Vol 12 Mr Fire y Yo

8/20/2019 Vol 12 Mr Fire y Yo

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LIBRO 12 DER FIRE Y YO

CAP.1

RESPONSABILIDAD

¿Existe algo más siniestro que el color de un hospital?

Yo espero que un médico venga a informarme del estado de Daniel desde hace treshoras. Estoy con Hugo, un viejo amigo de Daniel, que juega un papel terrible en todaesta historia. Me doy cuenta de que no lo conozco bien. Él fue mi compañero de pisodurante el mes pasado, pero yo pasé todo el tiempo de viaje con Daniel. Solo lo he vistodos veces, en París y después en Ginebra, justo antes de mi secuestro, en el que élestaba extrañamente implicado. A partir de ese momento sé que él ayudó a Daniel aliberarme. La única cosa que Hugo nos ha querido decir hasta ahora es que ha actuado a

petición de Diane Wietermann.

Todavía no puedo comprender lo que pasó. Los ojos en el vacío, yo recuerdo todavía laescena: dos disparos sonaron, Daniel saltó, y después se desplomó. Creí que estabamuerto cuando vi la sangre sobre su camisa. A mi lado, Hugo, parecía tan sorprendidocomo yo pues Daniel le dio, sin duda, la vida. Él fue quien pidió ayuda, yo estabademasiado aterrorizada para pensar en nada.

El resto está borroso, como si mi cuerpo no quisiera recordar la agonía que sintió micorazón. No abandoné a Daniel en ningún momento, cuando llegó la ambulancia loacompañé, aunque tenía que separarme un poco de él para que pudiese respirar. Dejar sumano fue una verdadera prueba. Vi alejarse la ambulancia sin poder dejar de temblar

por el miedo de no volver a verlo de nuevo. Hugo regresó y tomando las riendas delasunto, me dijo:

-Vamos, lo llevan al hospital de Nassau. Él tuvo que cogerme por el brazo para que yoreaccionara.

Nosotros estamos dentro de un coche, del que desconozco su procedencia y él estáconduciendo. No recuerdo el viaje debido a mi estado de preocupación, tenemos quecoger un barco para llegar al hospital, un gran edificio con paredes color coral rodeadode palmeras, Hugo me indica que hemos llegado a emergencias y ahora nosotros

esperamos.

Al escuchar mi nombre empiezo a reponerme, me preguntan si hay que avisar a algúnmiembro de la familia, respondo que no.

-¿Segura? Tú no eres pariente

-Sí, segura

-Insisto- ¿Es que no tiene algo más importante que hacer?, ¿cómo va Daniel?

Tomo una larga respiración antes de responder de un tirón.


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-No tengo ninguna simpatía por ella, pero no hay manera de prevenir a la señoraWietermann, su hermana Agathe está en un asilo de trastornos psiquiátricos y su padreestá en el otro lado del mundo desde que le diagnosticaron un cáncer terminal, y meniego a infligirle más angustia.

Mis argumentos le cierran la boca, yo no me sabía capaz de decir esto, el mismo Hugome miraba con la boca abierta.

Detrás del mostrador, la joven se recupera rápidamente y continúa con su cuestionario:

-¿Es alérgico a algún medicamento el Sr Wietermann?, ¿hay patologías especificas ensu familia?

-No lo sé

-Es molesto…

Yo le hubiese dicho que no estaba aquí para esto, para defenderme de ella o de mimisma, pero entiendí a la enfermera:

-De todas formas, vienen de transportarlo al bloque- Tengo la impresión de estarteniendo un shock

¿Qué vamos a hacer con él? ¿Daniel tendrá que enfrentarlo?

La enfermera nos indica dos sillas en el pasillo para esperar, suponemos que será unalarga espera. De ninguna manera me moveré de aquí

Hugo está sentado a mi lado, en silencio. No ha dicho nada desde que llegamos.

¿En qué puede estar pensando?, ¿será en los disparos, que también resuenan una y

otra vez en su cabeza?

Desde que estoy aquí, he revivido la escena como un bucle un millón de veces: Hugosale de las sombras mientras que Daniel y yo acabamos de regresar de la recepción de la

boda de Sarah y Tom. Él está a punto de revelarnos algo importante, cuando suenan losdisparos. Quiero gritar pero ningún sonido sale de mi boca. Daniel aparta a Hugo y

entonces colapsa sobre mí. La sangre mancha su camisa blanca, está por todas partes, yDaniel no responde.

¡Tengo miedo de perderlo!

No puedo parar de llorar desde la tragedia, ¿cuándo se detendrá todo?. Estamos en el pasillo dónde nadie nos presta atención y los segundos pasan más lento de lo normal.Los médicos pasan, algunos hablan, otros ríen… ¿cómo puede el mundo seguir girandomientras Daniel se debate entre la vida y la muerte?

A pesar del calor que hace aquí, me estremezco.

-Toma- Dice Hugo, tendiéndome un café.


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-Gracias.

Miro el baso en mi mano durante un largo rato antes de comenzar a beber. El líquidocaliente se desliza por mi garganta y hace que me duela la barriga. Termino mi café y

tiro el recipiente a la papelera.

Cuando pienso que hace menos de un día, mis dos mejores amigos estaban viviendo elmejor día de sus vidas. Nadie podría haber presagiado este drama.

Daniel organizó la boda de Sarah y Tom en las Bahamas. Su felicidad era una burbujade oxigeno después de los acontecimientos que Daniel y yo hemos vivido en las últimassemanas.

Al finalizar el verano, Daniel comenzó a sospechar de un desvío de fondos de suempresa a la joyería de lujo Tercari. Para seguir la pista fuimos a Ginebra. Allí nos

sorprendimos al encontrar a la madre de Daniel y su amante Benoît de Saint-André. Nosotros tenemos la convicción de que ella era la que desviaba los fondos. El dinerorobado era utilizado para comprar una mina de diamantes en el sur de Africa.

Benoît es un hombre poco recomendable que hace negocios con los traficantes dearmas. Uno de estos traficantes me secuestró, en lugar de a Clothilde, la sobrina deBenoît y ex prometida de Daniel…ella es también la actual directora de la joyería Saint-André, el principal competidos de Tercari. Un pequeño mundo que el dinero hacedespiadado.

Todo esto me sobrepasa. Niego con la cabeza, impotente, vacía…

-¿Julia? Cálmate por favor- Me pide Hugo, tengo que hablar contigo.

Hugo me mira por un momento y yo asiento.

-Lo sé- Dije limpiando mis ojos.

¡Esto es una locura!

-Hugo ¿por qué nos está pasando todo esto?

Puedo ver que él quiere hablar, pero le cuesta, balbucea, hasta que al final se lanza:

- En primer lugar debo decir que Diane Wietermann se me acercó un día a finales delverano. Yo pasaba cerca de Tercari para ...

Hugo se pone las manos sobre la cara y su mirada se me escapa.

-¿Si?- Lo presiono

-Para pedir dinero prestado- Suelta avergonzado.

-Pero, ¿por qué?- Pregunto confundida.


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-Tengo deudas de juego, lo hago desde hace mucho, pero hasta ahora no había estado enserios problemas por ello. Me encontré abrumado y los chicos empezaron aamenazarme, tuve miedo.

El simple hecho de recordar este episodio aun le da miedo, es evidente.

-Entiendo, pero ¿cuál es la relación con Diane?

-Yo no tuve la ocasión de ver a Daniel ese día. En su lugar vi a Diane, no sé cómoadivinó o me hizo confesarle lo que me atormentaba, estaba entre la espada y la pared, yen el fondo creo que pedirle dinero a Diane era más fácil que pedírselo a mi amigo- Dijoél para justificarse.

Asiento con la cabeza nuevamente.

-Ella me invitó a almorzar en un buen restaurante, todo parecía tan simple- MurmullóHugo. -Para el postre me ofreció una suma que yo no fui capaz de rechazar…

-¿Cuánto?

-200.000 €

Abro los ojos de par en par, es una cantidad que pocos podrían rechazar y menosalguien que está en apuros.

-¿Qué tienes que hacer para conseguir este dinero?

-Mira- Hugo me mira directamente a los ojos.

¿Por qué la madre de Daniel quiere vigilarme?, solo soy la novia de su hijo.

-No estoy segura de comprender- Digo balbuceando, más por mí misma que por Hugo-.¿Es por esto que pusiste un chip en mi teléfono?

Se vuelve blanco, está asombrado, baja el tono de la conversación:

-¿Julia? ¿Sabías que había un dispositivo en tu smartphone? -Sí, lo sabía, Daniel le dijo a Ray que lo pusiera, él no me esconde nada…parece quesoy una persona a seguir

-En fin, después del secuestro, me sentí tan mal que no quería admitir la razón de misacciones, ¡qué idiota fui!

Un detalle llama mi atención:

-Así Diane supo que estábamos en Ginebra junto con Benito y…

Nuevamente, Hugo no me mira, sé que he tocado un punto elemental.


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-¡Hugo! Daniel está sobre una cama en el hospital. ¡Él está en riesgo de morir!, debesdecirme todo lo que sabes. Quiero comprender como hemos llegado aquí-

-Muy bien- Dice él resignado. -Tu sabes que era a Clothilde a la que querían secuestrar,

no a ti. Yo estaba con Daniel cuando Benoît lo llamó para decirle que si famosocontacto (Tio B) o Tarrik Baptista, retenía a Clothilde y amenazaba con matarla si no pagaba. Benoît estaba furioso

Entiendo, Benoît de Saint-André es un truhán imparable.

Hugo ignora que él no es nuestra única fuente de información. Agathe, la hermana deDaniel, es pirata informático en su tiempo libre. Gracias a ella sabemos que Dianerecibió un mail de Benoît advirtiéndole de que me retenían en lugar de a Clothilde. Pordesgracia eso demuestra que ella no está implicada directamente.

-¿Entonces qué?- Le pregunté sospechosa. -Realmente ayudó a Daniel a encontrarme,¿no?

-Cuando Daniel me encontró, y me lo explicó, entendí de inmediato que Baptista habíasecuestrado a la persona equivocada. Lo siento, debes creerme, no tenía idea de eso. Yosolo tenía que vigilarte.- Me explica Hugo dándole más peso a su confesión.

-¿Qué vas a hacer ahora? ¿Continuar con la pista de Diane?

-Después de que Daniel conociese mi implicación en toda esta historia, no puedo dar un paso sin decirle donde voy. ¡No es fácil saltarse la vigilancia de Daniel! ¡Tiene mucha por ti, Julia!

-Eso no me aclara porque ella me está vigilando. ¡No lo entiendo!

Es hora de que Hugo se explique. Estoy segura de que él sabe más de lo que quieredecir.

Hugo se toma su tiempo antes de responder. Decido no insistir. Es el precio a pagar paracomprender. De repente el me confiesa:

-Diane siempre ha visto mal tu relación con Daniel. Cuando ella se enteró por Benoît deque Baptista te retenía a ti en lugar de a Clothilde, ella decidió no hacer nada, así lomismo te quitaban de en medio y eso podría servir a sus intereses…estaba segura de queromperíais antes de tomar riesgos innecesarios


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-¿Cómo sé que puedo confiar en ti, Hugo?

-¿Te acuerdas de la llamada del otro día?

-Tengo entendido que te peleaste con Diane, y fue aún más violenta por teléfono. Mesorprendió que le hablases así, pensé que estabas loco. Pero entonces, yo no sabía de loque esa mujer era capaz

-Cuando Daniel me dijo que tú estabas secuestrada, yo me quise morir, Julia, ¡te lo juro!


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Entiendo la pregunta pero para mí es de fácil respuesta, recupero el equilibrio y le digo:

-Me niego a que Daniel haya hecho esto para nada, tenemos que detenerlos y es lo quevamos a hacer- Respondí determinada.

Una cosa es segura: Diane y Benoît ignora que sabemos acerca de sus negocios, así quelas revelaciones de Hugo son un valioso aliado para mantenerlos alejados. Tambiéncontamos con la ayuda de Agathe. A pesar de que todavía carecemos de elementoscontundentes, está historia está a punto de concluir. Pero, ¿a qué precio?

Exploro el pasillo del hospital con ansiedad. De repente, un hombre de mediana edad,con bata blanca y una máscara alrededor de su cuello se detiene frente a nosotros. ¡mícorazón late con fuerza!

Trato de levantarme de la silla, pero las piernas me tiemblan, tanto que me agarro de la

silla para no caer. Entonces, Hugo, me ayuda y el hombre comienza hablar:

-¿Familiares de Mr.Wietermann?

-Sí…

¿Qué dice su mirada? ¿Está serio? ¿Compasivo? ¿Qué quiere decir?

-Julia, querida, hemos venido lo antes posible-

Me había olvidado de todos, hasta que tengo cerca a mis padres, veo venir a losinvitados de la boda de Sarah y Tom aun con los atuendos de la ceremonia.

Somos una foto curiosa: un grupo de europeos, vestidos con traje de noche en unhospital de las Bahamas…

-Nosotros no quisimos decirles a Sarah y Tom para no arruinarles su día- Dice mimadre.

Quiero decirle que lo han hecho muy bien, pero mi padre grita:

-Princesa, ¿estás herida?- Se asusta al ver mi vestido, está pálido… Mi falda está manchada de sangre, ¡ni siquiera me había dado cuenta! Lo tranquilizoinmediatamente mientras mantengo un ojo en el medico que sigue allí.

-¡Es la sangre de Daniel, no la mía!-. Pero mi respuesta no ayuda, ahora es mi madre laque grita:

-¡Dios mío!-. Exclama.

-Siéntese, señora-. Le ordena el médico, tomando su estetoscopio.


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No puedo soportarlo más. Es hora de poner fin a esta interminable espera, sin perder unsegundo más le pregunto:

-Doctor, por favor, dígame cómo está Daniel.

CAP. 2

¡Loco!

La bala ha entrado por el abdomen, pero no ha tocado ningún órgano. El señorWietermann despertó hace un momento y está fuera de peligro.

Verdaderamente creo que esto ha terminado…

Mi alivio hace que no sienta las piernas. Mis padres se precipitan hacia mí para

sostenerme y me obligan a sentarme. El médico me mira con una gentil sonrisa.

-Le agradezco todo doctor, digo yo levantando la mirada.

-No es nada, señorita. Él podrá salir de aquí en unos días.

-¿Puedo verle?

-Sí, pero solo unos minutos, está muy débil todavía. Además, debo prevenirle de que encaso de accidente por bala, nosotros tenemos la obligación de llamar a la policía.Cuando el señor Wietermann salga del hospital, tendrá que responder algunas

preguntas. Mientras, si usted quiere seguirme, es por aquí.

Antes de entrar por la puerta que sostiene el médico, le mando una gran sonrisa a Hugo.

Daniel está fuera de peligro. Cuando entro en la sala le veo el torso cubierto de vendas.El tono blanco de la estancia hace que resalte su bronceado. ¿Por qué es lo primero enlo que pienso al verlo?

Cuando Daniel me ve me direige una sonrisa. Yo reconozco inmediatamente a Mr.Fire. Una inmensa ola de ternura me invade.

-¡Oh Daniel! ¡Yo tenía miedo! Exclamo precipitándome hacia él.

-¡Julia!, ¿tú estás bien? , ¿y Hugo? Nadie me decía si tú estabas viva. Yo creía que iba aenloquecer.

Las lágrimas inundan mis ojos. Sentir el corazón de Daniel latir me hace llorar.

¡Él está vivo!

-No estoy herida, digo dulcemente. ¿Por qué te interpusiste?, ¡podrías haber muerto!


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-No lo sé, fue un instinto. En el momento, no pensé en nada, solo en protegerte a todacosta-. Me responde Daniel tomándome la mano.

Me mira con una mezcla de sinceridad y seriedad, un nudo se forma en mi garganta. Élse inclina para besarme. Todo mi cuerpo palpita al ritmo del suyo propio. Una vez más

todo está en sintonía mientras limpia mis lágrimas con sus manos.

-Yo estoy bien ahora.

- ¡Tenía miedo!-. Murmuro sin poder separarme de su lado pero la ansiedad no se disipatan rápidamente como creía. Entre tanto, Daniel me hace un hueco y me invita atumbarme a su lado.

-¿Hay riesgo de que te haga daño?

-Sentirte contra mí es el mejor de los remedios.

Este simple acto es suficiente para llenarme de amor. Daniel me abraza dulcemente.

-Creo que…que…sin apenas poder articular.

Sollozos pesados me impiden continuar. Daniel acaricia mis mejillas, depositandodulces besos y susurros para tranquilizarme.

-Todo ha vuelto a la normalidad, mi amor. Todo está bien ahora-. Me deja recuperar elaliento, y luego me pregunta:

-¿Hugo está contigo?-. Asiento con la cabeza.

-¿Ha hablado contigo?

-Sí, él me lo contó todo, te lo explicaré.

Le hago un resumen de la información que me ha dado Hugo. Él está de acuerdoconmigo: los acontecimientos van de mejor en mejor.

-Las deudas de jugo…-. Daniel resopla -Debería haberlo sabido, tendría que haber

acudido a mí… -Lo intentó…pero tú madre lo interceptó primero.

-No dejes que salga del hospital antes de que a mí me den el alta, supongo que tendrámiedo.

-Él cree que el traidor será enviado por Benoît para limpiarlo todo.

-Probablemente, él esté en lo cierto-. Permanece alrededor de los bungalows con losotros huéspedes. Ray, el conductor de Daniel digno de su confianza, sabe qué hacer

para evitar que te pase nada.


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Yo le debo mucho. Si Daniel me asegura que Ray está velando por nosotros, entoncestodo va bien.

-¿Julia?-. Daniel y yo giramos la cabeza hacia la puerta. Mi padre está allí. Él no seatreve a entrar.

-Hola Daniel-. Dice sonriendo -¿Cómo te sientes?

-Bien Sr. Belmont, gracias.

-Julia, tu madre y yo regresamos con Hugo al bungalow. ¿Quieres venir con nosotros?

Echo un vistazo a Daniel. Me duele el corazón solo ante la idea de dejarlo ahora.

-Gracias papa, me quedaré un poco más.

-Como quieras princesa, ¡cuídate Daniel!-. Entonces mi padre se da la vuelta y cierra la puerta de la habitación.

Con un doloroso gemido, Daniel se mueve en la cama y me hace señas para que vayacon él.

-Vamos a tener que apretarnos un poco…me dice con un guiño.

-No quiero hacerte daño Daniel, tienes que descansar.

-¡No me regañes, ni me contradigas! Vamos, por favor.

Me deslizo lo más suave posible junto a mi amante. Él, por lo general se acerca muyrápido, pero en esta ocasión está muy quieto. Su calidez me tranquiliza y me da ideas.Sin duda, es mi turno para mostrarle lo que sé usar las manos.

Suavemente rozo los vendajes con la punta de mis dedos. Voy acompañándolo conligeros besos sobre el pecho. Luego, muy lentamente, mi mano se pierde bajo lassabanas. Me siento emocionada viendo a Daniel gemir bajo mi toque. Besos tras besorecojo cada uno de sus suspiros con mis labios.

Nosotros permanecimos mucho tiempo en la cama, solo mirándonos el uno al otro. Nuestras manos cruzadas separan el ritmo de nuestro mutuo deseo. El cuerpo de Danieles digno de envidia. Con una sola caricia puedo liberar el deseo de mi amante. Daniel seduerme primero, no es lo habitual, pero me gusta sentir su aliento en mi cuello conregularidad.

Me paso largos minutos mirándolo dormir, tranquilo, pacifico, hasta que oigo pasos enel pasillo y una voz apagada que me dice que el tiempo de visita ha terminado y Danieltiembla cuando me levanto lentamente de la cama.

-Te amo Julia, nunca me dejes…susurra en sueños.


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Un momento increíble, con una confesión tan abrumadora, lo beso en los labios antes desalir de la habitación.

Detrás de la puerta, vuelvo a sentirme muy sola. Pienso que esta tarde dormiré sinDaniel a mi lado. Mi corazón se hace pedazos. Tengo la impresión de que he dejado una

parte de mí al salir.

Espero que pase rápido, porque la vida no es tan bonita cuando él está lejos de mí.

Delante del hospital, Ray me espera en el coche, como si él estuviera siempre allí.

-Buenos días señorita. ¿Está el señor mejor?

-Sí Ray, está bien. Es un alivio-. Me dijo, metiéndose en el coche. -Es muy confortablesaber que usted está ahí en todo momento.

-Es mi trabajo, señorita. Lo siento por no ser capaz de evitar esto.

-No es tu culpa

-Probablemente, debería haber estado más atento -. Dijo empezando a divagar.

-Está bien, no te eches la culpa.

En el coche comienzo a sentir la fatiga. En el barco a la isla Paraiso, Ray no me deja unsegundo, como si temiera que yo pudiese ser su próximo objetivo. Está muy

preocupado. Una hora más tarde estoy de vuelta en el bungalow, todo es extraño parami, todo familiar, hermoso, pero sin alma.

Daniel, te extraño…

Al llegar, no me encontré ni a los recién casados, ni a otros huéspedes; mejor, ya que nosiento fuerza para hablar en este momento.

El día acaba de empezar. Pasé la noche en el hospital y ahora estoy aquí en lahabitación. Aunque esté mejor no voy a estar completamente segura hasta que no esté ami lado.

Me tumbo en la cama, pero es demasiado grande para mi sola. Es hora de volver a lanormalidad, porque no voy a ser capaz de resistir mucho más este largo ritmo de locura.Mañana será otro día.

Me acurruco y me quedo dormida, agotada por tantas emociones en conflicto.

Tres golpes en la puerta del bungalow me sacan del sueño. Entra Sarah inmediatamente,como siempre.

-Hola señora Anderson-. Murmuro con mi mente todavía brumosa.


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-Buenas noches, bella durmiente-. Dice Sarah, sentándose en la cama. -Has dormidotodo el día.

-¿En serio? ¡Me tendríais que haber despertado!

-De ninguna manera, no han sido días fáciles para ti. He tenido que tu madre entrase porlo menos 12 veces. ¿Cómo está Daniel? Hugo nos dijo lo que pasó. La policía llego alhotel, uno de los hombres a cargo de la investigación me dejo su tarjeta y quiere que lollames. ¿Sabes por qué le dispararon? ¿Quién podría hacer eso?

-Daniel dormía cuando fui. Todo va bien teniendo en cuenta las circunstancias. Elmedico dice que podrá salir pronto. Yo pienso que pasará a la comisaria de Nassau enese momento…

-Mejor-. Dice Sarah visiblemente emocionada. -¿Y ahora? ¿Volverás a NY?

-No sé todavía lo que Daniel querrá hacer, no sé si verdaderamente él está en estado deviajar.

-¿Por qué no vuelves con nosotros en unos días? Hemos decidido pasar nuestra luna demiel aquí. Es totalmente maravilloso-. Me estiro antes de responder.

-Sarah, te quiero mucho, y es por eso que te dejaré que aproveches el sol tranquilamentecon tu esposo y un cóctel en la mano.

-No vamos a ser tímidos, ¡créeme!-. Exclama Sarah riendo. -Vamos a organizar unafiesta en NY cuando volvamos. Daniel y tu tenéis que estar disponibles.

-¡Cuenta con nosotros!

Se hace el silencio.

-¿Sarah he dicho algo que te ha molestado?-. Le pregunto desconcertada por elrepentino cambio de actitud.

Ella no responde de inmediato.

-Estoy preocupada por ti, Julia. -¿Por qué? ¡No me digas que todavía desconfías de Daniel!

-¡No, al contrario! Es que…no te reconozco.

-¿Qué quieres decir? Sarah, explícate.

-No me malinterpretes, estoy muy feliz por ti. La historia que vives con Daniel esmágica. Sé que están en plena floración, pero…estuviste en alguna parte que desconocía

por algún tiempo y me preocupé muchísimo. Estas constantemente entre dos caminos:

seguir a Daniel y tu futuro.


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Me quedo en silencio.

Me entristece que mi mejor amiga se preocupe por mí pero sé que tiene razón, debotomar decisiones.

-¿Tienes hambre? -. Me pregunta. Es casi la hora de la cena. -Como si no se pudieracomer todo eltiempo-. Dice Sarah, sonriendo. -No sé cómo lo hace Daniel, pero aquí todo estásimplemente delicioso.

Me levanto y veo que no me desvestí antes de ir a dormir.

-Tengo que tomar una ducha y cambiarme. También quiero llamar a Daniel por sidespertó. ¿Nos encontramos en una hora?

-Tomate tu tiempo, querida, dice Sarah antes de desaparecer. ¡Y…Julia!

-¿Si?

-Me alegro de que Daniel esté bien y tú estés segura.

Ella cierra la puerta sin hacer ruido.

La ducha me despierta. No puedo esperar más para escucha la voz de Daniel. Suena el primer ring:

-Hola mi julia, me hiciste falta al despertar.

-Tú también, Daniel. Es extraño no despertar en tus brazos. ¿Cómo te sientes?

-Fue delicioso dormir a tu lado, me siento mucho mejor. El medico dice que puedo salirmañana.

-Oh, eso es maravilloso. Daniel, la policía…

-Lo sé, sí. Una investigación está en curso. La policía vino a verme.

-¿Ya? ¡Podrían haber espera a tu salida!-. Digo conmocionada. -Hugo se fue con ellos. Tengo papeles que firmar en la comisaría cuando salgamos.Después puedo dedicarme a ti.

-Estoy muy feliz Daniel. Y…te echo de menos.

-No puedo esperar a volver a sentir tu cuerpo contra el mío, mi amor.

-Hasta pronto. Te quiero-. Digo en voz baja antes de colgar.

Cuando llego a la terraza, Tom me da la bienvenida y me ofrece un coctel de frutas.Respondo a las preguntas de mis amigos de la mejor manera posible. Les parece


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increíble que hayan disparado a Daniel. Nadie duda de que fuese Hugo quien lo pensó.Yo estoy sorprendida, para mí, es la segunda vez que esto pasa en unos pocos meses.

Apartado está Hugo, que no dice nada. Me acerco a él.

-Gracias por todo lo que me dijiste en el hospital.

-No es nada, era lo lógico, responde malhumorado. Fui a ver a Daniel.

-Lo sé, acabo de hablar con él.

-Se ha recuperado bien, gracias a Dios. Hubiera destrozado mi vida, si…bueno…

-Este no es el caso. Él está bien, también me dijo que viste a la policía.

-Sí, y Daniel se portó muy bien. El respondió a todas las preguntas y disipó toda

sospecha, mucho mejor de lo que yo habría hecho.

-Eso es bueno, dije bostezando. ¡Disculpa!

-Ahora que ha terminado de ayudarme, debería ocuparse un poco de ti-. Dice Hugoriendo.

-¡Tienes razón!

-Entiendo por lo que tuvo que pasar estando en el hospital…ahora debes empujarlo asalir y disfrutar de la isla cuando se reponga. De lo contrario, sabemos que reanudará sutrabajo de inmediato.

Él tiene razón. Daniel debido al liderazgo de la joyería no va a tomarse un descanso.

Pasamos una agradable velada juntos. Mis padres y otros invitados tomaron un vuelo aFrancia a la mañana siguiente. Todos ellos estuvieron encantados con este viaje altrópico.

-¡La isla es un paraíso! Si Daniel no hubiese recibido un disparo, todo sería perfecto.

Afortunadamente él está bien, dijo mi madre achuchándome en el aeropuerto. -Sí, mamá. ¡Tenía tanto miedo!

-Entiendo, querida, pero Daniel es un hombre fabuloso y fuerte.

-Lo sé mamá.

-Cuídate y a los niños, dice mi padre.

¡Niños!¡Esto es nuevo!


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Me alegro de ver que mis padres aprecian a Daniel. Ray nos acompaña desde elaeropuerto hasta el hotel a Hugo y a mí. Siempre está en guardia cuando dejamos los

bungalows, como si el mundo, de repente, fuera aterrador.

Llegamos y una sorpresa nos espera: ¡Daniel salió del hospital!

-¡No tendrías que haber salido tan rápido! ¿Seguro que todo está bien?- Digo yo preocupada.

-Estoy bien, Julia. Pensé que podríamos pasar aquí unos días antes de partir.

-Buena idea dice Sarah que vine tras nosotros.

Ella besa a Daniel en la mejilla y nos invita a compartir un refresco.

¿Soy yo o Sarah de perfil está ligeramente redondeada?¿Podría ser que…? Ahora

entiendo por qué ella come mucho y solo habla de comida.

*** Los días que pasamos juntos en la isla son maravillosos. Daniel y yo estamos tomandoun tiempo disfrutando de la vida. Su herida está sanando muy bien.

Bebemos zumo de fruta mirando al mar, damos paseos por la playa al atardecer. Sarah yTom pasan mucho tiempo con nosotros, pero ellos están en su burbuja. Hugo todavía seencuentra distante pero su relación con Daniel ha mejorado considerablemente.

Fuimos a la comisaría de policía de Nassau derechos, justo después de salir del hospital.Daniel quería resolver este asunto rápidamente. Con su ayuda, ellos entraron encontacto con la policía de Francia, y se abrió una investigación sobre Diane y Benoît.También les dio el nombre de Tarrik Baptista. La Interpol ya tiene un largo historial deeste hombre.

Una vez fuera nos tranquilizamos, los disparos no quedarán sin castigo. ¿Es la culpa?Hugo da la impresión de sentirse culpable cuando sabemos que haría cualquier cosa porDaniel.

Ray sigue ahí, con el equipo de seguridad. Son tan discretos que nadie parece notar su

presencia. Él vela por nosotros. Tomamos en avión a Nueva York, frescos, descansados y bronceados. Una vez en elaire, Daniel se vuelve hacia mí:

-Julia, yo no quería hablar sobre el tema mientras estábamos de vacaciones, pero…

-¿Qué demonios?-. Le pregunto preocupada por tanta precaución. -¿Es tu padre? ¿EsAgathe?

-No, ¡no te preocupes! ¿Has pensado que vas a hacer con tus estudios?


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-Bueno…lo pienso mucho últimamente. Y por ahora no tengo una solución-. Danielabre su portátil y lo pone frente a mí.

-Le pregunté a Candice, e hizo la investigación por ti. Por cierto, uno de mis contactosde trabajo está en la Sorbona. Su registro está bloqueado por razones administrativas,

pero Candice es muy agradable para tratar con él, ¡la administración de la universidad puede ser un verdadero dolor de cabeza!-. Suspiro.

-Eso es lo que entendí. Me temo que no hay nada que hacer este año.

-En Francia, no. Dicho esto, Candice me envió todos los archivos, dice entregándomeuna carpeta. Tú tienes todos los requisitos para ingresar en una escuela de NY.

El instituto de Bellas Artes de la Universidad de NY tiene una gran reputación, pero hayotros. ¡Léelo!

-Gracias, Daniel, esto es muy bonito, pero…

-¿Qué pasa?¿Quieres dejar tus estudios? ¡No deberías! Era algo que te entusiasmaba.

-Lo sé. Me perdí el año académico en París y me gustaría inscribirme en NY, pero…

-Dime lo que piensas, Julia. Puedo ver que algo te molesta.

-Aunque haga mis estudios en un sitio u otro tú continuarás viajando…

Yo no lo habría dicho así…pero ya es tarde.

-¿Tienes miedo de que no podamos vernos?, ¿verdad?-. Dice Daniel sonriendo. -Teentiendo, hemos vivido con un ritmo loco de vida en los últimos meses…

-Daniel tienes razón. Tengo que volver a mi ritmo normal.

-Tengo la intención de establecerme de forma definitiva en NY.

-¿En serio? Pero la sede de Tercari está en París.

-Por el prestigio, todos los joyeros están situados en Vendome, pero en NY es necesario.Y has visto mi apartamento allí…nada me detiene en París, si tú no estás allí, me dicemirándome con cariño.

¡Qué bueno escuchar eso!

Es cierto que el apartamento no es muy personal, Daniel ha pasado muy poco tiempoahí desde que lo conozco.

Daniel continúa:


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-Tom y Sarah volverán a NY después de su luna de miel. Podríamos instalarnos, si estásde acuerdo. Pensé que podíamos elegir un lugar para vivir los dos, decorarlo a nuestrogusto…-. Guau… Estoy sin palabras.

-Si quieres puedo ayudarte a encontrar un apartamento, me dice Daniel

malinterpretando mi silencio. Entiendo que quieras tu independencia, es normal. Por esoinsisto en tus estudios. Te ayudare en lo posible, Julia. Eres una mujer joven, hermosa, brillante y tienes un futuro espectacular por delante.

-Gracias Daniel, no sé qué decir…

-Shh, dice poniéndome un dedo en los labios. No te pido ninguna decisión todavía.

¡Lee y reflexiona!

-Bueno.

Paso el resto del viaje sumergida en la extensa documentación recopilada con Candice. Nueva York realmente tiene un gran potencial en historia del arte. La idea de vivir cercade mis dos mejores amigos me seduce cada vez más. En cuanto a la idea de vivir conDaniel…es un sueño hecho realidad.

Por la tarde llegamos al hotel. El director, el Sr. Gutiérrez, nos recibe.

-¡Julia!¡Sr. Wietermann! Todo está arreglado de acuerdo a sus peticiones. Estos señorestienen una habitación que les espera, les dice a Hugo y Ray.

“Todo se arregla con el Sr. Gutiérrez” sonreí, Daniel dice a menudo esta frase en todanuestra historia. Daniel quería decir que el señor Gutiérrez, que fue mi jefe, me dejabatiempo libre para que lo pasase con él.

-¡Qué bueno verte de nuevo! Continúa el dueño del hotel.

-También es un placer, señor Gutiérrez. Voy a vivir aquí, de momento. Nosotros nosvamos a ver con frecuencia-. Dijo Daniel a distancia.

El Sr. Gutiérrez no mira avanzar hacia el ascensor sin decir una palabra. Sin duda, pensando que este es uno de sus mejores clientes.

Pasando página: Daniel y yo nos reunimos. Una vez en la suite, me toma en sus brazos.

-Estamos de vuelta en casa…-. Susurra Daniel, besándome en el cuello. En casa…quecurioso y relajante al mismo tiempo.

Le beso mientras lo desnudo, como todas las noches desde que salió del hospital. Miroel vendaje en el pecho.

-¡No te preocupes!, pronto no habrá nada aquí, solo una cicatriz.


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-Una herida de guerra-. Digo riendo.

-¡Eso es!-. Comienzo a besarle apasionadamente.

-Te quiero-. Le susurro al oído.

Me subo en la cama, me coloco encima de él. Empiezo a cubrirlo de besos, caricias,abrazos…hasta que el deseo es más fuerte que el resto. Daniel y yo hacemos el amorantes de quedarnos dormidos.

Al día siguiente nos despertamos con una llamada de recepción.

-¿Le has pedido que nos despierten? -. Me pregunta Daniel antes de responder. -Sonapenas las 07:00.

-No-. Le respondo, frotándome los ojos. Mientras tanto, Daniel toma la llamada.

Me siento en la cama y lo escucho responder responder:

-¿Está abajo? Muy bien, dile que bajamos en 15 minutos. Y sí por favor, vamos a tomarel desayuno en el salón-. Acto seguido, Daniel cuelga.

-Es Clothilde, dice dirigiéndose a mí. Se enteró de que estamos de vuelta y quierevernos tan pronto como sea posible.

-¿A nosotros? ¿Seguro que no eres solo tú al que quiere ver?-. Me sorprendo a mímisma con esa pregunta.

-Ella insistió: “Dígale al señor Wietermann y a la señorita Belmont que tengo que verlosinmediatamente”

-¿Así que no es para ver el bronceado de su ex novio? Tú estás genial con él, realza tusojos…-. Digo sonriendo antes de que me bese tiernamente.

-Vístete y vamos a ver que quiere.

-¿Cómo crees que se ha enterado de nuestro regreso?-. Le pregunto a Daniel mientras se

viste. Candice realmente piensa en todo; ella se aseguró de que Daniel y yo tuviésemos todanuestra ropa aquí. Al igual que Ray, ella es mucho más que una ayudante para Daniel.

-Por el Sr. Gutiérrez probablemente. Vengo aquí desde hace años y él la conoce.

Bajamos a la recepción, cuando ella nos ve se apresura en nuestra busca.

-¡Daniel, Julia! He sabido de los ocurrido en las Bahamas, el tiroteo…¿Cómo estás?

-Está bien, no tiene ansiedad.


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Clothilde sigue siendo bella, distinguida, pero parece comida por dentro. Ella tieneojeras marcadas, como si no hubiese dormido en varios días.

-Ven a tomar el desayuno y nos dices que te trae por aquí-. Dice Daniel.

-No, he venido a ver…a unos amigos. ¡Qué tacto!

Daniel me toma la mano y me abraza, esto no hace nada fácil la situación para Clothildeque trata de integrase en la vida cotidiana de su ex novio…

Tomamos un delicioso desayuno en el club, con sillones amueblando una habitaciónmuy cómoda. Té, café, chocolate, zumos, pasteles y sándwiches, en muy poco tiempo,el personal obró milagros.

Clothilde finalmente se sienta delante de nosotros y no dice nada. Coge un croissants y

piezas realmente pequeñas en un plato. Es incómodo. Daniel sonríe amablemente:

-Siempre es un placer ver a un amigo-. Dice Daniel, pero no es habitual que vengas atomar el desayuno con nosotros. (El ambiente está sobrecargado)

-Sí, estás en lo cierto-. Murmura Clothilde.

-¿Y si nos dices que está mal? -. Dice Daniel. -Te conozco bien y sé que si estás aquí aestas horas en vez de en tu oficina es que hay un problema. Cuéntanos lo que es.

Clothilde bebe un vaso grande de jugo de naranja y toma una respiración profunda.

-A principios de la semana pasada, escuche a mi tío por teléfono. No sé con quienhablaba, pero escuche claramente: “No es cierto, lo has perdido”. Dijo loco derabia…nunca lo había visto así.

Clothilde baja la cabeza, creo que está llorando. Con el tiempo se recupera, aun con losojos brillantes.

-Tengo miedo, Daniel. Dio a entender que eliminaría a alguien. ¿Hablaba de ti, Daniel?¿Mi tío realmente quería matarte?

Ella parece realmente molesta.

-No se trataba de eliminarme a mí, sino a Hugo.

-¿Hugo? -. Repite Clothilde aturdida. -¿Pero eres tú al que han herido, no?

-Sí, pero el traidor era Hugo. Tenía revelaciones acerca de tu tío.

-¿Qué podía saber Hugo? -. Replica Clothilde de manera algo agresiva.

Niega con la cabeza. Clothilde y Hugo no se llevan bien. No entiendo esta hostilidad,especialmente cuando Daniel casi muere.


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Daniel parece compartir mi punto de vista.

-Si tenemos información acerca de tu tio es en gran parte gracias a él. También por elencontramos a Julia, ya que su secuestro fue un error, eras tú la que tenía que haber sido

víctima de ese secuestro para que tu tio pagase al traficante-. Clothilde parece aturdida.

-¿Has averiguado que tenía que decir Hugo? -. Pregunta ella con voz temblorosa.

-Sí, él nos dio información sobre el papel de mi madre en esta historia-. RespondeDaniel.

-¿Mi tío y tu madre son aliados? ¿es eso verdad? -. Pregunta Clothilde

Ella todavía tiene la esperanza de que todo sea diferente, que sea un mal sueño.

-Sí, el poder los motivó a unirse. Ellos están tratando de hacerse con una mina gigantede diamantes en Sudan, para tomar el control del mercado y arruinar Tercari y St.Andrew-. Confirma Daniel.

-Pero…¿por qué? -. Se lamenta ella

-Para recuperar sus antiguos puestos.

-Eso sería catastrófico, mi tío está loco. La junta critico fuertemente la gestión de mi tíoantes de irse de St. Andrew, la dejo al borde de la quiebra. ¡No puede deshacer años detrabajo!

-Puedo decir lo mismo con respecto a mi madre-. Dice Daniel con amargura.

-Secuestro, intento de asesinato…yo nunca pensé que iban a llegar tan lejos.

-¡Loco, está loco…!-. Balbucea Clothilde sacudiendo la cabeza.

-Deben ser detenidos ¿sabes que esto conlleva la detención de tu tío?

-Sí, pero debemos contarlo, las autoridades deben estar al tanto de todo. No pueden

estar sueltos. Clothilde parece haber tomado su decisión.

-La policía ya está al tanto de todo. Hice una declaración.

-Supongo que no podemos volver atrás-. Suspira Clothilde resignada.

-Sí, todavía tenemos algo que hacer-. Dice Daniel mirándome.

-¿Adónde vas? -. Pregunta Clothilde

-Donde están las pruebas.


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Mantente en contacto dice Clothilde mientras nos levantamos. Lo haré dice Daniel

prometiendo que todo saldrá bien.

-Tened cuidado-. Dice Clothilde, antes de que yo me vaya agarrada del brazo deDaniel.

CAP.3

Escapada islandesa

-No has tocado tu desayuno-. Señala Daniel.

-No tengo mucho apetito; lo que le dijimos a Clothilde…

-Benoît es conocido por sus negocios sucios. En nuestro mundo. Él no tiene más que aClothilde para defenderlo, dice Daniel.

-Sigue siendo su tío, exclamo para mí.

-Como Diane es mi madre, responde. Eso no es una razón para dejarlos hacer lo quequieran. Sirealmente ponen sus manos en esa mina, no solo nuestras empresas estarán en laquiebra, sino que usaran niños para explotar esas minas…desde que asumí el mando deTercari, me comprometí a romper todas esas relaciones con la esclavitud. Clothilde hizolo mismo, esto llevo a algunos a la ruina. Si dejamos que se salgan con la suya todonuestro esfuerzo habrá sido en vano.

-Entiendo, le digo.

-Tengo una cita esta mañana, pero ¿quieres venir a dar un paseo por Central Parkconmigo antes? Me pregunta Daniel sonriendo.

-Con mucho gusto.

-Abrígate, dice poniendo un abrigo sobre mis hombros. Ya no estamos en las Bahamasy la época más cálida en Nueva York ya está acabada.

-No sé cómo es NY en otoño. Mi primer día aquí estuvo nevando.

-Verás, es magia-. Dice Daniel al pasar la puerta giratoria de entrada al hotel.

No puedo reprimir una exclamación de sorpresa que hace que Daniel sonría. EnHalloween las calles de la Gran Manzana se adornan con decoraciones naranjas ynegras.

-¡Yo no lo había visto en la televisión! Lloré emocionada, como una niña pequeña.


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-El gran desfile es mañana por la noche-. Dice Daniel. Vamos que tienes que verlo todo.

Caminamos de la mano. No sé a dónde mirar. Halloween es una fiesta importante en losEEUU. Hay calabazas y esqueletos por todas partes. Es algo, a la vez, mágico yaterrador. ¡Casi me siento como en una película!

Daniel me mira encantado. Nos detenemos en la calle para comprar una taza de café yrosquillas. Daniel se ríe al ver mi boca cubierta de azúcar. Me besa y nos echa una foto.Me alegro de que se haya tomado este tiempo para pasear conmigo. Sin darme cuenta,inesperadamente, nos encontramos en la universidad.

-¿Vas a verla? Este es un verdadero ritual para los estudiantes americanos después de lasecundaria.

-Acabo de ver algunas formaciones interesantes.

-Entonces es el momento para conocer más sobre ellas-. Dice Daniel, abriendo la puerta para mí.

Una hora más tarde había rellenado muchos formularios, solicitudes, inscripciones paramuchos cursos. Me gustaría entrar en varios grupos de prestigio, pero además de que laselección es difícil, las cuotas de inscripción son exorbitantes.

Todos mis ahorros se irán aquí, pero no me importa. Así me aseguro de que miexpediente será mirado con más rapidez.

Me pregunto si Daniel tiene algo que ver con esto, lo miro de forma interrogadora, peroél permanece en silencio. Al salir de la universidad me besa.

-Espero que pronto seas la mejor estudiante de historia del arte.

-¡Sería maravilloso!

-¿Dejarás que te ayude?, dice Daniel, besándome en el cuello. Tengo algunas nocionesde arte…

-Sólo si permaneces callado y serio-. Exclamo empujándole suavemente.

-No siempre, espero-. Responde Daniel haciéndose el indignado.

Discutimos mientras caminamos. Antes de regresar Daniel quiere mostrarme algo más,uno de los grandes almacenes de disfraces de Halloween. Jugamos a disfrazarnos comomonstruos, brujas y zombis.

-Lástima que no estemos para el desfile-. Dice Daniel.

-¿Nos vamos? Le pregunto sonriendo, ¿unas vacaciones?

-¡Ay no! Dice Daniel. Esa noche vamos a dormir en Reikiavik.


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-¡Oh! Espero que no sea porque Agathe necesite ayuda-. Exclamo preocupada.

-No, nada de eso, ella piensa que encontró información útil.

-¿El archivo que nos envió por correo, no es suficiente? Ella nos envió una gran

cantidad de información al hackear los buzones de Benoît y Diane, donde los dosamantes se refieren a la conspiración. También había un mapa con la ubicación de lamina.

-Ella tiene otros elementos decisivos. Además no tuvimos tiempo de ver la ciudad ennuestra última visita.

Agathe está instalada en un centro de reposo de lujo pero no ha visto nada más.

-¿Alguna vez has oído hablar de las aguas termales?-. Me pregunta Daniel.

-Vagamente…-. Digo pensativa.

-Eso hay que arreglarlo, a las 20:00 estamos en el aire.

-Vale, sin problema.

-¿Tienes planes para el día?

-Quiero ir al museo.

-¡Buena idea! ¿Me cuentas después?-. Dice Daniel besándome. Estoy deseando quellegue esta noche.

Me levanto y miro las exposiciones que hay actualmente en el MOMA (Museo de ArteModerno). Hay una serie de espectáculos artísticos del pasado que me llaman laatención.

Me cambio, me pongo un pantalón vaquero, un suéter y unos buenos zapatos y me dirijoa pie al museo. Paseo por esta ciudad que he aprendido a amar. Para mí NY ya no esuna secuencia de imágenes que pasan en la televisión o los libros. Esta ciudad es ahorami ciudad. Poco a poco crecen más las ganas de estudiar en NY. Pero al haber tomado

la decisión tengo que llamar a alguien. Me paro en un café no muy lejos del museo yllamo a mis padres, ya que si aquí son las 14 horas en Francia serán las 20 horas.

Mi madre responde al tercer ring:

-¡Julia! ¿Cómo estás cariño?

-Estoy bien mamá, ¿Y papá, está a tu lado?

-Sí, por supuesto. Espera que ponga el altavoz.

-Estoy aquí princesa, dice mi padre. ¿Qué pasa?


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-Nada serio, me apresuro a tranquilizarlos. Tome una decisión y me gustaría que lasupieseis.

-Ah, sigue hablando cariño, dice mi madre.

-Bueno…yo voy a estudiar en NY este año. He empezado el proceso de registro.

Mis padres no responden de inmediato, por lo que termino preocupándome:

-¿Papá, mamá, siguen ahí?

-Sí, por supuesto, princesa. Estamos un poco sorprendidos, eso es todo, dice mi padre.¿No ibas aestudiar en la Sorbona?

-No pude registrarme.

-Tendrías que haber hablado con nosotros.

-No lo pensé. La Universidad de NY tiene gran reputación. Sus estudios en historia delarte son muy interesantes.

-No lo dudo querida pero tu madre y yo no tenemos los medios para pagarte los estudiosallí, dice mi padre en tono triste.

¡Es por eso que están tan incómodos!

-Sí me aceptan tengo derecho a una beca como estudiante extrajera, y encontraré untrabajo para completar el resto.

-No estarás pensando casarte con Daniel, ¿no?-. Pregunta mi madre.

-¡Mamá!-. Exclamo

-Es importante que sepas que para nosotros, Daniel es encantador y queremos que seasfeliz…

-¡Sylvie!-. Protesta mi padre. -¿Qué? Julia es una gran chica. Es normal que considere casarse a su edad.

-¡Mamá!¡Déjalo!-. Protesto exasperada.

-Aquí es donde voy, cariño. Pase lo que pase con Daniel, queremos que seas libre paraseguir losestudios donde gustes. Es importante para tu futuro. Tienes que ser independiente.

-Lo sé, les aseguro que lo veo de la misma manera.


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-Muy bien. Ahora cuéntanos sobre los cursos que vas a seguir y por los que estás tanentusiasmada.

Explico a mis padres el programa. Parecen felices por mí, más que al comienzo denuestra conversación. Seguimos hablando por más de media hora y luego cuelgo.

La exposición es muy informativa, pero todo da vueltas en mi cabeza. Nunca había pensado que Daniel pagara mis estudios, y mucho menos vivir a su costa.

Saliendo del museo, veo un cartel en una ventana: se busca empleado responsable. Estetrabajo no dista mucho del que yo hice en el hotel. Por la tarde hay poca gente. Voy asolicitar una entrevista. Tengo suerte y soy recibida de inmediato. Mi deseo de estudiarhistoria del arte y el conocimiento de varias lenguas juegan a mi favor. Comprueban misreferencias en el hotel y se comprometen a responder en unos días.

Cuando regreso al hotel, sonrío. Confío en que me den el trabajo, aunque tengo un poco

de ansiedad.

Daniel vuelve poco después. Sonríe y esto me hace sentir bien. Que gran placer verlo alregreso del trabajo, como una pareja normal.

-¿Has tenidos un buen día?-. Me pregunta besándome.

-Sí, gracias-. Le respondo alegre.

No me atrevo a decirle sobre la entrevista, lo haré en algún momento. Prefiero pasar aotro tema:

-¿Nos vamos ya?

-Sí, cenaremos en el avión.

Esta es la única diferencia con una vida normal, y es que nosotros cenamosfrecuentemente fuera o en aviones.

-Pero, no tenemos prisa-. Dice Daniel abrazándome.

-Oh, oh…me rio mientras me acurruca contra él. ¿Qué quieres? -Tomar un baño, ¿y tú?

-¿Por qué no?

Daniel está en el agua y se acerca a mí. Me quita la ropa, negándose a permitir que haganada por él.

-Déjame cuidar de ti-. Dice con una voz profunda que hace que me derrita.


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Estoy desnuda delante de Daniel y me devora con los ojos. Se desviste a toda prisa y melevanta del suelo riendo. Daniel me sumerge en el agua. Captura todo el calor de micuerpo y mi aliento. No puedo reprimir un grito cuando Daniel me roba un beso.

Rápidamente me acostumbro a la temperatura del agua. Sus dedos caminan sobre mi

piel mojada mientras me besa apasionadamente. Siento la emoción creciente en mí. Veoque Daniel comparte mi deseo. Se mete conmigo en el agua. Su entusiasmo es visible.La bañera es lo suficientemente grande para los dos, sin riesgo de desbordarse. Danielme aprieta contra él. Hacemos el amor en el agua caliente, con el baño lleno de vapor.

El agua está casi fría cuando salimos de la bañera, molestados por el teléfono de Daniel.Me envuelvo en una toalla y él responde.

-Es tarde-. Dice Daniel riendo. Vístete rápido, Ray y Hugo nos esperan.

-¿Ya? Yo pensaba que despegábamos a las 20h

-Son casi las 19:30h, vamos date prisa mi delicioso manjar.

Salimos del hotel para coger el avión. No es el jet privado en esta ocasión, aunque es primera clase y la comida es buena. Me quedo dormida apoyada en el hombro de Danielhasta el aterrizaje. Llegamos a las 7am, hasta que abra la clínica estamos en el hotel queha reservado Candice. Ray, Hugo, Daniel y yo tomamos un taxi, dejamos el equipaje enel hotel y Daniel pone las cosas claras a Hugo.

-Julia me dijo que te pesa la libertad bajo vigilancia. Entiendo eso-. Hugo asiente ensilencio.

-Soy consciente del riesgo que tomaste y confío en ti-. Hugo sigue en silencio pero susfacciones se relajan. Aprecia lo que le digo-. Nos encontraremos con ellos para la cena.

El interior del hotel es realmente hermoso: un ambiente Art Deco, muebles de estilo…

Me gusta, especialmente los tonos pastel elegidos para las paredes de nuestra suite.Flota en el aire una fragancia de romance muy relajante. La mesa está junto a la ventanay me imagino fácilmente escribiendo en ella una carta de amor.

Ponemos nuestras maletas al lado de la cama enorme, que te dan ganas de tumbartesobre ella inmediatamente. Todo es tan cómodo. La sorpresa final nos espera en la salade estar de la suite: un fuego de leña en una chimenea enorme. Me podría pasar horas yhoras mirando las llamas, en los brazos de Daniel, pero mi amante tiene otros planes.Quiere hacer turismo.

El tiempo que paso en su compañía, me encanta.

Reikiavik tiene la reputación de ser una de las ciudades más limpias y seguras delmundo y esto hace que la visita sea más agradable. Es un verdadero placer pasear del

brazo de Daniel por aquí, en NY era otro mundo. Aquí el cielo parece estar más cerca,

gris, con casas que dan color y fantasía. Así que cuando vamos a la terraza del


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Observatorio vemos la ciudad en 360º, con una colección de techos verdes, ardientesrojos, oliva, amarillos, azules…todo está alineado, cuadrado.

Después de esta vista panorámica decidimos visitar la iglesia de Hallgrímur, nostomamos fotos, a continuación visitamos la ópera, cuya arquitectura es impresionante.

Para terminar la mañana Daniel sugiere ir a nadar.

-¿Estás loco?-. Le pregunto mirándole con los ojos muy abiertos.

-¿No quieres ir a la playa?-. Él insiste en ocultar su malvada sonrisa.

-¡Pero Daniel! Si el agua no tiene que estar a más de 10º en esta temporada del año.

-¡Un poco de coraje!-. Dice Daniel, debemos experimentar las costumbres.

Unos minutos más tarde estamos en la arena, primero compramos guantes y suéteresgruesos. Hace frio, Daniel debe estar bromeando, nadar aquí es una locura.

Sin embargo, en una segunda tienda me dice que compre un traje de baño. Así lo hago,cada vez más confusa.

Creo que en la televisión las llaman experiencias vigorizantes, esto debe tonificar elcuerpo. Me estremezco de antemano.

¡Tengo miedo!

Cuando Daniel me mete en una especie de bungalow y empieza a desnudarse, noentiendo nada. El lee la sorpresa en mis ojos pero permanece impasible y me dice queme quite rápidamente mi jersey.

-¿No te vas a bañar con él, no?-. Me pregunta Daniel con una sonrisa.

Yo no sé qué decir y corro rápidamente a hacerlo.

No sé lo que ha planeado, pero estoy segura de una cosa: no dejaría que me pasase nadamalo.

Me toma la mano y me lleva al mar. Su cuerpo no parece sufrir de congelación. ¿Cómolo hace?

-Ven de primeras a este pozo. Luego avanzamos.

No hay nadie en el agua. Otros turistas nos ven, sonríen, pero no se acercan. Abro losojos para ver a Daniel ya en el agua. Me acerco poco a poco, tímidamente, pesándomelo que tengo que hacer para estar a su lado. Pero dejo escapar un grito de sorpresacuando descubro que el agua está caliente.

-¿Cómo es posible?-. Exclamo.


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-Estamos en la playa geotérmica Nautholsvik. Es un remolino de agua que se mantienea 38 grados durante todo el año-. Me explica Daniel, observándose orgulloso de símismo. ¡Es increíble, nunca imaginé, nadar aquí! Realmente todo es posible con Mr.Fire.

-¿Son las aguas termales que me dijiste?

-No, pero te prometo que te llevaré.

Daniel y yo disfrutamos de los hermosos paisajes, y del contraste de temperatura. Esmuy relajante.

Una vez vestidos, caminamos por la costa. En una de las tiendas de recuerdos Daniel mecompra un peluche enorme en forma de frailecillo, un ave muy presente en Islandia.También compra uno para Agathe.

Daniel está francamente cómico con todas nuestras compras en las manos, casi no puedecon ellas.

-¿Cómo lo llevamos todo al hotel?-. Pregunto con una risita.

-¿Puedo ayudarlo señor?-. De repente preguntan a nuestra espalda Ray y Hugo.

-Llegas justo a tiempo como siempre exclama encantado Daniel.

-¿Puedes entregar este en la clínica? Nosotros iremos a ver a mi hermana después delalmuerzo.

-Cuente conmigo señor.

Los dos desaparecen tan rápido como aparecieron. Había olvidado su presencia porcompleto.

Al llegar al hotel le pregunto a Daniel: ¿Siempre han estado allí?

-Ray nunca está lejos-. Me responde con evasivas. Me doy cuenta de que Hugo y Raytrabajan muy bien juntos así que puede que Hugo tenga nuevo trabajo cuando todo esto

termine. Daniel y yo almorzamos en uno de los mejores restaurantes de la ciudad. Esto nos

permite conocer la cocina islandesa, que es absolutamente deliciosa.

Vamos juntos a la clínica.

-Espero que vaya bien-. Le susurro antes de atravesar la puerta.

-No te preocupes, dice Daniel. Hable con su médico antes de salir y dice que eltratamiento está funcionando bien y las sesiones de terapia también. Progresa

rápidamente.


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¡Qué alivio! En realidad nos recibe una mujer distinta a la mujer desgarrada que vimosla última vez. Agathe está sonriendo, tranquila y serena. Ella parece muy feliz devernos.

-Ray me dio tu regalo-. Dice Agathe.

-Estaba segura de que vendrías.

-También fue una sorpresa agradable ver antes a Hugo. Estuvimos hablando de loocurrido.

Daniel parece molesto.

-No tendríais que haberlo hecho.

-Se lo pedí yo, responde Agathe. He leído mucho sobre él en el intercambio electrónico

de nuestra madre. Necesitaba entender algunas cosas.

-¿Cómo qué?-. Murmura Daniel poco convencido.

Sonrío. A pesar de ser más joven, Daniel vigila celosamente a su hermana.

-Como ya te dije por correo, encontré varias cosas que podrían ser útiles-. ComienzaAgathe.

-¿No habrás tomado riesgos innecesarios, no?-. Dice Daniel.

-Estoy segura de que nadie se dio cuenta de mi intrusión en los diferentes sistemasinformáticos.

-¡Los bancos!-. Exclamamos los dos al unísono.

-Los intercambios de correspondencia privada no habrían bastado-. Dice Agathe tannormal.- Hay que tener evidencias.

Ella sostiene un fajo de papeles que contiene grandes cantidades de números.

-Los registros de cuentas extrajeras.- Dice Daniel.

-Benoît al parecer esconde parte del dinero que había prometido a nuestra madre.

-Esta es la razón de que quieran ganar más, digo en voz alta, recordando la conversaciónque escuche de los dos amantes en Suiza.

-Probablemente tienes razón, pero estoy seguro de que nuestra queridísima madre losabía todo-. Dice Agathe.

-Tercari les sirve de banco, exclama Daniel con enojo. Por lo menos ahora sabemos adónde va el dinero.


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-¿Será esto suficiente para hacer que los detengan?-. Le pregunto a Daniel.

-También tengo esto-. Dice Agathe dándonos lo que parece ser una carta.

-Este es el documento de propiedad de la mina, exclama Daniel. ¿Cómo lo hasconseguido?-. Le pregunta a su hermana.

-Hice una solicitud al consulado. No me hagas más preguntas por favor. Agathe tiene una gran sonrisa, se ve como una niña pequeña que ha ganado un juego, yoveo admiración en los ojos de Daniel. Sin duda es una verdadera Wietermann. Nos

pasamos un rato investigando los hallazgos de Agathe. Tenemos suficientes pruebas para arrestar a Benoît.

-¿Y nuestra madre?-. Pregunta Agathe. Ella también es culpable, dice con enojo.

-Ella responderá por sus acciones, lo prometo-. Dice Daniel.

Sin embargo, nada podrá hacer que Agathe recupere todos esos años que ha pasadoencerrada en silencio. Fue su elección, pero me sorprende que Daniel se refiera a ello.

Ella vivió casi recluida en la casa de Sterren Park, Gran Bretaña. Más tarde supe que nohablaba porque estaba en desacuerdo con su madre sobre que su padre y hermano mayorJérémie no estuviesen con ellos.

Agathe suspira:

-Tienes razón-. Dice. -Mi psiquiatra me dijo lo mismo.

-Nuestra madre malverso fondos y pagará por ello, pero es probable que fueramanipulada por Benoît.

Asiento con la cabeza.

Esa es mi opinión. Creo que Benoît es el chico malo en esta historia.

-¿Crees que ella lo hizo por amor?-. Pregunta Agathe con un hilo de voz…

-Es posible-. Admite Daniel.

Incluso si me es muy difícil imaginar a Diane enamorada, debo reconocer que estaexplicación así de romántica me puede cuadrar.

-En este caso el amor no solo nos hace ciegos, sino también tontos-. Dice Agathe con untono solemne que nos hace reír.

Pasamos el resto de la tarde hablando con ella en su habitación y me doy cuenta de quetiene acuarelas en las paredes.

-¿Las has pintado tú?-. Le pregunto, son muy bonitas.


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-¡Oh no!-. Dice Agathe sonrojándose, son de Lars…

-¿Quién?-. Pregunta Daniel

-Otro paciente de la clínica, nos conocimos poco después de mi llegada. Me ayudómucho. Espero poder presentáoslo pronto-. Dice Agathe mirando hacia abajo..

¿Podría ser que estuviese enamorada? Está teniendo una nueva oportunidad deenfrentarse a la vida con confianza…¡Qué alegría!

Daniel quizás esté un poco molesto, pero no dice nada. Más bien lo veo sonriendo. El progreso de Agathe es alentador. Daniel consigue que salga una noche de la clínica paracenar con nosotros. Agathe se pone muy feliz con esta salida inesperada.

Cuando venimos a buscarla ella incluso ha encontrado un vestido de noche que sin duda

le favorece.

-¿Cómo lo hiciste?-. Dice Daniel.

-Digamos que un friki como yo también sabe usar internet hermanito-. Dice riéndose.

-Nunca dejarás de sorprenderme. ¿Has ofrecido a tu amigo Lars que se nos una?

-Claro, pero no será posible esta noche. Él debe llamarme, tenemos una relaciónamorosa por el smartphone.

Sonrío. Agathe es la mezcla perfecta de inteligencia y sensibilidad. Ella ha cambiadomucho desde que la conozco. Hoy en día florece cual capullo, me siento muy feliz porella.

Cenamos juntos en el restaurante gourmet. Ray sigue mirando a Agathe de maneraemocional, también se ha dado cuenta de su cambio, de un ser frágil a una mujer decarácter, digna de su linaje.

-Tu padre estaría feliz de verte así.- Dice Ray con una voz suave.

Un velo de tristeza cubre la mirada de Agathe.

-¡Me encantaría!¿Crees que…?.- No puede terminar la frase y es Daniel quien hablaentonces:

-Papá está muy mal, pero es una pena que ahora te pongas triste, porque…

Todos lo miramos esperando que continúe.

-Está aquí, así que démosle la bienvenida, dice Daniel levantándose mientras una

enfermera entra en el restaurante empujando una silla de ruedas. Camille llora de alegríacuando ve a sus dos hijos. Su sonrisa es radiante. Sin embargo nada logra mitigar los


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efectos de la devastadora enfermedad. Esta más delgado y pálido que la última vez quelo vimos. Pero es feliz.

De vuelta al coche, beso a Daniel y digo:

-Gracias, todavía conmovida por esta maravillosa escena.- Daniel sonríe y pone música.

Yo me sonrojo ante la idea de lo que quiero hacer ahora.

-¿Aguas termales?

-No tengo aquí mi bañador.

-¿Quién te ha dicho que haga falta?- Me pregunta él con voz sedosa.

Mis mejillas están ardiendo y yo permanezco en silencio.

Llegamos al spa, hay mucha gente a pesar de ser tarde. Pero Daniel no se detiene en laestrada principal, seguimos y parece tener claro dónde va, ¿ya ha estado aquí?

-Ven conmigo, me ordena Daniel.

-¿Podemos estar aquí? Pregunto temerosa.

-¿Ves que alguien nos lo prohíba?- Me pregunta él impasible.

Daniel se baja del coche y se aleja sin decirme nada.

-¿Dónde estás?- Grito angustiada en la oscuridad.

¿Quiere jugar?, esto no es propio de él. Después de varios minutos veo una luz que seenciende. Frente a mi puedo ver una casa de campo. Mi amante está en la puerta,sonriendo. Decido unirme. En el interior una enorme chimenea ocupa la pared. MientrasDaniel la enciende veo que hay muy pocos muebles, una mesa con champagne y en elsuelo un colchón con cojines y un edredón mullidito.

-¿Dónde estamos?-. Pregunto intrigada.

-No hay nada que temer-. Dice Daniel besando mi cuello. Estamos en casa.

-Relax-. Me dice Daniel.

Nos sentamos en los cojines del suelo, el calor es agradable, la casa tiene una dulzuraentrañable. Esto hace que los besos de Daniel sean más suaves, pero apasionados almismo tiempo.

Nos quitamos lentamente la ropa, con la luz de las llamas la figura de Daniel tiene untoque más aterciopelado que lo hace más irresistible aun. Sin pensarlo le doy un

mordisco en la parte baja de su cuello. Siento como él se estremece al contacto.


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El con avidez besa mis labios, mi barbilla…baja hacia mi cuello…mi hombro.

Cuando llega a mi pecho sus dientes se plantan en mi pezón. Dejo escapar un gruñidode dolor, pero lejos de detenerse parece que a él le excita más. Alterna besos ymordiscos en esa zona. El dolor se va rápidamente dejando paso al placer. Estoy muy

excitada, el sigue con mi otro pezón, esto hace que me caliente aún más.

Finalmente decido tomar cartas en el asunto y coger el objeto de mi deseo, su pene estan sedoso como el resto de su cuerpo. Tiembla bajo mis manos.

Se relaja y gime cuando ve que mi boca sustituye mi mano. La chupo y lamo conmansedumbre y codicia. Su respiración se acelera, posa sus manos en mis hombros paraacompañar mis movimientos.

Las gotas de sudor caen por mi rostro, el ambiente está muy caldeado y algunas gotascaen en mis pechos.

Oigo a Daniel susurrar:

-Ven…

Lo miro y veo que quiere que vaya con él, se mete dentro de mí y veo como su miembroencuentra su camino sin esfuerzo dentro de mi privacidad empapada. Dejo escapar ungrito triunfal cuando lo siento dentro.

Daniel agarra mis caderas con sus manos, sus palmas contra mi piel me hacenestremecer. Muy poco a poco me hace moverme encima suyo, con un ritmo lento que

parece contener mi placer.

Más rápido, el placer está ahí, cerca, lo siento venir….tan cerca que pienso que mi próximo aliento acompañará mi disfrute. Pero no, me está torturando, el placer viene yse va como una ola que nunca llega lo suficientemente alto.

Nunca he estado tan frustrada, pero rápidamente mi amante me pone a cuatro patas, seencuentra justo detrás de mí, tiemblo con impaciencia y me combo para que sepa queestoy lista.

Daniel se hunde en mí, arrancándome fuertes gemidos de satisfacción y placer. Pareceun baile muy sensual. Lloro de placer, hasta que alcanzo el clímax. Mis gritos semezclan con los de Daniel que hace lo mismo juntos después de mí.

Nos derrumbamos sonriendo en el colchón. En los brazos de Daniel veo las llamas bailando en la chimenea.

Daniel me toca con su dedo el contorno de la cara.

-Eres hermosa, Julia.- Me susurra antes de sentarse y servise una copa.

-Gracias, tenía sed.


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-Me pregunto porque.- Dice Daniel con un brillo pícaro en los ojos.

-¿No me habías hablado de unas aguas termales?-. Le digo

-¿No te has quedado satisfecha?-. Me pregunta mirándome a los ojos

-Por supuesto que sí…- Balbuceo sonrojándome.

-Tienes razón…todavía no lo has visto todo, sin embargo.- Dice Daniel-. ¡Ven!-. Cogerápidamente su ropa, nos tapa con dos abrigos grandes, me levanta entre sus brazos yabre la puerta.

-No vamos a salir de esta manera.- Digo avergonzada.

-¿Por qué no?-. Me pregunta Daniel con una sonrisa.

Detrás de la casa, fuera de la vista, hay una extensión de agua caliente, del tamaño de un pequeño lago.

-Nunca dejo nada al azar.- Me susurra Daniel al oído. Me quita el abrigo y el frío picaen mi piel, me acerco más a él, pero comienza a quitarse la ropa y entra en el agua, mesalpica y dice:

-¿Qué esperas? Vas a coger frío.

Entro y la diferencia de temperatura entre el aire y el agua hace que haga un humo queme haga no poder ver como Daniel se aleja.

Daniel viene detrás y me abraza, me presiono contra él.

-¡Hazme llorar otra vez!

Mi amante no necesita escuchar más para ponerse en funcionamiento. Cierro los ojos yme dejo llevar por la dulce caricia de sus manos. Tengo plena confianza en este hombre.

Gracias a ello ha sido capaz de hacerme experimentar cosas con mayor intensidad quenadie.

Siento que me derrito en el agua. Siento el aliento de mi amante en mi cuello, mientrasque su mano está en mi estómago y se desliza hacia abajo. Me acaricia con dulzura y

presión, a veces es incluso un poco brusco.

El deseo de Daniel también aumenta, y se mete dentro de mí. El deseo irradia por todoslos poros de nuestra piel. Lloro de placer mientras estoy teniendo los espasmos propiosdel clímax. No quiero que se detenga y el afortunadamente tampoco quiere.

Un grito escapa de mis labios y un espasmo final, me hace disfrutar como nunca.

Seguimos entrelazados varios minutos, rodeados de niebla. El paisaje que nos rodea estácambiando. Creo que podría quedarme aquí hasta mañana para contemplar lo que me


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rodea. Pero Daniel y yo acabamos teniendo frío y salimos de vuelta al chalet. Noscalentamos ante la chimenea. Dormimos abrazados y calentitos.

CAP.4 (TRADUCIDO POR AYEMAILEN)

PARÍS

Regresamos al hotel por la mañana para el desayudo. Después de una noche caliente,

una buena ducha nos viene bien. Yo no vuelvo todos los días de hacer el amor en aguas

termales.

El chalet de Daniel es un lugar paradisíaco. Nos cambiamos y bajamos al restaurante. Al

vivir junto a Daniel me he acostumbrado a los desayunos continentales de los grandes

hoteles, me sorprende que nos ofrezcan muchas carnes, un poco de cereales, huevos pasados por agua o fritos… Mucho más salado que dulce

Daniel me alienta una vez más a merced de las costumbres locales y hace bien, porque

me gusta mucho.

Daniel me mira comer un plato tras otro con un placer evidente.

-Este palacio es muy bonito-. Dice Daniel con el tono de una conversación casual -Me pregunto si podría comprarlo, los Wietermann no tienen nada al norte de Europa-. Justo

antes de volver a sus huevos revueltos.

-¿Hablas en serio?-. Le pregunte casi consternada. Daniel me mira con ojos maliciosos.

¿Quién sabe?-. Responde con una sonrisa infantil.

No estoy acostumbrada a que mi amante hable de su fortuna. Lo cierto es que a Daniel

nunca le faltó nada, no soporta que nada se le resista, pero comprar un hotel de lujo enun chasquido de dedos… ¿Es eso posible? ¿Daniel estará bromeando?

No tengo tiempo para interrogar mas, apenas habíamos acabado de comer cuando Hugo

y Ray se sientan con nosotros.

-¿Has leído las noticias?-. Pregunta Hugo sentándose frente a Daniel.

-¿Qué es lo que pasa?-. Pregunta Daniel.


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Hugo le da una tablet táctil a Daniel, me asomo para leer un artículo de una revista

“People”.

« Emoción en el mundo del lujo.

Diane Wietermann y Benoît de Saint-André competidores mitológicos del mundo de

la joyería de lujo, nos han acabado de hacer hablar de ellos. Aunque parcialmente

retirados de los asuntos, anuncian hoy una recepción ultra-privada que comprenderá

el conjunto de los Grandes nombres del lujo internacional. ¿Qué van a anunciar?

¿Los sucesores Daniel Wietermann y Clotilde de Saint-André están informados? Se

rumorea que sus nombres no están en la lista de invitados. Este anuncio ha Bastado

para tener a la bolsa atenta y a los inversores emocionados. La recepción tendrá

lugar el viernes en un lugar secreto.»

-Podemos volver esta noche-. Dice Ray.

Daniel se queda callado, la mirada de Hugo se posa sobre él.

-¿Vamos ahora?-. Pregunto.

-Si- dice Daniel.- Es hora de recuperar lo que me pertenece.-Dice con determinación.

Por mi parte estoy preocupada.

-¿Cómo piensas hacerlo? Es peligroso…- Las imágenes de mi secuestro vienen a mi

cabeza, luego recuerdo a Daniel herido por una bala, derrumbándose contra mi mientras

su sangre inunda mi camisa. Tengo un escalofrió. Jamás olvidaré ese momento en el

cual mi vida se derrumbó.

Daniel me mira con ternura.

-Ya lo sé, y eso es en parte culpa mía, tú también lo sabes-. Dijo acariciando mi mejilla-

Pero es posible que te necesite.

-¿Qué es lo que dices?

-Las informaciones que tenemos son incriminatorias, pero Benoît y mi madre todavía

tienen los medios para encubrirlos. Si no queremos que eso suceda no tenemos otra

solución: Los medios de comunicación deben involucrarse.


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-¿Vas a utilizar la recepción?-. Pregunta Hugo.

- En efecto-. Confirma Daniel.- Ray ¿puedes encontrar “el lugar secreto”?

-Yo me ocupo señor.

-¿Cual es tu plan Daniel?-. Pregunto un poco preocupada.

-Te juré que no te pondría en riesgo- me dice.- Tengo una idea.

Hablamos por una hora, cuando nos separamos Ray nos indica que nuestro vuelo

despega al fin de la noche.

Hugo, Daniel y yo regresamos a la clínica a despedirnos de Agathe. Ella escucha el plan

de Daniel con atención

-Es una excelente idea-. Dice ella mirándonos.- ¿Estás seguro de que Julia no corre

riesgo?-.

Pregunta ella volviéndose a su hermano.

-Te lo prometo-. Dice Daniel sonriente.- Julia tiene unos nervios de acero, lo demostróen repetidas ocasiones.

-Desconfiad especialmente de Benoît-. Dice Agathe.- Tenia un montón de tiempo para

observar a nuestra madre durante mi periodo de silencio.

-¿Y Benoît? ¿Has encontrado sus debilidades?-. Daniel se inquieta.

-En realidad… Me impresionó mucho con sus episodios de rabia repentina.- Dice

Agathe.

Lo comprendo… Vi a Benoît de Saint-André en Ginebra. Lo encontré muy agradable,

pero su mirada me dio escalofrío. Diane, que habitualmente brilla donde quiera que

vaya, parecía pálida a su lado.

-Tendremos cuidado-. Promete Daniel.- Ray nos ayudará.

-Sean prudentes- dice Agathe.- Julia, tú mejor que nadie sabes de que es capaz.


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Asiento con la cabeza.

-¿Has pensado en el secuestro de Julia?- Pregunta Agathe a Daniel.

-¿Qué quieres decir?- Cuestiona Daniel.

-Si se siente amenazado Benoît podría volver hacerlo para afectarte.

Hugo está de acuerdo. –Es por eso que necesitamos que la policía esté en posesión de

la mayor cantidad de elementos. Por eso la INTERPOL podrá intervenir y hacer el

arresto de su captor.

-He redactado un testimonio escrito de lo que ya le transmití. Pero… ¿Daniel? ¿Benoît

no podrá utilizar mi estado para desacreditarme?- Agathe continúa.

-Sin ninguna duda, pero no te preocupes por eso. No quiero que te preocupes de nada.

-Prométeme que me mantendrás informada-. Pide Agathe.

-Te lo prometo Agathe-. Dice Daniel abrazando a su hermana.

Dejamos en silencio la clínica. Incluso si reconozco que el plan de Daniel es ingenioso,

los puntos que expuso Agathe me preocupan. ¿Quién sabe de que Benoît y sus

cómplices serían capaces de hacer si se sintiesen acorralados? Nuestras pruebas, por tan

fiables que éstas sean, ¿bastarán frente a los abogados de dientes largos? ¿Los testigos

que presentamos serán lo suficientemente creíbles a los ojos de la justicia? Todas estas

cuestiones giran en mi cabeza.

Paseamos el resto del día por Reykjavik. Daniel no habla más del tema de nuestra salida

nocturna. Me aseguro de disfrutar el momento y tratar de pensar lo menos posible.

-¿Dónde vamos a dormir esta noche?-. Le pregunto a Daniel mientras nos aproximamos

al avión.- ¿En tu departamento?- El departamento parisino de Daniel es una delicia para

cualquier amante del diseño. Es muy bonito, pero impersonal. Daniel no lo ama, no se

siente en su hogar.


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En Francia en el único lugar donde Daniel está bien es en Sterren Park. Su alma esta

ahí.

-No, Ray encontró donde será la recepción. Así que reservó suites. Garantizando que

nuestros nombres no aparecen en ninguna lista, no quiero dejar saber a Benoît o a mi

madre que estamos ahí pero quiero estar allí tan pronto como sea posible-. Me explica

Daniel.

-Entiendo.

-Estaremos en Paris al final de la noche-. Dice él.- Tu verás que es un hermoso lugar,

muy agradable.

-No me importa donde duerma siempre que lo haga contigo.- Respondo. Sueño con la

idea de un nuevo momento a solas con Daniel.

La mirada que Daniel me echa es tan intensa que no deja ninguna duda sobre el efecto

que mi confesión provoca en él.

-Cuando estoy contigo no pienso ni un instante en dormir-. Me dice en broma.- Te amo

Julia-. Concluye con su voz ronca por la emoción contenida. Antes de besarmesuavemente en los labios.

-Daniel, yo también te amo-. Le susurro al oído presionándome contra él

Aun aturdida por su confesión dejo que Daniel me conduzca por el avión, uniéndonos a

Hugo que ya está instalado.

El vuelo me parece corto, me doy cuenta de que he tomado la costumbre de viajar de ida

y vuelta entre París y Nueva York. En el avión, Daniel nos propone hacer participar a

Clothilde en el plan que hemos puesto en marcha para detener a Diane y Benoît.

-Tendrá un papel que desempeñar; tiene elementos necesarios dentro de Saint-André

que corroboran nuestras declaraciones con respecto a la malversación de Benoît.-Daniel

apoya.

-¿Estás totalmente seguro de que podemos confiar en ella?-. Pregunta Hugo.


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A decir verdad yo me hago la misma pregunta desde que pusimos en marcha nuestro

plan. Benoît es la única familia de Clothilde. Hacer que arresten a su tío es una difícil

decisión. ¿Llegaría yo, en su situación, a hacer arrestar un pariente?

-Comprendo tus inquietudes-. Le responde Daniel.- pero ella está determinada a salvar

Saint- André, y para ello, es necesario a cualquier precio, detener a mi madre y a Benoît.

Estamos de acuerdo. Daniel decide llamar a Clothilde desde el avión para darle más

detalles. Ella propone ir a buscarnos al aeropuerto.

Clothilde está feliz de vernos, nos abraza efusivamente, hasta Hugo recibe sus abrazos,

y eso que ellos se llevan como el perro y el gato, todo el día peleando. Pero esta noche

Clothilde, nos muestra una mujer joven, compasiva, amable y atenta.

Ella que anteriormente apenas me dirigió la palabra y que apenas me conocía, me hizo

entender que nunca seriamos del mismo mundo, incluso mientras le dirigía una sonrisa

tímida a Ray.

Interrogo a Daniel con la mirada, el alza los hombros y asegura su agarre alrededor de

mis hombros. Cuando salimos del aeropuerto decidimos cenar en Paris antes de regresar

al hotel. Daniel nos quiere invitar a cenar a un gran restaurante por nuestro regreso aFrancia.

Las Bahamas, New York, Reykjavik… Es bueno volver a casa, pero, ¿hoy en día puedo

decir “a casa”?

Cenamos en “Julio Verne” el restaurante de la torre Eiffel, estoy deslumbrada, la vista

es mágica, y la comida perfecta. La cena es animada, casi festiva, a pesar de la

situación.

Daniel sabe siempre cómo cambiarme las ideas y hacerme vivir momentos mágicos

fuera de tiempo. Es una cualidad que admiro de él desde el primer día, su capacidad de

crear momentos de alegría al vivir el momento presente

Mi amor por él me abruma.

Mientras cada uno de nosotros hace un punto de honor de no hablar sobre el motivo de

nuestro regreso. Sin embargo, todos sabemos por qué estamos aquí. Nos damos cuenta


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de que nuestro plan probablemente no es tan fácil de implementar como pensamos

cuando Daniel habló por primera vez en Islandia.

Clothilde, que es la que menos sabe, decidió abordar el tema en el café:

-¿Cuándo deseas empezar?-. Pregunta después de un silencio.

-Mañana.- Anuncia Daniel.

Me congelo. La recepción será dentro de dos días.

-Creí que lo harías el mismo día-. Digo.- ¿Cambiaste de opinión?

-No, Tranquilízate, tú entrarás en acción el viernes por la mañana, según lo previsto.

¿Clothilde, aceptas ir a la policía financiera mañana con Ray y Hugo? La cita es las 14h.

Contacté a las autoridades francesas por teléfono para informarles de los primeros

elementos.

-¿Ya has avisado a la policía?-. Exclama Clothilde llevándose la mano al pecho como si

no pudiera respirar. Nuestros cuatro pares de ojos están centrados en ella.

-Después de la tentativa de asesinato en Nassau, la policía estaba de cualquier manera

implicada,

¿Esto es un problema para ti?- Pregunta Daniel impasible.

¿Clothilde va a fallar?

-No, sabes que no es un problema.- Dice Clothilde apoderándose de su taza humeante

de café.

-Evidentemente yo iré con vosotros mañana. Estoy determinada a salvar Saint-André.

Esta es mi vida, la herencia que me dejaron mis padres… ¡Pero no estoy contenta con

mandar a mi tío a prisión! ¡Yo creía en este hombre… lo amaba como un padre! Yo le

tenía tanto cariño… no es el hombre que creía…-. Dijo ella febril mirando a Ray y

Hugo.


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-Te entiendo Clothilde, cree en mí-. Comenta Daniel.- Yo comparto esa consternación

con la idea de ver a mi madre empapada en malversación de fondos y deshonra de todo

lo que mi abuelo construyó... Por no hablar de que también atacó a Julia... Todo esto es

insoportable y dejará seguramente una huella, pero todo esto tiene que parar.- Concluye

mi amante con una voz clara.

Clothilde está muy pálida. Como si por primera vez viese la realidad de la próxima

detención de su tío. Sin embargo cuando habla sus palabras son alentadoras:

-Tienes razón, estas acciones no son dignas, la policía debería estar también informada.

Tengo discretamente contacto con un contable independiente, y existen numerosas

irregularidades en la contabilidad de Saint-André. Todas conducen a Benoît.

Finalmente una feroz determinación se lee en sus ojos. Aún así, no puedo despojarme

de la sospecha.

Esperamos que no mienta...

-Y tu Daniel, ¿Qué vas hacer mañana? No puedes ir a la policía, atraería directamente la

atención de los medios.-Dice Hugo.

- De acuerdo. Me las arreglé para no dar mi testimonio después de la detención. La

Brigada financiera está armando un caso fuerte a través de las evidencias que les he

proporcionado, pero no quiero correr el riesgo de precipitarme. Más bien estoy

pensando en entrar en nuestras oficinas en el Place Vendome.

No puedo evitar sentirme culpable. Esto es en parte debido a mí. Daniel tomó mi mano

y dijo:

-Quiero preparar el futuro traslado sin problemas.

-¿Trasladarás Tercari?-. Pregunta Clothilde repentinamente interesada.- ¿Dónde piensas

instalarte?

¿Es la amiga o la contrincante profesional la que interroga? Al ver sus ojos brillantes, su

encantadora sonrisa y sosteniendo falsamente su repentina empinada, me pregunto

seriamente.

Daniel no ignora el cambio de actitud pero responde en tono casual.


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-A New York.

-¿Tu objetivo para los nuevos mercados?

Esta vez Daniel ríe.

-Clothilde, incluso si ese fuera el caso, ¿crees que te lo diría?

Hugo se ríe. Clothilde por su parte esta detrás de una sonrisa.

-Es la hora de irnos- Concluye Daniel.-Vamos a necesitar todas nuestras fuerzas y todo

nuestra lucidez para lograr nuestros objetivos.

Clothilde nos deja en el restaurante, y regresamos al hotel. Nuestra suite es la imagen detodas las suites de hotel en las que dormí con Daniel en los últimos meses. Lujosaconfortable…Sin alma. Me siento en la cama, mientras que Daniel comienza adesnudarse. Miro hacia atrás en todo lo que hemos pasado desde que lo conocí, a su

petición de irnos a vivir juntos en Nueva York. Soy consciente de que mi vida tiene unahuella de entonces al presente.

No puedo vivir sin el.

¿A que podría parecerse nuestro futuro? Nos imagino en busca de alguna perla rara, que

firmemos el acta de propiedad, acudir a tiendas de decoración en busca de detalles que

imprimirá cada uno de nuestros dos personalidades en este nuevo espacio... Y este

sentimiento de bienestar compartido, de haber finalizado la búsqueda...de repente,

observo su aire un poco ausente:

-¿Estás bien?-. Le pregunto

-Claro-. Dice tomándome las manos- yo sé que todo irá bien

-¿Cómo puedes estar tan seguro?-. Digo sorprendiéndome.

-Porque tu estas aquí, porque estamos juntos, mi vida cambio cuando tú entraste en ella,

Julia. No quiero vivir sin ti.

No esperaba tal declaración, mi corazón late muy fuerte, beso a Daniel quien medevuelve el beso, me desviste con gran delicadeza y me tumba sobre la cama.


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Esa noche hacemos el amor tierna y sensualmente. A la mañana siguiente, no he

dormido mucho, pero estoy sonriente.

Cuando me despierto, me doy cuenta que Daniel se levantó hace mucho, lo veo al los

pies de la cama, cambiado, listo para salir.

-¿Ya te vas?-. Le pregunto apenas me despierto.

-No de inmediato, he pedido el desayuno.

Me levanto, me ducho y me cambio rápidamente. Tocan a la puerta, cuando abro

pensando encontrarme con un empleado del hotel, me encuentro cara a cara con Hugo,vestido de mozo, con bigotes falsos y un sombrero, con lo cual está irreconocible.

-¿Sorprendida?-. Me pregunta.- Hice un recorrido por el hall y se donde será la

recepción. Es un importante evento y ha sido organizado deprisa. Están desbordados de

trabajo, hablé con el maître del hotel- nos dice con un guiño de ojo- es por eso que les

traje el desayuno.

-¡Espero que hayas sido discreto!-. Exclama Daniel.

-¡No te preocupes!-. Dice Hugo mientras sirve el café.- Nadie sospecha nada.

-El día no será divertido para ti.- dice Daniel volviéndose hacia mí-. Pr

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Vol 12 Mr Fire y Yo

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