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II domingo post Epifanía -sugerencias para la homilía-

Date post: 04-Apr-2018
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  • 7/29/2019 II domingo post Epifana -sugerencias para la homila-

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    SUGERENCIAS PARA LA HOMILA

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    GLORIA IESU IN MARA!

    Estimados lectores del Rincn Litrgico:

    Ofrecemos a continuacin una seleccin de textos para ayudar a prepararla liturgia del domingo segn la forma extraordinaria del Rito Romano.

    La liturgia.

    La Epstola (Rom 12, 6-16). El apstol da una serie derecomendaciones y consejos siempre vlidos- a la comunidad paraque la armona y la paz de Cristo habite en medio de ellos.El Evangelio (Jn 2, 1-11). El texto del Evangelio nos narra las bodasde Cana donde 1) al realizar el primer milagro-signo, 2) Cristo semanifiesta a sus discpulos como tercer momento de su Epifana, 3)gracias, a la intercesin y mediacin de la Virgen Mara. 4) Su

    presencia en las bodas eleva el matrimonio a sacramento, signo dela alianza de Dios con la humanidad, de los desposorios de NuestroSeor Jesucristo con su Iglesia y con cada alma en particular.

    Esperamos que el material ofrecido os sirva para la preparacin de lahomila; y tambin para vuestra meditacin y enriquecimiento espiritual.

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    TEXTOS DE LA SANTA MISA

    Introito.Salm. 65.4,1-2- Adrete toda la tierra,oh Dios!, y cante tus loores; diga un salmo a tu

    nombre, oh Altsimo! Ps. Cantad a Dios, ohtierra toda!, cantad salmos a su nombre; dadlegloria y alabanzas. Gloria al Padre.

    Colecta.-Omnipotente y sempiterno Dios, quegobiernas a la par cielos y tierra, escuchaClemente las splicas de tu pueblo y concede lapaz a nuestros das. Por nuestro SeorJesucristo.

    Epstola. Rom. 12.6-16.- Hermanos: Tenemos

    dones diferentes segn la gracia que se nos hadado; unos la profeca, segn la medida de lafe; otros, el ministerio para servir; otros, laenseanza para ensear; quin, el deexhortacin, para exhortar; quin, el de dar consencillez; el que preside, hgalo con solicitud; elque hace obras de misericordia, hgalas conalegra. Vuestra caridad sea sincera, aborrecedlo malo, aplicaos a lo bueno, amaosmutuamente con fraternal amor, anticipndoosen honraros unos a otros. Sed diligentes sin

    flojedad, fervorosos de espritu, pues servs alSeor; gozaos con la esperanza; en latribulacin sed sufridos; en la oracin,perseverantes; socorred las necesidades de losfieles; ejerced la hospitalidad. Bendecid a losque os persiguen; bendecid y no maldigis.Alegraos con los que se alegran; llorad con losque lloran; vivid en armona; no ansiisgrandezas, sino acomodaos a lo que sea mshumilde.

    Gradual.Salm. 106. 20-21.- Envi el Seor supalabra y los san; y los arranc de la muerte.V/ Alaben al Seor por sus misericordias y susmaravillas en favor de los hijos de los hombres.

    Aleluya. Salm. 148.2.-Aleluya, aleluya. Alabadal Seor, todos sus ngeles; alabadle, todossus ejrcitos. Aleluya

    Evangelio. Juan 2.1-11.-Al comentar sanAmbrosio el papel de la Virgen Mara en lasbodas de Can, subraya el significado de su

    intervencin. Ella haba aprendido de su hijo ano pedirle servicios ordinarios, sino nicamente

    aqullos que slo Dios puede satisfacer. Enaquel tiempo celebrronse unas bodas en Cande Galilea y estaba la madre de Jess all. Fue

    convidado tambin Jess con sus discpulos alas bodas. Y llegando a faltar vino, la madre deJess le dice: No tienen vino. RespondileJess: Mujer, qu nos va a ti y a m? An noha llegado mi hora. Mas su madre dijo a los queservan: Haced cuanto l os dijere. Haba allseis cntaros de piedra destinados a laspurificaciones judaicas, en cada uno de loscuales caban dos o tres metretas. Y les dijoJess: Llenad de agua los cntaros. Y losllenaron hasta el borde. Y les dijo Jess: Sacad

    ahora y llevad al maestresala. Y as lo hicieron.Y luego que gust el maestresala el agua hechavino, como no saba de dnde era (aunque lossirvientes lo saban, porque haban sacado elagua), llam al esposo y le dijo: Todos suelenservir al principio el buen vino, y cuando ya hanbebido bien los convidados, entonces sacan elms flojo; pero t has reservado el bueno hastaahora. ste fue el primer milagro que hizo Jessen Can de Galilea y manifest su gloria, ycreyeron en l sus discpulos. Credo.

    Ofertorio. Salm. 65.1-2,16.- Canta a Dios, ohtierra toda!, canta un himno a su nombre; venidy od todos los que temis a Dios, y os contartodo lo que ha hecho el Seor a mi alma,aleluya.

    Secreta.- Santifica, Seor, los dones ofrecidos,y lmpianos las manchas de nuestros pecados.Por nuestro Seor Jesucristo que contigo vive.

    Comunin. Juan 2.7-11.- Dice el Seor: Llenadde agua los cntaros, y llevad al maestresala.Habiendo gustado el maestresala el agua hechavino, dijo al esposo: T has reservado el buenvino hasta ahora. ste fue el primer milagro deJess en presencia de sus discpulos.

    Poscomunin.-Te rogamos, Seor, queaumente en nosotros la operacin de tu poder;para que, alimentados con los sacramentosdivinos, nos preparemos con tu gracia aconseguir tus promesas. Por nuestro SeorJesucristo.

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    TEXTO ICATENAE AURAE

    (almudi.org)

    Crisstomo, in Ioannem, hom. 20.- Como el Seor era conocido en Galilea, lo invitaron aunas bodas. Por esto sigue: "De all a tres das se celebraron unas bodas en Can deGalilea".

    Alcuino.- Can es un pueblecito de la provincia de Galilea.

    Crisstomo, ut sup.- Llaman al Seor a las bodas, no como persona distinguida, sinocomo uno de muchos, y sencillamente porque era conocido. Para expresar esto, elEvangelista dice: "Y estaba la madre de Jess all". Y as como haban llamado a la Madre,llamaron tambin al Hijo. Por esto sigue: "Y fue tambin convidado Jess y sus discpulos

    a las bodas, y acudi". Esto no afectaba a su dignidad, sino que suceda en beneficionuestro; porque Aqul que no desde de tomar la forma de siervo, tampoco desde elvenir a las bodas de sus siervos.

    San Agustn, De verb. Dom., serm. 41.- Avergncese, por tanto, el hombre, de sersoberbio, porque Dios se humill. Considera aqu cmo entre otras cosas el Hijo de laVirgen vino a las bodas, siendo as que cuando estaba con el Padre instituy el matrimonio

    Beda, hom dom. 1 post. Epiph.- Se dign el Seor venir a las bodas (segn est escrito),para confirmar la fe de los que creen bien. Adems manifiesta cun perjudicial sea lamalicia de Taciano y Marcin 2, y de otros que condenan el matrimonio. Si hubiese culpaen el matrimonio, celebrado con la debida castidad, y sombra de pecado en la santidad dellecho nupcial, de ninguna manera hubiese concurrido el Seor a las bodas; ahora bien, ascomo es buena la castidadconyugal, mejor es lacontinencia de los viudos, yptima la perfeccin virginal. Sedign nacer de las entraasinmaculadas de la Virgen Mara,para demostrar la excelenciarelativa de todos los grados, y

    distinguir el mrito de cada uno;fue bendecido a poco de nacer,por la palabra proftica de laviuda Ana; fue convidadocuando ya era joven por los quecelebraban sus bodas, y honrstas con la presencia de susantidad.

    San Agustn, in Ioannem, tract. 8.- Qu de extrao tiene que fuera a aquella casadonde se celebraban las bodas, Aqul que vino al mundo a celebrar las suyas? Porque

    tiene aqu a su Esposa, a quien redimi con su sangre, a quien concedi como obsequio elEspritu Santo, y a la que se uni desde el vientre de la Virgen; porque en realidad el Verbo

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    es el Esposo, y la carne humana es la Esposa. Y as el Hijo de Dios es las dos cosas, y ala vez el Hijo del hombre. Aquellas entraas de la Virgen Mara son su lecho, de dondesali como sale el esposo de su lecho ( Sal 18,6).

    Beda.- No carece de misterio, cuando se dice que las bodas se celebraron en el tercer da.

    Aparece el primer tiempo del mundo, antes de la Ley, por el ejemplo de los Patriarcas. Elsegundo, bajo el dominio de la Ley, por medio de los escritos de los profetas. Y el tercertiempo de la gracia brill (como la luz del tercer da) por las predicaciones de losevangelistas, y en el cual fue cuando el Seor apareci vestido de nuestra carne. Adems,como se dice que estas bodas se celebraron en Can de Galilea (esto es, en el celo de latrasmigracin) 3, se demuestra en sentido figurado que son muy dignos de la gracia deJesucristo aqullos que, distinguindose por el fervor de su piedad, pasan de los vicios alas virtudes, y saben que emigran de las cosas de la tierra a las del cielo. Estando yarecostado el Seor 4 en las bodas, falt el vino, con el objeto de que se manifestase lagloria de Dios, oculta bajo la forma humana, por medio del vino de mejor condicin. Poresto sigue: "Y llegando a faltar el vino, la Madre de Jess le dice: No tienen vino".

    Crisstomo, ut sup.- Es digno de notarse cmo vino a la imaginacin de la Madre haberconcebido un concepto tan elevado de su Hijo, siendo as que hasta entonces ningnmilagro haba hecho. Prosigue: "Esto sirvi de principio a los milagros de Jesucristo, etc."Pero ya haba empezado a revelarse tal como era por medio de San Juan, y por laspalabras que deca a sus discpulos. Adems, antes de todo esto, su concepcin y cuantosigui a su nacimiento haban hecho concebir grande estimacin respecto de aquel Nio.Por esto dice San Lucas: "Mara conservaba todas estas palabras, examinndolas en sucorazn" ( Lc 2,19). Esta es la causa por la cual ya antes no le haba incitado a que hiciesemilagro alguno, mas ya haba llegado el tiempo de su manifestacin, y hasta entonceshaba hablado como uno de muchos, por lo que no presuma su madre deberle decir talcosa. Y como oy que Juan daba testimonio de El, y como ya tena discpulos, ruega conconfianza al Seor respecto de esto mismo.

    Alcuino.- Representa tambin en este caso a la sinagoga, que invita al Salvador a quehaga milagros; porque era costumbre entre los judos el pedir milagros.Prosigue: Y Jess le dijo: "Mujer, qu hay de comn entre t y yo?"

    San Agustn, in Ioannem, tract. 8, sparsim.- Algunos, contrariando el Evangelio, ydiciendo que Jess no naci de la Virgen Mara, se esfuerzan en sacar de aqu unargumento para confirmar un error, y dicen: Cmo puede creerse que era su madre,

    aqulla a quien dijo: "Mujer, qu hay de comn entre t y yo?" Pero quin refiere, paraque le demos crdito, que el Seor dijo esas palabras? Pues el mismo Evangelista SanJuan, que poco antes haba dicho: "Y estaba all la madre de Jess". Y por qu esto, sinoporque una y otra cosa son verdad? O es que Jess vino a las bodas para ensear adespreciar a las madres?

    Crisstomo.- Pero que respetaba mucho a su madre, lo refiere San Lucas cuandomanifiesta que Jess viva sometido a sus padres; porque cuando los padres no prohibenlo que agrada a Dios, hay obligacin de obedecerles. Mas cuando fuera del tiempooportuno pretenden algo, o tratan de separarnos de las cosas espirituales, no es seguro elobedecerles.

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    San Agustn, De Symbolo, 2, 4.- Para distinguir entre Dios y el hombre (porque en cuantoa hombre, era menor y estaba sujeto, y en cuanto a Dios, estaba por encima de todos),dijo: "Mujer, qu hay de comn entre t y yo?"

    Crisstomo, in Ioannem, hom. 20 et 21.- Y adems por otra causa; para que no se

    hiciesen sospechosos sus milagros -pues no convena que los pidiese su Madre, sinoaqullos que los necesitaban-, quiso mostrar que todo deba ser hecho en tiempooportuno, no hacindolos todos a la vez, porque resultara cierta confusin. Por lo cualsigue: "Aun no es llegada la hora", esto es, todava no soy conocido por los que estn aqupresentes, ni saben que falta vino; deja, pues, que lo sepan primero. Porque el que notiene necesidad no agradece el beneficio.San Agustn, ut sup.- Procurad, no obstante, no incurrir en el error de los maniqueos 5,que buscaban motivo a sus prfidos designios en las mismas palabras del Seor, que dice:"Qu hay de comn entre nosotros dos, mujer?" Y aqu los matemticos 6 hallan pretextopara sus sofismas, cuando Cristo dijo: "Aun no es llegada mi hora". Ved aqu, dicen, queCristo estaba sujeto a la fatalidad, cuando dice: "No ha llegado mi hora". Pero deben ms

    bien creer a Dios, que tambin dice: "Tengo poder para deponer mi alma, y volver atomarla de nuevo" ( Jn 10,18). Y busquen la verdadera explicacin de por qu se dijo: "Aunno es llegada mi hora", para que no pongan al Creador del cielo bajo los caprichos delhado 7. Porque si el hado dependiera de los astros, no podra estar sometido a los astrosel Creador de los astros. A esto debe agregarse que no slo no estuvo Jesucristo bajo elpoder de lo que ellos denominan hado, pero ni t ni nadie. Por qu, pues, dijo: "Aun no esllegada mi hora"? Porque estaba en su mano el tiempo en que haba de morir, pero an nole pareca tiempo oportuno para usar de tal poder. Haban de ser llamados primeramentelos discpulos; se haba de anunciar el reino de los cielos; se haban de ostentar losprodigios de su misin, para fundamentar en milagros la divinidad del Seor, yrecomendarse la humildad en la misma sumisin a las leyes de nuestra mortalidad.Cuando todo esto se hizo de manera que las pruebas fuesen irrecusables, entonces fue lahora, no de la necesidad, sino de manifestar su voluntad; no de la condicin, sino de supoder.

    Notas1. El Hijo instituye el matrimonio natural cuando estaba con el Padre, desde el momento de la creacin (verGn 1,27; 2,20-25).2. Las herejas de Taciano y Marcin tienen encomn su repudio del matrimonio por considerarloadltero. Los partidarios de Taciano eran conocidoscomo la secta de los encratitas, y rechazaba deplano el aporte del pensamiento griego y latino,

    buscando promover una dura reaccin desde la fecristiana en oposicin a la educacin y cultura de supoca.3. El celo de la transmigracin: parece referirse alpiadoso cumplimiento de la Ley que brota de laexperiencia del regreso del destierro en Babilonia ydel movimiento restaurador iniciado por Esdras y Nehemas.4. En esa poca se acostumbraba recostarse sobre triclinios (una especie de divanes) para tomar losalimentos.5. Los maniqueos afirmaban la coexistencia de dos principios, uno para el bien y otro para el mal, actuantesen el universo, oponindose entre s hasta una resolucin que es la vuelta al estado primero de todo.6. Los matemticos son una secta gnstica.7. El hado es una divinidad o fuerza desconocida que, segn algunos paganos, obraba irresistiblementesobre las dems divinidades, y sobre los seres humanos y los sucesos. Para algunos filsofos eran una seriey orden de causas ntimamente ligadas entre s que necesariamente producen su efecto.

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    Crisstomo, in Ioannem, hom. 21.- Aunque haba dicho "no es llegada mi hora", al finhizo lo que su Madre le haba pedido. Y as prueba suficientemente que no estaba sujeto ahoras. Pues si lo hubiese estado, cmo hizo esto cuando aun no haba llegado la horadebida? Adems, por honra de su madre, a quien no crea oportuno contradecir, ni queraavergonzar delante de todos; pues sta le haba trado a los que servan para que la

    peticin se hiciese por muchos. Por esto sigue: "Dijo la madre de El a los que servan:Haced cuanto El os dijere".

    Beda.- Como diciendo: Aunque parece que se niega, lo har sin embargo. La madre saba,pues, que era bueno y caritativo. Prosigue: "Y haba all seis hidrias de piedra", etctera.Se llaman hidrias a unos cntaros a propsito para llevar agua, del griego udwr quesignifica agua.

    Alcuino.- Los vasos que tenan para llevar agua con el fin de que se purificasen los judoseran los que tradicionalmente empleaban los fariseos, que tambin tenan esta costumbre,y que con frecuencia se lavaban.

    Crisstomo, ut sup.- Mas como Palestina era escasa de agua, y sta no se encontrabaen muchos sitios por haber pocas fuentes y pozos, llenaban las hidrias de agua para notener que volver muchas veces, porque en cuanto se manchaban tenan cerca el medio depurificarse. Y para que los infieles no sospechasen que de los restos que haban quedadoen el fondo de los vasos, despus de haber introducido el agua, hizo aquel vino tanexquisito, por eso dice el Evangelista: "Conforme a la purificacin de los judos";manifestando que aquellas hidrias nunca haban estado destinadas a contener vino.

    San Agustn, in Ioannem, tract. 9.- Con la palabra metretas significa ciertas medidas,como si dijera urnas o cntaros, o algo por el estilo; la palabra medida en griego es metron;de aqu el que se llamen metretas.

    Beda.- Y cuando dice las palabras "dos o tres", no quiere decir que en unas urnascupiesen tres y en otras dos medidas, sino que todas ellas servan indiferentemente parados o para tres medidas.

    Crisstomo, ut sup.- Pero por qu no hizo el milagro antes que las hidrias fuesen llenasde agua? Porque hubiese sido mucho ms admirable si hubiese sacado aquella sustanciade la nada y hubiese brillado mucho ms el milagro, toda vez que all no hubo otra cosaque el cambio de una esencia en otra. Esto, en verdad, hubiera sido ms prodigioso; pero

    muchos, en cambio, no lo hubiesen credo. Por esta razn se abstiene muchas veces dehacer milagros estupendos, queriendo hacer ms creble lo que haca, y con esto destrualas malas doctrinas. Y como hay algunos que dicen que hay otro Creador del mundo, Elhace muchos milagros con las sustancias que le estn sometidas; pues si el que ha creadoel mundo fuera contrario al Salvador, ste no se valdra de medios ajenos para probar supropia virtud. Pero no las llen El mismo de agua y mostr despus el vino, sino quemand a los que servan para que fuesen testigos de lo que aconteca. Por esto sigue: "YJess les dijo: Sacad ahora, y llevad al maestresala".

    Alcuino.- La palabra Architriclino quiere decir jefe del triclinio, y triclinio quiere decir una filade tres asientos, del griego klinh ; esto es, el primero de los convidados, que, segn se

    acostumbraba antiguamente, se recostaba 1 en el primer lugar. Alguno entiende por

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    architriclino a alguno de los sacerdotes de los judos, que poda asistir a las bodas paraque instruyese a los esposos acerca de stas.

    Crisstomo, in Ioannem, hom. 25.- Otros creen que, como los convidados podan estarembriagados, era fcil que creyesen que se haban trastornado las cosas, y que no

    supieran si era agua o vino lo que beban; mas aquellos a quienes estaba confiado elcuidado de los que asistan al convite, vigilaban mucho para que nada faltase y todoestuviese a punto y en orden. Por lo tanto, en testimonio de lo que suceda, dijo el Seor:"Llevad al maestresala", porque era quien tena el cuidado. Y no dijo: servid a losconvidados.

    San Hilario, De Trin., 1, 3.- He aqu que se ech agua en las hidrias y de ellas se sacvino, que se vaciaba en las copas. As sucede que la opinin de los que echaron el aguadifiere de la opinin de los que beban. Los que las llenaron crean que saldra agua, maslos que las vaciaban vean que sala vino. Por esto sigue: "Y luego que gust elmaestresala el agua hecha vino, y no saba de dnde era (pero los que servan saban muy

    bien que haban echado agua), llam al esposo el maestresala". Y en ello no hubo mezcla,sino creacin; falt la sencillez del agua, y apareci el sabor del vino. No acontece que porla mezcla de un lquido de inferior calidad se obtiene otro superior, sino que realmentedesaparece lo que era y aparece lo que no exista.

    Crisstomo, in Ioannem, hom. 21.- El Seor quera que sus milagros fuesen conocidospoco a poco, y por lo tanto ni El revelaba lo que haba hecho, ni el maestresala llam a lossirvientes (porque no se les hubiera credo, si ellos hubiesen dado tal testimonio de alguiena quien se consideraba un mero hombre), sino que llama al esposo, que era quien podahaber visto lo que haba sucedido. Y Jesucristo no hizo vino sencillamente, sino un vinoexquisito. Por esto sigue: "Y le dijo: Todo hombre sirve primero el buen vino", etc. Talesson los milagros de Jesucristo, que todo lo que hace es mucho ms til y hermoso que loque se hace por la naturaleza. Por lo tanto, tuvo por testigos a los sirvientes, de que enrealidad era agua lo que se haba convertido en vino, y de que el vino era bueno, almaestresala y al esposo. Y es probable que el esposo respondera, pero el Evangelio nadadice de esto, ocupndose nicamente de lo que era necesario saber; esto es, que el aguase haba convertido en vino. Por lo que aade en seguida: "Este fue el primer milagro quehizo Jess en Can de Galilea".

    Crisstomo, in Ioannem, hom. 22.- Entonces era necesario hacer milagros, porque losdiscpulos ya estaban reunidos y atentos, fijndose en todas las cosas que sucedan

    claramente. Mas si alguno dijese que esto no era razn suficiente sobre que era el principiode los milagros -porque el Evangelista aadi "En Can de Galilea", como significando queya se haban hecho primero en otra parte-, diremos lo que ya antes hemos advertido: quedijo San Juan haber l venido a bautizar para darlo a conocer en Israel ( Jn 1,31). Y sihubiera hecho milagros en su niez, los israelitas no hubieran necesitado de otro que se lomanifestase. Y el que en poco tiempo brill tanto por sus muchos milagros, que su nombrefue conocido de todos, mucho ms lo hubiera sido si hubiera hecho milagros desde susprimeros aos, porque los milagros que se hubiesen hecho por El siendo nio, hubieransido ms portentosos por proceder de un infante, y haba adems ms tiempo para que seextendieran. Muy convenientemente no empez a hacer milagros en la primera edad,porque hubiesen credo que la Encarnacin era slo aparente, y lo hubieran crucificado

    antes del tiempo oportuno, acosados por la envidia.

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    San Agustn, in Ioannem, tract. 9.- Este milagro del Seor, por el que convirti el agua envino, no llama la atencin a los que conocen que es Dios el que lo hace; el mismo que hizoel vino en las hidrias es el que todos los aos lo est haciendo en las vias. Pero esto, porsuceder siempre, ya no causa admiracin. Y as el Seor se reserv el hacer ciertas cosasque no suceden con frecuencia, para excitar la admiracin de los hombres que duermen e

    inducirlos a la adoracin que le deben. Por lo que sigue: "Y manifest su gloria".

    Alcuino.- El es el Rey de la gloria, quien transforma tambin los elementos como Seor deellos.

    Crisstomo, ut sup.- Y esto en cuanto a su poder. Y si entonces no lo conocieronmuchos, sin embargo, despus todos haban de or hablar del milagro. Por esto sigue: "Ycreyeron en El sus discpulos". Estos deban creer con ms facilidad y atenderdiligentemente a todo lo que haca.San Agustn, De cons evang. 2, 17.- Mas si entonces creyeron en El, todava no erandiscpulos suyos cuando fueron convidados a las bodas. Mas se dijo as, de a la misma

    manera que solemos decir que el apstol San Pablo naci en Tarso de Cilicia, puescuando naci an no era apstol. A semejanza de esto, cuando omos decir que losdiscpulos del Seor fueron convidados a las bodas, debemos entender que no erandiscpulos an, sino que lo seran con el tiempo.

    San Agustn, ut sup.- Vanse los misterios que se encierran en estos milagros del Seor.Convena que se cumpliese en Jesucristo lo que se haba escrito acerca de El. Aqulla eraagua, pero del agua hizo vino cuando les ilumin sus inteligencias y les explic lasEscrituras. As tuvo sabor lo que no lo tena, y embriag lo que no embriagaba.

    Beda.- Cuando el Seor apareci en carne mortal, la suavidad del conocimiento de la Ley,parecida al vino, poco a poco empez a corromperse por la interpretacin material que ledaban los fariseos, alejndose de su primitiva virtud.

    San Agustn, ut sup.- Si hubiese mandado quitar el agua y hubiese introducido vino,puesto que conoce los secretos de la creacin humana, hubiese parecido quedesaprobaba las antiguas Escrituras 2. Mas como convirti el agua en vino, nos dio aconocer que la Escritura antigua le perteneca, porque en virtud de su mandato se llenaronlas hidrias. Mas aquella Escritura no tiene sabor, si no se comprende en ella a Jesucristo.Sabemos tambin que la Ley datadesde los primeros tiempos, esto es

    desde el principio del mundo, desdedonde hasta nuestros das se cuentanseis edades: la primera data desdeAdn hasta No; la segunda, desdeNo hasta Abraham; la tercera, desdeAbraham hasta David; la cuarta, desdeDavid hasta la trasmigracin deBabilonia 3; la quinta, hasta el Bautista(San Juan Bautista), y la sexta desdeaqu hasta el fin del mundo. Aquellasseis hidrias representan estas seis

    edades, en las cuales nunca faltalguna profeca. Y cuando se

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    cumplieron las profecas se llenaron las hidrias. Y qu representa aquello de que cabandos o tres cntaros? Si solamente hubiese dicho que caban tres, nuestra imaginacin nohubiese credo otra cosa sino que se refera al misterio de la Trinidad. Pero ni aun asdebemos separarnos de esta idea, porque dijo dos o tres, en atencin a que una veznombrado el Padre y el Hijo, debe entenderse, como consecuencia, el Espritu Santo.

    Conviene, por lo tanto, entender, el amor del Padre y del Hijo (que es el Espritu Santo).Pero tambin puede entenderse otra cosa; por dos metretas se entienden las dos clasesde hombres; esto es, los judos y los griegos. Y por tres, los tres hijos de No.

    Alcuino.- Los servidores son los doctores del Nuevo Testamento que explican lasEscrituras a otros en sentido espiritual. El maestresala es algn doctor de la Ley, comoNicodemo, Gamaliel o Saulo. Cuando se confi a stos la predicacin del Evangelio, quese ocultaba en la letra de la Ley, representaban al maestresala, a quien se le daba a gustarel vino hecho del agua. Y en la casa de las bodas haba tres clases de hombresrecostados, como en la Iglesia hay tres clases de fieles, a saber: casados, continentes ydoctores. Pero el Seor reserv el vino exquisito para el final; esto es, el Evangelio, que

    lleg en la sexta edad.

    Notas1. Se recostaban para comer.2. El Antiguo Testamento.3. La deportacin de Babilonia.

    TEXTO IIEL SACRAMENTO DEL MATRIMONIO

    Compendio del Catecismo337. Cul es el designio de Dios sobre elhombre y la mujer? Dios, que es amor y cre al

    hombre por amor, lo ha llamado a amar. Creando

    al hombre y a la mujer, los ha llamado en el

    Matrimonio a una ntima comunin de vida y

    amor entre ellos, de manera que ya no son dos,

    sino una sola carne (Mt 19, 6). Al bendecirlos,

    Dios les dijo: Creced y multiplicaos (Gn 1,

    28).

    338. Con qu fines ha instituido Dios elMatrimonio? La alianza matrimonial delhombre y de la mujer, fundada y estructurada

    con leyes propias dadas por el Creador, est

    ordenada por su propia naturaleza a la comunin

    y al bien de los cnyuges, y a la procreacin y

    educacin de los hijos. Jess ensea que, segn

    el designio original divino, la unin matrimonial

    es indisoluble: Lo que Dios ha unido, que no lo

    separe el hombre (Mc 10, 9).

    339. De qu modo el pecado amenaza alMatrimonio?A causa del primer pecado, que ha

    provocado tambin la ruptura de la comunin del

    hombre y de la mujer, donada por el Creador, la

    unin matrimonial est muy frecuentemente

    amenazada por la discordia y la infidelidad. Sin

    embargo, Dios, en su infinita misericordia, da al

    hombre y a la mujer su gracia para realizar la

    unin de sus vidas segn el designio divino

    original.

    340. Qu ensea el Antiguo Testamento

    sobre el Matrimonio? Dios ayuda a su pueblo amadurar progresivamente en la conciencia de la

    unidad e indisolubilidad del Matrimonio, sobre

    todo mediante la pedagoga de la Ley y los

    Profetas. La alianza nupcial entre Dios e Israel

    prepara y prefigura la Alianza nueva realizada

    por el Hijo de Dios, Jesucristo, con su esposa, la

    Iglesia.

    341. Qu novedad aporta Cristo alMatrimonio? Jesucristo no slo restablece el

    orden original del Matrimonio querido por Dios,sino que otorga la gracia para vivirlo en su nueva

    http://www.hjg.com.ar/catena/c661.html#nr1http://www.hjg.com.ar/catena/c661.html#nr2http://www.hjg.com.ar/catena/c661.html#nr3http://www.hjg.com.ar/catena/c661.html#nr3http://www.hjg.com.ar/catena/c661.html#nr2http://www.hjg.com.ar/catena/c661.html#nr1
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    dignidad de sacramento, que es el signo del amor

    esponsal hacia la Iglesia: Maridos, amad a

    vuestras mujeres como Cristo ama a la Iglesia

    (Ef 5, 25)

    342. Es el Matrimonio una obligacin paratodos? El Matrimonio no es una obligacin paratodos. En particular, Dios llama a algunos

    hombres y mujeres a seguir a Jess por el

    camino de la virginidad o del celibato por el

    Reino de los cielos; stos renuncian al gran bien

    del Matrimonio para ocupase de las cosas del

    Seor tratando de agradarle, y se convierten en

    signo de la primaca absoluta del amor de Cristo

    y de la ardiente esperanza de su vuelta gloriosa.

    343. Cmo se celebra el sacramento delMatrimonio? Dado que el Matrimonioconstituye a los cnyuges en un estado pblico

    de vida en la Iglesia, su celebracin litrgica es

    pblica, en presencia del sacerdote (o de un

    testigo cualificado de la Iglesia) y de otros

    testigos.

    344. Qu es el consentimiento matrimonial?El consentimiento matrimonial es la voluntad,

    expresada por un hombre y una mujer, de

    entregarse mutua y definitivamente, con el fin de

    vivir una alianza de amor fiel y fecundo. Puesto

    que el consentimiento hace el Matrimonio,

    resulta indispensable e insustituible. Para que el

    Matrimonio sea vlido el consentimiento debe

    tener como objeto el verdadero Matrimonio, y

    ser un acto humano, consciente y libre, no

    determinado por la violencia o la coaccin.

    345. Qu se exige cuando uno de los esposos

    no es catlico? Para ser lcitos, los matrimoniosmixtos (entre catlico y bautizado no catlico)

    necesitan la licencia de la autoridad eclesistica.

    Los matrimonios con disparidad de culto (entre

    un catlico y un no bautizado), para ser vlidos

    necesitan una dispensa. En todo caso, es esencial

    que los cnyuges no excluyan la aceptacin de

    los fines y las propiedades esenciales del

    Matrimonio, y que el cnyuge catlico confirme

    el compromiso, conocido tambin por el otro

    cnyuge, de conservar la fe y asegurar el

    Bautismo y la educacin catlica de los hijos.

    346. Cules son los efectos del sacramentodel Matrimonio? El sacramento del Matrimoniocrea entre los cnyuges un vnculo perpetuo y

    exclusivo. Dios mismo ratifica el consentimiento

    de los esposos. Por tanto, el Matrimonio rato y

    consumado entre bautizados no podr ser nuncadisuelto. Por otra parte, este sacramento confiere

    a los esposos la gracia necesaria para alcanzar la

    santidad en la vida conyugal y acoger y educar

    responsablemente a los hijos.

    347. Cules son los pecados gravementecontrarios al sacramento del Matrimonio?Los pecados gravemente contrarios al

    sacramento del Matrimonio son los siguientes: el

    adulterio, la poligamia, en cuanto contradice la

    idntica dignidad entre el hombre y la mujer y launidad y exclusividad del amor conyugal; el

    rechazo de la fecundidad, que priva a la vida

    conyugal del don de los hijos; y el divorcio, que

    contradice la indisolubilidad.

    348. Cundo admite la Iglesia la separacinfsica de los esposos? La Iglesia admite la

    separacin fsica de los esposos cuando la

    cohabitacin entre ellos se ha hecho, por

    diversas razones, prcticamente imposible,

    aunque procura su reconciliacin. Pero stos,

    mientras viva el otro cnyuge, no son libres para

    contraer una nueva unin, a menos que el

    matrimonio entre ellos sea nulo y, como tal,

    declarado por la autoridad eclesistica.

    349. Cul es la actitud de la Iglesia hacia losdivorciados vueltos a casar? Fiel al Seor, la

    Iglesia no puede reconocer como matrimonio la

    unin de divorciados vueltos a casar civilmente.

    Quien repudie a su mujer y se case con otra,comete adulterio contra aquella; y si ella repudia

    a su marido y se casa con otro, comete adulterio

    (Mc 10, 11-12). Hacia ellos la Iglesia muestra

    una atenta solicitud, invitndoles a una vida de

    fe, a la oracin, a las obras de caridad y a la

    educacin cristiana de los hijos; pero no pueden

    recibir la absolucin sacramental, acercarse a la

    comunin eucarstica ni ejercer ciertas

    responsabilidades eclesiales, mientras dure tal

    situacin, que contrasta objetivamente con la ley

    de Dios.

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    350. Por qu la familia cristiana es llamadaIglesia domstica? La familia cristiana esllamada Iglesia domstica, porque manifiesta y

    realiza la naturaleza comunitaria y familiar de la

    Iglesia en cuanto familia de Dios. Cada

    miembro, segn su propio papel, ejerce el

    sacerdocio bautismal, contribuyendo a hacer de

    la familia una comunidad de gracia y de oracin,

    escuela de virtudes humanas y cristianas y lugar

    del primer anuncio de la fe a los hijos.

    TEXTO IIICOMENTARIO A LA EPSTOLA

    6 Y teniendo como tenemos dones que difieren segn la gracia que nos ha sido otorgada, siuno tiene el don de profeca, ejerctelo de acuerdo con la fe; 7 si el de servir, que sirva; si elde ensear, que ensee; 8 si el de exhortar, que exhorte; el que da, que d con sencillez; elque preside, que lo haga con solicitud; el que practica la misericordia, que la practique conalegra.Los dones de gracia o carismas, que Pablo enumera aqu a modo de ejemplo, permitenconocer de modo particular su carcter de servicio. La profeca (cf. lCor 12,1o) no es aqusolamente la palabra de vaticinio, sino cualquier palabra de los cristianos inspirada porDios, por medio de la cual se descubre la verdad de las cosas. Esto acontece en lainstruccin cristiana, en la exhortacin y en la correccin. El lenguaje proftico implicasiempre una postura crtica frente al presente estado de cosas, y desde luego no en razndel propio punto de vista y menos an por principio -la crtica por la crtica-, sino en virtudde la revelacin divina y del conocimiento consiguiente de la voluntad de Dios. De ah queel lenguaje cristiano (= la profeca) deba ejercitarse de acuerdo con la fe, fe en que elcristiano se deja dirigir constantemente por Jesucristo.Los otros carismas mencionados -servir o diacona, ensear, exhortar, caridad,

    presidir, obras de misericordia- no permiten reconocer en su enumeracin un ordenamientodeterminado. Ni siquiera se evitan las repeticiones e interferencias de las distintasfunciones. Lo que a Pablo le interesa aqu no es un sistema perfectamente organizado deservicios y competencias dentro de la misma comunidad, sino que todo se desarrolle a sudebido tiempo y lugar, aunque siempre con desinters y sencillez para edificacin de lacomunidad. Porque, slo as, consigue Dios con sus dones hacerse valer y alcanzar suobjetivo que no es otro que la salvacin de sus criaturas.

    3. INSTRUCCIONES PARA TODOS (Rm/12/09-21)

    9 Sea el amor sin fingimiento. Aborreced lo malo. Estad firmemente adheridos a lo bueno. 10

    Con el clido afecto de hermanos amaos cordialmente los unos a los otros. En cuanto a laestimacin, tened por ms dignos a los dems. 11 En vuestro celo no seis negligentes. Enel espritu, manteneos fervientes. Servid (al precepto) del tiempo. 12 Vivid gozosos en laesperanza, firmes en la tribulacin, constantes en la oracin. 13 Socorred las necesidadesde los hermanos en la fe. Practicad la hospitalidad. 14 Bendecid a los que os persiguen;bendecidlos, y no los maldigis. 15 Alegraos con los que se alegran. Llorad con los quelloran. 16 Tened unos con otros el mismo sentir no abrigando sentimientos de grandeza,sino dejndoos llevar al trato con los humildes. No os tengis por sabios ante vosotrosmismos (Prov 3,7). 17 A nadie devolvis mal por mal. Procurad hacer el bien aun delantede todos los hombres (Prov. 3,4). 18 Si es posible, y en cuanto dependa de vosotros, estaden paz con todos los hombres. 19 No os venguis personalmente, queridos mos, sino dadlugar a la ira (de Dios). Porque escrito est A m me corresponde la venganza; yo dar el

    pago merecido, dice el Seor (Dt 32,35). 20 Antes bien: Si tu enemigo tiene hambre, dalede comer; si tiene sed, dale de beber. Porque, haciendo esto, ascuas ardientes acumulars

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    sobre su cabeza (Prov 25,21s). 21 No te dejes vencer por el mal, sino vence al mal con elbien.

    El Apstol da una serie de instrucciones para una conducta ordenada. En este catlogode exhortaciones no resulta posible descubrir un tema constante o un determinado

    ordenamiento de cada una de las amonestaciones. De todos modos, aparece en primertrmino y por encima de las dems la exhortacin al amor. Un amor que debe ser sinfingimiento. Y se insiste especialmente en el amor a los hermanos (v. 10). El amor es elfundamento ltimo de la conducta cristiana; as lo demuestran con singular relieve una vezms las instrucciones de 13,8-10. En esta seccin de 12,9-21 la posicin incomparable delamor queda un poco velada por venir dentro de una lista de numerosas exhortaciones,bien que ocupe el primer lugar; concretamente el amor a los hermanos aparece como unaexhortacin ms entre otras varias.

    Si se pregunta cul es el distintivo cristiano entre las actitudes que aqu se mencionan,no sera fcil responder de forma satisfactoria cul de todas estas virtudes es la primera yms especfica de cuantas han de practicar los cristianos. Cabra referirse ante todo tanto

    al fervor de espritu que se nos ha dado (v. 11), como a la esperanza que nos alegra (v.12). Las afirmaciones que aqu se hacen sobre el espritu y la esperanza, como fuerzascondicionantes de la conducta cristiana, sin duda que Pablo no las entiende en un sentidodiverso del que les otorga en otros pasajes (vase especialmente el capitulo 8). Pero enconjunto Pablo no presenta aqu unas posturas especficamente cristianas, sino ms bienunas actitudes que tambin puede adoptar el no cristiano por otros motivos racionales.Que se haya de aborrecer el mal y tender al bien (v. 9) es un principio tico de validezuniversal, que an vuelve a repetirse un par de veces dentro de esta misma seccin (v. 17y 21). Pablo se apropia aqu en parte puntos de vista y preceptos morales de la ticahelenstica y juda de su tiempo. Tampoco hay que pasar por alto el empleo de citassapienciales del Antiguo Testamento y del judasmo y sus exhortaciones: v. 16.17 y 20.

    Pero lo especficamente cristiano de las amonestaciones paulinas no hemos de buscarloen cada uno de los contenidos concretos, sino ms bien en el hecho de que a travs detodo eso se realiza la ofrenda del propio cuerpo de los cristianos (cf. 12,1).

    En su conducta moral los cristianos pueden hacer las mismas cosas que quienes no loson y obran de acuerdo con su recta conciencia; sin embargo, no se trata de la mismarealidad. Pues el cristiano puede llevar a efecto mltiples obras buenas, en las que pone suesfuerzo, como exigidas por Dios, y desde luego como preceptos que es preciso observaren la hora presente, sin que por lo mismo realice todava un acto sagrado propiamentedicho. Esto es lo que pondraespecialmente de relieve elv. 11 que manda servir alprecepto del tiempo45.Segn el v. 2 pertenece alcristiano el juzgar rectamentecul es la voluntad de Dios,lo que es bueno, lo que leagrada, lo que es perfecto.Ahora bien, esto aconteceprecisamente cuando meesfuerzo por comprendercul es la voluntad de Dios

    ahora, en este nuestrotiempo, en este nuestro

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    momento. Reconozco la voluntad de Dios cuando tomo en serio este mi tiempo y en ldescubro la presencia divina. El cristiano procura responder a esa voluntad................45. En el v. 11b la mayor parte de }os manuscritos antiguos lee, en lugar del texto que nosotros hemospreferido. Servid al Seor, pues las dos palabras griegas kairo ( = tiempo) y Kyrio ( = Seor) eran muyparecidas, especialmente en las abreviaturas. Se echa de ver fcilmente que en la trasmisin del textoresultaba ms fcil corregir kairo por kyrio que no al revs.

    TEXTO IVCOMENTARIO A LA EPSTOLA (2)

    Rom. 12, 9-16. Dios nos ha creado y nos conserva en la existencia por puro amor, amor gratuito ylibre. Jess es para nosotros la manifestacin ms grande del amor que Dios nos tiene, y de laexcelsa vocacin que hemos recibido. Corresponde a la Iglesia manifestar y al mismo tiempo

    realizar el misterio del amor de Dios al hombre. Por eso nuestro amor fraterno debe ser sinfingimiento. Jess nos ha dado el mandamiento nuevo del amor, indicndonos que nos amemos losunos a los otros, como l nos ha amado a nosotros. Slo cuando en verdad ayudemos a loshermanos en sus necesidades y nos esmeremos en la hospitalidad, no slo recibiendo a losperegrinos en nuestra casa, sino recibiendo a todos en nuestro corazn con un gran amor, podremosdecir que la Iglesia es una Iglesia que ama y que se convierte en una verdadera bendicin paratodos. Quien se comporte de un modo altivo, quien desprecie a su prjimo, quien conculque losderechos fundamentales de los dems, quien acabe con sus esperanzas e ilusiones no puedellamarse hijo de Dios, pues no ir tras las huellas de Cristo, sino tras las huellas del espritu del mal.Que Dios nos conceda amarnos cordialmente los unos a los otros, como buenos hermanos.

    TEXTO VCOMENTARIO A LA EPSTOLA (3)

    Terminada la exposicin doctrinal, he ah la parte de aplicaciones prcticasde orden ms moral: hay que sacar conclusiones concretas... cmo viviremos,ahora que hemos comprendido mejor el designio de Dios?-Todos nosotros, siendo muchos, no formamos ms que un solo cuerpo enCristo, siendo cada uno por su parte los unos miembros de los otros.La primera consecuencia concreta es la unidad de la comunidad cristiana. Era

    uno de los grandes problemas de san Pablo. Los primeros cristianos venan deambientes muy diferentes, con usos y costumbres diametralmente opuestos losunos a los otros. El peligro de cisma, de escisin, de secta, amenazaba siempre.Tambin ocurre as HOY, en que los conflictos parecen exasperarse.San Pablo empieza dando el principio de la unidad, el Cuerpo nico quenosotros formamos. La frase es casi intraducible; en el texto griego, laspalabras o polloi en soma esmen son voluntariamente aproximativas... losmuchos un cuerpo somos...La unidad de la Iglesia queda as establecida en su ms profundo nivel: aquel aquien no acepto, aquel que me pone los nervios de punta, aquel que tiene

    opiniones enteramente opuestas a las mas, aquel que me hace sufrir... es unmiembro de m mismo! somos miembros los unos de los otros.

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    -Segn la gracia de Dios, hemos recibido dones diferentes.No nos parecemos! Tanto mejor. Somos diferentes.Tanto mejor. Ha sido hecho adrede. Dios lo ha querido as. Es un don de Dios.Pero, en conjunto, no nos gusta.No nos gustan las diferencias entre nosotros. Esto no es agradable. Las cosas

    seran mucho ms fciles si todo el mundo se pareciese a mi y pensara comoyo.-Don de profeca... Don de servicio... Don de ensear... Don de animar... Donde dirigir... Don de abnegacin...Pablo insiste sobre la diversidad de los dones de Dios.Ningn orgullo, dice. Lo recibido no es para s.Concdeme, Seor, no humillar los dones de los dems...Concdeme, Seor, no humillar a los dems con mis propios dones...Concdeme poner todos mis dones al servicio del conjunto.Aydanos, Seor, a descubrir y a valorar los dones de los dems... a ayudarlos

    a desplegar su personalidad, a ocupar su lugar en la comunidad. Dedico un ratoa descubrir los dones de los que me rodean... Es una oracin que ha dehacerse a menudo.-Manteneos unidos los unos a los otros con afecto fraterno...Fraternidad...-Sed respetuosos, rivalizando en la estima mutua...Es el reconocimiento de los dones...-No frenis el empuje de vuestra generosidad... dinamismo, empuje...-Dejad surgir el Espritu... Es extraordinaria esta frmula audaz!-Manteneos siempre al servicio del Seor... Pablo nos lo dijo ya: servidores. -Que la esperanza os mantenga alegres... Cuando viene la alegra, aceptarla.-En las tribulaciones sed enteros...

    No os rajis. Aguantad.-Compartid... Que vuestra casa seasiempre acogedora...Todo un programa!-Bendecid a los que os persiguen.Desead el bien para ellos...No es nada fcil, Seor.-Alegraos con los que se alegran.

    Llorad con los que lloran...

    Adaptarse a los sentimientos de losdems: mantened relacionesinterpersonales.-Estad de acuerdo entre vosotros...

    San Pablo es reiterativo Las cosas no se arreglan en seguida!-No pensis en grandezas... No queris dominar. Dejaos atraer por lo humilde...As, las altas consideraciones doctrinales, teolgicas. terminan en estos consejossencillos y concretos que es preciso releer y a partir de los cuales hay que orar.

    NOEL QUESSON

    PALABRA DE DIOS PARA CADA DIA 5EDIT. CLARET/BARCELONA 1983.Pg. 370 ss

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    TEXTO VI

    Comentarios al EvangelioJn 02, 01-12

    1. EUCARISTA 1989, 4Hay que destacar que Juan, al contrario que los sinpticos, emplea dos niveles de

    formulacin: el nivel de superficie para los personajes en torno a Jess, y el nivel

    profundo en el que se mueve Jess mismo. As es como se explica la aparente falta de

    concatenacin entre pregunta y respuesta.

    El sentido de la respuesta de Jess se escapa a este texto concreto y es slo

    comprensible en la perspectiva global de todo el evangelio.

    La hora no es el momento del milagro, sino la pasin (17, 1; 12, 27). La pasin, a su

    vez, es el momento de la glorificacin de Jess, porque es la expresin suprema de su

    amor. "No hay amor ms grande que dar la vida por los amigos" (15,13). Por este

    motivo, la pasin es en Juan la gloria de Jess; su hora, la hora exuberante del amor.

    Esta exuberancia de amor tiene en nuestro relato un smbolo: el vino bueno que aparece

    con profusin al final de la boda.

    De dnde proviene este vino? "De las tinajas de piedra para la purificacin de los

    judos". Juan capacita as al lector para que lea entre lneas algo muy concreto: el orden

    religioso judo queda superado por Jess. Agua y vino funcionan en el relato como

    smbolos de los dos rdenes distintos: ley (judasmo), amor (Jess).

    2. EUCARISTA 1986, 5El sentido liberador del Evangelio se muestra tambin en medio de la vida cotidiana y no

    slo en situaciones extremas y en momentos excepcionales. En el presente relato se diceque Jess comenz sus signos, comenz a dar "seales" de la vida y de la abundancia de lavida que vino a traernos, precisamente en medio de una fiesta, en unas bodas que secelebraban en Can de Galilea.

    Las fiestas nupciales duraban hasta siete das cuando la novia era virgen, siendo slo detres cuando se trataba de una viuda.

    Es posible que Mara llegara a la fiesta el primer da, y hasta que ayudara a los familiares.De todas formas, le bastara su condicin femenina para darse cuenta del apuro por el quepasaban los novios al faltarles el vino. Parece que Jess lleg ms tarde con sus discpulos,

    y hasta podra pensarse que la situacin se agravara con la presencia de aquellospescadores. A todo esto, Mara intercede por los novios ante su hijo. La respuesta de Jess

    debi de ser para el evangelista de gran importancia, pero es de difcil interpretacin paranosotros. En ella se aprecia un cierto distanciamiento de Jess frente a su madre, como siquisiera dejar en claro que nadie debe inmiscuirse en la misin que ha venido a cumplir. Poreso la llama "mujer", cosa muy extraa en la boca de un hijo y sobre todo en el contextosocio-cultural de Jess. Sin embargo Mara no entendi esta respuesta como un rechazo yadvirti a los sirvientes que estuvieran atentos a lo que les dijera Jess.

    J/HORA: Tambin es difcil saber lo que significaba la "hora". Hay comentaristas queentienden esa "hora" como la hora de la cruz, en la que Jess tena que ser glorificado oexaltado segn la voluntad del Padre. Otros dicen que se trata de la hora del milagro o de suprimera manifestacin como enviado de Dios. De todos modos, la hora de la manifestacinde Jess no la sealan los hombres. Porque es la hora que Dios quiere y que slo l conoce.

    De hecho no llega nunca con el simple transcurrir del tiempo, sino cuando acontece la fe

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    como un don de Dios. Jess, con su respuesta aparentemente dura, es el que prepara yactualiza la fe de su madre, y entonces llega la hora del milagro o del signo.

    Jn/SIGNO: La palabra "signo" tiene en el evangelio de Juan un doble sentido: de una partees una demostracin del poder de Dios y de su presencia salvadora; de otra, es la revelacinde la verdad de Dios y su mensaje. Queremos decir que los "signos" son en el cuarto

    evangelio como palabras visibles, como smbolos que deben ser interpretados y que suelenpreceder a una enseanza ms detenida. La transformacin del agua en vino significa laabundancia de la vida que Jess ha venido a traer al mundo, la nueva vida y el verdaderogozo de vivir. Es un signo paralelo al de la multiplicacin de los panes en el desierto. Uno yotro anticipan el sacrificio de Cristo, en el que se vuelca la generosidad de Dios sobrenosotros. Es lo que celebramos en la eucarista con pan y vino, con el pan de cada da y conel vino de las fiestas. Es la gracia, que llena hasta rebosarlas tinajas de la ley (de las purificaciones de los judos) yque es el cumplimiento de todas las promesas.

    3. EUCARISTA 1971, 12

    Segn la tradicin, se trata del lugar conocidopor el nombre de Chirbet Can, situado al norte deNazaret, a unos catorce kilmetros.

    Si la novia era virgen, duraban las fiestas hastasiete das; pero si era viuda, solamente se celebraban tres das de fiesta.

    Probablemente, Mara, invitada por motivos de amistad o parentesco, seencontraba ya en Can desde los comienzos de las fiestas. Se explicaperfectamente que el vino llegara a faltar durante tantos das de boda y queMara, que con toda seguridad ayudara en la tarea de atender a losconvidados, se diera cuenta de los apuros de los novios.

    Aunque Jess no haba hecho an ningn milagro, Mara, al verle yarodeado de discpulo, pudo creer que el momento de su manifestacin a loshombres haba llegado. La respuesta de Jess conserva el tono duro eindependiente de aquella respuesta que le dio en el Templo, cuando slo tenadoce aos. En ambos casos, quiere hacernos ver que en el cumplimiento de sumisin excelsa nicamente depende de su Padre.

    Si todava "no ha llegado la hora", cmo ejecuta el milagro? La respuestano es fcil. Entre otras posibles explicaciones, parece ser sta la msprobable: La fe de Mara, su peticin humilde y confiada, hizo que sonara lahora de la "manifestacin de la gloria" de Jess. El momento de lamanifestacin del poder de Dios no lo sealan los astros sino la fe de loshombres: donde hay fe, all ha llegado el momento. Pero la fe es un don deDios, que El da cuando quiere y a quien quiere. Jess, con su respuestaaparentemente dura, es el que prepara y actualiza la fe de la Virgen queseala el momento de la manifestacin de Dios.

    "Signo" debe entenderse en un doble sentido: demostrativo del poder deDios y mostrativo o aclarativo del Misterio. Los milagros que nos relata SanJuan tienen siempre un significado.

    En este caso puede tratarse de la abundancia de la gracia salvadora(seiscientos litros de vino) que llena hasta el borde las exigencias de la Ley(las tinajas servan para la purificacin prescrita por la Ley).

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    4. A. BENITO, DABAR 1989, 9El propio autor dice de l al final que es un signo. Es decir, nos hallamos ante

    un relato evocativo, representativo. Su sentido no hay pues que buscarlo en elrelato mismo, sino en la realidad evocada y representada en l. Para que estabsqueda no sea subjetiva ni caprichosa deber partir de los propios indicadores

    existentes en el relato.HORA/GLORIA: Primer indicador: una indicacin temporal no recogida en el

    texto litrgico. El relato comienza as: Tres das despus tuvo lugar una boda... Enel conjunto de indicaciones temporales dadas con anterioridad por el autor, estostres das despus nos llevan al da sptimo. El autor sita la boda en el dasptimo. Segundo indicador: la indicacin temporal de futuro "todava no hallegado mi hora". La hora es el trmino caracterstico que emplea el autor delcuarto evangelio para referirse a la glorificacin de Jess, la cual tiene lugar en lacruz. El Calvario es la hora de la gloria de Jess. Gloria en sentido etimolgicohebreo significa peso, consistencia. En sentido figurado y aplicado a las personas

    es el conjunto de cualidades que las distinguen, su personalidad. En sucomentario final el autor nos dice que a travs del signo realizado Jess manifestsu gloria, es decir, puso de manifiesto su clida personal.

    Desde estos dos indicadores podemos concluir que la realidad evocada en elrelato de Can es la fiesta del Seor, su gloria puesta de manifiesto en la cruz,cuya celebracin tiene lugar el da sptimo, el domingo, el da del Seor.

    Si, pues, los indicadores nos llevan al Calvario, vayamos a l de la pluma deJuan y leamos Jn. 19, 25-27. A quin encontramos all? A la madre de Jess.Exactamente la misma designacin empleada en el relato de Can. En amboscasos no se le designa por el nombre, sino por su relacin con Jess. Pero anhay ms. En ambos casos Jess interpela a su madre de la misma manera:

    Mujer! Estas correlaciones entre los dos relatos nos llevan a interpretar laspalabras de Jess a su madre en el relato de Can no como rechazo, sino positivay colectivamente: Qu nos va a ti y a m ahora, si nuestro tiempo no es ste sinoel de la Cruz? Llegamos as a la conclusin de que el autor est contraponiendodos tiempos, de los cuales uno, el de la cruz, es el propio de Jess y de su madre.Cul es el otro? "El tiempo de las purificaciones de los judos". Se trata de dostiempos cualitativos, de dos talantes contrapuestos, a cada uno de los cuales elautor le asigna un smbolo: agua para el tiempo de las purificaciones, vino para elde la cruz.

    Cul de los dos tiempos es el mejor? El autor responde con toda claridad quela cruz supera en calidad a la purificacin.

    Descubrimos adems que el autor del cuarto evangelio gusta de la irona, puesel reconocimiento de la superior calidad de la cruz lo hace alguien perteneciente ala purificacin.

    Resumiendo: el autor ha escrito un relato eminentemente evocador, cuya clavede interpretacin se encuentra en el calvario, donde Jess manifiesta todo el pesode su gloria, un peso superior al de las purificaciones.

    Comentario. El tiempo de la cruz es el tiempo de la donacin desinteresada. Noest mal proceder por reglamento, cdigo o ley, pero est mucho mejor procederpor amor. Nadie dice que el agua est mal en una comida, pero un buen vinosiempre es mejor, Jess es el buen vino; el reglamento y la ley son el agua.

    Se tiene siempre ms miedo al vino que al agua. Ser por eso por lo que elJudasmo y la Iglesia gustan tanto de la ley y del cdigo? La diferencia entre el que

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    ama y el que cumple es que el primero es capaz de imposibles, mientras que elsegundo nunca jams puede nada.

    Si el amor supremo consiste en dar la vida por los amigos, se comprendeperfectamente que la cruz sea el lugar supremo de la revelacin de Jess y, comoconsecuencia, del creyente en Jess.

    La madre de Jess es el prototipo de creyente en Jess. Por eso mismo sutiempo y su lugar estn, como los de su hijo, en la cruz.

    5. A. BENITO, DABAR 1986, 11El texto de hoy no pertenece a Lucas sino a Juan. Dos autores, muy diferentes en

    manera de escribir, Juan escribe en clave. De ah que el sentido de sus textos no seasiempre evidente a primera vista. La clave la sita en el futuro y la denomina "la hora".

    Todava no ha llegado mi hora. Esta hora es la muerte de Jess en la cruz. Lo que el

    autor escribe con anterioridad a ella es signo de esa muerte, es decir, seal que apuntahacia ella, que la evoca o la representa. As comenz sus signos. El relato de hoy hayque leerlo, pues, desde la muerte de Jess. Esta muerte la concibe Juan como la

    glorificacin de Jess, es decir, su grandeza, su esplendor, su magnificencia. Todo lo

    anterior son adelantos, anticipos de esa gloria, tambin esta palabra aparece en el

    texto de hoy. Manifest su gloria. Parece evidente que Juan quiere que leamos estetexto como anticipo de la gloria de Jess que se va a manifestar en la cruz. Es el relato

    de su gloria futura anticipada en smbolos, Jess es el vino bueno que mejora al

    anterior. Sus races hay que buscarlas en suelo y tradicin judos. Son el agua de las

    tinajas. A estas alturas del evangelio (estamos solamente en el cap. 2) no hay ningntipo de tensin entre el agua y el vino. Hay simplemente constatacin de una situacin

    mejorada."Estaba junto a la cruz de Jess su madre" (Jn. 19,25). La misma interpelacin: Mujer.

    Un rasgo ms de que el texto de hoy es una anticipacin de la cruz. "Mujer, a ti y a m,

    qu nos va la vieja situacin? Nuestra gloria est en la cruz". Es, en efecto, en la cruzdonde el autor nos presenta a la madre de Jess como madre de la Iglesia. Un

    evangelio precioso el de hoy. Un evangelio que en el texto original tiene lugar al tercer

    da.

    6. DABAR 1983, 11Texto. Forma parte de las distintas escenas de presentacin de Jess que elautor del cuarto evangelio hace preceder a la actuacin propiamente dicha deJess. Esta actuacin, a iniciativa de Jess, comienza a partir del ltimoversculo de hoy. En la escena que precede (bodas de Can) no es Jess quienlleva la iniciativa. Jess se encuentra en una boda y con l los discpulos:personaje este que en buena parte de los doce primeros captulos delevangelio va a tener un simple papel de observador, descubriendo lentamentequin y de dnde es Jess.El relato tiene su centro de atencin en el vino. La ausencia de vino primero ysu presencia despus dominan la escena. Por el comentario del autor en el v.

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    11 resulta claro que el vino funciona como signo de Jess. Un signo que seabre hacia un despus, hacia una hora. Esta hora puede verse en el cap. 19 delevangelio, donde encontraremos los mismos personajes que en Can.Este cap. 19, es la clave de lectura de todo el evangelio y en particular de 2, 1-12. Comentario. El relato quiere explicar en clave plstica quin y de dnde es

    Jess. La clave es el vino, que procede de un agua, a la que supera. Lossirvientes conocen-descubren esta clave: el mayordomo, no. Y es precisamenteel que no conoce la clave, quien canta las excelencias del vino (idnticorecurso emplear el autor con Caifs en 11, 50).Pero el agua es tambin signo de algo y de alguien: purificaciones de losjudos. Agua y vino representan dos rdenes sucesivos. Con mucha irona elautor hace que un representante del orden-agua reconozca que el orden-vinoes mejor. Estamos slo en los comienzos del evangelio. Lo trgico es que estamejor calidad la adquiere el vino gracias a su color rojo y recio de sangre. Ytal vez todava ms trgico es que, en esa hora y creyendo dar culto a Dios, el

    mayordomo escanciar la sangre (cfr. Jn. 16,2). Pero tambin en esa horaalguien conocer-descubrir la clave: unas mujeres (=discpulo amado). Conaudacia de autor genial es a este discpulo a quien Juan reserva el ttulo dehijo de Mara (confrontndose Jn. 19, 26-27. Ntese cmo en Can a Mara sele llama madre de Jess, pero a Jess no se le llama hijo de Mara).

    7. J. NASPLEDA, MISA DOMINICAL 1989, 2"La madre de Jess le dijo: No les queda vino": Mara interviene esperando la accin de Jess,pero recibe una respuesta negativa.Aqu Juan se mantiene en la misma lnea de los sinpticos a propsito de las intervenciones desu familia: los lazos de parentesco no pueden ni detener ni poner en marcha su misin.Aunque a menudo se ha intentado extraer de este pasaje un poder intercesor de Mara, msbien se pone de relieve la absoluta soberana y libertad de Jess. "Haced lo que l os diga":Mara debe colocarse en el reconocimiento de esta soberana y en la confianza de la fe: slodesde esta posicin ser posible el milagro.

    8. VINO-ALEGRIA/SV: J. GUITERAS, MISA DOMINICAL 1974Paradjicamente el invitado (Jess) se convierte en el autntico Esposo; para ello,el otro esposo no puede ofrecer vino. De este modo se quiere indicar lainsuficiencia de la etapa antigua de Israel, contrapuesta a la plenitud mesinica.

    Es el ltimo vino, el de los tiempos escatolgicos, el que es bueno. Hay una "Hora" -adelantada, hecha prenda a travs del signo- que ratificar la insuficiencia delAntiguo Testamento. Mara constata esta insuficiencia e indica donde est laplenitud: en Jess, el vino nuevo que trae la alegra abundante de la salvacin,que saca de la situacin desesperada e insuficiente en la que viven los hombres,que ofrece la inmensa perspectiva de la fe liberadora y transformadora, que es laPalabra que da sentido y dinamismo, que hace creer en el amor y la fe. El "signo"est relacionado evidentemente con la Eucarista y con la Pascua ("signo"culminante y radical del evangelio de Juan).Nos hallamos, pues, ante la teologa de la salvacin; en la plenitud de los tiempos -

    en este momento- llega el don de Dios, en abundancia, en la Iglesia. A nosotros

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    nos corresponde el "reconocimiento", el convertirnos en discpulos, caminandoespiritualmente hacia "la Hora" de Jess.

    9. H. RAGUER, MISA DOMINICAL 1977El leccionario ha reemplazado el inicio del fragmento, "Al tercer da...", por el

    convencional "En aquel tiempo...". El evangelista, con aquella indicacin cronolgicaprecisa, quera indicar que el signo de Can cierra una semana completa, que l ha

    descrito da a da: la semana de la epifana o manifestacin del Seor, que concluye con

    la revelacin de su gloria y la fe de los discpulos. Tambin al final de la vida pblica de

    Jess el cuarto evangelio nos describir da a da la ltima semana, para desembocar

    asimismo en el acto de fe pascual de los apstoles y los lectores. Mara, que aparece en

    este primer signo, reaparecer en la semana final, al pie de la cruz (19, 25-27); en

    ambos casos Jess le da el inslito tratamiento de "mujer".

    En la boda de Can de Galilea encontramos los temas principales del cuarto evangelio.

    Es el primero de los milagros, o signos, como les llama Juan, porque no son slo hechos

    prodigiosos para atraer la atencin, sino significativos o pedaggicos. Los demsevangelios cuentan muchos milagros, Juan ha escogido slo siete, cada uno de los

    cuales es explicado detalladamente e ilustrado con un dilogo o un discurso de Jess,

    con el fin de extraer de l una leccin, puesto que cada signo revela un aspecto del

    Reino; en este caso, los tiempos mesinicos que ya los profetas haban simbolizado con

    los desposorios y el banquete.

    10. MAERTENS-FRISQUEJess comienza su ministerio de rabino y detaumaturgo casi dentro de unos crculos

    familiares: su propia ciudad, Cafarnan, sufamilia o la de sus apstoles. Pero Juan ve ya enesas actuaciones, todava discretas, toda laobra de divinizacin de la humanidad y, almismo tiempo, la irradiacin del misteriopascual. La lectura de este episodio bastanteinsignificante adquiere relieve si se mira con losojos de Juan.

    * * * *a) El que Mara diga a Jess que los

    convidados no tienen ya vino obedece sin dudaa una preocupacin de orden prctico por partede una mujer atenta a los pequeos detalles dela recepcin, pero significa tambin, en el planosimblico, que el pueblo falto del vino de lafelicidad y de la sabidura y que permanece en actitud de pobre, espera la iniciativa de Dios paradevolverle la felicidad. Jess distribuye efectivamente el "buen vino" de esa felicidad prometidapara los ltimos tiempos, signo de la plenitud y de la sabidura con que favorece al mundo.

    b) Pero ese don depende de la glorificacin final del Mesas, de esa "semana" y de esa"hora" que inaugurarn, a travs de la muerte, el misterio de la gloria del Seor. Parece, enefecto, que las indicaciones cronolgicas sembradas a lo largo de Jn. 1, 19 a 2, 1 (1, 29; 1, 35; 1, 39;1, 41; 1, 43; 2, 1) son bastante intencionadas en la pluma de Juan: el evangelista no pondr tanto

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    cuidado por fechar los hechos y gestos del Seor a lo largo de su primera semana de ministerioque en su ltima semana, la de su pasin. El hecho de que el milagro se site en un "tercer da"(v. 1; cf. Jn. 11, 6-7; 13, 33; Lc. 24, 7; Os. 6, 2-5) es igualmente una forma de hacer referencia alcumplimiento de la Pascua de Cristo.Pero lo decisivo en esta ocasin es el tema de la hora (v. 4; cf. Jn. 2, 14; 7, 30-39; 8, 20; 13, 1; 17, 1).

    La hora designa concretamente la muerte del Seor, pero es una muerte que le glorifica yglorifica al Padre, puesto que realiza la salvacin del mundo. Se puede incluso afirmar que, apartir de Jn. 7, 30, las referencias a la hora de Jess designan ese momento de su vida en que sever reducido a la impotencia, en que ya no har milagros (cf.Jn. 9, 4; 11, 9-10; cf. el tema del"lugar" en Jn. 18, 12, 24; 19, 40).As es como se comprende el dilogo entre Mara y su Hijo. La Virgen no viene a pedir unmilagro, sino que se limita a sealar un momento de apuro (v. 3). Jess responde con bastantedulzura: "Qu nos va a ti y a Mi, mujer?" (v. 4): que quiere decir: sitate en otro plano: el de miomnipotencia, en lugar de quedarte en este punto de vista rastrero. Y as la explicacin surgenormalmente: "mi hora (es decir, la hora en que me ver atado, imposibilitado) no ha llegado

    an. Sigo estando libre para hacer milagros" (v. 4). Mara acepta inmediatamente esa visin defe y ordena que se hagan los preparativos del milagro (v. 5).Cristo se refiere, por tanto, claramente al signo y la obra por excelencia que realizar en lahumillacin de su muerte, pero hasta tanto suene esa hora, le es facultativo dejar signos yrealizar maravillas provisionales, algo as como provisionales eran las diferentes liberacionesmaravillosas del Antiguo Testamento.La idea de Cristo sera, por tanto, sta: puedo hacer hoy el milagro que se me propone, perollegar una hora en que mi omnipotencia realizar el milagro por excelencia, puesto que pasarpor el amor hasta la muerte (Jn. 13, 1): todo milagro tiene una parte de caducidad hasta tanto nohaya sido marcado por mi muerte y no est vinculado a la nica verdadera fe en mi resurreccin.

    c) Juan nos ofrece, pues, en este relato del episodio de Can un ejemplo de la forma enque reflexiona en torno a un milagro de Jess. aun cuando sea muy corriente, hasta ver en l unsigno (v. 11). Lo sita al final de una semana; introduce incluso el tema de la hora; subrayaintencionadamente la materia del vino; seala, los mismo que en Jn. 7, 1-10, la incapacidad de lossuyos para descifrar correctamente el milagro; y todo eso para probar que un milagro es unllamamiento a la fe. No se trata tan solo de creer que Jess puede hacer un milagro, comosucede en los sinpticos, sino tambin de leer su significado misterioso, slo captable por quienha comprendido el misterio pascual y vive del amor que entraa.Tener esa fe que puede leer los signos no consiste tan slo en apreciar el cambio del agua envino (como quisiera Mara), ni en comprender el cambio del vino en la sangre de Cristo en la misa

    (que es hasta donde llegan algunos fieles), sino en captar la densidad pascual del signo realizadoy en situarse a s mismo dentro de una participacin convencida en ese misterio.

    TEXTO VIIEL INTERS "MATERNO" DE MARA EN CAN.

    A propsito del milagro de las bodas de Can, est claro por todo el relato que el evangelistaquiere poner de relieve la figura de Cristo; es como la primera epifana de su gloria y de su podermesinico. En efecto, el relato concluye con estos trminos: "As, en Can de Galilea, dio

    principio Jess a sus milagros, manifest su gloria y creyeron en l sus discpulos" (Jn 2,11). Mas,por otra parte, es obligado recordar que si Jess es el protagonista de toda la escena, la que

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    pone en marcha el mecanismo del milagro, aunque sea de modo muy discreto, es Mara,llamada la madre de Jess hasta cuatro veces (2,1.3.4.12). Lanse slo el comienzo y el final delrelato: "Tres das despus hubo una boda en Can de Galilea, en la que se hallaba la madre deJess" (v. 1); "Despus baj a Cafarnan con su madre, sus hermanos..." (v. 12). As pues, elepisodio entero est bajo el signo de Mara en cuanto madre de Jess. Pero lo interesante es

    que Mara parece casi ms preocupada de los otros que de su Hijo, el cual permanece siempre,sin embargo, como el punto de referencia. Ella, en efecto, es la que interviene y le indica a Jessla situacin embarazosa de los jvenes esposos, que desconocen la penosa situacin en quepronto se hubieran encontrado: "No tienen vino" (v.3). No sabemos si se trata de una peticin o de alguna recomendacin; ciertamente, no es ungesto de mera informacin. Mara, como se ve, sabe ponerse en el lugar de los otros, como unamadre y ms que una madre.Interprtese como se quiera la enigmtica respuesta de Jess: "Qu hay entre t y yo, mujer?"(negativa, incertidumbre, acogida); lo cierto es que Mara deja abiertas todas las puertas y sepreocupa de disponer a los servidores para cualquier intervencin de su Hijo: "Haced lo que l

    os diga" (v. 5). En estas palabras de Mara hay un doble aspecto de la maternidad: el inters porla situacin de apuro material de los esposos y la premura enteramente espiritual para que losservidores atiendan a cualquier palabra del Hijo. "En este sentido, el cuarto evangelista nospresenta a Mara como la madre de los cristianos, porque coopera a que se abra la flor de la feen el corazn de los hombres, y por tanto al nacimiento de los hijos de Dios (cf Jn I, 12)".

    TEXTO VIIILAS BODAS DE CANA

    Con la narracin de las bodas de Can empieza el relato jonico del ministerio de Jess. Hayque ver en estrecha conexin tanto esa narracin como la siguiente sobre la primera aparicinde Jess en Jerusaln con la purificacin del templo (2,13-22). Y es que ambos relatos tienen uncarcter programtico, por cuanto uno y otro ponen bajo una luz deslumbrante la importanciade Jess en el sentido jonico, y no mediante discursos sino con dos acciones cargadas desimbolismo. En ambos casos se trata de relatos o escenas, en las que todo cuanto tienen quedecir aparece en su alcance simblico A ello se suma el hecho de que el narrador subrayaintencionadamente esa importancia, bien mediante la frase final 2,11, bien mediante eldiscurso 2,18-22.

    Las bodas de Can abren al mismo tiempo el ciclo de los relatos de milagros, o msexactamente relatos de seales. Esas bodas son el comienzo de las seales; si la historia de

    curacin de 4.46-54 -que segn Jn tambin ocurre en Can- se relata como la segunda seal,no por ello hay que concluir en una fuente de seales escrita, puesto que la numeracin sepuede deber perfectamente al propio evangelista, sobre todo cuando ste propende confrecuencia a una sealizacin esquemtica (por ejemplo, en el relato de la pasin, aunquetambin en 1,19-51). Adems la numeracin no contina. En conjunto son siete los relatos demilagros o seales: 1) las bodas de Can (2,1-11), 2) la curacin del hijo de un funcionario(4,46-54); 3) la curacin del tullido de la piscina de Betzat (5,1-9); 4) la alimentacinmilagrosa (6,1-15); 5) el paseo por las aguas del lago (6,16-21); 6) la curacin del ciego denacimiento (9,141); 7) la resurreccin de Lzaro (11,1-44). Si hay que dar al nmero siete unasignificacin simblica o no es algo que se puede pasar por alto o darle una respuesta negativa,

    pues parece que la multiplicacin milagrosa de los panes y el deambular sobre las aguas (6,1-21) hay que verlo en estrecha conexin, lo que se sugiere asimismo por la historia de la

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    tradicin (cf. Mc 6,32-44.45-52). Sorprende adems que con los relatos de milagros o sealesjonicos, prescindiendo de los dos primeros, siempre van unidos largos discursos de revelacino polmicos, que por lo general tienden a proyectar la mayor luz posible sobre el significado dela seal respectiva. Se tiene la impresin de que los discursos de revelacin, anexos a losmilagros o seales, se han desarrollado en conexin ms o menos directa con stos; o, ms

    exactamente, que se trata de homilas de tipo midrshico sobre los relatos de seales; portanto, de prdicas como las que se pronunciaban en la liturgia cristiana. Sobre todo ellovolveremos ms adelante. Por lo que al gnero literario se refiere, tenemos aqu -segn lavisin certera de Bultmann- una tpica historia de milagros; los v. 1-2 proporcionan laexposicin, los v. 3-5 presentan la preparacin del milagro, que estilsticamente relatan enforma que suscite tensin; los v. 6-8 refieren el milagro en s, aunque en un estilo indirectosilenciando el proceso milagroso propiamente dicho; los v. 9-10 constituyen la conclusin que,por su estilo, pone de relieve la paradoja del milagro.

    Jn ha tomado la narracin -que por lo dems, forma algo as como un bloque errticodentro de nuestro evangelio, mostrando unas peculiaridades estilsticas relativamente pocojonicas de su tradicin particular, aunque reelaborndola con trazos tpicos suyos con vistas asu empleo en la predicacin. Aqu el pretender una distincin precisa entre redaccin ytradicin parece de escasa utilidad, toda vez que el relato tal como se encuentra ahora presentauna estructura consecuente y bien pensada. Lo mejor ser interpretarlo en un plano sincrnico.Se indica el lugar, en que discurre la historia, como Can de Galilea (cf. tambin 4,46), que estambin el lugar de origen de Natanael (21,2). Se trata de Khirbet-Kana, sito 14 Km al norte deNazaret. Slo en este pasaje se ha conservado el nombre de Can en la Galilea propiamentedicha, y el constante determinativo tes Galilaias por el que se distingue del Can sirio, pruebaque en Galilea slo haba un poblado con tal nombre, que segn la opinin comn correspondaa Khirbet-Kana. El lugar lo menciona tambin Flavio Josefo y desempea tambin un papel decierta importancia en la guerra juda (66-70 d.C.). Dado que Jn nombra tres veces Can, cabe

    suponer que para la tradicin jonica a ese lugar iban vinculadas algunas tradiciones localesparticulares. Si, como sospecha Lagrange, la invitacin a la boda del lugar se la hizo Natanael aJess, es posible que esa tradicin local est en la base del relato. En cualquier caso, garantizael hecho de que Can haya existido (y todava hoy existe), pero no garantiza, en modo alguno, lafacticidad histrica de la subsiguiente historia milagrosa, como veremos despus. Lo queinteresa en primer trmino a esa historia es una teologa narrativa.

    1 Al tercer da, se celebr una boda en Can de Galilea, y la madre de Jess estaba all. 2 Tambin

    fueron invitados a la boda Jess y sus discpulos. 3 Y como lleg a faltar vino, la madre de Jess le

    dice a ste: No tienen vino. 4 Pero Jess le responde: Qu nos va a m y a ti, mujer? Todava no ha

    llegado mi hora. 5 Dice su madre a los sirvientes: Haced lo que l os diga. 6 Haba all seis tinajas

    de piedra dispuestas para las purificaciones de los judos, con capacidad, cada una, de dos o tres

    medidas. 7 Dceles Jess: Llenad estas tinajas de agua. Y las llenaron hasta arriba. 8 Entonces les

    manda: Sacad ahora y llevadlo al mayordomo. As lo hicieron. 9 Cuando el mayordomo prob el

    agua convertida en vino, sin saber l de dnde proceda, aunque s lo saban los sirvientes que

    haban sacado el agua, llama al esposo 10 y le dice: Todos sirven al principio el vino bueno; y

    cuando ya la gente est bebida, el ms flojo. Pero t has guardado el mejor vino hasta ahora. 11

    Esta es la primera de las seales que Jess realiz en Can de Galilea. As manifest su gloria, y sus

    discpulos creyeron en l 12 Despus de esto, baj a Cafarnam l, con su madre, los hermanos y

    sus discpulos; pero no se quedaron all muchos das.

    La indicacin al tercer da enlaza la nueva escena con lo que precede, al tiempo queconstituye la introduccin al inmediato relato milagroso, que hay que considerar como una

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    unidad autnoma y que tiene muchas semejanzas con las percopas sinpticas de milagros. Elsuceso que iba a ocurrir ese da era, segn se nos dice, una boda en Can de Galilea. Como entodas las culturas humanas, tambin en Israel y en el judasmo las bodas constituyen uno de losgrandes festejos. A la boda precede normalmente el noviazgo, que segn la costumbre judeo-veterotestamentaria representaba una promesa en firme de matrimonio, que se haca con un

    perodo de antelacin mayor o menor a la boda. Con el noviazgo la unin de un hombre y unamujer para el matrimonio era en la estimacin juda perfecta bajo todos los aspectos. De ahque a la novia prometida se la llame mujer del varn. Algn tiempo despus de la promesamatrimonial el novio invitaba a la novia a que abandonara su casa paterna para trasladarse a lacasa del novio. Vase, por ejemplo, la bella cancin nupcial del Sal 45 en que se dice: Escucha,hija, atiende y apresta tus odos: olvida tu nacin y tu familia si se prendare el rey de tuhermosura ya que l es tu seor, pstrate ante l (Sal 45,11s). La autntica fiesta nupcial, quese celebraba con toda pompa y con el mayor boato, era la conduccin de la novia a casa delnovio. Las bodas se prolongaban por lo general ocho das, tiempo en el que llegaban decontinuo nuevos invitados mientras otros se marchaban. La reunin nupcial no era unaasamblea cerrada: adems de los parientes y amigos de la nueva pareja, la fiesta estaba abiertapara cuantos queran participar en la celebracin. Para ello no se escatimaba en la comida ni enla bebida. Y por supuesto que en las bodas, como en cualquier festejo, no poda faltar el vino.

    Cuando se dice que la madre de Jess -cuyo nombre no se menciona en la historia- estabaentre los participantes en la fiesta y que tambin Jess haba sido invitado con sus discpulos,se estn haciendo unas indicaciones necesarias para la comprensin del relato, aunque sindecir nada concreto sobre las relaciones de Jess y su madre con los anfitriones. Formabanparte de los asistentes a la fiesta; eso es lo que importa. Y durante la celebracin del festejosurge un gran contratiempo: el vino se termina amenazando con poner fin a la euforia yjolgorio. El hecho se narra brevemente y casi a modo de inciso. Pero all est la madre de Jess,que advierte la circunstancia y que inmediatamente llama la atencin de su hijo sobre tal

    contratiempo: No tienen vino! La indicacin de la madre de Jess sirve en el curso de lanarracin para preparar el milagro. Si la madre de Jess advierte el hecho y llama la atencinde su hijo sobre el mismo, hay que suponer que espera ayuda de su hijo Jess. La respuesta deste a su madre es negativa y muy ruda: Qu nos va a m y a ti, mujer? Por qu tienes quemeterte en mis asuntos? El tratamiento de mujer o seora dado a la propia madreresultaba incluso en tiempo de Jess muy inhabitual, fro y distanciado cuando no hiriente.Subraya en cualquier caso la distancia entre Jess y su madre, y de ningn modo la intimidadcercana y cordial. Distancia que an pone ms de relieve la afirmacin siguiente, y que ha deentenderse como el motivo explicativo: Todava no ha llegado mi hora. Qu quiere decir esafrase singular? La hora de Jess, en su pleno sentido, es para Jn la hora de la glorificacin, lahora de la pasin y resurreccin de Jess.

    De ah que algunos expositores pretendan ver tambin aqu una alusin anticipada a esahora singular de la salvacin. Lo cual no va por completo descaminado, porque tal expresinpermite escuchar una asociacin lingstica en esa direccin. No obstante lo cual la expresinhay que interpretarla tambin desde el contexto inmediato. Se trata ante todo de que el tiempode Jess, su hora, es radicalmente distinto del tiempo de los hombres o del tiempo del cosmos;Jess no est dirigido desde fuera sino desde dentro. Lo que ha de hacer u omitir en elfondo no se lo puede decir ningn hombre, ni siquiera su propia madre. La hora de Jessdepende ms bien de la voluntad del Padre y de su propio albedro que se orienta por esavoluntad del Padre. Slo Jess sabe cundo es realmente tiempo de algo. Si, pese a todo, lamadre de Jess recomienda a los criados Haced cuanto l os diga, es que, al parecer, no ha

    entendido la negativa de Jess como algo definitivo, sino que sigue contando con unaposibilidad de que Jess intervenga en plan de ayuda. Sin duda que la expresin vuelve a ser

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    polivalente, aunque en ltimo trmino lo que importa es hacer cuanto Jess dice. El giro pasapor alto la situacin concreta y se dirige al lector por cuanto que le dice cul ha de ser suconducta respecto de Jess. Hasta ah la situacin sigue abierta por completo.

    Es a partir del v. 6 cuando el relato toma una direccin concreta hacia el milagro. Se refiereque en la casa nupcial haba seis tinajas de piedra para el agua, de una capacidad notable, toda

    vez que caban en cada una de dos a tres medidas (metretas dice el texto griego; la capacidadde cada una era de aproximadamente 40 litros, exactamente 39,39 litros; las 2/3 medidashacan alrededor de 1 hectlitro, lo que daba en conjunto unos 600 litros). Estos datos de lasmedidas de capacidad indican la gran abundancia, que es importante para el inminentemilagro. Las tinajas estaban dispuestas para las prescripciones de purificacin del ritual judo(1). Y las tinajas de piedra se recomendaban sobre todo porque as no contraan ningunaimpureza ritual.

    Jess ordena a los sirvientes que llenen las tinajas de agua; ellos se atienen a larecomendacin de la madre de Jess y hacen lo que ste les dice. Las tinajas quedaron llenashasta los bordes. Y la orden siguiente de Jess suena as: Sacad ahora y llevadlo almayordomo. Las versiones antiguas traducen habitualmente en este pasaje la palabra griegaarkhitriklinos por maestresala. Se entiende por tal la persona -entre griegos y romanosgeneralmente un esclavo- que corra con la responsabilidad suprema del desarrollo ordenadodel festn, al que corresponda asimismo cuidarse del vino. Implcitamente se da a entender queahora el milagro ya est hecho, sin que se describa en s mismo el proceso milagroso; lo nicoque se puede describir es el resultado. Cuando el maestresala o mayordomo prueba la bebidaque le ofrecen, el milagro ya ha ocurrido. Lo que saborea es el agua convertida en vino; y seencuentra ante un enigma completo; ya que no sabe de dnde ha salido el vino nuevo, cosa queslo los sirvientes saban. Lo curioso es que no se les pregunta sobre el particular y que nadadigan! Corresponde, pues, al narrador fundamentalmente explicar en lo posible el misterio querodea la procedencia del vino.

    En su comentario al pasaje Schnackenburg apunta con razn al hecho de que el de dndetiene un sentido con trasfondo, constantemente se trata en el Evangelio segn Juan de lacuestin sobre de dnde viene el don de Jess (4,11) y de dnde viene l mismo (7,27s;8,14; 9, 29s). Con el origen se insina tambin la ndole (celestial y divina) del don, o bien loque ste indica simblicamente.... Para el mayordomo el enigma persiste a lo largo de todo elepisodio; y ello constituye el supuesto de lo que sigue En efecto, llama al novio y le dirige estaspalabras: Todos sirven al principio el vino nuevo; y cuando ya la gente est bebida, el msflojo. Pero t has guardado el mejor vino hasta ahora (v. 10). Lo que aqu proclama elmayordomo no es la regla escalonada, conocida desde antiguo, ni tampoco es seguro que laspalabras hayan de tomarse como una observacin humorstica; lo que su frase expresa es suasombro por algo total y absolutamente desusado. El sentido es ste: normalmente seacostumbra a ofrecer a los invitados a bodas el vino bueno cuando todava estn sobrios ycuerdos, porque an conservan el buen paladar para saborear y alegrarse con el vino generoso.Para el que est bebido ese buen vino es como tirado; por eso a medida que el tiempo avanzase pasa a un vino peor. Mas lo que l saborea ahora va en contra de tal uso y tambin contra lasexpectativas del propio mayordomo, quien se admira de que despus de agotado el vino, quedetodava algo tan singularmente sabroso. El novio haba reservado lo mejor para el final. Y astermina la primera historia milagrosa.

    El v. 11 es una observacin complementaria del evangelista y tiene una funcin explicativa.Dice, primero, que el milagro del vino en Can fue la primera de las seales; es decir, que fuela primera seal o signo. Segundo, que con tal signo Jess manifest su gloria, con lo que se

    indica algo de la importancia de la seal, pues tiene algo que ver con la revelacin de la gloriade Jess. Tercero, se menciona el efecto del signo: Y sus discpulos creyeron en l. Esta

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    observacin final apunta a la cuestin de la que ahora hemos de ocuparnos ms ampliamente:Cul es el sentido de esta historia?

    a) La concepcin jonica de los milagros: el milagro como seal. El concepto ocategora con que Jn califica el milagro del vino en Can se denomina seal o signo, semeion

    en griego. En Can realiz Jess la primera de las seales (2,11a). Es evidente que con ello seinsina una peculiar inteligencia teolgica de las historias de milagros: hay que entenderloscomo seales. En cambio la idea de que los sinpticos tienen de los milagros se expresahabitualmente por la palabra dynamis = muestra de poder, acto poderoso (cf., por ejemplo, Mc6,2.5.14; 9,39; Mt 11,20.21.23; 13,5S). La singularidad del uso jonico de semeion est en queaqu la palabra... ha venido a asumir la funcin de designar en exclusiva determinados procesosmilagrosos, funcin que en el Nuevo Testamento, y especialmente en los sinpticos desempeadynamis. El concepto semeion (seal) pertenece al particular lenguaje tcnico de la teologadel evangelio y del crculo jonicos (cf. 2,11.18.21; 3,2; 4,48.54; 6,2.14.26.30; 7,31; 9,16; 10,41;11,47; 12,18.37; 20,30). Mas, dado que precisamente en los relatos milagrosos Jn depende detradiciones ms antiguas, que en parte aparecen como fuentes entrecruzadas de la tradicinsinptica, se puede captar perfectamente bien la teologa jonica tanto en la elaboracin deesas tradiciones por Jn como en su interpretacin cual seales.

    La palabra griega semeion tiene originariamente el simple significado de seal, nota,indicio, sin ningn especial contenido teolgico; por consiguiente en principio no connota lasignificacin de milagro. Las seales tienen una funcin indicativa, tienen algo que significar,quieren llamar la atencin y transmitir un determinado conocimiento. Para el hombre, comoser dotado de lenguaje, es necesario y tpico poner seales y poder desarrollar sistemas designos en el sentido ms amplio; en definitiva todos los sistemas humanos de seales se fundanen la capacidad lingstica del hombre: sin lenguaje no hay signos. Tales signos estn en lugarde algo a lo que apuntan y slo resultan comprensibles en un contexto ms amplio, en un

    conjunto referencial.En la Biblia griega de los setenta (LXX) semeion es la traduccin de la palabra hebrea 'ot,

    traduccin interesante en extremo para la semntica teolgica de semeion. El trmino 'otaparece en el AT dentro de contextos diferentes. La funcin ms importante del signo esindicar algo. 'Ot, seal, es una cosa, un proceso, un acontecimiento, por el que se puedeconocer, aprender, recordar o ver la credibilidad de algo. Esta definicin, dada por H. Gunkel(Gnesis 150), subraya atinadamente el carcter funcional del signo. Pues lo importante parasu significado no es el objeto de la seal sino su funcin, no su ejecucin sino su comunicacin.Los objetos de las seales son tan abigarrados como el mundo en que acontecen. As hayseales en la creacin, como las luminarias del firmamento, el sol, la luna y las estrellas, de lasque se dice que separen el da de la noche y que sirvan de seales para estaciones, das yaos, o, lo que es lo mismo, sirven para el est


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