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Una oración NIOS contestada - Church of Jesus Christ...2018/09/09  · “Vivo yo con mis tres...

Date post: 17-Mar-2021
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Septiembre de 2018 69 NIÑOS Por Megan Armknecht Basado en una historia real Grace era una niña de once años de edad que vivía en Holanda durante la Segunda Guerra Mundial. A su padre lo habían tomado como prisionero de guerra. D espués de llevarse a su papá, su mamá cui- daba de Grace, de sus dos hermanos y de dos de sus primos. Había muchas bocas que alimentar y la comida que tenían no era suficiente. Su familia solamente recibía una pequeña cantidad de harina, verduras y patatas. Un día, sonó el timbre de la puerta. Grace siguió a su mamá para ver quién era. Cuando la mamá abrió la puerta, en el umbral había un joven oficial nazi. El corazón de Grace comenzó a latir más rápido, y contuvo el aliento. ¿Qué quería ese hombre? “¿Cuántas personas viven en esta casa?”, preguntó él con aspereza. “Vivo yo con mis tres hijos y dos sobrinos”, dijo mamá. “¿No hay esposo aquí?”, preguntó el oficial. “No”, respondió mamá. “Se lo han llevado”. El oficial registró la casa. “¿Tienen una radio? No que- remos que escuchen los programas de nuestros enemi- gos en Inglaterra y Estados Unidos”. Mamá tomó la radio y se la dio al oficial. “Esta casa es grande”, dijo, volviendo a recorrer la casa con la mirada. “Demasiado grande para las pocas personas que viven aquí. Tendrán que irse mañana. Vamos a ocupar esta casa”. Se dio bruscamente la vuelta y se marchó. Grace no podía creer lo que había oído. Vio los ojos de mamá abiertos de asombro. Luego su mamá cerró la puerta y se fue directamente a la parte posterior de la casa. Grace la siguió lentamente; el corazón le latía con fuerza. ¿De verdad podía el soldado volver y quedarse con su casa, igual que se había quedado con su radio? ¿Qué podrían hacer? ¿A dónde irían? ¿Cómo sabría su papá dónde encontrarlas de nuevo? Grace se detuvo detrás de la puerta de su mamá y miró hacia adentro. Mamá estaba de rodillas, orando. Grace regresó en silencio a la sala de estar hasta que mamá volvió. “Oh, mamá, ¿qué vamos a hacer?”, preguntó Grace. Mamá suspiró. “Todo lo que podemos hacer es orar y confiar en que el Señor nos proteja”. El joven oficial nazi no volvió al día siguiente, ni al otro. ¡Nunca volvió! Grace y su familia pudieron conser- var su casa. Grace sabía que Dios estaba ayudando a su familia. Aunque la guerra no había acabado, Él seguía velando por ellos. Continuará… Una oración contestada FE, ESPERANZA Y GRACIA, PARTE 2 ILUSTRACIÓN POR REBECCA SORGE La autora vive en Nueva Jersey, EE. UU. 68 Liahona
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Page 1: Una oración NIOS contestada - Church of Jesus Christ...2018/09/09  · “Vivo yo con mis tres hijos y dos sobrinos”, dijo mamá. “¿No hay esposo aquí?”, preguntó el oficial.

S e p t i e m b r e d e 2 0 1 8 69

NIÑ

OS

Por Megan ArmknechtBasado en una historia real

Grace era una niña de once años de edad que vivía en Holanda durante la Segunda Guerra Mundial. A su padre lo habían tomado como prisionero de guerra.

Después de llevarse a su papá, su mamá cui-daba de Grace, de sus dos hermanos

y de dos de sus primos. Había muchas bocas que alimentar y la comida que tenían no era suficiente. Su familia solamente recibía una pequeña cantidad de harina, verduras y patatas.

Un día, sonó el timbre de la puerta. Grace siguió a su mamá para ver quién era. Cuando la mamá abrió la puerta, en el umbral había un joven oficial nazi. El corazón de Grace comenzó a latir más rápido, y contuvo el aliento. ¿Qué quería ese hombre?

“¿Cuántas personas viven en esta casa?”, preguntó él con aspereza.

“Vivo yo con mis tres hijos y dos sobrinos”, dijo mamá.

“¿No hay esposo aquí?”, preguntó el oficial.“No”, respondió mamá. “Se lo han llevado”.El oficial registró la casa. “¿Tienen una radio? No que-

remos que escuchen los programas de nuestros enemi-gos en Inglaterra y Estados Unidos”.

Mamá tomó la radio y se la dio al oficial.“Esta casa es grande”, dijo, volviendo a recorrer la

casa con la mirada. “Demasiado grande para las pocas

personas que viven aquí. Tendrán que irse mañana. Vamos a ocupar esta casa”. Se dio bruscamente la vuelta y se marchó.

Grace no podía creer lo que había oído. Vio los ojos de mamá abiertos de asombro. Luego su mamá

cerró la puerta y se fue directamente a la parte posterior de la casa.

Grace la siguió lentamente; el corazón le latía con fuerza. ¿De verdad podía el soldado volver y quedarse con su casa, igual que se había quedado con su radio? ¿Qué podrían hacer? ¿A dónde irían? ¿Cómo sabría su papá dónde encontrarlas de nuevo?

Grace se detuvo detrás de la puerta de su mamá y miró hacia

adentro. Mamá estaba de rodillas, orando. Grace regresó en silencio a

la sala de estar hasta que mamá volvió.“Oh, mamá, ¿qué vamos a hacer?”,

preguntó Grace.Mamá suspiró. “Todo lo que podemos hacer es orar y

confiar en que el Señor nos proteja”.El joven oficial nazi no volvió al día siguiente, ni al

otro. ¡Nunca volvió! Grace y su familia pudieron conser-var su casa.

Grace sabía que Dios estaba ayudando a su familia. Aunque la guerra no había acabado, Él seguía velando por ellos.Continuará… ◼

Una oración contestada

F E , E S P E R A N Z A Y G R A C I A , P A R T E 2

ILUST

RACI

ÓN

POR

REBE

CCA

SORG

E

La autora vive en Nueva Jersey, EE. UU.

68 L i a h o n a

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