Date post: | 01-Jan-2016 |
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INTRODUCCIÓN A LA EPIGRAFÍA LATINA: TIPOS, ESTRUCTURA Y
ELEMENTOS BÁSICOS DE LAS INSCRIPCIONES LATINAS
ISBN
(facilitado por Liceus)
Antonio Alvar Ezquerra
THESAURUS: epigrafía, inscripciones, inscripciones votivas, inscripciones honoríficas,
inscripciones funerarias, inscripciones monumentales, documentos oficiales,
instrumenta.
OTROS ARTíCULOS RELACIONADOS CON EL TEMA EN LICEUS:
Introducción a la epigrafía griega
RESUMEN O ESQUEMA DEL ARTíCULO:
I.- Introducción.
II.- Inscripciones votivas.
III.- Inscripciones honoríficas.
IV.- Inscripciones funerarias.
V.- Inscripciones monumentales.
VI.- Documentos oficiales:
a) Leyes y plebiscitos.
b) Senadoconsultos.
c) Documentos emanados de los emperadores:
1.- Edictos.
2.- Mandatos.
3.- Decretos.
4.- Epistolae y rescripta.
5.- Diplomas militares.
d) Documentos emanados de los magistrados:
1.- Edictos.
2.- Rescripta.
3.- Decretos o sententiae.
e) Actas públicas del pueblo romano.
f) Documentos relativos a la religión y al culto.
g) Documentos relativos al ejército.
h) Documentos relativos a las municipalidades.
i) Documentos relativos a los colegios.
j) Actas privadas.
VII.- Varia.
VIII.- Elementos constitutivos básicos de las inscripciones latinas:
1.- El nombre romano.
2.- El cursus honorum.
3.- El nombre y los títulos del emperador.
IX.- Apunte bibliográfico.
TEXTO DEL ARTíCULO:
I.- Introducción:
Es difícil resumir en unas pocas palabras las características de la enorme
multitud de epígrafes latinos encontrados y publicados, reduciéndolos a unas cuantas
líneas maestras en las que encuadrar todos y cada uno de ellos; si eso fuera posible,
las inscripciones latinas carecerían de interés o, por contra, su descripción se limitaría
a decir unas pocas generalidades de escaso valor. ¿Cómo, pues, enfrentarse a esas
decenas de miles, tal vez cientos de miles, de inscripciones recogidas en el CIL desde
el siglo pasado?
Aún partiendo de la convicción de su multiplicidad, de su variedad, de su
complejidad, puede ser lícito extraer algunas conclusiones sustanciosas sin pretender,
claro está, abarcarlo y explicarlo todo; porque, quien se acerque con un mínimo de
curiosidad a la Epigrafía Latina, habrá podido comprobar, en primer lugar, que hay
fórmulas fijas repetidas hasta la saciedad en miles de epígrafes, siempre las mismas, a
veces con mínimas variantes. Si se contempla con mayor detenimiento ese mismo
material, se descubre que el conjunto puede subdividirse en unos pocos grandes
grupos atendiendo al contenido de los epígrafes; finalmente, que cada uno de esos
grandes grupos -los tipos de inscripciones- suele responder en su redacción a unas
estructuras tan fijas como las fórmulas antes mencionadas. Bien es cierto que siempre
quedará una notable cantidad de epígrafes que no se someterán a la disciplina del
conjunto pero para llegar a entenderlos, a analizarlos y a explicarlos correctamente es
de todo punto imprescindible saber qué es “lo normal”, es decir, cuáles son los
principios a que obedece la mayor parte de las inscripciones latinas; precisamente de
esos principios, concretamente en lo que respecta a tipos y estructuras básicas, es de
lo que tratan estas páginas.
Convendría, antes de nada, precisar qué se entiende por inscripción: una
inscripción es un texto escrito sobre un objeto duro y resistente, mediante incisión,
grafito o cualquier otro procedimiento.
Según este concepto, las inscripciones latinas se pueden agrupar en seis
grandes grupos -y así se hace tradicionalmente- de los que los cuatro primeros son los
verdaderamente relevantes como objetos específicos de esa ciencia llamada Epigrafía.
Los dos últimos revisten unas características particulares en las que el hecho de estar
inscritos es algo anecdótico y deben su interés a otros motivos; más adelante se
precisará esta idea. Así pues, los cuatro primeros grupos responderían al carácter de
objetos suntuarios, mientras que los dos últimos no participan tanto de ese carácter.
Estos son los seis grupos:
1.- Inscripciones votivas.
2.- Inscripciones honoríficas.
3.- Inscripciones funerarias.
4.- Inscripciones monumentales.
5.- Documentos oficiales.
6.- Varia.
II.- Inscripciones votivas:
Son las inscripciones dedicadas a los dioses, ya sean del panteón romano, ya
indígenas. Habitualmente el nombre del dios, o de los dioses, aparece de un modo
explícito encabezando el texto y generalmente en dativo (más la palabra SACRVM o
similar); es decir, “consagrado/dedicado a...”. Como segundo elemento fundamental
aparece el nombre del individuo -con o sin títulos- o colectividad que ha hecho la
donación, habitualmente en nominativo. Por último se pueden indicar, como datos
accesorios, las circunstancias que han motivado o rodeado la ofrenda: por qué se
hace, con qué dinero se paga y muchas cosas más. El esquema básico podría ser
éste:
ILLI DEO SACRVM
ILLE CVM ILLO
VOTO SVSCEPTO
DE SVO POSVIT
CVRANTE ILLO
Traducción: “Consagrado a tal dios. / Fulano con Mengano, / cumpliendo una promesa,
/ con su dinero puso (esta inscripción) / bajo los cuidados de Zutano.”
Valga como ejemplo, más simple por estar presentes tan sólo los dos
elementos fundamentales, la inscripción del CIL II 5679:
NYMPHIS
T POMPONIVS
PROCVLVS
VITRASIVS
POLLIO COS
PONTIF PROCOS
ASIAE LEG AVG PR
PR PROVINCIAR
MOESIAE INF ET
HISP CITER
ET FAVSTINA EIVS
Texto: Nymphis / T(itus) Pomponius / Proculus / Vitrasius / Pollio, co(n)s(ul), /
pontif(ex), proco(n)s(ul) / Asiae, leg(atus) Aug(usti) pr(o)/pr(aetor) provinciar(um) /
Moesiae Inf(erioris) et / Hisp(aniae) Citer(ioris) / et Faustina eius.
Traducción: “A las ninfas / Tito Pomponio / Próculo / Vitrasio / Polión, cónsul / pontífice,
procónsul / de Asia, legado del emperador en función de propretor de las provincias /
de Mesia Inferior y / de Hispania Citerior / y su (esposa) Faustina (dedican esta
ofrenda).”
La estructura del epígrafe es muy sencilla: un dativo, referido al nombre de los
dioses a quienes se dedica la inscripción, y dos nominativos, que identifican al
matrimonio dedicante, él con indicación de algunos de sus títulos, cargos y honores.
Más adelante se volverá sobre este detalle.
III.- Inscripciones honoríficas:
Son las inscripciones dedicadas a los hombres vivos por otras personas u otras
colectividades. Como en el caso anterior, el nombre del que recibe el homenaje
encabeza el texto, también generalmente en dativo; el nombre se adorna con la
mención expresa de todos sus títulos, cargos y honores, que fundamentan de un modo
indispensable el prestigio y la categoría del honrado y, por tanto, justifican la
dedicación. Los elementos accesorios son, como sucede con las inscripciones votivas,
precisiones al hecho concreto del homenaje: por qué se le otorga, quién lo paga, en
qué consiste el homenaje, con qué gesto respondió el interesado a tan alta honra (en
ocasiones asume los gastos del homenaje, otras veces invita en banquete a la
comunidad que le honra, etc.). El esquema básico podría reducirse a:
ILLI
ILLE
OB MERITA
STATVAM POSVIT
DECRETO DECVRIONVM
Traducción: “A Fulano, / Mengano / por sus méritos / le puso esta estatua / por
decisión de los decuriones.”
Y podría ejemplificar muy bien este conjunto de inscripciones la que se lee en
CIL VI, 4-2, 31706:
L CORNELIO L F
GAL PVSIONI
IIIIVIR VIAR CVRANDAR
TR MIL LEG XIIII GEMINAE
QVAESTORI TR PL PR LEGAT
AVGVSTI LEG XVI
M VIBRIVS MARCELLVS
Y LEG XVI
Texto: L(ucio) Cornelio L(ucii) f(ilio), / Gal(eria tribu), Pusioni, / quattuorvir(i) viar(um)
curandar(um), / tr(ibuno) mil(itum) leg(ionis) XIV Geminae, / quaestori, tr(ibuno)
pl(ebis), pr(aetori), legat(o) / Augusti leg(ionis) XVI / M(arcus) Vibrius Marcellus, /
centurio leg(ionis) XVI.
Traducción: “A Lucio Cornelio, hijo de Lucio, / de la tribu Galeria, Pusión, / miembro de
la comisión de cuatro encargados de cuidar las calles, / tribuno de los soldados de la
legión XIV Gémina, / cuestor, tribuno de la plebe, pretor, legado del emperador de la
legión XVI, / (le dedica esta inscripción) Marco Vibrio Marcelo / centurión de la legión
XVI.”
El nombre del homenajeado va seguido de su cursus honorum, sobre el que
volveremos más adelante; el dedicante, en nominativo, sigue, sin precisar más detalles
en este caso.
IV.- Inscripciones funerarias:
Son las inscripciones dedicadas a los hombres muertos por sus familiares,
amigos o deudos. La estructura de estas inscripciones coincide con las anteriores en
algunos casos; en otros varía siguiendo un modelo distinto pero repetido también
hasta la saciedad; en cuanto a los elementos fundamentales se observa la presencia
de fórmulas funerarias, generalmente abreviadas, tanto en el encabezamiento como al
final del texto, que permiten distinguir este grupo del anterior; igualmente se suele
expresar el número de años que vivió el difunto, a veces con gran precisión. La nueva
notación de la edad del difunto es otro elemento que permite distinguir su estructura de
las honoríficas. Con respecto a los elementos accesorios, resulta innecesario señalar
que hacen referencia al conjunto de circunstancias que rodean al levantamiento de la
lápida: relación del difunto con el dedicante, cómo se paga el monumento,
disposiciones testamentarias a este propósito, tamaño de la tumba, etc.
Los esquemas a que hacían referencia podrían sintetizarse en:
D M
ILLI
QUI VIXIT ANNIS TOT
ILLE F C
Traducción: “A los dioses Manes. / A Fulano / que vivió tantos años, / Mengano se
encargó de hacer- (-le esta inscripción).”
O bien:
D M S
ILLE
(QUI) VIXIT ANNIS TOT (SIVE) ANNORUM TOT
ILLE
PATRI CARISSIMO FECIT
H S E S T T L
Traducción: “Consagrado a los dioses Manes. / Fulano, / de tantos años o que vivió
tantos años. / Mengano hizo (esta inscripción) a su muy querido padre. / Aquí está
enterrado; que la tierra te sea leve.”
Sirva como ejemplo la inscripción recogida en CIL II 166:
D M S
MINATIA FAV
STINA AN XXXX
H S E S T T L
ANTONIVS RO
MVLVS MARI
TAE PIENTISSI
MAE F C
Texto: D(iis) M(anibus) s(acrum). / Minatia Fau/stina an(norum) XXXX / h(ic) s(ita)
e(st); s(it) t(bi) t(erra) l(evis). / Antonius Ro/mulus mari/tae pientissi/mae f(aciendum)
c(uravit).
Traducción: “Consagrado a los dioses Manes. / Minatia Fau/stina, de 49 años, / aquí
está enterrada; que la tierra te sea leve / Antonio Ró/mulo a su espo/sa piadosísi/ma le
hizo (esta inscripción).”
Con notable frecuencia, frente a lo que sucede con las inscripciones votivas y
honoríficas, en este grupo el homenajeado puede encabezar el texto con su nombre,
títulos, honores, etc. en nominativo. A veces el cruce entre los dos esquemas provoca
aparentes irregularidades lingüísticas que no responden sino a una mala combinación
de formularios previamente establecidos; es el caso, entre otros, de CIL II (supl.) 5145
donde se lee:
D M S
AVENTINAE
VIXIT ANN
XXXV PA
TROCLVS
MERENTI
POSVIT HSTLE
Texto: D(iis) M(anibus) s(acrum). / Aventinae / [quae] vixit ann(is) / XXXV. Pa/troclus /
merenti / posuit. H(ic) s(ita) [est]; [sit tibi] t(erra) l(evis) <E>.
Traducción: “Consagrado a los dioses Manes. / A Aventina / [que] vivió / 35 años. Pa /
troclo, / por merecerlo, / le puso (esta inscripción). Aquí [está] enterrada, que la tierra
[te sea] leve <E>.”
El hecho de que un dativo sea sujeto de un verbo en forma personal no es una
irregularidad que deba explicarse desde la evolución lingüística del latín, sino
simplemente a un descuido del ordinator en la redacción del texto, descuido que se
intensifica en la fórmula funeraria final, (H. S. E. S. T. T. L) mal entendida y peor
reflejada y que no merece la pena ser interpretada como reflejo de una oración latina
correcta y abreviada, como hace Mommsen que pretende leer algo así como Hic sita
terra levis ei, ante la duda de Hübner. Por el número de inscripciones funerarias
conservadas (aproximadamente un 50% del total) y la variedad de estratos sociales a
que van dirigidas, son fuente inagotable de datos para conocer la estructura del
nombre romano, de la población de cada lugar, de las variantes lingüísticas de cada
región o de cada capa social (aunque en este caso las conclusiones sean negativas) o
de cada época, etc. Porque la rigidez teórica de los esquemas habitualmente
propuestos, se resuelve en la práctica en un sinfín de pequeñas variantes sumamente
ilustrativas que traducen diferencias sociales, geográficas y cosmológicas. Ello aún sin
contar aquel otro numeroso grupo de inscripciones funerarias con pretensiones
literarias e incluso métricas, en el que cabrían incluir tantos epitafios de escritores
conocidos escritos para sí mismos como el de Nevio (Immortales mortales si foret fas
flere, / flerent divae Camenae Naevium poetam. / Itaque, postquam est Orchi traditus
thesauro, / obliti sunt Romai loquier lingua latina = “Si los inmortales pudiesen llorar a
los mortales, / las divinas Camenas llorarían a Nevio, el poeta. / Desde que fue a
engrosar los tesoros del Orco / olvidaron en Roma hablar latín”), el de Plauto
(Postquam est mortem aptus Plautus, Comoedia luget, / scaena est deserta, dein
Risus Ludus Iocusque / et Numeri innumeri simul omnes conlacrumarunt = “Desde que
Plauto ha muerto, la Comedia viste de luto, / el escenario está desierto, y la Risa y el
Juego y la Burla / y los innumerables Versos se deshacen juntos en lágrimas.”), el de
Enio (Aspicite, o cives, senis Enni imaginis formam. / Hic vestrum panxit maxima facta
patrum. / Nemo me lacrimis decoret nec funera fletu / faxit. Cur? Volito vivos per ora
virum = “Mirad, conciudadanos, el retrato del anciano Enio. / Él fue quien divulgó las
hazañas de vuestros padres. / Que nadie vierta lágrimas en mi honor, / vivo estaré en
las bocas de los hombres.”), el de Tibulo (Tib. Corp. I 3, 55-56: Hic iacet immiti
consumptus morte Tibullus, / Messallam terra dum sequiturque mari = “Aquí yace,
acabado de muerte implacable, Tibulo, / mientras a Mesala por tierra y mar seguía.”) o
para otros como el de Propercio a Cintia (Prop. IV 7, 85-86: Hic Tiburtina iacet aurea
Cynthia terra: / accesit ripae laus, Aniene, tuae = “Aquí yace, en tierra Tiburtina, la
dorada Cintia: / Nuevo honor se ha añadido, Anio, a tu ribera.”) o el de Marcial a la
pequeña Erotión (Mart. V 34: Hanc tibi, Fronto pater, genetrix Flaccilla, puellam /
oscula commendo deliciasque meas, / parvola ne nigras horrescat Erotion umbras /
oraque Tartarei prodigiosa canis. / Inpletura fuit sextae modo frigora brumae, / vixisset
totidem ni minus illa dies. / Inter tam veteres ludat lasciva patronos / et nomen blaeso
garriat ore deum. / Mollia non rigidus caespes tegat ossa nec illi, / terra, gravis fueris:
non fuit illa tibi = “A vosotros, Frontón y Flacila, sus padres, esta niña os confío, / la
pequeña Erotión, goce de mis labios / y mis delicias, para que venza el miedo a las
negras tinieblas / y a las fauces monstruosas del can Tartáreo. / Hubiera visto
derretirse el hielo de su sexto invierno, / con que hubiese vivido igual número de días. /
Que entre tan venerables protectores juegue y retoce eternamente / y pronuncie mi
nombre con balbucientes labios. / Fosca hierba, no cubras para siempre sus blandos
huesos. Tierra, / no le seas pesada: no lo fue ella para ti.”).
Precisamente esta recreación de la manida fórmula funeraria Hic situs (-a) est.
Sit tibi terra levis hecha por el gran poeta bilbilitano nos enfrenta con dos interrogantes
de las relaciones entre la Epigrafía funeraria y la Poesía, de la precedencia entre
epitafios anónimos y poetas conocidos, de los orígenes helenísticos de esta poesía
funeraria, etc. Y si epitafios como los citados anteriormente demuestran que los
grandes escritores también cultivan este género, otro muchos rompen también con los
esquemas tradicionales y buscan vías de expansión propias y originales, como es el
caso de la inscripción que se lee en CIL VIII 24.629: “M. Furio Herennio, hijo de
Veterano, nacido en Astigi, de la tribu Papiria, yace aquí enterrado. La Bética me
engendró y vine hasta este lugar deseoso de conocer las tierras de Libia y los confines
de Cesárea. Los hados me arrancaron la vida y yo y lo mío yacemos en estas lejanas
playas. Viví cincuenta años durante los cuales pude demostrar mi cariño y fidelidad
para con los míos. Fui siempre animoso para el trabajo. Marchad lejos de mí sin mí y
llegaos a los míos. Pero os ruego que digáis al pasar ante esta tumba: <<Séate la
tierra leve y descansen en ella dulcemente tus restos>>.”
V.- Inscripciones monumentales:
Son aquellas inscripciones que, colocadas en un lugar bien visible,
conmemoran la construcción o reconstrucción de un edificio u obra pública, guardando
para la posteridad el recuerdo de quien o quienes lo hicieron. El esquema más simple
(y también el más antiguo) presenta en primer lugar el nombre del personaje que ha
levantado o rehecho la obra en nominativo; le sigue un verbo como fecit o refecit; tal es
la inscripción grabada sobre el Panteón de Agripa (M. Agrippa, L. f(ilius) co(n)s(ul)
tertium fecit; CIL VI 896). Pero habitualmente el esquema usado es más complejo:
Suele, entonces, encabezar el texto una fórmula de dedicación del edificio, bajo las
expresiones in honorem... o pro salute... más genitivo. Sigue el nombre y los títulos del
que o de los que han levantado el monumento; se especifica el tipo de edificio
construido en acusativo y finalmente figura el verbo. Todo ello acompañado de
numerosas precisiones de carácter accesorio, como la fecha en que se construyó (en
ablativo), con qué dinero se hizo, por orden de quién se emprendió la obra, el estado
del monumento antes de la reconstrucción, etc.
En resumen, los esquemas podrían ser:
ILLE
FECIT
Traducción: “Fulano (lo) / hizo.”
O bien:
IN HONOREM ILLIVS
ILLE
AEDIFICIVM VETVSTATE CORRVPTVM
REFECIT
DEDICANTI ILLO
Traducción: “En honor de Fulano, / Mengano / este edificio deteriorado por los años /
(lo) rehizo, / dedicándo(lo) Zutano.”
O bien:
PRO SALVTE IMPERATORIS CAESARIS
AEDIFICIVM ILLVD
ILLE
SVA PECVNIA FECIT
IDEMQVE DEDICAVIT
Traducción: “Por la salud del Emperador César, / tal edificio / Fulano / con su dinero
(lo) hizo / y él mismo lo dedicó.”
Como ejemplo se puede proponer la inscripción recogida en CIL II 5354:
IN HON DOM DIVINAE
G AVF G F GAL VEGETVS
IIVIR II CVRAT BALINEV
AEDIFI ET G AVF G F G
AVITVS F IIVIR DESIGN
D S P D
ET EDITIS CIRCIENS
Texto: In hon(orem) Dom(us) Divinae. / G(aius) Auf(idius) G(ai) f(ilius) Gal(eria tribu)
Vegetus / IIvir II, curat(or), balineu(m) / aedifi(cavit) et G(aius) Auf(idius) G(ai) f(ilius)
G(ai) [n](epos) / Avitus f(ilius eius), IIvir design(atus), / d(e) s(ua) p(ecunia) d(edit) / et
editis circ<i>ens(ibus) [d](edicavit).
Traducción: “En honor de la casa imperial. / Gayo Aufidio, hijo de Gayo, de la tribu
Galeria, Vegeto / duúnviro por segunda vez, encargado (de los baños?), construyó
estos baños / y Gayo Aufidio Avito, hijo de Gayo, nieto de Gayo, / su hijo, duúnviro
designado, / con su dinero los pagó / y los inauguró con juegos circenses.”
En ella todo se corresponde con los esquemas teóricos; la única desviación
notable se debe al hecho de que son personas distintas, aunque familiares, la que
construye las termas y la que las inaugura. Ambos son magistrados municipales y de
su cursus honorum se dirá más tarde.
Un conjunto importante de inscripciones monumentales lo constituyen los
miliarios, mojones que marcaban las millas de las vías y en los que suele figurar un
texto siguiendo el esquema nº 1 que se acaba de señalar, al que acompaña el numeral
de la vía. En este conjunto el nombre que aparece es el del emperador de turno, con
todos sus títulos, en nominativo si la vía corresponde a la red principal; en dativo (y
entonces la estructura es similar a la de una inscripción honorífica) si se trata de una
vía secundaria; puede verse, como ejemplo, el epígrafe de Caracalla recogido más
adelante, en estas páginas.
VI.- Documentos oficiales:
Como se decía más arriba, los dos últimos grupos de inscripciones poseen
unas características propias que les diferencian sustancialmente de los cuatro
anteriores. Este quinto apartado agrupa todos aquellos textos que emanan como
disposiciones, decisiones, acuerdos, etc. de cualquiera de las magistraturas o del
Senado; en ellos el hecho de estar inscritos es algo accesorio, como ya se ha dicho, y
no afecta a la composición del texto ni a sus estructuras básicas como sí sucede con
las inscripciones suntuarias (los cuatro grupos anteriores); el texto existe antes e
independientemente de ser inscrito, o lo que es igual, de ser publicado pues ésa es la
finalidad del epígrafe: hacer público y dar la mayor difusión a algo mediante el
procedimiento de grabarlo sobre un material duradero, incluso en varias copias. A este
respecto es preciso recordar que ha sido mucho lo que se ha discutido sobre el tipo de
inscripción que es el Monumentum Ancyranum, que ha transmitido el texto de las Res
gestae divi Augusti; si se trata de una inscripción triunfal, o funeraria..., cuando en
realidad las Res gestae… no son sino un balance de la gestión personal de Augusto al
frente del imperio y el Monumentum Ancyranum la expresión escrita de ese balance; el
hecho de que esté grabado en piedra es algo secundario que no condicionó en
absoluto la redacción dada por el emperador. Algo similar podríamos decir de tantos y
tantos documentos oficiales conservador epigráficamente; tal vez su mayor valor
reside en el hecho de que nos transmiten, con frecuencia, los textos completos de las
leyes, los senadoconsultos, los rescripta imperiales, etc. y además con la mayor
fidelidad. Aunque son objeto específico de estudio del Derecho Romano, la Epigrafía
puede auxiliar en su lectura y valoración. Esto es lo que hace a este grupo
sustancialmente diferente a los anteriores. No obstante, y sin pretender entrar en la
estructura de cada uno de estos textos, cosa que como ha quedado dicha es
competencia de otras disciplinas, sí se deben mencionar, aunque sea de pasada, los
tipos más corrientes de documentos oficiales transmitidos epigráficamente:
a) Leyes y plebiscitos, organizados en tres partes: el index, la
praescriptio legis (el texto de la ley) y la sanctio.
b) Senadoconsultos, organizados también en tres partes: preámbulo,
enunciado de la relatio y sententia adoptada.
c) Documentos emanados de los emperadores, que pueden ser de
varias clases:
1.- Edictos (disposiciones de carácter general).
2.- Mandatos (disposiciones dirigidas a los funcionarios).
3.- Decretos (decisiones tomadas como juez soberano).
4.- Epistolae y rescripta (respuestas a consultas hechas por
magistrados o incluso por particulares).
5.- Diplomas militares (en realidad, una variante de las leges
datae).
d) Documentos emanados de los magistrados, que, a su vez, se pueden
dividir en tres:
1.- Edictos.
2.- Rescripta.
3.- Decretos o sententiae.
e) Actas públicas del pueblo romano (fastos consulares y triunfales, los
calendarios con indicación de las fiestas religiosas y las listas de los magistrados
correspondientes a ese año; a veces, también, con mención de los acontecimientos
gloriosos para el Estado, fastos municipales y colegiales).
f) Documentos relativos a la religión y al culto (calendarios, documentos
relativos a los templos y lugares sagrados, actas y fastos de los colegios
sacerdotales).
g) Documentos relativos al ejército (listas de soldados condecorados,
arengas imperiales como la de Adriano a las tropas de África, reglamentos de los
colegios de suboficiales).
h) Documentos relativos a las municipalidades (similares a los de Roma:
senadoconsultos, actas, fastos, decretos, etc.).
i) Documentos relativos a los colegios (similares a las actas
municipales).
j) Actas privadas (documentos de hospitalidad, testamentos).
Como ejemplo que puede ilustrar este abigarrado grupo, se propone un
diploma militar, que es algo similar a las pasadas cartillas de licenciamiento militar; un
texto escrito en dos tablillas de bronce que se entregaban al soldado, con la
certificación de haber cumplido el servicio militar y la concesión de diferentes
privilegios, como el de la ciudadanía romana si era de condición peregrino, o el ius
connubium (derecho a casarse legalmente). Al soldado se le entregaba en realidad la
copia de un documento en el que figuraban los nombres de todos los soldados que
recibían al mismo tiempo el licenciamiento y que se exponía en Roma en lugar público:
{intus: tabella I} {tabella ii}
SER GALBA IMPERATOR CAESAR AVG P M SENT CVM EST CIVITAS IIS DATA
TRIBVNIC POTESTATE COS DESIGN II AVT SIQVI CAELIBES ESSENT CVM
VETERANIS QVI MILITAVERVNT IN IIS QVAS POSTEA DUXISSENT DVM
LEGIONE I ADIVTRICE HONESTAM TAXAT SINGVLI SINGVLAS
MISSIONEM ET CIVITATEM DEDIT A D XI K IANVAR
QVORVM NOMINA SVBSCRIPTA C BELLICO NATALE
SVNT IPSIS LIBERIS POSTERISQ P. CORNELIO SCIPIONE COS
EORVM ET CONVBIVM CVM MATTHAIO POLAI F SVROS
VXORIBVS QVAS TVNC HABVIS DESCRIP ET RECOGNITVM EX TABVLA
QVAE FIXA EST ROMAE IN CAPITOLIO
[AD ARAM
Texto: Ser(vius) Galba Imperator Caesar Aug(ustus) P(ontifex) M(aximus), / tribunic(ia)
potestate, co(n)s(ul) design(atus) II / veteranis qui militaverunt in / Legione I Adiutrice
honestam / missionem et civitatem dedit / quorum nomina subscripta / sunt ipsis liberis
posterisq(ue) / eorum et conubium cum / uxoribus quas tunc habuis/sent cum est
civitas iis data / aut, siqui caelibes essent, cum / iis quas postea duxissent dum/taxat
singuli singulas. A(nte) d(iem) XI K(alendas) ianuar(ias) / C(aio) Bellico Natale P(ublio)
Cornelio Scipione co(n)s(ulibus). Matthaio Polai f(ilio) Suros. / Descrip(tum) et
recognitum ex tabula / quae fiax est Romae in Capitolio ad aram.
Traducción: “Servio Galba Emperador César Augusto Pontífice Máximo, / en su primer
poder tribunicio, cónsul designado por segunda vez, / a los veteranos que militaron en /
la Legión I Adiutrix el licenciamiento / y la ciudadanía les concedió / -cuyos nombres
están escritos más abajo-, /a ellos, a sus hijos y sus descendientes, / y el matrimonio
con / las esposas que entonces tuvies/en cuando se les dio la ciudadanía / o, si fuesen
solteros con / las que después tomasen por esposas mas / sólo de uno en una. / Once
días antes de las calendas de enero, / siendo cónsules Gayo Bellico Natal / y Publio
Cornelio Escipión. / Para Mateo Suro, hijo de Pola. / Copiado y autentificado a partir de
la inscripción / que está colocada en Roma en el Capitolio junto al altar”.
VII.- Varia:
El ultimo grupo de inscripciones latinas se forma con un abigarrado conjunto
que va desde los textos escritos en las paredes (como los grafitos pompeyanos) hasta
los sellos de alfarero, pasando por las inscripciones de los mosaicos y otras muchas.
En general se trata de textos inscritos sobre objetos móviles, bien sea antes de
acabarlos (sellos de alfarero, marcas de ceramista), bien trazados con posterioridad e
independientemente de la fabricación del objeto (grafitos). Salvo en el caso de las
inscripciones parietales y las musivas (éstas tienen que ver con el mosaico al que
acompañan; aquéllas no suelen guardar ninguna relación entre el texto y el edificio que
lo sostiene), las demás están hechas sobre instrumentos de la vida cotidiana, como
pueden ser los objetos cerámicos, lámparas, objetos de metal y cristal, pesos y
medidas, joyas, armas de soldados, o sobre elementos de construcción de los
edificios, susceptibles de recibir una producción casi industrializada con bloques de
mármol o metal, tejas, ladrillos; el CIL los recoge bajo el título genérico de
instrumentum al final de cada volumen. Por su extrema variedad, intencionalidad y
contenido, carece de sentido intentar precisar sus estructuras básicas pues ello
exigiría un desarrollo excesivamente pormenorizado, que no es lo que aquí se
pretende.
VIII.- Elementos constitutivos básicos de las inscripciones latinas:
Una vez reconocidos los tipos y la estructura básica de un buen número de
inscripciones latinas, es preciso indicar cómo el conocimiento de determinados
elementos, comunes a muchas de ellas y de frecuentísima aparición, permiten
ahondar en el entendimiento de los epígrafes. Tradicionalmente se fijan tres capítulos
en torno a los cuales gira el contenido de un gran porcentaje de estos epígrafes; su
correcto análisis es lo que permite comentar adecuadamente los datos y extraer las
conclusiones (aparentemente escasas y de poco valor si las consideramos una a una
pero extraordinariamente ilustrativas consideradas en conjunto) de las inscripciones
latinas. Son esos tres núcleos: 1) El nombre romano; 2) El cursus honorum (o “carrera
de honores”); 3) El nombre del emperador.
Sin pretender desbrozar ahora cuantas cuestiones se refieren a estos tres
elementos, sí se pueden dar algunas orientaciones básicas a ese respecto.
1.- El nombre romano:
Como norma general, el nombre del ciudadano romano está compuesto por
tres elementos: praenomen (que equivale a nuestro nombre propio), nomen (o
gentilicio, que equivale a nuestro apellido paterno) y cognomen (que diferencia, dentro
de una misma gens, a los miembros de una estirpe). Ejemplos de nombres romanos
se leen en las inscripciones anteriormente citadas; véase el de Marcus Vibrius
Marcellus.
La variedad de praenomina –que en su origen hacían alusión a circunstancias
del nacimiento- es escasa y por tanto suelen aparecer abreviados; éstos son los más
frecuentes:
Aulus (abrev.: A.), Appius (abrev.: Ap.), Gaius (abrev.: C.), Gneus (abrev.: Cn.),
Decimus (abrev.: D.), Lucius (abrev.: L.), Marcus (abrev.: M.), Manius (abrev.: M/.),
Numerius (abrev.: N.), Publius (abrev.: P.), Quintus (abrev.: Q.), Servius (abrev.: Ser.),
Sextus (abrev.: Sex.), Spurius (abrev.: Sp.), Tiberius (abrev.: Ti. o Tib.), Titus (abrev.:
T.), Vibius (abrev.: V., Vi. o Vib.).
En cuanto a los nomina o gentilicios, cabe decir que además de llevar cada
ciudadano romano el correspondiente a su gens, también lo llevan los hijos adoptivos,
los clientes y los libertos, en la medida en que todos ellos forman parte de la gens. Los
gentilicios acabados en –ius (Aemilius, Iulius, Pompeius…) suelen pertenecer a
antiguas familias del Lacio; los acabados en otras terminaciones suelen corresponder
a otros orígenes, p. ej. –arna, -enna, -inna, -as, -anas, etc. Son de origen etrusco; -
anus, -enus proceden de Umbría y el Piceno; -acus, -avus de la Galia. En las
inscripciones suelen aparecer escritos enteros pero algunos, los más frecuentes,
pueden aparecer abreviados (Ael. = Aelius, Ant. o Anton. = Antonius, Aur. = Aurelius, I.
o Iul. = Iulius, etc.).
Por último, los cognomina se generalizan a partir de la primera mitad del s. I a.
C.. También designaban originalmente circunstancias personales del individuo que lo
llevaba (Barbatus, Maximus, etc.); luego se hicieron hereditarios, sobre todo en las
grandes familias, de modo que una rama de la misma solía conocerse con un
cognomen (Cornelius Balbus) y otra con otro distinto (Cornelius Scipio). En estos
casos, cada individuo podía ostentar un segundo cognomen para diferenciarse de
otros varones de su misma rama familiar.
Además de estos tres elementos, puede aparecer la indicación de la filiación
bajo el esquema nomen en genitivo + f(ilius) y el de la tribu a que pertenece el titular;
véase, de entre los nombres recogidos en las inscripciones anteriores el de Lucius
Cornelius Lucii filius, Galeria tribu, Pusio. Con el paso del tiempo, se fueron añadiendo
de modo menos sistemático otros elementos al nombre, como la indicación de la tribu
a la que se pertenece (en Hispania las usuales son Aniense, Galeria, Sergia y Velina),
el agnomen, el signum (apodo) o la indicación de la patria o domicilio.
En el esquema que se presenta más adelante bajo el título de “La sociedad
romana y su reflejo en la Epigrafía”, se puede observar que conjugando
adecuadamente la onomástica que aparece en las inscripciones, con la enumeración o
ausencia de títulos y cargos públicos desempeñados, se puede desentrañar con un
elevado grado de certeza la extracción social o incluso étnica (si se trata de
“peregrinos” o “indígenas”) de los personajes cuyos nombres figuran en las
inscripciones:
a) Los ciudadanos romanos se diferencian de los ciudadanos por usar los tria
nomina (praenomen, nomen y cognomen); entre ellos se distingue cada clase social
por el cursus honorum.
b) Los libertos, que utilizan los tria nomina, se distinguen de los plebeyos por la
filiación: genitivo + l(ibertus) / genitivo + f(ilius) = “liberto de” / “hijo de”.
c) Los no ciudadanos siguen los usos onomásticos de sus países de origen, a
veces ligeramente romanizados, pero no tienen derecho al uso de los tria nomina.
d) Los esclavos usan habitualmente un sólo nombre y con frecuencia
acompañado por la abreviatura genitivo + s(ervus) = “esclavo de”.
LA SOCIEDAD ROMANA Y SU REFLEJO EN LA EPIGRAFÍA
Ciudadanos romanos / libres Orden senatorial Cursus honorum senatorial
Título: V(ir) C(larissimus)
Ciudadanos romanos / libres Orden ecuestre Cursus honorum ecuestre
Títulos: V(ir) E(gregius), P(erfectus),
EM(inentissimus)
Ciudadanos romanos / libres Plebe
libertos
Magistraturas militares inferiores,
cargos municipales, etc.
No ciudadanos / libres indígenas / extranjeros Nombres según los usos de sus
países
No ciudadanos / no libres esclavos Habitualmente un solo nombre
No hace falta decir que el análisis adecuado de estos elementos permite
extraer jugosas conclusiones por lo que respecta a la demografía y a la historia social
del Imperio Romano.
2.- El cursus honorum:
Si se enfoca ahora el objetivo hacia el conjunto de ciudadanos romanos, se
observa que, como ha quedado dicho, se pueden distinguir según su clase social
precisamente por el cursus honorum o “carrera de honores” (algo similar a nuestro
curriculum vitae). A continuación se muestran algunos ejemplos palmarios de la
facilidad con que ello se puede lograr pero antes es preciso resumir, a modo de
recordatorio, cuáles son las magistraturas que se pueden desempeñar en cada cursus
honorum (haciendo la importante salvedad de que los esquemas que siguen no son
tan rígidos como se presentan, pues la situación cambió no poco a lo largo de toda la
historia de Roma; se pueden considerar como esquemas en general válidos para la
época del Principado):
a) Cursus honorum de orden senatorial: se compone de dos magistraturas
previas (un tribunado militar y una en el colegio de los XX viri) y cuatro magistraturas
ordinarias que dan acceso al Senado y que deben cumplirse por riguroso orden:
cuestor, edil o tribuno de la plebe, pretor, cónsul; el período que media entre el
desempeño de una a otra puede cubrirse con magistraturas de carácter extraordinario.
Sirvan como ejemplo de este cursus las dos primeras inscripciones
mencionadas en esta exposición, la de T. Pomponio Próculo Vitrasio Polio y la de L.
Cornelio Pusión.
b) Cursus honorum de orden ecuestre: se compone de una serie de
magistraturas menos organizadas que en el caso anterior pero reductibles a cinco
grupos: a) procuradores del emperador (funciones financieras), b) procuradores del
gobernador provincial (administrativas y militares), c) oficiales de la casa imperial
(procurador de la biblioteca, a libellis, ab epistulis, etc.), d) prefectos administrativos
(suministros, correos), e) prefectos militares (de la armada, de Egipto, del pretorio).
Sirva como ejemplo la inscripción del CIL II 4138:
L ANTONIO
T F GAL SILONI
PRAEF FABR PRAEF
CHOR IIII THRAC
PRAEF CHOR NO
VAE TIRONVM PRAEF
ORAE MARITVMAE
Texto: L(ucio) Antonio / T(iti) f(ilio) Gal(eria tribu) Siloni, / praef(ecto) fabr(um),
praef(ecto) / c[o]hor(tis) iiii thrac(iae), / praef(ecto) c[o]hor(tis) no/vae tironum,
praef(ecto) / orae maritumae.
Traducción: “A Lucio Antonio / Silón, hijo de Tito, de la tribu Galeria, / prefecto de
tropas de obreros, prefecto / de la cohorte cuarta la tracia, / prefecto de la cohorte
nue/va de reclutas, prefecto / de la costa, (le dedica esta inscripción) el “convento
Tarraconense” (o “prefecto de la costa del Convento Tarraconense”).
Incluso sin mención del cursus honorum se descubre la clase social en casos
como el del CIL VI 4-2, 31841:
D M
ANNIO IVLIANO
EQ R Q V ANNIS III
M VIIII H VIII
FALCIDIVS VIC
TOR PATER FI
LIO FECIT
Texto: D(iis) M(anibus). / Annio Juliano / Eq(uiti) R(omano) q(ui) v(ixit) annis III, /
m(ensibus) VIIII, / h(oris) VIII. / Falcidius Vic/tor pater fi/lio fecit.
Traducción: “A los dioses Manes. / A Annio Juliano, / caballero romano, que vivió tres
años, / nueve meses, ocho horas. / Falcidio Víc/tor, su padre, para su hi/jo hizo (esta
inscripción).”
c) Cargos exclusivos de los plebeyos: en este caso la variedad es aún mayor
pero basta saber que en el ejército sólo pueden desempeñar hasta el cargo de
centurión, en los municipios cualquier magistratura (similares a las de Roma, hasta
IIvir), que suelen desempeñar los cargos burocráticos de la administración del Estado
(escribas, ayudantes, encargados de los asuntos más heterogéneos, oficiales, lictores,
etc.) y que de ellos se nutren los numerosísimos collegia de todo tipo para cubrir sus
jerarquías. Además de las inscripciones de L. Cornelio Pusión y de los Aufidios, ilustra
este grupo un ejemplo como el del CIL II 5547:
M HERENNIO
M F GALERIA
LAETINO
AED IIVIR III
PONTIF AVG
HEREDES
EX TESTAMENTO EIVS
Texto: M(arco) Herennio / M(arci) f(ilio) Galeria (tribu)/ Laetino, / aed(ili), IIvir(o) III, /
pontif(ici) Aug(usti), / heredes / ex testamento eius.
Traducción: “A M(arco) Herennio / Laetino, hijo de Marco, de la tribu Galeria, / edil,
duúnviro por tres veces, / pontífice del emperador, / sus herederos / (le hacen esta
inscripción) cumpliendo su testamento”.
3.- El nombre y los títulos del emperador:
El tercer aspecto al que es preciso referirse es el nombre y los títulos del
emperador que, por su aparente complejidad, no siempre son bien comprendidos, a
pesar de la importancia que tiene una recta interpretación para saber fechar con
bastante exactitud una inscripción. Por lo demás, la frecuencia con que aparecen,
tanto en inscripciones honoríficas, como monumentales y por supuesto en los
documentos que emanan de él directamente, justifica un poco de atención en este
momento. He aquí un ejemplo tomado de CIL X 6854:
IMP CAESAR
M AVRELLIVS ANTONINVS
INVICTVS PIVS FELIX AVG
PART MAX BRIT MAX GERM
MAX PONT MAX TRIB POTES
XVIIII IMP III COS IIII PROCOS
VIAM ANTE HAC LAPIDE ALBO
INVTILITER STRATAM ET
CORRVPTAM SILICE NOVO
QVO FIRMIOR COMEAN
TIBVS ESSET PER MILIA PAS
SVM XXI SVA PECVNIA FECIT
Texto: Imp(erator) Caesar / M(arcus) Aurellius Antoninus, / Invictus, Pius, Felix,
Aug(ustus), / Part(icus) Max(imus), Brit(annicus) Max(imus), Germ(anicus) / Max(imus),
Pont(ifex) Max(imus), trib(unicia) potes(tate) / XVIIII, Imp(erator) III, Co(n)s(ul) IIII,
proco(n)s(ul), / viam ante hac lapide albo / inutiliter stratam et / corruptam silice novo /
quo firmior comean/tibus esset, per milia pas/sum XXI sua pecunia fecit.
Traducción: “El Emperador César / Marco Aurelio Antonino, / Invicto, Pío, Feliz,
Augusto, / Pártico Máximo, Británico Máximo, Germánico / Máximo, Pontífice Máximo,
en su poder tribunicio / decimonoveno, en su tercera salutación como emperador,
cónsul por cuarta vez, procónsul, / esta vía, anteriormente con piedra blanca /
inadecuadamente construida y / deteriorada, con mármol nuevo / para que fuera más
resistente a los tran/seuntes, a lo largo de 21 millas, / pagándola con su dinero, hizo.”
Esta inscripción corresponde al emperador Marco Aurelio Antonino, conocido
con el sobrenombre de Caracalla. Como resulta habitual desde Augusto (aunque hay
alguna excepción), el título de Imperator ocupa el lugar del praenomen; Caesar,
antiguo cognomen de la gens Iulia, figura como nomen; M. Aurellius Antoninus,
antiguos praenomen, nomen y cognomen de Caracalla antes de ser emperador, se
han convertido en cognomina y ellos son los que nos permiten diferenciar un
emperador de otro; Invictus, Pius, Felix son también cognomina esta vez de carácter
honorífico y usados a finales del siglo II p. C. y principios del III con la dinastía de los
Severos, momento en que comienza una progresiva hieratización del emperador,
como se manifiesta en estos y otros títulos que aparecerán más tarde, barroquizando
hasta extremos increíbles la figura imperial; Augustus, es el cognomen sagrado
otorgado por el Senado a Octaviano; en su honor lo llevarán todos los emperadores; a
continuación vemos una serie de cognomina ex virtute: Pártico Máximo, Británico
Máximo y Germánico Máximo; hasta ahí es el nombre del emperador. A continuación
comienza la enumeración de sus títulos y cargos, comenzando como suele ser norma
general por el cargo sacerdotal de máxima importancia: Pontifex Maximus; siguen, y
por lo general en el orden que se leen en esta inscripción, la configuración de su poder
tribunicio, que por ser anual y vitalicio va seguido de un numeral que coincide con los
años de su principado menos uno y es el elemento fundamental para fechar la
inscripción; el nuevo título de imperator seguido de un numeral se refiere a las
salutaciones imperiales recibidas con motivo, generalmente, de alguna campaña
victoriosa; finalmente, el cargo de cónsul también va seguido de numeral indicando las
veces que ha obtenido esa magistratura. Con estos elementos a veces se puede
precisar mejor la fecha de la inscripción: en este caso, y de acuerdo con la tabla
proporcionada más abajo, se debe fechar este miliario entre el 10 de diciembre del año
215, en que recibe su décimo noveno poder tribunicio y el 9 de diciembre del año
siguiente, último día en que ostenta ese número de poder tribunicio.
TÍTULOS Y MAGISTRATURAS DE CARACALLA
Caracalla (198-217) es Caesar en 196, Augustus en 198, Particus Maximus en 199,
Pius en 200, Pater patriae en 205, Britannicus Maximus en 210, Felix en 211,
Germanicus en 213, Arabicus en 213/214.
198 tr. pot.
tr. pot. II (10 de diciembre)
199 tr. pot. III (10 de diciembre)
200 tr. pot. IV (10 de diciembre)
201 tr. pot. V (10 de diciembre)
202 tr. pot. VI (10 de diciembre) Cos. (1 de enero)
203 tr. pot. VII (10 de diciembre)
204 tr. pot. VIII (10 de diciembre)
205 tr. pot. IX (10 de diciembre) Cos. II (1 de enero)
206 tr. pot. X (10 de diciembre)
207 tr. pot. XI ( 10 de diciembre) Imp. II
208 tr. pot. XII (10 de diciembre) Cos. III (1 de enero)
209 tr. pot. XIII (10 de diciembre)
210 tr. pot. XIV (10 de diciembre)
211 tr. pot. XV (10 de diciembre)
212 tr. pot. XVI (10 de diciembre) Cos. IV (1 de enero) Imp. III
213 tr. pot. XVII (10 de diciembre)
214 tr. pot. XVII (10 de diciembre)
215 tr. pot. XVIII (10 de diciembre)
216 tr. pot. XIX (10 de diciembre)
217 tr. pot. XX (10 de diciembre)
IX.- Apunte bibliográfico:
El repertorio fundamental de inscripciones latinas es el Corpus Inscriptionum
Latinarum (CIL) que aspira a recoger, desde el siglo XIX, todas las inscripciones
latinas del mundo antiguo; publicado en Alemania, cuenta ya con 17 volúmenes,
algunos de los cuales han recibido otro u otros como suplementos. Cada volumen,
hasta el nº 13, recoge las inscripciones de una región del imperio; así, el nº 2, obra de
Aemilius Hübner dada a la luz en 1869, con suplemento del mismo autor de 1892, está
dedicado a las inscripciones de la Península Ibérica. Los últimos volúmenes están
dedicados a tipos concretos de inscripciones: el número 14 a inscripciones arcaicas, el
número 15 a los instrumenta domésticos de la ciudad de Roma y el número 16 a los
diplomas militares. En estos momentos se está haciendo una revisión de los
volúmenes dedicados a Hispania y se han publicado ya unos suplementos que
duplican el número de las inscripciones ya conocidas.
Las publicaciones Ephemeris Epigraphica y, sobre todo, L’Année Epigraphique
recogen lo aparecido tras las sucesivas adiciones del CIL.
Para la Península Ibérica, además, debe tenerse en cuenta la obra de J. Vives,
Inscripciones latinas de la España Romana, 2 vols., Barcelona, 1971-1972; y, más
actualizado, las referencias bibliográficas por provincias que ofreció C. Castillo en “Un
trienio de epigrafía latina en Hispania: logros y perspectivas”, Unidad y pluralidad en el
mundo antiguo (Actas del VI Congreso Español de Estudios Clásicos), vol. I:
Ponencias, Madrid, 1983, pp. 105-125, en especial pp. 119-123.
Entre los manuales más usados debe figurar el de R. Cagnat, Cours
d’Epigraphie latine, Roma, 1964. En español, el de P. Battle Huguet, Epigrafía Latina,
Barcelona, 1963 (segunda edición offset). También son útiles el de R. Bloch,
L’Epigraphie latine, París, 1952; I. Calabi Limentani, Epigrafía Latina, Varese – Milán,
1968; J. E. Sandys, Latin Epigraphy, Cambridge, 1927; y con abundante, muy
actualizada y bien clasificada bibliografía, el más reciente, de G. Susini, Epigrafía
romana, Roma, 1982.