Por mjsericordia [fol. 61r] de Dios, estando en la cruz, perdonó al ladron que estaua a la diestra parte, e otro si perdonó a Longinos que le dio la lançada. Por mjsericordia de Dios perdonó a sant Pedro, el apostol, los tres negamjentos que le fizo. Por mjsericordia de Dios perdonó a santa Maria Magdalena quantos pecados y quantas maldades auja fechos, y a otros muchos pecadores y errados que se arrepentieron y se torrnaron a él con puros coraçones. E por eso cuenta en el euangelio, en que fabla en esto de santa Maria Magdalena, que diz que Ihesuxpisto vino folgar a casa de vn fariseo de los judios que le conbidara, que auje nonbre Simon. Estando él allj, vyno a desora a Ihesuxpisto Maria la Magdalena, que era en aquel tienpo muger muy pecador, y echose le a los pies y todos gelos mojó llorando con lagrimas sobre ellos, y en esa ora tomó los sus cabellos y aljnpio le los pies con ellos, pidiendo le merçed que la perdonase de los sus pecados que auje fechos. Y metio mano a vn vnguento muy preçiado que traya de muy buen olor, que toda la casa fue llena de aquel olor bueno, y vntó los pies a Ihesuxpisto su maestro y su señor con ello. E aquel fariseo, cuya era la casa, quando vio lo que aquella muger pecador fazie a Ihesuxpisto, que le tenjen

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por verdadero profeta, en cómmo se ella osaua llegar a él, començó a rreprender en el entre sise en su coraçon. E commo qujer que lo non dixese por la boca, estrañaualo en su coraçon. E Ihesuxpisto, que todas las cosas sabe, entendio muy bien aquello con que él estaua, e dixol asi: Simon, a ti tengo de dezjr vna cosa. Y él le dixo: maestro, di lo que quisieres. E Ihesuxpisto le dixo: dos debdores eran que deujan a vn omne algo, el vno le deuje çient marcos de plata e el otro le deuje trezjentos marcos; veno aquel tienpo a que se auje de pagar aquella debda, e aquellos debdores non tenjen de qué pagar la debda, pues non tenjan de qué gela pagasen; y vio la quexa en que ellos estauan y quito les la debda; a quál destos fizo mayor mjsericordia. Respondio Simon: a aquel a quien qujtó la mayor debda ó a qual fizo mayor amor. Dixo Ihesuxpisto: derecho judgueste; esta muger, que tú vees que me fizo esta obra, yaze [fol. 61v] en grand debda a mjo padre y a mj de muchos pecados que fizo, e ella non tiene njn puede fazer emjenda dello sj non asi commo tú vees, llorando y rrepentiendo se de lo que fizo y pidiendo merçed a mj padre y a mj que la perdonemos; mas quanto más la perdonaremos más tenuda es de nos lo conosçer. Y dixo Ihesuxpisto a santa Maria Magdalena: muger, vete en paz e non peques de aqui adelante; la tu grand fe te fizo salua.

Otro si, mjo fijo, para mjentes en el euangelio del dia de Pascua, y veras de cómmo dize en él que quando aquel dia del domjngo en la grand mañana el sol salido, que vyno Maria Magdalena, Maria Jacobi y Maria Salome al logar del huerto, ó era el monumento en que metieran a Ihesuxpisto, con sus vnguentos para vngir le, e yuan dizjendo: qujén nos ayudará a rreboluer la piedra con que está çerrado el monumento. E entrando en el lugar en que estaua el monumento, fallaron la piedra del monumento entorrnada, la qual era muy grande, e vieron vn angel en semejança de mançebo vestido de blanco que seye sobrel monumento a la diestra parte, y oujeron ellas muy grand espanto. E el angel les dixo: non ayades mjedo, Ihesu Nazarenu que vos demandades, que fue cruçificado, rresuçitó y non es aquj, y fe aqui el lugar do lo pusieron; mas yd vos y dezjd lo a

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sus disçipulos y a Pedro que los falló en Galilea él; e allj lo veredes asi commo vos él dixo. Tú deues saber aqui, sobre este logar, que aquellas palabras que el angel dixo a las tres Marias fueron palabras que nuestro señor mandó dezir al angel, bien commo fueron las que dixo el angel Gabriel en la saludaçion a santa Maria. E por que Ihesuxpisto sabia muy bien que sant Pedro errara contra él en negar le tres vezes, del qual negamjento fincara sant Pedro muy triste y muy quebrantado en su coraçon, y con grand rrepentimjento commo aquel que esperaua en non seer perdido si él desesperara commo desesperara Judas con el grand pesar que ende houo, mas guardo lo la palabra de mjsericordia que le dixo Ihesuxpisto que le auje de negar tres vezes, e depues que se arrepintiria, e quando se arrepintiese que non desfallesçiese [fol. 62r] la su fe y confirmase a sus hermanos. E por eso dixo el angel a las tres Marias lo que vos yo digo: yd y dezildo a sus disçipulos, y señalada mente a Pedro, commo qujen diz a Pedro que erró y que se tiene por muy culpado en su coraçon. E por la mjsericordia de Dios, que le qujso perdonar, le nonbró entre todos los otros, ca los otros nonbró en general por disçipulos y a él por su nonbre propio de Pedro. E el pecador que de sus pecados se siente, se rrepiente y demanda la mjsericordia de Dios que le perdone si la qujere auer, ha menester que faga quatro cosas: la primera rrepentimjento de puro coraçon; la segunda dezir por su boca los males y los pecados en que está y ha fechos; la terçera llorar por los sus ojos lagrimas de agua biua, con la qual laua la manzilla del pesar que tomó Dios de los pecados que éste fizo; la quarta cosa que ponga firmeza en su coraçon y dé ljnpia voluntad de nunca torrnar a aquellos pecados. E el pecador que esto faze es bien andante. E tal commo este acorre Dios con la su mjsericordia y enbia sobre él la su graçia, segund que dixeron los santos y los sabios, que Dios quando en si mesmo y en seer Dios non ha pesar njn plazer; pero, segund que fallamos en la estoria del Viejo Testamento y del Nueuo y todos se acuerdan en esto de so vno, que mucho pesa a Dios quando las almas de los omnes yerran en pecar contra él y se le desconosçen, ca son su fechura y él es crjador y fazedor dellas. E

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mucho le plaze quando se conosçen a él y quando se guarrdan de le non errar, e quando se rrepienten que qujeren torrnar del mal estado al bueno. E por eso dixo Ihesuxpisto en el euangelio: non vine yo llamar los justos, mas los pecadores a penjtençia. Los justos y los santos non los ha por que llamar Dios a ssi sse, ca suyos son y non se parten del. Mas los pecadores y los errados son aquellos que dexan sus carreras buenas por las malas, dexan la grey de Dios y dexan a Dios, que es su pastor, y torrnan se de la ley del diablo y toman al diablo por su pastor. De tales [fol. 62v] commo estos toma Dios grand pesar. E commo qujer que el pesar sea muy grande, muy mayor es el plazer quando alguno dellos se torrnan a saluaçion, segund la palabra que dixo Ihesuxristo en el euangelio, ó dize: mayor gozo es en los çielos ante la faz de Dios quando se salua el alma de vn pecador que con las almas de çient justos. Por la grand mjsericordia que es en Dios abaxa la su oreja a oyr lo que le pide el mesqujno del pecador por merçed. E a semejança desto deuen los rreyes, los enperadores, prinçipes y grandes señores, que tienen el logar de Dios, abaxar las sus orejas a oyr la merçed y la mjsericordia que les demandan los cuytados que lo han menester. Para mjentes en la palabra que Ihesuxpisto dize en el euangelio: bien auenturados son los que han en si mjsericordia, ca estos alcançarán y fallarán mjsericordia cada que la oujeren menester. Otro si para mjentes a la palabra que es escripta, que dize asi: señor Dios, non te demando njn te pido por merçed que ayas comjgo juyzio mas mjsericordia. E Daujd, el profeta, dixo: non entres en juyzio con el tu sieruo, señor, mas toma mjsericordia del. Por mjsericordia de Dios da él los frutos en la tierra a sus tienpos y los guarda que se non dañen. Por la mjsericordia de Dios demuestran santa Maria, su madre, y los otros santos en las iglesias de los sus nonbres muchos mjraglos, por los quales sacan los malos spiritus de los cuerpos de los omnes, guaresçen todas las otras enfermedades y rresuçitan los muertos. Por la mjsericordia de Dios sufre él que el omne pecador biua vn dia sobre tierra. E esto faze Dios por tal de lo tirar del mal y torrnar lo al bien. E por eso non qujere a desora menguar él la vida. Por

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mjsericordia de Dios veemos cada dia que omnes muy pecadores y de muy mala vida torrnan los a fazer muy buena vida y dexa los que acaben bien su tienpo y mueren en saluaçion. Por mjsericordia de Dios veemos que del pobre faze rrico quando él qujere. Qué te dire más, la mjsericordia es fija de Dios y por ella se llega el omne al amor de Dios. Mucho cae al grand omne auer mjsericordia del pequeño que la demanda y la ha menester. Fermoso almajar de seda con oro es para la dueña que está en grand logar auer en si mjsericordia. E commo qujer que la [fol. 63r] mjsericordia bien cae alos grandes omnes, a demas bien cae a las dueñas.

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Capitulo xxxij. De cómmo deue omne dar consejo a los que gelo

piden. Mio fijo, si alguno te demandare que le des consejo, de dos

cosas faz la vna: o gelo dar bueno al tu grado el mejor que tú pudieres; o, si tal non gelo qujsieres dar, escusa te y non gelo des ante que gelo dar malo. Grand pecado, grand mal y grand falsedat faz todo omne que da mal consejo a aquel que se fia en él, faziendo lo adrede por mal fazer. E al fazer lo por mengua de saber non demanda Dios njn los omnes más de lo que sabe. En non dar buen consejo el que lo non sabe njn lo entiende non ay maraujlla njnguna. Mas es de maraujllar del que va tomar consejo de aquel que non es para dargelo njn ha seso njn entendimjento para ello. E demandalo ó lo non puede fallar, e da a si mesmo por de mal rrecabdo en ello, bien asi commo el que quiere coger fruta del arbol seco do non la puede fallar, pues que la non ý ha. Mas sabes, mjo fijo, quál es grand tuerto y grand pecado con muy grand enemjga de mal demandar consejo al omne que es para dargelo, y en tal de gelo dar bueno da gelo malo. E el que lo asi faze yerra en quantas cosas te yo agora dire. Primera mente yerra a Dios, ca desconosçe se contra él y vsa mal del buen entendimjento que Dios le dio. La segunda yerra a si mesmo. Lo terçero yerra a aquel que le demanda consejo. Lo quarto yerra y peca en todas aquellas cosas de malas obras que de aquel consejo salen. Lo quinto da mala fama de si por que non deue otro njnguno demandar le consejo njn fiar en él. De consejo non es njnguno obligado para caer en culpa por él si non si le da engañoso. Tal es aquel que con engaño da consejo, [y] trae a aquel que consejo le demanda, commo el que deguella a su conpañero echando se a dormjr segura mente fiando se en él. En el buen consejo, quando le da aquel a quien lo demandan a aquel a quien gelo demanda, faze ý quantos bienes te yo agora dire. Lo primero teme a Dios, ca sy non le temjese non lo farie. Lo segundo cunple su debdo. Lo terçero guaresçe y tira de [fol. 63v] mal logar a aquel que bien conseja. Lo

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quarto dase por leal y por verdadero. Lo qujnto da buena fama por si. E el buen consejo non muere, que sienpre finca en rremenbrança para los que vienen en pos él. Çinco cosas deue auer en el buen consejo. La primera que sea honesto en fazer cosas gujsadas y rraygadas en bondat. La segunda que sea el su consejo prouechoso en que se fagan de las buenas cosas y prouechosas y se esqujuen las malas y las dañosas. La terçera que sea leal en guardar señor, amjgo y vasallo commo lo deue guardar. La quarta que sea rrafez por que el consejo pueden della conpljr por carrera de lo más ligero que se non faga por la más graue. La quinta que sea libre y non se fazer con voluntad de mal talante, sy non con saña y pura voluntad temjendo a Dios y catando bondat. Ca dixo el sabio, a quien dixeron el grand Caton, que todos los omnes que consejan a otri en las cosas dubdosas deuen seer qujtos destas quatro cosas que te agora dire: la primera de yra; la segunda de grand amjstad; la terçera de mal querençia; la quarta de mjedo. Ca njngund omne non puede ligera mente escojer lo mejor y la verdat del consejo que ha a dar a quien estas quatro cosas o qual qujer dellas le son contrarias, ca alla ó va la entençion que está rraygada en el coraçon del omne para enpesçer o ayudar a aquello que qujere, se rrebuelue y se esfuerça el entendimjento del omne para fallar carreras de aquello que quiere. Consejo es vna cosa que faze ayuntar dos almas a vna voluntad, segund que te yo agora dire: la vna alma es de aquel que te demanda el consejo, que tiene rraygada en si la rrazon del fecho sobre que te demanda el consejo; la otra alma es de aquel que da el consejo. E des que le ha dado el consejo bueno y derecho, de que él mjsmo tiene en si que le consejó bien y el otro se tiene por bien aconsejado del en esta gujsa, fincan las almas y las voluntades acordadas de so vno y non entra en medio escandalo de mal njn lo puede ý otro meter. Tal es el buen consejo des que es dado, y asi paresçe cada dia mejor commo el oro muy fino que es bien bruñjdo y rresplandesçe [fol. 64r] al rayo del sol. Por el buen consejo se acaba el grand fecho e por el mal consejo se pierde. Por el buen consejo alcança omne lo que cuyda que non podrie auer, e por el mal consejo pierde omne lo ganado. El omne aliujado es

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contrario de los consejeros y faze caer en yerro aquel que lo ha, e pierden su tienpo los consejeros que tal omne han a consejar y pon los en mala fama. El mal consejero, aquel que lo toma para si y se paga del, es atal commo el vebraje que el omne beue que paresçe, depues que lo beue él, amargor. El que adrede da mal consejo a aquel que gelo demanda pone grandes dos penas sobre si: la vna, mjentra biue en este mundo, que sienpre es tenjdo por ello por malo; la otra, en el otro syglo, para la su alma. Sy el omne conseja mal a su señor, faz en ello trayçion; e sy conseja mal a su amjgo, faze en ello falsedat y faze en ello aleue con grand mal estança a ssi se mjsmo y peca en ello mortal mente, e el su pecado es doblado. Por ende bien auenturado es aquel que se sopo guardar dello. E ruega a Dios, que es poderoso sobre todo, que te guarde que non cayas en ello.

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Capitulo xxxiij. De quan noble cosa es en si la verdat. Mio fijo, qujén te podrie dezir quan alta cosa y quan noble es en

si la verdat. E nuestro señor Ihesuxpisto dixo en el euangelio: yo so carrera de verdat y de vida. Otro si dixo el rey Salamon: la verdat del señor dura por sienpre. El rey vn omne solo es, mas la verdat de las gentes del su regno lo fazen rreynar y mandar sobre todos. La lealtad es fija de la verdat y la verdat es nonbre de Dios. Escripto es, en el libro que ha nonbre Esdrede, cómmo antel que el rey Zorobabel serjuan quatro donzellas y velauan al rey mjentra dormje [de las donzeellas que serujan a el rey Zorobabel]. E estando velando, oujeron su departimjento de so vno todas quatro diziendo quál era la más fuerte cosa del mundo. E la vna dellas dixo que el rey y demostro lo y prouo lo por muchas razones. E la otra donzella segunda dixo que la más fuerte [fol. 64v] cosa del mundo era el vyno y prouo lo por muchas rrazones. La terçera donzella dixo que la más fuerte cosa del mundo era la muger y prouolo por muchas rrazones. La quarta dixo que la más fuerte cosa del mundo, la qual era sobre todas las otras, es la verdat y prouolo y afirmolo por muchas de rrazones muy buenas y mucho apuestas. E ellas en esto estando, despertó el rey y demando les en qué departien, y cada vna dellas le dixo su razon. E él otorgó y afirmó lo que dixera la quarta, en que la verdat era más fuerte cosa que las otras, y fizo le bien y merçed por ello y metio la adelante en la priuança sobre todas las otras.

La verdat desfaze las mentiras asi commo el sol desfaze la njebla. La verdat corre con las mentiras asi como el sol corre con la noche. La verdat consume y astraga las mentiras asi commo el fuego quema y consume lo que echan en él. El rey que a sus vasallos y a sus gentes verdaderas y leales tiene su rregno firme y asosegado. E asi commo el lodo es contrario de la nieue, asi la mentira es contraria de la verdat, e asi la falsedat es contraria de la lealtad. Por la verdat dexa el omne la mala creençia y toma la buena. Por la verdat dexa el omne todas las vana glorias deste mundo y toma para si aquellas

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cosas por que sera salua la su alma. Por la verdat aparta el rey, quando judga, el derecho de lo que es tuerto. Por la verdat se guarda el señor de non errar a su vasallo, njn a su muger, njn a sus fijos, njn a aquellos en que él ha a guardar verdat. Por la verdat guarda el vasallo señorio de su señor, guarda la persona de su señor, guarda la muger de su señor, y guarda las mugeres de casa de su señor. Si tú, con verdat que aya en ti, non sopieres guardar la menor muger que andudiere en casa de tu señor, non sabras guardar la su muger con que él es casado, ca si trayçion te vençiere a la vna, asi te vençerá a la otra. E para mjentes sobre esto commo dixo Dios en los diez mandamjentos: del tu amjgo non cobdiçies el su auer para ti, njn la su muger, njn las sus fijas, njn los sus sieruos, njn las sieruas de su casa, njn el su buey, njn el su asno, y asi lo guarda commo guardaries lo tuyo mjsmo. E otro si el fuero de Castilla asi da al omne por traydor si errare con la mançeba [fol. 65r] de casa de su señor, bien commo sil contesçiese con la muger de su señor. E este juyzio dio el enperador don Alfonso de España por el mal que contesçio a don Ferrnand Ruyz de Castro, que mató a su muger por el yerro que fazie vna su mançeba cuydando él que era la condesa su muger. E si en ti oujere verdat, sabras con ella guardar a tu amjgo, e guardar te has de fazer contra él cosa por que le ayas de perder. Dixo el sabio: grand virtud es ganar omne la cosa de nueuo, mas muy mayor virtud es, des que la ha omne ganada, saber la guardar y mantener que la non pierda. E si en ti oujere verdat, guardarás verdat a Dios y non faras contra él cosa por que le pierdas, y menbrar te has en cómmo te él guardó quando qujso tomar muerte por ti de conpljr lo que los profetas dixeron y prometieron por él. E si en ti oujere verdat, guardarás de mal al tu xpistiano que te non meresçe mal y se fia en ti. E si en ti oujere verdat, non engañarás al que te non meresçe mal. E si en ti oujere verdat, non asacarás falsedat njn diras lo que non deues. Si en ti oujere verdat, qujtar te has de mala rrebuelta y beujrás vida asosegada. Sy en ti oujere verdat, lograrás lo que oujeres y seras señor dello y terrnas que lo tuyo es qujta mente de ti y non de otrie. E sy en ti oujere verdat, non seran enbargadas las tus

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manos en el logar ó te oujeres ayudar dellas, y con grand esfuerço y bueno acabarás lo que oujeres a fazer. E si oujere en ti verdat, non tomarás sospecha mala sobre ti. E si oujeres preçio de verdadero, seras loado por do qujer que vayas y fiaran los omnes mucho en tu palabra. Qué te dire más. Dixo Daujd, el profeta: fallé la verdat y la justiçia que se abraçauan de so vno. En otro logar dixo Daujd: la verdat nasçio de la tierra y la justiçia desçendio del çielo. E el rey Salamon dixo: verdat y justiçia guardan al rey y a su estado. Todo lo contrario de la verdat y de la bondat toda yaze en la mentira, segund que te ya desuso conte. Aquel que ha de fazer verdat y de mantener verdat conujene le que verdat aya en si. Sy el rey fuere verdadero, pagar se ha de los verdaderos [fol. 65v] y de los leales, ca mucho le cunple y parará y arredrará los mentirosos y los falsos, y dar les ha aquel galardon que meresçen segund las sus obras.

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Capitulo xxxiiijo. De cómmo non se deue omne pagar del omne

ljsonjero. Mio fijo, non te pagues del omne lisonjero, ca tales son las

palabras del lisonjero commo el manjar que de primero paresçe dulçe y depues sale amargo. En dezjr verdat non ay lisonja njnguna, mas la verdat puede omne dezir en tal gujsa, en tal tienpo y en tal logar que semejará más lisonja que verdat. Lisonja qujere dezir mentira conpuesta y afeytada. E non cae al vasallo estar de balde loando a su señor delante, njn dezir bien del ante su rrostro, saluo ende en vn logar. Non es lisonja sy el señor diz [o] faz vn bien muy señalado. Derecho es que lo loen en tal, por tal que tome sabor en el bien y lo lljeue adelante y aya sabor de torrnar a ello, ca loando el bien cresçe al omne el coraçon de lo fazer y de yr por ello adelante; e estrañando el mal toman los omnes castigo y parten se de lo fazer. E el mal deue se estrañar en el dicho y en el fecho, y en el continente que omne fiziere deue demostrar que le pesa y lo estraña y que lo tiene por muy sin gujsa. Mucho val más estrañar omne la cosa mal fecha y desagujsada de prjmero por palabra que auer la depues a estrañar y a castigar por fuerte escarmjento de fecho. Falso es el vasallo que lisonjea al señor con que biue a daño del señor. Falsedat faz el vasallo que lisonjea e plazentea al señor con qujen biue del mal que el señor faz, dando le a entender por el mal que es bien, y con tal ljsonja commo esta confonde al señor. El mal consejo y el mal ljsonjero consejar te ha que fagas todas malas costunbres y malos fechos por que te pierdas con Dios, por que pierdas la tu alma, e por que pierdas el tu cuerpo, e por que pierdas la tu honrra y por que pierdas la tu buena fama. E el que te non fuere lisonjero y que te qujere ser leal y verdadero más de vegadas te dira pesares a tu pro que non plazeres. Non quieras que el tu priuado, quando te oujere a consejar, dé consejo a tu voluntad y non segund la [fol. 66r] verdat. Qujen te bien oujere a consejar con verdat la tu pro deue catar, ca non la semejante plazenteando te con la mentira. Tal es el que sigue

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voluntad de su señor en las cosas desagujsadas, en que las non deue segujr, commo el que da fuego a la casa en que está su señor y quema al señor y a si mesmo dentro en ella. Non qujeras mal en tu coraçon, njn te despagues del que vieres que te conseja lo mejor y a tu pro, mas paga te del y amuestral más amor por ello y llega lo a ti y faz le más de bien por ello. El mal consejero fazer te ha perder con Dios, meter te ha en carreras por que pierdas la tu alma, fazer te ha dexar buenas mañas y buenas costunbres y tomar las malas, fazer te ha perder sanjdat de tu cuerpo en cosas vanas y dañosas para ti, fazer te ha perder con el señor con quien visqujeres y cuyo vasallo eres, fazer te ha perder con el vasallo tuyo, fazer te ha perder con los tus amjgos, fazer te ha perder la tu buena fama y que cayas en la mala, fazer te ha perder con la muger con qujen eres casado y que fagas contra ella cosas con que pese a Dios y a ella, fazer te ha perder con los tus fijos, fazer te ha perder con los tus parientes, fazer te ha perder con todos aquellos sobre que ayas poder.

El buen consejero y leal, verdadero y partido de toda mala lisonja fazer te ha que por el su consejo bueno que estes bien con Dios y que ayas graçia y amor del señor cuyo vasallo eres; fazer te ha que estes bien con el tu vasallo y que non le pierdas por tu culpa; fazer te ha que estes bien con tus amjgos y que los sepas guardar que los non pierdas; e consejar te ha que tomes buenas costunbres y las buenas maneras y que dexes las malas. Consejar te ha que mantengas y guardes la tu buena fama y que non cayas en la mala. E consejar te ha que te abengas bien con tu muger y la honrres, la ames y la mantengas en buen estado y te non pierdas con ella faziendo obras de perdiçion de tu alma. Consejar te ha que ames los tus fijos, de tal amor qual deue auer padre a fijos y a sus herederos. Consejar te ha que fagas bien la tu fazienda y que la lljeues a delante con Dios y con derecho. E consejar te ha que biuas honrrada mente [fol. 66v] y non a desonrra de ti. Consejar te ha que ames justiçia, que la fagas y que la non vendas por dineros. El buen consejero leal, verdadero y que ama derecha mente a su señor syn otra escatima, mucho acuçia y

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mucho puede ayudar en las bondades y en los bienes que el señor fiziere, y mucho lo puede ayudar y leuar adelante.

El mal consejero, lisonjero y falso mucho puede abiuar, cofonder y dañar la fazienda de los fechos de su señor con el su mal consejo. Cada dia te fallarás mejor sy Dios buen seso y buen entendimjento te diere del buen consejero que contigo andudiere, y cada dia te fallarás peor del malo. El consejero de que se paga el omne moço es destroydor de la su alma y del su cuerpo. El consejero de que se el omme moço non paga aquel es bueno para guardar la su alma, y aquel lo guarda, aquel lo ama y se siente del y del su cuerpo. Non qujeras auer consejo con muger ljujana de seso. Non qujeras para tu consejo omne que non ama a Dios y se non tenga con él, njn tema la su alma. Non qujeras para tu consejo omne cobdiçioso, ca la su cobdiçia le fara errar en ti. Non quieras para tu consejo el omne que despendio su tienpo en mentir y en ordjr mal entre los omnes. Non qujeras para tu consejo omne que non aya seso njn sentido para saberte consejar y dezir aquello que deue. Non qujeras para tu consejo el omne que non sabe ser señor del vjno que beue y da el vjno señorio sobre si. Quien non guarda a si de verguença non sabra ende guardar a otri. Non fies en palabras que te digan fermosas, las quales depues salen dañosas y feas. Non tomes grand afazimjento con el omne plazentero y lisonjero. Non descubras tu coraçon a todo omne. La poridat que toujeres guardada en el tu coraçon non la sienta la tu mano derecha, sinon quando oujeres a obrar con ella. Non tomes en vn dia tan grand afazimjento con el omne por que ayas depues a menguar en ello. Non cae al rey y al grand señor dezjr a njnguno palabra de lisonja, ca la su [fol. 67r] palabra euangelio deue seer. Non metas mal njn discordia entre los omnes y mete ý bien cada que pudieres. Non tomes medida en quanto bien pudieres fazer, ca con tanto yrá la tu alma deste mundo para el otro. Non qujeras al omne dar poder y grand atreujmjento en ti, ca, si lo fizieses, tal series commo el que se deguella por su mano. Del que tú fizieres, non quieras dar las graçias a otri. Non quieras fazer en otri por que desfagas a ti. Non fagas al tu vasallo señor de ti, y tú, que eres señor,

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torrnes a estado de seer su vasallo. Faz lo que fizieres con consejo y non te arrepentirás dello. Toma fiança en cada vno commo deues y quanto deues. Non qujeras fazer bien a njnguno a desora sin rrazon, ca tal bien commo este non serie gradesçido, njn conosçido, njn mantenjdo. Non fagas bien a njnguno por premja de otri, si non por su meresçimjento. Non fagas por rruego de otri cosa por que te pueda venjr daño. Non judgues la cosa por buena njn por mala fasta que sepas la verdat bien de todo. Non te metas a auentura dañosa que depues non podries cobrar. Non fagas mal por bien, njn fagas bien por mal. Non digas cosa por que te ayas arrepentir. Non pongas cuydado en el tu coraçon de lo que non has a conpljr por obra. Non pleitees mucho de tu palabra la cosa que non puedes auer, njn loes mucho lo que has perdido y non puedes cobrar. El bien que oy pudieres fazer non lo guardes para cras. Non tomes pereza en las cosas de que te puede venjr daño. Acuçia tu fazienda quanto pudieres, e faz tales obras por que Dios sea gujador y aderesçador de la tu fazjenda. Non dexes al tu Dios por las creençias vanas y agenas. Non creas que la ventura regna sobre Dios, mas cree firme mente que Dios regna y ha poder sobre la ventura. Non tengas por çierto que la tu ventura sera más de quanto Dios qujsiere. Non creas que las siete [fol. 67v] planetas te daran buena andança contra el juyzio de Dios. Non te puede el aguero desengañar njn fazer çierto de lo que Dios tiene ordenado de fazer de ti. Los agoreros mjsmos dizen que el aguero que ellos catan, asi gujan a aquel que cata derecha mente por muerte commo la guiarie por vna andança buena. Ihesuxpisto lo dixo en el euangelio: maldito es el omne que fia por aguero. Non puedes tú serujr dos señores, segund que dixo Ihesuxpisto en el euangelio, a Dios y al diablo. Non pueden de so vno caber en vna vayna de espada, la qual vayna es la tu alma, ca el vno echará dende al otro. Non te pagues del omne que te loe y diga bien de la su boca de ti e el su coraçon sea negro en todo a mal, segund que Ysayas, el profeta: este pueblo de sus bocas me loan y los sus coraçones son alongados de mj. Non te fies en los loores de ante ti, e guarda te de lo contrario en pos ti. Sabor que puedas tomar a vna ora non te eche en desabor a

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luengo tienpo. Todo el cuydado, quando lo mucho oujeres catado, dexa lo en Djos, y él te guardará que lo puede bien fazer. El bien de los tus postrimeros dias, por que la alma sera salua, non aluengues de vn tienpo para otro que non es en la tu mano. Quando omne deste mundo pasa para el otro non lljeua consigo si non el bien que faze, ca sabe que nunca ha de torrnar de alla. El bien que fezieres fallarás y el que dexares de fazer non es tuyo. Vnos sienbran y otros cojen, vnos labran las casas y otros entran en ellas y echan se ý a folgar. Tal cuyda labrar para si en la vida deste mundo que labra para otri. Vnos plantan y enxiren los arboles, otros los podan y otros cojen dellos los frutos. Vnos omnes andan de noche por su maldat por tal que la tinjebra los encubra, y otros andan de dia por su bondat, e qujere que parescan las sus buenas obras que fazen.

Alça los tus ojos y para mjentes a todas partes, y veras que todas las cosas son vanjdades sy non Dios que rregna sobre ti. Non demandes las cosas que non puedes auer, njn pienses en lo que non puedes auer, njn cobdiçies lo que [fol. 68r] non puedes auer, njn qujeras segujr lo que non puedes alcançar. Non despiendas tu tienpo en lo que non puedes acabar. Non cobdiçies mucho muerte agena para otri. Por luenga soga tira el que muerte agena espera. Ve al mercado, y fallarás tantos cueros ý a uender de corderos commo de carrneros. Tan grand poder ha Dios de fazer beujr o de matar los moços commo los viejos. Tres cosas son en que el omne non deue tomar esfuerço. La primera en su mançebia y en su sanjdat. La segunda en rriqueza de auer, ca por grande que sea el auer, des que el omne se mete a grandes fechos con él, ayna se salle y mengua bien commo el agua que omne toma en la mano y se vazia ende por el abertura de los dedos. La terçera cosa en cometer omne grandes fechos y poner se a grandes auenturas en esfuerço de palabras que los omnes le prometan. E nos, el rey don Sancho, sabemos que es verdat, ca por ello pasamos y lo prouamos, e en fiuza dello oujeramos a ser perdido sy non el nuestro señor Dios non acorriera commo nos acorrio.

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Capitulo xxxv. De que todos los que el omne cuenta por amjgos

que non son todos eguales. Mio fijo, vno de los tesoros, que el padre puede dexar al fijo que

mucho ama y finca por su heredero mayor, si es en dexar le buenos amjgos, mas todos los que el omne cuenta por amjgos non son todos eguales en amjstad njn en bondat, segund que dize Ihesuxpisto en el euangelio, ó dize: muchos son los llamados y pocos los escogidos. Nonbre de amjgo rrafez es de dezjr, mas muy graue es de prouar en que conoscas si el nonbre verdadero houo. Amjstad qujere dezir ayuntamjento de dos de so vno, el qual ayuntamjento deue seer en voluntad y en los dichos de las palabras del vno y del otro y en los fechos. Mjentre te bien fuere y la tu fazienda [fol. 68v] fuere adelante, muchos se te mostrarán por amjgos y non lo seran firme mente por las sus obras. Non te traya Dios a tienpo que tú ayas a prouar todo lo que tienes en tus amjgos, e faz en gujsa tu fazienda que ellos ayan menester a ti y tú non a ellos. El que vieres que se te da por amjgo a la ora de la cuyta y de la priesa y non cata por la su ganançia njn por la su perdida en tal de te saluar a ti y a la tu fazienda y de fazer contra ti lo que deue, tal omne commo este cuenta por amjgo leal, verdadero y conpljdo. Dize Ihesuxpisto en el euangelio: mayor amor non puede vn omne mostrar a otro que poner la su alma por él. E por grand amor que oujeron los santos y las santas con Dios pusieron los sus cuerpos a martirios y a muerte, y despreçiaron lo deste mundo por ganar el amor de Dios, la gloria y la honrra de los çielos que dura para sienpre.

Demandó vn sabio a vn su fijo, y dixol: di me, mjo fijo, quántos amjgos has, ca yo que so tu padre y que so el mayor amjgo que tú has esto en tienpo que he de morjr, ca soy ya viejo, por ende en antes que me yo parta de ti quiero saber quántos y quáles son tus amjgos que ganaste en la mj vida. E el fijo le rrespondio: mjo padre, yo he çient amjgos muy buenos y de qujen fio mucho. E el padre començose ende a maraujllar mucho quando lo oyo, e dixole: mjo

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fijo, cómmo podrie esto seer; e yo he bien çient años, e en todo este tienpo que he pasado nunca pude auer para mj más de medio amjgo; pues tú, que agora llegas a hedat de treynta años, cómmo puedes auer ganado çient amjgos; non te engañes en las sus palabras; e la mj alma con manzilla yrá deste mundo si ante que muera non prueuas quáles son aquellos tus amjgos o quál es aquel medio que yo gané para mj. E el fijo dixo: padre, non ay que dubdar que yo prouar puedo esto. E el padre le rrespondio: yo te lo dire cómmo lo fagas, pues tanta fe en ellos tienes, toma aquel bezerro que tienes aqui en casa y degollar lo has, y, des que lo oujeres muerto, faz lo pieças y mete lo en vn saco; y, des que venjere la noche, toma muy encubierta mente aquel saco a cuestas y faz te muy triste commo omne que es muy [fol. 69r] cuytado, y ve a casa de cada vno de aquellos tus amjgos y di a cada vno dellos de cómmo te acaesçio vna grand desauentura que oujste de matar vn omne en pelea ascondida mente; e, des que lo oujste muerto, por tal que las justiçias de la villa non oujesen a caer en el fecho njn sopiesen la verdat de cómmo le mataste a tuerto de ti, que por esta rrazon non lo dexaras yazer allj do muriera, njn lo osaras soterrar, mas quel tajaras a pedaços y que le metieras en aquel saco que traes a tus cuestas; e que les rruegas, por el amor que tú has con ellos y ellos contigo, que te encubran con él en sus casas; e en esto te demostrarán el amor verdadero que contigo han. E él fizo aquella prueua asi commo le mandó su padre. E primero començo en el más prinçipal que tenja, en qujen auja grand confiança que auja de morir por él, y demostro le toda la su cuyta con que él andaua. E rrespondio le asi: amjgo, sy tú feziste mala obra por do merescas mal, lazre lo la tu garganta ca non la mja, ca non lo feziste tú por mjo consejo, y lo que yo gané, biujendo en paz y con mucho trabajo non faziendo tuerto a njnguno njn mal, non lo qujero perder por la tu grand locura; vete a buena ventura y non entres en mj casa, que njngund amor non te faré por encobrir la tu maldat. E, des que esta rrepuesta le ouo dado, fue maraujllado e dende fue prouar a cada vno de los otros sus amjgos, y cada vno dellos le dio tal rrepuesta y aun peor. E, des que vio el rrecabdo malo que en cada

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vno dellos fallaua, torrno se para su padre y conto le todo commo le auje acaesçido. E el padre le dixo: mjo fijo, ve y prueua agora el mj medio amjgo, y veras si lo fallarás tal commo los otros. E dixol quál era, cómmo auje nonbre y do moraua. E él fue alla y prouo lo asi commo a los otros. E, des que gelo ouo todo dicho, respondiol asi: mjo amjgo, yo so amigo de tu padre y tuyo, y el mjo amor non serie conplido sy a tal sazon commo esta non te lo demostrase y non te acorriese a este mal que te acaesçio; e entra en la mj casa y sacaré dende la mj muger y los mjos fijos y apoderar te he della [fol. 69v], e ý fallarás qué comas y qué beuas de aquj a grand tienpo, e ý estarás encubierto que non sepan de ti parte; e si yo más oujese, más te daria y más auenturaria por tu padre y por ti, por el grand amor que he con él y contigo. E el mançebo gelo gradesçio mucho. Desi contó todo el fecho a su padre commo auja pasado y cómmo fezjera aquella prueua por tal de prouar a él del amor que auje a su padre. E él le dixo: más me plaze que sea por prueua que por verdat, mas quando a verdat fuese esto mjsmo te faria que te agora fago. E el mançebo fue se para su padre y conto le todo aquello que fallara en aquel su medio amjgo. E el padre gradesçio lo mucho a Dios y a aquel su amjgo de lo que demostrara contra él. Y dixol asi: mjo fijo, tú vees cómmo estauas engañado fasta aqui de los çient amjgos que cuydauas que aujes; por ende toma este castigo de mj: nunca fies mucho en el amjstad que te alguno prometa fasta que lo ayas prouado, njn lo alabes mucho, njn des grand loor a la cosa que non conosçes njn ayas vista, njn fies mucho en palabras fermosas njn apuestas que te digan fasta que las prueues por obras, njn tengas por acabada la bondat de la muger fasta que la aya acabada la vida deste mundo y se vaya para el otro. Ca dize el rey Salamon: todas las loores son acabadas a la çima en qual fin fazen. Otro si dize Salamon: tres cosas son que non dexan rrastro en pos si: la primera es el aue que buela en el ayre; la segunda la naue en el agua por ó pasa; la terçera la culebra sobre la piedra. Otro si la buena amjstad y derecha con amor verdadero sienpre dexa buen rrastro en pos si, asi commo la mala dexa mal rrastro y mala fama. Asi commo el paño

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que es partido por medio ó se ayunta de so vno quando lo cosen con el aguja y con el filo, bien asi se ayuntan de so vno los coraçones y las voluntades de los amjgos por amjstad conpljda y por amor verdadero. Non val nada el amor que se faz con enfinta demostrando lo vno y tenjendo lo al en voluntad. A [fol. 70r] tal commo este se llama engañador que non amor. Amor verdadero mantiene el omne con Dios, su señor, y guarda el alma que non yerre en malos pecados. Amor verdadero mantiene en buen estado y lljeua adelante al vasallo con su señor, y eso mjsmo al señor con su vasallo. Amor verdadero mantiene en buena vida al marido con su muger. Amor verdadero guarda de pelea e de discordia y faz que biuan en paz a los hermanos y a los otros parientes vnos con otros. Amor verdadero faz commo non cobdiçie vn omne lo del otro commo non deue. Amor verdadero faz que auenture el omne su cuerpo a grand peligro por saluar omne su señor o su amjgo de grand cuyta. Amor verdadero faz que se meta el vasallo a prision por sacar su señor. Qué te dire más. El amor ayunta y afirma todos los bienes, y el desamor mete todos los males. E por eso dixo el rey Salamon: amor vençe todas las cosas del mundo. E Ihesuxpisto dixo en el euangelio: guay del omne por qujen se leuanta el desamor, la discordia y el mal. Por tu buena palabra puedes ganar vn amjgo o por la tu palabra mala lo puedes perder. E por el tu buen fecho te ganarás con tu amjgo, o por el mal fecho te perderás con él. E eso mjsmo te contesçerá con tu señor y al señor con el su vasallo. E muchas cosas se acaban por amor, las quales non se podrien acabar por preçio de grand auer. E el amor es muy buena cosa para el que bien vsa del y es muy mala para qujen lo torrna a mal. Non ames el tu postrimero amjgo en manera que yerres al primero non te errando él a ti. Conparte el tu amor por los tus amjgos commo deues y quanto deues, y alaba el que oujeres prouado. Preçia al que oujeres de preçiar y guarda te del que te oujeres de guardar. Al que fallares por tu amjgo leal y verdadero sin otra mala escatima, ama le commo a ti mesmo. Plega te sienpre del su bien y pese te del su mal. La su pro lljeua adelante en quanto pudieres, y el su mal y el su daño destorua lo al tu poder. Guarda la

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su muger que non le venga ende desonrra, y las sus cosas cuenta las por tuyas. Guardando la su vida acresçentarás en la [fol. 70v] tuya, los tus dias seran doblados y Dios sera contigo y con tus cosas.

Capitulo xxxvj. De cómmo deue auer omne esfuerço bueno en

si. Mio fijo, para mjentes quan buena cosa es y quan prouechosa a

muchas cosas auer el omne esfuerço bueno en si. Esfuerço qujere dezjr rezjedunbre de bondat de coraçon por saber sofrir, pasar y desfazer las cosas malas y contrarias de las tuyas y de los pesares que al omne acaesçen en la vida deste mundo. E el buen esfuerço ha de ser tal que se faga con seso y con sentido, y en el tienpo que deue o commo deue y ó deue. E lo que se asi non faze non es buen esfuerço, mas es locura. Non es esfuerço querer vn omne matar se con çiento, njn es esfuerço cometer omne la cosa que non deue y con que non puede saljr a cabo. Non es esfuerço andar el omne prouando muchas vegadas las cosas peligrosas de quel puede venjr daño y mal; njn es esfuerço correr el cauallo a rienda suelta commo non deue y por ó non deue, ca a tal commo este es tentar a Dios. Non es esfuerço desesperar de la merçed de Dios, njn de la merçed que le ha de fazer el señor terrenal. Non es esfuerço matar se omne con sus manos, en la qual cosa pierda el alma y el cuerpo para sienpre jamas. Non es esfuerço dezir el omne palabra loca, vana y soberujosa de que se aya depues a fallar mal; njn es esfuerço asacar a otro lo que non deue y commo non deue, ante es maldat y mengua de coraçon; njn es esfuerço cometer vn tan grand fecho a que despues non pueda dar consejo y lo aya a dexar a daño y a desonrra de si. Por el buen esfuerço tomarás amjstad con Dios y seras entera mente su amjgo, y terrnás que quanto por él dexarás de rriquezas, de viçios y de sabores deste mundo, que todo es nada en pos lo que por él deues fazer con esfuerço bueno de coraçon, menbrando te lo que él fizo por ti y en ti. Esfuerço bueno de coraçon te fara que la vida lazrada que en este mundo pasares por Dios que te semeja que es muy buena. Esfuerço

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bueno de coraçon te fara que non desesperes de la merçed de Dios, mas que sienpre [fol. 71r] ayas en él grand fiuza y grand esperança de todo bien. Esfuerço bueno de coraçon te fara que mates con tus manos al que te qujsiere matar. Esfuerço bueno de coraçon te fara que las cuytas y los pesares que te venjeren que non se apoderen sobre ti, mas que tú seras señor dellas y las desfagas. Esfuerço bueno de coraçon te fara que siruas bien al señor con que visqujeres, que non seas perezoso en el su seruiçio, que non tengas que mucho le fazes en conpljr el su mandado en quanto el tu poder fuere. Muchos fueron aquellos omnes que fasta el dia de oy, non seyendo de grandes logares mas de pequeño, por bondat y por buen esfuerço de coraçones pujaron a grandes estados. Por que veas que te digo verdat, para mjentes qujén fue Ruy Dias el Çid Canpeador, que fue el más honrrado omne que en el mundo ouo que señor oujese y de otros muchos. Esfuerço bueno de coraçon te fara que te auentures a muerte por escapar della a tu señor o a tu amjgo. Esfuerço bueno de coraçon te fara que en vna lid do mataren el cauallo a tu señor, que le des el tuyo por tal que escape y finques tu ý a morir por él. Esfuerço bueno de coraçon te fara que, en logar peligroso, obres tú tan bien con tus manos por que valas más que todos los que ý bien obraren. Esfuerço bueno de coraçon te fara que te metas en el castillo de tu sen[n]or y que le defiendas y lo anpares a todo peligro y a todo mal que le pueda venjr; e que estando en él, que sufras fanbre, frio, sed y sueño fasta que pongas el castillo en saluo o que mueras en el. Para mjentes en cómmo el rey Daujd, por grand esfuerço que houo en si y bueno, mató al filesteo y, des que lo ouo muerto, tajo le la cabeça y leuo la al rrey Saul, por la qual cosa lo casó el rey con la su fija. E depues que fue muerto el rey Saul, fincó Daujd por rrey sobre los fijos de Isrrahel. Otro si para mjentes quan esforçado y quan rrezio fue Sanson. Otro si para mjentes quan rezio, quan fuerte y quan fuertes fechos fizo Hercules, que conqujrio y pobló toda España. Otro si para mjentes qué esforçado y qué grandes [fol. 71v] fechos fizo el rey Alixandre. Otro sy para mjentes quan rezio omne fue y qué grandes fechos fizo el enperador Jullio Çesar, que fue señor de

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todo el mundo. E otros muchos rreyes, enperadores e altos omnes que, por grand esfuerço y bueno que oujeron en si, ganaron regnos, tierras, çibdades, villas y castillos, y de los otros señores que eran ganaron la para sy y para los suyos. Otros y houo que, por mengua de esfuerço y por maldat de coraçones, lo perdieron. El buen esfuerço faz ganar y mantener lo ganado, e el mal esfuerço faz que se non gane nada y que se pierda lo ganado. La virtud del buen esfuerço sube arriba y la maldat del mal esfuerço desçende ayuso. Por ende, esfuerço bueno que oujeron en si el duc Godofre, sus hermanos Baldoujn y Hustaçio y los otros muy altos y muy honrrados omnes, que fueron en aquel tienpo de aquella cruzada de aquel pasaje, ganaron la çibdat de Iherusalem, de Antiocha y toda la otra tierra de vltra mar, la qual fue despues de xpistianos fasta el tienpo de agora que, por los nuestros malos pecados, es perdida. E acabo se de se perder en el año que andaua la era de la encarrnaçion en mjll y dozientos y nouenta y dos años.

Por ende, mjo fijo, para mjentes a la palabra antigua ó dize: buen esfuerço vençe mala ventura. Jhesuxpisto, con grand esfuerço que ouo en si, sopo sofrir la passion y la muerte. E por eso dize en la passion que sus gotas de sangre cayen en monte Oliuete ó estaua faziendo oraçion a su padre. E dize: padre, si fuese la tu voluntad que yo non pasase por esta muerte por que he de pasar, mas non sea esto segund la mj voluntad sy non segund la tuya. El buen esfuerço deue vençer la voluntad del omne, deue olujdar todas las coytas que el omne pasa, deue rrefrenar todas las maldades, deue toller todos los malos sabores, y de flaca cosa que el omne es, deue la fazer muy fuerte. Virtud es señalada del coraçon y del alma del omne auer fortaleza grande en si se de grand esfuerço [fol. 72r]. Muy más que la carrne flaca non puede sofrir, segund la palabra que dixo Ihesuxpisto: el spiritu del alma del omne es muy fuerte e la carrne es muy flaca y enferma para sofrir la fortaleza; el alma nunca ha fin e el cuerpo se destruye y muere cada dia. Dize Ihesuxpiso, nuestro señor, en el euangelio: el omne fuerte bien armado defiende la casa en que está, mas sy otro le sobre viene más fuerte que él y mejor armado,

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echal de la casa y tomangela por fuerça. La fortaleza vençe a la flaqueza, e el esfuerço vençe al que non es esforçado, e el ardimento vençe a la couardia, la bondat vençe a la maldat, e la verdat vençe a la falsedat y la santidat a los pecados, e la justiçia a los malos meresçimjentos, y Dios rregna sobre todo.

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Capitulo xxxvij. Quan buena cosa es la castidat y la virginjdat. Mio fijo, para mjentes quan estremada cosa es la castidat y la

virginjdat de la luxuria. Casta quiere dezir cosa apurada en que non tañe mala manzilla. E la conplida castidat deue seer guardada en la voluntad y en la obra. E quando en estas dos cosas se guarda bien, es la castidat conpljda y acabada. La bondat es hermana de la castidat, y amas a dos son fijas de la santidat. E la santidat y la virginjdat son fijas de Dios. Por virginjdat bien guardada llega el alma a seer tal commo los angeles. E por que veas que digo verdat, para mjentes en el Apocalipsi que escriujo el glorioso sant Iohan, apostol y euangelista, cormano de Ihesuxpisto, que fue virgen muy conplida mente, e ý veras quando le aparesçio el angel, que le mandaua escriujr aquellas visiones, que este sant Juan se echó a sus pies y lo qujso aorar. E el angel le dixo: non lo fagas, ca mjo cormano y mjo hermano eres, y non me deues tú aorar. Otro si para mjentes quando el angel aparesçio al bien auenturado sant Pedro, apostol, y le sacó de la carçel en que yazje en grandes cadenas de fierro; e, des que sant Pedro se vio suelto y fuera de la carçel y que auje ya pasado el grand peligro de las guardas que le aguardauan en la carçel, echo se en tierra ante el angel del señor Dios y conosçio que Dios lo delibrara de aquel logar por el su angell, y dixo: verdadera mente me delibró Dios de las manos del [fol. 72v] rey Herodes por este su angel. Y aorolo, e el angell consintio lo y non gelo contradixo commo fiziera a sant Iohan, apostol y euangelista, por que sant Juan era virgen y sant Pedro non lo era, ca fuera casado y auje vna fija a la qual dixeron santa Petronjlda.

Quatro coronas son de que se coronan en este mundo los omnes y los santos. La primera es corona de oro con piedras preçiosas, la qual es llamada corona de honrra, e estas trahen en las cabeças los rreyes y los enperadores. La segunda es corona de rraygamjento de los que pedrican la palabra de Dios y de los santos. La terçera es corona de virginjdat, de la qual fueron coronados todos aquellos y

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aquellas que ljnpia mente mantoujeron y guardaron virginjdat. La quarta es corona de martirio, en la qual los apostoles, las virgines y los martires rresçebieron martirio en la su sangre mjsma y lauaron sus vestiduras ante el cordero, fijo de Dios, que resçibio muerte por ellos. Asi commo estas son quatro coronas, assi son los babtismos. [El primero] de agua. El segundo babtismo de fuego de alunbramjento de spiritu santo. El terçero de sangre de martirio. El nuestro señor Ihesuxpisto bateó los apostoles y los sus disçipulos en el babtismo del fuego del spiritu santo; e sant Juan Babtista y los apostoles los batearon a los omnes en el babtismo de agua, segund la palabra que dixo sant Johan Babtista, ó dize: yo bateo vos en agua, e el que en pos mj viene, que fue fecho en antes que yo, vos bateará en fuego de spiritu santo. Este sant Iohan, que dixo estas palabras, los apostoles, todos los otros martires y las virgines fueron bateadas en la sangre que salio dellos, e en los martirios y en las muertes que resçibieron por la fe de nuestro señor Ihesuxpisto. E muchos dellos rresçebieron dos babtismos: primera mente babtismo de agua, y depues babtismo de sangre. E sant Pablo, el apostol, ouo en si todos tres los babtismos: primera mente el babtismo del fuego del espiritu santo, que le alunbró y le tiró de mala carrera en que andaua y lo torrnó a la buena; depues el babtismo de agua que tomó por mano de Ananjas, que le bateó por mandado de Dios; e depues [fol. 73r] reçibio el terçero babtismo de sangre quando el enperador le mandó tajar la cabeça. E algunos santos fueron que oujeron en si estos tres babtismos.

La virginjdat es la más linpia cosa del mundo, ca ella es que despreçia y desecha de si todas las cosas lixosas y malas, y faz seer al omne en la vida deste mundo tal commo el angel, e depues que muere rresçibe galardon de su alma en las syllas donde cayeron los angeles. Virginjdat deue seer guardada y mantenjda con buena creençia y firme, que sepa aquel que la guarda y la mantiene qué es lo que guarda, por qujén lo guarda y qué galardon bueno ha ende a resçebir. E non tiene pro al omne de fazer la buena cosa non sabiendo njn entendiendo lo que faz njn por qué lo faz. Ca asi

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commo la virginjdat es la más preçiada y la más noble cosa que pueda seer, el contrario desto es la luxuria, la más fea y la más lixosa cosa que pueda ser. Bien commo por la virginjdat llega el alma del omne a seer tal commo los angeles, otro si por luxuria torrna a seer tal commo el puerco. E asi commo el puerco se enbadurrna en el lixo del lodo, asi el alma del mesqujno que se echa a luxuria y a forrnjçio se enbadurna en el su lixo. E el nuestro señor Ihesuxpisto puso dos semejanças en el euangelio, ó dize: dos pásaros cahen sobre el tejado, el vno buela y vase ende su via y el otro cae en tierra. E estos dos pásaros son a semejança de las almas: el pasaro que buela del tejado y se va su via es a semejança de la santa alma conplida de virginjdat, que buela sin todo entropieço quando pasa deste mundo para la gloria de los çielos ó reyna con Dios; el que cae del tejado en tierra es a semejança del alma del pecador luxurioso y enbuelta en fornjçios y en todo mal que, quando se desanpara de la vida mala deste mundo, cae en los abismos de los jnfierrnos. E por las buenas obras sube el alma arriba y por las malas deçende ayuso; por los buenos fechos resçibe buen galardon y por los malos resçibe mal galardon [fol. 73v]. Por las santas obras biue el alma en parayso, biue la su buena fama en el mundo, el su cuerpo non podresçe, faz Dios mjraglos por los sus huessos y obedesçen los rreyes, enperadores y perlados; por las malas obras muere el alma cayendo en perdiçion de los jnfierrnos, muere la su alma y, muriendo él, podresçe el su cuerpo y torrna a seer gusanos, despreçian le todos, non catan por él y aoran le mal siglo. Ihesuxpisto dixo en el euangelio: el buen arbol llieua buen fruto y el mal arbol non da fruto de si, y deuen lo tajar y echar le ó le pisen los omnes por tal que se seque más ayna; desi meten le en el fuego a quemar le. E en otro logar dize Ihesuxpisto a sus disçipulos en el euangelio: vos seredes presos por el mjo nonbre y traher vos han ante los rreyes y ante los adelantados; non cuydedes en los vuestros coraçones de lo que digades en aquella ora, ca yo vos dare osadia y sabiduria del spiritu santo, que fablará por vos tales palabras que non podran contradezjr a ellas los vuestros aduersarios; e a la çima yo vos guardaré que, por

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mal que vos fagan, non se perderá vn cabello de vuestras cabeças. Esta palabra, quando bien qujsieres meter mjentes en ella, fallarás que asi commo Ihesuxpisto lo dixo, que asi se cunplio, que de los sus santos que rresçibieron martirio por él, commo qujer que por muchos martirios y por muchas cuytas pasasen, a la çima las muertes que oujeron non se perdieron los sus cabellos, njn los sus huesos, njn los sus cueros, njn las sus carrnes, las quales son en rreliqujas por el mundo a loor y ha honrra de los preçiados y honrrados y guardados.

Por tres cosas oujeron los santos este galardon. La prjmera por buena creençia y muy firme. La segunda por virginjdat, por castidat y por buenas costunbres. La tercera aborresçiendo las maldades deste mundo y despreçiando lo que non es duradero por aquello que dura por syenpre jamas de so vno con Dios, que asi commo Dios non ha fin njn cabo, asi el su regno nunca ha fin y los que biuen y rregnan con él nunca fenesçen. Guardando el omne virginjdat y sabiendo la mantener, gana la su alma este rregno [fol. 74r]. Asi commo a Dios y a los angeles plaze mucho con la su virginjdat y con la castidat, a lo contrario desto pesa mucho a los diablos, e sienpre pugnan de rretentar y de engañar las almas de aquellos que esto qujeren guardar, por tal de les fazer perder las buenas obras en que estan. [El] que tentó a Ihesuxpisto non es maraujlla de tentar al omne pecador. Mas para saber te guardar dello, toma la manera que te yo agora dire, y asi non daras poder al diablo sobre ti, y la tu fortaleza y la tu bondat podra más que la su maldat. E quiero te dezjr cómmo, quando vieres que el diablo te mete en cuydado que cobdiçies vna muger fermosa, la qual non sera tuya mas sera agena, ca o sera muger casada o virgen o biuda que manterrna castidat o muger de orden que sera casada con Dios, quando vieres que el diablo te faze cobdiçiar alguna destas, y este cuydado se te pon mucho en voluntad, sey aperçibido en el tu coraçon que el diablo te lo faze por tal de confonder la tu bondat y de te meter en maldat de perdiçion. E tal cuydado commo este parte lo de tu coraçon, toma cuydado de te menbrar lo que Ihesuxpisto, tu saluador, sufrio por ti por te saluar, mjenbre te que otros fueron ante de ti que ya non son al mundo, e

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mjenbre te que los santos escaparon por su bondat y por su fortaleza y los malos que se vençieron peresçieron. E non qujeras dar mayor poder sobre ti al diablo que a Dios, que te fizo de primero y te saluó depues, e di tres vegadas aquel vieso del salterio, el que dize asi: Dirupisti domine vincula mea tibi sacrificabo ostiam laudis et nomen domjnj jnuocabo. E fazjendo lo asi, non aura el diablo sobre ti poder y non te vençerá a las sus maldades.

Para mjentes, mjo fijo, quand mal se falla el alma en que Dios pone esperança de bien depues que el pecado ha fecho, y quánto querrie non lo auer fecho, pues mucho es mejor andança saber se guardar dello ante que en ello caya que non depues que lo aya fecho. Para [fol. 74v] mjentes en las estorias de las vidas de los santos padres, e fallaras ý que vn omne bueno viejo hermjtaño [cómmo el diablo tentó vn hermjtaño] que auje treynta años, que fazie muy aspera vida, segund la ordenaçion de la rregla que les dexara sant Antonjo, su maestro, por que visqujesen. E este hermjtaño non comje al sinon las yeruas del monte y beuje del agua. E el diablo, que es sabidor de todo mal y ha grand sabor de desfazer el bien y de ordir el mal, paresçiol vn dia ante la puerta de la su cueua en semejança de muger muy fermosa y muy njña mal vestida con pobredat. Y fizo se que por el tienpo que fazie muy fuerte, que auje muy grand frio, que andaua muy deserrada por los montes y non fallaua qujen le diese a comer njn do se acojer. E començo a demandar le que, por amor de Dios, se adoleçiese della y que non quisiese que muriese por aquel tienpo fuerte. E el hermjtaño, quando torrnó la cabeça, la vio y oyo las sus palabras, ouo duelo della, cuydando que era criatura de Dios y acojo la cabo de la cueua y diol vn poco de pan que tenje, que le fincara de panes que le aujen dado vnos mercaderos que pasaran por ý que yuan a Egipto. E enprestol vn manto de vn pellon que cubriese. E el diablo començo a llorar en semejança de muger muy cuytada, e esto fazie por tal que el hermjtaño torna se los sus ojos a catar le a menudo, y tanto le fue catando y entrando en palabras con él, que el hermjtaño se fue llegando allj ó el diablo estaua en semejança de muger, fue allegando el su rrostro al suyo y fue apalpandol de las

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manos, e a tan grand afazimjento cayó entre ellos que se oujeron a besar. E quando el hermjtaño qujso su voluntad conpljr a más, cuydando que tenje muger çerca si, desfizo se entre manos, e el diablo dio salto ençima de vna viga en semejança de cabron, començo a rreyr se a grandes rrisadas y fazie escarrnjo del hermjtaño. E el hermjtaño touo se por escarrnjdo y por mal andante. E el diablo le dizie: mesqujno, para mjentes cómmo te sope yo engañar y cómmo te [fol. 75r] fiz perder en vn ora los treynta años que has pasados, y tú cuydauas que njnguno non te podrie engañar, mas yo so aquel que engañé a ti y a otros más sabidores que tú; e todas las otras cosas pasaran entre mj y ti, mas non consintiera yo que con fornjçio pasases tú contra mj, commo qujer que nos, con este pecado, fagamos errar a los omnes y los ayuntamos quanto podemos; e, des que el pecado es ayuntado, non podemos ý estar, aborresçemos le y foymos del. Des que el hermjtaño ouo oydo estas palabras, començo mucho a llorar, a rrepentir se y fue tan cuytado que por poco oujera a desesperar, mas non qujso Dios que la su alma se perdiese. E fuese para otro hermjtaño que moraua a dos leguas del, confesol sus pecados y rrepentio se mucho antel. E asolujo le del pecado en que auja caydo. E depues torrno se para su cueua y fizo más fuerte vida que en antes fazie, y a si acabó su tienpo en buen estado por que le ouo Dios merçed, y fue la su alma para la gloria de los çielos.

Por ende, mjo fijo, para mjentes quand buena cosa es fortaleza de castidat y de virginjdat, y quan mala cosa es flaqueza de luxuria y de forrnjçio. E quando el diablo que lo hurdie tanto lo estraña, quánto más es el estrañamjento que ende toma el nuestro señor Dios, santa Maria, los angeles y los santos. Tal es la virginjdat y la castidat en el rrey y en el enperador commo el paño todo cubierto de oro en que non ha manzilla njnguna. Tal es la virginjdat y la castidat en el buen rreligioso commo la maçana que está toda sana de dentro y de fuera. Tal es la virginjdat y la castidat en el buen perlado commo el paño blanco en que non ha manzilla njnguna. Bien auenturado es

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aquel que obras santas y buenas fizo, y se sopo guardar de fazer las malas.

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Capitulo xxxviijo. De cómo se non deue pagar omne del omne

que se atreue a yr al consejo y a la poridat de que non es llamado [fol. 75v].

Mio fijo, non te pagues njn qujeras en la tu casa omne que se

atreujere a yr al tu consejo y a la tu poridat, a menos de le llamar a ella. Ca dize Caton, el sabio: non vayas a consejo ageno a menos de ser llamado. E el omne que se atreue a yr a la porjdat agena más lo faze con atreujmjento de mal que por al. Non deue el vasallo tomar grand atreujmjento contra el señor con qujen biue. Como qujer que el señor gelo sufra y gelo consienta, non deue por eso tomar suelta mente grand atreujmjento, ca el que mucho se qujere soltar en las cosas a fazer su voluntad por fuerça conujene que aya de caher en yerro y en verguença. E tal omne commo este, quando cuyda que está más honrrado y más firme, falla se decaydo de aquel bien que ha. La merçed que el señor faze al vasallo es la mejor heredat que en el mundo pueda auer el que la bien sabe guardar. Otro si es la peor heredat que el omne pueda auer al que la mal sabe guardar. El señor es natura del fuego, que bien asi commo el fuego escalienta mucho ademas al que se mucho llega a él, otro si ha grand frio el que mucho se arriedra del. A semejança desto si se llegare omne al señor con que biue más de quanto deue y commo deue, non puede seer que se non aya a quemar y a fallar mal del. Otro si si mucho se arredrare del y non se echare al su serujçio, non puede seer escalentado del su bien fecho. Mas todo esto finca en dos cosas. La primera, en el mal o en el buen entendimjento del vasallo que la merçed que el señor le faz que sepa tomar della tanta quanta deue y commo deue, vsar bien con las sus obras y con el su serujçio, non tomar desconosçimjento del bien fecho que rresçibe de su señor, y non tomar atreujmjento con locura por que tengan los omnes que por honrra y por rriqueza que ha del bien fecho de su señor sale de egualdat y de cordura. La [fol. 76r] segunda cosa, tan bueno deue seer el entendimjento de su señor que non deue al su vasallo enpesçer contra lo que faze, quando non

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lo faze a entendimjento de mal en las cosas que paresçe manjfiesta mente que es asi. Otro si non deue enpesçer contra él por lenguas malas de enbidiosos que buscan mal a tuerto. Mucho vale más llamar el señor al su vasallo a la su poridat que non auer a dezir le que se qujte dende, ca cae en grand verguença por dos cosas quando gelo dizen. La primera es la verguença que toma él del señor que le manda ende tirar. La segunda es muy grand verguença que aquel rresçibe de todos aquellos que le veen ende partir. Quando se asentare el omne en el consejo a que le llama su señor, non deue querer tomar para si el más honrrado logar que ý oujere, saluo ende si fuere tal omne que sea el más honrrado de todos los otros a fuera del señor. Mas el otro que non fuere tan honrrado deue catar tres cosas: la primera que tome verguença del señor ante que ý se asiente; la segunda que sepa conosçer de honrrar los otros a cada vno en la su gujsa; y la terçera que sepa conosçer a si mesmo, y, conosçiendo a si, conosçerá al señor con qujen biue y conosçerá el bien que del rresçibe. En esta manera non errará. E para mjentes a la palabra que dixo Ihesuxpisto en el euangelio: quando fueres conbidado a las bodas, non tomes el primer logar njn el más honrrado para ti, por que si ý venjere más honrrado otro que tú, que te non leuantes ende. Más vale resçebir omne honrra por mano de otri y durar le, que tomar la por sy se y auer la de perder por que la toma sin rrazon. Y de las ganançias, aquella es buena ganançia la que dura, que non la que se pierde por que non es bien ganada. Non te atreuas en buena andança más de quanto te deues atreuer segund derecho. Non te atreuas en mançebia njn en sanjdat, ca non estan syenpre en vn estado. Non te atreuas en los sabores deste mundo que non son duraderos, y todos [fol. 76v] los más dellos torrnan depues en desabores. Non te atreuas en el tienpo, que cada dia corre que ayna se muda de vn estado a otro, e, mudando se él, mudan se todas aquellas cosas que son en él. E, por ende, todas las cosas non pueden estar en vn estado. Dios es aquel que nunca se muda e está syenpre en vn estado commo aquel que non ha comjenço njn fin. De la mar salen todas las aguas, y por eso non mengua ella en si se, e torrnan se todas las aguas a ella; e por

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eso non cresçe la mar en si se más de quanto está antes. E esto es a semejança de Dios, que todas las cosas que él fizo, mandó y ordenó, por njnguna non mengua él, njn por njnguna dellas non cresçe él en si se, mas la su gloria cresçe por los angeles y por los santos de parayso. E todas las cosas que él fizo resçiben bien del y él non lo rresçibe de njnguna, commo aquel que non lo ha menester que es syn toda mengua.

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Capitulo xxxjx. De cómmo se non deue omne pagar del omne

nesçio. Mio fijo, non te pagues njn qujeras en tu conpañja omne neçio,

que en todo el mundo non ha tan mal omne commo el nesçio. E el que fuere nesçio, cuydando en su coraçon que faze bien, fara ayna vna grand trayçion, por la qual te fara perder el cuerpo y quanto oujeres, y terrná que fazes en ello lo mejor y non sabra della guardar a ti njn a si mesmo, y terrna que la trayçion es lealtad. Y non conosçe su yerro ante que lo faga, njn lo entiende depues que lo ha fecho. El omne nesçio es tal commo bestia, ca entre el omne y la bestia el mayor departimjento que ý ha es por dos cosas: la primera por entendimjento; la segunda por razon, por la qual es llamada el alma del omne alma de coraçon, la qual alma non ha otra criatura si non el omne. Del seso viene el entendimjento, e de la rrazon viene el conosçimjento. E en el omne nesçio non ha njnguna destas, e por eso torrna [fol. 77r] a seer tal commo bestia. Grand prision es para el omne entendido y de rrazon auer de beujr y auer afazimjento con omne nesçio, segund dixo Daujd, el profeta, ó dize: non qujeras seer atal commo el cauallo o commo el mulo en que Dios non puso entendimjento njnguno. Por eso puso nuestro señor Dios el rrostro de la cara del omne que catase con los ojos arriba contra el çielo, segund la palabra que dixo Daujd, el profeta, ó dize: señor, a ti alçaré los mjos ojos que moras en los çielos. La bestia ha el rrostro baxo contra ayuso y los ojos catan contra ayuso, por dar a entender que es cosa terrenal que non ha en ella parte njnguna de rrazon njn de entendimjento que pertenesçe a la conosçençia çelestial. E el omne nesçio es tal commo el topo, que, por que el topo non ha los ojos tan claros njn tan buenos commo las otras anjmalias, los tiene çerrados y muy metidos en la cabeça, por eso anda metido deyuso de la tierra y non cata por las cosas que son sobre tierra. A semejança desto es el nesçio que ha los ojos del alma de rrazon y de entendimjento enbargados con mengua y con enbargo que toma en si, e asconde se

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y non osa paresçer en plaça commo el entendido. Vida penada, de grand trabajo y muy aborresçida es para el omne entendido en auer le a serujr el omne nesçio y a tomar con él grand afazimjento de cada dia. El nesçio non puede fazer cosa de que el entendido se pague. El omne entendido olujda lo que sabe y lo que entiende quando fabla con el nesçio, e non vee la ora que se parta del. El entendido grand sabor toma quando falla otro entendido con que fable en su entendimjento. Bien asi commo el que es letrado que se paga mucho de fablar en letradura con letrado, otro sy el mançebo paga se mucho quando falla otro mançebo con que fable y faga su mançebia; otro sy el juglar paga se mucho quando falla otro joglar con que tanga y acuerde sus esturmentos; otro sy el cauallero bueno paga se mucho, quando se vee en algund logar de peligro, quando falla otro si muy buen cauallero de armas [fol. 77v] que le ayude a la priesa en que está; e otro si el moço pequeño paga se de fablar con otro moço más que con otro moço grande, segund la palabra que dixo el omne sabio: toda cosa se paga de la su semejança. E por eso dize el prouerbio: toda criatura rreujerte a su natura. El rey Salamon dixo: el omne conpljdo deue seer con los santos santo y con los buenos bueno. Otro si dixo Salamon: todas las cosas del mundo han su tienpo, mas el tienpo non ha todas las cosas. El omne ha el tienpo en que está mjentra es biuo y dura en él, mas non ha el tienpo que es pasado, ca ya aquel non es suyo e espera de auer el que ha de venjr. Perdido es el tienpo que el omne entendido pasó con el nesçio. Perdido es el tienpo en que el omne puede fazer bien y non lo faze. Perdido es el tienpo que el omne deue fazer las buenas obras y faze las malas. Perdido es el tienpo en el omne fazer obras de locura de que se aya a fallar mal depues. Perdido es el tienpo en que el omne faze obra en que non haya rrayz para ser duradera. Perdido es el tienpo en que el omne faze obra de bien que le non sea conosçido commo deue; e esto acaesçe faziendo el señor bien al mal vasallo, o serujendo el vasallo al mal señor, o faziendo el amjgo mucho por el mal amjgo. Pero commo qujer que el tienpo se pierda en tales omnes commo estos, el bien nunca se pierde que, aun que aquellos lo desconoscan,

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los buenos lo conosçen. A tienpo rrecude por tal que non peresca njn caya en el olujdo. E por eso diz la palabra del prouerbio antiguo: faz bien y non cates a qujén. E este “non cates a qujén” se dize por que el omne non deue parar mjentes en qué logar lo faze, por tal que non qujte de fazer bien mjentra lo puede fazer. Ca en bien fazer mucho cae al omne de auenturar lo suyo, bien commo el que sienbra que la semjente que tiene en su poder esparze por el canpo a fiuza que cogerá ende fruto con que goze y sea bien andante, e commo qujer que la su semjente auenture, ante que venga a derramar la busca ero [fol. 78r] bien labrado en que la eche, y desi echa la ý y coje ende fruto de que ha alegria.

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Capitulo xl. De cómmo se non deue omne pagar del omne

traydor. Mio fijo, non te pagues njn qujeras llegar a ti, njn a tu conpañja,

njn a tu casa, njn a las cosas que fueren llegadas a ti y oujeren debdo contigo e que tú amares, el omne traydor njn el falso, que sienpre te verrná mal dellos si te dellos non sopieres guardar. Traydor non puede ser omne sinon por tres cosas, las quales son estas. La primera por matar a su señor, o por ordir o por fablar su muerte, o por seer en consejo o en consentimjento de su muerte y saber la y non gela descobrir njn le guardar della. La segunda por traher castillo de su señor y por fazer gelo perder, e por conbatir castillo de su señor a tienpo que el señor non le puede acorrer njn poner ý rrecabdo qual deue. La terçera por fazer tuerto con la muger de su señor, o con las dueñas que andan en su casa, o con las donzellas que ý andan, o con las cobijeras, o con las otras mugeres sirujentes de casa, o con todas aquellas que se ençierran de las puertas del corral adentro. Falso es el omne que te yo agora dire. Lo primero por mentir a su señor y non le tener lo que pone con él y non le sirue bien y derecha mente asi commo deue, en andar en su mal, en su daño y en su deseredamjento, en mentir al su amjgo el amor que con él ha e el pleito que con él pone, e non guardar muger o fija de su amjgo asi commo guardarie lo suyo mjsmo. Aleue [omne aleuoso] es vn denuesto por el qual cae omne en mayor pena que el falso en matar a otro, que se non guarda njn se teme del sobre salua fe, y non lo aujendo desafiado njn torrnado amjstad, njn aujendo rrazon contra él por que le deua querer mal, njn fazer gelo si non por maldat de falsedat a que se mueue aquel que lo faze. E tal cosa commo esta cae en aleue por la qual el omne que lo faze es llamado aleuoso. La segunda cosa es dar mal consejo al que gelo demanda [fol. 78v] bueno fiando en él. E por el mal consejo que le da, fazer le a perder el cuerpo y todo lo que ha, y meter lo ha en grand yerro para sienpre del qual depues non podra saljr. E esto es grand pecado y grand

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aleue de aquel que lo faze, y grand mal y grand pecado de aquel mjsmo a que lo faz. La terçera cosa descobrir la poridat que el otro dize, por la qual poridat le farie perder el cuerpo y quanto ha; mas sy la poridat fuere tal que tanga a saluamjento de su señor o de su señorio, en esta faze derecho de la descobrir. La quarta cosa por que el omne cae en aleue es por quebrantar la tregua que pone y que da por si a otri por él o por su mandado. E el que viene a rrebtar sobre ello non le dira traydor njn falso, mas llamar le ha aleuoso, e a aquello le ha a rresponder. La quinta es por asacar falso testimonjo a otro por mal que le qujere, e esto es grand pecado y grand falsedat, y por eso es llamado falso testimonjo, por que faziendo y diziendo falsedat da testimonjo mentiroso y falso. El traydor [y] el falso es estremado de todos los otros omnes. Sienpre el su cuydado es en mal fazer, y tiene que, por vn mal que faga nueua mente, encubre y da pasada a todos los otros que ha fechos. E sienpre qujere tomar a menudo señorio nueuo y amjstades nueuas en que non fuese conosçido, y morar en tierras estrañas ó non sopiesen sus fechos.

E por que entiendas que te digo verdat, para mjentes en la estoria de Troya, y fallaras ý cómmo se perdio Troya por la trayçion que fizo Eneas. E des que la çibdat fue perdida, e el rey Priamos fue muerto y la noble rreyna Ecuba, su muger, y todos sus fijos y fijas, fuese el traydor de Eneas con el auer que le dieron los griegos por el mal que él fiziera, e metio se en vna naue sobre mar y arribó a Cartago Dido ó es agora poblada la çibdat de Tunez, que era dende sen[n]ora la noble reyna Dido que la poblara, e por eso llamauan a la çibdat Cartago Dido. E este Eneas casó con esta rreyna Dido y moró con ella grand tienpo [fol. 79r], segund cuenta la Grand Estoria. E la rreyna, y él por ella, eran señores de aquel logar. E acabo de grand tienpo, acaesçio vn dia que aquel Eneas entró al tenplo a fazer su oraçion a los ydolos que ý estauan; e quando sallio del templo, vido en el portal de la puerta pjntada la estoria del fecho de Troya, de cómmo pasara y de cómmo se perdiera por la trayçion que Eneas fizjera. E quando él vio que la maldat que él fiziera asi se yua publicando y sabiendo por el mundo, temjo se que a pocos de dias

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aurian a saber que él era aquel Eneas que aquella trayçion fiziera, e aquella reyna Dido con qujen él estaua casado se terrnje por mal engañada, por mal trecha del y le mandarie fazer enemjga por ello. E por el mjedo que ouo desto, fue se su via diziendo que yua a vn logar y que seria tornado a dia çierto. E cuydando la noble reyna Dido y los de aquel logar que él que lo farie asi commo él dezje, dexaron lo yr, e él fue se y jamas nunca allj torrnó. E por eso entendio la reyna Dido, y los que con ella eran, la enemjga y la falsedat con que él andaua. Demas des que sopieron el mal fecho y la trayçion que fiziera en Troya, e la reyna touo se por desonrrada y por mal andante de tal omne commo aquel atreuer se a casar con ella. E por el grand pesar que ende ouo, subio en vna torre muy alta y paro se entre las almenas y començó a rrazonar con el pueblo que estaua ý junto, dezjendo les muchas cosas en que pudiesen beujr, y de la su fuerte ventura por ella ser casada con tal omne que asi la auja burlado; y tomó vn espada, metio se la por los pechos, dexo se caer y dio tal ferida en tierra que luego fue muerta. E asi acabó la reyna Dido su vida por el despecho que ouo de las trayçiones que fazia Eneas. E si más conplido esto qujeres saber, vete a la estoria rromana y lee la carta que enbió la rreyna Dido a Eneas, su marido, e ý lo fallarás.

E por esto puedes entender, segund que ya desuso te dixe, que el omne traydor y aleuoso a [fol. 79v] menudo qujere mudar señorio y dexar la tierra en que biue por yr buscar otra, por tal que lo non conoscan, njn conoscan las sus obras, njn los sus fechos. Mucho vale más el omne que es traydor tener le el omne a lexos de si que non a çerca. Peor fiere la culebra, que el omne tiene metida en el seno, que la que anda en el canpo. Non te eches a dormjr njn pongas la tu cabeça segura en fiuza del traydor o del falso. Quando el traydor te fablara con palabras sabrosas y omjldosas, allj te guarda más del que quando te dixere las soberujas. Non metas la tu vida en mano del que la despreçió. Non segures la tu alma en fiuza del que anda por acortar los tus dias. Non fagas plazer a otri que se torrne en dapño a ti. Non cayas en yerro del qual non te puedas arrepentir. Non te atreuas en cosa en que non tengas los pies firmes. Non tengas que

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has de lo que te non puedes ayudar. Non cuentes por tuyo de lo que non has en tu poder. Bien auenturado es aquel que pudo y se sopo guardar de trayçion y de aleue, ca muchos fueron aquellos que ý cayeron mal. A Ihesuxpisto, nuestro señor, troxo por trayçion Judas Escariote, que era vno de los doze de sus disçipulos. Ihesuxpisto dixo: por bueno fuera del si este omne non fuera nasçido. Por trayçion fue [muerto] Jullio Çesar y otros enperadores de Rroma, segund cuenta la Estoria de los fechos de los rromanos. Por trayçion qujsieron muchas vegadas matar al rey Alexandre e en cabo murio por ello. Por trayçion fue enponçoñado a yeruas Hercoles, el grande, y deso murio. Por trayçion mató Velljdo Dolfos al rey don Sancho quando tenja çercada la çibdat de Çamora. Por trayçion mataron en la çibdat de Leon al infante don Garçia, que era señor de Castilla. Otros muchos rreyes fueron muertos por muy grandes trayçiones, que serien muy luengas de contar aqui. Con trayçion fizo perder el conde don [fol. 80r] Yllan toda la tierra de España al rey don Rrodrigo, que era ende señor, que fue el postrimero rey de los godos. Qué te dire más. Muchas malas fazañas y muchas malas estorias fallarás de las trayçiones y non njnguna buena. La lealtad y la verdat es tal commo la buena triaca fina; e la trayçion y la falsedat es tal commo el tosico mortal. De la verdat y de la lealtad nasçen todos los bienes, y de la trayçion y de la falsedat salen todos los males. Si te llegares al omne traydor, non puede seer que te non ayas a enlixar del, ca prende y apeca se asi commo liga. Non qujeras palabras con el omne traydor y con el falso, saluo ende tantas y en tanto en quantas fizieres de tu pro con él non lo podiendo escusar; mas sy escusar lo pudieres, non te entremetas de auer afazimjento con él, e sy lo non pudieres escusar y lo fizjeres, sienpre lo ten en tu coraçon por tal qual es. E des que la tu pro oujeres acabada, dale aquella çima que él meresçe, y asi fincarás tú por bueno y él fincará por qual es.

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Capitulo xljo. De cómmo se deue omne guardar del omne que es

mentiroso. Mio fijo, guarda te del omne que la su lengua es abaldonada y

suelta a dezir sienpre mentiras y non verdades, que tal como este tan bien en lo mucho commo en lo poco syenpre te dira mentiras y non verdades. E quando por su ocasion alguna vegada qujere dezjr verdat, non le es creydo. Tanto es vsado de dezjr mentiras, que tanto gelo creen por mentira quanto dize y faze. Tres cosas son que vienen vna en pos otra: la primera es cuydar la cosa de lo que omne qujere; la segunda dezjr la; la terçera meter la en obra. Todas estas tres se confirman en el cuerpo del omne que diz mentiras, ca, en diziendo la mentira, da a entender que primero cuydó aquella mentira ante que la dixese. E, des que la ha dicha, se demuestra que la meterie en obra si podiese, o si se le gujsase de lo fazer. El omne que es mentiroso en su palabra engaña y confonde la su alma y el su cuerpo por quantas cosas te yo agora dire. La primera yerra a Dios, su señor, jurando por el su nonbre mentirosa [fol. 80v] mente, la qual cosa es defendida primera mente en el Viejo Testamento, ó dize: non jures en vano el nonbre de tu Dios. Otro si lo defiende Ihesuxpisto en el euangelio, ó dize: non te perjures en el nonbre del tu Dios, njn le pongas baldia mente en tu boca, njn palabras mentirosas njn engañosas. E por eso nos mostró Ihesuxpisto por los sus euangelios cómmo afirmasemos las palabras que qujsiesemos dezir por çiertas y por verdaderas, diziendo: verdat vos digo, asi es esto. Natural cosa y derecha es del omne mentiroso que él mjsmo, tenjendo se por tal qual es, tan grand mjedo ha que le non creeran lo que dize, que primero ha de jurar vnas juras sobre otras y muchas dellas, y non cata en ello verdat, njn mentira, njn pecado de su alma, njn ha rrahesçamjento del nonbre de Dios. E esto faze él por tal que le crean y non es asi commo él cuyda, que quanto él más pugna de lo jurar y de lo afirmar, tanto es él menos creydo entre aquellos que le conosçen. Otro si yerran a la su alma que, pues que mentiroso es y lo ha tomado por vso en las cosas

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que dize, bien asi lo faze quando se confiessa en aquella cosa do deue dezir toda verdat y non mentira, dexa la verdat y dize la mentira, por la qual cosa pierde la su alma y echa la en mal logar. E de tal yerro commo este vsa en toda su vida fasta la postrimera confession de la su muerte. E sy aquella postrimera es tal commo las otras, en mal dia nasçio la su alma que de aquella va perdido para syenpre al logar donde non puede torrnar. Otro si yerra muy mal al señor con que biue, que, en tal de le dezjr palabras verdaderas y çiertas, dize las mentirosas. E si el señor bueno es, des que le conosçe por tal, deue le preçiar poco y non fiar mucho en él njn en sus palabras, y arredrar le de si y de su consejo. Otro si yerran al amjgo o a los amjgos con quien fabla diziendo las palabras mentirosas por verdaderas; e, des que ellos le conosçen por tal, non deuen fiar del njn de sus palabras. Grand yerro faze el que se mueue a creer palabras [fol. 81r] del omne mentiroso des que le conosçe por tal. Mucho yerra a si mesmo el que, por la maldat de otri, qujere dañar a si mesmo. E, entre los sabidores de mal, es tenjdo por muy sabidor al tienpo de agora el que, con engaño, diziendo palabras mentirosas quiere engañar los omnes. Mal faze el que, non veyendo por qué, cree las cosas que non deue creer. Bien asi commo al omne es dado de tomar buenas costunbres y dexar las malas, otro si le es dado de dezir verdat, pagar se della y aborresçer la mentira y la maldat. La bondat es fija de la verdat, y la maldat es fija de la mentira. Sy vna vegada oujeres a caer en preçio de mentiroso, aun que depues qujeras dezir verdat, non te creeran los omnes, que te lo oyeren dezjr, que verdat dizes. En toda la tu vida nunca podras esta mala fama toller de sobre ti, que commo qujer que los omnes malos ljujana mente se mueuen, por maldat que han en si, a poner fama qual se pagan sobre aquellos que mal qujeren, mucho ý ayuda la maldat que faze aquel o aquellos que caen en ella. Si al omne verdadero dan fama de mentiroso, non le enpesçe njn puede enpesçer en él. Otro si si al mentiroso dan fama y preçio de verdadero, non puede mucho durar en ella, que en las sus obras conujene que descubra la verdat, segund las palabras que dixo sant Johan [en] el

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Apocalipsi, la qual dize asi: las sus obras dellos los segujran y los leuarán a saluaçion o a perdiçion. El alma del omne por las obras la judga Dios, por las buenas la sube y la lljeua a parayso, e por las malas la desçende a los jnfierrnos onde nunca sale, segund que dixo Job, ó dize: en el jnfierrno non ha njnguna rredençion njn resçibe amor njnguno, si non todo mal y toda amargura que nunca ha cabo njn fin. Quando en otra cosa non ganases pro sy non en seer verdadero, si non el nonbre tan sola mente, para mjentes y veras quánto fermoso es en dezjr verdadero demas ó se dize con derecho, y quand feo es ó se dize mentiroso. Qué te dire más. Dios puso ante la tu alma dos [fol. 81v] carreras: la vna es carrera de bien y de verdat, la otra es carrera de maldat y de mentira. Pues ve por la buena y dexa la mala, ca por la buena beujras bien en este mundo y saluarás la tu alma ante Dios, tu criador y tu fazedor, e por la mala beujras mal y seras perdido.

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Capitulo xlij . De cómmo se deue omne guardar que non caya

en yerro de fecho de armas. Mio fijo, guarda te y non yerres en manera que cayas en yerro

de fecho de armas, ca non es yerro que puedas entender njn de que te puedas castigar asi commo lo farias de otros yerros que te acaesçiesen. Qujen yerra en fecho de armas en non lo saber gujsar, njn enderesçar, njn conpasar commo deue non pone ý otros peños sinon la cabeça. E, des que vna vegada es tajada, non se puede despues surzir commo otra cosa que sea rrota. A los otros yerros que al omne contesçen puede sobre ello auer castigo de palabra o de feridas, mas yerro de fecho de armas non ý viene otra pena sobre ello si non desauentura o mal andança o muerte. El que la muerte puede tomar, mal por mal mejor le es que non la desauentura o la mal andança en que finca el omne enuergonçado para en toda su vida e depues en la su muerte. Ca, commo qujer que el omne muere, nunca el su mal muere y sienpre los omnes se menbrarán dello, fablarán en ello y lo estrañarán. Asi commo se loa el bien, asi se deue estrañar el mal. Por yerro de fecho de armas se perdera y se vençera vna grand batalla de la parte que acaesçe aquel yerro. E eso mjsmo de vna lid de vn cauallero que lidie con otro a pena, y dende arriba commo se acaesçe. E desto auemos muchas estorias en que cuenta de muchos a qujen acaesçio y que pasaron por ello. En yerro de fecho de armas acaesçe que los vençidos vençen a los vençedores, non sabiendo los vençedores guardar su buena andança y preçiando poco a aquellos que ellos vençieron. Por yerro de fecho de armas acaesçe muchas de vegadas que los que cuyda [fol. 82r] guarjr y escapar de mano de sus enemjgos, non lo sabiendo fazer, se meten en su poder. Por yerro de fecho de armas otro si acaesçe que los menos, aujendo se para bien y tomando en si acuçia y maestria para lo fazer, vençen a los más que ellos. Por yerro de fecho de armas acaesçe que vn alcayde de vn castillo, seyendo el castillo çercado de sus enemjgos en tal de guardar muy bien el castillo que tiene, ha de fazer con su cuerpo y

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con los que tiene con sigo vna tal cosa que prenderá él muerte o encatiuamjento y perdera el castillo de su señor. Por yerro de fecho de armas, atreujendo se el cabdillo en palabras locas y vanas que le digan, fara cometer tal cosa por la qual perderá todo el su fecho. E des que esto le oujere contesçido, non porná otra escusa ante si si non que cuydaua que asi seria. E por eso dize la palabra del prouerbio que cuydar non es saber. Por yerro de fecho de armas acaesçera que vna muy grand hueste se desbaratará y sera destroyda, non se sabiendo guardar bien de la parte onde deuen o commo deuen auer guarda, njn sabiendo lo fazer acuçiosa mente y con trabajo. Por yerro de fecho de armas acaesçe que muchas de vegadas que vna flota de naujos que los que son pocos, sol que sean bien armados y de buena gente para matar y para lidiar, desbaratan a otra muy grand flota en que non aya tan buena gente njn que lo sepan tan bien fazer. Por yerro de fecho de armas acaesçera que en vna espolonada que los caualleros faran se meteran en la barrera de los enemjgos, y des que dentro fueren de dos cosas les conuerrná a fazer la vna: o morir o saljr ende mal andantes y con grand verguença. Por yerro de fecho de armas recuden los omnes loca mente quando les dan apellido y van corriendo y non sabiendo sabidoria çierta con quántos y con quáles enemjgos lo han. E deste mal non se saben guardar fasta que caen en la red de cabeça de la celada que los enemjgos les tienen echada. E des que ý son han de seer por fuerça muertos o [fol. 82v] catiuos, y por esta ocasion se pierde y es perdida mucha gente fasta este tienpo de agora. Qujen va contra sus enemjgos con sabidoria çierta aluenga los sus dias y la su vida, y non da la su buena andança a los otros. Mucho deue catar el que la guerra ha en qué tienpo la faz, qué mal puede fazer a los enemjgos y qué mal puede resçebir dellos. E antes que el omne comjençe la guerra deue catar y parar mjentes cómmo está gujsado y basteçido para alla para començar la, para mantener la y para leuar la adelante. Grand buena andança es y grand uantaja del que primero comete sobre el cometido, sol que el cometedor guarde dos cosas: la primera que lo comjença y lo comete que lo faga con derecho, ca faziendo lo con derecho aura a Dios por

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si y de la su parte, y de otra gujsa seer lo ya contrario; la segunda que lo que cometiere que cate primero qué cosa comete que lo pueda leuar a cabo, e, des que fuere començada, que non fallesca njn mengue por él, mas que lo lljeue adelante, saluo ende si lo dexa por otro grand serujçio de Dios y muy señalada y por otra grand su pro y su honrra que ende sacase. Non creas en el tu coraçon que las cosas segund se cuydan que asi las puedan fazer y acabar. Grand locura cuyda y ha en su cabeça el que cuyda nadando atrauesar la mar, njn en vn foyo que faga en tierra cuyde fazer y consumjr el agua toda que va por el rio. Las lenguas que toman de los sus enemjgos los que guerrean es grand pro de aquellos que la bien saben tomar y grand daño de los enemjgos, que bien tomada es, ca muchos saben por ý de su fazienda. Otro si grand daño es de los que la toman si la non toman quando deuen y commo deuen, ca mucho deuen parar mjentes los que la toman en non se gujsar por omne auenedizo de parte de fuera, ca la buena lengua deue seer natural del logar onde la toman, e que sea omne de hedat para saber y entender las cosas y los fechos de la tierra, y las nueuas que oye y aprende que las sepa bien rretener y contar. E, des que tal lengua commo esta tienen tomada en su poder, pueden yr segura mente con ella sobre sus enemjgos y non han qué temer con la merçed de Dios, mas non deuen alongar njn dar vagar de vn dia para otro [fol. 83r] a la obra que han de fazer, ca el logar frontero y guerrero de vn dia se camja de vn estado a otro. Ca el vn dia estará vazio de gente y otro estará muy lleno. E cuydan los omnes yr en esfuerço que non ay sinon poca gente y fallesçe con la mucha y viene les ende mal y daño. El fierro en tanto que es caljente deue se majar, y, des que es frio, non se puede tan bien majar. El que va a guerrear con sus enemjgos syn sabidoria çierta mente la su vida es en poder de sus enemjgos, e otro sy en su mesura va vendido. Des que començares a guerrear, non des vagar njn lo fagas flaca mente. El que de vagar aluenga el tienpo y por eso non acaba los fechos tan ayna commo lo auja menester, ca de vn dia a otro pueden nasçer muchos enbargos contrarios de aquel fecho en que estan. Demas por el grand alongamjento del tienpo han se de enojar las gentes que

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estarán contigo en la guerra, e, des que se enojaren, contesçer te ha de dos cosas: la vna, o se yran sin el tu mandado; o, si los qujsieres tener con tigo, auer te ha de costar más del tu auer para tener los de lo que te costarie primero. E mjentra los omnes estan folgados y rrezios son buenos y de buenos coraçones para cometer y fazer lo que les mandares; y de que el enojo cae en ellos, luego se fazen perezosos y couardes, pierden verguença en non fazer bien, y echase a todo mal y obra por ello.

Mio fijo, quando fueres en guerra, sabe te serujr y ayudar de los omnes de cada vno segund lo que sabe e aquello para que es bueno. El que tú vieres que es para fecho de mar pon lo en la mar, e el que vieres que es para adalid faz lo adalid y guja te por él. El que vieres que es buen almocaden syrue te del en aquel ofiçio, e el que vieres que es buen cabdillo de gente faz lo cabdillo y pon lo con gente ó te sirua. El que vieres que es buen cauallero de armas y que es ya prouado, y do se él acaesçio que sienpre fizo y dixo con el su cuerpo lo mejor y que se sopo guardar de yerro por [fol. 83v] que non cayese en verguença, a tal commo este quando te acaesçiere fecho de armas toma el su consejo y en lugar peligroso ten lo çerca de ti, ca este te sabra consejar y ayudar do lo menester oujeres. E en el tu castillo pon a tal alcayde que sea de buen lugar y tal en si de que el tu coraçon sea seguro que te rrespondera con él ayrado y pagado en todo tienpo que gelo demandares. Qujen pone en la su fortaleza omne en que non fia es tal commo el que da su cuchillo a otro su enemjgo que le deguelle con él. Non qujeras fiar en el omne más de lo que deues y commo deues. Sirue te de cada vno segund los fechos son en que has menester su serujçio, segund fueren los omnes que ayas prouado y segund las maneras de lo que cada vno sabe y en que son prouados por buenos, y asi non errarás tú njn ellos non errarán en lo que han de fazer, que cada vno yerra al su menester que sabe.

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Capitulo xliij. De quan bien andante es el omne a que Dios da

buena andança. Mio fijo, para mjentes quan bien andante es el omne a que Dios

da buena andança o buenas andanças. E muy bien auenturado es el que las bien sabe guardar y mantener. Buen andança es de ganar el omne el bien de primero, y más mejor andança es, des que lo ha ganado, saber lo guardar y mantener que lo non pierda, ca, des que lo pierde, a si mesmo pierde con ello. E por eso dixo el sabio Seneca: commo qujer que todas las cosas que salen de mesura fagan mal y sean dañosas para el omne, la buena andança que sale de mesura es muy más peligrosa que todas las otras por que faze al omne trasgreer y saljr de su estado non sabiendo tomar medida de manera gujsada en si, faze le auer cuydados desuariados los vnos de los otros y faze le dezir y fazer vanjdades, y pone le grand escuredunbre de tinjebra en manera que non puede por ella departir la verdat de la mentira njn la bondat de [fol. 84r] la maldat. Qué te dire más. Por que nunca tales omnes commo estos vaya mejor, trae los por desconosçençia de su yerro a seer mal andantes. E des que vna vegada caen, nunca los depues dexa alçar se a tomar esfuerço por njnguna manera de bondat. E por los bienes muchos sin medida que han rresçebidos son con ellos derramados sin mesura a daño del cuerpo y del alma, ca asi commo cahen por los sus malos cuydados en enfermedades del alma de que nunca guaresçen, bien asi, desanparando se a los viçios por conpljr sus voluntades, cahen en enfermedades de los cuerpos con que biuen muy lazrada mente. E ençima viene les la muerte muy fuerte y muy penada. E todo este mal les aujene por non saber de primero conosçer y guardar la buena andança. Buena andança es en los omnes en muchas maneras que te yo agora dire, e todas vienen de Dios y por Dios, ca sin él non se puede njnguna cosa fazer que buena, njn conplida, njn duradera sea. E qujero te dezir quántas maneras ay della. La primera dar te ha Dios buena andança en te fazer sano, escorrecho y syn lision njnguna, e que nascas de buen

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linaje y honrrado. La segunda dar te ha Dios buena andança en te fazer sesudo, entendido, bien rrazonado y de buen coraçon, de buenas costunbres y de buenas maneras. La terçera dar te ha de las buenas andanças deste mundo en te dar señorios grandes y heredamjentos granados [y] rriquezas sy eres omne para ello y de logar que lo deuas auer. La quarta dar te ha Dios buenas andanças contra tus enemjgos porque los astragarás y los tollerás lo que han, e aujendo tú buena andança la auran ellos mala. La quinta dar te ha Dios buena andança en te fazer vasallo de buen señor, que el tu señor sea tal que te conosca bien los serujçios que le fezieres y te dé buen galardon por ellos; e la tu fazienda vaya con él toda via adelante por que cada dia valga más. La sesta buena andança te dara Dios en te casar con buena muger conplida de toda bondat, de la qual te dara Dios fijos y fijas de que ayas generaçion y con que tomes plazer; e esta muger que sea tal que el tu coraçon esté bien seguro y firme en la su bondat y sin themor [fol. 84v], y seyendo ella sin maldat; e por la qual, seyendo tú casado con ella, sea a honrra de ti y auras por ella rriquezas y todo bien y sea el casamjento a egualeza de ti lo más que se pueda fazer. La setima buena andança te dara Dios en dar te carrera por que puedas fazer vn bien señalado, el qual te sea muy loado de que lo oujeres fecho de todos aquellos que lo sopieren, ca el bjen nunca muere njn se pierde y sienpre va adelante. La octaua buena andança te dara Dios en el bien y en la buena andança que diere al tu amjgo, ca, pues tu amjgo es derecha mente y tú le tienes por tal y fias mucho en él, la su buena andança deues tú contar por tuya y asi te deue plazer con ella commo de la tuya mesma. La nouena buena andança que te dara Dios, esta es sobre todas las otras, en te traher a tienpo y a sazon que te conoscas y ames a Dios y te rrepjentas derecha mente de los tus pecados, por la qual cosa la tu alma, que es el mayor y el mejor bjen que tú has, venga a saluaçion y a gloria que dura para sienpre y sea tolljda de perdiçion. Aquj se acaban todos los bienes de las buenas andanças tenporales y spirituales que el alma y el cuerpo del omne pueden auer. Bien andante es aquel a que Dios da carrera y la él sabe tomar y vsa bien

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por ella, que, aujendo los bienes deste mundo en gujsa, vse dellos por que non pierda los bienes del otro. Manera es de muchos omnes que, en la oraçion que fazen a Dios, demandan le que les dé buenas andanças, y en estas demandas toman grand enbargo sobre si. Qué pro tiene dar te Dios buena andança si gela non sabes bien guardar y non sabes vsar muy bien della. Sy tú esto non sabes fazer, más valdrie que gela non pidieses y que la non oujeses. Mas sy tú bien qujeres fazer, toma el consejo que te yo agora dire. Quando pidieres merçed a Dios que te dé alguna buena andança muy señalada, pide le por merçed luego en pos aquello que sy él tiene por bien de te fazer alguna merçed quel tú demandas, que él por la su santa merçed te dé entendimjento y rrazon por que le sepas conosçer el bien que del resçibes y con que sepas guardar y vsar bien en de [fol. 85r] aquella buena andança del bien que te él faze. La primera cuyda el primer mal en que el omne cae en este mundo si es en desconosçer se a Dios. Vn yerro es en desconosçer se le y otro es en non le conosçer, e cada vno dellos es muy grande, muy malo y muy mortal para el cuerpo y para el alma. Por ende, bien auenturado es aquel que sabe bien conosçer a Dios y gradesçer le los bienes, las merçedes y las graçias que del rresçibe, ca sin él todo es nada. El diablo qujere se meter por poderoso en dar a entender a los omnes de fazer bien y mal a qujen se qujere y de dar buena andança o mala a qujen se qujsiere. Sy el diablo te fiziere alguna cosa que tú cuydes que es por tu bien, avn que tal bien commo este te paresca alguna vegada que es asi, non es duradero que luego se pierde de más. El bien que del rresçibieses todo seria a destruymjento y a perdiçion de la tu alma, ca çierto deues tú seer que el diablo non anda en pos que la tu alma sea salua, mas por te la fazer perder; e los bienes temporales que te él fiziere y con que te afalagare sera a perdiçion del alma. Por ende guarda te del y de los sus engaños y conosçe al tu señor Dios, que es tu criador y tu saluador.

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Capitulo xliiijo. De cómmo non deue omne auenturar se muchas

vegadas njn fiar del omne que ayan prouado por malo. Mio fijo, guarda te y non te qujeras auenturar muchas vegadas

metiendo tu fecho en auentura y en fazer bien e en fiar en el omne que ayas prouado por malo, que por bien y por merçed que le fagas non tienes en él verdat njn lealtad, sinon todo mal y toda falsedat cada que pudiese, que sienpre anda catando tu daño y tu deseredamjento ó se le gujsase de lo poder fazer. E este es a tal commo el que dize: sy te non puedo derribar desta altura, ve adelante y derribar te he [fol. 85v] de la otra. A tal commo este es, segund dize el prouerbio antigo, qujen su enemjgo popa a sus manos muere. E estraña cosa es y contra natura en comer el omne y auer afazimjento con el leon de so vno y con la sierpe enponçoñada, y non rresçebir mal njn daño dellos. Grand atreujmjento faz el que se echa a dormjr seguro en la cueua de la sierpe. Si tú, mjo fijo, resçibieses mal de tal omne commo aquel non te sabiendo guardar del, non pongas la culpa a él, mas pon la a ti mesmo que busqueste cuchillo con que degollases. Por derecho y por rrazon más te deues tú mjsmo amar que te podria otro amar. Pues si tú te non amas como deues y te non sabes guardar, qujén cuydas que te guarde. Dios, que es tu guardador, commo qujer que el señor muy poderoso sea, menester ha que le tú ayudes a que te él guarde, y, guardando te él y ayudando le tú a ello, sera la guarda conpljda y non temerás daño njn mal. Ca dize el prouerbio antigo: quien se ayuda, Dios le ayuda. Otro si dize en otro prouerbio: da Dios trigo en el tu ero, guarda te Dios de mal conpañero. Non qujeras fazer señor de tu cabeça njn pongas grand fialdat en su mano de aquel que te qujere mal y anda buscando te daño para te confonder cada que pudiese. La piadat non nasçe del omjziero, que la mjsericordia non es dada al que asecha con sabidoria de mal, de trayçion y de falsedat errando a aquel o aquellos que deue guardar. Las obras dan testimonjo de aquel que las faze. Si tú non qujeres errar en conosçençia del omne que qujsieres conosçer,

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para mjentes en tres cosas: la primera qué debdo ha contigo de bien y cómmo te ama en sus dichos y en sus fechos; la segunda por de quál fama es tenjdo entre los omnes; la terçera quáles son las sus obras que él faze, por las quales es judgado por bueno o por malo entre los omnes.

Mio fijo, non fies por palabras sabrosas que te digan, las quales torrnan a seer depues más amargas que la fiel. E cree por las palabras que te dixeren quanto deues y commo deues. Guarda sienpre lo de adelante que has a pasar y non caeras atras. Por las bozes conosçe el omne el esturmento de que salen quando le tañen, e por los fechos conosçe al omne qual es. Qujen se sopo guardar de mal y a qujen Dios qujso guardar de non caer [fol. 86r] en mal es bien auenturado. La cosa que se faze con locura y con arrebato sienpre se falla mal della el que la faze. Las locuras de primero paresçen bien a aquellos que se dellas pagan, y depues cada dia les paresçe peor y se qujeren ende tirar a fuera sy podiesen, mas non está el poder en su mano commo de primero. Faz bien al bueno e asi le estremarás del malo. Non ates nudo que non puedas desatar. Non tomes fiança en logar de que te ayas ende a tirar afuera. Non prometas cosa que non puedas auer njn dar. Non qujeras oy auer vn amjgo por cosa quel tú prometieses, la qual tú non le pudieses conpljr y oujeses cras a perder su amjstad. Non qujeras cada dia seer engañado, ca, si lo fezieses, rreprehender te yen los omnes mucho a ti en el tu sentido. Non qujeras tomar el tu enemjgo por amjgo, ca, si lo fezieres, perderies el tu primero buen amjgo. Las cosas que fizieres faz las con rrazon y con sentido, guardando en ellas lo más agujsado, y asy non te fallarás mal des que las oujeres fechas. Non digas voluntad de tu coraçon a aquel de qujen te oujeres a guardar. Non demuestres buena voluntad al que non amas, ca, si lo fezieses, meter te yes por engañador contra él. Non cae al rey seer engañador commo lo serie otro omne pequeño. Por guardar la tu buena verdat, non vendas a otri por la mala medida que te a ti vendieren. Faziendo bondat destroyras con ella y desfaras la maldat. Mejor paresçeras en el tu espejo en que te catas que paresçies en los ojos del tu enemjgo. Escoje el bien del

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mal, asi commo escogeries vn manjar de otro o estremar vn buen vjno de otro malo. E cree por Dios, guja te por las cosas que deues y dexa las que non son tuyas y de que te puede venjr daño. Ama derecha mente lo que deues amar, y non lo pierdas por culpa de ti. Non despreçies lo ganado por lo que has de ganar. Non digas mal del dia, que obra es de Dios en que él demuestra sus maraujllas, fasta que sea pasado y venga la noche. Non tomes grand atreujmjento en las cosas de que non estás seguro. Cree y fia en las que deues, commo [fol. 86v] deues y quanto deues. Non fagas escarrnjo njn desonrra al tu amjgo, qual non qujeres para ti que otri te fiziese. En la cosa que tú qujeres que te Dios fiziese merçed non pongas mucho a coraçon de cobdiçiar la, ca más tarde te verrná por ello. Non qujeras lo desagujsado, njn busques lo mal parado, njn despiendas el tu tienpo en vanjdat, njn pierdas verguença onde finques enuergonçado, njn te metas por consejero en balde onde non ayas grado, njn seas derranchado contra otro derranchado, ca luego meteries descomunaleza entre ti y él. Sy te abiltares, cada dia seras más abiltado. Si te preçiares commo deues, el tu preçio cada dia yra adelante. Cree en Dios derecha mente y fia en él, ca del vienen todos los bienes.

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Capitulo xlv. De cómmo se non deue el señor pagar del omne

que anda en la su casa que qujere guardar más la fazjenda de vn su amjgo que non la del señor.

Mio fijo, non te pagues njn qujeras para ti njn ande en la tu casa

njn en el tu consejo el omne a qujen tú fezieres merced y fuere allegado a ti y a tu priuança, y, fiando tú en él, qujere guardar más la fazienda de vn su amjgo que non la tuya, que eres su señor y le fazes bien y merçed y que fias en él. Ca tal omne commo este, que esto faz, non se leuanta de buena verdat, njn de lealtad, njn de amjstad buena y derecha. Ca, señor por señor, tú, con quien él biue, eres su señor y non otri, ca el tu señorio es de bien fecho y de naturaleza, e por eso a ti es obljgado y non a otro. Otro si, amjgo por amjgo, tú eres su señor y su bien fazedor y has fiança en él, deue te seer él amjgo sobre todos los otros amjgos. E sy él a ti yerra, quál es aquel que en él deue fiar. Por que non es razon que deua seer errar a ti que eres su señor. Por plazentear y ljsonjar a otri, grand yerro y grand falsedat faze. El que tu priuado y tu merçed fuere y te amare derecha mente non deue amar a otri en manera que a ti yerre. E al que tú, que eres su señor, amares, deue [fol. 87r] lo él amar toda via guardando la tu pro; e al que tú desamares, deue lo él desamar y arredrar se del. Grand falsedat es errar omne el consejo que da a su señor por amjstad que aya con otri. E el que esto faz es tal commo el que dixese: el bien que me faz este señor non es suyo; e aquel que amo más que a él, a aquel lo gradesco, que del me viene que non a él. E desta gujsa con mala falsedat pone otro aparçero sobre su señor, y faze le mayor que a él. E asi desconosçe bien fecho, señorio y naturaleza, y enduresçe su coraçon en egualdat de desconosçimjento y de falsedat. Y cada dia son las sus obras peores commo aquel que olujda a Dios, a su señor, a su bien fecho y a si mesmo. La maldiçion conplida mente es dada sobre el omne que cae en desconosçimjento. Qujen se desconosçe en lo menos non se puede guardar a desconosçer se en lo más. El omne que biue con el señor semejança

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deue tomar del que entra en orden, que el dia que entra en orden promete y faze voto de guardar y mantener su orden y de fazer y conpljr obediençia a su mayoral; e el que esto bien faze y bien guarda es bien ordenado. Pues el tu vasallo y el tu priuado, que es llegado a la tu merçed, para mjentes y guarda bien el consejo que te diere que sea sano y sabio. Y guarda la tu pro sobre todas las otras proes de los sus amjgos otros, y guarde el tu daño de gujsa que te non faga caer en daño njn en perdida. E guarde el tu amor sobre todos los otros que amare, y guarde la tu conosçençia por que non caya en desconosçimjento, y guarde el tu bien fecho por que non caya en perdiçion del cuerpo y de lo que ha, y guarde el tu amor por que non caya en la tu yra. Ca dize el rey Salamon: la yra del señor es mandadero de la muerte. Non qujeras que el tu priuado njn el tu ofiçial venda la tu pro por dineros. E sy tal cosa fallares sobre él, sabiendo por çierto, nol dexes más vsar por ella [fol. 87v], ca, asi commo vende por preçio de auer la tu pro, asi puede vender la tu persona si gelo qujsieres sofrir. El fuego mejor es de matar pequeño que des que es grande. El tu priuado la tu boz y la tu rrazon deue tener contra los otros, ca non de los otros contra ti. Non te fies del tu priuado que le non plaze del tu bien y se alegra con tu daño. Non fies en el tu priuado que, con mjedo malo y desagujsado, te qujere veer syenpre en premja y en quexa cuydando que por allj escapará de las tus manos. Non fies en el tu priuado que non ha sabor de asosegar contigo en la tu casa. Non fies en el tu priuado que en el tu señorio non quiere guardar lo que tiene y lo que ganó con tigo. Ca dize nuestro señor Ihesuxpisto en el euangelio: ó es el tu thesoro ý es el tu coraçon. Escoje el bueno del malo, y asi non dañarás a ti por la maldat de otri, njn confonderas los buenos con el malo. El mal gusano confonde todo el arbol en que se cria. La mala yerua afoga el pan que non nasca. Cree en Dios, que es sobre todo, aue buena fiança en él y guardar te ha de poder de los malos y de los engaños dellos.

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Capitulo xlvj. De cómmo non deue omne dezir las buenas

estorias y las fazañas de los omnes buenos ante malos omnes, viles y rrafezes.

Mio fijo, non qujeras las buenas estorias y las fazañas de los

omnes buenos que fueron dezir las con tus palabras buenas ante malos omnes, viles y rrafezes, ca, si ante ellos las dixeses, perderies tú los tus buenos dichos, faries en ello tu daño, a ellos non terrnje pro y tú mjsmo tomaries en ello enojo y pesar des que metieses mjentes en qué logar lo dizes depues que lo oujeses dicho. Jhesuxpisto, nuestro señor y nuestro maestro, nos amuestra en el su euangelio cómmo deuemos senbrar nuestras palabras, ó dize: semejança es del que sienbra, que, en senbrando, esparze su semjente, y la vna cae en buena tierra, bien labrada y lljeua buen fruto, y la otra cae [fol. 88r] sobre la peña que es seca y non falla ý humor a que se aprenda para criar; la otra cae entre las espinas y las espinas afogan la y non la dexan nasçer; la otra cae en la carrera por ó pasan los omnes que es dura y pisada, non se puede esconder deyuso de la tierra y las aues que buelan veen la estar descubierta, comen la y asi non faze fruto. Nuestro señor Ihesuxpisto, que dixo estas semejanças, él mjsmo las dispone por el su euangelio espiritual mente. E nos, el rey don Sancho por la graçia de Dios, que fezimos este libro, queremos los aquj disponer tenporal mente, segund las costunbres y las bondades de los omnes. E en antes que el rey o el grand señor diga sus rrazones o departiendo, segund se acaesçen las cosas, deue meter mjentes cómmo las dize. Por ende, el nuestro disponjmjento destas palabras es este: el que sienbra su semjente buena es el que dize sus palabras buenas, apuestas, de buena rrazon y derecha. La tierra sobre que cahen es a semejança de los omnes que aquellas palabras oyen. E asi commo la tierra y los logares sobre que esta semjente cae son departidos los vnos de los otros, bien asi las voluntades, las bondades y las obras de los omnes son departidas de los otros. La buena tierra y bien labrada en que cae esta simjente es a semejança de los buenos

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coraçones de los buenos omnes, los quales son bien labrados por buenos entendimjentos y por buenas memorias que han, e por seer sesudos, letrados y de buenas mañas, que las sus vidas despienden en buenas obras y se saben guardar de las malas. Y en tales commo estos non se pierde la buena simjente de las buenas palabras que oyen, mas cresçe, amuchigua y va adelante. E bien auenturado es aquel que gelas dize y a qujen da Dios tales oydores que gelas aprenden. La simjente que cae sobre la piedra dura y seca, en que non falla humor en que crie, es a semejança de las buenas palabras que se dizen ante los nesçios y desentendidos, que los sus coraçones son secos y syn humjdat de buen entendimjento, de buena rrazon y de letradura, y por que non falla en qué prender para rretener lo que oye que son enduresçidos que non saben rretener las palabras que han oydas. E asi commo les entra [fol. 88v] por las vnas orejas sale les por las otras. E menos saben de lo que oyen depues que lo han oydo que antes que lo oyesen. La semjente que cae entre las espinas, e las espinas la afogan que la non dexan cresçer, es a semejança de las buenas palabras que se dizen ante los omnes malos y traydores falsos, que las sus maldades y las sus trayçiones son espinas que afogan las palabras de los buenos. Con las sus maldades non las dexan cresçer, njn tienen pro a ellos, njn qujeren que tengan pro a los otros que las han oydas. E la simjente que cae en las carreras que son duras y pisadas, e por esta rrazon finca la simjente descubierta, y vienen las aues que buelan y comen la, e esto es a semejança de los coraçones de los omnes que son enduresçidos y pesados en conpljr sus voluntades, y que a menudo se conujerten a los que se les antoja. E quando buenas palabras y buenos castigos oyen, non se les rrayga en los coraçones y ponen lo adesuso. E a semejança de las aues vienen los viçios y los sabores deste mundo, y cuyda el omne que estan en buen estado y bien castigados por el bien que han oydo, y arrebatan lo, tuellen lo ende y torrnan a las sus maldades que de prjmero suelen vsar, ca asi se son peores las sus postrimerias que los sus comjenços, que, quanto más bien oyen y deuen mejor obrar por ello, dexan de lo fazer y torrnan a lo peor. Non demandes a Dios en

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tus oraçiones que te faga merçed en cosas desagujsadas y perdida, y la su saña podria torrnar ayna sobre ti; e demanda lo agujsado y lo que te él deue fazer y dexa lo todo en él, ca él sabe lo que ha de fazer. Non qujeras en tus palabras buenas y con tus malos fechos jogar con Dios y tener le en poco commo lo faries con vn omne vil. Faz commo dixo el rey Daujd: siruel con themor y allegar te a él con themor. Las tus palabras para mjentes ante qujén dizes. Quando fablares con omnes letrados, fabla commo con letrados que te entienden y saben lo que dizes. Quando fablares con omnes legos, fabla commo con legos, pero toda via guarda en tus palabras que non les des a entender que más te pagas de las cosas mundanales que de las de Dios. Avn que tú yerres en ti mesmo por tu maldat, non des tú caso por las tus palabras [fol. 89r] con que yerren los otros. Quando fablares con omnes letrados y legos todos de so vno, fabla les en todo a manera de letrado y de lego, sabiendo lo ayuntar de so vno commo deues y en sus logares, segund que fuere la rrazon. Quando departieres, para mjentes con quáles lo fazes y qué es aquello sobre qué departes. Quando rretraxieres, mete mjentes qujén eres tú que rretrahes y ante quáles lo fazes, y asi non errarás en ello. Quando fablares con dueñas, mete mjentes en lo que dizes, quáles son ellas ante qujen lo dizes, de quáles maneras son, qué bondat han en si y quál es la fama de la su vida, y asi non errarás en ello. Non digas palabra fea, njn torpe, njn desagujsada, ca, si lo fezieses, daries mal testimonjo de ti. Non fagas continente malo por que te demuestres por malo, non lo seyendo. Non fagas malas obras, ca la maldat corre en pos de aquel que la faz y non le dexa fasta que le trae a mal logar. Non digas palabra de que te ayas a rrepentir despues. Non creas por el consejo que te diere el que te mal qujsiere. E cree por Dios, y él escojera por ti todas las cosas, ca él es gujador y defendedor de todo.

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Capitulo xlvij. De cómmo se deue omne guardar que lo non

metan con maldat los malos omnes a jogleria njn se meta en solas con ellos.

Mio fijo, guarda te y non qujeras que omnes malos te metan a

barata con maldat y con trayçion que han en si, que tú fagas jogleria estando en solaz y con alegria, del qual despues que la oujeres fecha te nasçiese ende mal o te pudiese ende mal venjr. Ca los malos sabores tales son: de primero paresçen bien y depues torrnan a mal, han mal acabamjento y echan en mal logar al que se guja por ellos, y dan mal acabamjento al que los sygue. La buena jogleria es aquella de que el omne resçibe plazer non a daño de su alma, njn de su cuerpo, njn a daño de otrj. E commo qujer que por derecho y por rrazon de la mala jogleria deues guardar a todo omne, muy tenudo eres de guardar della a los tus amjgos bien commo a ti mesmo. E dize Salamon que el amor [fol. 89v] vençe todas las cosas. Y verdat es, pues el amor te deue vençer, que pues amor has a tus amjgos, que tal cuenta fagas dellos y asi lo aguardes commo a ti mesmo. E el nuestro señor lo mandó en los diez mandamjentos, en el segundo dellos, ó dize: ama a tu amigo asi commo a ti mesmo. Non quieras alegria njn sabor que se torrna depues en lloro, en tristeza y en desamor. A sy commo las yeruas que nasçen en el canpo son muchas y de muchas naturas, bien asi los sabores deste mundo que el omne puede tomar, spirituales y tenporales, son muchos y de muchas maneras. En las yeruas fallarás que vnas son amargas, las otras son dulçes y otras son sabrosas de comer y para beuer, [y] ay otras de mala sabor. Ay otras que son sanas, prouechosas y buenas para muchas enfermedades y para feridas, y otras que son dolientes, malas y dañosas, y tales que si los omnes las comjesen o vsasen en ellas a fazer sus melezjnas, que podrian por ello mucho ayna venjr a la muerte. Pues aquel [es] desauenturado y syn sentido que en logar de vsar de las buenas que vsa de las malas, pues asi commo el omne se aprouecha de las buenas y dexa las malas, sepa escojer de los

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sabores los buenos y prouechosos para sy y dexe los malos. Non tomes sabor en el mal de otri, ca non sabes quan açerca estas dello, mas Dios lo sabe, que ha grand poder sobre ti. Non quieras fazer escarrnjo de otri por que aquel escarrnjo o otro peor caya sobre ti. Non quieras meter a sabor de alegria la cosa de que te puede venjr desamor y tristeza. Sy rrieres a vna ora muy de coraçon y en pos aquello llorares a poca de sazon, dar te has por de mal seso, e el juyzio de Dios te aura conprendido. Los sabores que el omne vsa, por los quales se faze malo y mal acostunbrado, estos non se deuen llamar sabores mas desabores. El omne que se vençe a sabores de maldat, tal commo este torrna de estado de omne a seer bestia. En quatro cosas se estrema el omne de la bestia, las quales son estas: la primera por auer buen entendimjento; la segunda por buena rrazon; la terçera por auer bondat conplida que le faga dexar la [fol. 90r] maldat; la quarta por seer bien acostunbrado y dexar aborresçer las malas costunbres y los malos sabores. E el que estas pierda njega lo que Dios fizo en él, njega a si mesmo y torrna a mal estado. Aquel es omne conplido en bondat que sabe forçar y vençer los sus malos sabores, y el que se vençe a ellos non es firme en bondat. Los malos sabores fazen las malas costunbres, e por aqui cae el omne que lo sigue en toda maldat. Refrenando y apremjando los malos sabores de la carrne, faras de ti bueno, alçarás arriba la tu alma, abaxarás las maldades y tollerás de ti el poder del diablo. El que nada, si se non ayuda de los braços y de las pierrnas para nadar, vase el agua ayuso o yra al fondon del agua, y, si ayuda a nadar, vençe el agua y va por ella arriba. Sy te ayudares con bondat, vençeras la maldat y ayudar te ha Dios, tu señor, que ha poder sobre todo.

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Capitulo xlviijo. De quan buena cosa es cordura y cómmo es

fija del buen entendimjento. Mio fijo, mete mjentes en quan buena cosa es cordura. La

cordura es fija del buen entendimjento, e njngund omne non puede seer cuerdo si entendido non es. Por cordura es el omne guardado de muchos peligros en que podria caer a grand su daño. Cordura da al omne grand asosiego. Primera mente en su coraçon y en los moujmjentos que faze en su cuerpo, en sus mañas y en los sus fechos de su fazienda. Asi commo la cobdiçia es rrayz de todos los males, al contrario desto, la cordura es rrayz y çimjento de todos los bienes. Por cordura enrrequesçe el omne, ca njnguno non puede seer rrico si asosiego de cordura non ha en si y en la su fazienda. Pues, por ende, la cordura en si mesma da asosiego y da rriqueza. Por cordura asosiega el omne con su verdat y non anda con ella bullendo. Por cordura se da el omne por firme en las cosas que ha de dezir y de fazer, y estremase por ella del [fol. 90v] arrebatadizo o mouedizo que se mueue liujana mente con mal seso. La cordura es peso de valanças en que pesan el pro y el daño de cada vno. La cordura tuelle las cosas peligrosas y de grand ventura y da las prouechosas. La cordura da al omne buena fama y tuelle de la mala. La cordura enderesça la fazienda del omne en este mundo y la pro de la su alma para el otro mundo que muera en buen estado. La cordura tuelle los malos pensamjentos, desuja los males que dellos podrien nasçer, e trae los buenos pensamjentos y pone en obra los bienes que dellos salen. La cordura te fara que conoscas y syruas a Dios y non al diablo. La cordura te fara que siruas al buen señor ante que non al malo. La corrdura te porrná en buen consejo y te demostrará cómmo lo llieues cada dia a delante por que asmes en qué y en la tu fazienda. La cordura te fara que cases bien y non mal. La cordura te fara que seas rrico y te toldrá la pobreza. La cordura te fara que seas leal, que guardes bien la lealtad y que non andes ljujana mente bulljendo todo el dia con ella. La cordura te fara que conoscas el señorio que deues

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conosçer, por el qual seras bien andante. La cordura te fara que non pierdas el tu buen amjgo a culpa de ti. La cordura te fara que mjerques bien y a pro de ti en lo que oujeres a conprar o a uender. La cordura te fara que sepas estremar vn omne de otro y la buena muger de la mala. La cordura te fara que non te auentures de balde a vna cosa peligrosa y dañosa de que te puede venjr grand daño. Cordura te fara que non seas rrebatado en tu palabra. Cordura te fara que partas bien el tu auer ó deues y commo deues. Qué te dire más. Todos los bienes del mundo son en la cordura. Por eso es muy preçiado don el que Dios da al omne que lo qujere dar, e bien auenturado es aquel que raygada mente ha en si la cordura.

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Capitulo xljx. De cómmo non deue omne judgar las cosas

segund que las judgan muchos omnes por mala cobdiçia. Mio fijo, non quieras judgar las cosas que acaesçen segund que

las judgan muchos omnes que ha por el mundo çegando sus entendimjentos en cobdiçia, segund que ya de suso te dixe. La cobdiçia es rrayz de todos [fol. 91r] los males, e por eso faz errar mucho a los omnes. E asi commo los omnes yerran en los fechos que fazen con cobdiçia, otro si yerran en los dichos que dizen tenjendo la cobdiçia raygada en los sus coraçones. E faze les otro si mucho errar commo judgan las cosas a voluntad y a uanderia de cobdiçia. La cobdiçia faze al omne que, en el su juyzio, la cosa buena dé por mala y la llieue a mal, y la mala dé por buena. E el mal fecho, que se deue estrañar y escarmentar, que lo tenga por bueno y lo llieue adelante; y lo bueno que lo tenga por malo, y que puñe en desfazer le commo sy fuese malo. La cobdiçia faze a los cobdiçiosos que non esten firmes con su verdat y que anden bullendo con ella. E tales commo estos son, segund dize el prouerbio antigo, que piedra mouediza nunca la cubre moho. E por eso non fincan tales como estos rraygados en heredades njn en rriquezas, y de lo poco que dan primero al con que pudieren beujr y auer más seyendo de buena barata. La cobdiçia los mete a muchos cuydados y muy desuariados los vnos de los otros, por los quales se han de meter, a fazer y acometer tales cosas por las quales pierden aquello poco que han, y pierden el tienpo en que podrian y deurian fazer cosas por que más valiesen ellos y los que dellos venjesen. E asi commo en estas cosas son menguados, mengua les el señor Dios las venturas que ellos cuydan auer, y vienen a tales estados que non fallan depues a qué se torrnar, y pierden se en mal estado, y asi los alcança la muerte. E todas sus obras salen malas y sin prouecho. Qujen non sabe judgar asi commo le es dado a si mesmo, non les es dado de judgar a otro mejor. Sabe y entiende el doliente la su enfermedat, y non el sano que pasa por la calle y non le conosçe njn ha cuydado del. E el fisico non podria

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conosçer conpljda mente la enfermedat del doliente sinon fuese por dos cosas: la primera por el pulso y por las otras señales que lo cata; la segunda por que le cuenta el doliente toda su enfermedat segund que la siente y pasa por ella. Sentido liujano y verdat mala asosegada faze al omne que despienda [fol. 91v] su tienpo en vanjdat, en pobreza y en mesqujndat. Cobdiçia sobeja faze al omne que se non tenga por pagado de lo que ha, que cobdiçie lo que non puede auer y que pierda el comer y el dormjr de balde. Cuydar omne las cosas sobejas y desagujsadas es aborresçimjento de la vida mala deste mundo. Pon el tu cuydado en Dios y él te porná en carrera que cuydes y fagas lo mejor y que non despiendas el tu tienpo en lo peor.

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Capitulo l. De quántas buenas cosas se fizieron por los buenos

castigos y quántos males nasçen por mengua de castigo. Mio fijo, pues que te he dado en este mj libro tantos buenos

castigos, los quales, si en ellos qujsieres meter mjentes, seer te han prouechosos para el alma y para el cuerpo en vida y en muerte. Ca en la vida tener te han en grand pro, y a la muerte saluar se ha la tu alma por ellos, y auras la gloria del parayso por ellos y dexarás de ti buena fama al mundo. E por que en este castigo que te yo agora dire quiero acabar mjo libro, quiero te contar en él quántas buenas cosas fasta el tienpo de agora se fezieron y se fazen por el buen castigo, y quántas malas nasçen por mengua de castigo. Por que te digo asi que los angeles fueron la primera criatura que Dios crio, y las más nobles de todas los que fueron castigados y obedientes a Dios, y oujeron conosçençia a él que era su fazedor, confirmo los Dios en los estados que tenjen y en su santidat. E commo de primero eran nobles criaturas, fueron lo muy más despues. E este bien les ha a durar para syenpre jamas sin fin. E todo este bien alcançaron por la su humjlldat, por el su buen castigo y por la su buena conosçençia que oujeron que los guardó de non caer en desconosçençia. Los otros angeles, que fueron malos, desobedientes, mal castigados y desconosçientes, cayeron de los çielos, y de angeles que eran se torrnaron a seer diablos y a fazer las malas obras que fazen.

Otro si, mjo fijo, mete mjentes en cómmo [fol. 92r] Adam y Eua, su muger, por que fueron desobedientes y non guardaron el mandamjento del castigo que Dios les fiziera y lo quebrantaron, cayeron por ello en pecado mortal y perdieron por ello el parayso en que Dios les metiera. Otro si para mjentes, mjo fijo, que por que Caym fue mal castigado en non temer a Dios njn a Adam, su padre, mató a Abel, su hermano, por que fue maldito y desterrado, y le mató depues a cabo de grand tienpo su njeto. Otro si, mjo fijo, para mjentes en cómmo por que las gentes del mundo eran mal castigadas y sueltas a fazer voluntad de sus coraçones y non tomaron el castigo

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y el mandado de Dios, mato los Dios a todos por el grand diluujo del agua. E por que Noe y su generaçion eran bien castigados y non fazien obras con que pesase a Dios y lo temjan, escapolos Dios de aquella tenpestad en el arca. Otro si, mjo fijo, para mjentes en cómmo destruyó Dios a los de Sodoma y Gomorra por que eran mal castigados y sueltos a conpljr sus voluntades. E qujso por los sus angeles que escapasen los que eran bien castigados y non aujan parte en las maldades dellos y temjen a Dios. Otro si para mjentes en cómmo por que la muger de Lot non qujso temer el castigo de Dios njn obedesçer el su mandado que se torrnó en piedra de sal, y escaparon los fijos por que lo temjeron. Otro si, mjo fijo, para mjentes quántos bienes fizo Dios a Abraham, a Ysaac y a Jacob, su njeto, por que temjeron el castigo de Dios y obedesçieron los sus mandamjentos. Otro si para mjentes en cómmo Dios castigó en la su dotrina al su santo escogido Moysem y a Aron, su hermano, por el qual castigo ellos enseñauan y castigauan depues a los fijos de Ysrrahel los mandamjentos de Dios. Otro si para mjentes en cómmo castigó Dios al rrey Faraon por que non qujso obedesçer los mandamjentos e pasó contra ellos, y por eso lo afogó en la mar con todos los que yuan con él. Otro si para mjentes quántos majamjentos dio Dios a los fijos de Ysrrahel por que pasaron el su mandamjento andando en el desierto. Otro si, mjo fijo, para mjentes en cómmo castigó Dios a los fijos de Ysrrael por el bezerro que fezieron a despreçiamjento de [fol. 92v] Dios. Otro si para mjentes en cómmo mató dios al rey Saul y a Joanatan, su fijo, por que non temjeron el castigo de Dios, y en cómmo dio el regno a Daujd. Otro si para mjentes en cómmo se asañaua Dios y cómmo castigaua al rey Dauidat quando pasaua los mandamjentos, y quántos majamjentos le [dio] Dios por ello. Otro si para mjentes quan buen rey fue y quand sesudo el rey Salamon y quántos bienes le Dios fizo. E todos estos bienes le venjeron por dos cosas: la primera por la graçia conplida que Dios puso en él e por el buen sentido que ouo; la segunda por el buen castigo que tomó del rey Daujd, su padre. Otro si para mjentes, mjo fijo, el mal que Dios dio a Rrobohan, fijo del rey Salamon, con

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Gerobohan por que Rrobohan fue mal castigado y mal consejado y non guardó los castigos de su padre, njn andouo por las sus carreras y quebrantó los mandamjentos de Dios. Otro si para mjentes, mjo fijo, en quántos majamjentos y en quántos males Dios dio en los reyes que depues de Rroboam venjeron en la casa de Judea por los sus malos consejos que oujeron y por que non guardaron los castigos del rey Daujd y del rey Salamon, sus padres, segund que cuenta en las sus estorias. E por los males que ellos fezieron cayeron en la pena que les veno. E Daujd, en el salterio, acomendando la generaçion a Dios, respondiol Dios: si guardaren los tus fijos los mandamjentos que les yo enseñé y los testimonjos que les yo enseñaré, los tus fijos seran en la tu silla para sienpre. E Daujd, por graçia de spiritu santo y veyendo el mal que auje de venjr a Rrobohan, su njeto, y Jeroboan, su sieruo, profetizaron y dixeron en el salterio: los fijos agenos me mentieron y los fijos agenos enuejeçieron en aquella maldat, que los primeros errarán en las sus carreras. Y asi fue, ca deste Geroboan adelante nunca la casa de Juda fue ayuntada con los reyes de Isrrahel asi commo lo eran ante en tienpo de Daujd y de Salamon. Otro si para mjentes, mjo fijo, quánto mal veno a los fijos [re]yes de Isrrahel por que desconosçieron a Dios, quebrantaron los sus mandamjentos, non tomaron los sus castigos njn se menbraron de lo primero que era pasado. Otro si para [fol. 93r] mjentes, mjo fijo, quan grand majamjento y de quan grand quebranto dio Dios sobre el rey Nabuco donosor por que se non conosçio contra él, ca torrnó a beujr commo bestia andando por los montes.

Otro si para mjentes, mjo fijo, quan buen andante fue Tobias y Tobias, su fijo, por que creyeron y fezieron los castigos del angel Rrafael y guardaron los mandamjentos de Dios. Otro si para mjentes, mjo fijo, quan buen omne y quan buen rey fue el rey Alexandre por los buenos castigos que apriso de Aristotiles, su maestro, y quántos buenos fechos acabó por ellos. E otro si para mjentes, mjo fijo, quan noble enperador fue Jullio Çesar por la buena creençia que ouo y por que fue bien castigado. Otro si para mjentes, mjo fijo, quántos buenos castigos dio el nuestro señor Ihesuxpisto a sus disçipulos,

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andando ellos con él por la tierra, por los quales castigos ellos castigaron depues a los santos que depues dellos venjeron. Otro si para mjentes, mjo fijo, en los diez mandamjentos que Dios dio en las tablas escriptas a Moysem, los quales castigamjentos y mandamjentos son por que se deuen los omnes castigar del mal y deuen fazer el bien. Qué te dire más. Todos los omnes que en este mundo ha, todos yazen en los buenos castigos. El rregno que es bien castigado es mantenjdo en justiçia. E en el que se non faze justiçia en los malos fechos njn han castigo non es mantenjdo en justiçia. Las gentes que son bien castigadas obedesçen a Dios y a su señor terrenal; y los mal castigados non le obedesçen y despreçian su señorio. Non vale nada la hueste en que los omnes non son bien castigados y non obedesçen mandamjento de su señor. Más val poca gente en fecho de guerra, que sea bien castigada y bien mandada, que mucha mal castigada y mal mandada. Bien andantes son las gentes que Dios da rey o señor que los sepa castigar y mandar, y que estrañe y escarmjente el mal en los malos y faga bien por el bien que fazen los buenos. Tal commo este semeja a los buenos angeles que fizo Dios, y mal a los malos. Las ordenes de religion son firmadas sobre dos pilares, y son estos: el primero obediençia, por la qual obediençia primera mente [fol. 93v] a Dios y desi a su mayor; el segundo es castigo de desçiplina. E allj ó la obediençia se quebranta y se mengua, emjenda se y castiga se con la disçiplina. El buen castigo faze a las aues brauas que se amansen y que conoscan al omne que las guarda, y que tome el omne con ellas las otras; e eso mjsmo es de las bestias brauas. Por buen castigo se acaban muchas cosas, las quales se non pueden acabar por otra manera njnguna tan bien njn tan ayna. Por buen castigo se parten muchos males de primero, que si más adelante fuesen non serien tan buenos de partir depues. E por el buen castigo se tiran muchos de mal fazer. E grand auantaja lljeua el que castiga de aquel a qujen castiga, ca el que castiga es enseñador y el otro es disçipulo que lo aprende del. E el que castiga demuestra lo que sabe, y el que lo aprende, aprende lo que non sabe. La natura enseña a los omnes lo que deuen fazer. Por

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ende, tú demanda a tu natura lo que deues fazer, y asi non errarás. E a la natura lo que deues demandar es esto: si eres fidalgo o de buen logar, demanda a la natura del linaje donde vienes y lo que deues fazer, y demostrar te ha a qujén deues fazer el bien y dexar el mal, e que deues tomar las buenas mañas y dexar las malas, fazer cosas por que más valgas y non fazer cosas por que valgas menos, auer en ti buenas costunbres, partir te de las malas y tomar buena vida y santa y dexar la mala, ca la buena dura para sienpre y la mala fallesçe ayna. El nuestro señor Dios se paga de los bienes y aborresçe todos los males. La verguença es el mejor castigo del mundo. E bien auenturado es aquel que se castiga en ante por verguença que non por feridas. La verguença es freno del fidalgo en que se enfrena, y se tiene y lo guarda que non se desenfrene a todo lo que qujere y podria fazer. El buen padre non deue seer piadoso de castigar a su fijo muy bien. E la grand piadat de la madre es muy dañosa para la bondat del fijo, segund dixo el rey Salamon, ó dize asi: en gloria del padre es seer el fijo sabidor. E el fijo nesçio es denuesto de su madre15.

Cosas señaladas son [fol. 94r] las quales te yo agora dire en que el omne non deue posponer, en el tienpo en que lo ha de fazer, de vna sazon para otra. Lo primero en rrogar a Dios y en comendar se a él de puro coraçon que le guje y le enderesçe Dios al su serujçio y le perdone los sus pecados. E tal cosa commo esta non se deue posponer de vn dia para otro, ca non sabe njnguno quando aura tienpo para poder lo fazer. Lo segundo fazer bien en fazjenda de su alma y enderesçar la bien. E qué de buena ventura es, seyendo sano y con salut, deue esto fazer, ca non a la ora de la muerte des que veen que non pueden foyr del juyzio de Dios. E mete mjentes en la palabra que diz sant Agostin: la confession a la ora de la muerte njn la loo njn la denuesto. Por ende, bien auenturado es aquel que, seyendo sano, con salud y en buen estado, enderesça la fazienda de su alma en tal gujsa, por que quando Dios lo llama para sy sin mal enpieço se puede yr para él. La terçera cosa, el que oujere a dar buen

15 “Padre” en los ms. de la BN 6603 y 3995.

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consejo a señor o a amjgo, des que el consejo fallare por bueno en si se, non lo deue alongar de vn tienpo para otro, ca muchos son los peligros que ý pueden contesçer por que el consejo se perderie. La quarta cosa es el que ha de dar buen castigo a otro non lo deue alongar de vn tienpo para otro por que non sabe las cosas que le podrian contesçer en este comedio. E bien asi commo el fierro es mejor de majar estando calljente que depues que es frio, a semejança desto es el castigo: mucho mejor es de fazer sobre el fecho que acaesçe seyendo rrezjente que depues que es esfriado, que los omnes non meten tanto mjentes en ello. La quinta cosa non deue posponer de vn tienpo para otro de lo alongar el vasallo que ha de desengañar al su señor de vn grand fecho que sea a grand su pro o a grand su daño en la su persona o en la su fazienda. La sesta cosa, el bien que oy podieres fazer non lo guardes para otro dia, ca la ora del dia en que estás es tuya tanto quanto en ella abres los ojos. El dia que ha de venjr non es [fol. 94v] tuyo njn tienes ende rrecabdo. Para mjentes a las aues que buelan por el ayre y veen las vestidas con peñolas que Dios les dio con que se cubriesen y con que bolasen, y andan muy alegres cantando y bolando por el ayre, cuydando que todo el tienpo es suyo fasta que cahen en la rred, y, des que son dentro en ella, olujdan todo el su bien, pierden se y dexan se morjr de pesar. Ca el dia que pierden lo deste mundo non les finca nada del otro, ca non han almas si non spiritus con que biuen, los quales son mjentra estan en los cuerpos e depues non son nada, y, en salljendo de los cuerpos, se desfazen. Por ende, el mesqujno del omne para mjentes que desnudo nasçe y desnudo biue toda su vida, y non cria de si vestidura commo las aues, mas paño ageno ha de conprar, el qual ha de fazer tajar y coser, e depues a lo de vestir, y non sabe quánto tienpo lo logrará. E sy se viste a la man[n]ana despoja se a la noche, e des que aquellos paños son rrotos non sabe donde aura otros. E en esto es más menguado que el aue, ca el aue si echa de si vnas peñolas, sabe que de aquel logar le han de nasçer otras, y, si [non] fueren mejores, que non seran peores, mas el omne non sabe esto de los paños. El aue con sus peñolas duerme en la noche y non las tuelle de si, njn las

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rronpe, njn las quebranta, mas al omne non acaesçe asi que, quando se ha a echar a la noche, desnuda los sus paños, guarda los, cuyda los guardar para si y guarda los para otri. E el aue, des que vee la claridat del dia, non se detiene para vestir njn para calçar se, mas sacude se del sueño que ha dormjdo, buela y va su via. E el omne non faze asi, que en la mañana aura pereza de se leuantar y de se acomendar a Dios. E de más desto auer se ha de vestir y de calçar; y en tal de conosçer a Dios y fazer pro y sabor de la su alma, dexar lo ha de fazer por sabor de la su carrne; y en tal de se acomendar a Dios, acomendar se ha al diablo. Mjentra el aue duerme o, des que non duerme y está despierta, non sueña njn piensa en mal. E, a lo contrario desto, non le abonda al omne los malos fechos que [fol. 95r] faze de dia, seyendo despierto, y de noche piensa en ellos cómmo los conpljrá otro dia. El aue, mjentra duerme, las otras aues non le arrancan njn tajan las peñolas; e non es a si del omne que, mjentra el vno está dormjendo, le furtan los otros los paños, la rropa y lo que tiene. E muchas vegadas acaesçe que, por cobdiçia de lo suyo, lo matan. Por ende, qué te dire más. Los que mayor mjedo deuen auer han menos temor. Las aues que temen al omne y los peçes y las bestias, ca de todas las criaturas fizo Dios al omne que sea señor. E el mesqujno del omne non qujere temer a Dios que ha poder sobre el su cuerpo y sobre la su alma. Las anjmaljas vienen todas a poder del omne, e las almas de los omnes non escapa njnguna del poder del juyzio de Dios. Bien auenturado es aquel que se castigó por el mal ageno y non por el suyo. Çiego es aquel que non siente njn vee el fuego fasta que cae en él de cabeça. Las formjgas, que son anjmaljas viles, en el tienpo del verano guardan pan de que se mantengan en el ynujerrno; e en esto deue tomar semejança el omne que qujsiere ser bien auenturado, que, en la vida que oujese a beujr en este mundo, deue fazer tales obras por las quales llegue a Dios y guarde para el otro mundo el pan. Bien auenturado [el] que vino, desçendio del çielo y encarrnó en la virgen santa Maria, por el qual dixo Ihesuxpisto en el euangelio: yo soy pan biuo que desçendi del çielo; e qujen comjere deste pan, que es la mj

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carrne, y beujere la mj sangre, morará en mj y moraré yo en él por syenpre. E esto se entiende faziendo el omne buenas obras y estando en verdadera penjtençia, ca el que de otra gujsa lo rresçibe despreçia el cuerpo de Dios, echa lo en el lodo y quema la su alma ponjendo le tizon de fuego. Los pescados non se fartan de andar y de bolljr en la su gloria de la mar y de los rrios en que andan, por ende el omne, que bien auenturado fuese, mucho deue andar, lazrar y ganar la gloria de los çielos que es duradera para sienpre jamas, y [fol. 95v] non qujere perder lo que dura sin cuenta de tienpo por lo que pasa en menos de vn ora. E el omne nasçe en mesqujndat y la primera cosa que demuestra de si es lloro. E en lloro y en coyta se cria y con muchas enfermedades, y toda su vida pasa en lloro, con mesqujndat, con dolençias, con tristeza, con muchos pesares y con grand lazeria, y a la çima non se puede guardar de la muerte. Mas es bien auenturado aquel que puede ende guardar el alma, que commo qujer que el cuerpo muera, que non muera el alma. Para mjentes a todas las criaturas de aues, de bestias y de pescados, y veras en ellas que del dia que nasçen fasta vn año son fechas quan mañas han a seer; e el omne non es assi, ca del dia que nasçe fasta treynta años non es omne acabado. E asi commo es más fuerte de criar y de fazer que otra anjmalia, bien asi muere más ayna y de menos cosa que otra criatura. Por ende, para mjentes, mjo fijo, que todo es vanjdat si non Dios, que es sobre todo, commo dixo el rey Salamon: e bien auenturado es aquel que lo conosçe, lo sabe temer, guardar y auer.

E nos, el rey don Sancho, que fezimos este libro, lo acabamos aquj en este logar, en la era de mjll y trezientos y treynta y vn años.

Deo graçias

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Date post:	10-Mar-2020
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