+ All Categories
Home > Documents > UNIVERSIDAD LIBRE DE COSTA RICA FACULTAD DE ...

UNIVERSIDAD LIBRE DE COSTA RICA FACULTAD DE ...

Date post: 24-Jan-2023
Category:
Upload: khangminh22
View: 0 times
Download: 0 times
Share this document with a friend
189
UNIVERSIDAD LIBRE DE COSTA RICA FACULTAD DE EDUCACIÓN LICENCIATURA EN CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN CON ÉNFASIS EN LA ENSEÑANZA DE LA MÚSICA Adaptaciones de música tradicional costarricense para el nivel de bandas de vientos de Segundo Ciclo de la Educación General Básica del Ministerio de Educación Pública, 2016 Tesis para optar al grado de Licenciatura en Ciencias de la Educación con énfasis en Enseñanza de la Música ELABORADO POR GABRIEL MORA MASÍS DIRECTOR LIC. ROY LOZA VARELA MARZO 2016
Transcript

UNIVERSIDAD LIBRE DE COSTA RICA FACULTAD DE EDUCACIÓN

LICENCIATURA EN CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN CON ÉNFASIS EN LA ENSEÑANZA DE LA MÚSICA

Adaptaciones de música tradicional costarricense para el nivel de bandas de vientos de Segundo Ciclo de la Educación General Básica del

Ministerio de Educación Pública, 2016

Tesis para optar al grado de Licenciatura en Ciencias de la Educación con énfasis en Enseñanza de la Música

ELABORADO POR

GABRIEL MORA MASÍS

DIRECTOR LIC. ROY LOZA VARELA

MARZO 2016

ii

Tribunal Examinador

______________________________

Lic. Juan Carlos Rojas Ramírez

Presidente

______________________________

Lic. Roy Loza Varela

Tutor

______________________________

Lic. Luis Fernando Rodríguez Zumbado

Lector

iii

Universidad Libre de Costa Rica

Facultad de Educación

Enseñanza de la Música

Dirección de Carrera

DECLARACIÓN JURADA

Yo, Gabriel Mora Masís, cédula de identidad n.° 1-1216-041, estudiante de la

carrera de Enseñanza de la Música de la Universidad Libre de Costa Rica, declaro bajo fe

de juramento y consciente de las responsabilidades de lo civil y penal de este acto, que este

Trabajo Final de Investigación es de mi autoría y es presentado con la finalidad de obtener

el grado de Licenciatura; su título es “Adaptaciones de música tradicional costarricense

para el nivel de bandas de vientos de Segundo Ciclo de la Educación General Básica del

Ministerio de Educación Pública, 2016”.

Declaro que en él no se han reproducido informaciones parciales o totales de otros

autores como si fueran de mi propia autoría; por el contrario, se han destacado en el uso de

citas textuales las informaciones de otros autores, consignando su origen. Debido a lo

anterior, liberamos a la Universidad Libre de Costa Rica de cualquier responsabilidad en

caso de que la declaración sea falsa.

Además, por este medio autorizo la consulta de esta investigación para fines

académicos por parte de la comunidad de usuarios de la Biblioteca de la Universidad Libre

de Costa Rica, bajo las modalidades de préstamo interno y a domicilio, así como su

inclusión en repositorios o bases de datos digitales para fines académicos y no comerciales

que la Universidad considere oportunas.

Entregado en las oficinas de la Dirección de Carrera de la Escuela de Enseñanza

ubicada en Sede Central de San José a los __ días del mes de ______del 2016.

Firma _________________

Gabriel Mora Masís

1-1216-0411

iv

Dedicatoria

A mi papá, que toda su vida fue un ejemplo.

A mi mamá, que con amor nos cuida.

v

Agradecimientos

Doy gracias a Dios por permitirme concluir esta etapa.

Gracias a mi familia, a mi mamá, mi papá, Alo y Javi por siempre apoyarme.

Gracias a Yas por su inigualable compañía y apoyo. PET.

Gracias a Roy por su enseñanza.

vi

TABLA DE CONTENIDOS Pág. CAPÍTULO I: ASPECTOS ESTRUCTURALES………………………….. 1 1.1 INTRODUCCIÓN………………………………………………………… 2

1.1.1 Introducción………………………………………………………….. 2 1.1.2 Justificación………………………………………………………….. 3 1.1.3 Antecedentes…………………………………………....................... 4

1.1.3.1 Labor docente…………………………………………………….. 4 1.1.3.2 Música tradicional costarricense…………………………………. 5 1.1.3.3 Bandas de vientos de Segundo Ciclo……………………………...... 8

1.1.4 Problema…………………………………………………………...... 11 1.1.5 Objetivos……………………………………………………………... 12

1.1.5.1 General……………………………………………………...... 12 1.1.5.2 Específicos………………………………………………........ 12

1.2 MARCO METODOLÓGICO…………………………………………….. 12 1.2.1 Tipo de estudio………………………………………………….. ….... 12 1.2.2 Variables……………………………………………………………... 12 1.2.3 Fuentes de información……………………………………………… 14 1.2.4 Instrumentos de investigación……………………………………….. 14 1.2.5 Delimitación temporal…………………………………………......... 14

1.3 MARCO TEÓRICO…………………………………………………........ 14 1.3.1 Marco conceptual……………………………………………………. 14

1.3.1.1 Composición tradicional costarricense………………………... 14 1.3.1.2 Metodología de trabajo de banda elemental……………........... 18 1.3.1.3 Los arreglos musicales…………………………………............ 25

2 CAPÍTULO II: GÉNEROS Y COMPOSITORES DE MÚSICA TRADICIONAL COSTARRICENSE………………………………..….. 29

2.1 Géneros tradicionales costarricenses………………………………………. 30 2.1.1 Calipso limonense…………………………………………………….. 30 2.1.2 Bolero………………………………………………………………… 32 2.1.3 Aire nacional…………………………………………………………. 32 2.1.4 Danza criolla…………………………………………………………. 32 2.1.5 Tambito………………………………………………………………. 32 2.1.6 Pasillo………………………………………………………………… 32 2.1.7 Vals…………………………………………………………………… 33

2.2 Biografía de compositores y reseña de sus obras…………………………. 33 2.2.1 Rice and beans……………………………………………………….. 33 2.2.2 Luna liberiana………………………………………………………… 33 2.2.3 La Guaria morada…………………………………………………….. 34 2.2.4 El pavo………………………………………………………………... 35 2.2.5 El torito………………………………………………………………. 35 2.2.6 Caballito nicoyano…………………………………………………… 35 2.2.7 Patriótica costarricense………………………………………………. 36 2.2.8 Soy tico………………………………………………………………. 36 2.2.9 No solo hay Portal en Belén………………………………………… 37 2.2.10 De la caña se hace el guaro………………………………………… 37

3 CAPÍTULO III: RECOMENDACIONES METODOLÓGICAS…….. 38

vii

3.1 La Banda elemental de Segundo Ciclo y el ensayo………………………… 39 3.2 Recomendaciones metodológicas por obra………………………………... 43

3.2.1 Rice and beans………………………………………………………… 43 3.2.2 Luna liberiana……………………………………………………….. 46 3.2.3 La Guaria morada…………………………………………………… 48 3.2.4 El pavo……………………………………………………………. 50 3.2.5 El torito……………………………………………………………….. 53 3.2.6 Patriótica Costarricense…………………………………………………. 55 3.2.7 Soy tico…………..………………………………………………. 58 3.2.8 Caballito nicoyano………………………………………………………. 60 3.2.9 No solo hay Portal en Belén…………………………………………… 61 3.2.10 De la caña se hace el guaro.………………………………………… 63

4 CAPÍTULO IV: ADAPTACIONES MUSICALES……………………. 65 4.1 Rice and beans……………………………………………………………….. 67 4.2 Luna liberiana…………………………………………………………….. 76 4.3 La Guaria morada……………………………………………………. …... 87 4.4 El pavo……………………………………………………………….. ….. 95 4.5 El torito…………………………………………………………………… 103 4.6 Patriótica costarricense………………………………………………. ….. 113 4.7 Soy tico…………………………………………………………………… 119 4.8 Caballito nicoyano…………………………………………………… …… 141 4.9 No solo hay Portal en Belén……………………………………………… 153 4.10 De la caña se hace el guaro…………………………………………. 166 5 CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES……………………….. 174 5.1 Conclusiones ……………………………………………………………… 175 5.2 Recomendaciones…………………………………………………………. 177

Bibliografía…………………………………………………………………… 179

1

CAPÍTULO I: ASPECTOS ESTRUCTURALES

2

1.1. Introducción

1.1.1 Introducción

Este trabajo consiste en tomar una serie de obras de música tradicional costarricense

y adaptarlas al nivel técnico que se maneja en las bandas de vientos de Segundo Ciclo.

Junto con cada obra se presenta una reseña bibliográfica de ella como tal, del compositor y

del género musical al que pertenecen. También se ofrecen recomendaciones sobre cómo

montar las obras. Esto se desarrolla en cinco capítulos.

En el Capítulo I se presenta la justificación que motiva esta investigación junto con

los objetivos que se desarrollarán. Se narran los antecedentes de la música tradicional

costarricense y de las bandas en Costa Rica. Se presenta el tipo de estudio junto con sus

variables. El capítulo termina con el marco teórico que argumenta cada variable

establecida.

En el Capítulo II se presenta una descripción de los géneros de música tradicional

costarricense a los que pertenecen las obras seleccionadas; luego, una breve reseña

bibliográfica sobre cada compositor y la descripción de su obra escogida.

En el Capítulo III se considera la composición de la banda elemental y por qué

trabajar en Segundo Ciclo; se ofrecen recomendaciones metodológicas dirigidas al director

de esta y se dan consejos sobre cómo se ensaya. Además, se comenta sobre los

instrumentos que pueden formar las bandas de vientos de este nivel y sus características

principales, por ejemplo, el registro y su función dentro de ellas.

Luego se exponen consideraciones sobre cada una de las obras adaptadas en este

trabajo; en cada una se informa sobre posibles dificultades que se puedan presentar a nivel

rítmico, armónico y melódico; asimismo, se ofrecen soluciones y estrategias de ensayo para

solventar dichas dificultades y lograr una mejor interpretación de cada obra.

El Capítulo IV se refiere a los diez arreglos de música tradicional costarricense. Las

obras seleccionadas son: Rice and beans, de Rodrigo Alexander Smith; Luna liberiana, de

Jesús Bonilla; La Guaria morada, de Los Talolingas; El pavo, de Luis Castillo; El torito, de

Mario Chacón; La Patriótica, de Manuel María Gutiérrez; Soy tico, de Carlos Guzmán;

3

Caballito nicoyano, de Mario Chacón; No solo hay Portal en Belén, de Carmen Antillón y

De la caña se hace el guaro, Anónimo.

El Capítulo V presenta las conclusiones finales del trabajo y las recomendaciones.

En las partituras de este trabajo se utilizan los nombres de los instrumentos en inglés

por ser el idioma estándar de los programas de escritura musical: Flute significa flauta;

clarinet in Bb significa clarinete en Si bemol; alto sax significa saxofón alto; tenor sax

significa saxofón tenor; trumpet in Bb significa trompeta en Si bemol; trombone significa

trombón; bass drum significa bombo; snare drum significa redoblante; cymbals significa

platillos y, por último, cowbell significa campana.

1.1.2 Justificación

Es conveniente realizar el proyecto de adaptaciones de música costarricense para

bandas de vientos de Segundo Ciclo, ya que este tipo de ensambles presenta un gran

faltante de repertorio adecuado al nivel musical que pueden interpretar. Este trabajo ofrece

una serie de arreglos musicales pensados específicamente para los jóvenes músicos de

bandas escolares.

Las bandas de vientos de Segundo Ciclo son los espacios donde se pueden aprender

las bases teóricas y prácticas para ejecutar los instrumentos de viento y percusión.

Constituyen una etapa esencial en la formación musical y debe realizarse con repertorio

apto para el aprendizaje gradual de los conocimientos musicales.

Estos ensambles son muy importantes debido a los múltiples espacios donde se

pueden presentar; en las escuelas se utilizan en actos culturales, en conciertos, actos cívicos

y distintas presentaciones. Las bandas son los ensambles musicales por excelencia para

participar en los desfiles, que en Costa Rica son constantes a lo largo del año, y de gran

relevancia educativa y social.

Por estas razones, se hace necesario contar con un buen repertorio adaptado

correctamente a las características específicas que presentan los estudiantes de este nivel

musical y de ese rango de edad.

Estas adaptaciones benefician directamente a los directores de bandas de vientos de

Segundo Ciclo y a los estudiantes que forman parte de estos ensambles, ya que podrán

4

contar con arreglos musicales diseñados específicamente para la población, tomando en

cuenta el rango de posibilidades técnicas que comúnmente presentan estos estudiantes.

Las diversas presentaciones de las bandas son excelentes vehículos de

comunicación. De esta forma, se transmite a la población que presencie una de estas

presentaciones, el rescate de las tradiciones costarricenses, en particular, parte del

repertorio musical tradicional de nuestro país.

Una de las normativas del Ministerio de Educación Pública es que durante las

presentaciones de las bandas, particularmente en los desfiles, se interprete música

costarricense; sin embargo, este repertorio, muchas veces, es de un nivel complicado y no

se encuentra adaptado para banda. Al realizar estas adaptaciones, se cumple con estos

lineamientos y se facilita el trabajo del director de banda.

Las adaptaciones al repertorio se hacen pensando en las características específicas

de la población, las cuales se traducen en recomendaciones con las que se pueda trabajar

con los estudiantes de forma más práctica y eficiente. Igualmente, las recomendaciones

sientan las bases teóricas y técnicas para crear nuevos arreglos.

Los educadores musicales tienen poca formación universitaria en el área de la

dirección de bandas, de manera que ellos pueden seguir estas recomendaciones para

facilitar su trabajo a la hora de formar una banda de vientos. También obtienen

herramientas para adaptar nuevas obras a su repertorio.

El compendio de adaptaciones puede funcionar como el repertorio para un concierto

o un desfile de una banda de vientos, y puede utilizarse en variedad de presentaciones y

ocasiones.

1.1.3 Antecedentes

1.1.3.1 Labor docente

El docente musical es un profesor multifuncional: tiene a su cargo las lecciones que

debe planificar, impartir y evaluar, igual que cualquier otro docente. Además, debe

organizar y participar de los actos cívicos; debe hacerse cargo de las presentaciones

culturales; tiene bajo su dirección el coro de la institución y debe conformar y dirigir la

5

banda en presentaciones y desfiles. Entre esto y otras funciones, debe ser arreglista, es

decir, debe realizar adaptaciones musicales para los distintos ensambles y lecciones que

imparte.

Por otro lado, la música tradicional costarricense es un elemento de la enseñanza

musical que se debe rescatar. Los docentes de música deben luchar por que los estudiantes

no solamente conozcan las raíces costarricenses, su música y tradición, sino también por

que la aprecien. Se debe dirigir la enseñanza a aprehender la tradición nacional y hacerla

propia, vivirla como lo que es: parte integral de nuestra vida.

Esta investigación busca simplificar este aspecto de los arreglos musicales ligados a

la música tradicional costarricense en el marco de las bandas de vientos, para ello se

identificarán obras relevantes de dicha tradición, se obtendrá información de sus

compositores y del género musical al que pertenecen. Se determinará la forma de trabajo y

nivel técnico que maneja una banda elemental y, por último, se presentarán adaptaciones

musicales simples, adecuadas al nivel técnico de este tipo de banda.

1.1.3.2 Música tradicional costarricense

Música folclórica y música típica

Para los fines prácticos de esta investigación, la música tradicional abarcará tanto la

folclórica como la típica. Según Ramírez, J. (1979), la música folclórica debe cumplir con

las siguientes cinco condiciones: el autor o fuente de la obra debe ser anónimo; debe ser

antiguo y hacer referencia a que se desconoce el momento en el que se originó la obra; las

manifestaciones folclóricas deben ser funcionales, es decir, establecer que se crearon

porque se necesitaban; la utilidad de la creación debe mantenerse vigente, aunque haya

sufrido algunos cambios y, por último, estas obras no se aprenden académicamente y

mantienen espontaneidad, por lo cual no pueden ser institucionalizadas.

Las condiciones anteriores son indispensables para que una obra musical sea

considerada folclórica. La música típica, en cambio, no cumple con todas estas

condiciones: puede conocerse su autor o fecha de composición, puede haber sido escrita

con la finalidad de recordar o enaltecer alguna tradición y, aunque la música típica no es

6

folclórica, sigue representando la tradición costarricense, es rescatable y de alto valor

cultural.

Ramírez, J. (1979) define “Esta palabra FOLKLORE determinó el conjunto de

tradiciones, de creencias, de costumbres y de manifestaciones artísticas de los pueblos

como conjuntos sociales, como entidades humanas o agrupaciones étnicas”. Parte

importante de estas tradiciones o costumbres son las canciones y ritmos que crea o de los

que se apropia un pueblo.

Independientemente de si estos ritmos son importados de otros países, al llegar a

Costa Rica, pasan por un proceso de adaptación que los hace propios de la nación. Los

músicos costarricenses toman este tipo de música y la transforman según sus propios

puntos de vista, obteniendo así un nuevo género que puede mantener el nombre del ritmo

original del que proviene, pero sus características han variado. Este nuevo género es

folclore.

Tomando en cuenta la validez de ambas clasificaciones, se utiliza tanto la música

folclórica como la típica, ambas categorías se unifican en lo que de ahora en adelante

llamaremos música tradicional costarricense.

Ritmos tradicionales

Comenta Meléndez (2009) que la música tradicional de Costa Rica es una mezcla de

ritmos provenientes de muchos otros países y regiones, principalmente de Europa, que

fueron adquiridos y sufrieron transformaciones, se mezclaron entre ellos y se fusionaron

con conocimientos autóctonos. Esto dio origen a ritmos y música tradicional de la nación.

Comúnmente se identifican cuatro regiones del país donde se ha producido música

tradicional, cada una cuenta con sus propias características y ritmos: Guanacaste, el Valle

Central, Limón y San Isidro de El General.

Según esta clasificación, en el Guanacaste predominan los ritmos llamados

parrandera, punto, danza y contradanza; en el Valle Central se produce mayormente el vals,

tambito, mazurca, polka y pasillo; en la región limonense prevalece el calipso y las

7

cuadrillas, y en la región de San Isidro de El General se destacan el pasillo, parranderas,

cumbias y el bolero.

8

1.1.3.3 Bandas de vientos de Segundo Ciclo

Historia de las bandas

Las bandas en Costa Rica están íntimamente ligadas a la historia militar, política y

religiosa de nuestro país. Vargas (2004:26) indica: “A inicios del siglo XIX, grupos de tres

o cuatro músicos fueron contratados en San José y Heredia para que se encargaran de

amenizar las festividades religiosas. En la milicia, grupos pequeños de tambores y clarines

se encargaron de acompañar procesiones, marchas y celebraciones”.

Estas eran las posibilidades laborales para los músicos ejecutantes. Las parroquias

realizaban misas cantadas y celebraciones eclesiásticas, y la música daba la connotación

mística y espiritual.

Las celebraciones cívicas y militares se vieron acompañadas por los instrumentos de

viento y percusión, los cuales obtuvieron grandes mejoras en su mecánica y enriquecieron

dichas celebraciones al crear gran potencia sonora. En un principio, se utilizaban algunos

instrumentos para mantener la marcha en los soldados y en los desfiles. Los clarines

también se ejecutaban para las llamadas militares.

A mediados del siglo XIX, las bandas consolidan su puesto dentro del ejército.

Vargas (2004:34) nos aclara que “La emisión del Decreto LXIII, en 1845, durante el

gobierno de José María Alfaro, ha sido considerado como el año de la instauración de la

Dirección General de Bandas”. Con este decreto, se compraron instrumentos y se

fortaleció la educación musical y profesional de los instrumentistas.

Conforme pasó el tiempo y evolucionaron los instrumentos, el trabajo de la banda

fue cambiando. Entre sus funciones se encontraba amenizar las actividades del presidente

de la República, tocar dianas y retretas, pero también se empezó a propagar un fenómeno

social: el auge del café, en la década de 1840, impactó económicamente a la sociedad, por

lo que algunos sectores buscaron distinguirse utilizando la música para ese fin. Esto lo

establece Vargas (2004:44) diciendo que “la música se convirtió en un bien más de

consumo y de diferenciación social”.

9

Los sectores con mayor poder económico adquirieron instrumentos, partituras de

moda y recibieron clases con músicos extranjeros. Esto dio paso a un crecimiento en las

bandas, ya no con fines militares o eclesiásticos, sino privados y populares.

El repertorio fue cambiando según sus funciones, el tipo de música que se

interpretaba fue inclinándose a la música popular y de ambiente festivo, aunque siempre se

mantuvo la creación e interpretación de obras necesarias en actos especiales de las

autoridades de la Iglesia y políticas.

Las bandas de vientos en la escuela

Probablemente, las bandas de vientos en las instituciones educativas tienen su

origen en las bandas militares. Esto lo proponen Mora y Marchena (2013:42): “… da

validez a la hipótesis planteada en cuanto la influencia del servicio militar en la educación

musical, pareciera ser la más oportuna y lógica, puesto que pese al tiempo y la evolución de

estas bandas escolares, aún hoy nos quedan rasgos de esta disciplina”. De esta forma, se

considera que las formaciones estructuradas, la conducta y la marcha de las bandas

escolares son un remanente de sus predecesores militares.

Las bandas de vientos tienen gran impacto e influencia en las instituciones

educativas. Como primer aspecto importante, la banda las representa, es la muestra

significativa de una escuela o colegio frente a la comunidad, incluso, muchas veces es un

parámetro de medición y comparación con otras. La banda es el ensamble por excelencia

que asiste a desfiles o competencias entre centros de enseñanza, es con la que se da a

conocer la escuela y refleja muchos aspectos de su funcionamiento.

También tiene un papel muy importante en la sociedad. Comentan Mora y

Marchena (2013:45) que “Se puede rescatar que este tipo de agrupaciones como las bandas

son generadoras de conciencia, compromiso, así como creadoras de identidad, propiciando

en el individuo el disfrute y el orgullo de ser costarricense o pertenecer a un determinado

grupo social”.

Dentro de la comunidad estudiantil, la banda es un agente de socialización, en ella

convergen alumnos de distintos niveles y grupos sociales, pero todos tienen un papel

esencial. Todos tienen la oportunidad de compartir con estudiantes de otros niveles y

10

grupos sociales con los que no tienen relación. La banda acerca la comunidad a distintas

expresiones artísticas. Culturalmente, se ve enriquecido tanto quien pertenece a ella, como

quien la escucha. La flexibilidad de este tipo de ensamble ofrece la posibilidad de

interpretar distintos géneros musicales, y llevar dichos conocimientos al público.

Un factor positivo de la comunidad estudiantil que pertenece a la banda es la

motivación que esta representa para permanecer en la institución. Muchos estudiantes

encuentran en ella tal factor motivacional que, a pesar de otros elementos negativos que

puedan influenciarlos para salirse de la escuela, los mantiene yendo a clases con tal de

continuar perteneciendo a la banda.

En la educación costarricense se les da gran peso a las materias académicas, muchas

veces, en detrimento de las llamadas materias complementarias; sin embargo, estas últimas

representan la integralidad de la educación, pues muchos estudiantes pueden encontrar en

estas el equilibrio psicológico que necesitan.

Por estas razones, es de suma importancia una buena preparación del repertorio de

las bandas de vientos, su impacto es alto en la comunidad estudiantil y esto debe

aprovecharse para dar a conocer parte del repertorio tradicional costarricense.

Instrumentos de las bandas escolares

Las bandas de vientos se componen de instrumentos de viento y percusión,

principalmente con los que se puede marchar, que pertenecen a estas dos familias; esto es

debido a que gran parte de las presentaciones de las bandas se dan en los desfiles. Eso sí,

no todos los instrumentos de viento y percusión son aptos para la marcha.

Los instrumentos de viento más comúnmente usados en las bandas escolares son la

flauta traversa, el clarinete, el saxofón, la trompeta, el trombón y la tuba. Los de percusión

son muy variados, entre los más comunes están el redoblante, el tenor, el bombo, la

timbaleta, los platillos y las liras.

Las bandas de vientos de Segundo Ciclo están integradas por estudiantes que cursan

los niveles de 4.°, 5.° y 6.° grado de la escuela primaria. Tienen características particulares

debido a su desarrollo físico y sicológico.

11

Las adaptaciones musicales

Realizar arreglos musicales es una labor que requiere elementos musicales

específicos que son, en su mayoría, académicos de nivel universitario. Entre ellos está

conocer sobre armonía, contrapunto y forma. También es necesario investigar sobre ritmos

y géneros, para conocer la forma usual en la que se ejecutan los ritmos que se trabajarán, y

respetar sus características.

Se requiere análisis de la obra, conocer las características del ensamble al cual se va

a adaptar la música y adaptar la música a dichas características, sin perder la esencia

musical.

1.1.4 Problema

El profesor de música cuenta con mucho material y formación universitaria para

impartir sus lecciones de música, sin embargo, cuando debe enfrentarse a conformar y

dirigir una banda de vientos en Segundo Ciclo, se topa con un gran faltante de repertorio

costarricense adaptado a este tipo de ensamble musical. Su educación y experiencia

también pueden ser insuficientes si se trata de dirigir una banda.

En el mercado se encuentran algunos métodos y libros de repertorio específico para

una banda elemental, estos funcionan muy bien para Segundo Ciclo; sin embargo, su

repertorio está conformado por obras universales o del país donde es creado el libro, por

ejemplo, Estados Unidos. Encontrar música costarricense adaptada a banda es un gran reto,

y mayor aún si se espera que esté adaptada a una banda elemental.

¿Cómo se puede elaborar un compendio de arreglos de música tradicional

costarricense adaptado al nivel de bandas de vientos de Segundo Ciclo?

12

1.1.5 Objetivos

1.1.5.1 General

Confeccionar un compendio de arreglos de música tradicional costarricense

adaptando el repertorio al nivel de las bandas de vientos de Segundo Ciclo.

1.1.5.2 Específicos

• Identificar diez composiciones de música tradicional costarricense elaborando una

reseña biográfica del compositor junto con un resumen de la obra seleccionada.

• Determinar la metodología de trabajo de la banda elemental realizando una serie de

recomendaciones para el ensayo de banda y el montaje de cada obra.

• Elaborar los arreglos musicales de las obras seleccionadas cumpliendo con las

características del nivel técnico de las bandas de vientos de Segundo Ciclo.

1.2 Marco metodológico

1.2.1 Tipo de estudio

Esta investigación se clasifica como cualitativa de tipo experimental. Según

Hernández, Fernández y Baptista (2008:6) “El enfoque cualitativo: utiliza recolección de

datos sin medición numérica para descubrir o afinar preguntas de investigación y puede o

no probar hipótesis en su proceso de interpretación”. Este trabajo no recolectará datos, su

intención es describir situaciones llevando la información a un contexto social.

Según Balluerka y Vergara (2002:8) “La metodología experimental se caracteriza

por el control establecido en la situación de observación”. Este trabajo toma las variables

y las manipula según el interés del investigador para alcanzar sus objetivos.

1.2.2 Variables

Este trabajo presenta tres variables: composiciones de música tradicional

costarricense, metodología de trabajo de banda elemental y arreglos musicales.

13

Variable n.° 1: Composiciones de música tradicional costarricense

Definición conceptual: Se refiere a las obras musicales creadas con un ritmo que

pertenece a alguna zona específica de Costa Rica (o un ritmo internacional que ha sido

adaptado en una zona costarricense) y que resalta creencias o tradiciones autóctonas del

país. La palabra ‘tradicional’ engloba tanto la música folclórica, como típica y popular,

siempre y cuando se relacione con las costumbres costarricenses.

Definición instrumental: La información relacionada con esta variable se obtiene

mediante la búsqueda de libros y compilaciones de música folclórica. De estos libros se

seleccionan las obras más representativas de distintos géneros y distintas regiones del país.

Variable n.° 2: Metodología de trabajo de banda elemental

Definición conceptual: Esta variable representa la forma en la que se realizan los

ensayos y cómo se abordan las dificultades que pueda presentar una composición. Estos

dos elementos se enfocan hacia las características particulares que ofrece una banda cuyos

integrantes inician su proceso de aprendizaje instrumental.

Definición instrumental: La información pertinente a esta variable se obtiene

principalmente de la experiencia de pertenecer y dirigir bandas elementales. También se

revisa bibliografía con recomendaciones y técnicas de ensayo.

Variable n.° 3: Arreglos musicales

Definición conceptual: Este concepto describe el proceso de tomar una obra musical

y adaptarla a las características de un ensamble particular. Este trabajo se realiza tomando

una melodía ya creada, a la cual se le componen la armonía, contracantos, segundas voces,

acompañamientos armónicos y rítmicos, todos estos elementos con las características y

posibilidades de instrumentistas de nivel elemental.

Definición instrumental: Este proceso se logra realizar gracias a la formación

universitaria del investigador en materias como Armonía, Contrapunto, Análisis e

Instrumentación. Se toma bibliografía sobre tratados de Armonía y Contrapunto como

referencia.

14

1.2.3 Fuentes de información

Como fuentes de información primaria se utilizan libros, recopilaciones y

cancioneros de música tradicional costarricense. Se emplean libros de Historia de la

música costarricense y Tratados de armonía y contrapunto. Se usan tesis de maestría y

licenciatura sobre las bandas y la música tradicional; también se utilizan trabajos de cursos

universitarios sobre las técnicas de ensayo y se revisan artículos de internet sobre variada

información referente al tema.

Como fuentes secundarias, se utilizan catálogos de las referencias bibliográficas de

bibliotecas de universidades públicas y privadas.

1.2.4 Instrumentos de investigación

Como instrumentos de investigación se utiliza la observación participativa dentro de

los ensayos de bandas elementales. También se hace uso de la revisión documental como

material primario para la teoría que respalda los temas abordados.

1.2.5 Delimitación temporal

Este trabajo dio inicio en el segundo cuatrimestre del año 2015, y se concluyó el

primer cuatrimestre del 2016.

1.3 Marco Teórico

1.3.1 Marco conceptual

1.3.1.1 Composición tradicional costarricense

El primer tema que se aborda en el marco conceptual es la composición tradicional

costarricense. Para esto, primero se aclara el concepto de composición. Una definición

concreta se encuentra en la página web enciclopedia.us.es (2016), que describe la

utilización del “verbo "componer" para expresar el proceso de creación musical; por lo

tanto, el compositor es la persona que crea (inventa, escribe, hace) la música”.

De esto logramos entender que la composición se refiere a la obra musical creada.

Puede ser escrita en partitura, puede ser que se transmita oralmente, incluso que se

15

comunique o guarde de alguna otra forma, lo importante es que se refiera a una obra

musical que alguien ha creado.

La composición formal, como se comenta en la página web enciclopedia.us.es

(2016), “es una labor muy complicada, pues implica el control de todos los elementos que

participan en la música: el sonido en todos sus caracteres, la armonía, el ritmo, la

estructuración formal, la tímbrica u orquestación”. Estos elementos no son indispensables

para realizar una composición, sin embargo, sí son obligatorios en la creación académica de

una obra y facilitan su transmisión y ejecución.

En la música tradicional, en ocasiones, no se tienen todos esos elementos por

escrito; claro que sí los presenta, por ser obras musicales de gran calidad, no obstante,

muchas veces nadie se ha dado a la labor de definirlos claramente y registrar estos

elementos de las obras.

Para definir la palabra ‘tradición’, se recurre a Barrera, R. (1997), que puntualiza:

“… el conjunto de manifestaciones populares pasadas que tienen influencia en el presente,

costumbres que perduran, se recomponen, se transforman, se difunden o se superan bajo el

peso de los años…”, es decir, es un término amplio que abarca muchas costumbres de un

pueblo.

El término folclor es más específico, presenta algunas características, en las que se

ahondará más adelante, que son indispensables. Si una costumbre o expresión humana no

cumple dichas características, no puede llamarse folclore.

La música tradicional se entiende, en este trabajo, como la unión de la folclórica,

que sí cumple con las características, con la típica, que no cumple con todas las

características, pero sigue siendo de importancia para el pueblo. El concepto de

‘tradicional’ las unifica para no excluir obras de gran relevancia y riqueza cultural.

Según Barrera, R. (1997), la palabra folclor hace referencia a las manifestaciones

humanas y saberes populares que han sido transmitidos por tradición. La palabra se refiere

16

al saber del pueblo, y este pueblo se refiere al vulgo, no a clases sociales altas, sino a

comunidades de regiones aisladas y con pocos conocimientos académicos.

Rico (1990) argumenta que para que una obra musical sea clasificada como

folclórica, debe ser anónima, sus autores, desconocidos; ha sido transmitida de generación

en generación de forma oral, por lo que ya no se logra determinar su autoría.

La música folclórica debe ser creada en un ritmo perteneciente a una zona

geográfica determinada. Este es un punto discutible, ya que muchos de los ritmos que se

consideran pertenecientes a un lugar de Costa Rica, realmente tienen sus raíces en otros

países, como España y Cuba.

Refiriéndose a esto, Mora y Marchena (2013) argumentan:

Algunos géneros en su forma inicial llegan primero durante la colonización de

algunos pueblos, otros después con introducción posterior de otras etnias traídas de

otros continentes o zonas, antes de esto se podría presumir también el aporte

aborigen que, en algunos lugares se mantiene intacto, pero con el paso del tiempo en

la mayoría de los casos dejan de prevalecer…”.

Así que clasificar un género como estrictamente costarricense puede ser una tarea

que dependa completamente de la rigurosidad de su investigador, y que deje por fuera

muchos ritmos que el pueblo considera como suyos pero, por la definición del concepto,

deben quedarse por fuera del ámbito folclórico.

Otros autores como Ramírez (1979) y Cortázar (2012) agregan otras características.

Una obra folclórica debe ser funcional, es decir, que cumpla con un propósito en la

comunidad. Esta función aún debe mantenerse vigente en el pueblo. Debe desconocerse

también el momento en el que fue creada. Lo folclórico debe ser popular, refiriéndose a

que el pueblo percibe la obra como un legado y, por último, estas obras no se aprenden

académicamente y mantienen espontaneidad, por lo cual no pueden ser institucionalizadas.

Las obras consideradas como típicas pierden algunas de estas características. Puede

conocerse su compositor, la fecha en que se creó, incluso ser escrita de forma académica y

17

no transmitida oralmente; sin embargo, mantiene los ritmos de zonas geográficas

específicas, resaltan costumbres, creencias, formas de vida, paisajes, entre otros, que son

propios de una región, es decir, tienen su función vigente, así que el pueblo las considera

como propias.

De esta forma se unen los conceptos de folclórico y típico en uno solo: tradicional,

ya que se les da relevancia a la vivencia y resguardo de la cultura del pueblo, en lugar de si

cumple con una serie de características.

En Costa Rica se puede dividir la expresión tradicional en cuatro regiones: la región

del Valle Central, también conocida como aldeana, tiene gran influencia del arte español.

Como género se establecen las danzas, estas se pueden subdividir en vals, mazurca,

pasodoble y polca, acompañados mayormente por la guitarra, como instrumento principal.

En su página web, el Grupo Tiquicia (2014) comenta:

Las canciones aldeanas tienen un rasgo que las identifica: cada verso de cada estrofa

es más largo que la frase musical, o sea, que la letra no calza muy bien con la

música. Por eso el campesino al cantarla tiene que “echar una carrera” en ciertas

partes, para no perder el compás, diciendo la letra en forma atropellada,

desfigurando, como consecuencia también la música.

Esta característica en particular dificulta la transcripción de las obras. Al hacerlo se

puede escuchar que la música no es como se había acostumbrado a oír; a pesar de eso, la

academia transcribe las canciones en un intento por conservarlas.

En la zona de Guanacaste se puede identificar una mezcla más marcada entre

españoles e indígenas. También se conoce la influencia nicaragüense y colombiana en la

población. Además, la geografía del lugar se prestó mucho al desarrollo de la ganadería, lo

que derivó en la cultura del sabanero, reflejada en una música alegre, enamorada, de

serenata y fiesta, para cortejar y bailar.

Dentro de los ritmos más comunes del Guanacaste se conocen las callejeras, los

pasillos, las danzas, los puntos, las parranderas y los tambitos. Estos ritmos eran

acompañados principalmente por la marimba, la guitarra y la percusión de marcha.

18

La zona de Limón o el Litoral Caribe tiene una marcada influencia de personas de

raza negra, principalmente esclavos antillanos, que se puede observar en la actividad de las

comparsas.

Los principales ritmos afrolimonenses son los spirituals, el calipso, el sinkit, las

cuadrillas y el square dance. Se utilizan como instrumentos el banjo, el quijongo,

instrumentos de viento como flauta o clarinete y la percusión. Su música tiene una

predominancia vocal y rítmica.

La zona de San Isidro de El General basa su expresión tradicional en la cultura

indígena. También tiene influencia de poblaciones aldeanas y colombianas. Gran parte de

la tradición indígena ha sido dejada de lado en las zonas del Valle Central.

De sus ritmos más reconocidos están el tambito generaleño, la campera y el son

sureño. Por lo general, tienen un carácter romántico y se acompañan de guitarras,

acordeones y mandolinas.

1.3.1.2 Metodología del trabajo de una banda elemental

Primeramente, se define el concepto de banda. De forma muy básica, Astruells

(2016) define la banda como “un conjunto musical formado por instrumentos de viento y

percusión” básicamente, eso es.

Existen varios tipos de banda. Se pueden clasificar según su función, el repertorio

que ejecutan o el nivel musical de los miembros que las integran. Algunos tipos son las

bandas militares, bandas procesionales, bandas de marcha, bandas de jazz, bandas

profesionales o bandas amateur, entre otras. La característica esencial que todos comparten

es que se conforman principalmente por instrumentos de viento y percusión.

Algunos compositores han agregado instrumentos de cuerda en sus obras para banda

sinfónica. Un ejemplo de esto es James Barnes, que en sus sinfonías para banda agrega el

contrabajo o el violonchelo, porque estos instrumentos de cuerda presentan ciertas

sonoridades particulares; sin embargo, lo principal en la banda es la utilización de la

percusión y los vientos.

19

Existen muchos instrumentos que pertenecen a estas familias. La variedad es tan

extensa que no aporta nada tratar de mencionarlos a todos y, probablemente, quedarían

algunos fuera de la lista; no obstante, se pueden enumerar los que tradicional y usualmente

se utilizan.

Los instrumentos de viento se pueden clasificar en madera y metal. En madera, los

que más se utilizan son: oboe, flauta traversa, clarinete, fagot y saxofón, cada uno con sus

distintas variedades y tonalidades, por ejemplo, la flauta traversa tiene una variedad más

aguda llamada flauta picollo. Los saxofones pueden dividirse en soprano, alto, tenor y

bajo; incluso, existen más variedades de saxofones.

Los instrumentos de viento metal más utilizados son: trompeta, corno francés,

trombón, bombardino y tuba. De igual forma, estos presentan variedades y tonalidades que

se utilizan en las bandas por las diferentes características sonoras que pueden aportar.

Ejemplo de esto es la trompeta picollo o el bugle.

Los instrumentos de percusión, a su vez, se pueden clasificar en instrumentos de

sonido determinado y de sonido indeterminado. La lista puede ser muy extensa. Los más

utilizados en la familia de sonido indeterminado son: redoblante, bombo, toms, variedad de

platillos, triángulo, pandero, maracas, entre otros. Los de la familia de sonido determinado

son: timbales, campanas tubulares, marimba, xilófono, entre otros.

El repertorio de las bandas es muy variado, desde sinfonías, suites y conciertos,

hasta música popular y de películas. Las bandas presentan una gran riqueza sonora y

variedad tímbrica. Entre los compositores más reconocidos en este tipo de agrupación se

encuentran Gustav Holst, Johan de Meij, Alfred Reed, Jan Van Der Roost, entre otros.

Tomando en cuenta el concepto de banda, se delimita ahora lo que es la banda

elemental. Esta tiene la misma esencia, se conforma por instrumentos de viento y

percusión. Su diferencia radica en dos aspectos: el nivel técnico que dominan sus

integrantes y la variedad de instrumentos que la conforman. Se le llama banda elemental,

ya que sus integrantes están recién iniciando el proceso de aprendizaje de un instrumento.

Este es un proceso que varía mucho, dependiendo de cada individuo. Las características

que cada estudiante presente van a moldear este aprendizaje, tales como sus capacidades

20

innatas, tiempo dedicado al estudio, el bagaje de conocimientos y aptitudes previas, entre

otras.

Este nivel elemental en el dominio de la ejecución instrumental repercute

directamente en el repertorio que el ensamble puede interpretar. Este repertorio debe ser

adecuado y dentro de las capacidades ya adquiridas por los músicos.

Existen una serie de composiciones creadas originalmente para este tipo de banda,

son ideales, ya que desde un principio contemplan los límites particulares con los que se

debe trabajar.

También se pueden tomar obras que no fueron compuestas específicamente para

este tipo de agrupación y realizar simplificaciones o arreglos que les permitan a los músicos

ejecutar el repertorio con bastante similitud a la idea original.

Otra diferencia que presenta la banda es la variedad de instrumentos que usualmente

la pueblan. En esencia son los mismos, algunos no se utilizan por diferentes razones: son

más caros, de difícil mantenimiento o no son aptos para marchar.

Usualmente, el instrumental de la banda elemental se conforma de flauta traversa,

clarinete, saxofón alto, saxofón tenor, trompeta y trombón. En la percusión se cuenta con

redoblante, tom, bombo, platillos de choque, platillo suspendido y algún otro instrumento.

Además de que la cantidad de instrumentos es menor, también la variedad lo es, o

sea, no es usual que se presenten variedades del mismo tipo de instrumento. La variedad de

un instrumento, por lo general, representa mayor dificultad, así que se inicia el aprendizaje

con el instrumento básico, por ejemplo, se utiliza solo la trompeta estándar en Si bemol, y

no la picollo.

Estos instrumentos que usualmente pertenecen a la banda presentan un registro

estándar, es decir, la nota más grave y la más aguda pueden ser tocadas por un

instrumentista estudiado. Estos registros se resumen de la siguiente manera:

21

Evidentemente, estos no son los mismos registros que puede ejecutar un

instrumentista de banda elemental. El registro respectivo para este nivel de ejecutante se

aborda en un próximo capítulo de este trabajo.

Otra diferencia es el manejo del ensayo. Todos los ensambles musicales necesitan

tener ensayos periódicos, en estos se trabaja la interpretación de la música, usualmente bajo

la conducción de un director que imprime, en la ejecución de los músicos, su visión de cada

obra.

Por lo general, en los ensayos existen jerarquías que van desde el director, pasando

por los principales de cada instrumento, hasta el músico de fila. El director es la máxima

autoridad, quien muchas veces la ejerce de forma totalitaria.

22

Además, en una banda de profesionales se espera que los músicos sean capaces de

dominar su instrumento y ejecutar las obras de forma correcta. Como explica Campos

(2002:3), “… se debe tomar en consideración el nivel de ejecución de los (as) músicos, así

como el nivel teórico que poseen, ya que dichos conocimientos, o la ausencia de ellos,

interferirán en su interpretación musical”.

Estas diferencias, que se presentan al ensayar ensambles de diferentes niveles en su

conocimiento y ejecución instrumental, marcan algunas pautas sobre cómo llevar a cabo un

ensayo.

Las técnicas de ensayo permiten ser eficientes con el tiempo y obtener los mejores

resultados en la ejecución de una obra. Según Campos (2002:3) “Se entiende por técnicas

de ensayo a la serie de procedimientos personales y específicos que utiliza el (la) director

(a) durante el ensayo, con el fin de interpretar una obra musical”. El director de la banda es

quien debe tener bajo control cada elemento relacionado con la banda para obtener el mejor

resultado.

Estas técnicas de ensayo inician con un diagnóstico del nivel técnico de los

ejecutantes. Para Bogantes (2001:75) es “… saber con qué contamos, el nivel de los

estudiantes, puesto que dentro de los mismos grupos siempre hay diferentes niveles”. Este

nivel será determinante en el resto de los elementos que componen un ensayo, ya que,

dependiendo del nivel obtenido, se selecciona la forma de trabajo, el repertorio, y las metas

que se persiguen.

El director debe considerar el repertorio que ejecutará la banda. Esto es

determinante, ya que debe conocer muy bien a sus músicos para poder seleccionar obras

que les presenten un reto, que deban estudiar y mejorar como instrumentistas y los

mantenga motivados; se debe cuidar de que las composiciones no sean tan difíciles que

representen un objetivo inalcanzable y los estudiantes se desmotiven o frustren, pero igual

se debe evitar el repertorio tan sencillo que, al no presentar un reto, no les llame la atención

y también se pierda la motivación.

23

El repertorio también debe estar enfocado en la formación académica. Este debe

incentivar en el estudiante el gusto hacia la música de calidad, que logre discernir cuál es

una obra con riqueza y contenido musical.

Cada ensayo debe tener objetivos, que deben ser claros y alcanzables. Se deben ir

sumando con metas diarias, a corto, mediano y largo plazo, de esta forma se prevé cómo se

puede dar un ensayo buscando maximizar el tiempo y los resultados. Así también se logra

mantener la motivación de los ejecutantes.

Es esencial que el director conozca a profundidad las obras que desea incorporar en

el repertorio. Bogantes (2001:76) recomienda “… que el director debe haber dedicado

tiempo al estudio de las diferentes partes, realizar un análisis de la obra y haberla escuchado

anteriormente para saber con precisión la forma correcta de la ejecución”. Es claro que

cada estudiante debe practicar su partitura, pero si el director es quien no conoce la obra,

esta no podrá ser interpretada.

El conductor debe tener una idea clara de cómo desea que sea la interpretación de la

obra. La misma pieza puede ser ejecutada por la misma banda, pero por dos directores

diferentes, y sonará muy diferente. Es por eso que una idea sonora clara debe estar presente

previamente en la concepción mental del director.

Esta preparación de la obra puede sacar a la luz posibles pasajes que vayan a

representar una dificultad para los músicos. De esa forma se pueden explicar y trabajar con

anterioridad para agilizar el ensayo.

Campos (2002:6) se refiere a la planificación del ensayo de esta manera:

Planificar el ensayo es organizarlo sistemáticamente. Esto ayudará a crear una

estructura mental del trabajo que se va a realizar […] pero a medida que el ensayo

se desarrolla, evoluciona, y con ello puede ameritar cambios. La improvisación y

la creatividad del director (a) para superar esos nuevos retos que se van presentando

es fundamental.

Esta habilidad del director de banda elemental para ser flexible y enfrentar los retos

que presente un ensayo, resolviéndolos de forma espontánea, es trascendente y, aún más, es

indispensable. Esta agrupación presentará dificultades que es difícil prever, obstáculos que

24

en un ensamble de otro nivel no se presentarían, mientras que en la banda elemental son

constantes.

El director de banda elemental debe ser pedagogo antes que director, debe conocer

muy bien el recurso humano con que está trabajando y sus posibilidades reales de técnica,

ejecución, concentración y demás. Las dificultades en los estudiantes jóvenes se deben

abordar con mucha paciencia, manteniendo la motivación positiva en el estudiante.

El gesto a la hora de dirigir es la comunicación principal entre el director y los

músicos. En el nivel elemental se debe tomar el tiempo para explicar qué significa cada

gesto, que debe ser claro, directo y sencillo; antes que nada, debe ser efectivo, de forma que

el director minimice sus indicaciones habladas, las cuales deben ser pocas y sin mucho

detalle, mientras que la expresividad del gesto del director debería de brindar casi toda la

información necesaria al músico.

El inicio del ensayo para la banda elemental debería de incluir elementos

fundamentales de la ejecución instrumental. Se recomienda iniciar con ejercicios grupales

de respiración. Para esto se puede utilizar el método estadounidense Breathing Gym, de

Patrick Sheridan y Sam Pilafian. Realizar escalas con distintos tipos de articulación ayuda

a unificar la ejecución entre todos los músicos. Los corales de J.S. Bach, arreglados por

Richard Thrustan, permiten un excelente trabajo de calidad sonora, afinación y balance.

Tanto Bogantes (2001) como Campos (2002) recomiendan que el ensayo se inicie

con la obra que presente mayores dificultades, ya que al inicio del ensayo, el ejecutante

suele estar con más energía y más concentrado.

También recomiendan que se mantenga la fluidez del ensayo, lo cual se logra no

deteniéndose para corregir cada pequeño error. Esto no quiere decir que se dejen pasar, sí

se deben trabajar y corregir, pero se puede hacer al terminar una frase o sección; de esta

forma se mantiene la concentración de los ejecutantes.

En una banda elemental se debe tomar en cuenta la disciplina durante el ensayo: se

debe tratar a los jóvenes con respeto, paciencia y exigencia; asimismo, el director debe

hacerse parte del grupo, no mantenerse alejado y distante.

25

1.3.1.3 Los arreglos musicales

Según la página web enciclopedia.us.es, un arreglo musical “Implica la

transformación de una idea musical. "Arreglo" se aplica especialmente a transformar una

obra para ser interpretada por otros instrumentos o voces diferentes a las originales.

También un "arreglo" simplifica una obra difícil para poder ser interpretada por

aficionados, o con fines pedagógicos”. Esta definición es muy clara y para los fines de este

trabajo, el arreglo implica ambas partes: será interpretado por instrumentos distintos a los

de la composición original, y es una versión más sencilla que la original.

Realizar un arreglo requiere de una serie de conocimientos, habilidades y

experiencias muy particulares de los músicos. Se pueden tener los conocimientos teóricos

necesarios, pero la experiencia, especialmente para la banda elemental, dictará el camino a

seguir y la mejor forma de simplificar una obra.

Según la teoría, un músico elemental debería ser capaz de ejecutar cierta frase

musical, pero la experiencia y el conocer a los músicos podrían desmentir la teoría o

redirigirla a un camino más accesible para el instrumentista.

La teoría musical necesaria para realizar un arreglo se divide en cinco elementos:

armonía, melodía, ritmo, contrapunto y forma.

La armonía se define en wordreference.com (2016) como la “ciencia de la

formación y el encadenamiento de acordes”. Un acorde es cuando simultáneamente suenan

tres notas o más; la armonía de una obra es toda la secuencia de acordes que envuelven una

melodía.

Toch (2001) caracteriza la armonía como un aspecto de fluido, insubstancial y no

mesurable. Con esto pretende trascender la idea de un simple encadenamiento de acordes.

La armonía trae consigo efectos emotivos que impactan al oyente, lleva una fuerza interna

que mueve la música presentando secuencias que son naturales al oído.

En los arreglos musicales se trabaja con una melodía y una secuencia de acordes

escrita en su nomenclatura. Esta es una forma sencilla de escribir cuál acorde acompaña la

melodía. El trabajo del arreglista consiste en saber cómo distribuir las notas del acorde

entre los distintos instrumentos y en los diferentes ritmos.

26

La idea melódica con la que se trabaja es casi inmodificable, sin embargo, la

secuencia armónica es mucho más flexible, y el arreglista tiene la facultad de sustituir o

incluso eliminar acordes, y con los que selecciona puede trabajar, acomodarlos como mejor

le parezca.

Esta libertad marca la diferencia entre un arreglo y otro, ya que, aunque la melodía

es la misma, casi todo lo que la envuelve es creación propia del arreglista. En una banda

elemental, quien hace el arreglo debe saber balancear su impulso por crear música

agradable y con su propia distinción, y lo que vaya a ser factible en la ejecución de músicos

principiantes.

La melodía es definida por Toch (2001) como una sucesión definida de diversas

notas en una sucesión definida de ritmos, es decir, es la línea de sonidos que sobresale en

una obra musical, mediante la cual se puede identificar o recordar.

La melodía, así como la armonía, es analizable, no obstante, su análisis es muy

distinto, menos estructurado, esto porque la melodía es más orgánica, libre y su creación

viene de la inspiración del compositor.

El papel del arreglista en relación con la melodía se limita a simplificar muy pocos

aspectos que puedan presentar una dificultad superior a las capacidades del instrumentista.

El arreglista debería intentar que la melodía se mantenga igual, ya que esta es la que

caracteriza la obra.

Su ingenio está en saber a qué instrumento otorgar las distintas frases melódicas, de

acuerdo con las posibilidades y características sonoras del instrumento y también con el

tipo de sonoridad que desea obtener. En algunos casos, deberá dividir y asignar distintas

partes de una frase a diferentes instrumentos.

Como se nota en la definición de melodía, el aspecto rítmico dentro de ella es vital,

así que el arreglista también podrá cambiar o facilitar algunos ritmos. Esto va desde

cambiar alguna figura rítmica hasta cambiar la métrica de la obra, todo con el fin de hacer

la música accesible al nivel de ejecución del instrumentista.

El ritmo dentro de la obra musical no se refiere a la duración de los sonidos, sino a

los patrones que surgen en la música y permiten clasificar la obra. También se conoce

27

como género. En ecured.cu se conoce como los criterios que se utilizan para clasificar una

obra: “Estos criterios pueden ser específicamente musicales, como el ritmo, la

instrumentación, las características armónicas o melódicas o su estructura, y también

basarse en características no musicales, como la región geográfica de origen, el período

histórico, el contexto sociocultural u otros aspectos más amplios de una determinada

cultura”.

El ritmo de las canciones tradicionales está establecido por características de

patrones rítmicos, instrumentación e interpretación. El arreglista se enfocará en los

patrones rítmicos, que sean lo más similares a los que se ejecutan en las zonas originarias

de las obras. La instrumentación no será un factor tan importante, ya que en eso consiste el

mismo arreglo, en adaptar la obra para otro ensamble instrumental.

La escritura musical puede presentar ciertas limitaciones que no permiten describir

fielmente la forma de ejecución o interpretación de una obra, así que el arreglista debe

intentar describirla lo más fielmente posible. Además del patrón rítmico, el arreglista debe

tomar en cuenta cómo se acompaña cada ritmo, cuál es la forma tradicional en la que se

ejecuta el acompañamiento de una melodía, ya sea un acompañamiento armónico, rítmico o

de contrapunto.

En cuanto al contrapunto, Toch (2001) define que es “la presencia simultánea de

dos (o más) voces, o líneas melódicas, como podríamos denominarlas, en movimiento

contrastante”. De estas líneas melódicas, una suele ser la melodía y la otra el contracanto.

Como se explicó anteriormente, lo usual es que el arreglista tenga como materia

prima una melodía y una secuencia de acordes. Aquí es donde se hace relevante el papel

del contrapunto. Tomando la melodía, el arreglista debe crear contracantos, debe saber

dónde añadirlos y cómo componerlos, de forma tal que mantengan la claridad de la

melodía, y la enriquezcan. Los contracantos deben respetar el ritmo de la obra y la forma

tradicional en la que se ejecuta pero, a su vez, debe mostrar la inspiración del arreglista, ya

que es su creación y le otorga valor y originalidad al arreglo.

El otro elemento constitutivo que el arreglista debe dominar es la forma. Según la

página web melómanos.com, la forma hace “referencia a la estructura musical de una

28

obra”. Esto quiere decir que la obra puede tener varias secciones, cada una con diferente

tema; igualmente, estas secciones se pueden repetir iguales o con algunas variaciones.

El arreglista debe analizar la obra y determinar la forma que tiene; así, al realizar su

arreglo, puede decidir si mantiene la misma forma o ejecuta algún cambio. La forma es un

elemento esencial, ya que en la música tradicional se tiene claro la cantidad de veces que se

escucha un tema dentro de una obra.

Como la música tradicional tiene funcionabilidad, cada tema representa una

función, de manera que la estructura de la obra repercute directamente en dicha función; sin

embargo, al ser arreglos musicales, está en las manos del arreglista el mantenerla o variarla.

El trabajo de un arreglista es creador: toma una materia prima y la trasforma, une la

teoría y la creatividad. La inspiración de otro músico se vuelve su inspiración propia y la

moldea según sus conocimientos, su gusto y una finalidad clara.

29

CAPÍTULO II: GÉNEROS Y COMPOSITORES DE MÚSICA

TRADICIONAL COSTARRICENSE

30

Capítulo II: Géneros y compositores de música tradicional costarricense

A continuación se describen los géneros de música tradicional costarricense a los

que pertenecen las obras seleccionadas; luego, una breve reseña bibliográfica sobre cada

compositor y la descripción de su obra escogida. En algunos casos, no se encontró

información específica en libros o páginas web de sus autores ni de sus canciones, a pesar

de que estas son del conocimiento público en Costa Rica.

2.1 Géneros tradicionales costarricenses

Nuestra música costarricense es una mezcla de ritmos que llegaron al país desde

Europa (España) a través de los colonizadores, también de algunas partes de América

(México, Colombia y Panamá) con las migraciones, durante finales del siglo XIX y

principios del siglo XX. Dentro de los más antiguos géneros se encuentra el vals, que se

asienta en la provincia de Cartago, debido a las características de la ciudad.

En la mayoría de los casos, los ritmos se han mezclado, dando origen a nuevas

expresiones musicales, por lo tanto, muchos de estos nuevos géneros tienen esencia

autóctona y han sido bien recibidos en el acontecer histórico de Costa Rica.

A continuación se presenta una breve explicación de los distintos géneros que

forman parte de las obras seleccionadas de este trabajo.

2.1.1 Calipso limonense:

La música calypso es característica del Caribe, sus inicios se dieron en la isla de

Trinidad, país donde se originó este género musical. Años después, siguió evolucionando

bajo las influencias de otros géneros como el reggae, el son cubano, la música jamaiquina y

la salsa puertorriqueña. En el Caribe de Costa Rica, es decir, en la provincia de Limón, se

empieza a escuchar calypso a partir del año 1870, como consecuencia de la llegada de la

etnia negra, proveniente de Jamaica, Barbados y Saint Kitts. Desde entonces, la comunidad

de Limón se ha encargado de apropiarse de este género y hacer del calypso parte de su

música y cultura.

Los cantautores de calypso son llamados calipsonians, que significa persona que

cuenta chismes o rumores, que transmite las noticias y resiste positivamente los problemas

sociales y políticos vividos en los siglos XIX y XX; es por eso que el calypso nace de una

necesidad.

31

Los principales temas de la música calypso son acerca de aspectos sociales que

afecten la integridad de una persona o situaciones presentes en la sociedad de Limón. Estos

temas son tratados bajo un enfoque gracioso, chistoso y de manera positiva.

La música mento es un complemento esencial del calypso limonense. Tiene sus

orígenes en Jamaica, durante el periodo de la historia en que había esclavitud, donde se

creaban cantos con ritmos similares a las herramientas que usaban.

El autor Olive Lewin (2000:104) describe esta música de la siguiente forma:

Las canciones son en tono mayor con frases regulares que permiten la armonización

por acordes primarios. Otros acordes y modulaciones son raramente usados. Sin

embargo, los ritmos pop internacionales y la actual popularidad del reggae con su

pulso regular han venido influenciando al mento. El acento fuerte del compás 4/4

en el cuarto pulso tiende a ser menos pronunciado, aunque los movimientos de las

personas mayores (50 años o más) mantienen la acentuación tradicional aun cuando

bailan el mento actual.

Lo antes citado se asemeja prácticamente a la situación actual del calypso

limonense, ya que posee las mismas características del mento, como la forma de tocar, los

acordes empleados y las nuevas influencias. En Jamaica, también se utiliza una

instrumentación casi idéntica a la de Limón, con banjo, guitarra, maracas, tambores y la

caja de rumba o marímbula, que en Limón fue sustituida por el quijongo o bajo de cajón.

Existen dos personajes claves en la historia del calypso limonense, pues han

evolucionado este género durante sus principios en nuestro país: ellos son Roberto Kirlew,

también conocido como Buda, y Mr. Walter Ferguson, conocido como el Rey del Calypso.

2.1.2 Bolero

El bolero es originario de Europa, fue traído por los españoles y llegó a la isla de

Cuba en el siglo XIX, aproximadamente en 1840, donde obtuvo una gran difusión. El

bolero cubano posee composición musical y elementos rítmicos característicos, que se

asemejan al bolero español solo por su nombre, puesto que el género cubano tiene una

célula rítmica (compás de 4/4) y melodía muy diferentes.

El acompañamiento musical clásico del bolero utiliza guitarras y percusión. Su

temática posee letras románticas, por ende, se expandió a toda clase social.

32

El bolero fue traído a Costa Rica por cantantes que viajaban por Centroamérica,

alrededor de 1920. Entre los compositores nacionales más famosos de bolero, que han

logrado traspasar fronteras, están Ricardo Mora, Orlando Zeledón y Ray Tico.

2.1.3 Aire nacional

El género aire nacional no es tan reconocido en la época actual, puesto que no es

muy utilizado en las obras que han sido más significativas dentro del territorio

costarricense.

Según Meléndez (2011) “es un ritmo muy acompasado, con lejanas reminiscencias

del vals, aunque mucho más lento. La canción más representativa de este género es la

Guaria morada, de Roberto Gutiérrez Vargas y Carlos López (Los Talolingas)”

2.1.4 Danza criolla

Este es uno de los ritmos más antiguos en el país. Jaime Rico (1990), en su libro

Las canciones más bellas de Costa Rica, cita que los mexicanos, cautivados por la dulzura

del ritmo de Habanera, dieron origen a la danza mexicana. Esta danza llegó a Costa Rica y

adquirió una identidad propia e influyó en el gusto de varios países latinoamericanos. Fue

así como surgieron tres de las canciones más representativas del país: Caña dulce y

Auroral, del compositor José Daniel Zúñiga, y Añoranza, del compositor Carlos Gutiérrez.

2.1.5 Tambito

Ritmo de música folklórica y que se considera como el ritmo nacional. Su nombre

fue acuñado por José Ramírez Saizar “en alusión al tambo, tipo de rancho que se construía

en las fincas ganaderas para que los peones durmieran” (Meléndez, 2011)

Su ritmo está escrito en compás de 3/4 o 6/8 sincopado, por lo tanto, lo hace único

en la música nacional. Entre las canciones más representativas de este ritmo están:

Caballito nicoyano, Así es mi tierra y Ticas lindas, del compositor Mario Chacón; y Pasión,

del compositor Pasión Acevedo.

2.1.6 Pasillo

A finales del siglo XIX, Colombia vivió La Guerra de los Mil Días por

problemáticas políticas que provocaron una emigración de colombianos a países vecinos.

33

Fue así como llegaron a Costa Rica muchas familias emigrantes y se asentaron en zonas

como Puntarenas, Guanacaste y Orotina. “Con ellos, llegaron también los pasillos, que

tenían mucha popularidad en aquellos días y que acá inspiraron a muchos costarricenses

para componer música en este ritmo (Rico, 1990:24)”.

Su ritmo se escribe en compás de ¾ y su música se compone en modo menor o

mayor con modulación, en algunos casos. Las letras de los pasillos son de carácter

romántico y nostálgico. El pasillo guanacasteco es interpretado en varios formatos

musicales, en los que se incluye la marimba, tríos de guitarras o una banda.

Entre las canciones más conocidas en este ritmo están: Amor de temporada (Héctor

Zúñiga); Las garzas (anónimo) y He guardado (Arístides Baltodano; Manuel Rodríguez

Caracas).

2.1.7 Vals

Llegó al país durante los siglos XVII y XIX, lo trajeron los colonizadores que llegaron

a América. Fue un género representativo de las clases distinguidas de Cartago y San José.

“Posteriormente, con algunas composiciones del siglo XX adquirió matices propios en

canciones como “De la caña se hace el guaro”: anónima (vals lento)” (Meléndez, 2011).

Otra de las composiciones de vals que se destacan hoy en día es Pampa, de Jesús Bonilla.

2.2 Biografía de compositores y reseña de sus obras

A continuación se presenta una breve reseña bibliográfica de cada uno de los autores

de las obras seleccionadas, y para algunos casos también se presenta la fecha de

composición y algunos datos acerca de la obra.

2.2.1 Rice and beans

Compositor: Rodrigo Alexander Smith

A pesar de que la pieza musical es conocida en el país, no se logró localizar

información de su compositor en ninguna base de datos de las bibliotecas, ni en las páginas

web.

2.2.2. Luna liberiana

Compositor: Jesús Bonilla

34

Jesús Bonilla nació en la provincia de Guanacaste en 1911, y murió en 1999. Fue

un compositor sobresaliente, pues desde los diez años componía en su tierra natal Santa

Cruz. En su adolescencia, se trasladó a San José para comenzar sus estudios musicales.

Más adelante, fue nombrado Director de la Banda de Liberia y de la Banda de

Alajuela. También ejerció como docente en escuelas y colegios de ambas ciudades.

Tuvo una trayectoria musical extraordinaria, al contar con alrededor de 300

composiciones bajo un estilo único, original y variado, al que llamó Típico-descriptivo. En

sus obras están plasmadas muchas de las vivencias de Guanacaste, por lo que trata de las

expresiones culturales más significativas de esta ciudad.

En el año 1937, inspirado en la belleza de las noches de luna de Liberia, compuso su

famoso bolero Luna liberiana, grabado en el año 1958 y popularizado en todo Costa Rica,

al igual que su canción Pampa y el Himno de la Anexión de Guanacaste. Su composición

Pampa, al igual que Luna liberiana, ha sido muy bien recibidas por el público y ambas son

reconocidas fácilmente en cualquier parte de nuestro país. Además, han sido grabadas con

distintos tipos de formatos y agrupaciones, que van desde el piano, a cargo de Manuel

Matarrita, hasta la Orquesta Sinfónica del Conservatorio Castella o el grupo Editus.

2.2.3 La Guaria morada

Compositores: Roberto Gutiérrez Vargas y Carlos López (Los Talolingas)

Roberto Gutiérrez nació el 18 de noviembre de 1911, y murió el 19 de enero de

1985, en Escazú. En 1926 comienza a escribir sus primeras canciones sobre las anécdotas

del colegio o temas cotidianos. Tenía, además, habilidad para confeccionar letreros, que

fue su otra gran profesión. Se casó y tuvo cinco hijos, de los cuales el menor, Luis Roberto,

es músico, folclorista y compositor costarricense.

En 1934 conoce a quien será su amigo Carlos López, un músico y pintor. Junto con

él forman, poco tiempo después, el dúo Los Talolingas. Ambos componen en 1939 el tema

Guaria morada para un concurso que organizó La Fábrica Nacional de Licores, dirigido por

Alberto H. Garnier. Ese mismo año, el 15 de junio de 1939, se declara la Guaria morada

como la Flor Nacional.

Otras composiciones que realizó don Roberto Gutiérrez son: La coyolera, Víbora

viborana, Guacalito, Güi-pipía, Morena linda, Oh Limón, todas dedicadas al costumbrismo

costarricense.

35

2.2.4 El pavo

Compositor: Anónimo

Transcripción: Luis Castillo

Nació en 1961 en Atenas, Alajuela. Realizó sus estudios de composición musical y

guitarra clásica en la Universidad de Costa Rica. Además, es editor e investigador musical.

Como solista, ha brindado conciertos en el medio nacional e internacional.

Recibió grandes reconocimientos a lo largo de su trayectoria, entre ellos, en el año

1984 fue ganador del Premio Nacional en Composición, del Ministerio de Cultura, con su

obra para cuatro marimbas, y en el año 1992 fue el ganador del Segundo Premio del

Concurso de la Canción Criolla Costarricense, con el ciclo de cinco canciones para Canto y

Piano, por el Colegio de Licenciados y Profesores.

Entre sus trabajos destacan: disco compacto de La música más linda de Costa Rica,

Vol. 1 para cuatro guitarras, percusión, marimba, flauta traversa, trompeta y cuarteto de

cuerdas; disco compacto La música más linda de Costa Rica, Vol. 2 para guitarra,

percusión, marimba, flauta traversa, acordeón, coro mixto, violín, mandolina, saxofón,

violonchelo y cuarteto de cuerdas; entre otras grabaciones y composiciones.

2.2.5 El torito

Compositor: Anónimo

Es un tambito guanacasteco muy impregnado en la conciencia cultural de la zona y

del país. Cumple con todas las condiciones que impone el concepto de folclore. Se ha

reproducido en innumerable cantidad de coreografías que representan la cultura sabanera de

la región guanacasteca.

2.2.6 Caballito nicoyano

Compositor: Mario Chacón

Nació en 1911, en San Rafael de Escazú, y murió en el 2002. Comenzó su vida

artística en 1929 formando un conjunto que denominó Los Ídolos Criollos, interpretando

especialmente música colombiana, argentina, chilena y peruana. En esta época compuso su

primera canción, el bolero Boca de Sangre, que llegó a tener mucha popularidad.

En 1934 funda y dirige el conjunto El Cuadro Buenos Aires, con quien emprende

giras exitosas a México, Centroamérica y Cuba. En 1949, el grupo se desintegra y Chacón

36

inicia labores como locutor en Radio Atenea, para luego conformar el destacado trío Los

Ticos, con el cual desarrolló una intensa difusión de la música tradicional costarricense

dentro y fuera del país.

Mario Chacón compuso más de 200 canciones, de las cuales muy pocas han sido

grabadas, pero entre sus más conocidas obras están Así es mi tierra, Mi novia linda, Ticas

lindas, Caballito nicoyano y Guarito e’ caña.

Es de gran satisfacción que aun después de su muerte, sus canciones más

representativas se canten con mucha frecuencia y que, además, formen hoy en día parte del

folclore nacional.

2.2.7 Patriótica costarricense

Compositor: Manuel María Gutiérrez

Nació en 1829, en Heredia, y murió en 1887, en San José. Músico y compositor,

que desde pequeño destacó por su habilidad para ejecutar el violín. Además, fue militar en

la Campaña de 1856, y obtuvo el grado de Capitán del Ejército de la República.

Es el autor de la música del Himno Nacional de Costa Rica, el cual quizás fue su

primera composición. Compuso también la célebre marcha Batalla de Santa Rosa, en 1856.

En 1855, compuso la mazurca titulada La costarricense, compuesta sobre los versos de un

poeta cubano llamado José A. Mendoza, y que hoy conocemos en ritmo de vals como la

Patriótica costarricense.

2.2.8 Soy tico

Compositor: Carlos Guzmán Bermúdez

Nació en 1957 en Desamparados, San José. Es músico, compositor, productor,

arreglista y director musical, y desde muy pequeño canta, toca el piano y la guitarra. Posee

una larga trayectoria en la música popular costarricense, tanto fuera como dentro del país,

por lo que ha sido ganador de grandes reconocimientos como el Premio Nacional de

Música Aquileo Echeverría, en 2008. Es uno de los músicos más acreditados a nivel

nacional y respetado por su grupo Gaviota, en el que trabaja como productor general,

director y tecladista. Con su grupo ha producido más de 18 discos, de los cuales se han

extraído sus grandes éxitos. También realiza trabajos con música sinfónica.

37

Una de sus obras más destacadas lleva por nombre Inspiraciones costarricenses, una

suite que presenta las principales canciones típicas de Costa Rica, y es interpretada y

grabada en disco compacto por la Orquesta Sinfónica Nacional. La obra recopila 17

canciones tradicionales como la Guaria morada, el Burro e’Chilo, Patriótica costarricense,

Caballito nicoyano, Caña dulce, entre otras.

En 1990 funda, junto con los más destacados autores costarricenses, la Asociación

de Compositores y Autores Musicales de Costa Rica (ACAM), en la que ocupa el puesto de

presidente por cinco años.

En 1995, Carlos Guzmán presenta la canción Soy tico. Esta canción define al

costarricense, pues resume los elementos característicos del tico, su forma de ser y sus

costumbres; también menciona el nombre de canciones típicas del repertorio folclórico

costarricense como Luna liberiana, Caballito nicoyano, La Patriótica y Pasión. Soy tico nos

remite, además, al contexto guanacasteco, con sus instrumentos populares, como la guitarra

y la marimba, pero además, recupera las características que representa nuestro país como lo

son la agricultura, la fertilidad de los suelos y la presencia de la lluvia.

2.2.8 No solo hay portal en Belén Compositora: Carmen Antillón

A pesar de que la pieza musical es conocida en el país, no se logró localizar

información de su compositor en ninguna base de datos de las bibliotecas, ni en las páginas

web.

2.2.9 De la caña se hace el guaro

Compositor: Anónimo

Es una canción popular tradicional costarricense, que ha tenido una buena acogida

en el público nacional por su contenido temático, que hace alusión a una costumbre

guanacasteca. Ha sido transcrita e interpretada por artistas nacionales como José Capmany

y Lencho Salazar, pero no se tiene conocimiento de su procedencia ni año de composición,

por ser de autoría anónima.

38

CAPÍTULO III: RECOMENDACIONES METODOLÓGICAS

39

Capítulo III: Recomendaciones metodológicas

Este capítulo trata sobre recomendaciones metodológicas dirigidas al director de

banda elemental, se considera su composición y por qué trabajar en Segundo Ciclo. Se

comenta sobre los instrumentos que pueden formar una banda de vientos de este nivel, sus

características principales como registro y función dentro de la ella. También se ofrecen

consejos de cómo ensayar una banda elemental.

Luego se exponen consideraciones sobre cada una de las obras adaptadas en este

trabajo, en cada una se informa sobre posibles dificultades que se puedan presentar a nivel

rítmico, armónico y melódico. Junto con cada dificultad, se ofrecen soluciones y

estrategias de ensayo para solventarlas y lograr una mejor interpretación de cada obra.

3.1 La banda elemental de Segundo Ciclo y el ensayo

La banda elemental es el ensamble musical conformado por instrumentos de viento

y percusión, en la que sus instrumentistas recién inician el aprendizaje de un instrumento

musical. Es una agrupación con características muy particulares, ya que no solo se trabaja

en ensamblar las obras musicales, como sucede en cualquier banda, sino que se trabaja un

proceso en el que, de la mano de ensamblar la música, se les enseña a los estudiantes a

tocar sus instrumentos. También aprenden a leer música, a ejecutar conceptos musicales y

conocer sobre distintos géneros y sus estilos de interpretación.

Hay que destacar que no solo se desarrollan capacidades musicales, sino que,

igualmente, los estudiantes mejoran aptitudes como puntualidad, constancia y disciplina,

todo esto bajo la guía del director de banda; es decir, formar una banda elemental conlleva

una responsabilidad tanto musical como pedagógica y formativa.

Se trabaja a partir del segundo ciclo, ya que los estudiantes tienen la edad en la que,

por lo general, las personas han desarrollado sus habilidades físicas, motoras y cognitivas

necesarias para aprender a ejecutar un instrumento de viento o percusión.

Antes de los diez años de edad es común que no se tenga la estatura, longitud de

brazos o la capacidad pulmonar necesarias para ejecutar un instrumento de la banda. Con

40

esta edad también ya se ha pasado por un proceso de lectoescritura que sienta las bases para

poder leer música y entender conceptos abstractos necesarios en la ejecución instrumental.

Una banda de vientos puede tener gran variedad de instrumentos de viento y

percusión; para este trabajo se limita su diversidad a los que son más comunes en las

bandas costarricenses y, además, son aptos para ejecutarse por estudiantes de Segundo

Ciclo. Se consideran instrumentos de la banda de vientos de nivel elemental la flauta

traversa, el clarinete, el saxofón alto, el saxofón tenor, la trompeta, el trombón y la

percusión, esta última con instrumentos como el redoblante, el bombo, los bongos, la

campana y el platillo suspendido.

Una de las recomendaciones primordiales que se debe tomar en cuenta es el registro

que los estudiantes pueden alcanzar en sus instrumentos musicales, pues cada uno posee un

registro estándar en el que puede ser sonado, pero depende de los instrumentistas alcanzar

la amplitud de este. Los instrumentos de viento presentan la particularidad de que el

registro es algo complicado de lograr, toma tiempo, dedicación y técnica lograr tocar notas

más agudas o más graves en ellos.

Como recomendación se muestra en este trabajo el registro posible para un

instrumentista elemental. Esta extensión de notas se deberá respetar en los ensayos y en las

obras por tocar, así se cuida la salud del estudiante, se le enseña progresivamente cómo

tocar las notas, y la ejecución de la técnica correcta le permitirá continuar ampliando su

registro.

41

Registro de cada instrumento

Registro según se escribe para cada instrumento Registro real de cada instrumento

Se recomienda que durante los ensayos se sigan algunas instrucciones para el buen

desempeño de la banda. La puntualidad es un factor esencial: los estudiantes deben

entender que llegar justo a tiempo a un ensayo se considera como llegar tarde. Esto se debe

a que el instrumentista debe armar su instrumento, hacer ejercicios de respiración y de

calentamiento. Un instrumentista de banda puntual es el que llega diez minutos antes de la

hora de inicio, de esta forma, al iniciar el ensayo estará completamente listo.

También se hace necesario que los estudiantes se acostumbren a guardar silencio sin

que el director lo pida o alce la voz. Para iniciar el ensayo, el director solamente deberá

42

pararse frente a la banda y levantar su mano o la batuta para dirigir. Los estudiantes deben

acostumbrarse a estar listos, y deben tener claro que esta indicación se acata

inmediatamente, guardando silencio.

Se recomienda iniciar cada ensayo con ejercicios de respiración, pues se debe tener

presente que el elemento principal para tocar un instrumento de viento es el control de la

respiración y el soplo.

Los ejercicios de respiración pueden dividirse en varias categorías: para mantener

un flujo constante del aire, se puede inhalar durante cuatro segundos y exhalar durante otros

cuatro segundos, manteniendo el aire siempre en movimiento. Para ampliar la capacidad

pulmonar, se puede inhalar durante seis segundos, mantener el aire dentro por otros seis

segundos y luego exhalar hasta sacar todo el aire del cuerpo. Para tener un impulso estable

y fuerte del aire, se puede poner una hoja de papel en la pared, y los estudiantes deben

mantener la hoja en la pared únicamente soplando de forma rápida y constante.

Luego se debe aplicar la respiración para tocar el instrumento. Se recomienda tocar

escalas a un tiempo lento, cuatro tiempos por nota. De esta manera, la forma correcta de

respirar se lleva a la práctica en el instrumento. Se puede aprovechar el tocar escalas para

trabajar afinación.

Es necesario tocar escalas en distintos ritmos para trabajar la articulación. Esta debe

ser precisa y clara, pero suave y constante. Un ejercicio adecuado es tocar la escala de Si

bemol Mayor. Cada nota se toca durante tres compases completos, y cada compás tiene

una figura rítmica diferente, según el siguiente ejemplo:

También se recomienda realizar ejercicios de afinación, ejecutar obras en canon,

formar acordes mayores y acordes menores. Esta costumbre irá desarrollando el oído de

los estudiantes y mejorará su ejecución musical.

La disciplina es muy importante a la hora del ensayo, y el director debe ser enfático

en estos aspectos. Los estudiantes se deben acostumbrar a que cuando el director se

43

detiene, ellos deben detenerse igualmente; también, que cuando el director trabaja con

algún músico o sección en particular, los demás deben esperar en silencio. Todo esto

facilitará el trabajo de formar una banda elemental.

Al tratarse de música tradicional, su interpretación no depende de un seguimiento de

reglas académicas musicales, los arreglos pretenden describir fielmente la forma de

ejecución; sin embargo, es aconsejable la audición de las obras originales para tener una

idea más clara de la interpretación.

3.2 Recomendaciones metodológicas por obra

3.2.1 Rice and beans

Ritmo

La lectura de los ritmos sincopados puede llegar a complicarse para el estudiante.

Es recomendable memorizar los ritmos de oído, trabajar su estudio toda la banda junta

reconociendo las células rítmicas, cantando y ejecutándolas de oído.

Luego se puede explicar con dos compases de corcheas. Se cantan de esa forma.

Luego se van uniendo y quitado corcheas poco a poco, cada vez cantando, alterando el

ritmo hasta llegar a los patrones rítmicos de la obra, según el siguiente ejemplo:

El arreglo está hecho de forma que muchos instrumentos llevan el mismo ritmo, o

muy parecido, en muchas partes de la obra. Esto permite que todos puedan ejecutar ritmos

sincopados juntos. De esta forma se logra correctamente la ejecución rítmica de la obra.

Los estudiantes deben tener claro cuándo no tienen el mismo ritmo que sus compañeros,

especialmente cuándo es similar, pero no igual. De esta forma pueden conocer cuáles son

las diferencias, y no tratar de tocar el mismo ritmo que escuchan a los demás.

Un ejemplo de esto se presenta a menudo entre el trombón y las maracas. La

aclaración de la diferencia rítmica se hace esencial para que, especialmente el trombón, no

trate de ejecutar el ritmo del otro instrumento.

44

La versión que se utilizó de esta obra, editada por David Juárez Rojas, presenta

anacrusas en muchas frases, debido a que la melodía se mantiene rítmicamente similar; al

agregar las anacrusas, se varía un poco el tema y deja de ser monótono. Para el arreglo del

presente trabajo, se eliminan algunas anacrusas de frase, de esta manera se logran mantener

simples los ritmos y las frases, esto porque es esencial que el estudiante tenga confianza y

sienta comodidad en los ritmos que ejecuta.

Al inicio de la obra, la percusión presenta un ritmo sencillo que debe ser muy bien

acoplado, ya que será la base para toda la obra. Se debe trabajar solo bombo y bongos

juntos; luego se agrega la campana, según el siguiente ejemplo:

Armonía

Para la obra se seleccionó la tonalidad de Fa Mayor, esto permite mantener las

líneas melódicas dentro del registro cómodo para cada instrumento. La cantidad de

bemoles es muy accesible para los estudiantes: se presenta un bemol para los instrumentos

que no transponen; para los de si bemol, su tonalidad presenta un solo sostenido; para el

saxofón, la tonalidad presenta solamente dos sostenidos.

45

El arreglo tiene muchos bloques rítmicos armonizados en acordes mayores. Se debe

trabajar la afinación y el balance del acorde mayor durante el ensayo de banda, una manera

de hacerlo es ir construyendo los acordes de forma consecutiva.

Algún instrumento debe tocar la tónica, se mantiene la ejecución de esta primera

nota de forma larga y constante, creando una base armónica. Seguidamente, otro

instrumento ejecuta la quinta del acorde. Se debe mantener el intervalo y revisar la

afinación. Por último, otro instrumento ejecuta la tercera del acorde. Por lo general, esta es

la nota que presenta más dificultad para afinar, por lo tanto, el director debe prestar especial

atención a esta última nota.

Esto se realiza de forma consecutiva y no simultánea, así se ayuda a que el

intérprete desarrolle el oído armónico y distinga su posición armónica dentro de un acorde a

la hora de ejecutar. Se recomienda que se cambie cada vez el instrumento que ejecuta la

tónica, la quinta y la tercera, esto también provoca inversiones del acorde.

46

Melodía

La melodía de la obra es muy rítmica y debe trabajarse siempre escuchando la

percusión. El clarinete posee líneas melódicas en el registro grave, el cual debe trabajarse

previamente, sin embargo, no debería presentar dificultad.

En compás 38 se utiliza un calderón en el primero y segundo pulso del compás, esto

se utiliza para dar el efecto de clímax melódico, y el director le da la prolongación que

considere necesaria. Luego se retoma la melodía en el tercer pulso. Por esto se debe

explicar cómo se cierra el calderón y el gesto que el director marca para retomar la

ejecución.

3.2.2 Luna liberiana

Ritmo

Es importante realizar ejercicios rítmicos con toda la banda, en especial con los que

llevan el acompañamiento en la parte de tonalidad Mayor en compás 34, empezar con un

compás completo en corcheas e ir eliminando las que no corresponden, hasta llegar al ritmo

del acompañamiento

En esta misma sección se debe aclarar que en los silencios de este acompañamiento,

algunos instrumentos sí llevan notas, es decir, mientras unos hacen el silencio, otros tocan.

Esta aclaración les da a los intérpretes la confianza de tocar su parte como está escrita,

aunque sea diferente a la de otros instrumentos.

Se recomienda trabajar un poco de técnica de las maracas y los bongoes con los

percusionistas, ya que puede ser que no estén acostumbrados a tocar estos instrumentos; por

lo tanto, la forma correcta de tomar el instrumento y hacerlo sonar debe ser explicada

previamente.

47

Armonía

Buscar una tonalidad que se adecue al registro posible de los músicos es complicado

por el salto de octava al principio de la obra. Se selecciona re menor como tonalidad, y el

registro agudo de los instrumentos debe ser trabajado para poder llegar a dichas notas.

Originalmente, la obra modula de una tonalidad menor a su paralela mayor; esto es

muy complicado, ya que al pasar a la tonalidad mayor cambia por completo la cantidad de

alteraciones e incluso puede cambiar de tener SOSTENIDOS # a tener BEMOLES .

Esto se considera de un nivel técnico superior al que se puede pedir, por este motivo, la

modulación se realizó a la relativa mayor y no a la paralela, de forma que se mantengan las

mismas alteraciones en la obra.

Melodía

La melodía de la obra se compone de frases largas legato, por eso se debe explicar

cómo se pretende que suene cada frase, manteniendo el sonido y la intención de la frase,

minimizando la cantidad de respiraciones.

Varias frases presentan una intención anacrúsica. Se debe trabajar con el estudiante

la intención de la anacrusa. Las notas de la anacrusa, antes del primer pulso del siguiente

compás, deben llevar la melodía con fuerte intención hacia el próximo primer pulso.

La melodía del compás 9 es complicada para el clarinete, ya que el salto de Si4 a Si

5 es técnicamente un reto grande; sin embargo, la solución es tocar el Si5 en posición

auxiliar, esto permite tocar correctamente la melodía. La advertencia debe ser cuidar la

afinación en esta posición auxiliar.

A lo largo de la obra existen cromatismos en varios instrumentos, al igual que notas

que no es usual ejecutar en este nivel. Esto no será un inconveniente, pero sí es necesario

sacar el tiempo para explicar y practicar con cada familia de instrumentos dichos

movimientos cromáticos o notas alteradas. Por ejemplo, en compás 17, el trombón presenta

un DO #, el saxofón tenor un RE #, el saxofón alto un LA # y el clarinete un RE #. Todas

estas notas pueden ser nuevas o presentar dificultad para el estudiante, pero con el debido

48

trabajo se puede resolver. También en compás 43 se encuentran pasajes cromáticos en la

flauta, el clarinete y el saxofón alto.

En la sección en tonalidad mayor de la obra, la melodía se fragmenta y otorga a

distintos instrumentos debido a que la melodía cubre un registro amplio. Se debe asegurar

que se mantenga la línea melódica.

3.2.3 La Guaria morada

Ritmo

Algunas versiones de la obra se encuentran en una métrica de 6/8; sin embargo, la

métrica de 3/4 es más apropiada para el nivel técnico de primaria. A esto se le agrega el

hecho de que el patrón rítmico de aire nacional se escribe en 3/4, respaldando la decisión de

realizar el arreglo en esta métrica.

Se recomienda realizar ejercicios en los que se trabaje la anacrusa de una corchea.

Se puede preparar este ritmo con dos corcheas de anacrusa, y luego cambiar la primera

corchea por un silencio de corchea diciendo “y”, esto marcará la diferencia en la ejecución

de la obra, ya que en múltiples ocasiones se encuentra este ritmo.

En B se encuentra un factor de riesgo que es el ritardando. Se debe explicar

previamente el concepto, luego realizar ejercicios con las palmas, percusión corporal y

ejecutando el instrumento en negras con una sola nota. De esta forma el estudiante

interioriza el cambio en la velocidad del ritardando.

Armonía

Se cambia el tono original de Sol Mayor a Sib Mayor, que se adecua a las

posibilidades técnicas de los instrumentistas, debido a que la melodía se mueve alrededor

de la mitad de la escala, incluso iniciando en la quinta nota, por lo que es más funcional

transportar a Sib Mayor; así la melodía queda en el registro medio del instrumento.

49

Armónicamente es importante trabajar el afinamiento de los acordes mayores con

7ma. En la sección B todos empiezan al unísono y un compás después se abre la armonía

distribuyendo las voces; al hacer esto, el instrumentista tiende a quedar desafinado, así que

se recomienda hacer ejercicios previos en ensayo, tocando al unísono y luego cada

instrumento toca una nota del acorde. Se selecciona un instrumento que cambie su nota a la

sétima del acorde, según el siguiente ejemplo:

Melodía

Una parte que puede complicarse para el instrumentista es el tocar arpegios. Es

recomendable que se ejecuten arpegios de los acordes que ya dominen, empezando

despacio y aumentando la velocidad.

Los arpegios pueden ser una forma de desarrollar el oído, tanto melódico como

armónico. El siguiente ejercicio se deberá realizar cantado, así el estudiante logra afinar

correctamente los intervalos, y luego lo podrá ejecutar en su instrumento.

50

Durante la melodía en letra A, el trombón repite la misma nota varias veces; por lo

general, esto lleva a que no se entienda bien el ritmo, o a que se ejecuten las notas

demasiado corto. Se debe tener cuidado de que el ritmo se ejecute de forma clara, pero

siempre conectado.

El director debe tener la precaución de explicar la función de la indicación fine,

debe marcar bien el cierre del calderón en compás 36, aclarándole a la percusión por qué

su calderón se encuentra en otro pulso diferente al del resto de la banda.

3.2.4 El pavo

Ritmo

Para este arreglo se realizó una simplificación rítmica en relación con la versión

utilizada como original. Se cambia la anacrusa de la frase original, que es un silencio de

corchea y dos corcheas en tresillo, se cambia a silencio de corchea y corchea. Esto facilita

la ejecución de los estudiantes.

51

Es indispensable realizar ejercicios rítmicos para que se entienda la diferencia entre

el tresillo de corchea y dos corcheas. Primero, los estudiantes repiten ecos rítmicos de

forma auditiva, luego se cantan los mismos ejercicios, leyéndolos. El docente explica la

teoría del tresillo y luego se repite la vocalización de los ejercicios leyendo el ritmo.

Una dificultad rítmica importante es el cambio de métrica a 6/8. Es importante

preparar a los estudiantes antes de entregar la canción; sin embargo, el cambio de métrica

se vuelve más sencillo al entender los tresillos de corchea en la métrica de la primera parte.

Por eso, el último compás antes de B, el redoblante mantiene los tresillos para facilitar el

cambio de métrica.

Armonía

Se cambia el tono original de Sol Mayor a Fa Mayor. Esta tonalidad se adecua a las

posibilidades técnicas de los instrumentistas.

El movimiento contrario es una herramienta utilizada para armonizar el arreglo. Se

debe tener cuidado de ensayar la afinación de cada movimiento por aparte y en conjunto.

52

Melodía

El saxofón tenor tiene una doble función en la pieza: a veces funciona como bajo

armónico, a veces lleva la melodía. Esto causa que el registro que debe dominar el

saxofonista sea bastante amplio, por lo que él debe prepararse bien para ampliar su registro

y lograr uniformidad.

La trompeta presenta un registro grave en algunas partes de su ejecución, sin

embargo, este registro es accesible, lo cual se debe prever para que el trompetista logre

darle proyección a su sonido en el registro grave.

El bajo melódico, conformado por el trombón y el saxofón tenor, ejecuta

mayormente negras. El acompañamiento rítmico de la percusión mantiene el ritmo de

danza criolla. Se deben ensayar estos instrumentos para que calcen de forma precisa en el

ritmo.

53

3.2.5 El torito

Ritmo

La métrica de 6/8 es un concepto que puede presentar algunas dificultades. Lo ideal

es hacer ejercicios de solfeo cantando en una métrica de 6/8, contando a seis pulsos por

compás. Luego se cantan los mismos ejercicios, pero contando a dos pulsos por compás.

También puede presentar dificultad ejecutar tres negras en un compás con una

métrica de 6/8. Lo ideal es que se aprenda el ritmo de oído, marcando el pulso solamente

en el tiempo del compás y luego, manteniendo el ritmo, se marcan ambos pulsos del

compás.

Otra recomendación es que se trabaje el ritmo de negra corchea corchea negra. Este

ritmo se presenta en todos los instrumentos, menos en el trombón, tanto en la melodía como

en el acompañamiento. Se aconseja que el ritmo se calce con las palabras “el torito”, de

forma que es más sencillo, para el instrumentista, ejecutar correctamente el ritmo.

a 6 a 2

a 6 a 2

54

Armonía

La tonalidad del arreglo es Sol Mayor, es una tonalidad que se ajusta al registro

cómodo de los instrumentos. Tiene pocas alteraciones, lo que permite una correcta

interpretación. Debe enfatizarse ante los estudiantes que la tonalidad no tiene ningún

bemol.

En compás 5, ambos saxofones llevan la melodía con una segunda voz. Debe

trabajarse el balance en esa sección, de forma que ningún instrumento sobresalga y, en

especial, debe trabajarse la afinación armónica para que los intervalos se mantengan

correctos.

En compás 16, la trompeta, el clarinete y la flauta llevan la melodía a octavas, esto

les permite a los estudiantes escuchar los otros instrumentos e identificar con quiénes llevan

la melodía. Es recomendable trabajar el pasaje solo con estos instrumentos, despacio, para

que la afinación de las octavas sea correcta.

Melodía

La obra presenta un registro amplio en instrumentos como la flauta, el clarinete y la

trompeta. Se debe tener la precaución de que los instrumentistas dominen el registro, sin

embargo, también se puede optar por subir o bajar octavas a las secciones que presentan

dificultad. Esto se permite, ya que el arreglo está compuesto con la melodía doblada, de

forma que no se pierde por cambiar la octava en algún instrumento.

Se recomienda practicar la partitura de cada instrumento por sección, acompañados

con el ritmo de la percusión, de esta forma se logra calzar los ritmos de la melodía con el

acompañamiento rítmico.

55

Se debe prestar especial atención cuando la melodía tiene el ritmo silencio de negra

y dos negras en cada compás.

3.2.6 Patriótica costarricense

Ritmo

Un ritmo que se encuentra siempre presente en la obra es la negra con punto y

corchea. Se recomienda explicar este ritmo ligando la negra del primer pulso a la primera

corchea del segundo pulso, de la siguiente forma:

Nótese que en el segundo compás, la primera corchea pierde la letra T. De esta

forma el estudiante entiende que la corchea sigue sonando, pero no se articula. Para el

tercer compás, aparece la negra con punto y en su articulación aparecen dos letras AA, para

que se mantenga sonando un tiempo y medio.

56

Otro caso en el que se debe tener cuidado con la negra con punto es cuando la

melodía presenta ese ritmo, pero el acompañamiento tiene una negra, de la siguiente

manera:

Se observa cómo, en el tercer pulso, la melodía debe mantener la negra con pulso,

pero justo ahí el acompañamiento tiene una negra. Esto se debe dejar muy claro a los

estudiantes para que lo ejecuten correctamente y no traten de tocar el mismo ritmo de sus

compañeros.

Un elemento muy importante en el acompañamiento rítmico es el redoble en el

platillo suspendido. Este se presenta en compases 17 y 21. Se recomienda ejecutar el

redoble con bolillos de cabeza suave. Se debe orientar al estudiante a que inicie el redoble

muy piano y mantenga el crescendo hasta el primer pulso del siguiente compás, de esta

forma se crea el efecto deseado.

Armonía

La escogencia de la tonalidad se basa en la comodidad a la hora de ejecutar, es una

obra andante, con notas largas y registros amplios, así que se prefiere una tonalidad que no

añada dificultad a la interpretación.

57

En los compases 9, 10, 11 y 12 se presentan notas fuera de la tonalidad en casi todos

los instrumentos. No debería de presentar mayor dificultad. El director debe cerciorarse de

aclarar esas notas a los estudiantes, y que estos conozcan la digitación correcta.

Melodía

En el tema del inicio, el clarinete interpreta un contracanto, este debe sobresalir

cuando la melodía lleve notas largas. Es vital poner atención a esto y que sea ejecutado

correctamente, sobresaliendo solamente cuando la melodía mantiene una nota.

Particularmente, la flauta presenta un registro agudo. Se debe considerar el nivel de

los instrumentistas cuando se vaya a ejecutar esta obra. No es recomendable bajar una

octava, ya que se perdería la melodía.

58

Se debe trabajar con los estudiantes el control del aire, porque la obra presenta

frases largas, que se deben tocar completas en una sola respiración. Además, la intención y

la línea melódica deben ser claras en la ejecución de los estudiantes.

3.2.7 Soy tico

Ritmo

Un ritmo que se presenta constantemente en la obra es el de cuatro corcheas, con las

dos corcheas del medio ligadas. Este ritmo se debe practicar con anterioridad. Se

recomienda usar el siguiente ejercicio:

Armonía

La versión original de la obra se encuentra en la tonalidad de RE menor. Este

arreglo se decidió mantenerlo en la misma tonalidad, ya que presenta facilidad para los

instrumentistas. Es recomendable realizar ejercicios en los que toda la banda toque un

acorde mayor y luego pase a menor.

La tonalidad menor no es tan utilizada en el repertorio de banda y debe ser algo que

se trabaje con la banda para que se acostumbren a la sonoridad de la escala y el acorde

menor. Dos ejercicios que ayudan con este fin son los siguientes:

59

Melodía

La introducción se divide en dos tríos: el primero, del compás 1 al 9 y formado por

flauta y saxofones; la flauta ejecuta la melodía; el segundo, del compás 10 al 17 y formado

por clarinete, trompeta y trombón. En este, la melodía la ejecuta la trompeta. Esto se

realizó así buscando dos sonoridades específicas. Se debe tener el cuidado de que los

instrumentos acompañantes no se superpongan a la melodía, especialmente con la flauta.

Esta arreglo se puede utilizar con un concierto solista, porque desde el compás 17

hasta el 61, la melodía la ejecuta el saxofón, junto a un acompañamiento ligero. En otras

secciones de la obra, el saxofón también es protagonista. Si el director lo desea, puede

permitir que el saxofonista sea instrumento solista y toque frente al ensamble.

60

3.2.8 Caballito nicoyano

Ritmo

El ritmo en el redoblante debe ser estudiado previamente. La dificultad técnica que

presenta es el redoble en la negra al final de cada compás, que se puede abordar utilizando

un método de redoblante.

Se recomienda hacer énfasis en ensayar cómo calzar el ritmo de tres negras en un

compás con métrica de 6/8. Se aconseja ensayar juntos, todos los instrumentos que llevan

tres negras por compás, y por aparte, los que llevan otros ritmos, luego unir ambos grupos

para hacer calzar el ritmo. Se puede realizar el siguiente ejercicio para entender el ritmo en

la métrica de la obra:

Se puede explicar que el ritmo de tambito negra corchea corchea negra se puede

calzar con las palabras “el tambito”, al igual que se hace en el torito, de esa forma se puede

entender mejor el ritmo.

Armonía

Una tonalidad que se adecua correctamente a las exigencias de la obra es LA

MENOR. Esta tonalidad, en apariencia sencilla, puede presentar dificultades a los

instrumentistas debido a la costumbre de tocar en la tonalidad de Si Bemol Mayor, lo cual

61

implica el estudio previo de las notas y posiciones correspondientes a la tonalidad de La

Menor y sus respectivas tonalidades para los instrumentos transpositores.

A partir del compás 30 se presenta una modulación inexistente en la obra.

Originalmente, la pieza cambia de una tonalidad menor a su paralela mayor, lo que implica

un aumento en las alteraciones de la obra. Para el nivel de los estudiantes no es

recomendable utilizar la tonalidad de LA MAYOR, que sería la tonalidad correspondiente,

debido a la cantidad de sostenidos que presenta, por esta razón, se realiza una modulación a

la tonalidad relativa mayor de la tonalidad inicial, pasando así a DO MAYOR.

El mismo proceso se da en forma inversa en el compás 49, pasando de DO MAYOR

a LA MENOR.

Melodía

La melodía se divide en el compás 25 y se asigna a la flauta, ya que el clarinete no

tiene un registro tan amplio, por eso se debe enfatizar en la flauta, que a partir de allí lleva

melodía y debe sobresalir.

En compás 33, se decidió asignar la melodía al trombón de forma solista. Este

instrumento, por lo general se utiliza como bajo, así que se debe trabajar para que logre

ejecutar la melodía de forma cantábile y sobresaliendo. El acompañamiento de esa sección

es sencillo, sin embargo, se debe enfatizar en contar correctamente y aclarar que cada

instrumento toca su nota un pulso después del instrumento anterior y no al mismo tiempo.

3.2.9 No solo hay Portal en Belén

Ritmo

En el tema B, el redoblante presenta un ritmo que puede ser difícil de ejecutar.

Consta de cuatro corcheas y una negra con redoble en el tercer pulso. El director debe

trabajar con el percusionista para que el ritmo sea ejecutado de forma correcta,

particularmente el redoble y la entrada al siguiente compás.

La melodía de B presenta repetidamente la anacrusa de una corchea. Este ritmo se

puede trabajar con el siguiente ejercicio.

62

En las frases en las que participa el bombo se puede observar que en el segundo y

tercer pulso de cada compás, las negras tienen una cabeza de nota diferente, con forma de x

. Esto quiere decir que se golpea el aro del bombo con la parte de madera del

mazo.

Armonía

La tonalidad más utilizada en las obras para banda elemental es SI bemol Mayor.

Esta obra no es la excepción, pues esta tonalidad se ajusta muy bien a las posibilidades

técnicas de un ejecutante principiante de instrumentos de viento.

A partir del compás 38, el trombón lleva la melodía como solista. Es prudente que

el trombonista cambie la forma de ejecutar, usualmente como instrumento acompañante, e

interprete esta sección como solista, de forma melodiosa.

Melodía

Esta obra consta principalmente de dos temas: el tema A es calmo y melodioso; el

tema B es enérgico y más rítmico. Esto se logra con la instrumentación y acompañamiento

de cada tema, aun cuando ambos son a la misma velocidad. El director debe asegurarse de

que a la hora de interpretar cada tema, se marque significativamente la diferencia entre

ambos.

Cuando la obra presenta el tema calmo y se repite la misma nota consecutivamente,

el intérprete tiende a no ejecutar los ritmos claramente, es decir, a veces no suena el ritmo

claro en las partes donde se toca la misma nota varias veces seguidas. El director debe

asegurarse de que el tema sea melodioso y cantabile, e igualmente, que los ritmos se

entiendan claramente.

63

3.2.10 De la caña se hace el guaro

Ritmo

En el segundo pulso de compás 10 se presenta un calderón. El director debe

explicar a los estudiantes el gesto que utilizará para cerrar el calderón, y aún más

importante, el gesto que utilizará para tocar la siguiente nota. Se recomienda que después

de cerrar el calderón, se vuelva a marcar el segundo pulso para ejecutar la segunda mitad

del tercer pulso.

Al final del compás 12 encontramos un silencio de corchea para toda la banda, y

esta debe ser capaz de sonar este silencio. Se requiere de una advertencia previa sobre su

ejecución a los estudiantes.

En letra A se presenta un cambio de velocidad. La recomendación es que los

estudiantes escuchen versiones de la canción original, también que la canten antes de

tocarla. A la hora de interpretar el arreglo con la banda, será más sencillo y natural si la

conocen y pueden tocar este cambio de velocidad de oído. Es imprescindible, además,

formar en los estudiantes la costumbre de ver al director, especialmente en este tipo de

cambios drásticos en la música.

En compás 38 se regresa al tempo inicial. Se recomienda que en compás 37, el

director deje de conducir, inmediatamente marque un compás por nada, para señalar el

nuevo pulso, y los músicos reinicien su ejecución en compás 38.

Armonía

Se seleccionó la tonalidad de Mi bemol mayor. Una razón es la que orienta esta

selección: la mayoría de las obras de cimarrona se ejecutan, tradicionalmente, en Mi Bemol

mayor, esta tonalidad se escucha en gran cantidad de obras ejecutadas en cimarrona. El

arreglo de “De la caña se hace el guaro” pretende tener un aire de fiesta, de música

tradicional, de cimarrona, de ahí que se utilice esa tonalidad para este arreglo.

64

Melodía

La obra presenta mayormente una melodía simple, muy rítmica y estable. La única

recomendación es asegurarse de mantener el tempo, que este no se atrase con la repetición

de ritmos.

En letra A cambia la melodía, esta es ejecutada por el saxofón alto. Se debe trabajar

de forma individual con el instrumentista para que su ejecución tenga un acento melódico

de un pulso por compás, lo que popularmente se dice ‘que se sienta en uno’. Esto también

se dará naturalmente por el cambio en la velocidad.

65

CAPÍTULO IV: ADAPTACIONES MUSICALES

66

Este capítulo consiste en los arreglos ya creados por el investigador. Se toma todo

lo considerado en capítulos anteriores y se compone un arreglo para el nivel de bandas de

vientos de Segundo Ciclo de cada una de las obras de música tradicional costarricense

seleccionadas. A continuación se presentan las partituras del director de banda.

67

68

69

70

71

72

73

74

75

76

77

78

79

80

81

82

83

84

85

86

87

88

89

90

91

92

93

94

95

96

97

98

99

100

101

102

103

104

105

106

107

108

109

110

111

112

113

114

115

116

117

118

119

120

121

122

123

124

125

126

127

128

129

130

131

132

133

134

135

136

137

138

139

140

141

142

143

144

145

146

147

148

149

150

151

152

153

154

155

156

157

158

159

160

161

162

163

164

165

166

167

168

169

170

171

172

173

174

CAPÍTULO V. CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES

175

CAPÍTULO V. CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES

5.1 Conclusiones

Este trabajo, al haberse enfocado en la creación de adaptaciones de música tradicional

costarricense para el nivel de bandas de vientos de Segundo Ciclo, permite concluir lo

siguiente:

En relación con la variable n.° 1, composiciones de música tradicional costarricense,

se concluye que las composiciones escogidas presentan gran relevancia dentro de la música

tradicional costarricense. Son autóctonas de las regiones a las cuales pertenecen y son

emblema de un ritmo tradicional de Costa Rica.

Los compositores que crearon las obras seleccionadas son de los más destacados

autores de la música costarricense, han tenido una trayectoria musical muy amplia, y han

sido reconocidos tanto a nivel nacional como internacional.

Los géneros musicales que se consideran propios de Costa Rica presentan gran

influencia de otros países tanto centroamericanos como suramericanos y europeos. E estos

se mezclan entre sí, dando origen a una nueva expresión musical que se puede llamar

propia.

Algunas obras seleccionadas carecen de información referente a su año de

composición, de su compositor o de las características de la obra, aun cuando son muy

significativas dentro del repertorio que caracteriza una región geográfica.

En relación con la variable n.° 2, metodología de trabajo de banda elemental, se

concluye que la banda elemental es un ensamble que ofrece grandes beneficios para sus

integrantes. En ella se pueden desenvolver tanto habilidades musicales como actitudes

personales beneficiosas para el desarrollo integral de los estudiantes.

Para trabajar con una banda de segundo ciclo se deben conocer ampliamente las

posibilidades técnicas y limitaciones de los instrumentistas. Este conocimiento permite

sacar el máximo provecho a la ejecución musical.

176

El trabajo previo del director de banda es esencial, su conocimiento de la obra y

preparación para el ensayo impactará grandemente en el resultado final de la interpretación,

pero también en la perspectiva de los estudiantes hacia la música.

Cada obra seleccionada posee sus particularidades, se debe estudiar con cuidado antes

de ser entregada a los miembros de la banda e iniciar los ensayos. El nivel de detalle y

previsión con el que se estudie una composición facilitará el trabajo de ensayo, haciéndolo

más efectivo.

En relación con la variable n.° 3, arreglos musicales, se concluye que cada obra tiene

características muy singulares. Es necesario el estudio profundo de cada composición y de

su género, analizar su armonía para distribuirla de la forma más adecuada entre los

instrumentos, incluso, si se debe cambiar la tonalidad original o realizar alguna modulación

durante la obra; analizar su melodía para decidir a qué instrumento asignarla y de qué

forma, si se comparte la melodía entre varios instrumentos, creando una sonoridad en

particular, o si se divide y reparte según las posibilidades instrumentales. Analizar su

ritmo, para respetar que la composición se asimile a su versión original, aun cuando se

simplifique y modifique para el nivel técnico con el que se espera trabajar, pensar y

establecer los acompañamientos que generen una sonoridad similar a la original, pero

propia de la banda.

La creatividad del arreglista es primordial: por lo general, trabaja con una melodía y

una secuencia armónica, todo el trabajo restante parte de su ingenio y de su conocimiento.

El arreglista debe respetar los elementos propios de cada obra, pero imprimiendo en la

composición su propia inspiración.

A manera de conclusión general, observamos que la música tradicional costarricense

tiene grandes riquezas melódicas, armónicas y rítmicas. También ofrece un patrimonio

cultural y social muy importante y digno de ser rescatado. La banda de vientos es un

vehículo excelente para la comunicación de estas obras, así que se hace necesaria la

creación de arreglos de este tipo de música para conservar y comunicar nuestra tradición

musical.

177

5.2 Recomendaciones

El Ministerio de Educación Pública podría ayudar a difundir este tipo de

investigaciones. Dentro de sus iniciativas ya se encuentra la de promocionar la música

tradicional costarricense. Este trabajo puede incluirse en esa línea y, además, ser muy útil

para directores de banda, tanto en primaria como secundaria.

A los directores de escuelas y colegios se les insta a apoyar proyectos de rescate y

promoción de las tradiciones costarricenses. Un gran apoyo sería el financiar los proyectos

de banda en los cuales se puede utilizar la serie de arreglos y recomendaciones que esta

investigación propone.

Los investigadores podrían encontrar muy provechoso ampliar la biografía de muchos

compositores, conocer más sobre su vida y su trabajo, integrando estos conocimientos al

currículo de la enseñanza en Costa Rica. También se recomienda el estudio biográfico de

los compositores de los cuales no se encontró información.

Se recomienda a los profesores de música, directores de banda y a la población en

general, promocionar la música tradicional costarricense, utilizarla no solo en actividades

tradicionales, sino en gran variedad de eventos sociales para mantenerla viva en la

comunidad.

Igualmente provechoso sería el análisis detallado de los ritmos o géneros musicales

costarricenses, con el fin de detallar sus características musicales y facilitar la composición

musical en esos ritmos.

Se les exhorta a los directores de banda a utilizar las recomendaciones metodológicas

incluidas en este trabajo, ya que estas han probado excelentes resultados a corto, mediano y

largo plazo en el desempeño de las bandas elementales, pero no quedarse solo con estas

recomendaciones, sino hacerlas propias y modificarlas a las particularidades de los

ensambles que tengan a cargo.

Se le recomienda al director de banda realizar un análisis similar al presente en este

trabajo con cada obra que se preste a montar con su agrupación.

178

Se insta a cualquier músico que vaya a componer un arreglo musical, a realizar un

trabajo previo exhaustivo, esto le permitirá ser fiel a la obra, al mismo tiempo que deja su

huella en la composición.

179

BIBLIOGRAFÍA

Astruells Moreno, S. (2016). Las bandas de música: desde sus orígenes hasta nuestros

días. Disponible en: http://orfeoed.com/melomano/2012/articulos/especiales/las-

bandas-de-musica-desde-sus-origenes-hasta-nuestros-dias/ [Visitado el 25 de

enero de 2016].

Balluerka Lasa, N. y Vergara Iraeta, A. (2002). Diseños de investigación experimental

en psicología. Madrid, España: Perason Educación.

Barquero, Z. (2016). Jesús Bonilla Chavarría | Archivo Histórico Musical. Archivomusical.ucr.ac.cr. Disponible en: http://archivomusical.ucr.ac.cr/catalogo/autores/jesus-bonilla-chavarria [Visitado el 7 de febrero de 2016].

Barrera, R. El Folclore en la Educación. AÑO PARECE QUE ES 1997. (2ª ed.).

Buenos Aires, Argentina: Ediciones Colihue S. R. L.

Bogantes, L. (2001). Propuesta para la utilización del tiempo libre del estudiante de

secundaria en bandas de instrumentos de viento. (Tesis para optar al título de

Licenciatura en nombre de la carrera). Universidad Nacional. San José, Costa

Rica. OJO

Campos, S. (2002). Técnicas de ensayo seleccionadas para directores (as) de bandas

universitarias (Licenciatura). Universidad de Costa Rica.

Castillo, L. (2004). La música más linda de Costa Rica. San José, Costa Rica: Editorial Dos Cercas.

Cortázar, A. Esquema del Folklore. disponible en:

http://www.portaldesalta.gov.ar/esquema.html [Visitado el 16 de febrero de

2016]

Ecured.cu. (2016). Género musical - EcuRed. Disponible en:

http://www.ecured.cu/G%C3%A9nero_musical [Visitado el 2 de febrero de

2016]

180

Enciclopedia.us.es. Composición musical. Artículo de la Enciclopedia. [online]

Disponible en:

http://enciclopedia.us.es/index.php/Composici%C3%B3n_musical [Visitado el

16 de febrero de 2016].

Grupotiquicia.org. (2014). Presentación: Música Costarricense. Disponible en:

http://www.grupotiquicia.org/folklore_articulos_grupo_tiquicia.aspx?idContent

=16 [Visitado el 25 de enero de 2016].

Guzmán, C. (2016). Carlos Guzmán - Costa Rica. Disponible en: http://www.carlosguzmancr.com. [Visitado el 21 de febrero de 2016].

Hernández, R., Fernández, C. y Baptista, P. (2003). Metodología de la Investigación.

(3ª ed.). México: Mc Graw-Hill.

Meléndez, D. (2011). Principales géneros musicales presentes en la música típica y

folklórica costarricense. DENNIS MELÉNDEZ HOWELL. Disponible en: https://dmelende.wordpress.com/2011/05/15/generos-musicales-presentes-en-la-musica-tipica-y-folklorica-costarricense/ [Visitado el 7 de febrero de 2016].

Melómanos. (2016). Formas musicales I Melómanos.com. Disponible en:

http://www.melomanos.com/la-musica/formas-musicales/ [Visitado el 2 de

febrero de 2016]

Monestel, M. (2003). Ritmo, canción e identidad: El calypso limonense (1920-2000). Maestría. Universidad de Costa Rica.

Mora, A. y Marchena, M. (2013). Propuesta didáctica para la introducción de un

repertorio de música tradicional guanacasteca en bandas estudiantiles de

primaria y secundaria. Universidad Nacional de Costa Rica.

Olive, L. (2000). Rock it come over, The folk music of Jamaica. . USA: University of the West Indies Press.

Ramírez Sáizar, J. (1979). Folclor costarricense. San José, Costa Rica: Imprenta

Nacional.

Rico, J. (1990). Las canciones más bellas de Costa Rica. (5ª ed.) San José, Costa Rica: Centro Editorial de Estudios Musicales.

181

Sistema de Información Cultural de Costa Rica, (2014). Historia del Calypso

Limonense. Disponible en: http://si.cultura.cr/expresiones-y-manifestaciones/historia-del-calypso-limonense.html [Visitado el 31 de enero de 2016].

Toch, E. (2001). Elementos constitutivos de la música. Barcelona: Idea Books.

Vargas Cullel, M. (2004). De las fanfarrias a las salas de concierto. San José, Costa

Rica: Editorial de la Universidad de Costa Rica.

Wordreference.com. (2016). armonía - Definición - WordReference.com. Disponible en

http://www.wordreference.com/definicion/armon%C3%ADa [Visitado el 1° de

febrero de 2016].

UNIVERSIDAD LIBRE DE COSTA RICA

(ULICORI)

BIBLIOTECA

POLÍTICAS DE ACCESO Y USO DE LOS

TFG

§ Este documento cuenta con la autorización por escrito (TFG impreso)

del autor para su uso en la base de datos.

§ Todos los TFG en su versión impresa (Biblioteca) cuentan con las

firmas respectivas y su aprobación.

§ Están disponibles solamente para descarga y lectura (archivos

protegidos) los TFG a partir del 2015 y que tengan la autorización del

autor.

§ Respetar los derechos del autor realizando la respectiva cita y

referencia.


Recommended