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Tomas Gonzalez

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    Literatura: teora, historia, crtica ol. , n. , ene. - jun. - pginas -

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    scar Daniel Campo BecerraUniversidad Nacional de Colombia Bogot, [email protected]

    Este artculo propone una lectura crtica de la obra de Toms Gonzlez. Enla primera parte, se muestra que la posicin del narrador en la obra narrativay la voz potica en su poesa estn mediadas por una conciencia de la muerteque afecta la representacin del mundo. Luego, se analizan los lazos familiares

    entre los personajes en las novelas, pues ellos permiten ver destinos trgicos,sensibilidades nerviosas y sentimientos culpables heredados que denen a lospersonajes masculinos. Adems de las obras mismas de Gonzlez, este trabajose basa en entrevistas al autor, reseas crticas sobre sus textos y armacionesexplcitas o implcitas, derivadas de sus poemas y narraciones.

    Palabras clave: muerte; narrador; realismo; sublime; Toms Gonzlez; trgico.

    :

    is paper proposes a critical reading of the work of Toms Gonzlez. e rstpart shows that the position of the narrator in the narrative work, and the poetic voice in his poetry, are mediated by a consciousness of death which inuencesthe representation of the world. e paper goes on to analyze the family rela-tionships between the characters of the novels, since these relationships enablethe reader to perceive tragic fates, nervous sensibilities and inherited feelingsof guilt which dene the male characters. In addition to examining the worksof Gonzlez, the paper calls on interviews with the author, critical discussionsof his texts and explicit or implicit affirmations derived from his poems andnarrative works.

    Keywords: death; narrator; realism; the sublime; the tragic; Toms Gonzlez.

    Ar t c

    ul o

    d e r e f l e xi n

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    E Manglares ( ) de TomsGonzlez aparece un poema titulado La muerte de Daniel:Cuando alguien, abrumado,(el infortunio es como el viento: fcil)mira con ojos nublados una nube,un rayo de sol contra algn cromo,una catedral, una rosa, un grupo de palomas,la rosada cavidad de un caracol o la nutridatextura de las sombras cafeteras,es como si se abriera una gran fosa. ( )

    La voz potica no se detiene en la muerte de Daniel como tal, sinoms bien en cmo esta afecta y transforma la percepcin del mundo. Elpoema construye la imagen del mundo a travs de los ojos del infortunio:

    Se oscurecen las cosas en s mismas,el sol se vuelve greda, la nube se deshace,la catedral se aplasta,las palomas caen como tierra sobre calles suciasy el caracol regresa al calcio, calcio repetido,sin centro, sin color, sin resonancia, deslustrado,sin bordes, sin belleza, distinto a nada,igual a cualquier cosa.

    La voz descubre que a la naturaleza no le importa la muerte deDaniel, ni la visin abrumada de quien la vivi de cerca. Unas pgi-nas antes, en el mismo libro, otro poema, an ms corto y directo,resulta casi explcito en la presentacin del tema:

    Las gaviotas caminaban por la playay marcaban sus huellas en la arena.Despus volaban otra vez al mar

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    y dejaban las huellas en la arena.Con qu fuerza cay ese ao la desgracia!Despus vena el agua,

    espuma, telas,y borraba las huellas de la arena. Atrslas palmas, los mangos, las acacias. ( )

    Quiz la voz potica puede comprender la desgracia (el infortuniode la muerte) si la asume como parte de una armona que trasciendeel duelo personal. Los elementos del paisaje la arena, el agua, lasnubes, las palmas, que rodean y muestran el dolor del yo potico,integran la muerte de Daniel o la desgracia de abril de en un or-den que excede el hecho de la muerte. Ese orden armnico es posiblegracias a la forma, al armazn de palabras que trama la voz potica.El lenguaje sobrio y contenido, las descripciones, la distancia tem-poral que sirve de punto de partida (entre el presente de la escrituray el de los hechos) apuntan a una bsqueda de la objetivacin de laexperiencia del dolor y la prdida, y de este modo a la consecucin deuna experiencia esttica. En palabras de Toms Gonzlez, citado porFelipe Solano, se trata de una escritura como respuesta a la muerte, alhecho de que las formas se deshagan en el tiempo (s. p.).

    En el presente artculo me propongo, primero, comprender lamanera en que la contemplacin del narrador, su forma de mirar,est mediada por una conciencia intensa de la muerte y cmo estaafecta la representacin del mundo y el tipo de realismo conseguidopor Toms Gonzlez; luego, analizo los lazos familiares establecidosentre los personajes de una obra y otra, de tal suerte que heredansus destinos trgicos, sus sensibilidades nerviosas y una como culpafamiliar que dene, en especial, a los personajes masculinos.

    La mirada intensa o el narrador atento

    En una entrevista del ao , publicada en la revista virtualRabodeaj y citada por Ignacio Piedrahta en su artculo Toms

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    Gonzlez o el hbito de ser independiente, Gonzlez arma que suspersonajes se ven siempre arrastrados a la aniquilacin por fuerzas,no solo que no pueden controlar, sino que adems ayudan a crear

    ( , ). Es lo que ocurre con Boris, el protagonista de Verdor, elprimer cuento deEl rey de Honka-Monka ( ): Despus de la tra-gedia se quedaron [l y su esposa, Luca] todava por un tiempo enBogot. Pasadas las molestias del entierro, las palmadas en el hom-bro, la piedad de la gente que apenas conoca, l perdi la fortalezaque se le haba visto despus de la noticia y durante las ceremoniasque siguieron ( ). Entonces dej de pintar, se le empez a notarcierto desgano y agresividad refrenada, como a J., el protagonista dePrimero estaba el mar ( ), y asimismo comenz a beber dema-siado. Al cabo de un ao de ver a Boris como roto e inmovilizado,Luca se sinti preocupada. Guardaron sus cosas en una bodega,arrendaron la casa y se fueron de viaje para Los ngeles. All alqui-laron un carro y siguieron hasta Nueva Orlens. Tiempo despus,Luca lo abandona, incapaz de aguantar por ms tiempo esa mez-colanza de apata y crueldad ( ) . Lo que sigue es el hundimientode Boris en el mundo nocturno, en la calle, en la indigencia. Vive enhoteles de mala muerte cuando tiene dinero, o si no, a la intemperieo en las estaciones del subterrneo; entra a hospitales golpeado porla polica o deteriorado por las malas condiciones del entorno, ycuando se hace amigo de un sueco, los dos viven en un albergue yencuentran trabajo en un hotel en las montaas.

    Boris no parece aferrado a su existencia, ni experimenta ningntipo de angustia frente a la posibilidad de su muerte. La indiferenciade sus actos procede ms bien del desencanto enorme que resulta dehaber vivido una terrible prdida. Pero Boris nunca usa el revlver

    Sobre la separacin de J. y Elena, dice Gonzlez en la entrevista antes cita-da: La separacin de los dos personajes es sin duda un paso grande, el msgrande, tal vez, hacia la muerte; y a esa separacin contribuye el clima de laregin, el mar, la selva y tambin las fuerzas inhumanas que se mueven enel interior de cada uno de nosotros ( ). El paisaje a veces srdido, a vecestpicamente urbano de Nueva Orlens sustituye aqu por momentos al de laselva de Urab, aunque esta reaparece al nal del cuento.

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    que guarda consigo, ni siquiera se le oye despotricar contra nada ninadie. Cuando vuelve a pintar, el arte est lejos de signicar lo queera para el pintor joven, con un futuro promisorio, del principio del

    cuento. No encuentra en sus dibujos (primero en carboncillo, sobrelas servilletas de los bares, despus en el piso de la calle con tizas decolores) ms que una manera de reunir algunos dlares para beberpor las noches y olvidarse de s mismo. El verdor que encuentra elprotagonista, sentido cifrado que lo mantiene con vida, no es el dela montaa donde vive por temporadas con el sueco, sino el de larepresentacin de sus dibujos en las aceras de la calle, en principiocopia perfecta de una pintura famosa donde Dios, terrible comosiempre, arranca a Adn del barro. El color dominante era el de latierra; el hombre, parte barro, parte races, pareca gemir bajo latortura de su propia creacin ( ). Pero la pintura se va transfor-mando, la reproduccin termina por deshacerse y la gura de Diosacaba convertida en una luz que poda ser la de un amanecer o unatardecer y Adn, crispado y angustiado, emerga por s mismo dela tierra. Regresa otra temporada con el sueco a las montaas. Peroall no pinta, ni piensa en sus dibujos. Al nal:

    Regres y continu pintando en las aceras. El contraste entre tierray luz se fue perdiendo, acolchado por un verdor que al principiollegaba apenas insinuado y despus francamente opulento. La caraatormentada del hombre se suavizaba hasta alcanzar la paz del sue-o y lo que haba sido barro se volva cinaga. Adn, en paz, se des-haca. Creca la vegetacin. En los mangles resonaba el estruendo delos pjaros. Pltanos salvajes repletos de humedad hacan brillar enla luz sus abanicos. Zumbaban sobre el agua los insectos. La gentemiraba la selva poderosa que naca en la raz de los enormes edi-cios. Aparecan guacamayas, garzas. Aparecan ranas rojas en lascuencas vegetales llenas de agua. [] Seres vagos y amenazantesse movan en las solemnes oquedades formadas por las races delos mangles. De la llama quieta de la curiosidad, los micos pasa-ban al movimiento relampagueante, a la fuga, a los chillidos, a la

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    disolucin. Los gavilanes volaban altos en el atardecer. Florecan lasorqudeas en las rugosidades de los rboles. ( )

    La retrica de este prrafo se hace intensa, pero mantiene la con-tencin de los adjetivos y la preeminencia de los verbos, caractersti-ca habitual del narrador de Toms Gonzlez. La exuberancia residequiz en la serie de sustantivos . Pintar le permite a Boris olvidarsede s mismo y lidiar con el dolor producido por la prdida, la apatay la crueldad hacia las que este le haba conducido. La importanciadel arte no se encuentra aqu en su capacidad salvadora o de sana-cin, sino en que es una ocupacin durante la cual se puede ser algodistinto a s mismo, ni mejor ni peor: Dejaba un sombrero viejoa un lado, se pona a dibujar olvidndose de todo y al nal podaencontrar veinte o treinta dlares entre el eltro oscuro ( ).

    La ocupacin intrnseca al ejercicio del arte supone una re-concentracin del individuo en su trabajo y el olvido de s. TomsGonzlez extrae un contenido ontolgico y cognoscitivo del mo-mento de creacin que luego transforma en una actitud vital desu narrador y de algunos de sus personajes. Otro pintor, David, elprotagonista y voz narrativa deLa luz difcil ( ), muestra cmofunciona tal actitud:

    Me sent en el silln de cuero. Sent fro y fui a buscar el sutergrueso de alpaca que me dio Sara poco antes de venirnos de NuevaYork (cmodo, caro y bonito, como todo lo que regalaba). Me sentotra vez en el silln y me qued inmvil, tal vez treinta minutos.Entonces un grillo empez a cantar bellsimo, como si fuera la pre-sencia de la Presencia, en algn lugar de la sala. Son unos grillososcuros, nocturnos, feos, con algo de cucaracha y voz muy poderosaque a no todos gusta. Y mi gran soledad se llen de pronto con eluniverso entero. ( )

    El universo vegetal de la pintura anticipa el que se construye en Los caballitosdel diablo ( ).

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    Ese olvidarse de s de Boris se convierte, de manera paradjica,en otra forma de estar atento a la contemplacin del mundo. Es lamirada que se integra al objeto. Esta actitud es propia del artista,

    no solo en el momento de estar frente a sus cuadros, a la tela enblanco, sino como parte de la cotidianidad. En ese sentido, Davidha logrado tomar una mayor conciencia de su arte que Boris, haincorporado a su propia vida la mirada afectada por la experienciadel dolor y la muerte. Puede que Boris no haya tenido el tiempo su-ciente para asimilar mejor su desgracia y David s: est situado enel presente del , contando su historia y la de su familia, ocurridacasi veinte aos antes:

    Han pasado ya tantos aos desde entonces que incluso la pena enmi corazn se ha ido secando, como la humedad en una fruta, y espoco frecuente que el recuerdo de lo ocurrido de repente me agiteotra vez, como si hubiera sucedido ayer, y me haga tragar fuerte,para controlar cualquier sollozo [] Pero pasa tambin a vecesque pienso en mi hijo, y los sentimientos son tan clidos que se meocurre pensar que la vida es eterna, quieta y eterna, y el dolor unailusin. ( )

    David se ha quedado solo. La melancola por la muerte de su es-posa y la muerte asistida de su hijo lo acompaan, pero la escriturade la novela (en primera persona) se hace posible justamente por-que existe ya una distancia interpuesta entre el dolor y la escritura.

    La contemplacin del mundo a la que aspira el narrador deToms Gonzlez no inquiere la realidad ni la examina. En la reseasobre La luz difcil de Luis Fernando Afanador, La redencin hu-mana, que contiene no solo los comentarios del crtico, sino frag-mentos de una conversacin con el autor, arma este ltimo: Laprctica de la meditacinzen me ha ayudado a desintelectualizar miescritura, a mantenerla en la realidad (o irrealidad) de los hechos, yevitar que se convierta en ejercicio mental. Con la prctica delzen se empieza a ver con claridad cmo uno tiende a vivir enfrascado

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    en una narrativa mental, en una especie de sueo, mientras que larealidad real va por otro lado. La realidad no es un hecho objetivoque est por fuera del sujeto, sino la experiencia del sujeto en el

    mundo. Desintelectualizar la escritura signica despojar la histo-ria contada de lo que estorba su visin. Por eso el tratamiento dellenguaje en Toms Gonzlez expresa una tendencia a la contencin,a la eleccin estricta de las palabras. Calicar la realidad no es lo quele interesa (aunque el David deLa luz difcil se permite hacerlo enalgunos momentos, y en seguida se cuestiona y recuerda, por ejem-plo, que Sara, su esposa lo miraba con diversin cuando l se ponaprofundo), sino concentrarse en encontrar el modo de tornar real yconcreta una historia. Contina el autor en la misma entrevista: Meinteresa eso que Bacon llama la sorda brutalidad del hecho y quesignica captar la realidad a travs de los hechos mismos; una frasede la que me apropio en algn momento de la novela.

    Entre los reseistas de la obra de Toms Gonzlez, en especial losde esta ltima novela, se asocia la intencin esttica de desintelec-tualizar la escritura con cierta sensacin de misticismo. Un ejemploparadigmtico puede ser el de la resea La luz pareja, de CarolinaSann, publicada el de septiembre de enEl Espectador . Allse arma: Parece como si la voz tocara la perfeccin y, en ese borde,sealara hacia algo ms all de la perfeccin, una perfeccin msperfecta, el abismo siempre inalcanzable de la belleza. De la bellezay el dolor. Del deseo. Yo slo puedo compararla con la Noche os-cura de San Juan de la Cruz. Y por tanto no puedo decir nada. Laestupefaccin ante la lectura de la novela describe, sin duda, unahonda experiencia esttica que se asemeja a la que puede produ-cir la literatura mstica. Contina Sann: [] creo que el texto medijo que el ms all que seala, y al que yo no llego, tiene que vercon la vivicacin de todas las cosas y la experiencia de la uidezque hay entre ellas. Ese ms all es precisamente hacia donde seorienta el esfuerzo formal de la novela: desde la mitad se vea quela novela no tena nal: que era una ilustracin (no una demostra-cin ni una elaboracin) avasallante, compleja, del innito. En otra

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    resea publicada enEl Pas de Cali, Hoover Alfonso Delgado haceuna alusin a lo innombrable como resultado de la magia de lapoesa que Gonzlez prodiga en esta novela y nos recuerda la suave

    recomendacin de Baudelaire: S sublime sin interrupcin.Las nociones de innito y sublime buscan describir justamente laexperiencia esttica que propone la novela de Toms Gonzlez. Sulectura no despierta precisamente la idea de lo bello, sino una sen-sacin cercana a lo mstico, a ese estado particular de recogimientoy de atencin al que conduce la experiencia del dolor o la visin delo terrible. Arma Lyotard, en su intento por delinear una idea deprecisa y particular de lo sublime: Lo bello da un placer positivo.Pero hay otra clase de placer, ligado a una pasin ms intensa quela satisfaccin, que es el dolor y la cercana a la muerte. En el dolor,el cuerpo afecta el alma. Pero esta tambin puede afectar a aquel,como si el cuerpo experimentara un dolor de origen externo, porel solo medio de representaciones asociadas inconscientemente asituaciones dolorosas ( , ). No es la experiencia directa deese dolor lo que produce el sentimiento de lo sublime, ese asomarseal precipicio de lo innito, sino la suspensin de la amenaza:

    Para que este terror se mezcle con el placer y componga con l elsentimiento de lo sublime, es preciso adems, escribe Burke, quela amenaza que lo genera quede suspendida, mantenida a distan-cia, contenida. Esesuspenso, esa disminucin de una amenaza o unpeligro, provoca una especie de placer que, sin duda, no es el deuna satisfaccin positiva, sino ms bien de un alivio. Sigue siendouna privacin, pero en segundo grado: el alma est privada de laamenaza de ser privada de luz, lenguaje, vida. Burke distingue eseplacer de privacin secundaria con respecto al placer positivo, alque bautizadelight, deleite. ( )

    La distancia temporal del punto vista entre el presente de la es-critura y la desgracia que est en la base de su forma de ver el mun-do constituye la experiencia esttica a la que aspira el narrador de

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    Toms Gonzlez. La vida que crece antes y despus de la muerte, yque la voz narrativa contempla gracias a la intensidad de su mirada,es una paradoja que funda el carcter sublime de tal experiencia: Al

    alejar esa amenaza, el arte procura el placer del alivio [] Graciasa l, el alma se entrega a la agitacin entre la vida y la muerte, y estaagitacin es su salud y su vida (Lyotard , ). Entonces, la in-tensicacin de la mirada del narrador se concentra frecuentementeen la bsqueda de esa agitacin. Su forma de comprender el mundoy observarlo ha sido transformada por una experiencia cercana aldolor de la muerte y es esta la que organiza la realidad inauguradapor la ccin. Lo sublime y la mirada atenta del narrador son lascaras de una misma moneda.

    EnLa luz difcil , la prctica artstica de David le permite al narra-dor reexionar sobre estas dos caras:

    Pint una motocicleta que encontr medio sumergida en una playay cubierta de algas. Me gusta cmo lo que el hombre abandona sedeteriora y empieza a ser otra vez inhumano y bello. Me gusta esafrontera. Esa especie de manglar. Pint una serie de ocho trabajoscon el tema de los cangrejos de herradura, ohorseshoe crabs, quellegan a las playas de Coney Island, se mueren, reposan en la arenay se vuelven concha vaca y despus polvo, rpido, junto con laschancletas y pedazos de recipientes de plstico que durarn, elloss, siglos, antes de volverse tambin polvo. El tema de esas pinturas,aunque nunca lo dije, era obvio y grandioso y en todo caso muypretencioso o ambicioso o como quiera llamarse, y tena que vercon el tenebroso abismo del Tiempo. ( )

    La belleza perseguida por David no es la del deleite, sino la delplacer que produce la conciencia simultnea de la nitud humanay la innitud del tiempo. Entre estas dos ideas surge ese abismoque la mirada contemplativa descubre, de forma concreta, en ciertospaisajes o composiciones visuales de la realidad. El arte del narradorde Toms Gonzlez, al igual que el de David, consiste en saber mirar

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    el entorno y la naturaleza, estar atento a las historias que suceden al-rededor suyo para construir con este material una o varias imgenesde ese tenebroso abismo del Tiempo. A esto se reere la pintura en

    la que trabajaba David durante las horas previas a la muerte asistidade Jacobo. El tema del cuadro era la espuma que produce la hlicedel ferry en el agua verde al dejar el muelle, pero David an no lo-graba que, sin verse, sin hacerlo evidente, se sintiera la profundidadabisal, la muerte. La espuma apareca bella, incomprensible, catica,separada e inseparable del agua. La espuma estaba bien ( ).

    Y la relacin incidental entre el mar y la muerte reitera un motivoque gura ya en la muerte del protagonista dePrimero estaba el mar :

    J. mir las olas que rodaban, luminosas. El trago le baj, fresco yseco, por la garganta. Oy la ola que se devolva, acascabelada ydulce. Supo que Octavio haba entrado a la casa. Cuando empeza-ba a orinar retumb la primera explosin y sinti que se rasgaba ycaa. Aturdimiento. Hormigueo en el brazo derecho. Mir su camisay vio que se estaba llenando de sangre. Dios mo! dijo. Intentlevantarse, pero el brazo derecho no pudo sostenerlo y volvi a ro-dar al pasto. Se apoy en el brazo izquierdo y logr ponerse de pie.Nusea. Cuando intent echar a correr oy el otro disparo y cay denuevo al pasto. ( )

    En este caso, la escena est mediada por la percepcin del per-sonaje. A diferencia de Boris, J. no quiere morir y se aferra a la vidaen lo luminoso de las olas y lo dulce de su sonido, que llegan hastal mientras est herido, desangrndose, tirado en el pasto. CuandoJ. deja de existir, la voz narrativa sigue aferrada: [J.] no sabe dndeest ni cundo fue su muerte. l est muerto. No oye la brisa rozarlas ramas de los rboles, ni al mar respirar al lado suyo; no siente alos pescadores pasar frente a su tumba, dejando la huella de sus piesdescalzos en la arena y un olor a tabaco en el aire ( ). La des-cripcin realista de la escena acenta la intensidad de la experiencia

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    de la muerte . La escritura dePrimero estaba el mar y la deLa luzdifcil (acometida por un David envejecido y casi ciego que escribeayudado por una lupa) es equivalente a la labor artstica de David

    frente a sus lienzos: la voz narrativa busca construir una imagen quedespierte en el lector el sentimiento de lo sublime, una experienciaesttica en la que, sin verse ni hacerla evidente, se sienta la profun-didad abisal de la muerte.

    Pero, a diferencia dePrimero estaba el mar, La luz difcil es a la vez una reexin sobre el ejercicio creativo, pues en el presente dela escritura en el , David se detiene constantemente a pensarqu debe decir y qu debe callarse, cmo tratar el pasado y la des-gracia, cmo hablar de los sentimientos dolorosos, cmo conseguir,

    Creo que la realidad representada en las novelas de Toms est dirigida a laconsecucin de una experiencia de lo esencial, y as habra que entender eltalante realista de su narrador tpico (y de mirada atenta). En ese sentido,encuentro til comparar el realismo que se desprende de la obra de TomsGonzlez con la nocin de estilo de Flaubert. Jacques Rancire, en su libroLa palabra muda , plantea que en Flaubert se da la exacta identidad de unamirada y una escritura ( , ). El estilo deja de ser un modo de escribirque corresponde a un gnero especco y se transforma en una absoluta for-ma de ver. El realismo conseguido por esta va no pretende abarcar tanto latotalidad de un referente objetivo como representar la armona entre lo idealy lo real. No es necesario volver a poetizar la realidad prosaica. Ella mismapresenta su disolucin para la mirada atenta. La presencia del artista en suobra, idntica a la de Dios en la naturaleza, consiste en su diseminacin.Consiste en convertirse en el entorno de esta disolucin ( ). Por ltimo,el novelista sabe lo que hace, loscamente hablando: sustituir un orden(el de los enunciados) por otro (el de las percepciones); sabe qu medios em-plea para ese n [] ese uso antisintctico de una sintaxis, que deshace suspoderes habituales: distinguir lo objetivo y lo subjetivo, establecer un ordencasual entre las acciones o las emociones, subordinar lo accesorio a lo princi-pal. As es como la libre voluntad del artista romntico puede coincidir conla absoluta pasividad de la contemplacin perdida en su objeto ( ). Creoque es posible comparar estas caractersticas que resultan de la nocin au-bertiana de estilo con la propuesta esttica de Toms Gonzlez. Si es cierto,como arma Kundera, que la tradicin de la novela puede comprenderse enlos trminos de llamados (algunos escuchados, otros por desarrollar) lneaspotenciales de transformacin contenidas en la tradicin de la novela, la obrade Toms Gonzlez puede comprenderse tambin como una respuesta, den-tro de la tradicin de la novela colombiana, a esa lnea del realismo absolutoinaugurado por la novela de Flaubert.

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    en ltimas, que la historia narrada contenga esa belleza terrible deltiempo que antecede y sucede a la muerte humana. En ese sentido,puede armarse queLa luz difciles quiz la narracin ms reexiva

    de Toms Gonzlez. Ocurre, tal vez, que la habilidad adquirida enuna trayectoria de casi treinta aos, le permite al autor deLa luzdifcil elaborar un personaje capaz de contar su historia, su soledad,sus aproximaciones a la muerte, y contenerlas en el marco explcitode sus ideas sobre el arte y su funcin vital, sin renunciar a unaecacia esttica semejante a la de sus otras novelas.

    La historia familiar o la culpa heredada

    No sorprende, entonces, que la primera persona de David con-serve las caractersticas principales del narrador habitual de TomsGonzlez: la sobriedad, las acciones contenidas, el humor. Davidhace parte de la familia de personajes (esos egos experimentales)que crecen y saltan de una narracin a otra en la obra de TomsGonzlez. El personaje retoma el nombre del hermano menor delos protagonistas deLos caballitos del diablo, pintor intil que va aFrancia y regresa a sus aos, sin un centavo, no muy seguro delfrancs aprendido, a vivir en la casa de su mam. Es fcil identi-car a este David deLos caballitos con el amigo de Jernimo queaparece enLa historia de Horacio. A los aos tambin se casa elDavid deLa luz difcil, cuya infancia transcurri entre los paisajesde Urab, y tambin tiene un hermano muerto. Por ltimo, armaeste David: Qu iba yo a presentir lo que vena! El infortunio essiempre como el viento: natural, imprevisible, fcil ( ), dos fra-ses casi literalmente extradas de los poemas La muerte de Daniely Abril de , extrapoladas ahora respecto del accidente y muertede Jacobo, su hijo. David es una especie de hilo novelesco arrancadode esa gran historia familiar que empez conPrimero estaba el mar.Toms Gonzlez congura, a lo largo de su obra, una constelacinde seres de palabras, cuyos vnculos familiares se van consolidando

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    conforme crece la obra del autor y trascienden la simple reiteracinde nombres .

    En La historia de Horacio, Elas, quien viene a ser to de David,

    presenta preocupaciones artsticas semejantes: Bello y terrible esel desenvolverse del tiempo, pens, y se dispona otra vez a escribircuando repic el telfono y supo que era Margarita con las malasnoticias ( ). En cuanto a la complejidad de sus puntos de vista,tal vezLa historia de Horacio sea una de las ms ambiciosas en suestructura novelesca. Organizada en seis captulos, cada uno adoptaun punto de vista diferente, a travs de los cuales el lector presencialos ltimos das de vida de Horacio. El primero se centra en una pers-pectiva narrativa omnisciente que, si bien tiene como gura prin-cipal a Horacio, va y viene para dar cuenta de la dinmica familiary la informacin sobre el pasado que necesita a la hora de articularel presente. El segundo se atiende a la perspectiva de Margarita, suesposa. Todo el captulo est ordenado de forma impecable y sutilen torno al presente de Margarita y su hbito de afeitarse las axilasen el bao, luego salir envuelta en una toalla, bajar las escaleras parabuscar ropa interior seca en el patio, termina con ella de nuevo en elbao, mirndose en el espejo. El tercero incorpora el punto de vistade Eladio, el mdico de Horacio, tambin llamado Pacho Luis porlos tres hermanos. El cuarto, el de Elas, hermano de Horacio y delvaro (pap de David, de J. y del que se pierde entre los rboles), aquien le toca el turno en la perspectiva narrativa del captulo quinto.El ltimo corresponde a la perspectiva de Horacio y se interrumpe,a diferencia dePrimero estaba el mar, en el momento de su muerte .

    En una entrevista del publicada en El Malpensante, arma el autor: Porel tema de la novela [ Los caballitos] era inevitable que se convirtiera en unaespecie de contraparte de Primero estaba el mar. Esa no fue la intencin inicial,aunque no me molesta para nada que haya ocurrido. Con Primero estaba elmar, Para antes del olvido , La historia de Horacio y ahora La luz difcil,terminpor escribir, sin proponrmelo, la historia de una familia, abarcando (ms quecubrir) aos: desde hasta ( ).

    Alfonso es el cuarto hermano, pero este, que ha muerto ya, ota como unapresencia lejana en la novela. Alfonso, sin embargo, es el protagonista dela historia de amor que se cuenta en una de las dos historias que tejen el

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    En sus libretas de apuntes, Elas es capaz de verbalizar lo terribleque hay en la muerte de Horacio: La muerte del hombre que se hagastado bien, como leo al fuego, es apacible [] Pero la de aqul

    que todava est demasiado vivo es lo ms horroroso que pueda pre-senciarse sobre la tierra ( ). Los libros que escriba Elas salan di-rectamente de sus libretas. El mismo Horacio le ayud muchas vecesa transcribir los apuntes, que la voz de Elas iba integrando en unasola historia. La visin de Elas se debate, en principio, entre el extre-mo de la luz y el del horror, con uno y otro mundo haba compuestosiempre sus libros y segua hacindolo ( ). En el pasado, la muertede su hijo Ramiro lo sumi en un tristeza larga, en un silencio crea-tivo de diez aos del que sali nalmente con un libro donde todolo que mencionaba alcanzaba inmensa profundidad y resonancia.Mientras lo escriba haba logrado ver el mundo con el Ojo inocente( ). David enLa luz difcil describe un proceso semejante:

    Ninguno de ellos [de sus hijos] sufra de las melancolas cclicas delas que he padecido desde nio, y que tanto los muchachos comoSara supieron siempre aceptar sin cuestionarlas, as no entendieranpara nada cmo poda uno ponerse tan oscuro y silencioso de pron-to, sin causa alguna. Y lo ms paradjico fue que el grueso de esastonteras, en su mayora imaginarias, se me fueron quitando casidel todo con la tragedia de Jacobo. Tan largo sufrimiento, el de l,el mo, el de todos, termin por barrer las peores acumulaciones detelaraas brumosas de mi alma, las ms densas, las ms imaginarias,y me dej casi limpio de tristezas arbitrarias. ( )

    Elas es el primer antecedente explcito, dentro del abanico depersonajes de Toms Gonzlez, de ese narrador contemplativo que

    argumento de Para antes del olvido. En La historia de Horacio, adems, gurade pasada un don Abraham Saldarriaga ( ) que, quiz, tenga algo que vercon el personaje posterior de Abraham entre bandidos. En todo caso, la coinci-dencia esta vez es incompleta, pues la esposa de este ltimo Abraham se llamaSusana, mientras que la de aquel otro es Mercedes.

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    ha empezado a construir desde su primera novela, y del que Davides una ltima consecuencia. A pesar de las expresiones grandilo-cuentes y casi msticas (como el Ojo inocente, por ejemplo) , la

    capacidad de observacin de la realidad y de comprensin profundade lo observado caracterizan la actitud vital de Elas en su relacincon el mundo: Cuando habitaba en ese mundo superior, todo paraElas desde las faenas de los escarabajos coprfagos que rodeabansuculentas bolas de estircol a los nidos, hasta los escupitajos dePacho, cuya preparacin sonaba como si removieran piedra todopara l era perfecto y haca parte de una nica presencia ( ). Lostrabajadores de la nquita de recreo de uno de sus hijos, lejos de sucasa, en la cordillera, se sorprendan al verlo quieto y con la miradaja en una marrana. Sus hermanos, su esposa La y sus hijos eranconscientes de que cuando l se suma en los perodos oscuros, sumanera de salir era sumergirse en la naturaleza, alejarse del micohumano. Y durante su vida diaria, la contemplacin de lo que suce-de alrededor alimenta el material de sus libretas. Sus preocupacio-nes vitales y artsticas se superponen (le ocurre por ejemplo, a razde la crisis por la muerte de su hijo, que los lmites o ausencia delmites del Yo, el carcter eterno de cada vivencia se aclararon yagrandaron como el agua cuando se le asientan las impurezas ( ))y as lo entienden quienes lo rodean:

    [Horacio] record lo que le haba dicho Elas, que en cada instante vivimos en todo el tiempo que hay en todo el espacio. No te dejssentir acorralado, hombre Horacio, le haba dicho. Fijate en todocon cuidado y vers que no existe el tal encierro. Un pjaro se pos

    Una diferencia fundamental entre Elas y el narrador de Toms Gonzlez resi-de en el tratamiento del lenguaje: Elas mir lo escrito y pens que su estilo,tras casi cuarenta y cinco aos de guerra constante, no se haba desnudado losuciente de vueltas intiles y adornos solapados. Qu difcil haba sido elcamino en busca de la sencillez del lenguaje, en el que las palabras aparecie-ran con la naturalidad del musgo sobre las piedras! ( ). En esa bsquedaque Elas no parece consolidar contina el narrador y lo que consigue es ellenguaje depurado, contenido, impecable de las novelas de Toms Gonzlez.

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    en una boiga seca, de la que ya brotaban, muy verdes, las lanzasdel pasto. Fcil decirlo para l, que no es el de la bola de estopa en lagarganta, pens Horacio. Pero entonces reconoci que las cosas que

    Elas deca eran a veces como si se abrieran las puertas y ventanas ydejaran entrar a saco la luz y el aire puro. ( )

    A continuacin, Horacio imagina el escenario de la muerte deElas, lo que acaba de entristecerlo y le saca dos enormes nudos delgrimas. Lo de Horacio es pnico visceral por la inminencia de supropia muerte, exacerbado por su natural nerviosismo. l contemplael mundo como J. y, como enPrimero estaba el mar, el narrador, auncuando adopta el punto de vista del protagonista, est en capacidadde asumir la muerte del personaje principal con cierta distancia: noes una distancia fra, porque, de nuevo, intensica la observacindel mundo, pero tampoco es la impresin directa del miedo .

    Las formas de sentir o, por lo menos, de expresar sus emocio-nes, varan tambin en el caso de Margarita, de Eladio y de lvaro.Margarita se encuentra ms cerca de las preocupaciones materialesy, una vez Horacio no puede ocuparse de traer dinero, su sentido

    No estoy de acuerdo con la conclusin a la que llega Gina Ponce en el artculodedicado a La historia de Horacio en su libro La novela colombiana posmoderna ( ): Horacio representa esa ccionalidad de la que quiere teorizar el na-rrador. En l se resumen casi todos los aspectos que esta novela trata, la inten-sidad de la vida, la cultura en la cual vive, y es, adems, la creacin ccionaldentro de la ccin misma; es decir, es la metaccin personicada. Podemosdecir que los roles de Horacio, narrador y protagonista, entran a formar partede la teorizacin de la escritura dentro de la metaccin. Horacio es creadopor Elas, es ese personaje con el que Elas, el creador de la ccin, suea yel que le permite nalmente encontrar el lenguaje literario que tanto hababuscado. Podemos armar que la historia acerca de Horacio es el ltimo actocreativo de Elas, su narrativa muerte cuando aquel muere ( - ). La su-posicin que iguala la funcin del narrador y la del protagonista no distingueentre una primera persona y una tercera persona apegada al personaje. Portanto, se podra armar que Horacio es el narrador de todas las novelas deToms Gonzlez. Si bien, la autora es libre de interpretar el juego de meta-ccin propuesto a partir de su lectura de La historia de Horacio, me pareceque su conclusin falsea y debilita los planteamientos formales que contieneesa novela, y en ese sentido, la lectura de Gina Ponce conversa ms con suspropias ideas sobre la novela posmoderna que con la obra como tal.

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    de lo prctico la lleva a comprar ropa ms econmica en EstadosUnidos en compaa de Marta, la hermana que vende cosmticos.Despus de la muerte de su marido, comienza tambin a negociar

    con las piezas de arte y las antigedades que permanecieron tantosaos guardadas en el garaje. En la obra de Toms Gonzlez, la gurade la mujer est con frecuencia ms cerca de ese sentido de lo prcti-co y, en cierta forma, demuestra un carcter contrario al de los hom-bres: estos son capaces de lidiar con ganado (como Horacio y Elas),de administrar una casa de apuestas (como lvaro), de levantar unacasa a la orilla del mar (como J.) o una nca en las montaas (comoel que no se nombra deLos caballitos del diablo), pero en cuanto asus sensibilidades nerviosas, a su manera de percibir a los dems,de reaccionar frente a los problemas y de sobrellevar las relacionesfamiliares, no se muestran particularmente hbiles, todos parecenafectados por una conciencia obsesiva de la muerte (cuya presenciatambin atraen), de la capacidad de perversin del gnero humanoo, incluso, de la belleza y plenitud inalcanzables de la vida. El carc-ter opuesto de sus mujeres puede resultar complementario, comoen el caso de Margarita y de Pilar, la esposa del que se pierde entrelos rboles, quien se integra a la nca y al aislamiento de su maridocasi naturalmente, sin que parezca haber problema entre ellos (aun-que es cierto que la perspectiva narrativa poco informa acerca delmundo interior de Pilar). Con la mujer de Boris y Elena, la mujerde J., ocurre todo lo contrario: las dos abandonan a sus maridos,desgastadas y superadas por la capacidad autodestructiva de ellos .

    La idea de familia de personajes, cuyos vnculos se establecena lo largo de varias novelas, le conere una mayor intensidad a la visin del narrador de Toms Gonzlez y produce, al menos, dosconsecuencias. Por un lado, se genera una sensacin de alivio y dedolor encontrarse a J. vivo de repente enLa historia de Horacio,cuando va de visita a la casa de su to (en esta novela, J. y el que

    Quiz la excepcin a esta caracterizacin de lo femenino sera la protago-nista del cuento Viaje innito de Carola Dickson tambin en El rey deHonka-Monka.

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    saba de rboles, primer epteto que recibe el protagonista deLoscaballitos de los caballitos, estn nios y son hijos de lvaro). A su vez, enLos caballitos, J. y Elena se emborrachan y se pelean y son

    felices en los das previos a la compra de la nca en la orilla del mar;luego llegan noticias sobre el proceso de autodestruccin que vive J.,el abandono que experimenta este por parte de Elena y su muerte amanos de un capataz arbitrario . Por otro lado, las diversas desgra-cias familiares son un sedimento que se acumula de una generacina la siguiente a lo largo de las novelas. De este sedimento se hacencargo los personajes masculinos, de tal suerte que sus sensibilidadesafectadas son tambin el producto de una estirpe. La mirada quedirige al mundo el narrador de Toms Gonzlez proviene, en ciertosentido, de una conciencia trgica de la vida, propia de un grupo dehombres que pertenecen a una misma familia.

    Hay, pues, un elemento trgico en la conciencia narrativa de lasobras de Toms Gonzlez. Este elemento predomina enLa historiade Horacio y Primero estaba el mar , novelas en las que la muerte delos protagonistas se revela desde el principio. En la tercera pginade La historia de Horacio se lee: Horacio, que estaba muy cerca dela muerte pero an no lo saba, aplast la colilla con la bota de cau-cho y se acerc a acariciar al animal y a examinarle las orejas, para ver que no tuviera garrapatas ( ). En el caso dePrimero estaba elmar , la mencin se demora hasta el captulo , y su carcter elusivono la hace menos contundente: El otro cuarto, aquel donde mstarde funcionara la tienda y donde, ms tarde an, sera lavado

    Esta sensacin es equivalente a la de La insoportable levedad del ser ( ) de Milan Kundera, cuando en su captulo , el ltimo, dedicado a Kareninel perro, reaparecen Toms y Teresa, despus de que se les vio morir en elaccidente del captulo . Lo mismo pasa en la pelcula Pulp Fiction ( ) deTarantino, cuya ltima escena presenta vivo al personaje interpretado porJohn Travolta. La escena antecede cronolgicamente a la muerte del persona- je que ha sucedido en la mitad de la pelcula. Se plantea entonces que el artepermite la ilusin de revivir a los seres queridos, pero es una ilusin frgil,incluso dentro del arte, ms cercana al recuerdo vvido con el que la memoriahumana es capaz de imaginar a quien ha muerto, que a una experiencia efec-tiva de trasmigracin o resurreccin.

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    pasan vacaciones familiares; Juan Diego, el esposo de Mara Jos, secae de un caballo, se fractura el cuello y queda invlido.

    La belleza que el narrador de Toms Gonzlez encuentra en la

    tensin permanente entre la vida y la muerte (esa luz difcil) es laque dota de sentido a la ccin instaurada. Arma el autor: EnLahistoria de Horacio me propuse, entre otras cosas, lograr una mayorunidad entre el universo interior y su universo exterior. Es decir,una de las metas era romper esa aparente frontera entre interiory exterior. Para eso utilic primera persona, as como tercera porcompleto ceida a lo que viva el personaje, y tambin tercera per-sona omnisciente. No s hasta qu punto lo haya logrado, pues hacemucho tiempo no leo la novela ( ). Esto explica la complejidadde los puntos de vista antes mencionados, pero tambin la maneraen que estos se integran en el curso de la narracin: la realidad de laccin adhiere sus distintos elementos con esa voluntad de explo-rar los instantes en que convergen ciertos extremos: vida-muerte,orden-caos, belleza-horror.

    El destino trgico de los personajes produce una atmsfera en laque estas tensiones son posibles. Las novelas son los caminos querecorren los personajes hacia el cumplimiento de su destino trgicoy en ese trnsito fundan una realidad esttica particular. Los per-sonajes estn condenados no porque deban morir, sino porque suconciencia de la muerte intensica el sentido de la vida y vuelveterrible la idea de su propia extincin. Son personajes sealados, yeso lo comparten, ya no solo con los protagonistas dePrimero estabael mar y La historia de Horacio , sino con todos los protagonistas deToms Gonzlez. El carcter rprobo del personaje principal deLoscaballitos del diablo se maniesta justamente en la imposibilidad deser nombrado. Arma el autor: La idea inicial fue la de un hombreque crea un universo vegetal propio y se refugia en l para tratar deescapar de una culpa. (En la novela no se dice pero es posible quehaya logrado all la redencin de esa culpa) (Galn Casanova , ).La vejez solitaria en la que permanece David y el anonimato

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    autodestructivo de Boris son ejemplos distintos de un mal heredadopor los personajes masculinos de Toms Gonzlez.

    El carcter rprobo, la tensin entre los opuestos esenciales, la

    percepcin intensicada por una conciencia trgica de la vida, de-nen las coordenadas de la obra de Toms Gonzlez; el lenguajecontenido, el narrador que adopta los puntos de vista de sus per-sonajes (personajes moribundos que se aferran a la belleza del maro del paisaje), hacen parte de esa bsqueda constante de la sordabrutalidad del hecho. La experiencia de la muerte ordena la repre-sentacin del mundo contenido en sus cciones. Por eso, el tiempoen estas novelas no solo transcurre en la linealidad de las historias,sino que se expande para indagar en la profundidad de los detalles.El nfasis de su narrativa est puesto en contar una historia y, portanto, estudiarla exige ms una reexin acerca de la naturaleza y larealidad misma que del articio literario. Probablemente a esto serefera tambin el deseo por desintelectualizar su literatura.

    Creo, por ltimo, que Toms Gonzlez apuesta por acercar elarte y la realidad, y en ese sentido, sus obras no estn interesadasen dialogar de manera explcita con otras obras, sino, en especial,en ofrecer una experiencia vital, en afectar al lector directamente,y solo as establecer una reexin sobre el mundo . Hablar de susnovelas y de su poesa es hablar de la realidad o la actividad de loexistente. As se le devuelve cierta autenticidad al ocio de la escri-tura como arte, y al arte como ejercicio que hace parte de la vida yno est al margen. Quiz por eso la sensacin que sigue a la lecturade su obra, y con la que quiero nalizar mi artculo, tenga mejor laforma de una imagen que la de una idea o una opinin:

    Si se adopta este criterio, la obra de Toms Gonzlez se opone a una seriede novelas colombianas contemporneas que maniestan un inters explcitopor conversar temtica y formalmente con otros libros, de tal suerte que elarticio narrativo se seala a s mismo.

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    Las naranjas cadas,bordes mltiples de un mismo acantilado,

    se pudran despacio en la llovizna,azules en la tierra muy mojada.Oscuridad de naranjos, cafetos, platanares.Sus moscas volaban serenas,sobre la turbulencia del caos.

    Obras citadas

    Afanador, Luis Fernando. . La redencin humana.Revista Semana. http://www.-revistaarcadia.com/impresa/articulo/la-redencion-humana/ (consultado el de enero de ).

    Galn Casanova, John. . La memoria inventada.El Malpensante : .

    Gonzlez, Toms. .El rey de Honka Monka. Bogot: Grupo EditorialNorma.

    Gonzlez, Toms. .Los caballitos del diablo.Bogot: Grupo EditorialNorma.

    Gonzlez, Toms. .Para antes del olvido. Bogot: Grupo EditorialNorma.

    Gonzlez, Toms. . Manglares. Bogot: Grupo Editorial Norma.Gonzlez, Toms. .Primero estaba el mar. Bogot: Grupo Editorial

    Norma.Gonzlez, Toms. . Abraham entre bandidos. Bogot: Alfaguara.Gonzlez, Toms. .La historia de Horacio. Bogot: Punto de Lectura.Gonzlez, Toms. .La luz difcil.Bogot: Alfaguara.Lyotard, Jean-Franois. .Lo inhumano: charlas sobre el tiempo.

    Buenos Aires: Manantial.Piedrahta, Ignacio. . Toms Gonzlez o el hbito de ser

    independiente. EnRevista Universidad de Antioquia : - .Ponce, Gina. .La novela colombiana posmoderna. Bogot: Taller de

    Edicin Rocca.

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    Rancire, Jacques. .La palabra muda. Ensayos sobre lascontradicciones de la literatura. Buenos Aires: Editora EternaCadencia.

    Sann, Carolina. . La luz pareja.El espectador . http://www.elespectador.com/impreso/-opinion/columna- -luz-pareja(consultado el de enero de ).

    Sierra, Luis Germn. . Imgenes en un bosque verbal. EnBoletnCultural y Bibliogrco ( ): - .

    Solano, Andrs Felipe. . El escritor del silencio.Otraparte. http://www.otraparte.org/-actividades/literatura/tomasgonzalez.html(consultado el de enero de ).


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