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La Argumentación en Aristóteles

Date post: 08-Nov-2015
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Tesis de Maestría de una profesora de filosofía de la (UCV).
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UNIVERSIDAD CENTRAL DE VENEZUELA FACULTAD DE HUMANIDADES Y EDUCACIÓN COMISIÓN DE ESTUDIOS DE POSTGRADO ÁREA FILOSOFÍA Estudio de la Argumentación Metafísica en Aristóteles. De la Utilización de Procedimientos Dialécticos en la Discusión de Algunos Principios Ontológicos de Metafísica.
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UNIVERSIDAD CENTRAL DE VENEZUELA

UNIVERSIDAD CENTRAL DE VENEZUELAFACULTAD DE HUMANIDADES Y EDUCACINCOMISIN DE ESTUDIOS DE POSTGRADOREA FILOSOFA

Estudio de la Argumentacin Metafsica en Aristteles.De la Utilizacin de Procedimientos Dialcticos en la Discusin de Algunos Principios Ontolgicos de Metafsica.

Autor: Nowys Navas G.

Caracas, 2007

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Universidad Central de VenezuelaFacultad de Humanidades y EducacinComisin de Estudios de Postgradorea Filosofa

Maestra en Filosofa

Estudio de la Argumentacin Metafsica en Aristteles.De la Utilizacin de Procedimientos Dialcticos en la Discusin de Algunos Principios Ontolgicos de Metafsica.

Autora: Nowys Navas G.Trabajo que se presenta para Optar al grado de Magster Scientiarum en Filosofa.

Mencin: Ciencias Humanas.

Tutor

______________________Prof. Carlos Pavn S.

Caracas, 13 de Mayo de 2007.

SeoresPresidente y dems miembros de la Comisin de Estudios de PostgradoFacultad de Humanidades y Educacin Universidad Central de VenezuelaPresente.-

Me complace dirigirme a ustedes, en la oportunidad de informarles que una vez ledo el Trabajo de Grado titulado: Estudio de la Argumentacin Metafsica en Aristteles; De la utilizacin de procedimientos dialcticos en la discusin de algunos de los principios ontolgicos de la Metafsica, presentado por la ciudadana Nowys Navas G, para optar al Grado de Magster en Filosofa, Mencin Ciencias Humanas, en mi carcter de Tutor considero que el mencionado trabajo rene los requisitos y mritos suficientes para ser sometido a la presentacin ante el jurado que esa comisin proponga.

Atentamente,

Prof. Carlos Pavn Tutor.

Universidad Central de VenezuelaMaestra en FilosofaMencin Ciencias Humanas

Estudio de la Argumentacin Metafsica en Aristteles.De la Utilizacin de Procedimientos Dialcticos en la Discusin de Algunos Principios Ontolgicos de Metafsica.

Autora: Nowys Navas G.Tutor: Prof. Carlos Pavn S.

Resumen.El propsito de esta investigacin es mostrar que Aristteles procede dialcticamente en su argumentacin ontoprotolgica. Para lograr esta meta nuestro trabajo se circunscribe al anlisis del concepto de dialctica en Tpicos I y al estudio de Metafsica IV, 1- 2 a propsito de la fundamentacin del principio segn el cual, el ser se dice de muchas maneras y al principio de su constitutiva unidad de sentido. El esquema capitular de la investigacin es el siguiente: en la introduccin, asumimos como marco terico y referencial la propuesta interpretativa de Carlos Pavn, quien en su libro Filosofa de la Filosofa en Aristteles; Ontoprotologa y Dialctica en la Metafsica (www.ucv.ve/human.htm) sostiene la tesis de la dialcticidad metodolgica de la Metafsica. Al respecto, asumimos que el concepto de filosofa del estagirita es ontoprotolgico; que la metodologa utilizada en Metafsica no es apodctica y que la adquisicin de los principios es dialctica. En el primer captulo, examinamos las categoras fundamentales de la concepcin aristotlica de la dialctica. En el segundo captulo, estudiamos el Instrumento Dialctico de Distincin de Sentidos (IDDS), seccionando dicho captulo en dos partes, una dedicada al estudio del IDDS en Tpicos y, la otra centrada en la aplicacin del IDDS, especialmente de su topos categorial (en nuestra nomenclatura, topos 5 del IDDS), en Metafsica. Al respecto, concluimos que el IDDS es eficaz para superar la homonimia interna, vinculada a cada uno de los cuatro grupos de sentidos del ser. En el tercer captulo, asumiendo que la categorialidad es un recurso til para superar la homonimia de la semntica cuaternaria de `ser queda en vilo la homonimia vinculada al propio hecho de que `ser se dice de muchas maneras, esto es, categorialmente. Al respecto, en el tercer captulo, defendemos la tesis de que los recursos topicales permiten superar la homonimia y, en consecuencia, indagamos si la unidad referencial de la predicacin categorial sostenida en Metafsica, tiene o no alguna familiaridad con los topoi del IDDS, entendidos como criterios para superar la homonimia de los trminos. Al respecto, concluimos que tal familiaridad se produce. En las conclusiones, bosquejamos las ideas principales de los captulos, reflexionamos sobre el concepto de plausibilidad y concluimos corroborando la tesis de la dialecticidad de la Metafisica. Finalmente, esta investigacin de carcter documental ha permitido, por un lado, contrastar la propuesta interpretativa de Pavn y, por el otro, al haberla corroborado, sus resultados se suman a las lecturas que sostienen que la dialctica es un modelo metodolgico adecuado para el saber filosfico e incluso para la ciencia. En este sentido, esta investigacin se inscribe en el debate entre la opinin y la verdad, sumando razones para aceptar a las opiniones plausibles como premisas del saber epistmico. Palabras Claves: Tpicos, Metafsica, mtodo, dialctica, principios, endoxa, plausibilidad, homonimia, distincin de sentidos. Caracas, Junio, 2007.

Indice.

Introduccin: Marco Terico Referencial.La Nocin Aristotlica de Filosofa entendida como Ontoprotologa.. 1- 22Captulo Primero. Horizonte de la Dialctica Aristotlica en Tpicos I 23- 87 I. El Mtodo Dialctico: Recursos Lgicos y Argumentativos. 24- 311. Plausibilidad y Seleccin de Opiniones 31- 512. De los Predicables. 51- 573. De los Topoi o de los Lugares Comunes de la Argumentacin Dialctica.. 57- 714. Los Instrumentos Dialcticos 72- 87Captulo Dos. Estudio del Instrumento Dialctico de Distincin de Sentidos en Tpicos y su aplicacin en Metafsica. 88-182 II.1. Estudio General del Instrumento de Distincin de Sentidos (IDDS) en Tpicos... 90- II.1.1. Descripcin de los Lugares Comunes del IDDS.. 91- 125II.1.2. Alcance Metodolgico del IDDS. 125- 129II.1.3. Finalidad del IDDS y sus Procedimientos 129- 143II.2. Sobre la Aplicacin del Instrumento Dialctico de Distincin de Sentidos (IDDS) Topical en la Argumentacin del Principio de la Pluralidad de Sentidos del Ser (PPS) en Metafsica. . 144 II.2.1. Los Cuatro Grupos de Sentidos del Ser en Metafsica y su Articulacin Categorial 144- 182Captulo Tres. La Cuestin de la Unidad Categorial . 183- 232I. Homonimia, Categorialidad y Analoga en Tpicos y Metafsica... 188- 232Conclusiones... 233- 251Bibliografa. 252- 258

Agradecimiento.

Agradezco plenamente a mi Tutor, el Prof. Dr. Carlos Pavn, pues sus reflexiones, en Filosofa de la Filosofa en Aristteles, Ontoprotologa y Dialctica en la Metafsica, orientaron la temtica y fijaron el rumbo de esta investigacin, en cuyo transcurso l, adems, siempre sumo sus profundas explicaciones, su infinita paciencia como lector y la rigurosidad que lo caracteriza al ensear. No obstante, a pesar de la acuciosidad y agudo sentido crtico de mi Tutor, en este esfuerzo seguramente se encontraran errores y deficiencias que, sin duda, reconocemos como nuestros. Profeso pues, al Prof. Dr. Carlos Pavn, mi profundo agradecimiento, la ms alta estima y aprecio acadmico y personal y esta vez en mi tesis de maestra nuevamente le reconozco al Prof. Pavn, mi deuda intelectual. Vaya tambin mi sincero agradecimiento con aquellos que contribuyeron conmigo facilitndome generosamente valiossima bibliografa, especialmente me refiero al Dr. Javier Aoiz (Prof. USB) y a Vanessa Incerpi.Finalmente, mi gratitud con todos aquellos con quienes converse sobre el tema de mi investigacin y con mis compaeros ms cercanos en la maestra y en la Escuela de Filosofa, por su inters y estimulo en la culminacin de este trabajo.

Dedicatoria.

A mis padres, Jos Ramn y Mirahyda, los mejores.Por ser siempre tan entusiastas conmigo, a pesar de mi misma.A Neblet, por su oportuno sentido comn y su solidaridad de hermana.A Elia, Magali, Alfonso y Mildred, Dorayda, Carmencita, Alejandro y Carlos Luis. A todos, por ser incondicionales conmigo.

Corresponde a una misma facultad reconocer lo verdadero y lo verosmil y, por lo dems, los hombres tienden por naturaleza de un modo suficiente a la verdad y la mayor parte de las veces las alcanzan. De modo que estar en disposicin de discernir sobre lo plausible es propio de quien est en la misma disposicin con respecto a la verdad.Aristteles, Retrica I, 1, 135515ss

Introduccin.Marco Terico Referencial.

El marco terico- referencial de esta investigacin es la tesis sostenida por Pavn en su ms reciente obra publicada respecto al desarrollo y constitucin metodolgico- dialctica de la Metafsica Aristotlica en cuanto reflexin ontoprolgica. Ahora bien, partiendo nosotros de la tesis de la dialcticidad metodolgica de la Metafsica aristotlica sostenida por Pavn, nos proponemos calibrar hasta qu punto los procedimientos dialcticos estudiados por el estagirita en Tpicos son empleados en algunas de las argumentaciones ontoprotolgicas de Metafsica. Ahora bien, al asumir la sealada tesis es necesario mostrar la concepcin general de la ontoprotologa sostenida por Pavn y la vinculacin de esta reflexin con el proceder dialctico para as trazar el marco referencial que orienta nuestra investigacin, de tal manera que este es el objetivo de las siguientes pginas.

La Nocin Aristotlica de Filosofa entendida como Ontoprotologa.En Filosofa de la Filosofa en Aristteles; Ontoprotologa y Dialctica en la Metafsica[footnoteRef:2], Pavn estudia la concepcin aristotlica de la filosofa en cuanto tal, partiendo de la hiptesis segn la cual la ciencia buscada[footnoteRef:3] en el corpus metafsico no es otra ms que la propia Filosofa. Efectivamente, desde las pginas iniciales de la obra conocida como Metafsica, el estagirita no slo traza una apertura fenomenolgica al conocimiento, centrando su reflexin en el sophs y en la sophia,,[footnoteRef:4] sino que adems en el llamado libro epistemolgico[footnoteRef:5] de Metafsica, se refiere a la ciencia universal[footnoteRef:6] denominndola filosofa primera. Atendiendo pues a estas coordenadas tericas de la investigacin metafsica, es manifiesto que en la obra en cuestin la filosofa es el objeto de las reflexiones del estagirita. Adems, as lo evidencia la misma coincidencia de la tradicin exegtica[footnoteRef:7] al momento de afirmar que, si hay un trmino propiamente aristotlico para titular los apuntes metafsicos, ese es filosofa primera, entendida como aquel saber que, segn reza en Metafsica I, 2, 981b28ss: [2: Carlos Pavn, Filosofa de la Filosofa en Aristteles; Onto- protologa y dialctica en la Metafsica, Ediplus, Caracas, Venezuela, 2004. Tambin en edicin electrnica publicada en la web por la Facultad de Humanidades y Educacin de la Universidad Central de Venezuela en el rubro trabajos de ascensos, en www. ucv. ve/ human. HTM (2001). ] [3: Aristteles, Metafsica, trad. cast. de T. Calvo Martnez, Gredos, Madrid, 1998. Metafsica I, 3 98320. En esta investigacin emplearemos regularmente la traduccin castellana de la Metafsica de Toms Calvo Martnez. En los casos en que utilicemos la edicin trilinge de Yebra as lo indicaremos (Aristteles, Metafsica de Aristteles, edicin trilinge por Valentn Garca Yebra, Editorial Gredos, segunda edicin revisada, Madrid, 1990).] [4: Metafsica I, 2 982ass. ] [5: Metafsica VI.] [6: Metafsica I, 2 98222.] [7: Respecto a la utilizacin y al contenido significado por la expresin `filosofa primera debe consultarse el primer captulo que Aubenque dedica al tema en su magistral obra sobre Aristteles. (P. Aubenque, El Problema del Ser en Aristteles, trad. cast. de Vidal Pea, Madrid, Taurus, 1987). En general, este autor, apoyndose en el tratado Movimiento de los Animales, pone de manifiesto el doble registro significado por aquella expresin, pues mientras en Movimiento de los Animales, la expresin en cuestin significa; investigacin de los primeros principios; (Aristteles, Movimiento de los Animales, Trad. cast, E. Jimnez Snchez- Escariche y A. M. Almudena, editorial Gredos, Madrid, 2000, Movimiento de los Animales, 700b9ss) en Metafsica es identifica con teologa. (Metafsica VI, 2, 102613ss). Por consiguiente, desde el marco textual y referencial de Metafsica VI, 2 se explica la necesidad sentida por los editores de concebir un ttulo distinto de `filosofa primera para aquellas investigaciones en las que el estagirita se ocupa principalmente de la constitucin de una ciencia universal y slo parcialmente de teologa. Al respecto, vase (Pavn, 2004, p.17- 30). No obstante, es evidente que la expresin en cuestin no slo puede entenderse en su especificado sentido teolgico, sino tambin en un sentido ms general que es, precisamente, como saber cuyo objeto son los principios, esto es, como protologa. Vase, (G. Reale, Gua de Lectura de la Metafsica de Aristteles, trad. cast, J. M. Lpez de Castro, Herder, Barcelona, 1999, p. 119-130).]

[] Versa en opinin de todos, sobre las primeras causas y sobre los primeros principios.[footnoteRef:8] [8: En la edicin de la Metafsica de Aristteles de Garca Yebra. ]

Pero, a pesar de la claridad de dicha expresin, la naturaleza sumamente abstracta de esta concepcin protolgica del saber la cual brinda su pleno sentido a la expresin filosofa primera- conllev a dos interpretaciones encontradas del proyecto teortico plasmado en Metafsica. Debido a ello, en la perspectiva historiogrfica de la investigacin de Pavn, nos encontramos con un anlisis de las dificultades atravesadas por esta concepcin aristotlica a la luz del llamado problema del objeto de la Metafsica, lo que equivale a decir, desde la problemtica de la propia constitucin del saber filosfico. Ahora bien, una manera de sintetizar el anlisis que l dedica a este tema es revisar la propia comprensin de la expresin filosofa primera. Como se sabe, esta expresin fue interpretada por largo tiempo a partir del sentido predominante en aquella tradicin que se remonta a Toms de Aquino, quien identificaba filosofa y teologa a partir del clebre pasaje de Metafsica VI, 2 102628 en el que leemos:

[] si no hay ninguna otra substancia aparte de las constituidas por naturaleza, la Fsica ser Ciencia Primera; pero, si hay alguna substancia inmvil, sta ser anterior y Filosofa Primera, y universal precisamente por ser primera; y a est corresponder el Ente en cuanto Ente, su quididad y las cosas que le son inherentes en cuanto ente.[footnoteRef:9] [9: En la edicin de la Metafsica de Aristteles de Garca Yebra.]

Sin embargo, este pasaje al mismo tiempo que hizo escuela dio lugar a la controversia, pues, en el se evidencia que a la filosofa primera tambin compete el estudio del ente en cuanto ente y lo que le corresponde de suyo, declaracin sta que como sabemos- da inicio a las reflexiones de Metafsica IV. Por consiguiente, tal situacin tambin dio pie para que la exegtica no tardara en poner de manifiesto que en Metafsica yacan presentes dos proyectos distintos y encontrados, pues, por un lado, la expresin filosofa primera puede leerse como el proyecto que encarna a la teologa y, por el otro, tambin puede entenderse como el que la concibe como ontologa. Por obvias razones en la interpretacin escolstica de la Metafsica la ontologa cedi su puesto a la teologa, con lo cual el concepto aristotlico de filosofa se vuelve muy problemtico. En abierta oposicin a la lectura cannica y teolgica, en los aos 60, Aubenque formula la hiptesis contraria. En su exgesis, el proyecto ontolgico de Metafsica se resuelve en la fsica. Y es que, para Aubenque, la teologa es una ciencia constitutiva y aristotlicamente imposible teniendo en cuenta la oposicin entre el rol atributivo del lenguaje humano y la simplicidad del ser teolgico.[footnoteRef:10] En otras palabras, desde el enfoque de este intrprete el discurso sobre el ser, en cuanto discurso humano signado por la divisibilidad atributiva propia de la predicacin, no puede tener como objeto a lo divino, sino slo al ser finito.[footnoteRef:11] De manera que, en la lectura de Aubenque, aunque la teologa quede inhabilitada, la ontologa sale mal librada al perderse el sentido y el alcance de esta reflexin totalizante; precisamente por ello, Aubenque reduce la ontologa de Aristteles a fsica. En efecto, en lo concerniente a la ontologa, Aubenque seala que semejante discurso no logra convertirse en cientfico porque su objeto (el ser) no es un gnero. As pues, reduciendo a su mnima expresin la exgesis de Aubenque, esta es la situacin respecto al problema de la filosofa primera en la Metafsica de Aristteles: ella no puede ser teologa porque el discurso teolgico es de suyo imposible; pero, tampoco puede leerse como ontologa porque el saber no es ciencia, as que para Aubenque no queda otro camino sino declarar el fracaso del proyecto metafsico y sustituirlo con la fsica. Bsicamente, estas son las dos grandes lneas interpretativas recogidas por Pavn y la diametral oposicin de estas posturas le sirve como marco para reflexionar sobre las exgesis de los textos aristotlicos, pues, lo que l pone de manifiesto es que, aunque distantes en el tiempo y contrapuestas tericamente, ambas interpretaciones curiosamente coinciden, pues, como lo seala Pavn; [] o en el altar de Dios o en los bancos de prueba de la Fsica, la ontologa es destinada al sacrificio.[footnoteRef:12] Estas palabras marcan el rumbo de una investigacin que apuntalada en rigurosas interpretaciones, emprende el camino hacia la restauracin de la concepcin protologica y ontolgica constitutiva de la reflexin aristotlica en torno al sentido de la filosofa. Y es que, para Pavn, el concepto de filosofa desarrollado por Aristteles en su Metafsica es ontolgico en cuanto reflexin centrada en lo que es en cuanto que es y es protolgico en la medida en que estudia dicho objeto desde el punto de vista de sus principios. Para decirlo con sus palabras; la filosofa primera de Aristteles es ontologa y slo en cuanto ontologa es protologa.[footnoteRef:13] [10: Cfr. (Aubenque, 1987, p. 360); (Pavn, 2004, p. 92). ] [11: Recordando la lectura de Aubenque, Pavn escribe: [] en cuanto a la ontologa, ste intrprete seala que el discurso sobre el ser es un discurso signado en su misma constitucin por la referencia a la finitud, al mundo sensible. (Pavn, 2004, p. 92). ] [12: (Pavn, 2004, p. 67).] [13: La filosofa primera de Aristteles es ontologa y slo en cuanto ontologa es protologa y usiologa pero nunca se reduce a ninguna de ellas. (Pavn, 2004, p. 212). ]

As pues, sosteniendo la rehabilitacin de este sentido ontoprotolgico del saber filosfico aristotlico, Pavn ensaya una aproximacin que interpretando la ciencia buscada como saber ontoprotolgico, le permite colocar su estudio de la Metafsica desde una perspectiva epistemolgico- metodolgica, a partir de la cual se concentra en el anlisis las propias condiciones de posibilidad de la llamada ciencia universal. Sobre este particular, el autor desarrolla, desde diversos ngulos, el tema concerniente al criterio epistmico sostenido por el estagirita tanto en Metafsica IV[footnoteRef:14] como en Metafsica VI[footnoteRef:15]- respecto a la diferencia entre ciencias particulares y ciencia universal, diferencia que estriba principalmente en el carcter no genrico de sta ltima. Esta importante clusula epistemolgica est implcita en las emblemticas lneas con las que Aristteles inicia Metafsica IV donde el filsofo nos dice: [14: Metafsica IV, 1 100318 ss.] [15: Metafsica VI, 1 1025bss. ]

Hay una ciencia que estudia lo que es, en tanto que algo que es, y los atributos que, por s mismo, le pertenecen. Esta ciencia, por lo dems, no se identifica con ninguna de las que denominadas particulares. Ninguna de las otras , en efecto, se ocupa universalmente de lo que es, en tanto que algo que es, sino que tras seccionar de ello una parte, estudia los accidentes de sta: as, por ejemplo, las ciencias matemticas.[footnoteRef:16] [16: Metafsica IV, 1 1003 20ss.]

El clebre pasaje pone de manifiesto que la ontologa no versa sobre un cierto gnero[footnoteRef:17] de lo que es, pues, su objeto es lo que es en su totalidad. De aqu que Aristteles sostenga que `ser no es un gnero. Por lo tanto, si toda ciencia es ciencia de un gnero y si la teora sobre `ser se caracteriza por no tener tal naturaleza, entonces es claro porque Aristteles la considera epistmicamente como una ciencia buscada o sera mejor decir, problemticamente buscada. As pues, es la propia perspectiva aristotlica la que brinda todo su sentido a una investigacin como la de Pavn, en la cual se recorre el camino seguido por el estagirita en su bsqueda de las condiciones que garantizan la constitucin metodolgica y epistmica de la filosofa en tanto que ciencia de los primeros principios y de las primeras causas del ser en cuanto ser. En efecto, desde este enfoque, Pavn, por una parte, examina el sentido y la preeminencia de la concepcin ontoprotolgica del saber filosfico y, por la otra, da cuenta del efectivo proceder metodolgico empleado en su constitucin. A este respecto, su propsito es mostrar la interrelacin que se da entre el aspecto teortico de la investigacin metafsica aristotlica y su constitucin metodolgica a objeto de poner de manifiesto que no puede haber una adecuada comprensin de la constitutiva universalidad que, segn Aristteles, define al saber filosfico si no se entiende cmo se logra articular su dimensin metdica. [17: Pavn analiza el tema del carcter no genrico de la filosofa en cuanto ciencia universal; reflexiona sobre la imposibilidad de constituir semejante ciencia desde la perspectiva de la propia epistemologa aristotlica y al respecto destaca que, entre los cnones epistemolgicos aristotlicos es [] un requisito fundamental de toda ciencia el versar sobre un gnero determinado. (Pavn, 2004, p.93). Ahora bien, respecto a esta temtica es interesante destacar la siguiente lnea de Metafsica IV, 2 1003b18 donde se lee: a todo gnero que es uno le corresponde una sensacin y tambin una ciencia. Como puede verse, Aristteles, en Metafsica, no sufre olvido alguno respecto a sus principales criterios epistmicos, razn por la cual es sensato pensar que los mismos no son aplicables en el marco del saber de la totalidad. ]

Ahora bien, para hacernos una idea de la bidimensionalidad del anlisis teortico y metodolgico que Pavn lleva a cabo en su investigacin, examinaremos la estructura de la concepcin protolgica del saber, tal y como este autor la expone.

Es sabido que, en el primer captulo del primer libro de Metafsica Aristteles tematiza los atributos por los que comnmente los griegos reconocen a un sabio. En efecto, a partir de un anlisis descriptivo[footnoteRef:18] de tales opiniones el estagirita diagnostica las condiciones esenciales que perfilan a la sophia.[footnoteRef:19] Ahora bien, esta manera en que procede el filsofo sigue una metodologa dialctica, puesto que la fuente de adquisicin de su reflexin son opiniones comnmente admitidas (endoxa). Pavn, siguiendo muy de cerca este anlisis dialctico, resalta la importancia que Aristteles otorga a la universalidad como atributo fundamental del saber filosfico, perfilada tras aclarar que desde el punto de vista del objeto, la filosofa es todo lo contrario de un saber definido por su mxima extensin[footnoteRef:20] en la medida en que su rigurosidad y exactitud[footnoteRef:21] epistmica son requeridas por su constitutiva condicin protolgica. Esta precisin sobre el sentido de la universalidad de la filosofa deriva de la consideracin de los atributos reconocidos al hombre sabio, pues, sabio no es el que sabe de todo un poco, sino el que sabe sobre los principios de todas las cosas. Dicho brevemente, lo que define la universalidad del saber es su carcter protolgico y no su imposible universalidad. Pero, para entender con la mayor claridad posible esta tesis medular de la lectura de Pavn es oportuno retomar las cuatro concepciones del saber filosfico que circulan en la Metafsica. Como ya dijimos, Aristteles concibe la filosofa en Metafsica a partir de cuatro nociones, a primera vista, distintas. En efecto: en Metafsica I, como vimos, se concibe como protologa; en Metafsica IV, como ontologa; en Metafsica VII como usiologa y en Metafsica XII como teologa. Aparentemente se tratara de cuatro proyectos distintos (distincin esta que, como ya apuntamos, llev a Aubenque a declarar el fracaso de la Metafsica). Sin embargo, Pavn, retomando la posicin de Reale,[footnoteRef:22] pero sin aceptar su salida teolgica, muestra que las cuatro definiciones posibles de filosofa en cuanto ciencia buscada- se pueden unificar en la protologa y en la ontologa. [18: (Pavn, 2004, p. 81). ] [19: Recordando las palabras del Filsofo, Pavn nos dice que se llama sabio a aquel que posee el conocimiento que exhibe las siguientes caractersticas y las menciona; Universalidad [] Dificultad, Exactitud, Perseidad y Dominio. (Pavn, 2004, p. 82). Pavn destaca que en la articulacin del concepto de sophia en Metafsica, Aristteles utiliza una estrategia de carcter dialctico. A este respecto, sobre la asimilacin de la historia como parte integral del filosofar aristotlico, vase, en general; (W. Jaeger, Aristteles; bases para la historia de su desarrollo intelectual, trad. cast, Jos Gaos, FCE, Mxico, 1984) en especial, sobre la doctrina de las causas; (Jaeger, 1984, p, 161- 162, 339-340, 421ss, entre otros lugares). Sobre la importancia del proceder aristotlico apuntalado en el examen histrico- terico de la opinin comn como constitutivo de la teora de las cuatro causas, vase; (Reale, 1999, p. 124-130). Finalmente, consultese tambin el captulo titulado Ser e historia que Aubenque dedica al tema, (Aubenque, 1987, 71- 91). ] [20: Sobre el carcter no extensivo que define a la Filosofa como saber universal, Pavn escribe; [] La filosofa en cuanto ciencia de la totalidad no es, obviamente, vaca polimata; no es el vano parloteo de quien pretende conocer lo imposible, sino la ciencia de los principios de todas las cosas. (Pavn, 2004, p. 85). ] [21: Cfr. Metafsica I, 2, 98225. En este lugar, Aristteles modula la akribeia protolgicamente.] [22: Pavn comparte la opinin de Reale respecto a concebir la protologa como el sentido unificador de los cuatro proyectos a travs de los cuales, Aristteles define la sophia a lo largo de Metafsica. Estas palabras de Reale son citadas por Pavn; la filosofa primera es, en primer lugar, aitiologa o arqueologa, investigacin sobre las primeras causas y los principios. Las causas y los principios primeros son las condiciones o las razones supremas de lo real: son aquello que fundamenta y, por ende, lo que explica la realidad. Los libros A y B de ninguna manera son los nicos que contienen esta perspectiva sino que, simplemente, son aquellos que la desarrollan enfatizndola explcitamente. (G. Reale, Il concetto di filosofa prima e lunit della Metafisica di Aristotele, Milano, Vita e Pensiero, 1961.p. 327 en Pavn, 2004, p. 41-42. Sobre el mismo tema, Reale enfatiza; la perspectiva aitiolgica o arqueolgica no es una etapa [...] en torno al objeto de la filosofa primera, sino una constante presente a lo largo de todos los libros ya que este aspecto de la metafsica es esencial y hunde sus races muy profundamente en el pensamiento griego. (ibidem). ]

En otras palabras, segn Pavn es precisamente por ser ontoprotolgica que la filosofa de Aristteles versar sobre la substancia y sobre Dios, ambos principios y ambos universalsimos. De manera que la filosofa de Aristteles por ser protolgica tendr que ser ontolgica, ya que slo a lo que es en cuanto que es puede corresponderle la mxima abstraccin expresada en la nocin de primeros principios.

Por lo tanto, aceptando el anlisis de Pavn, podemos decir que el telos protolgico atraviesa los cuatro proyectos de la prote philosophia teorizados en Metafsica; lo que significa que, en este corpus, se expone la bsqueda y al mismo tiempo la justificacin, de los principios mximamente universales y justamente (como ya lo decamos) este es el sentido que hace posible una concepcin totalizante del saber.[footnoteRef:23] Sobre este particular, Pavn insiste al momento de aclarar que esta universalidad protolgica contrasta, por un lado, con una pretendida ciencia de todas las cosas (pues, si as fuera, sta acabara anulndose a s misma como saber por su mxima imprecisin) y, por otro lado, tambin contrasta con la rigurosidad de la Regina Scientiarum (es decir, la teologa). En efecto, en el primer caso, el propio marco de la epistemologa aristotlica impide un saber semejante, pues, para el estagirita, los gneros son incomunicables entre si, (lo que significa que es imposible admitir que haya una ciencia de todas las ciencias, pues, ella sera por definicin, la ciencia de todos los gneros lo cual es un absurdo[footnoteRef:24]) en el segundo caso, la filosofa acabara identificndose con una ciencia particular y por ende, ya no podra ser ontologa. [23: Pavn afirmar que; la sophia en cuanto ciencia de las primeras causas y de los primeros principios, es la ciencia de la totalidad. (Pavn, 2004, p. 84). Por su parte, Aubenque, muy a su pesar reconoce que slo de esta forma podra constituirse y con ello salvar su propia posibilidad- la pretendida ciencia universal. Al respecto, esto seala; el universal aparece entonces como principio del conocimiento del los particulares, de tal suerte que los discursos universales dejan de oponerse a la ciencia de la cosa; pues quien conoce el principio conoce tambin aquello de lo cual es principio el principio. Slo mediante este rodeo podra salvarse una ciencia de la totalidad: semejante ciencia no sera, hablando con propiedad es decir, en acto- una ciencia de todas las cosas, sino un ciencia de los principios de todas las cosas, o sea, una ciencia de los primeros principios. (Aubenque, 1987, p. 206- 207) En definitiva, Aubenque, no tiene ms remedio que admitir el magistral movimiento de la mente aristotlica. Vase adems (Pavn, 2004, p. 86). ] [24: Pavn analiza los criterios por los cuales, para Aristteles, `ser no es un gnero (Pavn, 2004, 93-97) Y es que, as como el saber filosfico no es universal en cuanto que permita conocer de todo, o que subordine a todas las ciencias particulares allanando su competencia, tampoco lo es si por ello se entiende, ciencia en el sentido de saber genricamente determinado. Al respecto, Pavn escribe: no hay que equivocarse acerca del concepto de totalidad, precisamente, porque la ciencia buscada estudia el ser en cuanto ser esta ciencia no compite con las particulares y, justamente por ello, su objeto no es la absurda sumatoria de todos los objetos posibles. La ciencia del ente en cuanto tal no estudia cualquier objeto. Su universalidad no es extensiva sino que depende de la nueva perspectiva desde la cual es estudiado el objeto. (Pavn, 2004, p. 158)]

En definitiva, la lectura de Pavn pone de manifiesto que si consideramos la generalidad propia del saber filosfico slo desde la dimensin del objeto, la filosofa puede ser fcilmente confundida con la polimata[footnoteRef:25] o con una especie de cultura general[footnoteRef:26]; pero, si se enfoca el objeto de la filosofa desde una perspectiva protolgica entonces, la universalidad de la ontologa se vincula a la condicin propia de la filosofa entendida como un saber capaz de teorizar sobre lo que es primero en el orden del ser y del conocer, es decir, el principio o mejor dicho; sobre los principios. Esto significa que lo propio de la reflexin filosfica es buscar los principios comunes a todo lo que es. [25: Y es que, as como Pavn niega que la filosofa sea ciencia, en el sentido de un saber especfico de un objeto genricamente determinado. (Pavn, 2004, p. 226) asimismo niega que la filosofa sea polimata, es decir, el saber que pretende saberlo todo. (idem).] [26: Aubenque analiza la posible vinculacin entre dialctica y filosofa a traves del dilogo apcrifo Los Rivales, puesto que la temtica de dicha obra versa sobre lo que se entiende por `filosofa. A este respecto y comentando a Aubenque, Pavn precisa que en los Rivales pueden reconocerse; las tres concepciones de la filosofa que en la cultura de la poca rivalizan entre s; la filosofa o es polimata [] o es ciencia [] o es cultura general. (Pavn, 2004, p.226). Ahora bien, asumidas estas perspectivas, Aubenque sopesa la concepcin de `filosofa plasmada en Metafsica a la luz de aquellas y aplicando tal operacin descarta tanto que la filosofa sea vaca polimata como rigurosa ciencia. Es decir, niega que la filosofa sea metodolgicamente rapsdica pero tambin niega que sea apodctica. Por consiguiente, para Aubenque, slo queda aceptar que la filosofa sea una especie de cultura y es cuanto tal que la vincula a la dialctica. Por consiguiente, si la filosofa es metodolgicamente dialctica ello mismo patentiza el dbil status epistmico que es menester reconocerle a aquella en cuanto saber de carcter general, pues, si el filsofo es como el dialctico, su saber general estriba en ser capaz de juzgar acerca de todo sin ser competente nada. Y es que, como quiere destacar Aubenque, la cultura, aunque tiene la ventaja de ser general [] tiene el inconveniente de no ser un saber. (Aubenque, 1987, p. 272). Asi pues, desde la ptica de Aubenque, la ciencia buscada, no habiendo podido adaptarse al canon de la apodeixis, slo le queda el camino de constituirse por va dialctica; pero, intentndolo de esta ltima manera vuelve a condenarse como saber. En sntesis, la tesis de Aubenque consiste en evidenciar el carcter no apodctico de la filosofa, y en vista de su posible constitucin epistmica afirma la naturaleza dialctica del filosofar, sin embargo, concederle tal carcter es igual a negar que la filosofa sea un saber.]

Es, en este sentido, que Pavn rehabilita la concepcin ontoprotolgica del saber filosfico.[footnoteRef:27] Ahora bien, una manera de sintetizar los rasgos y condiciones de la concepcin ontoprotolgica[footnoteRef:28] del saber es comentar un pasaje que encontramos al comienzo de Metafsica VI, 1[footnoteRef:29] en el cual el estagirita teoriza sobre la condicin de la filosofa entendida como ciencia universal[footnoteRef:30] buscada-[footnoteRef:31], precisando lo siguiente: [27: Para entender el cambio de ruta trazado en la expresin ontoprotologa referida a la filosofa primera es menester resumir, brevemente, el llamado problema del objeto de la Metafsica aristotlica. Efectivamente, frente a la apora exegtica en la cual la ontologa pugna con dos ciencias regionales, ya sea tras la vieja discrepancia entre teologa y ontologa o, en la propuesta de la ontologa de la fsica, Pavn asume una perspectiva distinta. En efecto, sobre la cuestin de la duplicidad de proyectos presentes en la Metafisica, comparte las siguientes palabras de Natorp; segn la interpretacin comnmente aceptada [] la ciencia filosfica fundamental, por un lado [...] sera la que trata del ser en general pero, por el otro o mejor, en el mismo sentido, tendra como objeto particular una determinada esfera del ser, es decir lo que inmvil e inmaterial. Sobre la circunstancia por la cual esta doble interpretacin de la tarea de la filosofa primera implica una intolerable contradiccin porque el ser en general, o en cuanto ser, y un gnero determinado del ser son opuestos que se excluyen recprocamente hasta la fecha no ha habido claridad. (P. Natorp, Tema e disposizione della Metafisica di Aristotele, trad. It. De V. Cicero, Milano, Vita e Pensiero, 1995, p. 65. Citado en Pavn, 2004, p. 26- 27). Al conciso ensayo del Natorp titulado; Thema und Disposition der aristotelischen Metaphysik, (publicado en 1888) Pavn le presta especial atencin, pues, segn sostiene, con este ensayo largo el exegeta neokantiano, fue l quien dio al traste con la pretendida unidad de ontologa y teologa que caracterizaran al sentido propio de la Metafsica aristotlica. (Pavn, 2004, p. 26) Por consiguiente, a la propuesta interpretativa de Natorp se oponen todas aquellas lecturas de corte tomista como, por ejemplo, la del Padre Owen o la de Reale, pues, para ambos exegetas el despliegue de significados de `ser que tiene lugar en Metafsica, esto es, la ontologa aristotlica- slo tiene sentido en vista del estudio de la substancia absolutamente separada y en acto. As, en descarga de la tesis de Natorp, Owen seala: La primera instancia de la Substancia, del Ser en cuanto Ser, de la Forma, de las causas, de la verdad en sentido objetivo, es de la misma manera la Sustancia separada. La naturaleza de la Sustancia separada es el tema estudiado bajo todas estas designaciones. La concepcin ontolgica de esta ciencia, por consiguiente, no se halla en la Metafsica. Una ciencia que trate universalmente del ser y que no identifique con la ciencia de una clase definida de ser, es extraa al proceder del Estagirita. (J. Owens, The Doctrina of Being in the Aristotelian `Metaphysics, Toronto, Pontificial Institute of Medieval Studies, 1963, p. 380 citado en Pavn, 2004, p. 199. Cursivas aadidas por el autor). No obstante, respecto a la identificacin de la ontologa con la teologa, conviene recordar que el mismo Aristteles advirti que la teologa no era una ciencia en s misma universal, sino que lo era por ser primera. No obstante, Aristteles estaba consciente de que tal salida no superaba plenamente la condicin de ciencia particular que puede atribursele a la teologa, precisamente, por versar sobre el gnero de lo divino; de all que el estagirita indique que se trata de una cuestin aportica, es decir, respecto a la cual cabe dudar, lo que significa que se trata salida discutible. Ahora bien, tomando los frutos de la propuesta de Natorp, Pavn, sintetiza el problema entre ontologa y teologa al sealar que la ontologa de ningn modo acepta subordinarse a la teologa y que, a su vez, sta rechaza ser una comarca de aquella, pues, como puntualiza si resulta imposible a la ontologa hacerle un espacio a la teologa, tampoco esta ltima aceptar de buen grado convertirse en una comarca de la ontologa puesto que Aristteles maneja una idea de la teologa como ciencia de lo primero, ciencia del principio (Pavn, 2004, p. 93). Desde esta perspectiva, Natorp y Pavn con l- no niegan que a la filosofa primera le competa el estudio del ser divino; pero, lo que ellos aclaran es que; [] la divinidad no constituye el objeto sino slo un objeto de la Filosofa Primera. (Natorp, Tema, p. 69 citado en Pavn, 2004, p. 27 nota 19). En otras palabras, lo divino es uno de los objetos sobre los cuales reflexiona la filosofa en cuanto ontoprotologa, esto es, en cuanto saber que versa los primeros principios del ser en cuanto ser universalmente considerado. Por lo tanto, compartiendo esta interpretacin propuesta por Natorp, Pavn concluye; no existe en la obra de Aristteles una teologa en sentido riguroso ya que lo nico que podemos conocer de Dios es su existencia y su esencia y ello no es suficiente para garantizar el estatuto epistmico del discurso teolgico. (Pavn, 2004, p. 27- 28). Esta extensa nota cumple la funcin de contextualizar las fuentes tericas de la obra de Pavn, cuya propuesta general como ya se dijo- constituye el punto de partida que asumimos en esta investigacin.] [28: El mrito del ensayo de Natorp, al que Pavn concede tanta importancia en su aproximacin a Metafsica, es reconocido no slo por la exegtica aristotlica sino tambin por un pensador como Heidegger. En efecto, segn nos comenta Berti, Heidegger, ensanchando el horizonte de comprensin abierto por la obra de Natorp respecto de la Metafsica, se retrotrae a Kant para aproximarse al corpus metafsico. Estas son las palabras de Berti; Heidegger afirma: la filosofa en cuanto filosofa primera tiene por lo tanto un doble carcter, es la ciencia del ser y es la ciencia de lo divino, es decir, es ontologa y teologa. El luego seala que esta duplicidad se refiere a un problema ya sealado por Paul Natorp, del cual cita el artculo Thema und Disposition der aristotelischen Metaphysik [] problema que a su modo de ver no se puede resolver a travs de una interpretacin histrico- filolgica [] sin que requiere de una nueva comprensin para la cual Heidegger acude a Kant. El sentido de este reenvio y de la nueva comprensin de la filosofa, auspiciada por Heidegger, es aclarado en su libro Kant e il Problema della metafisica. (E. Berti, La Metafsica di Aristotele., 117-143, en Perche la Metafsica, AA.VV, a cura di A. Bausola e di G. Reale, Vita e Pensiero, Milano, 1994, p.119, traduccin nuestra). A la postre, la aproximacin de Heidegger al proponer una lectura onto- teolgica de la Metafsica Aristotlica terminar por alejarlo de la propuesta interpretativa de Natorp. Las traducciones de textos de las obras utilizadas en esta investigacion escritas en idioma extranjero son nuestras. ] [29: Metafsica VI, 1, 1025b5ss. ] [30: Metafsica I, 2 98222.] [31: Metafsica I, 2 9825 Metafsica III, 1 99525.]

Toda ciencia discursiva o que participe en alguna medida del pensar discursivo, se ocupa de causas y principios ms exactos o ms sencillos. Ahora bien, todas estas , al estar circunscritas a algo de lo que es, es decir, a un cierto gnero, se ocupan de ste, pero no de lo que es, en sentido absoluto, es decir, en tanto que algo que es, y tampoco dan explicacin alguna acerca de qu- es, sino que tomndolo como punto de partida unas, tras exponerlo a la percepcin sensible; otras, asumiendo el qu- es como hiptesis- demuestran, con mayor necesidad o con mayor laxitud, los atributos que pertenecen, por s mismos, al gnero de que se ocupan. Por lo cual es evidente que de tal tipo de induccin no resulta una demostracin de la entidad (substancia) ni de qu es (quididad)[footnoteRef:32] sino que modo de exponerlo es otro. Asimismo, nada dicen tampoco acerca de su existe o no existe el gnero de que se ocupan: y es que corresponde al mismo pensamiento discursivo poner de manifiesto el qu- es (quididad) y si es o existe. [32: Aunque al citar este pasaje empleamos la traduccin de Toms Calvo Martnez, utilizamos tambin la traduccin de Garcia Yebra, pues, cotejando ambas versiones puede aclararse el texto. As cuando Calvo coloca `entidad, Yebra precisa que se trata de `substancia y, de igual forma, cuando Calvo dice que no hay demostracin del `qu es, Yebra emplea el trmino escolstico `quididad. ]

En este pasaje hay, al menos, tres cuestiones importantes a efectos de calibrar el status epistmico de la filosofa:En primer lugar; Aristteles seala que el objeto de toda ciencia se circunscribe a algn gnero y, en esta medida, cada ciencia versa sobre una cierta parte de lo que es, lo que significa que las ciencias genricamente determinadas tienen un alcance limitado y, por ello mismo, no pueden versar sobre lo que es en cuanto que es. Precisamente este alcance mximo define el status epistmico de la filosofa, pues, si la condicin de las ciencias es versar sobre un gnero determinado, entonces, la filosofa, efectivamente, no es una ciencia, sino que es un saber. Por lo tanto, partiendo del carcter protolgico propio de la filosofa, es evidente que ella no podr restringirse, epistmicamente, a la universalidad genricamente determinada propia de ciencias particulares, como la fsica o como la teologa, an cuando sta ltima sea la ms eminente en el orden del objeto. En otras palabras, la filosofa como ontoprotologa no puede ser una ciencia particular, es decir, Aristteles, segn Pavn, no tendra ningn empacho en reconocer que la filosofa es cuanto tal (ontoprotologa) no es ni ser nunca una ciencia, pues (y en esto estriba la crtica que Pavn le hace a Aubenque) ello no impide que la filosofa, an no siendo ciencia, deje de ser el saber ms elevado. El filsofo pues, no es un cientfico, es un sabio o, por lo menos, pretende serlo. Y, este es como dira Pavn- el amargo precio que debe pagar la filosofa si se reconoce como saber y a la vez como ontoprotologa.[footnoteRef:33] [33: Pavn le toma la palabra a Aubenque cuando este exgeta confiesa el amargo triunfo de la dialctica. Al respecto, esto es lo dice Aubenque; El verdadero dilogo es para l [Aubenque se refiere a Aristteles], aquel que progresa sin duda- pero que no concluye; pues slo la inconclusin garantiza al dilogo su permanencia. [] tal es, en Aristteles, el amargo triunfo de la dialctica: que el dilogo renazca siempre pese a su fracaso; ms an: que el fracaso del dilogo sea el motor secreto de la supervivencia. (Aubenque, 1987, p. 284, cursivas aadidas). Mejor imposible dira Pavn, quien citando la expresin con la que Aubenque confiesa la posible la constitucin dialctica de la Metafsica, nos dice; Y este es el amargo triunfo de la dialctica y de la filosofa aristotlica: el saber en su mxima expresin no nos infunde para nada aquella tranquila seguridad que nos brinda la demostracin y ese es el precio a pagar si la ciencia quiere completar su constitucin convirtindose en saber onto- protolgico. Sin duda, la dialctica es eficaz pero su eficacia tiene un lmite y ese es, justamente, el lmite propio de todo filosofar. (Pavn, 2004, p. 258) Y es que, segn Pavn, Aristteles no tendra ningn problema en afirmar que la naturaleza de la filosofa en cuanto ontoprotologa supone siempre un volver a comenzar. De all que, como dice el citado autor, Aristteles [] no tiene ningn empacho en afirmar: Con que la cuestin que se est indagando desde antiguo y ahora y siempre, y que siempre resulta aportica, qu es el ser, se identifica con esta qu es la substancia? (Met., VII, 1, 1028b2ss.); lo cual significa que la filosofa, por ms buenas razones que nos brinde, no pronuncia nunca la ltima palabra. (Pavn, 2004, p. 265). ]

Ahora bien, si aceptamos esta lectura del concepto de filosofa que propone Pavn es de suyo evidente que, si la filosofa (ontoprotologia) no es ciencia tampoco su mtodo podr ser la apodeixis y esa conclusin la reconoce el propio Aristteles precisamente en Tpicos[footnoteRef:34] que es la obra dedicada al estudio del mtodo dialctico. En efecto, teniendo en cuenta que en el conocimiento apodcticamente constituido los principios son asumidos, en Tpicos I, 2 10137ss el Filsofo declara: [34: (Aristteles, rganon I, Tpicos, trad. cast. M. Candel Sanmartn, Editorial Gredos, Madrid, 2000). ]

A partir de lo exclusivo de los principios internos al conocimiento en cuestin, es imposible decir nada sobre ellos mismos.

Como no es posible utilizar el mtodo demostrativo para teorizar sobre los principios porque conocerlos apodcticamente significa demostrarlos pero; para lograrlo hay que asumirlos, lo cual nos lleva a uno de estos dos vicios lgicos; o una peticin de principio o una reduccin al infinito en el orden de las premisas.[footnoteRef:35] De manera que el alcance epistemolgico de la apodeixis en lo concierne a la fundamentacin protolgica es nulo. Para Aristteles, los principios de las demostraciones; los principios propios y por supuesto, los principios comunes, por su propia condicin son indemostrables y, para corroborar todo lo dicho podemos, incluso, acudir a los Analticos. En efecto, en Analticos Segundos I, 10 7638 el filsofo es elocuente cuando seala: [35: En palabras de Pavn; No puede haber conocimiento apodctico de los principios porque, si lo hubiese, una de dos; o los principio no son verdaderamente tales porque son a su vez deducidos de premisas anteriores las cuales se convierten en los nuevos principios que hay que explicar; o los principios se demuestran mediante ellos mismo lo cual es una peticin de principio. En pocas palabras; la demostracin es intil para obtener el conocimiento protolgico que es precisamente el conocimiento al cual aspira la ciencia buscada. (Pavn, 2004, p. 99).]

Llamo principios, en cada gnero, a aquellos que no cabe demostrar que son. Se da, por supuesto que significan las cosas primeras y las derivadas de ellas; en cuanto al que son, los principios es necesario darlos por supuestos, y las dems cosas, demostrarlas.

Aristteles es puntual al reconocer la indemostrabilidad propia de los principios y, sin embargo, esta condicin no hace que el estagirita cierra el camino a la ciencia protolgica, pues, una vez ms en Analticos Segundos I, 3 72b19ss el filsofo declara:

Pero nosotros decimos que no toda ciencia es demostrativa, sino que la de las cosa inmediatas es indemostrable (y es evidente que esto es necesario: pues, si necesariamente hay que conocer las cosas anteriores y aquellas de las que la demostracin, en algn momento se han de saber las cosas inmediatas, y stas necesariamente sern indemostrables.

Lo que Aristteles dice en el pasaje citado es sumamente importante y respecto a este mismo tema reflexiona, con claridad meridiana, en Analticos Primeros I, 4 25b, 30 al sealar lo siguiente:

El razonamiento es ms universal que la demostracin [] la demostracin es un cierto razonamiento pero no todos los razonamientos son demostraciones.

La situacin que se presenta es clara; la apodeixis no tiene alcance protolgico porque los principios son indemostrables, pero, es preciso discurrir en torno a ellos y por esta razn, Aristteles sostiene que, epistmicamente, no todo saber tiene que ser demostrativo. De manera que aunque la ontoprotologa, en cuanto tal, no sea apodctica (y esto confirma, una vez ms, el carcter no cientfico de ese saber) sin embargo, sigue siendo un saber y todo saber, si no es vana palabra debe tener un mtodo. La cuestin es esta; Cul ser el mtodo que se ajusta a la filosofa entendida como saber ontoprotolgico? Obviamente, no es la apodeixis por todo lo dicho. Debemos renunciar entonces al mtodo? La respuesta de Aristteles es negativa y esto se corrobora acudiendo tanto a Tpicos como a los Analticos. En efecto, en Analticos Segundos I, 11 7727 ss leemos:

Todas las ciencias se comunican entre si en virtud de las (llamo comunes a aquellas de las que uno se sirve demostrando a partir de ellas, pero no aquellas acerca de las cuales se demuestra ni aquellas que se demuestran), y la dialctica se comunica con todas como una intentara demostrar universalmente las cuestiones comunes.

Y a partir de Tpicos I, 2 10135- 101b Aristteles es an ms claro, respecto a que la dialctica, al sealar que:

Es til para las cuestiones comunes propias de cada conocimiento. En efecto, a partir de lo exclusivo de los principios internos al conocimiento en cuestin, es imposible decir nada sobre ellos mismos, puesto que los principios son primeros con respecto a todas las cosas, y por ello es necesario discurrir en torno a ellos a travs de las cosas plausibles concernientes a cada uno de ellos. Ahora bien, esto es propio o exclusivo de la dialctica.

Los pasajes citados evidencian la reconocida utilidad filosfica de la dialctica respecto de los primeros comunes. De manera que el mtodo del saber que versa sobre los primeros principios (protologa) es la dialctica y, desde esta perspectiva, Pavn consigue sostener que, metodolgicamente, la ontoprotologa es dialctica.As pues, la propuesta interpretativa de Pavn en su Filosofa de la Filosofa podemos reducirla (desde el punto de vista que a nosotros nos interesa) a este argumento: 1) La filosofa defendida en la Metafsica, la filosofa a secas, la prote filosofa es una reflexin que estudia los principios ms generales en cuanto que principios de lo que es en cuanto que es. As pues, como dira Pavn, la Filosofa con la F mayscula es ontoprotologa.2) De los principios no hay demostracin, por lo tanto, si la filosofa quiere seguir siendo un saber y adems una ontoprotologa, desde la perspectiva metodolgica, no le queda otro camino que entregarse al proceder del dialctico.

En suma y con esto concluimos el resumen de este aspecto de la investigacin de Pavn; la filosofa ni es teologa (Reale) porque si lo fuera sera una ciencia particular, pero, tampoco, la Metafsica es la vaca etiqueta de un saber frustrado[footnoteRef:36] (Aubenque) porque an no siendo, en el orden de su objeto, metodolgicamente apodctica bien puede ser dialctica. [36: Aubenque sostiene que, Aristteles, buscando una ciencia que no verse sobre un gnero determinado, acaba violando los principios epistmicos que l mismo ha sostenido en los Analticos. Esto es verdad, pero, tambin es cierto que en Metafsica IV el Filsofo recuerda las condiciones epistmicas que l mismo ha dado para la constitucin de toda ciencia y, precisamente, a este respecto, conviene dar la debida importancia al hecho de que en la propia Metafsica Aristteles asume plenamente que toda ciencia versa sobre un gnero. Por consiguiente, siendo este el estado de las cosas cabe preguntarse lo siguiente: acaso esta declaracin de Aristteles no tiene ningn valor, al punto que se obvi toda reflexin en torno a ella? Evidentemente, la respuesta debe ser negativa; y es que, a nuestro modo de ver, el reconocimiento que hace Aristteles es fundamental al momento de calibrar el sentido de la ciencia buscada en la Metafsica. Dicho con otras palabras, si Aristteles sigue adelante en el intento de constituir la ciencia sin gnero entonces es obvio que, para el estagirita, el captulo de la ontologa no esta para nada- cerrado. Claro, Aubenque dira que Aristteles, intentando esta fundamentacin lo nico que logra es multiplicar los argumentos en contra de su posibilidad y, en ltima instancia, Aubenque tambin podra decir que todos los intentos del estagirita en esta direccin, no son ms que meras declaraciones de principios, por lo que la ciencia buscada no rebasa jams su dimensin programtica. Sin embargo, no deja de resultar interesante considerar el hecho de que en la propia Metafsica (VI) el estagirita incorpore un libro donde reflexiona epistemolgicamente sobre la ciencia buscada; pero, es an mas curioso que all (Metafsica VI) y en otros lugares como Metafsica IV- no deje de insistir en que la ciencia buscada es tal en la medida en que es distinta de toda ciencia particular, es decir, en cuanto que no genrica. As pues, para nosotros, todas estas razones llevan a pensar que la ontologa ni es slo un proyecto, ni nace muerta como cree Aubenque- sino que es siempre un saber problemticamente buscado. En consecuencia, para nosotros tiene razn Pavn cuando escribe que; si la filosofa no quiere ser engullida por la ciencia, no importa de cual ciencia particular se trate, tiene necesariamente que constituirse como saber ontoprotolgico, reflexivo y dialcticamente construido. (Pavn, 2004, p. 263). ]

Como se pudo apreciar en este sucinto resumen de la investigacin de Pavn, uno de los puntos medulares de su propuesta interpretativa es que la dialctica es un mtodo de alcance protolgico y, en esta misma medida, la dialctica es constitutiva del proceder metodolgico de la Metafsica, aceptando que en dicha obra Aristteles reflexiona sobre la filosofa entendida como ontoprotologa y, precisamente, esta es la conclusin que se desprende de las pginas anteriores. Ahora bien, en lo que respecta a esta investigacin asumiremos la tesis de Pavn que acabamos de exponer y en plena sintona con ella intentaremos profundizarla a fin de desarrollar de manera rigurosa lo concerniente a la concepcin aristotlica de mtodo dialctico y al planteamiento de sus respectivos procedimientos. Y es que, si dialctica y ontoprotologa comparten identidad de dominios en virtud de su comn alcance protolgico, entonces, tambin deberan compartir identidad de procesos.[footnoteRef:37] este respecto, nuestra investigacin pretende ser una puntualizacin de la tesis de Pavn al enfocarla desde el punto de vista del examen de algunos de los procedimientos dialcticos que deberamos encontrar aplicados en algunas argumentaciones protolgicas de la Metafsica. Claro, es evidente que con esta manera de proceder la concepcin de la metodologa dialctica de la Metafsica sostenida por Pavn o bien resultar ratificada y corroborada de hecho o bien puede resultar debilitada a la luz de los resultados de esta tesis. He aqu la justificacin y la pertinencia de este trabajo de investigacin cuyo desarrollo supone estudiar los aspectos metodolgicos que son centrales de Tpicos. En este sentido, en el primer captulo se examinar la estructura general de dicha obra, enfatizando a grandes trazos sus planteamientos metodolgicos, perfilando as la concepcin aristotlica de la dialctica. Una vez dado este primer paso en los dos captulos siguientes analizaremos los procedimientos dialcticos utilizados para fundamentar tanto el Principio de la Pluralidad de `ser como el Principio de la Unidad Semntica de `ser. De tal manera que, objeto del segundo y tercer captulo es constatar que los procedimientos dialcticos seleccionados se aplican en momentos neurlgicos de la argumentacin ontoprotolgica aristotlica. [37: Las expresiones entrecomilladas pertenecen a Aubenque. En efecto, es este autor quien refirindose a la relacin que se da entre filosofa y dialctica, seala; identidad de dominios, identidad de procesos: si la primera afirmacin es clara, la segunda habra de ser confirmada por un minucioso anlisis de los procedimientos de pensamiento utilizados en la Metafsica de Aristteles. (Aubenque, 1987, p. 289. Cursivas nuestras). Como puede apreciarse, Aubenque, no slo actualiza la investigacin en torno al status de la dialctica aristotlica, sino que al tiempo que declara la debilidad de la dialctica en cuanto mtodo protolgico, sin embargo, invita a analizar los procedimientos argumentativos protolgicos a la luz de los procedimientos metodolgicos de la dialctica. En este sentido, cabe pensar la posible determinacin de una identidad de procesos (o de procedimientos) entre Tpicos y Metafsica, cual elemento fundamental que pondra de manifiesto el vinculo esencial entre dialctica y filosofa; ya no slo desde el punto de vista formal (identidad de dominios) sino desde la perspectiva de la propia constitucin de la filosofa (identidad de procesos). Por consiguiente, es evidente que desde esta perspectiva, las palabras de Aubenque estimulan tambin una investigacin como la nuestra. Sin embargo, es menester reconocer que aunque Aubenque admitiese la llamada identidad de procesos, sin embargo, esta situacin no alterara para nada- el fracaso bajo el cual l interpreta el proyecto ontolgico del estagirita. Pues, analizando el problema del status de la dialctica aristotlica, Aubenque la vincula a la universalidad de la cultura general (estrechamente relacionada con la prctica discursiva de retricos y sofistas). Por lo tanto, aunque el mismo Aubenque caracterice el mtodo dialctico por su universalidad, funcin crtica, carcter formal, apertura a la totalidad (Aubenque, 1987, p. 275), sin embargo, stos mismos rasgos tambin caracterizan a la cultura general, lo que significa que a partir de la identidad entre dialctica y cultura general se inhabilitara el alcance metodolgico- epistmico de la primera. De all que Aubenque afirme que el discurso dialctico [] incluso si puede presentar justificaciones relativas, no deja de ser por ello verbal y vaco haga lo que haga. (Aubenque, 1987, p. 279). ]

Captulo Primero. Horizonte de la Dialctica Aristotlicaen Tpicos I.

I. El Mtodo Dialctico: Recursos Lgicos y Argumentativos.

En esta investigacin hemos asumido la tesis general que vincula la universalidad del mtodo dialctico a su alcance ontoprotolgico. Desde este enfoque, la concepcin aristotlica de la dialctica perfilada en Tpicos presenta dos dimensiones: por una parte, se erige como el mtodo de mximo alcance y, por otra, revaloriza epistmicamente la opinin al enfocarla desde la nocin de plausibilidad (endoxon). Partiendo de esta idea, Pavn ha mostrado que, efectivamente, la universalidad del mtodo dialctico une su suerte a la universalidad de la filosofa entendida como saber ontoprotolgico. Ahora bien, sobre las bases de este planteamiento general, la utilizacin de un tipo de argumentacin de naturaleza dialctica resulta ser propia de Metafsica y, precisamente, hemos dicho que el propsito de nuestra investigacin es estudiar este aspecto metodolgico y argumentativo del saber ontoprotologico pues, ya se ha puesto de manifiesto que la vinculacin entre principios ontolgicos y mtodo dialctico todava reclama un examen ms detallado en lo concerniente al estudio de los procedimientos argumentativos desarrollados en Tpicos, obra temprana[footnoteRef:38] donde Aristteles desarrolla su propia concepcin de la dialctica como mtodo.[footnoteRef:39] [38: Tpicos, inserto en corpus de las seis obras analticas que conforman el Organon, consta de ocho libros, aunque es comn aceptar a Refutaciones Sofsticas como el ltimo libro de Tpicos. Y es que, juntas o separadas, ambas obras plasman la concepcin y alcance del mtodo dialctico aristotlico. Cronolgicamente, Tpicos es considerado de producin temprana y al respecto suelen encontrarse argumentos tanto externos como internos a l que as lo corroboran. En efecto, en el primer caso, el nfasis recae en la influencia que tuvo la prctica dialctica platnica sobre la concepcin aristotlica de la dialctica mientras que, en el segundo caso, se intenta probar la anterioridad de Tpicos respecto a Analticos. Una referencia vinculada a estas dos vertientes de la investigacin preocupada por la cronologa la encontramos en las contribuciones de Reinhardt y Zagal, respectivamente. Esto es lo que destaca Reinhardt; los Tpicos fueron escritos probablemente al rededor de 360, no mucho despus de que Aristteles entrara en la Academia y, por tanto, son en cierto modo, contemporneos a los ltimos dilogos de Platn. De manera que no sorprende que haya puntos de contacto en cuestiones de mtodo y materia entre los ltimos dilogos [platnicos] y los Tpicos. (T. Reinhardt, La propiedad en los Tpicos de Aristteles, en Anuario Filosfico de la Universidad de Navarra, 2002, n. 35, p.341). En efecto, sobre la vinculacin de Tpicos a los escritos platnicos, Reinhardt destaca la obra E. Hambruch, Logische Reglen der Platonischen Schude in der Aristolischen Topik (1904). Ahora bien, en lo que respecta a la anterioridad de Tpicos en relacin con Analticos, Zagal afirma que est ms o menos fuera de discusin que los Tpicos constituyen una obra anterior a los Analticos. (H. Zagal, Definicin, Metfora y Aspheia en los Tpicos. Anuario Filosfico de la Universidad de Navarra, 2002, n. 35, p. 409) La opinin recogida por Zagal en cierta medida parte de la ponderacin de los siguientes datos: (1) algunos lugares, como por ejemplo, Tpicos I, 1 10025- 27 o Tpicos I, 1 10512-13, contienen la concepcin general del silogismo que, como se sabe, Aristteles teoriza en Analticos. Por lo tanto, o bien Tpicos I es posterior al resto del corpus, o bien, Tpicos no es anterior a Analticos; (2) En Tpicos VIII Aristteles reenva explcitamente a dos recomendaciones de Primeros Analticos [Tpicos VIII, 11 1629- 11 - 162b31-33] y, en este caso cabe la misma opinin antes expresada; (3) En lugares como Tpicos I, 1 100b19- 21 y Tpicos VIII, 1 155b10- 16 el estagirita remite a Analticos Segundos. As pues, tratndose una vez ms de los libros primero y octavo cabe considerarlos posteriores al resto de la obra; (4) En general, Tpicos I y VIII presentan cierto vocabulario tcnico ausente en los libros centrales. Por consiguiente, una vez ms es menester reiterar lo dicho. As pues, tomando en consideracin lo sealado suele admitirse que si las referencias a Analticos estn en el primer y octavo libro, entonces, slo los llamados libros centrales (del segundo al sptimo) son previos a los Analticos, mientras que los otros dos son menos antiguos. Sin embargo, tambin circula la tesis segn la cual entre los ocho libros, el octavo es el ms antiguo por exponer la concepcin aristotlica de la dialctica centrada, primordialmente, en la justa o en el debate, mientras que Tpicos I al analizar los fines y el alcance del mtodo le garantiza a la dialctica un horizonte y alcance mucho ms amplio y slido teorticamente. Estando as las cosas, cabe admitir el carcter tardo del primer libro y la anterioridad del octavo respecto del primero. Sin embargo, como suele suceder con la obra aristotlica, al parecer el octavo libro de Tpicos, posteriormente, sera revisado por el estagirita lo que explica, por un lado, su referencia a Analticos y, por el otro, aquellos pasajes en los que Aristteles parece recordar o bosquejar lo ya dicho en el primero. Concluimos esta gnesis sucinta sobre los libros de Tpicos subrayando que, en lo que respecta a esta investigacin, los pormenores de este asunto no nos atae, bastndonos con seguir lo comnmente admitido por la exegtica aristotlica tanto en lo referente al carcter temprano de Tpicos como respecto a Tpicos I, considerado como el ltimo libro en ser redactado, en el cual Aristteles ofrece un perfil general de su concepcin de la dialctica, dotando de articulacin a las distintas partes del mtodo. ] [39: En efecto, como nos comenta Zagal, ya desde los tiempos de Cicern se critic el estilo rido de los Tpicos, texto en que se encuentra en ciernes, sin embargo, toda la lgica aristotlica. En este sentido es una obra plena de madurez. (Zagal, 2002, p. 409). ]

Aristteles inicia Tpicos declarando lo siguiente:[footnoteRef:40] [40: Recordamos que en esta investigacin utilizaremos la traduccin castellana de Tpicos de M. Candel, publicada por la Editorial Gredos, Madrid, 2000. ]

El propsito de este estudio es encontrar un mtodo a partir del cual podamos razonar sobre todo problema que se nos proponga, a partir de cosas plausibles.

En el pasaje citado es menester destacar al menos dos cosas, a saber: por una parte, el estagirita se propone determinar si puede haber un mtodo que permita razonar sobre todo problema y, por la otra, declara que de haberlo, analizar los elementos[footnoteRef:41] de un mtodo cuya caracterstica fundamental es partir de premisas plausibles. Esto significa que en Tpicos el filsofo se dedica a teorizar sobre las condiciones metodolgicas de la prctica dialctica. Ahora bien, la idea general acerca del mtodo dialctico nos la brinda la propia articulacin de Tpicos de manera que son parece oportuno desarrollar ciertas reflexiones preliminares a este respecto. En efecto, Aristteles deja bien en claro que, sobre las teoras y los procedimientos argumentativos estudiados en dicha obra, no cabe pretender la exactitud que es necesaria en otros mbitos, advertencia esta que es reiterada por el estagirita en otras ocasiones. Por ejemplo, en Tpicos I, 1 10118, al concluir su exposicin acerca de las diferentes especies de razonamientos, el filsofo sentencia: [41: Lo dicho se corrobora en Tpicos I, 4 101b11ss, donde leemos lo siguiente; primeramente, pues, hay que considerar en qu cosas consiste el mtodo. Si pudiramos hacernos cargo de a cuntas y cules cosas se refieren y de qu constan los enunciados, as como el modo de disponer sin restricciones de ellas, cumpliramos adecuadamente el programa establecido. ]

[] no nos proponemos dar una explicacin exhaustiva de ninguna de ellas [el filsofo se refiere a las distintas especies de razonamiento][footnoteRef:42] por cuanto, al contrario, queremos discurrir en torno a ellas sumariamente, al estimar que es ms que suficiente, de acuerdo con el mtodo preestablecido poder reconocer, de alguna manera, cada una de ellas. [42: En este captulo inicial de Tpicos, Aristteles bosqueja los diferentes tipos de razonamientos y entre ellos coloca al demostrativo, al dialctico, al erstico y los paralogismos o razonamientos desviados. Ahora bien, aunque todos ellos, si estn bien construidos, exhiben la misma estructura, sin embargo, su proceder metodolgico no es el mismo, pues, tantos son los tipos de discursos tantos sern sus mtodos y de all que pueda afirmarse que, para Aristteles, no hay un mtodo nico en lo que respecta a la materia de los discursos. As pues, que hay una gama de tipos de razonamientos es evidente, de manera que analizada ya en el marco terico de esta investigacin- la relacin entre apodeixis y dialctica, no ahondaremos aqu en el razonamiento demostrativo, centrando la atencin en los distintos razonamientos no demostrativos, sin pretender ofrecer una descripcin exacta de sus elementos, pues, como el mismo Aristteles destaca, tal tarea dada la materia de los mismos- es imposible. Por consiguiente, grosso modo, prestaremos atencin a los contrastes de los razonamientos dialcticos respecto de los ersticos y los desviados. As pues, respecto a los demostrativos sabemos que desde el punto de sus premisas, la certeza de la apodeixis contrasta con la plausibilidad de la dialctica. Por su parte, los razonamientos ersticos son los que an estando bien construidos formalmente, sus premisas slo aparentemente son verdaderas o plausibles; de all que si dicho razonamiento esta mal construido formalmente, stricto sensu, no es un razonamiento, lo que significa que por razonamiento erstico no debe entenderse necesariamente razonamiento mal formado. Por su parte, los paralogismos o razonamientos desviados se caracterizan, no slo por estar bien formados sino tambin por darse respecto de un determinado conocimiento pero partiendo de supuestos o premisas falsas; tal tipo de razonamiento es analizado detalladamente (trazando suficientes diferencias respecto de los ersticos o sofsticos), por ejemplo, en el captulo 11 de Refutaciones Sofsticas. En efecto, all se destaca que entre los razonamientos ersticos y los desviados estos ltimos lucen ms legtimos que aquellos (Ref. Sof, 11, 1726ss.), pues, aunque desviados grosso modo- ellos se atienen a la materia en discusin, an cuando evidentemente fallan en el orden de los principios que utilizan. Finalmente, el razonamiento dialctico contrasta tanto con el razonamiento erstico como con el desviado, pues, el dialctico destaca por su correccin tanto formal como material. En sntesis, el comentario respecto a estos tipos de razonamientos no demostrativos se justifica aqu porque el mismo Aristteles perfila el razonamiento dialctico en permanente contraste con estas otras formas de argumentar. De suerte que, podra decirse que respecto de los ersticos la tarea del dialctico es reconocer lo que parece plausible pero no lo es; respecto de los desviados; su tarea es crtica, pues, consiste en poner en evidencia al que se equivoca o al que no sabe (Vase Ref. Sof. 11, 171b5) y, respecto de la sofstica que, como dice Aristteles es una sabidura aparente, pero no real. (Ref. Sof. 11, 171b35) su tarea consistir, como bien dice Aubenque, en refutar. ]

Ahora bien, que lo dicho sea cierto respecto del razonamiento dialctico es algo que puede corroborarse ya sea verificando la calidad de sus premisas, ya sea colocndonos desde el punto de vista de un enfoque formal, es decir, atendiendo a la misma estructura metodolgica de la teora de de los predicables, la cual, como es sabido, constituye la columna vertebral de Tpicos. En efecto, en el primer caso, es menester reconocer que, sobre un mtodo cuyas premisas son opiniones razonables, por definicin, es imposible brindar todos los casos posibles, pues, como dice Zadro, pueden siempre presentarse nuevas formas no prevista en la clasificacin[footnoteRef:43] de dichas premisas. En este sentido, la naturaleza del mtodo dialctico estriba en su constante constituirse y en ello mismo radica su utilidad en cuanto tal y en lo que respecta a la naturaleza del filosofar. Ahora bien, en lo que concierne al segundo aspecto de la cuestin, cabe destacar que el mismo proceder de Aristteles en el planteamiento y desarrollo de su teora de la predicacin, pone de manifiesto que este tipo de razonamiento exige, ms que rigidez, flexibilidad y, precisamente por ello, en la catalogacin de los lugares para la argumentacin en torno a cada uno de los predicables, el filsofo no procede segn el modelo exhaustivo propio de la deduccin sino que lo hace descriptivamente. En efecto, refirindose a este tema en Tpicos I, 6 102b35ss, Aristteles confiesa la inutilidad de un mtodo rgido en lo que respecta a la argumentacin dialctica. He aqu sus palabras: [43: Aristtele, I Topici, trad. it. A. Zadro, Luigi Lofredo Editore- Napoli, 1974, p. 314, nota 13. Zadro es uno de los eruditos contemporneos que comenta Tpicos. La lnea citada in corpore es parte de su comentario a Tpicos I, 1, 10118-24. De hecho, respecto a la particular rigurosidad de Tpicos que venimos tratando- nos parece til reproducir el texto en que se inserta la lnea referida; esto precisa Zadro, [] la limitacin en el perfeccionamiento del anlisis de las argumentaciones se refiere, tanto a las clases o especies (eide) de la argumentacin y a su teora como teora formal general, como a cuanto formalmente corresponde a la argumentacin dialctica, y as tambin al mtodo de discutir movindose a partir de los endoxa considerados y a lo que formalmente est conectados a stos, si es verdad que aqu hay un anlisis formal y exhaustivo de las argumentaciones que se mueven a partir de los endoxa, dado que su raz est en el hecho de las opiniones opinadas argumentacin formal que es imposible por definicin precisamente porque siempre podrn presentarse nuevas formas no prevista en la clasificacin. (Zadro, 1974, p. 314). Como puede apreciarse, para Zadro, la limitacin en el perfeccionamiento del anlisis obedecera tanto a la propia forma general de la teora aristotlica de la argumentacin, como a lo que formalmente cabe esperar de la argumentacin dialctica es especial, en cuanto mtodo adecuado para discutir en torno a opiniones admisibles. De all la necesaria flexibilidad del mtodo dialctico en orden a la misma calidad de las premisas de dicha forma de razonamiento. ]

[] no hay que buscar un mtodo nico y universal para todas ellas [se refiere a los predicables] en su conjunto: en efecto, eso no es fcil de encontrar y, si se encontrara, sera completamente oscuro e inutilizable para los fines asignados a este estudio. Habiendo asignado, en cambio, un mtodo propio a cada uno de los gneros sealados [se refiere a la definicin, el propio, el gnero y el accidente] como distintos, puede resultar ms fcil, a partir de lo peculiar de cada uno.

A partir de pasajes como este y atendiendo a la propia estructura de Tpicos, mucho se ha insistido y con razn, en el carcter asistemtico de la obra en cuestin[footnoteRef:44] pero, lo que parece seguro, es que esta condicin no es simplemente estilstica, sino que es constitutiva de la misma dialctica aristotlica y, desde este punto de vista, confrontar tal riqueza metodolgica requiere de una estrategia precisa sin que ello implique referencia alguna a un supuesto e inexistente carcter sistematizante. La nuestra, como ya dijimos,[footnoteRef:45] est orientada a rastrear en Tpicos algunos de los procedimientos metodolgicos utilizados por Aristteles en la Metafsica. Para ello, por una parte, respecto a Tpicos, nuestro anlisis se apoya en la estructura del primer libro que es el ltimo desde el punto de vista de la composicin de la obra. Esto lo haremos debido a la reconocida naturaleza profunda y elaborada, pero al mismo tiempo, depurada y sinttica que caracteriza a dicho texto. Asimismo, por otra parte, respecto a Metafsica nos concentraremos en el cuarto libro con la finalidad de mostrar: (1) el aparato argumentativo que soporta el principio de la multivocidad del ser, (2) el principio de la unidad de significacin del ser en vista de la problemtica constitucin de una ciencia universal y al mismo tiempo unitaria, tesis estas sin duda- fundamentales y decisivas para la constitucin misma de la filosofa primera aristotlica. Alcanzar semejante objetivo significa mostrar que Metafsica por ser constitutivamente dialctica- tambin tiene que serlo desde el punto de vista de la argumentacin que utiliza en su concreto proceder. Pero, antes de empezar el estudio de los procedimientos dialcticos topicales empleados en el efectivo discurrir de Aristteles a lo largo de sus argumentaciones en Metafsica IV, 1-2 es indispensable analizar la misma concepcin aristotlica de la plausibilidad y, de igual manera, es necesario hacernos una idea respecto a los recursos metodolgicos generales que se emplean cuando de argumentacin dialctica se trata. Por consiguiente, en este captulo, dedicado al contexto metodolgico de la dialctica, desarrollaremos el siguiente itinerario: en el primer apartado examinaremos, de manera general, la calidad de las premisas del razonamiento dialctico estudiando la nocin de plausibilidad y en los tres restantes, nos colocaremos desde una perspectiva metodolgica ms especfica mostrando que los razonamientos que parten de premisas plausibles se articulan segn tres niveles fundamentales que son los siguientes: [44: En efecto, con toda razn, esto es lo que opina Viano al respecto; es en extremo dificultoso seguir a Aristteles en el anlisis particular de los lugares dialcticos que no ordena sistemticamente, que rene en ncleos construidos con un cierto orden interno pero no coordinados. (AA. VV, C. A. Viano, La evolucin de la dialctica, Ediciones Martnez Roca, S. A. Barcelona, 1971.p. 53). ] [45: Como ya dijimos en el contexto del marco terico de esta investigacin. ]

1- En el primer nivel, las premisas se clasifican segn los cuatro tpicos o predicables, siendo estos ltimos los esquemas generales de la argumentacin, en cuanto que estructuras vlidas bajo los cuales se inscribe toda predicacin.[footnoteRef:46] [46: La teora aristotlica de los predicables desempean un rol fundamental tanto para la argumentacin en general, como para la de tipo dialctico es especial. Por consiguiente, es una investigacin vinculada a los Tpicos, no puede obviarse al criterio central para distinguir los diferentes tipos de predicaciones y, por ende, para juzgar en una argumentacin la validez de los atributos. Y es que, los predicables representan, como seala Rubinelli; las formas que necesariamente cualquier asercin asume en el momento en que se constituye ya que al ser interpretaciones formales, y por tanto exactas, de la materia del predicado respecto del sujeto, establecen su misma posibilidad de asercin: en efecto, la atribucin de cualquier predicable puede regularse y por tanto controlarse. (S. Rubinelli, Problema de topoi en Aristteles. Notas sobre una hiptesis diacrnica en Anuario de la Universidad de Navarra, n. 35, 2002, Pamplona, Espaa, p. 382). ]

2- En el segundo, dado el carcter mximamente general de los tpicos o predicables, stos se articulan a travs de un conjunto de esquemas argumentativos que Aristteles llama topoi entendidos en un sentido ms particular si se los compara con los predicables. Precisamente, para evitar confusiones a este respecto, reservamos el trmino tpico para referirnos a los predicables y la expresin topoi para referirnos a aquel conjunto de esquemas argumentativos que suelen utilizarse en la exposicin de los tpicos mismos.[footnoteRef:47] [47: Es verdad que el trmino tpicos en la medida en que significa lugares comunes- es aplicable tanto a los predicables como a los esquemas argumentativos (topoi); no obstante, la utilizacin de la palabra tpicos para referirnos exclusivamente a los predicables es legtima, teniendo en cuenta que los libros que conforman Tpicos estn dedicados a los diferentes predicables. Por consiguiente, sobre la base de estas consideraciones, la estructura de Tpicos se articula, en un primer nivel, siguiendo la columna vertebral de los predicables y, en un segundo nivel, propio de cada libro dedicado a un predicable, se compone de un conjunto de topoi que constituyen los correspondientes esquemas argumentativos del predicable en cuestin.]

3- En el tercero, analizaremos la funcin de algunos de los denominados instrumentos dialcticos (ID). A este respecto, enfatizaremos que esta categora de la dialctica topical es tan importante como los mismos predicables y como los topoi que los articulan, pues, como veremos, los ID sirven de marco referencial a los procedimientos dialcticos. A este respecto, por una parte, se evidenciar que las condiciones de uso de las premisas plausibles se inscriben en alguno de los ID y, por la otra, mostraremos que los criterios de ciertos ID clasifican los topoi empleados en los predicables, razn por la cual nos referiremos a tales criterios utilizando tambin el trmino topoi, pues, en tanto que utilizados en el contexto de cada predicable y en tanto que marco de procedimientos argumentativos, es evidente que los ID y sus criterios son tambin lugares comunes de la dialctica topical. Dicho esto pasemos a ocuparnos de la primera parte de nuestro itinerario, es decir, la relativa al anlisis de la calidad de las premisas dialcticas. 1. Plausibilidad y Seleccin de Opiniones. Aristteles concibe la dialctica como un mtodo til a toda investigacin, cuyas tcnicas necesariamente estn orientadas hacia un estudio de las posibles argumentaciones y que descansa sobre un minucioso aparato terico cuyo objeto es la opinin.[footnoteRef:48] En efecto, en el razonamiento dialctico, la opinin es, a la vez, el punto de partida es decir, la materia de las premisas y la piedra de toque de la misma argumentacin. Por lo tanto, en un primer momento, Aristteles apunta hacia la restriccin del dominio de las premisas en virtud del razonamiento dialctico. A este respecto, en las primeras lneas de Tpicos,[footnoteRef:49] Aristteles seala lo siguiente: [48: En efecto, como dice Viano, la dialctica como tcnica lgica es un conjunto de reglas para ordenar las elecciones posibles en una investigacin dialgica. (Viano, 1971, p. 50)] [49: Tpicos I, 1 10020- 100b23.]

El propsito de este estudio es razonar sobre todo problema [] a partir de cosas plausibles [] son cosas plausibles (endoxa) las que parecen (dokounta) bien a todos, o a la mayora (tos plestois), o a los sabios (tos sophois), y, entre estos ltimos, a todos, o a la mayora o a los ms conocidos y reputados (tos mlista gnormois ka endxois).

En este pasaje es menester destacar tres aspectos muy importantes y estrechamente vinculados con el alcance del mtodo dialctico, a saber: (1) La universalidad del proceder dialctico teleolgicamente considerado; (2) la universalidad del mtodo en cuanto a su alcance temtico y (3) la universalidad endoxstica de sus premisas. A continuacin, desarrollaremos estos tres temas. Desde el punto de vista de sus fines,[footnoteRef:50] Aristteles enfatiza que el argumentar dialctico es til para ejercitarse[footnoteRef:51] ya que provee de un mtodo de suma eficacia argumentativa;[footnoteRef:52] es til en las conversaciones,[footnoteRef:53] ya que permite evaluar las opiniones que otros se atribuyen como propias[footnoteRef:54] y, por ltimo, desde el punto de vista filosfico, por un lado, la dialctica, en cuanto razonamiento de la contradiccin,[footnoteRef:55] dispone al discernimiento de la verdad de los argumentos[footnoteRef:56] (y este mismo esquema, que se remonta a los antilogoi,[footnoteRef:57] aplicado al examen de tesis filosficas, permite la articulacin del mtodo de investigacin aportico)[footnoteRef:58] y, por el otro lado, la dialctica es el mtodo de la propia racionalidad protolgica.[footnoteRef:59] [50: La universalidad de la dialctica como mtodo es articulada por Aristteles en el captulo que dedica a las utilidades de dicho mtodo en Tpicos I, 2. ] [51: Sobre la ejercitacin en Tpicos I, 2 10127 se lee; [] que es til para ejercitarse resulta claro por s mismo: en efecto, teniendo un mtodo, podremos habrnoslas ms fcilmente con lo que nos sea propuesto. Al respecto, el siguiente pasaje del Parmnides es elocuente en cuanto a esta utilidad ejercitativa al plasmar la propia concepcin de la dialctica como razonamiento de la contradiccin. En Parmnides 135c- 136 se lee: Antes de ejercitarte, Scrates, te empeas en definir lo bello, lo justo, lo bueno y cada una de las Formas. Eso es lo que pens ya anteayer, al escucharte dialogar con este Aristteles. Bello y divino, ten por seguro, es el impulso que te arrastra hacia los argumentos. Pero, esfurzate y ejerctate ms, a travs de esa prctica aparentemente intil y a la que la gente llama vana charlatanera, mientras an eres joven. De lo contrario, la verdad se te escapar. Y cul es el modo de ejercitarme, Parmnides? pregunto Scrates. Ese respondi- que escuchaste de labios de Zenn. [] Adems de eso, debemos hacer esto otro: no slo suponer que cada cosa es y examinar las consecuencias que se desprenden de esa hiptesis, sino tambin suponer que esa misma cosa no es, si quieres tener mayor entrenamiento. (Platn, Parmnides, trad. cast. de Ma. I. Santa Cruz, A. Vallejo Campos, N. L. Cordero, Ed. Gredos, Madrid, 1998) (Cursivas aadidas). Finalmente, respecto a la utilidad de la ejercitacin dialctica, vase, Tpicos VIII, 14. Este libro es comnmente reconocido como manual de dialctica en su dimensin peirstica. ] [52: En relacin con este uso de la dialctica Berti comenta; se puede decir que este primer uso de la dialctica tiene un carcter personal, o privado, es decir, de estudio, de adiestramiento en una practica largamente difundida y sin embargo todava no adecuadamente disciplinada, a los fines de practicarla ms fcilmente, es decir, ms eficientemente. (E. Berti, Le Ragioni di Aristotele, Editori Laterza, Roma, 1989, p.32) Tal es la sistematizacin y el mtodo que ofrecera Aristteles. Respecto a dicho uso, vase tambin de M. Zanatta, Dialctica y Ciencia en Aristteles, en Anuario Filosfico de la Universidad de Navarra, 2002 (35), 25- 52.] [53: Respecto a las conversaciones en Tpicos I, 2 10129 leemos que la dialctica es til; para las conversaciones, porque, habiendo inventariado las opiniones de la mayora, discutiremos con ellos, no a partir de pareceres ajenos, sino de los suyos propios, forzndoles a modificar aquello que nos parezca que no enuncian bien. ] [54: Autores como Berti (1989) y Zanatta (2002) coinciden en que el norte de esta funcin se dirige a la utilidad que tiene el adiestrarse en este mtodo a fin de argumentar mejor en pblico. De hecho, Berti sostiene que este es el uso ms propio y natural de la argumentacin dialctica. Sin embargo, privilegiar el llamado uso pblico de la dialctica puede conducir a una directa valorizacin de la dialctica entendida exclusivamente en su dimensin peirstica, pues, en este marco, como reconoce B


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