+ All Categories
Home > Documents > EVALUACIÓN DE LA ACEPTABILIDAD DE HARINA DE MAIZ ( Y...

EVALUACIÓN DE LA ACEPTABILIDAD DE HARINA DE MAIZ ( Y...

Date post: 11-Mar-2020
Category:
Upload: others
View: 12 times
Download: 0 times
Share this document with a friend
8
No 21, 2010 EVALUACIÓN DE LA ACEPTABILIDAD DE HARINA DE MAIZ ( Zea maiz) Y HARINA DE SOYA (Glycine max) POR EL PERRITO DE COSTA (Leiocephalus carinatus carinatus) EN CAUTIVERIO Pérez, Alicia A. Pérez; Valdivia, M.; Dihigo, E.V.; Padilla, R.; Sarduy, L. Resumen Con el objetivo de evaluar la aceptabilidad de harina de maíz Zea maiz y harina de soya Glycine max por el perrito de costa (Leiocephalus carinatus carinatus) en cautiverio, se colectaron 50 animales adultos (25 machos y 25 hembras), se distribuyeron de forma aleatoria, en jaulas de cristal de dimensiones = 40 x 42 x 46 cm., con substrato de arena de río, a razón de 10 réplicas, con cinco unidades experimentales, de igual sexo. Para el diseño de esta dieta, se tuvieron en cuenta: los resultados de los análisis de la alimentación en vida libre, el valor nutricional de los alimentos y su sostenibilidad económica. Se obtuvo como resultado que en la dieta harina de maíz más harina de soya, el consumo insuficiente de materia seca (bajo) y de proteína (deficiente y crítica), provocó disminución del peso vivo en los animales y la defunción del 6 % de los mismos por lo que se rechaza para ser utilizado en la alimentación del perrito de costa (Leiocephalus carinatus carinatus) en cautiverio. Palabras clave: aceptabilidad, harina de maíz, harina de soya, Leiocephalus carinatus carinatus EVALUATION OF CORN MEAL (Zea maiz) AND SOY MEAL (Glycine max) ACCEPTABILITY BY CURLY TAIL LIZARD, Leiocephalus carinatus carinatus Abstract With the objective to evaluate the corn meal and soy meal diet by curly tail lizard (Leiocephalus carinatus) in captivity, 50 animals were collected (25 male and 25 female), with random distribution in cages (five animal per cage) with river sand's as subtract. For the captivity diet design were taken account: their feeding at the wild, the nutritional composition of corn meal and soy meal and their economic sustainability. In cornmeal and soy meal diet, the critical dry matter ingestion and low, deficient, and critical protein ingestion carry out body weight decrease in the 44 % of the animals and 6 % of mortality, according of that the corn meal and soy meal diet was rejected to use in Leiocephalus carinatus carinatus in captivity. Key words: Feeding, cornmeal, soy meal, curly tail lizard, Leiocephalus carinatus carinatus INTRODUCCIÓN La aceptabilidad es la aceptación global y el gusto con el cual un animal consume cualquier alimento o dieta dados, no es una medición cuantitativa y es el resultado de la suma de diferentes factores que el animal percibe durante el proceso de localizar y consumir un alimento, y depende de la apariencia, olor, sabor, textura, temperatura, en algunos casos de los sonidos que producen los alimentos al ser masticados, así como de su movimiento o no (Church y Pond, 1998). Sobre la alimentación y aceptabilidad de alimentos en perritos de costa en cautiverio, poco se ha estudiado, solo Peyrellade, (1985) y Rodríguez, (1999) hacen referencia a esto en un estudio con animales en semilibertad, donde no se controló el consumo de alimentos, ni la ganancia en peso, ni la viabilidad de los animales. Entre las premisas que sustentaron el diseño de la dieta, harina de maíz más harina de soya, fueron: que la mate- ria de origen vegetal representó el tercer lugar en importancia en los estudios de caracterización de los contenidos estomacales en vida libre, y que se encontraron porcentajes de proteína que oscilaron entre 63,72 y 79,66 % (Pérez et.al., (2005), Pérez et.al., 2006). Otros elementos a favor de la inclusión de estos alimentos fueron que el maíz, estuvo presente en las raciones que ofreció Peyrellade, (1985ª) a los perritos de costa y la harina de soya se utilizó en la alimentación de reptiles carnívoros como el jacaré de pantano (Aleixo, 2000). Por lo antes expuesto, el objetivo de este trabajo es evaluar la aceptabilidad de harina de maíz Zea maiz y harina de soya Glycine max por el perrito de costa (Leiocephalus carinatus carinatus) en cautiverio MATERIALES Y MÉTODOS Las colectas se realizaron en el mes de mayo (momento en que las hembras se encontraban grávidas y se esperó la ovoposición, como garantía de que estuviesen en la etapa de mantenimiento). Los 50 adultos (25 machos y 25 hembras), se distribuyeron de forma aleatoria, en jaulas de cristal de dimensiones = 40 x 42 x 46 cm., con substrato de arena de río, a razón de 10 réplicas, con cinco unidades experimentales, de igual sexo. 73
Transcript

No 21, 2010 77

EVALUACIÓN DE LA ACEPTABILIDAD DE HARINA DE MAIZ (Zea maiz) Y HARINA DE SOYA (Glycine max)

POR EL PERRITO DE COSTA (Leiocephalus carinatus carinatus) EN CAUTIVERIO

Pérez, Alicia A. Pérez; Valdivia, M.; Dihigo, E.V.; Padilla, R.; Sarduy, L. Resumen Con el objetivo de evaluar la aceptabilidad de harina de maíz Zea maiz y harina de soya Glycine max por el perrito de costa (Leiocephalus carinatus carinatus) en cautiverio, se colectaron 50 animales adultos (25 machos y 25 hembras), se distribuyeron de forma aleatoria, en jaulas de cristal de dimensiones = 40 x 42 x 46 cm., con substrato de arena de río, a razón de 10 réplicas, con cinco unidades experimentales, de igual sexo. Para el diseño de esta dieta, se tuvieron en cuenta: los resultados de los análisis de la alimentación en vida libre, el valor nutricional de los alimentos y su sostenibilidad económica. Se obtuvo como resultado que en la dieta harina de maíz más harina de soya, el consumo insuficiente de materia seca (bajo) y de proteína (deficiente y crítica), provocó disminución del peso vivo en los animales y la defunción del 6 % de los mismos por lo que se rechaza para ser utilizado en la alimentación del perrito de costa (Leiocephalus carinatus carinatus) en cautiverio. Palabras clave: aceptabilidad, harina de maíz, harina de soya, Leiocephalus carinatus carinatus EVALUATION OF CORN MEAL (Zea maiz) AND SOY MEAL (Glycine max) ACCEPTABILITY BY CURLY TAIL

LIZARD, Leiocephalus carinatus carinatus Abstract With the objective to evaluate the corn meal and soy meal diet by curly tail lizard (Leiocephalus carinatus) in captivity, 50 animals were collected (25 male and 25 female), with random distribution in cages (five animal per cage) with river sand's as subtract. For the captivity diet design were taken account: their feeding at the wild, the nutritional composition of corn meal and soy meal and their economic sustainability. In cornmeal and soy meal diet, the critical dry matter ingestion and low, deficient, and critical protein ingestion carry out body weight decrease in the 44 % of the animals and 6 % of mortality, according of that the corn meal and soy meal diet was rejected to use in Leiocephalus carinatus carinatus in captivity. Key words: Feeding, cornmeal, soy meal, curly tail lizard, Leiocephalus carinatus carinatus INTRODUCCIÓN La aceptabilidad es la aceptación global y el gusto con el cual un animal consume cualquier alimento o dieta dados, no es una medición cuantitativa y es el resultado de la suma de diferentes factores que el animal percibe durante el proceso de localizar y consumir un alimento, y depende de la apariencia, olor, sabor, textura, temperatura, en algunos casos de los sonidos que producen los alimentos al ser masticados, así como de su movimiento o no (Church y Pond, 1998). Sobre la alimentación y aceptabilidad de alimentos en perritos de costa en cautiverio, poco se ha estudiado, solo Peyrellade, (1985) y Rodríguez, (1999) hacen referencia a esto en un estudio con animales en semilibertad, donde no se controló el consumo de alimentos, ni la ganancia en peso, ni la viabilidad de los animales. Entre las premisas que sustentaron el diseño de la dieta, harina de maíz más harina de soya, fueron: que la mate-ria de origen vegetal representó el tercer lugar en importancia en los estudios de caracterización de los contenidos estomacales en vida libre, y que se encontraron porcentajes de proteína que oscilaron entre 63,72 y 79,66 % (Pérez et.al., (2005), Pérez et.al., 2006). Otros elementos a favor de la inclusión de estos alimentos fueron que el maíz, estuvo presente en las raciones que ofreció Peyrellade, (1985ª) a los perritos de costa y la harina de soya se utilizó en la alimentación de reptiles carnívoros como el jacaré de pantano (Aleixo, 2000). Por lo antes expuesto, el objetivo de este trabajo es evaluar la aceptabilidad de harina de maíz Zea maiz y harina de soya Glycine max por el perrito de costa (Leiocephalus carinatus carinatus) en cautiverio MATERIALES Y MÉTODOS Las colectas se realizaron en el mes de mayo (momento en que las hembras se encontraban grávidas y se esperó la ovoposición, como garantía de que estuviesen en la etapa de mantenimiento). Los 50 adultos (25 machos y 25 hembras), se distribuyeron de forma aleatoria, en jaulas de cristal de dimensiones = 40 x 42 x 46 cm., con substrato de arena de río, a razón de 10 réplicas, con cinco unidades experimentales, de igual sexo.

73

No 21, 2010 78

Para la utilización de la dieta harina de maíz más harina de soya por el perrito de costa en la alimentación en cautiverio de los perritos de costa, se tuvieron en cuenta: los resultados de los análisis de las dietas en vida libre publicados por Pérez et.al., (2005) y Pérez et.al.(2006), el valor nutricional de estos alimentos (Tabla I) y su sostenibilidad económica. Tabla I. Composición de materia seca y proteína en % de harina de maíz y harina de soya Manejo de los ani- males Entre las 8:00 am. y 9:00 am. se revisó la seguridad de los animales, los candados y el estado de las jaulas. Se contaron físicamente los animales. Se observaron las heces fecales buscando: vestigios de sangre, parásitos, diarrea, síntoma de enfermedad o apatía de los animales que indicaran cambio en su comportamiento. Se realizó la limpieza de las jaulas, para lo cual se retiró el substrato sucio y se limpió con paños húmedos la superficie de cristal de las mismas, posteriormente se secó, se higienizaron los pozuelos de agua y alimentos. Los alimentos se ofrecieron en el horario entre 9:00 am. y 11:00 a.m. El agua estuvo disponible para el baño y su ingestión en pozuelos, de acuerdo con las recomendaciones de Bartlett y Bartlett, (2005) y Goulart, (2007). Se mantuvieron a temperatura entre 27 y 30 ºC, se siguieron los procedimientos de Aiello y May, (2000); Kaplan, (2002); Kaplan, (2005); Iglesias, (2006) y El Manual Merck, (2007a), para el manejo de lagartos en cautiverio. Los animales se manipularon según procedimiento descrito por Polloni, (2004) y Bartlett y Bartlett, (2005). Los mismos, se colocaron individualmente en una bolsa de tela de seda previamente tarada y se pesaron en una balanza técnica marca Sartorius (BL 600) de 0.1g de precisión, posteriormente se midió la longitud hocico - cloaca (LHC) con un cartabón de corredera o pie de rey metálico, de marca NOX TENF de 20 cm. de longitud (0,02 mm. de precisión). Los alimentos también se pesaron en esta misma balanza y se ofreció 3,5 g (valor máximo de los pesos de los contenidos estomacales en vida libre). El sexo se determinó por medio de una sonda metálica introducida por la cloaca, procedimiento descrito por Touzet, (1995) en ofidios y saurios. Los grupos se formaron al azar. La metodología que se elaboró para aceptar o rechazar esta dieta, se sustentó, para la aceptación en una primera etapa, en que durante los primeros siete días de prueba no provocara muertes (se exige 100 % de viabilidad) y que el peso vivo promedio se mantuviera o incrementara. Si no había muertes y el peso vivo promedio se mantenía, se pasaba a otra semana de experimentación, donde los perritos de costa no deben tener muertes, ni pérdida de peso vivo, para aceptar la dieta. Para calcular la viabilidad, pérdida diaria de peso vivo y ganancia diaria de peso vivo se procedió de la siguiente forma: Viabilidad.= animales vivos *100/total de animales Pérdida diaria de PV a los 7 días = (Peso a los 7 días – Peso inicia/7). Pérdida diaria de PV a los 14 días = (Peso a los 14 días – Peso a los 7 días/7). Ganancia diaria de PV (7 días) = (Peso a los 7 días – Peso inicial/7). Ganancia diaria de PV (14 días) = (Peso a los 14 días – Peso a los 7 días/7). Se calcularon los consumos:

Consumo medio, máximo y mínimo de alimentos frescos (g/animal/día). Consumo medio, máximo y mínimo de materia seca (g/animal/día). Consumo medio, máximo y mínimo de proteína bruta (g/animal/día).

Alimentos % Materia Seca % Proteína bruta Harina de Maíz 89,74 9,05 Harina de soya 89,0 42,00

74

No 21, 2010 79

Se realizó análisis de materia seca y proteína bruta a los alimentos utilizados en las pruebas. Se tomaron muestras céntricas acorde con lo descrito por Church y Pond, (1998) y Goñi, (1998). No se ofrecieron días de adaptación con alimentos específicos debido a que todavía no se contaba con dietas probados para ese fin. Para decidir si el consumo de materia seca era apropiado, se comparó con las estimaciones de las necesidades prácticas de materia seca, que se calcularon a partir de los pesos medios de los contenidos estomacales en base seca y que procedían de los estudios en vida libre del perrito de costa (0,42 g) Pérez et.al., 2006). Para evaluar los consumos de proteína bruta se calcularon las estimaciones de las necesidades prácticas de proteína en g/animal/día, a partir de los valores medios de 50 % de proteína bruta para reptiles carnívoros, propuestos por El Manual Merck de Veterinaria (2007 b) (consumo de materia seca en g/día x 50 % de proteína bruta /100) y de 69,50 % (valor medio) de proteína bruta de los contenidos estomacales de los perritos de costa en vida libre (consumo de materia seca en g/día x 69,50 % de proteína bruta /100) de acuerdo a lo que plantearon Pérez et. al., (2006), como se observa en la tabla II, se consideraron como apropiados, consumos medios de 0,21 a 0,29 g de proteína bruta/animal/día según el procedimiento descrito por el software Zootrition (1999). Tabla II. Necesidades diarias de proteínas bruta media (g/animal/día) a partir de los contenidos estomacales de Pérez et, al., (2006) y El Manual Merck de Veterinaria, (2007b) Para clasificar estos consumos de materia seca y proteína bruta, se tuvo en cuenta lo propuesto por Gay y Martínez (1992): Exceso: > 120 %

Crítico: < 50 RESULTADOS Y DISCUCIÓN Durante la prueba murieron tres animales, por lo que la viabilidad fue del 94 %, o sea baja para un período de siete días. También bajaron de peso 22 animales y el peso vivo promedio disminuyó en 0,49 g (Tabla III). La ganancia en peso máxima que se obtuvo con esta dieta (0,20 g/animal) fue solo en un animal; el valor de la ganancia media fue negativa, su desviación estándar es superior a la media y el CV de la ganancia de peso vivo, superó el valor de 100 %, lo que muestra la variabilidad de estos resultados y es negativo, porque la mayor parte de los animales perdieron peso. Debido a que durante los siete primeros días ocurrió la muerte de tres animales y el peso vivo promedio disminuyó (0,49 g), las pérdidas de peso vivo se presentaron en el 44 % de los animales, como consecuencia del consumo insuficiente de nutrimentos, se determinó detener el experimento, pues una dieta que provoca muertes y pérdida de peso vivo en el promedio de los animales, es inaceptable con el bienestar animal, según Canadian Council on Animal Care (1998). Tabla III. Pérdida de peso, peso vivo promedio inicial y final y ganancia de peso vivo (g/ animal) a los 7 días en la dieta maíz – soya.

Contenidos estomacales Pérez et, al., (2006)

El Manual Merck de Veterinaria, (2007b)

0,29 0,21

Pérdida de peso vivo 22 animales (44 %) Peso vivo (g/animal) Ganancia de peso

vivo (g/animal/día) Máximo

Inicial Final 66,00 67,00 0,20

Mínimo 34,00 31,00 - 0,43 Media 45,20 44,71 - 0,07

DE 10,20 10,59 0,18 CV 22,63 23,70 -257,14

75

No 21, 2010 80

En la tabla IV, se presentan los consumos de harina de maíz y harina de soya, en base fresca y materia seca (g /animal/día). Tabla IV. Consumo diario de alimento fresco y de materia seca (g/animal/día) de harina de maíz y soya. En am- bos casos hubo días en que no ingirieron estos alimentos, razón por la cual el CV es alto tanto en el consumo en base fresca, como en base seca, en ambos alimentos, lo que indica valores con alta variabilidad. Estos resultados no coinciden con Church y Pond (1998) quienes plantearon que tanto la harina de maíz como la harina de soya tienen buena palatabilidad y que lo aceptan todos los animales domésticos. El consumo total medio de materia seca en la dieta maíz – soya fue menor que lo que ingirieron en vida libre, por lo que no se corresponde con la capacidad del tracto digestivo lo cual se determinó en el experimento 1 (Figura 1). Figura. 1. Consumo medio de materia seca y las estimaciones aproximadas de las necesidades prácticas de materia seca (g/animal/día) en la dieta maíz - soya. El consumo medio de materia seca en la dieta maíz – soya, cuando se comparó con el consumo de materia seca en vida libre, se clasifica como bajo (Figura 2). De acuerdo con esto no se cubrió con las necesidades de materia seca; esto pudiera tener relación con los resultados de los estudios en vida libre, en que la materia de origen animal estuvo presente en el 98,53 % de los contenidos estomacales que se analizaron y osciló entre un 50 y 100 % de la materia seca total de los estómagos y el maíz y la soya son alimentos de origen vegetal.

Consumo de alimento fresco g/animal/día

Alimentos Maíz Soya

Máximo 0,10 0,60 Mínimo 0,00 0,00 Medio 0,06 0,28

DE 0,05 0,24 CV 83,33 85,71

Consumo de materia seca g/animal/día Máximo 0,09 0,53 Medio 0,05 0,25

DE 0,03 0,18 CV 60,00 72,00

76

No 21, 2010 81

Figura.2. Clasificación del consumo medio de materia seca como % de las estimaciones de las necesida-des prácticas de materia seca en la dieta maíz – soya. El % MS/PV máximo, fue de 0,80 % y la mediana 0,62 %; estos valores no coinciden con el 5,19 y 0,73 % que se encontró en los estudios de los contenidos estomacales de los perritos de costa en vida libre, ni con el rango de 1 al 4 % de MS/PV, en la iguana negra cuando ingieren larvas de moscas según Cobos et, al., (2007). En la (tabla V) se presenta el consumo de proteínas por alimentos. En esta dieta para los dos alimentos el CV tiene valores aceptables. Tabla V. Consumo medio de proteína bruta (g/animal/día) en la dieta maíz - soya. El consumo medio de proteína (g/animal/día) en la dieta maíz - soya, no satisfizo las estimaciones de las necesidades prácticas que se calcularon a partir del 50 % de proteína bruta propuesto por El Manual Merck de Veterinaria, (2007b) ni las estimaciones que se realizaron en condiciones de vida libre en esta tesis (Figura. 3). Fig. 3. Consumo medio de proteína bruta y su comparación con lo que recomienda El Manual Merck de Veterinaria (2007 b) y las estimaciones de las necesidades prácticas de proteína en vida libre (g/animal/día) en la dieta maíz + soya.

Alimentos Consumo de proteína bruta ( g/animal/día) media DE CV Harina de maíz 0,01 0,001 10,00 Harina de soya 0,10 0,050 50,00

77

No 21, 2010 82

El consumo de proteína bruta promedio en la dieta maíz – soya, se clasificó de deficiente y crítico para las recomendaciones de El Manual Merck de Veterinaria, (2007b) y las que se derivaron de los consumos en vida libre de esta investigación respectivamente (Figura.4). Figura. 4. Clasificación del consumo medio de proteína bruta como % de las estimaciones de las necesida-des prácticas de proteína en vida libre y lo que recomienda El Manual Merck de Veterinaria (2007 b) en la dieta maíz – soya . En la dieta maíz – soya, el consumo de materia seca y proteína bruta se clasificó de bajo a crítico. Las pérdidas de peso en esta dieta no estuvieron en correspondencia con el aporte de proteína, porque la harina de soya es una de las fuentes más importantes de suplementos proteicos (Akubor y Ukwuru, 2003; Akubor, 2005; Bohlke et, al., 2005), ni tampoco su composición en aminoácidos, porque esta dieta tiene un balance aminoacídico adecuado debido a que se complementa con respecto a sus deficiencias (maíz, en lisina y triptófano y soya, en metionina y cistina) (Adebayo y Emmanuel, 2001; Esquivel y Ortega, 2002; Camoruaga et, al., 2005ª). Los resultados negativos de esta dieta, pudiera ser consecuencia de que tanto la harina de maíz como en la harina de soya, son alimentos de origen vegetal y Valdés, (2006) planteó que los reptiles carnívoros usan la grasa y la proteína animal como fuente de energía y en esta dieta el consumo de carbohidratos a través del maíz no fue suficiente para satisfacer estas necesidades, y el aporte de grasa no permitió cubrir las necesidades energéticas. El comportamiento ante esta dieta coincidió con lo que planteó Rodríguez, (1999) que Leiocephalus carinatus es una especie omnívora facultativa, lo anterior parece indicar que en las dietas de los perritos de costa deben estar presentes alimentos de origen animal. Estos resultados negativos en la evaluación de esta dieta se relacionó con la textura en polvo que es poco palatable para estos animales, debido a sus características anatómo fisiológicas del TGI, que no les permitió realizar una adecuada aprehensión, deglución y digestión porque este reptil no mastica sus alimentos; con sus diminutos dientes, hacen pequeñas bocanadas y engullen. Aunque los perritos de costa y las gallinas domésticas (Gallus gallus), no mastican los alimentos, estas aves que no tienen dientes, trituran los mismos, en la molleja con la ayuda de las piedrecitas grit, como describió Denbow, (1998). Otro elemento que pudiera explicar el rechazo del consumo del maíz, es que estos animales necesitan que los cereales se le ofrezcan cocidos, debido a que durante este proceso se absorbe agua y aumentan su volumen, lo cual favorece su ingestión y por el efecto térmico se produce la gelatinización del almidón, lo que facilita la acción de las amilasas (FEDNA, 2003). En los resultados negativos de la dieta harina de maíz más harina de soya, pudo influir que en ambos alimentos el fósforo no está disponible al 100 % para algunos animales, en este caso se hace referencia a las aves (Cossa, 1999 y Kornegay, 2001) y este microelemento desempeña un importante papel en el transporte de ácidos grasos, almacenamiento de energía, formación de proteínas, además de influir en el apetito y en la eficiencia alimenticia según Runho y col., (2001).

78

No 21, 2010 83

CONCLUSIONES En la dieta harina de maíz más harina de soya, el consumo insuficiente de materia seca (bajo) y de proteína (deficiente y crítica), provocó disminución del peso vivo en los animales y la defunción del 6 % de los mismos por lo que se rechaza para ser utilizado en la alimentación del perrito de costa (Leiocephalus carinatus carinatus) en cautiverio. REFERENCIAS 1. Adebayo A.O. y Emmanuel F. (2001). The protein quality of some corn based Nigerian diets. J. Magt. Technol .

3: 122. 2. Akubor P.l.; Wkwuru (2003). Funtional properties and biscuit making potential of soy bean and cassava flour

blende. Plant Food Hum Nutr. 55: 1-12. 3. Akubor Pl. (2005). Funtional properties of soy bean, corn flour blende for cookie production. J. Food Sci. Te-

chnol, 42 (4), 303. 4. Aleixo V. M. (2000). Efeitos do uso de farcio de soja e de sistemas de alimenta ão sobre o desempenho de

filotes de jacaré – do – pantanal Caiman yacaré (Daudin 1802). 92 p. Disserta ão (Maestrado em Zootecnia) – Universidade Federal de Lavras, Lavras p.92.

5. Aiello, S.E y May, S.A. (2000). El Manual Merck de Veterinaria. Animales exóticos y de Zoológico Reptiles. Nutrición y enfermedades nutricionales: Manejo, Cría y Enfermedades de los Reptiles. Océano/Centrum. Barcelona, España. 1581 -1587.

6. Bartlett, R. y Bartlett, Patti, (2005). Housing your lizard. http://petplace.netscape.com/articcles/artShow.asp?artID=1876.(Consultado 23/03/05) 7. Bohlke, R.A; Thaler, R.C. and Stein, H.H. (2005). Calcium, phosphorus and amino acid digestibility in low phytate

corn, normal corn, and soybean meal by growing pigs. J. Anim. Sci. 83: 2396. 8. Camoruaga M.; Claure C. y Hiesch P. (2005ª). El maíz. Consumer. Es EROSKI. http://www.consumer.es/web/

es/alimentacion/aprender_a_comer_bien/guia_alimentos/cereales_y_derivados/2001/04/10/35013.php (Consultado 1/11/05).

9. Canadian Council on Animal Care. (1998). In: Guide to the care and use of experimental animals. Vol. 1 (2nda edition). Ottawa, Ont.: CCAC,: Anexo XIV.

http://petplace.netscape.com/articcles/artShow.asp?artID=1876. Consultado 23/03/05 10.Church, D. C y Pond, W. G. (1998). Fundamentos de Nutrición y Alimentación de animales. Cap. 3. Métodos

comunes de análisis de los nutrimentos y alimentos para el ganado pp. 21-30. Noriega Editores. 11. Cobos, P.M..A.; J.L. Arcos; L.V.H. Reynoso. (2007). Experiencia en la alimentación de iguana negra

Ctenosaura pectinata criada en cautiverio del nacimiento a los cinco meses de vida. Segundo taller Nacional sobre manejo de iguanas en cautivierio. http://www.subcomitedeiguanas.org/PDF´s/Taller2.pdf. Consultado: 9/3/2007.

12. Cossa J.; Jeroch H; Oloffs K; Kluge H; Drauschke W and Ackermann R (1999). Total phosphorus and phytate phosphorus content in grain maize (Zea mays): Tropenlandwirt, 100:181

13. Denbow D.M. (1998). Gastrointestinal anatomy and physiology. Charter 12. Avian Physiology. Quinta edición. London P.299-321.

14. El Manual Merck de Veterinaria (2007 a). Reptiles. Manejo. Animales exóticos y de laboratorio. Océano/Centrum. Novena Edición en español. Barcelona. España. 1581-1586.

15. El Manual Merck de Veterinaria (2007 b). Reptiles. Nutrición y Enfermedades. Animales exóticos y de laboratorio. Océano/Centrum. Novena Edición en español. Barcelona. España. 1581-1586.

16. Esquivel M. A. y Ortega A. (2002). La soya en la alimentación animal. 1 Generalidades. Revista Producción e Industria. ACPA ANIMAL.1: 40

17. FEDNA (2003 b). Arroz cocido. Tablas FEDNA de composición y valor nutritivo de alimentos para la formulación de piensos compuestos (2 ed.) C. de Blas, G. G. Mateos y P.G. Rebollar (eds.). Fundación Española para el Desarrollo de la Nutrición Animal, España. 423 pp.

18. Gay, J y Martínez, I. (1992). Sistema de vigilancia Alimentario Nutricional para la población cubana. Conferencias de nutrición. Maestría de nutrición en Salud Publica.

19. Goñi, S. (1998). Selección, Conservación y Envío de Muestras para Diagnóstico de Laboratorio. Memorias del Curso Teórico-Práctico. Centro de Investigación y estudios avanzados en salud, Facultad de Medicina Veterinaria y Zootécnia, Universidad Autónoma de México. Auditorio MVZ Humberto Gómez Escamilla. Pp 128-138.

20.Goulart, L. (2007) Care of lizard. 21.http://www.reptilbaires.com.ar/artinfo/herpgral/ilu&calef_article.htm.Accedido31/1/07

79

No 21, 2010 84

22.Iglesias, I., (2006). Reptiles-cuidados y alimentación: ¿por que es importante el gradiente de temperatura? http://www.animalls.net/ARTIC120.HTML. Consultado 31/1/07.

23.Kaplan, M., (2002) Herpetology care y collection. Vitamin and Mineral Supplementation for Herpetology’s http://www.anapsid.org/vitamin.html Consultado 23/6/05.

24.Kaplan, M., (2005). Reptil Basic. http://www.veterinarypartner.com/Content.plx?P=A&A=1262&S=4&SourceID=56. Consultado 20/06/05. 25. Kornegay E. T. (2001). Digestion of phosphorus and other nutrients: The role of phytases and factors

influencing their activity. En: MR. Bedford y G.G. Partrige (ed). Enzymes in Farm Animal Nutrition. Pp 237-271 CABI Publishing, New York E.U.

26. Pérez, A. A.; Valdivié, M.; Dihigo, E,; Rubio, O.; Hernández, R.,; González, T.; García, J. (2005) Características de la alimentación en vida libre de Leiocephalus carinatus (perrito de costa) en Playa Jibacoa, Provincia La Habana, Cuba en los años 2002 y 2003 CUBAZOO, 2005 No. 12. pp 11-18.

27. Pérez, A., A.; Valdivié, M.; Dihigo, E. (2006). Características bromatológicas y morfométricas del contenido estomacal del perrito de costa Leiocephalus carinatus CUBAZOO, 2006 No. 14. pp 5-10.

28. Peyrellade, J. (1985). Raciones tradicionales para carnívoros. Capitulo 4. El perrito de costa Leiocephalus carinatus. Raciones para los animales domésticos y silvestres de los zoológicos. Editorial Científico Técnica. Bulgaria. P.60.

29. Polloni, C., (2004). Lizard Diseases. Lizard Care. Lizard Health. Lizard Feeding. Lizard Breeding. Lizard Hygiene. Copyright © 2004 Sandpipers Design LLC, All Rights Reserved.

http://www.animalhospitals-usa.com/reptiles/lizard_care.html. Consultado 4/02/05. 30. Rodríguez, L. (1999) Systematic Accounts of the Species. Chapter 7. The Iguanid Lizard of Cuba,. Rodriguez,

Lourdes. University Press of Florida, Yainesville, Florida. 115-123. 31. Runho R.C.; Gomes P.C.; Rostagno HS; Albino LF; Lopes P.S.; Pozza P.C (2001). Exigência de fósforo

disponível para frangos de corte machos e fêmeas de 1 a 21 dias de idade. Revista Brasileira de zootecnia. 30:187

32. Touzet, J.M. (1995). Manejo de una y colección de serpientes venenosas en condiciones de óptima seguridad. 6to Congreso Latinoamericano de Parque Zoológicos Acuarios y Afines. Memorias. P. 1-5.

33. Valdés E.V. (2006). Nutrición de reptiles en cautiverio. Memorias. I Congreso de Nutrición 5-7 de Julio 2006. Guatemala.

34. Zootrition, (1999). Software para las evaluaciones de dietas de animales silvestres en cautiverio. Wildlife Conservation Society. Washintong DC, USA.

80


Recommended